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ARGENTINA Y URUGUAY: PADRE MAURICIO, DESAPARECIDO – comcosur al día 2215 – 19.06.2019

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 20 / Nº 2215 / Miércoles 19.06.2019 – Hoy:

1) Argentina y Uruguay: Padre Mauricio, desaparecido /Mariana Mota
2) Uruguay: El nuevo clientelismo de siempre: dinero, promesas de medicamentos gratis y trabajo /Pablo Alfano
3) La peste plástica va tomando nuestros órganos /Luis E Sabini Fernández
4) Suiza, movilización feminista y ciudadana /Sergio Ferrari
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¡CUMPLIMOS 25 AÑOS!

Fue un 19 de junio de 1994 que iniciamos este desafío de comunicación participativa y quisiera recordar nombres de queridos amigos y amigas que siempre están, casi clandestinos marcando un caminar, una forma, un sentido, que hemos intentado mantener en el tiempo.
Hoy quiero nombrar a Yessie Macchi, Carmen Améndola, Shirley Scorzo, Jure… y también a Jürgen Moritz, Regina Weps, Jorge Daniel Díaz, Eduardo Curuchet, Marga Cousillas, Antje Vieth, Carlos Ramos, Johanna, Verónica Verdía, Carlos Martínez, Daniela Otaño, Martha Yanicelli, Agustín Casares, Nicolás Tommasino, Gonzalo Alonso, Perla Dutra, Margrit Schiller, Ernesto Lamas, Judith Gerbaldo, Mario Farías, Felix Foster, Arturio Bregaglio, Oscar Aguilera, Leonel Yáñez, Elizabeth Salguero, Kintto Lucas, Ramón Haniotis, Carlos Osvaldo Catalogne, Sergio Ferrari, Carlos Iaquinandi Castro, Luis E. Sabini Fernández, Pablo Alfano, Fabián Werner, Walter Pernas, Samuel Blixen, Raúl Olivera, Gustavo González, Jorge Marrero, José Antonio Rocca, Jorge Zabalza, Alix Arnold, Rolf Satzer, Theo y Ángela, Gudrun, Érika y Kalle, Torsten, Ute Löhning, Luis Enrique Drews, Christian y Ulla, Esti Blazquez, Thomas Pasche, Ruth Gafner y Resu Dubach, Hilary Sandison, Vicki Méndez, Cecilia Duffau, Andrés Capelán, Beatriz Alonso, Belén Itza, Henry Flores y Carlos Dárdano.
Seguro me olvidé de algunas, algunos, pero aunque no estén nombrados viven en nosotros…¡fueron 25 años muy intensos!
A todos, a todas, gracias por compartir este viaje, por seguir caminando, y… miremos bien, al final del camino, ya se ve “la utopía”.
Carlos Casares

1) ARGENTINA Y URUGUAY: PADRE MAURICIO, DESAPARECIDO

La Comisión Nacional Honoraria de Sitios de Memoria, en cumplimiento de su cometido dado por la ley 19.641, decidió la colocación de esta placa en homenaje al padre Mauricio.

Mariana Mota, 14.06.2019

La Ley de sitios de memoria procura la declaración, creación y señalización de sitios de memoria como una forma de reconocimiento y recordatorio de aquellos lugares donde las personas víctimas del terrorismo de Estado sufrieron la vulneración de sus derechos por motivos políticos, ideológicos o gremiales.

Señalizar estos lugares procura la difusión de lo ocurrido, permitiendo la trasmisión de la memoria a la vez que se trata de una forma de homenaje y reparación a las víctimas y a la comunidad.

El padre Mauricio, Kleber Silva Iribarnegaray, nació en Montevideo en el año 1925, en una familia obrera. Su madre fue decisiva en la orientación religiosa que asumió iniciando sus estudios en Uruguay para luego continuar con su formación en la Patagonia en Argentina. Regresó tiempo después a Uruguay ejerciendo el sacerdocio en esta parroquia y vinculándose a las luchas sociales que se estaban desarrollando en la década del 60 en este país.

En la década del 70 regresa a Argentina. Los años siguientes fueron signados por el incremento de la conflictividad social y el advenimiento paulatino de las dictaduras en diversos países de América del sur. Se vincula con la Fraternidad de los hermanitos Foucauld una congregación religiosa dedicada por completo al servicio de los pobres. Desde entonces también se involucra en las tareas de barrendero. Dijo «Un buen día, con toda mi carga de esperanza, me sorprendí mirando a un barrendero… un hombre pequeño y sucio limpiando una calle… allí estaba mi lugar». Su condición de cura obrero encuentra entonces un lugar en este trabajo y en las personas que las vincula que eran, según expresara: «grupo humano muy pobre, que en su mayoría vive en las villas, en los alrededores de la ciudad”. Acompañó la lucha de los recolectores de basura por mantener su estatuto de empleados y llegó a ser muy conocido entre sus compañeros Su compromiso social, al igual que otros religiosos de la época como el obispo Angelelli, el Monseñor Romero, el padre Mugica, entre tantos que ofrecieron sus vidas por los más desprotegidos, se tradujo en acciones de solidaridad y concientización de los sectores más postergados de la sociedad compartiendo la condición social de los más pobres. Esto confrontaba fuertemente con la ideología dominante de la dictadura, regida por la Doctrina de la Seguridad Nacional donde todo proceder o pensamiento diverso al régimen era perseguido y aniquilado.

En ese contexto represivo, el padre Mauricio fue detenido un día como hoy, 14 de junio, en el año 1977, mientras realizaba sus tareas de barrendero en las calles de Buenos Aires, horas después de haber compartido el pensamiento religioso con sus hermanos en la capilla. Fue secuestrado por un grupo de particulares que testigos identificaron como pertenecientes a la policía bonaerense. Desde entonces, nada se sabe de su destino. Algunos refirieron haberlo visto en un centro clandestino de detención víctima de fuertes tormentos.

Desde el año 2014 se conmemora en Argentina esta fecha como el día del barrendero en homenaje al padre Mauricio.
Como tantos ciudadanos de Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Brasil y otros países de América que sufrieron las más cruentas dictaduras, el padre Mauricio fue víctima del terrorismo de Estado.

La desaparición forzada de tantas personas como el padre Mauricio constituye una vulneración masiva de derechos fundamentales y se instaló como una práctica sistemática en todos estos regímenes con especial énfasis en la dictadura de Argentina.

A cada detención o secuestro le siguió un largo silencio por quienes fueron responsables de las políticas represivas sobre el destino de tantas personas. Este proceder desplegó el terror hacia las familias y a la comunidad y hasta hoy, no han podido conocer la suerte corrida por las víctimas.

Volver sobre estos hechos es necesario. Porque es necesario saber del pasado para poder construir el futuro. El pasado está por delante, no es una carga que llevamos, sino que va diciéndonos lo que está delante, es precisamente lo que nos permite ir adelante.

Esto quiere decir que no hay cabida a expresiones como las que oímos a veces: eso es cosa del pasado, o dejemos el pasado atrás, o incluso la división, respecto a vulneraciones a los derechos humanos, entre aquellas ocurridas en el pasado por contraposición a las vulneraciones del hoy, significándolas a estas como actuales y por ende de atención prioritaria.
No se trata que de aquellas les dé atención la historia y de estas se ocupen las políticas públicas. En realidad, tanto unas como otras refieren a lo mismo, a los derechos humanos y a su protección – o a su vulneración- y a cómo se atiende tales violaciones, cómo se repara, cómo se previene y cómo se garantiza que no vuelva a ocurrir.

Debemos entonces considerar que la política de memoria, especialmente la vinculada a la violación de los derechos humanos, se resiste a ser considerada una etapa del pasado concluida. Ya sea por un imperativo de la memoria que exige recordar lo que pasó y que se pretendió borrar ya sea ocultando o destruyendo prueba, sea bajo un deliberado relato negacionista o parcial, o porque la historia no ha logrado restablecer la verdad de lo ocurrido, o sea porque la justicia no ha avanzado hacia la sanción de los responsables y en la reparación de las víctimas, ese pasado sigue ahí y se vuelve a expresar, reclamando atención para entender el presente.

Las políticas de memoria no son, pues, meros ficheros de recuerdos, son la manera en que debe leerse el presente.
Cuando una sociedad ha transitado graves conflictos sociales protagonizados por el Estado como principal agresor, las acciones que se desarrollen a partir del restablecimiento democrático incidirán sustancialmente en esa recuperación democrática y, consecuentemente, en la reparación de las víctimas de las graves violaciones a los derechos humanos.

Es entonces que las acciones estatales que deben llevarse adelante necesitan abordar ese período pasado dirigiéndose a la investigación y sanción de los responsables de crímenes de lesa humanidad. Pero también tiene que estar orientado a relevar a las víctimas y definir políticas de reparación de los daños ocasionados a éstas
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Actos como este, de recuerdo de quienes dedicaron su vida a la defensa de los derechos humanos, de aquellas personas que resistieron la instalación de un Estado depredador de los derechos de sus ciudadanos, permiten, además de rendir un justo homenaje a sus luchas, tomar conciencia del deber de todos en conocer las maneras en que debemos defender los derechos, así como exigir una actuación del Estado que sea fiel garante de su ejercicio.

Leído por Mariana Mota en el homenaje al Padre Mauricio
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 20 / Nº 2215 / Miércoles 19.06.2019
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2) URUGUAY: EL NUEVO CLIENTELISMO DE SIEMPRE: DINERO, PROMESAS DE MEDICAMENTOS GRATIS Y TRABAJO

Los “voluntarios” de Juan Sartori ofrecen empleo y efectivo por colocar balconeras y el propio precandidato reparte MedicFarma, una tarjeta que será válida «cuando sea presidente»

Pablo Alfano / Sudestada, 16.06.2019

Un plato de buseca o de guiso de lentejas caliente acompañado de un vaso de vino tinto, un chorizo al pan, chapas para el techo de una vivienda, traslados gratis en ómnibus y la tarjeta personal de algún dirigente de medio pelo con la promesa de un empleo en caso de ganar las elecciones, son algunas de las prácticas más conocidas para captar votos utilizadas por los partidos políticos.

Totalmente ajeno a las críticas que recibe desde dentro y fuera de su partido el precandidato nacionalista Juan Sartori despliega estrategias similares, que son barnizadas con hashtags o videos a través de las redes sociales. El mismo clientelismo de siempre, pero con una presentación aggiornada a los tiempos que corren.

Fiel a las viejas prácticas del clientelismo político el propio Sartori recorre los barrios más humildes del país donde comenzó a repartir personalmente la tarjeta MedicFarma, con la que jubilados y pensionistas podrán acceder a medicamentos gratis en cualquier farmacia. Esta tarjeta será válida “a partir del día que Sartori tome posesión como presidente”, el 1° de marzo de 2020.

En su cuenta personal de Twitter, Sartori aparece en un video con la tarjeta en la mano y asegura que la distribuye es “por el bienestar y la prosperidad de nuestros jubilados que tan mal la están pasando”.

En el mismo video asegura que su plan para crear 100 mil puestos de trabajo en todo el país «ya está empezando a funcionar» y anuncia que comenzó la distribución de MedicFarma, la tarjeta con la que “cualquier jubilado o pensionista podrá obtener sus medicamentos gratis en cualquier farmacia del país”.

Para acceder a esta tarjeta los jubilados o pensionistas que son abordados en la calle por los “voluntarios” de Sartori deben llenar un formulario con todos sus datos personales, incluido el número de Credencial Cívica. Estos formularios pasan a formar parte de la base de datos del multimillonario quien instaló un call center en su búnker electoral, ubicado en la plaza Independencia, frente a la sede de Presidencia de la República.

Sartori anunció la idea de crear esta tarjeta, el 6 de mayo pasado, durante un acto en el club Verdirrojo, en el Cerro, cuando presentó su denominado Plan de Todos. “Veo un país donde nuestros abuelos no tengan que preocuparse más por los medicamentos. Mi compromiso con los jubilados es garantizar el acceso a tratamientos especializados a través de la tarjeta MedicFarma, medicamentos en las farmacias, se acabaron los tickets, todos van a tener acceso sin costo a los medicamentos que necesitan”, dijo en aquella oportunidad. Lo que nunca explicó es que MedicFarma se crearía en plena campaña electoral como un instrumento para conseguir votos.

La promesa de medicamentos gratuitos –algo a lo que los usuarios de Salud Pública ya tienen acceso en Uruguay desde hace décadas- que Sartori lanzó de forma sorpresiva es muy distinta a la que aparece en su programa de gobierno: “Lanzaremos un programa de universalidad farmacéutica para jubilados y pensionistas (‘MedicFarma’) que permita, mediante la negociación centralizada nacional de las adquisiciones de medicamentos, abatir el costo de los mismos, en base a escalas decrecientes, según el monto de ingresos”.

“Eso es demagogia, no tiene otra forma de ser descripto”, dijo la precandidata del Frente Amplio, Carolina Cosse, al ser consultada sobre esta tarjeta. Cosse sostuvo que la distribución de esta tarjeta “es una manera engañosa y abusiva de tratar a los sectores más débiles de la población”.

El precandidato colorado Ernesto Talvi también criticó este anuncio y aseguró que está dispuesto a presentar una denuncia por engaño, en caso que no le entregran los medicamentos a los jubilados y pensionistas. «Sartori dice a cámara, sin matices ni condiciones que “con esta tarjeta cualquier jubilado o pensionista podrá obtener sus medicamentos gratis”. Estamos localizando alguno y lo acompañaremos a una farmacia. Si no se los dan, haremos la denuncia por engaño. ¿O hay otra palabra?».

La estrategia de Sartori no sólo incluye llamadas telefónicas desde su call center o sus apariciones en redes sociales, sino que este extranjero de la política apuesta fuerte a su recorrida por los barrios más pobres del país.

En La Carbonera y Pororó, dos barrios muy humildes, cercanos al barrio Colón, en Nuevo París y aparecen balconeras y banderas del candidato que jamás votó en Uruguay en casas donde en las elecciones pasadas la supremacía electoral la tuvieron el Movimiento de Participación Popular (MPP) y la Lista 711 que orienta el ex vicepresidente Raúl Sendic, entre otros sectores del Frente Amplio.

Los “voluntarios” del millonario reclutan a referentes barriales que están al frente de clubes de la zona o de organizaciones sociales que muchas veces hacen el trabajo que no realiza el Estado. La estrategia es bastante simple: estos referentes recorren las casas y le proponen a los vecinos colocar balconeras, a cambio de una suma de dinero que no hace la diferencia: de 500 a 2 mil pesos. Y la promesa de ensobrar listas y, obviamente, votar al multimillonario el próximo 30 de junio.

El ex diputado y dirigente nacionalista Alem García fue quien le facilitó a Sartori el ingreso al Partido Nacional al admitir su incorporación a su sector Todos por el Pueblo. Pero el mentor y mano derecha de Sartori es otro blanco de bajo perfil quien, entre otras cosas, orienta la estrategia de disputarle los votos a la izquierda en las zonas más humildes. Es él quien lo acompaña a la mayoría de las recorridas barriales “de tierra” donde Sartori repite como un mantram “Cuento contigo, contá conmigo”.

Se trata de Oscar Costa un coronel retirado del Ejército, quien entre 1974 y 1975 se desempeñó como oficial en el Batallón Florida. Costa, quien en las elecciones pasadas se presentó ante el Directorio del Partido Nacional para ser precandidato, es amigo de Sartori y, junto a él, fundó la International Cannabis Corporation (ICC), una de las dos empresas que proveen de marihuana al Estado uruguayo y que fue vendida hace poco a la firma canadiense Aurora Cannabis, por unos 200 millones de dólares.

Pablo Alfano / Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 20 / Nº 2215 / Miércoles 19.06.2019
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3) LA PESTE PLÁSTICA VA TOMANDO NUESTROS ÓRGANOS

Luis E Sabini Fernández – revistafuturos.noblogs.org/

Monsanto… hasta de sus últimas sílabas se podría extraer una filosofía de la inversión de la verdad, de que todo resulta opuesto a lo proclamado…

Monsanto es el agente clave para la expansión de la agrondustria que le ha signficado a la humanidad, el campesinicidio más generalizado (lo cual en cifras no tiene parangón con ningún otro trastorno demográfico y ocupacional en la historia humana; baste pensar que hace un siglo las sociedades podían tener un 75% o un 90% de población dedicada a tareas rurales y hoy se estima en 2%, 4%, 10% la población “dedicada al campo” en la inmensa mayoría de los estados del orbe).

Esa “extirpación” del campesinado no es el mero avance de la humanidad; no es el canto al progreso-siempre-mejor que nos insuflan desde los centros de poder; es una suma algebraica de avances y retrocesos de los cuales la historia oficial solo nos muestra, siempre, “los avances”.

Hay un formidable avance en los medios de comunicación y en los de transporte, pero también una pérdida de experiencia y conocmiento para tratar a la naturaleza, por ejemplo.
Pero Monsanto dista mucho de haber sido –y seguir siendo− únicamente el pivote de la “La Revolución Verde”, la agroindustria y la contaminación de los campos.

Durante la guerra que EE.UU. desencadenó para imponer la democracia en Vietnam (y que tras 14 años tuviera que abandonar), por métodos, no precisa-mente muy democráticos, el papel de Monsanto fue protagónico: proveedor, aunque no exclusivo, de Agente Naranja; el agrotóxico que la aviación de EE.UU. diseminó masivamente en los campos vietnamitas para “quitar el agua al pez”.

Pero las contribuciones monsantianas vienen de tiempo atrás. Fundada en 1901 para elaborar productos químicos inicialmente dedicados a sustituir alimentos naturales, −los cada vez más conocidos y difundidos aditivos alimentarios− como, por ejemplo, vainilina para cortar la dependencia culinaria hacia las islas Célebes de donde se la extraía tradicionalmente.

Tal comienzo debía haber abierto los ojos de los contemporaáneos. La sacarina, uno de los primeros producos de Monsanto, de la primera década del s.XX, ha sido desechada por tóxica. Con su extremo dulzor con dejo amargo.

Con el paso del tiempo, su capacidad de incidir en el “desarrollo tecnológico” se fue ampliando y la consiguiente toxicidad de su producción también. Desde la década del ’20 produce PCBs, los temidos polibifenilclorados que luego de décadas de uso “inocente”, o más bien impune, se iban a revelar con una altísma toxicidad generando innumerables cánceres infantiles.

En la década del ’30, significativa y sintomáticamente Monsanto se convierte en productor de primera línea de otro gran triunfo de la modernidad ciega y soberbia, derrochando venenos en el planeta, expandiendo el uso de los termoplásticos, encontrándose así en los puestos de “vanguardia” para el envenenamiento planetario. Estos plásticos, como los anteriores (rígidos) tenían un rasgo que debía haber hecho reflexionar un tanto: eran materiales no biodegradables. El idioma humano no tenía siquiera una palabra para enunciar semejante realidad. Hasta los “logros” de la petroquímica, nuestros materiales, nuestros objetos, eran naturaleza. Y por lo tanto, a la corta o a la larga, “volvían” a ella; una suerte de reciclado (a veces muy complejo, pero siempre total). Pero con los plásticos se rompen los ciclos naturales (para no mencionar los bióticos, ahora amenazados). La naturaleza no puede reabsorber, reasimilar productos engendrados de tal modo que han perdido todo parentesco con el mundo natural.

Lo que podía haber sido una advertencia sobre un camino ominoso fue en cambio muy bien recibido para abaratar costos, mejor dicho para abaratar los costos del capital. Que prefiere productos baratos en lugar de buenos. Una cuestión de rentabilidad, pero empresaria, no social, aunque todos sus argumentos se basan en que se trataría de rentabilidades de la sociedad.

Con el horizonte de una guerra inminente y el recuerdo de la anterior con sus peripecias en las trincheras, los soldados asolados por chinches y piojos, investigadores se dedicaron a pergeniar insecticidas. Así Monsanto trajo al mercado el DDT (descubierto por un técnico suizo alemán en 1939), una solución radical a las vicisitudes provocadas por insectos. Sin embargo, la guerra que se desata en 1939 no tendrá trincheras; la aviación y los bombardeos cambiarán el panorama y la estructura de las guerras, y los insecticidas quedarán arrumbados. Por eso, en la posguerra, los laboratorios buscarán empecinadamente nuevos usos a sus investigaciones y aplicaciones y empezará así la aplicación de insecticidas a la agricultura. Será el momento del combate químico a “las plagas”. Que hasta entonces se atendían y enfrentaban mediante usos físicos o biológicos. Así llegaremos a la Revolución Verde.

Monsanto resultó, una vez más, pieza clave, pivot del Ministerio de Agricultura de EE.UU. (USDA) cuando en los ’90 el gobierno norteamericano decide un plan alimentario mundial, “basado en las pampas argentinas y las praderas norteamiericanas”. Cuando los emporios de la agroindustria estadounidense se sintieron fuertes como para adminstrar los alimentos del planeta. Este plan se desencadena a partir del recurso de la ingeniería genética aplicada a alimentos, con la producción masiva y en permanente expansión de alimentos transgénicos.

Antes, Monsanto había tenido el dudoso honor de patentar otro edulcorante, probablemente más tóxico que la problemática sacarina: el aspartame.

Son varios, entonces, los “aportes” a una alimentación degradada, tóxica, como por ejemplo la somatotropina bovina, una hormona que ha sido rechazada de plano en los mercados europeos, por ejemplo (aunque en EE.UU. se la consume libremente). Fue diseñada para aumentar la produccion de leche y los reparos provienen que diversas investigaciones la asocian fuertemente con cánceres de mama y de próstata.

La “perla” de tantos nefastos aportes, siempre tolerados por las autoridades sanitarias de EE.UU. y sus satélites y claramente adoptados y aplaudidos por el mundo empresarial “moderno”, ha sido el tratamiento y el procesamiento de los plásticos que no son alimento pero que tienen una insidiosa cualidad y están muy vinculados a los alimentos. Como ya es de público conocimiento, las montañas de plásticos; los basureros gigantescos compuestos en un 90% de material plástico, las islas oceánicas, flotantes, con superficies mayores a las de los más grandes países del planeta, constituyen un problema de creciente actualidad.

Pero se trata de un problema menor, pese a su envergadura, ante la cuestión de otro aspecto descuidado de los desechos plásticos: sus micropartículas. Que están urbi et orbi.
Como lo plástico, ya dijimos, no es biodegradable, la erosión va achicando, rompiendo, despedazando los envases, las bolsas, hasta perderse de vista. Pero así, microscópicas, siguen siendo partículas. Que no se biodegradan, que respiramos e ingerimos a diario.

Una cancha de fútbol de pasto sintérico, debido a la fricción a que su superficie es sometida, es un sitio “ideal” para la producción de micropartículas plásticas.

La erosión en general; el agua y el viento producen permanentemente micropartículas plásticas.

Hay quienes empiezan a preguntarse a dónde van las partículas que se desprenden permanentemente de los materiales plásticos que están prácticamente en toda nuestra vida cotidiana. La pregunta es, como siempre, tardía. Porque el sentido común ha cedido el paso al lavado de cerebro que nos encanta y cautiva con lo novedoso, lo moderno.

Finalmente, la Universidad de Newcastle, Australia, tras laboriosos conteos de material “iivisible a los ojos” ha establecido magnitudes aproximadas de consumo involuntario de micropartículas plásticas: unas cien mil al año, que traducido en peso equivaldría a unos 250 gramos. Otra estimación que han hecho con semejante ingestión: unas 50 tarjetas de crédito al año (a razón de un peso de 5 gr. por tarjeta, lo que equivale a una tarjeta ingerida por semana, por vías respiratoria y disgestiva). Porque las principales fuentes de ingreso a nuestros cuerpos de tales micropartículas es mediante alimentos, agua y aire.

Se ha verificado, por ejemplo, que el agua potable en EE.UU. tiene el doble de tales micropartículas respecto de la correspondiente europea. (Ibídem) Pensemos, un minuto apenas, cuántas de tales partículas puede haber en las aguas potables de países como Uruguay, Argentina, Brasil…

El mundo médico ha sido más bien remiso en informar qué puede ocurrir en nuestros cuerpos con los microplásticos. Y sin embargo, hay investigaciones de biológos como los norteamericanos Théo Colborn, John Peterson Myers y Diane Dumanovsky , por ejemplo, que a mediados de los ’90 relevaron la presencia de partículas plásticas invisibles de policarbonato (PC), de polivinilcloruro (PVC), en numerosos animales que presentaban, junto con estos “alteradores endócrinos” diversas malformaciones o trastornos en la vida sexual y reproductiva. Y, por ejemplo, rastrearon la presencia de Bisfenol A (ingrediente del PC), un reconocido alterador endócrino, en bebes (sus biberones estaban hechos de PC).
Nuestra estulticia, no sabemos si tiene precio, nos tememos que sí. Pero lo que es indudable es que es inmensa.

Luis E Sabini Fernández
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 20 / Nº 2215 / Miércoles 19.06.2019
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4) SUIZA, MOVILIZACIÓN FEMINISTA Y CIUDADANA

Huelga de mujeres, jalón histórico por reivindicaciones femeninas

Sergio Ferrari

Veintiocho años después, día por día, de la gran huelga de mujeres del 1991, Suiza se convierte hoy en escenario de la batalla sindical-asociativa-feminista más trascendente de lo que va del siglo XXI. Decenas de miles de mujeres -sostenidas por hombres solidarios- ganaron las calles de todo el país desde la medianoche del viernes 13, convocadas por los principales sindicatos, organizaciones asociativas, grupos feministas y, muchas veces, por iniciativa propia.

País tan *enriquecido* como, en diversas áreas, “minusválido” en cuanto a derechos esenciales, la consigna principal de la movilización fue la igualdad salarial. No está muy lejano el día en que las mujeres helvéticas, apenas en 1971, obtuvieron el derecho al voto, muchos más tarde que en un gran número de naciones latinoamericanas o de otros países europeos.

Solo diez años más tarde, en 1981, la igualdad formal tomó forma redaccional en la Constitución Nacional. Pero su aplicación real no avanzaba en la realidad, lo que agotó la paciencia femenina y desencadenó una profunda ira social que desembocó el 14 de junio de 1991 en una huelga nacional, que movilizó a medio millón de personas, cuando para entonces la población nacional oscilaba en los 4 millones.

Las leyes son buenas…pero siempre hay formas de irrespetarlas, dice el adagio popular. Y casi 40 años después del artículo constitucional nunca realmente cumplido, una nueva ola de indignación ciudadana reactualiza la historia y sacude las calles, como pasó en España, Bélgica y otros países del continente en marzo pasado.

Realidad salarial alarmante

La diferencia del salario entre una mujer y un hombre es, en promedio, cercano al 20 %. Marco dramático si se considera que en un 40 % de los casos, esa diferencia no se puede justificar ni por diferencia de formación, de experiencia o de nivel responsabilidad…sino, solamente, por la simple razón de ser mujer.

No sorprende, entonces, que, en los medios de comunicación, casi mil 200 periodistas (mujeres y hombres) convergieran, en pocas semanas, en el manifiesto “Sin mujeres no hay información”, preparando así, desde este sector, la movilización de este viernes 14 de junio.

Con el apoyo de dos sindicatos de la rama, SYNDICOM y SSM, el documento en línea (www.journalistinnen.ch) señala “las discriminaciones sistemáticas que golpean también a las mujeres en los medios”.

3 de cada 4 puestos de dirección, explican las comunicadoras, están ocupados por hombres. El personal de las redacciones políticas, económicas y de opinión -claves en la formación de conciencia y por lo tanto de poder- es en un 70% masculino. En las empresas suizas de prensa, a pesar de la igualdad de experiencia profesional, las mujeres ganan actualmente un promedio de 700 francos mensuales (igual cifra en dólares estadounidenses) menos que los hombres. Diferencia que, a nivel de puestos jerárquicos, puede llegar incluso a los 1.400 francos.

Para la mayoría de las mujeres periodistas, insiste el documento, “la maternidad se convierte un obstáculo para la carrera”. Por lo cual exigen, entre otras reivindicaciones, formas de trabajo que permitan compatibilizar las responsabilidades profesionales y las necesidades familiares. A lo que se adjunta la exigencia esencial de la paridad salarial; la lucha contra el “sexismo en el periodismo” y contra toda forma de acoso, fenómeno que impacta redacciones y centros de trabajo.

Creatividad popular

Descentralizada en cada cantón, municipio o ciudad, la movilización de este 14 de junio adquirió las formas más diversas y originales. Un mapa virtual de miles de iniciativas fue dibujando un viernes tan particular como combativo.

Paros efectivos por minutos u horas en algunos lugares de trabajo; almuerzos colectivos durante las pausas; actividades socio-culturales; movilizaciones callejeras centralizadas; artistas que anunciaron la suspensión de sus funciones; administraciones públicas de algunos municipios desiertos; iglesias -protestantes y católicas- asociadas a la protesta; jóvenes del movimiento ambientalista participando en la jornada…

Una cerveza “femenina” promovida por la Unión Sindical Suiza (la principal confederación laboral del país) fue uno de los soportes lúdicos de la actividad. Así como banderas, camisetas, broches, silbatos, y elementos distintivos que le pusieron música y color (el violeta de la Marcha Mundial de Mujeres) a la protesta, que tuvo más que ver con festejo popular que con formales métodos tradicionales de lucha.

La promoción de solidaridad internacional estuvo activamente presente en la convocatoria helvética. Fueron 300 los delegados de casi 150 países, reunidos en Túnez, en el 30mo Congreso de la Federación Internacional de Periodistas, que votaron el mismo viernes 14 una moción de apoyo incondicional a la movilización en Suiza. Numerosas centrales sindicales europeas y mundiales también apoyaron la iniciativa de las mujeres suizas.

Que hoy dijeron “¡basta a la desigualdad!”, pero que mañana, seguramente, seguirán convocando a nuevas protestas en una sociedad que a pesar de su ALTO desarrollo económico sigue enredada en valores patriarcales dominantes.

Sergio Ferrari /Journaliste RP/periodista RP
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 20 / Nº 2215 / Miércoles 19.06.2019
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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COMCOSUR AL DÍA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR /
Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares / Apoyo técnico: Carlos Dárdano.
Colaboran:
Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL.
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sergio Ferrari (en colaboración con swissinfo.ch)
Kintto Lucas (Ecuador)
Gustavo González – Jorge Marrero – José Antonio Rocca – Jorge Zabalza
Con noticias de: Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)
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