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DEMOCRATIZAR LA DEMOCRACIA

1) Democratizar la democracia –
2) Evo, el referéndum y su «re-re-reelección» –
3) Brasil: Volkswagen y la Dictadura –
4) Canal interoceánico de Nicaragua, pesadilla para ambientalistas –
5) Agricultura mexicana: bodegas llenas, bolsillos vacíos

COMCOSUR — POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 15 / Nº 743 / Lunes 2 de Noviembre de 2015 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) Democratizar la democracia
Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique)

En el marco de la globalización económica, el sistema democrático se enfrenta a una paradoja: los ciudadanos se desinteresan de la política, tal y como lo demuestra el incremento de la abstención en muchas elecciones. Pero, por otra parte, esos mismos ciudadanos desean controlar mejor la acción pública y participar más en la elaboración de proyectos que les conciernen directamente. ¿Cómo conciliar estas dos tendencias?

Por primera vez, hay en el planeta más sistemas democráticos y más alternancias democráticas de Gobierno que nunca. Hace cuarenta años, durante la transición en España, había apenas unas 30 democracias. Actualmente, el número de países democráticos –en distintas fases de consolidación– es superior, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a 85. O sea, la democracia se ha convertido en el sistema de Gobierno con mayor legitimidad en el mundo global. Sin embargo, nunca hemos estado tan descontentos con la democracia. Los síntomas de este malestar son cada día más visibles. El número de posibles electores que decide no votar es cada vez mayor. Según una encuesta realizada por Gallup Internacional en 60 países “democráticos”, sólo uno de cada diez encuestados pensaba que “el Gobierno de su país obedecía a la voluntad del pueblo”.

En muchos Estados democráticos se observa también el (re)surgimiento de partidos de tradición antiparlamentaria, en su mayoría de derecha populista o de extrema-derecha. Países de indiscutible tradición democrática –Suiza, Dinamarca, Finlandia– están hoy gobernados por (o gracias al apoyo de) partidos de extrema derecha que cuestionan la legitimidad del funcionamiento democrático actual. Pero también muchos ciudadanos corrientes, brutalmente golpeados por la crisis (véase, en España, el Movimiento 15-M), cuestionan la sumisión del sistema democrático a los nuevos megapoderes financieros y mediáticos. Existe, pues, un rechazo respecto del funcionamiento actual de la democracia. La confianza en los representantes políticos y en los partidos se está erosionando. El sistema representativo parece incapaz de dar respuesta a las nuevas exigencias políticas. Y un sector importante de población ya no se contenta con la emisión de su voto cada tantos años, sino que quiere participación.

En esta situación, resulta cada vez más difícil llevar a cabo reformas o tomar decisiones políticas de cierto alcance. Los intereses de poderosos lobbies o grupos de presión, las campañas mediáticas, pero también la defensa de derechos legítimos adquiridos por parte de determinados grupos de ciudadanos, dificultan los cambios. La política ya no se atreve a tocar ciertos temas y, si lo hace, tiene a veces que enfrentarse a fuertes resistencias; en muchos casos debe dar marcha atrás.

La mayoría de los ciudadanos están convencidos de que la democracia es la mejor fórmula de Gobierno existente pero, por otro lado, en mayoría también, desconfían de sus representantes políticos y de los partidos. Recordemos lo que decía nuestro amigo José Saramago: “Es verdad que podemos votar. Es verdad que podemos, por delegación de la partícula de soberanía que se nos reconoce como ciudadanos con voto y normalmente a través de un partido, escoger a nuestros representantes en el Parlamento. Es cierto, en fin, que de la relevancia numérica de tales representaciones y de las combinaciones políticas que la necesidad de una mayoría impone, siempre resultará un Gobierno. Todo esto es cierto, pero es igualmente cierto que la posibilidad de acción democrática comienza y acaba ahí. El elector podrá quitar del poder a un Gobierno que no le agrade y poner otro en su lugar, pero su voto no ha tenido, no tiene y nunca tendrá un efecto visible sobre la única fuerza real que gobierna el mundo, y por lo tanto, su país y su persona: me refiero, obviamente, al poder económico, en particular a la parte del mismo, siempre en aumento, regida por las empresas multinacionales de acuerdo con estrategias de dominio que nada tienen que ver con aquel bien común al que, por definición, aspira la democracia”.

Es decir, estamos frente a una paradoja dramática: nunca hemos tenido tanta democracia, pero tampoco nunca ha habido tanta desafección y tanta desconfianza con respecto a la democracia representativa. Entre las causas de esa desafección podríamos citar las diez siguientes: 1) Demasiadas desigualdades (ricos cada vez más ricos, pobres más pobres). 2) Crisis del Estado y de lo público, atacados por las teorías neoliberales adictas al “Estado mínimo”. 3) Carencia de una sólida cultura democrática. 4) Nefasto efecto de los casos de corrupción de políticos (tan frecuentes en España). 5) Dificultades en la relación entre los partidos y el resto de la sociedad civil. 6) Subordinación de la actividad política a los poderes fácticos (mediáticos, económicos, financieros). 7) Sumisión de los Gobiernos a las decisiones de organizaciones supranacionales (y no democráticas) como el Banco Central europeo (BCE), el G-20, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Mundial del Comercio (OMC), etc. 8) Incremento de los enfrentamientos entre la sociedad civil y los Gobiernos. 9) Discriminaciones o exclusiones hacia categorías sociales o de género (inmigrantes, homosexuales, sin papeles, mujeres, gitanos, musulmanes, etc.). 10) Dominación ideológica de grupos mediáticos que asumen el papel de oposición, y defienden sus intereses y no los de los ciudadanos.

En muchos países, el crecimiento macroeconómico no se traduce en mejoras en el nivel de vida de la población humilde, lo que crea malestar microsocial. Existe un dato alarmante: una investigación realizada en América Latina por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) reveló que el 45% de los latinoamericanos decía preferir someterse a una dictadura que les garantizase empleo y salario suficiente a vivir en una democracia que no los sacara de la miseria…

Esto significa que muchos de los desafíos para la democracia vienen de la pobreza y de la desigualdad. Tocamos ahí el núcleo fundacional del pensamiento democrático moderno. Jean Jacques Rousseau decía, en El Contrato Social, que “el Estado social será ventajoso para los seres humanos sólo cuando todos posean algo y ninguno tenga demasiado”.

Por otra parte, en el marco de la globalización neoliberal, el Estado pierde capacidad reguladora sobre un mercado que, a su vez, deja de ser nacional. Las empresas transnacionales y los mercados financieros dejan de necesitar al Estado como soporte. De esta manera, lo característico hoy es el debilitamiento de los Estados. La era de los Estados nacionales, y sobre todo, la era del Estado democrático, culminó con la aparición de realidades políticas como los partidos de masas, la cultura de masas y el convencimiento colectivo de que los súbditos dejaban de ser súbditos (a los cuales se ordena) para convertirse en ciudadanos (a los cuales hay que convencer).

Hoy, el Estado nacional cede parte de sus poderes a instancias supranacionales (por ejemplo, la Unión Europea) y también a instancias subnacionales (en España, las autonomías), dado que globalización y descentralización se dan, universalmente, como dos procesos coetáneos. La globalización vuelve a la democracia menos relevante pues cada día son menos las decisiones importantes que se toman dentro del ámbito de los Estados nacionales. La “democracia realmente existente” vive, de ese modo, un conjunto de transformaciones que la sitúan muy lejos de sus tres modelos matrices: la reforma parlamentaria británica de 1689, la revolución americana de 1776 y la Revolución Francesa de 1789. El elector deja de ser un ciudadano (que hay que convencer) para convertirse en un consumidor (al cual hay que seducir). En este panorama cultural, el ejercicio de la democracia representativa deja de ser una actividad llena de sentido para convertirse, a ojos de los ciudadanos, en un espectáculo interpretado por una “casta” ajena, en el que no participa realmente.

Tenemos así una doble transformación. Por un lado, la globalización ha disminuido el peso del Estado nacional y la relevancia de la vida política democrática. Y, por otro lado, la transformación cultural, que lleva a la “tele-video-política”, ha erosionado la relación entre los ciudadanos y la cosa pública.
Podemos decir que estamos, pues, en una situación en la que los instrumentos de la democracia forjados durante dos siglos dejan de ser eficaces. Y aunque parece que asistimos al triunfo generalizado de la democracia, más bien asistimos al ocaso de sus éxitos. Porque prevalece una marcada exclusión de la mayoría de la población con respecto a la toma de decisiones sobre los asuntos públicos. De manera que el consenso se reduce a minorías (la “casta”) no representativas de la pluralidad de intereses de una sociedad.

Así han emergido las exigencias de una “democracia directa” y de la participación ciudadana en la gestión pública, que pueden verse como las dos caras de la democracia participativa. Después de América Latina, Europa vive hoy un debate entre democracia representativa y democracia participativa. La principal expresión de la democracia participativa es la “participación ciudadana”, un proceso mediante el cual el ciudadano se suma, de forma individual o colectiva, a la toma de decisiones, al control y a la ejecución de las decisiones en los asuntos públicos.

La sociedad civil y algunos movimientos sociales estiman que los partidos son los principales causantes de la desafección ciudadana frente a la democracia. Es un debate, en nuestra opinión, estéril: no hay democracia sin partidos y los males de los partidos son, en parte, los mismos que aquejan a otros sectores de la sociedad. Pero los partidos deben asumir que ellos solos ya no son suficientes para hacer democracia. Tienen que reconstruir su legitimidad a base de transparencia y de democracia interna. Y admitir que a la gente ya no le basta con depositar un voto en las urnas cada cuatro o cinco años… Los ciudadanos ya no aceptan ver su papel en el debate público limitado a eso.

Las Constituciones de Venezuela (1999), de Ecuador (2008) y de Bolivia (2009), entre las más avanzadas del mundo en esta materia, hablan de “democracia participativa” y ya no de democracia representativa. Porque se proponen, en efecto, democratizar la democracia. Aunque, en general, hay consenso en torno a la necesidad de conservar la democracia representativa, aparece ahora de forma evidente la necesidad de fortalecer, dentro de ella, los mecanismo de participación para tratar de superar el divorcio entre política y ciudadanía.

Recordemos que la introducción de mecanismos de democracia directa (la iniciativa legislativa popular y la consulta popular mediante plebiscito o referéndum) no debilita a la democracia representativa. Lo demuestra el hecho de que esos mecanismos existen, por ejemplo, en Suiza, en Italia, en Estados Unidos y, cada vez más, en la Unión Europea. Existe también el “mandato revocatorio”, que sólo se ha establecido, a escala nacional, en Venezuela (incluso para el Presidente de la República). Venezuela es el único país del mundo en el que se ha efectuado, en 2005, una consulta popular para revocar el mandato presidencial. Ganada, por cierto, por el Presidente Hugo Chávez. Pero la revocatoria local sí que existe para instancias subnacionales (regionales, municipales) en otros Estados latinoamericanos: Argentina, Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, etc.

Finalmente, lo que debe quedar claro es que nuestras democracias necesitan nuevos pactos sociales y constitucionales (urgencia, en España, de una nueva Constitución federal) para construir democracias de ciudadanos –y no sólo democracias electorales– en la que no puede haber exclusiones. Además, el modelo representativo no ha dado respuestas satisfactorias a temas tan actuales como los problemas del medio ambiente, las amenazas a la biodiversidad, el calentamiento global, el desempleo, el envejecimiento demográfico de las sociedades europeas, la cibervigilancia masiva, las migraciones, la marginación y la pobreza del mundo.

Si la democracia sigue siendo el modelo que mejor promueve el debate y el diálogo como mecanismos de resolución de los conflictos sociales, el sistema representativo impide una participación real y eficiente de la ciudadanía. Resulta evidente, por consiguiente, que la defensa del bien común a largo plazo sólo es posible con –y no contra– los movimientos sociales y los ciudadanos. De ahí la urgencia de democratizar la democracia.

LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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2) Evo, el referéndum y su «re-re-reelección»
Pablo Stefanoni (Perfil)

La decisión del Congreso boliviano de convocar a un referéndum para habilitar una nueva postulación de Evo Morales en 2020 ha marcado la línea de largada de una nueva campaña electoral justo en el momento en el que el presidente indígena se transformó en el gobernante con mayor tiempo en el sillón presidencial. Es cierto que Bolivia fue tradicionalmente conocida por su inestabilidad, pero es significativo que Morales le ganara nada menos que a uno de los héroes patrios. Al pasar los nueve años, ocho meses y 24 días en la presidencia, el mandatario cocalero superó la marca que ostentaba hasta ahora el mariscal Andrés de Santa Cruz (1829-1839).

Evo Morales ganó en diciembre de 2005 con el 54% de los votos, y luego fue reelegido en 2009 con el 64% y en 2014 con 62%. Sus dos tercios en el Congreso le permitieron ahora la convocatoria al referéndum para reformar la Constitución de 2009 y optar por otro mandato. Como el oficialismo no se animó a preguntar por la reelección indefinida, la modificación, si es aprobada, permitirá dos reelecciones para presidente y vice. En el caso de Evo no se contó el primer mandato, previo a la reforma constitucional de 2009 que “refundó el país”.

En 2006, dos colombianos pudieron hacer una película titulada Hartos [muchos] Evos hay aquí (Manuel Ruiz Montealegre y Héctor Ulloque Franco; ganador del premio al mejor documental en el Festival de Biarritz, Francia, 2006). Allí, un dirigente campesino afirmó: “cuando muera el Evo hartos Evos hay aquí… ¡mejores todavía!”. Hoy nadie diría algo semejante entre sus bases. En esta década, el discurso sobre Evo como “un campesino como otros” mutó hacia la excepcionalidad del líder. Hacia el hecho de que un líder así, “como Túpac Katari”, surge cada dos siglos. Y de que Evo es imprescindible para seguir con el “proceso de cambio”.

En esta década, Morales mantuvo como copiloto al mismo vicepresidente, el sociólogo Alvaro García Linera, y a dos de sus ministros: el canciller aymara David Choquehuanca y al ministro de Economía Luis Arce Catacora, artífice del “milagro económico”. Además de ser el más largo, el de Morales es uno de los gobiernos con más poder, con dos tercios del Congreso y una base campesina que se ha movilizado en los momentos críticos en defensa de “su” presidente.

Con todo, el referéndum tiene riesgos. Hoy Morales le podría ganar a cualquier candidato, pero una consulta de esta naturaleza unifica a todos los críticos en el No, en un momento en el que tras tantos años en el poder surgen críticas a la conformación de una nueva élite en la cúspide del Estado. Algunos casos de corrupción que afectaron a dirigentes indígenas golpearon la imagen de esos “movimientos sociales en el poder”. Bolivia es, además, un país tradicionalmente hostil a las reelecciones continuas y desconfiado de quienes se quieren “prorrogar” en el Palacio Quemado. En su historia tuvo a un presidente nacionalista asesinado y colgado de un farol de la Plaza Murillo (Gualberto Villarroel, 1946) y otro obligado a huir a Estados Unidos para salvar su pellejo (Gonzalo Sánchez de Lozada, 2003).

Evo Morales, como figura bastante excepcional y emergente de las rebeliones sociales de los años 2000, pudo romper esos límites y arrasar cada vez que se postuló, pero ahora deberá someterse a un veredicto de las urnas más complicado, el 21 de febrero. El presidente confía que ganará y gobernará hasta el Bicentenario. Quizás toma la definición de la Real Academia como un mensaje: el diccionario dice para la palabra Evo: “Duración de tiempo sin término. Duración de las cosas eternas”.

Entretanto, el desafío, más allá de la reelección es renovar una agenda de transformaciones que parece estancada luego de los cambios “descolonizadores” de los primeros años. Por eso, Morales prometió avanzar en la pendiente revolución de la salud, además de un sistema de teleféricos (que ya tiene tres líneas) y un proyecto más controvertido de energía nuclear con fines pacíficos. Mientras, trata de que la caída de los precios de las materias primas no se transforme en deterioro económico.

LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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3) Brasil: Volkswagen y la Dictadura
(Página/12)

Volkswagen se mostró dispuesta a asumir su responsabilidad por su posible colaboración con la dictadura de Brasil, con cuyo actual gobierno mantiene conversaciones para esclarecer los casos que la involucran. “Estamos evaluando la injusticia que ocurrió en ese momento”, explicó el director del departamento de Comunicación Histórica del Grupo Volkswagen, Manfred Grieger. Al referirse a una posible reparación colectiva, Grieger señaló que no existe ningún acuerdo en ese sentido porque no se sabe qué forma podría tomar una indemnización de ese tipo. Volkswagen está en la mira de la Justicia brasileña por denuncias que indican que ofreció respaldo económico al régimen dictatorial e incluso elaboró listas negras de sus empleados.

El periódico O Estado de Sao Paulo aseguró ayer que Grieger, en las actuales conversaciones, ofreció el pago de indemnizaciones. Sin embargo, el representante desmintió la versión y señaló que el diálogo continuará, a más tardar, a principios de 2016. Grieger visitó Brasil a mediados de octubre a pedido del Ministerio Público de ese país. La Fiscalía analiza el resultado de las investigaciones que llevó adelante la Comisión de la Verdad, creada por la presidenta Dilma Rousseff en 2011 para indagar sobre el destino de asesinados y desaparecidos durante la dictadura.

“Fue el comienzo de una discusión sobre cómo llegar a un acuerdo a propósito de ese tema”, afirmó Grieger. El directivo se reunió en Brasil con el fiscal regional de Derechos del Ciudadano de la Fiscalía de San Pablo, Pedro Antonio de Oliveira Machado. Según el fiscal, la idea es firmar un Término de Ajuste de Conducta (TAC) y destinar el dinero de la reparación a un fondo público, o usarlo en la construcción de un memorial o museo vinculado con el período, aseguró O Estado. El material en manos de los fiscales contiene informes suministrados por centrales sindicales, asociaciones civiles, investigadores, ex integrantes de la Comisión de la Verdad y ex empleados de la fabricante alemana que fueron perseguidos por el régimen, entregaron en septiembre a la Fiscalía la documentación y solicitaron abrir una investigación civil pública para que se averigüe “cuán objetivamente contribuyó Volkswagen Brasil para que se perpetraran las violaciones de los derechos humanos mencionadas en el informe”.

LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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4) Canal interoceánico de Nicaragua, pesadilla para ambientalistas
José Adán Silva (IPS)

Los profundos temores de la comunidad científica nacional e internacional sobre los daños a la naturaleza por la construcción de un canal interoceánico en Nicaragua, resurgieron con fuerza al difundirse un estudio que revela que la gigantesca obra representa graves amenazas ambientales.

El informe “Canal de Nicaragua. Estudio de Impacto ambiental y Social. Resumen Ejecutivo” lo realizó la empresa británica Environmental Resources Management (ERM) a solicitud de Hong Kong Nicaragua Canal Development (KDN Group), la concesionaria china responsable del proyecto. El resumen ejecutivo tiene 113 páginas y compendia una investigación cuyo contenido y volumen es desconocido porque ni el gobierno, ni ERM y HKND difundieron integralmente el Estudio de Impacto Ambiental y Social.

En el documento, ERM asegura que el megaproyecto podría ser beneficioso para el país, siempre que en su concepción, construcción y operación se incorporen las mejores prácticas internacionales en materia ambiental, económica y social, para lo que hace variados requerimientos. Pero devela precisos riesgos y amenazas al ambiente de este país centroamericano de 6.1 millones de habitantes y 129.429 kilómetros cuadrados, al que la obra partiría horizontalmente en dos y atravesaría el lago Cocibolca, también conocido como el Gran Lago de Nicaragua, el segundo mayor cuerpo de agua dulce de América Latina con 8.624 kilómetros cuadrados.

Salvador Montenegro, exdirector ejecutivo del Centro para la Investigaciones en Recursos Acuáticos de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, destaca que el resumen del estudio sugiere estudios adicionales en el lago Cocibolca, para evaluar los riesgos al medioambiente y recomendar acciones para mitigarlos. “Son observaciones que yo he venido realizando y nunca fueron tomadas en cuenta, al contrario, me acusaron de traidor al gobierno y de estar en oposición, cuando lo único que hacía era tratar de preservar la salud del lago Cocibolca”, dijo Montenegro a IPS.

El científico nicaragüense fue despedido del cargo en la universidad por alegadas presiones del gobierno del izquierdista presidente Daniel Ortega, en el poder desde 2007 y quien respalda el proyecto del canal, impulsado por la agencia progubernamental de inversiones que encabeza su hijo Laureano Ortega.

Ahora, Montenegro integra el conglomerado de científicos, académicos, ambientalistas y activistas de la sociedad civil aglutinados en el Grupo Cocibolca, abiertamente opositor al proyecto canalero. Mónica López, activista del grupo, reseñó para IPS los principales hallazgos dentro del estudio de ERM que, a su criterio, evidencian que la obra abriría las puertas a una catástrofe ambiental sin precedentes en América Latina. Según López, ERM concluye que ni HKND ni el gobierno tienen la experiencia y capacidad para ejecutar un proyecto de la magnitud planteada.

Por ello recomienda el respaldo de instituciones como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, para evitar daños en áreas sensibles como el Corredor Biológico Mesoamericano, la Reserva Indio Maíz, el río San Juan, el Cocibolca y reservas periféricas. “El estudio dice que en situaciones normales, estas áreas usualmente serían consideradas intocables por su fragilidad social y ecológica”, observó López. ERM sostiene que si no se realizan nuevos análisisy se aplican medidas de protección y mitigación “es probable que los impactos sean significativamente peores”.

Por ello recomendó estudios para medir los riesgos del canal por actividades sísmicas; otro para medir el impacto en el lago del dragado y las amenazas de la introducción de salinidad al agua dulce lacustre, así como otros sobre el riesgo de que el canal reduzca el flujo del lago al río San Juan. También concluye que “sin acciones enérgicas y continuas de HKND y el gobierno” ni siquiera la Ruta Cuatro —la seleccionada y única considerada viable— tendría un impacto neto positivo para el ambiente que justificaría su construcción.

Con base en el resumen de ERM y en las consideraciones de científicos y expertos locales e internacionales, el Grupo Cocibolca envió una carta al presidente el 26 de octubre, solicitando la derogación de la ley que dio vida al proyecto canalero. Ortega no ha respondido, pero HKND, a través de sus funcionarios fuera de Nicaragua, anunció la continuación de investigaciones para echar a andar el proyecto, con un costo previsto de 50.000 millones de dólares, la obra de mayor envergadura a nivel mundial en los últimos años.

El asesor jefe del proyecto de HKND, Bill Wild, dijo a medios locales que la empresa realizó “algunas optimizaciones con mayor costo para el proyecto, (para) evitar (y) reducir impactos ambientales y sociales, y minimizar los riesgos”. Según Wild, los estudios iniciado en 2013 continuarán hasta 2016 y se complementarán con adicionales investigaciones topográficas e hidrológicas, encargados a la empresa australiana CSA Global.

El vicepresidente ejecutivo de HKND Group, Kwok Wai Pang, afirmó al periódico El Nuevo Diario que después de conocer el estudio de ERM “se realizarán más investigaciones a profundidad en la ruta”. “Durante el estudio de factibilidad llevamos a cabo estudios topográficos, geológicos, hidrológicos y arqueológicos y colectamos un volumen alto de información sísmica, niveles de agua, intrusión salina, entre otros, para elaborar un diseño conceptual”, aseguró.

También Telémaco Talavera, portavoz de la presidencial Comisión del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua, minimizó las observaciones de ERM y de ambientalistas. En diálogo con IPS y otros tres periodistas, se mostró confiado en la capacidad de HKND para “resolver con gran sabiduría cualquier inconveniente que surja, y que son normales en este tipo de proyectos de gran envergadura”.

Más problemas que los ambientales

Pero pese al optimismo del gobierno y HKDN sobre el proyecto, otros factores ajenos al tema ambiental ensombrecen sus perspectivas. Por un lado, medios especializados aseguraron en septiembre que con la actual crisis financiera en China, el magnate detrás de HKND, Wang Jing, había perdido hasta 84 por ciento de su fortuna, calculada antes en más de 10.000 millones de dólares y reducida ahora a aproximadamente 1.200 millones de dólares.

Por otro, la creciente resistencia de los campesinos asentados en la ruta trazada del proyecto ha dañado el clima internacional para los negocios del grupo, según la activista López. En el país se han realizado 55 marchas en contra del proyecto. La última convocó, el 27 de octubre en Managua, a campesinos afectados llegados de diferentes partes del país, junto con otros manifestantes, y tuvo gran repercusión en los medios internacionales por los enfrentamientos violentos entre quienes apoyan y rechazan el megaproyecto.

ERM destaca en su documento que el rechazo social afecta la viabilidad del proyecto. “El proceso de expropiación de tierra y reubicación involuntaria no cumple con las normas internacionales. El proyecto está en riesgo de perder su licencia social para operar y puede poner en peligro su viabilidad si no se respetan las normas internacionales”, advierte el resumen. Hasta ahora, el gobierno dio el aval a HKND para la expropiación de 2.909 kilómetros cuadrados de tierras sobre la ruta.

La ley del canal se aprobó en 2013, pero fue oficialmente en diciembre del 2014 que arrancó el proyecto, con obras menores en la zona sur del océano Pacífico. La obra acuática unirá los océanos Atlántico y Pacífico con una ruta de 276 kilómetros de longitud, 105 de los cuales atravesarán el Cocibolca. HKDN proyectó que la construcción llevaría cinco años a partir de 2013 y estimó que en 2019 el canal entraría en operación, pero ERM proyecta que la infraestructura no estaría lista en ese plazo.

Editado por Estrella Gutiérrez

LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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5) Agricultura mexicana: bodegas llenas, bolsillos vacíos
Víctor M. Quintana S. (Alai)

Hasta los mismos puentes de la frontera con los Estados Unidos llegaron este lunes los indignados agricultores mexicanos. Durante diez horas bloquearon el carril de importaciones del puente internacional Córdova-Américas que une las ciudades de El Paso, Texas, con Ciudad Juárez, en México. A diferencia de otros años, éste, los agricultores no se plantaron frente a la Cámara de Diputados para lograr incrementos en el Programa Especial Concurrente (PEC), es decir, todos los rubros del Presupuesto de Ingresos de la Federación destinados al campo. Por más que el PEC aumente, también aumentan las dificultades y penurias de los productores. Porque el presupuesto sólo es el punto de llegada de la política económica y agroalimentaria del régimen que lleva a la agricultura mexicana a la catástrofe.

Tan mala es dicha política que ahora los productores se encuentran en una terrible situación: sus bodegas están llenas, pero sus bolsillos están vacíos. Han incrementado su productividad, pero los costos de producción los están devorando, además de las pésimas políticas comerciales de un gobierno que gira todo en torno al modelo económico neoliberal que sigue de fracaso en fracaso.

Esta situación, ya insostenible, es la que llevó a cientos de agricultores a manifestarse en el norte de México, tanto en el puente internacional, como en varias carreteras. Buscan a manifestar su inconformidad con la manera como el Gobierno Federal conduce el sector productor de alimentos. De la urgencia y de la amplitud de la problemática hablan los numerosos grupos que ahí se dieronn cita: maiceros, frijoleros, manzaneros, algodoneros, chileros, lecheros, transportistas.

El principal motivo y a la vez principal demanda de la movilización de agricultores, sobre todo medianos, es que el Gobierno Federal detenga la espiral alcista de los costos de producción para la agricultura nacional que está golpeando fuerte diversos sistema- producto. El núcleo duro de los incrementos está en los energéticos. Las cifras que dan los productores son por demás contundentes:

El diesel agrícola en Estados Unidos cuesta el equivalente a 5 pesos mexicanos el litro; mientras que en México, 14 pesos con treinta centavos. Los fertilizantes, de acuerdo al Banco Mundial cuestan 200 dólares menos la tonelada en el mercado internacional que en nuestro país.

Comparan los precios actuales con los del año 2002: en ese entonces, con el barril de petróleo a 50 dólares, los agricultores le pagaban a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) 25 centavos por kilowatt/hora de energía para riego agrícola; el diesel costaba cinco pesos el litro y la gasolina, siete pesos. Hoy, con el precio del barril de petróleo apenas llegando a 39 dólares, la CFE cobra el kilowatt/hora a 52 centavos, el doble que hace 13 años, el precio del diesel se ha elevado en más de un 180 por ciento y el de la gasolina , en casi un 100%.

No sólo es el desproporcionado incremento de los energéticos, también afecta a los productores nacionales, orientados al mercado interno, la devaluación del tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar. Hay que tomar en cuenta que una buena parte de las semillas mejoradas tienen que importarse pues la estructura nacional para producirlas la desmantelaron los neoliberales. Ahora con mismo dinero los agricultores adquieren una cuarta parte menos de las semillas, de los fertilizantes y de los agroquímicos que podían adquirir hace un año. Lo mismo sucede con las refacciones y los implementos agrícolas que tienen que reponer.

A la escalada ascendente de los costos de producción hay que agregar la persistente tendencia a la baja de los precio internacionales de las “commodities”, es decir, los productos agrícolas y las materias primas, que es otra puñalada más a la economía de los productores.

Por si fuera poco, ASERCA la instancia gubernamental que se dedica a la fijación de precios de referencia, de subsidiar la comercialización de alimentos básicos, se encuentra muy retrasada en el pago de subsidios tanto a productores como a comercializadores. Tan sólo en el granero del país, el estado de Sinaloa los maiceros reclaman se les cubran cinco mil millones de pesos (unos trescientos millones de dólares),que se les deben por sus cosechas. En Chihuahua el Gobierno Federal adeuda un total de mil 634 millones de pesos (unos cien millones de dólares), por coberturas de maíz, frijol, algodón, trigo y sorgo y apoyos a productores y a empresas comercializadoras.

Toda esta política de costos de producción revela que la Secretaría de Agricultura del gobierno mexicano no es más que una dependencia de la Secretaría de Hacienda, pues la lógica que prevalece no es la de producir más y mejores alimentos para el Pueblo de México, sino la de las exigencias tecnocráticas y financieras de quien maneja la política económica del país.

Está sucediendo lo que a mediados de los años sesenta: el sector agropecuario mexicano se encuentra exangüe de tanto transferir valor a otros sectores de la economía nacional. Está demostrando su gran capacidad productiva, pero a pesar de ello, enfrenta un serio proceso de descapitalización, en primer lugar, por la escalada de costos de producción en segundo, por la equivocada política de precios y subsidios, y en tercero, por la integración económica internacional subordinada promovida del Gobierno Federal. La negociación del Acuerdo Transpacífico a espaldas de los productores del sector agroalimentario vendrá a impactar muy negativamente la producción nacional de alimentos básicos y generará aún más desempleo en el sector. Ya se avizoran graves afectaciones para los productores de leche, azúcar, café y manzana, entre otros.

Así, las políticas librecambistas y neoliberales de quienes detentan el poder político y de las trasnacionales del agronegocio apuntan directamente a desmantelar el aparato productivo de alimentos y materias primas de México, para hacerlo todavía más dependiente de las importaciones tasadas con un dólar caro y compradas con un petróleo muy barato. Ya compramos al extranjero más del 40% de lo que nos comemos. El camino al colapso.

– Víctor M. Quintana S. es asesor del Frente Democrático Campesino de Chihuahua e investigador/profesor de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.

LUNES 2 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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