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Hoy:
1) Argentina: El juez las prefiere sumisas y devotas
2) México Alerta ante agresiones a mujeres periodistas
3) Marruecos: Detenidas por un beso
4) Uruguay: Constatan explotación sexual de mujeres en cárceles
5) Investigación y reflexión sobre Historia, Mujeres y Archivos
6) Toxic Lesbian, la artista que da voz
7) El Demagogo, de Lila Downs a Trump
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” ― Rosa Luxemburgo
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1) Argentina: El juez las prefiere sumisas y devotas
Pagina12
El camarista que metió presa a una prosecretaria busca dilatar la causa en su contra por “privación ilegal de la libertad agravada”. Con un argumento insólito, afirmó que la fiscal “aniquiló” el debido proceso por haberse sumado al reclamo contra la violencia machista.
El juez de la Cámara de Casación Penal Juan Carlos Gemignani recusó a la fiscala Paloma Ochoa por participar en la protesta de #NiUnaMenos en defensa de los derechos de las mujeres y contra la violencia de género el 19 de octubre último. Según el juez es un factor que le resta objetividad en su trabajo. Ochoa es quien pidió su indagatoria por la privación ilegal de la libertad agravada de la prosecretaria de Casación Amelia Expucci, a quien Gemignani tuvo casi dos horas detenida por no cumplir una orden. Para cuestionar a Ochoa, el camarista hizo una interpretación peculiar de la manifestación que hubo en el edificio de Comodoro Py como parte del llamado “miércoles negro” que se extendió por todo el país: para él era un escrache dirigido contra su propia persona. Al responderle, la fiscala recuerda que la movilización tuvo respaldo de la Corte Suprema, del Ministerio Público Fiscal y el de la Defensa. Muestra que lo que intenta el camarista es dilatar su indagatoria y separarla a ella, única mujer a cargo de una fiscalía federal en el fuero, de la causa en contra. Y deja en evidencia que la teoría del escrache sólo “vuelve más verosímil” la acusación “por la que está siendo investigado”, como producto de un abuso de poder basado en el desequilibro entre varones y mujeres.
El miércoles 19 de octubre buena parte de las mujeres que trabajan en el edificio de los tribunales federales de Retiro fueron vestidas de negro, como forma de participar de la protesta contra la violencia machista y tras el femicidio de Lucía Pérez en Mar del Plata. “En Argentina, y a raíz de la cantidad de femicidios ocurridos en el mes de octubre de 2016, puede decirse que una mujer muere víctima de violencia de género cada 26 horas y no ya cada 30 horas; de hecho, durante los primeros 19 días de octubre de este año murieron 17 mujeres víctimas de violencia. Estas circunstancias por sí solas nos obligan a movilizarnos no sólo por ser mujeres, sino todavía con mayor énfasis para quienes somos fiscalas o ingresamos en la genérica categoría de funcionarias públicas o agentes del Estado. Si esto no nos da derecho ni siquiera a gritar, tenemos todavía más problemas de lo que pensamos”, dice un tramo del escrito de contestación a la recusación presentado por Ochoa. Ahora tendrá que analizarlo el juez Rodolfo Canicoba Corral, quien está a cargo de la causa contra Gemignani por privación de la libertad y violencia de género.
La fiscala –la forma en que ella hace referencia a su cargo– relata que “prácticamente no conocía a las mujeres con las que ese día recorrimos el edificio (…) recorrimos una y otra vez todos los pisos de los tribunales de Comodoro Py bajo la consigna ‘NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS’. No comprendo cómo esta consigna salvo para quien pretenda nuestra muerte, o cuanto menos sojuzgarnos, pueda ser considerada un escrache a su persona. Nadie en todo el edificio de tribunales entendió que nuestro recorrido que entre aplausos clamaba por poder vivir, por ser libres e iguales, por tener derecho, fuera ofensivo o violento. Algunas magistradas y magistrados nos aplaudieron con gran emoción al vernos pasar por las puertas de sus despachos, e incluso, algunas magistradas nos acompañaron subiendo y bajando por el edificio”.
Historia de película
Gemignani, radical de origen, fue nombrado como juez de la Cámara Federal de Casación –máxima instancia penal antes de la Corte– en 2011. Suele tener enfrentamientos feroces con algunos de sus colegas y, en particular, con la jueza Ana María Figueroa. Pero lo que sucedió con Expucci fue un hecho sin precedentes. En el último día de la feria judicial, cuando había poco personal, la mandó a hacer un inventario de un material que estaba en una sala de audiencias, que había sido enviado por el Ministerio de Planificación, en un acuerdo previo al cambio de Gobierno. La intención del juez habría sido generar algún escandalete porque quien habría aceptado el equipamiento informático que estaba allí era Figueroa. Expucci le dijo que inventariar el material escapaba a sus funciones durante la feria y que en todo caso le pidiera permiso a su jefe directo. Gemignani montó en cólera y ante la resistencia de la joven la hizo detener por los policías que estaban de custodia allí. Estuvo cerca de dos horas encerrada e incomunicada. El camarista la denunció, pero el juez Marcelo Martínez de Giorgi ordenó liberarla y cerró la causa. Ella también lo denunció a él, y ésta es la investigación que quedó a cargo de Paloma Ochoa, quien le pidió al juez Canicoba Corral que cite al casador a indagatoria. También tiene un pedido de juicio político.
La recusación contra la fiscala pretende, como apuesta de máxima, sacarla del caso. De mínima, dilatar el proceso en su contra. El texto es una increíble revelación, casi una confesión, sobre cómo el camarista configura su razonamiento al decir que se siente escrachado por una manifestación en contra la violencia de género que es de alcance nacional. Dice que le pegaron un panfleto en la puerta de su despacho y que Ochoa lideraba la protesta. Los volantes estaban en todo el lugar, en todos los pisos, en casi todos los despachos y proclamaban la consigna “Ni una menos”, algunos reivindicaban la adhesión de una u otra dependencia al paro de mujeres d ese día, que duró una hora al mediodía. Pero ninguno aludía a él. La fiscala dice que no pegó carteles en el segundo piso, donde está el despacho del camarista: “sí pegué personalmente en el quinto piso del edificio de Comodoro Py donde trabajo cotidianamente, carteles que decían Ni una Menos y ninguno de los fiscales, todos ellos varones, entendió que tener ese cartel pegado en la mesa de entradas (…) podía ser interpretado como un escrache a su titular”.
¿Qué alega Gemignani? Su punto de partida es un recuadrito publicado por el diario Clarín que contaba como había sido la protesta y en una línea decía: “un grupo reducido de manifestantes pegó carteles contra la violencia machista en la puerta del despacho de Gemignani”. Entre las mujeres, mencionaba a Ochoa. Uno de los argumentos centrales del juez es que Ochoa violó “el estándar de imparcialidad y también la objetividad con que debió haber obrado en relación a mi persona cercenando así los derechos de debido proceso y defensa en juicio”; “participó y condujo un escrache por ‘violencia de género’ contra mi persona materializado en la puerta de mi oficina (…) adjudicándome ser un violento de género (…) aniquiló mi inocencia, la dignidad humana y el debido proceso”.
Ochoa le retruca que él no distingue entre la función de jueces/as y fiscales/as. Le recuerda, citando una decena de prestigiosos autores argentinos y extranjeros, desde Julio Maier, Gustavo Bruzzone, Esteban Righi, María Angélica Gelli hasta Claus Roxin, y precedentes de la propia Casación, que el Ministerio Público es autónomo, independiente, que no puede ser equiparado al Poder Judicial y que no tienen deber de imparcialidad sino de objetividad. Es “garante de la legalidad del proceso” y representa “los intereses generales de la sociedad”.
Gemignani la acusa de perder la objetividad porque cada decisión que toma ella como parte del juicio fue difundida en la página institucional fiscales.gob.ar. Ella le dice que está habilitada a difundir lo que quiera, y que siempre lo hizo con posterioridad a sus presentaciones o medidas. Lo toma como un acto para “transparentar su labor”, como lo hacen otros fiscales. También defiende la perspectiva de género que aplica en esta y otras causas: “Mi posicionamiento y, en particular, la mirada sensible al género que observé en este caso, como en todos los que intervengo, es claro que no puede llamarse nunca tendenciosidad, toda vez que la tendenciosidad no podría jamás estar basada en el cumplimiento de obligaciones legales, tanto a nivel nacional como internacional”. En el caso de Expucci analizó que además estaba frente a una situación de abuso de poder producto del desequilibrio de géneros. “Esta fue una de las razones que me llevó a no volver a citar a la denunciante cuando ya había ratificado su denuncia ante el juez, a efectos de evitar toda posible revictimización”, explicó.
Nada nuevo bajo el sol
Otro fundamento de Gemignani es que están cuestionados los concursos para fiscales/as en un amparo del Colegio de abogados de la calle Montevideo (el que avaló los golpes de Estado) por el modo de armar los jurados. Ochoa le dice que ni él ni ella son parte en ese amparo, y que de todos modos ella rindió examen, fue ternada, no tuvo ninguna impugnación y le prestó acuerdo el Senado. Luego insiste el juez que lo hechos de ese amparo “acreditan una clara subordinación de la nombrada Ochoa con la señora Procuradora General de la Nación, conspicua integrante de la agrupación Justicia Legítima, en la que también abreva el doctor Alejandro Slokar (presidente de la Casación), y de pública y notoria militancia kirchnerista” (sic). Ochoa le contesta que la Procuración es un organismo jerárquico, el procurador o la procuradora tienen carácter de jefes/as y dan instrucciones generales.
En ninguno de estos puntos el camarista explica qué relación tiene su planteo con la causa en la que tiene una grave imputación. Ochoa dice que, ya sea que se trate de un artilugio para dilatar la causa en su contra o que realmente responda a las “creencias del imputado” (“que manifestarse por el edificio bajo la consigna NI UNA MENOS, pueda ser entendido como un escrache a su persona”), nada de esto puede ser avalado por el juez Canicoba Corral “sin que ello implique violentar los derechos de las mujeres y, en particular, los derechos y autonomía que como mujer y fiscala, poseo”. “Hacer lugar al planteo de recusación implicaría por un lado enviar como mensaje a la sociedad, que las mujeres no sólo no podemos estar en lugares de decisión como lo es el lugar de fiscala, porque nuestra condición de mujeres altera nuestra objetividad, sino que además no tenemos derecho a movilizarnos en la reivindicación de nuestros derechos. Pero además, este razonamiento habilitaría el absurdo de que los varones recusaran a las fiscalas que tienen a su cargo la investigación de casos de violencia de género por la sola circunstancia de haber participado de movilizaciones en defensa de nuestros derechos”, advierte. A la vez pone en evidencia que en su papel de fiscal en la causa iniciada por Expucci, el planteo de Gemignani refuerza y hace verosímil su acusación: no se trató de un mero abuso de un jefe, sino de un jefe contra una secretaria por su condición de mujer.
Es un escenario, advierte Ochoa, de “una gravedad insospechada” y avalarlo sería admitir “que se ejerza violencia institucional sobre mi persona, en razón de que la recusación tendría por fin desplazar del caso, a la única fiscala en el fuero federal, para esta etapa del proceso, por la sola circunstancia de ser mujer y de movilizarse y trabajar en defensa de los derechos de las mujeres victimizadas por la violencia del patriarcado. Este apartamiento significaría, a su vez, violentar el ordenamiento nacional y los compromisos internacionalmente asumidos por el Estado argentino, en tanto éste debe garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres, a más de garantizar una vida libre de violencia”.
COMCOSUR MUJER Nº 498 – 07.11.16
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2) Mexico. Alerta ante agresiones a mujeres periodistas
Atziri Ávila/ Desinformémonos
“Funcionarios públicos y políticos tienen un mayor atrevimiento para denigrar y descontextualizar el trabajo de las mujeres periodistas. Les es más fácil agredir a una mujer periodista que a un hombre de la misma profesión. Se les violenta por el hecho de ser mujeres y las agresiones en su contra tienen un componente de género que las impacta de manera diferenciada. Amenazan a su familia, se meten con su vida personal, estado civil, con sus hijos, y entre otras cosas. con su aspecto físico”, afirma a Desinformémonos Jade Ramírez Villanueva, periodista de Jalisco y Oficial de Libertad de Expresión de Periodistas de a Pie .
En días recientes, el Informe “Tiempo de romper el ciclo de violencia contra periodistas” de la Directora General de la UNESCO sobre la Seguridad de Periodistas y el Peligro de la Impunidad, afirmó que existe un ligero aumento en el asesinato de mujeres periodistas.
De 2014 a 2015 la instancia internacional documentó 195 asesinatos de hombres periodistas y 18 de asesinatos de mujeres periodistas. Si bien el principal flanco de agresiones registrado continúa siendo contra los periodistas varones, la UNESCO lo atribuye a que son más el número de hombres que se dedican a esta profesión y quienes mayoritariamente realizan coberturas en zonas de alto riesgo. Sin embargo, el mismo informe asegura que “entre 2006 y 2013 un promedio de cuatro periodistas mujeres eran asesinadas por año pero tanto en 2014 como en 2015 fueron asesinadas nueve periodistas por cada año”, es decir, el número de asesinatos de mujeres periodistas se duplicó.
En el caso de México, la periodista Jade Ramírez afirma que incrementa el número de agresiones pero también las formas y los matices violentos con los que se ataca el trabajo periodístico. “En años anteriores había estados que eran foco rojo o zonas conocidas como de alto riesgo como Veracruz, Tamaulipas o Ciudad Juárez, pero particularmente desde 2013 en poblaciones, comunidades y municipios donde aparentemente no hay un alto índice de ataques contra la prensa o los medios de comunicación se presentan situaciones violentas contra las periodistas. Ahora hablamos de zonas de riesgo, de agresiones por temática y de un aumento en las agresiones a las mujeres periodistas”.
De acuerdo con el informe de la UNESCO en los últimos 10 años registró 827 asesinatos. De 2014 a 2015 documentó 51 asesinatos de periodistas en América Latina, lo que la coloca en la “segunda región más peligrosa del mundo para los periodistas, detrás de los países árabes”. Además de los asesinatos, otras agresiones documentadas fueron secuestro, detención arbitraria, tortura, intimidación, hostigamiento, destrucción del material, entre otros.
Conclusiones del informe publicado esta semana por la UNESCO aseguran que existe un “aumento pronunciado en 2015 de periodistas de medios digitales asesinados” y que “el mayor número de periodistas asesinados fueron periodistas locales”.
Jalisco, refiere Jade Ramírez, “siempre se mantiene por debajo de la media de ataques, anualmente documentamos dos o tres situaciones de riesgo, sin embargo cuando se documentan son realmente de alto riesgo, no sólo amenazas o señalamientos públicos contra el trabajo de periodistas sino van subiendo de tono. Recientemente un grupo de periodistas acudieron a Lagos de Moreno, cerca de León, Guanajuato para realizar una cobertura sobre el despojo y defensa del territorio de una comunidad wixarika por parte de ganaderos en la frontera entre Jalisco y Nayarit, estuvo por más tres horas incomunicado. Estás coberturas siempre tienen un componente de alto riesgo e impacto que pone en riesgo la vida e integridad de las y los periodistas”.
En el caso de las periodistas “en 2015 quienes cubrieron las campañas electorales también tuvieron que sobre vivir el acoso, la persecución, la censura y sobre todo la inhibición de los carteles que operan en Jalisco. Ante las agresiones contra las periodistas siguen haciendo falta fórmulas y métricas más especificas para entender la violencia contra nosotras, no es una situación menor la que estamos viviendo. En este gran contexto de violencia de género que se vive en el país, incluso dentro del propio gremio, no podemos poner en el mismo cajón las agresiones diferenciadas que vivimos las mujeres que hacemos periodismo”.
En días recientes, la periodista Rosa María Rodríguez Quintanilla, coordinadora de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) abandonó el estado de Tamaulipas luego de “una campaña de desprestigio en su contra y de amenazas de muerte que recibió por parte de un presunto grupo de la delincuencia organizada”. Según información difundida por la RIPVG y Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), el 29 de octubre la periodista junto con su esposo e hijo fueron atacados y amenazados en redes sociales por lo que tuvieron que desplazarse de manera forzada. Días antes, “el 3 de octubre la periodista fue golpeada por un escolta del procurador General de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, cuando intentó acercarse a realizar una entrevista con el funcionario”, afirman en un comunicado.
Al cuestionarla sobre el papel de las autoridades, la periodista Jade Ramírez advierte que su acción es “la más innecesaria respuesta y la menos preocupada y garantista del acceso a la justicia en el tema preventivo, de protección y de reacción en el caso de las agresiones contra periodistas. Las actuaciones de la autoridad son bastante opacas tanto a nivel local como federal con el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas. Podemos decir que el mecanismo, es uno de los fracasos más significativos de este sexenio en el rubro de atención a víctimas, defensoras de derechos humanos, y periodistas”.
En los últimos cinco años ha incrementado el número de agresiones y ataques contra periodistas. “La Ciudad de México, es una amenaza para fotorreporteros que ahora tienen que superar situaciones adversas de cobertura en las marchas, plantones o mítines, que se realizan ante el descontento social. En Oaxaca, particularmente en el Istmo de Tehuantepec, hay una preocupación grave ante el acoso del crimen organizado, grupos políticos y autoridades, no todo se hace público con la idea de contener, pero las agresiones existen. Veracruz y Guerrero, siguen siendo estados de mayor preocupación”, concluye la periodista.
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3) Marruecos: Detenidas por un beso
Detienen por ley a mujeres que se dieron un beso en Marruecos
Desinformémonos
Dos adolescentes de 16 y 17 años fueron detenidas en la ciudad de Marrakech, Marruecos, por darse un beso en público, lo que las convierte en las más recientes víctimas del artículo 489 del Código Penal, en el que se especifica que serán sancionados “los actos licenciosos y contra natura con personas del mismo sexo” con penas de seis meses a tres años y multas de entre 20 y 100 euros.
Una de las personas del entorno de una de las menores las condujo hacia un puesto de policía, donde inmediatamente fueron puestas bajo arresto, reveló la madre de una de ellas a la Unión Feminista Libre del país. La mayor de ellas fue transferida a la prisión local de Boulahjaraz y la otra a un centro de menores.
Otro caso similar ocurrió en abril del 2015, cuando dos hombres fueron sentenciados a seis meses de prisión por besarse en la explanada de la Tour Hassan, uno de los monumentos más emblemáticos de Marruecos. Por otro lado, en marzo de este año dos hombres que se encontraban en la misma cama, en el municipio de Beni Melal, fueron agredidos por varios vecinos que entraron en la casa, los sacaron a golpes, los exhibieron en la calle y difundieron en Internet las imágenes grabadas por sus teléfonos.
Ante esto, el escritor Abdellah Taïa, quien en 2006 se convirtió en el primer marroquí en revelar en público su homosexualidad y ahora vive en París, escribió: “Lo que más me inquieta y entristece es el silencio ensordecedor de los responsables políticos marroquíes. Al evitar la condena de las agresiones homófobas las animan, de hecho, provocan un sentimiento de abandono en los jóvenes marroquíes y les envían la idea de que no están protegidos”.
Las relaciones homosexuales son aún delitos sancionados en 75 países, entre los que se encuentran Mauritania, Afganistán, Pakistán, Qatar, Emiratos Árabes y algunas regiones de Somalia y Nigeria, donde la pena incluso puede ser la muerte.
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4) Uruguay
Organizaciones sociales constatan explotación sexual de mujeres en cárceles
La Diaria
La organización Mujer y Salud Uruguay (MYSU) y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj) aseguran que existen casos de explotación sexual de mujeres en las cárceles de adultos. Coinciden en que se da como forma de “intercambio”, pago de deudas o “arreglos” entre reclusos y/o familiares de reclusos, o como trabajo sexual. Crisoldo Caraballo, director del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), afirmó que “para decir que eso pasa debería haber denuncias, pero no las hay”.
Mauro Tomasini, de Serpaj, sostuvo que son casos muy difíciles de visibilizar, que se “entretejen de formas distintas”, y que, por ejemplo, una de ellas es así: “Una amiga va a acompañar a la hermana de un gurí privado de libertad, y probablemente la amiga quede con él o con alguno del mismo módulo”, aunque también es cierto que puede ser consensuado. Además, señaló que hay visitas íntimas en las que los reclusos reciben a trabajadoras sexuales. Esto mismo también fue indentificado por madres de reclusos, quienes aseguraron que los hombres privados de libertad “contratan a prostitutas y las hacen pasar por novias, porque es la misma que va, o el mismo travesti que va siempre”, y aunque menos, también les consta que “pidan que se les pague [deudas] con sexo”, por ejemplo “acostarse con la madre o la hermana del que debe”. En esa misma línea está MYSU; Lilián Abracinskas, su directora, aseguró que “hay explotación sexual, prostitución y manejo de poder por medio de los cuerpos de las mujeres”. Sobre el tema, Caraballo sostuvo que existen “controles” en las visitas conyugales y que para que un recluso obtenga el permiso para recibirlas, el INR debe verificar “un vínculo establecido”.
Tomasini explicó que son situaciones que ocurren fuera de la cárcel y se reproducen dentro: “En muchos barrios, y en general en el universo del delito, las mujeres entran al delito por un hombre: el novio, un primo, etcétera; son un objeto de mercancía, de intercambio. Eso tiene que ver con cierto statu quo construido muy precariamente, porque, básicamente, en muchos de los barrios de bajos recursos se establece un tipo de orden distinto del orden institucionalizado y de clase media. Entonces, cuando no hay presencia del Estado, los intercambios son mucho más precarios y los conflictos se desarrollan de forma mucho más violenta. Eso se reproduce en la cárcel”. A su vez, como es un problema que no se ha estudiado, “habría que ver cuáles son los circuitos para que eso se reproduzca con la anuencia de la institucionalidad”.
Por otro lado, el comisionado parlamentario penitenciario, Juan Miguel Petit, aclaró que aunque su oficina no ha recibido denuncias al respecto, tiene “la impresión de que en los sectores donde está ausente el Estado, puede pasar cualquier cosa”. En ese sentido, dijo que le han llegado “versiones no confirmadas”, y que “lo que siempre preocupa es no tener programas socioeducativos estructurados; cuanto más programas haya, menos formas de violencia, manipulación y explotación va a haber de la forma que sea: desde el peaje y la amenaza hasta la explotación sexual”.
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5) III Jornadas de Investigación y reflexión sobre Historia, Mujeres y Archivos
Red Nosotras
Durante el 20 y 21 de octubre de 2016 se realizó en la ciudad de Córdoba las III Jornadas de Investigación y reflexión sobre Historia, Mujeres y Archivos, organizadas por la Red Iberoamericana de Investigación en Historia, Mujeres y Archivos- RIIHMA-(UNC/UNCPBA/UNR), integrada por: Yolanda de Paz Trueba (CONICET/IEHS – IGEHCS /UNCPBA), Paula Caldo (CONICET/UNR), Jaqueline Vasallo (UNC/CONICET), Noelia García (UNC) Compartimos los audios de la mesa de trabajo Nº2: Derechos humanos, Archivos y Feminismos, coordinada por Paula Caldo.
1- Yael Sol Ortiz (UNC): El aborto en Córdoba a principios de siglo XX a través de los expedientes judiciales y publicaciones de juristas y médicos.
2- Ana Carol Solis (UNC): Huellas de las mujeres en los documentos oficiales y fuentes hemerográficas. Notas a partir de la investigación sociohistórica en derechos humanos.
3- Colectivo Feminismos Cordobeses: Recosntrucción de la memoria histórica y colectiva de los feminismos cordobeses: nuevos desafíos en la organización y sistematización de los archivos.
Audios: www.rednosotrasenelmundo.org/III-Jornadas-de-Investigacion-y
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6) Toxic Lesbian, la artista que da voz a «marimachas» y «camioneras»
El diario.es
Cuenta Elena García-Oliveros, más conocida por su alterego artístico Toxic Lesbian, que actualmente es más difícil para la mujer emprender el camino hacia la masculinidad que al contrario, cuando un hombre adopta atributos femeninos. Muchos de sus trabajos consisten en dar voz a aquellas mujeres que, desde diferentes lugares de la sociedad, deciden explorar su identidad de género. «La masculinidad femenina es un terreno vetado tradicionalmente a las mujeres. Digamos que los hombres pueden adentrarse en su feminidad, explorarla y visibilizarla, pero a las mujeres que se adentran en la masculinidad se les penaliza», explica.
Desde el año 2007, la producción de Toxic Lesbian ha consistido en indagar en este tipo de cuestiones. «El tema de la identidad de género me interesa porque es el primer escollo para la discriminación. Por lo que te van a pegar, insultar o discriminar no es porque seas gay o lesbiana, eso no se sabe. Lo que sí se sabe es si tienes pluma, si eres un mariquita o si eres una bollera. Al final lo que te termina penalizando es tu identidad de género», concluye.
Toxic Lesbian intervino este miércoles dentro del ciclo Pero… ¿Que es queer?, en el CA2M de Móstoles, Madrid. Un curso abierto al público donde se pretende dialogar con artistas, teóricos, colectivos y activistas acerca de uno de los vocablos de mayor difusión en las prácticas artísticas contemporáneas de los últimos años: lo queer.
El término queer ha sido heredado del contexto anglosajón y suele traducirse, a grandes rasgos, como raro o extraño. Al final, la palabra se la han terminado apropiando las teorías y discursos de género, un lugar propicio para la experimentación y el debate continuo.
«Queríamos trasladar esa palabra a la práctica y las teorías que se están haciendo aquí», explica Yera Moreno, una de las organizadoras del ciclo, junto a Eva Garrido. «En función de eso, hemos invitado a artistas, teóricas e investigadoras cuyo trabajo nos interesa». Entre ellos se encuentran Cabello/Carceller, Tatiana Sentamans, Silvia L.Gil, Jesús Martínez Oliva, las propias coordinadoras, en calidad de educadoras y Toxic Lesbian.
Tomboys, Marimachas, Trans, Bedesemeras
Historias de camioneras, chicazos, marimachos, bolleras y todo lo relacionado con el universo transgénero, por delimitar mínimamente el marco de acción, es de lo que se ocupa García-Oliveros. «Mis proyectos se basan en convivir con las comunidades con las que trabajo. No se improvisa. En muchos casos la convivencia y el trabajo con ellas puede durar 5 o 6 años», relata la artista y directora. «Unas veces se concreta en una performance o un cortometraje y otras en un proyecto de arte público con una institución, por ejemplo».
Es necesario incidir en el tratamiento de la imagen pública que se realiza de estas personas, sobre las que se pone un especial cuidado: «Yo trabajo con la viralización de piezas y entiendo que hablar de tu intimidad da mucho vértigo», comenta. De esta manera se cuenta con la ayuda de una asesoría legal, para que las personas que van a entregar su imagen y sus palabras no sientan que se hará un uso abusivo de ello.
El año pasado presentó en varios festivales de cine Tomboys, Marimachas, Trans, Bedesemeras. Versiones de la masculinidad femenina, una película documental de carácter experimental en el que se adentraba en las vidas de Delfy, Emmanuelle, Leticia y Dita. Un ejemplo del intento de visibilización por el que Toxic Lesbian lucha diariamente.
Presente y futuro
El proceso de normalización es duro y aun queda mucho camino por recorrer, sin embargo Toxic Lesbian y Yera Moreno están de acuerdo en que algo se ha avanzado. «El nivel que hay ahora mismo de visibilidad de las prácticas y los discursos queer es mucho mayor que, por ejemplo, el que había en los noventa con artistas como Cabello/Carceller o Jesús Martínez Oliva», describe Moreno. «Incluso en ese momento había una sequía teórica de textos, de hecho la mayoría de los libros norteamericanos ni siquiera se tradujeron y era difícil que llegaran aquí».
Por su parte, García-Oliveros comenta que hay que tener cuidado, porque todo puede cambiar en cualquier momento. «Tengo 49 años. He estado trabajando 15 años en Amnistía Internacional y he sido en dos ocasiones observadora internacional, dentro de las manifestaciones LGTBI en Europa del Este», detalla. «Da mucho miedo el avance de ciertas ideologías y el empleo de la violencia en determinados países, aunque haya un avance y una consolidación que parece no va a tener vuelta atrás, todo se puede caer como un castillo de naipes».
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7) El Demagogo, canción que Lila Downs dedica a Trump
Desinformémonos
El próximo martes 8 de noviembre se realizarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos, que se disputarán entre el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton.
Las cuestionadas elecciones compiten por el voto latino, población que ha sido atacada y amenazada por el empresario Trump, quien además de ofender a las y los mexicanos ha amenazado con construir un muro que evite la migración de más personas a los Estados Unidos y con la deportación masiva de inmigrantes radicados en Estados Unidos.
Sin nombrarlo, Lila Downs, cantante México/estadounidense, dedica está canción al candidato republicano a quien llama “diablo blanco”.
La cantante originaria de Tlaxiaco, Oaxaca estará en concierto en la Ciudad de México este 5 y 6 de noviembre en el Auditorio Nacional.
En la orilla de un sueño
Donde cruza la línea
Crece un odio de envidia
Porque somos más
Hay un diablo blanco que se cree rey del mundo
Compra y vende el odio
Para su negocio
Ultimadamente, y tú quien te crees
Nos echas a pelear y que es que ni cuenta te das
Parece un juego, pero esto es real
Y regreso a los ancestros
Que no se dejen engañar
Es perdón la vez que a otra vez en este momento
Esclavitud, cadenas arrastrando
Él es un mero charlatán
Arrastrado del pasado
Que no debemos ser
Musolini, Adolf Hitler, Pinochet
La tierra tiembla cuando recuerda
No respeta a la mujer
No respeta razas
No respeta vida
Toda la humanidad
Pero a mí no me compra mi alma
Voy seguro
Voy colmando el odio
Voy sembrando amor
De la explotación
Pero es mi casa
No hay seguro
La luz de la mañana
El lugar de mis ancestros
Las flores del desierto
No hay seguro
El amor es más grande
Es más fuerte que el odio
A los cuatro vientos
Yo le pido aquí
Yo levanto mi canto
Mi destino no cambio
Mucho tiempo he aguantado
Ahora sí voy pa lante
Ahora sí voy pa lante
Ahora sí voy pa lante
COMCOSUR MUJER Nº 498 – 07.11.16
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de
quien corresponde” – Luis Pérez Aguirre
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