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LA NUEVA DERECHA EN AMÉRICA LATINA

1) México en el día de la revolución
2) La nueva derecha en América Latina
3) Todos los caminos conducen a Irán
4) Nigeria: “es por el petróleo, estúpido”
5) Los sijs, víctimas de persecución religiosa en Pakistán

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 14 / Nº 698 / Lunes 24 de Noviembre de 2014 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / 1994 – 19 de junio – 2014 / Y ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) México en el día de la revolución
Oscar Ugarteche (Alai)

Cada 20 de noviembre se conmemora la revolución mexicana. Era un día feriado de marchas militares y niños en las plazas. Desde que el neoliberalismo llegó al poder, el feriado se trasladó a inicios de la semana para dinamizar el turismo interno y el sentido del feriado quedó diluido. Pero este año, este 20 de noviembre ha sido el día en que las fuerzas sociales desatadas tras la desaparición de los 43 estudiantes normalistas en Ayotzinapan decidieron expresar su malestar con las consignas: ¡Contra la impunidad y la criminalidad!, “¡vivos se los llevaron y vivos los queremos!” y “¡que se vayan todos!”. La impresión que comienza a desprenderse es que la consigna “¡que se vayan todos!” está diluyéndose probablemente ante la reacción pública de explicaciones sobre la casa comprada por la primera dama y la declaración de bienes del presidente el día 19.

Lo que se puede ver es que el partido de gobierno se ha puesto en acción y la Universidad Nacional no se ha pronunciado ni ha parado el día 20, mientras otras 114 universidades del país si lo hicieron. El sindicato de la UNAM no paró este día respondiendo a las necesidades partidarias, y el rector no ha expresado, en el tono que corresponde, un llamado a la justicia ni el alto a la barbarie. Más bien, aparentemente, autorizó el ingreso de un policía armado dentro del campus universitario el sábado 15 de noviembre, resultando un estudiante herido en un conflicto turbio.

Las evidencias comienzan a salir e indican que hubo militares involucrados en las matanzas de los normalistas y también que las fuerzas que aparecen al final de los actos, vestidos con pantalones de jeans, camisetas negras y las caras cubiertas, son de una fuerza paramilitar o militar. Se recordará que la fuerza de Los Halcones fue la que operó en la masacre de Tlatelolco de 1968 donde mataron a 1500 estudiantes. Esto es lo que la periodista Carmen Aristegui sugiere con el video donde uno de los encapuchados de la noche que irrumpieron con violencia, al final del mitin, aparece, más temprano, sentado en un camión del ejército.

Si se observan los videos de la huelga de los maestros del 2012 y el modo como terminó, se parece sobremanera al final del mitin del día 20. En ambos, lo que ocurrió fue el desalojo del Zócalo capitalino como si fuera propiedad privada ocupada. En la huelga de los maestros, estos habían tomado la plaza y estaban acampando en ella mientras esperaban la solución a sus demandas. Dijo el presidente que era momento de terminar con eso, porque se acercaba el día nacional que se celebra en el Palacio Nacional cuando sale al balcón a dar el grito de la independencia. El resultado fue que la policía, por un lado, y un grupo de muchachos vestidos con jeans y camisetas negras, y con las cabezas cubiertas, trepados a unos tractores, entraron al Zócalo capitalino. Unos empujaron a los maestros fuera de la plaza mientras los otros desmantelaron lo que quedó del campamento con el uso de los tractores.

Al final del mitin pacifico del día 20, estuvo un grupo de muchachos, algunos retratados en camiones militares más temprano por el equipo de Aristegui, que enarbolaban la consigna “prensa No”, que es una consigna anti política, y, por tanto, no tiene sentido. Estos de la consigna “prensa no” proceden a lanzar bombas molotov contra el Palacio Nacional y unos cohetones que no hacen daño pero asustan, en el contexto de un mitin, mientras la policía de asalto avanza y empuja a los estudiantes y sus familiares fuera del Zócalo, en una acción que parece coordinada. Con poca violencia, este pequeño núcleo de encapuchados, terminó ayudando a la policía de choque para que terminara el mitin antes de las 10 de la noche, en una sociedad que justamente está harta de la violencia. En México, una opinión escrita en el diario La Jornada en el 2009 señalaba: “Siempre detrás de la matanza a la población, detrás de la muerte de Colosio y otros más, ahora está detrás del narco y la violencia que le precede, ¿quién más?”

Aunque la demanda de “¡que se vayan todos!” haya disminuido en el mitin del 20 de noviembre, la sociedad en su conjunto y la clase política e intelectual, en especial, han tomado nota de la irregularidad de la compra de una casa de 6 millones de dólares a una empresa constructora que ganó la licitación para la construcción de un tren rápido a Querétaro, licitación que fuera anulada a última hora, días antes del viaje a China del Presidente Peña Nieto. Estos hechos además están afectando el riesgo país y el tipo de cambio. Se percibe el problema de la falta de ley por los estudiantes muertos y la falta de reacción del Estado para explicar lo ocurrido donde el presidente se ha solidarizado con las familias y la Secretaria de Gobierno federal ha creado una comisión mixta el 3 de noviembre para reparar los daños.

Está poco claro porque el Estado había de reparar daños si no los causó. Tampoco está claro porque no sale nadie del gobierno a explicar lo ocurrido dado que tienen al alcalde responsable detenido. Ya se sabe que el ejército estuvo presente, de modo que solo faltan las explicaciones de qué pasó. Mientras tanto, aparecen más fosas, como ya había destapado el poeta Javier Sicilia a raíz del asesinato de su hijo y tres amigos en Cuernavaca hace dos años.

El gobierno parece jugar con el factor navideño y las vacaciones universitarias para diluir este movimiento que parece fuera de control. El analista político Silva Herzog, el 20 en la noche, en el programa de la periodista Aristegui, dijo que tenía la impresión que el presidente no tenía conciencia de la magnitud de la crisis política que vive el país, que la gente está diciendo “ya estuvo bueno”.

– Oscar Ugarteche, economista peruano, es Coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA), Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México – Miembro del SNI/Conacyt y presidente de ALAI

LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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2) La nueva derecha en América Latina
José Natanson (Le Monde Diplomatique)

Los resultados de los comicios presidenciales en Brasil, el antecedente de Henrique Capriles en Venezuela y las encuestas en Argentina definen un paisaje electoral más competitivo que el del pasado, con los gobiernos progresistas enfrentando más dificultades para retener el poder y en el que se destaca la emergencia de una nueva derecha, que es democrática, pos-neoliberal e incluso está dispuesta a exhibir una novedosa cara social (casi diríamos populista, si no estuviéramos tan cansados de la palabra, tanto en su acepción despectiva como en su –en otro momento valiosa, a esta altura un poco hartante– elevación epistemológica). Pero no nos desviemos y tratemos de caracterizarla.

Democrática

El talante democrático de la nueva derecha es toda una novedad regional. En efecto, históricamente las fuerzas conservadoras rara vez resistían la tentación de golpear las puertas de los cuarteles cuando percibían que sus intereses no podían imponerse por vía de las urnas, como sucedió en 1955, 1966 y 1976 en Argentina y como ocurrió en 1964 en Brasil, en 1973 en Uruguay y en los 80 en toda Centroamérica, o cuando, como en el Chile de Allende o la Guatemala de Arbenz, consideraban que la radicalización de los gobiernos de izquierda había alcanzado niveles intolerables. Todo esto ocurría, por supuesto, en contextos políticos pretorianizados, en donde los militares funcionaban como un recurso más del juego político y en donde también la izquierda recurría de vez en cuando a ellos, como en Perú en 1968 y en Ecuador en el 2000.

Pero eso ha cambiado y hoy la derecha latinoamericana ha aceptado a la democracia como el único sistema posible (el peor sistema diseñado por el hombre a excepción de todos los demás, según el célebre aforismo de Churchill). Esto no implica, por supuesto, que esté completamente libre de intentos golpistas, ensayos de desestabilización y deslices autoritarios, como demuestra la experiencia reciente de Honduras, Paraguay, Ecuador y Bolivia. Hay quienes practican el “golpismo sin sujeto”, la nueva modalidad del desplazamiento extra-institucional del siglo XXI (1), y están aquellos que se niegan a aceptar derrotas electorales limpias, algo que por otra parte no es un vicio exclusivo de la derecha, a juzgar por las denuncias de fraude agitadas por Andrés Manuel López Obrador tras las elecciones de 2006 en México.

Pero, más allá de los matices, lo central es que los núcleos más recalcitrantes constituyen sectores minoritarios dentro de las fuerzas de la nueva derecha, que son más complejas y contradictorias de lo que el punto de vista simplista está a menudo dispuesto a admitir. En una mirada general, sus partidos y candidatos surgieron sobre el final de los períodos autoritarios y en algunos casos enfrentándolos, como sucede con el PSDB brasilero, un partido modernizante de profesionales e intelectuales que se sumó a las protestas contra el gobierno militar, o como ocurre con Sebastián Piñera y su célebre voto por el No en el plebiscito contra Pinochet, lo que desde luego no les ha impedido explorar más tarde alianzas con fuerzas vinculadas a las dictaduras, como el DEM brasilero o la UDI chilena. En suma, el carácter democrático de la nueva derecha –más allá de sus convicciones, que como no somos psicólogos preferimos no explorar– se explica por una cuestión de origen.

Pos-neoliberal

Además de democrática, la nueva derecha es pos-neoliberal. Aunque sus programas económicos incluyen las conocidas prescripciones pro-mercado, son escasas las menciones explícitas a las políticas de desregulación, privatización y apertura comercial que constituían el núcleo básico del Consenso de Washington. Estrategia que, una vez más, tiene menos que ver con la astucia ocultista del marketing político que con el contexto: ocurre que todas estas reformas ya fueron aplicadas y que, aunque hubo correcciones y contrarreformas de distinta intensidad, en términos generales se encuentran vigentes.

Por ejemplo, el arancel promedio latinoamericano –indicador de apertura comercial– se sitúa actualmente en el 14 por ciento, contra el 42,5 en 1985; el costo laboral –indicador de flexibilización– se redujo 40 por ciento, y el gasto público –indicador de intervención estatal– pasó del 20,5 al 35 por ciento (2). En otras palabras, las propuestas no incluyen menciones explícitas al neoliberalismo porque el neoliberalismo es antipático pero sobre todo porque el neoliberalismo ya ocurrió.

Nuevamente habrá que matizar el argumento. Las bajas dosis de neoliberalismo explícito contenidas en los programas económicos de la nueva derecha no implican de ningún modo equipararlas a los oficialismos de izquierda. Una derecha sin izquierda es un imposible geométrico tanto como un absurdo político. Las diferencias siempre existen; lo crucial es capturarlas analíticamente y considerarlas en su justa medida. Por ejemplo, un triunfo de Aécio Neves en Brasil, como uno de Lacalle Pou en Uruguay o uno de Mauricio Macri en Argentina, no hubiera implicado un retorno al proyecto del ALCA, como se anda diciendo por ahí, por el simple hecho de que, aun si ese hubiera sido su objetivo, los empresarios paulistas no se lo hubieran permitido, y porque la estrategia de Estados Unidos consiste ahora en firmar tratados de libre comercio bilaterales más que embarcarse en imposibles negociaciones con bloques.

En cambio, sí podría llevar a una “flexi-bilización” del Mercosur, propuesta compartida por los partidos opositores de los cinco socios del Mercosur. Aunque no resulta fácil entender qué significa exactamente, porque la idea suele formularse en términos abstractos, parecería apuntar a una transformación del bloque, de la unión aduanera que es actualmente a una zona de libre comercio, para lo cual habría que derogar la famosa cláusula 31, que les impide a los integrantes negociar individualmente tratados comerciales con terceros.

Un cambio de este tipo, que acercaría al Mercosur a modelos de integración más abiertos como el NAFTA o la Alianza del Pacífico, supondría abandonar el arancel unificado (por otra parte lleno de agujeros, excepciones y regímenes especiales), los proyectos de integración productiva (salvo en casos como el de la industria automotriz, escasamente desarrollados) y la convergencia económica estructural (limitada a las declaraciones de deseos de las cumbres de presidentes). En otras palabras: más que “abandonar” el Mercosur, implicaría recuperar su espíritu comercialista original –recordemos que el tratado fundacional fue firmado en 1991 por Carlos Menem y Fernando Collor de Mello– orientado a facilitar los negocios de los sectores empresariales más dinámicos de cada país.

Social

Por último, la nueva derecha tiene una cara social. Sus líderes prometen mantener los programas desplegados en la última década e incluso disputan la simbología de la izquierda, como ocurre con Capriles, que aseguró que no desarmará las misiones chavistas en caso de llegar a la presidencia, bautizó Simón Bolívar a su comando de campaña y hasta se viste con el amarillo, azul y rojo en los actos proselitistas. El hecho de que los candidatos de otros países hayan recurrido a la misma estrategia y que incluso se debata su “caprilización” (3) confirma que, como en su momento sucedió con Hugo Chávez, el primer líder de la nueva izquierda en llegar al gobierno, Venezuela dispone de una asombrosa capacidad anticipatoria.

Real o impostada, la cara social de la nueva derecha la hace competitiva, le permite combinar la apuesta al “voto de opinión” de las grandes ciudades con las redes clientelares tradicionales, a veces heredadas de las dictaduras, como sucede con la UDI en Chile y con DEM en Brasil, y en otros casos construidas por los viejos partidos populistas, como ocurre con los blancos en Uruguay o como sucede con Macri en la Ciudad de Buenos Aires, donde el PRO absorbió una parte de la densa trama del viejo PJ Capital y consiguió, en todas sus elecciones, resonantes triunfos en las comunas del Sur.

Esto marca un contraste con la mucho más ideológica derecha clásica, lo que a su vez se refleja en el perfil de sus líderes. A diferencia de los viejos dinosaurios, en general economistas estilo Alsogaray, Cavallo o López Murphy, la nueva derecha está integrada por empresarios, gestores y deportistas, de Mauricio Macri a Vicente Fox, de Samuel Doria Medina a Daniel Scioli. Hombres de acción, que casi siempre son jóvenes o se esfuerzan por parecerlo, y que combinan berlusconianamente la tradición liberal con la conservadora y exhiben una agilidad programática y un sentido de la oportunidad de una astucia ausente en sus latosos antecesores.

Novedades

Los rasgos analizados más arriba se reflejan en dos grandes transformaciones electorales. La primera es un cambio de los votantes de la izquierda, que ha ido perdiendo parte de su apoyo original en las clases medias para anclarse, cada vez más, en los sectores populares, como demuestra el movimiento del electorado del PT del Sur al Nordeste, y como revelan también los avances del Frente Amplio en el interior. Incluso Evo Morales, que arrasó en los comicios presidenciales de Bolivia, obtuvo en el núcleo altiplánico menos votos que en el pasado. La segunda novedad, que será necesario explorar con más calma, es la dificultad de los gobiernos progresistas para seducir a los votantes más jóvenes, que cada vez más tienden a inclinarse por la oposición, quizás porque la dramática experiencia del neoliberalismo permanece en ellos como un recuerdo difuso, lejano. Por todos estos motivos, y por más que todavía no logre llegar al poder, la nueva derecha aparece como un sujeto nuevo y competitivo en la política latinoamericana.

1. Véase Juan Gabriel Tokatlian, “El neogolpismo”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Nº 178, mayo de 2014.
2. Eduardo Lora, “Las reformas estructurales en América Latina. Qué se ha reformado y cómo medirlo”, BID.
3. www.artepolitica.com

LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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3) Todos los caminos conducen a Irán
Ezequiel Kopel (Agencia Paco Urondo)

A Barack Obama no le queda otra opción que emplear una estrategia cautelosa en Irak. No por deseo propio sino, simplemente, porque aún no posee un plan definido para ese país, después de abandonarlo a la órbita de Irán. Este país, de mayoría chiíta al igual que Irak, no siguió la táctica empleada por los norteamericanos cuando desbarataron la insurgencia sunita entre los años 2006 y 2008, a base de dinero y posiciones en el ejército, y dejaron que el gobierno iraquí del exprimer ministro Nouri al-Maliki profundizara una política de discriminación económica y social a la minoría sunita (durante los años de Saddam Hussein la ecuación fue a la inversa).

Pero ahora, la situación ha cambiado y la insurgencia sunita, encabezada por el Estado Islámico, ha mutado a su forma más radical y ambiciosa. Ya no sólo Irak y Siria son los amenazados: el último mensaje del líder del EI mencionando a Arabia Saudita (que, automáticamente respondió ampliando a 20 kilómetros su zona de seguridad en la frontera con Irak) demuestra que el conflicto se encuentra sólo en su fase inicial; y su escenario puede ampliarse a países tan distantes como Egipto, Pakistán o Libia.

Por el momento, Estados Unidos intenta influir mediante sus aliados en la zona, ya sean los kurdos en Irak o los supuestos moderados en Siria, con la intención de desestabilizar al Estado Islámico y no tener que lanzar una invasión estadounidense con fuerzas terrestres que podría complicar la situación aún más. No obstante, ya hay más de 3000 “asesores” norteamericanos en Irak. Una invasión -como pretenden numerosos representantes del partido republicano de Estados Unidos, envalentonados por su reciente victoria en últimas elecciones parlamentarias- sin lugar a dudas destruiría militarmente al Estado Islámico por un determinado periodo de tiempo, aunque a la larga haría a sus seguidores más numerosos y fuertes, pues les otorgaría una legitimidad medida por el peso de su contrincante, el gran satán americano, y dejaría de ser una lucha religiosa y social contra los opresores infieles chiítas o las fuerzas de la secta alawita de Basher Al Assad.

El EI comprende a la perfección esta ecuación formulada por ellos mismos, que explica sus constantes provocaciones con las decapitaciones a occidentales y el crescendo en lo gráfico de las imágenes de sus videos de propaganda: la intención del líder yihadista, Abu Bakr Al bagdadí, de que Estados Unidos se inmiscuya en el conflicto hasta quedar atrapado. De esta manera, la situación ya no volvería sólo a 2003 -cuando los norteamericanos invadieron Irak- sino a la de 2006 -cuando las tropas estadounidenses se desangraban en Irak a manos de sunitas y chiítas por igual-.

Obama cree controlar la situación pero de un día para el otro las acciones de un Senado opositor comandado por los republicanos lo pueden conducir a una acción delimitada por alguna ley: como antecedente vale recordar cómo el cierre de Guantánamo fue cancelado por las gestiones de los republicanos en el Senado y cómo el mismo Congreso logró que Obama implementara el bloqueo financiero a las ventas del petróleo iraní, incluyendo la acción a la Ley de Defensa.

Si el objetivo es improvisar sobre la marcha mientras se espera la ofensiva del gobierno iraquí -prevista para los primeros meses de 2015-, entonces Estados Unidos, en contraste, tiene dos metas bien claras en Siria: por un lado, debilitar tanto al Ejército Islámico como a la milicia pro Al Qaeda de Jabhat al- Nusra y, por otro, que el poco organizado y supuestamente moderado “Ejercito Libre Sirio” aproveche su oportunidad para tomar el lugar de esas dos organizaciones y derroque al gobierno de Basher Al- Assad. Si bien parece poco probable el éxito de este plan, que a la vez implica que el Ejercito Libre Sirio permanezca “moderado” y no degenere en algo peor -como antes sucedió con sus apadrinados talibanes afganos-, los norteamericanos tienen otro as bajo la manga: un arreglo que incluya a Irán. El acuerdo contemplaría el desarrollo de un programa nuclear iraní con “fines pacíficos” a cambio de su colaboración activa contra el Estado Islámico, que también tiene por objetivo a la república “infiel” de los ayatollahs.

Además, dejaría al ejército sirio activo y en pie, en contraposición a lo realizado por los norteamericanos cuando conquistaron Irak: purgaron su ejército de los militantes del partido de gobierno Bath, provocando así la destrucción de las fuerzas armadas, tal como quedó contemplado cuando el ejército iraquí no presentó batalla ante el avance del ejército islámico, muchos de los cuales pasaron a formar parte de las filas de los extremistas. La repetición del mismo error cometido por George W. Bush y su gabinete podría ser mucho más riesgosa en esta oportunidad y sus consecuencias, más perdurables.

Hay dos corrientes de pensamiento sobre cuál debería ser la mejor alternativa para detener al Estado Islámico; ambas contienen a Irán. Mientras una opción convoca a contemplar una alianza con el estado persa, la otra considera que Irán es parte del problema y su inclusión, que produciría el enojo de Arabia Saudita y los países del golfo, lo único que lograría sería la exacerbación del conflicto. Lo cierto es que Irán ha invertido política y militarmente en diferentes países de la región y dicha inversión ha dado sus frutos: con diversos grados de éxito, Irán controla las capitales árabes de Siria, Líbano, Irak y ahora Yemen.

En Damasco es la “joroba del camello” que sostiene al régimen de Bahser Al Assad, en Beirut funciona a través de sus aliados y súbditos del Hezbollah, en Bagdad se pudo apreciar cómo el coronel Qasem Soleimani -comandante en jefe iraní de la Guardia Revolucionaria Quds- se pasea dictando órdenes a las fuerzas militares iraquíes y las milicias chiítas y en Sana ‘a el apoyo de Irán le admitió a los rebeldes Houthis posicionarse a kilómetros del estratégico estrecho de “Bab al-Mandab”, que permite conectar el mar Rojo con el mar Mediterráneo.

Irán está dispuesto a negociar una salida en Siria que no contenga a Assad; sólo basta leer los cuatro puntos de su plan, que incluye la descentralización del poder fuera de las manos de la presidencia siria. Pero sólo lo hará bajo el amparo de un acuerdo que contemple sus ambiciones nucleares. A Irán no le importa cuánta sangre se derrame en Siria, no así en Irak, donde sus intereses son mayores y la mayoría de la población es chiíta. Sin embargo, la ecuación que calcula en ambos países es simple: con nosotros habrá sangre pero sin nosotros, habrá mucha más.

LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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4) Nigeria: “es por el petróleo, estúpido”

Boko Haram: el brazo armado de Occidente para desestabilizar Nigeria y expulsar China del Golfo de Guinea
Carlos Bake & Olivier A. Ndenkop (Investig’action)

Los amigos de Nigeria no son los que, a través de unos medios de comunicación sobreestimados, proponen su “ayuda” para luchar contra la secta islamista. Más bien se trata de abrazar el enemigo para mejor asfixiarlo. Primer país productor de petróleo en África y sexta mundial con una producción de 2.5 millones de barriles por día, Nigeria cometió el «crimen » de ceder algunos pozos de petróleo a China. Una competencia juzgada insoportable para los Estados Unidos, Francia e Inglaterra que pompean el petróleo nigeriano sin preocupaciones desde hace 50 años.

Por su parte, las petromonarquías árabes están trastornadas ante una Nigeria demasiado potente, que puede dejar de someterse al dictado de Arabia Saudí y Qatar en el mercado de petróleo y gas. A la imagen de Irán (2ndo productor de petróleo y gas) y Venezuela (5o ), que son soberanos en la explotación de su petróleo. Boko Haram es el caballo de Troya que utilizan las potencias imperialistas para oponerse a China y arruinar la primera potencia económica africana que es Nigeria, y dividirla en dos como hicieron en Sudán.

Unas preguntas para romper el tabú

Primera potencia económica africana desde el primer trimestre 2014, primer país productor de petróleo en África, Nigeria que por otro lado mantiene su cómodo rango de primera potencia demográfica del continente (180 millones de habitantes), llama cada vez más la atención de los medios de comunicación. Particularmente, en las cadenas de televisión o en las columnas de periódicos, donde a esa triple potencia que es Nigeria, de ahora en adelante se la reduce a un nombre que ha pasado a ser su sinónimo: Boko Haram. Presentado por los «grandes» medios de comunicación «presstituidos» (juego de palabras en inglés, NdT) como un grupo de «locos de Dios», Boko Haram no tendría otros objetivos que el de crear un Califato en una parte de Nigeria, a falta de someter el país entero a la ley islámica, la Sharia.

Ninguna relación con las potencias imperialo-capitalistas implicadas en una lucha a muerte para conservar la hegemonía mundial frente a China. Merced a la gran comunicación hecha entorno al «rapto» el 14 de abril de 2014 de más de 200 chicas (esta cifra varía según las fuentes) en una localidad de Chibok, la secta islamista ha adquirido una fama planetaria. Sus acciones son difundidas con el mismo énfasis con el que se censuran las de las autoridades nigerianas. ¡ Como para demostrar al mundo, paradójicamente, que el presidente nigeriano Jonathan Goodluck no tendría la menor oportunidad !

¿Sin embargo, es una sorpresa que esos medios de comunicación «olviden» sistemáticamente deciros quién saca provecho en última instancia de los crímenes perpetrados por Boko Haram? ¿Por qué nuestra gran prensa guarda un silencio cómplice sobre los orígenes del financiamiento y de las armas pesadas que permiten a los adeptos de Boko Haram sembrar la muerte en Nigeria, y pronto en Camerún? ¿Por qué los medios de comunicación de todo el mundo no difunden ese cable de Wikileaks que citaba nominalmente al embajador de los Estados Unidos en Abuja, Terence P. MacCulley, como el coordinador de acciones de desestabilización de Nigeria?

Frente a la redefinición de los equilibrios geoestratégicos impuestos por la penetración de China en África, Boko Haram, al igual que Séléka en la República Centroafricana, ha pasado a ser un arma temible para preservar el control de las multinacionales occidentales sobre las materias primas y acelerar la instalación de Africom, el mando militar estadounidense para África.

Boko Haram: ¿Quién saca provecho de los crímenes de la secta islamista?

Para invadir Irak y matar a su presidente en nombre del petróleo, los Estados Unidos de George Bush engañaron el planeta entero afirmando que Saddam Hussein, que pasó a ser un enemigo al que abatir, poseía Armas de destrucción masiva. Colin Powell fue más lejos en ese discurso, mostrando tubos de ensayo que presentó en mondovisión, como las muestras de esas armas a la disposición de Saddam Hussein. 10 años después, todo el mundo pudo constatar que se trataba de una enorme mentira made in Washington.

En 2011, un video sobre el jefe de guerra congolés Joseph Kony publicado en You Tube fue, según dicen, visto por un varios millones de internautas y ampliamente comentado en los medios de comunicación. Asombrados por los crímenes de Joseph Kony, los internautas del mundo entero creyeron que Kony habia desaparecido. En cambio, los Estados Unidos propusieron su ayuda para perseguir oficialmente las tropas del Ejército de Resistencia del Señor, cuyo jefe era Kony el «invisible». Tres años después, el resultado es el siguiente: Joseph Kony todavía está fugado. Pero bajo el pretexto de su persecución, los Estados Unidos han instalado bases militares en la República democrática del Congo, en Uganda, en República Centroafricana, etc.

Dicho de otra forma, a través de esta campaña, Washington ha instalado sólidamente sus bases militares en esa parte de África especialmente rica en minerales preciosos, muy solicitados por China que los necesita para el funcionamiento de su industrialización. (Ver el mapa siguiente)

La entrada de Nigeria en la boca del lobo

Miembro de la Organización de los países exportadores de petróleo (Opep) desde 1971, Nigeria bate el récord de golpes militares en África. El país conoció muchos grupos irrendentistas entre los cuales se cuentan el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni (Mosop) que dirigía el escritor Ken Saro-Wiwa (ahorcado en 1995) y el Movimiento para la Emancipación del Delta de Níger (Mend). El Mosop y el Mend tenían reivindicaciones claramente formuladas: gestión inclusiva de los recursos petrolíferos. Los miembros de las dos organizaciones recurrían a medios legales, bajando a la calle para manifestar su descontento, pero no dudaban en tomar las armas para atacar al poder central o a las compañías petrolíferas, origen de sus desgracias.

Boko Haram: un fantasma polifacético

Creado en Maiduguri por Mohamed Yusuf en 2002, al día siguiente de los atentados del 11 de septiembre, Boko Haram ha evolucionado al capricho de los acontecimientos políticos nigerianos y de las orientaciones geoestratégicas dibujadas por grandes potencias occidentales. De 2002 a 2006, la secta se inscribe en la lógica del reclutamiento-adoctrinamiento. No obstante, realiza algunas acciones de violencia, como para mostrar su capacidad de accion y para hacerse conocer. De 2006 a 2009, a medida que el sudista Olusegun Obasanjo se empeñaba en modificar la constitución (2006) para pretender un tercer mandato como presidente de Nigeria, Boko Haram alcanzó un nivel considerable de violencia.

Los Estados de Bauchi, Wudil, Potiskum, Maiduguri, Borno, Yobe y Kano se han convertido en el teatro de violencias incesantes. Estas violencias causaron muertos tanto en el lado de las fuerzas de seguridad como en él de los ciudadanos y los adeptos de la secta. Por otra parte, su fundador fue ejecutado en julio de 2009. Pero como una hidra mitológica, de cuya cabeza cortada nacen otras 1000, Mohamed Yusuf no murió con Boko Haram.

Boko Haram como un invitado en la lucha del poder entre el Norte y el Sur

Hay un elemento que permite comprender el aspecto endógeno del fenómeno Boko Haram. Entre 2006 y 2007, el presidente nigeriano de aquel entonces Olusegun Obasanjo, hizo uso de todas las estratagemas para apartar el candidato favorito del Norte de las elecciones presidenciales. Atiku Aboubakar, que sin embargo fue su vicepresidente de 1999 a 2007 fue primero acusado de corrupción, y después excluido del partido en el poder, el Partido Democrático Popular (PDP). Decepcionado, dejó el PDP y se presentó sin éxito a las presidenciales de 2007 en las filas del Partido Popular de Todo Nigeria (ANPP).

Finalmente, fue un enfermo Umaru Yar’Adoua, quien remplazó a Obasanjo. Yar’Adoua era ciertamente del Norte del país, pero no tenía ni el peso político, ni tampoco la adhesión popular de la que gozaba el riquísimo Atiku Aboubakar, que según los partidarios de Obasanjo era un adepto de la política de Washington. Lo seguro es que desde esta desavenencia, una más (quizás la gota que colmó el vaso) entre el Norte y el Sur del país, Boko Haram se hizo más violento que nunca.

Atacando escuelas, iglesias cristianas y otros lugares públicos. Con ese nuevo despliegue, se constata que la secta, transformada en el caballo de Troya de la élite del Norte de Nigeria, dispone de ahora en adelante de armamento pesado. Sus tropas hoy en día, estimadas a 30 000 hombres, están más disciplinadas y parecen mejor formadas. En resumen, ¡ se han vuelto más «profesionales»! Esto nos hace pensar inmediatamente en el Ejército Islámico (Daesh, en árabe) en Irak, es decir un arma de chantaje manipulada por intereses ocultos…

Finalmente, el 5 de mayo de 2010, después de la muerte del presidente nordista Yar’Adoua, que no terminó su mandato, el poder volvió al Sur con la elección de Jonathan Goodluck, oriundo de la región petrolífera del Delta del Níger. Los musulmanes del Norte se sintieron una vez más timados. Estimaron que la banda de Jonathan Goodluck y Obasanjo violó el acuerdo tácito que estipula que no sólo sean el Norte y el Sur los que dirijan el país alternativamente, sino también que cada parte elija su candidato para ser presidente.

Una disposición que el partido en el poder vulneró mucho más antes, en 2007 tanto como en 2011. De lo que puede deducirse el por qué de al acercarse las elecciones del 2015, Boko Haram multiplique los actos de terror que en el plano interno, intentan fragilizar al presidente sudista Jonathan Goodluck.

Para llevar a cabo este proyecto, los grandes medios de comunicación tienen un papel determinante. Se dedican a una comunicación selectiva que consiste en comunicar sobre las acciones de Boko Haram y a pasar por alto las acciones de las fuerzas de seguridad de Nigeria que sin embargo demostraron su potencia varias veces. En 2009 por ejemplo, el ejército nacional infligió una paliza considerable a los miembros de la secta, matando a su fundador Mohamed Yusuf y un millar de sus combatientes. En una carta del 9 de agosto de 2009, Sanni Umaru, que se presentó el sucesor de Mohamed Yusuf, reconoció la pérdida de más de 1000 hombres por parte de Boko Haram. A pesar de que el gobierno federal esté por supuesto corrompido, no es (por ahora) el elefante muerto que se nos pinta en el televisor.

Nigeria hace frente a una guerra de cuarta generación, y en ésta, la guerra de la información es un pilar central. Los mentiras mediaticas de los periódicos y televisiones «presstituidas » se convierten en obuses de mortero que son disparados de la noche a la mañana. ¡Nuestro televisor es como un soldado de infantería del enemigo instalado en nuestro propio salón, disparando todo el día en dirección de nuestro cerebro!

Con la financiación de la élite del Norte, así que la de los actores exteriores, la secta islamista se ha sobreequipado y en adelante dispone de armamento pesado y carros de combate. Además de las ayudas financieras y logísticas, esos islamistas terroristas gozan de importantes complicidades en la administración y en las fuerzas de seguridad; complicidades sin las cuales no hubiera sido posible raptar más de 200 chicas en una escuela y desaparecer sin que las dichas fuerzas les atrapasen.

Entre los financieros de Boko Haram, Qatar y Arabia Saudí encabezan el pelotón; evidentemente por cuenta del Imperio, pero con la ventaja de desestabilizar un actor mayor y su futuro rival en el mercado del petróleo y del gas. En 2050, sólo Nigeria tendrá alrededor de 400 millones de habitantes, es decir la tercera potencia demográfica del mundo. Eso no conviene a los negocios de mucha gente…

La dimensión occidentalo-imperialista: fragilizar Nigeria y apartar China

Las potencias están celosas de su posición y de los privilegios que gozan ocupando ese sitio. Se empeñan en frenar toda competencia por pequeña que sea. Por su condición de triple potencia (demográfica, económica y petrolífera) africana, sin quererlo Nigeria se ha hecho enemigos fuera del continente africano. Como si no bastara, el expresidente Olusegun Obasanjo cometió el «crimen » de romper el monopolio de las empresas occidentales en la explotación de vastos yacimientos de petróleo de Nigeria, abriendo los pozos a los chinos.

Efectivamente, durante más de un medio siglo, las compañías petrolíferas francesas, inglesas y estadounidenses reinaron como dueños imperturbables en la producción petrolífera en Nigeria. Y entonces, ¡acontecimiento inesperado! En abril de 2006, el presidente Obasanjo, que no recibió el apoyo de los occidentales en la tentativa de modificar la constitución para mantenerse en el poder, se enfadó y se volvió hacia China. Para gran perjuicio de Shell, Texaco, Chevron…, las autoridades nigerianas anunciaron con gran pompa haber firmado un contrato de explotación con la compañía petrolífera China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), por más de 2 mil millones de dólares, con una previsión de producción de 225 000 barriles por día. En el mismo sentido, el presidente Obasanjo negoció con el gobierno chino un préstamo de mil millones de dólares, para financiar la rehabilitación de las vías férreas de Nigeria y comprar el material móvil. En cuanto a China, se dio dos años para producir su primer barril de petróleo en el país de Ken Sarowiwa y de Wole Soyinka.

Este acercamiento entre Abuja y Pekín da insomnios en las capitales occidentales. Perder el control de Nigeria, que produce 2.5 millones de barriles al día, es un golpe duro para París, Londres y Washington. Tanto más cuanto que Nigeria y su vecino Camerún constituyen una especie de glaciar estratégico imprescindible para el control del Golfo de Guinea.

Por su parte, Arabia Saudí y Qatar se inquietan de ver el primer productor africano de petróleo liberarse de su tutela. Irán, segundo productor de oro negro en el mundo, se burla de las directivas de Arabia Saudí y Qatar. Venezuela, quinto productor mundial de petróleo se liberó de las directivas de las monarquías árabes y del imperialismo occidental desde hace más de un decenio. Gestiona su petróleo con la más completa soberanía. Ahora bien, Ad vitam aeternam, esas petromonarquías pretenden ser el centro de regulación del mercado de petróleo mundial. Es el único lote de consolación que les deja el imperialismo occidental. Frente a las veleidades soberanistas de Nigeria, las reacciones no tardaron en llegar.

En el país del Tío Sam, ya se sabe, ¡la mejor defensa es el ataque! La administración estadounidense lanzó precipitadamente su Mando militar para África en 2008, año en que la China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) arrancaba sus actividades petrolíferas en el primer país productor de petróleo en África. En la diligencia, los Estados Unidos no esperaron obtener un permiso de sede para lanzar Africom. Hacía falta hacer algo. De la misma manera no hacía falta esperar a que un país africano aceptara albergar Africom antes de lanzarlo. Seis años después de su nacimiento, ese Mando militar estadounidense para África aún tiene su base en…Stuttgart en Alemania.

Algunos pueden ver en ello una mera coincidencia. Pero eso no quita nada al hecho de que el Mando militar estadounidense para África no tiene como meta luchar contra el terrorismo como se dice en los discursos oficiales. Africom es la rama militar de la diplomacia estadounidense, atareada en frenar la emergencia de una potencia endógena y sobre todo en apartar China de África. Para evitar que el Imperio Medio, actual segunda potencia económica del mundo, alcance su lugar de primera potencia económica mundial, los Estados Unidos, incapaces de cerrar las fábricas chinas, impiden que éstas puedan acceder a las materias primas que les son indispensables.

La CIA manos a la obra

Apoyándose en los cables de Wikileaks, la organización Greenwhite Coalition afirma que durante muchos años, los Estados Unidos desplegaron enormes recursos para arruinar el gigante de África. Buscando en su memoria, el país de Georges Bush constató que las tropas de Ecomog (Economic Community of West African States Monitoring Group), la fuerza militar de la CDEAO (Comunidad de Desarrollo de los Estados de África del Oeste), mayoritariamente constituida de militares nigerianos, había jugado un papel importante (como institución de alto al fuego) en las guerras civiles en Liberia y en Sierra Leona durante los últimos años.

Temiendo el uso de Ecomag por Nigeria para desbancar la influencia de las grandes potencias en la subregión, el presidente Georges Bush fundó ACRI (África Crisis Response Initiative) en 2004. Con la ayuda de la CIA, ACRI reclutó a jóvenes islamistas a los que formó en la colecta de informaciones, en el manejo de armas, en las técnicas de supervivencia. Hoy en día esos jóvenes están a la disposición de la secta Boko Haram, ¡que se sirve de ellos para sembrar la muerte!

Greenwhite constata también que la CIA instaló campos de adoctrinamiento y de formación a lo largo de las fronteras porosas de Nigeria, de Camerún, Chad, y Níger. Además, otro cable diplomático estadounidense revela que para llevar al cabo la desestabilización de Nigeria, la embajada estadounidense en Nigeria ha pasado a ser un verdadero laboratorio. Para llevar a cabo eficazmente el siniestro proyecto, Washington no encontró a nadie mejor que Terence P. MacCulley para ocupar el puesto de embajador en ese país. Terence P. MacCulley no es un diplomático como los demás. No sólo es el coordinador de la política extranjera de Áfricom, sino también es uno de los arquitectos de Africa Crisis Response Initiative. Su experiencia ha sido puesta al servicio del proyecto de debilitamiento del poder federal, con el objetivo de justificar la intervención de los países de OTAN.

Es conocido de todos que los ataques de la secta islamista se están produciendo ¡con una precisión digna de un ejército profesional bien entrenado! Dispone de un número de soldados que ni siquiera los rescates obtenidos a cambio de rehenes pueden pagar. Puesto que, para reclutar, nutrir, equipar y curar a millares de combatientes, como es el caso de Boko haram, se necesita financiaciones importantes y regulares. Sin embargo, el business de los rehenes no satisface estas exigencias.

Michelle Obama y el marketing de aviones teledirigidos estadounidenses en Nigeria

Para comprender mejor la implicación de los Estados Unidos en el proceso de desestabilización de Nigeria, es menester echar un vistazo a los últimos eventos que se refieren a este país. El más reciente es incontestablemente la campaña “Bring Back Our Girls” iniciada personalmente por la primera dama de los Estados Unidos. Mientras que durante los seis primeros años de presidencia de su marido, Michelle Obama apareció como una persona reservada, en ese momento se transformó en la mascota del complejo militaro-industrial estadounidense. Al iniciar la campaña bringbackourgirls en facebook, llamó legítimamente la atención del mundo sobre el destino de las doscientas chicas raptadas por la secta islamista.

Pero lo que no se dice, es que Michelle Obama acaba así de encontrar un nuevo cielo para los drones (aviones teledirigidos estadounidenses), y un nuevo terreno de operaciones para los Marines y demás fuerzas especiales estadounidenses. En nombre de la búsqueda de las doscientas chicas, el presidente estadounidense decidió enviar 70 militares a Chad. De este modo, Obama ha aprovechado la ocasión para reforzar el número de los soldados estadounidenses en Nigeria. Hasta mayo de 2014, 50 soldados estadounidenses fueron destinados regularmente a la embajada de Estados Unidos en Nigeria. Desde ahí, 20 Marines ya se dedicaban a formar a los militares locales. La campaña iniciada por Michelle Obama ha permitido aumentar ese número.

Acuérdense de la campaña iniciada para -según se nos dijo- atrapar a Joseph Kony. Permitió a los Estados Unidos ocupar el Congo, Uganda, la República Centroafricana…La operación Bring Back Our Girls permite facilitar la ocupación de África del Oeste y establecer el eje Mogadiscio-Ouagadougou, con 12 países bajo las botas de Washington. Hasta el día de hoy, 29 países africanos han concedido el derecho de utilizar sus aeropuertos a los Estados Unidos. No olvidéis nunca que las fuerzas especiales siempre son precedidas de espías que colectan informaciones útiles, no sólo para los militares, sino también para el espionaje económico e industrial al servicio del Imperio. Ya se ve quien saca provecho de los crímenes de Boko haram en última instancia. ¡La guerra es la organización!

Boko Haram: un póker mentiroso muy rentable

Boko Haram significa «Escuela prohibida». Boko remite a “libro”, book en inglés y en cuanto a Haram significa “prohibida”. Su contrario es Halal. Pero muchos «especialistas» y «expertos» de Boko Haram prefieren la traducción siguiente: «la escuela occidental es un pecado». Sin embargo, es sorprendente constatar que Boko Haram no ataca a los intereses occidentes, que, según la definición de los «expertos», serían sus enemigos objetivos. En Nigeria, las grandes marcas occidentales saltan a la vista, especialmente las compañías de explotación del petróleo, que constituye la principal fuente de divisas del país.

En vez de atacar a esas compañías para materializar ese carácter Haram de Occidente, la secta prefiere atacar a los ciudadanos nigerianos a quienes atribuye el crimen irreparable de ser cristianos o estudiar en una escuela laica. ¿No fue Abubakar Shekau quien reivindicó el rapto de las doscientas chicas en un video? No hay la menor coherencia. Boko Haram no es lo que su nombre significa. Dicho de otra forma, Boko Haram no es lo que se os dice de él.

Contrariamente a Boko Haram, el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni y el Movimiento para la Emancipación del Delta de Níger, se oponían abiertamente a los intereses de Occidente. Los dos movimientos atacaban directamente a las multinacionales petrolíferas y a sus relevos en Nigeria. En 1992, tres años antes de su ahorcamiento en Port Harcourt el 10 de noviembre de 1995 por el régimen de Sanni Abacha, el escritor Saro-Wira (asesinado con 8 de sus compañeros de lucha del Mosop), acusaba claramente las compañías petrolíferas diciendo: «La explotación petrolífera ha transformado el pais Ogoni en un inmenso terreno donde nada crece. Las tierras, los ríos y los arroyos están contaminados; la atmosfera está envenenada, contaminada por vapores de hidrocarburos, de metano, de óxido de carbono y de hollín arrojado por la combustión que, desde hace treinta años, produce la quema de gases durante las 24 horas del dia en zonas habitadas. El territorio Ogoni ha sido devastado por lluvias ácidas y los derrames o surgimientos de hidrocarburos. La red de de oleoductos de fuerte presión, instalada en todas partes en las tierras cultivadas y en los pueblos Ogoni, constituye una peligrosa amenaza para los habitantes». La petrolera Shell, perseguida por los familiares de las víctimas por haber sido cómplice en el asesinato de Saro-Wiwa y sus amigos, aceptó pagar una indemnización de 15,5 millones de dólares en junio de 2009.

El rescate de la mala gestión

Si Boko haram recluta con tanta facilidad en Nigeria, también es porque los que sucedieron a la presidencia de este país se han lucido mediante una redistribución injusta de los beneficios del petróleo. Buena muestra de ello es que la diferencia entre la tasa de escolaridad entre el Norte y el Sur del país es abismal. Lo mismo sucede en el ámbito sanitario. De 100 000 mujeres embarazadas en Nigeria, 1800 mueren en el Norte, contra 80 en el Sur. Frente a esta miseria aceptada por los hombres políticos, generalmente enredados en asuntos de corrupción y malversación de los fundos públicos, la población de las zonas abandonadas pasa a ser fácilmente manipulable.

Para atraer a un máximo de adeptos, a quienes finalmente supo convertir al Yihad, en sus prédicas Mohamed Yusuf, el fundador de Boko haram, siempre insistía acerca de esas desigualdades. Acusaba al poder central como el responsable del paro de los jóvenes. Numerosos eran esos jóvenes quienes, después de haber cumplido su formación universitaria, esperaban el primer empleo. Usando todos los subterfugios para apartar al nordista Atiku Abubakar y posicionar al enfermo Omaru Yar’Adoua, Olusegun Obasanjo reforzó la división social entre Norte y Sur, mientras que Boko haram prospera rápidamente en el Norte al contar con el apoyo de la élite nordista. Los nordistas están dispuestos a todo para que un sudista no gane las elecciones presidenciales de 2015.

Los resultados de esas consultas probablemente determinarán el curso de la historia de Nigeria. Si un sudista gana las elecciones, es verosimil que los actos terroristas sigan multiplicándose. Por cierto, que un informe circunstancial del National Intelligence Council de los Estados Unidos, habla de una probable división de Nigeria en dos partes en 2015. Sin embargo, si un nordista gana, las cosas serán diferentes. Los musulmanes verían la llegada de uno de los suyos a la presidencia del país, como si se tratase de la corrección de una injusticia. Como un instrumento al servicio de la élite del Norte, Boko haram habrá así llevado a cabo una de sus misiones históricas. Dado que también -y ante todo-, está al servicio de las potencias extranjeras, Boko haram podrá entonces trasladarse a otro país, exactamente como lo hicieron los yihadistas takfiries cuando abandonaron la Libia conquistada, para ir a la Siria de Bachar Al-Assad. En resumen, sus combatientes podrán ser enviados a un nuevo frente para una misión similar: oponerse a China y obtener contratos leoninos para las multinacionales occidentales.

Después de Nigeria, ¿Camerún?

Camerún es el blanco ideal de las potencias imperialistas occidentales. ¿Por qué el Camerún de Paul Biya? Como el presidente centroafricano François Bozize, derrocado por una coalición rebelde en marzo de 2013, Paul Biya tiene la mala suerte de haber decidido diversificar los socios económicos de Camerún. Así, ese país considerado desde hace cerca de un siglo como un bastión inexpugnable de Francia, ha abierto ampliamente sus puertas a China. En 10 años, ésta última ha suplantado Francia en la economía camerunesa. Ganando progresivamente todos los grandes proyectos: construcción de los embalses de Mekin y M’mvelle, construcción de la autovía Duala-Yaundé, construcción del complejo industrialo- portuario de Kribi, etc.

Camerún también es considerado como el cerrojo del Golfo de Guinea así como el gatillo de toda África. También se le llama «África en miniatura». Desestabilizar ese país es la garantía de haber prendido el fuego a todo el Golfo de Guinea. Ya hace más de dos años que las incursiones de la secta islamista destruyeron casi todas las transacciones comerciales del ganado en el Norte de Camerún, mientras que la miseria social es precisamente la razón de esencial por la cual estos yihadistas reclutan con tanta facilidad. La estrategia del caos está pues en marcha. Hasta ahora, los únicos rehenes occidentales atribuidos o reivindicados por la secta nigeriana fueron raptados en…Camerún.

El 19 de febrero de 2013, una familia francesa constituida por Tanguy Moulin-Fournier y su esposa, sus cuatro hijos, y Cyril, el hermano de Tanguy, fueron raptados en el extremo-Norte del Camerún. De visita a Grecia, François Hollande declaró enseguida que el grupo que tenía entre sus manos a la familia francesa era Boko Haram. Boko Haram aún no habia hecho ninguna reivindicacion de aquel secuestro. Hizo falta esperar al día 21 del mismo mes, para que Aboubakar Shekau, el jefe de la secta del momento, hiciese la reivindicacion. En noviembre del mismo año 2013, otro francés de 42 años, Georges Vandenbeusch fue raptado otra vez en la localidad de Nguetchewé, en el Norte del Camerun. El Consejo episcopal de Camerún no hizo ningún comunicado haciendo público aquel secuestro. De la misma manera, el consejo se quedó mudo después de la liberación de Vandenbeush, el día 31 de diciembre.

¡Qué poco habitual! Cuando un cura católico está en dificultad, el Consejo episcopal toma una posición oficial, condenando el acto. Lo que nunca fue el caso para Georges Vandenbeusch , quien sin embargo era presentado como cura católico. A continuación, el 5 de abril de 2014, los curas italianos Giampaolo Marta y Gianantonio Allegri, así como una sor canadiense, fueron secuestrados en Tcheré, una localidad a más o menos 20 kilómetros de Marua, capital de la región del Extremo-Norte del Camerún. El secuestro fue atribuido a la secta islamista ¡Uno pensaría que Boko Haram sólo ve a los occidentales en Camerún!

De hecho, a través de esos secuestros, la secta islamosta y sus financiadores imperialistas quieren mostrar a la opinión internacional que el régimen de Yaundé es incapaz de asegurar la protección de sus ciudadanos y de los extranjeros, y preparan de ese modo las mentalidades para a una futura ocupación militar del pais, como ha sucedido en la República Centroafricana.

Un nuevo mapa de Africa se está dibujando. Las fronteras heredadas de la colonización ya no satisfacen a los intereses de quienes las trazaron en aquella época. Algunas informaciones serias predicen la constitución de un nuevo estado reagrupando el Norte de Nigeria, de Camerún, de la República Centroafricana y el Sur de Chad, y que será un emirato islámico como el que se está preparando en Irak.

Finalmente, la guerra contra Muammar Gadafi en Libia no tiene nada distinto de la que hundió Mali en el Caos. La diferencia entre el derrocamiento de Laurent Gbagbo, en Costa de Marfil, y el de François Bozize en la República Centroafricana es la identidad de los presidentes derrocados. En Nigeria, las acciones de Boko Haram satisfacen los mismos interesen que las de Seleka. En estos tiempos de quiebra económica en Occidente, los países de la OTAN, dirigidos por la nueva pareja antropófaga, Estados Unidos-Francia, quieren refrenar la penetración china y recuperar los enormes recursos naturales disponibles en esta parte del mundo.

También se trata de desestructurar el continente africano, que sin duda será la primera potencia demográfica mundial en 2050 con una población de dos mil millones de habitantes. En esta tercera guerra mundial que es la lucha por la hegemonía planetaria, cualquier Estados soberano constituye un peligro para Occidente; en este sentido, cualquier estado lo suficientemente grande debe ser fragmentado en entidades fácilmente manipulables como en Sudán, y como está previsto para Irak.

Es probable que la guerra sea larga y amplia. Como también lo es una campaña de ocultación de las verdaderas causas. Y la gran fuerza del imperialismo reside en el hecho de que es experto en el juego de achacar las responsabilidades a los demás; lo que no favorece la comprensión de las causas profundas y de los objetivos finales de los conflictos contemporáneos. A este nivel de la cuestión, a los africanos sólo les quedan dos elecciones que hacer: O bien luchar por su liberación completa y definitiva, y trabajar para ser la primera potencia emergente del siglo XXI, O bien aceptar una nueva colonización, ¡que esta vez puede que dure 1000 años!.

Fuente: Journal de l’Afrique n°3, Investig’Action

Traducido del francés al español por Guechoua Lionel para Investig’Action

LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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5) Los sijs, víctimas de persecución religiosa en Pakistán
Ashfaq Yusufzai (IPS)

Balwan Singh, un comerciante sij de 84 años que vive en la provincia pakistaní de Jyber Pajtunjwa, ya superó hace rato la edad para retirarse, pero todas sus ilusiones de pasar sus años dorados en paz y seguridad se hicieron trizas.

La comunidad sij de Pakistán está integrada por 40.000 de los 182 millones de habitantes del país. Y aunque constituye una minoría diminuta, sus miembros se sienten muy unidos a Pakistán, donde se cree que nació Guru Nanak, fundador del sijismo. Los sijs viven desde el siglo XVII en la frontera entre Afganistán y Pakistán, en medio de tribus de idioma pashto. Sin embargo, en la última década las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA) –otrora remanso de seguridad para los sijs que huían de la persecución religiosa– se volvieron un lugar hostil, violento y, a veces, directamente mortal para esa comunidad religiosa.

Para muchos, ahora la situación implica un verdadero regreso a las oscuras épocas de la persecución religiosa. Balwan Singh es apenas uno de los muchos sijs que abandonaron sus hogares y negocios en las FATA para refugiarse en la vecina Jyber Pajtunjwa (ex Provincia de la Frontera Noroccidental). “Estamos extremadamente preocupados por la seguridad de nuestras pertenencias y nuestras propiedades”, dijo a IPS este hombre que ahora está al frente de una tienda en la capital de la provincia, Peshawar.

Aquí, él está registrado como desplazado, junto con otros 200.000 que huyeron en bandadas de las FATA desde que en 2001 grupos insurgentes empezaron a ejercer control sobre la región. Llamando “infieles” a los sijs, el movimiento extremista Talibán y otros grupos armados dispararon una ola de hostilidad hacia la comunidad, destruyendo comercios y secuestrando a varias personas. Otros recibieron amenazas de grupos islámicos del área, que los obligaron a pagar un impuesto por ser “no musulmanes”.

Según registros policiales, solo en el último año y medio fueron asesinados ocho sijs. Cuando Balwan Singh llegó a Peshawar fue uno de 5.000 que buscaban seguridad. “Queremos volver, pero las amenazas de los insurgentes obstaculizan nuestros planes”, explicó. Karan Singh, otro sij oriundo de la agencia de Jyber, una de las siete que integran las FATA, dijo que los pedidos al gobierno para que los ayudara a volver de manera segura cayeron en oídos sordos.

“Tal vez el gobierno no nos concede el permiso de volver porque no quiere enfurecer al Talibán”, especuló quien también es un desplazado que actualmente vive en Jyber Pajtunjwa. A este hombre de 51 años, que ahora posee una tienda de productos médicos en Peshawar, le preocupa el escaso movimiento del negocio. “Ganábamos buen dinero con la venta de medicinas en la agencia de Jyber, pero agotamos todo nuestro efectivo desde que fuimos desplazados”, dijo.

De hecho, muchos sijs eran dueños de negocios, contribuyendo en gran medida a la economía del norte de Pakistán. Ahora, cientos de comercios están abandonados, y decenas de sijs dependen de la ayuda del gobierno. La familia promedio necesita unos 500 dólares mensuales para sobrevivir, suma muy superior al paquete de asistencia de 200 dólares que actualmente reciben.
La situación dio un giro dramático en junio de este año, cuando una ofensiva patrocinada por el gobierno en la agencia de Waziristán del Norte, que buscaba erradicar de allí a los insurgentes de una vez por todas, obligó a decenas de personas a huir de sus hogares en medio de los bombardeos. Unas 500 familias sijs estuvieron entre quienes escaparon a Peshawar. Ahora viven en campamentos improvisados, incapaces de ganarse la vida, acceder a suministros y centros médicos o enviar a sus hijos a la escuela.

Mientras algunas familias son trasladadas y reubicadas, los sijs se quejan de que siempre los dejan de lado. “Visitamos puestos de registro establecidos por el gobierno para facilitar nuestra repatriación, pero fue en vano”, relató Karan Singh. Nazir S. Bhatti, presidente del Congreso Cristiano de Pakistán, dijo que “unas 65 familias cristianas, 15 hindúes y 20 sijs todavía tienen que registrarse en el puesto de control tras abandonar la agencia de Waziristán del Norte, que las ha privado de (la posibilidad de acceder) a asistencia de alivio”.

Según Mohammad Rafiq, profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Peshawar, los sijs son la minoría religiosa más grande de Pakistán, después de los hindúes y los cristianos. Rafiq dijo a IPS que estas minorías no solo tienen que lidiar con el Talibán, sino con otros fundamentalistas islámicos que consideran a todo no musulmán como una amenaza a su religión. Siguiendo la misma lógica, los hindúes y los cristianos enfrentan problemas similares: amenazas, desalojos y, a veces, intimidación violenta.

Los secuestros para cobrar rescates también surgieron como un problema importante: unos 10 sijs fueron secuestrados solamente el año pasado, alentando a muchos a empacar sus pertenencias y marcharse a ciudades como Peshawar, señaló Sardar Bishon Singh, expresidente del Comité Sij Gurdwara Parbandhak de Pakistán. Su comercio en Lahore, capital de la provincia de Punjab donde vive, fue saqueado en septiembre de 2013, pero según él la policía ni siquiera registró su denuncia. Le robaron 80.000 dólares, relató. La policía tiene miedo porque “los talibanes están involucrados” y no puede hacer nada contra ellos, sostuvo.

Las raíces políticas

Expertos señalaron que el problema va más allá de la persecución religiosa en las conflictivas áreas tribales de Pakistán, y que se originan en las raíces mismas del sistema político del país. “La Constitución limita los derechos políticos de los no musulmanes de Pakistán”, dijo Javid Shah, un abogado que reside en Lahore. “Solo los musulmanes tienen permitido ser presidente o primer ministro, o ser jueces del Tribunal Federal de la Shariá, que tiene el poder de revocar cualquier ley que considere antiislámica”, explicó.

Él cree que estas cláusulas de la Constitución han alentado a la mayoría de los pakistaníes a tratar a las minorías como ciudadanos de segunda categoría. Esta mentalidad quedó clara en distintos episodios. El 6 de agosto, el comerciante sij Jagmohan Singh fue asesinado y otros dos resultaron heridos en un ataque contra un mercado en Peshawar. Antes, el 14 de marzo, mataron a dos sijs en el distrito de Charsadda, en Jyber Pajtunjwa. Aunque los testigos oculares denunciaron negligencia de parte de las autoridades, algunos creen que el gobierno hace todo lo que puede por afrontar la situación.

El legislador Sardar Sooran Singh, de Jyber Pajtunjwa, insistió en que los sijs gozan de los mismos derechos que los ciudadanos musulmanes, y que el gobierno también los protege. El jefe de policía de Peshawar, Najibullah Kan, dijo a IPS que sus oficiales estuvieron patrullando mercados de la ciudad donde comercios de dueños sijs podrían ser atacados. “También les hemos sugerido que eviten salir de noche, y que informen a la policía sobre cualquier amenaza que reciban”, añadió.

Editado por Kanya D’Almeida

LUNES 24 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR Coordinación : Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO – URUGUAY / comcosur@comcosur.com.uy / http://nuevo.comcosur.org / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional ni personal. / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín, no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión./ Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
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