1) México no está en guerra…
2) ¿Burkina Faso iniciará finalmente el juicio a Blaise Compaoré?
3) Las culpas de Pakistán.
4) Filipinas, frontera de las guerras en el pacífico
5) El proyecto estratégico más importante de la historia.
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COMCOSUR / POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 17 / Nº 820 / Miércoles 17 de mayo de 2017 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra y combatir ese monopolio es una tarea central.” — Emir Sader
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1) México no está en guerra…
José Luis Avendaño C. (Alai)
Desde la década de los años 40 del siglo pasado, México se convirtió en un proveedor de drogas de Estados Unidos. Con el consumo, el mercado, y con ello, el negocio, estaba garantizado. Así crecieron y se desarrollaron las primeras bandas que, al paso de los años, se transformaron en cárteles regionales y verdaderas empresas transnacionales. Es imposible que a este nivel, los gobiernos en turno no supieran, y que, por comisión u omisión, no fueran parte del negocio.
Con la llegada del PAN a la presidencia en el 2000 (el PRI mantuvo su poder a través de la mayoría de gobernadores), este dejar hacer, dejar pasar (neo)liberal, aparentemente se dislocó. Una de las primeras acciones del segundo sexenio de la alternancia, en diciembre de 2006, fue lanzar a la calle a las fuerzas armadas (Ejército y Marina), frente a la ineficiencia/insuficiencia de las policías. Con ello, el narcotráfico –parte del crimen organizado—, se convirtió en un asunto de seguridad nacional. Once años después, achacados a la inseguridad y violencia, hay más de 80 mil muertos y más de 26 mil desparecidos, sin contar los desplazados. Muchos, se dice, son producto de ajustes de cuentas entre las bandas. Y pasado todo este tiempo, se discute una Ley de Seguridad Interior, a fin de normalizar la presencia y actuación de las fuerzas armadas en las tareas de seguridad pública y, sobretodo, su relación con la población.
No hay duda que hay una escalada de violencia que el regreso a Los Pinos del PRI no ha podido contener. Un regreso acotado, pues se dice que el régimen priista nunca perdió el poder, entre otras cosas porque la política económica neoliberal es transexenal, es decir, la misma desde hace seis sexenios, con crecimiento errático, pero con una narco economía boyante, que es parte substancial de las cuentas nacionales (en el rubro de errores y omisiones). El regreso priista (recargado) es, de hecho, una restauración. Para decirlo en palabras de Bolívar Echeverría, se trata de la consolidación de la “restauración de la república oligárquica prerrevolucionaria”, cuyos gobernantes, agrego, operan como meros administradores del despojo y la explotación.
Las víctimas de la violencia, ya no son solamente entre el crimen organizado y las fuerzas armadas, sino alcanza ya a miembros de la sociedad civil, que, en lenguaje militar, son daños colaterales. Entre las víctimas se encuentran los defensores de los derechos humanos –muchos de ellos familiares de quienes han padecido la violencia, y ellos mismos violentados— y periodistas que cubren tales asuntos o que investigan presuntos nexos entre las autoridades y la delincuencia organizada. Terreno minado. El resultado es que, por ejemplo, al estar buscando a sus muertos, descubren otras fosas clandestinas de otros muertos.
La semana pasada, Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) organizó el foro: Mujeres Periodistas. El poder de sus voces, en el que se resaltó la doble violencia que sufren por su género y por su labor, que van desde amenazas hasta asesinatos, que no se atienden ni resuelven, al estar en medio de un círculo de impunidad, que más bien resulta un laberinto. Labor que está considerado de alto riesgo y convirtiendo a México como uno de los lugares del mundo más peligrosos para el ejercicio periodístico. Aquí vale recordar lo que Guillermo Prieto, en sus Lecciones de Historia Patria afirmó sobre los objetivos de la libertad de prensa: ser “correctivo de la tiranía y afiance de todas las libertades”.
El mismo día, desde Londres, el Instituto de Estudios Estratégicos, que se aboca a asuntos de defensa y conflictos, advirtió que el año pasado México fue el país con mayor número de “homicidios intencionales”, sólo por debajo de Siria. Naturalmente, las autoridades descalificaron el reporte, al estar basadas en “metodologías inciertas”. Lo cierto es que hay personas que no únicamente son parte del extendido grupo de los vulnerables, sino que su actividad es de alto riesgo.
Al día siguiente, 10 de mayo –Día de las Madres— fue asesinada Miriam Elizabeth Rodríguez Martínez, en su casa en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. Ella se volvió activista, a raíz del secuestro de su hija, Karen Alejandra Salinas Rodríguez en 2012. Sin ayuda gubernamental, dos años después halló los restos de su hija en una fosa clandestina, y logró la detención de 13 personas. En abril pasado, denunció ante las comisiones estatal y nacional de los derechos humanos que había sido amenazada de muerte… Tanto los defensores de derechos humanos como los periodistas se encuentran bajo el amparo de un mecanismo de protección, que se creó en noviembre de 2012.
Si no fuera suficiente, el fin de semana, siete periodistas fueron detenidos por un centenar de encapuchados armados en un retén de la carretera Iguala-Ciudad Altamirano, en el norte de Guerrero, y fueron despojados de una camioneta y de sus equipos de trabajo; situación que el gobierno estatal achaca al crimen organizado. El día anterior, había llegado a la zona un contingente del Ejército.
No estamos en guerra, pero parece.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO DE 2017 – COMCOSUR
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2) ¿Burkina Faso iniciará finalmente el juicio a Blaise Compaoré?
Adrián Biaín (Rebelión)
El ex presidente de Burkina Faso y 31 ex funcionarios de su gobierno deben ser juzgados desde hoy tras posponerse dos veces el juicio esta semana. Los cargos son por la represión del levantamiento popular de octubre de 2014 durante la que veinticuatro ciudadanos fueron asesinado en las calles de la capital Uagadugú. Blaise Campaoré llegó a la presidencia de Burkina Faso en 1987 tras un golpe de Estado contra el gobierno popular de Thomas Sankara. Tras gobernar durante casi 40 años el malestar social y las internas en su propio partido Congreso por la Democracia y el Progreso (CDP) se generaron revueltas, enfrentamientos y la toma del parlamento en Octubre del 2014.
Los enfrentamientos culminaron con la destitución de Campaoré, 24 muertos por balas de plomo y asfixia por gases lacrimógenos y más de 600 heridos por balas de plomo.
Apenas dos meses después el presiente interino Michel Kafando ordenó investigar la represión e iniciar el reconocimiento de los restos del expresidente Sankara, así como las causas de su muerte y los responsables. Estas medidas le valieron un nuevo golpe de estado comandado por Gilbert Dienderé, ex mano derecha de Blaise Campaoré y uno de los hombres con mayor poder en el país tras haber dirigido durante más de 30 años los servicios de inteligencia. Al mismo se lo acusa de ser uno de los responsables del Golpe de Estado y el asesinato de Thomas Sankara, no casualmente se interrumpió el análisis de ADN y la investigación para averiguar las causas de su muerte, hasta hoy registrada como una muerte “por causas naturales” aún con el testimonio de un testigo que aseguró que Sankara y los oficiales que lo acompañaban fueron acribillados a balazos.
La investigación por el golpe de estado del 87 y el asesinato de Sankara fueron interrumpidos y la causa por la represión en Octubre del 2014 dilatada.
Este mes, después de dos años con la causa paralizada, el Tribunal Supremo para la represión de las protestas anunció la continuidad de los juicios por la represión con 31 ministros en el banquillo. Si bien Campaoré se encuentra exiliado en Costa de Marfil (uno de los auspiciantes de su gobierno junto con Francia) sus abogados asistieron al juicio, donde no se les permitió ingresar ante la ausencia del ex presidente. En las calles del tribunal cientos de burkineses protestaban contra la complicidad de una justicia viciada con el actual gobierno, del mismo partido de Blaise Campaoré y con varios de los acusados cumpliendo funciones ministeriales actualmente. La primera de dos audiencias realizadas fue levantada en pocos minutos y la segunda duró apenas dos horas.
En 1984 el gobierno de Thomas Sankara renombró el país (hasta entonces Alto Volta) a Burkina Faso, cuyo significado es “el país de los hombres íntegros”. Poco queda de esa integridad que llevó al país africano a la reforma agraria, el rechazo de la deuda externa y la organización anticolonialista en el continente. En octubre de este año se cumplirán 40 años de gobiernos patrocinados por Francia y signados por la corrupción, la violencia y el hambre. La muerte de Thomas Sankara sigue sin resolverse y no hay expectativas de justicia para los familiares de heridos y asesinados en 2014.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO DE 2017 – COMCOSUR
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3) Las culpas de Pakistán.
Guadi Calvo (Línea Internacional)
Un nuevo atentado en Pakistán, como es obvio, inmediatamente revindicado por el Daesh, en su sitio Amaq, contra el político y religioso, mawlānā Abdul Ghafoor Haideri, vicepresidente del Senado, este último viernes 12, dejó 28 muertos, entre los que se encuentran varios asistentes y siete hombres de la escolta de Haideri, además de unos 40 heridos, entre ellos el propio mawlānā. Se especula con que el número de muertos podría aumentar ya que al menos 10 de los heridos, trasladados al Centro de Trauma del Hospital Civil en Quetta, se encontraban en estado grave.
El ataque se produjo en Mastung, una población 70 kilómetros al sur de la ciudad de Quetta, sobre la autopista a esta ciudad capital del estado de Beluchistán, con la ciudad puerto de Karachi. El auto blindado de Haideri, que además es uno de los líderes del partido Jamiat Ulema-e-Islam (JUI), y secretario general del Jamiat Ulema-i-Islam-Fazl, un ala radical del JUI, fue embestido por una moto, conducida por un atacante suicida. Un gran número de vehículos y motocicletas, incluyendo un móvil policial, fueron destruidos por la explosión. La onda expansiva abarcó varias manzanas de Mastung, una población de cerca de 170 mil habitantes.
El mawlānā, acababa de salir de una madrassa en la ciudad de Khalat, donde había asistido a una ceremonia de graduación y dirigido la oración del viernes. No fue el primer ataque suicida contra un jefe del JUI-F, en 2014, el jefe y fundador del partido el mawlānā Fazlur ur-Rehman había sufrido un ataque similar en Quetta. Tras el ataque del viernes los controles fueron reforzados en la capital provincial y otras ciudades y pueblos de la provincia de Beluchistán.
Nada de lo que pudiera suceder en Pakistán, es gratuito para la tensa situación que se registra a nivel global. El país centro asiático, es el único musulmán con armamento nuclear, que además mantiene una de guerra larval con la India otra potencia nuclear, está atravesada por una notable variedad de conflictos.
Desde su conformación en 1947 movimientos separatistas como en Cachemira, la región en disputa con India o en la rica y clave provincia de Beluchistán, el BLA (Ejército de Liberación del Beluchistán) ha mantenido una guerra con el gobierno central de Islamabad, ahora atenuada, tras la proliferación de los grupos integristas como al-Qaeda, Daesh y el Tehreek-i-Taliban Pakistán el capítulo pakistaní, de los talibanes afganos, que operan en todo el país, pero con particular presencia en Beluchistán.
El JUI, es un partido sunita de confesión Deobandi (una de las tantas versión en que se divide en sunismo, de origen sufí, creada en la India en 1866, y con particular fuerza en Pakistán, Afganistán, Bangladesh y la propia India). En 1988 el JUI, sufrió una división que se distingue como JUI-F por el nombre de su líder, el mawlānā Fazal-ur-Rehman. El JUI-F, quien propugna por la aplicación de la Sharia (ley coránica) es miembro del conglomerado gobernante la “Liga Musulmana de Pakistán”, y representa el quinto partido más grande del país, con una representatividad cercana al 4% del electorado, que le significa 15 de los 272 escaños de la Asamblea Nacional.
El JUI-F se referencia fundamentalmente en regiones críticas del sur de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa (KPK) y en las regiones septentrionales de Beluchistán, con preeminencia de la etnia pasthu, fronterizas con Afganistán. Pero el verdadero poder del JUI, junto al JUI-F, reside en que entre ambas organizaciones controlan el 65 % de las madrassas del país, desde donde se imparte las versiones más extremas del Corán, dando sustento filosófico a los grupos integristas que operan en el país.
Se ha detectado que la mayoría de los combatientes del grupo separatistas cachemir, Jaish-e-Mohammad (El ejército de Mahoma) que se sospecha trabaja en línea con el poderoso servicio de inteligencia inter-Services Intelligence (ISI) a sabiendas de Islamabad, tras la línea fronteriza con India, han salido de madrassas del JUI-F. Además de los miembros de la organización Harkat-ul-Mujahideen, (Guerreros de la Fe) un grupo muy próximo a los talibanes afganos, conformado en 1985 para darle apoyo a los muyahidines que luchaban contra el ejército soviético.
Es en una de la vasta red de escuelas coránicas del JUI, la madrassa de Darul Uloom Haqqania en Akora Khattak, en el distrito de Nowshera en la provincia pakistaní de Khyber Pakhtunkhwa, donde muchos de los principales líderes y comandantes del Talibán, incluido su fundador el Mullah Omar, fueron radicalizados. Tras saberse del ataque contra el mawlānā Haideri, trabajadores y simpatizantes de la JUI-F bloquearon la autopista Quetta-Karachi mientras que los bazares y tiendas de pueblos como Mastung, Kalat y Khuzdar, cerraron sus puertas en señal de protesta.
Beluchistán, es una provincia estratégica y rica en recursos energéticos, fronteriza con Irán y Afganistán donde además del accionar de los grupos separatistas e integristas, tienen actividades innumerable cantidad de organizaciones delictivas desde traficantes de personas, contrabandistas y carteles vinculados tráfico del opio y la heroína afgano rumbo a mercado de extremo oriente y Europa. Para Islamabad, Beluchistán han tomado una importancia fundamental ya que es parte del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC), que significa unos 50 mil millones de dólares.
Las malas compañías.
Pakistán parece estar pagando su injerencia en la guerra afgano-soviética (1978-1992) en la que sirvió como portaaviones norteamericano, para el abastecimiento de los muyahidines afgano y puerta de entrada de los miles de mercenarios pagados por Arabia Saudita. Riad, además invirtió miles de millones de dólares para la creación de mezquitas y madrassas en Pakistán, para que miles de jóvenes se adoctrinen para la guerra takfir, es decir para todo aquel que no entienda el Corán como el wahabismo lo establece y para la yihad.
Tras la retirada de Rusia, y la instauración del régimen del talibán en Afganistán, a principios de los noventa, la actividad de los fundamentalistas en Pakistán no se atenuó sino todo lo contrario, en las regiones fronterizas con Afganistán: Waziristán del norte y Beluchistán, y las “áreas tribales” las acciones de los grupos fundamentalistas comenzaron a ser cada vez más frecuentes y violentas, produciéndose en la actualidad operaciones en todo el país.
En 2016, se produjeron 1803 muertos, en 2015 tras 625 ataques terroristas se produjeron 1069 muertos, en 2014 los muertos fueron 1723 y en 2013, 2451 aunque el año más violento fue el 2009, con 3800 ataques, que dejaron 12600 muertos y en lo que va del 2017 la cifra de muertos esta próxima a los 700.
La complicidad de Pakistán con al-Qaeda, si necesitara todavía más pruebas, quedó evidenciada tras el hallazgo y ¿ejecución? del refugio de Osama bin Laden en las cercanías de una base militar en la ciudad pakistaní de Abbottabad, cruzada por innumerables sistemas de inteligencias tanto occidentales como pakistaníes.
Tras la invasión norteamericana a Afganistán en 2001, se han producido infinidad de ataques aéreos contra territorio pakistaní mayoritariamente protagonizado por aviones o drones norteamericanos donde las matanzas de civiles a pesar de que han sido sistemáticamente ocultadas por la prensa, las autoridades norteamericanas y pakistaníes, sobrepasan los 15 mil muertos.
Pakistán, con la excusa de la lucha contra el comunismo en la Guerra Fría y en búsquedas de aliados para sus guerras contra la India, abrió sus puertas, permitiendo que los Estados Unidos, Arabia Saudita y el terrorismo internacional se instalaran en su territorio. A más de 30 años de aquello nada más que muertos le han dejado sus “amigos”.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO DE 2017 – COMCOSUR
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4) Filipinas, frontera de las guerras en el pacífico
Ricardo Orozco (Rebelión)
En Octubre de 2016, apenas unos meses después de iniciar el nuevo gobierno nacional, el presidente filipino Rodrigo Duterte anunció, en el Foro Económico de Pekín, que se separaba de su alianza con Estados Unidos, tanto en el plano militar como en el terreno económico, para depender de la influencia regional china «para siempre». La noticia, por supuesto, alertó a las autoridades estadounidenses por las implicaciones geopolíticas del viraje: su papel como zona de contención —geográfica tanto como política— al expansionismo chino en el sudeste del pacífico asiático es clave para mantener la supremacía militar en la zona. Después de todo, a Filipinas y Estados Unidos los une la historia de la colonización del primero por el segundo, hasta 1944; y luego de ello, los Acuerdos Militares de 1947; los Acuerdos de Defensa Mutua, de 1951; y las múltiples adendas de mejoramiento que siguieron a estos.
Pensar en un distanciamiento entre ambos Estados, por consecuencia, se antojaba, si bien no imposible, por lo menos lo suficientemente problemático como para que el golpe de timón filipino no supusiera una tersa transición entre esferas de influencia. Y es que si bien ya en las dos últimas décadas del siglo XX un fuerte sentimiento antiestadounidense irrumpió con profusión en el imaginario colectivo nacional filipino, ni en aquel momento el riesgo de perder el punto de contención geopolítica que ofrece Filipinas a Occidente se presentó con tanta claridad y en un momento en el que la hegemonía estadounidense se ve profundamente cuestionada en una mayor cantidad de zonas alrededor del planeta.
Ahora bien, en rigor, todo cuanto es susceptible de ser calificado como bilateral o recíproco en la relación que mantienen Estados Unidos y Filipinas no es realmente mutuo. Ya sea que se trate de intercambios comerciales o —con mayor importancia aún— de transferencias en materia militar y de defensa, esa doble vía adquiere el carácter de unilateralidad: con Estados Unidos avasallando a Filipinas tanto en cuantía como en cualidad. Y es que, por un lado, el interés primario de Estados Unidos en Filipinas es el de mantener abierta la ruta comercial que cruza por el Mar del Sur de China, toda vez que por sus aguas se transportan cerca de cinco mil millones de dólares en mercancías. Y por el otro, con la alianza sino-rusa sustituyendo a la Unión Soviética en el siglo XXI, tener la capacidad de cerrar el flujo de hidrocarburos que alimentan a la industria china, y de contener a ambas marinas mar adentro, resulta vital en cualquier escenario de guerra Oriente/Occidente.
Por lo anterior, observadores endógenos y ajenos a la organización y control de la política exterior de Filipinas tienden a coincidir en la idea de que cualquier alejamiento de Estados Unidos, con su posterior aproximación a China, es sinónimo de suicidio, pues las autoridades chinas ya no verían ningún elemento disuasorio para devorar las disputas territoriales que mantiene con aquel. La cuestión es, no obstante, que las observaciones de este tipo no ponen en el centro del análisis que, sin importar la esfera de influencia sobre la cual se decante,Filipinas, en tanto frontera común del expansionismo occidental y oriental en el Sudeste asiático, siempre se encuentra en el borde de ser consumido por la relación de fuerzas externas que se disputan el control de su territorio.
De ahí que, contrario a la visión general que circula por los medios occidentales, la agresividad de Duterte hacia Estados Unidos no sea, como punto originario, el de algún tipo depopulismo —entendiendo a éste como lo hace Occidente. Y es que reducir el posicionamiento del gobierno filipino a una fórmula del tipo que afirma que su asimilación a los valores occidentales es representativo de la interiorización de éstos, mientras que su asimilación a Oriente es sinónimo de populismo, autoritarismo, comunismo o similares y derivados; es equivalente a menospreciar los intereses nacionales que se juegan a ambos lados del pacífico.
Duterte, es cierto, es partidario de un régimen de exterminio al interior de su país. La guerra en contra del narcotráfico que desenvuelve desde su investidura presidencial es de una profusión de violencia como pocas se han observado alrededor del mundo. No obstante, no es en su presunta tiranía ni en los reclamos estadounidenses en defensa de los Derechos Humanos en donde se encuentra el empuje que llevó a Filipinas de un aliado a otro. Por lo contrario, el viraje de Duterte es consecuencia lógica de lo profundo que el aparato de inteligencia estadounidense se sumergió en la estructura gubernamental del país.
Barack Obama, en este sentido, concretó una serie de acuerdos, en 2014, con su par, Beningno Aquino III, que aseguraba a Estados Unidos un mayor control del aparato militar filipino por un plazo inicial de diez años, colocando a éste país como uno de los principales centros asiáticos de transferencias militares. Esto, con una China decidida a incrementar su potencial bélico en el próximo cuarto de siglo y una Rusia implementando la primera fase de una renovada expansión militar, coloca a Filipinas como uno de los tantos territorios que, por su posición geográfica, quedan atrapados en el medio de ambas potencias. Decidir su permanente adhesión a Estados Unidos o aliarse con China fue una cuestión de pura estrategia, de sobrevivencia nacional, más que reflejo de la mentalidad populista de su actual mandatario.
La medida de Obama no fue aislada, se compagina con una serie más amplia que incluye acuerdos de profundización en materia de seguridad con Japón y Singapur, Estados con los cuales Filipinas mantiene su primera y cuarta relación comercial. Sin embargo, ni de Japón ni de Singapur depende que China sea capaz de controlar la «primera cadena de islas» en el Pacífico occidental. Esa posibilidad sólo gravita en torno de quien controle el territorio filipino. Y es que, Estados Unidos, perdiendo su influencia en el archipiélago, pierde, también, una ventaja estratégica: Japón y Corea del Sur pueden constreñir los movimientos chinos a través de los estrechos Coreanos; Japón, con su despliegue de infraestructura antimisiles instalado en las islas Kyushu, Okinawa y Ryukyu, detendría cualquier agresión en el Mar del Este de China; Indonesia, hacer lo propio en lo relativo a los estrechos de Lombok, Sunda y Malaca; y Filipinas, junto con Taiwan, cerrar el paso del estrecho de Luzon; y con Indonesia, los de los mares de Sulu y Celebes.
Se entiende, pues, que la menor de las preocupaciones para Filipinas sea su política interna cuando dos potencias militares ven al conjunto de islas que conforman al país como su principal escenario de confrontación en la zona. Por eso, asimismo, es muy poco probable que el viraje ideológico declarado por Duterte en Pekín sea realmente ideológico, y tenga que ver más con un movimiento pragmático —en un momento en el que la Presidencia de Obama se acercaba a su final profundamente cuestionada por la diplomacia China.
Por lo pronto, a mediados de abril, Duterte rectificó su postura y se lanzó de nuevo a su tradicional alineamiento con Estados Unidos; y ya pronto, en Mayo, se abrió la opción de que el presidente Donald Trump reciba a Duterte en Washington; suponiendo la posibilidad de llegar a un acuerdo lo suficientemente sólido como para inclinar aún más la postura filipina hacia Occidente. Y la cuestión es que esta última posibilidad no se observa distante, toda vez que la nueva administración estadounidense ha demostrado estar dispuesta a ser aún más agresiva y recurrir con mayor frecuencia al empleo de medios bélicos para responder a las amenazas a su seguridad.
Duterte, en su desplazamiento de regreso hacia la esfera de influencia estadounidense,quizá se esté observando en Siria, país que comparte la particularidad geopolítica de Filipinas, como frontera imperial, pero en Oriente Medio. Después de todo, Trump, actuando de manera muy similar a como lo hizo Obama en sus dos mandatos, ya dejó ver al Sudeste asiático, con pretexto de hacer frente a Corea del Norte, que el despliegue de dispositivos antibalísticos de gran escala y la intensificación de ejercicios militares, marcados por un incremento sustancial en el número de tropas permanentes; es tan sólo una primera llama de advertencia ante cualquier signo de oposición en la región.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO DE 2017 – COMCOSUR
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5) El proyecto estratégico más importante de la historia.
Sergio Rodriguez Gelfenstein (Barómetro Internacional)
El proyecto de China denominado “Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda” es el plan más ambicioso en materia de integración económica y comercial que jamás se haya diseñado en la historia de la humanidad. Aunque el objetivo central es crear un gran espacio que permita la comunicación directa entre Asia y Europa, en el trasfondo se estará construyendo una plataforma que indudablemente propiciará el debilitamiento de la hegemonía estadounidense, por primera vez en más de un siglo.
Esta magna obra, en el imaginario chino, asemeja y se le da la misma dimensión de la Gran Muralla, y el Gran Canal, que muchos siglos después de su construcción siguen siendo expresión del esplendor y la majestuosidad de la civilización y la cultura china. La misma, comprende el Cinturón económico de la Ruta de la Seda terrestre y la Ruta de la Seda Marítima del siglo XXI, que fueron presentados por primera vez por el Presidente Xi Jinping en septiembre y octubre de 2013 durante visitas de Estado que realizara a Kazajstán e Indonesia.
El sustento histórico del proyecto está cimentado en el espíritu de la antigua Ruta de la Seda, que permitió promover «la paz y la cooperación, la apertura y la inclusión, el aprendizaje y beneficios mutuos» para todos los países, por lo que deber ser continuado en el futuro a través de una moderna red transnacional que conecte a China con el mundo, mediante el desarrollo en común de todos los países implicados.
La idea del Cinturón y la Ruta de la Seda incluye cuatro trazados, tres de ellos terrestres y uno marítimo que servirán para conectar la región oriental de China con Asia Central, Asia Occidental, Europa y el sudeste de Asia, este último a través del corredor marítimo. Para ello se utilizará el transporte terrestre a través de carreteras, trenes y el náutico por barcos. Todos ellos comunicarán los puertos y ciudades chinas con alrededor de 60 países de Asia, África y Europa.
Según la información que maneja el gobierno chino, el plan incorporará las regiones donde yacen más del 70 de las reservas de petróleo y gas del mundo, en el que habita el 70% de la población planetaria y produce el 55% del PIB del globo.
Con el objetivo de comenzar a operativizar esta propuesta, los días 14 y 15 de mayo se celebrará en Beijing, el Foro para la Cooperación Internacional “Un Cinturón, Una Ruta”, con la participación de al menos 20 jefes de Estado y gobierno, alrededor de 50 máximos responsables de organizaciones internacionales, 100 funcionarios de nivel ministerial, 1200 delegados, académicos, empresarios y representantes de medios de comunicación de más de 110 países a fin de debatir sobre el desarrollo comercial y la construcción de infraestructura a lo largo de casi los 7500 km. de extensión terrestre y más de 5000 millas náuticas de ruta marítima, procurando crear una armazón de cooperación más abierta, eficiente, fuerte y estrecha y a su vez, impulsar un sistema de gobernanza internacional más justo, razonable y equilibrado, como reza la convocatoria elaborado por el gobierno de la República Popular China.
En el momento de iniciar el Foro, ya más de 100 países y organizaciones internacionales se han unido a esta propuesta, transformándola de esa manera en la más amplia de sus características en la historia, en tal condición, más de 40 países han firmado acuerdos de cooperación con China, de la misma manera que espacios multilaterales como la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Seguridad de la misma organización y el Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) han debatido positivamente la cooperación que se generará a partir de esta nueva Iniciativa china.
Así mismo, entre los avances que se pueden señalar como antecedentes concretos para la proyección de la Ruta, vale mencionar el puente Padma en Bangladesh, el Corredor China-Pakistán y los trenes rápidos de la empresa de Ferrocarriles de China hacia destinos europeos. También, habría que resaltar que, durante 2016, el comercio entre China y los países ubicados a lo largo del “Cinturón y la Ruta” ascendió a 913 mil millones de dólares, que corresponde a la cuarta parte del volumen comercial total de la segunda economía del mundo. De ese modo, las empresas chinas invirtieron más de 50 mil millones de dólares y han ayudado a construir 56 zonas de cooperaciones económicas y comerciales en 20 países de este nuevo espacio, generando cerca de 1.100 millones de dólares en ingresos fiscales y 180 mil empleos locales.
En este ámbito, a partir de ahora, se impulsará la creación de seis corredores económicos: el Nuevo Puente Continental Eurasiático, el corredor China-Asia, el corredor China-Asia Occidental, el corredor China- Península Indochina, el corredor China-Pakistán y el corredor Bangladesh-China-India-Myanmar. Junto a estos corredores, también se organizará una red de comercio y transporte a través de Eurasia, sentando una sólida base para los planes de desarrollo regionales y trans regionales.
Pero tal vez, la mayor incidencia global de esta Iniciativa se manifestará en el área financiera, toda vez que China ha destinado alrededor de 40 mil millones de dólares para el Fondo de sostenimiento de los proyectos del “Cinturón y la Ruta”. En este marco fue creado en 2015, el Banco Asiático de Inversión para Infraestructura (BAII) con el propósito de conceder créditos para mejorar la infraestructura en Asia. Esta gran institución financiera cuenta ya con 70 países y ha prestado más de dos mil millones de dólares. El “Cinturón y la Ruta”, y todo el entramado financiero que les acompaña están siendo utilizado por China para “exportar yuanes” como parte de la estratégica idea de posicionarla como moneda de reserva en el mundo, lo cual le permitirá competir con el dólar, el euro, el yen japonés, la libra esterlina y el dólar canadiense como medio de pago internacional, después que en 2015 fue admitido como moneda de reserva en el FMI.
Según los economistas Oscar Ugarteche y José Luis Cal de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “…los retos chinos para seguir posicionando al yuan como moneda de reserva en el mundo siguen siendo fuertes debido a la tendencia a la depreciación de los dos recientes (sic). El mega proyecto de la Ruta de la Seda promete ser un golpe sobre la mesa para lograr este objetivo. La salida de Estados Unidos del TPP es muy positiva para China y le dará nueva entrada al comercio con estos países más allá de los incluidos en la Ruta de la Seda a través del Regional Comprehensive Economic Partnership, (RCEP) que promueve en su lugar“.
Como signo de los tiempos, China, además de resquebrajar la acendrada práctica proteccionista que pretende desencadenar el nuevo gobierno estadounidense, le ha dado el golpe más contundente que haya recibido Estados Unidos en su historia…y sin disparar un solo tiro, lo cual marca una pauta única en el devenir de la humanidad. La potencia norteamericana lo sabe, y trata de confrontar en el terreno donde sigue conservando mayor poder: el militar y en particular el naval, en el espacio marítimo circundante a China, probablemente, el ámbito más frágil del gigante asiático. Esto es lo que explica la incentivación por parte de Estados Unidos de los conflictos en el mar de la China Meridional, que China y sus vecinos pretenden resolver por vía del diálogo y la negociación pacífica.
Al finalizar el Foro, los países participantes contarán seguramente con un novedoso instrumento de cooperación multilateral y multisectorial que debería servir como basamento sólido para avanzar en el desarrollo económico y la solución de los problemas más acuciantes que enfrenta la humanidad, en un ambiente de paz y sana convivencia internacional.
MIÉRCOLES 17 DE MAYO DE 2017 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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