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¿POR QUÉ NOS MATAN? UNA PREGUNTA REVERSIBLE

1) El derecho a la vivienda /Gustavo González
2) Entrevista a Washington Rodriguez Belletti
3) Evo Morales
4) ¿Por qué nos matan? Una pregunta reversible /Carlos Iaquinandi
5) Académicos y procesos emancipatorios en América Latina /Atilio Borón

COMCOSUR INFORMA AÑO 17 – No. 1837 – martes 29.08.2017

“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS

1) EL DERECHO A LA VIVIENDA

Por Gustavo González, La República, 27.08.2017

En los últimos días la Cámara de Diputados aprobó una ley, que permitirá el otorgamiento del llamado subsidio a la permanencia. Se trata de una vieja aspiración del Cooperativismo de vivienda, el que es un paso importante.

Esto permitirá a muchas y muchos trabajadores no vivir con el drama de puedo o no puedo pagar frente a situaciones tales como la desocupación o una posible baja salarial.

Podemos decir que la aprobación de dicha ley se enmarca en un concepto político importante que es justamente el de concebir a la vivienda como un derecho y no como una mercancía.

Fue por tanto un buen paso dado, pero faltan dos que a mi juicio se deben de tratar en forma urgente, justamente para seguir siendo consecuentes con un derecho fundamental como es la vivienda.

No es correcto, porque es totalmente injusto que a través de una ley mal llamada de interés social se les exonere del IVA a las empresas constructoras y no al Cooperativismo de vivienda. Cómo puede ser posible que tengan que pagar más una Cooperativa que una empresa constructora que solo persigue el lucro. Al igual que el aumento de los intereses de préstamo para las Cooperativas no puede ser casi un 6%, el mismo debe de bajarse al 2% como lo tienen todas las Cooperativas más antiguas. Esto no solamente es injusto, sino que además genera una situación desigual en la interna del propio movimiento cooperativo. Por lo tanto, estos dos aspectos deben de ser de urgente consideración del Parlamento Nacional.

Y ello tiene que ver justamente con ver a la vivienda como un derecho humano fundamental. Cómo se puede sentir un cooperativista cuando observa a diario que el tema de la marihuana frente al tropiezo de su venta, acapara la atención de todas las fuerzas políticas y hasta hay posibilidades de llamados a sala y el tema de la vivienda no se trata con la misma urgencia. Considero que no hay duda alguna que el tema de la vivienda debería de ser priorizado mucho más. La baja del interés y la exoneración del IVA a los materiales hacen a concebir a la vivienda como una necesidad impostergable de la gente.

Los cooperativistas de vivienda y en particular los de ayuda mutua han demostrado a lo largo de los años de su existencia ser un movimiento que construye mucho más que viviendas sino verdaderas porciones de ciudad alternativa y distinta. Por lo tanto urge que el Parlamento además de haber aprobado la ley de subsidio a la permanencia que es muy bueno, completar el paquete de medidas con estas otras dos soluciones.

Gustavo González, La República
COMCOSUR INFORMA Nº 1837 – 29/08/2017

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2) ENTREVISTA A WASHINGTON RODRIGUEZ BELLETTI *

“Si no dan la tierra, se toma”

Entrevista del 03/04/2007

Washington “El Flaco” Rodríguez Belletti vivió 10 años con los peludos de Bella Unión, estuvo presente en cinco marchas por la tierra, de las que fue uno de los organizadores y hoy milita activamente en el Movimiento por la Tierra, fundado por Raúl Sendic en 1987. Fiel a sus ideas, subraya que el latifundio es la consecuencia de un robo, de un despojo que atenta contra la vida. Y afirma:

-Al igual que el agua, el aire y la luz del sol, la tierra no tiene dueño. Nuestros pueblos originarios nos han enseñado que eso es así. Ellos dicen:”El hombre no es el dueño de la tierra. La tierra es la dueña del hombre”. La tierra es un bien social. Ni el Estado ni los privados tienen derecho a apropiarse de ella. Toda apropiación de la tierra atenta contra la naturaleza, porque le impide satisfacer a pleno las necesidades vitales del ser humano. La apropiación de la tierra por unos pocos despoja a millones de personas en todo el mundo. En el socialismo, la organización social del futuro, serán duramente penados quienes se apropien de la tierra, especulen, la comercialicen comprándola y vendiéndola. El que trabaja la tierra tiene derecho a administrarla pero no a poseerla en propiedad ni dejarla en herencia. Sus hijos o nietos adquieren el derecho a administrarla, a condición de que la trabajen.

-Cuando trabajadores de Bella Unión ocuparon primero 36 hectáreas y casi 400 después, los estancieros de la Asociación Rural sacaron a relucir sus títulos de propiedad y exigieron criminalizar a los “infractores”. ¿Tenían razón?

-Esos títulos no acreditan la propiedad de la tierra. Lo que acreditan es el robo legalizado.

-Explicame eso…

-Nadie recibió la tierra de un dios todopoderoso y tampoco la madre naturaleza la entregó a un puñado de elegidos. El primero que se apropió de la tierra la robó. Los charrúas, chanáes, guenoas, bohanes, yaros, arachanes y guaraníes que poblaban estas tierras las recorrían libremente, sin haberse topado nunca con un cerco de piedras o una alambrada demarcatoria de propiedad privada. Durante tanto tiempo que vivieron sobre este suelo a ninguno de ellos se le ocurrió adueñarse de un pedazo de tierra. Pero un día, a hierro y sangre, fuego y muerte,
desembarcaron españoles y se adueñaron de este suelo. No sin lucha. El invasor Juan Díaz de Solís cayó acribillado por las flechas charrúas. Durante tres siglos los invasores fueron hostigados porque la libertad era la esencia del indio. El rey de España, sentado en su trono, repartió a manos llenas falsos títulos de propiedad entre sus súbditos. Con el correr del tiempo esos títulos falsos pasaron de mano en mano a cambio de dinero o por herencia. Hoy, la mayoría de esos títulos está depositada en las cajas fuertes de bancos extranjeros, empresas multinacionales y grandes latifundistas que se han apropiado de una enorme parte del país. Y lo siguen haciendo con la complicidad del gobierno progresista. Por ejemplo, las multinacionales están comprando cientos de miles de hectáreas para forestar y producir celulosa. Por eso nuestra prédica está dirigida hacia los trabajadores y el conjunto del pueblo para que no reconozcan la legalidad de esos títulos falsos. Y para que apoyen a los trabajadores que se unen, se organizan y ocupan tierra para recuperarla y trabajar en ella.

-¿Qué formas organizativas deben darse, para trabajar la tierra, los trabajadores que la ocupan?

-El numeral 6 de la declaración de principios del Movimiento por la Tierra, fundado por Raúl Sendic al salir de la cárcel, dice: “La distribución de la tierra debe estar basada en proyectos de trabajo colectivo, comunidades, cooperativas, grupos de autogestión productiva”. O sea que Sendic no pensó nunca trabajar las tierras retomadas con mano de obra asalariada. Sendic dedicó toda su vida a luchar para abolir las clases sociales y terminar con la explotación del hombre por el hombre. Nosotros entendemos que en la lucha contra los grandes terratenientes y contra el latifundio podemos trabajar junto a los pequeños y medianos productores. Pero no perdemos de vista que el pequeño productor quiere llegar a ser mediano y el productor mediano sueña con llegar a ser grande. Todo esto sin salir del sistema de explotación capitalista.

-¿Las formas cooperativas de trabajo contribuyen a hacer desaparecer al capitalismo?

-Pienso que las relaciones de producción, no antagónicas sino solidarias, que se dan dentro de una auténtica cooperativa hacen que esta sea una herramienta formidable para el desarrollo de la conciencia de clase de quienes allí trabajan. Vayamos por partes. Una de las herramientas creadas por los trabajadores para defender sus intereses es el sindicato. En la lucha sindical el trabajador aprende con el conjunto a dar los primeros pasos y toma conciencia del verdadero lugar que ocupa en la producción. Aprende de qué lado está él y de qué lado está el patrón. Aprende que los dos no están del mismo lado, como lo quiere hacer creer el capitalista. Aprende que el trabajador sin el patrón puede producir y que el patrón sin el trabajador no puede producir. Y aprende a diferenciar los papeles de uno y otro en el proceso productivo. Aprende que el patrón es el dueño de la tierra, de las fábricas, de las herramientas, que el patrón es quien organiza la producción y contrata mano de obra asalariada. Aprende que cuando el producto hecho por el trabajador llega al mercado y se vende, el patrón recibe el valor dinero en forma de ganancias. Aprende que el patrón tiene una visión del mundo aceptable, desea que la organización social capitalista, donde los esclavos asalariados engorden a los patrones, sea eterna, que no desaparezca nunca. Por el contrario, el trabajador también aprende que él no es dueño de la tierra, de las fábricas, de las máquinas, de las herramientas. El trabajador es el dueño de su energía, su fuerza de trabajo, que vende a sus patrones. Al trabajador no le está permitido organizar la producción. Y una vez que sale al mercado y se vende el producto que fabricó, sólo recibe una ínfima parte, en sueldo o en salario. Y por último, el trabajador tiene una visión del mundo que rechaza porque la organización social capitalista es la causante de todas sus desgracias. El trabajador aprende a unirse, organizarse y pelear para que algún día pueda cercar, aniquilar, hacer añicos al capitalismo y crear una sociedad más justa y equitativa, el socialismo.

-¿La cooperativa es un paso adelante?

-Sí. En ella la explotación del hombre por el hombre no tiene cabida, las relaciones entre sus miembros no son antagónicas sino fraternales, solidarias. En la cooperativa los trabajadores aprenden también a organizar, planificar y llevar adelante la producción. Antes, cuando eran explotados y vendían su fuerza de trabajo al capitalista, cobraban un salario y no tenían que pensar más. En la cooperativa deben aprender a administrar, comprar los insumos, la materia prima, llevar la contabilidad, organizar la producción, vender, y las mil tareas necesarias para que el emprendimiento sea exitoso. Sobre esto dice un manifiesto de los compañeros de Copograf:

“Las cooperativas de producción ofrecen la oportunidad a toda la clase trabajadora de aprender a demostrar en la práctica que la clase trabajadora organizada puede gestionar una empresa sin la necesidad del capitalista”. Pero nos hemos extendido. Volviendo al tema de la tierra se debe subrayar que la tierra no tiene dueño y que los títulos de propiedad que sacan a relucir los latifundistas sólo “legalizan” el robo. Por eso nuestra consigna es: “La tierra no se mendiga. Se gestiona, y si no la dan se toma”.

Fuentes: Por la tierra /Federación de Base Patria Grande
* (NdeR) Washington Rodriguez Belletti, falleció el 24.08.2017
COMCOSUR INFORMA Nº 1837 – 29/08/2017

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3) EVO MORALES

Publicado por DiarioUchile 29.08.2017

Exposición del Presidente Evo Morales ante la reunión de Jefes de Estado de los países productores de petróleo. Con lenguaje simple, trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de los países productores de petróleo, logró inquietar a su audiencia cuando dijo:

“Aquí pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante.

Yo, venido de la noble tierra americana declaro que el hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

Yo, venido de la noble tierra americana declaro que el hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

Yo, venido de la noble tierra americana declaro que el hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea, vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses.

Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? ¡Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan 'MARSHALLTESUMA", para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la medicina, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.
En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos les cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…

Tras el vivir y el soñar, está lo que más importa: despertar.

DiarioUchile
COMCOSUR INFORMA Nº 1837 – 29/08/2017

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4) ¿POR QUÉ NOS MATAN? UNA PREGUNTA REVERSIBLE

Por Carlos Iaquinandi Castro /Serpal

Los grupos yihadistas han golpeado Catalunya dejando una secuela de dolor por los muertos y heridos y de angustia por lo que implica la ruptura de su convivencia.

Se denuncia el odio y la irracionalidad de los terroristas. Pero no abundan las reflexiones que procuren respuestas al interrogante de “¿Por qué nos matan?” que se plantean muchos ciudadanos.

Cuando el terrible atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York en el 2001, algunos pensamos que el pueblo norteamericano se haría esa pregunta. Y que quizás entonces, percibieran que ese golpe, por su magnitud, por la inmolación de sus ejecutores, representaba un odio descomunal. Si así ocurría, puede que intentaran indagar y encontraran pistas de la verdadera historia de la política exterior de su país en las últimas décadas. Pero no fue así, salvo casos individuales.

Tratemos de que no nos pase lo mismo, y seamos capaces de un examen colectivo para respondernos esa misma pregunta.

Quizás, como punto de partida, es tiempo de revisar el apoyo explícito de los gobiernos europeos, el español incluido, a las invasiones y operaciones militares en diversos países como Irak, Afganistán, Libia, Sudán, Ucrania, Somalia, o Yemen, entre otros. O recordar también Chechenia, Argelia o Bosnia en los 90., aquello que Juan Goytisolo definió como “las semillas del Yihadismo”.
Recapitulemos

En el 2003, una coalición encabezada por Estados Unidos y Reino Unido, y que contó con el apoyo del gobierno español, decidió sin el aval de las Naciones Unidas la invasión de Irak. El extenso y documentado “Informe Chilcot” elaborado tras siete años de investigación por encargo del parlamento británico, determinó que el ataque estaba decidido de antemano y que fue falso el argumento sobre la existencia de armas químicas en poder de Saddam Hussein. El informe publicado el año pasado, revela que el ultimátum contra Irak salió de la llamada “Cumbre de las Azores”, con Bush, Blair y Aznar como protagonistas. La invasión generó el mayor movimiento civil contra la guerra. Millones de personas salieron a las calles en todo el mundo para denunciar y rechazar la “guerra” decidida por EEUU y sus aliados. El clamor popular fue desoído.

En nombre de la libertad y la democracia, los integrantes de la coalición bombardearon ciudades y pueblos, provocaron miles de muertos, destruyeron infraestructuras, disolvieron el ejército iraquí, dañaron valiosos yacimientos arqueológicos de lo que se considera fue “la cuna de la Humanidad, y dejaron un país devastado y en manos de bandas o grupos sectarios. Durante la operación las tropas anglo-norteamericanas protegieron los pozos petrolíferos, pero nadie defendió la Biblioteca Nacional de Bagdad, saqueada y reducida a cenizas, o el Museo donde se guardaban los primeros ejemplos de la escritura humana y de los símbolos numéricos. Ocuparon el país, detuvieron y ejecutaron a Saddam, pero humillaron a un pueblo destruyendo también su patrimonio cultural.
Libia “liberada”

Pero de allí en más, otras regiones claves fueron convertidas en objetivos de control estratégico. Y con variadas excusas, justificaron nuevas invasiones, como el caso de la “liberación” de Libia, convertida en “tierra de nadie”, balcanizada, con zonas controladas por diversas facciones armadas, un alto índice de criminalidad, y destruidas sus estructuras como estado. Hoy, en sus costas, pandillas armadas negocian con los traficantes de refugiados, y a la vez, en un doble juego, reciben primas económicas de la Unión Europea para impedir que éstos lleguen al continente por el Mediterráneo. También permiten a estas bandas criminales que naveguen más allá de las aguas territoriales para expulsar ( incluso con disparos intimidatorios ) a los navíos de organizaciones humanitarias como la catalana Proactiva o Médicos Sin Fronteras que han logrado salvar a millares de refugiados de una muerte segura en los frecuentes naufragios. Hace ya más de dos años, que Europa cerró sus fronteras y archivó sus compromisos con los Derechos Humanos. El legado antifascista de la post guerra, incluyendo el estado del bienestar, también han sido olvidados. Solo queda la retórica vacía de los discursos con los que los gobernantes intentan maquillar su incapacidad y su sometimiento a los intereses económico financieros. Este es el verdadero poder. El que controla y maneja a los representantes de los gobiernos europeos en Bruselas.

La tragedia del pueblo sirio

La “guerra en Siria”, como suele definirla la prensa, es la evidencia de cómo prevalecen los intereses geoestratégicos de las potencias y de las multinacionales sobre la defensa de la vida y el bienestar de los pueblos. Un conflicto interno entre el gobierno y un alzamiento popular, derivó en la progresiva intervención extranjera, proporcionando armamento, o reconociendo a diversas “facciones” rebeldes que podían coincidir con sus propios intereses. Después, el caos fue aprovechado por el Ejército Islámico para apoderarse de una parte importante del territorio sirio y parte del de Irak, para proclamar un naciente “califato”. Eso justificó que Estados Unidos y países europeos, se sumaran bombardeando sus propios objetivos. Rusia también aportó sus bombas, en este caso, justificado en los tratados que tiene con el gobierno de Al Assad. Y hasta Turquía envió sus tanques, sus aviones y sus soldados, con el argumento de preservar sus fronteras. Pero en realidad, sus objetivos, más que las fuerzas del Ejército Islámico, fueron las milicias kurdas, pueblo sin tierra ni país, que en este caso ha conseguido victorias significativas frente al Daesh. Más de la mitad de la población siria, es decir casi once millones de personas se encuentra desplazada. Más de la mitad de ellas, ha cruzado fronteras huyendo del horror cotidiano. La mayoría está retenida en Turquía, o en campos provisionales en Líbano, Jordania o incluso en Grecia. Las Naciones Unidas no ha logrado frenar esta masacre permanente, este sufrimiento atroz de todo un pueblo. Son más de cinco años de mal en peor. Es el mayor fracaso contemporáneo de la humanidad y de la Organización de las Naciones Unidas. Unos ponen las bombas, y otros, los pueblos, ponen los muertos y sus patrias. Miedo y desamparo de millones de seres. En pleno siglo XXI.

África saqueada

También los “desarrollados” fomentan conflictos internos en los que finalmente terminan participando con suministros de armas, bloqueos, intervenciones directas o bombardeos. Muchas veces su objetivo, es tener fácil acceso a materias primas vitales para el crecimiento tecnológico y el bienestar de los países “desarrollados”. África es un continente rico en recursos, pero 38 de sus países figuran entre los 50 menos desarrollados del mundo. ¿Cómo es posible? Porqué sus territorios son sometidos a un saqueo constante, favorecido por ese caos “importado” que ha generado países inviables, crisis regionales y el éxodo constante de población. Las minas son explotadas por multinacionales, con la mano de obra más barata del mundo. El coltán, el oro, el cobre, o las piedras preciosas son la fuente de financiación de conflictos. Los “señores de la guerra” locales combaten por controlar los yacimientos para disfrutar de la compensación económica de las multinacionales que terminarán llevándose sus riquezas. La independencia de varias naciones africanas en los años 60, se interrumpió violentamente con el asesinato del líder congoleño Patrice Lubumba, planeado por Bélgica, y la CIA norteamericana, como lo revelaron años después los documentos desclasificados. Allí se inició la contrarrevolución neocolonial que ahogó la libertad de los pueblos africanos.

En nombre de la libertad

Incansables pregoneros de la libertad y la democracia, muchos países desarrollados establecen alianzas con gobiernos autocráticos árabes que oprimen a sus propios pueblos, como Arabia Saudita, Turquía o Egipto.

El régimen saudí, soluciona el problema de los disidentes con degollamientos públicos, cárcel o torturas. Un reciente documental grabado por la cadena británica ITV con cámara oculta, reveló decapitaciones, exposición pública de cadáveres de ejecutados, o agresiones policiales a mujeres por infringir normas. (Entre otras prohibiciones no pueden conducir vehículos, y no pueden salir solas, deben hacerlo con algún familiar masculino.) Arabia Saudí también ha sido acusada de financiar al DAESH, ya sea directamente o por no evitar que donantes privados envíen dinero al grupo extremista. También sería proveedora de fondos para la propagación del wahabismo, una corriente del Islam rigurosa, que condena a otros musulmanes que no comparten su teología. Los estudiosos señalan vínculos entre el DAESH y el wahabismo, en el cual se fundamentaría el uso de la violencia porque la pueden justificar teológicamente.

El primer viaje al exterior del presidente Donald Trump fue en mayo pasado para visitar Arabia Saudí. Respaldó a su gobierno y a su política en la región y firmó una venta de armamento por 110.000 millones de dólares. Meses antes había estado allí el jefe del estado español, Felipe Sexto. Su país también es proveedor de armas para la monarquía saudí.

Por su parte, en Turquía, el presidente Erdogán, ha encarcelado a decenas de miles de opositores, a centenares de periodistas, a maestros y a miembros de las Fuerzas Armadas. Ha cerrado numerosos medios de comunicación. No hay libertad de expresión en el país. Europa tolera estas violaciones de los derechos humanos. Y no solo guarda silencio, sino que ha “premiado” al gobierno turco con seis mil millones de dólares por la “contención” de los refugiados, o sea impedirles cruzar el Mediterráneo. Europa se desentiende de la suerte de más de dos millones y medio de refugiados, la mayoría sirios hacinados en refugios y explotados en maquilas. Un programa de la BBC británica en octubre pasado, documentó la presencia de refugiados sirios, inclusive menores, trabajando para proveedores de las multinacionales Mango y Zara.

En Egipto, el gobierno del general Al Sisi tiene pleno reconocimiento europeo, y recibe importante ayuda militar de los Estados Unidos, como sus predecesores. Las denuncias de organismos de DDHH indican que hoy en Egipto se tortura más que durante la dictadura de Mubarak. Israel tiene buenas relaciones con Al Sisi, porque saben que considera “enemigo” al movimiento palestino y forma parte del cerco territorial de la franja. A propósito, recordemos que la tolerancia y apoyo a la ocupación israelí de los territorios palestinos, las agresiones y humillaciones que padece cotidianamente ese pueblo, la prisión a “cielo abierto” en la que mantienen a más de un millón y medio de personas en Gaza, nada tienen que ver con los principios que gobiernos europeos o Estados Unidos dicen defender.

La gran mayoría de las víctimas del DAESH pertenecen a países musulmanes.

Un dato a tener en cuenta: el 80% de las víctimas de los atentados del Daesh o Estado Islámico en todo el mundo, corresponden a países con población mayoritariamente musulmana. En lo que va del 2017, se han producido en el mundo 883 atentados con 5.274 víctimas. La mayoría de ellos, en especial los que produjeron más muertes, corresponden al Daesh o a algunas de sus “franquicias”, como Boko Haram en Nigeria. Otro dato indicativo: de los 162 países incluidos en el Índice de Terrorismo Global, Irak ocupa el primer lugar en víctimas y Francia, por ejemplo, está en el puesto 56.

Los ataques a occidente parecen formar parte de una estrategia que pretende tensar o romper las relaciones de las minorías musulmanas en occidente con el resto de la sociedad. En la práctica, cada atentado que se produce en países europeo alimenta la islamofobia y el ascenso de la extrema derecha. Hay gobiernos y medios de comunicación que con sus afirmaciones, contribuyen a estimular el miedo y el rechazo de los “otros”, solo por provenir de otro país, profesar otra religión o tener sus propias costumbres. En definitiva, inconscientemente colaboran con los planes del Daesh.

Quienes ponen las armas

Los países “desarrollados”, son los principales fabricantes de armas con las cuales diariamente son exterminadas miles de personas en los diversos conflictos activos. Para ellos, las muertes ajenas simplemente son parte del negocio.

Estados Unidos, Rusia, Alemania, China, Francia, Reino Unido, España, Italia, Ucrania e Israel son los diez primeros fabricantes. España es una de las principales proveedoras de armas de Arabia Saudí. Esta autocracia lidera una coalición de países árabes que interviene unilateralmente en el conflicto interno en Yemen, bombardeando y entregando armas y recursos a los sunníes que procuran frenar a los rebeldes hutíes que controlan una parte importante del país. Estos tienen el respaldo de Irán y lo que está en juego es la influencia en la región del Golfo Pérsico. En este caso, como en tantos otros, unos ponen las armas y los pueblos ponen los muertos.

Europa y los refugiados de las guerras y hambrunas

Otro grave cargo contra los verdaderos fabricantes de odio, es el trato inhumano hacia los refugiados, víctimas a su vez de conflictos o hambrunas muchas veces generados por la intervención extranjera. Las distintas formas de neocolonialismo afectan regiones de Asia y Africa. Europa cierra fronteras y externaliza la contención de los refugiados al dictador Erdogán o a las bandas criminales que operan en Libia. Abandona sus principios fundacionales sobre la defensa de los derechos humanos. Millones de personas quedan en el más absoluto desamparo.

Saquemos conclusiones

¿Qué respuesta daríamos si los millones de damnificados por las causas enumeradas se hicieran la pregunta que nos formulábamos al principio: “Por qué nos matan”?

Ellos nos podrían contar miles de agravios, de humillaciones, de barreras, de muertes, destrucciones, de persecuciones por pensar, por creer. De saqueos de sus tierras, de sus patrimonios. De represión de sus culturas, de sus creencias religiosas. Nos podrían hablar del hambre, la miseria, la injusticia, la marginación.

De las lluvias de bombas sobre sus tierras con las que los poderosos dirimen sus propios conflictos. De que les matan para dominarles, para robarles, para saquear sus recursos y riquezas.
Quizás ese ejercicio de conciencia, de revertir la pregunta inicial, nos alejaría de respuestas tan fáciles como inútiles, que es adjudicar a los demás, locura o irracionalidad para calificar sus acciones.

Los gobernantes de los países desarrollados no asumen su protagonismo en todas las operaciones militares e invasiones enumeradas en este artículo. Ni que son ellos los proveedores del armamento con el que se mata y destruye. Prefieren denunciar “el odio y la irracionalidad de los terroristas” y las amenazas contra “nuestro modo de vida”. ¿Nuestro o se refieren al suyo? , al de minorías que tienen poder y fortunas. Con estas frases esconden sus responsabilidades, pero el problema seguirá y crecerá y lo sufren las mayorías sociales.

“Debemos detener esto…”

La educadora social de Ripoll, el pueblo catalán donde vivían la mayoría de los jóvenes marroquíes que integraban el grupo terrorista que atentó en Barcelona, escribió en su conmovedora carta abierta: “Me duelen las chispas que encienden el odio en las redes, en la calle, en el pueblo donde vivo, los periódicos … Donde se muestra la ignorancia, el rencor, la indiferencia, el no respeto hacia el prójimo, los tópicos, las fronteras, el girar la cabeza hacia otro lado, el no saber ponerse en la piel del otro.Y esto se repite siglo tras siglo, año tras año. ¿Qué estamos haciendo mal? Debemos detener esto. Debemos hacer algo.” Es cierto Raquel, esa debería ser la primera preocupación. Mientras los gobiernos de "Occidente" no corrijan su comportamiento internacional esto irá de mal en peor.

Asumamos que la exaltación religiosa puede llegar a ser una herramienta de manipulación de los sentimientos primarios. Las afirmaciones absolutas pueden volverse rápidamente en la justificación de la violencia. La razón y la sensatez pasan a un segundo plano. Y los grandes medios de comunicación (me refiero a los que tienen como propietarios de canales de TV, diarios y cadenas radiales a banqueros, financistas o empresas transnacionales) no solo no ayudan con análisis serios y documentados, sino que prefieren alimentar “contra-odios”.

Y los gobiernos encuentran una excusa torpe para justificar sus cierres de fronteras a los millones de víctimas de esos conflictos y esas guerras que ellos mismos han generado por sus intereses de control geoestratégico. Más de 60 millones de seres humanos desplazados de sus tierras, de sus gentes. Europa ha renunciado a sus principios fundacionales para convertirse en una fortaleza de egoísmo y desinterés por el prójimo.

Malos tiempos. Nos queda la esperanza de que no pocos, seguimos creyendo en que es posible un mundo mejor, donde en lugar de arrinconar la Vida, arrinconemos la desigualdad y la injusticia.
Quizás estas reflexiones nos ayudarían a construir colectivamente un mundo de convivencia en paz, de verdadera cooperación y solidaridad entre los seres humanos.

Suena utópico, pero estamos hablando, simplemente, de Justicia.

* Carlos Iaquinandi Castro /SERPAL /Servicio de Prensa Alternativa

COMCOSUR INFORMA Nº 1837 – 29/08/2017

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5) ACADÉMICOS Y PROCESOS EMANCIPATORIOS EN AMÉRICA LATINA

Carta Abierta a los colegas de CLACSO sobre la situación imperante en Venezuela.

Atilio Borón, Buenos Aires, 20.08.2017

Estimados colegas: días pasados llegó a mis manos una solicitud elaborada por el Grupo de Trabajo de CLACSO sobre "Ciudadanía, organizaciones populares y representación política" en donde se "demandan a los actuales directivos de CLACSO una condena pública a la deriva dictatorial que ha tomado el régimen madurista en Venezuela, así como la exigencia del restablecimiento del Estado de Derecho, la libertad de los presos políticos, y el fin de la represión a las protestas populares."

Dada la trascendencia del tema planteado por este pedido y la muy preocupante tendencia del mundo de las ciencias sociales a adoptar cada vez con más frecuencia posturas conservadoras en relación a las luchas populares y las experiencias progresistas y de izquierda en América Latina y el Caribe es que me parece oportuno compartir estas dos breves reflexiones sobre el asunto.
Primero, es indudable que hay una tragedia en curso en Venezuela, y que si no se detiene su dinámica -como, felizmente, está comenzando a suceder debido a la convocatoria a elecciones de gobernadores y alcaldes- la escalada de la violencia podría llegar a tener un desenlace aún más sangriento que lo que hemos visto en los últimos meses. Sin embargo, no creo que sea una contribución positiva a este fin una presentación como la que hacen los integrantes del GT en la cual se omite la imprescindible referencia a la génesis de esta desgraciada situación. Por muchas críticas que merezca el gobierno de Nicolás Maduro no fue este quien inició este horrendo espiral de violencia que hoy agobia a Venezuela. La verdad histórica es que esta fue producto de la decisión de la fracción extremista y violenta de la oposición (cuyos líderes tuvieron activa participación en el frustrado golpe de estado de Abril del 2002) de alterar por la fuerza el orden constitucional vigente en Venezuela primero en febrero del 2014 (mediante una operación sugestivamente llamada "La Salida") y más recientemente a partir de abril del corriente año con una potenciada apelación a tácticas violentas que, en su conjunto, configuran el delito de sedición que en Estados Unidos, por ejemplo, es un crimen federal purgado con largos años de cárcel e inclusive con pena de muerte. Hemos visto en ese país con asombro y consternación desmanes y atrocidades como pocas veces, si alguna, se han registrado en la historia de América Latina y el Caribe. Por ejemplo, quemar vivas a personas sospechosas de simpatías chavistas. Sería largo y ocioso enumerar los crímenes en los cuales incurrió una oposición deseosa -como lo declararan una y otra vez sus líderes- de acabar con el gobierno de Maduro, a cualquier precio y sin atenerse a la normativa vigente. Tentativas que, como lo confirman sucesivas declaraciones del Director de la CIA, Mike Pompeo; el Secretario de Estado, Rex Tillerson y el propio presidente Donald Trump fueron estimuladas, amparadas y financiadas por el gobierno de Estados Unidos. Y este es un dato que debería servir para dividir claramente las aguas de la política porque, por más críticas que puedan dirigirse en contra de un gobierno democráticamente electo como el de Nicolás Maduro es éticamente inadmisible cohonestar los planes del imperio para derrocarlo. Hacer eso es cruzar una “línea roja” que jamás debería ser traspasada por quienes deberían saber que sin autodeterminación nacional la democracia y la soberanía popular se convierten en inocuas entelequias. Desgraciadamente, en la solicitud que el GT eleva a las autoridades de CLACSO no parece haber consciencia de este problema. Por el contrario, se perfila un sesgo muy claro que se traduce en una visión ofuscada y maniquea en donde el demiurgo de la maldad es el gobierno, mientras que la fracción terrorista de la oposición que organizó violentas “guarimbas”, saqueos, asesinatos y que propició que incendiaran maternidades y escuelas y prendieran fuego a personas ni es mencionada en su petición o se la (mal) representa como si fuera una oposición democrática respetuosa de las leyes y la institucionalidad vigentes y como si el imperialismo no tuviera nada que ver en esta situación. Coincido en que no se puede seguir ignorando la tragedia en curso en Venezuela, y también creo que sólo un planteamiento equilibrado -en donde las responsabilidades de la oposición y del gobierno sean adecuadamente sopesadas- podría ser conducente al logro de los objetivos que el GT se propone. El debate sobre la génesis, desarrollo y perspectivas de la crisis venezolana es una obligación impostergable de los científicos sociales de la región. Pero esto supone la capacidad para examinar esta delicadísima situación desde diferentes ángulos y no sólo desde una de las dos partes en conflicto, la oposición, como claramente se revela en la solicitud del GT.

Segundo, no puedo dejar de señalar que el requerimiento del GT parece ignorar que hay varias tragedias en curso en Nuestra América, y sería bueno que conscientes de la situación los colegas también exigieran una toma de posición ante ellas, cuyo costo medido en vidas humanas -si es que se acepta este criterio como uno de sus indicadores de la crisis- es muchísimo más oneroso que el que se registra en la República Bolivariana. Solicitar a las autoridades que se pronuncien sobre la situación de Venezuela está bien, si se hace con ecuanimidad; pero ¿qué decir de los 200.000 muertos ocasionados por la "guerra contra las drogas en México", los más de 28.000 desaparecidos en ese país, los ocho periodistas asesinados en lo que va del año, las fosas comunes que periódicamente aparecen ante la luz pública, la atrocidad perpetrada en Ayotzinapa, el fraude sistemático de sus procesos electorales? ¿Y qué decir de la violencia sin fin que enluta a Colombia, que en poco más de un año sufrió el asesinato de unos 150 líderes sociales sin que esta sangría mereciese una línea en los principales medios de comunicación como tampoco la mereció el desplazamiento forzado de más de siete millones de campesinos expulsados de sus tierras por el paramilitarismo? ¿O de la violencia descargada sobre los pueblos de Honduras y Paraguay luego de los "golpes blandos" perpetrados en el 2009 y 2012 respectivamente? ¿O del "golpe blando" tramado por una gavilla de bandidos en el Congreso brasileño, instalando en la presidencia de ese país a uno de los personajes más corruptos y más odiados de la política brasileña? ¿O de los presos políticos que si hay en Argentina (Milagro Sala es solo la más famosa) y el caso de Santiago Maldonado, desaparecido por la Gendarmería Nacional
en un ataque a una comunidad Mapuche en Esquel? Hablar sobre Venezuela y callar sobre todo lo demás es una actitud reñida con la necesaria ecuanimidad que debemos observar los científicos sociales.

Ojalá que estos comentarios sirvan para estimular un debate largamente postergado en el campo de las ciencias sociales y las humanidades.

Atilio Borón
COMCOSUR INFORMA Nº 1837 – 29/08/2017 ______________________________________

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2017 – 23 años
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