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ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO (1942-2016]

COMCOSUR INFORMA AÑO 16 – No. 1750 – martes 16.08.2016
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2016 – 22 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Claudia Korol y Mauricio D’ambrouso (Buenos Aires)
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis)
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“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR

1) DAVID HARVEY: ACERCA DE HÁBITAT III
La satisfacción humana se mide ahora en dinero. /David Harvey

2) FESTIVAL DE CINE DE LOCARNO 2016 (I)
Hermia & Helena de Matías Piñeiro
Latinoamérica compite por el Leopardo de Oro. /Sergio Ferrari

3) FESTIVAL DE CINE DE LOCARNO 2016 (II)
Leopardo de oro latinoamericano en Cineastas del Presente. /Sergio Ferrari

4) ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO (1942-2016] El Ñato y los muchos “Ñatos”
Quizás la conducta del ministro de Defensa Nacional se explique por la actividad del senador que en la Comisión de Defensa Nacional se encontró con viejos amigos que había conocido en los cuarteles, amigos que habían sido sus enemigos. En todo caso el inexplicable (des)proceso de Eleuterio Fernández conduce (sin certezas de respuestas) al Ñato previo, o a los “Ñatos” previos, más aceptables, quizás más queribles, a medida que se atrasa el reloj. /Samuel Blixen

5) URUGUAY: CRISIS MATRIMONIAL
Como algunos matrimonios, que se resquebrajan cuando empieza a faltar el dinero, el gobierno comienza a mostrar los efectos de la nueva situación económica. /Hoenir Sarthou
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR

1) DAVID HARVEY: ACERCA DE HÁBITAT III

La satisfacción humana se mide ahora en dinero.

Por David Harvey /06 de agosto de 2016

Revisando los documentos de posición respecto al Hábitat III, puede uno ver la posición neoliberal de dicho evento. […]

Mi opinión personal es que estamos concentrando nuestros esfuerzos y recursos hacia la construcción de ciudades para invertir en lugar de ciudades para vivir.

La satisfacción humana se mide ahora en dinero.

Discusiones en torno a la vivienda asequible y a la ausencia de políticas públicas decentes que luchen por ella, a los diferentes derechos de propiedad a parte de la propiedad privada y la identificación de modelos alternativos para el desarrollo, deberían ser algunos de los temas a tratar en el Hábitat III.

No se puede seguir validando el modelo neoliberal actual de desarrollo, donde las urbanizaciones privadas son el objetivo ideal, destruyendo a su paso el espacio público y la calidad de vida.

David Harvey / enviado por Gustavo González
COMCOSUR INFORMA Nº 1750 – 16/08/2016
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2) FESTIVAL DE CINE DE LOCARNO 2016 (I)

Hermia & Helena de Matías Piñeiro
Latinoamérica compite por el Leopardo de Oro

Por Sergio Ferrari*, de Locarno, Suiza

Dos de las 17 películas de la competición de la 69na edición del Festival del Film de Locarno pertenecen a realizadores latinoamericanos: Las idea de un lago, de Milagros Mumenthaler (Argentina/Suiza) y Hermia & Helena, de Matías Piñeiro, ambos con una estrecha relación con este festival.

En 2014, Matías Piñeiro había exhibido, también en la carrera por el Leopardo de Oro, La princesa de Francia. “Me siento muy cómodo en presentar mis películas en festivales donde muestran los films que más me gustan. Habla de mi identificación con Locarno. De una suerte de complicidad en el concepto de lo creativo”, enfatiza Matías Piñeiro en su diálogo exclusivo con este corresponsal.

“Obsesión” shakesperiana

Retomando el hilo conductor de sus producciones anteriores, Matías Piñeiro no puede alejarse de las comedias de Shakespeare que constituyen una inspiración obligada. Dos de los personajes de “Sueño de una Noche de Verano” le aportan el título a su film.

En el que, Camila – excelente actuación de Agustina Muñoz-, una joven realizadora de teatro gana una beca. Deja Buenos Aires para instalarse en Nueva York, participar así en una residencia de artistas y realizar su proyecto: la traducción española de la citada obra de Shakespeare.

El marco cerrado y poco creativo del instituto en el que estudia no facilita su interés por avanzar en su proyecto. Camila se abre así al rencuentro – cuando no búsqueda- de amores; a nuevas aventuras personales; e incluso a confrontarse con las trazas de su padre al que conocía solo de nombre.

Toda esta explosión existencial sin olvidar su familia, sus amigos y el novio que dejó antes de partir para los Estados Unidos.

Una ida y vuelta permanente entre presente y pasado cercano. Entre Nueva York y Buenos Aires. Sin cortes abruptos, ni aviones, ni aeropuertos. Y donde la intersección – o largas transiciones- entre las dos realidades, que no terminan de diferenciarse totalmente, se la da la plástica de la imagen que une y conecta estaciones de metros, puentes norteamericanos y arboladas avenidas porteñas.

Locarno

“Mi vuelta a Locarno, con mi nueva película, tiene una gran significación. Para mí no se trata de ir una vez a un festival y dar por terminada la relación. Al contrario, me place enormemente volver y seguir mostrando lo que produzco”, enfatiza Matías Piñeiro, quien reside desde hace cinco años en Nueva York.

Para Piñeiro la fidelidad hacia el escenario donde presentar sus obras no es más que una prolongación de la fidelidad hacia su propia producción. “Me sigue entusiasmando volver a las comedias de Shakespeare como inspiración y, en particular, a los roles femeninos de las mismas”. Un solo intento no es suficiente, subraya. Las experiencias son múltiples. “Para mí con una sola vez no me alcanza”.

Temática de sus filmes; relación con ciertos festivales como Locarno: “es como una relación de amor. No porque uno bese una vez no va a besar más. Al contrario, los siguientes podrán diferentes, más o menos apasionados, pero siempre significativos. No se trata de llenar un álbum de figuritas una vez y listo…seguirán otros y otros”.

En ese sentido, “Locarno expresa para mí, la convicción, la creencia, en un tipo de cine con el cual me identifico. Y la vuelta aquí significa reforzar una relación. Es como un sentimiento”, reflexiona.

Fidelidad que se manifiesta también en el tipo de producción que presenta en esta edición 69 del más internacional de los festivales helvéticos. “Es una producción barata (en torno a los cien mil dólares como inversión directa). Tengo ideas modestas de filmes. No me interesa filmar caro. Tener más presupuesto tal vez condicionaría mi propia esencia de realizador”, enfatiza.

Y subraya lo que para él constituye lo esencial: “juntarme con personas muy talentosas. Y hablo de mis actrices y actores. Y no olvido a mis productoras y fotógrafos, sonidistas… Todos somos partes esenciales de esta construcción que se lanza, se abre, y no termina nunca de desplegarse”.

El desarraigo

La temática de Hermia & Helena, en concreto la distancia de dos realidades y la diferencia de los contextos de vida, no dejan de transmitir ciertas facetas de la propia existencia actual del realizador. Piñeiro a los 29 años decidió radicarse en Nueva York por diversas razones personales.
¿Una especie de auto-exilio?, preguntamos. “No, para nada. El exilio es una palabra muy fuerte, muy dura, enorme, trágica. No es mi caso. Salí por cuestiones más simples y agradables”, enfatiza.

Lo asocio, sigue explicando, mucho más a “una mudanza temporaria”. Y rescata el valor existencial de “sentirse un poco nómade, o mejor dicho sentirse en dos lados: uno, el eterno, el de Buenos Aires, los amigos, la familia. El otro, en un país que no es el tuyo, diferente. Interesante de vivirlo en tanto extranjero. Produce una pulsión, me da una energía particular”.

Sin embargo para Piñeiro, el referente existencial es claro. “No me puedo pensar sin Argentina. Es imposible”.

Argentina

Ferviente convencido de un cine diferente, independiente, sin marcos institucionales ni agendas impuestas, Matías Piñeiro aboga por una política cinematográfica amplia. “Que incluya las diversidades. Que acepte los diversos tipos de producción”.

Eso sería la clave para una correcta política cultural, que de espacio a la multiplicidad. A las grandes producciones, pero también a las medianas y a las pequeñas, e incluso, dentro de éstas, aquellas que no se adecuen a los tiempos oficiales.

En síntesis: “una óptica cultural progresista e inclusiva. Todo lo contrario de conservadora”, subraya.

¿Visión de cultura que se corresponde con su percepción política sobre lo que vive actualmente su país? “¡Y…, sí… La situación política actual en Argentina es complicada. Muy preocupante. Debemos estar alertas. Informándonos correctamente. Desintoxicándonos…!”, concluye.

*Sergio Ferrari, en colaboración con swissinfo.ch
COMCOSUR INFORMA Nº 1750 – 16/08/2016
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3) FESTIVAL DE CINE DE LOCARNO 2016 (II)

Leopardo de oro latinoamericano en Cineastas del Presente

Por Sergio Ferrari

Dos películas latinoamericanas de jóvenes realizadores se alzaron con premios importantes en la edición 69 del Festival de Cine de Locarno que se realizó entre el 3 y el 13 de agosto en la pintoresca ciudad de la Suiza italiana.

El auge del humano de Eduardo Williams, obtuvo el Leopardo de Oro en la sesión Cineastas del Presente (la segunda en importancia). En tanto El futuro perfecto, film argentino de la realizadora alemana Nele Wohlatz, ganó el premio a la primera obra. Ambas distinciones constituyen catapultas artísticas y promocionales para talentos con proyección internacional.

En El auge del humano, es toda una teoría que se hace imagen. La de la existencia y desarrollo de la civilización más allá de confines y rincones geográficos. El autor, ya reconocido en los ambientes festivaleros, filma gestos cotidianos de jóvenes en Argentina, Mozambique y Filipinas, inter-comunicados por los medios sociales. Tal vez aquí se encuentra la fuerza principal de la obra y la magia del cine propuesto: haber sabido transportar la omnipresencia de las redes de comunicación como útil para mostrar un mundo en mutación.

El premio mayor, el Leopardo de Oro en la competición internacional, fue para la realizadora búlgara Ralitza Petrova por su film Godless, en tanto la protagonista Irena Ivanova obtuvo el galardón a la mejor interpretación femenina en el mismo film.

Cine latinoamericano

La película mexicana El remolino, de la realizadora Laura Herrero Garvín, fue uno de los grandes aportes en la sesión Semana de la Crítica, organizada por la Asociación Suiza de Periodistas Cinematográficos. Con enorme calidad gráfica, el documental aporta imágenes de un Chiapas tan desconocido como ignorado. El de la comunidad de campesinos-pescadores de El Remolino, ubicada a dos horas de la ciudad de Palenque, en un rincón alejado de la civilización y atravesado por todas las contradicciones y vivencias de un “pueblo chico, infierno grande”.

Dos realizaciones latinoamericanas participaron entre las 17 películas en la Competición Internacional: Hermia & Helena, del argentino Matías Piñeiro y La idea de un lago de la realizadora suizo-argentina Milagros Mumenthaler, ganadora del Leopardo de Oro en 2011 con Abrir puertas y ventanas. El Jurado internacional estuvo presidido por el reconocido realizador mexicano Arturo Ripstein. En el mismo participó también el productor brasilero Rodrigo Teixeira.

El destacado director, dramaturgo, poeta, chileno (con doble nacionalidad francesa) Alejandro Jodorowsky, recibió en esta edición el Leopardo de Honor Swisscom por el conjunto de su carrera y presentó en la Piazza Grande, enorme escenario a cielo abierto con capacidad para 8 mil espectadores, su último film Poesía sin Fin.

Nota complementaria: Ken Loach en Locarno

La lucha cotidiana por un mundo mejor

Llegó a Locarno. Conmovió a la Piazza Grande. Ganó el Premio del Púbico con su última película I, Daniel Blake. Y ratificó desde el palco principal y la gran pantalla su ya innegociable discurso social y su puño izquierdo cerrado.

Ken Loach, el reconocido realizador inglés de 80 años, reiteró en Suiza su crítica al sistema global y su convicción sobre el valor del trabajo como condición de la dignidad humana.

El nuevo film de Loach, escrito junto con Paul Laverty – el mejor cómplice de su larga producción-, realizado en su Newscattle natal, presenta el drama del carpintero Dan Blacke que ya acercándose a la jubilación debe quitar su trabajo por causas graves de salud.

En el camino de su dramática lucha por sus derechos contra la burocracia, Dan Blacke encuentra a Katie, madre soltera de dos niños, también sancionada por funcionarios arrogantes. La solidaridad entre seres humanos desposeídos y su rebelión común contra un humillante sistema social cada vez más fragilizado por los recortes neoliberales del Estado, animan esta perla fílmica del realismo social británico.

“Creo que mucha gente ha vivido o vive especialmente en Europa una burocracia hecha para hacer enloquecer a los que necesitan el apoyo social y que, paradójicamente, es pagada con nuestros propios impuestos”, subraya Ken Loach a la prensa durante su reciente estadía en Locarno. Y expresa, también, su gran preocupación de futuro, especialmente por la juventud actual que se confronta a la falta de opciones profesionales y alternativas laborales, tal como lo refleja también en su film.

El cine como militancia

Menos de tres meses atrás, el 22 de mayo pasado, al recibir la Palma de Oro del Festival de Cannes con esta misma película, Loach había ya conmovido al público al recordar en su discurso de premiación que “otro mundo es posible”, principal eslogan del movimiento altermundialista y del Foro Social Mundial.

En esa ocasión –como ahora en Locarno- Loach defendió el valor del cine como forma de protesta y crítica contra un peligroso sistema dominante que con sus continuos ajustes neoliberales “ha provocado la miseria de millones de personas…., con una pequeña minoría que se enriquece de manera vergonzosa”.

Entre discurso conceptual e imágenes de denuncia, para Loach no existe fractura alguna sino coherencia total. Ha sido la columna vertebral de su trabajo como director cinematográfico y de TV en sus 50 años de vida profesional. Y se expresa en gran parte de sus más de 30 films producidos.
Desde Kes (1969) hasta el actual I, Daniel Blacke, pasando por obras maestras del compromiso como Land and Freedom (1995), My names is Joe (1998), Bread and Roses (2000), It’s a free world (2007). O perlas como Carla’s Song (1996), a través de la cual Ken Loach reactualizaba el drama de la guerra de agresión contra Nicaragua de los años ochenta y expresaba su convencimiento en la solidaridad internacional intra-humana.

Con la presencia de Loach en Locarno, el Festival de Cine le hizo un regalo a la conciencia ciudadana, al compromiso social y a la certeza que “otro mundo es posible y necesario”.

Sergio Ferrari
COMCOSUR INFORMA Nº 1750 – 16/08/2016
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4) ELEUTERIO FERNÁNDEZ HUIDOBRO (1942-2016]

El Ñato y los muchos “Ñatos”

Quizás la conducta del ministro de Defensa Nacional se explique por la actividad del senador que en la Comisión de Defensa Nacional se encontró con viejos amigos que había conocido en los cuarteles, amigos que habían sido sus enemigos. En todo caso el inexplicable (des)proceso de Eleuterio Fernández conduce (sin certezas de respuestas) al Ñato previo, o a los “Ñatos” previos, más aceptables, quizás más queribles, a medida que se atrasa el reloj.

Por Samuel Blixen /Brecha, Montevideo, 12-08-2016

No parece ser de recibo la postura del secretario general del Partido Colorado, diputado Germán Cardozo: “Somos de los que creemos que a los adversarios políticos se los combate de frente y en vida; cuando las personas se van, no corresponde hacerles críticas”. De ser así, no se podría criticar a Adolf Hitler o a José Stalin, que según se sabe están muertos. Seguramente Cardozo se sentía incómodo de hacer críticas cuando el cuerpo está todavía caliente; pero ni siquiera en esos casos, el Ñato (y su álter ego el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro) se hubiera privado (seguramente no se privó) de poner los puntos sobre la íes: por cohe¬rencia y por el temperamento que sus antiguos adversarios reconocieron en declaraciones formuladas durante el sepelio y el entierro.

Embellecer al personaje siempre tiene tufo oportunista. ¿Qué le quitaba o agregaba a la inmensa figura de caudillo, político e intransigente fiscal del terrorismo de Estado de Wilson Ferreira Aldunate, el día que murió, un piadoso silencio a algunas de sus decisiones más controvertidas, la votación del estado de guerra interno o el apoyo a la ley de caducidad? Le quitaba, sin duda, la posibilidad de mostrar al hombre en el contexto de sus contradicciones. Por lo demás, no “hacer críticas cuando se va” tiene vigencia apenas en el lapso de la vanidad mortuoria; funciona para los deudos y allegados, el muerto no se entera. A las pocas horas se volverá a hablar con pasión o con desprecio.

La metamorfosis del Ñato

Por eso vale la pena reflexionar sobre las intenciones de algunos juicios, y otros silenciados, eludidos. En estos días el Ñato Fernández Huidobro supo cosechar generosos conceptos de un amplio espectro de la oposición política (y de sus medios de comunicación), algunos justos, otros magnificados, pero todos referidos al Fernández Huidobro que nació en el Parlamento y después se aposentó en el Ministerio de Defensa Nacional. Se trata del mismo Fernández Huidobro que durante 45 años fue tildado de sedicioso de la peor calaña, ladrón y asesino contumaz, de despreciar la vida y las instituciones, de comprometer la democracia y de provocar el golpe de Estado. Todo eso quedó en el olvido. Los militares, desde el comandante en jefe del Ejército para abajo, olvidaron que mantuvieron al Ñato y a otros ocho dirigentes tupamaros como rehenes, prolongando por años la tortura física y psicológica; y la derecha política olvidó que integró el coro de aquellos anatemas y aplaudió estos vejámenes.

Claro está que las condiciones del país cambiaron y que el Ñato también cambió. Este Ñato, que califica de nazis a los frenteamplistas que pretenden prohibir toda tenencia de armas, que insulta a militantes de los derechos humanos vendidos al imperialismo y que prepotea a uno de los pocos jueces comprometidos en el castigo a los delincuentes de lesa humanidad, este Ñato no se merece que se traigan a colación algunos episodios del pasado, particularmente aquellos que hacen incompatibles los juicios de “coherencia”, “honestidad intelectual”, “ser humano excepcional”, “dueño de un pensamiento claro y libre, que lo hacía incluso discrepar con su propia fuerza política”. Más mejor exaltar su fanatismo peñarolense, digo yo, o piadosamente señalar que “cuidó su labor y descuidó su salud”, todo esto en un marco de guardia de honor militar, toque de silencio y salva de 21 cañonazos.

Hay un Ñato, y hay muchos Ñatos. ¿Qué episodio de su vida lo retrata mejor, lo define? ¿El Ñato que apoya la transformación del “coordinador” antifascista en el Movimiento de Liberación Nacional (MLN) optando por desarrollar la lucha armada? ¿O el Ñato que después de caer tras la toma de Pando en 1969 hace de su celda en Punta Carretas una usina de planes militares, en particular el Cacao (atentados con explosivos contra la burguesía), el plan Satán (secuestro de diplomáticos y oligarcas, que dio lugar a la Cárcel del Pueblo y la justicia revolucionaria), y el plan Tatú (destacamentos militares que desplegaron una especie de guerrilla semirrural en un cinturón de San José y Canelones que rodeaba Montevideo)? ¿Acaso lo define más la elaboración del borrador del Documento 5, en el que por primera vez un texto tupamaro afirma que “las fuerzas armadas de algunos países han demostrado que frente al atraso de las masas y a la inexistencia de un fuerte proletariado pueden asumir el rol de vanguardia y de partido (por ser el sector más poderoso, moderno, templado, coherente y disciplinado), desempeñando un buen papel en la defensa de la soberanía, la independencia y el desarrollo”? ¿Es esa apreciación un adelanto premonitorio de sus futuras inclinaciones –que permitieron tildarlo de exponente de la “teoría de los dos demonios”, y de sufrir el síndrome de Estocolmo– y que en 1972 lo llevó a impulsar una tregua y una negociación con sus captores en el Batallón Florida? ¿Es el Ñato que propuso la rendición incondicional del Mln en el peor momento de la represión militar en 1972 el que la historia rescatará? ¿O el que, en las condiciones extremadamente difíciles de su prisión como rehén, conversaba con los militares del Ocoa (ex Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas) en Paso de los Toros, aventurando –como si fuera una charla entre compañeros– juicios lapidarios sobre tupamaros que vivían y militaban en el exterior y que seguían siendo objetivos militares, en este caso del Cóndor?

Hay otros Ñatos más: el que debatió con Hugo Cores sobre la ley de caducidad y el rol de los militares, cuando ya había accedido al Parlamento; el legislador que dedicó tiempo y pienso a problemas vitales para el país, como el energético o el estratégico estudio de un puerto de aguas profundas; el que, siendo senador, se oponía en el seno de la bancada a respaldar el proyecto de anulación de la ley de caducidad, que finalmente votó por disciplina partidaria e inmediatamente renunció a su banca; el que calificó a los militares uruguayos procesados en Chile por el asesinato de Eugenio Berríos de “presos políticos”; el que se convirtió en defensor, desde el Ministerio de Defensa, de los altos oficiales que la justicia procesaba, en especial del general Miguel Dalmao, responsable de la muerte de Nibia Sabalsagaray, defensa para la que ejercitó lo que los exégetas de última hora califican de “lengua filosa”; el que fue acusado de entorpecer la búsqueda de información para la ubicación de restos de desaparecidos; o el más reciente Ñato, que en una de sus últimas decisiones importantes, sorpresivamente –y a contrapelo de su famosa afirmación de que sólo podía obtener datos sobre desaparecidos si lo autorizaban a torturar– ofreció a una delegación de Familiares de Desaparecidos el acceso sin restricciones a los archivos de la Armada, tarea que actualmente se realiza bajo la supervisión del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (véase recuadro).

La cruz de la rendición incondicional

Una afirmación muy reiterada entre viejos tupamaros dice que en los comienzos del MLN el Ñato Fernández Huidobro y él Bebe Sendic se complementaban en una sintonía que facilitaba la síntesis, tanto para la práctica como para la elaboración política. En todo caso adquirieron visos de leyenda las “genialidades” del Ñato, que después Sendic podía –o no– plasmar en un acuerdo, en una redacción, en una proposición; destellos en bruto, ideas provocadoras que hacían a una elaboración colectiva. Hubo, sin embargo, instancias en que Sendic se opuso radicalmente a algunas “genialidades”: el plan Cacao, por ejemplo, fue abiertamente cuestionado en términos muy duros por Sendic no bien llegó a Punta Carretas, después de su captura en Almería, en 1970; el plan finalmente se desmontó después de una complicada discusión, mediante papelitos entre los dirigentes presos y la dirección que operaba en la clandestinidad.

Más radical fue la oposición de Sendic a la propuesta de rendición incondicional que el Ñato aceptó trasmitir en junio de 1972. Luego de ser detenido el 14 de abril de ese año, los oficiales del Batallón Florida tantearon la posibilidad de imponer una rendición del aparato armado del MLN, que a mitad de año había sido castigado duramente por la represión. Los oficiales del Florida aceptaron que el Ñato abandonara el cuartel, con la compañía del capitán Carlos Calcagno, e intentara establecer un contacto con la dirección para trasmitir el planteo, que no sólo implicaba la rendición sino también la entrega previa de Raúl Sendic. En un apartamento de Pocitos y después en una casa del Buceo, no lejos del cuartel, el Ñato se reunió con Sendic, Julio Marenales, Efraín Martínez y Henry Engler, y trasmitió la propuesta militar de una teatral rendición mostrando a los dirigentes en televisión y con la entrega de las armas. Desde el primer momento Raúl Sendic rechazó de plano entregarse, aunque argumentó que debían mantenerse las negociaciones, en parte para amortiguar las torturas. Nadie confiaba en los militares, salvo el Ñato, que no descartaba totalmente la rendición incondicional. Finalmente el Mln, a influjo de Sendic, elevó una contrapropuesta: se entregarían las armas a cambio de medidas que implicaban una especie de reforma agraria. Las negociaciones fracasaron y poco después, en el penal de Libertad, Sendic cuestionó duramente todo el episodio de la rendición incondicional.

En 1985, al momento de la restauración democrática y la salida de los presos políticos, el tema de la rendición cortó tangencialmente el esfuerzo de reorganización del MLN. Sendic volvió a reprocharle al Ñato su protagonismo en las negociaciones con los militares, de modo que hubo un abismo infranqueable en la dirección: Sendic tildando al Ñato de traidor; y el Ñato asegurando que Sendic estaba loco. Sendic murió en 1989 y el Ñato fue, progresivamente, el dirigente con mayor peso en el MLN y en las estructuras que vinieron después, hasta que, habiendo perdido la mayoría en las direcciones del MLN y el MPP, (Movimiento de Participación Popular) resolvió crear la Cap-l (Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad), una estructura que, después de un relativo éxito electoral, agonizó hasta casi desaparecer en las últimas elecciones.

De la misma forma, ya en el Ministerio de Defensa Nacional, el Ñato agonizó políticamente concentrando el repudio de organizaciones de derechos humanos, el rechazo de buena parte de la estructura del Frente Amplio y hasta el malestar de quienes lo mantuvieron en el ministerio contra viento y marea.

Como en el hacer de todo político, hay opciones que recolectan adhesiones y resistencias; incluso hay giros y variaciones que tienen su costo político, como se observa con el Frente Amplio en su conjunto, empeñado al parecer en edificar su derrota electoral. Pero en el caso del Ñato hay cierta reconversión, en principio inexplicable (o porque la explicación rechina demasiado), que hace a la negación de toda su vida militante, de la cual sólo los últimos 15 años se refieren a la necesidad de ejercer un poder, ya que no el poder. De líder de masas, el Ñato pasó a ser “el más fiel amigo de los militares”.

El dueño de la llave

El ministro Eleuterio Fernández Huidobro descolocó a los integrantes de una delegación de Familiares de Detenidos Desaparecidos que habían solicitado una reunión para expresarle su preocupación por el allanamiento de las oficinas del Giaf (Grupo de Investigación en Arqueología Forense del Uruguay), el organismo encargado de las excavaciones en busca de restos de desaparecidos, que se realizan principalmente en unidades militares.

En el curso de la conversación, de la que participó también Roberto Caballero, asesor de extrema confianza de Fernández Huidobro, un miembro de la delegación se permitió recordarle al Ñato: “Mirá que nosotros no te queremos aquí”, una forma de reiterar el pedido de relevamiento del cargo por discrepancias profundas en cuanto a la política ministerial sobre desaparecidos. Para sorpresa de los visitantes, Fernández Huidobro, palabras más palabras menos, preguntó: “¿Qué es lo que quieren? Díganme, que yo se los doy”.

Puesto que el ministro ofrecía a Familiares qué se le podía pedir en materia de derechos humanos, se resolvió pedir que permitiera el acceso a los archivos de la Armada, en las mismas condiciones que habían trabajado quienes ordenaron y digitalizaron el archivo descubierto por la ministra de Defensa, Azucena Berruti, en el llamado “cuartel del Cgior” (ex Centro General de Instrucción de Oficiales de Reserva).

Eleuterio Fernández Huidobro mantuvo el ofrecimiento y cuando recibió el pedido concreto, inmediatamente ordenó al comandante de la Armada que facilitara el acceso y el trabajo.
Ese trabajo de inspección y digitalización de los archivos existentes en diferentes unidades de la Armada se está realizando actualmente. Y aun cuando toda la actividad se mantiene en estricta reserva, lo que se ha confirmado hasta ahora cuestiona lo que el entonces comandante de la Armada, Tabaré Daners, informó al presidente Tabaré Vázquez, según informó recientemente La Diaria.

Se estima que el nuevo ministro de Defensa, Jorge Menéndez, mantendrá la decisión de Fernández Huidobro.

Samuel Blixen /Brecha /Resumen Latinoamericano
COMCOSUR INFORMA Nº 1750 – 16/08/2016
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5) URUGUAY: CRISIS MATRIMONIAL

Como algunos matrimonios, que se resquebrajan cuando empieza a faltar el dinero, el gobierno comienza a mostrar los efectos de la nueva situación económica.

Por Hoenir Sarthou, 04.08. 2016 /Semanario Voces

Como en los matrimonios, la escasez de plata hace aflorar diferencias vitales, de principios, de objetivos y hasta de gustos, que hasta entonces estaban disimuladas. De pronto, cada miembro de la pareja siente que el otro gasta mal el dinero común. Y las diferencias se vuelven reproche: “No sé en qué pensás, querés cambiar el celular y estamos debiendo la luz”, o “¿Vos creés que el dinero brota de los árboles?”, “¿Y qué querés, que el chiquilín vaya a la escuela con los championes rotos?”

Entre el gobierno, en particular el Ministerio de Economía, y otros sectores del Frente Amplio, pasa lo mismo. Disminuir la pauta salarial, aumentar el IRPF, cobrar más IASS a los jubilados, recortar el presupuesto de la enseñanza, son medidas sorprendentes para un partido que siempre se ha considerado a sí mismo como “de izquierda”.

La crisis pone en evidencia a una ideología económica que ha dominado al país desde hace muchos años, aunque, mientras hubo “vacas gordas”, se notaba menos.

Lo esencial de esa línea es conocido. Es una visión que ha renunciado a la posibilidad de que la sociedad uruguaya cree un proyecto económico y social propio. Está convencida de que la única chance es adecuar al país para recibir inversión extranjera y que eso implica no cobrarle impuestos, modificar las leyes a conveniencia de los inversores, hacer la vista gorda ante los daños ambientales y seguir al pie de la letra las recetas y recomendaciones de los organismos de crédito internacionales.

Hasta ahora, los números –ciertos números- parecían darle la razón a ese punto de vista. Grandes inversiones agroindustriales, un mayor PBI, acuerdos salariales ventajosos, sobre todo para sectores de fuerte sindicalización, y un Estado que parecía poder cometer impunemente errores y horrores costosos, gastando incluso en cosas inútiles o absurdas.

Esa etapa de “vacas gordas” parece haber llegado a su fin. Ya se hable de “enlentecimiento” y “consolidación fiscal”, como lo hace el Ministro de Economía, o de crisis y de ajuste fiscal, como lo hacemos todos los demás, lo cierto es que el tiempo de las locas pasiones parece haber terminado.

Por las grietas que empieza a mostrar el satinado modelo oficial, asoman caries y tumores. Hoy vemos al gobierno, a sus legisladores, y al Ministerio de Economía, rascando el fondo de la lata, desvistiendo a un santo para vestir a otro. Tras diez años en que se supone que tuvimos los mayores ingresos de la historia, nos quedan cosas difíciles de explicar.

Por un lado, una deuda pública que, aun con los datos más optimistas (los que emite el Banco Central) y sin tomar en cuenta los intereses que crecen con cada refinanciación, se duplicó en los últimos once años. ¿Cómo se explica que, en medio de tanta supuesta prosperidad, nos endeudáramos en decenas de miles de millones de dólares?

El agua potable, una de nuestras mayores riquezas naturales, está contaminada debido a la inescrupulosa utilización de agrotóxicos por parte de los establecimientos agroindustriales que el modelo económico ha promovido y exonerado de impuestos, permitiendo que otras formas de trabajar la tierra, socialmente más ricas e integradoras, desaparezcan.

Las políticas sociales y educativas han terminado por demostrar su inadecuación y falta de horizontes. Casi tres cuartas partes de los chiquilines no terminan los niveles secundarios de educación y muchos ni siquiera los empiezan. Como consecuencia, la marginalidad social y los índices de criminalidad aumentan.

Mientras tanto, los bancos recaudan dinero a paladas, porque una ley promovida por el gobierno hizo obligatorio que todos recibiéramos nuestros sueldos y jubilaciones e hiciéramos las compraventas a través de cuentas bancarias.

Ahora, cuando los números finalmente dan mal, el gobierno hace su jugada definitiva, la que lo muestra de cuerpo entero. Recorta las pautas salariales, aumenta los impuestos que pagan los trabajadores, restringe el presupuesto de la enseñanza, y, simultáneamente, anuncia una inversión de mil millones de dólares para suministrarle logística (carreteras, etc.) a una nueva y gigantesca planta de celulosa de UPM, que trabajará en régimen de zona franca y prácticamente no pagará impuestos. Eso sí, lo que la empresa exportará y ganará hará que nuestro PBI luzca precioso en los papeles, aunque muy pocos de esos dólares vayan a quedar en el Uruguay.

Claro, hay gente en el Frente Amplio, incluso algunos legisladores, que se sienten mal por los recortes presupuestales. Hay que recordarles que ésto no empezó ahora. Viene de lejos. Bastaría ver el manejo que el Ministerio de Economía ha hecho de las exoneraciones tributarias y de las inversiones promovidas en estos años. Los datos se publican en el Diario Oficial.

Aunque el Diario Oficial no es precisamente un best seller, los legisladores deberían leerlo de cuando en cuando.

La discrecional política tributaria aplicada por Economía ha sido sistemáticamente dirigida a exonerar a las grandes inversiones privadas, esas que salen en los noticieros. La gente no lo sabe, pero cuanto más grande es la inversión, menos impuestos paga. Es decir que los impuestos que pagamos el resto de los uruguayos están financiando a las megainversiones que no pagan. Ahora se ha hecho público que la misma política se aplica para las “donaciones” empresariales a las instituciones de enseñanza. El “donante” descuenta su donación de los impuestos. O sea que todos financiamos la “generosidad” que ciertas empresas destinan a ciertas instituciones educativas.

Todo este cúmulo de situaciones lamentables tiene un origen común. Se trata de una convicción ideológica: la de que la única esperanza está en un milagro económico que sólo puede producir la inversión privada.

Esa idea es falsa. Lo demuestra lo que pasó en EEUU y en Europa desde 2008 en adelante. Países mucho más ricos que nosotros, confiaron en la iniciativa y las decisiones de las grandes corporaciones financieras y empresariales transnacionales. Y así les fue. Después el Estado, con dinero de todos los humildes, debió pagar las cuentas del desastre. Desocupación, pobreza y recorte de leyes sociales fueron la consecuencia. Hoy nosotros empezamos a probar el retrogusto amargo de la receta.

Desde luego, pensar en una alternativa no es fácil. Para empezar, porque todo el poder ideológico del sistema, la prensa, los organismos internacionales, las investigaciones académicas, el sistema partidario, están imbuidas de la misma creencia: nada se puede hacer sin el capital y el impulso de los inversores privados, y, si son externos, mejor.

Es inútil demostrar que todas y cada una de esas inversiones terminan llevándose las ganancias, si son exitosas, y trasladando las pérdidas al Estado si fracasan.

¿Quién absorbió las pérdidas de PLUNA-Leadgate? ¿Quién refinanció a ANCAP y su nube de sociedades anónimas privadas? ¿Quién asumirá los costos de la paralizada gasificadora? ¿Quién tendrá que asumir el problema del agua contaminada por las empresas agroindustriales?

Esa creencia de que nada es posible sin la inversión externa es la que nos paraliza, nos deja pagando cuentas millonarias y sin nada entre las manos.
En los debates de estos días, muchos de esos asuntos están siendo discutidos. Pero son discutidos como si fueran problemas independientes.

Nos molesta que se afecten las pautas salariales, o que se recorten las partidas de la enseñanza pública, o que la enseñanza privada se beneficie con donaciones que deciden unas pocas empresas y pagamos todos.

Lo que parecemos no ver es que no son fenómenos aislados. Son hijos de una misma creencia dogmática; la sociedad y el Estado nada pueden hacer sin el impulso de inversores externos. Aunque la sociedad y el Estado se endeuden en miles de millones de dólares para atraer y financiar las aventuras de los inversores externos.

Eso es lo que deberíamos discutir, si los árboles (en este caso lo de los árboles es casi literal) nos dejaran ver el bosque.

Hoenir Sarthou /Semanario Voces
COMCOSUR INFORMA Nº 1750 – 16/08/2016
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