1) India: En defensa de las semillas nativas –
2) Iran Shirin Neshat .Artista, fotógrafa, activista política y directora de cine –
3) Perú: La educación popular impulsada desde los movimientos, camino de liberación –
4) Turquía: Hande Kader, la activista transgénero quemada por defender sus derechos –
5) Los Juegos Olímpicos, entre el patriarcado y el elitismo –
COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 12 / No. 488/ lunes 29 de agosto de 2016 / Producción: Beatriz Alonso
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1) India: En defensa de las semillas nativas
Vandana Shiva en su conversación con Claudia Korol en Buenos Aires.
Punto final
Vandana Shiva, física, filósofa, activista ecofeminista, nació en el valle de Doon, en el Himalaya. Sus padres eran parte del movimiento independentista de la India. A pesar de las dificultades por ser mujer, estudió física y luego filosofía. En los años 70 se sumó al movimiento Chipko, constituido por mujeres que se abrazaron a los árboles de un bosque para evitar que fueran talados. A fines de los 80 creó el movimiento Navdanya, para defender las semillas nativas frente a los transgénicos. Desde ahí creó comunidades de semillas para cuidar la vida y evitar su depredación. Formó la Universidad de la Tierra, que promueve la ciencia digna, la soberanía alimentaria y alerta contra el impacto de las políticas de las corporaciones en el cambio climático. Recibió el Premio Nobel Alternativo en 1993.
PF tuvo la oportunidad de entrevistarla, cuando visitó Argentina invitada al Festival Internacional de Cine Ambiental (Finca). El diálogo comenzó a partir del recuerdo de nuestra hermana Bertha Cáceres, líder del Copinh asesinada por cuidar del Río Gualcarque, junto a la comunidad lenca de Río Blanco, en Honduras (ver PF 847).
“Quiero rendir un homenaje a mi hermana Bertha, una luchadora por la tierra, quien hizo un sacrificio dando su vida. Pero su vida no fue dada voluntariamente, fue arrancada mediante la violencia. La tierra, toda la comunidad ecológica, y Bertha, se merecen justicia. Debe haber una comisión investigadora que sea independiente, no sólo limitada a los crímenes cometidos contra los activistas ambientalistas en Honduras, sino por toda la violencia perpetrada por las corporaciones, tomando a los gobiernos y convirtiéndolos en maquinarias de guerra contra sus propios ciudadanos. La vida de Bertha es un llamado a despertar. Debemos despertarnos, y exigir justica para el planeta, y justicia para Bertha”, dijo Vandana Shiva.
El asesinato de Bertha ha sido un crimen contra una guardiana de la vida, y es parte de la criminalización de las mujeres defensoras de la vida. ¿Cómo analiza esta política?
“El sistema político y económico, que tiene más de doscientos años de historia, el capitalismo patriarcal, se basa en la guerra contra la Tierra, guerra contra las mujeres, guerra contra la vida. Por eso cuando mujeres como Bertha Cáceres se levantan en defensa de la vida, en defensa de la tierra, en defensa de los derechos de la gente, el sistema las criminaliza, porque es un sistema criminal. Criminaliza a quienes luchan en defensa de la vida. Vemos cómo se incrementa la violencia hacia las mujeres, porque el capitalismo patriarcal es la convergencia de codicia, de acumulación y de extractivismo, pero también es el miedo a todo lo que está vivo y libre. Y Bertha estaba de pie, por la libertad y la vida. Por eso generó miedo en aquellos que destruyen la Tierra y destruyen a nuestras sociedades a cualquier costo”.
SEMILLAS DE LA VIDA
Ha crecido la conciencia mundial sobre el cuidado de las semillas, de la tierra, de la vida, y por eso crece la lucha de los pueblos, de las mujeres, de las comunidades, pero también crece la militarización como respuesta a esas luchas. ¿Cómo piensa que debe ser la respuesta desde las comunidades, desde las mujeres, a la estrategia de militarización?
“Creo que la primera respuesta frente a la militarización debe ser entender sus raíces. El sistema se basa en la mentalidad de guerra patriarcal capitalista. Es un orden de guerra contra la Tierra, contra el cuerpo de las mujeres, contra las economías locales y contra la democracia. Tenemos que entender las conexiones de estas formas de violencia. Tuvimos Estados nacionales, algunos se convirtieron en dictaduras, otros en democracias, pero que no eran extensiones del mundo global de las corporaciones. La globalización convirtió a los gobiernos en extensiones de su actividad corporativa, y por eso se volvieron Estados corporativos. Es bastante evidente que cuando esos Estados corporativos toman la vida de las personas, produciendo cáncer y malformaciones congénitas a los niños y niñas, minando nuestras tierras ancestrales, destruyendo nuestros territorios, convirtiendo a las personas en refugiados, la gente se va a levantar, la gente va a protestar, la gente va a hacer bloqueos.
Hoy estamos mirando como testigos el último paso de las corporaciones, convirtiendo a los Estados nacionales primero en Estados corporativos y ahora en Estados militarizados corporativos, cuando la violencia militarizada es el único camino que les queda para hacer frente a las personas que están tratando de defender la tierra y sus vidas de una manera no violenta. Primero tenemos que exponer esta continuidad de poder y violencia.
¿Cómo respondemos a eso? Respondemos a través de la paz y de la no violencia del modo más profundo. La primera parte es, realmente, en nuestras mentes y en nuestras conciencias, y en nuestras vidas, vivir en paz con la Tierra. Esa es nuestra mayor fuerza. La segunda es resistir la regla del miedo. El modo más efectivo de resistir el miedo es no tener miedo. Y continuar teniendo coraje, como tuvo Bertha. En este cultivo del no miedo cultivar nuestra fuerza común, nuestras solidaridades, para estar juntos. Y finalmente reconocer que el sistema económico se ha convertido en un sistema de guerra. En lugar de cuidar y promover la vida, está eliminando la vida, y entonces está extinguiendo la vida de aquellos que están de pie por la vida. Tenemos que construir el más impresionante movimiento planetario por la paz de nuestros tiempos, donde converjan el movimiento ecologista, el movimiento contra la militarización, el movimiento feminista, el movimiento por la justicia. Todos tienen que convertirse en uno”.
MANIPULACION GENETICA
Además del sistema de muerte que significa el capitalismo patriarcal, la mercantilización está generando vida sintética. ¿Qué piensa de estas formas de manipulación de la vida, aplicando conocimientos científicos?
“La llamada manipulación de la vida por medio de la genética yo la llamaría manipulación de la vida por medio de la guerra. Cualquiera que haga una biología realmente independiente, dirá que tomar un gen de un organismo e implantarlo dentro de otro, tiene serias consecuencias. Conocer esas consecuencias es parte de hacer ciencia. Estas empresas, que no son científicas, tienen tres niveles. El primero, es que no entienden la vida. Porque la vida es una complejidad autoorganizada, y la están tratando como un juego de ladrillitos. El segundo, es que están tramando supuestos que no reflejan cómo funciona realmente la vida. Están basados en un reduccionismo genético que funciona como un determinismo genético, que asume como si hubiera una molécula maestra que da órdenes a todas las demás, y que todo lo que hay que hacer es cambiar esa molécula de lugar. Pero no hay una molécula maestra en un sistema vivo. El tercer tema, es que no asumen la responsabilidad de las consecuencias. Los primeros científicos que crearon las técnicas de recombinación de ADN pusieron fin a esto en 1972, asumiendo en una declaración que no podían saber las consecuencias, y que los científicos tienen la responsabilidad de entender las consecuencias antes de realizar acciones. Cualquier entidad individual o corporativa que cambie la fabricación de la vida, sin entender las consecuencias y sin tomar las responsabilidades de eso, está actuando de manera no científica. Lo que llamamos ciencia, es un proyecto patriarcal para un momento corto de la historia. Es una ciencia reduccionista, basada en la dominación de la naturaleza. Es el conocimiento generado para la explotación”.
SOBERANIA ALIMENTARIA
Las feministas comunitarias -indígenas, campesinas, populares-, en este continente pensamos que la defensa de los territorios es parte de nuestro proyecto de vida, y que el cuerpo es nuestro primer territorio a cuidar. En esta perspectiva, propuestas como la soberanía alimentaria se integran en la lógica de lucha contra el capitalismo patriarcal.
“Estoy de acuerdo. Todas las estructuras artificiales de conocimiento se han basado en lo que he llamado el ‘apartheid ecológico’, separándonos de la Tierra en nuestras mentes, ya que no podemos separarnos realmente de la Tierra en nuestras vidas, porque estaríamos muertos. De esta idea de separación viene la idea de que se puede sustituir los procesos de vida con materiales químicos y tóxicos. Entonces nuestro cuerpo no está vivo, no es de la Tierra, es sólo una máquina, de la cual puedes remover las partes y agregar moléculas sin que eso haga nada a nuestra salud. Puedes producir soya transgénica e imaginar que no hace nada a la vida, aunque mate a todas las bacterias en nuestro interior. Puedes pretender que sustituye el azúcar natural por jarabe de alta fructosa, pero tu hígado se va a rebelar.
La soberanía alimentaria se basa en superar el apartheid ecológico, sabiendo que somos parte de la Tierra. Somos el suelo, somos el aire, somos la semilla, somos el agua. Y la comida que cultivamos en la tierra, se convierte en nuestro cuerpo, nuestra sangre, nuestras células. La comida es la fuerza de la vida, es la red de la vida, y es la continuidad de la vida, de la Tierra y de nosotros mismos. Es por eso que el territorio y el cuerpo se hacen cargo cuando producimos comida de la manera correcta y comemos la comida adecuada. Pero cuando no lo hacemos y dejamos de pensar concientemente en la comida, nos volvemos parte de este sistema de guerra. Aunque seamos un pequeño eslabón de la cadena, estamos ayudando a que permanezca. Es necesario ser conciente de esto. Si se controla el mercado de armas, se controla las guerras. Si controlas la comida, controlas la sociedad. Y si controlas las semillas, controlas la vida en la Tierra”.
La mayoría de las mujeres fuimos separadas de la Tierra. Este es un obstáculo para realizar esta cadena de vida.
“Las mujeres y las comunidades indígenas fueron separadas de la Tierra violentamente. Es la crisis más grande que estamos enfrentando. Porque estar en la Tierra quiere decir ser guardianes y guardianas de la tierra. Nuestro desafío es, paso a paso, campo por campo, granja por granja, semilla por semilla, volver a la tierra. Eso está sucediendo en todas las partes del mundo donde la gente produce su propia comida. Es lo que yo estoy haciendo en la India con el Movimiento Navdany, porque aunque la tendencia sea remover a los campesinos y a las campesinas de su tierra, nosotras trabajamos para mantenerlas en su tierra, creando economías a través de las cuales puedan quedarse en la tierra”.
Esas economías proponen estimular la biodiversidad…
“Claro. Esto es muy necesario, y en especial en Argentina, que vive en una esclavitud de la soya, donde los ciudadanos se encierran en sí mismos igual que los campesinos. El monocultivo daña la mente. Parte del problema que tenemos es que hay demasiadas ‘soluciones individuales y globalizadas’. Tenemos que permitir que crezcan múltiples soluciones. Para poder salir de la esclavitud y producir la biodiversidad que necesita la tierra y necesitan las personas, es necesario crear asociaciones entre habitantes del campo y de las ciudades. ¿Por qué los productores se relacionan con Monsanto, y no con los habitantes de las ciudades? Porque el sistema está trabajando para aquellos que han creado este sistema totalitario, pero no está trabajando para las personas que trabajan la tierra. Este sistema ha roto los procesos ecológicos de la Tierra, pero también las relaciones entre los pueblos. Tenemos que reparar este sistema roto. Cada persona creativa puede trabajar por respetar los derechos de la Madre Tierra, y los derechos de la Humanidad”.
COMCOSUR MUJER Nº 488 – 29.08.16
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2) Iran Shirin Neshat .Artista, fotógrafa, activista política y directora de cine
Semanario Alternativas
Personas que Habitan un Cuerpo de Mujer
Shirin Neshat (Qazvín, Irán, 1957).Artista, fotógrafa, activista política y directora de cine iraní. Su obra se caracteriza por el tratamiento de la condición de la mujer, en las sociedades islámicas contemporáneas .Estudió en la Universidad de California en Berkeley, donde completó sus niveles de Bachelor of Arts en 1979, Master of Arts en 1981 y Master of Fine Arts en 1982. Entre sus trabajos más reconocidos cabe destacar Women of Allah que incluye las siguientes obras: I Am Its Secret (1993), Faceless (1994), Rebellious Silence (1994), Stories of Martyrdom (1994), Allegiance with Wakefulness (1995), Moon Song (1995), Seeking Martyrdom, versions and 2 (1995), Speechless (1996). A mediados de la década de los 90, comienza también su producción audiovisual, con la que ya se consagra como una de las principales artistas iraníes contemporáneas. Así, en 1996 filma Anchorage, en 1997 Shadow under the Web, en 1998 Turbulent, y en 1999 Rapture y Soliloquy. En el año 2009 dirige su primer largometraje Women Without Men (2009), que conquistó el León de Plata como mejor directora del Festival de Cine de Venecia. En el año 2010, Shirin Neshat fue reconocida como "Artista de la Década".
Sus fotografías son en blanco y negro. De gran formato. En algunas Neshat se incluye a sí misma, cubierta por el chador, dibujada con palabras en caligrafía persa.
El carácter controvertido de la serie radica la contraposición de opuestos que le permiten exponer el carácter polémico del sistema en que viven las mujeres musulmanas: el uso del blanco y el negro, el exterior y el interior de los ambientes presentados, lo velado frente a lo corpóreamente mostrado, lo propiamente femenino frente a lo masculino, la inclusión de armas de fuego dentro de la composición
Así, el prototipo de la invisibilidad política y social de la mujer en las sociedades islámicas, queda trasformado al subvertir el escenario en el que la mujer musulmana es concebida como ente pasivo. Neshat pone como centro de su composición el cuerpo sexuado de la mujer oriental, la cubre con el chador, y a este cuerpo da palabra, la grafía árabe; y acción, las armas de fuego.
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3) Perú
La educación popular impulsada desde los movimientos, camino de liberación
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Claudia Korol, la luchadora social y feminista argentina, entrevista a Oscar Jara Holliday, sociólogo y educador popular.
Oscar Jara Holliday nació en Perú, pero vivió los últimos treinta años en Costa Rica y Centroamérica. El sociólogo y educador popular es uno de los mosqueteros de la experiencia de la Red Alforja (junto a Carlos Núñez, del Imdec de Guadalajara, y Raúl Leis, del Ceaspa de Panamá, entre otros compañeros y compañeras). Trabaja en el Centro de Estudios y Publicaciones de Alforja en CEP en Costa Rica, y ha sido reelegido para la presidencia del Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe (Ceaal).
¿Cómo empezaste a vincularte a la educación popular?
“Empecé en los años 70, trabajando con grupos juveniles en barrios populares de Lima. Vivía en uno de esos barrios, y empezamos a hacer un periodiquito, a tener reuniones, a hacer sesiones de cine. Traíamos de la embajada cubana películas que proyectábamos en la calle. Fueron las primeras experiencias buscando que la gente se organizara. Se iniciaba el gobierno de Juan Velasco Alvarado. Había muchos cambios en el país, y me inserté en esa dinámica.
Estudiando en la Facultad de Filosofía, dijeron que había un curso para enseñar un método de alfabetización de un brasileño que estaba en Chile y que se llamaba Paulo Freire. Al terminar el curso había que hacer una práctica. Empecé en el barrio, con cinco señoras. Fue mi primer grupo de alfabetización. Ahí me empecé a dar cuenta de la importancia del diálogo, del encuentro con las compañeras, partir de las situaciones y palabras concretas, y lo que era el proceso pedagógico. Luego fui a trabajar a Huancayo, y apareció la necesidad de alfabetización en algunas comunidades. Como yo tenía supuestamente experiencia, me llevaron allá. Cuando estaba en esas, surgió un gran proyecto en el norte del Perú, el Cipca, para la promoción de la participación campesina en la Reforma Agraria. Las grandes haciendas estaban siendo cooperativizadas, y la idea era que los obreros agrícolas pasaran a ser los propietarios y gestores de las nuevas haciendas. En ese trabajo había formación técnica, administrativa, y de alfabetización. Realmente ahí aprendí lo que era la alfabetización porque trabajé con compañeros y compañeras que ya tenían un manejo más detallado del método y de la propuesta.
Pasamos tres meses recorriendo las comunidades de la zona del Bajo Piura, en Catacaos, viviendo en donde nos dieran lugar. La idea era recoger el universo vocabular de las personas y registrarlo. Había cientos de palabras que yo nunca había escuchado, sobre cientos de cosas que no conocía. Empezamos a ver cómo era la vida en el campo, cómo la nombraban, y a partir de ese universo vocabular fuimos creando las palabras para la alfabetización”.
Aprender enseñando
“Ese proceso fue fundamental. Me permitió entender que parecía que uno iba a enseñar, pero que en realidad lo que uno hacía era ir a aprender de la gente y su cultura. Ellos nos estaban alfabetizando a nosotros sobre su manera de ver el mundo. En las noches nos poníamos a cantar, a escuchar leyendas. Había grupos de teatro. Se diseñó un programa de matemáticas concientizadoras, porque la gente tenía interés en aprender las cuentas para que no los engañaran a la hora de pesar los productos y el algodón.
Había una zona del Alto Piura donde no se estaba aplicando todavía la Reforma Agraria y los hacendados empezaron a sacar las máquinas. Hubo un gran movimiento de tomas de tierras campesinas. Nos fuimos involucrando. Fue mi entrada en la práctica política y de lucha social. Empecé a vincular esta idea de movilización, defensa de los derechos, recuperación de la identidad, como elementos de la educación popular. Entendí que organización popular y educación popular no pueden ir desvinculadas. El desarrollo de la conciencia tiene que provenir de la propia práctica organizativa.
El tema del algodón te conectaba inmediatamente con el mercado internacional. De un hilito de algodón uno podía dar la vuelta al mundo, viendo las condiciones de trabajo, las inversiones financieras. Descubrimos que los temas, aunque parecieran muy pequeñitos y locales, estaban conectados con una realidad global. Ahí fue donde el pensamiento de Paulo Freire se fue haciendo cada vez más parte de la manera como yo empezaba a ver las cosas. Siento que Pedagogía del oprimido , así como La educación como práctica de la libertad , me dieron luces para entender lo que estaba viviendo. No fue que estudié la teoría de la educación popular, y después vi cómo se hacía. Fue como un hilo donde se vinculó esa práctica, con estas comprensiones teóricas. Por un lado Paulo Freire, por otro la Teología de la Liberación. Yo tuve el privilegio de estar en el grupo de la UNEC (Unión Nacional de Estudiantes Católicos) que se reunía a discutir elementos de la Teología de la Liberación. Gustavo Gutiérrez venía con los borradores de lo que después iba a ser el libro Teología de la Liberación , para leer y discutir con nosotros. Esa entrada a Paulo Freire, a Gustavo Gutiérrez, coincidió con el curso de filosofía que hicimos sobre La Ideología Alemana , y los Manuscritos Económico Filosóficos de Marx. Fue una tríada que me revolvió la cabeza, el corazón, y creo que es el origen de esta pasión que es impulsar aprendizajes”.
La experiencia de Alforja
La experiencia de educación popular en América Latina se formó con los aportes de Alforja. Cómo analiza esa experiencia.
“Un elemento muy importante fue cómo el contexto nicaragüense nos convocó en esos años. La Revolución Sandinista fue como una llama, una luz que se encendió en muchas partes, y generó una actitud de solidaridad que hizo que llegáramos gente de varios países a trabajar allá. Raúl Leis coordinaba el Comité de Solidaridad con Nicaragua en Panamá, Carlos Nuñez en Guadalajara; con el obispo Samuel Ruiz en Chiapas y con el obispo Sergio Méndez Arceo de Cuernavaca, estaban en un comité de solidaridad con Nicaragua en México. Yo estaba con Esteban Pavletich y Lucía Silva, en el comité peruano. De ese trabajo nace la idea de ir a Nicaragua y ahí nos encontramos con compañeros del Cencoph de Honduras, que trabajaban en comunicación popular, de Idesac de Guatemala, que tenían un trabajo con organizaciones campesinas, y de Funprocoop de El Salvador, que tenían un largo trabajo con comunidades. Nicaragua fue una especie de crisol, donde se fundió lo que cada quien traía.
Después del 79, cualquier iniciativa nos colocaba en dimensiones insospechadas. Llegamos una vez a charlar con Fernando Cardenal, que dirigía la Cruzada Nacional de Alfabetización de Nicaragua, y nos dijo: ‘Quiero que me apoyen en el programa de post-alfabetización. Van a haber 700 mil personas alfabetizadas, y no tenemos diseñado qué pasará después’. Le dijimos: ‘Nosotros tampoco sabemos qué se puede hacer, pero nos ponemos a trabajar con usted’. Luego vino Freddy Morales, que estaba en el Instituto de Reforma Agraria y nos dijo: ‘Necesitamos hacer un proceso de capacitación para los 150 mil obreros agrícolas de las empresas de Somoza, que han sido estatizadas, y necesitamos generar formación técnica, política, organizativa’. Le dijimos igual: ‘No sabemos cómo, pero vamos’. Fueron proyectos muy concretos que nos juntaron. Se fueron fundiendo los saberes que traía cada quien al calor del proceso. En menos de un año hicimos 19 talleres conjuntos con distintos sectores. Cada uno nos abría un mundo nuevo, nos daba dimensiones que en ninguno de nuestros países podíamos haber abordado, y generaba mucho entusiasmo, mucha emoción. No había límites para el tiempo, la dedicación, etc.
Regresábamos después a nuestros países, y eso que habíamos aprendido queríamos hacerlo. Teníamos que redefinir y recrear lo que habíamos aprendido. En el año 82 se nos ocurrió hacer un encuentro de sistematización y creatividad. Identificamos 19 talleres que habíamos hecho, y analizamos: ¿Cuáles fueron los contenidos? ¿Cuáles las metodologías? ¿Cuáles han sido las técnicas? ¿Cuáles son las diferencias entre técnicas y metodologías? ¿Cuál es la diferencia entre apropiación y aprendizaje? Ahí nace esta idea de la sistematización de experiencias, como fuente de construcción de nuestros propios aprendizajes”.
Partir de la realidad
“Analizamos que el punto de partida siempre tenía que ser la realidad, lo que la gente piensa y sabe. Empezamos a hablar de ‘partir de la práctica’. A partir de ahí teníamos que desarrollar el proceso de teorización. Ir generando conceptos desde la práctica. Y no valía quedarse en la teoría, sino que eso lo teníamos que volver a poner en la práctica. Así se generó esta propuesta de ‘partir de la práctica, teorizar, y volver a la práctica para transformarla’.
Luego eso se redujo a la idea de que la metodología de la educación popular era una cosa de tres pasos. La otra reducción, fue a partir del hecho de que lo más visible eran las técnicas. Nosotros desarrollando esas técnicas participativas, sacamos un libro: Técnicas participativas para la educación popular , que tuvo la responsabilidad de hacer creer que el centro de la educación popular era hacer técnicas. Fue un periodo en el cual hubo mucha difusión, pero también mucha simplificación, lo que quitó el sentido pedagógico-político central al proceso de educación popular. Ése fue el aporte contradictorio de ese periodo. Después nació el Ceaal, y muchos de los centros de educación popular nos afiliamos. Empezamos a descubrir procesos más globales de educación popular. Se llamaban de ‘educación de adultos’, porque en el contexto de las dictaduras que existían sobre todo en el Cono Sur, no era lo mismo decir ‘yo trabajo en un programa de educación popular’, que ‘yo trabajo en un programa de educación de adultos’.
Hemos ido descubriendo, que los procesos de educación popular son participativos, críticos, creadores, y tienen que responder a las dinámicas organizativas, políticas, culturales, de cada contexto. Segundo, que las técnicas son una herramienta, pero que si no se ubican dentro de una dimensión de largo plazo, de incidencia política, pueden ser muy entretenidas, pero no logran el objetivo político. Tercero, que los procesos de intercambio entre las personas son muy importantes, pero no sólo las grandes ideas, los proyectos, sino también las afinidades, los encuentros. La educación popular feminista nos permitió desarrollar la dimensión de la subjetividad -la intersubjetividad- expresar más nuestras emociones, valorar los encuentros personales como algo muy importante que vincula lo público con lo privado. Por otro lado, el acercamiento a gente que estaba haciendo otras formas de producción de conocimientos, nos ha ido abriendo a nuevas maneras de repensar cómo investigar.
En ese proceso surge la sistematización de experiencias como un componente muy importante de los procesos de educación popular. Es decir que las prácticas de lo que estamos haciendo es una fuente esencial para construir aprendizajes, de manera sistemática, organizada, que nos permita apropiarnos de lo que hacemos, y dialogar desde las prácticas no de forma descriptiva, sino intercambiando aprendizajes.
Últimamente hay una voluntad de vincularnos con los movimientos sociales por la defensa de los territorios, contra las represas, la defensa ambiental, las luchas populares contra las empresas transnacionales. Nos estamos redefiniendo. Tenemos acuerdo en la definición de que los procesos de educación popular tienen que ser impulsados desde los movimientos, no desde las ONGs, y que tenemos que ser parte de esos procesos”.
COMCOSUR MUJER Nº 488 – 29.08.16
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4) Turquía
Hande Kader, la activista transgénero que fue quemada por defender sus derechos sexuales
rupturacolectiva.com
Hande Kader tenía 22 escasos años de edad. Con un rostro terso y facciones que deslumbraban a cualquiera, no sólo era una trabajadora sexual en las periferias de Estambul, sino también una enérgica activista por los derechos de la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales) en Turquía.
Se convirtió en una figura pública tras ser viralizado un video donde se sentó en la acera enfrente de una tanqueta de policías que reprimió la Marcha del Orgullo Gay (Istanbul Pride) celebrada anualmente, del 28 de junio de 2015, arrojándole gases lacrimógenos y chorros de agua sin que opusiera resistencia.
En una de las fotografías que le tomaron en esta movilización, se impregnan gestos de horror e incertidumbre en sus expresiones faciales: ¿qué peligro representa una joven trabajadora sexual que en su vida ha hecho mal a alguien? Ahora esta fotografía recorre las redes sociales para visibilizar el crimen del que fue víctima.
¿Qué tenía de original Hande en una manifestación que se realiza en gran cantidad de países del mundo?, ¿por qué la razón de escribir un artículo sobre una persona que se cambió de sexo sin aportar algo tan “relevante” a la sociedad? Esta es mi respuesta: Hande es la personalización del conflicto, es decir, su vida individual –personificación- es ahora un acontecimiento recordado no sólo por la comunidad LGBTI, sino por una cantidad innumerable de personas en el mundo que desean el respeto, justicia y libertad de quienes prefieren “otros” gustos sexuales.
Aunque en Turquía es legal ser transexual, existen numerosos grupos de hombres que instigan a cometer crímenes de odio hacia las sexualidades disidentes (una actitud tan cotidiana que se reproduce de un régimen quasi-fascista y militarizado como el del presidente Recep Tayyip Erdogan, que censura a profesores, estudiantes y al periodismo nacional que pone el dedo en el renglón sobre lo que hace). Dichos crímenes resaltaron en la prensa mundial el 3 de agosto pasado con el asesinato y decapitación del joven gay Muhammed Wisam Sankari, refugiado sirio que intentaba huir de Turquía por las constantes amenazas de grupos de hombres desconocidos.
Por coincidencia, el cuerpo de Hande -brutalmente violentado y calcinado-, se encontró el 18 de agosto en periferias cercanas en donde fue botado el cuerpo del joven gay sirio, también mutilado de una forma horripilante. Según las estadísticas de Transgender Europe, Turquía contempla las cifras más altas de asesinatos y violaciones a personas transexuales en Europa, con una serie de 48 asesinatos desde 2008.
El 21 de agosto, miles de personas marcharon y llenaron de colores, sonrisas, lágrimas y fotografías de las activistas transgénero asesinadas la Plaza Taskim, en el centro de la capital.
¿Cómo podemos hablar de ‘humanidad’ cuando se asesina, mutila y humilla por odio y gustos diferentes? Esta es la pregunta-lección que hoy nos formula Hande Kader y su historia de fortaleza.
COMCOSUR MUJER Nº 488 – 29.08.16
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5) Los Juegos Olímpicos, entre el patriarcado y el elitismo
Marcha.org.ar
Los Juegos Olímpicos han sido elitistas desde sus inicios (llamados Juegos Olímpicos de la Antigüedad desde 776 a. C., hasta 393 d. C.). También fueron exclusivos para hombres, cosa que ha ido cambiando conforme van pasando los años y más mujeres incursionan en disciplinas que hace 120 (al inicio de los Juegos Olímpicos Modernos) años atrás el mundo jamás hubiera imaginado. Rompiendo paradigmas el género femenino ha demostrado que no hay nada en el mundo que sea absoluto de un género (salvo parir) como el patriarcado pretende que lo memoricemos.
Derribar las murallas en lo deportivo ha sido un trabajo arduo para las pioneras, que tuvieron que enfrentarse a todo tipo de rechazos y humillaciones, para que hoy sean tantas las mujeres que puedan participar y encontrar la realización en algo que a las ancestras les fue negado. No olvidemos que en los Juegos Olímpicos de la Antigüedad las mujeres no podían participar siquiera como espectadoras, mucho menos como protagonistas.
Sin embargo el trabajo por la equidad de género sigue siendo cuesta arriba, falta mucho para que la sociedad, el sistema y el mundo del deporte eliminen los patrones patriarcales y misóginos para darle espacio a una nueva humanidad: diversa y enriquecida por el respeto. Esto incluye también la participación de la comunidad LGBTI sin que sea insultada y discriminada desde los estereotipos y la misoginia.
Rechazados también en este tipo de competencias fueron los hombres que para el patriarcado mostraban debilidad física y mental. Fueron creados en exclusiva para el hombre con todas las características del macho alfa. Por esa razón era tan importante visibilizar a la mujer cuando las Olimpiadas regresaron a Atenas en 2004. Quedará para la historia la imagen de aquella mujer vestida de blanco, como anfitriona de los Juegos Olímpicos, enviándole con esto un mensaje claro y directo al mundo patriarcal: la equidad de género nos engrandece como humanidad.
Los Juegos Olímpicos de París, conocidos también como la II Olimpiada, marcaron por primera vez la participación de las mujeres en tenis, golf y croquet. Cabe destacar que son deportes elitistas también desde el estatus social, por la exclusividad de los recursos materiales y económicos para practicarlos. Con esto se sobreentiende que las participantes fueron mujeres de un estatus social probablemente burgués, pasarían muchos años para que la mujer de arrabal pudiera participar, y hasta la fecha siguen siendo elitistas desde la clase social, no digamos el color de piel, la religión y lo cultural. No podemos engañarnos. Estamos derribando muros, pero faltan muchos todavía.
Los Juegos Olímpicos hoy
Ubicándonos en Río 2016, hemos visto la forma en que Estados Unidos y sus aliados, a través del Comité Olímpico Internacional, han politizado la participación de la delegación rusa, castigando a deportistas, privándolos de participar, a consecuencia de las decisiones políticas de Putin. El antidoping es más político que otra cosa: tiene poco que ver con el espíritu del juego limpio.
Los Juegos Olímpicos de Río 2016 han hecho historia en la inauguración: por primera vez una persona transexual escoltó a una delegación; tal fue el caso de la modelo Lea T, que pedaleaba un triciclo anunciando a la delegación de Brasil. Esto se dio gracias a las políticas de inclusión de los gobiernos de Lula y Dilma al hacer realidad el Matrimonio Igualitario y revalidar los Derechos Humanos de la comunidad LGBTI. Ejemplo que deben seguir todos aquellos países con sistemas misóginos. El cambio es necesario y urgente.
Hemos visto de todo en lo que va los de los Juegos Olímpicos: desde comentaristas deportivos que exigen que las gimnastas usen escotes más pronunciados, hasta titulares de periódicos en Estados Unidos, como el caso del Chicago Tribune, que invisibilizó a la atleta Cory Cogdell, quién ganó medalla de bronce en tiro, cuando se refirió a ella como la esposa de un jugador de los Osos de Chicago. “Esposa de jugador de los Osos de Chicago gana medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río”, fue el titular en cuestión.
La vergüenza mundial tuvo que haber sido ver un equipo de refugiados participando: ¿A dónde hemos llegado como humanidad que tenemos el descaro de aceptar algo así? Con nuestra doble moral los aplaudimos, nos emocionamos, pero dejamos de ver la profundidad del mensaje, que es la terrible situación de los refugiados alrededor del mundo, a causa de guerras impuestas por un grupo de políticos que nos manipulan a su antojo.
Lo personal es político, y se ha demostrado una y otra vez. La atleta brasileña Rafaela Silva, primera en ganar Oro para Brasil, nacida y crecida en la favela Ciudad de Dios (sí, la de la película) pudo practicar deporte gracias a la Bolsa Atleta, proyecto impulsado por Lula. Mujer negra de arrabal que fue insultada y discriminada por su color en Londres 2012, le dio la gloria a Brasil en nombre las favelas que tanto odia Temer y la clase media brasileña. Rafaela tanto como Marta están con Dilma, por supuesto.
También hemos visto la forma en que la policía detiene y encarcela a cualquier persona que dentro de las instalaciones olímpicas se manifieste en contra del gobierno golpista de Temer. Cosa que nunca sucedió con Lula y Dilma: dejaron que el pueblo se manifestara donde quisiera porque es su legítimo derecho.
La tristeza de las imágenes de niños de las favelas viendo la inauguración desde las afueras de la ciudad, porque para ellos no había entrada. Eso es en Brasil y en cualquier lugar del mundo. Los deportes tanto como las artes han sido exclusividad de una clase social y para el hombre blanco y patriarcal. Estamos derribando muros, hacen falta tantos.
Vemos una sociedad que está más entusiasmada por la mención de Vogue a los uniformes de las delegaciones deportivas, que de la misma participación de los atletas y sus circunstancias y limitaciones impuestas por el Comité Olímpico de sus países para estar ahí. Tal es el caso del Comité Olímpico Guatemalteco, que descontó salario a los atletas, pero eso sí, el personal administrativo siguió con todo pagado y sus viáticos. La injusticia nos restriega en la cara sus andanzas y no hay forma de que como sociedad reaccionemos.
Pero hay casos como la medalla de Oro en Judo que ganó la deportista Majlinda Kelmendi, para Kosovo. Fue un mensaje político en su totalidad cuando dedicó la medalla a la infancia de su país, que aún con la consecuencia de una guerra atroz se atreve a soñar. No habrá nunca en la historia medallista de ningún país catalogado como potencia mundial que se le compare.
La medalla ganada desde el sacrificio y la carencia siempre sabe a gloria, porque distinto es tener todos los recursos para lograrlo. No nos engañemos en nombre del amor al deporte. Por eso es tan valiosa la participación de atletas de países en desarrollo, porque fueron capaces de ganar plazas contra todo pronóstico. El sólo estar ahí las y los hace ganadores sin necesidad de podio ni medalla.
El lema de Río 2016, es “un nuevo mundo”, y no debemos dejar de lado el cambio climático del que todos tenemos culpa. Un nuevo mundo en integración, identidad, respeto, en sensibilidad. Un nuevo mundo que nos transforme de seres manipulados a partícipes de la realidad política y social de su entorno. Los Juegos Olímpicos siempre son el escenario perfecto por su visibilidad mediática, para que, como seres políticos por naturaleza, pasemos de la pasividad a la acción. Son la ejemplificación de la magnitud de las mafias mundiales que corroen el deporte y la política. Del patriarcado, la misoginia y la discriminación de género. Son mejor exposición cultural que se puede dar en dos semanas de eventos, que si le ponemos atención nos escupe a la cara lo que somos como sociedad.
Y para terminar, de lo más hermoso que ha sucedido en los Juegos Olímpicos es la declaración de amor de una voluntaria brasileña a su novia, seleccionada de rugby, para pedirle matrimonio. Hecho que quedó impreso para la historia de los Juegos Olímpicos en un país que en crisis política demuestra al mundo que en las políticas de inclusión el amor siempre triunfa.
Como ven hay mucho de qué hablar en torno a los Juegos Olímpicos, desde el patriarcado, la religión, la política, la cultura y el mismo deporte. No guardemos silencio, no pretendamos no ver, no tengamos la hipocresía de ignorar la crisis humanitaria de los millones de refugiados alrededor del mundo y se nos llenen los ojos de lágrimas al ver desfilar a 10 de ellos en un evento por demás elitista. Que la atleta de Kosovo, las que están participando con su hija, las negras que han sido discriminadas, los atletas de la comunidad LGBTI, los deportistas que están participando desde el arrabal, sean nuestra motivación para crear sistemas incluyentes en nuestros países. No por los Juegos Olímpicos ni para que participen en ellos, sino para una vida sana, integral de niños y niñas felices que de adultos y adultas sean parte de una sociedad transformadora. Siempre, siempre, el deporte como las artes debe ser político, como todo en la vida.
COMCOSUR MUJER Nº 488 – 29.08.16
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de
quien corresponde” Luis Pérez Aguirre
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