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ARGENTINA: BUSCAN RECUPERAR SU IDENTIDAD – comcosur mujer 626 — 09.12.2019

COMCOSUR MUJER / AÑO 16 /No. 626 /lunes 09.12.2019 – Hoy:

1) Argentina: Buscan recuperar su identidad
2) Desde insultos hasta violencia sexual, defensoras de DDHH son objeto de un ataque global
3) Brasil: Encuentro e Integración desde el diálogo social: Fortaleza desde la diversidad
4) Fotógrafas y el papel de la mujer frente a los estallidos sociales en Latinoamérica
5) Se incrementan agresiones contra defensoras de tierra-territorio: IM-Mujeres
6) Nicaragua: crisis política ha desplazado la atención a problemática de la violencia machista.
7) Nicaragua: Denuncian tortura contra Amaya Coppens, presa política
8) Uruguay: Se aprobó la Ley de Igualdad y No Discriminación en base al Género entre Mujeres y Varones
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 16 /No. 626 – Lunes 9 de diciembre de 2019 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) ARGENTINA: BUSCAN RECUPERAR SU IDENTIDAD

“Fue la tiendita del horror”: la historia de cuatro mujeres que fueron entregadas por la misma partera y buscan recuperar su identidad. Se unieron porque encontraron un mismo nombre en sus partidas de nacimiento que sirvió como primer indicio en esta odisea que lleva varias décadas

Por Desirée Jaimovich /Infobae, 7 de diciembre de 2019

Entrevista a las cuatro mujeres que buscan su identidad

Violeta, Edna, Lorena y Flavia están unidas por una misma búsqueda: quieren recuperar su identidad de origen. Todas, cuentan, nacieron en una maternidad clandestina, a la que describen como “la tiendita del horror”. El hilo conductor de esta historia es una misma partera que figura en el acta de nacimiento de todas ellas.

Las cuatro llegan a la redacción de Infobae cargadas de papeles y fotos que van usando como soporte de su relato. Apenas se sientan para comenzar a hablar, Violeta apoya sobre la mesa el expediente judicial, de tres cuerpos, que le permitió reconstruir parte de su identidad. Con la mirada fija va construyendo su relato. Por su parte, Flavia muestra su partida de nacimiento, mientras Edna y Lorena comparten algunas imágenes de su infancia.

La charla, que dura tres horas, atraviesa momentos de quiebre, llantos y abrazos. También, hay momentos donde apelan al humor para matizar la tragedia. “Se me corrió el make up”, dice Edna, mientras se seca las lágrimas que ruedan por su mejilla, en uno de los momentos más duros de su relato. Se mezcla un sollozo con una risa nerviosa, y enseguida Violeta se acerca para abrazarla.

Las cuatro están hermanadas por un mismo dolor. Y ese dolor es lo que también hoy las une y le da fuerzas para llevar adelante esta búsqueda, de forma colectiva. “La unión hace la fuerza. No tenemos miedo, no nos callamos más y estamos trabajando por nuestro derecho a la identidad y la justicia”, dice Violeta, con seguridad. Una seguridad que se percibe en cada palabra que enuncia durante la entrevista.

Violeta, Lorena y Flavia nacieron durante la dictadura. Todas fueron a la asociación Abuelas de Plaza de Mayo para asesorarse sobre su situación y luego se realizaron el estudio de ADN en la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) pero el resultado les dio negativo. Edna, que nació en 1972, no pudo hacerse ese análisis porque el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) cruza información solo para identificar hijos de personas desaparecidas que fueron secuestradas junto a sus padres o nacieron durante el cautiverio de sus madres, entre marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983.

Quienes no pudieron todavía rastrear sus orígenes, ya sea porque no accedieron a ese estudio de ADN o porque, aun habiéndose hecho el examen no pudieron establecer, a partir de las muestras cotejadas, su identidad biológica, se enfrentan a un vacío enorme. Quedan parados, al borde de un abismo, tratando de reconstruir, a fuerza de fragmentos su identidad.

“En Abuelas lo que me dijeron fue: tenés que pedir el acta de nacimiento y ahí constatar la información y bueno a los dos días me llego y apenas vi el nombre de la partera, lo googleé y ahí se me cayó el mundo, por completo. Un viernes a la mañana se me cayó el mundo”, cuenta Lorena, entre lágrimas.

Las cuatro son parte de un grupo conformado por 14 personas que buscan sus orígenes y están unidas por un mismo denominador común: el nombre de la partera. Formaron un grupo de Facebook (Identidades encontradas) y un mail (identidadesencontradas.ar@gmail.com).

“Empezamos a conocernos y lo personal dejó de ser personal y se convirtió en algo colectivo así que aquellas personas que estén en lo mismo que nosotros sepan que no están solos”, dice Violeta.

En 2017 se creó la Red de Trabajo sobre Identidad Biológica (RETIB), que depende de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural. Esta entidad recibe y centraliza, en una base de datos, toda información sobre personas que tienen dudas sobre su identidad biológica y cuyo caso no esté vinculado a delitos de lesa humanidad.

La RETIB trabaja junto con la Defensoría del Pueblo de la Nación y el Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación, cuya directora es Norma Morandini. Por ahora, el equipo de la RETIB, que está conformado por psicólogos, abogados y especialistas de ciencias sociales, reúne información a quienes los contactan por teléfono o por mail, y les brindan contención así como asesoramiento.

“Como la RETIB no realiza ningún tipo de búsqueda, el equipo interviniente asesora a los/as entrevistados/as de acuerdo a las características de sus respectivos casos y la documentación con la que cuenta, pudiendo, por ejemplo, sugerirles que acudan a la Defensoría del Pueblo de la Nación”, explicaron a Infobae desde esa entidad. Hasta el momento se contactaron con la RETIB 1.700 personas, entre buscadores que desconocen sus orígenes así como madres que fueron separadas de sus hijos al nacer.

Hay un proyecto de ley que fue presentado el año pasado, pero no se trató y perderá estado parlamentario, que busca garantizar el derecho a la identidad de origen a todas las personas nacidas en la Argentina. Se propone que la Conadi registre en una base de datos única toda la información relacionada con víctimas en una situación de alteración o supresión de identidad. En este sentido se busca que el acceso al banco genético se universalice.

“Nadie le va a quitar al banco lo que hacen con quienes fueron apropiados en dictadura, la idea es ampliar la competencia, y tener un banco que actúe como laboratorio para que la gente pueda dejar su muestra o cruzar su muestra con los 10 mil negativos que hay en el banco”, explicó Morandini, en diálogo con Infobae.

Y añadió: “Toda la experiencia que hemos adquirido gracias a la búsqueda de Abuelas, a los científicos que estuvieron en el banco y pusieron todo el saber de la ciencia al servicio de nuestra tragedia, entonces ¿por qué no abrir los brazos y todo eso ofrecerlo a todas las personas que tiene una apropiación en sus orígenes?”

Por otro lado, también desde el Observatorio de Derechos Humanos del Senado se impulsó un Acta Acuerdo en el marco del Consejo Federal de Derechos Humanos para que las provincias se comprometan a adoptar medidas que garanticen el derecho a la identidad. Por el momento solo hay dos provincias que cuentan con una ley al respecto: Santa Fe y Mendoza. En Entre Ríos, hay un proyecto con media sanción; y en Córdoba hay dos proyectos presentados, pero no avanzaron todavía. En la Provincia de Buenos Aires, el senador Franco Bagnato presentó una iniciativa, que estuvo siendo analizada por la Comisión de Legislación General.

Las historias

Son muchas las personas que buscan su identidad en la Argentina. El número varía según a quien se pregunte. Es difícil cuantificar porque no hay un registro exhaustivo y principalmente porque no están todos conectados. Algunos hablan de 3 millones de personas que están en esta odisea. Violeta, Lorena, Edna y Flavia son cuatro de esas tantas historias de búsqueda que no sólo quieren visibilizar sus casos sino dejar en claro que hay un vacío enorme, sin respuestas, en el que quedan atrapados quienes buscan hacer valer el derecho a la identidad.

Violeta

“Mi nombre es Violeta Gibaja, nací el 19 de octubre de 1976 en una maternidad clandestina. Cuando cuento que yo nací en una maternidad clandestina, en general me preguntan si soy hija de desaparecidos. No soy hija de desaparecidos. Sin embargo, cuando nací intentaron venderme, apropiarme y suprimir mi identidad. Cuando yo nací, en esta maternidad clandestina, que funcionaba en la casa particular de Marta Beatriz Rosignoli… a la hora de nacer, tuve la suerte para mí, para mi identidad y la mala suerte para el negocio de esta mujer que se dedicaba al tráfico de bebés que hubo un allanamiento. Yo tenía horas de nacida y entró la policía, en base a unas denuncias anónimas que habían recibido unos siete meses atrás”, cuenta Violeta, mirando a cámara.

Su mamá se había acercado a esa maternidad el día anterior, junto a otra partera que le había hecho el nexo. “Estuvo toda la noche en trabajo de parto en una habitación que Rosignoli tenía en los altos de su PH. En un trabajo de parto absolutamente abandónico, sin ninguna asistencia y yo nací a las 7 de la mañana”, añade.

Cuando su madre biológica se estaba yendo del lugar, fue retenida por la policía. Poco después, un matrimonio que había ingresado a la casa y luego salió con un bebé en brazos, fue detenido también por la policía, según relata Violeta.

“Junto con todas estas pruebas, la policía ese mediodía, el mismo 19 de octubre, entran a la casa de Rosignoli. Son atendidos por la mamá. Rosignoli en ese momento vivía con su mamá y su hija menor de 16 años. La mamá de ella les niega el acceso y ahí es cuando empieza el allanamiento. Entra por fuerza al domicilio y la madre de Rosignoli niega la presencia de la partera en el lugar. Pero en ese momento, los policías que habían entrado escuchan ruidos en la terraza suben y encuentran a Rosignoli que se estaba escapando por los altos, por la terraza, con dos bebés bajo cada brazo. Un bebé era yo y el otro bebé era la otra bebé mujer que estaba para la venta”, cuenta.

Después del allanamiento, son derivados a la superintendencia de policía y se inicia una causa judicial, en la que “Rosignoli fue sentenciada a 2 años de prisión en suspenso por el delito de suposición de estado civil”, dice Violeta. “Fue la tiendita del horror, en una época del horror”.

Los tres bebés, de los cuales uno era Violeta, fueron derivados a Casa Cuna. “Mi mamá biológica que estaba internada en el Hospital Rawson donde tuvieron que ayudarla a recuperarse de ese parto en el cual había sufrido violencia obstétrica, renuncia a sus derechos y yo quedo en adopción. Ahí empieza mi historia legal. Yo fui adoptada legalmente a partir de este allanamiento, es por esto que años más tarde pude recuperar mi identidad. Pero de todo esto que estoy contando ahora yo me enteré mis 38 años”, cuenta.

Hasta ese entonces ella sólo sabía que había sido adoptada en Casa Cuna pero no conocía el resto de su pasado. Sus padres adoptivos tampoco lo tenían. No había tenido hasta ese entonces ningún indicio hasta que, cuando tenía 26 años, y tras el nacimiento de su primer hijo, comenzó a sentir “un miedo irracional a salir a la calle con él. No quería salir a la calle con el. Tenía un profundo miedo de que me lo robaran”.

A ese miedo se sumó una pesadilla recurrente. “Soñaba que estaba por dar a luz, en un lugar lúgubre muy oscuro y que había dos mujeres que me tocaban la panza. Por momentos podía ver el sueño como estando yo embarazada pero por momentos veía también la situación desde afuera”, recuerda. A raíz de esta situación, comenzó a hacer terapia y decidió comenzar a buscar un poco más sobre sus orígenes.

“En noviembre de 2013 me acerqué a Abuelas. En febrero de 2014 hice el ADN y en mayo me dijeron que el ADN era negativo. No obstante yo pedí mi expediente y me derivaron a la Conadi. Me acuerdo que cuando llegué a la Conadi, abrí el expediente y lo primero que vi fue el nombre de mi madre biológica. Lo pude recuperar porque quedó asentado en este juicio que hubo con el allanamiento”, dice.

Con ese dato comenzó a rastrear información y así logró llegar a un departamento que su mamá biológica, Paulina, tenía en Capital. Fue hasta ahí, pero no se encontró con ella sino con la inquilina que estaba viviendo en esa casa, a quien le dio una carta para que se la acercara a su mamá. Un mes después, recibió un correo de Paulina, y comenzaron a hablarse por esa vía hasta que un día acordaron encontrarse en el departamento de una pariente, donde ella la recibió junto a sus dos hermanos biológicos.

“Me acuerdo que yo subía en el ascensor y no sabía qué sentía. Si tengo que describirlo con una emoción es imposible. Sí me acuerdo que cuando la conocí ella me abrazó, se colgó y empezó a llorar y yo casi que casi no tuve lugar a reacción. Ella me contó su versión de la historia”, dice.

La relación duró unos meses pero luego cortaron el vínculo. “Con el correr de los meses ella no tenía interés en incluirme a su vida. No quería contarle a su pareja actual de mi existencia, no quería presentarme a otros familiares y yo ya había empezado un proceso de sanación y después de 9 meses no quería ser el secreto en la vida de nadie”.

No volvió a contactarla hasta hace un año, cuando le pidió el dato de su padre biológico. “Pero es un dato que ella no me da”, dice. Y añade: “Tengo pendiente este 50%: saber quién es mi papa biológico. Quizás me está buscando, quizás no sepa de mi existencia”.

Edna

Edna Siano nació el 30 de octubre de 1972 pero la anotan el 2 de noviembre, según cuenta y se puede ver en su partida de nacimiento. Siempre supo que no era hija biológica de sus padres de crianza, pero inició su búsqueda recién en 1996 cuando le dijeron que su hijo, en ese entonces de 4 meses, tenía una enfermedad hepática que requería un trasplante urgente.

A raíz de esta situación, los médicos empiezan a recabar información para conocer los antecedentes familiares y ella se dio cuenta de que no podía aportar esos datos porque no conocía sus orígenes. “Mirar la carpeta de mi hijo y ver el nombre de mi marido y toda su familia. Y ver mi nombre, Edna, y un símbolo de pregunta fue como un colapso y ahí decidí empezar a buscar”, dice.

Fue a la Conadi pero como ella no nació durante la última dictadura queda fuera de las búsquedas que se hacen en el banco genético. Preguntó a sus familiares pero nunca obtuvo respuestas.

“Busqué en Google, como todas, y me aparecieron cosas de la partera. Empecé a buscar”, cuenta. Así es que un día decidió ir hasta el domicilio donde figuraba que había nacido. “Toqué la puerta, me atendió una señora muy macanuda, me dijo que ella había comprado la casa, que se había enterado que hubo un allanamiento, y que hubo venta de bebés en esa casa”.

Ese momento fue muy movilizante para ella. A tal punto que no pudo entrar a la casa. La dueña la invitó a pasar pero ella no tuvo las fuerzas necesarias para atravesar el umbral. Cuando se le pregunta cuál es su búsqueda hoy dice, entre lágrimas, que quiere ayudar a otros. “Yo hoy tengo muchos hermanos que nacimos todos ahí. Me encantaría encontrar gente que haya nacido en ese lugar. Mamás que hayan pasado por ese lugar y quizás se fueron con la idea que su hijo…les dijeron que se murió, desapareció o que algo pasó”.

Y añade: “Me encantaría que la gente se dé cuenta de que no solo el hecho de haber nacido en época de dictadura significa que te hayan suprimido la identidad, yo no nací en la dictadura pero la identidad me la suprimieron igual”.

Lorena

Lorena González nació el 16 de diciembre de 1975, según figura en su partida y recién confirmó que no era hija biológica de los padres que la criaron el año pasado. Aunque, dice, siempre tuvo sospechas sobre sus orígenes.

“Mi búsqueda comenzó desde que tengo uso de razón. Ya con cinco años o quizás menos, buscás. Quizás cuando sos más chico comenzás a buscar y no sabés qué buscas. Buscás desde un papel…yo me encerraba en la habitación de mis papas y necesitaba encontrar algo y al principio no sabía qué”, cuenta.

Las dudas comenzaron por las diferencias físicas que siempre percibió desde siempre. “Tengo dos hermanas, pero con una nos llevamos 16 meses. Ellas son hijas biológicas de mis papás y no somos, obviamente, parecidas físicamente. Así que primero era una lucha, era como tener que dar explicaciones siempre a la gente porque siempre nos comparaban, había comentarios”, recuerda.

Sus padres fallecieron hace diez años. Durante ese tiempo, todas las veces que preguntó en su casa, a sus padres y a otros integrantes de la familia sobre su origen, siempre le dijeron que ella era hija biológica del matrimonio.

Cuenta que durante el embarazo de su hija -que hoy tiene cuatro años- esa duda que siempre la acompañó como una sombra se intensificó y atravesó momentos de mucha ansiedad. “Cuando ella nació obviamente era muy feliz pero a su vez había algo oscuro que no entendía qué era”, recuerda. Y dice que esa ansiedad se calmó cuando comenzó a conocer la verdad, su verdad. La confirmación a sus dudas llegó recién el año pasado por parte de una persona allegada a su familia de crianza.

Al día siguiente llamó a Abuelas y, luego de solicitar el acta de nacimiento y buscar el nombre de la partera en internet, comenzó a intensificar su búsqueda. Cuando el ADN en el banco genético le dio negativo, decidió hacerse uno pago que se llama Family Tree, y que requiere el envío del material genético a Estados Unidos. Mientras espera obtener algún dato de allí, se reúne con este colectivo de personas que están unidas por el mismo denominador común: la partera que intervino en su nacimiento.

“Lo que hacemos es acompañarnos, apoyarnos, aprender del otro, darnos cuentas que las cosas que sentimos no son solamente nuestras, que es nuestro grupo. Nos sentimos totalmente reflejados en el otro, entonces eso nos hace sentir que no estábamos equivocados porque muchas veces lo que uno siente es que está equivocada. Necesitas encajar, necesitas pertenecer. Y cuando sos chico y te encontrás con todas esas situaciones es muy difícil”, reflexiona Lorena.

Flavia

Flavia Dubin, que según su partida nació el 7 de octubre de 1977, siempre supo que no era hija biológica de sus padres de crianza. Le dijeron que la habían ido “a buscar a un lugar” y que como tuvo bajo peso estuvo un tiempo internada y recién una semana después pudo volver a su hogar.

Su adolescencia no fue fácil. “Mi papa fallece cuando yo tenía 15 años, mi mamá tenía problemas mentales: alcohólica, maltratadora. Le sacaron mi tenencia cuando yo era adolescente. Pasé un poco a estar en la buena de dios, con la directora del colegio, con la mama de mis amigas, para evitar ir a un internado de menores”, explica.

Dice que cuando tenía entre 16 y 17 años fue a la Conadi, se hizo la prueba de ADN y le dio negativo. Pero su búsqueda continuó. Recurrió, como el resto de las mujeres que la acompañan en esta nota, a hacer una búsqueda en internet y así dio con este grupo de pertenencia. Cuenta que se reúnen periódicamente, plantean objetivos para avanzar con las búsquedas y también acompañarse emocionalmente.

“A mí me sentaron, cuando tenía cinco años, a plantearme que les habían ofrecido dos hermanitos míos que eran mellizos. Después al final no lo compraron pero se planteó en la mesa de mi casa. Como se me planteó a mí se les debe haber planteado a muchos otros de nosotros», recuerda.

Teniendo esto en cuenta dice que quizás muchos de ellos, que comparten esta búsqueda pueden llegar a ser hermanos.

“No tengo rencor, quemé todas las etapas como lo sé de tan chica ya pase por todo y capaz me oriento quizás a la búsqueda de algún familiar, de algún hermano, o aunque sea quiero ayudar a todos los que estén en la misma situación que nosotros”, concluye.

Terminan la charla y se abrazan fuerte. Piden que les haga una foto a las cuatro juntas. “Somos una familia, no estamos solas”, dicen mientras miran a la cámara.

Desirée Jaimovich /Infobae /Enviado por Esti Blazquez / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019

2) DESDE INSULTOS HASTA VIOLENCIA SEXUAL, DEFENSORAS DE DERECHOS HUMANOS SON OBJETO DE UN ATAQUE GLOBAL

Los gobiernos no están protegiendo a las defensoras de los derechos humanos y las personas defensoras de los derechos de las mujeres y de cuestiones de género y sexualidad (WHRD, por sus siglas en inglés), que habitualmente afrontan una amplia variedad de ataques vinculados específicamente con el género, como la violación, por su labor de promoción de los derechos relativos a mujeres, igualdad de género y sexualidad, ha afirmado Amnistía Internacional en un nuevo informe el Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos.

“Desafiar al poder, combatir la discriminación: Llamada a la acción para reconocer y proteger a las defensoras de los derechos humanos y a las personas defensoras de los derechos de las mujeres y de cuestiones de género y sexualidad” revela que estas activistas siguen siendo objeto de agresión, amenazas, intimidación, criminalización e incluso homicidio por su activismo. Todo ello, a pesar de los reiterados compromisos de mejorar su protección, incluida la aprobación de una resolución de la ONU hace seis años.

“Las WHRD son atacadas por ser quienes son y hacer lo que hacen. Los peligros son aún mayores para aquellas que sufren formas interseccionales de discriminación. Si eres mujer y además perteneces a una minoría racial o eres indígena, pobre, lesbiana, bisexual, trans, o trabajadora sexual tienes que luchar mucho más para que quienes tienen el poder escuchen tu voz”, ha declarado Kumi Naidoo, secretario general de Amnistía Internacional.

“En todo el mundo, las defensoras de los derechos humanos están denunciando injusticias, abusos y discriminación, a menudo porque los han sufrido en primera persona. Son fundamentales para el progreso humano: luchan por los derechos humanos y contra el patriarcado y el racismo, al tiempo que ejercen presión para que se lleven a cabo reformas pioneras en muchísimos frentes. Los gobiernos deben cumplir con su compromiso de garantizar que estas activistas pueden actuar con libertad y seguridad.”

Durante la crisis en Chile, muchas personas han salido a las calles a exigir sus derechos por una vida más digna. En este escenario, mujeres han sufrido violencia sexual como forma de maltrato y tortura. Además, lamentablemente ha habido denuncias de mujeres defensoras de derechos humanos que han sido amenazadas y hostigadas por cumplir su labor.

Política de demonización

Aunque el movimiento feminista de derechos humanos para proteger los derechos de las mujeres, las personas LGBTI y otros grupos marginados es más fuerte que nunca, durante los últimos años está sufriendo una presión creciente por parte de políticos, líderes religiosos y grupos violentos que propagan una política de demonización. Debido a que con frecuencia las WHRD están en primera línea del progreso, a menudo son las primeras en sufrir ataques en las ofensivas cada vez más frecuentes contra un mundo más inclusivo y justo.

Por ejemplo, en Polonia, este colectivo, que ha liderado protestas multitudinarias en la calle contra los intentos de restringir el acceso al aborto, ha sido objeto de ataques y ha documentado otras violaciones de los derechos de las mujeres y las personas LGBTI que están teniendo lugar en un clima en el que ha aumentado el sentimiento racista y contrario a la inmigración.

Violencia sexual

Es habitual que para acallar a las WHRD se emplee la violencia, incluida la violencia sexual como forma de tortura.

En Bahréin, Ebtisam El-Saegh, WHRD de la organización Salam por la Democracia y los Derechos Humanos, fue agredida sexualmente, golpeada de forma brutal, pateada en el vientre y obligada a permanecer de pie durante la mayor parte de las siete horas que pasó siendo interrogada bajo custodia en 2017.

“Me amenazaron con hacer daño a mi familia y con que traerían a mi esposo y lo torturarían y electrocutarían. Los hombres me dijeron: ‘nadie puede protegerte’”, contó a Amnistía Internacional.

En Egipto, Malak al-Kashef, WHRD transgénero, de 19 años, fue detenida en marzo de 2019 a raíz de su implicación en manifestaciones pacíficas en El Cairo. Se enfrentó a los cargos falsos de “ayudar a una organización terrorista” y “hacer uso indebido de las redes sociales para cometer un delito punible por la ley”.

Bajo custodia, fue sometida a un examen anal forzado y otras formas de agresión sexual. Aunque se estaba sometiendo a tratamiento de afirmación de género, Malak fue recluida en un centro de detención para hombres, lo que la exponía a un riesgo mayor de sufrir violencia sexual. Quedó finalmente en libertad en julio de 2019.

A diferencia de otras personas que defienden los derechos humanos, las WHRD tienen más probabilidades de sufrir violencia y otros tipos de presión por parte de sus parejas y familiares. Pueden ser objeto de violencia de género en el ámbito familiar y abusos basados en distintas concepciones del “honor”, amenazas de divorcio o de ser separadas a la fuerza de sus hijas e hijos.

Campañas de desprestigio

Las mujeres activistas a menudo son sometidas a campañas de desprestigio que vilipendian su “comportamiento desviado” y están concebidas para alimentar la hostilidad hacia ellas.

Tras rescatar a personas migrantes en el Mediterráneo central en junio de 2019, Carola Rackete, la capitana italiana del barco de rescate Sea-Watch 3, fue insultada repetidamente por el ministro del Interior italiano, que la llamó pirata y delincuente. A los insultos de éste siguieron terribles ataques verbales por parte de otras personas, que incitaban a cometer actos de violencia sexual contra ella, atacándola también por razón de su género y su aspecto.

En Mauritania, Mekfoula Brahim, una WHRD que ha hecho campaña para poner fin a la mutilación genital femenina, fue tildada de apóstata en publicaciones en Facebook en 2016 tras defender a un bloguero condenado a muerte por criticar a quienes usan la religión para discriminar a las minorías. El insulto la expuso al riesgo de ser enjuiciada y condenada a muerte.

Amnistía Internacional pide a los Estados que investiguen los ataques contra WHRD y hagan rendir cuentas a los responsables. Asimismo, los Estados deben educar a su ciudadanía sobre los derechos de las personas que defienden todos los derechos humanos, así como proporcionar mecanismos de financiación y protección adaptados a las necesidades de las WHRD.

“Es fundamental que quienes ostentan el poder reconozcan a las defensoras de los derechos humanos como agentes del cambio para la obtención de justicia, igualdad, paz y desarrollo sostenible. Estas mujeres deben ser celebradas y protegidas por la valiente labor que desempeñan para mejorar todas nuestras vidas, pero especialmente las de las comunidades más marginadas”, ha afirmado Kumi Naidoo.

Información complementaria:

Defensoras de los derechos humanos y personas defensoras de los derechos de las mujeres y de cuestiones de género y sexualidad (WHRD, por sus siglas en inglés) es un término inclusivo que representa la lucha por el reconocimiento de los desafíos específicos que afrontan las mujeres que participan en la defensa de cualquier derecho humano, y las personas de cualquier género que defienden los derechos de las mujeres o que trabajan sobre diversas cuestiones relativas al género y la sexualidad.

Amnistía Internacional ha trabajado durante mucho tiempo junto con WHRD y forma parte de la Coalición Internacional de Defensoras de Derechos Humanos. Para este informe, publicado el 29 de noviembre para conmemorar el Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, la organización se ha basado en sus propios análisis e investigaciones y también en los de otras organizaciones aliadas. Además, el informe contiene nuevas aportaciones de 23 activistas en 21 países, entrevistadas entre febrero y abril de 2019.

tribunadelbiobio.cl / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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3) BRASIL: REPRESENTANTES DE MOVIMIENTOS Y ORGANIZACIONES SOCIALES DEL CONO SUR INTERCAMBIAN EXPERIENCIAS EN RÍO DE JANEIRO

Más de 60 personas, entre ellas representantes de movimientos de mujeres, campesinas y campesinas, indígenas, estudiantes, miembros de universidades y organizaciones gubernamentales de cinco países del Cono Sur se reunieron en Río de Janeiro entre el 26 y el 28 de noviembre durante noviembre en el marco de un profundo proceso de intercambio de conocimientos y aprendizajes sociopolíticos.

La propuesta fue una invitación de la Plataforma Social y Solidaria del Mercosur – PMSS, formada por organizaciones sociales de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay con alianza con el CCFD – Tierra Solidaria. La pasantía se lleva a cabo en un momento de fuerte inestabilidad política, con repercusiones en la vida de ciudadanas de diversos pueblos de América Latina y, en consecuencia, en el curso de la lucha política de los actores sociales en la región.

Lirayén Reyes, es Licenciada en Sociología y miembro de la Fundación Popular Educación en Salud – EPES, de Chile, y cree que la salida de conflictos como lo que está experimentando su país pasa por el camino de la construcción del poder popular en todos los lugares y esferas de vida, así que estos intercambios son muy importantes ya que alimentos nuestros análisis y contextos locales:

“Fundamentalmente, durante estos días hemos hablado sobre lo que está sucediendo en nuestros territorios, lo que estamos haciendo las organizaciones y sobre diversas formas de resistencia a la inversión de capital en toda América Latina. Creemos que no es una coincidencias, son estrategias globales para la ocupación de territorios y formas de saqueo en una especie de neocolonización, extracciones de materias primas, que son nuestros bienes comunes “.

El programa de la pasantía que se realizó en diversas comunidades del estado de Río de Janeiro -Brasil, se dividió entre momentos de debate e intercambio entre participantes y momentos de visitas a experiencias ubicadas en áreas de economía solidaria y agroecología, en diferentes ciudades de Río de Janeiro conociendo a diversos referentes y articulaciones sociales relacionadas con el Centro de Acción Comunitaria – Cedac, que actuó como organización anfitriona.

Experiencias y aprendizajes regionales

En la aldea indígena Kyringue Aranduá, en el municipio de Maricá, los visitantes escucharon a Cacique Félix, quien relató la profunda disputa histórica sobre el territorio indígena de las comunidades guaraníes: “No fue el dinero o el gobierno lo que hizo esta tierra, ya existía y nosotros los indígenas Vivimos en él mucho antes de que llegara el blanco. Tenemos derecho a participar, incluso si dicen que no. Los pueblos indígenas tienen el mismo derecho que cualquier otra gente, tanto que en las elecciones, los políticos saben cómo venir y pedir sus votos”, señaló a los participantes del evento.

En el municipio de Maricá, las organizaciones pudieron conocer y dialogar con una de las sucursales de Banco Mumbuca, una experiencia de financiación solidaria inspirada en Bank Palmas, de la ciudad de Fortaleza al norte de Brasil. En Maricá, la iniciativa comenzó en 2013, en principio como una forma social para la implementación de un programa de distribución y expansión. “Mumbuca” actualmente también es el nombre de la moneda y la tarjeta de crédito que ya es aceptada en más de 3.000 comercios de la comunidad. El banco actualmente tiene 9 líneas de crédito, 4 sucursales y una tasa de incumplimiento cero. Según Natália Shiamarella, presidenta de la Asociación de Bancos Comunitarios del Pueblo Maricá, Mumbuca ha ayudado a democratizar el acceso a los servicios bancarios, ya que es la única con sucursales en cada uno de los aproximadamente 150,000 habitantes del distrito, además de proporcionar protocolo en su área, principalmente para mujeres.

Integración desde el diálogo social: Fortaleza desde la diversidad

¿Qué nos une? – Con esta pregunta, los participantes del intercambio reflexionaron el miércoles 27 de noviembre sobre cómo articular las luchas y temas comunes respecto de los territorios en los que vivimos: las resistencias sociales, la visión política centrada en la justicia social, la defensa de un nuevo modelo de producción, el respeto por la diversidad y los desafíos compartidos fueron algunas de las respuestas que se defendieron de forma colectiva. Feminismo, economía solidaria, soberanía alimentaria, lucha por la vivienda y educación popular recordada como temas comunes que deben hilar nuestros debates y desarrollos alternativos.

El análisis colectivo del contexto regional, puso en el debate los relatos y voces del actual movimiento popular que en Chile, la derrota del Frente Amplio de Izquierda en Uruguay, los golpes que ocurrieron en la región desde 2010 y el giro de las elecciones en Argentina. “Después de un ciclo de gobiernos de izquierda en la región, estamos viviendo un proceso contrarrevolucionario, donde Estados Unidos claramente interfiere para crear un escenario de desestabilización política, como se hizo en el Medio Oriente, y América Latina es la pelota del día”, evalúa Ana Patricia Sampaio, de la Secretaría Ejecutiva de PMSS.

El jueves 28 de noviembre, las delegaciones de movimientos sociales de Aregtina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay visitaron el Predio Agroecológico de Santa Bárbara, en el municipio de Magé, en la Baixada Fluminense. En el lugar, se intercambiaron saberes y sentires con la experiencia de Doña Juliana Medeiros, una granjera de 73 años de la ciudad de Cuíbe de Paraíba que, durante más de 20 años se ha dedicado a la producción agroecológica en una propiedad de dos hectáreas, desde donde genera una diversidad de más de 60 tipos de frutas y verduras y más de 20 plantas de alimentos no convencionales (PANC), con un modelo de crecimiento colectivo y comunitario.

Doña “Juju” creó en un espacio instalado en su casa la “Cocina Colher de Pau” (Cuchara de palo) , un proyecto con un grupo de mujeres del municipio que prepara buffets agroecológicos para reuniones, reuniones y otros eventos con el apoyo de Cedac. Además, desarrolla y expande una visión agroecológica de la alimentación, poniendo a disposición de diversas familias una cesta de productos sin venenos ni agroquímicos.

Las organizaciones visitantes pudieron conocer y experimentar los diversos saberes tecnopolíticos, asistiendo a talleres prácticos sobre producción de jabón, compostaje, jarabe de hierbas, construyendo ladrillos ecológicos, plantando semillas criollas, suministrando alimentos y construyendo un estanque con botellas. . “Es una gran responsabilidad recibir a este grupo aquí, pero es un gran honor, gracias a todos, he estado trabajando aquí durante más de 20 años y esta es mi vida, mi mayor sueño es hacer que este sitio sea 100% agroecológico”, dijo Juliana.

Medio a medio / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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4) FOTÓGRAFAS Y EL PAPEL DE LA MUJER FRENTE A LOS ESTALLIDOS SOCIALES EN LATINOAMÉRICA

Distintos colectivos de fotógrafas y fotógrafos se pronuncian sobre las últimas protestas en Chile, Bolivia y Ecuador. Coinciden en la necesidad de tomar una posición clara frente a las luchas, no solo tras el lente, sino también en la problemática:

Colectivo las niñas (Chile): Deberíamos partir por aclarar que el hecho de considerarte mujer no te transforma en una aliada.

Nuestra posición desde un principio ha sido apoyar y sumarnos a este estallido social, no solo como fotógrafas, también como ciudadanas. La desigualdad en Chile es enorme, una bomba de tiempo que iba a estallar en cualquier momento y de la que nosotras no estamos ajenas. El sistema neoliberal que impera en Chile ha logrado dominar a la población a través del endeudamiento, como los sueldos no alcanzan para llegar a fin de mes ni para solventar derechos sociales como educación, salud y vivienda, las personas terminan endeudadas y sometidas a un sistema del que es muy difícil salir, aguantando numerosos abusos que van desde las malas pensiones, condiciones laborales indignas, cobros indebidos de servicios, entre otras.

En las manifestaciones que se han realizado en la plaza de La Dignidad hemos encontrado un espacio de solidaridad, muy opuesto a lo que transmite la televisión chilena. Puedes ver personas regalando comida y agua para recuperar fuerzas y seguir en la lucha. Otras que te prestan auxilio cuando la represión se vuelve más fuerte, rociando líquidos que te ayuda a soportar los químicos de las lacrimógenas. También existen grupos que se han organizado y reparten lentes de seguridad, ya que la policía se ha empeñado en disparar a los ojos, dejando, hasta la fecha, a más de 240 personas con daños oculares.

Finalmente es el pueblo el que cuida del pueblo, rompiendo la brecha del individualismo por un bien colectivo.

Quizás deberíamos partir por aclarar que el hecho de considerarte mujer no te transforma en una aliada. Por mencionar un ejemplo, la ministra de la Mujer y Equidad de Género Cecilia Plá, no se ha pronunciado ni ha tomado ninguna posición ante las violaciones y abusos que han sufrido mujeres y disidencias sexuales en las manifestaciones, pero si lo hizo cuando atacaron una carabinera. Existe una distinción de clase y procedencia, este actuar sistemático, en el que hay vidas que importan más que otras han llevado al pueblo a levantarse contra el 1% más rico, que además son los que gobiernan este país.

Esta revolución se ha desarrollado en múltiples sectores compuestos por grupos diversos, en las manifestaciones puedes encontrar feministas, barras bravas, tercera edad, pueblos originarios, estudiantes y muchos más. En ese sentido es transversal, no podemos encasillar a las mujeres en un papel específico, si podemos destacar que se mantienen demandas que hace años se vienen trabajando y que tienen directa relación con las mujeres, como es el derecho al aborto libre, legal, seguro y gratuito.

El abuso de la fuerza policial en las manifestaciones ha violado nuestros derechos humanos, dando como resultado heridas graves en más de 2.000 personas y 23 muertes confirmadas. La violencia sexual también se ha utilizado como mecanismo de represión siendo mujeres las principales víctimas. Se han reportado más de 90 casos de abusos como tocaciones, desnudamiento y violaciones.

Uno de los casos mas emblemáticos, donde la violencia patriarcal quedó en evidencia fue el caso de Daniela Carrasco, conocida como “La mimo”, quien fue encontrada ahorcada en un sitio eriazo de su población, la ultima vez que fue vista con vida estaba siendo arrestada.

Warmi Photo (Bolivia): Las mujeres ahora más que en anteriores marchas tuvieron y tienen mucha presencia.

Nuestra posición en medio de todo este conflicto es compleja, al igual que la situación que está aconteciendo en el País. Existió un cambio constante en los discursos que se manejaron y que iniciaron esta convulsión social. Desde nuestra reflexión, no hay una lectura clara de los hechos.

El papel de la mujer en esta confrontación social, es de ícono de organización y lucha. Las mujeres en las calles siempre son combativas, defensoras y trabajadoras.

En los espacios de poder, aún no entendemos el proceder de la autoproclamada Presidenta de Bolivia, tiene creencias e ideologías muy diferentes a las representativas de un estado laico, y esperamos que su estancia sea solo transitoria porque está provocando más confrontación y rabia en la sociedad civil.

La represión por parte de las fuerzas del orden al principio no fue tan violenta en relación a su accionar general, pero a medida que pasaban los días se pudo observar que la represión no distinguía género. Las mujeres ahora, más que en anteriores marchas, tuvieron y tienen mucha presencia, en un inicio protagonizada por las citadinas pero cuanto más fuerte se ponían los enfrentamientos, también por las mujeres indígenas, quienes nunca dejaron de estar ni de combatir.

Sobre los medios:

Hay mucho ataque a la prensa por ambos “bandos” no solamente porque cada quien quiere que su postura sea la verdad. Los datos que nos llegan de ciertos lugares no son ciertos, lo comprobamos luego cuando logramos acceder. Hay mucha guerra psicológica, los medios están amenazados y están perdiendo la brújula, su objetivo tendría que ser informar y buscar la solución a este conflicto. Como medio independiente, no podemos tomar una postura; tratamos de acercarnos a las personas de formas que los grandes medios no lo hacen, porque en ambos bandos hay gente que sufre, que es agredida y que no entiende en qué momento se vieron inmiscuidas en toda esta guerra política que ha sacado lo peor de la población.

Contrapique (Ecuador): Ante la represión, las mujeres del pueblo no se doblegaron, permanecieron firmes en la lucha.

La convulsión social en distintos puntos de Latinoamérica nos deja grandes enseñanzas, como documentalistas, no solo en la práctica fotográfica, sino también en la acción en la calle. Es importante recalcar que existe un movimiento de fotógrafas en el continente que se va fortaleciendo y más en estos contextos, y no es que antes no existió, ha existido siempre, pero ahora se empieza a visibilizar más. Entre medios independientes y populares hubo mucha camaradería, cuidado mutuo a pesar de no conocernos, se entretejieron lazos de cooperación, aunque sea momentánea.

Por otro lado, en Ecuador, la cobertura nos presionó para estar en primera línea entre compañeras y compañeros, estar al frente, no solo ser testigos de todo lo que ocurría sino participar directamente, las posiciones quedaron en evidencia y eso nos enriquece. Fue claro diferenciar entre quienes tomaron el lado de los sectores populares que estaban protestando y quienes decidieron maquillar la realidad.

En cuanto al papel de la mujer en la lucha, el estallido social evidenció las diferencias entre las posiciones de las mujeres. No existe una sola, existen diversas agendas e identificarlas es un gran paso. Por un lado, las asambleístas y quienes ostentan espacios de poder como Cynthia Viteri Alcaldesa de Guayaquil o María Paula Romo Ministra de Gobierno, apoyaron o dirigieron la represión directa a las mujeres de los sectores populares; su agenda es claramente la de la burguesía enmarcada en la institucionalidad. Por otro, quienes llamaban a la paz y a apagar la lucha, mujeres que no tienen una comprensión integral de la realidad y cuya posición refuerza la de las élites del país. Y están las mujeres del pueblo, estudiantes, obreras, campesinas, asalariadas que se ven claramente afectadas por las medidas que se intentaban imponer y ante las cuales levantaron su voz y puños, quienes comprenden — muchas de manera espontánea- que violento es el sistema y que la lucha es la respuesta.

En una sociedad capitalista imperialista y patriarcal, las formas de opresión a la mujer se intensifican y más en países como los nuestros donde perduran rasgos semifeudales y semicoloniales. La represión directa en las calles fue evidente, se violaron todos los protocolos, garantías mínimas que da la propia legalidad burguesa; nos llena de rabia los casos de violaciones, hostigamiento sexual, las heridas y las detenciones extrajudiciales, pero no nos sorprenden, en momentos así el Estado se muestra como tal, un aparato de dominación de clase que tiene el monopolio de la violencia para oprimir a las clases subalternas. A pesar de ello, las mujeres del pueblo no se doblegaron, permanecieron firmes en la lucha, y eso es por demás digno de subrayar.

Fotografías y texto: Colectivo Las Niñas (Chile), Warmi Photo (Bolivia) y Contrapique (Ecuador) (Octubre — Noviembre, 2019)

Ver fotografías en: medium.com/@contrapiqueec/fot%C3%B3grafas-y-el-papel-de-la-mujer-frente-a-los-estallidos-sociales-en-latinoam%C3%A9rica-c0c43feca2e
COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019

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5) SE INCREMENTAN AGRESIONES CONTRA DEFENSORAS DE TIERRA-TERRITORIO: IM-MUJERES

La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Mujeres) informó que datos preliminares de su registro, en 2018, contabilizó un mil 747 agresiones contra defensoras de El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua, un incremento respecto a los años anteriores: en 2017 contabilizó un mil 558 agresiones, para 2016 fueron un mil 462.

La IM-Mujeres detectó que para el periodo 2017-2018, las defensoras de la tierra, el territorio y el medio ambiente siguen siendo las más agredidas (mil 14), seguidas de quienes defienden el derecho a la verdad, justicia y reparación (666).

Las defensoras mencionaron que se viven tiempos de represión brutal de gobiernos de Chile, Colombia y Bolivia, en la que se enfrentan a políticas neoliberales, extractivismo y fundamentlaismo religioso.

La Iniciativa hizo una breve síntesis de las situaciones de los 5 países, en la cual coincidieron que frente a estos contextos de violencia las mujeres siguen a la vanguardia de todas las luchas, en todos los países y comunidades.

En Nicaragua, la crisis socio-política y de Derechos Humanos que vive el país desde abril de 2018, lejos de cerrarse, se prolonga y profundiza junto con la represión de la protesta pacífica y la violencia paramilitar contra las defensoras. Doloroso testimonio de ello son las 7 compañeras que este 29 de noviembre amanecen bajo la condición de presas políticas o las decenas de defensoras que siguen exiliadas.

En Honduras, a 10 años del Golpe de Estado, la corrupción y el crimen organizado campan a sus anchas en un gobierno que reprime a la población que ejerce su legítimo derecho a la protesta. Garantiza impunidad para corporaciones que usurpan territorios para los asesinos de Berta Cáceres y para quienes ejercen violencia criminal contra las comunidades y las mujeres -como es el caso de las garífunas- mientras criminaliza a quienes defienden derechos.

En El Salvador, las mujeres seguimos siendo víctimas de femicidio y criminalización por abortar o por denunciar abusos y violencia sexual. Nuestras compañeras de las comunidades LGBTI son asesinadas con crueldad y con la más absoluta impunidad mientras el discurso de odio se expande por las redes sociales y medios de comunicación, en ocasiones con la connivencia de destacados funcionarios del gobierno.

En Guatemala, mientras el Estado blinda sus dinámicas corruptas expulsando a la CICIG del país y tramita leyes que suponen una amenaza para las organizaciones de Derechos Humanos y para los derechos fundamentales de la población, las mujeres seguimos siendo asesinadas -571 en lo que va de año- y las defensoras, especialmente las integrantes de los pueblos originarios, agredidas y criminalizadas por defender la tierra y nuestras comunidades.

En México, las periodistas son asesinadas y atacadas por ejercer su libertad de expresión y derecho a informar, las defensoras feministas enfrentan un discurso de odio y criminalización por denunciar las violencias contra las mujeres o por defender el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Quienes defienden los derechos de las personas migrantes son objeto sistemático de agresiones en el marco del pacto sobre política migratoria firmado por los gobiernos de México y Estados Unidos.

Cimac Noticias / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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6) NICARAGUA: CRISIS POLÍTICA HA DESPLAZADO LA ATENCIÓN A PROBLEMÁTICA DE LA VIOLENCIA MACHISTA

La Red de Mujeres Contra la Violencia denuncia que, pese a que la violencia contra las mujeres no se ha detenido en Nicaragua en 2019, la atención a las víctimas y la aplicación de medidas preventivas ha sido desplazada por la persecución política a los opositores. Evelin Flores, enlace nacional de la Red de Mujeres Contra la Violencia, señala que el gobierno sigue empeñado en atacar a las y los opositores y ha descuidado la seguridad ciudadana y por ende la lucha contra la violencia hacia las mujeres. Informe de Nélson Rodríguez desde Radio Universidad.

Escuchar audio: aler.org/node/6804 /
COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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7) NICARAGUA: DENUNCIAN TORTURA CONTRA AMAYA COPPENS, PRESA POLÍTICA

La madre y el padre de la presa política en Nicaragua, Eva Amaya Coppens Zamora, denunciaron que su hija ha sido golpeada por una oficial en el penitencial llamado “El Chipote”, donde está privada de libertad desde el 14 de noviembre.

Su madre, Tamara Zamora, contó a medios locales que las y los guardias no le habían pasado el medicamento para la presión que requiere, y que sus padres le habían comprado. “No la ví bien”, narró después de una visita con su hija ayer, además que “nos contaron que una oficial, agresivamente, la agarró del cuello y la dejó marcada.” Zamora solicitó la compañía de la Cruz Roja Internacional para constatar el estado físico de su hija.

Federico Coppens, su padre, habló en una entrevista radiofónica de “condiciones carcelarias similares a tortura, la luz encendida las 24 horas, les tiran la comida, se la machacan.” Narró que su hija, antes de ser golpeada, denunció el trato inhumano que recibían un padre y su hijo, ambos de Masaya, en una celda enfrente de ella: “Los arrastran por el suelo, los golpean, los patean, realmente un trato degradante”, dijo su padre.

Coppens fue arrestada junto con otras 15 personas defensoras el 14 de noviembre pasado, cuando llevaban agua a las madres de reos políticos que habían entrado en una huelga de hambre, en la iglesia San Miguel Arcángel en Masaya. Es la segunda vez que es privada en libertad: Luego de que la estudiante de medicina tuviera un rol protagonista en las protestas contra el gobierno de Daniel Ortega, fue arbitrariamente detenida y criminalizada en septiembre de 2018. Pasó 9 meses en prisión, donde fue torturada y sometida a trato inhumano, de acuerdo con la organización IM-Defensoras.

En junio de este año, Coppens fue liberada, junto con otras presas y presos políticos, producto de una controvertida amnistía. Pero la libertad duró sólo cinco meses, uno de los delitos que se le imputan en esta ocasión, es posesión ilegal de armas.

La Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil condenaron el trato cruel e inhumano del cual son víctimas las y los presos en el Chipote. Denunció que la custodia obliga a las y los jóvenes a comer en platos de color rojo y negro, alusivos al partido FSLN, lo que fue rechazado por las personas privadas de libertad, quienes “cubrieron los platos con pasta de dientes azul y blanco.” También “son constantemente maltratados y amenazados de muerte. Familiares informan que en más de una ocasión los oficiales de la Policía amenazan con tirarlos por un barranco cuando tengan sus audiencias de juicio oral y público”, informó la organización a través de redes sociales.

Otras organizaciones, como el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), y la Fundación Bianca Jagger Pro Derechos Humanos, también denunciaron el maltrato y exigieron la liberación de Coppens y de otras personas pesas políticas en Nicaragua.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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8) URUGUAY: SE APROBÓ LA LEY DE IGUALDAD Y NO DISCRIMINACIÓN EN BASE AL GÉNERO ENTRE MUJERES Y VARONES

El Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social, en su carácter de presidente del Consejo Nacional de Género, celebra que fue aprobada, por el Parlamento Nacional, la Ley de Igualdad y No Discriminación en base al Género entre Mujeres y Varones. Es un avance sustancial para que el Estado brinde garantías en la protección al derecho a la igualdad y no discriminación.

Incorpora definiciones conceptuales sobre igualdad, no discriminación y acceso a la justicia. Actualiza la normativa nacional en cumplimiento de los compromisos que Uruguay asumió ante organismos internacionales orientados a la promoción del ejercicio de los derechos humanos por parte de las mujeres.

Crea el Sistema de Nacional para la Igualdad de Género como el conjunto articulado de organismos e instituciones que tienen como finalidad garantizar dicha igualdad. Crea las Unidades Especiales en Género en todos los organismos públicos, con el fin de favorecer la aplicación de los derechos y principios establecidos en la ley.

Crea fondos concursables dirigidos a la sociedad civil para fortalecer la participación ciudadana.

Esta ley es producto del trabajo articulado del Consejo Nacional de Género —sus autoridades integrantes, los respectivos equipos técnicos, y las contribuciones de las organizaciones sociales— y contó con la asesoría jurídica de las doctoras Diana González y Alicia Deus y el apoyo de ONU Mujeres.

Esta normativa cierra una gestión del Consejo Nacional de Género y abre espacios y acciones específicas hacia la igualdad de género en el cometido sustancial de mejorar la calidad de vida de todas las mujeres de nuestro país.

Inmujeres / COMCOSUR MUJER Nº 626 – 09/12/2019
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” Luis Pérez Aguirre
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