1) Desde la nación encarcelada: El Teatro del absurdo
2) EE.UU.: Todos somos sospechosos
3) MERCOSUR: ¿El Mercado Común para el Norte?
4) Plataforma digital cubana busca atraer inversiones extranjeras
5) A 40 años de “La noche de los lápices”
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COMCOSUR / POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 16 / Nº 791 / Miércoles 21 de Septiembre de 2016 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) Desde la nación encarcelada: El Teatro del absurdo
Mumia Abu Jamal (Amig@s de Mumia, México)
Cuando yo era un joven pantera, un francés –bajo de estatura, calvo y con ojos azules– llegó a visitar nuestra sede central en Berkeley, California. El jefe de personal del partido Panteras Negras, David Hilliard, lo saludó brevemente y luego me pidió escoltarlo alrededor de las oficinas para que pudiera conocer a los demás panteras.
El francés se llamaba Jean Genet, pero yo no tenía idea de la importancia de esto. David me dio un pequeño volumen titulado The Blacks (Los negros), con el nombre Jean Genet anotado como el dramaturgo. Consulté la contraportada para saber más. La obra Los Negros fue descripta como un ejemplo de lo que se llamaba “El Teatro del absurdo”.
Me vino a la mente esa descripción la semana pasada cuando observé los torpes esfuerzos de dos políticos blancos estadounidenses, Hillary Clinton y Donald Trump, para denigrar al opositor como el peor racista. Eran como un niño y una niña de primaria gritándose en el arenero: "¡Racista! ¡Fanático! ¡No lo soy! ¡Sí lo eres!" (Solo faltaba el último insulto: “Tu mamá…” pero tal vez esto vendrá.). ¿Qué podría ser más ridículo?
A decir verdad, los estadounidenses blancos han esculpido y respaldado una estructura de separación total durante siglos. Hasta la fecha vivimos en dos mundos y dos espacios mentales muy distintos: uno de privilegio y otro de privación. Pero mientras observamos la descomposición del capitalismo en su aspecto despiadado "perro come perro", parece que el racismo es solo una palabra, una cosa, un juguete para lanzar al aire antes de las elecciones y olvidar al día después. Ninguno de los dos políticos tiene una solución porque esto es más grande, más profundo y más real que ambos.
Desde la nación encarcelada soy Mumia Abu-Jamal.
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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2) EE.UU.: Todos somos sospechosos
David Brooks (La Jornada)
Todos somos sospechosos aquí. Por eso hay una vigilancia masiva sin precedente a esta población –de hecho, a las del mundo, México incluido–. Esta columna será leída, antes que por los editores de este periódico, por alguna computadora y tal vez por analistas enmascarados del complejo monstruoso de espionaje civil que revisará si hay algo preocupante o alarmante. Tienen la capacidad para ver, escuchar y leer todo lo que hacemos y expresamos, todos.
Eso fue lo que reveló Edward Snowden. Arriesgó todo para alertar a los ciudadanos de esta sociedad libre y con derechos fundamentales de que, sin su permiso ni bajo ninguna autorización judicial, el gobierno tiene la capacidad de seguirlos y perseguirlos.
Revelar la verdad sobre lo que un gobierno hace en nombre de su pueblo aparentemente puede ser un delito muy grave. De la Casa Blanca para abajo, la respuesta fue perseguir y enjuiciar al que se atrevió a hacer tal cosa y buscar encarcelarlo con base en una antigua Ley de Espionaje de 1917. De hecho, vale recordar que el gobierno de Barack Obama ha acusado a tres veces más funcionarios y periodistas según la Ley de Espionaje que todos sus antecesores… combinados.
Los whistleblowers –los que soplan el silbato para alertar al público sobre abusos y violaciones dentro de un gobierno o una empresa– ahora son considerados una especie de traidores.
Snowden, entre otros, han indicado que sus motivaciones no son más que defender la democracia, y asegurar que los ciudadanos sean los que decidan qué está en su interés y qué no. Por ello, afirmó, su propósito al filtrar la información sobre los sistemas de espionaje masivo fue detonar un debate entre el pueblo sobre cuánto poder debe o no tener su gobierno, y por qué para él la privacidad es un derecho sagrado, sobre todo para los que no tienen poder.
En una entrevista reciente con el Financial Times, Snowden declaró que el punto es que las autoridades saben más de nosotros que nosotros mismos, pero al mismo tiempo no estamos autorizados a saber ningún detalle de sus programas y políticas, de sus prerrogativas e intereses. Y esto, de manera muy fundamental, es corromper la democracia, porque el principio fundamental de la democracia es que el gobierno opere con el consentimiento de los gobernados, pero ese consentimiento sólo tiene importancia si está informado. Y eso es lo que hemos perdido.
Agregó que la lección de lo que sucedió en 2013 al darse a conocer sus filtraciones “no es sobre vigilancia, sino sobre democracia. Se trata de si nosotros, la opinión pública, vamos a tener un gobierno que realmente nos sirva, en lugar de un gobierno al que estamos sujetos… Esto no implica que el gobierno sea el enemigo… pero necesitamos reconocer que hay algunos principios que tienen que ser defendidos, no sólo contra adversarios y rivales extranjeros, sino contra nuestros propios gobiernos, porque la amenaza a los derechos no proviene de enemigos, sino del poder”.
Como se ha documentado en La Jornada a lo largo de los últimos tres años, los gobiernos primero rechazaron todo lo que reveló Snowden –Obama aseguró a su pueblo que el gobierno no está escuchando tus conversaciones telefónicas– sólo para después, poco a poco, confesar que sí están escuchando y leyendo casi todo, o tienen la capacidad de hacerlo. También Obama, su procurador general Eric Holder, y diversos legisladores, todos los cuales habían condenado a Snowden, y al Guardian y a The Washington Post por difundir las revelaciones, poco a poco aceptaron que había excesos, que el equilibrio entre seguridad nacional y las libertades civiles tenía que ser mejor evaluado, y que Snowden generó un debate necesario.
La semana pasada se lanzó una campaña internacional para exigir que antes de dejar la presidencia Obama otorgue un perdón a Snowden para que pueda regresar de Rusia, donde está exiliado desde hace más de tres años sin enfrentar un juicio que podía implicar una pena de 30 años o más de prisión. Entre los promotores de la campaña están la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Snowden, declaran, es un joven estadunidense “que se enteró de un sistema de vigilancia masiva que había crecido durante años sin consentimiento democrático… Gracias a su acto de conciencia, los programas de vigilancia han sido sujetos al escrutinio democrático… Snowden debería ser elogiado como héroe. En lugar de eso, está exiliado en Moscú… Él nos defendió a nosotros, y es hora de que nosotros lo defendamos a él”, afirman. (pardonsnowden.org )
Un elenco amplio y destacado de figuras se ha sumado a la campaña, desde Daniel Ellsberg, el famoso filtrador de los Papeles del Pentágono, al financiero George Soros; de cineastas como Danny Glover, Susan Sarandon, Daniel Radcliffe (Harry Potter), Michael Moore, a músicos como Peter Gabriel y Laurie Anderson e intelectuales como Noam Chomsky y el economista Jeffrey Sachs y escritores como Colm Tobin, Joyce Carol Oates y Jean Stein, entre otros.
El ex candidato presidencial demócrata Bernie Sanders, el director de cine Terry Gilliam, el cantante Thurston Moore, de Sonic Youth; ex legisladores, entre otras figuras reconocidas, se han expresado a favor de la clemencia/perdón. Oliver Stone, al estrenar su película Snowden, también se sumó a este esfuerzo, al denunciar en el Festival de Cine de Toronto que los estadunidenses no saben nada de esto (el espionaje masivo) porque el gobierno miente todo el tiempo sobre ello. Espera que esta película aumente la presión sobre la Casa Blanca para perdonar a Snowden.
Pero tal vez la pregunta es más bien si Snowden, junto con los pueblos vigilados; si los sospechosos del mundo, si incluso los que leen esta columna, deben perdonar o no a sus gobernantes por haberlos espiado; por saber qué piensan, a quién odian, a quién aman, qué les da risa, cuáles son sus sueños, sus pesadillas o quiénes son sus amigos, y sin pedir permiso.
Hay sospechosos que necesitan ser mejor vigilados por las masas.
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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3) MERCOSUR: ¿El Mercado Común para el Norte?
Sergio Martín Carrillo (Celag)
Durante este fin de semana, Venezuela ha ejercido de anfitrión en la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) que se ha celebrado en la Isla Margarita. En esta Cumbre se han seguido poniendo de manifiesto aquellos postulados que desde la Conferencia de Bandung del año 1955 reclaman más soberanía para los países del Sur. Sin embargo, y con permiso de esta transcendental Cumbre, el principal escenario de disputa geoeconómica y geopolítica regional de las últimas semanas ha sido el Mercosur.
Consolidado el golpe en Brasil y acreditada la mayoría conservadora en el Mercosur, las miradas se han vuelto contra el país que ostenta la Presidencia Pro Témpore (PPT) del bloque. Venezuela tiene la PPT desde el pasado mes de julio tras el traspaso realizado por Uruguay de la misma. Es necesario recordar que la PPT es rotatoria por orden alfabético y tiene una duración de 6 meses, por lo que en este caso tras finalizar el periodo de Uruguay le correspondía a Venezuela.
Los últimos episodios del enfrentamiento han tenido como protagonistas a los cancilleres de Paraguay, Brasil y Argentina por un lado, y a la bancada progresista del Parlasur por otro. En cuanto a los primeros, el pasado martes 14 de septiembre, hicieron público un comunicado en el amenazaban con la expulsión de Venezuela del bloque por el supuesto incumplimiento de la incorporación de cierta normativa mercosureña a su legislación nacional. El comunicado fue apoyado por Paraguay, Brasil y Argentina y contó con la abstención de Uruguay.
A esto, el viernes 16 de septiembre la Bancada Progresista del Parlasur formada por representantes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar (Venezuela), Frente Amplio (Uruguay), Frente Para la Victoria (Argentina), el Frente Guazú (Paraguay) y el Partido dos Trabalhadores (Brasil) emitió un comunicado en el que denunciaba la declaración conjunta de los Cancilleres por ser resultado de “una maniobra política y una violación de los Tratados fundacionales” del Mercosur.
Estos son los últimos acontecimientos que se produjeron en esta misma semana, pero lo que realmente nos queremos preguntar es sobre las razones que están motivando esta disputa al interior del Bloque.
Si nos remontamos un poco al comienzo del siglo XX con las victorias electorales de Lula da Silva en Brasil y Néstor Kirchner en Argentina, podemos ver que el Mercosur comienza un viraje sobre sus objetivos fundacionales, que en un primer momento habían sido meramente comerciales y bajo una óptica librecambista. Posteriormente, la llegada de Mújica en Uruguay, y la de Lugo en Paraguay hasta su interrupción golpista, fue fortaleciendo la visión contrahegemónica del bloque y apostando de manera clara por una mayor apertura de la agenda del mismo. Esto, además, se vio fortalecido por la decisión de Venezuela en el año 2005 de ingresar en el bloque, hecho que se consumó en 2012.
Esta reorientación chocaba con los postulados del regionalismo abierto que habían inspirado su creación, por lo que en ciertos sectores opulentos de estos países comenzaba a cundir algo de malestar con el bloque.
Para tener idea de la dimensión que el Mercosur tiene en la región y en la economía mundial hay que poner sobre la mesa algunos datos. El Mercosur en conjunto constituye la quinta mayor economía del mundo (FMI, 2014) y viven en él 295 millones de personas. Su extensión es de 14.869.775 km2 y posee una gran cantidad de recursos naturales, tanto renovables como no renovables. Es necesario destacar que dentro del territorio del Mercosur se encuentra una de las reservas de agua dulce más importante del planeta como es el Acuífero Guaraní que comparten Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay. Además, con la incorporación de Venezuela en el año 2012 se convirtió en el territorio con unas mayores reservas de petróleo del mundo. Agua y petróleo, dos de los recursos más codiciados a nivel global por su escasez, su precio, y en consecuencia las posibilidades de negocio que se abren para el acaparamiento de estos recursos por parte del capital privado.
Para poner éstos y otros recursos en los mercados internacionales se hace necesario darle otra vuelta de tuerca al Mercosur con la idea de volver a sus orígenes ligados a la apertura comercial y la promoción del capital privado. Como resultado de este objetivo podemos identificar las siguientes estrategias que quieren desarrollar los países conservadores del Mercosur:
1 Retomar la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea que había quedado frenado durante años. Esto con el objetivo de profundizar las relaciones comerciales con los mercados europeos de modo que las exportaciones mercosureñas se abaraten en aquellos mercados. Esto, por supuesto, hará incrementar las utilidades de unos pocos y profundizará las relaciones de dependencia de los países de la Periferia con respecto a los del Centro, además de inundar los mercados nacionales de los países parte del Mercosur con productos de fuera del bloque, con las consecuentes consecuencias negativas para la producción interna del bloque.
2 Acercamiento a la Alianza del Pacífico. Desde el nacimiento de la Alianza del Pacífico en el año 2011, ésta se convirtió en el principal bloque que disputaba el espacio geoeconómico en la región al Mercosur. Sin embargo, ahora el Mercosur, al menos en lo referente a Argentina, Brasil y Paraguay, buscan estrechar la asociación con la Alianza del Pacífico y que la misma se base en la apertura comercial tanto intra-bloques, como extra-bloques.
3 El acercamiento estratégico con la Alianza del Pacífico y sus postulados hacen que en la misma línea haya un acercamiento hacia el Tratado Transpacífico (TTP) y por tanto también una mayor vinculación comercial y política con los Estados Unidos.
4 Como consecuencia de los puntos 2) y 3), podría estar fraguándose el intento de reconstruir, esta vez por fascículos, el gran proyecto neoliberal de las Américas, esto es el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas o ALCA. Evidentemente de una forma mucho más disimulada, pero optando a la conformación de una zona de libre comercio desde el Cabo de Hornos hasta Punta Barrow.
5 Aislacionismo de Venezuela. El principal escollo para la puesta en marcha de estas estrategias en el seno del Mercosur es Venezuela, de ahí que las cancillerías de estos países estén trabajando a destajo para ir minando el liderazgo regional que Venezuela había logrado desde el año 1999.
Sin embargo, las tensiones dentro del Mercosur y la debilidad en la legitimidad de algunos de los Gobiernos que quieren imponer esta nueva inserción del Mercosur subordinada a los intereses del norte, hacen que aún sea difícil de implementar. América Latina en general, y el Mercosur en particular, se encuentran en estos momentos en una encrucijada en la que se juegan profundizar los avances alcanzados durante los últimos 15 años a nivel regional, o volver a una versión 2.0 de un modelo que ya mostró su fracaso en el ocaso del siglo XX. El Mercosur no será ni mucho menos el único escenario de disputa, pero sí será uno de los principales en los que las fuerzas restauradoras quieren doblegar al país que comenzó a reescribir la historia de la región en el siglo XXI.
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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4) Plataforma digital cubana busca atraer inversiones extranjeras
Ivet González (IPS)
Cuba diseñó por primera vez una plataforma digital y un foro de negocios para incentivar la afluencia de inversiones extranjeras, cuando su economía sufre una recaída por deficiencias internas y la inestabilidad de Venezuela, su principal aliado comercial.
A través del portal del primer Foro de Inversiones de la 34 Feria Internacional de La Habana (Fihav), los interesados en negociar con este país insular del Caribe pueden concertar hasta el 30 de octubre citas directas con empresas estatales, que se concretarán durante el foro, el 1 y el 2 de noviembre. El foro y la plataforma constituyen la principal novedad de Fihav, que se desarrollará del 31 de octubre al 4 noviembre, con la prevista participación de 4.500 expositores de más de 60 países. Allí las autoridades presentarán por tercera vez la carpeta de proyectos donde se requiere participación extranjera.
Actualmente cuenta con 326 propuestas y se actualiza desde 2014 con el objetivo de captar al menos 2.500 millones de dólares anuales de inversiones, el monto que el gobierno de Raúl Castro considera necesario para garantizar un crecimiento sostenido del producto interno bruto. Los usuarios de la plataforma, creada por desarrolladores cubanos, recibirán en un plazo menor de 24 horas la confirmación y datos precisos del encuentro en Expocuba, el recinto donde cada año se desarrolla la feria, detallaron el 16 de septiembre el comité organizador a diplomáticos, empresarios y periodistas.
El proceso de negociación para invertir en Cuba resulta demasiado “lento” y “complicado”, observan empresarios y especialistas, a pesar de facilidades establecidas por la nueva ley de inversiones extranjeras, vigente desde 2014, como parte de la reforma emprendida por el gobierno para dejar atrás la crisis de más de 20 años.
“El foro es una oportunidad única. Nunca se había utilizado las nuevas tecnologías para hacer más expedita la presentación entre el potencial inversionista extranjero y la empresa cubana”, indicó a IPS la directora interina del estatal Centro para la Promoción del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (ProCuba), Yohanely Savigne.
ProCuba brinda información a los potenciales socios comerciales extranjeros sobre las oportunidades de negocios y los conecta con las contrapartes cubanas. Este centro y la Cámara de Comercio de Cuba suelen ser los intermediarios contactados desde fuera, aunque existe la vía directa, apuntó. Savinge indicó que, desde 2015 hasta la fecha, ProCuba atendió más de 200 interesados en inversión extranjera que provinieron en su mayoría de entidades de Europa y Asia.
Especificó además que los sectores más atractivos fueron el turismo, que vive un boom desde que comenzó el deshielo con Estados Unidos en 2015, biotecnología y agroalimentario. “Luego del foro habría que evaluar si se mantiene activa la plataforma. Hasta ahora está previsto mantener las vías tradicionales”, indicó Savigne. “Como centro nos interesaría tener permanente una herramienta como esta para concertar agendas con empresas fuera de La Habana”, compartió.
“Garantizamos que la cita se conceda lo más rápido posible luego de que le planteamos los intereses concretos del inversionista a la empresa cubana”, indicó la funcionaria, que declinó “hablar de tiempos estimados porque todo depende de cada negociación”. Precisó que sí existe un plazo de hasta 60 días establecido por la ley vigente para recibir la respuesta de aprobación o denegación del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
El representante de una compañía europea interesada en la generación de energía dijo a IPS que esperó durante un año la respuesta de la contraparte cubana, el paso previo a presentar el portafolio en la cartera de comercio exterior. “Todo resulta muy complicado y burocrático”, opinó la fuente que pidió anonimato. Por su parte, una cibernauta que se identificó como Messana Valdés compartió en el sitio de noticias Cubadebate que “no son pocos los comentarios desfavorables que se hacen sobre la demora de Cuba en aprobar las solicitudes” de inversión extranjera.
La complejidad de los trámites para negociar con Cuba figura entre los obstáculos externos para captar inversiones como la vigencia del embargo estadounidense impuesto a la isla desde 1962 y las restricciones para el uso del dólar estadounidense, entre otros. “A pesar de las reformas que se han puesto en marcha, no hay aún una evidencia clara en cuanto a la decisión (del gobierno) de emprender una apertura internacional amplia de la economía”, explicó a IPS el economista cubano Pável Vidal, desde Colombia donde reside.
El profesor de la Universidad Javeriana de Cali compartió algunos resultados de una encuesta que la publicación económica Cuba Standard realiza cada trimestre desde 2015 a 100 personas de negocios extranjeras, escogidas de forma aleatoria, sobre “las percepciones y expectativas que tienen los hombres de negocios sobre la evolución de la actividad económica”.
Inicialmente la investigación “capturó el incremento del optimismo en relación al futuro de la economía cubana. Sin embargo, desde entonces la tendencia ha sido decreciente”, apuntó Vidal. Mientras 45,3 por ciento de los empresarios sondeados manifestaban en el primer trimestre de 2015 un incremento en su intención de invertir en Cuba, ese porcentaje cayó a hasta 28,8 por ciento durante igual período del año en curso.
Las entrevistas arrojaron que los obstáculos identificados por inversores son: el bloqueo estadounidense (52,4 por ciento), la burocracia del gobierno cubano (52,4 por ciento), el exceso de regulaciones (47,6 por ciento), la ineficiencia de las empresas estatales (35,7 por ciento) y los procedimientos y las garantías legales (32,1 por ciento).
Con base en el estudio, Vidal concluyó que “factores regulatorios e institucionales aparecen hoy en día como las principales barreras a la expansión de los negocios y la llegada de nuevas inversiones a la isla”. “Ello confirma las informaciones anecdóticas que llegan sobre la frustración de varios inversionistas”, apuntó el especialista.
En la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, un megaproyecto logístico y portuario que se construye a 45 kilómetros al oeste de La Habana para ser el pivote del desarrollo cubano, las autoridades reportaron en enero 11 proyectos autorizados y 400 a la espera de aprobación. Los proyectos provienen de Brasil, Canadá, China, España, Francia, Italia, México, Panamá, Portugal, Rusia y Vietnam.
En marzo, el Ministerio de Comercio Exterior informó que existían más de 200 negocios establecidos con capital extranjero en el país, de los cuales 35 se radicaron al amparo de la nueva ley. Europa se mantenía como el principal origen de los inversionistas, aunque las autoridades buscan la diversificación de las fuentes involucradas en los proyectos. La economía cubana creció uno por ciento en el primer semestre de 2016, la mitad de lo previsto.
A principios de julio, el presidente Castro anunció que la implementación de un programa de ajustes para enfrentar la falta de liquidez financiera y el desabastecimiento petrolero causado por recortes en los 90.000 barriles diarios de petróleo que enviaba Venezuela.
Editado por Estrella Gutiérrez
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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5) A 40 años de “La noche de los lápices”
Complejizar la historia oficial
Luciana Garbarino (Le Monde Diplomatique)
Un nuevo aniversario del operativo de secuestro de los estudiantes en La Plata constituye una buena oportunidad para reflexionar acerca de la construcción de la memoria del hecho. Cada momento histórico tiene sus condicionamientos y sus posibilidades para interpretar su pasado.
Las interpretaciones acerca de la historia son algo dinámico y cambiante y eso lo sabemos bien en Argentina. No sólo por la importante tradición de nuestro revisionismo histórico –Raúl Scalabrini Ortíz, Arturo Jauretche, Milcíades Peña, por mencionar algunos–. Sin ir más lejos, hoy asistimos a un importante giro acerca de nuestro pasado reciente. Con una velocidad vertiginosa, el relato de la década ganada se convirtió en cuestión de días y de votos en una pesada herencia que confinó al país al último círculo del infierno. Como lo explica la investigadora Elizabeth Jelin, la memoria es un objeto de disputa que debe ser historizado porque su sentido puede cambiar en cada momento de acuerdo a las condiciones sociales y políticas, pero también a partir de cuestiones menos grandilocuentes como la aparición de nuevos testimonios o pruebas que alteren el sentido de lo establecido hasta entonces.
¿Y a qué viene esta introducción acerca de la historia y sus interpretaciones? Hoy se cumplen cuarenta años de “La noche de los lápices”, el operativo por el que fueron secuestrados, torturados y en algunos casos asesinados diez estudiantes secundarios en la ciudad de La Plata. Si bien el relato oficial del hecho durante años lo presentó como la consecuencia de la lucha librada por estos jóvenes por el boleto estudiantil en la primavera de 1975, con el tiempo la consolidación de la democracia y la maduración del proceso de Memoria Verdad y Justicia fueron haciendo posible complejizar la lectura acerca de los motivos de aquel violento episodio. Comprender ese proceso es la pretensión de esta nota.
Los hechos
Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Ciocchini, Pablo Díaz, Patricia Miranda, Gustavo Calotti y Emilce Moler se conocieron en el marco del reclamo por el boleto estudiantil. Si bien asistían a colegios distintos y militaban en organizaciones diferentes (casi todos pertenecían a la UES, Unión de Estudiantes Secundarios, vinculada al peronismo revolucionario, menos Pablo Díaz que pertenecía a la Juventud Guevarista, vinculada al PRT-ERP) en septiembre de 1975 los jóvenes confluyeron en ese reclamo. Como militantes, sin embargo, su lucha se inscribía en un proyecto político más amplio de transformación social que incluía la militancia en las calles y en los barrios populares.
El 4 de septiembre de 1975 en una importante asamblea estudiantil se decidió marchar hacia el Ministerio de Obras Públicas de La Plata. Al día siguiente cientos de jóvenes se reunieron allí para entregar un petitorio en el que la Coordinadora Estudiantil exigía el boleto estudiantil a un peso. Pocos días después el gobierno firmó el decreto 6.809 que lo puso en vigencia y exactamente el 16 de septiembre de 1975 fue finalmente reglamentado. Pero los motivos para celebrar durarían poco. Tras el golpe militar del 24 de marzo de 1976, el gobierno de la provincia de Buenos Aires nombró como ministro de educación al general Ovidio Solari. La designación de un militar para la cartera, en el marco de un gabinete cuyos miembros eran en su mayoría civiles, evidenciaba el enfoque represivo que proponía para el área. Su par a nivel nacional, Ricardo Pedro Bruera, anunciaba mientras juraba: “Se restaurará el orden en la educación”.
El operativo denominado por las mismas fuerzas represivas como “La Noche de los lápices” se desarrolló entre el 16 y el 21 de septiembre de 1976 y estuvo a cargo de la Policía Bonaerense, en ese entonces dirigida por el general Ramón Camps. Los jóvenes pasaron por los centros de detención Pozo de Arana, Pozo de Banfield, la Brigada de Investigaciones de Quilmes y la Brigada de Avellaneda donde fueron brutalmente torturados. Sólo consiguieron sobrevivir Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Emilce Moler y Patricia Miranda, mientras que los otros seis jóvenes permanecen desaparecidos.
Relatos y momentos
El historiador Federico Lorenz, preocupado por la discusión de este tema en el ámbito educativo, estudió en profundidad la construcción de la memoria acerca de este episodio. Lorenz afirma que tanto el contexto represivo como los primeros años de democracia obligaron a “despolitizar” a la víctimas y a construir lo que él denomina “víctimas inocentes”. Es importante aclarar que no se utiliza la palabra inocente como contraposición a una culpa que justificaría su secuestro, sino en el sentido de una cierta construcción ingenua o simplificada de los protagonistas. Lo que predomina es una concepción de las víctimas como personas con fuertes ideales pero incompletas en su desarrollo político y cultural. La idea se aclara con la definición que aporta el informe de la CONADEP sobre los adolescentes: “Todavía no son maduros, pero ya no son niños. […] No saben mucho de los complejos vericuetos de la política ni han completado su formación cultural. Los guía su sensibilidad” (1).
Ante el Estado represivo, los jóvenes eran percibidos o bien como la perversión de la subversión o bien como ingenuas almas manipulables susceptibles de caer bajo la influencia de ideologías extremas. En ese contexto, es comprensible por qué los reclamos de los familiares de los desaparecidos eludían, en general, las causas que habían originado la desaparición, por más injustificada que esta fuera. Ya con el retorno de la democracia, los primeros años del gobierno de Raúl Alfonsín estuvieron atravesados por fuertes disputas acerca de la interpretación de la historia reciente: “El eje del discurso del movimiento de derechos humanos se concentró en las demandas de verdad y justicia, en un paulatino reemplazo de la consigna de Aparición con vida que había predominado durante los años de la dictadura” (2). Con las vivencias del horror aún tan frescas y la desesperada necesidad de justicia, se volvía imperativo poner énfasis en la magnitud de los crímenes cometidos por la dictadura. Al mismo tiempo surgía una crítica generalizada hacia cualquier tipo de violencia, tanto la represiva como la guerrillera, y no eran bienvenidas las historias militantes.
En estas circunstancias se construyó el relato de aquella noche a partir de tres elementos fundamentales: el testimonio de Pablo Díaz, uno de los sobrevivientes, durante el Juicio a las Juntas Militares en 1985, el libro “La Noche de los Lápices” escrito en 1986 por los periodistas Héctor Ruiz Núñez y María Seoane y la película del mismo año, basada en el libro, dirigida por Héctor Olivera.
La construcción de la memoria de ese operativo está, por lo tanto, inevitablemente impregnada de los condicionamientos políticos y emocionales de la transición democrática: la necesidad de despojar a los jóvenes de cualquier arista susceptible de ser considerada “subversiva” derivó en esa imagen de “jóvenes inocentes” que se observa con claridad en la película.
Nacido en este clima de época, el relato oficial de “La Noche…” cristalizó la vinculación del secuestro de los protagonistas con un reclamo gremial (el boleto estudiantil) antes que político. Si bien su condición de militantes aparece, quedó relegada a un segundo plano. Lorenz agrega otra idea central para comprender esta perspectiva: en aquel momento, la necesidad de dejar atrás una etapa de tanta violencia condujo a una caracterización más ética que política. Y agrega: “Por lo menos hasta el 90 se observa esa ausencia de la identidad política de los desaparecidos. Y no sólo los familiares… Cuando alguien se planta públicamente (como el libro y la película), siempre es en respuesta a un contexto social que es una presión” (3). El propio Pablo Díaz aludió tiempo después en una entrevista a los factores que pesaban entonces sobre la construcción de su relato: “Yo al principio le tenía mucho temor al qué dirán y le tenía mucho temor al que me separen […] Que por el hecho de haber estado militando políticamente en una organización, que adhería a organizaciones guerrilleras me separen desde los prejuicios” (4).
Complementando estas reflexiones, el historiador italiano Enzo Traverso considera que en el siglo XXI la figura de la víctima adquiere un lugar central en la visión de la historia. Con la mirada puesta en los sucesos mundiales a lo largo del siglo XX, Traverso llega a la conclusión de que el fracaso de las revoluciones y del comunismo paralizaron la imaginación y condujeron al mundo a voltear su mirada hacia el pasado (5). Como resultado de este proceso, la tragedia del Holocausto pasó a ocupar el lugar de una nueva religión civil, cuya conmemoración sacraliza los valores fundamentales de las democracias liberales, y se convirtió en el paradigma de la memoria occidental.
Este análisis busca destacar que si bien con el tiempo el relato acerca de lo sucedido aquel 16 de septiembre, y durante la década del 70 en general, se ha ido enriqueciendo, la magnitud de la violencia del terrorismo de Estado y la dificultad para abordar la construcción de las víctimas han dificultado la posibilidad de ampliar las discusiones. Es cierto que la voluntad de adentrarse en este terreno se topa el riesgo de ser malinterpretada y usufructuada por los apologistas de la dictadura. Emilce Moler, una de las sobrevivientes de esa noche que tuvo desacuerdos con el relato oficial desde su concepción, cuenta que no se atrevió a exponerlos públicamente en aquel momento justamente para no dar pie a los que impugnaban la lucha por la justicia en un contexto tan sensible (6). Pero después de cuarenta años, y aunque todavía se aviven viejas discusiones (Lopérfido y compañía), vale la pena, con cautela, responsabilidad y fundamentamos aportar elementos para enriquecer los relatos.
Volviendo a Emilce Moler, ella fue secuestrada el 17 de septiembre de 1976 dentro del operativo, pero por diversos motivos su historia no está desarrollada ni en el libro ni en la película. Su lectura de los hechos, como ella misma aclara en sus exposiciones, es complementaria a la oficial: “Creo que con La Noche de los Lápices se hizo un modelo de lo que pasó en nuestro país, que hay que recrearlo con lo que fue dejado de lado y lo que yo y otros podamos aportar no entra en contradicción con lo que se sabe, sino que muestra una dimensión más profunda del horror” (7). Después de un doloroso trabajo de procesamiento interno, pero también en un contexto democrático más consolidado y con una política de derechos humanos encauzada, Emilce Moler comenzó a difundir su propia interpretación de los secuestros de aquella noche. “No creo que a mí me detuvieran por el boleto secundario, en esas marchas yo estaba en la última fila. Esa lucha fue en el año 75 y, además, no secuestraron a los miles de estudiantes que participaron en ella. Detuvieron a un grupo que militaba en una agrupación política. Todos los chicos que están desaparecidos pertenecían a la UES, es decir que había un proyecto político, con escasa edad, pero proyecto político al fin” (8).
Gracias a este proceso de reinterpretación de los hechos, Pablo Díaz dice que hoy algunos de los elementos de su relato que antes habían pasado más inadvertidos cobran otra relevancia. Por ejemplo, la confesión que le hizo Claudia Falcone acerca de las violaciones que había sufrido adquiere otra dimensión a luz del enfoque de género que ganó terreno en los últimos años.
Abusándome de las reflexiones de Lorenz retomo lo que él plantea acerca de que el desafío de recordar estos hechos es tender puentes con el presente y con la violencia de hoy. Emilce Moler lo sintetiza con lucidez del siguiente modo: “El terrorismo de Estado de ayer es el hambre de hoy. (…) Como sociedad, creo que ahora no se aceptaría un golpe militar como tal, pero las formas de sometimiento, de control político hegemónico económico se manifiestan de otra manera” (9). Volvamos al pasado y comprendamos a fondo la militancia de los 70, sus ideales, sus miedos, sus contradicciones, para que su lucha sea inspiradora y no una epopeya imposible de continuar.
1. Informe de la CONADEP, Capítulo 2.
2. Federico Lorenz: “Tomála vos, dámela a mí”. La Noche de los Lápices: el deber de recordar en las escuelas, 2003. Versión reducida de un texto publicado con el mismo título en Elizabeth Jelin y Federico Lorenz (comp.), Educación y memoria. La escuela elabora el pasado, Siglo XXI, Madrid-Buenos Aires, 2004.
3. “Mucho más allá de la historia oficial”, por Lila Pastoriza, Página/12, 16-11-2003.
4.Federico Lorenz: “Tomála vos, dámela a mí” op. Cit.
5.Enzo Traverso: “Memoria y esperanza de la izquierda”, Review. Revista de Libros N° 8, julio-agosto 2016, Buenos Aires, Argentina.
6. “No soy solo una sobreviviente”, entrevista realizada por Inés Tenewicki e Inés Dussel, El Monitor, www.me.gov.ar/monitor/nro14/entrevista.htm
7. “Lo más importante es que mis hijos no me vean derrotada”, entrevista realizada por Victoria Ginzberg, Página/12, 15-9-1998.
8. Ibídem.
9. “Reflexiones del pasado y el presente”, entrevista realizada por Ailín Bullentini, Página/12, 16-9-2016.
MIÉRCOLES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / blog: nuevo.comcosur.org / contacto: comcosur@comcosur.com.uy / Y ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
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