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AMÉRICA LATINA: CAMPAÑA RADIAL FEMINISTAS POR LA DEFENSA DEL TERRITORIO Y EL AGUA – comcosur mujer 636 – 13.04.2020

COMCOSUR MUJER / AÑO 17 /No. 636 /lunes 13.04.2020 – Hoy:

1) América Latina: Campaña radial: feministas por la defensa del territorio y el agua
2) Argentina: Balance sobre violencia de género durante la cuarentena por el covid-19
3) Argentina: “La población travesti trans está en un grito de auxilio”
4) Brasil: Menos ingresos y más violencia: mujeres están entre los más afectados por la pandemia
5) Honduras: Las mujeres resisten en al extractivismo como legado de Berta Cáceres
6) Francia: Trabajadoras sexuales en Francia piden un fondo de emergencia
7) Uruguay: Interrupción voluntaria del embarazo: un servicio esencial que no se altera durante la emergencia sanitaria
8) Uruguay: Profesoras feministas se organizan contra la precarización laboral agravada por la emergencia sanitaria
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 17 /No. 636 – Lunes 13 de abril de 2020 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) AMÉRICA LATINA: CAMPAÑA RADIAL: FEMINISTAS POR LA DEFENSA DEL TERRITORIO Y EL AGUA

En diferentes latitudes y contextos sociopolíticos las mujeres y disidencias sexo-genéricas protagonizan la lucha por la defensa de la naturaleza. El feminismo hoy es la bandera de resistencia a economías patriarcales y extractivistas que despojan a los territorios y a sus pueblos de los bienes comunes naturales.

El Comité Socioambiental de la Coordinadora Feminista 8M (Chile) ha sistematizado las dimensiones más relevantes donde se da esta lucha por la defensa de los territorios y las aguas. Feminismo antiextractivista, desprivatización de las aguas, soberanía alimentaria, resguardo de las semillas y economías territoriales solidarias son algunas de las estrategias desplegadas hoy por un movimiento diverso en toda América Latina.

Radio JGM ha puesto en el imaginario sonoro estas luchas, sumándose a la circulación de voces que explican y resisten el monopolio comunicacional que invisibiliza las disputas cotidianas de las feministas que luchan. Creemos que desalambrar la comunicación es otra forma de sumar reflexiones y generar diálogos en los territorios, por lo que invitamos a todas las radios populares, comunitarias y alternativas, así como a las organizaciones feministas y socioambientales a descargar los audios, programarlos en sus emisoras y difundir el material por las plataformas que estimen necesarias.

La estrategia de los pueblos para enfrentar la pandemia y la crisis ecológica actual se base en la solidaridad y el coperativismo. Por un feminismo de los pueblos. Arriba las que luchan!

Escuchar la Campaña Radial: Feministas por la Defensa del Territorio y de las Aguas en radiojgm.uchile.cl/campana-radial-feministas-por-la-defensa-del-territorio-y-las-aguas/

COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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2) ARGENTINA: BALANCE SOBRE VIOLENCIA DE GÉNERO DURANTE LA CUARENTENA POR EL COVID-19

La ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, señaló que las consultas vinculadas a esta problemática aumentaron un 39% desde que arrancó el aislamiento. El informe se conoció ayer, a través de videoconferencia en el Senado.

Casi el total de llamadas por violencia de género, se refieren a llamadas de violencia doméstica y 1/4 de estas comunicaciones, se realizaron vía Whatsapp.

En tiempos de incertidumbre, violencia y aislamiento, debemos tejer redes y fortalecer lazos. Podes realizar la denuncia por distintas vías:

denuncias.jus.mendoza.gov.ar/. Excepcionalmente en casos urgentes y graves, podes concurrir a la Oficina Fiscal más cercana y ante situaciones de emergencia siempre podes llamar al 911.

También podes comunicarte a la línea 144, en funcionamiento las 24 hs. Esta línea nacional fue declarada servicio indispensable en el marco de la emergencia por el Covid-19, con el fin de incrementar recursos y operadores a la línea.

¿Quiénes te atienden? Personal especializado para atender esa línea, con formación en perspectiva de género y derechos humanos. En su mayoría psicólogas, trabajadoras sociales o abogadas. También se realiza seguimiento de las situaciones consultadas.

Existe una aplicación gratuita y complementaria de la línea 144 para recibir contención y asesoramiento, aquí la podes descargar:

www.argentina.gob.ar/aplicaciones/linea-144-atencion-mujeres?fbclid=IwAR1E5FYBPf2Yt-xdeniva3DmliTrXYzJ_7-JQUq04TLThOgqAitu3WWjqhw

Teniendo en cuenta que en varias situaciones de violencia, a las mujeres que están aisladas con su agresor se les puede hacer difícil realizar la llamada telefónica, se han incorporados otras vías de comunicación. Si no podes hablar, también podes comunicarte:

Whatsapp : 11-2771-6463, 11-2775-9047 o 11-2775-9048

O también vía correo electrónico: linea144@mingeneros.gob.ar

Si tenés conocimiento de alguna situación de violencia, es muy importante brindarle contención (a pesar de las distancias físicas por el aislamiento obligatorio) y que ella sepa que no está sola.

Más información:
lamosquitera.org/13893-2/?fbclid=IwAR3THRZrpApsCOwwtN7rw49shFmzP4hWSHP272LAvIi9cQZ9JpIFUpjPTfU

COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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3) ARGENTINA: “LA POBLACIÓN TRAVESTI TRANS ESTÁ EN UN GRITO DE AUXILIO”

Lo dijo Florencia Guimaraes García, activista travesti y principal referencia de la Casa de Lohana y Diana, en diálogo con el programa radial Hasta que vuelvan los abrazos. Guimaraes se refirió a la realidad que vive la comunidad durante la pandemia de coronavirus y denunció una vez más la situación crítica que atraviesan cada día. Por La Retaguardia.

Las palabras de Florencia Guimaraes nunca son ensayadas. Detrás de su verborragia aguda no hay un libreto: es pura elocuencia cocinada al fuego de la lucha en la calle. “La población travesti trans en este momento está en un grito de auxilio. El 90% de las compañeras subsiste de prostitución, entonces el único recurso que tienen es ir todas las noches a buscar el peso a la esquina. Estamos en esta cuarentena obligatoria y lógicamente las compañeras tienen que quedarse encerradas y no pueden ir a buscar esos pesos para sostenerse, para pagar la pieza, el alquiler, simplemente para comer”, apuntó la activista desde el principio. La enumeración de la falta siguió: “Nos encontramos con muchas ausencias. Si bien tenemos el nuevo Ministerio de la Mujer, Género y Diversidad que ha demostrado que viene trabajando con la población y les han acercado varias cosas a las compañeras, son cosas paliativas y momentáneas. Tiene que haber un Estado presente que tome cartas sobre el asunto. Se están haciendo relevamientos porque las compañeras, al ver que se abren nuevos planes sociales, van desesperadas a anotarse y ahí van teniendo dimensión de la cantidad enorme de compañeras que no tienen trabajo, que no tienen acceso a nada. Y esto también tiene que ver con la ausencia del Estado tantas décadas, tantos años. Cuatro años y medio de una Ley de Cupo Laboral que nunca se llegó a cumplir, que recién se implementó a fines del año pasado, pero nunca se aplicó. Porque si las compañeras hubieran podido acceder a esta ley, muchas situaciones serían diferentes. Porque el acceso al trabajo significa que puedas tener una obra social, que puedas tener algo tan básico como un sueldo fijo y mensual. Todo eso hoy no sucede y está puesta sobre la mesa la situación terrible de las compañeras. Compañeras que a través de las redes sociales piden auxilio, piden una bolsa de mercadería. Están pidiendo comida, en ese punto estamos”.

Población travesti trans en tiempos de pandemia

Florencia sabe la importancia del calor de un abrazo a tiempo y por eso se puso al frente de La Casa de Lohana y Diana, un refugio para travestis y trans. Pero la pandemia y la posterior cuarentena preventiva y obligatoria potenciaron el aislamiento que la mayoría de estas personas padecen históricamente.

Acerca de esto, Guimaraes contó: “Es duro porque estábamos acostumbradas a estar dos, tres o cuatro veces por semana juntas, compartir el almuerzo y con eso compartir muchas otras cosas: risas, tristezas, alegría, esperanza, abrazarnos y contenernos entre nosotras. Lógicamente eso se vio interrumpido. Pero nosotras seguimos en contacto con nuestras compañeras a través de las tecnologías. También estamos entregando bolsones de mercadería que hemos podido armar gracias a la ayuda de un montón de personas independientes. Es impresionante la mano que siempre nos ha dado la Asociación Civil Infancias Libres, sumado a lo que mandó el Ministerio de la Mujer y Géneros, y un puchito que pudimos obtener del municipio, pudimos armar unos bolsones bien potentes para patear el hambre de las compañeras”.

A la segregación sufrida se le agrega otro factor: la violencia y el abuso de las fuerzas de seguridad sobre sus subjetividades. Violencias que se intentan romper manteniendo fuertes los lazos de solidaridad. “Tenemos que tener en cuenta que nosotras somos un grupo de riesgo por nuestras condiciones de salubridad. Entonces venimos tratando de ir una vez por semana a la casa de las compañeras a acercarles esto porque tampoco queremos que se expongan a salir a la calle por todo lo que está pasando. Además está toda la zona militarizada, que era de esperar. Hace mucho que La Matanza está militarizada, pero ahora más fuerte que nunca. Notamos cómo la policía está reprimiendo constantemente, abusando, torturando, humillando. Entonces para nosotras eso da mucho temor porque estamos acostumbradas históricamente a salir a la calle y tener que pagar con nuestro cuerpo, ser abusadas, pagar coimas a la policía, a la gendarmería o a quien sea del brazo armado del Estado. Entonces las compañeras tienen pánico hasta de salir a un comedor del barrio a buscar un poco de comida porque no sabés qué te puede pasar cuando te cruces con la yuta. Como siempre no estamos ayudando entre nosotras, y con ayuda de personas que donan y nos escriben todo el tiempo. La verdad que el abrazo nosotras lo sentimos desde el primer día como Casa de Lohana y Diana”, expresó.

Los cuerpos travestis

La comunidad travesti está inserta en una sociedad y un sistema que espera y exige ofrendas a cambio de la pertenencia, pero que no garantiza las condiciones materiales para acceder a servicios básicos como la salud. “Nuestros cuerpos están intervenidos para encajar en el estereotipo que se espera. Porque como a las mujeres se les exigen cánones y estereotipos de belleza a seguir, a las travas también. Entonces para poder llegar a tener esas corporalidades, para poder ‘parecer’ lo que la sociedad espera, que parezcamos mujeres, para que no molestemos y no tengan que estar pensando ‘¿qué es eso?’. Para intentar llegar a esa ficcionalidad de ser mujer tenemos que recurrir a intervenciones clandestinas: aceite industrial, silicona, aceite de avión. Y en este momento donde muchas estamos en nuestras casas y no podemos salir vemos cómo esos dolores que padecemos todo el año, se incrementan. Por tener que estar sentadas mucho tiempo y que te duelan todas las siliconas, que te duela la cola. Es muy preocupante porque estamos en esta cuarentena y no podés ir al hospital”, explicó Guimaraes.

El desborde que sufre actualmente el sistema de salud es anecdótico en comparación de los motivos por los cuales las travestis muchas veces prefieren evitar los hospitales. Ir a una consulta médica, cuando es posible, significa someterse a más violencia: “Nos encontramos con un sistema de medicina que sigue siendo binario y no conoce nuestros cuerpos. Entonces cuando vamos siempre son las mismas respuestas, tirarnos la culpa: ‘¿Quién te mandó a hacer eso? ¿Por qué hiciste eso?’, constantemente el castigo. Entonces la medicina sigue siendo una institución hostil. Y por eso nuestra comunidad es tan arisca, por ponerle alguna palabra, a ir a un hospital o a un médico, porque hemos sido maltratadas. Por eso las compañeras van a un hospital cuando ya no dan más, y muchas veces ese no dar más es cuando ya no hay tiempo. Entonces esto también tiene que cambiar, pero desde las instituciones que siempre han sido hostiles, no desde nosotras”.

Infancias travesti trans

No fue hace tantos años cuando, de la mano de una nueva ola feminista, se conocieron y se les dio lugar a las infancias travestis y trans. “Nosotras, muchas veces, desde muy chicas ya sabemos lo que queremos. Tienen que dejar de subestimar a las infancias y adolescencias travestis y trans. Por lo general desde muy chicas descubrimos o sabemos que tenemos otra identidad, a veces no tenés palabras para ponerle. Y por más que lo descubramos más tarde, hay que romper con ciertas cosas”, expresó Guimaraes. Y continuó: “Hay que concientizar a las nuevas generaciones de travesti trans que están en el camino de auto descubrirse y descubrir su identidad de género. Yo venía pensando que el tema de las siliconas y todo esto debería estar incorporado en la ESI. Hay que hablarlo porque muchas de nosotras nos ponemos este aceite siendo niñas y adolescentes. Porque siendo niñas y adolescentes somos expulsadas de nuestros hogares y eso es un trampolín directo al sistema prostituyente. Y el sistema prostituyente te pide varias cuestiones: te quiere con tetas, con cola, con boca, con la nariz de tal forma. Y es muy difícil romper con todo esto, en nuestra comunidad está muy legitimado el uso de aceites. Está legitimado porque si no tenés determinado cuerpo no sos trava, no sos trans. Hay que romper, hay que derribar todo esto, hay que hablarlo y hacer una fuerte campaña de concientización hacia las compañeras que vienen atrás para que no caigan en esto, porque lamentablemente muchas terminamos cayendo”.

¿Cómo sigue la lucha?

Florencia Guimaraes García, además de referencia del movimiento travesti, fotógrafa, radialista y militante, es sobreviviente de prostitución. Y de su supervivencia construyó la lucha por un mundo libre. “La batalla por la aceptación y visibilización de todos los cuerpos es una batalla muy fuerte, es una batalla cultural, donde hay imposiciones, en una sociedad que es ‘flacocéntrica’ y todo lo que se sale de la delgadez es considerado una monstruosidad, o parece que las personas gordas no pudiéramos ser deseadas por un otre. Que no tuviéramos deseo, no tuviéramos sexualidad, o que estuviéramos enfermas. Siempre la patologización, la anulación, el desprecio a las cuerpas que somos disidentes. Ni que hablar de las discapacitadas. Tenemos que romper un montón de estructuras. Tenemos niños y niñas que sufren trastornos alimenticios porque no pueden llegar a esos cuerpitos que te muestran en la tele. Es muy grande la batalla que tenemos que dar porque ahí están los medios hegemónicos, las publicidades, en todos lados vemos esas corporalidades a las que es muy difícil llegar. ¿Y por qué tenemos que llegar a esos cuerpos? ¿Por qué no querer, amar, desear nuestros cuerpos como son? Que otre también los desee. Tenemos muy instalado un modelo de belleza, un modelo de esos cuerpos que son deseables. Ni que hablar de las genitalidades. Todo eso hay que empezar a deconstruirlo”, denunció.

Al cierre de la charla, le preguntamos qué le gustaría que hicieran otras personas para visibilizar su identidad y su militancia: “Me encantaría que todes podamos subir videos, compartir textos de compañeras travestis y trans. En lo personal me gustaría que fueran de Diana Sacayán, de Lohana Berkins, de Maite Amaya, eso me parece que estaría muy piola. Que otras personas puedan conocer nuestras voces, ver sus caras, conocer la lucha que venimos dando hace tantas décadas. Saber que esas compañeras están muertas como muchísimas otras compañeras, y por qué están muertas. Empezar a comprender y entender que cuando hablamos de travesticidio social estamos hablando de muertes evitables. Me parece que ese sería un lindo gesto”.

AnRed / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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4) BRASIL: MENOS INGRESOS Y MÁS VIOLENCIA: MUJERES ESTÁN ENTRE LOS MÁS AFECTADOS POR LA PANDEMIA

Las mujeres en Brasil están entre los grupos sociales más afectados por la pandemia del nuevo coronavirus, cuando se trata del impacto económico. En este grupo, la situación de vulnerabilidad es más grande entre las mujeres indígenas, afrodescendientes e inmigrantes. Este es el análisis de Maria Fernanda Marcelino, integrante de la Sempreviva Organización Feminista (SOF) y seguidora de la Asociación de Mujeres de la Economía Solidaria (AMESOL). Por Caroline Oliveira | Traducción: Luiza Mançano para Desinformemonos

Y por qué? “Porque las mujeres son mayoritariamente el grupo social que está en puestos más precarios e informales o aquellas que sobreviven con un salario mínimo, o pensiones, trabajos domésticos o prestación de servicios”, explica.

Otro agravante: en general, las mujeres son las jefas de familia, es decir, las responsables por mantener a sus hijos y otros familiares, lo que genera una sobrecarga más intensa de las mujeres durante la cuarentena. “Además de pensar en garantizar los alimentos, aún enfrentan la batalla del funcionamiento de la casa. Eso genera una tensión, un estrés”, concluye.

Actualmente, Marceline acompaña la situación de las mujeres artesanas, costureras, y de otras profesiones, que forman parte de la AMESOL y que antes de la cuarentena comercializaban sus productos en ferias libres en la región central de São Paulo y cuenta que la exasperación de estas mujeres ante el aislamiento es gigante, pues no pueden seguir con sus ventas en las calles.

Este es el caso, por ejemplo, de Elaine Aparecida de Souza, de 46 años, habitante de la zona este de São Paulo, que concentra barrios populares. Ella es trabajadora autónoma y vende comidas para reuniones corporativas. Ella describe que está “aterrorizada”. “Estaba empezando a realizar una planificación financiera y hasta fines de abril podré mantenerme y satisfacer las necesidades básicas”, afirma.

Para intentar garantizar su renta mensual, empezó a vender panes y bizcochos caseros en internet. Dependen de sus ingresos su madre y dos hermanas.

Patrícia Prete, de 35 años, habitante de São Bernardo do Campo, município de la región metropolitana de São Paulo, se encuentra en la misma situación. Antes de la cuarentena, ella que es costurera, vendía sus productos en ferias libres. Hoy, para mantener sus compromisos económicos, produce mascarillas. “Nos vamos a apretar, tendremos que disminuir muchos gastos en la casa”.

Según Maria Fernanda Marcelino, esta es una situación al borde del abismo”. “Si el gobierno no hace algo inmediatamente, se agudizará la pandemia. Una hecatombe se acerca”. El presidente Jair Bolsonaro (sin partido) sancionó el pasado viernes (03) el subsidio de emergencia de hasta R$ 1.200,00 (US$ 227) que beneficiará a muchas jefas de familia.

Violencia contra las mujeres

Con la llegada de la cuarentena generada por la pandemia, para muchas mujeres se acabó también la idea de la casa como un ambiente seguro para el descanso, la acogida y el afecto. Esa puede ser una de las razones del incremento de la violencia doméstica desde el comienzo del aislamiento social. En Rio de Janeiro, por ejemplo, hubo un incremento de un 50% en el número de denuncias de casos de violencia doméstica.

Marcelino afirma que, en São Paulo, las mujeres que frecuentan los centros de atención a las víctimas y casas de apoyo “desaparecieron debido al aislamiento, pero también porque se agudiza la cárcel, la privación de libertad, del uso del celular, de hacer cualquiera elección para salir de la situación de violencia”.

Según el Anuario Brasileño de Seguridad Pública, en 2019, fueron registrados 263.067 casos de lesiones corporales dolosas y un caso de violencia doméstica a cada dos minutos.

En marzo de este año, la Organización de las Naciones Unidas divulgó un documento con las posibles consecuencias de la pandemia de covid-19 en el ámbito doméstico.

“Los riesgos son más grandes debido al aumento de las tensiones en casa y también pueden aumentar el aislamiento de las mujeres. Las sobrevivientes de la violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para intentar huir de situaciones violentar o acceder a órdenes de protección que salvan vidas y/o servicios esenciales debido a factores como la restricción del movimiento durante la cuarentena”, afirma la organización en un fragmento del documento.

“Analizando los datos en internet, se puede ver que el número de robos o de atracos casi se anula, pero el número de denuncias clasificadas como peleas de parejas, que sabemos que no se tratan de peleas, sino de violencia sexista, estalló debido a esta situación”, afirma Maria Fernanda Marcelino.

“Cuando se tiene un ambiente de violencia, las mujeres se enfermarán, se agudizarán las situaciones de sufrimiento psíquico, depresión, angustia, pánico, porque el lugar que debería ofrecerles seguridad es es lugar que les vuelve más vulnerables”.

AnRed / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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5) HONDURAS: LAS MUJERES RESISTEN EN AL EXTRACTIVISMO COMO LEGADO DE BERTA CÁCERES

La lucha de la ambientalista Berta Cáceres, asesinada el 2 de marzo de 2016, continúa más que nunca cuatro años después de su crimen. Las mujeres de la comunidad Lenca a la que ella pertenecía siguen trabajando “en defensa de la vida, del territorio y del agua” y resistiendo a la intención de la Empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) de llevar a cabo el proyecto hidroeléctrico ‘Agua Zarca’ en el río Gualcarque.

La oposición férrea de Berta Cáceres a esta infraestructura le costó la vida, su legado está intacto en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). A través de esta organización fundada por Berta en 1995, prosigue la lucha de las mujeres lencas, entre quienes se encuentra Marleny Reyes, quien denuncia que “siempre somos las invisibles que se resisten a proyectos extractivos”. “El gobierno no mira que existimos como pueblo indígena”, critica, al tiempo que remarca que “la herencia de Berta es luchar por la vida y por la igualdad entre mujeres y hombres, porque ella combatía contra el patriarcado que desplaza a las mujeres de nuestros derechos, dado que quienes toman las decisiones por nosotras, son otros”.

“En Honduras, se criminaliza a quienes nos oponemos a proyectos extractivos y cada vez que se sigue financiándolos, se está financiando la muerte de más compañeras”, denuncia, al tiempo que señala que cuando “físicamente nos quitan a Berta Cáceres, creyeron quitar la lucha de todas las mujeres que se organizan y se resisten a este modelo opresivo”. Sin embargo, recalca que el espíritu de la ambientalista “está en la voz de cada compañera que se opone a los proyectos extractivos”, teniendo en cuenta que Berta “luchó por su pueblo, por ser mujer y por ser indígena”.

“Los autores intelectuales gozan de impunidad»

‘¡Despertemos! ¡Despertemos humanidad! Ya no hay tiempo’, se lee en la tumba de Berta Cáceres, decorada con un colorido mosaico en el que se reproduce su rostro sonriente. Cuatro años después del crimen por el que ya han sido condenados siete hombres a penas de prisión de entre 30 y 50 años, su familia sigue exigiendo justicia para que se persiga a los autores intelectuales mientras recibe seguridad del Estado por amenazas.

Una patrulla de la Policía Nacional de Honduras está apostada las 24 horas frente a la vivienda de la madre de Berta Cáceres, Austra Bertha Flores, ubicada en La Esperanza Intibucá. Frente a un altar con fotos de la ambientalista asesinada, Flores remarca que su hija “enseñó a las mujeres que tenían que luchar porque también tenían derecho a ser dueñas de sus tierras y propiedades y a ser más independientes de sus esposos”. Lamenta que la “persecución” contra Cáceres que finalizó en su asesinato, comenzó cuando organizó a la comunidad indígena Lenca para oponerse a la construcción de una gran represa en el río Gualcarque que “iba a inundar un montón de pueblos”. “Se ha logrado que por lo menos los siete gatilleros estén ya presos y condenados, pero faltan los verdaderos autores intelectuales que gozan de impunidad y, por eso, continuamos luchando y batallando para pedir que se haga justicia contra quienes mandaron y pagaron para que la asesinaran”.

La madre de Berta Cáceres revela que, tras las denuncias y movilizaciones realizadas después del crimen, “hemos sido amenazados y por ello está la seguridad para protegernos de lo que pueda suceder porque nunca se sabe”.

La familia de la ambientalista apunta directamente a la familia Atala como responsable intelectual del crimen, al ser la socia mayoritaria de la empresa DESA, cuyo gerente general, Roberto David Castillo, fue detenido en marzo de 2018 y enfrentará próximamente un juicio por ser, según la investigación judicial, el encargado de proporcionar la logística y otros recursos a uno de los autores materiales del asesinato.

Laura Zúñiga, hija de Berta, lamenta que “la estructura criminal que atentó contra mi mami sigue intacta”, mientras que la concesión del río Gualcarque “aún está en manos de la empresa criminal que la asesinó y sigue teniendo un financiador que no se ha retirado definitivamente, que es el Banco Centroamericano de Integración Económica”. No obstante, Zúñiga destaca que Berta “sigue viva y nos sigue acompañando, protegiendo y dando fuerza para poder enfrentar a una dictadura, a la militarización y a un empresariado que ha demostrado ser asesino, criminal y corrupto. Ni el miedo, ni el dolor, ni la rabia que ha significado este asesinato van a detener los procesos de defensa de la tierra y de la vida”, avisa.

En este contexto, desvela que “las amenazas continúan y es algo con lo que una tiene que asumir que va a vivir cuando decide enfrentar a los asesinos de nuestra mamá”, teniendo en cuenta que “no se ha desarmado esa estructura criminal que atentó contra Berta”.

Una de las consecuencias de los proyectos extractivos, según recuerda Zúñiga, es el desplazamiento interno en Honduras, que provoca que las personas de la comunidad Lenca “tengan que emigrar a engordar los cinturones de pobreza en las ciudades más industrializadas del norte o tengan que salir del país quitándoles el arraigo territorial”.

Para la hija de Cáceres, hubo un “ensañamiento” contra su madre por ser mujer, dado que “horas antes de que levantaran su cuerpo, el Ministro de Seguridad decía que había sido un pleito de faldas, mientras que hubo campañas de odio en las que la tachaban de loca, bruja y revoltosa”. Por su parte, la madre espera que su legado “no vaya a morir nunca”, debido a que “han asesinado a muchísimas mujeres luchadoras y, por eso, hago un llamado a las mujeres de todo el mundo para que nos organicemos, enfrentemos la situación y no esperemos que solo los hombres puedan, sino también nosotras”.

Desinformemonos / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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6) FRANCIA: TRABAJADORAS SEXUALES EN FRANCIA PIDEN UN FONDO DE EMERGENCIA

Las trabajadoras sexuales en Francia pidieron el lunes al gobierno un fondo de emergencia para compensar su pérdida de ingresos tras el confinamiento impuesto en el país para combatir el coronavirus.

«Se debe crear un fondo de emergencia para proporcionar ingresos de sustitución durante el tiempo que dure el confinamiento», pidieron asociaciones de defensa de las trabajadoras sexuales en una carta dirigida al presidente Emmanuel Macron.

Francia anunció una ayuda de 1.500 euros (1.618 dólares) para los trabajadores independientes que pierdan ingresos debido al confinamiento por el coronavirus que entró en vigor el 17 de marzo, pero las trabajadoras sexuales no se encuentran entre los beneficiarios.

Sin embargo, su negocio se ha visto gravemente afectado, dejando a muchos en una «extrema inseguridad financiera», según la carta.
Las normas de la cuarentena permiten a las personas abandonar sus hogares solamente en casos esenciales.
Varias asociaciones han denunciado casos de trabajadoras sexuales que han sido expulsadas de sus habitaciones de hotel o apartamentos por no poder pagar el arriendo.
La comunidad de profesionales del sexo ha puesto en marcha varias iniciativas de recaudación de fondos en línea, pero los ingresos han sido insuficientes.
Las asociaciones dijeron que temen que las trabajadoras del sexo que se encuentran en una situación difícil «se vean obligadas a desobedecer el confinamiento para sobrevivir».

Un fondo de emergencia, dijo, es «la única solución para prevenir los riesgos asociados con la práctica del trabajo sexual. Es un asunto de salud pública, no sólo para nosotros, sino también para los clientes y el público en general».

Infobae / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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7) URUGUAY: INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO: UN SERVICIO ESENCIAL QUE NO SE ALTERA DURANTE LA EMERGENCIA SANITARIA

La atención se mantiene con algunos recaudos pero sin modificaciones.

La emergencia sanitaria por el coronavirus obligó a modificar o suspender protocolos, rutinas y el funcionamiento de algunos servicios de salud para cumplir con las medidas recomendadas por las autoridades. Pero las mujeres siguen teniendo embarazos no deseados con o sin pandemia, y el aborto no puede esperar para después.

En Uruguay, la interrupción voluntaria del embarazo es legal hasta las 12 semanas de gestación, según establece la Ley 18.987, aprobada en 2012. El plazo se extiende a las 14 semanas en caso de que el embarazo haya sido resultado de una violación y es por tiempo indefinido si hay riesgo de salud para la mujer o si el feto presenta anomalías.

El proceso para acceder a un aborto tiene varias etapas. El primer paso es agendar una consulta con una o un médico general o ginecólogo que indique el examen de sangre y la ecografía para confirmar el embarazo y las semanas de gestación. Después la mujer es entrevistada por un equipo multidisciplinario –formado por un ginecólogo o una ginecóloga, una o un psicólogo y una o un trabajador social–, que brinda información y asesoramiento acerca del procedimiento y las opciones alternativas a la interrupción del embarazo.

La ley establece que, a partir de esa reunión, la mujer dispone de un período de hasta cinco días para confirmar su decisión ante la o el ginecólogo tratante. Si se resuelve interrumpir el embarazo, en esa tercera consulta se coordinará de inmediato el procedimiento, que generalmente es indicado con pastillas (mifepristona y misoprostol) y se recomienda realizarlo en casa. Una vez interrumpido el embarazo, en una cuarta consulta se chequea que el aborto se haya concretado sin complicaciones.

¿Algo de esto cambia en el contexto de la emergencia sanitaria? En principio no, porque el Ministerio de Salud Pública (MSP) considera la atención del aborto un “servicio de urgencia”, según aseguraron fuentes de la cartera a la diaria. Por eso, cuando se conoció el primer caso de covid-19, el equipo del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del ministerio envió un comunicado a las y los profesionales para ratificar que los servicios de interrupción voluntaria del embarazo tienen que seguir funcionando de manera normal y cumpliendo con los plazos establecidos en la ley. Eso sí: con las precauciones necesarias para prevenir posibles contagios del virus.

En ese sentido, el organismo recomendó que las consultas sean agendadas de forma espaciada –para que las mujeres no tengan contacto en el interior de las policlínicas– y que, en la medida de lo posible, las usuarias eviten ingresar con acompañante, aunque sigue siendo un derecho estar acompañadas. Además, se pidió que las entrevistas con el equipo multidisciplinario se realicen con cada especialista por separado y manteniendo las distancias. Otra de las recomendaciones para el personal de salud –además de la utilización de los materiales de protección correspondientes– es que realicen un seguimiento telefónico de cada uno de los casos para asegurarse de que las mujeres no falten a las consultas porque, en el proceso para acceder a un aborto, el tiempo es oro.

¿Y en los territorios?

Las recomendaciones del MSP llegaron a los centros de salud, donde las profesionales aseguran priorizar la atención del aborto al tiempo que implementan las medidas sanitarias. “El servicio de interrupción voluntaria del embarazo es uno de los prioritarios y, por lo tanto, no se suspende de ninguna manera”, aseguró en ese sentido Grazzia Rey, docente encargada de la Clínica Ginecotocológica B del Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de la República a la diaria. La doctora dijo que sólo puede hablar en nombre de ese hospital, porque allí es donde trabaja, pero que “tiene entendido” que el funcionamiento de estos servicios se mantiene igual en todos los centros de asistencia. “Trabajo en dos instituciones privadas y ambas siguen manteniendo las consultas de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo”, afirmó.

En cuanto a las pautas de prevención frente al coronavirus, Rey dijo que el personal utiliza guantes y tapabocas y que la única modificación que se implementó en la atención fue la de “espaciar más las consultas, dando específicamente un día y una hora para que no haya contacto ni aglomeraciones de pacientes”. En cuanto a lo que pasa puertas adentro del consultorio, detalló: “Las entrevistas de interrupción voluntaria del embarazo no requieren demasiado contacto y se pueden hacer manteniendo la distancia, por lo que es más sencillo que, por ejemplo, hacer un papanicolau. Esto es más que nada una interacción verbal y lo estamos haciendo de la manera que siempre lo hicimos”.

En el Hospital de la Mujer del Centro Hospitalario Pereira Rossell el servicio de acceso al aborto también funciona de manera habitual. “No ha cambiado, en absoluto. Justamente una de las cosas de las que nos aseguramos desde el principio es que la ley se cumpliera a cabalidad, y además, como estamos dentro del Hospital de la Mujer, es un servicio prácticamente esencial, por lo cual las mujeres acceden perfectamente”, explicó a la diaria Ana Labandera, directora ejecutiva de la asociación Iniciativas Sanitarias, que funciona en ese centro hospitalario. La obstetra-partera aseguró que otros centros de la red de atención del primer nivel (RAP) de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) también están funcionando “perfectamente bien”, pese a la crisis sanitaria.

¿Qué sugerencias hacen a las usuarias?

“Que la ley no está restringida y que consulten en tiempo y forma; sobre todo en tiempo”, afirmó Labandera. “Hemos estado atentas y no ha habido ningún inconveniente. La interrupción voluntaria del embarazo se sigue haciendo perfectamente, como dice la ley que se tiene que hacer, porque es un servicio esencial”, enfatizó.

Acerca de las medidas sanitarias, dijo que implementan las recomendaciones del MSP y promueven la comunicación telefónica con las usuarias. En esa línea, consideró que “cada institución se está adecuando a sus posibilidades, tanto en Montevideo como en el interior del país, para poder cumplir con la ley y con las mujeres que consultan”.

En las policlínicas de ASSE de Salto, por ejemplo, la primera medida ante la emergencia sanitaria fue el cambio de modalidad de atención, con el acento puesto en las consultas telefónicas. Para eso, se extendió el horario de atención y se crearon líneas para consultas específicas. Una de esas líneas es la de salud sexual y reproductiva, que incluye el asesoramiento para mujeres que quieren practicarse un aborto. Toda esta información fue publicada en las redes sociales oficiales y en las puertas de las policlínicas, “los canales donde la usuaria puede preguntar”, contó Adriana González, licenciada en Enfermería y directora de la RAP de Salto, a la diaria.

También en este departamento las medidas implementadas para prevenir contagios de covid-19 buscan evitar la concentración de gente en los centros de salud. Por eso, además de reforzar la atención telefónica, informaron que la atención presencial se hará sólo con coordinación previa y con un control en la entrada. “Se reguló la entrada al servicio para que fueran pasando de a pocos, con la orden, con el distanciamiento y cuidadosos con el lineamiento que nos está pidiendo el MSP, pero siempre respetando la ley de interrupción voluntaria del embarazo que está vigente”, aseguró González.

Por el momento, sin quejas

El Centro de Derechos Reproductivos para América Latina y el Caribe aseguró el 3 de abril en un pronunciamiento que “los servicios de salud sexual y reproductiva son esenciales” durante la pandemia de covid-19, “así como los derechos de las personas para tomar decisiones libres y autónomas sobre sus cuerpos”. En ese sentido, el organismo instó a los estados a que, durante la gestión de la respuesta a la emergencia, garanticen el aborto como un servicio de salud esencial, eliminen las barreras administrativas para acceder a los servicios y proporcionen otros servicios como “atención obstétrica, prenatal y posnatal; información y servicios anticonceptivos, incluida la anticoncepción de emergencia; atención posterior al aborto y atención en caso de violación”.

Pese a este tipo de pronunciamientos, en algunos países, como en ciertos estados de Estados Unidos, la pandemia sirvió de excusa para que el acceso al aborto se prohibiera de manera temporal o se negara la asistencia, bajo el argumento de que no se trata de un servicio esencial y que los recursos deben destinarse a la lucha contra el coronavirus. Es por eso que organizaciones de mujeres y colectivos feministas exigen desde el comienzo de la crisis que se garantice el acceso al aborto seguro, tal como reclamó al gobierno de Uruguay la Intersocial Feminista en un comunicado sobre el aumento de los casos de violencia de género durante la cuarentena, difundido el 25 de marzo.

Ante complicaciones es posible reclamar

Ninguna de las fuentes consultadas para esta nota ha recibido comentarios, denuncias o quejas de mujeres a las que se les haya negado la asistencia del aborto en este último mes, incluidas las del MSP. Sin embargo, tanto Rey como Labandera advirtieron que eso no significa que no haya habido casos. Desde Salto, González pidió “por favor” que den aviso a la RAP ante posibles obstáculos en el acceso a un aborto, ya que es un dato “importante para poder trabajar”.

Mujer y Salud Uruguay tampoco recibió reclamos de mujeres que no hayan sido atendidas, según aseguró la directora de la organización, Lilián Abracinskas, a la diaria, quien también se refirió a la falta de información oficial sobre el tema: “Una de las medidas especiales en el contexto de la emergencia sanitaria debería ser informar que estos servicios siguen funcionando y especificar cuándo y cómo atenderse si es que no ha habido modificaciones”.

“Si les niegan el acceso a una interrupción voluntaria del embarazo, pueden denunciarlo directamente en el Ministerio de Salud Pública”, recordó por su parte Labandera. El MSP no cuenta con una línea para atender consultas específicas o reclamos sobre la atención de la interrupción del embarazo, pero quienes lo requieran pueden comunicarse con el número de atención al usuario llamando al 1934 (que funciona de lunes a viernes de 09.00 a 16.00) o vía correo electrónico (atencionalusuario@msp.gub.uy).

El Hospital de la Mujer reforzó las vías de comunicación para consultas referidas a embarazo, maternidad y primera infancia en el nuevo escenario sanitario, y habilitó los números 099710120 y 099703164 para recibir preguntas por Whatsapp.

Mientras tanto, Iniciativas Sanitarias difunde todas las semanas en sus redes sociales una placa que alerta: “Los servicios de interrupción voluntaria del embarazo no dejan de funcionar ante la emergencia sanitaria. No dudes consultar a tiempo en tu centro de salud. Es tu derecho”.

El colectivo feminista Mujeres en el Horno reactivó sus redes sociales este mes para recordar que ASSE mantiene la atención del aborto durante la emergencia sanitaria. Al mismo tiempo, reiteró que la Línea Aborto Información Segura –que funciona desde 2014 para asesorar y acompañar a mujeres que quieren abortar– está disponible a través del número 0800 8843. El colectivo también recibe consultas vía correo electrónico a contacto@mujeresenelhorno.org. En la misma publicación de Twitter, agregan: “Con o sin cuarentena, seguimos abortando y estamos juntas”.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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8) URUGUAY: PROFESORAS FEMINISTAS SE ORGANIZAN CONTRA LA PRECARIZACIÓN LABORAL AGRAVADA POR LA EMERGENCIA SANITARIA

Denuncian, entre otras cosas, la situación de docentes que no pudieron elegir horas, no cobraron su sueldo o se quedaron sin cobertura de salud.

“La cuarentena no está siendo ningún privilegio para nosotras” es una de las consignas que eligieron las profesoras feministas que integran la Comisión de Mujeres de la Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria (ADES) para denunciar la precariedad laboral que –aseguran– se profundizó en el marco de la emergencia sanitaria por el coronavirus. La primera consecuencia fue la suspensión del proceso de elección de horas que se desarrollaba desde diciembre, lo que generó que muchas y muchos docentes se quedaran sin completar las horas del año lectivo o directamente sin carga horaria.

“Esto significa que hay docentes que en abril no han cobrado su sueldo, hay quienes no tienen sueldo, y hay otras y otros que han cobrado la mitad de sus haberes”, explicó Cecilia Pérez, integrante de la Comisión de Mujeres de ADES Montevideo, a la diaria. La profesora dijo además que, al no tener horas asignadas, hay docentes que se quedaron sin cobertura médica, incluidas “compañeras que están embarazadas y se quedaron sin atención en plena emergencia sanitaria”.

Las docentes interpretan la suspensión de la elección de horas como un “despido indirecto” y, por intermedio de la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria (Fenapes), reclamaron al Consejo de Educación Secundaria (CES) dos medidas principales: el pago retroactivo de marzo y lo que llaman el “pago en espejo”, que en este caso sería cobrar lo mismo que en febrero. En una mesa bipartita, el CES contestó “negativamente” a los dos pedidos, dijo Pérez.

Las profesoras feministas convocaron ayer al mediodía a una “olla feminista contra la precarización docente” frente a la sede del CES, con el doble objetivo de denunciar la situación que atraviesa el sector y solidarizarse con compañeras y compañeros –docentes o no– que necesitaran un plato de comida caliente. “La olla es un acto de resistencia, de solidaridad y de continuar construyendo redes entre nosotras”, dijo Pérez. La actividad supuso también elegir un punto geográfico concreto para recibir donaciones de alimentos para la asociación Idas y Vueltas, que trabaja en defensa de los derechos de migrantes y personas refugiadas.

Las ollas estuvieron rodeadas por cerca de 30 mujeres que con tapabocas violetas servían las porciones a quienes se acercaban. El color violeta predominaba además en sus remeras –que tenían la inscripción “profes feministas”– y en los banderines que colgaban de la fachada del local del CES, con consignas como “profesoras sin trabajo”, “hay docentes sin cobertura mutual” y “sin mujeres no hay educación”.

Las barreras del teletrabajo

A las dificultades económicas que acarrea la suspensión de la elección de horas se suman los problemas de tener que trabajar desde las casas, una exigencia que –según las docentes– en su caso “evidencia la precarización” y profundiza las desigualdades. En primer lugar, porque el trabajo en plataformas virtuales desconoce las condiciones materiales en las que viven muchas y muchos estudiantes. En ese sentido, Pérez recordó que en Uruguay hay hogares que no tienen conexión a internet o una computadora y, por lo tanto, no tienen acceso a las clases virtuales. Esto podría implicar que, una vez que se retomen las clases presenciales, esos estudiantes queden relegados con respecto a los que sí pudieron hacer las tareas. “Todo esto evidencia problemáticas socioeconómicas que ya existían, pero que se profundizan en estas condiciones”, consideró la profesora.

Por otro lado, las docentes tampoco conocen el contexto familiar de cada uno de los estudiantes porque la emergencia sanitaria se declaró cuando el proceso del comienzo de clases recién había empezado. “Además de no saber si viven en viviendas precarias, no sabemos si algunos de nuestros estudiantes tienen que cuidar a sus hermanos porque hay padres que tienen que salir a trabajar, o si están pasando por alguna situación de estrés, vulnerabilidad o angustia en su casa”, dijo Pérez; “tampoco estamos al tanto de si tienen cubiertas sus necesidades alimentarias diarias”.

Otro de los problemas que genera el teletrabajo, según consideran, es que implica una pérdida del “vínculo pedagógico” entre estudiantes y docentes en el aula. Y ese lazo no se sustituye vía virtual. Explicó Pérez: “Cada grupo en el que nosotras enseñamos es un grupo singular, único y tiene sus particularidades. En cada aula hay aprendizajes colectivos, hay una retroalimentación entre docente y estudiante, hay reacciones, dudas, preguntas espontáneas, gestos. Todo eso queda interferido al estar mediado por un vínculo virtual: hay algo que está faltando y que se pierde”. E insistió: “Nuestro trabajo se está reduciendo a esta lógica de la tecnología, que es lo que particularmente nos está haciendo ruido”.

Pérez aclaró que las docentes se están adaptando como pueden al nuevo escenario y que el planteo no es dejar de trabajar de forma virtual, sino poner en cuestión el “discurso hegemónico” de que es una solución ideal porque “es diferente a la realidad” que viven ella y sus compañeras.

Pero, además, el teletrabajo profundiza la desigualdad y precarización porque “implica maternar, cuidar, reproducir la vida y ser docente 24 horas en un mismo espacio”, según se lee en una de las placas que la Comisión de Mujeres de ADES compartió en las redes sociales. En ese sentido, Pérez recordó que la mayoría del cuerpo docente está integrado por mujeres, las principales encargadas de las tareas de cuidado. “Nuestro trabajo asalariado se está superponiendo con las tareas de cuidados, ya invisibilizadas históricamente, no sólo de nuestras hijas e hijos que no tienen clases, sino también de las personas adultas mayores de la familia”, que son a la vez la población de mayor riesgo frente a la covid-19, sostuvo Pérez. “Esto genera mayor precarización y más estrés en nuestro trabajo”, afirmó.

Promueve otro fenómeno que tiene que ver con una parte del trabajo docente que no es remunerada y está “invisibilizada”, como la planificación de las clases, la corrección de las tareas o la actualización pedagógica. Dice otra de las placas publicadas en redes: “Mientras algunas docentes teletrabajan, dedicando más horas que las que les pagan, hay otras que no tendrán ingresos”.

Juntas y activas frente a la crisis

La olla feminista del miércoles fue apenas una de las distintas acciones que tienen previstas las profesoras para enfrentar las consecuencias de la emergencia sanitaria. En paralelo, crearon un “fondo solidario” con el aporte de todas para ayudar a las compañeras que no pudieron cobrar ya sea su sueldo entero o la mitad, porque la vida sigue y hay que comer, pagar las cuentas y sostener el alquiler de la vivienda.

También tejen redes internas para las que trabajan en sus casas; por eso crearon una carpeta virtual en la que comparten materiales, tareas y ejercicios. Esto es para todas las docentes que lo necesiten, pero especialmente para ayudar en la planificación a aquellas que tienen hijas e hijos a cargo o ejercen el cuidado de algún familiar muy mayor o enfermo.

Por otro lado, las profesionales trabajan junto con otros colectivos feministas en la elaboración de un mapeo “de las diferentes situaciones de precariedad que atraviesan las mujeres, que ya existían antes, pero que con la emergencia sanitaria y económica se profundizan aún más”, explicó Pérez.

En tanto, a nivel sindical, la Comisión de Mujeres de ADES trabaja en el diseño de varias propuestas para que sean consideradas por la directiva de Fenapes, que apuntan a que se reactive el proceso de la elección de horas y a que las docentes puedan cobrar su salario.

“Compañeras, nos tenemos”, dice una proclama de las profesoras feministas que fue difundida el 20 de marzo, una semana después de que se detectó el primer caso de coronavirus en el país. “Históricamente hemos sido las mujeres las que nos sostenemos y apoyamos ante las situaciones más difíciles, las que nos organizamos para ayudar a una amiga, armar la olla popular, cuidar a las niñas y niños de vecinas y amigas, organizar una colecta, prestar una cama, hacer esa llamada que salva”, afirman las docentes. Y piden: “Que el aislamiento sea físico y no afectivo”.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 636 – 13/04/2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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