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MARGARITA PISANO, FEMINISTA LATINOAMERICANA

COMCOSUR MUJER
Fundado por Yessie Macchi
AÑO 11 -No. 455/ Junio de 2015
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación y búsqueda: Beatriz Alonso, Cecilia Duffau y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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«Hay que dar vuelta el mundo. Cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada, es una acusación…” Rosa Luxemburgo
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NOTICIAS
LA MENSTRUACIÓN EN UN DOCUMENTAL
LA LUNA EN TI: UN SECRETO DEMASIADO BIEN GUARDADO

BANGLADESH
SE PROPAGAN ONDAS DE IGUALDAD DE GÉNERO

CHILE
MARGARITA PISANO. FEMINISTA LATINOAMERICANA

INDIA
“AMIGAS LEGALES” CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

TEMAS DE COMCOSUR MUJER
VIDEOJUEGOS Y SEXISMO
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LA MENSTRUACIÓN EN UN DOCUMENTAL
LA LUNA EN TI: UN SECRETO DEMASIADO BIEN GUARDADO

UN VIAJE A LAS RAÍCES DE LA FEMINEIDAD Y LA VIDA

“Hay quien cree que la menstruación es incompatible con el sexo. Hay quien piensa que hace que las flores se marchiten, las frutas caigan de los árboles y el sol desaparezca. ¡Y de hacer mayonesa, ni hablemos!”

Diana Fabiánová aprendió de niña que nunca debía decir a un hombre cuando tenía la menstruación. Pasó el tiempo y se dio cuenta de que no tenía por qué avergonzarse ante un hecho fisiológicamente normal que nada tiene de sucio ni impuro.

75 minutos sobre la menstruación en una película documental que muestra una mirada limpia sobre este tabú que ha de dejar de serlo.

Diana, como tantas mujeres, ha estado padeciendo menstruaciones dolorosas desde hace años y cada mes se plantea la misma pregunta: “¿Por qué tanto dolor y molestias si estoy sana?” La directora así empezó a buscar otras formas de entender la menstruación.

Fue por Eslovaquia, Brasil, España, Australia, USA y Reino Unido. Entrevistó a médicos, antropólogos, sociólogos, psicoanalistas, ginecólogas y otros expertos como la psicoterapeuta y referente mundial en salud femenina Alexandra Pope o Morgaine, sacerdotisa Celta Reclaiming.

Pone la menstruación sobre la mesa. El tema tabú, del que no se debe hablar, considerado incluso como una causa de relegación de la mujer a un papel de persona enferma y poco válida es sacado a la luz.

La luna en ti es el debut de Diana Fabiánová como directora y de Jerónimo Molero como productor. Han sido cuatro años de trabajo de creación de un documental que cuenta con spots antiguos y animaciones de plastilina y 3D para explicar la vida de un óvulo.

En Gotham (Nueva York) tuvo una Mención especial del jurado y en Málaga recogerán un premio dentro de la sección paralela por su reafirmación de los derechos de la mujer. Olivier Samouillan y Pierre Bats, de Publicmusic.eu han compuesto la música del largometraje y la distribución en España la hace Karma Films.

Ecoportal.com / COMCOSUR MUJER No. 455 – junio 2015

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2) ONDAS DE IGUALDAD DE GÉNERO SE PROPAGAN POR BANGLADESH

Si algo reflejan los titulares de los medios de comunicación de Bangladesh es que las mujeres no tienen un papel significativo en los asuntos que afectan al país ni en los que les conciernen particularmente.

Una investigación de la organización no gubernamental Bangladesh Nari Progati Sangha (BNPS) estudió la presencia femenina en 3.361 noticias en un lapso de dos meses.

«La mayoría de nuestra audiencia es pobre. No tienen televisión ni pueden leer diarios, entonces la radio FM, que está disponible hasta en el celular más barato, es muy popular»: Sharmin Sultana.
“Solo 16 por ciento de los artículos de diarios, 14 por ciento de los noticieros de la televisión y 20 por ciento de los informativos radiales consideraron a las mujeres como sujetos o las entrevistaron”.

Menos de ocho por ciento de las noticias tuvieron como protagonistas a las mujeres. De las pocas profesionales que aparecieron en la televisión, 97 por ciento leían las noticias, mientras que el restante tres por ciento entraron en la categoría de “periodistas”.

Solo 0,03 por ciento de los artículos de opinión tuvieron una firma femenina.

El estudio reveló que si bien las fotografías mostraban más mujeres que hombres, a ellas las citaban menos veces, demostrando la veracidad del viejo proverbio bangladesí de que las mujeres “se ven, pero no se escuchan”.

Pero las mujeres que no están dispuestas a quedarse de brazos cruzados ante esta situación que reflejan las estadísticas, decidieron utilizar la radio como herramienta para dar voz a sus congéneres y destacar asuntos relativos al medio rural.

Las mujeres representan 49 por ciento de los 157 millones de habitantes de Bangladesh. La mayoría se concentran en áreas rurales, donde viven 111,2 millones de personas, 72 por ciento de la población.

La distancia entre las mujeres y los centros urbanos, donde se toman las decisiones, las cubre con un doble manto de invisibilidad.

Según el estudio de BNPS, solo 12 por ciento de los artículos de diarios, siete por ciento de los noticieros de televisión y cinco por ciento de los informativos radiales se dedican a las zonas rurales, pese a que las ciudades solo ocupan ocho por ciento del territorio nacional y solo concentran a 28 por ciento de la población.

La ausencia de mujeres y de temas vinculados a ellas en los medios es una tendencia peligrosa en un país que en el último Índice de Desigualdad de Género, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, se ubica en el lugar 142, entre 187 estados, lo que lo deja entre las peores posiciones en la región de Asia Pacífico.

El estudio de BNPS también revela que menos de uno por ciento de las noticias estudiadas menciona si quiera la desigualdad de género y solo 11 artículos cuestionaron los estereotipos de género.

Dado el gran analfabetismo en Bangladesh, solo 59 por ciento de la población sabe leer y escribir, muy por debajo del promedio mundial 84,3 por ciento, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, no puede subestimarse la importancia de la radio.

Aun en un país donde 24 por ciento de la población es pobre, la radio está generalizada, pues es un medio relativamente barato de conectarse con el mundo y es extremadamente popular entre millones de familias rurales.

Alzando la voz de las mujeres rurales

Momena Ferdousi, una estudiante de 24 años, es la productora de Radio Mahananda, una emisora comunitaria creada en 2011 que llega a miles de familias campesinas en el noroccidental distrito de Chapai Nawabganj.

Ondas de igualdad de género se propagan por Bangladesh
Cada vez más mujeres en Bangladesh se vuelcan a las radios comunitarias como forma de generar conciencia sobre asuntos de interés para la población femenina. Crédito: Naimul Haq/IPS
La joven promesa profesional de la radio contó a IPS que no estaría dónde está si no fuera por la organización Bangladesh NGOs Network for Radio and Communication (BNNRC).

El trabajo de BNNRC permitió la formación y capacitación de mujeres para diversos papeles como productoras, presentadoras, conductoras, periodistas y directoras de radios en 14 emisoras comunitarias regionales en todo el país.

A varios kilómetros de allí, la voz de Sharmin Sultana en Radio Pollikontho, que transmite en el nororiental distrito de Moulvibazar, llega a unas 400.000 personas dispersas en un radio de 17 kilómetros.

Con cinco horas diarias de programas, concentrados en temas que atañen a las mujeres rurales, Radio Pollikontho llenó un gran vacío en la comunidad.

“Es una sensación increíble conducir un programa en vivo con invitadas y responder a las solicitudes de nuestra audiencia para tratar temas de salud, derechos de las mujeres, injusticia social, educación y agricultura”, relató Sultana.

“La mayoría de nuestra audiencia es pobre”, explicó. “No tienen televisión ni pueden leer diarios, entonces la radio FM, que está disponible hasta en el celular más barato, es muy popular y la demanda de programas interactivos aumenta día a día”, añadió.

En este país, solo 16,8 millones de mujeres tienen un empleo en el sector formal, de las cuales la vasta mayoría realiza trabajos domésticos no remunerados, además de sus obligaciones en la finca familiar o en otras tareas en el campo.

La dependencia económica las deja vulnerables a la violencia doméstica. Un estudio de la Oficina de Estadísticas de Bangladesh concluyó que 87 por ciento de las mujeres casadas consultadas habían sufrido agresiones físicas a manos de sus maridos, mientras que 98 por ciento habían sido violadas en algún momento por sus maridos.

El estudio también reveló que una de cada tres mujeres casadas consultadas había sufrido “abuso económico”, la retención de los bienes económicos de la pareja con el fin de perpetrar la dependencia económica.

Otros problemas como el matrimonio infantil también forman parte de los boletines información en las radios comunitarias destinadas a la población femenina. Según datos de las Naciones Unidas, alrededor de 66 por ciento de las niñas bangladesíes se casan antes de los 18 años.

La directora ejecutiva de BNNRC, A Bazlur Rahm, pionera en la radiodifusión rural en Bangladesh, dijo a IPS: “Temas como la asignación de fondos, la falta de saneamiento, la violencia contra las mujeres, la lucha contra la corrupción y la educación de niñas suele quedar fuera de la atención de las autoridades. Pero si les podemos dar voz, los problemas desaparecerán gradualmente”.

Cada vez que la voz de una mujer se difunde por la radio, quiere decir que otra más está escuchando su historia, aprendiendo sus derechos y acercándose a la igualdad. Resta por ver qué logros concretos se conquistan para la población femenina de Bangladesh.

IPS /COMCOSUR MUJER No. 455 – junio 2015
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3) CHILE
MUERE MARGARITA PISANO, DESTACADA FEMINISTA LATINOAMERICANA

“La rebeldía tiene la potencialidad de crear, de imaginar y de proyectar, porque es una energía infinita y transformadora que piensa antes que en un cuarto propio en un cuerpo propio. La rebeldía es el comienzo de la libertad”. Margarita Pisano

Margarita Pisano falleció el pasado martes 9 de junio, dejando un fuerte legado y aporte al movimiento feminista regional y chileno. Fundadora de la Casa de la Mujer La Morada, Radio Tierra y del Movimiento Feminista Autónomo local.

Margarita Pisano fue una enérgica luchadora contra la tiranía de la dictadura militar, articulando al movimiento de mujeres y feminista de oposición durante la década del 80’ bajo el lema de «Democracia en el país, en la casa y en la cama»

Arquitecta y activista por los derechos de la mujer, critica al sistema neoliberal y la autocracia, fue una de las más destacadas teóricas feministas chilenas y autora de diversas publicaciones: Feminismos cómplices: gestos para una cultura tendenciosamente diferente (1993), Deseos de Cambio o…¿El Cambio de los Deseos? (1995), Un Cierto Desparpajo (1996), El Triunfo de la Masculinidad (2001), Julia, quiero que seas feliz (2004) y Una historia fuera de la historia (2009) Espiritualidad: una reflexión desde el género (1990), Feminismo: pasos críticos y deseos de cambio (1990), Reflexiones feministas (1990), El signo de las mujeres en nuestra cultura ( 1990).

La autonomía

Tras años de compartir barricadas comunes mujeres, obreros, pobladores, estudiantes, organizaciones de izquierda y sociales, un grupo de feministas -entre ellas Pisano- decide divorciarse de las organizaciones y partidos de izquierda, que durante años arraigó en su seno la moral conservadora y machista, replicando sin cuestionamiento el discursos patriarcal dominante. Si bien muchas de estas críticas eran correctas, el problema fue que igualaron a todos los partidos con esa estrategia y así se divorció en muchos casos la lucha de las mujeres de la lucha de la clase trabajadora y otros sectores sociaes.

Nacía así, como en el resto de latinoamericana, el Feminismo Autónomo, que buscó redibujar caminos, buscar teóricas y prácticas políticas propias, poniendo al centro autorreflexión y alejándose por completo de todo lo que pudiese ser “patriarcal” y abandonando la lucha por el sentido común de las masas.

La Izquierda Diario Chile / Semanario alternativas / COMCOSUR MUJER No. 455 – junio 2015
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INDIA

“AMIGAS LEGALES” CONTRA LA VIOLENCIA MACHISTA

Mamta Bai, de 36 años, recuerda claramente la primera vez que la policía acudió a su aldea en el centro de India: fue en diciembre de 2014, su vecina había quedado inconsciente tras recibir una golpiza de su marido alcoholizado, y ella tuvo que realizar una llamada de auxilio a la comisaría más cercana.
Los oficiales retiraron al agresor de su casa y le preguntaron a las mujeres presentes si querían que lo detuvieran. Sí, respondieron al unísono.

Pero primero pidieron que lo dejaran atado a un poste en medio de la aldea dentro del municipio rural de Betul. “Queríamos que todos vieran lo que le pasaría a los golpeadores que agredían a sus esposas de aquí en adelante”, recordó Mamta Bai, quien se desempeña como “kanooni sakhi” (amiga legal, en hindi) en la organización Narmada Mahila Sangh (NMS).

La agrupación, que ayuda a las víctimas de violencia machista a buscar justicia, está presente en 213 pueblos del central estado de Madhya Pradesh.

A sabiendas de que el abusador pasaría unas pocas noches en prisión y volvería a su casa y a los mismos hábitos, las mujeres unidas lograron que el hombre le firmara una carta al jefe de policía en la que se comprometía a nunca más volver a golpear a su esposa.

“Queríamos que aprendiera la lección. La detención y la humillación de estar atado a un poste a la vista de todos le dio miedo”, relató Santri Bai, otra integrante de NMS. “Ahora lo sabe, somos 42 mujeres dispuestas a mandarlo a prisión si vuelve a golpear a su mujer”, subrayó.

Tortura, quemaduras, muerte

NMS trabaja en los distritos (municipios) de Betul y Hoshangabad en Madhya Pradesh, un estado con un grado de violencia de género excepcionalmente alto, con 62 por ciento de las mujeres víctimas de alguna forma de abuso, 10 puntos por encima del promedio nacional de 52 por ciento.

Los abusos incluyen violencia sexual, violación marital, asesinato, golpizas, asesinatos por asuntos vinculados a la dote, y en el caso de mujeres acusadas de brujería, tortura y quemaduras.

Entre 2013 y 2014, el estado registró 10.000 actos de violencia contra mujeres, 4.000 de los cuales ocurrieron en Betul.

Pero NMS no se fundó en 2002 para frenar la violencia de género, sino para ayudar a las mujeres a lograr el empoderamiento económico.

Según la Comisión de Planificación de India, 35 por ciento de la población de Madhya Pradesh vive en condiciones de extrema pobreza, superando el promedio nacional de 25 por ciento. Es decir que 30 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día.

“Comenzamos a participar en reuniones y visitar nuestras casas para discutir distintas formas de ingresos y nos interesamos en asuntos familiares, como la educación de los hijos”, relató Asha Ayulkar, de la aldea de Chiklar, cerca de Betul.

“Los hombres se enfurecieron porque lo vieron como un desafío a su autoridad y un rompimiento con la tradición, y las golpeaban como castigo”, subrayó.

En 2013, con 9.000 integrantes, NMS comenzó su cruzada con el convencimiento de que la situación de las mujeres no mejoraría si no se atendían al mismo tiempo los valores patriarcales profundamente arraigados.

Educación colectiva, apoyo comunitario

El primer objetivo fue asegurar la capacitación, ya que muchas mujeres en áreas rurales apenas tienen educación formal, cuanto menos un conocimiento legal especializado.

La alfabetización en Madhya Pradesh ronda 70 por ciento de su población, pero cae a 60 por ciento en el caso de las mujeres, lo que tampoco refleja la realidad, pues muchas adolescentes suelen abandonar la escuela antes de terminar la secundaria.

Con ayuda de organizaciones de la sociedad civil como Prada, 30 integrantes de NMS se capacitaron en asuntos parajudiciales y luego se conviertieron en talleristas que capacitaron a otras mujeres sobre leyes y políticas vigentes y sobre cómo realizar una investigación básica antes de recurrir a la policía.

“También aprendimos sobre cómo hablarle a una sobreviviente y ayudarla, una Kanooni Sakhi debe reunirse con ella a solas, mirarla a los ojos y ser firme, pero comprensiva”, explicó a IPS.

“Aprendimos sobre el Código Penal y sus artículos vinculados a la tortura, la agresión, la violación y la muerte relacionada con la dote”, acotó Ayulkar, quien tiene 50 años y a pesar de solo estudiar hasta sexto grado, actualmente es la especialista parajudicial más respetada del distrito y con un éxito superior a 80 por ciento de los casos.

Menos burocracia

La iniciativa puede parecer pequeña dada la generalización de la violencia machista en este país de 1.200 millones de habitantes.

El abuso sexual y físico está muy subregistrado en toda India. Un estudio de la revista American Journal of Epidemiology reveló que solo dos por ciento de las víctimas denuncian episodios violentos.

Parte de la explicación puede ser la lamentable escasez de condenas. La Oficina Nacional de Registro de Delitos estima que solo 30 por ciento de los casos terminan en una pena. Es decir que siete de cada 10 imputados quedan libres.

Y aun los condenados quedan libres a los pocos años, o a veces, incluso, a los pocos días.

“NMS capacita a las mujeres sobre cómo realizar la denuncia, cómo pedir un abogado público cuando no pueden pagarse uno y cómo realizar un seguimiento de su expediente mediante la ley de Derecho a la Información”, dijo Mamta Bai a IPS.

“Las mujeres ahora llevan registros de cada caso”, relató Angana Gupta, directora adjunta de L&T Finances, una de las organizaciones asociadas con Prada.

Repercusión social

El aprendizaje de cuestiones legales resultó ser la parte más fácil, lo más difícil fue, y sigue siendo, cambiar los comportamientos y actitudes sociales en las áreas rurales.

Ramvati Bai, de la aldea de Bakud, era una viuda con dos hijos que tuvo que soportar durante tres años los abusos sexuales y las agresiones de su suegro hasta que juntó valor para denunciarlo, pero la policía consideró que se trataba de un “asunto familiar”.

Con ayuda de NMS, la policía registró la denuncia y detuvo al hombre. Pero la familia se puso en contra de Ramvati y la echaron de su casa. Por suerte pudo rehacer su vida gracias a la ayuda de esta organización.

Pero Nirmala Bai, de 28 años, no tuvo la misma suerte. Murió en 2013 presuntamente estrangulada por su esposo, quien luego le prendió fuego. La policía detuvo al hombre, quien fue acusado de incitar al suicidio, pero le otorgaron la libertad condicional.

Aunque NMS no se detuvo y buscó justicia para Nirmala, finalmente tuvo que abandonar el caso porque su familia se negó a declarar como testigo.

Las integrantes de NMS no se dejan desanimar por esos reveses. Mantienen los programas de microcrédito y defienden a quienes necesitan su ayuda.

“Queremos una vida digna y libre de violencia”, subrayó Ramvati Bai en conversación con IPS. “No hay nada más importante que eso”, acotó.

IPS / COMCOSUR MUJER No. 455 – junio 2015
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TEMAS DE COMCOSUR MUJER

VIDEOJUEGOS Y SEXISMO

Si a través de los juegos los niños y las niñas aprenden en múltiples direcciones, resulta necesario analizar qué pasa con los populares videojuegos en la actualidad.

El juego es un aprendizaje para la vida. A través de los juegos y los juguetes los niños y las niñas aprenden a socializarse, a desarrollar sus capacidades y sus habilidades y a ver el mundo. Actualmente los videojuegos son el juguete más regalado a niños (en menor medida a niñas) y adolescentes.

Los videojuegos constituyen instrumentos mediante los que el niño y la niña comprende el medio cultural que le rodea. Por eso hemos realizado la investigación más extensa llevada a cabo en Europa sobre los contenidos y valores que transmiten los videojuegos y podéis leer a continuación sus conclusiones.

Está investigación fue encargada y financiada por CIDE (Ministerio de Educación y Ciencia) e Instituto de la Mujer (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales) y realizada durante el año 2003 y 2004. Ha sido una de las investigación más amplia y extensa realizada en España: se han pasado 5.000 cuestionarios, se han analizado los 250 videojuegos comerciales más vendidos, se han realizado 22 estudios de caso con 44 participantes, se han hecho 60 entrevistas en profundidad, 13 grupos de discusión, 20 observaciones de campo, así como el análisis documental de 14 revistas durante los tres últimos años.

La primera conclusión de esta investigación es que todos los videojuegos analizados reproducen estereotipos sexistas. Están hechos por hombres y para los hombres, reforzando el comportamiento y papel masculino e incluso, en ocasiones, con claras muestras de incitación al sexismo. Los juegos están pensados para un imaginario masculino, y responden a lo que desde la representación social serían los deseos, las afinidades y las aficiones de los varones. Por eso son los chicos los que más juegan.

Podemos decir que hay un sexismo explícito, centrado en la imagen y el rol de la mujer, y un sexismo implícito que hemos denominado la “cultura macho”. La cultura sexista no alude únicamente al rol que desempeña la mujer en estos videojuegos, o al lenguaje sexista que se emplea en los mismos, ni siquiera a la imagen de la mujer que en ellos se presenta, sino que hace referencia, también, a la construcción de un mundo virtual basado en lo que podemos denominar la “cultura macho”. En esta cultura “macho” una idea distorsionada de lo masculino es elevada a categoría de universal y válida, en la que sólo se dan ‘valores’ como el poder, la fuerza, la valentía, el dominio, el honor, la venganza, el desafío, el desprecio y el orgullo. Por el contrario, lo femenino es asimilado a debilidad, cobardía, conformismo y sumisión. Los rasgos que definen ese sexismo implícito en los videojuegos se centran en la competitividad, la violencia, el racismo, el maniqueísmo ideológico, la impulsividad y la irresponsabilidad que implica.

En cuanto a la imagen y el rol de la mujer, hemos podido comprobar que la representación femenina en los videojuegos es menor (17% frente a 64%), generalmente minusvalorada, y en actitudes dominadas y pasivas. Sus modelos corporales son tendentes a la exageración (90%) con idealizaciones de personajes sacados del cómic o hasta del cine porno. Su vestimenta no responde a las necesidades del momento, de la historia, del trabajo o de la acción que se realiza en el videojuego, sino a mostrarse “insinuante” o “seductora” hacia los hombres (73%). Esto supone un fuerte impacto sobre la imagen que las niñas y adolescentes se construyen de ellas mismas y que contribuye especialmente a que los niños y jóvenes asuman pautas de comportamiento respecto a la mujer elaboradas a partir de una visión estereotipada y limitada de lo femenino. Con este tipo de videojuegos las chicas aprenden la dependencia y los chicos la dominación.

Las protestas internacionales ante este “machismo” primario y burdo, han llevado a incorporar un nuevo tipo de personaje protagonista femenino con unas actitudes y acciones similares a las de los héroes masculinos (pero eso sí, dejando entrever un cuerpo escultural entre el armamento que portan), tendiéndose a una progresiva masculinización de la figura femenina y una exaltación de los valores y roles tradicionalmente masculinos.

En cuanto al sexismo implícito, hay que tener en cuenta que se trata de un problema social y, como tal, impregna todos los subsistemas del simbólico establecido de manera subliminal. Es, por lo tanto, un fenómeno estructural al que Galtung denomina ‘violencia cultural’ que se transmite oculta en el proceso de socialización. En nuestra civilización jerarquizada, los que están arriba, y no olvidemos que los hombres siempre lo han estado, son los que han ido construyendo un modelo en el que lo significante, lo valioso, es aquello que se ajusta más fácilmente al “esquema viril”. Es el denominado “síndrome de John Wayne”, un código de conducta explicito aunque no escrito, un conjunto de rasgos masculinos que hemos aprendido a venerar desde la infancia y al que las nuevas protagonistas femeninas se van asimilando. Esto se puede comprobar haciendo la “prueba de la inversión”: Las mujeres pueden hacerse pasar por hombres y utilizar los mismos videojuegos, pero lo contrario es imposible. Lo masculino se ha convertido en la norma, en “el neutro” que engloba a los hombres y a las mujeres, mientras que lo femenino se asocia a la excepción, la ‘anormalidad’.

Esta cultura macho se caracteriza por:

– La competitividad y el triunfo como criterio definidor de las acciones de los videojuegos. Por eso les interesan más a los chicos. Son prácticamente inexistentes los videojuegos que exigen cooperación.

– La violencia como elemento básico de la acción: Cualquier máquina de destrucción ha recibido su versión simulada: hay simuladores de barcos de guerra, de aviones de guerra, de carros de combate, etc. Las revistas especializadas establecen una relación proporcional entre la violencia de un juego y su calidad. Porque la violencia vende. La violencia se ha convertido en uno de los elementos importantes de cualquier videojuego que quiere triunfar y ser número uno en ventas. El problema es que trivializan la violencia real y que los niños y niñas acaban volviéndose inmunes a su horror. El mayor peligro no es la generación o no de comportamientos violentos, sino la insensibilización ante la violencia. Se presenta una violencia sin consecuencias para la persona que la perpetra o para la víctima, enviando el mensaje de que la violencia es un modo aceptable de alcanzar objetivos, divertido y sin daño

– El racismo que configura al otro como enemigo. Un enemigo que debe ser eliminado. Y es un enemigo “marcado”. Es decir, no es cualquier enemigo, sino supuestos enemigos creados en función de unos intereses sociales y culturales delimitados: se ha pasado del enemigo comunista, al enemigo terrorista que coincide con el árabe o el sudamericano. Aparece así una visión estereotipada de la realidad donde los colombianos son traficantes de droga, los árabes fanáticos adoradores de Alá que practican el terrorismo contra los occidentales, los militares rusos tienen veleidades totalitarias. “El Eje del Mal acuñado por Bush Jr. se transmuta en videojuego” (Pita, 2003, 31). No hemos visto ningún videojuego cuyo protagonista, masculino o femenino, pertenezca a una minoría (gitanos, gays, minusválidos, migrantes, etc.) Excepto, claro está, cuando tienen que exhibir sus cualidades físicas, que no intelectuales, en competiciones (boxeo, fútbol, baloncesto…) y en alguna guerra como “carne de cañón”, como si sólo se les permitiera sobresalir y ser protagonistas en lo más “instintivo” o “primitivo” del ser humano.

– Visión ideológica de la realidad: Algunos han visto que pueden ser un arma de propaganda política, y que en etapas previas a la madurez, este puede servir para imprimir ciertos valores. El ejército estadounidense ha encontrado una nueva y poderosa arma para entrenar a sus soldados en el sucio y peligroso trabajo de guerrilla urbana: los videojuegos. America’s Army es distribuido de manera gratuita a través de los CD-ROM que se regalan con las revistas especializadas, en las oficinas de reclutamiento y como descarga gratuita en Internet. Según información del propio ejército estadounidense en el año 2003, más de un millón de personas ya lo habrían hecho, y 600.000 de ellas habrían terminado las misiones de entrenamiento. La prensa especializada, ha admitido que el juego es «propaganda de principio a fin“. La ideología de sus contenidos contribuye a construir percepciones de la realidad y modelos de vida. Reducción al “pensamiento único”: jugando al videojuego Trópico, al intentar reducir al mínimo la presencia de los militares, teníamos constantes amenazas de golpe de estado y con la consiguiente retirada de la ayuda económica por parte de las grandes potencias. Más tarde, y ante una economía tambaleante a causa de un excesivo gasto social y salarios dignos, el Banco Mundial intervino limitando directamente los gastos del gobierno.

– Impulsividad: Potencian un pensamiento fugaz, instantáneo, impulsivo, de “mariposeo”, que no ayuda a nuestras alumnas y alumnos al desarrollo del pensamiento profundo, ni a un auténtico aprendizaje estratégico. Incluso los de estrategia exigen una planificación muy elemental orientada a ganar, conquistar; donde sigue predominando la acción sobre la reflexión.

– Irresponsabilidad: A través de ellos se puede pasar de la mirada a la acción, al menos simulada. Y esta acción nos permite transgredir las normas sociales sin sufrir consecuencias de ningún tipo. Podemos engañar, mentir; podemos asesinar a otros seres humanos. Cada vez son más demandados los videojuegos cuya violencia es más truculenta y gráfica. Esto supone una progresiva insensibilidad ante la imagen y la práctica de la violencia

Otra importante conclusión que hemos obtenido es que la mayoría de las personas jóvenes encuestadas y entrevistadas o que han participado en los grupos de discusión creen que los videojuegos no les afectan. Es casi unánime el consenso sobre este aspecto. No son conscientes de cómo influye en su concepción de la realidad, en sus creencias y valores, en sus comportamientos, en sus relaciones con los que les rodean. Tanto los niños como las niñas reciben mensajes negativos que influyen sobre la manera en que creen que deben actuar y el aspecto que deben tener. Este tipo de retrato envía señales muy fuertes acerca de lo que significa ser mujer y ser hombre. Muchos de los chicos jóvenes, de la misma manera que las chicas jóvenes, pueden concebir que los personajes extremadamente eróticos representan el “símbolo de la mujer ideal”. Estas imágenes pueden afectar a la capacidad de autoestima de las chicas, así como a la idea que ellas tienen de su puesto en el mundo. Además, estas imágenes también influyen en lo que esperan los chicos de las chicas y en como se relacionan con ellas.

Por último, señalar que la mayoría de las personas adultas desconocen los contenidos y los valores de este mundo en el que están inmersos los niños y niñas: hemos constatado que sólo el 40% de las personas encuestadas tienen un seguimiento del uso de sus videojuegos por parte de una persona adulta. Pero aún es más significativo que sólo a una de cada cuatro personas que juegan a videojuegos se le controla los contenidos. Casi el 75% de las personas adolescentes y jóvenes que usan videojuegos, manifiestan que sus familias no saben cuáles son los contenidos de los mismos ni los valores que transmiten.

Por eso creemos que todas y todos somos responsables. La sociedad adulta (multinacionales que los diseñan y fabrican, autoridades administrativas y gobiernos que los autorizan, medios de comunicación que ganan ingentes cantidades de dinero con su publicidad, organizaciones educativas y sociales que han de enseñar mecanismos de defensa y crítica frente a ellos, investigadores y empresas editoriales y multimedia que no invierten en crear otros juegos alternativos más creativos, familias que invierten dinero en su compra, etc.) es cómplice de la “cultura macho” que estos videojuegos ayudan a generar, potenciar y sostener. Francisco Javier Fernández, responsable de Amnistía Internacional en Asturias: «no es solamente un problema de la gente joven, sino que es un problema en general de la sociedad. Los valores comerciales o de lucro se ponen por encima de los derechos humanos, de la paz o de la justicia”.

El mercado se ha convertido en el gran regulador del consumo en función de la oferta y la demanda. Es el sujeto individual quien ha de decidir qué es bueno y qué es malo. Se ha pasado de una regulación social a la “libertad de mercado”. Se están hurtando a la discusión pública y política muchos problemas estructurales y sociales actualmente. Y este es uno de ellos. Se tratan de remitir a la decisión individual, a la libertad de elección del consumidor o de la consumidora. Como si de ellas y ellos dependiera el apagar el televisor o dejar de jugar a los videojuegos. Mientras que lo que se oculta al debate social es qué contenidos y valores son los que tienen que promover esos videojuegos.

Esto significa que la socialización esta siendo dirigida esencialmente por el mercado. Y se tiende a responsabilizar a las familias de las salvajes condiciones que impone el dios contemporáneo: el mercado global. Es el sujeto quien tiene que combatir contra él. Porque el mercado se autorregula. Es la divinidad de la libertad de mercado la que se nos impone y nos culpabiliza. Es la perversión que convierte a las víctimas en culpables, y les hace sentirse como tales. La tecnología tiene que estar al servicio de la comunidad, al servicio de la sociedad no al servicio del rendimiento económico. La responsabilidad está antes del mercado, antes de que esos productos lleguen al mercado. ¿Y si hacemos otros productos conforme a los derechos humanos y a los principios y valores que defendemos, al menos teóricamente? ¿Y si ponemos el mercado al servicio de los seres humanos?

Las propuestas que planteamos se irían en tres direcciones:

a) Se necesita exigir a las multinacionales que diseñan y crean videojuegos un nuevo enfoque en la creación de videojuegos auténticamente “valiosos” (con valores sociales positivos), que tengan en cuenta todas las necesidades emocionales y de experiencias que tiene el ser humano, aportando a la suma aquellas características que injustamente se han denominado típicamente femeninas.

b) Establecer un marco legal y normativo que regule el mercado de los videojuegos, principalmente en lo referido a la adecuación de los contenidos y valores de los productos.

c) Promover un clima de apoyo a los agentes educativos fundamentales (familias y escuelas) para que eduquen en el análisis crítico de los contenidos y valores que transmiten estos videojuegos.
Por eso, fruto de esta investigación se ha generado una guía didáctica y un material multimedia, un cd-rom interactivo para trabajar con el alumnado el análisis de los videojuegos y sus consecuencias. En el se sintetizan las conclusiones de esta investigación y se proponen una serie de actividades de trabajo interactivas con el alumnado.

La finalidad de la misma es ofrecer una serie de actividades concretas, que pueden ser incorporadas al curriculum de aula en las diferentes áreas, tanto en primaria como en secundaria, para introducir el análisis de los videojuegos desde una perspectiva no sexista en el ámbito escolar. La metodología de trabajo que se propone en esta guía de actividades se basa en la experimentación, la reflexión y la actuación. El mero conocimiento intelectual de los contenidos de los videojuegos, de los valores que promueven, no lleva a un cambio de actitudes. Se necesita analizar cuáles son los mecanismos y las estrategias que generan un tipo de pensamiento, una serie de creencias, para poder cambiarlas.

Esto supone un proceso que implica tres pasos: primero conocer, segundo reflexionar y tercero actuar. Por eso hemos dividido las actividades en bloques que ayudan a “sumergirse” progresivamente en este proceso cada vez más profundo y comprometido. Partimos de aquellas actividades que nos ayudan a “aprender a mirar” los videojuegos hasta llegar a proponer una actuación transformadora que provoque un cambio de actitudes y de valores. Para cada una de las actividades se especifican las áreas en las que se pueden desarrollar, así como los niveles para las que son más adecuadas. Y en los bloques de actividades se concretan los objetivos de aprendizaje que se pretenden en función del currículo establecido, así como los contenidos que se desarrollan y los criterios de evaluación que se pueden aplicar.

REBELIÓN/ COMCOSUR MUJER No. 455 – junio 2015
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” – Luis Pérez Aguirre
(Tomado del libro A campo traviesa. Los caminos de Mario Costa)
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