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BRASIL: YA NADA ES LO QUE ERA

1) La jugada maestra detrás de la operación Panamá papers –
2) Los ‘Panama Papers’ y la falta de transparencia –
3) La verdad según las corporaciones –
4) ¿Alguien se acuerda de Bahréin? –
5) Joao Pedro Stedile habla sobre la crisis en Brasil

COMCOSUR — POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 16 / Nº 769 / Miércoles 13 de Abril de 2016 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares

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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) La jugada maestra detrás de la operación Panamá papers
Níkolas Stolpkin (Rebelión)

Como bien es sabido, antes de tragar se debe masticar bien lo que se está llevando a la boca. Por estos días nos han dado de comer el famoso «Panamá papers» como la «filtración de documentos confidenciales más grande de la historia», con «11.5 millones de documentos» de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca. En los documentos se revelaría cómo personas con grandes capitales relacionadas con la política, los negocios, el deporte y el espectáculo estarían «ocultando sus riquezas». Poniendo énfasis en posible lavado de dinero y evasión de impuestos.

Ayer, como bien recordarán, fueron las famosas filtraciones de Wikileaks, relacionadas con cables del Departamento de Estado estadounidense y sus embajadas por el mundo. Estas fueron reveladas por la gran prensa a finales del 2010, curiosamente un par de semanas antes de que cayera muerto Mohamed Bouazizi, cuya muerte desencadenaría lo que se denominaría como la «Primavera Arabe».

Llama mucho la atención la relación que estas «revelaciones» gustan tener con los grandes medios de comunicación occidentales y la función que han venido cumpliendo. Por ejemplo: las revelaciones de Wikileaks tuvieron un rol activo en la «Primavera árabe» que no deberíamos olvidar junto con los ataques cibernéticos de «Anonymous», defensores de Wikileaks. No hay que olvidar que la difusión de aquellos cables, a través de los grandes medios, contribuyeron en parte a la desestabilización del Medio Oriente y el Magreb.

Hoy nuevamente tiene lugar esta relación documentos-grandes medios de comunicación, y que tal como ocurrió con los cables de Wikileaks, lo más probable es que cada cierto tiempo nos encontremos con muchas más «revelaciones». Tal como si fuese una caja de pandora.

Operación «Panamá papers»

Pero ¿de dónde proviene tamaña filtración? Todo lo que sabemos es que la información fue obtenida de una fuente anónima, progresiva y gratuitamente desde hacía más de un año, o un año aproximado, por el diario alemán Sueddeutsche Zeitung y que, para procesar tamaña cantidad de información, fue compartida benévolamente con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (International Consortium of Investigative Journalists – ICIJ), creada en 1997 por iniciativa del Center for Public Integrity.

¿Quién financia al Center for Public Integrity? Puras perlas. Las más destacables: Rockefeller Brothers Fund, Rockefeller Family Fund, Open Society Foundations, Ford Foundation, Carnegie Corporation of New York, etc.

¿Quién financia al ICIJ? Entre los más destacados se encuentran la Open Society Foundations y The Ford Foundation. La primera está directamente ligada con el conocido especulador financiero George Soros que, a su vez, es miembro activo del Council on Foreign Relations (CFR), la estructura más influyente de la política exterior estadounidense. La segunda es una fundación que históricamente ha estado relacionada con la CIA, y que le sirve de fachada, al igual que la USAID. Como bien algunos sabrán, George Soros se le conoce mucho por haber jugado un papel clave tanto en la conversión de los países socialistas de Europa al sistema capitalista (a finales de la década de los 80´) como en la «Revolución de las Rosas» en Georgia (2003). Y de la CIA no hay mucho que hablar, todos sabemos su papel que ni hace falta presentación. América Latina la conoce muy bien.

No es que pongamos en duda las «revelaciones» de millones de documentos en manos de la ICIJ. Lo que ponemos en duda es el objetivo que buscan tales «revelaciones».

Todos sabemos que estas prácticas del gran capital y los paraísos fiscales existen, y desde hace mucho que existen, lo que nunca sabemos son los nombres de quienes han transferido activos a estos paraísos fiscales. Pues bien, con el «Panamá papers» se revelan los nombres que posee la firma Mossack Fonseca. El problema es que los medios, sin conocer aún los orígenes de esos activos, lo relacionan automáticamente con prácticas oscuras. ¿O caso los medios creen haber descubierto América?

Es así, entonces, como nos encontramos con una práctica habitual utilizada por los medios: condenar antes de investigar, o llámese «sensacionalismo mediático».

Al principio podíamos ver una clara tendencia a centrarse en la imagen de Vladimir Putin, presidente de Rusia. Pero resulta ser que su nombre, tal como han indicado, no se encuentra en tales «revelaciones». Por lo que ya podemos sospechar de que todo se trataría de distraer y que cada país se encargue de tener su propio circo en casa.

Estados Unidos con la operación «Panamá papers» estaría reafirmando, por un lado, su propaganda hostil en contra de sus enemigos, tales como Rusia, China, Venezuela o Siria, para así seguir apostando por la desestabilización de aquellos gobiernos no alineados a las directrices de Washington. Todo lo demás serían «daños colaterales».

Y quién sabe si dentro de aquella lista de los «Panamá papers» se encuentre Donald Trump o su círculo más intimo, y se vea perjudicado en su carrera por la presidencia de los Estados Unidos. Pero la información no es sacada al azar. Si Donald Trump está implicado, entonces podrían esperar el momento indicado. ¿Será la oportunidad para bajar a Donald Trump de la carrera presidencial?

El Mensaje

El mensaje que está enviando el asunto «Panamá papers» es que los capitales ya no están seguros en paraísos fiscales como Panamá, el gran chivo expiatorio. Por lo que los grandes capitales podrían verse obligados a trasladar sus activos a un lugar más seguro y con menos restricciones.

Ahora bien, la pregunta sería dónde. Esta es la parte buena e interesante que hay que poner mucha atención. A principios del presente año (27 de enero) la afamada compañía de información financiera Bloomberg publicaba un interesante artículo firmado por Jesse Drucker, periodista de investigación, en el que destacaba que Estados Unidos se estaba convirtiendo en el «paraíso fiscal favorito de las grandes fortunas». Según el artículo, el director de Rothschild & Co, Andrew Penney, aconsejaba a los grandes capitales a trasladar sus fortunas a Estados Unidos porque se había convertido en la «mejor opción».

Y efectivamente, ya existen firmas proveedores de servicios en paraísos fiscales que ya están trasladando sus clientes a Estados Unidos, señala. Pero ¿por qué Estados Unidos? Porque simplemente no está dispuesta a plegarse a las nuevas normativas de la OCDE firmadas en el 2014 (CRS o Norma de Información Común), la cual busca aumentar las medidas de control y transparencia para las cuentas bancarias depositadas en el extranjero. El artículo señala, y mucha atención aquí: «La firma (Rothschild & Co) dice que su desembarco en Reno (EEUU) responde al interés de las familias de todo el mundo por la estabilidad de EEUU».

Una economía que ha perdido influencia en estas últimas décadas… No estaría mal que le reanimara unas fuertes dosis de capital.

Conclusión

Saquen sus propias conclusiones. Nosotros ya sacamos las nuestras. Si bien EEUU está reafirmando su propaganda hostil contra sus enemigos, toda esta operación mediática titulada como «Panamá papers» trata más bien de una maniobra de «Shock» para que los grandes capitales se vean obligados a trasladar sus capitales a una zona segura y así, de paso, eliminar cierta competencia que pueda haber.

Por lo que podríamos especular de que habrá, o ya está ocurriendo, una significativa fuga de capitales a paraísos fiscales más seguros. Y como podrán notar, Estados Unidos es «la mejor alternativa». Los periodistas de «investigación» o los grandes medios, por supuesto, no están interesados en monitorear alguna «fuga de capital», sino en animar el circo, por lo que difícilmente saldrá algo de aquello en los medios.

Olvidémonos de si fulano o mengano aparece en los «Panamá papers», todo ello es distracción, especialmente diseñado para el vulgo. Allá ellos lo que quieran seguir distraídos con el circo. Lo cierto es que mientras nos distraen otros sacan provecho.

La operación «Panamá papers» se trata de una maniobra inteligente para poder reactivar la alicaída economía de los Estados Unidos.

MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2016 – COMCOSUR
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2) Los ‘Panama Papers’ y la falta de transparencia
Marco A. Gandásegui h. (Alai)

¿Qué trama política hay detrás de los 12 millones de documentos de la firma forense panameña Mossack Fonseca que el periódico alemán Süddeutshe Zeitung dice poseer? ¿Qué importancia tienen las 120 mil empresas de papel creadas por Mossak Fonseca en 40 años al lado de más de 10 millones que existen en EEUU y Europa?

Hay que aclarar, en primer lugar, que los documentos electrónicos de la firma panameña no fueron filtrados (leaked). Fueron ‘hackeados’. En otras palabras, el sistema fue penetrado y la información fue robada por agentes profesionales cuya identidad, por el momento, se desconoce. Según la Gazeta del Sur de Alemania, “la información provino de una fuente anónima”. Pero el diario agrega que “se supone que algunas computadoras del despacho Mossack Fonseca fueron intervenidas por hackers a fin de obtener correos electrónicos, certificados, estados de cuenta y otros muchos documentos”.

La entidad que se hace responsable del ‘hackeo’, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), con sede en Washington, DC, EEUU, es financiada por los Think Tanks más reconocidos del establishment conservador de EEUU y Europa. El periódico alemán, Süddeutshe Zeitung, asumió el liderazgo en el reportaje sobre la firma panameña que maneja Ramón Fonseca Mora.

Curiosamente, entre los millones de documentos que le fueron hackeados a Fonseca, muy pocos se refieren a los negocios que la firma realiza con sus contrapartes en EEUU, Gran Bretaña o Europa occidental. Son en estos países donde se realizan las transacciones más grandes. Las revelaciones se detienen con detalle en Rusia, Islandia, México, Brasil, Argentina y España. Países importantes, pero con economías enanas comparadas con EEUU y Europa occidental.

Fonseca señala que entre sus socios más importantes se encuentran bancos y abogados en Miami (Florida) y el estado de Nevada en EEUU. Este último, junto con Delaware, son las ‘lavadoras’ más grandes del mundo. Compiten con sus contrapartes en el Canal de la Mancha (Gran Bretaña). Estas lavadoras, sin embargo, no son consideradas ‘off-shore’ (extranjeras) y pueden operar debido a la protección que reciben de sus respectivos gobiernos (Washington y Londres, respectivamente).

Panamá tiene una tradición oscura de prestar servicios a los grandes capitales financieros mundiales que se remonta a la década de 1920. En aquel entonces se creó en Panamá la ‘sociedad anónima’ para empresas británicas y norteamericanas sin dar a conocer sus propietarios. Poco después apareció el sistema para abanderar barcos de los grandes países con flotas marítimas. Estas operaciones no son ‘ilegales’ pero son inmorales. Les permite a los grandes propietarios de esos países lavar su dinero mal habido y evadir compromisos con sus respectivos fiscos. En la actualidad, los gobiernos de Washington y Londres toleran el llamado ‘blanqueo’ siempre y cuando se haga dentro de sus fronteras, no en lo que llaman los ‘paraísos fiscales’ de otros países.

Las rendijas que le permitían a los abogados y bancos ‘off-shore’ prestarle servicios a las grandes empresas de EEUU y Gran Bretaña para lavar dinero parecen haber sido cerradas por el FMI. La OCDE sigue persiguiendo a las firmas ‘off-shore’ que le prestan servicios a los multimillonarios que no quieren pagar impuestos en sus países de origen. Esta persecución no afecta a los bancos y abogados en EEUU y Gran Bretaña (que no son – por definición – ‘off-shore’).

En conclusión, los abogados panameños que prestan servicios a empresas norteamericanas, británicas y de otros países se encuentran bajo la mira de los gobiernos que quieren que el negocio regrese a casa. Estos gobiernos han atacado formalmente a los ‘blanqueadores’ panameños y de otros países ‘off-shore’ a través del FMI y de la OCDE. Ahora han dado un segundo paso. EEUU y Gran Bretaña quieren introducir otro elemento al ataque frontal contra las operaciones de bancos y abogados fuera de sus respectivas jurisdicciones. Bajo el manto de supuestas investigaciones periodísticas, han descubierto el mundo tenebroso de las transacciones financieras internacionales de países, gobernantes y otras personalidades que son descartables (Putin, Lula, Peña Nieto, Kirchner, el primer ministro de Islandia y otros). Han ignorado las operaciones de los jefes de gobierno de los países ‘buenos’ y de sus camarillas.

Las revelaciones (filtraciones o ‘leaks’) de Snowden y Wikileaks fueron transparentes en sus intenciones: descubrir las maniobras inaceptables del gobierno de EEUU. El Consorcio de Washington y sus ‘papeles de Panamá’ no son transparentes y aún no conocemos cuáles son, en última instancia, sus verdaderas intenciones.

Marco A. Gandásegui, hijo, profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena (CELA)

MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2016 – COMCOSUR
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3) La verdad según las corporaciones
Lo que muestran y lo que ocultan los Panamá Papers
Mariela Pinza, Silvina Romano y Alejandro Fierro (celag.org)

El domingo se publicaron parte de los Panamá Papers, investigación impulsada por el diario alemán Süddeutsche Zeitung[1] junto al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación[2] (ICIJ, por sus siglas en inglés) y más de 100 organizaciones de noticias entre las que encontramos: The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Canal 13 (Argentina), la revista Proceso (México), etc.[3]. El diario alemán recibió de parte de un anónimo un cúmulo de 11 millones y medio de documentos, en formato de mails y documentos adjuntos, que dan cuenta de las operaciones de la firma de abogados Mossack Fonseca (gestora de sociedades offshore que opera en Panamá)[4] desde 1977 hasta el año 2015. La información fue analizada durante un año por 376 periodistas de 76 países y brinda pruebas sobre el desvío de dinero a paraísos fiscales realizados por diferentes líderes políticos, deportistas, artistas y empresarios de varios países del mundo[5].

No obstante la valiosa información publicada por este grupo de periodistas, se abren una serie de dudas. En primer lugar, si el objetivo era dar a conocer el modo en que las corporaciones y los ricos del mundo evaden sus obligaciones para hacerse más ricos, es curioso que hayan brindado la información a grandes corporaciones mediáticas. De allí surge otro cuestionamiento, sobre la “filtración” de la información. En los documentos publicados (que son una ínfima parte del corpus documental total) no aparecen, casualmente, corporaciones estadounidenses o alemanas, o del Reino Unido. En cambio, se le dio especial importancia a los vínculos entre Mossack Fonseca y el gobierno ruso, Putin a la cabeza[6].

Las dudas comienzan a disiparse cuando observamos que uno de los organismos que coordinó la investigación es el Center for Public Integrity, financiado nada más y nada menos que por Fundación Ford, Carnegie Endowment, Open Society (de Soros) y la Fundación Rockefeller. Es decir, los representantes a nivel mundial del modo en que funciona la red global de poder que incluye: corporaciones, fundaciones, gobiernos, organismos internacionales, ONGs y medios de comunicación. Ellos eligen qué es conveniente para el público, y qué información es mejor ocultar para evitar daños reales en el funcionamiento del sistema.

Panama Papers en Argentina

Entre los clientes de esta empresa se encuentra el presidente de Argentina Mauricio Macri, su hermano y su padre, el reconocido empresario Francisco Macri. Lo que figura es que Mauricio Macri integró el directorio de Fleg Trading Ltd, empresa que figura registrada en las islas Bahamas desde 1998. Dicha firma presenta ejercicio hasta el año 2009 como una derivación del holding que los Macri tenían tanto en Argentina como en Brasil[7]. Para ese entonces, el actual presidente ejercía funciones como Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

La implicancia de este presidente (que no es el único) se da en un marco particular, ya que parte central de la campaña del PRO estuvo caracterizada por las denuncias de corrupción al gobierno saliente de Cristina Kirchner. Ante la noticia multiplicada en todos los medios de comunicación no sólo de Argentina sino del mundo, desde presidencia de la nación emitieron un comunicado donde justifican la participación del actual mandatario explicando que es cierto su participación como parte de de una sociedad familiar offshore radicada en Bahamas, pero que no tuvo ni tiene participación en los dividendos del capital de esa sociedad[8].

La Oficina de Anticorrupción (OA) a cargo de Laura Alonso, defendió esta postura vía tweeter advirtiendo: “que constituir sociedad en paraíso fiscal no es delito en sí mismo, señores”. Ante este hecho, integrantes de otros partidos comenzaron a pedir explicaciones, lo mínimo esperable cuando la descripción de los documentos brindada por los periodistas de la investigación asegura que: “[los documentos] relatan ejemplo tras ejemplo las malas acciones en términos éticos y legales de los clientes de la compañía y proporcionan evidencia de que esta empresa estaba totalmente dispuesta a actuar como guardiana de los secretos de sus clientes, sea que se tratara de estafadores, miembros de la mafia, traficantes de drogas, políticos corruptos o evasores de impuestos”[9].

Este “escándalo” podría desencadenar una nueva configuración política considerando que los periodistas que formaron parte del Consorcio son de El Clarín y La Nación. No obstante, queda la sospecha de que tal vez fueron “obligados” a publicar la información por la metodología de la investigación: aparentemente, la información fue compartida entre todos los periodistas que participaron en la investigación. El diario alemán utilizó el programa Nuix para ordenar los documentos, el mismo programa que utilizaron los periodistas agrupados por el ICIJ, subiendo los millones de documentos a computadoras de alto rendimiento[10]. Así las cosas, poco pueden hacer los periodistas locales para ocultar la información sobre los argentinos implicados. Además, Argentina no es el “pez gordo”, otra cosa es hablar de EEUU, Reino Unido o Alemania (países sobre los que no hay información).

Panamá Papers en Venezuela

Todos los medios publicaron que Venezuela aparece reiteradamente en los documentos. Para ser más exactos, 270.000 de ellos (o sea el 2%) mencionan a Venezuela[11], lo que se corresponde con un guión absolutamente previsible. Era obvio que se iba a escudriñar hasta el último detalle para atribuir al chavismo la etiqueta de intrínsecamente corrupto, al igual que el Vaticano sostuvo durante décadas que el marxismo era “intrínsecamente perverso”. El objetivo, más allá de lo que contengan las filtraciones, es demostrar que la Revolución Bolivariana no es más que una cueva de ladrones que han saqueado las arcas del país. La realidad y las buenas praxis periodísticas no pueden obstaculizar la consecución de la meta.

Sin embargo, un somero análisis demuestra lo espurio del montaje. En los papeles aparecen mandatarios, políticos y personalidades de gran importancia como Mauricio Macri, Vladimir Putin, el primer ministro islandés, Sigmund David Gunnlaugsson, el rey de Arabia Saudí, el presidente ucraniano Petro Poroshenko, Pilar de Borbón, tía del rey de España Felipe VI, Leo Messi, Michel Platini, Pedro Almodovar. Por el contrario, los nombres venezolanos son de poca relevancia –lo que no implica que efectivamente puedan ser enormemente corruptos–: Adrían Velasquez, exjefe de escoltas gubernamentales, su esposa la enfermera Claudia Díaz, el general Víctor Cruz Weffer (ya juzgado por corrupción en la propia Venezuela) y el exejecutivo de la compañía nacional de petróleo PDVSA Jesús Villanueva. Ni presidentes, ni vicepresidentes, ni ministros. Ni siquiera un diputado o un gobernador. Sin embargo, esto no es obstáculo para que se ponga el foco mediático de los Panamá Papers en Venezuela antes que en otros países.

Como ya señalamos para el caso de Argentina, es interesante señalar a qué medios de comunicación venezolanos se les ha encargado estudiar, clasificar y difundir la información. Sin excepción son todos medios radicalmente opositores, abiertamente antichavistas y con una deontología profesional cuando menos dudosa como cualquier lector puede comprobar entrando en sus páginas webs: Runrunes, Armando.info, Efecto Cocuyo y El Pitazo.

En términos generales, podemos decir que: si el objetivo de los Panama Papers es publicar la verdad de cómo los ricos se hacen más ricos, el modo en que operan las grandes corporaciones vinculadas a gobiernos, elites locales, fundaciones, etc., deberían publicar toda la información, sin filtros. En el caso de Argentina, es nada menos que un escándalo que un presidente que llega a su puesto luchando contra la corrupción esté vinculado (del modo que sea) a este tipo de prácticas. En el caso de Venezuela, no existe información que implique de manera cabal al actual gobierno o a la gestión de Chávez, pero los medios hegemónicos persistirán en el “engorde” del monstruo Venezolano con el apoyo incondicional de la oposición, que se ha apresurado a señalar que llevara el asunto a la Asamblea Nacional.

Es claro que los principios de libertad y democracia son (re)definidos en virtud de intereses concretos vinculados a la red global de poder, en la que los medios de comunicación poseen un rol clave. Además, el modo en que se ha presentado la información remite al escenario de Guerra Fría. Los “principales” corruptos en el plano político son los rusos, los chinos y los gobernantes de Medio Oriente, además de Venezuela (alineada a ese eje “del mal”). No aparecen datos sobre estadounidenses o alemanes que nos permitan afirmar que la información se está tratando de modo imparcial, que se pretenden cumplir los objetivos de la libertad de prensa y la difusión de información sobre todos por igual.

Es curioso, porque se aplaude a los periodistas de los Panama Papers mientras Assange sigue privado de su libertad. Es curioso que se celebre la publicación de tantos documentos, cuando wikileaks viene publicado material que compromete seriamente a las potencias occidentales, información que ha sido invisibilizada por la misma red de poder que hoy publica los Panama Papers. Habrá que estar atentos a los intereses detrás de la agenda y el contenido de estos documentos.

[1] http://www.eltribuno.info/-n696356
[2] Se trata de una red internacional de periodistas de investigación que tienen su sede en la ciudad de Washington.
[3] https://panamapapers.icij.org/pages/reporting_partners/
[4] Las empresas offshore, que cumplen los requisitos dentro de un marco legal, son sociedades que no realizan ninguna actividad comercial con tributación del 0%. Tienen garantizada la confidencialidad y seguridad en cuanto a la conformación la empresa. Por eso, “las firmas offshore no preguntan la nacionalidad de los accionistas ni de los directores, no pagan IVA y no tienen ningún registro público de datos personales ni nombres de accionistas o propietarios http://www.cronista.com/economiapolitica/Panama-Papers-que-es-una-empresa-offshore-20160404-0062.html
[5]http://www.lanacion.com.ar/1885854-lideres-de-todo-el-mundo-tiemblan-por-una-filtracion-sobre-paraisos-fiscales
[6] https://www.craigmurray.org.uk/
[7]http://www.perfil.com/politica/Mauricio-Macri-y-la-familia-Kirchner-figuran-en-una-investigacion-sobre-presunto-lavado-en-Panama-20160403-0043.html
[8] http://www.lanacion.com.ar/1885830-panama-papers-la-respuesta-de-macri-sobre-su-participacion-en-una-sociedad-offshore
[9] https://panamapapers.icij.org/20160403-mossack-fonseca-offshore-secrets.html
[10] http://panamapapers.sueddeutsche.de/articles/56febff0a 1bb8d3c3495adf4/
[11] http://albaciudad.org/2016/04/periodistas-tras-panama-papers-venezolanos-ipys-ned-usaid/

MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2016 – COMCOSUR
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4) ¿Alguien se acuerda de Bahréin?
Leandro Albani (Rebelión)

La monarquía petrolera en Bahréin mantiene desde hace años una fuerte represión contra el pueblo que exige mayor democracia y participación en la sociedad.

1883 es el número que representa la situación represiva en Bahréin, pequeño país petrolero ubicado en la costa oeste del Golfo Pérsico. La cifra muestra la cantidad de detenciones ilegales cometidas por ese Estado y denunciadas días atrás por el Centro de Derechos Humanos de Bahréin (BCHR, por sus siglas en inglés).

El país, de apenas 760 kilómetros cuadrados y en el cual se encuentra apostada la V Flota de Estados Unidos, es escenario de confrontaciones y críticas debido al profundo malestar interno, principalmente de la población musulmana de confesión chiíta, mayoritaria en el país pero víctima de prohibiciones y relegada de la administración pública. La monarquía de la familia Al Jalifa, aliada de Arabia Saudí, gobierna a la pequeña nación con mano de hierro y no existe resolución internacional que detenga esa política.

En el informe del BCHR se detalló que las detenciones de los 1883 pobladores se efectuaron en el marco de protestas contra la monarquía. De ese total, indicó la investigación, en el 50 por ciento de los casos las fuerzas de seguridad allanaron las casas sin autorización y encarcelaron a los opositores. La denuncia también reveló que en 2015, al menos 441 personas desaparecieron, de los cuales el 38 por ciento son menores de 18 años. Entre los detenidos más reconocidos se encuentra Nabil Rayab, activista chií y director del BCHR. A esta situación se suma otra arma que la monarquía de Al Jalifa utiliza contra los opositores: al menos 200 ciudadanos fueron despojados de nacionalidad legal al ser acusado por “terroristas”.

Aunque Bahréin sea un país del que casi no se habla, entre 2011 y 2012 fue escenario de revueltas y protestas que continúan hasta el día de hoy. En ese entonces, y como telón de fondo la malograda Primavera Árabe, el país del Golfo –con apenas un millón de habitantes- fue testigo de cómo miles de hombres y mujeres en las calles reclamaban democracia y un mejor nivel de vida. A diferencia de lo sucedido en Libia o Siria, países víctimas de intervenciones extranjeras con el fin de derrocar a sus gobernantes, el territorio de Bahréin fue protegido por Arabia Saudí. Mientras en Manama, capital del país, crecía el número de muertos y heridos por la represión, el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), liderado por la Casa de Saud, envió a más de mil soldados para sofocar las manifestaciones. El despliegue de uniformados fue denunciado por pocos países, como el caso de Irán, mientras que la Organización de Naciones Unidas mantuvo un oscuro silencio ante lo que ocurría en la nación, precedida por el rey Hamad bin Isa Al Jalifa y el primer ministro Jalifa bin Salman Al Jalifa, representantes musulmanes del sunnismo y cuya familia define el destino de Bahréin desde el año 1783.

Formula 1 y represión

Además de ser un país petrolero, poseer importantes reservas de gas natural y ser el destino turístico de muchos privilegiados, Bahréin es reconocido porque todos los años se realiza el Gran Premio de Fórmula 1, la principal categoría del automovilismo mundial. El fin de semana pasado se repitió la competición internacional, y aunque el alemán Nico Rosberg con su flamante Mercedes obtuvo los laureles, en las calles de Manamá, Karzakan, Aali, Diraz y Al Dair, miles de personas salieron a las calles para reclamar a la Federación Internacional del Automóvil (FIA) la cancelación del Gran Premio. Durante las protestas, los manifestantes denunciaron que la competición sirve para limpiar el prontuario de la familia real Al Jalifa. Aunque en 2011 se logró la cancelación del Gran Premio, este año los autos rodaron en el autódromo mientras las fuerzas de seguridad desataron una fuerte represión contra los manifestantes.

Sayyed Ahmed Alwadai, director del Instituto por los Derechos Humanos y la Democracia en Bahréin, denunció que “hasta ahora la FIA ha eludido su responsabilidad y no ha utilizado su influencia” y reclamó a la institución “cancelar la carrera en los próximos años”. Alwadai apuntó contra Jean Todt, presidente de la FIA, al que señaló de “responsable de asegurarse de que sean implementados procedimientos efectivos para poner fin a las violaciones contra los derechos humanos que son realizadas durante el proceso de celebración de la carrera”.

Por su parte, el subdirector del programa de Amnistía Internacional (AI) para Oriente Próximo y el Norte de África, James Lynch, declaró la semana pasada que “detrás de los coches rápidos y las vueltas de pista triunfales no hay que olvidar que está un gobierno que estrecha el cerco para tratar de asfixiar todo resto de oposición en el país, multiplicando las detenciones, las intimidaciones y el acoso a la oposición política y las voces críticas”.

En el último tiempo, AI se hizo eco de las denuncias de la oposición en Bahréin. A mediados de marzo de este año, el organismo demandó a la monarquía Al Jalifa la liberación de la activista Zeinab al-Jawaya y su bebé de 15 meses, detenidos por las fuerzas de seguridad. Quien también levantó la voz contra la monarquía fue Human Right Watch (HRW), que el pasado 20 de marzo exigió al régimen detener las deportaciones de los ciudadanos que son despojados de su nacionalidad. Joe Stork, miembro de HRW, afirmó que las deportaciones son “ilegítimas” y “causan la separación de familias y ocasiona un sufrimiento incalculable”.

El enemigo del Golfo

Sin duda, la República Islámica de Irán en la actualidad encabeza una lucha hegemónica por Medio Oriente, que tiene como contrincante a los países del Golfo Pérsico, encabezados por la Casa de Saud. Y en esta disputa, la monarquía de Bahréin se encuentra aferrada a su aliado principal. Por eso, el pasado 2 de abril el canciller de Bahréin, Sheikh Jaled bin Ahmed al Jalifa, aseguró que los estados del Golfo están preparados para enfrentarse a Irán por su política exterior. La monarquía de Al Jalifa rompió relaciones con Teherán en enero, un día después de que Arabia Saudí hiciera lo mismo debido al asalto a su embajada en territorio iraní, en represalia por la ejecución del destacado clérigo chií Nimr Baqr al Nimr.

“Enviamos un mensaje a Irán y a todos sus seguidores. Ahora, nos tomamos en serio la posibilidad de enfrentarlo, y no dudaremos en defender a nuestros pueblos, estados, intereses y hermanos en la región, porque es una cuestión vital para nosotros”, sostuvo Al Jalifa, en una entrevista con la cadena Al Arabiya.

Mientras en la pequeña isla, que tiene como vecinos a Arabia Saudí y a Qatar, la represión continúa, la familia Al Jalifa descansa en sus aliados, no sólo del Golfo Pérsico, sino de los que están más allá de los océanos. Estados Unidos poco dice de las violaciones a los derechos humanos que ocurren en este país. La V Flota que reposa en las costas de la pequeña isla, que tiene a Arabia Saudí y a Qatar como vecinos, un jugoso Tratado de Libre Comercio (TLC) firmado en 1995 y la venta de armas a la monarquía, que desde mayo de 2015 fue por un total de 33.000 millones de dólares, son razones más que objetivas para que desde las ventanas de la Casa Blanca no se vea con claridad lo que sucede cotidianamente en Bahrein.

MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2016 – COMCOSUR
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5) Joao Pedro Stedile habla sobre la crisis en Brasil

Entrevista a Joao Pedro Stedile, del MST
Brasil vive una grave crisis económica, social y ambiental
Adrián García (Resúmen Latinoamericano)

—Argentina, Venezuela, Brasil… Parece que hay un movimiento muy fuerte en Latinoamérica para derribar a la izquierda.
—En los últimos 15 años, en Latinoamérica, hubo una disputa permanente en alrededor de tres proyectos. El neoliberalismo, que interesa a las empresas y al gobierno de Estados Unidos; y que fue hegemónico en México, Colombia, Perú, Chile y América Central. El neo desarrollismo, que fue un pacto entre la burguesía local con los trabajadores; y que predominó en Brasil, Argentina y Uruguay. Y el que fue producto del ALBA, que era anti-neoliberal, anti imperialista y de integración popular continental, hegemonizado por Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia y Ecuador.
Frente a la situación que actualmente estamos viviendo en función de la crisis mundial del capitalismo, los tres proyectos están en crisis. Y eso está afectando la economía y, por lo tanto, las condiciones de la población en todo el continente. Por supuesto, siempre que hay elecciones en un marco de una crisis, los gobiernos son responsabilizados y la oposición, de cualquier corte ideológica, gana fuerza. Ese es el escenario general.

— Desde fuera parece que la sociedad brasileña está divida. El impeachment contra Rousseff es visto como un golpe de estado encubierto por una parte de la población. ¿Cuál es su opinión al respecto?
—Brasil vive una grave crisis, histórica, que tiene carácter económico (la economía y la industria no crece hace tres años), social (las condicione de vida empeoraron, el desempleo alcanza a 9%, etc.) ambiental, por la agresiones del capital a los recursos de la naturaleza, y también político. Frente a las crisis, cada sector social procura presentar sus proyectos de salidas. Entonces, la burguesía -los empresarios- está dividida entre volver al neoliberalismo, que causó tantos problemas al país, o perfeccionar el neo desarrollismo. Pero ellos representan sólo el 1% de la población. Hay un sector de la pequeña burguesía, que es ideológicamente muy reaccionaria, y que sale a las calles presentando como salida, tan sólo, el cambio de gobierno, incluso pidiendo el regreso de los militares, y sobre todo la subordinación de nuestra economía a los Estados Unidos. Y maquillan su discurso contra la corrupción, cuando la corrupción es un hecho en todos los países capitalistas del mundo. Ellos representan el 8 % de la población brasileña.
Y está la clase trabajadora de la ciudad y del campo, que somos el 85% de la población. La gran mayoría está atónita, no comprende lo que está sucediendo. Las organizaciones sindicales, populares y de la sociedad (como iglesias, intelectuales, etc.) estamos en las calles para impedir un golpe institucional. Pero aún estamos divididos. La grande mayoría de la gente no fue a la calle, y aunque no acepta el golpe, tampoco está discutiendo un proyecto alternativo para afrontar la crisis.
La cuestión es que la crisis es grave, profunda, y se tardará años, para salir de ella, porque depende de que las fuerzas sociales tengan un proyecto alternativo que logre aglutinar la mayoría de la población. De ahí que la crisis y las disputas políticas seguirán por mucho tiempo, todavía.

—¿Hay una campaña mediática y judicial contra el Partido de los Trabajadores (PT) como denuncia Lula?
—Entre los sectores de la derecha brasileña hay varios núcleos que intentan dar dirección política para salir de la crisis. Hay el núcleo de los empresarios que, como decía anteriormente, están divididos. Hay en núcleo de los partidos conservadores (PMDB, PSDB, DEM) que, además de estar divididos, también están involucrados en la corrupción. Y hay uno ideológico de la derecha que es formado por una alianza entre el poder judiciario y la Rede Globo de televisión. Ellos son los que hacen la campaña diaria, mediática, en la sociedad. Y sus objetivos son: volver al proyecto neoliberal y de realineamiento con Estados Unidos. Para eso, necesitan en primer lugar derrumbar el actual gobierno; desprestigiar a Lula, para que no logre presentarse como candidato en el 2018, porque podría ganar las elecciones y volver al neo desarrollismo; y, por último, desprestigiar a la izquierda como un todo, para que no sea una alternativa política frente la gravedad de la crisis.

— ¿Cómo han afectado los escándalos de corrupción a la credibilidad del PT?
—En cada sector de la sociedad brasileña tiene un impacto diferente. Entre la burguesía y la pequeña burguesía, ha resultado en un odio, fascista, incomprensible, inclusivo de agresiones en las calles, en los restaurantes…
Entre la clase obrera, hay influencias, pero no tantas. En general, los trabajadores desorganizados critican al actual gobierno, pero defienden con nostalgia los tiempos de Lula.
Claro que hay un desgaste del PT como partido, pero eso está afectando a todos los partidos. ¡La credibilidad de los políticos entre la opinión pública es de solo 0,05%!

—¿Usted cree que fue acertada la nominación de Lula a ministro? Ha recibido muchas críticas acusándolo que lo hacen para salvaguardarle de la acusación de blanqueo.
—En los últimos tres años el gobierno Dilma fue muy malo. Sólo hizo goles contra sí mismo. Porque montó un ministerio de corte neoliberal, y con eso no sacó la economía de la crisis, al mismo tiempo que perdió la base social que la eligió.
Y por eso el gobierno Dilma, de cierta forma, traicionó las promesas de campaña y por eso no recupera su popularidad. El regreso de Lula es, en realidad, una transición. Es el fin del gobierno Dilma, de la alianza con el capital financiero y los neoliberales, y la posibilidad de tomar medidas neo desarrollista. De, al menos, enfrentar la crisis económica con propuesta de fortalecimiento de la industria, del mercado interno, para recuperar la renta y el empelo. Lula es una señal que el gobierno cambió.
No tiene nada que ver con su protección judicial. Incluso porque el proceso judicial en el que está involucrado incluye a todos sus familiares, su esposa e hijos, y entonces, ellos seguirían sin ninguna protección especial.

—¿Qué papel puede jugar en salvar al gobierno el ex presidente Lula?
—Como dije, la presencia de Lula en el gobierno Dilma, significa un apartamiento de las influencias neoliberales, y recomponer un arco de alianzas populares, de fuerzas políticas y partidarias, para recomponer los fundamentos del neo desarrollismo que se base en el mercado interno, en la inversión en la industria y políticas públicas a favor de los más pobres.

— Si el PMDB lograse derribar al PT, ¿peligrarían las ayudas sociales y el modelo social de Brasil?
—El PMDB no es un partido burgués clásico. El PMDB está dividido por que es sólo una federación que aglutina bajo una sigla múltiples e diferentes intereses burgueses, oportunistas de cada estado o sector empresarial.
Una parte sigue con Dilma y el neo desarrollismo. Hay sectores incluso de izquierda, como el senador Requiao, del estado de Paraná. El 40% son claramente neoliberales y apoyan el golpe. Comandados por el vice-presidente Michel Temer, y por el diputado, Cunha, presidente de la Cámara, envuelto en un proceso del Supremo Tribunal Federal, que lo puede encarcelar a cualquier momento.
La misma derecha que va a la calle tiene odio también a ellos, porque todos saben que es la parcela más corrupta del PMDB.
Si ese sector del PMDB se junta con los demás sectores derechistas y logren –“¡que Dios nos libre!”-, un impecheament de la presidenta Dilma, su programa de gobierno será netamente neoliberal y de subordinación a los Estados Unidos. Y sólo profundizaría la crisis económica, social y política. El país entraría en el caos.

—¿Cómo ve el futuro del PT? ¿Podrá Dilma Rousseff hacer frente al juicio político que han abierto en su contra?
—Yo creo que hay fuerzas progresistas en la sociedad, que podrán reflejarse en el parlamento y liberar al gobierno Dilma del impechaecment. Pero nadie sabe. Así y todo, lo que es cierto, es que a partir del final del proceso de impecheament tendremos solo dos escenarios posibles.
Uno, la derecha gana, tumba al gobierno, y entonces implanta un gobierno neoliberal, y el país entra en una confrontación política grave.
El otro, Dilma gana, pero como gobierno cambia y Lula pasa a ser el gran referente, montando un nuevo equipo e intentando salvar la economía en un nuevo pacto con los trabajadores y la industria.
En cuanto al PT, nadie puede arriesgar una previsión. Podrá seguir como un partido electoral fuerte de corte socialdemócrata. Pero ya no es más la hegemonía en las fuerzas de la izquierda. Lo más probable es que la izquierda se reorganice sobre otros marcos, que incluyan los militantes del PT. Pero para esa reorganización de la izquierda brasileña, no va depender de congresos partidarios, sino del re ascenso del movimiento de masas. Es la única fuerza real, que pueda dar un salto en la historia, producir nuevos líderes, nuevas forma de lucha y nuevos instrumentos políticos.

Adrián García, Diario vasco Berria / Resumen Latinoamericano

MIÉRCOLES 13 DE ABRIL DE 2016 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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