Entradas de junio de 2014

RECORDANDO A WALTER PHILLIPS TREBY

COMCOSUR INFORMA

AÑO 14 – No. 1551 / martes 03 de junio de 2014

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

Selección y producción:

Beatriz Alonso y Carlos Casares

Colaboran:

ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)

ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Luis Sabini, Claudia Korol y Mauricio D’ambrouso (Buenos Aires)

BRASIL: Carlos O. Catalogne y Jorge Rossi Rebufello (Porto Alegre)

ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)

HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)

MÉXICO: Itzel Ibargoyen (México DF)

SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)

URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo)

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” La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que la amanezcan todos.” SUB COMANDANTE MARCOS

"Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara." RADIO VENCEREMOS

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NOTICIAS

BOLIVIA 

1) CONTINÚA EL ATAQUE PARA DESMANTELAR LA ASAMBLEA DEL PUEBLO GUARANÍ ITIKA GUASU

2) DECLARACION EN DEFENSA DE LA TIERRA COMUNITARIA DE ORIGEN ITIKA GUASU 

No renunciamos, ni renunciaremos a nuestro derecho propietario sobre la Tierra Comunitaria de Origen Itika Guasu.

URUGUAY

1) RECORDANDO A WALTER PHILLIPS-TREBY

El hombre, compañero, padre, psicólogo, docente y luchador social
Miércoles 4 de junio – 19.30 horas 
 Facultad de Psicología – Aula Magna – Tristán Narvaja 1674 

2) ADELANTE CON FE: EL PASTOR MÁRQUEZ QUIERE PONER A SU FAMILIA EN EL PARLAMENTO

Llegó a un acuerdo con la actual diputada nacionalista Verónica Alonso para ubicar a sus yernos en lugares destacados en las listas de Jorge Larrañaga. _______________________________________

TEMAS DE COMCOSUR

I. HAITÍ

A 10 AÑOS DE LA OCUPACIÓN DE HAITÍ POR LA MINUSTAH, ENTREVISTAMOS A HENRY BOISROLIN

Hay un trabajo sistemático de desconocimiento de los valores de resistencia del pueblo haitiano / Mario Hernandez

II. INNOVACIÓN AGROPECUARIA Y UN DILEMA

¿20 SON MÁS QUE 80?

La evaluación externa sobre los impactos de la inversión en investigación e innovación agropecuaria del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) durante los últimos 20 años presentó, entre otros temas, una supuesta falsa dicotomía: si se debería priorizar al 20% de los productores responsables de 80% del Producto Interno Bruto o al 80% que produce 20% / Rodrigo García Ferreira

III. DÍA DE LAS TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES RURALES

EL CÍRCULO

En estos días, donde por todo el interior circulan camionetas con letreros de “si avanza el agro, avanza el país”, y abundan los discursos del tipo “hay que tirar parejo porque vamos todos en el mismo barco”, no cabe duda de que la rueda del campo está girando, y la cosa se presta para el mareo…/ María Ingold

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NOTICIAS

BOLIVIA 

1) CONTINÚA EL ATAQUE PARA DESMANTELAR LA ASAMBLEA DEL PUEBLO GUARANÍ ITIKA GUASU, INCLUYENDO LA INMINENTE TOMA DE LA SEDE SOCIAL CON VIOLENCIA

02.06.2014. En estos momentos (13:30 hora local de Bolivia) adherentes al subgobernador de O'Connor y de la Gobernación de Tarija, que han realizado una asamblea fraudulenta con la intención de reemplazar la representación indígena legítima y legal, están intentando ocupar la Sede Social de la Asamblea del Pueblo Guaraní Itika Guasu.

Cualquier acción que se pueda realizar ante el Gobierno boliviano para que actúe a efectos de paralizar la violencia que están desatando es necesaria.

Especialmente importante sería cualquier acción diplomática, o de otra naturaleza, dado que se vive una situación de violencia contenida y de amenazas e intimidaciones graves.

Para más información dirigirse a nizkor@derechos.org 

Editor Equipo Nizkor / Enviado por Andrés Capelán

COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

 

2) DECLARACION EN DEFENSA DE LA TIERRA COMUNITARIA DE ORIGEN ITIKA GUASU DE LA ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA DE MBURUVICHAS

No renunciamos, ni renunciaremos a nuestro derecho propietario sobre la Tierra Comunitaria de Origen Itika Guasu.

Zapaterambia 30 de mayo de 2014

Continuando con la decisión tomada el jueves 29 de mayo de iniciar esta magna Asamblea, hoy viernes 30 de mayo de 2014, en la comunidad de Zapaterambia, estando presentes los Mburuvichas comunales y Kuña Mburuvichas comunales de 29 comunidades y la participación de más de 500 comunarios de la APG IG, propietaria de la TCO Itika Guasu, hemos decidido hacer pública estas conclusiones en defensa de nuestra Tierra Comunitaria de Origen.

1) No renunciamos, ni renunciaremos a nuestro derecho propietario sobre la Tierra Comunitaria de Origen Itika Guasu.

2) Defendemos y no renunciamos a nuestra Autonomía Indígena y, por tanto, a nuestro derecho constitucional a ejercer dicha autonomía como pueblo indígena originario.

3) Entendemos que debemos manifestar públicamente nuestro rechazo a la acción política llevada adelante por el Subgobernador Walter Ferrufino, cuya finalidad es la destrucción de la TCO IG y para ello se convierte en necesario la destrucción de la APG IG

4) Convocamos a que todas las Asambleas Comunales investiguen el accionar y las responsabilidades de todos aquéllos que intentan dividir a la TCO IG.

5) Denunciamos a todos los comunarios guaraníes que instan a dividir la TCO IG y tomaremos las acciones legales que creamos necesarias para hacer frente a la difamación y calumnia que utilizan en forma cotidiana.

6) Apoyamos con nuestras declaraciones la investigación de la denuncia realizada ante la Fiscalía de Tarija por racismo, amenazas y coacciones, de manera de probar las acciones que llevan y han llevado en contra de nuestra organización.

7) Insistimos en que hay que presentar ante la justicia electoral y ante el órgano correspondiente del Tribunal Electoral de Tarija un escrito revocatorio del mandado del señor Justino Zambrana Cachari por ser responsable de actuar en contra de nuestra organización y de actuaciones contrarias a la representación indígena que ostenta.

8) Consideramos que se hace conveniente convocar a los tentara guaranís utilizados por el karai Walter Ferrufino a un Debate Responsable serio y transparente para que muestren las pruebas de las acusaciones que hacen en contra de nuestra organización, teniendo en cuenta que el Directorio de la APG IG ha documentado a la Asamblea General Extraordinaria de Mburuvichas las estrategias y acciones que el Directorio ha llevado adelante y que son todas favorables a la consolidación de nuestra organización.

En el caso de que no se presenten o no puedan probar sus acusaciones, debemos establecer en forma obligatoria la prohibición de ingreso a nuestras comunidades y, en caso que no respeten esta decisión, se procederá de acuerdo a la justicia comunitaria en el lugar que ingresen.

A continuación firman todos los Mburuvichas, Kuñas Mburuvichas y comunarios que adhieren a esta declaración en Zapaterambia a los treinta días del mes de Mayo de 2014.

Editor Equipo Nizkor / Enviado por Andrés Capelán

COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

 

URUGUAY

1) RECORDANDO A WALTER PHILLIPS-TREBY

El hombre, compañero, padre, psicólogo, docente y luchador social
Miércoles 4 de junio – 19.30 horas 
 Facultad de Psicología – Aula Magna – Tristán Narvaja 1674 

Participan: Carlos Liscano – Daniel Gil – Aldo Martín –Luis Correa

Presentación del libro “Cuentos de la picada”

Presentación de entrevista filmada inédita

Coordinan: Maria Celia Robaina y Eduardo Ocampo

WALTER DAVID PHILLIPPS – TREBY 

Walter David Phillipps – Treby (alias “negrito”) nació en Montevideo el 4 de junio de 1949. Como muchos jóvenes de esa época, Walter dedicó parte de su tiempo a la militancia gremial (“FEUU”) y política.

El 14 de setiembre de 1970 fue detenido por primera vez, acusado de atentado a la constitución y asociación para delinquir quedando detenido en la cárcel de Punta Carretas junto con otros militantes sociales y presos comunes.

Permaneció recluido durante 14 años, 12 de ellos en el “Penal de Libertad”, procesado por la justicia militar, sin tener condena, siendo liberado en el año 1984.

Durante los largos años de su reclusión, Walter dedicó su tiempo a leer y estudiar literatura, filosofía y psicología, especialmente esta última, decidiendo cambiar su carrera de Médico por la de Psicólogo cuando saliera en libertad.

Trabajó en la Facultad de Psicología como Docente de Psicopatología y de la Cátedra Libre de Ética y Derechos Humanos, concomitantemente con su trabajo como Psicoterapeuta.

Publicó varios cuentos, artículos científicos relacionados con su práctica docente y en colaboración con Jorge Tiscornia, un libro titulado “Vivir en Libertad”. Falleció en Montevideo, a los 61 años, el día 25 de mayo de 2011.

Audivisual

El audiovisual consta de una entrevista inédita a Walter Phillips-Trevi vinculada a temas de DD.HH, realizada por José Pedro Charlo, así como una serie de fragmentos de las clases que impartía en la Facultad.

Cuentos de la picada

Estos Cuentos de la picada son básicamente una recopilación de anécdotas que circularon —en tiempos de la dictadura— dentro de los penales de Punta Carretas, Punta Rieles y Libertad. Apuntan a rescatar el uso del humor como instrumento de solidaridad, como artefacto defensivo grupal, como gualicho o antídoto contra las penas. La mayor parte de las veces usábamos estos mecanismos sin pensar, sin darnos cuenta, por reírnos nomás. Otras, en cambio, había quienes contaban sus historias con premeditación y alevosía, entre mate y mate, atentando contra el bajón. Aprendí que aquellos cuentos eran parte del arsenal que teníamos para defendernos, eran un emblema de vida, de compañerismo, de resistencia. Estas páginas intentan que no se pierdan.

Walter Phillipps-Treby (Contratapa del libro Cuentos de la picada)

COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

 

2) ADELANTE CON FE: EL PASTOR MÁRQUEZ QUIERE PONER A SU FAMILIA EN EL PARLAMENTO

Llegó a un acuerdo con la actual diputada nacionalista Verónica Alonso para ubicar a sus yernos en lugares destacados en las listas de Jorge Larrañaga. 

Equipo de Sudestada,  27/05/2014

Una inédita ofensiva político-religiosa de una rama de la iglesia evangélica en Uruguay se desarrolla en la actual campaña electoral, como trasfondo de una cerrada disputa por el predominio en la interna del sector Alianza Nacional en Montevideo. La iglesia Misión Vida para las Naciones, liderada por el arquitecto argentino Jorge Márquez, llegó a mediados de 2012 a un acuerdo con la diputada nacionalista Verónica Alonso para proveerle de distintos servicios proselitistas durante la carrera electoral a cambio de dos lugares en la Cámara de Representantes.

“Hay posibilidades de que pastores y otros creyentes puedan ocupar lugares de decisión e influencia en las próximas elecciones; si la Iglesia hubiese tomado real conciencia de la importancia de esto, acordando votar (a) algún candidato cristiano, hubiésemos tenido un representante más en el Parlamento; de esta manera, por ejemplo la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, (que se aprobó en Cámara de Diputados por un solo voto) no hubiera prosperado y hoy vivirían más de 5.000 niños que fueron abortados durante el año 2013”, especula el manifiesto del grupo Cristianos por Uruguay titulado:

“El 1° de junio de 2014 marca un punto de inflexión en el corazón de los cristianos”

El objetivo de Alonso con esta ambiciosa movida es disputarle el predominio en la capital del país a la Lista 250 del diputado Jorge Gandini, quien además de ser el próximo candidato a intendente del sector cuenta con firmes posibilidades de figurar en los primeros lugares al Senado en la plancha de Larrañaga. Alonso, en cambio, depende de su desempeño en la actual campaña para pelear por un lugar, ya que el líder del sector acordó con la diputada Ana Lía Piñeyrúa que sea “la mujer del Senado”, en aplicación de la ley de cupos que obliga a los partidos a conformar sus listas respetando la diversidad de género.

En ese contexto, el pastor Márquez busca pasar del plano pastoral al político apostando a sus dos yernos, Gustavo Silveyra y Álvaro Dastugue, dirigentes del movimiento Cristianos por Uruguay. Ambos candidatos actualmente son pastores de la iglesia de Márquez –el primero en Montevideo y el segundo en Canelones- y se vincularon a él luego de ingresar a las comunidades Beraca para recuperarse de sus adicciones. Gracias a eso más tarde pasaron a formar parte de la familia del líder religioso al casarse con sus dos hijas: Silveyra con Cecilia y Dastugue con Viviana; cada pareja tiene un hijo.

Márquez asegura ser el líder de una iglesia con influencia mundial. Y también de una organización no gubernamental (Esalcu) y de una red de comunidades (Beraca) que reciben a más de mil personas para “tratarlos” por sus problemas sociales y personales en 60 hogares ubicados en Montevideo, Durazno, Flores, Canelones, San José, Maldonado, Tacuarembó, Colonia, Lavalleja, Rocha, Paysandú, Artigas, Treinta y Tres y Salto. También en el exterior del país, en Brasil, Argentina, Haití y Chile. Además, el pastor cuenta con un poderoso conjunto de empresas -en rubros tan distintos como panificadoras, textiles o metalúrgicas, entre otras- que generan cuantiosos ingresos en muchos casos gracias a la mano de obra de los internos que viven en sus comunidades.

Teniendo en cuenta la vastedad de esa estructura y la cantidad de personas que la integran, llama la atención de propios y extraños que Márquez sólo haya encontrado en sus dos yernos los perfiles adecuados para saltar al mundo de la política. Un pastor evangélico que supo acompañar a Márquez en Misión Vida comentó a Sudestada que esta decisión de promover a sus familiares causa cierta molestia en muchos ámbitos de la iglesia ya que ninguno de los dos tiene méritos políticos o pastorales suficientes como para ser los elegidos.

“Hace años que el tema está en su cabeza, por una cuestión de poder, y por los temas que se han impulsado en este gobierno como el aborto, el casamiento homosexual o la marihuana. Si el pastor fuera candidato llegaría al Senado porque lo conoce todo el mundo pero como no puede promueve a sus yernos”, explicó este hombre que ya no integra la comunidad pero mantiene su creencia cristiana. La Constitución establece, en su artículo 98, que “Para ser Senador se necesita ciudadanía natural en ejercicio o legal con siete años de ejercicio”, y Márquez –que es argentino- no cumple estos requisitos.

Equipo de Sudestada

COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

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TEMAS DE COMCOSUR

I. HAITÍ

A 10 AÑOS DE LA OCUPACIÓN DE HAITÍ POR LA MINUSTAH, ENTREVISTAMOS A HENRY BOISROLIN

Hay un trabajo sistemático de desconocimiento de los valores de resistencia del pueblo haitiano

Por Mario Hernandez

Mario Hernandez (MH): Estamos con Henry Boisrolin del Comité Democrático Haitiano (CDH). Ayer desarrollamos una actividad solidaria con el pueblo haitiano en el bar de La Dignidad, en Aguirre 25, donde vimos un documental sobre la situación en Haití. Noté una presencia muy grande de agencias de la ONU, ONGs, empresas subcontratistas, la película muestra la falta de coordinación entre esas organizaciones, a pesar de lo cual el 99% de los recursos para la reconstrucción de Haití han sido canalizados a través de ellas. Tengo entendido que en Haití hay una larga tradición de redes sociales ¿por qué esas organizaciones del país han sido marginadas de la reconstrucción?

Henry Boisrolin (HB): La pregunta permite remitirme a dos o tres cosas. En primer término, en la historia de mi país el cimarronaje jugó un rol importante. Fue la primera forma real de organización en contra del sistema esclavista cuando los esclavos abandonaron las plantaciones y huían hacia las montañas para sobrevivir y resistir atacando de noche y tomando lo que necesitaban hasta formar ejércitos que el enemigo llamaba bandas. Había grupos armados que fueron la base que cimentó el gran ejército revolucionario.

Esta tradición de lucha no ha desaparecido totalmente en Haití. De ahí se va a nutrir el campo popular haitiano, de sus mejores exponentes y luchadores.

Teniendo en cuenta que Haití ha sido siempre un país marginado de todo, castigado, hasta la propia religión del pueblo, el vudú, fue perseguida y tuvo que emplear tácticas de guerrilla para poder sobrevivir frente al avance del catolicismo y otras religiones. Entonces, las organizaciones populares haitianas, esas redes, han permitido al pueblo subsistir y resistir.

Después del gran triunfo de 1804, el asesinato de Dessalines el 17 de octubre de 1806 y de varios de sus lugartenientes, abre el camino para el triunfo de la contrarrevolución. A partir de ahí, las clases acomodadas, desde la época colonial, coparon el control del país aliadas, fundamentalmente, a los países centrales, Francia primero y después EE. UU.

Esas organizaciones, que son múltiples, sobre todo en las zonas rurales, fueron siempre víctimas, no solo ninguneadas, de persecuciones y de matanzas. Si uno lee la historia de Haití después de 1806, se va a dar cuenta que hay una constante: los levantamientos de los campesinos.

Cuando los norteamericanos ocuparon el país por primera vez de 1915 a 1934, la mayor resistencia provino de los llamados “cacos” que supieron desarrollar una guerrilla en contra de la ocupación. Fueron vencidos pero dejaron unas semillas importantes.

Para no ir tan lejos, la historia más cercana a nosotros, en 1987 hubo una matanza de campesinos en el noroeste del país, en la región de Jean Rabel, sin embargo, los que sobrevivieron siguen resistiendo hasta hoy. Conozco gente que todavía participa de esa organización que tienen los brazos cortados, han perdido a sus hijos o a sus padres y siguen luchando.

Las organizaciones sociales haitianas no podían participar de la “reconstrucción” que nunca arrancó  porque es un perfecto negocio, dominado por la Comunidad Internacional y algunas migajas fueron tiradas al Estado o a las clases dominantes haitianas que se acomodan siempre.

La formación social haitiana nunca pudo desarrollar un capitalismo, por eso el capitalismo haitiano es raquítico, no hay una base material importante para poder tener una clase burguesa nacional. Son vasallos, son serviles, por eso un gran intelectual haitiano que fue asesinado, que escribió con nosotros Haití, la ocupación militar y la tercerización del imperialismo, Anil Louis Juste, caracteriza a la formación social haitiana como servo-capitalista.

Esta situación, estas organizaciones, hoy por hoy, siguen siendo organizaciones de resistencia que permiten la sobrevivencia de muchos, de millones de haitianos, en varios sectores del país.

Cuando no te eliminan físicamente, tratan de hundirte con el hambre. Hay zonas que conocen hambrunas y dejan que la cosa se degenere a tal punto que ahora hay una muy severa en el noroeste. Justamente para debilitarte aún más, ponerte de rodillas. Hay una especie de ingeniería planificada no sólo por las clases dominantes haitianas, por los latifundistas, que no hay que confundir con los argentinos porque no tenemos grandes extensiones de tierra, por la Comunidad Internacional, donde esas organizaciones son rodeadas, militarizados los territorios alrededor de ellas, impidiendo su funcionamiento, sus asambleas, persiguiendo permanentemente a los dirigentes que aparecen y que pueden representar un peligro porque no pueden cooptarlos, comprarlos.

Hay una lucha subterránea, si uno no trata de sumergirse en eso, no la va a ver. Cuando hablo de las organizaciones sociales haitianas siempre tomo un ejemplo propio. Cuando ocurrió el terremoto, llegué cinco días después a ayudar, viví en carpas también y ahí me di cuenta de la importancia de esas organizaciones, incluso del espíritu de solidaridad y de colaboración. Tenía sed y una señora adulta mayor iba a tomar un vaso de agua y me vio, me miró la cara y la de los otros que estaban conmigo y no tomó todo el vaso, tomó un poquito y nos dio el resto a nosotros.

Los haitianos fuimos los primeros en empezar a rescatar gente, a sacarlos debajo de los escombros, sin embargo, la gran prensa internacional ha mostrado la parafernalia de aviones que llegaban, a los expertos en rescatar gente que venían a salvarnos, como si el pueblo haitiano nunca hubiera hecho nada. Muchos dirigentes del campo popular que han perdido sus casas te pueden contar que han podido recuperarse gracias a la solidaridad del pueblo y eso es parte de la tradición de esas organizaciones que tú me has preguntado.

Entonces, hay que vivir en carne propia esto. Es difícil entenderlo desde afuera. Hay aspectos de la realidad haitiana que confunden, es como alguien que está parado a la mañana y ve el sol adelante y después a la tarde lo ve atrás y dice el sol se desplaza y no la tierra. Uno tiene que hurgar un poco más, investigar para poder entender esta problemática de la resistencia, esta guerrilla permanente no sólo cultural sino política de esas organizaciones.

Hay un trabajo sistemático de desconocimiento de esos valores culturales, de resistencia por parte de la gran prensa, de los que dominan Haití, para poder decir ahí no pasa nada, hay que ayudarlos, es esa visión paternalista.

Hay un movimiento campesino llamado Papaye que acaba de cumplir 40 años, más allá de mis diferencias con algunas líneas políticas planteadas por sus dirigentes, en un país que tiene oficialmente diez millones de habitantes, este movimiento suele movilizar a más de 40.000 campesinos. Yo me pregunto ¿cuáles son las organizaciones populares en Argentina que pueden poner esa cantidad de gente en la calle sin tener los medios para hacerlo? Vemos que ponen 5.000/10.000 pero los trasladan en micros. Es una pregunta que yo hago ¿en cuántos países del continente podemos ver organizaciones sociales genuinas sin fondos importantes capaces de hacer esto?

El Movimiento campesino Papaye en el centro del país es una realidad y fueron invitados a las reuniones de los movimientos campesinos que organiza el MST brasileño porque tienen peso. Yo me siento más cerca ideológica y políticamente de otro movimiento más radicalizado, pero no puedo desconocer la importancia del Movimiento campesino Papaye que acaba de cumplir 40 años, luchó contra la dictadura de Duvalier, contra el golpe de Estado de 1991 y contra la ocupación del país.

Hay organizaciones sociales estudiantiles. Uno lee la historia de Haití y ocultan que hicimos la primera revolución independentista. Hubo una dictadura en 1944 que cae a partir de una huelga que comenzaron los estudiantes, tanto de liceos como de universidades, dirigida por algunos que después fueron conocidos como intelectuales marxistas importantes. Tenían una prensa que se llamaba “La Colmena”. La huelga después se trasladó al movimiento obrero y empezó a ganar ciudades. Hubo un movimiento de resistencia y enfrentamiento contra la dictadura de organizaciones estudiantiles. Hay un desconocimiento de esta historia.

No estoy diciendo que estén listas para tomar el poder, ni nada por el estilo, pero sin esas organizaciones no hay posibilidad de cambiar la realidad de nuestro pueblo.

El regreso del duvalierismo

MH: Podríamos parafrasear al marxista negro James que dijo “el único lugar donde los negros no hicieron ninguna revuelta fue en las páginas de los historiadores capitalistas”.

Otro tema que quiero profundizar es sobre el regreso del duvalierismo. He visto que el hijo de Jean Claude, Nicolás, es consejero político especial del gabinete de Martelly.

HB: Parece que has venido muy afilado. Esta es otra pregunta fundamental. A mi entender el regreso del duvalierismo responde a varias vertientes. La voluntad de los sectores más reaccionarios, fascistas o fascistoides de la formación social haitiana  que siempre  han anhelado reflotar, reavivar al duvalierismo.

En segundo lugar, hay que entender la debacle del campo popular hegemonizado por el movimiento Lavalás que fracasó en sus planteos reformistas, populistas, socialdemócratas y hasta traidores en algunos momentos. Dejaron un vacío y esta gente pudo avanzar. No hubo realmente una política de Lavalás para enjuiciar y castigar, hacer memoria incluso para los jóvenes haitianos de lo que fue la dictadura. Hasta en eso fracasó Lavalás porque creyó que alcanzando la victoria electoral tenía el poder y la realidad demostró que no era así.

Lavalás demostró que no hace falta tener dos o tres frases de izquierda para serlo, demostró que no se puede transformar la realidad de un país a través de discursos. Esta derrota del campo popular que mayoritariamente había empujado en1990 la candidatura del sacerdote Aristide, demostró rápidamente su techo frente al embate del imperialismo. Un golpe de Estado se produjo siete meses después con más de 5000 muertos. También hay que ver todo esto.

El tercer tema es la recolonización Haití. Esta fase que estamos viendo necesita del fascismo haitiano, de los sectores más retrógrados para poder aplastar y demostrar al mundo y también al país que echamos a Duvalier y ahora vuelve a estar.

Recién te comentaba el ejemplo del sol, entonces se ve el regreso de Duvalier, de un tribunal que lo absolvió al principio, ahora de otro que no, el tema pasó a la Corte de Casación y muy probablemente allí lo vuelvan a absolver al dictador. No sé lo que van a hacer, depende si hay que sacrificarlo o no de acuerdo a las circunstancias, porque es un peón más, no decide sobre la vida política del país como tampoco lo hace el presidente farsante Martelly. Decide la Comunidad Internacional y, fundamentalmente, el gobierno norteamericano en última instancia.

Con el duvlierismo se trata de tener otro ejemplo para demostrar el fracaso del movimiento popular y ver cómo pueden tener una pata para controlar al pueblo porque son gente dispuesta a todo. Si masacraron durante 29 años no les cuesta nada volver a hacerlo.

En esta gran burbuja y estallido de contradicciones por doquier, cuando uno va a Haití ve un barril de pólvora y gente con fósforos en la mano. Eso es Haití para graficártelo. Estamos en un momento donde no hay definición de nada y cada uno trata de definir la historia a su favor.

La nueva Constitución burguesa de 1987, después de la caída de Duvalier, decía en su artículo 291 que para un dirigente duvalierista tenían que pasar diez años para aspirar a un cargo electivo, pero desde 1987 hasta hoy el duvalierismo nunca dejó de accionar en el país. Cuando el dictador Jean Claude Duvalier huyó en un avión norteamericano que lo sacó del país, instalaron una junta de gobierno cívico-militar dirigida por una Junta dominada por los militares que era un duvalierismo sin Duvalier.

El golpe contra Aristide en 1991 tuvo su brazo, su núcleo más fuerte en el duvalierismo. Los generales que dieron el golpe eran duvalieristas de familia, gente siempre ligada a las fuerzas más reaccionarias de EE. UU. Nunca dejó de actuar y el retorno de Duvalier, unos días antes de la segunda vuelta electoral en 2011, fue porque Preval ya había perdido el consenso de la comunidad internacional, estaba en su punto más bajo, y la gestión del gobierno después del terremoto fue calificada de desastrosa, culpa de la Comunidad Internacional, pero también por límites propios. Aprovecharon este vacío para poner otro ingrediente más y demostrar realmente que acá no pasa nada. Lo mismo que tratan de hacer con la historia de Haití, con los mal llamados negros que se levantaron, vencieron y mirá como están: muertos de hambre. Entonces, ustedes para qué van a hacer lo mismo. La lectura es ésta. A Duvalier lo mantienen, lo alimentan en función de esto.

Pero también hay que hacer una autocrítica. La izquierda haitiana ha demostrado muchas debilidades, como dije al principio no supimos o no pudimos ni siquiera trabajar la memoria.

Han presentado cargos contra Duvalier unas 50 personas cuando el régimen duvalierista masacró a más de 40.000 haitianos, además de los torturados y los exiliados. Fue un régimen de terror y, sin embargo, son un puñado de compatriotas los que se armaron de coraje para poder llevar adelante este juicio en el plano jurídico burgués. Esto tiene que verlo la izquierda haitiana, nuestros límites, que también han contribuido al desastre actual, a la tragedia que estamos viviendo, a este tutelaje que nos han impuesto.

Cuando el hijo del dictador, Nicolás, fue nombrado asesor, no era el único que tiene en su seno el gobierno de Martelly, no te puedo contar la cantidad porque no los conozco a todos, pero no es solo Duvalier hijo sino también hijos de ex ministros duvalieristas. El gobierno de Martelly es un neoduvalierismo. Son los sectores más reaccionarios de la sociedad haitiana que la Comunidad Internacional, a través de Clinton, ha impuesto, lo han colocado a Martelly y su gente.

Ningún organismo internacional puede decidir en nombre del pueblo haitiano

Mario Hernandez (MH): Se conoció una declaración del ex presidente Lula “No nos vamos a olvidar de Haití” donde en su parte final propone que Naciones Unidas convoque a una conferencia sobre para discutir un balance de lo que se hizo durante estos 10 años y qué hacer en adelante. Sé que has hecho alguna consideración sobre el asunto.

Henry Boisrolin (HB): Mi opinión no difiere de lo que digo habitualmente y que es válida para cualquier pueblo. Ningún organismo internacional, por bien intencionado que fuese, ningún gobierno o autoridad, puede decidir en lugar del pueblo de Haití. Para mí es un principio básico. Cuando el ex presidente Lula llama a hacer una especie de balance por parte de Naciones Unidas, ni siquiera incluye al gobierno haitiano ni sus organizaciones sociales ni la opinión del pueblo de Haití. Solo la ONU va a decidir, va a hacer su balance y eso nosotros lo rechazamos de plano.

En segundo lugar, para nosotros, el presidente Lula falta a la verdad cuando plantea esto porque no puede ignorar todo lo que significó el dolor y el sufrimiento para el pueblo haitiano de la Misión de las Naciones Unidas para la estabilización de Haití (MINUSTAH) impuesta desde el 1º de junio del 2004 bajo la comandancia militar de Brasil. En su texto en ningún momento habló de abusos, de represiones a movilizaciones populares, de masacres en barrios populares incluso de niños en sus camas. No habló de la represión al movimiento obrero que cometieron las tropas y al pueblo cuando se levantó contra el hambre, de los 114 soldados de Sri Lanka que violaron niños de 12 años, del cólera introducido al país por esas mismas tropas. Para nosotros es grave no plantearlo.

Cuando dice que la ONU tiene que hacer un balance está desconociendo que se trata de una ocupación sino de una misión humanitaria, entonces vamos a ver si hicimos bien los deberes, si falta algo.

El ex presidente no puede desconocer la opinión inmensamente mayoritaria del pueblo haitiano contra la MINUSTAH. Basta ir a Haití y ver cualquier movilización popular si dicen ¡Vivan los soldados! y los aplauden.

Esto merece una reflexión también en el sentido de que esta visión paternalista, que muchos se han autoimpuesto y declamado con respecto a Haití, nosotros no la aceptamos, como creo que no la podría aceptar ningún pueblo en el mundo.

En Haití no hubo una guerra civil y no hay una guerra civil. Incluso los estatutos de la ONU no justifican la invasión y ocupación del país. Hay otra cosa más. Yo no creo que la ONU haya entrado a Haití porque estaba conmocionada de ver que los haitianos nos estábamos matando entre nosotros. ¡Qué suerte tenemos los haitianos! Murieron casi 1.000.000 de ruandeses y la ONU tiene parte importante de responsabilidad de esa masacre, de ese genocidio que ocurrió en Ruanda. Murieron más de 3.000.000 de angoleños, ¿dónde estaba la ONU? Resulta que los haitianos somos tan buenos y lindos que la ONU viene para salvarnos. No, yo no creo que sea así. En verdad, esconde las razones de Estado por las cuales el pueblo haitiano ha sido sacrificado en el altar de los contubernios del imperialismo y las grandes potencias, por ciertos gobiernos.

Haití es un país productor de mano de obra súper barata

MH: En los últimos meses se han producido una serie de movilizaciones del movimiento obrero en torno a la reivindicación del salario mínimo. En la actualidad es de 200 gourdes, añadieron 25, y el reclamo de las organizaciones representativas del movimiento obrero haitiano es en torno a los 500 gourdes. ¿Qué comentario nos podrías hacer sobre esta lucha?

HB: En primer lugar el aumento de 25 gourdes fue sacado por el gobierno de Martelly por decreto, sin consultar a nadie y representa más que una miseria. En cambio, las organizaciones como Batalla Obrera, La Central de Trabajadores Haitianos y otras están hablando de un salario mínimo de 500 gourdes y más. Como te das cuenta hay una enorme diferencia porque el salario mínimo apenas cubre la mitad del reclamo.

Los docentes fueron a una huelga por tiempo indeterminado. Hubo movilizaciones muy importantes en enero. El 28 de abril hubo paro y movilización general en todo el país. Si el gobierno no da respuesta el año académico no concluirá en mayo/junio como es habitual en nuestro país.

El tema salarial hay que enmarcarlo dentro del rol que cumple Haití en la división internacional del trabajo: país productor de mano de obra súper barata. Los salarios que están pagando las empresas, yanquis sobre todo, en Caracol, donde se fabrican los Levi’s y otros productos que los grandes capitalistas internacionales necesitan de esta mano de obra casi esclava, son de hambre, miseria y casi de vergüenza de la dignidad humana.

Hay algo claro para el marxismo. El salario no es lo que paga tu trabajo sino la reproducción de tu fuerza de trabajo que es una mercancía más. Marx lo demostró hace rato. En la medida que hablemos de un capitalismo raquítico, la reproducción de esta fuerza de trabajo tiene que ser acorde con el desarrollo del sistema y de las luchas y resistencias. Evidentemente, en este esquema que te estoy planteando, la clase obrera en Haití numéricamente no es hegemónica, pero tiene su peso. Acordate que recién hablamos de una formación social servo-capitalista. Si bien la clase obrera no es la más numerosa, sigue marcando ciertas líneas y ejes en la política de reivindicaciones, en el trabajo de transformación de una conciencia en sí a una conciencia para sí. Acá no se trata solo de reivindicaciones salariales sino también de condiciones de trabajo. En la relación con los patrones y el Estado hay una serie de cosas que se están planteando. Por eso, hay una cierta militarización policíaca alrededor de los centros industriales para evitar esto.

El gobierno lanza los 225 gourdes para decir hicimos algo, pero también te lleva a discutir si lo rechazás o no, aunque esté muy lejos de los 500 gourdes. Si alguien te está ofreciendo 225, cualquier negociación no va a llegar a los 500. Para eso hay que luchar. El gobierno tira la pelota en el campo contrario para ver cómo se sienta a negociar porque sabe que la gente no va a aceptar los 225. Lo sabe, pero tira una cifra para después subir a 230. Un tire y afloje, incluso para dividir, porque siempre hay gente desesperada que piensa que con 10 gourdes más pueden hacer algo, que es mejor que nada, si no lo aceptamos nos dejarán sin nada, dicen. El gobierno está especulando con todas estas reacciones y también midiendo el nivel de combatividad, resolución, decisión y firmeza política de las organizaciones sindicales.

Haitianos y dominicanos estamos condenados a vivir sobre una misma isla

MH: Cuando estuvimos en Montevideo, en octubre pasado, acompañando al Senador Möise, uno de los temas candentes en Haití era la retirada de la nacionalidad dominicana a la población nacida en esa república, descendiente de población extranjera, pero que afectaba fundamentalmente a los haitianos. Me estoy refiriendo a la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional dominicano. ¿Esa situación se resolvió?

HB: Está lejos de resolverse y tampoco hay intención de hacerlo porque si uno se queda en el marco de la Resolución 168/13 es como ver el árbol que tapa el bosque.

Tendríamos que preguntarnos por qué surgió esta resolución. Fue a partir del colonialismo. Tenés que recordar que en 1492 España ocupó toda la isla de Haití, pero en 1697, mediante el Tratado de Ryswick, le cede a Francia una tercera parte de la isla que este país va a llamar Saint Domingue y que hoy es la República de Haití, conservando España las otras 2/3 partes que hoy es la República Dominicana.

A partir de 1697 la isla se ha dividido artificialmente y se han desarrollado dos proyectos colonialistas diferentes. El español, que tenía cosas en común con el francés, pero eran dos países con grados de desarrollo y de acumulación originaria del capital diferentes, que entonces van a producir un colonialismo también diferente.

Hay una lucha diferente en Haití que en República Dominicana. Todo esto tiene una raíz. Esta división había provocado una polarización importante entre las dos partes desde la época colonial. Al vencer Haití antes la esclavitud, y para proteger la independencia proclamada, los líderes de la revolución haitiana, ocuparon militarmente la otra parte. Es la discusión que tenemos actualmente con algunos dominicanos que dicen que Haití ocupó la República Dominicana, lo cual no es cierto, porque ésta era una colonia en la cual Haití liberaría a los esclavos. Entonces, los líderes haitianos veían a la isla como un territorio único que los colonialistas habían separado.

Por debilidad y por no poder mantenerla, Haití regresó a su territorio anterior y España siguió manteniendo la República Dominicana hasta que proclamó su independencia que no fue producto como en Haití de un levantamiento de esclavos, sino que siguió los mismos parámetros que podemos ver en Brasil, Argentina y otros países, donde el negro fue relegado. El único lugar donde el negro escribió la historia realmente y pudo imponerse fue Haití.

Fue importante para los sectores dominantes dominicanos, que seguían explotando a su población llamada negra en la jerga colonialista, desarrollar y reproducir un odio hacia el haitiano porque no hay que olvidar que el racismo y la discriminación son parte integrante de la dominación colonial, no son casualidades ni inventos que aparecen porque uno un día se durmió, lo soñó y decidió aplicarlo. No, son productos, herramientas importantes en la alienación, en la discriminación, reproducidas permanentemente.

Ahora bien, las clases dominantes dominicanas, en la división internacional del trabajo, pudieron tener un desarrollo capitalista un poquito más avanzado que el nuestro, y la mano de obra haitiana fue fundamental también para su acumulación originaria. Uno puede ir a los ingenios allá y ver que la mano de obra esclava haitiana ha servido muchísimo para esto. Cuando cayó la explotación de caña de azúcar a esta mano de obra se la va a encontrar en la construcción de rutas, hoteles, etc.

La cantidad de estudiantes haitianos es importante por el ingreso de una enorme suma de dinero en las arcas impositivas de la República Dominicana. Productos como huevos, pollos, etc. que no pueden competir con la producción de otros países, se venden en Haití donde la producción alimentaria ha sido prácticamente destruida.

Todo esto se encuentra en la base de esa famosa Resolución 168 que va de la mano con la masacre que cometió el dictador Trujillo cuando asesino a más de 10.000 haitianos en 1937. También es producto de la traición, del crimen cometido por las clases dominantes haitianas, sobre todo durante las dictaduras de los Duvalier donde el gobierno vendía haitianos para ir a trabajar a la República Dominicana en los ingenios. El gobierno de Aristide terminó con esto, incluso se hizo una ceremonia religiosa en el lugar donde se concentraba a esa gente para ir a trabajar engañada con promesas y cuando llegaban a República Dominicana les sacaban los documentos y quedaban prisioneros sin poder escapar de los ingenios. Hay películas que tratan el tema, documentales como “Azúcar Amargo” que lo muestran.

Al mismo tiempo, esta resolución no nos tiene que hacer perder de vista que existe una gran solidaridad entre los sectores revolucionarios de ambos países. En 1965, cuando los norteamericanos invadieron República Dominicana para aplastar la rebelión de Francisco Caamaño Deñó, hubo haitianos que murieron en su defensa. En la actualidad hay fuerzas dominicanas del campo popular que están en contra de la resolución 168, incluso hubo unas jornadas donde dirigentes dominicanos de esas organizaciones visitaron Haití y recorrieron universidades, centros vecinales, barrios populares y sindicatos.

Estamos condenados a vivir sobre la misma isla. No tenemos que ver esta resolución como un elemento para dividirnos aún más. El gobierno actual de Haití no puede hacer nada contra ella por la simple razón que senadores de la República Dominicana han invertido plata en la campaña de Martelly. Eso está comprobado, entonces es difícil que esta gente vaya a plantear la defensa de los descendientes de haitianos. Los demás países del Caricom han demostrado mayor firmeza frente a la república Dominicana que los propios gobernantes haitianos. Hasta la Fundación Robert Kennedy presentó frente a la CIDH y otras instancias internacionales documentos, argumentos y posiciones para el retiro de la resolución y una condena a la República Dominicana.

Con esta resolución el gobierno dominicano ha recogido el repudio internacional, sobre todo, de los países del Caribe. Esta resolución hay que verla como parte de la historia colonial, de herramientas para castigar y golpear a Haití. También tratan de tapar problemas recientes de la economía dominicana echándole la culpa a los haitianos que van a sacarle el trabajo a los dominicanos igual que hacen en Argentina cuando por alguna razón acusan de lo mismo a bolivianos o peruanos. Haití no es una excepción.

MH: Te agradezco la entrevista y espero que nos encontremos el próximo lunes 9 de junio a las 12:00 en las puertas de la Cancillería para manifestar por el retiro de las tropas argentinas de Haití.

HB: Y entregar la declaración que está circulando. Una vez más quiero agradecerte de todo corazón en nombre del pueblo haitiano porque tu forma importante y concreta de difundir nuestra realidad nos ayuda a contribuir a una mayor comprensión. Por lo que uno no entiende, no va a luchar, por lo que uno no ama, no va a morir. Tu trabajo de solidaridad plena con la lucha del pueblo haitiano lo entiendo de esta manera.

Para terminar, nos gustaría contar contigo para que nos acompañes a Montevideo al cumplirse los 10 años de ocupación de la Minustah donde estaremos el Senador Möise y yo. Sería una buena oportunidad para hacer ese famoso debate que pide Lula a la ONU pero con las organizaciones populares de ese país.

Mario Hernández (Argentina) / Enviado por Mónica Riet

TEMAS DE COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

              

II. INNOVACIÓN AGROPECUARIA Y UN DILEMA

¿20 SON MÁS QUE 80?

La evaluación externa sobre los impactos de la inversión en investigación e innovación agropecuaria del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) durante los últimos 20 años presentó, entre otros temas, una supuesta falsa dicotomía: si se debería priorizar al 20% de los productores responsables de 80% del Producto Interno Bruto o al 80% que produce 20% (Evaluación de los impactos de 20 años del INIA, Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, 2011). 

Por Rodrigo García Ferreira / Revienta caballos / La Diaria, 12 de mayo de 2014

Pero los hechos parecen ser claros en la resolución de este dilema. Más allá de las intenciones, el propio INIA, bajo el lema “para el rubro lo que es del rubro”, proyecta para los próximos años una inversión que no alcanzaría 3,5% de su presupuesto en la búsqueda de tecnologías específicas para la agricultura familiar (AF), mientras que para tres sistemas casi exclusivos de la producción empresarial (agrícola-ganadero, arrocero y forestal) dedicará más de 50% de su presupuesto (Junta Directiva de INIA del 21-6-2011).

Si a esto sumamos una mirada global a la intervención del Estado, claramente no aparece como prioridad pensar o repensar el modelo tecnológico para la AF. Por un lado, ha sido priorizado e impulsado el desarrollo del agronegocio como propuesta salvadora; por otro, en las políticas de desarrollo rural que han apostado al fortalecimiento de estrategias colectivas para la sobrevivencia de la AF, cuando aparece la cuestión tecnológica el eje es su adaptación a las demandas de las agroindustrias.

Entonces, ¿tendrá alguna relevancia avanzar hacia un modelo tecnológico para la AF? Y en caso afirmativo, ¿qué implica esto?

El modo de producción capitalista ha avanzado en nuestro medio rural desde dos formas principales: acaparando el territorio y las dinámicas que allí se dan, con su expresión principal en el agronegocio; y “atando” la AF a las dinámicas del capital, a partir de “integrarla” a sus cadenas agroindustriales. En la primera forma, la AF ya no tiene lugar. Para la segunda, desarrollada históricamente en nuestro país, los agricultores no manejan lo que pasa porteras afuera y tampoco lo que sucede porteras adentro. Dependen totalmente de dos mercados, hoy en día de dimensiones mundiales: de uno para vender sus productos (que ya no son alimentos sino commodities) y del otro para conseguir los insumos cada vez más indispensables en su producción.

En esta segunda forma, uno de los factores determinantes para sujetar la AF a las necesidades de la agroindustria ha sido la implantación de un modelo tecnológico de producción hegemónico. Un modelo basado en modificar (cada vez más) las bases naturales del sistema de producción, buscando su homogeneización y estandarización, a partir del uso de insumos (cada vez más) externos. Y este paquete de medidas, vendido como única y mejor solución para alcanzar el “éxito” o la sobrevivencia, ha tenido un resultado común: el aumento de la dependencia. Sistemas de producción con altísima fragilidad ante los cambios y alta dependencia de insumos, de asistencia técnica y “apoyo” financiero. Porque la concentración de la producción de alimentos en manos de pocas empresas transnacionales viene asociada con la degradación y la contaminación con agrotóxicos de ecosistemas, bienes naturales y alimentos.

A partir de este diagnóstico, ¿qué podemos hacer?

En los últimos tiempos, distintos movimientos sociales de América Latina proponen la agroecología como herramienta de resistencia y propuesta ante el modelo dominante. ¿Sobre qué bases? Por un lado, a partir de propuestas técnicas que favorezcan los procesos ecológicos. Realizar la actividad con menos insumos externos y sin sustancias químicas busca, además de producir alimentos de calidad, disminuir los actuales niveles de dependencia extrema. Por otro lado, esas propuestas técnicas se desarrollan a partir de otras formas de organización social, basadas en procesos de cooperación entre los propios trabajadores, tanto para la producción como para la distribución. En suma, se trata de producir alimentos de calidad, sin explotación humana ni degradación de los bienes naturales.

Pero para que la agroecología se presente como una herramienta de resistencia hacia la construcción de un modelo tecnológico alternativo debe sustentarse en un proyecto político de todos los trabajadores, del campo y la ciudad, que busque superar el actual modo de producción y las relaciones que genera.

Por eso uno de los principales desafíos es instalar la discusión del modelo tecnológico entre las organizaciones que en Uruguay nuclean a agricultores familiares y a trabajadores rurales y urbanos. Sobre todo considerando que para los trabajadores de la ciudad la canasta básica de alimentos no sólo aumenta su precio día a día, sino que también se incrementa su contenido de agrotóxicos y de modificaciones sintéticas, al tiempo que disminuye su aporte de nutrientes.

La resistencia al modelo de producción dominante requiere propuestas que, entre otras cosas, se sustenten en relaciones técnicas y sociales distintas para la producción de alimentos y el desarrollo de la vida. Desde el modelo tecnológico, sea la agroecología u otra herramienta que surja, la existencia de un proyecto político transformador será fundamental para alcanzar esa otra forma de producir. Un proyecto que no es posible si no se involucran en él las organizaciones de la AF y de los trabajadores del campo y la ciudad. Un proyecto necesario para no tener que elegir entre la adaptación a lo existente o la espera de una muerte anunciada.

Rodrigo García Ferreira / Revienta caballos / La Diaria / Revista Suma Sarnaqaña

TEMAS DE COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

 

III. DÍA DE LAS TRABAJADORAS Y LOS TRABAJADORES RURALES

EL CÍRCULO

En estos días, donde por todo el interior circulan camionetas con letreros de “si avanza el agro, avanza el país”, y abundan los discursos del tipo “hay que tirar parejo porque vamos todos en el mismo barco”, no cabe duda de que la rueda del campo está girando, y la cosa se presta para el mareo…

Por María Ingold / MEMORIA POPULAR, ORGANIZACIÓN POPULAR / ZUR / Revista Suma Sarnaqaña – 06.05.2014

En estos días, más precisamente el pasado 30 de abril, se conmemoró en nuestro país un nuevo día de las trabajadoras y los trabajadores rurales.

 Las rutas del litoral son aporreadas por la soja, que va y viene en camiones de zorras desbordantes. Allá por el norte, se cierra otra ronda de negociación salarial y todo se prepara para comenzar una nueva zafra de caña de azúcar, mientras varias compañeras y compañeros esperan las tierras prometidas por el Instituto de Colonización cuya adjudicación, hace ya un tiempo parece avecinarse. En el este, la megaminería extractivista avanza con idas y vueltas. Por la capital, se arma una mesa redonda para presentar la guía sobre derecho del trabajo rural.

En estos días, donde por todo el interior circulan camionetas con letreros de “si avanza el agro, avanza el país”, y abundan los discursos del tipo “hay que tirar parejo porque vamos todos en el mismo barco”, no cabe duda de que la rueda del campo está girando, y la cosa se presta para el mareo…

En primer lugar, la comparancia del barco resulta, al menos, discutible. Si patrones/as y trabajadores/as rurales, van todos/as en el mismo barco: ¿por qué los/as asalariados/as rurales viven en asentamientos urbanos y se mueven en moto (siempre con poco saldo en el celular), y los/as empresarios/as, además de tierra, tienen grandes casas, andan en camioneta, y hasta veranean por ahí? Más bien parece que unos/as van en crucero y otros/as cruzan a nado (sin nada).

Así y todo, muchas veces no es la parte asalariada la que presenta las quejas, y sí lo hacen las empresas: porque el cultivo “es más vicio que rinde” o la zafra “no da como se esperaba”. A esto se suma el reclamo por los altísimos costos (con énfasis en los cuantiosos impuestos) que implica la producción y el recuerdo para los riesgos asociados a la participación en el difícil mundo de los negocios del agro. Con tantas preocupaciones, a veces se retrasan la inscripciones de algunos/as asalariados/as en el Banco de Previsión Social (BPS), o no hay tiempo para llevar el botiquín completo a todas las chacras. Incluso, se hace difícil tener agua potable y en cantidad suficiente para todos/as los/as trabajadores/as o se tarda la llegada de la ropa y el calzado de trabajo. Los tractores demoran en repararse (no se puede perder ni un minuto de labor) y los elementos de protección personal se pierden por el camino o no alcanzan para todos/as. A todo esto, nunca “hay margen” para los ajustes salariales, aún cuando se reduzcan al mero acompañamiento del aumento de los precios (ajustes en función del Índice de Precios al Consumo – IPC).

Los/as asalariados/as rurales, todos los días, asumen el riesgo de manejar productos químicos altamente tóxicos y andar en vehículos que no cumplen con las condiciones de seguridad exigidas. Otorgan crédito a sus patrones/as, porque primero trabajan y luego cobran. Pero claro, estos riesgos no se cuentan dentro del complejo mundo financiero. Los/as compañeros/as del campo perciben salarios que figuran entre los más bajos del país, lo que compromete seriamente sus posibilidades de satisfacer hasta las necesidades más básicas. No hipotecan propiedades ni prendan sus vehículos para obtener préstamos en los grandes bancos de plaza, pero exponen sus cuerpos al dolor que viene, sin falta, luego de cada jornada de trabajo, de sol a sol; porque las ocho horas están escritas, pero en zafra no se puede parar, aunque la columna quede arqueada y los riñones acusen la exigencia. A todo esto, deben soportar el estrés de los/as patrones/as y, en el caso de las compañeras, las cotidianas actitudes que sostienen la organización patriarcal de nuestra sociedad.

A un lado y al otro

En medio de este enredo, aparece el estado, a veces mediando y otras veces tomando partido. En ocasiones, toma partido por el capital, ofreciendo condiciones de estabilidad para las inversiones que de todas partes vienen llegando, librándolas del pago de ciertos impuestos, garantizándoles diversos beneficios, o concediendo flexibilidades para el cumplimiento de los derechos del trabajo.

Otras veces, en cambio, parece acercarse a la parte trabajadora, cuando envía a la Inspección de Trabajo a controlar el cumplimiento de la normativa laboral u organiza campañas de difusión de los derechos de los/as trabajadores/as. Cuando el estado oficia como mediador, procura acercar a las partes, reiterando que sus mejores fórmulas son aquellas que no hacen feliz ni a los/as trabajadores/as ni a los/as patrones/as, pero ambas partes aceptan. Consigna los lineamientos que operan como reglas de juego y luego destina sus esfuerzos a convencer a las empresas, y generalmente lo logra cuando deja a un lado el tema salario, y propone primas que condicionan el ingreso de los/as trabajadores/as a factores que no dependen del trabajo o que se presentan de tal modo que no comprometen a las empresas en el largo plazo (por ejemplo: las primas por productividad o las partidas excepcionales y por única vez). Respecto de la parte trabajadora, toma, en general parcialmente, algunas de sus reivindicaciones, y desalienta la viabilidad de otras tantas. Esto último, no como una acción deliberada en contra de la clase, sino con pleno sentido de realidad: la conciliación es una herramienta limitada, incapaz de alcanzar la realización de las reivindicaciones más profundas y deseadas por los/as trabajadores/as, porque, objetivamente, no es viable que el capital renuncie a sus intereses y, mucho menos, que lo haga en beneficio del trabajo, su antagonista estructural.

En esta confusión, se hace difícil reconocer la verdadera esencia del estado que, de ningún modo puede ser concebido como algo apartado o independiente respecto del capital. Más bien todo lo contrario, puesto que el estado, tal como hoy lo conocemos, es la institución del capital. Es así que, aún cuando el estado toma acciones que pueden presentarse como favorables al trabajo, en el fondo, nunca contribuye a la liberación digna y plena de la clase trabajadora. Ejemplo de ello son las leyes laborales que, lejos de prohibirla, dan marco legítimo y regulan la explotación del capital sobre el trabajo. Entonces, no se trata de que los/as patrones/as sean malos, o de que los/as representantes del estado lo sean, en absoluto. La cuestión es la esencia del capital y la esencia del estado, y, por cierto, su esencial complementariedad. Para que el capital siga reinando, el estado, con sus distintas herramientas, debe garantizar las condiciones necesarias. El principal elemento que sustenta el dominio del capital, es la legítima y organizada subordinación del trabajo.

En estos días, entre el vaivén de la soja en el litoral, las rondas de negociación, las vueltas de la megaminería, las mesas redondas de la capital y la comparancia del barco, el mareo está a la orden del día. Muchas gracias, compañeros y compañeras, trabajadores y trabajadoras rurales, por su claridad para construir sindicatos que no defienden exclusivamente a quienes se desempeñan en su sector, sino a todos/as y cada uno/a de los/as trabajadores/as que necesiten cobijo; esos sindicatos de los/as pobres que hacen carne la solidaridad de clase y nos enseñan la urgencia de la unión. Su perseverancia, siempre marchando, con la idea de que, más allá de las reivindicaciones que se logran con gran esfuerzo en cada negociación, la lucha continúa, y se hace todos los días, en las calles y en cada chacra. Su coraje y audacia para aspirar a tierra y construir autonomías; por animarse y animarnos a todas y todos a construir otra historia, sin capital, con dignidad y libertad.

María Ingold / ZUR / Revista Suma Sarnaqaña

TEMAS DE COMCOSUR INFORMA Nº 1551 – 03/06/2014

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“Dejen la memoria ahí / donde se olvida el olvido,

para que el verdugo sepa / que donde vaya lo sigo.

No importa que yo no esté / soy un silencio testigo,

si soy recuerdo y recuerdas / no olvides que no hay olvido”.

Armando Tejada Gòmez

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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR

Correspondencia y/o envíos: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera)

11400 MONTEVIDEO – URUGUAY

E mail: comcosur@comcosur.com.uy

Pagina Web: www.comcosur.com.uy

Coordinación: Carlos Casares

COMCOSUR es miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias – AMARC

E – LECCIONES IN TERNAS

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL

REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS

AÑO 14 – Nº 673/ Lunes 2 de Junio de 2014

Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares

COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

http://nuevo.comcosur.org/

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HOY:

1) Otra inseguridad

2) Brasil, fútbol y protestas

3) A los izquierdistas desilusionados con la RPD

4) Baja participación y desencanto juvenil en elecciones de Egipto

5) Libia: Milicias vs milicias

6) Realidades e ilusiones del segundo gobierno del FMLN

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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que

niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo

hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese

monopolio es central.” Emir Sader

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1) Otra inseguridad

Marcelo Jelen (La Diaria)

Las seguridades se acabaron hace rato. ¿Quién dice ahora, fuera del
exitismo entre mentiroso y mágico de las campañas electorales, que
el Frente Amplio gana seguro? ¿O que gana en primera vuelta? Esta
campaña llega al recodo con pocas certezas hacia octubre y quizá
noviembre. El Frente Amplio (FA) sigue sumando, grosso modo, la mitad
del electorado; Pedro Bordaberry sale tercero; Luis Lacalle Pou y
Tabaré Vázquez son los candidatos con posibilidades de alcanzar la
presidencia. El resto es pura incógnita, a tal punto que el próximo
gobierno podría llegar, incluso, a incorporar al Partido
Independiente.

Todo esto no es poco cambio, en un país donde hasta hace cinco años,
hablar de política era hablar del FA. Los partidos fundacionales
parecían rendidos sin remedio tras la crisis económica y social de
2002. El FA creyó, ingenuo, que estaban muertos y que él seguiría
creciendo incluso desde el gobierno, sin advertir que el paso de los
años despertaría nuevas urgencias y diluiría las excusas
construidas sobre «herencias malditas». Tampoco previó que todo
oficialismo pare y cría su propio «legado maldito», y que a la
oposición le toca detectarlo y revelárselo a la ciudadanía.

Los «Bienvenido, futuro», los «Por la positiva», los «Vamos Uruguay» y
los «votos rebeldes» se plantan frente al «Vamos bien» sin
contradecirlo demasiado, apelando (con bastante éxito) al gusto
nacional por la ondulación leve, la media tinta, el impulso pero con
freno. Ni siquiera lo más marxista del FA niega que el mercado sigue
mandando. Lo que dice la oposición es que ya se repartió mucho, así
que conviene ir moderando la canilla para resetear el ciclo
acumulación-derrame. El oficialismo responde que ha sido muy moderado
y que no hay de qué asustarse.

Así las cosas, la campaña viene chauchona, tanto en convocatoria
como en repercusión. Transcurre en el estrecho margen que delimitan
el seguir igual y el no volver a lo de antes. Ayer fue a las urnas 39
por ciento de los votantes habilitados. Esta indiferencia no es
atribuible sólo al FA: toda la dirigencia política uruguaya actual,
como grotesco colectivo, se ha mostrado incapaz de enamorar a la
ciudadanía. Medidas en rating televisivo, las elecciones no logran
más interés, por ejemplo, que la galaxia Tinelli y el Mundial. El
debate por el futuro del país sólo se sobresalta con noticias del
día: Guantánamo, Siria, el Sirpa, Pluna, la Casa Blanca, Moody’s,
abusos de funciones, un anciano con 1.000 armas de fuego, un juez
supremo que juega con cuchillos, la caída de Sebastián Bauzá, las
vacaciones de Roberto Kreimerman, Philip Morris, Telechat, el fraude
en la Armada, esclavitud en alta mar, esclavitud sexual en las rutas,
los incesantes asesinatos de Julio Castro y Vladimir Roslik.

Los aspirantes a la presidencia han tomado el camino menos riesgoso:
dejaron a la tropa a cargo de atender esta avalancha y se aferraron
cada uno a un par de ideas programáticas potentes para machacar al
electorado y liberarse de las cambiantes coyunturas. Acabar con los
asentamientos, aumentar el presupuesto de la educación, reducir el
militar, eliminar el IRPF y el IASS, botones de pánico, Policía
militarizada, mano dura, la ominosa baja y no mucho más. Como si
estuvieran relojeando las cartas del contrario o disimulando falencias
propias. Quien quiera más sustancia cuenta con las páginas web de
las campañas, en las que se puede leer los planes y hasta ver spots,
entrevistas y actos en directo. De debates, ni hablar: el favorito no
cede. El FA cuenta, además, con la publicidad de diversas
reparticiones del Estado que, con el pretexto de informar sobre
servicios, promueven casi sin disimulo logros del gobierno. Y la
oposición, con la crónica roja recalentando la criminalidad.

La apatía encubre la importancia de lo que se viene. Que todos los
candidatos uruguayos anden con el carisma vapuleado no los hace
iguales. Tal vez Uruguay ya avanzó tanto que la ciudadanía da por
descontada la democracia y la sacrosanta estabilidad, como si la
política hubiera dejado de ser un problema o un tema interesante para
conversar, como si el «cambio en paz» se hubiera vuelto un estado
permanente del espíritu oriental. Pero no da lo mismo que sea
presidente Lacalle o Vázquez. Cada uno da un Uruguay bien diferente,
por más corridos a la derecha que estén ambos. No da igual que Pablo
Mieres llegue al Senado, o que Unidad Popular logre representación
parlamentaria. No da igual que Bordaberry crezca o que se estanque. No
da igual un FA dominado por un agrupamiento, disputado por dos o
fragmentado en tres o más. Ojalá que a partir de hoy, lunes, se
empiecen a notar las diferencias para entender qué cuernos estamos
votando.

LUNES 2 DE JUNIO DE 2014 – COMCOSUR

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2) Brasil, fútbol y protestas

Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique)

Es poco probable que los brasileños obedezcan a la procaz consigna
que lanzó Michel Platini –otrora gran futbolista y hoy politiquero
presidente de la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA)–
el pasado 26 de abril: “Hagan un esfuerzo, déjense de estallidos
sociales y cálmense durante un mes” (1).

La Copa Mundial de Fútbol comienza en São Paulo el 12 de junio para
concluir el 13 de julio en Río de Janeiro. Y hay efectivamente
preocupación. No sólo en las instancias internacionales del deporte
sino también en el propio Gobierno de Dilma Rousseff, por las
protestas que podrían intensificarse durante el evento deportivo. El
rechazo al Mundial por parte de la población ha seguido expresándose
desde junio del año pasado, cuando empezó todo con ocasión de la
Copa Confederaciones. La mayoría de los brasileños afirman que no
volverían a postular a Brasil como sede de un Mundial. Piensan que
causará más daños que beneficios (2).

¿Por qué tanto repudio contra la fiesta suprema del balompié en el
país considerado como la meca del fútbol? Desde hace un año,
sociólogos y politólogos tratan de responder a esta pregunta
partiendo de una constatación: en los últimos once años –o sea,
desde que gobierna el Partido de los Trabajadores (PT)– el nivel de
vida de los brasileños ha progresado significativamente. Los aumentos
sucesivos del salario mínimo han conseguido mejorar de forma
sustancial los ingresos de los más pobres. Gracias a programas como
“Bolsa Familia” o “Brasil sin miseria”, las clases modestas
han visto mejorar sus condiciones de vida. Veinte millones de personas
han salido de la pobreza. Las clases medias también han progresado y
ahora tienen la posibilidad de acceder a planes de salud, tarjetas de
crédito, vivienda propia, vehículo privado, vacaciones… Pero aún
falta mucho para que Brasil sea un país menos injusto y con
condiciones materiales dignas para todos, porque las desigualdades
siguen siendo abismales.

Al no disponer de mayoría política –ni en la Cámara de diputados
ni en el Senado–, el margen de maniobra del PT siempre ha sido muy
limitado. Para lograr los avances en la distribución de los ingresos,
los gobernantes del PT –y en primer lugar el propio Lula– no
tuvieron más remedio que aliarse con otros partidos conservadores
(3). Esto ha creado cierto vacío de representación y una parálisis
política en el sentido de que el PT, a cambio, ha tenido que frenar
toda contestación social.

De ahí que los ciudadanos descontentos se pongan a cuestionar el
funcionamiento de la democracia brasileña. Sobre todo cuando las
políticas sociales comienzan a mostrar sus límites. Pues, al mismo
tiempo, se produce una “crisis de madurez” de la sociedad. Al
salir de la pobreza, muchos brasileños pasaron de la exigencia
cuantitativa (más empleos, más escuelas, más hospitales) a una
exigencia cualitativa (mejor empleo, mejor escuela, mejor servicio
hospitalario).

En las revueltas de 2013, se pudo ver que los protestatarios eran a
menudo jóvenes pertenecientes a las clases modestas beneficiarias de
los programas sociales implementados por los Gobiernos de Lula y de
Dilma. Esos jóvenes –estudiantes nocturnos, aprendices, activistas
culturales, técnicos en formación– son millones, están mal
pagados, pero tienen ahora acceso a Internet y poseen un nivel
bastante alto de conexión que les permite conocer las nuevas formas
mundiales de protesta. En este nuevo Brasil, desean “subirse al
tren”(4) porque sus expectativas han aumentado más que su
condición social. Pero entonces descubren que la sociedad está poco
dispuesta a cambiar y a aceptarlos. De ahí su frustración y su
descontento.

El catalizador de ese enojo es el Mundial. Obviamente, las protestas
no son contra el fútbol, sino contra algunas prácticas
administrativas y contra los chanchullos surgidos de la realización
del evento. El Mundial ha supuesto una colosal inversión estimada en
unos 8200 millones de euros. Y los ciudadanos piensan que, con ese
presupuesto, se hubieran podido construir más y mejores escuelas,
más y mejores viviendas, más y mejores hospitales para el pueblo.

Como el fútbol es el universo simbólico y metafórico con el cual
más se identifican muchos brasileños, es normal que lo hayan
utilizado para llamar la atención del Gobierno y del mundo sobre lo
que, según ellos, no funciona en el país. En ese sentido, el Mundial
ha sido revelador. Para denunciar, por ejemplo, esa forma de hacer
negocios turbios con el dinero público. Sólo en la construcción de
los estadios, el coste final ha sido un 300% superior al presupuesto
inicial. Las obras fueron financiadas con dinero público a través
del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), el cual
confió la edificación de los estadios y las gigantescas obras de
infraestructura a empresas privadas. Estas, con frío cálculo,
programaron el retraso en los plazos de entrega, con vistas a realizar
una extorsión sistemática. Pues sabían que, ante las presiones de
la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), cuanto
más se retrasara la construcción, mayores serían los pagos
adicionales que recibirían. De tal modo que los costes finales se
triplicaron. Las protestas denuncian esos sobrecostes efectuados en
detrimento de los precarios servicios públicos ofrecidos en
educación, salud, transporte, etc.

Asimismo, las manifestaciones denuncian la expulsión, en algunas de
las doce ciudades sedes del Mundial, de miles de familias,
desahuciadas de sus barrios para liberar los terrenos donde se han
edificado o ampliado aeropuertos, autopistas y estadios. Se estima que
unas 250.000 personas fueron víctimas de expulsiones. Otros protestan
contra el proceso de mercantilización del fútbol, que la FIFA
favorece. Según los valores dominantes actuales –difundidos por la
ideología neoliberal–, todo es mercancía y el mercado es más
importante que el ser humano. Unos pocos jugadores talentosos son
presentados por los grandes medios de comunicación como “modelos”
de la juventud, e “ídolos” de la población. Ganan millones de
euros. Y su “éxito” crea la falsa ilusión de un posible ascenso
social mediante el deporte.

Muchas protestas son dirigidas directamente contra la FIFA, no sólo
por las condiciones que impone para proteger los privilegios de las
marcas patrocinadoras del Mundial (Coca Cola, McDonald’s, Budweiser,
etc.) y que son aceptadas por el Gobierno, sino también por las
reglas que impiden, por ejemplo, la venta ambulante en las cercanías
de los estadios.

Varios movimientos protestatarios tienen por lema “Copa sem povo,
tô na rua de novo” (“Copa sin el pueblo, estoy en la calle de
nuevo”), y expresan cinco reivindicaciones (por los cinco Mundiales
ganados por Brasil): vivienda, salud pública, transporte público,
educación, justicia (fin de la violencia de Estado en las favelas y
desmilitarización de la policía militar) y, por último, una sexta:
que se permita la presencia de vendedores informales en las
inmediaciones de los estadios.

Los movimientos sociales que lideran las manifestaciones se dividen en
dos grupos diferentes. Una fracción radical, con el lema “Sin
derechos no hay Mundial”, pacta objetivamente con los sectores más
violentos, incluso con los “Black Bloc” y su depredación extrema.
El otro grupo, organizado en Comités Populares de la Copa, denuncia
el “Mundial de la FIFA” pero no participan en movilizaciones
violentas.

De todos modos, las protestas actuales no parecen poseer la amplitud
de las de junio del año pasado. Los grupos radicales han contribuido
a fragmentar la protesta, y no hay una dirección orgánica del
movimiento. Resultado: según una reciente encuesta, dos tercios de
los brasileños están en contra de las manifestaciones durante el
Mundial. Y, sobre todo, desaprueban las formas violentas de las
protestas (5).

¿Cual será el coste político de todo esto para el Gobierno de Dilma
Rousseff? Las manifestaciones del año pasado supusieron un duro golpe
a la presidenta que, en las tres primeras semanas, perdió más del
25% del apoyo popular. Después, la mandataria declaró que escuchaba
la “voz de las calles” y propuso una reforma política en el
Congreso. Esa enérgica respuesta le permitió recuperar parte de la
popularidad perdida. Esta vez, el desafío será en las urnas, porque
las elecciones presidenciales son el 5 de octubre próximo.

Dilma aparece como favorita. Pero tendrá que enfrentarse a una
oposición agrupada en dos polos: el del centrista Partido de la
Social Democracia Brasileña (PSDB), cuyo candidato será Aécio
Neves; y, mucho más temible, el polo del socialdemócrata Partido
Socialista Brasileño (PSB), constituido por la alianza de Eduardo
Campos (ex ministro de Ciencia y Tecnología de Lula) y la activista
ecologista Marina Silva (ex ministra de Medio Ambiente de Lula). Para
este escrutinio, decisivo no sólo para Brasil sino para toda América
Latina, lo que ocurra este mes durante el Mundial podría ser
determinante.

Notas

(1 )

(2) Folha de São Paulo, São Paulo, 8 de abril de 2014.

(3) Desde la época de Lula, la base de la coalición que gobierna
Brasil está formada fundamentalmente por el PT y el Partido del
Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro-derecha), además de
por otras pequeñas fuerzas como el Partido Progresista (PP) y el
Partido Republicano de Orden Social (PROS).

(4) Léase Antônio David y Lincoln Secco, “Saberá o PT identificar
e aproveitar a janela histórica?”, Viomundo, 26 de junio de 2013.
http://www.viomundo.com.br/politica/david-e-secco-sabera-o-pt-identificar-e-aproveitar-a-janela-historica.html

(5)
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183873&titular=entre-goles-negociados-y-especulaciones-electorales-

LUNES 2 DE JUNIO DE 2014 – COMCOSUR

_________________________________________________________

3) A los izquierdistas desilusionados con la RPD

Vsevolod Petrovski (Liva)

Traducido del ruso por Carlos Valmaseda

Hace unas semanas el mundo discutía por los referéndums de
autodeterminación que tuvieron lugar en el Este de la Ucrania
dividida por el conflicto civil. La política de absoluto no
reconocimiento tomada sobre este referéndum por parte del gobierno de
Kiev y los países occidentales no pudo ocultar hechos evidentes
(incluidos los periodistas extranjeros): los habitantes del Donbass en
realidad participaron masivamente en el referéndum, apoyando la
proclamación «de los terroristas» -según la opinión del Fiscal
general de Ucrania- de las repúblicas populares del Donetsk y
Lugansk.

Se pueden poner en duda las cifras concretas de los jefes de las
juntas electorales «republicanas», se puede discutir la mala
organización y las infracciones relacionadas. No obstante, no se
puede ocultar que millones de personas, a pesar de las enormes colas,
de la amenaza de las provocaciones armadas, decidieron participar. La
legitimidad de las Repúblicas Populares la confirman ya no «un par de
miles de separatistas», sino el pueblo del Donbass.

Los izquierdistas ucranianos y rusos que apoyan el movimiento
popular-emancipador y antifascista en el Este y el Sur de Ucrania
cantaron victoria y… ya pocos días después del referéndum
sufrieron un duro golpe. El parlamento provisional de la RPD, no
elegido por nadie, presentó un sorprendente documento, llamado
constitución de la república. Hay en él algunas disposiciones
frustrantes para los izquierdistas convencidos, como la propiedad
privada de la tierra. Y hay algunos puntos que, en principio, parecen
absurdos en el siglo XXI: «el papel predominante» de la iglesia
ortodoxa del patriarca de Moscú, «el derecho humano empieza en la
concepción», la prohibición de las «uniones pervertidas», etc.

En el proceso precipitado, por no decir enfebrecido, de construcción
de la RPD han sucedido otras cosas notables. Una fracción pequeña de
oposición del consejo republicano, opuesta al autonominado líder
Denis Pushilin (anteriormente activo participante en la pirámide
financiera MMM), sin mayor ceremonia fue privada de su mandato. El
consejo , renombrado tras el referéndum de Popular a Supremo,
fue urgentemente ampliado con algunas decenas de personas que no
destacaron por su apoyo activo a los acontecimientos de abril. Y tras
la «constitución», este órgano de poder vota la nueva formación de
gobierno: el Consejo de Ministros. Como primer ministro de forma
inesperada para todos se nombra a un politólogo moscovita, Aleksandr
Boroday. Y muchas posiciones importantes las ocupan gentes
relacionadas con «la familia de Yanukovich». Por ejemplo, el ministro
de combustibles y energía era jefe del aparato de la ciudad de
Donetsk del Partido de las Regiones, Aleksey Granovski. Los
izquierdistas están confundidos. Los izquierdistas están
decepcionados. La organización marxista Borotba escribe una proclama
«

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