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¿NADIE «ES KENIA»?

1) De Punta del Este a Panamá, el fin de la exclusión de Cuba
2) Los soldados israelíes en América Latina
3) Kenia: A muerte contra Al Shabab
4) U.S.A – Irán ¿Hacia un acuerdo heroico?
5) El mundo se prepara para colapso del dólar

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 15 / Nº 713 / Lunes 6 de Abril de 2015 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares / COMCOSUR — COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) De Punta del Este a Panamá, el fin de la exclusión de Cuba
Análisis de Patricia Grogg (IPS)

Barack Obama había nacido hacía solo cuatro días cuando Ernesto “Che” Guevara fustigó públicamente la política hostil de Estados Unidos hacia Cuba durante una cumbre interamericana, reiteró la disposición de Fidel Castro a dialogar para resolver las diferencias en pie de igualdad y conversó en secreto con un enviado de Washington.

Más de medio siglo después, el ahora mandatario estadounidense asumió el reto de acercarse a su vecino país caribeño, superar enfrentamientos, rencores y tensiones mutuas e iniciar el aún incierto proceso de normalización de relaciones bilaterales. Este 10 y 11 de abril se encontrará frente a frente en Ciudad de Panamá con el presidente cubano Raúl Castro en la VII Cumbre de las Américas.

Guevara habló en la reunión del Consejo Interamericano Económico y Social de la Organización de Estados Americanos (OEA), el 8 de agosto de 1961, como delegado del gobierno cubano de Fidel Castro, a quien acompañó en la guerrilla que el primero de enero de 1959 derrocó al dictador Fulgencio Batista. Ese encuentro, realizado en el balneario uruguayo de Punta del Este, fue el último el que participó Cuba en el concierto interamericano, ya que sería suspendida de la OEA en enero de 1962, en una medida que el organismo levantó oficialmente en junio de 2009.

En la Conferencia de Punta del Este, Estados Unidos formalizó la Alianza para el Progreso, una propuesta que el presidente John Kennedy (1961-1963) había lanzado meses antes y que nació para contrarrestar la influencia de la Revolución cubana en la región, tras el fracasado intento de su gobierno de invadir la isla, en abril de aquel mismo año.

Al margen de esa reunión, el argentino Guevara sostuvo, el 17 de agosto, un encuentro confidencial en Montevideo con Richard Goodwin, asesor especial para asuntos latinoamericanos de Kennedy, considerado por medios cubanos como el primer contacto directo de alto nivel entre autoridades de ambos países desde la ruptura de las relaciones bilaterales en enero de 1961. Cinco días después, la Casa Blanca aseguró en un comunicado que esa conversación fue solo un encuentro casual durante un coctel, en el que Goodwin se limitó a escuchar.

Prosperidad con equidad

El tema central de la VII Cumbre será “Prosperidad con Equidad: El Desafío de Cooperación en las Américas”, un objetivo para el que la región necesita más que documentos y declaraciones formales. Según el Panorama Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), por primera vez en esta década se observa un incremento en el número de pobres, lo cual significa que tres millones de latinoamericanos recayeron en la pobreza entre 2013 y 2014 y otros 1,5 millones engrosarán esas filas al terminar 2015.

Desde entonces, la historia bilateral registra varios intentos frustrados de acercamiento, hasta que ya retirado del poder Fidel Castro, en 2006, su hermano y sucesor y Obama sorprendieron el 17 de diciembre con el anuncio de su decisión de restablecer las relaciones diplomáticas. De ahí que buena parte de la atención hacia la VII Cumbre de las Américas se concentre en los dos gobernantes. Obama acude por tercera vez desde 2009 a este foro del que Cuba estuvo excluida hasta ahora y al que llega como resultado de una estrategia diplomática que condujo al respaldo unánime de la región a su reinserción y a fraguar el deshielo con Estados Unidos.

El politólogo y ensayista cubano Carlos Alzugaray considera al respecto que también hay que tener en cuenta la creciente autonomía de la región. “Se puede decir que Estados Unidos ha perdido la iniciativa y espacio de maniobra” al sur del río Bravo o el río Grande, opinó a IPS. Tras la primera Cumbre de las Américas, en 1994, en la ciudad estadounidense de Miami, estas citas pasaron a exhibir una América Latina cada vez menos proclive a las ofertas de Estados Unidos, con un punto de quiebre en la proyectada Área de Libre Comercio de las Américas (Alca), que protagonizó la primera década de encuentros y quedó enterrada en otro de ellos.

Fue en la IV Cumbre, en la ciudad argentina de Mar del Plata en 2005, cuando el país anfitrión y otros sudamericanos rechazaron el intento de Estados Unidos y Canadá de imponer el Alca en la agenda. Entonces, habían pasado a gobernar en el sur del continente líderes de centro izquierda o izquierda, como el venezolano Hugo Chávez (1999-2013), quien llamó a convertir la reunión en “la tumba del Alca”. Como contrapropuesta, Chávez, junto con Fidel Castro, impulsó la creación en diciembre de 2004 de la hoy llamada Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, Granada y San Cristóbal y Nieves.

Tres años después nació la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) con la idea de favorecer un desarrollo más armónico, equitativo e integral de la región, conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guayana, Paraguay, Perú, Suriname, Uruguay y Venezuela. Con la excepción de Estados Unidos y Canadá, todos los países del área integran desde 2011 la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Este foro consagró la plena reinserción de Cuba a la concertación política regional, sin la presencia de Canadá y Estados Unidos.

A este nuevo contexto internacional que arropa a la isla, Alzugaray suma las transformaciones internas que lleva a cabo el gobierno de Raúl Castro desde 2008 para modernizar su modelo socialista de desarrollo y los “cambios globales con la creciente presencia de China, en primerísimo lugar, y de Rusia, en la región”. Pero la Cumbre de Panamá, llamada a satisfacer formalmente la demanda regional del fin de la exclusión de Cuba de la cita de los 35 estados independientes de América y dar un paso significativo en la normalización de La Habana y Washington, tendría que desplazar su atención hacia la crisis entre Estados Unidos y Venezuela.

Obama emitió el 9 de marzo un decreto que declara al gobierno de Venezuela, presidido por Nicolás Maduro, como una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, e impone sanciones a algunos de sus funcionarios, en una medida rechazada por la mayoría de países latinoamericanos. “Ningún país tiene derecho a juzgar la conducta del otro ni muchísimo menos a imponerle sanciones o castigos por su propia cuenta”, advirtió el secretario general de la Unasur, el expresidente colombiano Ernesto Samper. En su opinión, el unilateralismo impedirá a Washington mantener buenas relaciones con América Latina.

“En estas condiciones, va a ser muy difícil que Estados Unidos pueda articular una estrategia hacia la región que tenga en cuenta los intereses latinoamericanos y caribeños y la natural adaptación a los cambios”, reforzó Alzugaray. A su juicio, Obama cometió “un grave error” en la antesala de una cita que iba a ser la del reencuentro hemisférico. “La región respaldará mayoritariamente a Cuba y a Venezuela”, vaticinó.

Editado por Estrella Gutiérrez

LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 – COMCOSUR
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2) Los soldados israelíes en América Latina
Cartagena y Briate (Le grand soir)
Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino

Un acontecimiento reciente nos proporciona la oportunidad de hablar de los soldados israelíes en América latina (AL). En efecto Argentina acaba de despojar de su nacionalidad a los soldados israelíes que participaron en las masacres de Gaza (1).

La última masacre del pueblo palestino perpetrada por las tropas del ejército israelí en 2014 en Gaza ha sido calificada de crimen de guerra y crimen contra la humanidad por la Federación Internacional de los Derechos Humanos (FIDH) en un informe del 26 de marzo de 2015 en el que el balance de víctimas civiles, según un informe de la ONU publicado el 25 de marzo de 2015, supera el de la Guerra de los Seis Días de 1967, había provocado diferentes reacciones en los gobiernos de América Latina.

Los cinco países del Mercosur han recurrido a la ONU para detener el crimen (2). La condena de estos atropellos ha sido prácticamente unánime y esos cinco estados que aún mantienen relaciones diplomáticas con el Estado sionista ha llamado a sus embajadores. Tel Aviv declaró hallarse decepcionada por las reacciones de Perú, El Salvador, Chile y Ecuador, mientras trataba de “enano” diplomático al Brasil y acusaba a los cinco de “ apoyar a la organización terrorista Hamás” (3). Brasil respondió congelando inmediatamente las relaciones diplomáticas (4). Bolivia, además de sus declaraciones de condena, rompió el acuerdo sobre visas existente desde 1972 y ahora exige visas a los israelíes porque “Israel es un Estado terrorista”.

Sin embargo, hasta no hace mucho, los países de América Latina estaban entre los principales compradores de armas israelíes (6) y los países del cono sur de Latinoamérica siguen siendo un destino escogido para el turismo masivo de soldados israelíes financiado por Tel Aviv.

Durante las estancias terapéuticas destinadas a aliviarlos del estrés que les provoca la ocupación de Palestina, los grupos de reclutas israelíes encabezados por oficiales (7) recorren los lugares de mayores bellezas paisajísticas. En la Patagonia chilena el ejército israelí dispone de hoteles reservados que les permiten visitar el parque nacional Torres del Paine, declarado Reserva de la Biósfera por la UNESCO en 1978.El número de soldados que visitan simultáneamente la Patagonia supera, a veces, los diez mil (8). Desde 2011 los incidentes provocados por estos “ turistas ” de carácter muy especial se han multiplicado hasta ocasionar graves daños.

En diciembre de 2011 un israelí provocó un incendio en este santuario de la naturaleza quemando papel higiénico bajo unos arbustos, técnica de pirómanos, que provocó la destrucción de más 15.999 hectáreas (9). El culpable fue defendido por la comunidad y por el lobby judío en Chile y aunque considerado culpable fue eximido de prisión a pesar de que la ley prevé cinco años de cárcel para ese tipo de delitos. Tampoco fue condenado a pagar ni un peso al Estado chileno (10), aunque los daños fueron equivalentes a unos 3.500 millones de dólares (11).

En diciembre de 2012 el organismo estatal chileno responsable de administrar los bosques y las zonas protegidas, la Corporación Nacional de los Bosques (CONAF), con la ayuda de la policía expulsó a un grupo de cuatro “ turistas ” israelíes que se habían apropiado y habían ocupado la cabaña destinada a todos los visitantes poniendo en peligro la seguridad no solo de los demás turistas, sino también la del propio parque (12).

En enero de 2014 cuatro soldados israelíes sorprendidos en el momento en que intentaban quemar unos papeles dentro de la reserva del Paine, trataron de huir cuando fueron descubiertos (13). Esta actitud arrogante y ese comportamiento hostil, están haciendo desaparecer poco a poco tanto en Chile como en Argentina la calidez de su acogida, tan propia de los latinoamericanos, con sus huéspedes (14).

Luego de que los chilenos señalaran la suficiencia de los soldados israelíes en la Patagonia (15), la comunidad judía chilena se ha quejado de antisemitismo (16). No es inútil recordar que un tercio de la comunidad cultural judía (entre 5.000 y 8.000 personas) abandonaron el país cuando en 1970 fue elegido el presidente Allende, para radicarse en Israel y en Sudáfrica, cuya comunidad judía apoyaba ampliamente a Israel (17). Esas personas regresaron al país durante el régimen de Pinochet al que apoyaron con entusiasmo (18). Hoy esa comunidad, según el embajador israelí en Santiago, acusa al Gobierno chileno de “ amigo de Hamás ” y de querer “ importar el conflicto de Medio Oriente a Chile ” (19).

En Bolivia los conductores de los autobuses turísticos opinan unánimemente que los soldados israelíes desplazándose en grupos, son “de lejos los clientes más desagradables ”. Se quejan de sus actitudes ultrajantes y contrarias a la moral. Como el exhibirse y pavonearse desnudos ante todo el mundo en el salar de Uyuni. Los oficiales explican que los soldados necesitan hacerlo para curar el estrés.

En La Paz, Bolivia, vivimos una anécdota reveladora. En los meses de febrero y marzo el carnaval está a pleno y los bolivianos, sobre todo los jóvenes, se divierten echándose agua y espuma con esprays. Los reclutas israelíes participan en el juego, pero con una actitud que nada tiene que ver con la diversión. Hemos visto a algunos grupos atacar a niños como en operativos de escuadrones militares. Pero nunca actúan así entre ellos, solo contra los jóvenes bolivianos. Cuando les preguntamos si eran soldados no respondieron. Pero cuando les dijimos que éramos partidarios de la liberación de Palestina fluyeron los insultos. Una mujer oficial se interpuso declarando que no querían problemas. Entonces, ¿por qué recurrir a groserías, como si fueran ignorantes, en lugar de abordar una discusión con argumentos? Les dijimos lo que pensábamos de sus comportamientos y entonces nos arrojaron petardos mientras se agrupaban como para repeler un ataque.

En verdad Evo Morales tiene razón en controlar el acceso a su país a las tropas que vienen de Israel pues parece que quieren comportarse en América Latina como lo hacen en los territorios ocupados de Palestina. Pero también por razones de seguridad interior, porque se sabe que donde hay tropas israelíes no está lejos el Mossad. La evidencia de las estrechas relaciones entre el Mossad, la CIA y el fiscal argentino Nisman, encargado de investigar dos oscuros atentados contra la comunidad judía y recientemente “suicidado” en Buenos Aires, pone en evidencia que es mejor precaverse contra estos poderes astutos, perniciosos y desestabilizadores (20).

Notas:

(1) -stopmensonges.com/la-presidente-argentine-a-dechu-de-leur-natio …
(2) -legrandsoir.info/l-amerique-latine-solidaire-des-palestinie…
(3) -elsalvador.com/mwedh/nota/nota_completa.asp?idCat=47860&…
(4) -rebelion.org/noticia.php?id=187909
(5) -telesurtv.net/news/Bolivia-exigirá-visado-a-israelies–2014 …
(6) -revistapueblos.org/?p=15520
(7) -elciudadano.cl/2011/01/23/31403/%C2%BFun-nuevo-israel-en-la
(8) ver (4)
(9) -betazeta.com/karen/veoverde/post/segun-fiscalia-israeli-hab …
(10) -cambio21.cl/cambio21/site/artic/20131228/pags/20131228172835.html
(11) -latercera.com/noticia/nacional/2013/12/680-558268-9-juzgado…
(12) -lanacion.cl/conaf-expulsa-a-turistas-israelies-desde-torres …
(13) -veoverde.com/2014/01/nuevamente-israelies-hacen-fuego-en-to …
(14) -cambio21.cl/cambio21/site/artic/20121204/pags/20121204171908.html
(15) -publimetro.cl/nota/cronica/senador-tuma-critica-turismo-de- …
(16) -emol.com/noticias/nacional/2012/01/03/519800/torres-del-pai …
-cjch.cl/2012/01/antisemitismo-en-chile-el-retorno-de-un-viejo-conocido/
(17) -blog.mondediplo.net/2014-08-13-Les-juifs-d-Afrique-du-Sud-Israel-et-Gaza / -elclarin.cl/web/opinion/politica/12749-existe-la-comunidad- …
(18) -prensajudia.com/shop/detallenot.asp?notid=10273
-galeon.com/razonespañola/r102-gar.htm
(19) -lanacion.cl/noticias/pais/nacional/comunidad-judia-en-la-mo…
(20) -rebelion.org/noticia.php?id=197177

LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 – COMCOSUR
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3) Kenia: A muerte contra Al Shabab
María Rodríguez (El Mundo)

El presidente de Kenia promete responder «de la forma más severa» contra los yihadistas
El ejército: «Los yihadistas están enraizados en la sociedad musulmana de Garissa»

Al Shabab existe no sólo cuando ataca. Es un día a día. Pasea por las calles de Garissa, en recovecos oscuros, pero a veces se deja ver. Para muchos pueblos de Kenia las noches son oscuras. Sólo cuentan con la luna, las estrellas y linternas. No hay electricidad. Sin embargo, hay mezquitas iluminadas. «Ese dinero probablemente es de Al Shabab. Manejan fondos pero no se sabe quién es quién», según le cuentan algunos habitantes de Garissa a María Ferreira, que horas después de la masacre de la Universidad decidió viajar a Garissa junto al equipo de emergencias del Coptic Hospital de Nairobi, donde trabaja de investigadora. Quería ver y contar lo que estaba pasando.

«Lo primero que hicimos fue ir a Hospital de Garissa. Pero cuando llegamos ya estaban los heridos en el campamento militar que la Cruz Roja había habilitado para atender a los heridos en una zona segura», cuenta Ferreira. Los heridos más graves y los fallecidos fueron trasladados a la capital, mientras que los heridos leves permanecieron en las salas del hospital de Garissa.

«En el hospital nos dijeron que las heridas eran sobre todo de balas y cortes en el cuello», cuenta la investigadora. Explica que, según los médicos, «les amenazaban y les ponían el cuchillo en el cuello, aunque sólo para amedrentarlos». Además, «lo que se ha tratado estos días han sido casos de hipoglucemia porque se rescatado a gente hasta 48 horas después del atentado, debido a que han estado mucho tiempo sin comer», relata Ferreira.

El presidente de Kenia, Uhuro Kenyatta, prometió ayer responder «de la forma más severa» al ataque perpetrado por Al Shabab. «Nuestros antepasados sangraron y murieron por esta nación y nosotros haremos todo lo posible para defender nuestro estilo de vida», señaló en un discurso desde la casa de gobierno en Nairobi. Cinco sospechosos fueron detenidos, dos de ellos cerca del lugar de la matanza.

Este ataque es tan sólo la punta del iceberg de algo que sucede en las sombras. «En la misma universidad había estudiantes miembros del grupo Al Shabab», sugieren los militares que participaron en la operación de rescate.

Desde el jueves Garissa tiene impuesto un toque de queda desde las 6:30 de la mañana y hasta las 6:30 de la tarde. «En ese momento todo el mundo corre por las calles para ir a sus casas. Los militares se lo están tomando muy en serio. Todo el mundo debe entrar en su hogar», explica María Ferreira.

El Gobierno cree que los responsables respondían a Mohamed Kuno Gamadheere, conocido también como Mohamed Dulyadayn, por quien el gobierno de Kenia ha ofrecido una recompensa de 20 millones de chelines (212.000 dólares). Lo más sorprendente es que hay gente que defiende este ataque en Garissa, radicales infiltrados entre la población musulmana y somalí. Sin embargo, son mayoría los jóvenes de la diáspora que nacieron en Kenia los que condenan el atentado. Ellos se sienten kenianos. «Dentro del campamento de supervivientes, nadie ha defendido el ataque», asegura Ferreira. Sin embargo, hay quienes admiten: «Puede que estemos generalizando, pero no queremos tener amigos musulmanes».

Siempre que hay un ataque de Al Shabab se crea en algunas partes de la sociedad un odio generalizado hacia los musulmanes y hacia los somalíes, justo lo que los yihadistas pretenden. «Hay una clara división en el país», cuenta Ferreira, que vive en Kenia desde hace cuatro años. «Con este atentado han abierto un frente de odio», agrega. Ante este temor de crear divisiones dentro del país, los medios locales han pedido la unidad al pueblo keniano y en las redes sociales como Twitter han circulado las etiquetas «OneKenya» (Una Kenia) y «Weareone» (Somos uno) para contrarrestar la propaganda del odio.

Al Shabab asegura que sus atentados se deben a la presencia de las tropas kenianas en Somalia. «Hay quienes están de acuerdo, dicen que lo ven normal, que se veía venir y que va a volver a pasar», explica Ferreira. Así, los yihadistas se burlaban de los estudiantes diciéndoles el pasado Jueves Santo: «¿Dónde está vuestro gobierno, donde está la seguridad que tienen contratada?» antes de matarlos a sangre fría: «Estas armas las pagan vuestros impuestos», según recogía el ‘Daily Nation’.

Ayer al mediodía los estudiantes subían a los 10 autobuses rumbo a la capital. «Los últimos rescatados están muy débiles, otros en shock y otros muy contentos», explica Ferreira, que teme por los que se quedan. «Ya se van los medios, la Cruz Roja y aquí, con el problema, se queda Garissa».

LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 – COMCOSUR
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4) U.S.A – Irán ¿Hacia un acuerdo heroico?
Ignacio Ramonet* (Le Monde Diplomatique)

Tras tres decenios y medio de permanente conflicto, el nuevo presidente de Irán, Hassan Rohani, y el de Estados Unidos, Barack Obama, daban a mediados de 2013 un giro espectacular a sus políticas y establecían un acercamiento que se traduciría en un principio de acuerdo sobre la actividad nuclear de Irán.

os gestos de acercamiento entre Teherán y Washington se multiplican. Una nueva era parece comenzar. De ahora en adelante se vislumbra una solución política que ponga fin al conflicto que enfrenta, desde hace treinta y tres años [este artículo fue escrito en noviembre de 2013], a Irán y Estados Unidos. De repente, los gestos de conciliación han sustituido a las amenazas y a las imprecaciones proferidas desde hace décadas. Las cosas se aceleran. Hasta el punto de que la opinión pública se pregunta cómo hemos pasado tan rápidamente de una situación de enfrentamiento constante a la perspectiva, ahora plausible, de un próximo acuerdo entre estos dos países.

Hace apenas dos meses, a principios de septiembre, estábamos –una vez más– al borde de la guerra en Medio Oriente. Los grandes medios de comunicación mundiales sólo publicaban titulares sobre el “inminente ataque” de Estados Unidos contra Siria, gran aliado de Irán, acusado de haber cometido, el 21 de agosto pasado, una “masacre química” en la periferia este de Damasco. Francia, por razones que aún continúan siendo enigmáticas, se hallaba en primera línea. Dispuesta a participar en este ataque, incluso sin la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), sin haber pedido la aprobación del Parlamento francés y sin esperar el informe de los expertos de la ONU… David Cameron, primer ministro británico, también se alistaba en lo que se presentaba como una nueva “coalición internacional” decidida a “castigar” a Damasco tal y como se había “castigado”, con el concurso de la OTAN, en 2011, a la Libia del coronel Gadafi… Por último, varios Estados vecinos –Arabia Saudita (el gran rival regional de Irán), Qatar y Turquía–, que ya estaban muy involucrados en la guerra civil siria del lado de los insurgentes, apoyaban asimismo el proyecto de “bombardeos aéreos”.

Todo apuntaba pues hacia un nuevo conflicto. Y esto, en esa zona de todos los peligros, corría el riesgo de transformarse pronto en una conflagración regional. Porque Rusia (que dispone de una base naval geoestratégica en Tartús, en la costa siria, y suministra masivamente armas a Damasco) y China (en nombre del principio de la soberanía de los Estados) habían advertido que opondrían su veto a toda petición de acuerdo del Consejo de Seguridad para llevar a cabo ese ataque. Por su parte, Irán, a la vez que denunciaba el uso de armas químicas, se oponía asimismo a una intervención militar, pues temía que Israel aprovechara la ocasión para atacarlo y destruir sus instalaciones nucleares… Por lo tanto, el conjunto del polvorín en Medio Oriente (incluyendo Líbano, Irak, Jordania y Turquía) corría el riesgo de explotar.

Signos de cambio

Pero, de repente, ese proyecto de “ataque inminente” se abandonó. ¿Por qué? En primer lugar, hubo un rechazo de las opiniones públicas occidentales, mayoritariamente hostiles a un nuevo conflicto cuyos principales beneficiarios, sobre el terreno, sólo podían ser los grupos yihadistas ligados a Al Qaeda. Grupos, por otra parte, contra los cuales luchan las fuerzas occidentales en Libia, Malí, Somalia, Irak, Yemen y en otros lugares… Más tarde, el 29 de agosto de 2013, vino la humillante derrota de David Cameron en el Parlamento británico que dejaba fuera de juego al Reino Unido. A continuación, el 31 de agosto, se produjo el giro de Barack Obama, quien decidió, para ganar tiempo, solicitar la luz verde del Congreso estadounidense… Y por último, el 5 de septiembre, durante la Cumbre del G20 en San Petersburgo, Vladimir Putin propuso colocar el arsenal químico sirio bajo control de la ONU para ser destruido. Esta solución (indiscutible victoria diplomática de Moscú) le convenía tanto a Washington como a París, Damasco y Teherán. En cambio, suponía, paradójicamente, una derrota diplomática para algunos de los aliados de Estados Unidos (y enemigos de Irán), a saber: Arabia Saudita, Qatar e Israel.

No cabe duda de que esa solución, inimaginable hace tan sólo dos meses, debía transformar la atmósfera diplomática y acelerar el acercamiento entre Washington y Teherán.

En realidad, todo había comenzado el pasado 14 de junio cuando fue elegido a la presidencia de Irán Hassan Rohani, quien sucedió al muy polémico Mahmud Ahmadinejad. En su investidura, el 4 de agosto, el nuevo presidente declaró que comenzaba una etapa diferente y que procuraría, mediante “el diálogo”, sacar a su país del aislamiento diplomático y de la confrontación con Occidente por su programa nuclear. Su objetivo principal, dijo, era morigerar la presión de las sanciones internacionales que ahogan la economía iraní.

Estas sanciones se sitúan entre las más duras jamás infligidas a un país en tiempos de paz. Desde 2006, el Consejo de Seguridad, actuando conforme al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas (1), ha aprobado cuatro resoluciones muy vinculantes –1.737 (2006), 1.747 (2007), 1.803 (2008) y 1.929 (2010)– como respuesta a los riesgos de proliferación que presentaría el programa nuclear iraní. Estas sanciones se reforzaron en 2012 mediante un embargo petrolero y financiero de Estados Unidos y de la Unión Europea, que aislaron a Irán del mercado mundial, cuando el país persa está sentado sobre las cuartas reservas mundiales de petróleo y las segundas de gas (2).

Todo ello ha deteriorado en gran medida las condiciones de vida: cerca de 3,5 millones de iraníes están desempleados (es decir, el 11,2% de la población activa), una cifra que podría aumentar hasta los 8,5 millones según el propio ministro de Economía. El salario mínimo mensual es de apenas 6 millones de riales (200 dólares, o 154 euros), mientras que el índice de precios al consumo se ha más que duplicado. Y los productos básicos (arroz, aceite, pollo) continúan siendo demasiado caros. Los medicamentos importados son inhallables. La tasa anual de inflación es del 39%. La moneda nacional ha perdido el 75% de su valor en dieciocho meses. Por último, a causa de las sanciones, se ha hundido la producción automotriz.

En este contexto de malestar social agudo, el presidente Rohani multiplicó los signos de cambio. Hizo liberar a una decena de presos políticos, entre ellos a Nasrín Sotudé, militante de derechos humanos. Después, el 25 de agosto, por primera vez desde hacía décadas, se produjo la visita a Teherán de un diplomático estadounidense, Jeffrey Feltman, secretario general adjunto de la ONU, para examinar junto con el nuevo jefe de la diplomacia iraní, Mohammad Javad Zarif, la situación en Siria. Pero nadie duda de que ambos abordaron igualmente la cuestión de las relaciones entre Irán y Estados Unidos. Por otra parte, acto seguido, se vivía un hecho insólito: Hassan Rohani y Barack Obama intercambiaron cartas en las que se declaraban dispuestos a llevar a cabo “discusiones directas” para intentar encontrar una “solución diplomática” a la cuestión nuclear iraní.

A partir de ese momento, Hassan Rohani comenzó a decir las frases que, desde hacía años, los occidentales querían oír. Por ejemplo, durante una entrevista concedida a la CNN, declaró ante una pregunta sobre el Holocausto: “Todo crimen contra la humanidad, incluidos los crímenes cometidos por los nazis contra los judíos, es reprensible y condenable”. Es decir, exactamente lo contrario de lo que Mahmud Ahmadinejad había machacado durante ocho años. Rohani afirmaba igualmente a la cadena NBC: “Jamás hemos pretendido obtener una bomba nuclear, y no tenemos intención de hacerlo”. Por último, en una columna publicada en The Washington Post, el presidente iraní proponía a los occidentales buscar, mediante la negociación, soluciones “provechosas para todas las partes”.

Como respuesta, Barack Obama, en su discurso ante la ONU del 24 de septiembre, en el cual citó veinticinco veces a Irán, dijo asimismo lo que Teherán quería oír. Que Estados Unidos no “pretendía cambiar el régimen” iraní, y que Washington respeta “el derecho de Irán a acceder a la energía nuclear con fines pacíficos”. Sobre todo, por primera vez, no amenazó a Irán ni repitió la frase fatídica: “Todas las opciones están sobre la mesa”.

Al día siguiente, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, mantenían, por primera vez desde la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países el 7 de abril de 1980, una reunión diplomática bilateral acerca del programa nuclear iraní. Y se volvieron a encontrar en Ginebra el 15 de octubre en el marco de la reunión del Grupo de los Seis (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Rusia, Alemania), encargado de seguir, con mandato de la ONU, la cuestión iraní.

Esta atmósfera de frases conciliadoras y de pequeños pasos en el camino hacia la reconciliación iba a encontrar su escenificación más espectacular durante el ya famoso intercambio telefónico del 27 de septiembre entre Obama y Hassan Rohani.

A excepción del gobierno ultraconservador de Israel que intenta entorpecer este acercamiento (3), otros aliados de Estados Unidos no quieren ser los últimos en subirse al tren de la paz ni, sobre todo, dejar escapar jugosos contratos comerciales con un país de ochenta millones de consumidores… Así, el Reino Unido anunció inmediatamente que había decidido volver a abrir su embajada en Teherán y relanzar las relaciones diplomáticas. Y, el 24 de septiembre, el presidente francés François Hollande se apresuró a ser el primer dirigente occidental que se reunía y estrechaba públicamente la mano de Hassan Rohani. Hay que decir que Francia tiene importantes intereses económicos que defender en Irán. En particular, en la industria automotriz, con dos constructores (Renault y Peugeot) presentes en el terreno. Desde hace unos meses, las dos firmas francesas observan la llegada de fábricas estadounidenses rivales, en concreto la revitalizada General Motors.

No faltarán obstáculos…

Todo indica que el deshielo actual va a intensificarse. Irán y Estados Unidos tienen, objetivamente, interés en hacer las paces. El argumento de la diferencia abismal entre los sistemas políticos estadounidense e iraní no vale. Hay numerosos precedentes. ¿Qué similitud política existía, por ejemplo, entre la China comunista de Mao Zedong y la América capitalista de Richard Nixon? Ninguna. No impidió que estos dos países normalizaran sus relaciones en 1972 y comenzaran su espectacular entendimiento comercial y económico que dura hasta el día de hoy. Y podríamos también citar el inaudito acercamiento, a partir del 17 de noviembre de 1933, entre la América de Roosevelt y la Unión Soviética de Stalin, que todo separaba, y que permitió a ambos países finalmente ganar juntos la Segunda Guerra Mundial.

En el plano geoestratégico, Obama intenta liberarse de Medio Oriente para dirigirse hacia Asia, la “zona del futuro y del crecimiento, según Washington, del siglo XXI”. La implantación de Estados Unidos en Medio Oriente, sólida desde el final de la Segunda Guerra Mundial, se justificaba por la existencia en esta área geográfica de los principales recursos en hidrocarburos, indispensables para la voraz máquina productiva estadounidense. Pero esto ha cambiado desde el descubrimiento, en Estados Unidos, de importantes yacimientos de gas y de petróleo de esquisto que podrían aportarle una mayor autonomía energética.

Por otro lado, el estado de las finanzas, tras la crisis de 2008, ya no permite a Washington asumir el elevado costo de sus múltiples participaciones en guerras y conflictos en Medio Oriente. Negociar con Irán para que abandone todo proyecto de programa nuclear militar es menos costoso que una guerra ruinosa. Sin contar con que la opinión pública estadounidense continúa siendo radicalmente hostil a la posibilidad de un conflicto de este tipo. Y que aliados como Alemania y el Reino Unido, visto lo que acaba de suceder a propósito de Siria, sin duda no participarían. En cambio, si se alcanza un acuerdo, Irán podría contribuir a estabilizar el conjunto de Medio Oriente, particularmente en Afganistán, en Siria y en el Líbano. Y aliviar de ese modo a Estados Unidos.

Teherán, por su parte, necesita este acuerdo para aflojar la presión de las sanciones y reducir las dificultades diarias de los iraníes. Porque el país no está a salvo de un gran levantamiento social. Respecto a la cuestión nuclear, Irán parece haber comprendido que poseer una bomba que no podría utilizar, y hallarse en la situación de Corea del Norte, no es una opción. Podría satisfacerse, igual que Japón, con dominar el proceso técnico pero detenerse en el umbral de lo nuclear militar… y dejarlo a su alcance (4). Para la defensa del país, más le vale apostar por sus avances militares tradicionales, que están lejos de ser despreciables. Por otra parte, el estatus de potencia regional, al que Teherán desde siempre ha aspirado, pasa por un acuerdo (e incluso una alianza) con Estados Unidos, como sucede con Israel o Turquía. Y por último, elemento nada desdeñable, el tiempo apremia; existe el riesgo de que el sucesor de Barack Obama, dentro de tres años, se revele más intransigente.

No faltarán obstáculos en uno y en otro campo. Los adversarios de un acuerdo no son pocos y tienen poder. Washington, por ejemplo, para firmar un eventual acuerdo necesita el aval del Congreso, donde los amigos de Israel, en particular, son numerosos. En Teherán, también los adversarios de un acuerdo son temibles. Pero todo indica que un ciclo se acaba. La lógica de la historia empuja a Irán y a Estados Unidos –que comparten una fe común en el liberalismo económico– hacia lo que podríamos llamar un “acuerdo heroico”.

1. El Capítulo VII trata de la “acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión”.
2. Las exportaciones de petróleo han caído de 2,5 millones de barriles diarios en 2011 a menos de 1 millón (según los datos de los últimos meses facilitados por la Agencia Internacional de la Energía). La suma obtenida por las exportaciones disminuyó de 95.000 millones de dólares en 2011 a 69.000 en 2012. Se estima que la cifra de 2013 será todavía inferior.
3. Sin que se entienda muy bien por qué; porque un acuerdo de Estados Unidos con Irán le garantizaría a Israel la supremacía militar en la región, eliminaría el riesgo de un Irán nuclear y le evitaría una guerra costosa y peligrosa.
4. Las cuestiones técnicas sobre las que se negocia giran especialmente alrededor del programa de enriquecimiento de uranio, un proceso que, hasta ciertos niveles, tiene usos civiles, pero que, con mayor grado de refinamiento, permite producir cabezas nucleares. En los últimos años, Irán ha multiplicado su capacidad de enriquecimiento elevando el número de centrifugadoras aptas para ello. Y también ha empezado a enriquecer uranio hasta niveles del 20%, un umbral todavía de uso civil, pero que lo acercó significativamente al grado militar. Occidente reclama mayor capacidad de inspección a las instalaciones nucleares; que Irán deje de enriquecer al 20% y entregue a algún país o entidad neutral el material ya producido –o lo convierta a formas que impiden o dificultan su ulterior procesamiento hasta niveles militares–. El objetivo es que Teherán no disponga de suficiente stock para armar –si hubiese la voluntad– una bomba.

* Director de Le Monde diplomatique, edición española.

LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 – COMCOSUR
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5) El mundo se prepara para colapso del dólar
Manuel E. Yepe (Alai)

Los aliados occidentales acuden en masa para unirse al nuevo Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura. Foto: Telesur
Todo el mundo se prepara para hacer frente a un próximo colapso del dólar estadounidense. Los aliados occidentales acuden en masa para unirse al nuevo Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés) en tanto Estados Unidos y el Banco Mundial, desde el banquillo de los acusados donde está sentado, les habla de gobernanza financiera “adecuada”.

Estados Unidos ha instado a sus aliados a pensarlo dos veces antes de firmar con un nuevo banco de desarrollo asiático liderado por China, que Washington considera rival del Banco Mundial, luego que Alemania, Francia e Italia anunciaron su intención de incorporarse siguiendo el ejemplo de Gran Bretaña. La intensión concertada de tan importantes los aliados de Estados Unidos de participar en un proyecto de Beijing con alcance económico de buque insignia fue un golpe diplomático a Estados Unidos y a sus esfuerzos por contrarrestar el rápido crecimiento económico y diplomático de China.

La participación de estas potencias europeas expresa un afán por colaborar con la economía de la República Popular China, la segunda mayor del mundo, y tiene mayor significación porque se produce en medio de espinosas negociaciones comerciales entre Bruselas y Washington. «Espero que antes de concretar compromisos definitivos prestando sus nombres a esta organización se asegurarán de que la gobernanza de ésta sea adecuada», dijo el Secretario del Tesoro Jack Lew a legisladores estadounidenses, según Reuters.

A juicio del periodista estadounidense Eric Blair en un artículo que publica en la revista digital Activist Post, parece que muchos países se están cansando de las arbitrarias sanciones económicas de Estados Unidos, que juega a la política con el sistema SWIFT, manipula los precios en dólares de los productos básicos, estrangula las deudas de varias naciones con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial mediante la desigual representación que rige en estas instituciones, para no mencionar la despiadada violencia con que suelen proteger estos escandalosos negocios.

China está cansada de esperar a que se le concedan más poderes en los bancos internacionales y está creando sus propias oportunidades alrededor del mundo. En los últimos tiempos se ha involucrado en la creación del Banco de Desarrollo de los BRICS, en una alternativa al sistema SWIFT, en la construcción del canal de Nicaragua para competir con el canal de Panamá y ahora en este nuevo Banco Asiático para Inversiones en Infraestructura (AIIB).

En los últimos años, las sanciones impuestas por Estados Unidos han tenido cada vez menos efectos, en la medida que las naciones sancionadas encuentran más maneras de evadir las sanciones. Los grandes perdedores pueden terminar siéndolo las empresas estadounidenses a las que se les prohíbe comercias con ciertas partes del mundo.

Pese a los esfuerzos de los medios corporativos por revitalizar el conflicto con Rusia, las sanciones no han funcionado, llevando a algunos halcones occidentales a promover la exclusión de los bancos rusos del sistema de SWIFT. Esto solo se resolvió cuando Rusia amenazó con represalias que resultaron en el otorgamiento a Rusia, por primera vez, de un asiento en el Consejo de SWIFT. El dominio norteamericano en la economía mundial disminuye claramente. El dólar estadounidense se diluye lentamente como moneda de reserva mundial y eso lo saben todos los actores clave.

El dólar disfruta actualmente de un poder de compra récord en la economía global por ninguna razón fundamental que no sea que el petróleo se cotiza en dólares. El desplome del precio del petróleo se aprecia como un último esfuerzo para impulsar la demanda de dólares. Sin embargo los niveles de deuda nacional, las guerras interminables y la economía de papeles falsos aseguran que esta fachada eventualmente colapsará, probablemente tan rápido como fue creada.

Este nuevo sistema alternativo puede limitar el contagio con un dólar colapsado. Básicamente es una buena cosa que el mundo tenga más posibilidades de elección en cuanto a la movilidad del dinero. Pero, cuidado, no es diferente del actual sistema de reserva fraccionaria basada en la deuda parasitaria que actualmente actúa cual sanguijuelas en la mayor parte del planeta, salvo por ligeras diferencias entre los miembros de las juntas directivas. “Sin embargo, apuesto a que el establishment les exaltará como salvadores cuando la economía estadounidense ya no se pueda salvar”, concluye Blair en Activist Post.

LUNES 6 DE ABRIL DE 2015 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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