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GUATEMALA: TARJETA ROJA AL TURISMO SEXUAL / COMCOSUR MUJER N 409

COMCOSUR MUJER

Fundado por Yessie Macchi

AÑO 11 – No. 409 / Miércoles 26 de marzo 2014

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

Coordinación y búsqueda:

Beatriz Alonso, Cecilia Duffau y Carlos Casares

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«Hay que dar vuelta el mundo. Cada lágrima que corre allí donde
podría haber sido evitada es una acusación…” Rosa Luxemburgo

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¿Qué es el Feminicidio?

El feminicidio es la forma más extrema de violencia hacia las
mujeres, una forma de control, dominación y poder de los hombres.
Esto significa que la mujer antes de ser asesinada tiene una historia
reiterada de violencia.

Tejiendo Redes de Aprendizaje / RED ADA

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NOTICIAS

GUATEMALA

1) TARJETA ROJA AL “TURISMO SEXUAL”

HAITI

1) PROTESTA EN LA FRONTERA POR MÁS ACCESO DE LAS MUJERES A LA
JUSTICIA

MÉXICO

1) PROPUESTA OFICIAL EXCLUYE QUE MEXICANAS SEAN DUEÑAS DE MEDIOS

URUGUAY

1) EL “TECHO DE CRISTAL” PERMANECE FIRME

2) “EL ROL DE LAS MUJERES EN LOS SERVICIOS DE COMUNICACIÓN
AUDIOVISUAL”

TEMAS DE COMCOSUR MUJER

«NI EL ESTADO NI EL MERCADO CONTRIBUYEN A LA REPRODUCCIÓN»

ENTREVISTA A SILVIA FEDERICI

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GUATEMALA

1) TARJETA ROJA AL “TURISMO SEXUAL”

A 82 días de que inicie la Copa Mundial de Futbol en Brasil es
oportuno difundir una campaña internacional que se propone desalentar
la demanda de servicios sexuales entre los hombres turistas que
asistirán a ese evento deportivo.

Una de sus consignas es levantar la tarjeta roja al “turismo
sexual” el día de la inauguración. Resulta pertinente darla a
conocer en Guatemala, ya que los casos de explotación sexual en
lugares turísticos van en aumento.

Se estima que 600 mil turistas asistirán a la competencia
futbolística que tendrá lugar en varias ciudades de Brasil, donde
además de disfrutar de las bellezas de ese país, sitios y playas,
muchos hombres se involucrarán en prácticas sexuales comerciales.

Con base en estudios de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y
Niñas en América Latina y el Caribe, que suscribe la campaña, los
países del área con mayor índice de “turismo sexual” son
Brasil, República Dominicana, Costa Rica, Venezuela y Puerto Rico.

Y si bien en este ilícito están involucrados hombres europeos y
estadounidenses, también hay una demanda de latinoamericanos.

La explotación sexual no es turismo. Según el Código de Ética
Mundial del Turismo, esta última actividad se asocia al descanso y la
diversión, al deporte, al acceso a la cultura, a la promoción del
respeto y de la igualdad.

Hay que tener en cuenta qué factores alientan el “turismo sexual”
en Brasil, en Guatemala o en cualquier otro país. Existe legitimidad
hacia el sexo comercial y tolerancia a la masculinidad patriarcal
(súper sexualidad de los hombres), paralelo a mayor empobrecimiento y
falta de educación sexual y oportunidades.

Todo ello propicia que niñas, niños y adolescentes sean engañados,
obligados o convencidos para involucrarlos en prácticas sexuales y
eróticas para clientes turistas individuales y grupales.

La explotación sexual existe porque hay proxenetas, explotadores y
clientes, además hay redes nacionales e internacionales. En todos los
países latinoamericanos y del Caribe urgen campañas preventivas.

La dimensión de la problemática de la trata de personas exige una
ciudadanía activa que rechace abiertamente todas aquellas prácticas
que convierten en mercancía los cuerpos de niñas, niños y mujeres.

Junto a levantar la tarjeta roja al “turismo sexual”, la
coalición referida hace un llamado a los 32 países que participan en
el Mundial de Futbol, al comité de la FIFA, a los jugadores de las
selecciones nacionales, a las agencias de turismo en Brasil, en
especial en Fortaleza (una de las sedes donde el número de víctimas
de trata sexual es de los más altos en la nación sudamericana), para
que promuevan acciones encaminadas a desalentar en los turistas el
pago por servicios sexuales.

A dicha convocatoria también tendría que sumarse una ciudadanía
consciente a nivel mundial, en el entendido de que la explotación
sexual es una violación a los Derechos Humanos; basta de complacencia
al sexo comercial.

Es necesaria una reflexión crítica: sin demanda no hay oferta, pagar
por sexo fomenta la explotación de niñas, niños y mujeres.

*Periodista mexicana, residente en Guatemala y coeditora de la
publicación feminista LaCuerda.

Cinemacnoticias / COMCOSUR MUJER No. 409 – 26/03/2014

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HAITI

1) PROTESTA EN LA FRONTERA POR MÁS ACCESO DE LAS MUJERES A LA
JUSTICIA

Violaciones sexuales en las calles por los soldados dominicanos, por
los hombres en los mercados públicos y, principalmente por las
autoridades judiciales. Esto padecen las haitianas que viven en la
frontera con República Dominicana. Bajo el lema «Crear buenas
condiciones para las mujeres para tener justicia, es un gran paso en
el camino de la igualdad entre mujeres y hombres», una serie de
actividades tuvieron lugar durante toda la semana pasada en diferentes
departamentos de fronteras entre Haití y República Dominicana.

Tomando como marco el Día Internacional de la Mujer, marchas
pacíficas, ciclos de discusiones y actividades sociales ocurrieron en
toda la región. En la ciudad fronteriza de Belladère (Centro), una
gran marcha llamó la atención de la ciudad sobre el problema de las
violaciones sexuales contra las mujeres haitianas, que son muchas
veces víctimas hasta en los mercados públicos del país vecino,
donde la discriminación contra los haitianos sólo aumenta después
de la decisión de expatriar a sus descendientes de aquel país.

Con banderas y carteles en la mano, ellas gritaban consignas y pedían
respeto y justicia para las mujeres, en contra de la impunidad
connivente con el machismo, el racismo y la xenofobia. Las mujeres
denuncian que las autoridades policiales y judiciales desprecian los
derechos de las mujeres víctimas de violencia en la región. Las
actividades son parte del proyecto del Grupo de Apoyo a Repatriados y
Refugiados (Garr), «Fortalecer la protección de mujeres y niñas en
la frontera entre Haití y República Dominicana”.

En Boc Banic, localidad de la ciudad fronteriza de Thomassique, las
mujeres denunciaron la problemática del estupro recurrente en la
región, pues ellas temen presentar queja ante las autoridades. Lo
mismo ocurrió en la ciudad de Cornillon Grand Bois (Oeste), Jean
Júnior Bertho, facilitador del debate por la ONG Garr, exhortó a las
mujeres a reforzarse mutuamente en su liderazgo. En la ciudad de
Anse-à-Pitre, las mujeres se han concentrado sobre las violaciones de
derechos humanos a que están sujetas en mercados de frontera. La
coordinadora de la Asociación de Mujeres de Vaillantes Anse-à-Pitre,
Rosette Santana, denunció la violencia de los soldados dominicanos
sobre las haitianas en la frontera, siendo apoyada por el vice-alcalde
de la ciudad, Yli Montplalesir, que exhortó a las mujeres a denunciar
y a luchar por sus derechos.

Adital / COMCOSUR MUJER No. 409 – 26/03/2014

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MÉXICO

1) PROPUESTA OFICIAL EXCLUYE QUE MEXICANAS SEAN DUEÑAS DE MEDIOS

La investigadora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en
Ciencias y Humanidades (Ceiich) de la UNAM Aimée Vega Montiel,
afirmó que las iniciativas del Ejecutivo en materia de
telecomunicaciones y radiodifusión contraviene la reforma
constitucional de junio de 2013, y niega a las mujeres la posibilidad
de participar en estas áreas.

En declaraciones a Cimacnoticias, la coordinadora académica y de
investigación de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información
(Amedi) enfatizó que la propuesta enviada este lunes al Senado es
preocupante, ya que representa un retroceso en una reforma que se
concibió como el marco de un sistema de telecomunicaciones de
servicio público.

Explicó que en general las iniciativas de Ley de Telecomunicaciones y
Radiodifusión, y Ley del Sistema Público de Radiodifusión
fortalecen el poder de los actuales concesionarios de radio y
televisión, y no tienen la intención de acabar con la concentración
de las televisoras.

La académica señaló que la Amedi ya mencionó algunas omisiones. En
un comunicado, los ex presidentes de la organización, Beatriz Solís
Leree, Raúl Trejo Delarbre y Aleida Calleja Gutiérrez, criticaron
que la iniciativa no contemple los derechos de las audiencias ni
mecanismos para su protección, pues indicaron que no es suficiente
enlistar un reducido catálogo de principios.

Asimismo señalaron que la propuesta ignora la importancia de los
medios públicos y de uso social, pues no les garantiza independencia
editorial, autonomía financiera, participación ciudadana, acceso a
tecnologías, y además los asfixia con requisitos discrecionales,
propios de un “sistema autoritario”.

La académica especializada en género y comunicación acotó que en
todos los ámbitos de la vida política la agenda de género está
desdibujada, porque se piensa que primero se debe regular el sistema
de telecomunicaciones, que es lo importante, y luego ver qué pasa con
las mujeres.

En este contexto Aimée Vega lamentó que quedara fuera la propuesta
que en 2013 hicieron académicas, periodistas y activistas integradas
en la Alianza por el Derecho Humano de las Mujeres a Comunicar y a la
Información, toda vez que pareciera que el sistema de radio y
telecomunicaciones merece un tratamiento alejado a la agenda de
género.

Explicó que la propuesta de la Alianza era que en las leyes
reglamentarias se garantizara la transversalidad de la visión de
género en los contenidos y en la participación de las mujeres como
propietarias, operadoras de medios y tomadoras de decisiones, y
además que se creara un programa nacional de educación para los
medios con perspectiva de género.

Sin embargo, la especialista aseguró que la propuesta oficial no
contempla las condiciones de las mujeres y otros grupos sociales
particulares, no permite que las audiencias exijan sus derechos, echa
para atrás el impulso de la libertad de expresión y el derecho a la
información, y no fomenta el acceso a las nuevas tecnologías.

Destacó que la iniciativa es un retroceso en materia de
telecomunicaciones y radiodifusión porque demuestra, una vez más,
que el Estado mexicano no está comprometido con los Derechos Humanos
de las mujeres, toda vez que ni siquiera incluye garantías para que
ellas puedan acceder a las herramientas de comunicación y
telecomunicaciones.

En opinión de la experta es necesario que desde el Senado se elabore
una ley reglamentaria a la medida de la sociedad y de las mujeres,
pues hasta ahora la única garantía constitucional en este tema es
una línea que dice que en los contenidos no se puede discriminar por
razón de género, pese a que el desarrollo de políticas públicas en
género y comunicación es más amplía.

Con todo esto, Vega Montiel indicó que una reforma en la materia debe
responder al clamor social, por lo que llamó a las y los legisladores
a corregir estas deficiencias, ya que la Comisión de Radio
Televisión y Cinematografía del Senado cuenta con las iniciativas de
la sociedad civil, es decir, “no debe inventar ni producir nuevas
ideas” sino comprometerse con el tema.

Cinemac / COMCOSUR MUJER No. 409 – 26/03/2014

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URUGUAY

1) EL “TECHO DE CRISTAL” PERMANECE FIRME

Presentación del Mapa 2014 de las Mujeres en Política

El Mapa 2014 de las Mujeres en Política, lanzado esta semana por la
Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres en la Comisión de la
Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas,
evidencia que si bien los avances en la participación política de
las mujeres siguen siendo muy positivos en todo el mundo, los
“techos de cristal” continúan firmes para las mujeres en los
niveles más altos. Tanto en el ámbito legislativo como en el
ejecutivo, Uruguay se ubica en el ranking de clasificación por debajo
del promedio mundial y uno de los peor ubicados en la región.

El Mapa, que presenta los datos más recientes (situación al 1° de
enero de 2014) sobre las mujeres en el gobierno y en el parlamento,
revela tendencias regionales similares en la representación de las
mujeres en ambas esferas, superando América, Europa y África a las
regiones Árabe y Asia-Pacífico.

«Cada elección es una oportunidad crítica para avanzar hacia una
mayor participación de las mujeres como votantes y como candidatas»,
señala el Director Ejecutivo Adjunto de ONU Mujeres, John Hendra.
«Este mapa muestra la importancia de contar con datos, de ser capaz de
medir y seguir la participación política de las mujeres a través
del tiempo. Es una gran herramienta para realizar un análisis
comparativo del progreso y para garantizar la rendición de cuentas».

Uruguay, tanto en el ámbito legislativo como en el ejecutivo, se
ubica en el ranking de la clasificación mundial por debajo del
promedio mundial y uno de los peor ubicados en la región:

• En cuanto al porcentaje de mujeres en puestos ministeriales,
Uruguay se ubica N°60 en el ranking, incluso por debajo de países
como Emiratos Árabes (N°55). El promedio de 14.3% se encuentra por
debajo del promedio mundial de 17,2% y del promedio de América de
22,9%. En cuanto a la región de América del Sur, Uruguay ocupa el
peor lugar.

• Con respecto al porcentaje de mujeres en el parlamento, Uruguay se
ubica N°103 con un promedio de 13,1%, por debajo de la media mundial
(21,8%) e incluso de la media de los países del mundo árabe (16%).
En América del Sur, Uruguay solo está mejor que Colombia y Brasil.

La integración de las mujeres uruguayas en la vida política ha sido
históricamente baja. En el primer período democrático (1985-1990)
no hubo mujeres en la legislatura nacional y, en los períodos
siguientes, la presencia de mujeres en éste y otros ámbitos de
decisión ha sido escasa.

La reciente Ley de Cuotas (No. 18.476) dicta que, por única vez en
las próximas elecciones nacionales (2014) y departamentales (2015),
deben incluirse personas de ambos sexos cada tres posiciones sucesivas
de candidatos, tanto titulares como suplentes, lo cual representa una
oportunidad única para Uruguay para revertir la sub-representación
femenina en este ámbito, siempre y cuando los partidos políticos
mantengan el espíritu de la ley.

En este sentido, en Uruguay, ONU Mujeres y el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD) se comprometen a renovar el
compromiso de trabajar más intensamente a favor incrementar la
participación de las mujeres en los cargos de decisión, bajo el lema
“Más mujeres, mejor política”.

Para acceder al Mapa de las Mujeres en Política 2014:

http://www.ipu.org/pdf/publications/wmnmap14_sp.pdf

ONU / COMCOSUR MUJER No. 409 – 26/03/2014

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2) “EL ROL DE LAS MUJERES EN LOS SERVICIOS DE COMUNICACIÓN
AUDIOVISUAL”

La Dirección Nacional de Telecomunicaciones y Servicios de
Comunicación Audiovisual del Ministerio de Industria, Energía y
Minería (MIEM-Dinatel) convoca a la presentación de proyectos de
investigación con el objetivo de promover la difusión de
conocimiento, ampliando el espacio de reflexión e investigación
sobre los roles de las mujeres en los Servicios de Comunicación
Audiovisual en Uruguay. La selección de aquellos proyectos que a
consideración del tribunal evaluador se ajusten y sean más
pertinentes a la temática evaluada, serán premiados para su
posterior ejecución.

Se entiende por Servicio de Comunicación Audiovisual a un servicio
cultural o cultural y económico que proporciona una oferta estable y
permanente de señales de radio o televisión.

Comprende, por tanto, una o más programaciones, con su respectivo
formato; cada una de ellas entendida como la planificación y
organización, en forma coherente, de una serie de programas de radio
o televisión.

Esta iniciativa de MIEM-Dinatel es organizada con el apoyo de la
Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la
República y el Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de
Desarrollo Social.

A través de la misma, se busca apoyar y estimular el aporte
académico que permita profundizar el conocimiento y la actualización
de datos sobre esta temática. Asimismo, se pretende contribuir a
mejores niveles de comprensión sobre cuáles son los verdaderos
desafíos que enfrentan las mujeres que trabajan en la industria de la
radio y la televisión en Uruguay.

QUIÉNES PUEDEN PARTICIPAR

La convocatoria está abierta para investigadores/as,
comunicadores/as, estudiantes, periodistas, organizaciones no
gubernamentales. El proyecto de investigación podrá ser presentado
en forma individual o grupal. Asimismo, se podrá presentar más de un
proyecto de investigación, pero solo será premiado aquel que obtenga
mayor puntaje.

No podrán participar personas físicas o jurídicas vinculadas a la
organización del llamado.

PROYECTO

El objetivo de la convocatoria es promover la difusión de
conocimiento, ampliando el espacio de reflexión e investigación
sobre los roles de las mujeres en los Servicios de Comunicación
Audiovisual en Uruguay.

A modo orientativo se listan las siguientes líneas de investigación,
sin perjuicio de que se podrán abordar otras líneas que contribuyan
a la temática:

Caracterización de la participación de las mujeres en el mercado
laboral, la educación formal, espacios de poder, titularidad, toma de
decisiones y gestión de radio y televisión.

Estudio comparado de la situación de las mujeres en los servicios de
comunicación audiovisual en la realidad uruguaya con otros países.

Generación de nuevos parámetros para la medición de indicadores que
permitan el relevamiento de la situación de la participación
femenina en los servicios de comunicación audiovisual: posibilidades,
limitaciones y desafíos.

Trayectoria de las mujeres que actualmente están ocupando cargos de
toma de decisiones dentro de la radio y la televisión y qué
injerencias tienen en estos.

Impacto de la presencia femenina dentro de la radio y la televisión
sobre laforma de comunicar en estos medios.

Por consultas y más información comunicarse al correo electrónico:
secretaria@dinatel.miem.gub.uy o través del teléfono 2915 0856
interno 222.

COMCOSUR MUJER No. 409 – 26/03/2014

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TEMAS DE COMCOSUR MUJER

«NI EL ESTADO NI EL MERCADO CONTRIBUYEN A LA REPRODUCCIÓN»

ENTREVISTA A SILVIA FEDERICI

Por Tesa Echeverria y Andrew Sernatinguer

La cuestión de la reproducción es esencial no solo para la
organización capitalista del trabajo, sino para cualquier proceso
genuino de transformación social.

Silvia Federici (1942, Parma, Italia), escritora, profesora y
activista feminista estadounidense, se sitúa en el movimiento
autónomo dentro de la tradición marxista. Es autora de Calibán y la
bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria y de Revolución en
punto cero. Trabajo doméstico, reproducción y luchas feministas,
ambas publicadas por la editorial Traficantes de Sueños. Silvia
Federici pertenece a un grupo de pensadoras que rechazan firmemente la
idea de que patriarcado, trabajo doméstico y desigualdad de las
mujeres se sitúen “fuera” del capitalismo. Federici plantea en
esta entrevista que el trabajo doméstico de las mujeres es en
realidad un conjunto complejo de actividades que contribuyen a la
reproducción de la fuerza de trabajo para el capital, y de las cuales
el capital se beneficia porque se trata de un trabajo no remunerado.
Además, Federici comenta los mecanismos mediante los cuales se impuso
esta condición a las mujeres durante el periodo en el que tuvo lugar
la acumulación primitiva mediante la violencia y la exclusión
social, y no como continuación natural de una relación previa.
Publicamos esta conversación entre la autora y Tesa Echeverria y
Andrew Sernatinguer, publicada en Marxismo Crítico.

Tesa Echeverria (TE): ¿Háblanos un poco de ti? ¿Cómo te implicaste
en la lucha feminista y cómo te convertiste en escritora?

Silvia Federici (SF): Me impliqué en el movimiento feminista en la
década de los setenta porque, como muchas mujeres de mi generación,
compartíamos un sentimiento de frustración ante nuestras
perspectivas de una vida dedicada al trabajo doméstico. A finales de
la década de los sesenta, llegué a EEUU para trabajar en mi tesis.
Participé en el movimiento estudiantil y pacifista, y sentí que
estaba en un entorno muy masculino.

La razón de mi implicación con el feminismo es mucho más profunda.
Me crié en la época de posguerra en Italia. El impacto de segunda
guerra mundial contribuyó a que se generara cierta desafección hacia
la cuestión de la reproducción. La masacre provocada contribuyo a
que nos resultara muy extraña la sola idea de idealizar la maternidad
como lo hicieran nuestras madres.

Por otra parte, por supuesto, Italia era una sociedad profundamente
patriarcal. La influencia del fascismo fue muy fuerte, y el fascismo
ensalzaba la maternidad y una imagen abnegada de la feminidad: la
mujer se sacrifica por el bien común. Todos estos elementos
provocaron mi entusiasmo inmediato por el movimiento feminista.

Andrew Sernatinguer (AS): Hay pocas feministas radicales economistas,
y el pensamiento marxista se ha preocupado poco por el trabajo de las
mujeres en particular. Se te conoce por tu defensa del “salario para
el trabajo doméstico”, ¿podrías explicarnos en qué consiste y
dónde radica su importancia?

SF: En 1972 leí un artículo de una economista italiana, Maria Dalla
Costa, «El poder de la mujer y la subversión de la comunidad». En
dicho artículo, Dalla Costa presentaba un análisis del trabajo
doméstico que respondía a muchos de los interrogantes que yo me
planteaba. Ella defendía, en contra del planteamiento dominante en la
literatura tanto radical como liberal, que el trabajo doméstico y
todo el conjunto de actividades esenciales para la reproducción de
nuestras vidas, en realidad, constituyen un trabajo esencial para la
organización del trabajo capitalista. Se trata de actividades que no
solo producen comida o ropa limpia, sino que reproducen la fuerza de
trabajo. Esto las convierte, en cierto sentido, en el trabajo más
productivo del capitalismo. Sin él no podrían darse otras formas de
producción.

El argumento me produjo una enorme impresión y, en el verano de 1972,
viajé a Italia para conocer a Dalla Costa. Entonces, me impliqué en
la fundación del International Feminist Collective [Colectivo
Feminista Internacional] que lanzó la Campaña Salario para el
Trabajo Doméstico. Constituía la puesta en práctica de ese
análisis, que básicamente ponía de manifiesto la infravaloración
del trabajo doméstico bajo el capitalismo y la invisibilidad de esas
tareas porque no estaban remuneradas con un salario.

Muchas feministas no veían con buenos ojos esta campaña porque
consideraban que con ella se institucionalizaba el papel de las
mujeres en el hogar. Sin embargo, una de las cosas que pretendía la
campaña era precisamente visibilizar el trabajo doméstico, plantear
una redefinición de en qué consistía realmente esa forma de trabajo
y concienciar a la sociedad en ese sentido. Queríamos poner de
manifiesto que se trata de un trabajo esencial, fundamental, y no un
servicio personal prestado a los hombres y a la prole. La
reivindicación tenía también una dimensión económica importante,
en el sentido de que veíamos cómo muchas mujeres se veían abocadas
a una relación de dependencia con los hombres al no estar remunerado
su trabajo. Ahí residía la raíz de las relaciones de poder, en los
casos, por ejemplo, en los que las mujeres no podían abandonar una
relación de abuso por su situación de dependencia.

Esta condición de no asalariadas perseguía a las mujeres en todos
los ámbitos, incluso cuando aceptaban un trabajo fuera del hogar.
Para nosotras, ese trabajo no remunerado que acompañaba a las mujeres
de por vida, explicaba indudablemente las condiciones a las que se
enfrentaban al trabajar fuera del hogar: salarios más bajos y en
ocupaciones en su mayor parte entendidas como extensiones del trabajo
doméstico.

Esa reivindicación nunca fue nuestro último objetivo, pero sí una
manera de equilibrar las relaciones de poder entre mujeres y hombres,
y entre las mujeres y el capital. Exigía analizar el salario en sí y
a preguntarnos por ¿qué es el salario? Nos llevaba a superar a Marx.

Para Marx, el salario oculta el trabajo no remunerado que realizan los
trabajadores, pero él no acertaba a ver cómo además el salario ha
sido utilizado para establecer jerarquías en el ámbito del trabajo,
por razones de género, pero también raciales.

Creíamos que el salario para el trabajo doméstico era un elemento
desestabilizador que socavaba una división sexual-social del trabajo
injusta y basada en la desigualdad. En cierto sentido, cumplía la
misma función que en otro tiempo cumplieran las revueltas contra la
esclavitud. Solíamos decir que había una importante diferencia entre
la lucha por el salario de las personas esclavas y la lucha por unas
mejores condiciones salariales de los trabajadores. Echaba por tierra
toda una arquitectura social extremadamente poderosa capaz de dividir
a las personas y naturalizar el hecho de que una inmensa cantidad de
trabajo no estuviera remunerado.

Este era el objetivo y la lógica que sustentaban la campaña que,
como ya he comentado, encontró la oposición de muchos sectores del
movimiento feminista. En los últimos tiempos, sin embargo, he
percibido un cambio en este sentido. Algo que creo que refleja tu
pregunta. Hay un interés renovado por el tema que creo que guarda
relación con el hecho de que treinta años después se ha desvanecido
en buena medida la ilusión del potencial emancipador del trabajo
asalariado fuera del hogar, que entonces albergaba el movimiento
feminista.

TE: La lectura de los primeros ensayos recogidos en Revolución en
punto cero en los que abordas el tema de la reproducción y en los que
destacas hasta qué punto se trata de una forma de trabajo valioso, y
cómo el salario para el trabajo doméstico constituye una herramienta
para ponerlo de manifiesto, ha sido muy esclarecedora para mí.

SF: