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URUGUAY: RESPETEN A LOS MILITANTES ANÓNIMOS

1) Haití-Crisis: Por una teoría de la transición –
2) Preocupación en el Organismo rector de la Salud Mundial –
3) Uruguay: Agua y sentido común –
4) Uruguay: Respeten a los militantes anónimos –
5) Pensamientos de Jorge Zabalza –
COMCOSUR INFORMA AÑO 16 – No. 1698 – martes 02.02.2016
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2016 – 22 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Claudia Korol y Mauricio D’ambrouso (Buenos Aires)
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis)
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La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos. SUB COMANDANTE MARCOS
Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara. RADIO VENCEREMOS
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) HAITÍ-CRISIS: POR UNA TEORÍA DE LA TRANSICIÓN
Desde hace varios meses Haití vive una crisis, tal vez la más grave de estos últimos 30 años, que amenaza de manera casi inexorable la existencia del conjunto de instituciones de la República. /Jean Hénold Buteau
2) PREOCUPACIÓN EN EL ORGANISMO RECTOR DE LA SALUD MUNDIAL
La OMS evalúa si el brote del Zika significa ya una emergencia de salud pública internacional. /Sergio Ferrari
3) URUGUAY: AGUA Y SENTIDO COMÚN
Abya Yala o América del Sur ─designación de originarios o de europeos─ es el continente, la porción de tierra planetaria más húmeda, más rica en agua. Al menos en estado líquido, de superficie o subterránea / Luis E. Sabini Fernández
4) URUGUAY: RESPETEN A LOS MILITANTES ANÓNIMOS
El joven que sale a la pegatina, el obrero que a diario habla con sus compañeros de trabajo, la compañera que discute con el vecino , esos miles y miles que construyen a diario la fuerza política en particular de la izquierda, se merecen de sus dirigentes el máximo de sus respetos. Por ellas y ellos hoy el debate abierto entre caudillos, nunca hace bien al colectivo y menos a los militantes de a pie, ellos son los imprescindibles. /Gustavo González
5) PENSAMIENTOS DE JORGE ZABALZA
“Hoy en Grecia no hemos visto el fin, sino el inicio de un proceso de cambio que impactará a toda Europa” (…) «Lo más urgente es que las clases populares…establezcan lazos de cooperación y asociación para parar las medidas de austeridad, estableciendo las bases para un cambio profundo de esta Europa reaccionaria hacia otra Europa justa y democrática” (Vincenc Navarro)
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) HAITÍ-CRISIS: POR UNA TEORÍA DE LA TRANSICIÓN
Desde hace varios meses Haití vive una crisis, tal vez la más grave de estos últimos 30 años, que amenaza de manera casi inexorable la existencia del conjunto de instituciones de la República.
Por Dr. Jean Hénold Buteau /Soumis à AlterPresse /28 de enero 2016
Esta situación, asi como la simultaneidad del fin de los mandatos presidenciales, legislativos y municipales ha hecho naturalmente pensar en la posibilidad, o mejor dicho , la necesidad para algunos de un Gobierno Provisorio.
Hablar y pensar en una transición se ha vuelto un tema casi inevitable. Así se esté en contra de, pero sobre todo si se está a favor de ella. Parece sin embargo más importante darle a la transición un contenido doctrinal. Esto implica una pregunta que pocas veces se plantea: ¿por qué una transición?
Antes de responder a esta pregunta debiéramos plantearnos una más general. ¿Cómo se puede definir un gobierno de transición ? En el vocabulario político haitiano reciente se tiende a considerar una transición, a todo gobierno que no surge de un proceso (o de una maniobra) electoral, generalmente en un contexto de caos y cuya misión aparente sería la de restablecer o del advenimiento de nuevas autoridades más aceptadas o menos cuestionadas.
Habría que aceptar este concepto porque la tradición parecería haberlo impuesto, tanto más cuanto él no está totalmente alejado de lo que surge de la historia política universal. Salvo que ésta última se refiere más al período que se sitúa entre un régimen de dictadura, hasta la instalación, progresiva o no, de un gobierno democrático. Este enfoque deja sobrevolando la idea de edificación de estructuras y de instituciones nuevas.
En este sentido los gobiernos de transición tienen, no solamente plazos, sino sobre todo tienen objetivos. Entre ellos hay uno que constituye lo esencial del objetivo: es la de romper los mecanismos de eclosión y de mantenimiento de la dictadura, pues es imposible llegar a la democracia preservando o ignorando las estructuras del régimen dictatorial. Para ello es necesario crear las condiciones de ruptura necesarias, no solamente para desmantelar los instrumentos legales y administrativos del antiguo régimen, sino sobre todo para construir los que permitan edificar el nuevo. La transición no es entonces, un mecanismo para llenar un vacío eventual, sino más bien un ejercicio estructurador en el sentido de configurar las instituciones democráticas.
.El Consejo Nacional de Gobierno hubiera podido ser un ejemplo típico de « Gobierno de Transición » como lo fué el de Adolfo Suárez en España luego de la muerte de Franco o también el de los militares portugueses luego de la evicción de Marcelo Caetano.
Para comprender la situación de crisis estructural que vivimos actualmente así como el empequeñecimiento de nuestras magras conquistas democráticas, tenemos que remontarnos a esa transición de 1986.
Estos largos cuatro años se han caracterizado por una constante lucha entre las corrientes que contribuyeron desde un lugar u otro, a la caída de la dictadura. Del otro lado los grupos reaccionarios (nacionales e internacionales) que siempre han tratado de influenciar a los responsables políticos con el fin de mantener sus privilegios y el control del aparato político. Por otro lado, las fuerzas populares cada vez más conscientes de su peso y empujadas por su reciente participación en la lucha por la instauración de la democracia. Con, por un lado una oligarquía deseosa de estructurar una democracia despojada de todo contenido social y, del otro, las masas cada vez más ávidas de democratización y de participación verdadera.
A lo largo de estos años las capas dominantes han intentado instaurar el estatus hegemónico del bloque oligárquico a través del gobierno de entonces (CNG) o a a través de asesinatos (Attis, Javquelin) o de masacres (Piatres, Jean Rabel, Rue Vaillant). Aunque ellas no propusieron directamente « pasar la página sobre el pasado », tampoco trabajaron para una desduvalierización efectiva de las estructuras del poder. También hay que reconocer que el peso de las fuerzas políticas democráticas más determinadas, no fué suficiente para imponerse totalmente. Además, mismo del lado del poder, los representantes de las fuerzas populares no lograron una ruptura plenamente democrática con la dictadura. En efecto, ninguno de los intentos de persecución legal de los personeros de la dictadura, ningún ejercicio de memoria, ni para honrar a quienes murieron durante la dictadura, ni para inculcar una cultura de la vida entre los jóvenes fue hecho.
El hecho de que nosotros no hayamos implementado los mecanismos de ruptura con la dictadura permitió una sucesión de sistemas de gobiernos o de « regímenes », es decir, « la forma que, según la ciencia política, se caracteriza por un desprecio de la legalidad, el autoritarismo en el ejercicio de las atribuciones presidenciales, la violación de las instituciones y la ausencia de consulta y de cultura de diálogo propia de la democracia »
Todos estos « regímenes » han bebido de la fuente de los vestigios de la dictadura, los ingredientes necesarios para satisfacer sus apetitos autoritarios. Algunos más que otros o mejor que otros. Pero es de orden reconocer que los años de Martelly, han sido los más autoritarios. Ellos han representado el paroxismo de este « desprecio de la legalidad en el ejercicio de las atribuciones presidenciales ». Esto es debido en parte al « estilo Martelly » pero sobre todo a causa del apoyo incondicional de los sectores más reaccionarios, tanto nacionales como internacionales de los que se benefició este gobierno.
Hoy no es ciertamente cuestión de retomar la historia en el lugar donde ella nos había dejado. Por el contrario hay que volver a atraparla. No tenemos más necesidad de quebrar los mecanismos de la dictadura, pues ella no existe más como expresión predominante del poder del Estado, aunque muchos de esos vestigios subsistan hasta ahora. Hoy las exigencias son diferentes. Los combates también.
Todas las elecciones realizadas en Haití en estos veinte últimos años, han estado marcados por el sello de la duda a veces el del cuestionamiento abierto a menudo, y al fin, por el fraude caracterizado más frecuentemente todavía. Y agregado a todo esto, ellas nunca respetaron los plazos constitucionales. Esto es lo que ha conducido a la caducidad del Parlamento, al vacío institucional y comportamientos presidenciales sin moderación ni control.
¿Cómo se puede comprender y cómo podemos nosotros hablar de nuestra democracia, cuando los puestos más fundamentales para la vida de los ciudadanos y ciudadanas han sido ocupados por nombramientos de fantasía según el capricho de la voluntad de un solo hombre ? Es una negación de la democracia, pues como dice un amigo « Todo poder comienza por el poder local organizado ».
A pesar del eufemismo ruidoso, pero de todos modos rengo « de Agente Ejecutivo Interino » ellos completaron practicamente toda la duración de un mandato normal de un político electo.¿ Cómo poner también fin al ciclo infernal de los «Consejos Electorales Provisorios », frecuentemente ocupados por los detentores del poder con el objetivo de realizar y controlar un proceso electoral puntual y tallado a la medida ?
El Gobierno de Transición que preconizamos y al que convocamos con todas nuestras fuerzas, « El Gobierno para la Estabilización de Haití »*(1), tendrá por primer misión la identificación y erradicación de los mecanismos que han permitido la emergencia de todos estos desvíos.
Mientras tanto, frente al estado de descalabro de las actuales instituciones y la decadencia de las condiciones de existencia de nuestros compatriotas, ahí no debería terminar su misión. El desmantelamiento de los mecanismos del poder autoritario y despótico, supone la edificación, en paralelo de las nuevas estructuras, de las nuevas prácticas y engendrar nuevos usos y costumbres en la cabeza del Estado.
Para esto el « Gobierno para la Estabilización de Haití » será dotado de un mandato claro : el de realizar la regulación institucional en vistas a su aplicación por los gobiernos futuros y la puesta en marcha de un programa económico y social.
La regulación institucional constituye una tarea política no partidaria por excelencia aunque sea objeto de posicionamientos políticos. Se creará entre los Delegados de la Sociedad Civil y de la clase política, un conjunto de comisiones cuya misión global será la de buscar en el seno de las instituciones, los dispositivos o los comportamientos que han permitido a los gobiernos y a los responsables de Estado, violar abiertamente las leyes que se supone debían respetar y de traicionar impunemente los intereses superiores que deberían haber protegido. Por el momento vamos únicamente a citarlos, pero los detalles que conciernen a la misión particular de cada una de estas comisiones, están disponibles.
1-COMISIÓN PARA LA RENDICIÓN DE CUENTAS-
2-COMISIÓN DE EVALUACIÓN DEL SISTEMA ELECTORAL
3-COMISIÓN INDEPENDIOENTE DE EVALUACIÓN ELECTORAL
4-COMISIÓN CONSTITUCIONAL Y JURÏDICA
5- RECUPERAR LA SOBERANÍA
6-PROGRAMA DE GOBIERNO
Desde el punto de vista de la puesta en marcha del programa económico, aún un gobierno de transición tiene deberes de éxitos. En el caso del « Gobierno para la Estabilización de Haití » lo más urgente será dar una respuesta inmediata a la profunda miseria en la que está inmersa la inmensa mayoría de nuestra población. Este programa deberá tener en cuenta las grandes sensibilidades universalmente conocidas con el objetivo de construir políticas públicas basadas sobre éstas últimas.
Será necesario equilibrar lo más rápido posible las cuentas públicas. Proponemos la formación de una Comisión Económica Especial, salida de la sociedad civil y de los partidos políticos, encargada de misiones específicas como : el déficit presupuestal, la devaluación de la gourde (moneda haitiana), la inflación y las vías potenciales del relanzamiento del crecimiento económico.
Debemos comprender primero que la defensa de los intereses haitianos es una tarea que le compete esencialmente a los haitianos y haitianas. No habrá mejora de las condiciones de sus vidas sin la Estabilización, y que ésta no es posible de manera alguna sin la erradicación del autoritarismo, así como de los mecanismos que han permitido su eclosión. La presencia de las instituciones no es garantía ni para su creación ni para su simple existencia física . Las instituciones no existen más que por su eficacia. Ellas representan para los ciudadanos y ciudadanas comunes, una garantía de anticipación positiva frente al Estado en sus atribuciones así como en sus abusos.
(1*) « Gobierno para la Estabilización de Haití » a fin de significar nuestra oposición a la « Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití »
Jean Hénold Buteau / Soumis à AlterPresse / Enviado por Mónica Riet
COMCOSUR INFORMA Nº 1698 – 02/02/2016 ______________________________________
2) PREOCUPACIÓN EN EL ORGANISMO RECTOR DE LA SALUD MUNDIAL
La OMS evalúa si el brote del Zika significa ya una emergencia de salud pública internacional
Por Sergio Ferrari, desde la Naciones Unidas, Ginebra, Suiza
La Organización Mundial de la Salud (OMS) convoca el próximo lunes 1 de febrero a una reunión del Comité de Emergencia para determinar si el brote del Zika puede ser ya considerado una emergencia de salud pública de alcance internacional.
Hasta el momento, el virus que se expande muy rápidamente, ha golpeado en 23 países o territorios del continente americano. Fuentes americanas de la OMS expresaron en las últimas horas que el brote podría afectar la salud de entre 3 y 4 millones de personas en ese continente .
Margaret Chan, directora de la organización onusiana, advirtió que el nivel de alerta es extremadamente alto ya que el virus se propaga de forma “explosiva” en las Américas.
“La OMS está muy preocupada por la rápida evolución de esta enfermedad por varias razones principales: la posible asociación de la infección con malformaciones del recién nacido y síndromes neurológicos, y el potencial de mayor propagación internacional debido a la amplia distribución geográfica del mosquito vector”, explicó la directora de la OMS.
Las otras dos razones que potencian la preocupación oficial son la falta de inmunidad de la población en nuevas áreas afectadas y la inexistencia de una vacuna, ni de tratamientos específicos ni pruebas de diagnóstico rápido, agregó.
Chan advirtió que otro factor inquietante son las condiciones asociadas al fenómeno El Niño, que se espera aumente la población de mosquitos en varias áreas debido a las persistentes lluvias.
“El nivel de preocupación es alto, pero también el de incertidumbre. Abundan los cuestionamientos. Debemos proveer respuestas rápido”, subrayó la directora de la OMS
Sergio Ferrari (Suiza)
COMCOSUR INFORMA Nº 1698 – 02/02/2016 ______________________________________
3) URUGUAY: AGUA Y SENTIDO COMÚN
Por Luis E. Sabini Fernández
Abya Yala o América del Sur ─designación de originarios o de europeos─ es el continente, la porción de tierra planetaria más húmeda, más rica en agua. Al menos en estado líquido, de superficie o subterránea. Son tales sus dimensiones territoriales, cerca de 20 millones de km2, que alberga en su seno también vastas regiones secas e incluso desérticas.
En esa nave inmensa, parte apenas de la nuestra planetaria, nos encontramos en Uruguay. Un territorio física y políticamente pequeño. Comparado con el abanico mundial de estados, estamos precisamente en la media de superficie (alrededor de unos cien estados más extensos y otros cien más pequeños); en términos poblaciona-les, en cambio, vivimos en un territorio más bien despoblado respecto de la media mundial (hay dos tercios de estados mayores y sólo un tercio de menos poblados).
Tenemos una de las tierras mejor irrigadas del mundo entero, lo cual habilita su uso para ganadería y agricultura. La calidad ganadera del país ─rebautizado en algún momento vaquería─ la comprobó hace ya cuatro largos siglos Hernando Arias de Saavedra, ”nuestro” Hernandarias, gobernador español del Paraguay.
¿País minero?
Por sus dimensiones más bien reducidas, por las características del suelo, todo verde, la “propuesta”, formulada por José Mujica Cordano, a la sazón presidente del Uruguay, de que ‘así como el país había sido ganadero dos siglos [se refiere, infiero, a los de vida “independiente”], bien podía ser ahora minero’ merece ser elevada a los anales de la estulticia. Basta observar donde se emplazan las principales actividades mineras de la humanidad para darse cuenta: en tierras yermas, que el clima y el suelo hacen poco propicias para cultivos; en la cordillera de los Andes, por ejemplo.
Otro rasgo característico: países con fuerte desarrollo minero coinciden en general con enorme disposición de tierras, como son los casos de Canadá, Australia, EE.UU. o China que rondan los 10 millones de km2 cada uno (Australia, algo menos), es decir unas 60 veces la superficie del “paisito”. 600 km no es lo mismo que 10 km. Ni 600 km2, 10 km2. El país alberga propiedades de 10 000 ha. Y también mucho mayores. Pero no de 600 000…
Uruguay es un país “verde” y goza, propiamente, uno de los porcentajes más altos de cubierta verde de todos los países del planeta, alrededor del 90% de su superficie. Como bien explica Víctor Bacchetta en su “vivisección” del proyecto Aratirí: “En el caso de Uruguay, la minería no se practica en montañas o desiertos sin cobertura vegetal. El primer obstáculo para llegar al mineral es la base de una pradera natural […]. Este “detalle” que al parecer le pasó inadvertido a José Mujica Cordano, tiene un doble costo: el de eliminar la pradera para ejercer la minería y el de perder la actividad económica que con dicha pradera puede hacerse; como vimos, siglos de ganadería, que le otorgó al Uruguay en el concierto de las naciones periféricas y más o menos excoloniales una asombrosa calidad alimentaria.
Respecto de la “película” verde que recubre casi todo el suelo oriental, hay una propuesta de la empresa Zamin Ferrous, titular del proyecto Aratirí, que también nos presenta Bacchetta, y que es ilustrativa de la relación centro-periferia, para el caso entre los consorcios industriales y los países más o menos periféricos, más o menos coloniales, en que se asientan. Zamin Ferrous tiene la peculiaridad de su origen indio, pero su comportamiento es exactamente equiparable al de los consorcios primermundianos.
Cuando Zamin Ferrous-Aratirí presenta su proyecto aclara que esa cubierta del suelo “será retirada para ser devuelta a su lugar original [¡sic!] al final de la explotación.” Advierta el lector que estamos hablando de un período de al menos década y media… ¿Conservando el suelo verde?… ¿dónde?, ¿cómo?
La ocurrencia tiene un penoso parentesco con la propuesta de la Barrick Gold en provincias andinas de la Argentina: cuando las asociaciones vecinales criticaron el proyecto minero que contaba con arrasar un glaciar, Barrick Gold entonces “tranquilizó” a los pobladores ofreciendo trasladar ese glaciar (y eventualmente dos más) a otros sitios para que no se perdieran o fundieran…
Sólo una visión muy “administrativa” de la naturaleza, en este caso el clima de montaña y su biota, y una visión también “administrativa” de la biota en el caso de la cubierta vegetal compuesta por animales y plantas (microfauna y microflora), puede permitirse argumentar que se puede cambiar el lugar de un glaciar como si fuera un florero o que se puede retirar un suelo vivo y reponerlo décadas después…
En rigor, ambos ejemplos, extraídos de dos grandes consorcios mineros, remiten a los vidrios de colores con que algunos europeos avisados engañaban o seducían a nativoamericanos en sus primeros contactos…
¿País agroindustrial?
Las dimensiones del país tampoco hacen propicio el territorio para los cultivos agroindustriales. Más allá de toda consideración ambiental que plantea una problematicidad gravísima que abordaremos a continuación.
Por su tamaño, Uruguay puede ofrecer a gatas una potencialidad marginal: basta ver los estados que han apostado a la agroindustria para darse cuenta cuando hablamos de explotación plena y cuándo de explotación marginal. La agroindustria con su dotación de cosechadoras gigantescas rinde en países con llanuras inmensas, como las de EE.UU., Canadá, Argentina, Brasil, Australia, o siquiera como las ucranianas.
La razón por la cual el gobierno populista argentino de la primera década del siglo actual, el gobierno K, se pudo dar el lujo de retener hasta un tercio del precio de la venta bruta de soja transgénica como regalía para el estado, proviene de la extraordinaria rentabilidad, absolutamente excepcional, de tales cultivos, que permitió que los sojeros aceptaran esa “expropiación” porque aun así, sus ganancias eran increíblemente altas. En el territorio uruguayo, no pampeano sino ondeado, con subidas y bajadas tan visibles en nuestras carreteras y rutas, el rendimiento de tipo agroindustrial es menor.
La actividad agroindustrial, es decir la producción de bienes rurales como cereales o carnes con los rasgos de una actividad industrial, presenta un aspecto ambiental que anunciamos y que a su vez es sustancial: se trata de una actividad humana altamente contaminante. De actividades que están llevando a la humanidad a un callejón sin salida, fruto de una tecnobiología (biotech) desbocada.
Es precisamente ese aspecto más la menguada rentabilidad que lo agroindustrial puede desplegar en un territorio como el nuestro, lo que ha llevado a más de un analista a desechar el cultivo de commodities como apuesta del país al mercado mundial. Una pésima solución para la economía nacional, aunque muy promovida por las empresas transnacionales que tejen el dominio corporativo de la economía planetaria actual.
Tenemos una superficie demasiado pequeña para lograr un ingreso significativo adaptándonos a las “necesidades” de esas megaempresas a menudo con presupuestos mucho mayores que los de los estados nacionales que las “albergan”.
Nuestra opción, entendemos, teniendo en cuenta la ubicación geográfica (el hemisferio sur está mucho menos contaminado que el norte), la dimensión territorial, y la abundancia de agua, podrían ser specialities, no commodities. En lugar de venta a granel de productos alimenticios “del montón”, optar por la producción de alimentos orgánicos y naturales. Lo cual permitiría darle sentido a la consigna “Uruguay natural” que ha sido puramente turística y demagógica (basta ver como tratamos a los “residuos”), consigna que se sigue usando con creciente, penosa falsedad. La producción orgánica, slow-food, comida sin ingredientes químicos está siendo crecientemente demandada por la población y particularmente por los sectores más atentos a la problemática ambiental, que se van separando cada vez más notoriamente de la comida basura y la cancerización consiguiente.
Claro que semejante apuesta significaría aprender a producir ingredientes sanos, con mucho menores cargas químicas, y consiguientemente apostar a las pequeñas unidades productivas, y tejer una red económica de circulación material y sostén de tal tipo de actividades. Esa potencialidad existe en nuestro territorio; un desafío para que exista también en nuestra sociedad.
Por las dimensiones del territorio nuestro, la actividad minera como actividad económica principal no parece la mejor opción, porque la irradiación de cualquier actividad de ese tipo es de varios kilómetros a la redonda (y no hace falta que sea de minerales radiactivos para que haga daño y nos afecte). Lo acabamos de vivenciar con la cantera abierta al lado de Suárez, donde el polvo y el ruido afectaba a sus tan cercanos “vecinos”.
La fabricación de commodities rurales no sólo nos condena a una subalternidad económica permanente ante países de grandes extensiones y por lo mismo con mejor competitividad como, precisamente, nuestros linderos, Argentina y Brasil, sino que además crea las bases para una contaminación generalizada que si es criminal en cualquier territorio, en cualquier estado, es además propia de estúpidos en un territorio pequeño, por la facilidad con que se nos hace patente.
Baste reparar en el “percance” del río Dulce en Minas Geraes, Brasil, hace apenas algunas semanas: un dique de cola de esos que se construyen garantizados para que duren indefinidamente, aunque demasiado a menudo el tiempo indefinido se trunca sorpresivamente, como en este caso, cuando una de sus paredes cede. El enorme piletón de contención de los desechos metálicos, químicos, tóxicos de una extracción minera de años empezó a escurrir río abajo hacia su desembocadura, en el océano Atlántico, a 650 km. Tardó algunos días desplazándose esa masa de lodo tóxico a razón de unos 50 km. por día… Dejó decenas de muertos humanos, desolación y contaminación a lo largo del río, totalmente inutilizado a partir de entonces como fuente de agua o de pesca… ¿Qué habría significado para Uruguay un desastre de similares proporciones? Basta mirar dos mapas, los de Uruguay y de Brasil, para darse cuenta de la diferencia de impacto a escala nacional.
Y sin embargo, si bien el plan de cambiar de matriz productiva de la ganadería a la minería no ha “marchado”, afortunadamente, la implantación de la agroindustria, con “titulares de primera” como Monsanto y UPM, por ejemplo, sí se ha llevado adelante.
¡Cómo no va a prosperar la agroindustria si los grandes consorcios no pagan casi impuestos, el gobierno les ofrece zonas francas y ni siquiera atienden al desgaste cada vez mayor de las rutas, deshechas por el peso de las grandes cargas de rolos y soja! ¡No pagan siquiera por los muertos en ruta por ese motivo!
Y aquí llegamos al agua
En rigor, podríamos decir que lo que se llevan las empresas extractivas del Uruguay es humedad en forma de rollos de las plantaciones de eucaliptus y pinos y otra vez humedad en forma de granos de soja.
El negocio es penosamente asimétrico: se llevan agua procesada por organis-mos vivos (los árboles, las oleaginosas, por ejemplo) y nos dejan agua contaminada. Porque para hacer aquella extracción y que la misma resulte rentable, se la incre-menta de dos maneras: mediante fertilizantes que aumentan el tamaño y el peso de las plantas, y mediante plaguicidas que evitan que las plantas de la actividad agroem-presaria tengan “competencia”. Los fertilizantes y plaguicidas derramados en los campos de cultivo no son sólo absorbidos por pinos, eucaliptos o porotos de soja… van a parar, siguiendo la ley de la gravedad, a cañadones, arroyos, ríos y por esa vía a las fuentes de agua potable de los uruguayos. Los venenos no son fácilmente separables puesto que suelen presentarse en partículas ínfimas que seguramente “superan” muchos filtros; los fertilizantes favorecen el florecimiento de algas y otras organismos vivos elementales que tienden a suprimir el oxígeno de los espejos de agua que los albergan; eutrofización, que es pérdida de toda fuerza vital en el agua; el agua pasa a estar muerta, privada de vida. Ese proceso suele iniciarse con una plétora de algas, de las que muchas son tóxicas para humanos (y para otras especies).
Y ésa es la situación del Uruguay actual: tenemos algas tóxicas en nuestras fuentes proveedoras de agua… potable, que ya no es tal.
Algo que era un orgullo uruguayo, disponer desde agua corriente, se ha convertido en un problema.
Porque inicialmente, el agua corriente se sobreentendía que era agua potable. A ningún ingeniero del s XIX se le habría ocurrido hacer esa formidable obra, el tendido de redes, para proveer agua no potable o agua tóxica.
Pero tal es la situación hoy. La cuenca del río Santa Lucía abastece a unos dos tercios del país, de agua corriente que ya no es potable. Montevideo, Canelones, Florida… La Laguna del Sauce provee de agua al departamento de Maldonado. Los departamentos litoraleños, Artigas, Salto, Paysandú, Río Negro, Soriano solían proveerse de agua del río Uruguay, pero con la floración abrumadora de algas y el reconocimiento de alteraciones del sabor y calidad en el agua, se ha encarado la extracción de agua desde perforaciones. En estos parajes del Uruguay, la perforación debería hacerse para alcanzar el Acuífero Guaraní, aunque por cómo ya ha sido afectado por la mano del hombre, esa agua tendría que ser controlada y eventualmente potabilizada…
¿Cómo es posible que lo que fuera orgullo de modernización hace cien años haya devenido en causa de pesar y vergüenza, de desconfianza y enfermedad?
Los organismos oficiales de control nos aseguran la calidad y la potabilidad en remitidos que dan vergüenza ajena. Conocedores, investigadores del área, como Daniel Panario, terminan recomendando filtros hogareños, puesto que los públicos y generales presentan tantas fallas.
En medio de esta vergüenza nacional, las compañías embotelladoras de agua (mineral o mineralizada) proclaman, contentas, que han hecho pingües ganancias. Chocolate por la noticia. Quede para otra nota el examen de esa alegría.
Luis E. Sabini Fernández – http://revistafuturos.noblogs.org
COMCOSUR INFORMA Nº 1698 – 02/02/2016 ______________________________________
4) URUGUAY: RESPETEN A LOS MILITANTES ANÓNIMOS
El joven que sale a la pegatina, el obrero que a diario habla con sus compañeros de trabajo, la compañera que discute con el vecino , esos miles y miles que construyen a diario la fuerza política en particular de la izquierda, se merecen de sus dirigentes el máximo de sus respetos. Por ellas y ellos hoy el debate abierto entre caudillos, nunca hace bien al colectivo y menos a los militantes de a pie, ellos son los imprescindibles.
Por Gustavo González /Diario La República, Uruguay 19/12/2015
En los últimos tiempos escucho con insistencia decir “ que no se critique mucho, porque le hacemos el juego a la derecha”, nunca compartí ello siempre que el debate sea de ideas y sin descalificativos personales, hay que hacerlo y siempre por la izquierda, allí la derecha no se mete. El problema es cuando los planteos de la izquierda se parecen a la derecha, allí sí ella tiene campo.
Ni Mujica debía de haber sacado la carta pública, ni Astori responderle también públicamente, eso sí le hace el juego a la derecha y lo peor desmoraliza a la militancia de todos los días, la permanente olvidada en los tiempos que corren.
Y este debate planteado causa real sorpresa, porque acaso no fue Mujica el que ni bien sabía que habíamos ganado las elecciones le extendió un abrazo a Astori y habló perlas de su conducción económica. Por favor!!!!!
Todo esto sucede cuando se dejan de lado los partidos políticos y se da lugar a personalidades únicas y dueñas de decir y hacer lo que quieran dejando de lado el colectivo, el cual debe de ser el reservorio ideológico de la izquierda siempre.
Los personalismos, no nacen solos, es siempre producto de una forma de hacer política y lamentablemente en los últimos tiempos la izquierda cayó en este grave error. Y el error no es solo de los que desarrollan el personalismo sino de quienes lo aplauden también. Lo único que fortalece en política es el debate y la acción colectiva. Nadie duda de los liderazgos, pero cuando estos no tienen control colectivo de ningún tipo, suceden estas cosas.
Y lo peor es que esta forma de hacer política se hizo común en varios países de nuestra América, Perón si viviera se sentiría feliz y esto sí que es triste para la izquierda uruguaya.
No me vengan a hacer gárgaras de humildad con este tipo de prácticas, las mismas están muy alejadas de ello.
Deberían hacerse ahora sí una autocrítica pública en honor a los miles de militantes anónimos que a diario gestan paso a paso y sin prensa, la grandes tareas de transformación y construcción de una sociedad distinta.
Y también a aquellos que en el error o en el acierto fueron verdaderos constructores de la izquierda uruguaya, me refiero a los Héctor Rodríguez, Vivián Trías, Hugo Cores, Enrique Rodríguez, Raúl Sendic entre otros que jamás tuvieron este tipo de prácticas al margen de sus colectivos y públicamente
Gustavo González/Diario La República COMCOSUR INFORMA Nº 1698 – 02/02/2016 ______________________________________
5) PENSAMIENTOS DE JORGE ZABALZA
“Hoy en Grecia no hemos visto el fin, sino el inicio de un proceso de cambio que impactará a toda Europa” (…) «Lo más urgente es que las clases populares…establezcan lazos de cooperación y asociación para parar las medidas de austeridad, estableciendo las bases para un cambio profundo de esta Europa reaccionaria hacia otra Europa justa y democrática” (Vincenc Navarro)
Jorge Pedro Zabalza, 18 de julio de 2015
COMCOSUR INFORMA Nº 1698 – 02/02/2016 ______________________________________
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