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PRIMERAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS SOBRE CONTAMINACIÓN DE RÍOS SANTA LUCÍA Y URUGUAY — comcosur informa 1901 – 02.11.2018

COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1901 – 02.11.2018

1) Contaminación de ríos Santa Lucía y Uruguay
2) Excavar en Batallón N° 14 por restos de desparecidos
3) Hambre y obesidad /Luis E. Sabini Fernández
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores

I. Tercera edición del Festival Sonora Montevideo
II. Tercera Edición de “Las Palabras Guardadas”
III. Segunda Edición de la “Noche de las Librerías”
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“La palabra es una herramienta de lucha” Juan Gelman 1930 – 2014
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COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1901 – 02.11.2018

1) PRIMERAS EVIDENCIAS CIENTÍFICAS SOBRE CONTAMINACIÓN DE RÍOS SANTA LUCÍA Y URUGUAY

Investigaciones recientes en ambas cuencas detectaron la presencia de xenoestrógenos y citotoxicidad asociadas con múltiples fuentes de contaminación

Víctor L. Bacchetta /Sidestada, 28.10.2018

Se denominan xenoestrógenos o disruptores endócrinos a compuestos diseñados y desarrollados por el ser humano que, al imitar o alterar el efecto de las hormonas, pueden enviar mensajes confusos al organismo ocasionando diversas disfunciones. Todos estamos expuestos a sustancias químicas que pueden alterar nuestro sistema hormonal y causar numerosos problemas de salud de efectos irreversibles.

Un disruptor endócrino u hormonal (EDC en inglés, Endocrine Disrupting Chemicals) es una sustancia química ajena al cuerpo humano o a la especie animal, capaz de alterar el equilibrio hormonal de los organismos de una especie. Es decir, de generar la interrupción de algunos procesos fisiológicos controlados por hormonas o de generar una respuesta de mayor o menor intensidad que lo habitual o normal.

A su vez, citotoxicidad es la cualidad de algunas células para ser tóxicas frente a otras que están alteradas. Es uno de los mecanismos de ciertas células del sistema inmunitario para interaccionar con otras células y destruirlas. Son sustancias tóxicas que pueden estar involucradas en la inmunidad o contenidas en venenos.
Habitualmente, cuando se considera la contaminación y sus fuentes se suele hablar solo del fenómeno a simple vista y sus efectos inmediatos sobre el medio ambiente y la salud humana. Sin embargo, existen otras formas y fuentes de contaminación, que son invisibles y de largo plazo, que pueden ser mucho más peligrosas.

El empleo de sustancias que actúan como disruptores endócrinos en numerosos procesos industriales y productos domésticos ha llevado a su dispersión en el medio ambiente. El medio acuático es uno de los más sensibles a la contaminación y a la alteración de organismos y sistemas por estos compuestos.

Por disruptores endócrinos (EDC) se alude normalmente a sustancias que pueden provocar infertilidad o cambios de sexo en peces e invertebrados. En humanos no tienen un efecto tan radical, pero afectan la fertilidad y pueden provocar pequeñas alteraciones como genitales ambiguos o testículos que no bajan al escroto.

Entre los disruptores endócrinos se encuentran hormonas, pesticidas, compuestos usados en la fabricación de plásticos y artículos de consumo, así como subproductos y residuos industriales contaminantes. Su carácter persistente y facilidad de difusión les hace estar distribuidos por todo el planeta, más allá de divisiones geográficas.

La Unión Europea ha identificado unas 680 sustancias con efectos disruptores, entre las que se encuentran: dioxinas, furanos, bifenilos, policlorinados (PCBs), numerosos plaguicidas, hexaclorobenceno, ftalatos, alquilfenoles, bisfenol-A, entre otros.

La ciencia ha demostrado la vinculación de estas sustancias con infertilidad, obesidad, malformaciones y cáncer de órganos reproductores masculinos y femeninos, mala calidad del esperma y endometriosis, entre otras afecciones. En nuestro país, estudios recientes aportan evidencia sobre ECDs en dos de los ríos mayores.

Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1901 – 02.11.2018
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2) FISCAL QUIERE VOLVER A EXCAVAR EN BATALLÓN N° 14 EN BUSCA DE RESTOS DE DESPARECIDOS

Equipo de antropólogos argentino encontró «anomalías» en predio militar, por lo que fiscal Perciballe solicitará ingresar para seguir búsqueda de detenidos desaparecidos

Sudestada / 30 de octubre de 2018

El fiscal especializado en Crímenes de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, solicitó al juez penal José María Gómez que autorice el ingreso de un equipo de arqueólogos al Batallón de Infantería Paracaidista Nº 14 de Toledo para buscar restos de desaparecidos.

El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) utilizó un georadar en busca de posibles anomalías en terrenos militares donde se presume se sepultaron detenidos desaparecidos por la dictadura cívico-militar en Uruguay. Los datos relevados fueron enviados a la Fiscalía a cargo de Perciballe, que ya solicitó una excavación.

«Somos muy cuidadosos, por las expectativas que esto genera entre los familiares” de detenidos desaparecidos, explicó uno de los fundadores de este grupo de antropólogos argentinos Luis Fondebrider, quien recordó que gracias a la colaboración conjunta entre científicos de Uruguay y Argentina se pudo identificar en los últimos años a 17 uruguayos desaparecidos en la vecina orilla, en el marco del Plan Cóndor.

En 2011 fueron hallados en el Batallón 14 los restos del periodista y maestro Julio Castro, secuestrado en agosto de 1977 y, al año siguiente, en 2012 aparecieron en el mismo lugar los restos de Ricardo Blanco Valiente, quien fue detenido el 15 de enero de 1978.

El Equipo Argentino de Antropología Forense, que tiene más de 30 años de experiencia en este tipo de investigaciones, llegó a Uruguay para ayudar en el trabajo a los antropólogos uruguayos, encabezados por Alicia Luisiardo.

Los investigadores de ambos países utilizaron tecnología geofísica para determinar la existencia de posibles anomalías en los terrenos de cuarteles militares, en los que se cree hay enterramientos clandestinos modo ilegal detenidos desaparecidos.

A través de un georadar se evaluó el interior de los edificios indicados en las denuncias y sus alrededores, explicó Santiago Perdomo otro de los antropólogos argentinos quien junto a Fondebrider, Luisiardo y el coordinador del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, Felipe Michelini, realizaron una conferencia de prensa para brindar detalles de esta investigaciones.

Las conclusiones de este trabajo fueron incluidas en el informe enviado al fiscal Perciballe, dijo Fondebrider quien reconoció “estamos utilizando una parte muy pequeña de la información que debería estar disponible, estamos buscando una aguja en un pajar con una linterna pequeña”.

Este trabajo señala algunas zonas del terreno que presentan «anomalías» y recomienda que se evalúen las posibles causas que podrían haberlas provocado, una de las cuales puede ser la remoción de tierra para enterrar restos de detenidos desaparecidos.

Fondebrider dijo que el equipo argentino es muy cuidadoso para no generar falsas expectativas entre los familiares de los detenidos desaparecidos. “Lo hemos sido en los 34 años de trayectoria, pues solo somos una herramienta más de trabajo, no existen métodos milagrosos para encontrar los cuerpos”, afirmó.

Por su parte, Luisiardo explicó que si la información sobre posibles enterramientos clandestinos no es buena o no tiene un origen claro, “lo único que podemos hacer es ser sistemáticos y exhaustivos y excavar trinchera tras trinchera, año tras año, para agotar un terreno que nosotros creemos tiene algún interés”.

Sudestada, periodismo y transparencia
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3) HAMBRE Y OBESIDAD

Luis E. Sabini Fernández / 18.10.2018

revistafuturos.noblogs.org

Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, 16 de octubre, que patrocina la FAO, esta red mundial perteneciente a la ONU ha hecho públicos los guarismos de hambre y obesidad mundiales: 811 millones de seres humanos y 665 millones, respectivamente.

Podríamos decir, que si antes teníamos un gran problema –el hambre− ahora tenemos dos.

En el penoso tema del hambre, se puede, en rigor es necesario, distinguir el hambre endémica, tradicional, que castigaba a todas las poblaciones humanas (y en general vivas) del hambre moderna, resultado de la interrrelación asimétrica entre sociedades y pueblos, lo que se conoce históricamente como colonialismo e imperialismo.

La primera hambre histórica tiene que ver con la escasez de nutrientes y la humanidad la ha ido resolviendo con sus piernas, en una primera y muy prolongada era, de migraciones, y con su propia inventiva, poco a poco, que le fue permitiendo reconocer alimentos saludables y facilitar su crecimiento; la agricultura y la cría de animales domésticos. Si el recurso de las piernas fue usado durante un millón de años, el de la cría de animales y cultivos no tiene más de diez mil años.

En ninguno de tales momentos, la obesidad fue un problema; al contrario; basta ver lo que nos ha permitido conocer la fotografía desde mediados del s. XIX, apenas desde hace 150 años, para advertir que los oriundos o establecidos de cualquier lado tenían cuerpos sin grasa, piernas musculosas.

La segunda variante del hambre, poco tiene que ver con la escasez y mucho con la rapacidad humana: el colonialismo fue un proceso mediante el cual un pueblo dominando se apropia de excedentes, o no tanto, de un pueblo dominado. Frances Moore Lappé, una investigadora norteamericana, ha registrado que los años de mayor hambruna en la India a lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX, coinciden con los años de mejores cosechas. ¿Cómo es eso? Porque los años de cosechas excelentes eran los que aprovechaban los ingleses para cargar sus barcos y llevarse “a casa” tal producción.
Así que el hambre moderna tiene que ver mucho con el poder y la política. Veamos lo que pasa con la obesidad.
Lars Berg, un estudioso sueco nos habla que el pasaje del mundo de las migraciones a la sedentarización significó una primera revolución alimentaria.

No hay empero un corte entre la sociedad más primitiva y la asentada, porque actividades como el cuidado de animales domésticos se va gestando en aquel mundo nómade, y por ese lado, el ingreso de lácteos y de carnes de animales domésticos en la dieta humana estaba ya presente antes de la sedentarización y la agricultura.

De todos modos, lo que Berg caracteriza como primera revolución alimentaria es el pasaje de una dieta basada en la recolección de frutos, vegetales y animales, pesca y caza, a una alimentación más bien basada en cereales y lácteos (y carne, cada vez menos de caza y más de animales domésticos, domesticados).

Y Berg nos dice que con la modernidad a pleno, en el cambio de siglo del XIX a XX, y fundamentalmente en EE.UU., se produjo una segunda revolución alimentaria. Ya no regida por la escasez sino por la abundancia. Las dietas de los habitantes romanos, medievales y decimonónicos se parecían más entre sí que con la dieta que se va imponiendo en la modernidad tardía, american. Esta dieta, hoy día la nuestra, se caracteriza por disponer de muchas más grasas y azúcares.

Esos ingredientes, aclara Berg, son muy apetitosos. La gente se tienta más. En EE.UU., para promover el consumo, para agrandar ganancias de los productores, se ha empleado la política; por ejemplo, se ha dispuesto el agrandamiento de los diámetros de los platos a 30 cm, para dar “sitio” a porciones mayores.

Con esta “segunda revolución alimentaria” empezamos a comprender más fácilmente el origen de la obesidad moderna.

Pero ahora tenemos, como dijimos, dos problemas. ¿Por qué se nos suman, complicando un cuadro de por sí ya atroz?

Aquí entra en juego cada vez más clara y decisivamente la cuestión de la rentabilidad y la tecnología. La modernidad nos muestra que el capital se agranda y expande con el uso de tecnología. La tecnología usada al servicio de la rentabilidad. Se trata de producir alimentos rentables, no (necesariamente) sanos. Incluso más, si la tecnología produce alimentos insanos, pero de mayor rendimiento, ¡adelante! El criterio declarado será la salud, pero el practicado será la rentabilidad.

Si los aditivos que prolongan la durabilidad de un alimento, son tóxicos, se usarán igual. Si los empaques que se usan para transportar alimentos para extender su alcance, son tóxicos, se usarán igual. Si los ingredientes que se agregan a un alimento para facilitar determinados procesos (de estiba, de conservación, de apariencia de frescura) son tóxicos, se usarán igual, si mejoran la rentabilidad.

¿Cómo es eso posible, admisible? Desde hace décadas lo conocemos: mediante la asignación de “límites de seguridad”. Si el veneno es chiquitito, se podrá usar, hasta determinado límite.

Claro que nuestros cuerpos van a ir recibiendo pequeñísimas magnitudes de cada tóxico, pero una cantidad inimaginable de veces y tóxicos en todos y cada uno de nuestros alimentos.

Esa sinergia no se mide. Ahí está una al menos de las trampas que le permite a cada industrializador de alimentos mantener su conciencia tranquila y sobre todo, no sentirse un delincuente, que es la tipificación de cualquier ser humano dedicado a intoxicar a otros.

¿Qué está pasando en nuestras sociedades (un proceso que con diferente intensidad y tiempos distintos abarca a todo el planeta)? En primer lugar, un proceso que hemos llamado de campesinicidio. La eliminación progresiva de quienes están dedicados a la producción rural en unidades pequeñas. Y su sustitución por la agroindustria que en nuestro país se atribuye la calidad de “agricultura inteligente”, una forma elegante de decir que la cultura campesina es de imbéciles.

Aunque justamente la agricultura de los pequeños cultivadores y granjeros da lugar a la producción de alimentos con menos agregados químicos, y es la agroindustria −que se considera “inteligente”− la que se ha “casado” con los desarrollos tecnológicos de mayor avanzada, valida de una enorme batería de productos químicos, que cada vez más, está imposibilitando una alimentación sana. Porque lo que los progresistas creen “parte de la solución” ha resultado también parte del problema. Porque se ha tratado de un desarrollo tecnológico movido por la rentabilidad y no, por ejemplo, por la salud planetaria.

La expansión desenfrenada de la agroindustria, que nuestros políticos progresistas ven natural y positiva, es la que nos está dando alimentos cada vez más problemáticos, pero eso sí, con abundancia de grasas y azúcares. Lo que los dietólogos denominan “comida chatarra” y, podríamos agregar, el “mundillo de las golosinas”.

El avance de comida con enorme peso de productos químicos, de cultivos transgénicos, de uso cada vez mayor de plaguicidas y fertilizantes, ha ido generando una cultura de la góndola, y quebrando la cultura de lo artesanal (maduraciones y desecados, por ejemplo, naturales, en lugar de procesos estimulados y ayudados con aditivos y “maravillas” tecnológicas).

En muchas familias de origen rural es fácil rastrear ese proceso: cuando muere quien hacía los dulces caseros, los embutidos caseros, los encurtidos, las pasas de frutas y verduras, el secado de hongos, quienes han vivido en esa familia, si son jóvenes, suelen abandonar todo ese trajinar y pasan a comprar, a buscar en la góndola “lo mismo”. El detalle es que lo que ofrece la agroindustria y los grandes consorcios transnacionales dedicados a la alimentación, no es lo mismo.

El abuelo hacía en casa pan fresco. Dos días después, hacía otra vez pan fresco. Grandes transnacionales te ofrecen “pan fresco” todos los días, elaborado hace semanas o meses… ¿cómo pan fresco? Porque no es pan fresco, pero parece. Está igualmente tierno, ¿entonces? ¿Magia? No, aditivos. ¿Saludables? No tanto, pero es legal, porque está por debajo de los límites de seguridad que las autoridades bromatológicas han establecido.
¿Pero entonces, ¿es tan saludable?

A la obesidad me remito. Para abrir siquiera una discusión celosamente escamoteada por reformistas, progresistas y tantos titulares de la fraseología burocrática de organizaciones tipo FAO, que en cada encuentro mundial parecen haber descubierto la piedra filosofal de la cuestión alimentaria que tendrán que sustituir en un próximo encuentro

Luis E. Sabini Fernández
COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1901 – 02.11.2018
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“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores

I. TERCERA EDICIÓN DEL FESTIVAL SONORA MONTEVIDEO

2 al 4 Noviembre – Parque Rodó

“Sonora – Festival Internacional de Compositoras” es un festival de carácter global creado en Brasil con el objetivo principal de mostrar e incentivar la fuerza de la mujer compositora.
En su tercera edición en Montevideo y en el marco de la Bienal de juventud que se llevará a cabo en el Parque Rodó, los invitamos a un nuevo encuentro de mujeres en la música, compartiendo con grandes artistas de Uruguay y el mundo el día domingo 4 de noviembre desde las 16 horas.
La apertura es este viernes 2 de noviembre con un brindis desde las 18:30 en Contraluz Art Hostel, inaugurando un ciclo de fotografía, instalaciones audiovisuales, poesía y ¡más música!
Programación:
Viernes 2 de noviembre – 19:00 a 23:00 horas. Contraluz Art Hostel, Jackson 865 casi la rambla.
• Jennyfer Piazza (Fotografía)
• Acciones Sonoras por los Derechos de las Mujeres // Sound Actions for the Women’s Rights (Instalaciones audiovisuales): Irene Aguerre, Lucía Chamorro, Ingrid Palacios, Laura Rodríguez, Elena Solis.
• Lucía Baltar y Eneka Flama (Música y poesía)
Domingo 4 de noviembre – 16:00 a 21:00 horas. Carpa Parque Rodó.
• Paula de Alba (ES)
• Jimena Arruti
• Martina y Florencia Lanzaro
• Inés Errandonea
• Lucía Chamorro
• Julia Inés (AR)
• DJ MIKA
www.facebook.com/events/286276768893909/
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II. TERCERA EDICIÓN DE “LAS PALABRAS GUARDADAS”

Miércoles 07 Noviembre – Primera feria internacional del libro de Canelones

“Las Palabras Guardadas• es el resultado de tres años de trabajo del Taller Ex Presar dirigido por el Prof. Luis Masci. El libro incluye 20 relatos ficcionados de sus 13 integrantes, expresos políticos, familiares e hijos de detenidos y detenidos desaparecidos.
La entrada será libre y gratuita. En la gran carpa de Landia presentaremos la 3era. Edición del libro “Las Palabras Guardadas” intercambiaremos puntos de vista con los lectores.
www.facebook.com/events/2181707702080338/
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III. SEGUNDA EDICIÓN DE LA “NOCHE DE LAS LIBRERÍAS”

Viernes 09 de noviembre

Sancocho está conformado por varios proyectos autogestionados vinculados a la literatura, el arte impreso y la música.
El viernes 9 de noviembre formamos parte de la “Noche de las Librerías” en Lautréamont librería a partir de las 19 y 30 hs
Lecturas de autores editados por Dios Dorado, Pez en el hielo, Ediciones Salvadora, Editora La Coqueta, Editora de Poesía y Astromulo de Sancocho, también Libroamericana y La Propia Cartonera
Lecturas, música, feria de publicaciones de Sancocho y Noche de primavera.
Por segundo año consecutivo llega la “Noche de las Librerías” a Uruguay.
En esta edición se suman más de 40 librerías de todo el país que abrirán durante la noche ofreciendo ofertas y descuentos además de múltiples actividades como slams de poesía, encuentros con escritoras y escritores, presentaciones de libros, cuenta cuentos y eventos musicales.
Un proyecto organizado e impulsado a iniciativa del CCE, con el apoyo del Plan Nacional de Lectura (MEC), la Intendencia de Montevideo, el Clubdelecturauy e IMPO.
www.facebook.com/173591039956916/photos/a.232397594076260/272966476686038/?type=3&theater
Para conocer más del colectivo de Editoriales Independientes: sancochocolectivoed@gmail.com

Henry Flores – El Eternauta VEO VEO / COMCOSUR INFORMA Nº 1901 – 02/11/2018 _______________________________________

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2018 – 24 años
Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Pablo Alfano, Jorge Marrero, José Rocca, Luis Sabini, Jorge Zabalza.
COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) /
Blog: nuevo.comcosur.org/ comcosur@comcosur.com.uy /
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