COMCOSUR AL DÍA / AÑO 16 / Nº 2028 / NOTICIAS Y PENSAMIENTOS / Viernes
10 de Julio de 2015 / Producción: Andrés Capelán – Coordinación:
Carlos Casares
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HOY:
1) La tinta del Cóndor
2) Sigue en “veremos” la reglamentación de la Ley de Medios
3) PIT-CNT confirmó paro general para el 6 de agosto
4) Gobierno acudirá al sector privado para aplicar plan de inversión
pública
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«Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si
asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para
cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir
para hacer un mundo mejor. Esa es tu alternativa». — Noam Chomsky
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1) La tinta del Cóndor
Un reportaje ficticio revela complicidades entre las dictaduras de
Argentina y Uruguay para contrarrestar denuncias.
(La Diaria)
Nunca terminará de explicarse lo que ocurrió en la Escuela de Mecánica
de la Armada (Esma) durante la última dictadura militar argentina
(1976-1983). Estaba a la vista de todos, en la avenida del Libertador, muy
cerca del aeroparque metropolitano y la cancha de River Plate, pero su
aquelarre fue invisible.
Las palabras tampoco alcanzan para relatar completamente lo que sucedía
del otro lado de las rejas labradas con dibujos de navíos antiguos. Se
calcula que ahí, en el infierno mismo de la Esma, perdieron la vida unas
4.500 personas. Otras, en cambio, sobrevivieron. Pero todas pasaron un
largo calvario, que, en algunos casos, contemplaba salidas transitorias
junto a sus torturadores. Oficiales y suboficiales salían a cenar en
restaurantes céntricos con algunas detenidas, a las que torturaban de
día, y vestían y perfumaban de noche. “Ponete linda”, les decían. A
veces terminaban en la discoteca porteña Mau-Mau.
Pero la llegada, en 1979, de la Corte Interamericana de Derechos Humanos
(CIDH), en medio de un creciente aislamiento mundial y una andanada de
denuncias sobre terrorismo de Estado que se venían acumulado desde el
Mundial de Fútbol de 1978, alteró esas rutinas. Fue entonces cuando los
militares argentinos diseñaron un plan propagandístico en coordinación
con la agencia estadounidense “de relaciones públicas, asuntos públicos
y manejo de crisis” (así se define) Burson Marsteller y medios de
comunicación aliados al régimen para ganarse a la opinión pública,
contrarrestar las denuncias de los familiares y evadir una condena de la
comunidad internacional. El libro A Lexicon of Terror (1998), de Marguerite
Feitlowitz, cita a Victor Emmanuel, el ejecutivo de Burson que estaba a
cargo de vender al mundo la dictadura argentina, en su frase más
inolvidable: “La violencia era necesaria para abrir la economía
proteccionista, estatista” de Argentina.
Amén de la brutal campaña publicitaria ideada por la inteligencia militar
junto a Burson Marsteller para contrarrestar lo que llamaban “la campaña
antiargentina de la subversión”, y que llevaba como leit motiv la
recordada frase “Los argentinos somos derechos y humanos”, el plan
contemplaba algunas operaciones específicas de desinformación. Una de
ellas tuvo lugar entre julio y setiembre de 1979, por medio de un acuerdo
con los tentáculos mediáticos de la secta Moon, que por ese entonces
desembarcaba en el Río de la Plata mediante numerosos contactos con las
dictaduras de uno y otro lado del río. La operación incluía la
realización de una entrevista periodística fraguada con una de las
detenidas en la Esma, Thelma Dorothy de Cabezas. Pero el plan tuvo sus
contratiempos. En un principio, los represores pensaron hacer el reportaje
en Buenos Aires.
De ahí que en el mes de junio Thelma fuera trasladada por sus captores a
la ruta Panamericana de la capital argentina. Detrás de un remozado cartel
publicitario con alusiones a Uruguay, la intención era tomarle
fotografías ambientadas en Montevideo. El objetivo: demostrar que Thelma
estaba exiliada en Uruguay a causa de amenazas del grupo Montoneros. Pero,
por razones que se desconocen, el plan fracasó. Fue entonces que los
represores idearon un plan B, que contemplaba la traída de Thelma a
Montevideo, aunque tampoco fue del todo fácil: tres veces la trasladaron,
y recién en la tercera oportunidad lograron lo que en el fondo buscaban:
tomarle fotografías en el centro de la ciudad.
Un secuestro atípico
Thelma fue secuestrada el 30 de abril de 1979 a las 20.30 horas, a sus 52
años, cuando caminaba del Hospital Español de Buenos Aires, donde estaba
internado su esposo, enfermo de un cáncer de pulmón. Caminaba por la
vereda hacia la parada del ómnibus cuando, de golpe, un automóvil blanco
se detuvo, ensayando una lenta y tramposa marcha atrás. De su interior
salió un hombre que le tapó la boca con su mano enguantada. En pocos
segundos (eternos en una dimensión más subjetiva), Thelma fue metida en
el asiento trasero, esposada y encapuchada. Madre de Gustavo Cabezas,
desaparecido el 10 de mayo de 1976 con sólo 17 años, Thelma era una de
las fundadoras de la Comisión de Familiares que antecedió la creación de
la organización Abuelas y Madres de Plaza de Mayo. En aquel entonces,
cuando se desempeñaba como secretaria de Organización, eran sólo seis
madres.
Durante el verano porteño, había viajado a México para encontrarse con
su otro hijo, Daniel, y reclamar ante los obispos del Consejo Episcopal
Latinoamericano, reunidos en la ciudad de Puebla, por el paradero de
Gustavo y el resto de los desaparecidos. Allí, entregó una petición al
nuncio apostólico en Buenos Aires Pío Laghi, quien estaba acompañado por
Claudio María Celli, actual presidente del Consejo Pontificio para las
Comunicaciones Sociales del Vaticano. Sin saberlo, Thelma fue seguida por
el Grupo de Tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada en México, y
posteriormente en Roma, a donde se trasladó luego para participar en una
reunión secreta del Movimiento Peronista Montonero que presidió Mario
Eduardo Firmenich, el jefe máximo de Montoneros y el más buscado del
país.
Varios minutos después de haber sido detenida, a una cuadra del Hospital
Español, Thelma fue sacada del auto en el que había sido capturada y
conducida por una escalera hacia el tenebroso sótano del Casino de
Oficiales de la Esma, donde los militares de la Armada tenían montada su
sala de torturas. Entre picanazos, le preguntaron por Puebla, por Roma, por
Firmenich. Ella negó todo, y en medio del dolor se inventó un nombre:
José. Y un teléfono, que repitió durante semanas sin vacilaciones.
Después de unos días, la llevaron al altillo de la Esma, conocido como La
Capucha, ese lugar poblado de esquizofrénicos quejidos y música a todo
volumen. Al poco tiempo, sus captores volvieron a preguntarle por José,
que no aparecía, que no estaba, que no respondía al teléfono. Y de
vuelta al sótano, hasta que un hombre de nombre Marcelo le preguntó la
del millón: “¿Por qué nos mentiste?”.
Con el tiempo, Thelma descubrió que Marcelo no era Marcelo, sino Ricardo,
el aterrador capitán de corbeta Ricardo Cavallo. Una voz alzada en medio
de ese mundillo de picanas eléctricas y gritos desahuciados le recordó:
“Señora, yo mato”. Ya no en tono de advertencia, sino con registro
decidido, el prefecto Héctor Fevres (actualmente procesado y detenido en
la causa por robo de niños), por entonces conocido como “El Gordo
Daniel”, advirtió ante la escucha de Thelma: “A esta hay que
matarla”. Fevres fue quien la siguió en su periplo por México. De
hecho, un día le comentó que había viajado en el mismo avión y la
había seguido por las enruladas autopistas aztecas hasta que la perdió
por una sagaz jugada planificada con anterioridad por su hijo Daniel, que
la había ido a esperar al aeropuerto del DF. “Hicimos un
contraseguimiento con un compañero, Alfredo Lires, suponiendo que la
estaban siguiendo. Se perdieron en un viaducto que se cruza con unos
puentes peatonales. Dejamos el auto y cruzamos caminando para dirigirnos a
otro. Ahí nos perdieron”, cuenta Daniel a la diaria. “Lo hicimos por
las dudas, no sabíamos si nos estaban siguiendo o no”.
La conexión uruguaya
En julio de 1979, condujeron a Thelma al aeroparque Jorge Newbery, de
Buenos Aires, para trasladarla en un vuelo comercial de Aerolíneas
Argentinas a Montevideo. Junto a ella, viajó el represor Ricardo Cavallo,
actualmente condenado a cadena perpetua. En Montevideo la esperaba un
oficial vestido de civil que se encargó de hacerlos pasar por los puestos
de control de la Dirección Nacional de Migración. Ella viajaba con un
pasaporte a nombre de Magdalena Manuela Blanco, que había sido fraguado en
el sótano de la Esma. Apenas llegaron a Montevideo, Thelma fue llevada a
un apartamento que ubica “cerca de la Intendencia de Montevideo”. Por
motivos nunca revelados, ese mismo día regresaron a Buenos Aires.
Por esos días, su hijo Daniel, exiliado en México, escribió una carta
desesperada al escritor Julio Cortázar en la que le pedía ayuda para la
aparición de Thelma. El 21 de agosto de 1979, El País de Madrid y El
Excélsior de México publicaron la respuesta de Cortázar, según dijo el
escritor en una cita casi premonitoria, “denunciando lo que las prensas
oficiales buscan ahogar bajo resonantes triunfos deportivos y otros de la
misma calaña”: “Desde México me llega una carta de Daniel Vicente
Cabezas para pedirme, como miembro del Tribunal Bertrand Russell, que haga
todo lo posible para denunciar y esclarecer la desaparición de su madre,
Thelma Jara de Cabezas, ocurrida en Buenos Aires el 30 de abril último. La
prensa ha informado ya ampliamente sobre el hecho, puesto que la señora de
Cabezas era la secretaria de la Comisión de Familiares de Desaparecidos y
Detenidos por Razones Políticas, y lo era por la misma razón que hoy
motiva estas líneas: su hijo Gustavo Alejandro, un estudiante de
diecisiete años, desapareció en mayo de 1976, sin que hasta la fecha se
hayan tenido noticias de su destino. […] Frente a la carta y la petición
de Cabezas, tanto yo como cualquiera de los miembros del Tribunal Russell
en una situación análoga sólo podíamos hacer una cosa: asumir
personalmente la responsabilidad de reiterar la denuncia del caso en
cuestión y, por los medios a nuestro alcance, difundir lo más posible sus
incalificables circunstancias”.
En la primera quincena de agosto volvieron a sacarla de la Esma, escoltada
por dos autos, ahora para conducirla a la confitería Selquet de Buenos
Aires, ubicada en la intersección de las calles La Pampa y Figueroa
Alcorta. Una vez ubicados en una mesa señalada de antemano, llegaron un
fotógrafo y un periodista de Para Ti, enviados al lugar por el director
ejecutivo de Editorial Atlántida, Aníbal Vigil, y el redactor responsable
de la revista, Agustín Botinelli. Le hicieron unas pocas preguntas, pero
en el medio Thelma dijo que su hijo Gustavo estaba “desaparecido”. El
fotógrafo, Tito La Penna, percibió que “algo raro estaba pasando”.
“Entramos a la confitería; ella estaba sentada en una mesa junto a la
ventana, con las cortinas cerradas.
El lugar estaba casi vacío, a eso de las 10.30”, recuerda La Penna a la
diaria. Hace un año, La Penna y el redactor de la revista, Eduardo Scola,
declararon que habían sido mandados allí sin saber que estaban frente a
una secuestrada. “Me quedó grabada la entrevista porque ella era la
primera persona que hablaba de un desaparecido”, cuenta el fotógrafo,
que por entonces tenía 29 años. En el local había además varios
jóvenes, uno sentado junto a Thelma, al que ella presentó como amigo de
su hijo -según cuenta La Penna-, y otros en otra mesa. Ella le pidió que
no fotografiara a los jóvenes y que no se pudiera identificar el lugar,
así que todas las imágenes de la entrevista capturadas por la Nikon F2
fueron planos cerrados en blanco y negro. El falso reportaje fue publicado
el 10 de setiembre en Para Ti. Para Daniel, exiliado por esos días en
México, fue la confirmación de que Thelma estaba con vida.
En una comparecencia durante el juicio a las Juntas Militares que se
realizó en Argentina en 1985, Thelma testimonió: “La entrevista es
preguntarme en relación con mi desaparición, si es verdad que estoy
desaparecida. Yo digo que no; eso tenía que decir. Que Víctor Carrasco
era mi amigo, que me había protegido en el Uruguay, que me daba ropas,
alimentos, remedios, y que iba a estar ahí no sé por cuánto tiempo hasta
que tuviera la seguridad de volver a mi país. Ahí también ellos vuelven
a indicarme que ellos saben que los organismos de derechos humanos son
usados por organizaciones terroristas […]. Preguntan y yo digo que no
sé”. Poco después de la salida de la entrevista, el diario Buenos Aires
Herald -en aquellos años, uno de los pocos en dar espacio a denuncias de
violaciones a los derechos humanos- destacó el “lenguaje castrense” de
la entrevistada, “poco común para una madre de Plaza de Mayo”.
No conformes con el operativo desplegado en la confitería Selquet, sus
captores volvieron a trasladarla a Uruguay a principios de setiembre. Otra
vez, en un vuelo comercial. Otra vez, con un pasaporte falso, que la
nombraba Magdalena Manuela Blanco. Otra vez, acompañada por Ricardo
Cavallo. Esta vez, en la compañía argentina Austral. Al llegar a
Carrasco, Thelma fue llevada al hotel Victoria Plaza. Por ese entonces, la
secta conducida por el reverendo Sun Myung Moon estaba en plenas tratativas
con el gobierno uruguayo para quedarse con el hotel. Un joven que se
presentó como Víctor Carrasco y dos marinos argentinos (que Daniel
presume que venían del Centro Piloto de París, un enclave argentino en la
capital francesa desde donde la Armada vigilaba a los exiliados) la
custodiaron en el hotel, pero ni la entrevista ni las fotos pudieron ser
concretadas. Pasó la noche en el edificio, y al día siguiente volvió a
Buenos Aires.
La tercera vencida
Pocos días después, Thelma fue traída nuevamente a Montevideo. Por
aquellos tiempos, la secta Moon editaba en Estados Unidos el periódico
World News y preparaba el lanzamiento en Uruguay de Noticias del Mundo, que
dirigiría Julián Safi, ex jefe de la Dirección Nacional de Relaciones
Públicas (Dinarp) y vocero de los Moon. Safi había conquistado la Dinarp
gracias a las gestiones de Hugo Manini, profesor del Liceo Militar y
cabecilla de la agrupación ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie. Entre
las plumas que habitaban el plantel de columnistas de Noticias del Mundo,
se encontraba Segundo Flores, apoderado legal de Moon y suegro del dictador
Gregorio Goyo Álvarez, quien alcanzaría la presidencia dos años más
tarde, en 1981. También por aquel entonces ponía un pie en Uruguay la
agencia Burson Marsteller, actualmente instalada en el World Trade Center,
a pasitos del Montevideo Shopping.
Al igual que en su segundo viaje a Montevideo, en el tercero Thelma fue
llevada al elegante hotel Victoria Plaza, donde también orbitaba Safi,
devenido una especie de manager de los negocios de los Moon, con puentes
políticos a raíz de su experiencia como jefe de la Dinarp. Vigilada,
Thelma pasó la noche en una habitación hasta que al otro día fue llevada
de los pelos a varios lugares céntricos. “La esperaron en el aeropuerto
militares uruguayos, la llevaron al Centro, la metieron en el hotel y
después la sacaban… En Uruguay le toman las fotografías y la vio un
periodista de la secta Moon”, relata Daniel. El objetivo era el mismo de
siempre: desprestigiar mediante un reportaje las denuncias de los
familiares de desaparecidos, centrar la mira en los Montoneros y demostrar
que Thelma no estaba secuestrada, como denunciaban las organizaciones de
derechos humanos, Cortázar y hasta el fundador de Amnesty International,
Seán MacBride, que también había levantado su voz. Una vez obtenidas las
fotos, a Thelma le sacaron el disfraz de señora libre y la devolvieron al
cautiverio.
Un cable de la agencia estatal argentina de noticias Télam recogió el
supuesto reportaje. El título: “Habla la madre de un subversivo
muerto”. El copete decía así: “El diario norteamericano World News
publicó una nota en la que una mujer argentina, radicada en Montevideo,
denunciaba a las organizaciones que supuestamente defienden los derechos
humanos. Su hijo fue muerto en un enfrentamiento con las fuerzas de
seguridad. Para averiguar su paradero, ella se deja llevar por los
mecanismos internacionales que la comprometieron y usaron para sus propios
fines. Un testimonio esclarecedor y tremendo que descubre los métodos de
la subversión”. El cable tuvo una amplia repercusión en Argentina, pero
ninguna en Uruguay, a pesar de que ese mes la prensa local dio amplia
cobertura a la visita de la CIDH a Buenos Aires.
De alguna manera, ésa fue una forma que la dictadura argentina encontró
para anticiparse a la denuncia de la desaparición de Thelma, presentada
ante la CIDH por la organización Familiares. En el juicio por la megacausa
de la Esma, Carlos Muñoz, otro de los sobrevivientes del centro
clandestino de detención, declaró el año pasado en Buenos Aires:
“Orlando González, alias Hormiga, que era fotógrafo del Centro de la
Marina o Club La Marina, le tomó a Thelma las fotos en Uruguay, que yo
revelé, donde se la veía en lugares típicos de Montevideo”. Durante la
dictadura argentina, los oficiales de la Esma habían montado en el altillo
una especie de centro de prensa donde obligaban a los detenidos al trabajo
forzoso de redactar cables noticiosos y revelar fotografías. Ahí fueron a
parar las imágenes que le tomaron a Thelma en Montevideo.
En aquel setiembre de 1979 en que Thelma fue traída a Montevideo, Esteban
Cristi asumía en Uruguay la presidencia del Centro Militar; todo el cuerpo
de embajadores uruguayos en el exterior se reunía semanalmente con el
director del Servicio de Información de Defensa, Iván Paulós; el coronel
Federico Silva Ledesma se vanagloriaba de que Uruguay salía de “una
profunda crisis moral” al asumir al frente del Supremo Tribunal Militar,
y los diarios informaban sobre una misteriosa aparición de “una pareja
de ex nazis” asesinados en el balneario de Las Toscas. También en
setiembre, el día 5 (dos días antes de la llegada de la CIDH a Buenos
Aires), una de las actuales dueñas de El País (por aquel entonces
corresponsal en Buenos Aires), Julia Rodríguez Larreta, entrevistaba al
dictador argentino Jorge Rafael Videla.
El reportaje se produjo en momentos en que los militares argentinos, por
medio de Burson, concedían entrevistas a algunos medios de prensa
cuidadosamente seleccionados entre los de la región en busca de consolidar
la idea de que su gobierno mantenía un talante aperturista respecto de la
prensa y respetaba las libertades individuales frente a la inspección que
por esos días realizaba la CIDH. La entrevista, que ocupó buena parte de
la portada y las primeras páginas del diario, es ilustrativa sobre la
sintonía que por entonces existía entre ambas dictaduras. Videla se
refería a Uruguay como “ese país tan hermanado, tanto que vivimos lo
que ocurre en el Uruguay como si fuera nuestro […]. Al pueblo uruguayo y
a su gobierno con el cual mantenemos una estrechísima relación y
especialmente una comunidad de ideales”.
Durante la entrevista, Rodríguez Larreta consultó a Videla cómo
explicaba el terrorismo y la violencia. “El terrorismo y la violencia
fueron los modos operativos de un proceso de subversión que, al agredir
nuestra sociedad, pretendía alterar nuestro estilo de vida para instalar
un sistema totalitario”, respondió Videla, propagando el relato
instalado por los gobiernos de la región en aquel entonces.
Thelma fue liberada el 7 de diciembre de 1979. Se recluyó en la provincia
argentina de Corrientes. Pero en agosto de 1980 recibió la imprevista
visita de Ricardo Miguel Cavallo. Era para decirle que habían capturado a
Daniel. Luego se trasladó de nuevo a Buenos Aires. Visitó a su hijo
Daniel en la cárcel de Caseros, donde estaba detenido. La primera vez que
se vieron fue a través del vidrio de un locutorio. Con el tiempo, les
permitieron verse, tocarse, contarse más cosas. Un día, una ex compañera
de la Comisión de Familiares le gritó: “¡Traidora!”, mientras hacía
la cola para visitar a su hijo. Habían creído en el reportaje. Daniel fue
liberado en 1984, un año después del retorno a la rutina del voto
popular.
La mayor parte de los militares que mantuvieron secuestrada a Thelma,
incluido Cavallo, fueron condenados a prisión perpetua el 26 de octubre de
2011. Hace pocos meses, el 4 de noviembre de 2014, el juez federal Sergio
Torres procesó también al jefe de redacción de la revista Para Ti, el
civil Agustín Botinelli, por delito de coacción, y le trabó un embargo
por un millón de pesos sobre sus bienes al acreditar que fue el
responsable de una entrevista apócrifa. Botinelli se convirtió así en el
primer periodista de la historia de Argentina procesado en el marco de la
investigación de los crímenes contra los derechos humanos durante la
dictadura. Según puede leerse en el fallo del juez federal Sergio Torres,
al que accedió la diaria, Botinelli “se valió de la situación
amenazante que atravesaba la mencionada Jara de Cabezas, respecto de su
vida y su integridad física, arbitró los medios necesarios para que se le
realizara la mencionada entrevista, resultando su acción apta para
vulnerar el bien jurídico protegido por la norma, para luego fraguar su
contenido y ordenar su publicación en la revista Para Ti”.
Durante su declaración, Botinelli rechazó las acusaciones y negó haber
participado en un operativo semejante. Sostiene que si algo tocó en
aquella entrevista fue algún error gramatical, no parte de su contenido.
En la causa estaba también imputado uno de los dueños de la editorial
Atlántida (propietaria de las revistas Gente, Para Ti, Somos, Billiken,
Chacras y El Gráfico, que ya no le pertenece más), Aníbal Vigil, ya
fallecido. De los uruguayos implicados, por ahora ni pistas. Sólo un
nombre y un apellido que aún permanecen bajo un manto de misterio: Víctor
Carrasco. Thelma Dorothy de Cabezas nunca más volvió a pisar Montevideo,
esa ciudad de los abismos de sus recuerdos.
Textos y reportaje: Ricardo Scagliola
Producción: Bernabé Fernández
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2) Sigue en “veremos” la reglamentación de la Ley de Medios
Diputado del FA aseguró que si se declara inconstitucionalidad de
artículos clave de ley de medios, se “insistirá en legislar”
Facundo Franco (La Diaria)
El diputado de Asamblea Uruguay y presidente de la comisión de Industria
de la cámara baja, Carlos Varela, intentó despejar dudas respecto a la
implementación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA),
aprobada en diciembre del año pasado y aún pendiente de reglamentación
por parte del Poder Ejecutivo (PE). El gobierno espera que la Suprema Corte
de Justicia (SCJ) se expida sobre la inconstitucionalidad de algunos
artículos. En un seminario internacional organizado por la Presidencia de
la Cámara de Representantes con motivo de los 30 años de democracia,
Varela dijo compartir la decisión del presidente Tabaré Vázquez de no
reglamentar la norma hasta que la SCJ se expida acerca de la
constitucionalidad de los artículos recurridos por empresas y gremiales de
comunicación y partidos políticos.
Además, habló de “incertidumbre” por no saber cuál será el destino
de la LSCA, porque, en caso de que la SCJ se pronuncie por la
inconstitucionalidad de algunos artículos, su futuro dependerá de cuán
centrales sean éstos, en el sentido de “si la ley quedará coherente o
perforada en puntos clave”. De todas formas, aseguró que “sea cual sea
el destino de la ley”, aun en el caso de que las inconstitucionalidades
hagan que uno o más artículos clave no puedan ser aplicados, la bancada
oficialista “insistirá en legislar en el sentido que señala el proyecto
que votó”.
El legislador realizó también un racconto de los principios más
importantes de la LSCA y su proceso de discusión parlamentaria, del que
dijo que participaron más de 50 delegaciones nacionales e internacionales.
Además, consideró que la ley uruguaya es “tibia” en comparación con
países “que nadie duda en catalogar de profundamente democráticos”.
Varela lamentó también que el Frente Amplio (FA) no haya logrado extender
el debate al conjunto de la sociedad y responsabilizó directamente a los
medios de comunicación. “Estuvo la decisión, que nunca fue explícita,
de los grandes medios de comunicación, que siguieron una doble estrategia:
ocultar el tema a la opinión pública, en la mayoría de los casos, o,
cuando se explicitaba, que sólo una voz se escuchara en forma
privilegiada”, opinó. Para el diputado, en los medios masivos se pudo
escuchar “prácticamente una sola opinión sobre la ley, que planteaba
que era un atentado a la libertad de expresión”, al tiempo que acusó a
los medios de “ejercer la opinión en el sentido que decían criticar”.
“Si algo no hubo para poder discutir ante la opinión pública, fue
libertad de prensa”, agregó.
Principios
Además, recordó que “los grandes relatores de libertad de expresión
del continente” -como el ex relator de Naciones Unidas Frank La Rue, que
lo ratificó al cierre del seminario- han señalado a la ley uruguaya como
un “modelo” de regulación de los servicios de comunicación
audiovisual. Varela dijo también que la LSCA es una ley “garantista”,
que “promueve el pluralismo”, apoya la producción nacional, y protege
a niños y adolescentes. Además, destacó que la norma define criterios
transparentes para la asignación de frecuencias y que reconoce al sector
comunitario, además de crear un sistema de medios públicos. Acerca del
Consejo de Comunicación Audiovisual, organismo que crea la ley para
ejercer su contralor, recordó que la forma de nombramiento que establecía
el proyecto original enviado por el PE “no daba garantías” a los
legisladores, que lograron que buena parte de los integrantes del consejo
fueran nombrados por el Parlamento con mayorías especiales.
Guilherme Canela, consejero de Comunicación e Información de Unesco para
el Mercosur y Chile, señaló que la organización que integra apoyó la
totalidad del proceso de elaboración, que “tuvo a todos los actores
implicados sentados alrededor de una mesa”. Además, señaló que la LSCA
cubre satisfactoriamente gran parte de los desafíos que Unesco plantea
para la libertad de expresión en el continente, excepto el creciente grado
de agresión a periodistas -problema que “no se da en Uruguay”- y la
asignación transparente de publicidad oficial. De todas formas, llamó a
“seguir con el debate” para la reglamentación de la norma, porque dijo
que conoce casos de muy buenas leyes que tuvieron malas implementaciones.
El vicepresidente Raúl Sendic dijo en la apertura que la LSCA se enmarca
en la nueva agenda de derechos que impulsan los gobiernos del FA, que
además se acompaña “de la vieja agenda”. Además, habló del derecho
a la información como “contracara” del derecho a la libertad de
expresión y puso el ejemplo de lo que ocurrió con el referéndum griego
del domingo, en el que el estado de opinión “era uno” pero “la
decisión soberana fue otra”.
En perspectiva
El objetivo del seminario fue comparar los casos de legislaciones en medios
de comunicación de la región y el mundo. Por ejemplo, en representación
de la Comisión Federal de Comunicación del gobierno de Estados Unidos,
Jonathan Levy explicó que, si bien es limitada, en su país la regulación
de contenidos es mayor para la televisión abierta que para la contratada,
y que además se regula la propiedad de los medios “para obtener un
efecto indirecto en los contenidos”. Además, dijo que una misma persona
o empresa no puede ser dueño de medios audiovisuales que concentren más
de 39% de la audiencia y los canales están obligados a ofrecer programas
“de interés público”.
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3) PIT-CNT confirmó paro general para el 6 de agosto
(Montevideo Portal)
El Pit-Cnt confirmó este jueves que el paro general de 24 horas para el
próximo 6 de agosto. El paro será en rechazo a los criterios del gobierno
para los Consejos de Salarios y será acompañado por una semana de
asambleas “en todos los lugares de trabajo”.
La Mesa Representativa del Pit-Cnt aprobó este jueves el plan de
movilización que incluye una serie de asambleas en «lugares de trabajo» de
todo el país y un paro general de 24 horas para el próximo 6 de agosto.
En declaraciones recogidas en el sitio web del Pit-Cnt, el presidente de la
Central, Fernando Pereira, valoró la decisión de la Mesa Representativa,
que rechazó los lineamientos definidos por el Poder Ejecutivo para los
Consejos de Salarios.
«La lucha paga», remarcó Pereira, confirmando que la Central impulsará un
cronograma de asambleas «en todos los lugares de trabajo» entre el 20 y el
24 de julio. El martes pasado, el secretario general Marcelo Abdala había
explicado a Montevideo Portal que luego de las asambleas se iniciará una
campaña para «potenciar acciones de difusión en todo el país». La
movilización tendría como reivindicaciones centrales el pedido de «más
inversiones públicas», «mayores salarios y jubilaciones» y «no al TISA».
Abdala había señalado que hay «una desaceleración de la economía
producto de los problemas que se producen en el frente exterior». En ese
sentido, reclamó que el Gobierno «no juegue al achique» y que haya «un rol
activo del Estado para que la demanda interna reactive la economía».
Pereira anunció que, en el marco de la movilización, el Pit-Cnt buscará
reunirse «con todas las organizaciones sociales que componen el amplio
entramado de organizaciones del Uruguay». El dirigente adelantó que entre
esas organizaciones se incluirá a Cambadu, que agrupa a los pequeños
comerciantes, porque «si a los trabajadores les va bien, al pueblo le va
bien y los pequeños comerciantes se ven beneficiados por el trabajador».
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4) Gobierno acudirá al sector privado para aplicar plan de inversión
pública
(El País)
El subsecretario del MEF, Pablo Ferreri, dijo que para implementar este
plan, el gobierno acudirá a la participación del sector privado a través
de los proyectos de participación público privado (PPP), que deberán
«jugar un papel relevante».
En medio de un marcado recorte de la inversión pública, que causa
divisiones en la interna del Frente Amplio, el gobierno del presidente
Tabaré Vázquez anunció este miércoles que la actual administración
será la que mayores inversiones públicas haga desde 2005 al presente, por
medio de las empresas públicas y también en áreas como infraestructura
vial, ferroviaria y educativa, sistema de puertos, energía y aspectos
medioambientales, entre otras.
El subsecretario del Ministerio de Economía y Finanzas, Pablo Ferreri,
dijo hoy en la comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de
Diputados —donde presentó la Rendición de Cuentas 2014— que para
implementar este plan, el gobierno acudirá también a la participación
del sector privado a través de los proyectos de participación público
privado (PPP), que deberán «jugar un papel relevante».
En la misma línea que más temprano expresó el ministro de Economía,
Danilo Astori, Ferreri aseguró ante los legisladores que «hay una fuerte
apuesta a la inversión pública, que va a ser la más alta de los tres
gobiernos del Frente Amplio (FA)».
El número dos del MEF explicó que de esta forma se podrán generar
«políticas anticíclicas y poner al país en condiciones de crecer a tasas
potencialmente superiores a las que hoy puede crecer». Y agregó que en los
próximos días se conocerán más detalles del plan gubernamental.
Lo que el Ejecutivo ya transmitió es que «de ninguna manera vamos a jugar
al achique» ante las perspectivas de la situación regional. Las palabras
de Ferreri nuevamente coinciden con las expresadas por Astori más
temprano.
Dudas sobre cumplimiento de los anuncios
Pero en filas de la oposición existen dudas sobre que el gobierno pueda
cumplir sus anuncios, tomando en cuenta precisamente el abultado déficit
de las cuentas públicas.
“Lo mismo dijeron en 2010, cuando el entonces ministro Fernando Lorenzo
afirmó que este año íbamos a estar con 0,8% de déficit, y terminamos en
3,5%, y que las empresas públicas iban a tener una ganancia de US$ 25
millones cuando perdieron US$ 150 millones”, afirmó a El País el
diputado nacionalista Jorge Gandini.
En la reunión, el equipo económico reconoció que en el año electoral de
2014 hubo “desvíos” que “no estaban previstos”, por lo cual se
tuvo que apelar a un endeudamiento mayor al previsto y autorizado por el
Parlamento, en US$ 630 millones.
Además dijo que son muy desfavorables las circunstancias regionales y que
se va a recaudar menos por lo cual antes del debate del Presupuesto
quinquenal es necesario abatir el déficit y asumir nuevos compromisos.
Gandini dijo en la reunión que los “desvíos” a que se alude tienen
que ver, en buena parte, con el ingreso en año electoral de 9.000
funcionarios al Estado. “Si se multiplica eso por mil dólares de ingreso
mensual promedio, con aguinaldos y leyes sociales para cada funcionario, en
un año tenemos para un Antel Arena y medio”, ironizó el legislador.
En la comisión también se habló sobre las pautas salariales. Los
representante del Poder Ejecutivo dijeron que están fijadas sobre una base
de inflación de 8,5% en 2016 y de 6,5% en 2017.
COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 10 DE JULIO DE 2015
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