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LA MUJER QUE VENGO AL CHE / COMCOSUR MUJER 405

COMCOSUR MUJER

Fundado por Yessie Macchi

AÑO 11 – No. 405 / Miércoles 5 de febrero 2014

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

Coordinación y búsqueda:

Beatriz Alonso, Cecilia Duffau y Carlos Casares

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«Hay que dar vuelta el mundo. Cada lágrima que corre allí donde
podría haber sido evitada es una acusación…” Rosa Luxemburgo

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¿Qué es el Feminicidio?

El feminicidio es la forma más extrema de violencia hacia las
mujeres, una forma de control, dominación y poder de los hombres.
Esto significa que la mujer antes de ser asesinada tiene una historia
reiterada de violencia.

Tejiendo Redes de Aprendizaje / RED ADA

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NOTICIAS

CHINA

1) “TRATAN” HOMOSEXUALIDAD CON DESCARGAS ELÉCTRICAS

ESTADOS UNIDOS

1) EN BUSCA DE UN NUEVO FEMINISMO

MEXICO

1) MALTRATAN EN LOS SERVICIOS DE SALUD A MUJERES EN LABOR DE PARTO

NICARAGUA

1) CULTIVAN PARGOS Y CONCHAS EN GOLFO PARA GENERAR INGRESOS

PERU

1) MÁS DE 2.000 MUJERES OPERADAS SIN CONSENTIMIENTO O CON ENGAÑO

REPÚBLICA DOMINICANA

1) FESTIVAL REUNIRÁ MUJERES POETAS DE 36 PAÍSES

URUGUAY

1) DECRETO PARA PREVENCIÓN DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL INFANTIL EN
SECTOR TURÍSTICO

TEMAS DE COMCOSUR MUJER

MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA GENITAL FEMENINA :

I – “ME QUEDÉ SOLA POR NEGARME A LA ABLACIÓN”

II – EUROCÁMARA PIDE UN PLAN EUROPEO DE PREVENCIÓN DE MUTILACIÓN
GENITAL FEMENINA

III – LA ONU HA ADVERTIDO DE QUE 86 MILLONES DE NIÑAS EN TODO EL
MUNDO PODRÍAN SUFRIR LA ABLACIÓN

HISTORIA DE MUJERES

LA MUJER QUE VENGÓ AL CHE: MÓNICA ERTL

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CHINA

1) “TRATAN” HOMOSEXUALIDAD CON DESCARGAS ELÉCTRICAS

Zang se sometió a descargas eléctricas en sus genitales mientras
miraba películas pornográficas como “tratamiento” contra su
homosexualidad, una de las terapias más extremas utilizadas en China
para “corregir” la orientación sexual.

“Creía que tenía que intentarlo, para ver si había la posibilidad
de convertirme en una persona normal”, declaró a la AFP este joven
de 25 años que prefirió revelar sólo su apellido.

Para “no decepcionar a su familia” eligió este método, unos de
los más extremos de los utilizados en China, donde el amor entre las
personas del mismo sexo es considerado todavía como una deshonra.

“Cuando reaccionaba a las imágenes, recibía un electrochoque”,
poco intenso pero “doloroso”, recuerda Zhang. Él mismo se pagó
las sesiones, tras llegar a la conclusión de que asumir su
homosexualidad le resultaba “demasiado difícil”.

En 2001, las autoridades chinas retiraron oficialmente la
homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y con el paso de
los años se fue aceptando más en la sociedad, sobre todo entre los
jóvenes y en las grandes ciudades.

Pero los homosexuales suelen sufrir una fuerte presión familiar. Como
hijos únicos, acaban resignándose a casarse para permitir a sus
padres tener un nieto.

La mayoría de los expertos en medicina considera que las “terapias
de conversión” practicadas en todo el mundo desde el comienzo del
siglo XX por psicoanalistas y doctores “para “curar” la
homosexualidad son ineficaces e incluso peligrosas.

Pero estos “tratamientos” siguen proliferando, desde Singapur al
Reino Unido, pasando por Estados Unidos y China.

Cinco clínicas chinas contactadas recientemente por la AFP han
reconocido que proponen soluciones “de reajuste de la sexualidad”,
como tratamientos químicos, hipnosis o descargas eléctricas.

En Pekín, el centro de ayuda psicólogica Haiming incluso lo
promociona: “después de cada descarga, el paciente interrumpe sus
pensamientos y se aleja de sus fantasmas”, explica en su página
web.

Estas sesiones de 30 minutes, realizadas con unos días de intervalo,
sólo se prescriben “para los casos más graves”, aseguró a la
AFP un miembro del personal.

“No es una enfermedad”

Las “terapias de conversión” fueron condenadas en 2009 por la
Asociación de Psicología estadounidense, que considera que pueden
crear traumatismos, y por una rama de la Organización Mundial de la
Salud, que afirma que carecen de justificación médica y son
“éticamente inaceptables”.

Los activistas chinos intentan pasar el mensaje.

El Centro LGBT (Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales) de Pekín
estima que estos tratamientos causan “daños graves a la salud
física y mental, y empeoran la falta de autoestima”.

Dos activistas vinculados al Centro LGBT, una organización financiada
por la embajada estadounidense y la británica, desplegaron delante de
una clínica de Pekín una pancarta en la que se lee “La
homosexualidad no es una enfermedad”.

Con la campaña esperan convencer a las autoridades de que revoquen
las licencias de estos centros “médicos”.

Algunas clínicas dan prioridad al asesoramiento psicológico y la
prescripción de antidepresivos, cuenta Wei Xiaogang, fundador del
grupo “Camaradas Queer”.

“Quería morirme”

Algunas clínicas contactadas por la AFP consideran que se puede
cambiar la orientación sexual en las personas en las que “no sea
innata”.

Pero los resultados son dudosos y las secuelas, dolorosas. “Tengo
muchos amigos que recibieron un tratamiento, algunos acabaron con una
depresión”, relata Liu Wei, de 21 años.

Él mismo, presionado por su padre, visitó un hospital en diciembre
para informarse.

Como tratamiento, un médico le propuso “hacerse daño con una goma
atada a la muñeca” en cuanto “empezara a fantasear viendo
películas”, pero admitió que había pocas posibilidades de éxito.

Aún así, Liu Wei se plantea intentarlo porque las relaciones con su
familia son “muy tensas”.

En el caso de Zhang, el tratamiento con descargas eléctricas al que
se sometió hace tres años le hizo perder la líbido y lo sumió en
una depresión: perdió su trabajo, se endeudó para pagar los gastos
médicos y acabó teniendo pensamientos suicidas, cuenta. “Tenía
dolor de cabeza, no aguantaba nada, sólo quería morirme, que todo
acabara de una vez”.

Al final se dio cuenta de que no podía hacer nada para cambiar de
orientación sexual y se lo dijo a su padre. “Ser gay, no es tan
terrible”, afirma ahora.

AFP/ COMCOSUR MUJER No. 405 – 5/02/2014

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ESTADOS UNIDOS

1) EN BUSCA DE UN NUEVO FEMINISMO

El movimiento intenta reconciliar los avances de las últimas décadas
con la desigualdad que sigue afectando a las mujeres

“Estoy muy orgullosa de este trabajo, pero más que por la música,
estoy orgullosa como mujer”. Beyoncé acababa de sacudir la
industria musical con la presentación de su último trabajo a través
de Internet, y sin intermediarios. Unos meses antes, Marissa Mayer,
presidenta de Yahoo! declaraba en un documental que no se considera
“feminista” y que durante su etapa en Google nunca se vio como una
mujer en aquella empresa, sino como una informática más.

Las reivindicaciones de una y otra representan el reto del feminismo
actual en EE UU. Mayer, Beyoncé o Sheryl Sandberg, la número dos de
Facebook que ha lanzado una campaña para incorporar a mujeres a los
puestos más relevantes de las empresas, son herederas de los avances
logrados por uno de los movimientos sociales más importantes de las
últimas décadas. Su llegada a lo más alto puede ser interpretada
como que la igualdad de oportunidades, la posibilidad de que una mujer
ocupe un cargo reservado antes a los hombres, ya se ha cumplido.

Pero, casi tan rápido como surgen las voces que celebran este logro,
despierta también un llamamiento a renovar el feminismo: el éxito de
esa minoría no debería enterrar el movimiento cuando las mujeres
estadounidenses siguen ganando 77 céntimos por cada dólar que cobran
los hombres. El equilibrio entre estas dos posturas implica a varias
generaciones y puntos de vista mucho más diversos y complejos que los
que definieron el movimiento en sus inicios, y con un riesgo
incipiente que no existía entonces: la sensación de que quizás ya
no sea necesario.

“Hoy podemos identificar a dos grupos de jóvenes con respecto al
feminismo”, asegura Kate Farrar, directora de los programas de
liderazgo de la Asociación Americana de Mujeres Universitarias.
“Uno de ellos apenas ha sufrido ni ha sido testigo de
discriminación sexista. Han llegado hasta la universidad sin
barreras», dice. “El otro es plenamente consciente de que todavía
existe la violencia sexual, la explotación, la discriminación o el
tráfico de mujeres, pero ninguno quiere la etiqueta de feminista”.

Hay quien dice que el feminismo está en retroceso porque ha
conseguido su objetivo. Es una conclusión comprensible pero
equivocada”

En ambos casos, la entrada en el mundo laboral pone a millones de
jóvenes en contacto con la discriminación. “Lo detectan cuando
empiezan a trabajar, cuando ven cómo son tratadas, como se dirigen a
ellas en las reuniones”, justifica Farrar. “Las mujeres todavía
deben lidiar con numerosos aspectos culturales que permanecen. Sienten
que deben aprender a conciliar la imagen femenina con la ambición o
la capacidad de trabajo”.

Para alejarse de esas etiquetas, y sin esperar a pertenecer a un
movimiento determinado, otras han optado por alzar su propia voz,
feminista o no, y hacer de su carrera una causa a título personal,
como es el caso de Lena Dunham, actriz, guionista y directora de la
serie Girls. La escritora Chimamanda Adichie, que argumentó en un
famoso discurso en la conferencia TED que “Todos deberíamos ser
feministas” es otro ejemplo.

“Cada vez tengo más conversaciones sobre ideas feministas en las
que nunca uso el término ‘feminismo” reflexiona para The Atlantic
Abigail Rine. “¿Por qué? Porque es agotador empezar cada charla
sobre cómo combatir la misoginia con anécdotas atractivas y
encantadoras acerca de que realmente me gustan los hombres y no he
quemado mis sujetadores. Todo resultaría más fácil si enterramos la
palabra de una vez por todas”.

La revista ELLE despertó numerosas críticas el pasado mes de octubre
al invitar a varias agencias de publicidad a ayudarles a “reinventar
un término que muchos sienten que ha sido aplastado por
complicaciones y negatividad”. Para algunos resultó irónico que
una revista que defiende estándares de belleza imposibles para
millones de mujeres se ponga a reinventar un movimiento por la
igualdad. Para otros no hay causa que pueda avanzar si es maquillada
hasta dejar de parecer una amenaza.

Rine plantea que éste es el momento de encontrar otro término que
incluya a todo aquel que quiera seguir luchando contra la
discriminación en la cultura y el lenguaje, la violencia sexual o el
tráfico de personas. “Queda demasiado trabajo por hacer, por eso es
preocupante que las mujeres estén pensando más en cómo encontrar
una etiqueta más agradable”, concluye.

Más de dos tercios de los trabajadores de EE UU que cobran el salario
mínimo son mujeres

El intento de ELLE refleja la variedad de argumentos que debe
conciliar en la actualidad el feminismo para mantener unidas a todas
las mujeres -y los hombres- a favor de la igualdad. Los avances han
permitido que millones de mujeres accedan a la universidad y vivan de
manera independiente gracias a puestos de trabajo antes inaccesibles
para ellas. Pero cuando una profesional de la talla de Mayer, CEO de
Yahoo! y antes vicepresidenta de Google, decide añadir una
habitación para su bebé junto a su oficina, algunas se sienten
traicionadas por posar como ejemplo de una igualdad de oportunidades
inexistente para millones de mujeres.

Para otras, la traición está en la decisión de la primera dama,
Michelle Obama, de convertirse en “madre en jefe” -‘mom in chief’-
durante su estancia en la Casa Blanca, en vez de defender políticas
que favorezcan más a las mujeres. Su papel ha sido calificado como
“una pesadilla para el feminismo”, en referencia a la decepción
causada en algunos sectores porque la primera dama más cualificada de
la historia ponga por delante su papel de madre. Otros interpretan que
en la libertad de tomar estas decisiones radica el verdadero triunfo
del movimiento.

“Hay quien dice que el feminismo está en retroceso porque ha
conseguido su objetivo. Es una conclusión comprensible pero
equivocada”, asegura Christina Hoff Sommers, autora de libros como
La guerra contra los hombres, en la revista The Atlantic. “Aunque la
pelea principal por la igualdad y las oportunidades están casi
ganadas, el trabajo sigue por terminar. En todo el mundo las mujeres
todavía deben sobrevivir ante la violencia y la represión. La
cultura todavía contiene poderosos elementos misóginos. A pesar del
tremendo progreso, las listas de ciudadanos en la pobreza siguen
repletas de mujeres y sus hijos”.

El presidente Obama reconoció el pasado mes de diciembre que “la
desigualdad es el mayor reto de este siglo” para EE UU. Desigualdad
que afecta especialmente a las mujeres. En el reciente discurso sobre
el estado de la Unión lo recordó: “Las mujeres son más de la
mitad de las trabajadoras, pero todavía ganan 77 céntimos por cada
dólar que cobra un hombre. Es vergonzoso”.

Aunque la pelea principal por la igualdad y las oportunidades están
casi ganadas, el trabajo sigue por terminar. En todo el mundo las
mujeres todavía deben sobrevivir ante la violencia y la represión»

Más de dos tercios de los trabajadores de EE UU que cobran el salario
mínimo son mujeres, según el National Women’s Law Center. La
Oficina Nacional de Estadística estableció además en 2012 que el
70% de estos empleados además no tienen derecho a bajas por
enfermedad remuneradas. Y el 40% de los hogares con niños menores de
18 años son mantenidos por mujeres que proporcionan los ingresos
principales, o los únicos, para toda la familia, según una
investigación del Centro Pew.

Lejos de las universidades y de empresas como Facebook o Yahoo!,
millones de mujeres estadounidenses copan los puestos de trabajo
remunerados con el salario mínimo. Un trabajo de Maria Shriver,
exprimera dama de California, en colaboración con el Center for
American Progress, puede haberse convertido en el último
“manifiesto” feminista. Su radiografía de la pobreza es la
antítesis de las sonrisas de Mayer y Sandberg. Y un recordatorio de
por qué la opción de Michelle Obama para ser “madre en jefe”
sigue siendo revolucionaria para millones de mujeres que no tienen la
opción de cuidar de sus hijos.

“No son mujeres que se estén preguntando si pueden ‘tenerlo’
todo”, escribe Shriver. “Son mujeres que ya lo están haciendo
todo, trabajan varios empleos, son madres y cuidadoras. Lo hacen todo
y aún así ni ellas ni sus familias avanzan. El sueño de tenerlo
todo se ha convertido en ‘aguanta como puedas’. Miren donde miren,
en las portadas de las revistas, programas de televisión y páginas
web les dicen que deberían sentir que tienen más poder que nunca,
pero la verdad es que no es así”.

El estudio del CAP denuncia que cerca de 100 millones de
estadounidenses, casi un tercio de la población, vive en el margen
que separa la clase media de la pobreza, apenas separados por la
pérdida de un trabajo, un accidente o una enfermedad grave. De ese
porcentaje de ciudadanos, 70 millones son mujeres y los hijos que
dependen de ellas. Shriver llama ahora a reunificar a todos los
estadounidenses detrás de un movimiento que acabe con la brecha entre
estas familias y la posición privilegiada de Mayer o Sandberg,
Beyoncé o Michelle Obama.

Michael Kauffman, experto en programas para involucrar a los hombres
en los valores del feminismo, reconoce que esta división se debe en
parte a que se ha perdido la sensación de urgencia de décadas
anteriores. Como tantos otros activistas y expertos, el autor advierte
que sería un error asumir que no quede «un largo camino» por recorrer
«mientras permanezca la violencia contra las mujeres, mientras no haya
igualdad salarial ni desaparezcan las barreras».

El informe Shriver contó con firmas como la de Clinton o la estrella
de la NBA Lebron James, con un alegato a favor de las madres solteras
como la suya y un llamamiento a la implicación de los hombres en el
futuro del feminismo. Para la cantante Beyoncé, “los hombres deben
demandar que sus esposas, sus hijas, sus madres y sus hermanas ganen
más, de acuerdo con sus cualificaciones, no con su género”.
Kauffman da la bienvenida a este tipo de mensajes: «Lo más importante
es que hay un intento bastante sano para redefinir el papel de los
hombres y de los padres. Y esa es una de las principales razones por
las que seguimos necesitando el feminismo».

El consejo de la historiadora Sommers, que aboga por reinventar el
feminismo, es simple: “Reformen el feminismo. Alíense con mujeres
de todo el mundo que todavía luchan por libertades básicas. Apoyen a
las mujeres oprimidas y darán al feminismo occidental lo que le ha
faltado durante muchos años, un objetivo contemporáneo que le haga
merecer su pasado”.

El Pais de Madrid/ COMCOSUR MUJER No. 405 – 5/02/2014

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MEXICO

1) MALTRATAN EN LOS SERVICIOS DE SALUD A MUJERES EN LABOR DE PARTO

El estudio del CRIM se basó en 200 testimonios, observaciones y en
recomendaciones de la CNDH y comisiones estatales

El problema tiene que ver con la formación de los profesionales

El maltrato a la mujer en los servicios públicos y privados de salud
es una constante, en particular en el área de gineco-obstetricia.
Regaños, humillaciones, alusiones (a su vida sexual), conminaciones,
colocación del dispositivo intrauterino sin consentimiento y otras
formas de abuso, son prácticas habituales en las que incurren los
médicos en las salas de parto.

Así lo revela una investigación coordinada por Roberto Castro
Pérez, integrante del Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias (CRIM) de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM), trabajo que fue galardonado con el Séptimo Premio
Iberoamericano en Ciencias Sociales, que otorga el Instituto de
Investigaciones Sociales (IIS) de la máxima casa de estudios.

En el trabajo premiado –referente a abusos en hospitales– el
científico social y su equipo identificaron que los médicos (hombres
y mujeres) se dirigen a las pacientes en labor de parto con frases o
bromas como: Aguántate, así te gustó, antes abriste las piernas o
Claro que lo haremos (en referencia a la episiotomía), a todas, de
castigo.

Durante la ceremonia de premiación, efectuada ayer en el IIS, Castro
Pérez presentó algunas conclusiones de la investigación, la cual se
basó en más de 200 testimonios de mujeres, observaciones en salas de
trabajo de parto, entrevistas y grupos focales con médicos y el
análisis de las recomendaciones de la Comisión Nacional de los
Derechos Humanos (CNDH), así como de las estatales, relacionadas con
este tipo de casos.

Indicó que entre 2000 y 2012, la Comisión Nacional de Arbitraje
Médico arbitró 2 mil 877 quejas en el área de gineco-obstetricia,
especialidad con mayor número de demandas. Además, en este periodo
la CNDH ha emitido dos recomendaciones generales y cientos de
específicas relativas a la violación de garantías fundamentales en
los servicios públicos de salud.

Para el especialista, estos abusos no son un problema exclusivamente
médico, sino que tienen que ver con la formación de los
profesionales de la salud, a quienes se introyecta la idea de que
tienen mayor jerarquía que los pacientes. Y es que en el área
médica existe un nivel de jerarquización semejante al del Ejército
o la Iglesia.

Además de los testimonios femeninos, los investigadores del CRIM
realizaron observaciones en salas de parto para verificar los abusos.
A continuación, relato de un caso.

Mientras una mujer da a luz pregunta: ¿Qué fue, niña o niño? A lo
que la doctora responde: Eso no se pregunta. Se pregunta si está
bien. Obediente la paciente cambia la interrogante: ¿Está bien mi
bebé?. En eso estamos, le dice la interna y concluye la
conversación. Después de un largo rato la madre vuelve a insistir si
el recién nacido está bien, la doctora al fin contesta que sí, y al
escucharla la mujer se tranquiliza y cierra los ojos.

Otro caso. Al tiempo que se pone la bata el médico ordena sin mirar:
Bájese más. La mujer se recorre, pero medio coxis queda fuera de la
cama de parto. El doctor rectifica: No tanto, súbase y comienza a
reír junto con la enfermera, hecho que refleja, según el
investigador del CRIM, que existe un código compartido entre médico
y enfermera que interpreta como cómica la situación de una mujer en
trabajo de parto.

La investigación también muestra que en medio del parto, algunos
médicos creen bromear –delante de las madres–, diciendo si a uno
u a otro se le han muerto más niños al momento de nacer.

Castro Pérez consideró que este problema es ético y debe ser
redefinido desde el campo sociológico. Muchas ocasiones estos
especialistas incurren en abusos que no llegan a ser delitos o
negligencia, pero sí son producto de un hábito médico autoritario.
Estos modos de conducirse colocan a los facultativos a punto de
incurrir en violaciones más graves a los derechos humanos.

En la premiación fueron reconocidos con mención honorífica los
estudios de Jorge Balderas, de la Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez, sobre violencia en esa urbe, y la de Reynaldo Martínez, del
Colegio de la Frontera Sur, acerca del tema migratorio.

La Jornada / COMCOSUR MUJER No. 405 – 5/02/2014

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NICARAGUA

1) CULTIVAN PARGOS Y CONCHAS EN GOLFO PARA GENERAR INGRESOS

Un grupo de mujeres nicaragüenses de las comunidades costeras del
Golfo de Fonseca, en el Pacífico, que Nicaragua comparte con Honduras
y El Salvador, han encontrado en el cultivo de pargo lunarejo y
bivalvo (conchas negras) una novedosa alternativa para generar nuevos
ingresos y mejorar sus condiciones de vida.

“Cooperativa de Mujeres Concheras” es el nombre de la asociación
que aglutina a un grupo de la comunidad El Rosario, en el Golfo de
Fonseca, que desde 2009 han emprendido un proyecto para cultivar
pargos y conchas negras para el desarrollo sostenible de la familia y
la comunidad, y amigable con el medio ambiente.

Ese proyecto es promovido, con apoyo técnico y financiero, por el
grupo ecologista Amigos de la Tierra de España, Fundación Líder y
la Unión Europea, y cuenta, además, con la colaboración del
Ministerio nicaragüense de Recursos Naturales y del Ambiente, y el
Instituto Nicaragüense de Pesca y Acuicultura.

Antes ese grupo de mujeres, o bien sus parejas, pescaban de forma
tradicional y se internaban al mar donde lanzaban sus redes o, en el
peor de los casos, usaban bombas artesanales para pescar, provocando
daños al ecosistema marino, dijo una representante de esa
cooperativa, Aleyda Alvarado.

Mientras el nuevo proyecto, denominado Ecopesca, ofrece a los
pescadores de esa comunidad del Golfo de Fonseca, principalmente a
mujeres, una nueva alternativa para subsistir y es cultivar en cinco
jaulas flotantes o viveros esas especies, que permite albergar entre
2,000 y 4,000 pargos por crianza.

El proceso de cultivo del pargo consiste en extraer las larvas del mar
y cultivarlas en las jaulas flotantes, desde donde luego son
comercializadas.

El pargo, una vez que alcanza un peso aproximado de medio kilo, es
ofrecido por el grupo de mujeres a 1.5 dólares la unidad, es decir
que cada crianza deja ingresos por 3,000 a 6,000 dólares a esas
mujeres.

Actualmente el salario mínimo de los trabajadores de Nicaragua es de
152 dólares como promedio.

Bertha Julia Lara es una pescadora de esas comunidades costeras del
Golfo de Fonseca que desde las seis de la mañana, hasta que la marea
sube, saca los pargos de esas jaulas, que luego comercializa en el
mercado.

Según Lara, esa actividad le ha resultado “rentable”, porque con
los ingresos que obtiene mantiene a su familia.

Este grupo de mujeres también subsisten del bivalvo (conchas negras),
que extraen en lo que ellas llaman “ñanga”, es decir el lodo
acumulado entre los manglares.

Para contar con mejores condiciones, los organismos que apoyan este
proyecto han construido viveros para que las mujeres puedan sacar las
conchas negras sin correr riesgos de picaduras o rasguños en los
manglares.

“Una de las razones por la cual estamos apoyando el cultivo de
conchas, es porque el recurso se está agotando”, explicó a Efe el
portavoz de la delegación nicaragüense de Amigos de la Tierra de
España, José Armando González.

González sostuvo que los viveros de conchas negras se encuentran en
zonas autorizadas y reglamentadas por las autoridades ambientales de
Nicaragua.

El director de la Fundación Líder, William Areas, subrayó que el
proyecto Ecopesca “contribuye al desarrollo marino costero en el
Golfo de Fonseca” y por el éxito que ha tenido entre las mujeres de
esas comunidades no descartan implementarlo en las comunidades
costeras de El Salvador y Honduras.

En Nicaragua, el proyecto de vivero o jaulas flotantes para cultivar
pargo lunarejo y sacar conchas negras ha sido replicado por la
Cooperativa de Pescadores Artesanales Hombres y Mujeres Esforzados,
que han optado por ese nuevo método de pesca.

MARTHA DELGADO GARCÍA/ COMCOSUR MUJER No. 405 – 5/02/2014

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PERU

1) MÁS DE 2.000 MUJERES OPERADAS SIN CONSENTIMIENTO O CON ENGAÑO

Perú cierra el caso de las esterilizaciones forzadas de Fujimori

Durante el gobierno de Alberto Fujimori (1990-2000) en Perú, el
ministerio de Salud esterilizó al menos a 272.028 mujeres, y en más
de 2.000 casos lo hizo sin consentimiento informado, o mediante
engaños, coacción o soborno.

Las primeras denuncias ante la Fiscalía, de 1988 y 2001, fueron
archivadas en 2009 y reabiertas en 2012, en cumplimiento de un acuerdo
amistoso entre el Estado peruano y la Corte Interamericana de Derechos
Humanos.

La tarde del jueves la Fiscalía notificó el archivo definitivo del
expediente, luego de excluir de responsabilidad a Fujimori, a los
ministros y viceministros de Salud y formalizar una denuncia contra
cinco trabajadores de salud directamente vinculados con la muerte de
Mamérita Mestanza, en 1998, a causa de la infección generalizada que
le produjo la ligadura de trompas que le realizaron en el distrito de
La Encañada, Cajamarca, sierra norte del país. Hubo otras 17 muertes
derivadas de las esterilizaciones forzadas.

Rossy Salazar, abogada de la ONG Demus, informó a EL PAÍS de que en
la resolución de más de 100 páginas el fiscal Marco Guzmán Baca
concluye que “no se ha llegado a comprobar que [la esterilización
forzada] fue una política sistemática” y que Fujimori no tenía
conocimiento de los hechos.

“Refiere que no hay delito de homicidio, ni lesiones, y que todo era
una política de control de la natalidad, no había dolo para
esterilizar”, añade la responsable del área jurídica de una de
las ONG que defiende legalmente a decenas de víctimas de la
anticoncepción quirúrgica voluntaria (AQVs como las denominaba el
gobierno de Fujimori).

Aunque el fiscal Guzmán Baca refiere que no encontró pruebas, los
testimonios de las mujeres esterilizadas, de operadores de salud y
otros elementos conformaron 118 tomos de investigación, y ello
apuntaba a un plan y una política de salud para lograr cantidades
específicas de esterilizaciones por semana y por mes.

Los trabajadores de salud eran supervisados para cumplir con un
mínimo de esterilizaciones en hombres y mujeres, y estos
procedimientos los realizaban en los departamentos y provincias más
pobres del país, especialmente en zonas rurales, con predominio de
quechua-hablantes. El director del programa de salud reproductiva y
planificación familiar entre 1997-2000, Jorge Parra, tenía una sala
con una moderna pizarra en la que registraba el número de AQVs
logradas en cada departamento del país.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos recordó en 2010 al Estado
peruano el compromiso que firmó en 2003 de “investigar y sancionar
debidamente a los responsables”, y por ello el Ministerio Público
anunció en 2011 la reapertura del caso. Sin embargo, los trabajos
empezaron entrado el 2012. Expertos en defensa de los derechos de la
mujer, como la abogada Jeannette Llaja, destacaron en 2012 la falta de
recursos para que la Fiscalía recogiera testimonios fuera de Lima.

Demus y el Instituto de Defensa Legal presentarán, a más tardar el
martes, un recurso de queja ante el Ministerio Público. “El fiscal
de la Segunda Fiscalía Supraprovincial de Lima no formula denuncia
contra Alberto Fujimori, los exministros Eduardo Yong Motta, Marino
Costa Bauer, Alejandro Aguinaga .
Tampoco contra John Nagahata Susanibar, Jorge Parra Vergara, Ulises
Jorge Aguilar [entonces directores de programas del ministerio de
Salud] por ninguno de los delitos, ni homicidio culposo, secuestro y
coacción”, indicó Salazar a EL PAÍS.

Por el caso de Mestanza, la Fiscalía formalizó denuncia contra cinco
servidores de salud: entre ellos Liborio Serna y Carlos Alberto
Herrera Fernández -por presunto homicidio culposo-, y contra Enrique
Octavio y Enedina Zavaleta, por presuntos cómplices primarios y
presunta comisión del delito de exposición al peligro.

En 2011, la campaña electoral presidencial de Keiko Fujimori -la hija
del expresidente- que contaba con el respaldo de la mayoría de medios
de comunicación y el empresariado, fue mellada por la alusión a las
esterilizaciones forzadas. El recurso fue parte de las estrategias de
comunicación política que encabezó el estratega franco-argentino
Luis Favre.

La Fiscalía de la Nación precisó en su cuenta de Twitter que
“comprobó que hubo violación de los derechos humanos,
denunciándose a un grupo de médicos de Cajamarca”, pero que “no
se incurrió en crimen de lesa humanidad”.

Un comunicado de Demus explica que, de acuerdo a la resolución
fiscal, “los hechos denunciados no constituirían crímenes de lesa
humanidad por el desconocimiento del ataque generalizado y sistematico
de parte de Alberto Fujimori”, y porque los delitos enmarcados en el
Código Penal no se dan por falta de dolo de los ex ministros y altos
funcionarios de salud.

La ONG asevera que el fiscal no ha tomado en cuenta “la política
estatal vigente entre los años 1996-2000 que era de conocimiento del
entonces presidente Alberto Fujimori, los titulares de Salud de ese
período y de los funcionarios, quienes ordenaban y monitoreaban el
cumplimiento de esas metas”.

Un grupo de activistas de derechos humanos ha convocado para este
lunes a una movilización frente a la sede del Ministerio Público en
Lima, y ante el Poder Judicial en Cusco, en rechazo a la resolución
fiscal. De Anta, Cusco, procedían las primeras denuncias que hicieron
mujeres en 1998, cuando el Poder Judicial era controlado por el
aparato del gobierno de Fujimori.

Publicado en Colectivo Dignidad / COMCOSUR MUJER No. 405 – 5/02/2014

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REPÚBLICA DOMINICANA

1) FESTIVAL REUNIRÁ MUJERES POETAS DE 36 PAÍSES

Bajo el lema