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RODOLFO WALSH – CARTA A SUS AMIGOS

1) A 40 años del Golpe de Estado en Argentina
2) Carta a mis amigos /Rodolfo Walsh
3) Carta abierta de un escritor a la Junta militar/Rodolfo Walsh
4) Festival Internacional de films de Friburgo /Sergio Ferrari
5) Inflación, precios e índices /José Antonio Rocca
COMCOSUR INFORMA AÑO 16 – No. 1712 – jueves 31.03.2016
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2016 – 22 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Claudia Korol y Mauricio D’ambrouso (Buenos Aires)
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis)
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La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos. SUB COMANDANTE MARCOS
Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara. RADIO VENCEREMOS
«En Argentina las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria»
Eduardo Galeano
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA
El golpe de Estado cívico-militar del 24 de marzo de 1976, fue la continuidad del ciclo terrorista iniciado con los pronunciamientos golpistas en Uruguay – junio de 1973 – y en Chile, el 11 de septiembre de ese mismo año.
2) CARTA A MIS AMIGOS
De Rodolfo Walsh, Buenos Aires, 29 de diciembre de 1976
3) CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR
De Rodolfo Walsh, Buenos Aires, 24 de marzo de 1977
4) FESTIVAL INTERNACIONAL DE FILMS DE FRIBURGO
El cine latinoamericano, nuevas sinergias que lo renuevan y lo potencian /Sergio Ferrari
5) INFLACIÓN, PRECIOS E ÍNDICES
El índice de precios al consumo (IPC) es una forma de medir la evolución del promedio de precios. En particular los datos del INE indican que aumentó más de un 4% en los dos primeros meses del 2016. /José Antonio Rocca
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) A 40 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO EN ARGENTINA
El golpe de Estado cívico-militar del 24 de marzo de 1976, fue la continuidad del ciclo terrorista iniciado con los pronunciamientos golpistas en Uruguay – junio de 1973 – y en Chile, el 11 de septiembre de ese mismo año.
Movimiento de solidaridad nuestra América /Ciudad de México, 24 marzo de 1976
La naturaleza del régimen dictatorial de la Junta Militar encabezada por el general Jorge R. Videla, es similar a los sistemas de gobierno implantados tempranamente en Brasil (1964) y Bolivia (1971). Se trató de férreas dictaduras destinadas a cumplir con la aplicación de programas de gobierno cuyos objetivos pueden sintetizarse en tres ejes fundamentales: a. Desarticular, por la vía del terror, las organizaciones sociales y políticas de la clase trabajadora y del campo popular, incluyendo a la intelectualidad contestataria y expresiones críticas del mundo de la cultura; b. Debilitar las franjas del empresariado que habían crecido al amparo de las sustitución de importaciones y la protección de las políticas públicas y abrir con ello, espacios para facilitar el predominio del gran capital nacional y extranjero ; c. Reordenar la vida institucional mediante el repliegue del Estado de áreas sustantivas como la educación, la salud y la prestación de los servicios básicos (luz, agua potable, comunicaciones y producción de energéticos, entre otros).
Las secuelas de la dictadura instaurada en 1976 son universalmente conocidas, no obstante, es conveniente reiterar algunos de los efectos más brutales de ese régimen de horror: 30 mil desaparecidos, miles de ejecutados de manera extrajudicial, cientos de niños apropiados y dados en adopción de manera ilegal, miles de presos por causas políticas y un número indeterminado de exiliados.
Sin forzar paralelismos ni comparaciones caprichosas, es importante que el horror vivido en Argentina y otros países de la región, durante la década de los setenta, permanezca en nuestra memoria y cada uno de los pueblos se mantenga alerta ante la ofensiva conservadora del gran capital. Esta ola desestabilizadora, se expresa en el gobierno de Mauricio Macri y en el intento de enjuiciamiento a Cristina Kirchner, en la cargada jurídica y mediática contra el presidente Nicolás Maduro de Venezuela, en la persistente campaña de hostigamiento contra el gobierno de Dilma y los agravios a la figura del expresidente Lula y en el intento de cuestionar la obra del presidente Evo Morales,tratando de dañar la vida privada del mandatario boliviano.
Los tiempos no son fáciles, los grandes poderes corporativos locales y el capital financiero internacional, se mueven de manera concertada para lograr, en el corto plazo, efectos regionales favorables a sus intereses. Por lo tanto, debemos proponernos, que esta conmemoración del 40 aniversario del golpe genocida de 1976 en Argentina, sirva también para mantener alerta a los pueblos y redoblar esfuerzos en la urgente tarea de recomponer las organizaciones sociales y políticas de los trabajadores, agrupamientos de la sociedad civil e intelectuales identificados con las banderas del desarrollo económico con inclusión, democracia y justicia social.
Fuentes: Movimiento de solidaridad nuestra América / Grupo de frenteamplistas en México por la izquierda
COMCOSUR INFORMA Nº 1712 – 31/03/2016 _____________________________________
2) CARTA A MIS AMIGOS
De Rodolfo Walsh, Buenos Aires, 29 de diciembre de 1976
Hoy se cumplen tres meses de la muerte de mi hija, María Victoria, después de un combate con las fuerzas del Ejército. Sé que la mayoría de aquellos que la conocieron la lloraron. Otros, que han sido mis amigos o me han conocido de lejos, hubieran querido hacerme llegar una voz de consuelo. Me dirijo a ellos para agradecerles pero también para explicarles cómo murió Vicki y por qué murió.
El comunicado del Ejército que publicaron los diarios no difiere demasiado, en esta oportunidad, de los hechos. Efectivamente, Vicki era Oficial 2º de la Organización Montoneros, responsable de la Prensa Sindical, y su nombre de guerra era Hilda. Efectivamente estaba reunida ese día con cuatro miembros de la Secretaría Política que combatieron y murieron con ella.
La forma en que ingresó en Montoneros no la conozco en detalle. A la edad de 22 años, edad de su probable ingreso, se distinguía por decisiones firmes y claras. Por esa época empezó a trabajar en el Diario “La Opinión” y en un tiempo muy breve se convirtió en periodista. El periodismo no le interesaba. Sus compañeros la eligieron delegada sindical. Como tal debió enfrentar en un conflicto difícil al director del diario, Jacobo Timerman, a quien despreciaba profundamente. El conflicto se perdió y cuando Timerman empezó a denunciar como guerrilleros a sus propios periodistas, ella pidió licencia y no volvió más.
Fue a militar a una villa miseria. Era su primer contacto con la pobreza extrema en cuyo nombre combatía. Salió de esa experiencia convertida a un ascetismo que impresionaba. Su marido, Emiliano Costa, fue detenido a principios de 1975 y no lo vio más. La hija de ambos nació poco después. El último año de mi hija fue muy duro. El sentido del deber la llevó a relegar toda gratificación individual, a empeñarse mucho más allá de sus fuerzas físicas. Como tantos muchachos que repentinamente se volvieron adultos, anduvo a los saltos, huyendo de casa en casa. No se quejaba, sólo su sonrisa se volvía un poco más desvaída. En las últimas semanas varios de sus compañeros fueron muertos: no pudo detenerse a llorarlos. La embargaba una terrible urgencia por crear medios de comunicación en el frente sindical que era su responsabilidad.
Nos veíamos una vez por semana; cada quince días. Eran entrevistas cortas, caminando por la calle, quizás diez minutos en el banco de una plaza. Hacíamos planes para vivir juntos, para tener una casa donde hablar, recordar, estar juntos en silencio. Presentíamos, sin embargo, que eso no iba a ocurrir, que uno de esos fugaces encuentros iba a ser el último, y nos despedimos simulando valor, consolándonos de la anticipada pérdida.
Mi hija estaba dispuesta a no entregarse con vida. Era una decisión madurada, razonada. Conocía, por infinidad de testimonios, el trato que dispensan los militares y marinos a quienes tienen la desgracia de caer prisioneros: el despellejamiento en vida, la mutilación de miembros, la tortura sin límite en el tiempo ni en el método, que procura al mismo tiempo la degradación moral, la delación. Sabía perfectamente que en una guerra de esas características, el pecado no era hablar, sino caer. Llevaba siempre encima la pastilla de cianuro -la misma con la que se mató nuestro amigo Paco Urondo-, con la que tantos otros han obtenido una última victoria sobre la barbarie.
El 28 de septiembre, cuando entró en la casa de la calle Corro, cumplía 26 años. Llevaba en sus brazos a su hija porque en último momento no encontró con quién dejarla. Se acostó con ella, en camisón. Usaba unos absurdos camisones largos que siempre le quedaban grandes.
A las siete del 29 la despertaron los altavoces del Ejército, los primeros tiros. Siguiendo el plan de defensa acordado, subió a la terraza con el secretario político Molina, mientras Coronel, Salame y Beltrán respondían al fuego desde la planta baja. He visto la escena con sus ojos: la terraza sobre las casas bajas, el cielo amaneciendo, y el cerco. El cerco de 150 hombres, los FAP emplazados, el tanque. Me ha llegado el testimonio de uno de esos hombres, un conscripto: “El combate duró más de una hora y media. Un hombre y una muchacha tiraban desde arriba, nos llamó la atención porque cada vez que tiraban una ráfaga y nosotros nos zambullíamos, ella se reía.”
He tratado de entender esa risa. La metralleta era una Halcón y mi hija nunca había tirado con ella, aunque conociera su manejo, por las clases de instrucción. Las cosas nuevas, sorprendentes, siempre la hicieron reír. Sin duda era nuevo y sorprendente para ella que ante una simple pulsación del dedo brotara una ráfaga y que ante esa ráfaga 150 hombres se zambulleran sobre los adoquines, empezando por el coronel Roualdes, jefe del operativo.
A los camiones y el tanque se sumó un helicóptero que giraba alrededor de la terraza, contenido por el fuego.
“De pronto -dice el soldado- hubo un silencio. La muchacha dejó la metralleta, se asomó de pie sobre el parapeto y abrió los brazos. Dejamos de tirar sin que nadie lo ordenara y pudimos verla bien. Era flaquita, tenía el pelo corto y estaba en camisón. Empezó a hablarnos en voz alta pero muy tranquila. No recuerdo todo lo que dijo. Pero recuerdo la última frase, en realidad no me deja dormir. “-Ustedes no nos matan -dijo-, nosotros elegimos morir. Entonces ella y el hombre se llevaron una pistola a la sien y se mataron enfrente de todos nosotros.”
Abajo ya no había resistencia. El coronel abrió la puerta y tiró una granada. Después entraron los oficiales. Encontraron una nena de algo más de un año, sentadita en una cama, y cinco cadáveres.
En el tiempo transcurrido he reflexionado sobre esa muerte. Me he preguntado si mi hija, si todos los que mueren como ella, tenían otro camino. La respuesta brota desde lo más profundo de mi corazón y quiero que mis amigos la conozcan. Vicki pudo elegir otros caminos que eran distintos sin ser deshonrosos, pero el que eligió era el más justo, el más generoso, el más razonado. Su lúcida muerte es una síntesis de su corta, hermosa vida. No vivió para ella, vivió para otros, y esos otros son millones. Su muerte sí, su muerte fue gloriosamente suya, y en ese orgullo me afirmo y soy quien renace de ella.
Esto es lo que quería decirle a mis amigos y lo que desearía que ellos transmitieran a otros por los medios que su bondad les dicte.
Rodolfo Walsh (Choele-Choel, 1927 – Buenos Aires, 1977). Criado en un colegio de sacerdotes irlandeses para niños pobres, la infancia de Walsh dejó huellas en su escritura. Ya en Buenos Aires, y luego de trabajar como corrector de pruebas y traductor, publicó Diez cuentos policiales argentinos, Variaciones en rojo (ambas de 1953, la última Premio Municipal de Literatura) y preparó las antologías Diez cuentos policiales argentinos (1953), la primera recopilación de autores nacionales del género, y Antología del cuento extraño (1954).
Escribió además celebradas obras de investigación periodística: Operación Masacre (1957), que se considera que inició el movimiento periodístico-literario de la novela testimonial.
Cuando se produjeron los fusilamientos de José León Suárez, Walsh estaba trabajando en la compilación de cuentos de la Editorial Hachette. Una tarde de 1956, jugando al ajedrez en un bar de la Plata escuchó la frase “Hay un fusilado que vive”. Nunca se le fue de la mente. A fines de ese año, comenzó a investigar el caso con la ayuda de la periodista Enriqueta Muñiz, y se encontró con un gigantesco crimen organizado y ocultado por el Estado. Walsh decidió recluirse en una alejada isla del Tigre con el seudónimo de Francisco Freyre, y con la única compañía de un revolver.
El 23 de diciembre Leonidas Barletta, director de Propósitos, denunció, a pedido de Walsh, la masacre de José León Suárez y la existencia de un sobreviviente, Juan Carlos Livraga. El descubrimiento de los hechos relatados en la investigación y el contexto político de proscripción y persecución del peronismo lo llevaría a revalorizar esa identidad y acercarse a sus espacios de resistencia. Ese proceso implico cuestionar sus opciones políticas anteriores: una breve militancia en la alianza Libertadora Nacionalista, a mediados de la década del 40 y su apoyo al golpe de 1955.
Quién mató a Rosendo (1969) y El caso Satanowsky (1973) son otras brillantes investigaciones de Walsh. Fue uno de los fundadores de la agencia cubana de noticias Prensa Latina. Como jefe de Servicios Especiales en el Departamento de Informaciones de esa agencia, usó sus conocimientos de criptógrafo aficionado para descubrir, a través de unos cables comerciales, los planes de la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada por la CIA. A su regreso de Cuba escribió los cuentos de Los oficios terrestres (1965) y Un kilo de oro (1967) y las obras de teatro La granada y La batalla (ambas de 1965).
En Madrid, Perón le presenta a Raimundo Ongaro, Secretario General de la CGT de los Argentinos, y el 1º de mayo aparece el semanario CGT, que funda y dirige por expreso pedido de Perón. En 1969 empieza a militar en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP).
En 1973 comenzó a militar en la organización Montoneros con el grado de Oficial 2° y el alias de Esteban. Creó un sector del Departamento de informaciones de Montoneros y fue su responsable. Junto a su amigo, el poeta Francisco Paco Urondo, participa como fundador y redactor de Noticias.
Tras el golpe de 1976 Walsh desarrollaría un debate con la conducción de la organización Montoneros por medio de sucesivos informes que años más tarde se conocerían cómo los “papeles de Walsh”. En ellos elaboraría una larga lista de cuestionamientos a la línea política de la organización y propondría una serie de cambios estratégicos que jamás serían tenidos en cuenta por la Conducción Nacional de Montoneros.
Bajo el golpe de Estado encabezado por Jorge Videla, creó la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA). El 24 de marzo al cumplirse un año de la dictadura, envió su famosa Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar a las redacciones de los diarios. Nadie la publicó. El 25 de marzo, entre las 13.30 y las 16.00, Walsh fue secuestrado por un grupo de Tareas de la ESMA, comandado por el oficial de Inteligencia García Velasco. Sobrevivientes de la ESMA le acercaron a su hija Patricia Walsh una versión de lo sucedido. Según esa versión Rodolfo debía ser tackleado por el oficial de Marina y ex rugbier Alfredo Astiz, quien falló en su intento. Esto generó una momentánea confusión que permitió a Walsh gatillar el revólver calibre 22 que guardaba en la entrepierna. Así hirió a uno de sus agresores, que quedó rengo. Su resistencia obligó a sus secuestradores a asesinarlo allí mismo sin que lograran su objetivo de poder llevarlo para torturarlo en el campo de concentración montado por la Marina.
Escritos inéditos suyos fueron secuestrados por personal de las Fuerzas Armadas cuando allanaron su vivienda de San Vicente el día de su asesinato, y no han podido ser recuperados.
Rodolfo Walsh /Enviado por Nino de Negri
COMCOSUR INFORMA Nº 1712 – 31/03/2016 _____________________________________
3) CARTA ABIERTA DE UN ESCRITOR A LA JUNTA MILITAR
De Rodolfo Walsh, Buenos Aires, 24 de marzo de 1977
[1]. La censura de prensa, la persecución a intelectuales, el allanamiento de mi casa en el Tigre, el asesinato de amigos queridos y la pérdida de una hija que murió combatiéndolos, son algunos de los hechos que me obligan a esta forma de expresión clandestina después de haber opinado libremente como escritor y periodista durante casi treinta años.
El primer aniversario de esta Junta Militar ha motivado un balance de la acción de gobierno en documentos y discursos oficiales, donde lo que ustedes llaman aciertos son errores, los que reconocen como errores son crímenes y lo que omiten son calamidades.
El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron.
Ilegítimo en su origen, el gobierno que ustedes ejercen pudo legitimarse en los hechos recuperando el programa en que coincidieron en las elecciones de 1973 el ochenta por ciento de los argentinos y que sigue en pie como expresión objetiva de la voluntad del pueblo, único significado posible de ese “ser nacional” que ustedes invocan tan a menudo.
Invirtiendo ese camino han restaurado ustedes la corriente de ideas e intereses de minorías derrotadas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas, explotan al pueblo y disgregan la Nación. Una política semejante sólo puede imponerse transitoriamente prohibiendo los partidos, interviniendo los sindicatos, amordazando la prensa e implantando el terror más profundo que ha conocido la sociedad argentina.
[2]. Quince mil desaparecidos, diez mil presos, cuatro mil muertos, decenas de miles de desterrados son la cifra desnuda de ese terror.
Colmadas las cárceles ordinarias, crearon ustedes en las principales guarniciones del país virtuales campos de concentración donde no entra ningún juez, abogado, periodista, observador internacional. El secreto militar de los procedimientos, invocado como necesidad de la investigación, convierte a la mayoría de las detenciones en secuestros que permiten la tortura sin límite y el fusilamiento sin juicio (1).
Más de siete mil recursos de hábeas corpus han sido contestados negativamente este último año. En otros miles de casos de desaparición el recurso ni siquiera se ha presentado porque se conoce de antemano su inutilidad o porque no se encuentra abogado que ose presentarlo después que los cincuenta o sesenta que lo hacían fueron a su turno secuestrados.
De este modo han despojado ustedes a la tortura de su límite en el tiempo. Como el detenido no existe, no hay posibilidad de presentarlo al juez en diez días según manda una ley que fue respetada aun en las cumbres represivas de anteriores dictaduras.
La falta de límite en el tiempo ha sido complementada con la falta de límite en los métodos, retrocediendo a épocas en que se operó directamente sobre las articulaciones y las vísceras de las víctimas, ahora con auxiliares quirúrgicos y farmacológicos de que no dispusieron los antiguos verdugos. El potro, el torno, el despellejamiento en vida, la sierra de los inquisidores medievales reaparecen en los testimonios junto con la picana y el “submarino”, el soplete de las actualizaciones contemporáneas (2).
Mediante sucesivas concesiones al supuesto de que el fin de exterminar a la guerilla justifica todos los medios que usan, han llegado ustedes a la tortura absoluta, intemporal, metafísica en la medida que el fin original de obtener información se extravía en las mentes perturbadas que la administran para ceder al impulso de machacar la sustancia humana hasta quebrarla y hacerle perder la dignidad que perdió el verdugo, que ustedes mismos han perdido.
[3]. La negativa de esa Junta a publicar los nombres de los prisioneros es asimismo la cobertura de una sistemática ejecución de rehenes en lugares descampados y en horas de la madrugada con el pretexto de fraguados combates e imaginarias tentativas de fuga.
Extremistas que panfletean el campo, pintan acequias o se amontonan de a diez en vehículos que se incendian son los estereotipos de un libreto que no está hecho para ser creído sino para burlar la reacción internacional ante ejecuciones en regla mientras en lo interno se subraya el carácter de represalias desatadas en los mismos lugares y en fecha inmediata a las acciones guerrilleras.
Setenta fusilados tras la bomba en Seguridad Federal, 55 en respuesta a la voladura del Departamento de Policía de La Plata, 30 por el atentado en el Ministerio de Defensa, 40 en la Masacre del Año Nuevo que siguió a la muerte del coronel Castellanos, 19 tras la explosión que destruyó la comisaría de Ciudadela forman parte de 1.200 ejecuciones en 300 supuestos combates donde el oponente no tuvo heridos y las fuerzas a su mando no tuvieron muertos.
Depositarios de una culpa colectiva abolida en las normas civilizadas de justicia, incapaces de influir en la política que dicta los hechos por los cuales son represaliados, muchos de esos rehenes son delegados sindicales, intelectuales, familiares de guerrilleros, opositores no armados, simples sospechosos a los que se mata para equilibrar la balanza de las bajas según la doctrina extranjera de “cuenta-cadáveres” que usaron los SS en los países ocupados y los invasores en Vietnam.
El remate de guerrilleros heridos o capturados en combates reales es asimismo una evidencia que surge de los comunicados militares que en un año atribuyeron a la guerrilla 600 muertos y sólo 10 o 15 heridos, proporción desconocida en los más encarnizados conflictos. Esta impresión es confirmada por un muestreo periodístico de circulación clandestina que revela que entre el 18 de diciembre de 1976 y el 3 de febrero de 1977, en 40 acciones reales, las fuerzas legales tuvieron 23 muertos y 40 heridos, y la guerrilla 63 muertos (3).
Más de cien procesados han sido igualmente abatidos en tentativas de fuga cuyo relato oficial tampoco está destinado a que alguien lo crea sino a prevenir a la guerrilla y a los partidos de que aun los presos reconocidos son la reserva estratégica de las represalias de que disponen los Comandantes de Cuerpo según la marcha de los combates, la conveniencia didáctica o el humor del momento.
Así ha ganado sus laureles el general Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército, antes del 24 de marzo con el asesinato de Marcos Osatinsky, detenido en Córdoba, después con la muerte de Hugo Vaca Narvaja y otros cincuenta prisioneros en variadas aplicaciones de la ley de fugas ejecutadas sin piedad y narradas sin pudor. (4)
El asesinato de Dardo Cabo, detenido en abril de 1975, fusilado el 6 de enero de 1977 con otros siete prisioneros en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército que manda el general Suárez Masson, revela que estos episodios no son desbordes de algunos centuriones alucinados sino la política misma que ustedes planifican en sus estados mayores, discuten en sus reuniones de gabinete, imponen como comandantes en jefe de las 3 Armas y aprueban como miembros de la Junta de Gobierno.
[4]. Entre mil quinientas y tres mil personas han sido masacradas en secreto después que ustedes prohibieron informar sobre hallazgos de cadáveres que en algunos casos han trascendido, sin embargo, por afectar a otros países, por su magnitud genocida o por el espanto provocado entre sus propias fuerzas. (5)
Veinticinco cuerpos mutilados afloraron entre marzo y octubre de 1976 en las costas uruguayas, pequeña parte quizás del cargamento de torturados hasta la muerte en la Escuela de Mecánica de la Armada, fondeados en el Río de la Plata por buques de esa fuerza, incluyendo el chico de 15 años, Floreal Avellaneda, atado de pies y manos, “con lastimaduras en la región anal y fracturas visibles” según su autopsia.
Un verdadero cementerio lacustre descubrió en agosto de 1976 un vecino que buceaba en el Lago San Roque de Córdoba, acudió a la comisaría donde no le recibieron la denuncia y escribió a los diarios que no la publicaron. (6)
Treinta y cuatro cadáveres en Buenos Aires entre el 3 y el 9 de abril de 1976, ocho en San Telmo el 4 de julio, diez en el Río Luján el 9 de octubre, sirven de marco a las masacres del 20 de agosto que apilaron 30 muertos a 15 kilómetros de Campo de Mayo y 17 en Lomas de Zamora.
En esos enunciados se agota la ficción de bandas de derecha, presuntas herederas de las 3 A de López Rega, capaces de atravesar la mayor guarnición del país en camiones militares, de alfombrar de muertos el Río de la Plata o de arrojar prisioneros al mar desde los transportes de la Primera Brigada Aérea (7), sin que se enteren el general Videla, el almirante Massera o el brigadier Agosti. Las 3 A son hoy las 3 Armas, y la Junta que ustedes presiden no es el fiel de la balanza entre “violencias de distintos signos” ni el árbitro justo entre “dos terrorismos”, sino la fuente misma del terror que ha perdido el rumbo y sólo puede balbucear el discurso de la muerte. (8)
La misma continuidad histórica liga el asesinato del general Carlos Prats, durante el anterior gobierno, con el secuestro y muerte del general Juan José Torres, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruíz y decenas de asilados en quienes se ha querido asesinar la posibilidad de procesos democráticos en Chile, Bolivia y Uruguay. (9)
La segura participación en esos crímenes del Departamento de Asuntos Extranjeros de la Policía Federal, conducido por oficiales becados de la CIA a través de la AID, como los comisarios Juan Gattei y Antonio Gettor, sometidos ellos mismos a la autoridad de Mr. Gardener Hathaway, Station Chief de la CIA en Argentina, es semillero de futuras revelaciones como las que hoy sacuden a la comunidad internacional que no han de agotarse siquiera cuando se esclarezcan el papel de esa agencia y de altos jefes del Ejército, encabezados por el general Menéndez, en la creación de la Logia Libertadores de América, que reemplazó a las 3 A hasta que su papel global fue asumido por esa Junta en nombre de las 3 Armas.
Este cuadro de exterminio no excluye siquiera el arreglo personal de cuentas como el asesinato del capitán Horacio Gándara, quien desde hace una década investigaba los negociados de altos jefes de la Marina, o del periodista de Prensa Libre Horacio Novillo apuñalado y calcinado, después que ese diario denunció las conexiones del ministro Martínez de Hoz con monopolios internacionales.
A la luz de estos episodios cobra su significado final la definición de la guerra pronunciada por uno de sus jefes: “La lucha que libramos no reconoce límites morales ni naturales, se realiza más allá del bien y del mal”. (10)
[5]. Estos hechos, que sacuden la conciencia del mundo civilizado, no son sin embargo los que mayores sufrimientos han traído al pueblo argentino ni las peores violaciones de los derechos humanos en que ustedes incurren. En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.
En un año han reducido ustedes el salario real de los trabajadores al 40%, disminuido su participación en el ingreso nacional al 30%, elevado de 6 a 18 horas la jornada de labor que necesita un obrero para pagar la canasta familiar (11), resucitando así formas de trabajo forzado que no persisten ni en los últimos reductos coloniales.
Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9%12 prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los trabajadores han querido protestar los han calificados de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron. (12)
Los resultados de esa política han sido fulminantes. En este primer año de gobierno el consumo de alimentos ha disminuido el 40%, el de ropa más del 50%, el de medicinas ha desaparecido prácticamente en las capas populares. Ya hay zonas del Gran Buenos Aires donde la mortalidad infantil supera el 30%, cifra que nos iguala con Rhodesia, Dahomey o las Guayanas; enfermedades como la diarrea estival, las parasitosis y hasta la rabia en que las cifras trepan hacia marcas mundiales o las superan. Como si esas fueran metas deseadas y buscadas, han reducido ustedes el presupuesto de la salud pública a menos de un tercio de los gastos militares, suprimiendo hasta los hospitales gratuitos mientras centenares de médicos, profesionales y técnicos se suman al éxodo provocado por el terror, los bajos sueldos o la “racionalización”.
Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes. Ciudades a media luz, barrios enteros sin agua porque las industrias monopólicas saquean las napas subterráneas, millares de cuadras convertidas en un solo bache porque ustedes sólo pavimentan los barrios militares y adornan la Plaza de Mayo, el río más grande del mundo contaminado en todas sus playas porque los socios del ministro Martínez de Hoz arrojan en él sus residuos industriales, y la única medida de gobierno que ustedes han tomado es prohibir a la gente que se bañe.
Tampoco en las metas abstractas de la economía, a las que suelen llamar “el país”, han sido ustedes más afortunados. Un descenso del producto bruto que orilla el 3%, una deuda exterior que alcanza a 600 dólares por habitante, una inflación anual del 400%, un aumento del circulante que en solo una semana de diciembre llegó al 9%, una baja del 13% en la inversión externa constituyen también marcas mundiales, raro fruto de la fría deliberación y la cruda inepcia.
Mientras todas las funciones creadoras y protectoras del Estado se atrofian hasta disolverse en la pura anemia, una sola crece y se vuelve autónoma. Mil ochocientos millones de dólares que equivalen a la mitad de las exportaciones argentinas presupuestados para Seguridad y Defensa en 1977, cuatro mil nuevas plazas de agentes en la Policía Federal, doce mil en la provincia de Buenos Aires con sueldos que duplican el de un obrero industrial y triplican el de un director de escuela, mientras en secreto se elevan los propios sueldos militares a partir de febrero en un 120%, prueban que no hay congelación ni desocupación en el reino de la tortura y de la muerte, único campo de la actividad argentina donde el producto crece y donde la cotización por guerrillero abatido sube más rápido que el dólar.
[6]. Dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente al Zaire o a Chile, a Uruguay o Indonesia, la política económica de esa Junta sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales encabezados por la ITT, la Esso, las automotrices, la U.S. Steel, la Siemens, al que están ligados personalmente el ministro Martínez de Hoz y todos los miembros de su gabinete.
Un aumento del 722% en los precios de la producción animal en 1976 define la magnitud de la restauración oligárquica emprendida por Martínez de Hoz en consonancia con el credo de la Sociedad Rural expuesto por su presidente Celedonio Pereda: “Llena de asombro que ciertos grupos pequeños pero activos sigan insistiendo en que los alimentos deben ser baratos”. (13)
El espectáculo de una Bolsa de Comercio donde en una semana ha sido posible para algunos ganar sin trabajar el cien y el doscientos por ciento, donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el “festín de los corruptos”.
Desnacionalizando bancos se ponen el ahorro y el crédito nacional en manos de la banca extranjera, indemnizando a la ITT y a la Siemens se premia a empresas que estafaron al Estado, devolviendo las bocas de expendio se aumentan las ganancias de la Shell y la Esso, rebajando los aranceles aduaneros se crean empleos en Hong Kong o Singapur y desocupación en la Argentina. Frente al conjunto de esos hechos cabe preguntarse quiénes son los apátridas de los comunicados oficiales, dónde están los mercenarios al servicio de intereses foráneos, cuál es la ideología que amenaza al ser nacional.
Si una propaganda abrumadora, reflejo deforme de hechos malvados no pretendiera que esa Junta procura la paz, que el general Videla defiende los derechos humanos o que el almirante Massera ama la vida, aún cabría pedir a los señores Comandantes en Jefe de las 3 Armas que meditaran sobre el abismo al que conducen al país tras la ilusión de ganar una guerra que, aun si mataran al último guerrillero, no haría más que empezar bajo nuevas formas, porque las causas que hace más de veinte años mueven la resistencia del pueblo argentino no estarán desaparecidas sino agravadas por el recuerdo del estrago causado y la revelación de las atrocidades cometidas.
Estas son las reflexiones que en el primer aniversario de su infausto gobierno he querido hacer llegar a los miembros de esa Junta, sin esperanza de ser escuchado, con la certeza de ser perseguido, pero fiel al compromiso que asumí hace mucho tiempo de dar testimonio en momentos difíciles.
Rodolfo Walsh – C.I. 2845022 /Buenos Aires, 24 de marzo de 1977.
Referencias:
1. Desde enero de 1977 la Junta empezó a publicar nóminas incompletas de nuevos detenidos y de “liberados” que en su mayoría no son tales sino procesados que dejan de estar a su disposición pero siguen presos. Los nombres de millares de prisioneros son aún secreto militar y las condiciones para su tortura y posterior fusilamiento permanecen intactas.
2. El dirigente peronista Jorge Lizaso fue despellejado en vida, el ex diputado radical Mario Amaya muerto a palos, el ex diputado Muñiz Barreto desnucado de un golpe. Testimonio de una sobreviviente: “Picana en Ios brazos, las manos, los muslos, cerca de Ia boca cada vez que lloraba o rezaba… Cada veinte minutos abrían la puerta y me decían que me iban hacer fiambre con la máquina de sierra que se escuchaba”.
3. “Cadena Informativa”, mensaje Nro. 4, febrero de 1977.
4. Una versión exacta aparece en esta carta de los presos en la Cárcel de Encausados al obispo de Córdoba, monseñor Primatesta: “El 17 de mayo son retirados con el engaño de ir a la enfermería seis compañeros que luego son fusilados. Se trata de Miguel Ángel Mosse, José Svagusa, Diana Fidelman, Luis Verón, Ricardo Yung y Eduardo Hernández, de cuya muerte en un intento de fuga informó el Tercer Cuerpo de Ejército. El 29 de mayo son retirados José Pucheta y Carlos Sgadurra. Este último había sido castigado al punto de que no se podía mantener en pie sufriendo varias fracturas de miembros. Luego aparecen también fusilados en un intento de fuga”.
5. En los primeros 15 días de gobierno militar aparecieron 63 cadáveres, según los diarios. Una proyección anual da la cifra de 1500. La presunción de que puede ascender al doble se funda en que desde enero de 1976 la información periodística era incompleta y en el aumento global de la represión después del golpe. Una estimación global verosímil de las muertes producidas por la Junta es la siguiente. Muertos en combate: 600. Fusilados: 1.300. Ejecutados en secreto: 2.000. Varios. 100. Total: 4.000.
6. Carta de Isaías Zanotti, difundida por ANCLA, Agencia Clandestina de Noticias.
7. “Programa” dirigido entre julio y diciembre de 1976 por el brigadier Mariani, jefe de la Primera Brigada Aérea del Palomar. Se usaron transportes Fokker F-27.
8. El canciller vicealmirante Guzzeti en reportaje publicado por La Opinión el 3-10-76 admitió que “el terrorismo de derecha no es tal” sino “un anticuerpo”.
9. El general Prats, último ministro de Ejército del presidente Allende, muerto por una bomba en setiembre de 1974. Los ex parlamentarios uruguayos Michelini y Gutiérrez Ruiz aparecieron acribillados el 2-5-76. El cadáver del general Torres, ex presidente de Bolivia, apareció el 2-6-76, después que el ministro del Interior y ex jefe de Policía de Isabel Martínez, general Harguindeguy, lo acusó de “simular” su secuestro.
10. Teniente Coronel Hugo Ildebrando Pascarelli según La Razón del 12-6-76. Jefe del Grupo I de Artillería de Ciudadela. Pascarelli es el presunto responsable de 33 fusilamientos entre el 5 de enero y el 3 de febrero de 1977.
11. Unión de Bancos Suizos, dato correspondiente a junio de 1976. Después la situación se agravó aún más.
12. Diario Clarín.
13. Entre los dirigentes nacionales secuestrados se cuentan Mario Aguirre de ATE, Jorge Di Pasquale de Farmacia, Oscar Smith de Luz y Fuerza. Los secuestros y asesinatos de delegados han sido particularmente graves en metalúrgicos y navales.
14. Prensa Libre, 16-12-76.
Rodolfo Walsh /Enviado por Nino de Negri
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4) FESTIVAL INTERNACIONAL DE FILMS DE FRIBURGO
El cine latinoamericano, nuevas sinergias que lo renuevan y lo potencian
Sergio Ferrari*, desde Friburgo, Suiza
De las 13 películas que compiten por el premio principal “Mirada de Oro” en esta 30 edición del Festival Internacional de Films de Friburgo (FIFF), cinco llegan de Latinoamérica. Y acaparan la atención de un público, que desde el origen mismo del FIFF hace 36 años, se identifica con la cinematografía de ese continente. Los organizadores, que rinden un homenaje en su treinta aniversario a la mujer en el cine, esperan entre el 11 y el 19 de marzo a unos 40 mil espectadores en esta ciudad universitaria, fronteriza entre la Suiza francesa y la alemana.
México, Colombia y Argentina en Friburgo
“No me impongo cuotas por continente en la programación de nuestro festival, ni hago compromisos entre el origen geográfico de las películas que seleccionamos”, enfatiza Thierry Jobin, Director del FIFF.
“Si hemos elegido cinco películas latinoamericanas en la competición largometraje responde a la excelente calidad de las mismas”, explica, al recordar que en la preparación del programa debe decidir entre más de dos mil cintas que le llegan del mundo entero.
Y Jobin analiza rápidamente los títulos que representan a América Latina en esta nueva edición de Friburgo. Un Monstruo de mil cabezas, del director uruguayo Rodrigo Plá, “un film muy fuerte de un realizador que ya es conocido en Friburgo y que sigue desarrollando el cine de suspenso para presentar dramas humanos de profundo contenido social”. Plá ganó en el 2008 con La Zona, el Premio del Público.
Semana Santa, de la directora mexicana Alejandra Márquez Abella, “una obra poética, de atmósfera, muy tocante y emotiva sobre la realidad misma de un grupo de seres humanos que pretenden sentirse en familia”.
En cuanto a Yo, coproducción mexicana, suiza y canadiense, es dirigida por Matías Meyer, “otro amigo del FIFF”. Su película recibió el apoyo del Fondo suizo Visión Sud Este en el que contó con “nuestro sostén”. “Un film profundo y delicado sobre un tema difícil como es la amistad, la sensualidad y la sexualidad de un joven adolescente con problemas”.
Alias María, la película colombiana de José Luis Rugeles, “fue la primera que seleccioné”, explica el Director del FIFF. “Una obra impactante en torno a un aspecto particular del conflicto bélico de ese país, en un ambiente tropical asfixiante de selva y guerra”.
Luz Incidente, del director argentino Ariel Rotter, se trata de “la vuelta de otro amigo a Friburgo con una obra fascinante, en blanco y negro, con una actriz femenina excepcional”, acota.
La fuerte presencia mexicana –tres de las cinco cintas latinoamericanas en la competición- “responde a una realidad muy concreta. La producción de ese país es hoy abundante, diversa y de gran calidad. Existe una serie de festivales muy interesantes en distintas regiones del país. En este momento me resultó más fácil encontrar muy buenas obras en México que en otros países latinoamericanos”, enfatiza Jobin.
Sinergias latinoamericanas
“El cine latinoamericano se sigue consolidando. Y vive un momento interesante”, enfatiza a este corresponsal Sandino Saravia. El joven productor uruguayo presenta el film mexicano Un monstruo de mil cabezas, del director –también uruguayo- Rodrigo Plá.
¿Productor y director sudamericanos de un film azteca?, preguntamos con cierta sorpresa. “Es parte de una nueva dinámica que se da en nuestro continente. Múltiples colaboraciones entre diferentes países, estimuladas por los entes estatales del cine, lo que potencializa la producción y la dota de una nueva energía”, afirma Saravia. Quien recuerda que esa colaboración, hasta hace muy poco, solo se podía lograr con productoras europeas que sostienen al cine independiente de autor.
Y su película, una de las trece elegidas en la competición oficial, es emblemática de esta nueva cinematografía que salta fronteras. “Este tipo de coproducción se ha acrecentado en los últimos diez años”, explica Saravia. Quien en México, junto con Rodrigo Plá y Laura Santullo- la guionista del film-, es socio fundador de la compañía Buenaventura Cine. En paralelo, los tres, son propietarios en Uruguay de Malbicho Cine.
Las dos firmas “además de asegurar la viabilidad de nuestras propias obras, promueven producciones de jóvenes talentos o de cineastas reconocidos como el brasilero Gabriel Mascaró y su más reciente film, Boi Neon, presentado en la muestra de Venecia y ganador ya de numerosos premios internacionales”.
FIFF, un espacio “privilegiado”
Mostrar las propias películas es un objetivo esencial de cada realizador y productor. Es lo que le da sentido al cine mismo, reflexiona Saravia.
Por eso es de máximo interés estar en cada lugar que se pueda. En cada festival que abra sus puertas. En cada sala que ofrezca un espacio. Y haber sido seleccionados para la competición oficial de este festival es ya un honor y un privilegio, enfatiza.
¿La importancia de un festival como el de Friburgo? Mucha y en varias direcciones. El reconocimiento de la Comisión Artística de “habernos seleccionado entre miles de películas, considerándonos como una producción de calidad y que puede movilizar a su público”. Además la posibilidad que el mismo público se convierta en promotor y publicista activo del film. Sin olvidar que siempre es posible que un distribuidor que llegue al FIFF pueda interesarse en comprar el film para Suiza, acota.
Claves del nuevo cine latinoamericano
¿Cómo interpretar esta nueva etapa que vive la producción de América Latina? La respuesta del joven productor uruguayo es inmediata. “La existencia de una camada de jóvenes realizadores que están proponiendo obras muy interesantes. Muchos de ellos ya se han hecho un nombre en el concierto el cine internacional, incluyendo festivales muy prestigiosos”.
El acceso a fondos nacionales que favorecen la producción fílmica, en países como Brasil, Argentina, México. Más recientemente Colombia y Chile. ”Lo que potencia enormemente nuestros proyectos. Especialmente porque en esos países los entes oficiales fomentan, además, las coproducciones latinoamericanas”.
Adicionalmente, nuevos mecanismos de financiamiento que se dan en países como México, donde las empresas pueden destinar fondos a la producción cinematográfica obteniendo a cambio significativas deducciones impositivas, concluye.
*Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch
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5) INFLACIÓN, PRECIOS E ÍNDICES
El índice de precios al consumo (IPC) es una forma de medir la evolución del promedio de precios. En particular los datos del INE indican que aumentó más de un 4% en los dos primeros meses del 2016.
José Antonio Rocca / La economía de a pie /Segunda quincena marzo.
En los últimos períodos han crecido especialmente los precios de productos muy sensibles para el bolsillo popular como alimentos, vivienda, transporte, por lo cual el promedio es poco representativo del impacto real sobre el grueso de la población. Tampoco son descartables “toqueteos políticos” de las cifras que generalmente son menores a la percepción de la gente. El índice tampoco registra el descenso de calidad de muchas mercancías.
Es decir qué una cosa son los precios y otra el indicador de su evolución, de manera similar a la diferencia entre la fiebre como hecho físico que provoca el incremento de la temperatura y su registro mediante los grados que marca un termómetro.
Los aumentos de precios constituyen un síntoma de la inflación que se miden bien, regular o mal mediante el denominado índice de precios al consumo (IPC). La inflación se manifiesta en el terreno monetario, pero sus raíces se vinculan con los conflictos y lucha de clases y grupos sociales por la distribución del ingreso y la riqueza.
Las estrategias e instrumentos utilizados por sectores capitalistas para incrementar sus ganancias provocan efectos sobre costos, oferta, demanda de las mercancías que pueden traducirse en una espiral de precios.
Por ejemplo, en momentos de descenso de precios internacionales, los exportadores incrementan sus presiones sobre el precio del dólar, cuyo aumento eleva sus ingresos, pero también los costos y precios de productos importados. Las tasas de interés que cobran los bancos por sus préstamos, el valor que logren los propietarios por el arrendamiento de sus tierras, las ganancias de comerciantes e intermediarios, el grado de concentración de mercados en cada cadena productiva, son factores que inciden sobre la formación de precios.
Sobre todo esto se superpone el rol del sector público sus políticas de tarifas, tributos, gastos emisión de dinero pautando la multiplicidad de elementos que golpean sobre la producción, la oferta, los costos la demanda y por ende sobre los precios.
Si la inflación fuera simplemente desvalorización del dinero como suponen los monetaristas los precios aumentarían todos en proporciones similares. El confundir los síntomas con la raíz del problema y los factores estructurales que lo provocan implica una visión superficial que conduce a políticas económicas de corto plazo e que suelen tener efectos indeseables a la larga sobre la producción y la calidad de vida de la gente.
La política que aplica el gobierno oriental es fiel a la más pura ortodoxia monetarista y por ende a las recetas del FMI. Se limita a atacar los síntomas procurando valorizar el peso. Es así que disminuye la emisión monetaria y el créditoi, aumenta encajes bancarios y las tasas de interés que paga por los préstamos que recibe en pesos del sistema financiero para reducir la presión sobre el dólarii
En el marco de reducción de las ventas, aumento de morosidad y dificultades financieras las consecuencias serán de mayor recesión, menor recaudación fiscal y más allá de una provisoria contención de corto plazo del precio del dólar, posteriormente se acentuaran las contradicciones y los precios volverán a crecer sobre una base de menor producción.
Gotitas de economía
Venció el plazo de Aratirí para continuar su proyecto de explotación minera a cielo abierto en Valentines. El descenso de los precios internacionales del hierro quitó rentabilidad y evitó la instalación de otro enclave exportador, que hubiera implicado mayor destrucción ambiental a cambio de ganancias para grandes capitales foráneos.
Los datos del instituto semi oficial Uruguay xxi, registran que en los dos primeros meses del 2016, los ingresos por exportaciones desde Uruguay se redujeron 9.8% respecto al año previo. El de las importaciones cayó algo más de 30%.
El Banco Central uruguayo continúa vendiendo reservas para evitar mayores aumentos de la divisa verde. A mediados de marzo las reservas sin contrapartida son poco más de 3500 millones de dólares.
La tasa de empleo es el cociente entre los clasificados como ocupados con las personas en edad laboral mayor a 13 años. El INE la calcula en 58.8% para enero 2016. En el mismo mes de 2015 era de 59.5% y en 2014 60.5%.
El PBI de Brasil, descendió 3.8% en 2015, el peor resultado de los últimos 25 años.
El Banco Central Europeo anuncia que mantendrá tipos de interés cercanos a cero hasta 2017. Mientras en el sur promueven políticas de contracción monetaria en el norte expanden la emisión de dinero para aumentar la demanda interna y fortalecer el mercado.
Notas:
i De este modo se esteriliza dinero local y se lo quita del mercado. Esto también provocó aumento de la oferta de dólares disminuyendo su precio.
ii Incentivando la venta de dólares para prestarle pesos al Estado.
José Antonio Rocca / La economía de a pie
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