«

»

RESISTENCIAS FRENTA A LA «NUEVA» BARBARIE

MUMIA:

 

1) Resistencias frente a la “nueva” barbarie

2) Trump: la comedia y el terror de lo políticamente incorrecto

3) Norte de Mali: Sangre y uranio.

4) El rol de Israel en las sombra en la guerra sucia en Guatemala

5) Brasil, un país cada vez más insólito

COMCOSUR / POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 17 / Nº 806 / Miércoles 1º de febrero de 2017 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán

_______

“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra y combatir ese monopolio es una tarea central.” — Emir Sader
_______

1) Resistencias frente a la “nueva” barbarie
Marcela Paolucci entrevista a Néstor Kohan *
(Politik)

Marcela Paolucci: ¿Qué época vivimos?

Néstor Kohan: ¡Excelente pregunta! No podemos comprender nuestra pequeña cotidianeidad haciendo abstracción del mundo histórico global que habitamos. Vivimos una transición incierta del capitalismo imperialista en crisis aguda a una forma social aún más bestial, feroz, cruel y despiadada del mismo sistema mundial capitalista en la cual se han fracturado las barreras sociales que encarrilaban e institucionalizaban los poderes destructores del capital. El muro grotesco y patético que pretende construir hoy Estados Unidos en la frontera con América Latina, para domesticar y encorsetar el flujo de fuerza de trabajo es, parafraseando a un viejo rebelde de Asia, un muro de papel.
El capitalismo genera caos y desintegra las sociedades para reordenarlas bajo su mando despótico. Destruye y construye al mismo tiempo. Separa vínculos comunitarios para volver a reunir, ahora bajo su dominación y control. Esto ya lo estudió Rosa Luxemburg. La violencia genocida de la acumulación originaria del capital se reproduce y recicla periódicamente a escala ampliada. Hoy David Harvey lo retoma y actualiza.
El capitalismo no es sólo caos y desorden. También es orden. Un orden cada día más opresivo y totalitario. Nos encaminamos hacia la destrucción del planeta, de la especie humana, de los diversos ecosistemas y de la vida misma como tal. En esa transición estamos. Pero aun con su devastador y criminal poder destructivo, el capitalismo no se terminará por sí mismo, como se muere un anciano de “muerte natural” por el simple hecho de estar viejo. Sólo las resistencias contra el capitalismo y las alternativas de nuevas revoluciones socialistas pueden cambiar el rumbo suicida de la humanidad e inaugurar una nueva época histórica, radicalmente diferente.

M.P.: ¿Qué hitos o fechas identificarías dentro de esa transición para poder periodizarla?

N.K.: Toda transición implica un proceso abierto. No empieza ni termina un día preciso. La transición del feudalismo al capitalismo en Europa occidental llevó siglos. Quienes la habitaron no sabían que estaban viviendo esa transición. Los tiempos se han acelerado a ritmo enloquecido.
El período que va desde septiembre de 1973, con el golpe neoliberal de Pinochet inspirado en el monetarismo de Friedman (bastante anterior a Reagan y Thatcher) y el nacimiento de la contraofensiva norteamericana continental del Plan Cóndor hasta 1989-1991, con la implosión de la Unión Soviética y el triunfo del imperialismo capitalista en la tercera guerra mundial (eufemísticamente conocida como “guerra fría”), marcan el inicio de esa transición. La incorporación de China al sistema mundial capitalista se produce en ese contexto, no obstante la derrota de los yanquis en Vietnam (Asia) en 1975 y la de Sudáfrica frente a Angola y Cuba (en África) que termina en 1991.
En América latina la derrota sandinista de 1990, la firma de la “paz” en 1992 en El Salvador y la de Guatemala en 1996 se inscriben en ese horizonte que el suprimido Departamento América del comité central del PC cubano interpretó como “el fin de la era de las insurgencias”. Sin embargo, la irrupción inesperada del bolivariano Hugo Chávez en Venezuela y de los zapatistas en México, junto con la persistencia de la insurgencia colombiana durante aquellos años, trataron de modificar dicho rumbo, poniendo en entredicho aquel vaticinio un tanto apresurado. Dichas resistencias e insurgencias buscaban torcer la tendencia general hacia una profundización de la dependencia. Aunque esos procesos continúan resistiendo y no fueron completamente derrotados ni cancelados, lamentablemente no han podido (hasta ahora) modificar sustancialmente el carácter de esta transición.

M.P.: ¿Y Argentina?

N.K.: La rebelión popular de diciembre del año 2001 que golpeó duramente al neoliberalismo (aunque no al capitalismo, a pesar de la simpática consigna “que se vayan todos”) y los intentos ambivalentes pero de intenciones progresistas que le sucedieron en la siguiente década (donde convivieron de modo contradictorio desde realineamientos internacionales latinoamericanistas, la oposición al ALCA y políticas socialmente inclusivas con procesos regresivos de “revoluciones pasivas” marcados por el extractivismo minero-sojero y la extranjerización de la economía) tampoco lograron frenar ese tsunami contrarrevolucionario que el imperialismo y las burguesías autóctonas fueron pacientemente desarrollando hasta llegar a la barbarie actual.
Creo que a partir del impulso bolivariano encabezado a nivel continental por Hugo Chávez se abrió la posibilidad real de torcer el rumbo global. Chávez arrastraba a la región pregonando, a contramano de todas las modas, el socialismo (de forma ecléctica y difusa, es cierto, pero volviendo a poner el proyecto socialista en la agenda de los movimientos sociales cuando ya muchos lo daban por muerto y no se animaban ni a nombrarlo). Sin embargo, esa correlación de fuerzas se modificó sustancialmente a partir de la crisis capitalista global del 2008 y de la “sospechosa muerte” (¿asesinato?) del líder bolivariano, que motorizaba a toda la región desoyendo, incluso, ciertos consejos de “prudencia” diplomática que provenían de La Habana.
Muerto Chávez, se desinfla el impulso irreverente en la región (aunque no desaparezca del todo). Quizás unas de las principales debilidades del campo popular latinoamericano consista en depender exageradamente de los liderazgos carismáticos (el Che, Fidel, Santucho, Chávez, etc.), mientras el imperialismo capitalista ejerce una dominación burocrática, anónima e impersonal, donde el presidente de Estados Unidos puede ser un actor analfabeto o un energúmeno escapado de los Simpson, el de Italia un pornógrafo grotesco, el de Francia un personaje de cuarto orden, sin cultura, sin carisma, sin conocimientos elementales. Marionetas grises y anodinas que simplemente responden al capital. El actual empresario que gobierna la Argentina, Mauricio Macri, incapaz de articular cuatro oraciones coherentes, es una muestra elocuente de ello.

M.P.: ¿Cómo repercute esa transición mundial en la vida cotidiana?

N.K.: Al ganar la tercera guerra mundial (conocida como “guerra fría”) la industria bélica norteamericana y su complejo militar industrial se permitieron trasladar su estructura tecnológica comunicacional de origen militar a los negocios del mercado y a la sociedad civil. Así fuimos inundados con internet, los teléfonos celulares y las pantallas tomaron el control de nuestra atención y nuestros cerebros. La imagen se tragó al concepto y a la lectura. El presente efímero a la historia profunda. El fetiche tecnológico y la expansión mercantil ilimitada despersonalizaron todavía más las relaciones intersubjetivas.
El “giro lingüístico” en la teoría social es hijo de esa victoria político-militar en la guerra fría. La aceleración de la rotación del capital (que Mandel estudió en El capitalismo tardío) y las derrotas del mundo laboral precarizaron no sólo nuestros empleos, sino toda nuestra vida cotidiana, incluyendo desde las identidades políticas, comunitarias y nacionales hasta los nexos familiares, los lazos de amistad e incluso las relaciones amorosas. Las descripciones “líquidas” de Zygmunt Bauman no son ninguna exageración. Se abrió la puerta a ciertas libertades (como la posibilidad de no tener que convivir toda la vida de manera forzada con alguien a quien uno no ama, la eventualidad de elegir otras opciones sexuales diferentes a las tradicionales, la elección de no tener hijos que no son deseados ni productos del amor, etc., cuestionado de este modo antiquísimos roles patriarcales) pero a mi entender en términos globales los cambios que trajo en la vida cotidiana el nuevo capitalismo no fueron positivos.
Incluso se llegó al extremo de festejar como si fuera una supuesta “emancipación” la posibilidad de vender una persona homologándola y tratándola como un objeto mercantil, celebrando de modo acrítico la prostitución masiva y el reinado mugriento del dinero y el mercado. No es casual que siguiendo a Shakespeare, Marx definiera desde su juventud hasta su vejez al dinero como el máximo símbolo de la prostitución, en tanto núcleo central del mercado, al cancelar toda diferencia específica en las relaciones interpersonales, poniendo en primer lugar la cantidad por sobre la calidad, los objetos por sobre las personas.
Aplaudir, festejar y celebrar, en nombre del progresismo, ese reinado del dinero-prostitución como sinónimo de “emancipación” nos habla de una crisis ideológica de alto rango. El próximo paso de esta crisis civilizatoria será alabar la esclavitud entendiéndola como sinónimo de “libertad” y la tortura como paradigma de los “derechos humanos”. El fetichismo todo lo invierte y el mundo queda patas arriba.

M.P.: Frente a tu diagnóstico pesimista, ¿no hay salida?

N.K.: ¡Por supuesto que hay salida: LAS RESISTENCIAS! Sólo la lucha nos hará libres. Quien no esté en disposición de jugarse la vida jamás podrá alcanzar la libertad, había escrito Hegel pensando en la revolución negra (social, nacional y anticolonial al mismo tiempo) de Haití.
El futuro no tiene la puerta cerrada y la historia no está predeterminada. Tenían razón Engels y Rosa Luxemburg: SOCIALISMO O BARBARIE. Lo único que podemos prever es …. la lucha, como nos enseñó Antonio Gramsci.

M.P.: ¿El acercamiento de Cuba y EEUU no inaugura una nueva época de paz como vaticinaba el Papa Francisco desde el Vaticano romano?

N.K.: Sospecho que no. No hay que confiar en el imperialismo “pero ni un tantito así….¡Nada!”. El pueblo cubano tiene derecho a decidir su futuro. Se lo ganó resistiendo más de medio siglo y de manera heroica a un gigante feroz, monroísta y prepotente, enviando además combatientes internacionalistas a todo el planeta, especialmente América Latina y África.
Pero si no se disuelve el Pentágono, la CIA, la Agencia Nacional de Seguridad, el FBI, Wall Street, el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio, etc., dudo que pueda construirse una paz verdadera sin sometimiento, dependencia ni dominación neocolonial. Sea con la sonrisa permanente de Obama que vendía pasta dentífrica, sea con el peluquín ridículo y extravagante de Trump, Estados Unidos no abandonará su autopercepción de Policía Mundial y de “país elegido” por El Altísimo para regir los destinos del mundo, especialmente en su “patio trasero”, incluyendo a Puerto Rico y Cuba, las dos perlas del Caribe. El nuevo muro de Berlín, perdón, quise decir, de la frontera entre Gringolandia y México, es simplemente el símbolo de lo que nos espera de nuestros hermanitos del norte.

M.P.: ¿Los acuerdos de paz de las insurgencias colombianas y del pueblo vasco no agregan nada?

N.K.: Insisto: cada pueblo tiene derecho a elegir su destino y su autodeterminación, como recomendaba un muchacho llamado Lenin. El viejo profesor argentino Rodolfo Puiggrós, rector de la Universidad de Buenos Aires e historiador marxista, escribió alguna vez que como los argentinos no hemos podido tomar el poder y hacer nuestra revolución socialista, vamos por el mundo con el dedito acusador inspeccionando revoluciones ajenas. ¡Gran advertencia metodológica formulada con ironía argentina, pero que bien vale también para otros lugares! Nunca me canso de repetirla.
No obstante, sospecho que el imperialismo yanqui, su gendarme en Medio oriente (el estado de Israel, de fuerte presencia en la lucha contrainsurgente de otros países, como Colombia) y la propia clase dominante colombiana no permitirán la paz, el pluralismo ni que el pueblo recupere pacíficamente lo que lo que le arrebataron durante tantas décadas de violencia sistemática.
Ya hubo experiencias como El Salvador y Guatemala donde el grueso de los violadores de derechos humanos y los militares genocidas gozan de impunidad. ¿Fueron a la cárcel los torturadores de la guardia civil que ejercieron sin piedad su sadismo contra la juventud vasca durante décadas? ¿Fueron castigados severamente los viejos represores del franquismo?
En fin, sea como sea, creo que sería un ERROR ESTRATÉGICO dividir, fragmentar o dispersar lo poco que se había logrado aglutinar a nivel internacional en torno al movimiento continental bolivariano [MCB] (que incluía fuerzas europeas).
En ausencia de una coordinación internacional seria (pues las internacionales stalinistas o maoístas están disueltas y las trotskistas sólo tienen existencia nominal pero sin fuerza real), disolver o fragmentar el movimiento continental bolivariano —se comparta o no el fin de la lucha insurgente en Colombia— generaría un saldo negativo.
Hoy más que nunca necesitamos una coordinación internacional para hacer converger las rebeldías populares organizadas. Y eso implica, creo que ya quedó demostrado, no depender de ninguna organización particular, triunfe, empate o sea derrotada. Por eso hoy se torna urgente e imprescindible recuperar el espíritu internacionalista de Lenin, tratando de articular todas las formas de lucha, sin renunciar a ninguna ni decretar apresuradamente su defunción. Si el enemigo maneja todas las formas de lucha, ¿por qué nuestro campo debería limitarse únicamente a la lucha institucional?

M.P.: Ya que mencionaste a Lenin, ¿cómo ves el marxismo a 150 años de «El Capital», a 100 años de la revolución bolchevique y a 50 años del asesinato del Che Guevara?

N.K.: Lo veo sencillamente más actual que nunca. La crisis del capitalismo no disminuye, se multiplica exponencialmente., amenazando con destruir ya no sólo a la clase trabajadora sino a todo el planeta, su cultura y su civilización. Los análisis de Marx (que abarcan no sólo la explotación económica y la extracción de plusvalor sino también las formas de la dominación política, la teoría del poder y las redes de sujeción de las subjetividades y la cultura), las perspectivas estratégicas de Lenin y el espíritu insurgente del Che Guevara se convierten en un faro cada día más potente. En medio del desánimo político, el desarme moral y la confusión ideológica generalizada ellos nos marcan el camino. Sin nostalgias complacientes ni revivals anodinos. Ese horizonte revolucionario es el único que puede detener la marcha del capitalismo mundial hacia el suicidio de la especie. El tren perdió la brújula y marcha al precipicio, como nos alertó hace rato Walter Benjamin. Por eso las nuevas rebeldías e insurgencias que seguramente nacerán (porque aquí no se acabó la historia como hace un cuarto de siglo quiso hacernos creer el mediocre funcionario Fukuyama, aprendiz frustrado de filósofo) deberán tomarse bien en serio los estudios críticos de El Capital de Marx, la perspectiva internacionalista y antimperialista radical de Lenin y sus entrañables bolcheviques y el llamado guevarista a la lucha insurgente mundial contra el capitalismo, su miseria, su explotación, sus alienaciones y todas sus formas de dominación.

Néstor Kohan es un filósofo, intelectual y militante marxista argentino, perteneciente a la nueva generación de marxistas latinoamericanos. Como parte de esta tradición de pensamiento político y cultural publicó 25 libros de teoría social, historia y filosofía. Estudió esta última disciplina y se doctoró en ciencias sociales en la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde es profesor e investigador del CONICET.

MIÉRCOLES 1º DE FEBRERO DE 2017 – COMCOSUR
_______

2) Trump: la comedia y el terror de lo políticamente incorrecto
Comunicación de ultra-derecha, comediantes políticos y un mundo de cínicos
Veronica Leon-Burch, Pedro Cagigal (Alai)

Trump es presidente! Aun recuperándonos del shock y desconcierto, seguimos buscando respuestas a lo que pasó. Mucho se ha dicho del impacto del estatus de celebridad de Trump, de las fallas en la campaña demócrata, de la imagen pro-establishment de Clinton, de los wikileaks o del obsoleto colegio electoral. A pesar del voto popular, Trump gana por todas estas razones y muchas más, hasta pueden culpar a Rusia si desean. Aquí buscamos complementar estas visiones desde las distintas estrategias discursivas construidas en lo que parece ser un nuevo espectro de comunicación política mucho más polarizada en EE.UU.

Por una parte, los medios de ultra-derecha florecen, abonados por décadas de retórica populista republicana usando a los migrantes, las minorías y la regulación gubernamental como chivos expiatorios frente a una política económica desfavorable para las mayorías. Por otra parte, sin estar en el extremo opuesto del espectro ideológico, la comedia liberal aparece como una suerte de respuesta. Ambos han permitido distintos tipos de desfogues “políticamente incorrectos”, los unos apelando a la comedia y los otros al terror: al miedo y al conflicto. Pero ¿cuál es la diferencia entre “crooked” (chueca) Hillary y “small hands” (manos pequeñas) Trump? Veremos cómo, en última instancia, la estrategia comunicacional de ultra-derecha parece mucho más efectiva en movilizar.

La comunicación política ha cambiado radicalmente con los medios digitales. A pesar de que accedemos a mucha más información, parece más difícil que nunca decidir dónde depositar nuestra confianza. Mientras Facebook se convierte en fuente de noticias para muchos, circulan artículos, posts de blogs de opinión, noticias falsas u humorísticas, memes, etc., sin nada que los diferencie entre ellos. A la vez, se han evidenciado muchas de las agendas y grupos de poder detrás de los grandes medios, poniendo también en crisis a una industria que, mal que bien, todavía responde a ciertos filtros y obligaciones.

En campañas políticas, el uso de trols, campañas de descrédito y desinformación ya se piensan como indispensables. Las noticias falsas circulan más que las reales, y no solamente porque responden a agendas ideológicas, sino por ser un atajo para cosechar o monetizar likes. ¿Cómo podemos crear sentido de lo que pasa? Ante esta profunda crisis de credibilidad, parecería que la verdad se ha vuelto insuficiente y que lo que importa es encontrar un mensaje efectivo. Para no caer en una política post-verdad, necesitamos no sólo mecanismos de información 'verificada', sino además construir discursos que movilicen.

Los grupos de extrema derecha a nivel global han aprovechado muy bien esta crisis de credibilidad, construyendo un discurso populista movilizador desde hace décadas, que los llevó a cosechar triunfos en 2016. En el caso de Trump, su discurso movilizador tiene como trasfondo décadas de populismo republicano. Con el 'Reaganomics' y la agenda neoliberal, surge un discurso que busca apelar a las masas haciendo abstracción de la política económica: moralista –centrado en temas como el aborto y la homosexualidad-, anti-intelectualista -negando a la ciencia y el rigor académico- y basado en el miedo, culpando a los migrantes y minorías de la delincuencia y el desempleo. Este populismo llevó a la consolidación de una facción más radical del partido, con el Tea Party y más recientemente los supremacistas blancos, rebautizados como alt-right, ganándoles terreno a los republicanos moderados y del establishment.

La audacia de Trump consistió en traducir esa retórica en ofertas concretas como el muro y la deportación masiva. Su eslogan, tomado de Reagan, de “hacer América grande de nuevo” es un significante vacío que invita a cualquiera a llenarlo de sus propios deseos individuales. La gente le agradeció por “decir las cosas como son”, que no tenía nada que ver con la verdad, sino con decir públicamente lo que muchos decían en privado. Y es que tras décadas de esfuerzo liberal por imponer una suerte de 'cultura de la tolerancia', no se resolvieron los problemas estructurales de la desigualdad. Al contrario, las condiciones de vida de las clases trabajadoras han empeorado significativamente. Es así que Trump logra apelar a un sentimiento generalizado de insatisfacción con un discurso “anti-sistema” que ataca a lo políticamente correcto y de paso a los medios que lo sustentan.

Los medios liberales, por su parte, quedaron en evidencia en la campaña de 2016. Sin dejar nunca de priorizar sus ratings, le dieron una cobertura desmedida al candidato celebridad que despreciaban, sabiendo que lo beneficiaba. A la vez, intentaban desacreditarlo de manera cada vez más explícita y ansiosa, poniendo de manifiesto su sesgo político -cada vez menos alejados del estilo Fox News-, lo que avivaba la desconfianza en los medios. Trump supo capitalizar esta cobertura mediática alimentándola constantemente con escándalos, mientras invertía mínimos recursos en los grandes medios y se concentraba en estrategias de medios digitales y mítines. Steve Bannon, jefe de campaña de Trump y anterior cabeza del exitoso portal de ultra-derecha Breitbart News, jugó un rol clave.

Si el discurso de Trump no era del todo nuevo, su estilo tampoco. La ultra-derecha viene desarrollando un estilo agresivo y sin pelos en la lengua, ligado a procesos organizados de troleo, desinformación e intimidación en línea. Esto ya se venía cosechando desde las radios locales, donde locutores enfurecidos y constantemente indignados han tenido un gran acceso a las familias de la clase obrera. Llevan un mensaje claro, menos filtrado, de un pensamiento nacionalista y de supremacía blanca muy arraigado en E.U., combatiendo día a día la norma de lo políticamente correcto impuesta por los liberales y sus medios. Para muchos americanos estas radios se volvieron su principal acercamiento a la comunicación política.

Este fenómeno migró de forma casi natural a las redes sociales donde surgen jóvenes celebridades y además cualquiera puede opinar sin filtro. En este espacio menos regulado, se exacerban la agresividad y la desinformación. La noticias falsas florecen, extrapolando los temores sembrados por el discurso republicano moralista, anti-intelectualista y de miedo. Se generaliza el troleo como forma de amedrentar e inmovilizar al oponente, ya que el trol no permite ningún tipo de debate, obligándonos a ignorar y permitir cualquier odio que despliegue. Con el respaldo de estos medios, además de blogs y páginas como Breitbart News, se ha generado todo un tejido comunicacional de base, con sus propios hashtags en código y cultura de memes, permitiendo una viralidad instantánea sin mayor esfuerzo. La campaña de Trump supo aprovechar muy bien esta eficiente red comunicacional, a diferencia de los liberales y su estrategia comunicacional más vertical.

¿Es un chiste o es en serio?

Frente a esta potente maquinaria de comunicación de derecha, en un contexto en que la comunicación de izquierda sigue siendo marginal y de poco alcance, ha sido la visión crítica de la comedia liberal que, por su masividad y accesibilidad, ha servido de contrapeso. Varios comediantes políticos que salieron del Daily Show con Jon Stewart, han seguido una línea de investigación periodística con una atractiva combinación de crítica y sátira. La crítica entendida como una denuncia basada en un análisis serio; y la sátira, como un cómico reproche irreverente. Este formato permite decir lo que los noticieros no pueden, exponiendo, de paso, el sesgo de los grandes medios. Muchos, en especial los jóvenes, se basan en estos programas para conocer y tener una visión crítica de los sucesos políticos.

Sin embargo, traicionando su irreverencia frente al poder, los comediantes cayeron en la trampa de la polarización al apoyar explícitamente a la candidata del establishment desde las primarias, comportándose como los medios de los que se mofaban. Samantha Bee sigue actuando como la “traductora enojada” de Hillary, John Oliver hizo una cuestionable representación de la candidata Jill Stein, sin mencionar la cobertura a Sanders en general. Que todos manejaran un discurso similar (incluso los mismos chistes) revela que realmente tenían pavor a un Trump presidente. Pero los intentos por alertar sobre los graves peligros detrás de sus propuestas y retórica acabaron siendo opacados por las bromas sobre sus manos pequeñas, su color naranja, su cabello o los “tontos” que lo apoyan. Les fue muy difícil conjugar el código del miedo con el de la comedia ¿Cómo vamos a temerle a Trump si nos hace reír tanto? La experta del mensaje del miedo, como vimos, es la ultra-derecha.

¿Cuál es la diferencia entre el “crooked Hillary” y el “small hands” Trump? El primero tenía una clara connotación política de corrupción, respaldado por una orquestada campaña de noticias reales y falsas. El segundo es un insulto infantil que se sigue explotando hasta el aburrimiento sin aportar en nada al debate. ¿Cuál es la diferencia entre Trump tildando a los mexicanos de violadores y Amy Schumer diciendo en un stand-up que no sale con mexicanos porque lo prefiere consensual, o el denigrante retrato de éstos en series como American Dad o Family Guy? El mensaje de fondo es el mismo, solo que el primero usa el código del terror para generar miedo, y los otros usan el del humor, banalizando estereotipos. Durante la campaña de 2016 también entró en crisis este flirteo de la comedia liberal con lo políticamente incorrecto al evidenciarse estos paralelos, no solo por parte de los seguidores de Trump, sino desde los mismos comediantes. Lewis Black se pregunta cuál será su trabajo ahora, pues cuando la realidad supera el absurdo “¿cómo satirizas lo que ya es satírico?”. Trevor Noah hizo una recopilación de frases de Trump para afirmar que es un comediante de stand-up: su tono, su ritmo, sus punch-lines, solo faltan las risas enlatadas.

MIÉRCOLES 1º DE FEBRERO DE 2017 – COMCOSUR
_______

3) Norte de Mali: Sangre y uranio.
Guadi Calvo (Línea Internacional)

El norte de Mali, Kidal, Tombuctú y Gao, tiende a convertirse en una de las regiones más inestables del planeta, extraordinariamente rica en uranio padece el accionar de los diferentes grupos con intereses propios y obviamente contrapuestos.

Fundamentalistas vinculados a al-Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI); El Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA), de origen imazaghen que reclama la independencia del ancestral territorio tuareg, divididas en Alto Consejo para la Unidad del Azawad (HCUA) y el Movimiento Árabe del Azawad (MAA), el ejército del presidente malí Ibrahim Boubacar Keïta, y la organización pro Bamako Gatia, (Grupos de Auto-Defensa tuareg imghad y aliados) liderada por Fahad Ag Almahmoud que se opone a la independencia de Azawad; militares franceses de las operaciones Serval y Barkhane, que desde 2013, se encuentran en la región con una dotación de 14 mil hombres a los que hay que sumar un pequeño contingente de 700 hombres del ejército alemán; numerosas bandas que trafican: armas, tabaco, combustible, drogas y personas y la agrupación Ansar al-Din, (Defensores de la Fe) liderada por Iyad Ag Ghaly, que bajo la cobertura de organización salafista, opera para los intereses de Argelia.

Este extraordinario mosaico de intereses, a la que habría que sumarles la fuerte rivalidad tribal tuareg entre imghad e imazaghen, convierte a esta región, más extensa que Francia, el tercer país más pobre de África, en una bomba de tiempo, que al parecer ha comenzado su cuenta regresiva.

Cuando todavía no se había disipado la estela del dulce y pegajoso perfume del presidente François “Flanby” Hollande, en el aeropuerto de Bamako, capital de Mali, tras su corta visita para participar en la cumbre XXVII África-Francia, última para Flanby, entre los días 13 y 14 de enero, a la que asistieron 35 mandatarios del continente, para discutir con la antigua metrópoli, temas de seguridad y económica; en la ciudad de Gao, a 1130 kilómetros, al noroeste de la capital el miércoles 18, en el interior de una base militar conjunta Francia-ONU para la Estabilización de Malí (Minusma), Abdul Hadi al-Fulani, un miliciano de la organización al-Mourabitoun, (los que firman con sangre), subsidiaria de AQMI, hizo estallar el camión que conducía, matando cerca de ochenta soldados e hiriendo a otros 120, del ejército malí y brigadistas de las auto-defensa de imghad.

Según los testimonios la explosión, produjo una nube de polvo que alcanzó a cubrir gran parte de la ciudad Gao, de cerca 90 mil habitantes, provocando la lógica conmoción. De inmediato comercios y escuelas, fueron cerrados y toda la actividad en la ciudad se detuvo.

Gao, capital del estado de mismo nombre, ubicada a orillas del río Níger, vive desde abril de 2012, tras la última sublevación tuareg, en permanente estado de alerta. La ciudad tras lo que fue la tercera sublevación tuareg desde la independencia de Mali en 1960, estuvo bajo control de AQMI, durante diez tremendos meses en que la sharia, se aplicó con todo rigor.
Como consecuencia del ataque del miércoles último, el sábado 21, se produjo un choque entre bandos antagónicos que operan junto al ejército malí. Un puesto en la localidad de Tinassako, en la región de Kidal, fue cercado por un grupo de tuareg independentistas de la Coordinadora de Movimientos del Azawad (CMA), produciendo catorce bajas a los milicianos pro-Bamako de las auto defensas imghad.

El reinicio de las hostilidades entre estos grupos tuaregs, tras los acuerdos de paz de 2015, no del todo vigente, pone literalmente al norte de Mali, en estado de guerra civil. De la que sin duda intentará sacar ventaja al-Mourabitoun, esta organización creada en agosto de 2013 con la fusión al-Moulathamoun, el Movimiento por la Unicidad y la Yihad de África Occidental (MUJAO) y el ya mencionado Ansar al-Din, está liderado por el mítico Mokhtar Belmokhtar, veterano de la guerra afgana contra los soviéticos, quien a lo largo de casi cuarenta años en el extremismo musulmán ha tenido sus idas y vueltas con AQMI.

La organización al-Mourabitoun, ha sido protagonista de los ataques al hotel Radisson Blu en Bamako, en noviembre de 2015 y al Hotel Splendid en Ouagadougou capital de Burkina Faso, en enero de 2016 y al mes siguiente en el balneario Grand Bassam, en Costa de Marfil, que dejaron un total de 63 muertos, aunque en el caso de Costa de Marfil, pudo haber sido un ajuste de cuentas entre al-Mourabitoun y los nigerianos de Boko Haram y algún cartel narcotraficante que mantiene negocios con ambas organizaciones.

Un país demasiado central.
Son varios los países de la región, que se verían muy afectados por la profundización y extensión de la crisis en Mali. Senegal, Costa de Marfil, Burkina Faso y hasta el sur de Níger podían quedar gravemente implicados de seguir en aumento la actividad salafista.

Habría que tener en cuenta dos factores determinantes para que esto suceda, la presencia de Boko Haram quien está recibiendo fuertes golpes en su país de origen Nigeria y podría buscar una alianza regional con al-Mourabitoun-AQMI y el posible retorno de veteranos de la guerra en Siria, a quienes tampoco les está yendo mejor en su teatro de operaciones.

De producirse una ecuación similar a la expuesta, el caos en el oeste africano podría adquirir, todavía formas más virulentas, lo que para contenerla se verían obligados a participar fuerza extracontinental, involucrándose en extenuante intervención. Entiéndase solo la OTAN, podría hacer frente a una situación semejante, claro si es que Donald Trump, estuviera dispuesto a intervenir.

La centralidad de Mali, en el noroeste africano, la hace clave al momento de los desplazamientos regionales, cercana al conflictivo golfo de Guinea, ubicada parte en el Sahara y el Sahel, sumado a la crónica porosidad de las fronteras, cualquier tipo de organización delincuencial o terrorista convierte a Mali, en un excepcional corredor por el que se pueden desplazarse a su antojo.

Según el informe de la Federación Internacional de Derechos Humanos, durante 2016, en el norte y centro del país, se registraron al menos 385 ataques terroristas, en el que se produjeron 332 muertes de ella 207 civiles. Lo que demuestra claramente que a pesar de la intervención militar francesa la región sigue siendo convulsa.

En julio del 2016, un ataque contra una base militar en la ciudad Nampala en la región central de Segú, cerca de la frontera con Mauritania, dejó una veintena de soldados muertos y otros treinta heridos, sin que las fuerza malienses pudieran repelerlo, hasta que los atacantes se retiraron.

En el sur negro, que practica de manera mayoritaria el animismo, con algún sincretismo musulmán, y que ha dado como resultado un sufismo sui-generis, acumulado una gran cantidad de adeptos, al rigorismo wahabita practicado por al-Qaeda, no le procura ninguna simpatía, por lo que se podría esperar allí, grandes matanzas takfiristas, de asentarse al-Mourabitoun-AQMI.

Dos cuestiones más restan por analizar de afianzarse el salafismo en el norte de Mali, el peligro más concreto es la permeable, larga, y descontrolada frontera con Mauritania, de poco menos de 2300 kilómetros, un país con más del 99% musulmán de mayoría sunita en su versión sufí, absolutamente inerme para enfrentar una invasión fundamentalista.

Y la última y fundamental tiene que ver con los ricos yacimientos de uranio que explota la empresa estatal francesa Areva, en las minas de Arlit y Akouta, en la región tuareg de Agadez, en la frontera entre Malí y Níger, aunque sería prácticamente imposible que los hombres de AQMI, pudieran hacer algo con ese uranio, de acceder a él. Aunque tecnológicamente, les sería mucho más factible utilizar las toneladas de desechos nucleares como uranio, cadmio, plomo y mercurio que Francia sin ningún control, ni cuidado abandona desde hace décadas en el desierto de Mali y zonas aledañas.

Quizás Francia, que han hecho del expolió y el latrocino de los territorios conquistados a sangre, engaño y fuego, su más genuino modo de vida, alguna vez, pueda comprender que cuándo sus ciudadanos son ametrallados, destrozados por una bomba o aplastados por un camión, existen razones que se esconden en lo más recóndito de los desiertos y las selvas, sumergidas en mares de la sangre de otros pueblos.

MIÉRCOLES 1º DE FEBRERO DE 2017 – COMCOSUR
_______

4) El rol de Israel en las sombra en la guerra sucia en Guatemala
Gabriel Schivone (Electronic Intifada)
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

El año pasado fue un año atareado para el sistema de justicia criminal de Guatemala. Enero del año 2016 vio las detenciones de 18 exmilitares por su supuesta participación en la guerra sucia de la década de 1980. En febrero del año pasado, dos exsoldados fueron condenados en un caso de esclavitud sexual en tiempos de guerra sin precedentes de la misma época.

Tales procedimientos legales preceden a posteriores aperturas en el sistema judicial a partir del enjuiciamiento y condena del exjefe del Estado el general Efraín Ríos Montt por genocidio y crímenes contra la humanidad en 2013. Aunque la Corte Constitucional de Guatemala anuló el juicio muy rápidamente (por fin retomado en marzo después de paradas y arranques espasmódicos y actualmente estancado de nuevo), allí se fijó un precedente a nivel mundial para hacer que los líderes nacionales rindan cuentas en el país en el que perpetraron sus crímenes.

Y en noviembre un juez de Guatemala permitió la actuación en un caso separado contra Ríos Montt. El caso se refiere a la masacre de 1982 en el pueblo de Dos Erres. Ríos Montt fue presidente desde 1982 hasta 1983, un período marcado por una intensa violencia del Estado contra los pueblos indígenas mayas. La violencia incluyó la destrucción de pueblos enteros, lo que resultó en un desplazamiento masivo.

Los mayas fueron atacados en varias ocasiones durante el periodo de represión que duró desde 1954 -cuando los EE.UU. diseñaron un golpe militar- hasta 1996. Más de 200.000 personas fueron asesinadas en Guatemala durante ese período, el 83 % de ellas eran mayas. Los crímenes cometidos por el Estado de Guatemala se llevaron a cabo con ayuda extranjera, particularmente de los Estados Unidos. Una parte clave de estos crímenes ha eludido hasta ahora cualquier mención en los tribunales: Israel.

Sustituto de EE.UU.

Desde la década de 1980 hasta la actualidad el amplio papel militar de Israel en Guatemala sigue siendo un secreto a voces que está bien documentado, pero recibe escasa crítica. Discutiendo el golpe militar que lo instaló como presidente en 1982, Ríos Montt contó a un reportero de ABC News que la toma de poder en su régimen había sido tan fluida "porque muchos de nuestros soldados fueron entrenados por los israelíes". En Israel la prensa informó de que 300 asesores israelíes estaban en el entrenamiento, sobre el terreno, de los soldados de Ríos Montt.

Un asesor de Israel en Guatemala en ese momento, el teniente coronel Amatzia Shuali, dijo: "No me importa lo que los gentiles hacen con las armas. Lo principal es que los judíos se benefician", como se relata en Dangerous Liaison, de Andrew y Leslie Cockburn. Unos años antes, cuando las restricciones del Congreso bajo la administración Carter limitaron la ayuda militar a Guatemala debido a las violaciones de derechos humanos, los líderes de la tecnología económica y militar israelíes vieron una oportunidad de oro para entrar en el mercado.

Yaakov Meridor, más tarde ministro de Economía de Israel, señaló en la década de 1980 que Israel deseaba sustituir a los EE.UU. en los países donde se había decidido no vender armas abiertamente. Meridor dijo: "Vamos a decir a los estadounidenses, no compitan con nosotros en Taiwán; no compitan con nosotros en Sudáfrica; no compitan con nosotros en el Caribe o en otros lugares donde ustedes no pueden vender directamente armas. Déjennos a nosotros hacerlo… Israel será su intermediario".

El programa de la CBS, Evening News, con Dan Rather, ha intentado explicar el origen de la experiencia global de Israel señalando que en 1983 el armamento y métodos avanzados que Israel vendía en Guatemala habían sido correctamente "probados y comprobados en Cisjordania y Gaza, diseñado simplemente para combatir a la guerrilla". La venta de sus armas dependía no sólo de su uso en la ocupada Cisjordania y Gaza, sino también en toda la región. El periodista George Black informó de que los círculos militares guatemaltecos admiraban el desempeño del ejército israelí durante la invasión de 1982 en Líbano. Según Black, la admiración en el extranjero era tan descarada que los derechistas en Guatemala "hablaron abiertamente de la 'palestinización’ de los indios mayas rebeldes de la nación".

La cooperación militar entre Israel y Guatemala se remonta a la década de 1960. En el momento del Gobierno de Ríos Montt, Israel se había convertido en el principal proveedor de armas de Guatemala. También proveía entrenamiento militar, la tecnología de vigilancia y otro tipo de asistencia vital en la guerra del Estado contra izquierdistas urbanos e indígenas rurales mayas. A su vez, muchos guatemaltecos sufrieron los resultados de esta relación especial y han conectado a Israel con su tragedia nacional.

Hombre de principios

Una de las masacres más inquietantes cometidas durante este período fue la destrucción del pueblo llamado Dos Erres, del distrito de El Petén. Los soldados de Ríos Montt entrenados por Israel quemaron Dos Erres completamente. En primer lugar, sin embargo, sus habitantes fueron fusilados. Los que sobrevivieron el ataque inicial en el pueblo tenían el cráneo aplastado con mazos. Los cadáveres de los muertos se llenaron el pozo del pueblo.

Durante una exhumación ordenada por la Corte del Pueblo, los investigadores que trabajaban para la Comisión de la Verdad de la ONU en el año 1999 citaron lo siguiente en su informe forense: "Toda la evidencia balística recuperada corresponde a fragmentos de bala de armas de fuego y las vainas a fusiles Galil, fabricados en Israel." A continuación, el presidente estadounidense Ronald Reagan -cuya administración más tarde estuvo implicada en el escándalo "Irán-Contra" por pasar armas a Irán a través de Israel, en parte para financiar una fuerza paramilitar con el objetivo de derribar el gobierno marxista de Nicaragua- visitó a Ríos Montt pocos días antes de la matanza.

Reagan alabó a Ríos Montt como "un hombre de gran integridad personal" que "quiere mejorar la calidad de vida de todos los guatemaltecos y promover la justicia social". Reagan también aseguró al presidente de Guatemala que "Estados Unidos está comprometido a apoyar sus esfuerzos para restaurar la democracia y abordar las causas profundas de esta insurgencia violenta". Se informó de que en un momento de la conversación Reagan abrazó a Ríos Montt y le dijo al presidente de Guatemala que estaba recibiendo "una acusación falsa" sobre los derechos humanos.

Sin embargo, en noviembre de 2016, la jueza Claudette Domínguez aceptó la solicitud del fiscal general de Guatemala para enjuiciar a Ríos Montt como autor intelectual de la masacre de Dos Erres, presionándolo con los cargos de homicidio agravado, crímenes contra la humanidad y genocidio. Entre los 18 detenidos ese año estaba Benedicto Lucas García, exjefe de personal del ejército bajo la presidencia militar de su hermano Romeo Lucas García. Benedicto, que era visto por algunos de sus soldados como un innovador de técnicas de tortura para su uso en los niños, describió "al soldado israelí [como] un modelo y un ejemplo para nosotros".

En 1981 Benedicto encabezó la ceremonia de inauguración de una escuela de electrónica diseñada y financiada por Israel en Guatemala. Su objetivo era formar a los militares guatemaltecos en el uso de las llamadas tecnologías de contrainsurgencia. Benedicto alabó el establecimiento de la escuela como un "paso positivo" en el avance del régimen guatemalteco hacia la eficacia militar de categoría mundial "gracias a los consejos y la transferencia de tecnología electrónica [de Israel]". Solamente en su año inaugural la escuela permitió a la policía secreta del régimen, conocida como el G-2, el asalto a unas 30 casas de seguridad de la Organización Revolucionaria del Pueblo en Armas (ORPA). El G-2 coordinó el asesinato, "desaparición" y tortura de opositores al Gobierno de Guatemala. Mientras que los gobiernos de Guatemala cambiaron con frecuencia de manos -tanto por golpes de Estado como por elecciones- durante la década de 1980 Israel era la principal fuente de armas y asesoramiento militar de Guatemala.

Beligerancia en la frontera

El complejo militar y de seguridad israelí proyecta una larga sombra intercontinental sobre guatemaltecos y aún sigue huyendo de las consecuencias de la guerra sucia. En algunas zonas de la frontera USA-México, como en Texas , el número de inmigrantes provenientes hoy de América Central (pero sólo de los países azuzados por la intervención de Estados Unidos como Guatemala, El Salvador, Honduras- ha comenzado a superar el número que viene de México.

De acuerdo con la información proporcionada a este autor por la oficina del Pima County Medical Examiner en Arizona, muchos guatemaltecos que han muerto al cruzar esta zona fronteriza del desierto eran originarios de una de las áreas indígenas mayas más afectadas por el genocidio de la década de 1980: El Quiché, Huehuetenango, Chimaltenango. El sur de Arizona también ha visto un aumento en la emigración indocumentada guatemalteca. Empresas e instituciones de los Estados Unidos han estado colaborando con compañías de seguridad israelíes en la zona fronteriza para armar la zona fronteriza del sur de Arizona.

La firma de armas israelí Elbit ganó un importante contrato con el Gobierno para proporcionar 52 torres de vigilancia en las zonas fronterizas del desierto en el sur de Arizona, empezando por el programa piloto de siete torres actualmente colocadas entre las colinas y valles que rodean Nogales, una ciudad fronteriza dividida por el muro. Más torres están programadas para rodear la Nación Tohono O'odham, la segunda mayor reserva de nativos americanos en los EE.UU. Mientras tanto el número de las fuerzas federales que ocupan posiciones permanentes en las tierras de Tohono O'odham es el más grande en la historia de Estados Unidos.

Alan Bersin, un alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional de los EE.UU., describió en 2012 la frontera de Guatemala con Chiapas, México, como "ahora nuestra frontera sur". Esa "frontera sur" fue fuertemente militarizada durante la presidencia de ocho años de Barack Obama. Podemos esperar con seguridad que la militarización durante la presidencia de Donald Trump continúe. La retórica antiinmigración de Trump durante la campaña electoral sugiere que es probable que se intensifique. Durante la guerra sucia decenas de miles de guatemaltecos huyeron a través de esa frontera en el sur de México. Hoy en día Israel ayuda a las autoridades de México en Chiapas con las actividades de "contrainsurgencia" focalizadas en gran parte de la comunidad indígena maya.

Aunque los medios de comunicación que informan sobre la conexión de Guatemala con Israel se han evaporado, los esfuerzos emprendedores de Israel en el país nunca han disminuido. Hoy en día la presencia de Israel en Guatemala es especialmente pronunciada en la industria de la seguridad privada, que proliferó en los años posteriores al llamado proceso de paz en Guatemala, a mediados de la década de 1990. Ohad Steinhart, un israelí, se trasladó a Guatemala en este momento oportuno, trabajando inicialmente como un instructor de armas. Aproximadamente dos años después de su traslado a Guatemala en 1994, fundó su propia empresa de seguridad, Decisión Ejecutiva. La modesta empresa de 300 empleados de Steinhart es pequeña en comparación con el colosal Grupo Golan, la más grande y antigua corporación de seguridad privada de Israel en Guatemala.

Fundado por exoficiales de las fuerzas especiales de Israel, el Grupo Golan también entrenó a agentes del Departamento de Seguridad Nacional de inmigración a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. El Grupo Golan ha empleado a miles de agentes en Guatemala, algunos de los cuales han estado implicados en la represión de las protestas por los derechos ambientales y por el derecho a la tierra contra las operaciones de minería de las empresas canadienses. La compañía fue nombrada en una demanda en el año 2014 por seis agricultores guatemaltecos y un estudiante que fueron asesinados todos a corta distancia por agentes de seguridad durante una protesta el año anterior.

Guatemala continúa utilizando formadores y asesores militares israelíes, al igual que en la década de 1980, que en los últimos años, están ayudando a la actual "remilitarización" de Guatemala. El periodista Dawn Paley informó de que los entrenadores militares de Israel han sido vistos una vez más en una base militar activa en Coban, que es el sitio de las fosas comunes de la década de 1980. Restos de varios cientos de personas han quedado ahora descubiertos allí. Las fosas comunes en Coban sirven de base legal para la detención de enero de 14 exmilitares. En junio pasado un juez de Guatemala dictaminó que las pruebas son suficientes para que sean juzgados ocho de los detenidos. Están previstas futuras detenciones y arrestos.

Los académicos Milton H. Jamail y Margo Gutiérrez documentaron el comercio de armas israelíes en Centroamérica, especialmente en Guatemala, en su libro de 1986 It’s No Secret: Israel’s Military Involvement in Latin America. Redactaron el título de esa manera debido a que la mayor parte de la información del libro llegó a partir de fuentes de medios de comunicación convencionales.

Por ahora el papel bien documentado de Israel en las guerras sucias de Guatemala pasa en gran medida sin comentarios. Pero los guatemaltecos saben mejor que nadie que el largo camino hacia la rendición de cuentas comienza con el reconocimiento de los hechos. Sin embargo no está claro cuánto tiempo pasará antes de que oigamos de los funcionarios israelíes llamados a Guatemala para ser juzgados por el papel sombrío que jugaron en las horas más oscuras del país.

Gabriel Schivone está escribiendo un libro sobre la política de Estados Unidos hacia Guatemala.

MIÉRCOLES 1º DE FEBRERO DE 2017 – COMCOSUR
_______

5) Brasil, un país cada vez más insólito
Eric Nepomuceno (Página 12)

A cada mirada lanzada sobre mi país me viene la sensación, desagradable sensación, de que somos la realidad más insólita del planeta. Y esa sensación no viene de grandes tragedias o fenómenos de la naturaleza agredida, sino de la pequeñez de los que nos gobiernan.

Por ejemplo: tan pronto sea nombrado el nuevo relator de la Operación Lavado Rápido en el Supremo Tribunal Federal, le tocará a Michel Temer indicar el nombre que ocupará el sillón de Teori Zavascki, fallecido en un accidente aéreo el pasado día 19, en la instancia máxima de la Justicia en mi país. Temer fue suficientemente sensible –cosa rarísima en alguien de tan escasa estatura ética y moral– para esperar que primero se decida, en el ámbito del STF, quién será el nuevo relator de la causa que involucra a políticos de todos los calibres en las investigaciones de la Operación Lavado Rápido para sólo entonces indicar el sustituto de Zavascki en la corte.

Y aquí surge otra vez el rostro insólito de nuestra realidad actual, una pura ironía de los tortuosos caminos vividos: el sustituto del austero Zavascki será indicado por Michel Temer y luego confirmado por el Senado. Es decir: el hombre que participará de la decisión de los denunciados por corrupción será indicado por un sujeto que en solamente una –una– de las “delaciones premiadas” de 77 altos y medianos ejecutivos de la constructora Odebrecht es mencionado nada menos que 43 veces. Ya se sabe que aparece en otras tres. Y por si fuera poco, el nuevo integrante de la Corte será confirmado por los 81 senadores de la República, de los cuales 12 están bajo investigación formal y otros 9 fueron mencionados y podrán ser imputados e investigados.

A tiempo: uno de los candidatos a un sillón entre los magistrados de la instancia máxima de la Justicia en mi país, guardiana de la Constitución y de nuestros derechos, Ives Gandra Martins Filho, es fervoroso miembro del Opus Dei. Hizo voto de castidad, de pobreza y todo lo demás, uso de un cinturón de cilicio inclusive. Tiene opiniones propias: dice que la unión homo-afectiva es comparable a “la de la mujer que se casa con su caballo o del hombre que se casa con su perra”. De aborto, investigaciones científicas con células embrionarias, legalización de drogas y otros temas, mejor ni hablar. No sin razón es el favorito personal de Michel Temer.

Pero también en otro ámbito de la Justicia la situación de Temer es especialmente delicada: él está bajo investigación del Tribunal Superior Electoral, que incluirá en su juicio las denuncias que constan de lo que contaron los ejecutivos de la Odebrecht. Por lo que ya se sabe, son denuncias concretas y espeluznantes. Hay declaraciones indicando fecha, local y horas en que Temer, acompañado por bandoleros notorios y notables (muchos de ellos, sus actuales ministros), con destaque para Eduardo Cunha, figura clave para el éxito del golpe que destituyó Dilma Rousseff cuando presidía la Cámara de Diputados y ahora figura reluciente en una cárcel. En todos los menúes de las cenas ofrecidas, el plato principal siempre fue la cantidad de dinero pedida por Temer y sus acólitos.

En el mapa de las cosas insólitas de este insólito país hay más, mucho más, surgidas de la Policía Federal, que por la Constitución sería la policía judicial del Estado pero actúa como partido político.

El comisario-jefe encargado de la Operación Lavado Rápido admite cándidamente a la revista Veja, cuya parcialidad sería vergonzosa si sus responsables supiesen el sentido de la palabra vergüenza, que se perdió el timing propicio para detener Lula da Silva.

A los pocos días fue desmentido por otro comisario de la Policía Federal, Igor Romario, quien afirmó que tal timing no se había perdido y que Lula podría ir preso “en 30 o 60 días”. Detalle número uno: en un abuso increíble, y con el evidente intento de alcanzar a Lula en un momento absolutamente delicado, lo afirmó cuando el ex presidente estaba en un Centro de Terapia Intensiva, acompañando a su esposa, Marisa Leticia, que sufrió un grave accidente cerebrovascular y está en coma. Detalle número dos: ese mismo sujeto fue ardoroso defensor de la candidatura de Aécio Neves en las presidenciales de 2014.

Esa nueva demostración de parcialidad astronómica, de abuso de autoridad –al fin y al cabo, ¿desde cuándo es legalmente aceptable anunciar anticipadamente, con todo y fecha, la prisión de quien siquiera fue juzgado?– de politización extrema de la Justicia, ocurre sin que ninguna clase de medida punitiva sea adoptada por sus superiores.

Lo insólito reaparece en todas partes. Por ejemplo: el ex millonario Eike Batista sale rumbo a Nueva York. Migraciones sella su pasaporte alemán, gracias a su doble ciudadanía. Los trámites migratorios, en Brasil, están a cargo de la Policía Federal.

Dos días después, la misma Policía realiza una aparatosa acción, bautizada Operación Eficiencia, para detenerlo en su mansión, a pocas cuadras de mi casa. Desperté a las seis de la mañana con el ruido de un helicóptero.

Claro que, a aquellas alturas, Batista estaba lejos, protegido. Claro que él supo, con dos días de antelación, que sería detenido bajo denuncias de corrupción. Vaya eficiencia, la de quien sella el pasaporte de un viajero que sale del país y lo va a detener dos días más tarde.

MIÉRCOLES 1º DE FEBRERO DE 2017 – COMCOSUR
_______

“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
_______

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / blog: nuevo.comcosur.org / contacto: comcosur@comcosur.com.uy / Y ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
_______

powered by phpList