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EUSKAL HERRIA: DESDE BILBAO SE EMPIEZAN A TEJER LAS PRÓXIMAS V JORNADAS FEMINISTAS – comcosur mujer 603 – 10.06.2019

COMCOSUR MUJER / AÑO 16 /No. 603 / lunes 10.06.2019 – Hoy:

1)) Euskal Herria: Desde Bilbao se empiezan a tejer las próximas V Jornadas Feministas
2) Bolivia: «El primer espacio donde debemos ser reconocidas como mujeres originarias es en el movimiento de mujeres»
3) Brasil: Manuela d’Ávila: “El Gobierno de Bolsonaro es un Gobierno de muerte”
4) Futbolistas pugnan por condiciones igualitarias ante Mundial Femenil Francia 2019
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 16 /No. 603 – Lunes 10 de junio de 2019 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) EUSKAL HERRIA: DESDE BILBAO SE EMPIEZAN A TEJER LAS PRÓXIMAS V JORNADAS FEMINISTAS

“Han pasado diez años desde la última vez que nos reunimos y creemos que ya es hora de juntarnos al arrimo de todas, debatir, pensar y festejar”.

Las V Jornadas Feministas de Euskal Herria / Salda Badago que se realizarán en Durango el 1, 2 y 3 de Noviembre, se han presentado y socializado entre las integrantes de numerosos colectivos feministas Bizkaia en una asamblea realizada en Bilbao.

Las Jornadas Feministas de Euskal Herria son las jornadas organizadas por el movimiento feminista autónomo para debatir sobre las principales líneas estratégicas. Las primeras se celebraron en Leioa en diciembre de 1977 y acudieron 3000 mujeres. Desde entonces, se han ido organizando jornadas en varios momentos, en 1984 y 1994 en el Campus de la UPV de Leioa, y en 2008 en la Escuela Náutica de Portugalete, y ha sido siempre una cita muy importante para las feministas de Euskal Herria, visto el éxito de cada una de las ediciones.

Durante estos largos años, los temas a debatir han sido numeroso y muy diversos, respondiendo a las realidades y necesidades de cada momento: sexualidad, aborto y anticonceptivos, violaciones, planificación familiar, mujer y medicina, patriarcado, modelo de militancia, trabajo y distribución del trabajo, coeducación, alternativas a futuro, ciencia, salud, militarismo, pornografía, violencia sexista, cuerpos e identidades… Asimismo, todos estos temas han respondido a los objetivos principales de las jornadas, que son, entre otros, la reflexión teórica colectiva, el conocimiento mutuo de grupos feministas y tejer redes entre ellos.

Ecuador etxea / COMCOSUR MUJER Nº 603– 10/06/2019
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2) BOLIVIA: «EL PRIMER ESPACIO DONDE DEBEMOS SER RECONOCIDAS COMO MUJERES ORIGINARIAS ES EN EL MOVIMIENTO DE MUJERES»

Lo señaló la delegada por las organizaciones sociales a las Cumbres de Justicia de Bolivia, Adriana Guzmán, en diálogo con Agencia Paco Urondo. «Creo que ese es el primer espacio para que con mucha fuerza se pueda cuestionar estructuralmente la idea de lo de plurinacional en un Estado profundamente colonial, racista como lo es el Estado argentino», agregó.

Por Soledad Allende

En la Argentina tenemos un Estado representativo, delegativo en el sentido liberal del término. Y Bolivia tiene un tipo de democracia participativa que implica la plurinacionalidad.

Lo que está sucediendo en la Argentina es que esa demanda histórica que los pueblos originarios han realizado al Estado, y que sólo se concretó en Bolivia, se le está haciendo a un movimiento de mujeres que se viene autoconvocando hace 34 años. En este sentido, parece factible que el feminismo y el movimiento de mujeres se transformen en el vehículo de esta demanda histórica. Cosa que no resulta sorprendente si prestamos atención a la capacidad que vienen teniendo los feminismos para encarnar demandas populares en esta ùltima oleada neoliberal de acumulación financiera y expoliación de los recursos naturales.

Asimismo, la perspectiva dual que los pueblos originarios sostienen como parte de su cosmovisión, si bien no representa lo mismo que los binarismos occidentales y coloniales, genera algunas confusiones respecto de cómo alojar, desde estas subjetividades, la incorporaciòn de identidades de género no hegemónicas, distintas a la identidad mujer, hacia un 34° Encuentro Nacional de Mujeres que seguramente se definirá de otro modo, en la instancia que corresponda.

Adriana Guzmán, mujer originaria, lesbiana, aymara, feminista de Abya Yala y delegada por las organizaciones sociales a las Cumbres de Justicia de Bolivia, conversó con AGENCIA PACO URONDO acerca de estos debates que atraviesan las reuniones preparatorias del 34° ENM.

Agencia Paco Urondo: Para ponernos un poco en contexto, ¿cómo fue el proceso que llevó a la plurinacionalidad del estado en Bolivia?

Adriana Guzmán: La Asamblea Constituyente fue como un legislativo temporal, su tarea única era la elaboración de un nuevo texto constituyente de un Estado republicano, y el resultado fue el Estado Plurinacional. Los 255 delegados y delegadas fueron elegidos por voto directo en todo el territorio nacional, y hasta donde yo recuerdo el 51% aproximadamente eran mujeres y como el 52/53% eran representantes de pueblos originarios, indígenas, campesinos. Entonces se reunieron por casi tres años, desde el 2006 hasta el 2009, para definir el nuevo texto constitucional que contiene: la forma de estado, la forma de economía, la forma de organización social, los derechos reconocidos y todo lo que abarca un texto constitucional. Tardó todo ese tiempo porque había una pugna, fue el espacio de definición de las fuerzas de poder nacional. Porque estábamos los pueblos indígenas, con su memoria, con las cosas que queríamos y necesitábamos poner, estábamos las mujeres con cosas específicas, como por ejemplo que entre el concepto de despatriarcalización, que finalmente no logramos que estuviese. Pero logramos que se incluya el artículo 338 que dice que el trabajo del hogar genera riquezas y debe ser contabilizado en las arcas del Estado. Y esto pensamos que fue el proyecto mínimo que logramos meter, porque la idea era que diga “el trabajo de la mujeres en el hogar”, pero no lo logramos. Queríamos que ese trabajo fuese, además de contabilizado, devuelto a las mujeres en forma de salud, educación, para la creación de un país distinto.

Hubieron muchas peleas porque de esto participaban también, empresarios, oligarcas, terratenientes, todos elegidos. Disputaban ahí sobre lo que sería mencionado acerca de la propiedad de la tierra, acerca de la reversión de la tierra en caso de no tener una función social, etcétera.

Hubieron momentos de mucha presión social, cuando se estaba intentando definir que fuese un Estado Plurinacional. Por ejemplo, hubieron manifestaciones, movilizaciones, presión a ese espacio de la asamblea que estaba en Sucre, en el centro del país, de los empresarios, de grupos inclusive fundamentalistas que decían que no se podía acabar con la Nación, con la República, con la historia de Bolivia, que era una cosa panfletaria de los indígenas de Evo, etcétera.

Estábamos definiendo pues, las reglas mínimas del país. Como casi el 52% eran mujeres y hombres originarios, quechuas, aymaras, guaraníes, mosetén, estaban viviendo en ese lugar, donde se hizo la Asamblea Constituyente. Ahí permanentemente recibían agresiones, golpes, los escupían. Las noticias del momento de la ciudad de Sucre decían «los indios ensucian, han ocupado nuestra ciudad», «mascan coca y escupen en las calles», etcétera. Tres años de permanente racismo, de permanentes ataques a las presidenta de la Asamblea Constituyente, Silvia Lazarte, mujer originaria y productora de coca, que era acusada de ignorante porque no había terminado el colegio. Pero ella tuvo la habilidad de mantener unida finalmente la asamblea, de que no se quebrara.

Al final las presiones más grandes tuvieron que ver con, por ejemplo, desde cuándo se considera la vida. La constitución dice que es desde la concepción, por la intransigencia de los grupos fundamentalistas. Otro punto fue por la forma de la economía que tiene una economía plural, de base comunitaria. En un principio el objetivo era que fuera sólo economía de base comunitaria, para ir rompiendo con el capitalismo. Pero ellos metieron la palabra plural para que el Estado tuviera que apoyar a pequeños emprendimientos, a los pueblos originarios, a los pequeños empresarios como también a los oligarcas, a los sojeros a quienes también les da créditos. Esa fue una cosa que se cambió producto de la presión. Presión que fue el secuestro de asambleístas, que los golpearon, los persiguieron, los hicieron arrodillarse en la plaza de la ciudad y besar la bandera símbolo del colonialismo, la bandera española, a todos los que ellos llamaban indios. Esto pasó hasta el 2009, que se aprueba el texto constitucional reduciendo muchas de las cosas que eran importantes para nosotras, como por ejemplo lo de la concepción, lo de la economía, lo de la propiedad de la tierra.

Otro punto fue que no querían que se reconozca en igualdad la justicia originaria, querían que esté por encima la justicia ordinaria y lograron poner, en ese sentido, un candado. Se reconocen en igualdad, o sea, son equivalentes, pero con deslindes, o sea, con una ley que debe deslindar. Si me someto a la comunitaria, me deslindo de la ordinaria. Esa ley no se ha aprobado hasta ahora.

APU: ¿Qué diferencia existe entre la justicia ordinaria y la comunitaria en lo que hace a los derechos de las personas según su identidad de género?

AG: Los pueblos originarios han planteado su propia justicia que en la constitución de Bolivia se llama justicia indígena/originaria/campesina que es equivalente a la justicia ordinaria. Es más rápida, es eficaz, no es punitivista sino que es pedagógica. La idea no es castigar y punto, sino que a partir de la discusión comunitaria todos aprendan que esas no son las mejores formas de reaccionar o de resolver conflictos. El objetivo de la justicia originaria no es el castigo, sino la transformación, el aprendizaje, la reparación en los que casos que tenga que haberlo. No tiene ningún costo, es rápida, hay autoridades de justicia que por lo general son las mujeres y hombres más reconocidos de la comunidad, con experiencia, muchas veces son los abuelos y las abuelas.

Pero nosotras, en ese camino de restitución de nuestra autonomía y autodeterminación, nos hemos dado cuenta de que esa justicia también está atravesada por el patriarcado y por eso también somos feministas, y por eso también denunciamos las prácticas patriarcales dentro de la justicia originaria. Por ejemplo: los casos de violencia no se juzgan en todas las justicias originarias, porque creen que es un problema entre familias. Hay otras que sí, juzgan, castigan, sancionan no sólo al violador sino a toda la familia que debería haberse hecho cargo de educar mejor o enseñar otros caminos a ese violador, por ejemplo. Esa justicia que no juzga, está atravesada por el patriarcado, para esa justicia el cuerpo de las mujeres vale menos y eso nos ha llevado a nosotras a plantear la descolonización de la cosmovisión porque esa es la que plantea que es en dualidad.

APU: La perspectiva de la dualidad que es propia de la cosmovisión originaria…

AG: La dualidad no es el binarismo occidental, pero igualmente sigue siendo una categoría de poder. «Chacha warmi” es una categoría que determina que son los hombres quienes deciden, los que están en el espacio público. Aunque tienen que estar con su «warmi» las mujeres van para cocinar, acompañar, cuidar a los hijos, para llevar agua, pero no para decidir. Ellos son los representantes de los hombres porque comparten esos cuerpos y las autoridades de las mujeres son sus esposas, sus concubinas. No son nuestras representantes. Y hay un conflicto de interés, unas relaciones de poder en las que nuestra palabra y nuestras decisiones quedan invisibilizadas. Nosotras ponemos en conflicto la dualidad como una evidencia de que el sistema patriarcal ha atravesado nuestra cosmovisión. Cuando desde los feminismos se dice que nos matan, desde los pueblos originarios se sale mucho a hablar de la dualidad, porque eso encubre las violencias. En todo caso si hubo dualidad, fue hace 500 años cuando los hombres no mataban a las mujeres. Hoy no podemos hablar de dualidad. Hay relaciones de poder, hay relaciones de géneros, de sometimiento, de dominación que terminan en feminicidios.

APU: La demanda de plurinacionalidad que los pueblos originarios dirigen hacia el Estado, en la Argentina, se dirige hacia el movimiento de mujeres ¿Cuál es el sentido que adquiere esta estrategia para ustedes?

AG: Lo que hemos comprobado con la asamblea constituyente y después con estos años de tratar de concretar la constitución a través de otras leyes y después políticas públicas y acciones concretas (porque la idea es que la constitución llegue a tu casa, a tu vida, a tu territorio) es que el Estado tiene una base fundamentalmente patriarcal, colonial, burguesa. La transformación es más que el texto constitucional, incluso más allá del Estado, porque también debemos construirla quienes habitamos estos territorios. Una justicia plurinacional, una educación plurinacional, una salud plurinacional.

Y sí, la demanda sí debe ser también al movimiento de mujeres. Para las feministas como nosotras que creemos en la comunidad y que sabemos que el patriarcado no se va a acabar ni por decreto ni por ley, ni el Estado es tampoco quién lo va a hacer, que es colonialista y racista, el primer espacio donde debemos ser reconocidas como mujeres originarias es en el movimiento de mujeres.

Es un camino, si quieren, inverso al que se ha hecho en Bolivia (primero en la constitución y luego se ha discutido en los movimientos). El movimiento de mujeres no puede no reconocer a las muchas mujeres originarias y distintas que habitan ese territorio. Creo que ese es el primer espacio para que con mucha fuerza se pueda cuestionar estructuralmente la idea de lo de plurinacional en un Estado profundamente colonial, racista como lo es el Estado Argentino. No es solamente una demanda de las mujeres originarias, yo creo que por un lado está la demanda de las mujeres originarias de ser nombradas, visibilizadas, que hará que deba hacerse un trabajo de transformación transversal a todos los talleres, a todas las miradas. Que se discuta desde la perspectiva de las mujeres originarias. Los desafíos son: llegar a la legitimidad de que el Encuentro Nacional de Mujeres sea plurinacional y, por otro lado, el confrontarnos dentro del feminismo al mirarnos y al saber que hay que romper con un feminismo racista, colonialista.

Agencia Paco Urondo / COMCOSUR MUJER Nº 603– 10/06/2019
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3) BRASIL: MANUELA D’ÁVILA: “EL GOBIERNO DE BOLSONARO ES UN GOBIERNO DE MUERTE”

Manuela Pinto Vieira d’Ávila (Porto Alegre, Brasil, 1981) llega a La Casa Encendida desde Barajas con 21 años de militancia política en la maleta, incluida la experiencia como diputada en dos mandatos en el Parlamento de Brasil. Esta vez no la acompaña su hija, Laura, que viajó con ella durante la campaña de las elecciones brasileñas de 2018 a las que esta militante del Partido Comunista concurrió a la vicepresidencia de la República junto al Partido de los Trabajadores.

D’Ávila también es fundadora del Instituto E se fosse você, un proyecto que pretende explicar y combatir las fake news, cuyas consecuencias conoce muy de cerca después de que en la campaña electoral fuera blanco de desinformaciones, motivo por el que el Tribunal Superior Electoral de Brasil ordenó a Facebook retirar hasta 38 páginas de usuarios con información falsa sobre ella y el candidato a la Presidencia del país por el Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.

Dice que ser madre ha hecho de ella una persona más revolucionaria de lo que ha sido nunca y advierte sobre el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro: “Es un Gobierno de muerte”. De cuerpos, maternidades, medios de comunicación y lucha en tiempos de auge de nuevos fascismos hablará en la mesa que comparte con las escritoras Gabriela Wiener y Najat El Hachmi en el festival Princesas y Darth Vaders que se celebra del 7 al 9 de junio en Madrid.

Hace poco en este mismo lugar la exdirectora regional de ONU Mujeres Luiza Carvalho decía que de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil desde el 1 de enero, no se había conocido su programa en campaña. ¿Se conoce ahora que lleva seis meses como presidente? ¿Cuál es el balance de esos seis meses?

En verdad en los últimos 30 años él ha dicho exactamente lo que iba a hacer. Yo he estado con él ocho años en el Congreso Nacional y él jamás ha mentido acerca de quién era. Siempre ha dicho que defendía la tortura. Siempre ha dicho que defendía la la dictadura militar. Siempre ha hablado mal de las mujeres, y también de los hombres y las mujeres negras. Siempre ha dicho que la universidad pública es un espacio donde no hay personas buenas y que no era necesaria para el país. El Gobierno de Bolsonaro es un Gobierno de muerte. Lo que vemos ahora es cómo esos absurdos se pueden transformar en el proyecto de la extrema derecha de Gobierno. Estamos viviendo el necrocapitalismo en su máxima potencia en Brasil.

¿Qué ejemplo puedes poner? ¿Cómo se traducen esas políticas en la vida de las personas?
En cualquiera de las áreas te puedo dar ejemplos. En los últimos meses la legislación acerca de las armas ha cambiado: ahora básicamente cualquiera puede comprar armas y se permite incluso que los niños puedan empezar a dar clases de tiro si sus padres tienen ganas. Él ha cambiado la legislación ambiental y las normas de las cacerías, de modo que todo lo que hemos logrado en los últimos años sobre animales en peligro de extinción, él lo ha cambiado. También ha mandado para fuera del país todos los médicos de profesionales de salud cubanos que estaban trabajando con la gente pobre en un programa que hemos creado en el gobierno de Dilma que se llama “Más médicos”, con el argumento de que como son cubanos es un programa ideológico. Ha dicho antes de ayer que el embajador de Venezuela en Brasil es el embajador que ha nombrado Juan Guaidó, es decir, da un paso adelante en la intervención militar en Venezuela, que no es una intervención brasileña sino una intervención norteamericana.

Tenemos ahora en el Congreso una legislación que ellos llaman de “medidas anticriminalidad”, que tiene dos ejes. El primero es legitimar lo que hace la Policía con la población al dar impunidad para matar a la gente —en Brasil tenemos la Policía que más mata del mundo—. En esa legislación también hay un cambio de lo que caracteriza a las organizaciones criminales, por lo que ahora todas las organizaciones de los movimientos sociales pueden ser criminalizadas.

Y por último, algunas cosas que posiblemente ustedes ya conozcan como la reforma de pensiones que acaba con la preeminencia pública de la jubilación y con la perspectiva de la gente más pobre de tener una jubilación. Además, hace unos días se vació a las universidades técnicas de dinero, que es la razón por la que ha habida tanta movilización en la calle. Entonces tenemos menos escuelas y eso es muerte. Tenemos más cárceles y eso es muerte. Tenemos menos protección al medio ambiente y eso es muerte. Tenemos autorización para que los policías maten a los pobres y eso es muerte. La extrema derecha en Brasil conduce al gobierno de la muerte.

¿Por qué molestan los movimientos sociales?

A veces la gente me pregunta “¿qué va a pasar en Brasil?” y yo contesto: “¿Qué es lo que falta por pasar en Brasil?”. Hemos tenido a Lula detenido, a Marielle muerta, tenemos parlamentarios y políticos que no sabemos si la gente nos va a agredir en la calle, porque el presidente estimula la violencia contra nosotros. Y ahora hay un esfuerzo por cambiar la legislación para que intenten hacer que las organizaciones sociales puedan ser catalogadas como organizaciones terroristas.

Se ha responsabilizado a las fake news de que Bolsonaro llegara al Gobierno. El debate existe en otros países también, siempre con el argumento de que la desinformación beneficia el discurso de la extrema derecha.

¿Qué tienen que ver las fake news con la extrema derecha?

Tiene todo que ver. Yo creo que la gente no entendido nada. En primer lugar, cuando hablamos de fake news no hablamos solo acerca de mentiras. El instituto que he creado para trabajar con esto no es un instituto acerca de fake news sino un instituto de fake news y organizaciones de odio. ¿Por qué? Porque ellos no juegan solo con mentiras, sino que trabajan con mentiras y con la construcción de odio social contra lo que somos.

Creemos que estamos hablando de márketing político, que ellos utilizan fake news para hacer márketing como antes utilizaban la televisión y los periódicos. No, no es eso. Brasil no tenía legislación de protección de datos personales como España tampoco tenía hasta hace poco. ¿Qué significa esto? Que tienen todas las informaciones acerca de nosotros. Y no son informaciones objetivas solamente, como imagina la gente. Es posible trabajar mucho con informaciones objetivas, pero no estamos hablando solo de eso.
Lo que ellos hacen es trabajar con información subjetiva. Conocen los patrones psicológicos y cognitivos. Saben si te has detenido dos minutos delante de La Casa Encendida, y si después entras a una tienda, y saben que has comprado una chaqueta como esta y que compras ropa para niña. Ellos hacen política como nadie la ha hecho. En el nazismo se hacía la comunicación de una manera muy perversa, pero no desde la cabeza de la gente.

En Brasil ha habido otro factor importante, que es que la gente tenía planes de telefonía móvil con liberación de solo algunos servicios. O sea, la gente no tenía internet sino que tenía Facebook. Entonces, la gente dependía de una red social y no tenía cómo buscar una información. De este modo, si se compra el espacio para poner una fake news acerca de mí en Facebook, da igual que yo ponga en un sitio web que eso es mentira, la gente no tiene cómo salir de Facebook. Y yo no puedo adentrarme en la red de la persona. Entonces están las redes sociales, el big data y el uso de tecnología muy sofisticada… y ellos juegan con datos reales de nuestro pueblo.

Es más sencillo mentir una mujer que hacerlo hacer que un hombre. Es más sencillo mentir acerca de un negro. Por ejemplo, en la campaña electoral yo fui el principal árbol de fake news: ¡una mujer 37 años que entra a la segunda vuelta! Tengo que ser una loca.

Los bots no están a la disposición de todos. Todo aquel que tenga un compromiso con la democracia y con la soberanía de los pueblos tiene que empezar a hacer involucrarse en proyectos de creación de tecnología del bien.

Esos datos y esas tecnologías están en el mercado para todos. ¿Por qué no los utilizan también las izquierdas?
Porque es el capitalismo. Ellos tienen la plata, nada está a la disposición de todos. Los bots no están a la disposición de todos. Yo creo que la izquierda tiene que tener los bots del bien. No solo la izquierda, sino todo aquel que tenga un compromiso con la democracia y con la soberanía de los pueblos tiene que empezar a hacer involucrarse en proyectos de creación de bots del bien, en aprender cómo identificar fake news y cómo sacarlas de la red social muy velozmente. Porque eso es posible. Tenemos que empezar a involucrarnos en proyectos de tecnología del bien. Hemos estado en un espacio de idealismo, de creer que internet era simplemente democrática. Y es democrática, pero no es libre, porque no hay libertad en el capitalismo.

En Brasil, las mujeres dijeron “el no” y las urnas “el sí”. ¿Ha sido en vano la movilización de miles de mujeres?

No es un fracaso. Las mujeres hemos tenido las manifestaciones más grandes de los movimientos sociales de los últimos años en Brasil. ¿Qué fracaso hemos podido tener si estamos en la calle? Estamos en la lucha, imaginar que porque no logremos vencer hemos ido fracasadas es no comprender que la extrema derecha se organiza en el mundo. Bolsonaro es un problema muy grande para Brasil, pero la crisis no es brasileña como dice la derecha. Bolsonaro está en Brasil como salida a una crisis que es mundial y la que cada país tiene sus bolsonaros, que tienen una apariencia en España, otra en Francia, otra en EE UU. Y las mujeres están involucradas en todo el mundo por razones muy concretas, en primerísimo lugar porque las salidas económicas que la extrema derecha y la derecha liberal proponen son salidas que transforman el Estado en un Estado más pequeño, y cuando hay una privatización de las responsabilidades públicas, las más afectadas son las mujeres. Las mujeres están en la calle porque quieren convertir en un debate moral unos debates que son económicos y sociales. La crisis es mundial y es una crisis del capitalismo que afecta a todos los trabajadores pero es más cruel con las mujeres. Es por eso que las mujeres están en la calle.

Las mujeres están sirviendo de muro de contención a la extrema derecha, pero también en ellas está la manera en la que vamos a tomar el poder para nosotros, porque no puedo creer que vayamos a estar para siempre conteniendo

¿Es el movimiento feminista un muro de contención contra las políticas de derechas en Brasil y en el mundo?

Sí, creo que las mujeres están sirviendo de muro de contención. Pero más allá de eso creo que en las mujeres está la manera en la que vamos a tomar el poder para nosotros, porque no puedo creer que vayamos a estar para siempre conteniendo. El movimiento de mujeres en Brasil y con muchísima fuerza el movimiento de mujeres negras puede provocar el cambio que también tenemos que hacer en el poder. No creo que tengamos un feminismo que esté preparado para cambiar al poder, pero creo que tenemos que involucrarnos y crear un feminismo popular que va a cambiar el poder. Esa puede ser la manera más dulce de contestar a la extrema derecha.

Entonces las mujeres están respondiendo a nivel global. ¿Se organizan también las derechas globalmente?

Existe una organización internacional de la extrema derecha porque la crisis del capitalismo es global. El necrocapitalismo está ahí para saber quién va a vivir y qué va a morir. Para ellos, la gente que trabaja no está para vivir. El mundo con la tecnología, las cosas buenas, el mundo con lo mejor es un mundo para pocos. Es eso lo que ellos están planteando y en lo que están trabajando. Y antes no lo decían, pero ahora lo dicen.

Me han preguntado hace poco que si ser madre te hace más conservadora. Te lo pregunto a ti, como autora de Revolução Laura: reflexões sobre maternidade & resistencia, un libro en el que reflexionas sobre maternidad y política. ¿Ser madre te hace dar pasos a la derecha en tus posicionamientos políticos?

La maternidad me ha hecho más revolucionaria que en cualquier otro momento de mi existencia. Creo que si la sociedad intenta hacer que seas más conservadora es porque la maternidad es exhaustiva para una mujer. Yo amo a mi hija, pero si trabajas 15 horas al día no es que te vuelvas más conservadora, es que te quedas muerta. Yo tengo condiciones muy privilegiadas, un compañero con quien comparto mis responsabilidades, escuela para mi hija, opción de llevármela conmigo cuando tengo que trabajar por todo el país… Me he enfrentado a mi partido y he dicho que no creo en el poder como lo ejercen los hombres. Ahora pienso que yo era conservadora antes de la maternidad.

El Salto / COMCOSUR MUJER Nº 603– 10/06/2019
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4) FUTBOLISTAS PUGNAN POR CONDICIONES IGUALITARIAS ANTE MUNDIAL FEMENIL FRANCIA 2019

El Mundial Femenil Francia 2019 que se llevará a cabo del 7 de junio al 7 de julio, se ha convertido en una plataforma para visibilizar la búsqueda por la igualdad de género en el mundo del deporte, un movimiento que iniciaron las propias jugadoras.

La desigualdad salarial y tratos diferenciados a las jugadoras son discriminaciones que enfrentan las futbolistas de todo el mundo, pero en el marco de este evento futbolístico, ya se presentaron diversas manifestaciones para exigir condiciones igualitarias con respecto a las selecciones varoniles.

El primer caso que destaca es el de la reconocida como mejor jugadora del mundo, delantera de la selección de Noruega y del Olympique de Lyon, Ada Hegerber, quien desde 2017 anunció que, de no igualarse las condiciones entre las selección femenil y varonil de su país, ella se ausentaría del Mundial en Francia.

Pese a que la Federación Noruega de futbol llegó a un acuerdo con el sindicato de jugadoras en ese país para establecer un sueldo equitativo entre hombres y mujeres, Ada Hegerber destacó que más que el dinero, también debe haber igualdad en cuanto a progresos y estrategias, razón que la llevaron a mantener su protesta y perdese de su talento en el Mundial.

«El fútbol es el deporte más importante de Noruega para las niñas y lo ha sido durante años, pero las chicas no tienen las mismas oportunidades que los chicos», expresó a través de un comunicado la primera mujer en recibir el Balón de Oro, el premio otorgado anualmente por la revista francesa especializada “France Football”.

Otro caso que enmarca este evento futbolístico es el de la selección femenil estadounidense, quienes el pasado 8 de marzo presentaron una demanda ante la Corte Federal de Distrito en Los Ángeles, argumentando discriminación institucionalizada de género.

En el documento, 28 integrantes de la convocatoria actual alegaron compensaciones inequitativas en comparación con los integrantes de la selección masculina; descontento por las maneras como las entrenan; así como por el poco apoyo recibido y la exigencia de jugar más partidos que sus colegas masculinos por un menor sueldo.

Sin embargo, la demanda se encuentra en sus primeras etapas, por lo que el pronóstico para mejorar las condiciones de las futbolistas estadounidenses se ve lejano.

Asimismo, en otros países hay intentos por cambiar, en Sudáfrica se decidió igualar los salarios de la selección femenil y varonil, por lo que para este Mundial Francia 2019 cada futbolista cobraría de los patrocinadores aproximadamente 20 mil dólares si logran pasar el corte de los 16 mejores equipos y unos 41 mil dólares por llegar la semifinal.

En caso de ganar el torneo, podrían recibir hasta 57 mil dólares, mismas cifras que percibirá el equipo varonil en la Copa África 2019.

Respecto a los premios que recibe la selección ganadora en el Mundial, aún hay temas pendientes. Y es que, aunque la cifra que recibirá la selección femenil que levante la copa se elevó de 2 a 4 millones de dólares para esta edición, resulta incomparable con los 36 millones de dólares que recibió la selección varonil ganadora del pasado Mundial disputado en Rusia.

Por ello, la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPro) indicó que “a pesar de estos cambios, el futbol sigue estando aún más lejos del objetivo de igualdad para todos los jugadores de la Copa del Mundo, sin importar su género”.

Iniciativas que suman

Por otra parte, algunos medios de comunicación buscan darles el mismo espacio televisivo a las jugadoras del Mundial Francia que a los varones. El canal de televisión de paga Lifetime lanzó la campaña #JuguemosIgual2019, la cual no sólo traerá a Latinoamérica los partidos del Mundial, sino que incluirá una programación de género para generar conciencia respecto a las diferencias de oportunidades y salarios entre hombres y mujeres.

Este contenido será dirigido por la futbolista “La Wera Kuri” y la conductora de televisión y empresaria independiente, Romina Sacre. Ambas mujeres hablarán de estereotipos y prejuicios; “la equidad de género en el fútbol, en los deportes y en la vida; la moda en el deporte. La moda incomoda ¿o no?; protagonistas no sólo en la cancha: las mujeres consideradas estrellas de fútbol y su vida fuera del deporte”, detalló Lifetime a través de un comunicado.

Finalmente, estas transmisiones también contarán con la participación de Lucila Venegas -primera mexicana en obtener el Premio a la mejor árbitra del año que entrega la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y del Caribe de Futbol (Concacaf), y que estará arbitrando en Francia 2019 a lado de sus compatriotas Enedina Caudillo y Mayté Chávez.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 603– 10/06/2019
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” Luis Pérez Aguirre
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