1) Se necesitan horizontes /Boaventura de Souza Santos
2) Acuerdo por adjudicación de tierras entre integrantes de UTAA y el INC
3) AEBU homenajeó a bancarios desaparecidos
4) Tribunal Federal de Tucumán declaró inconstitucional el 2×1 para los genocidas
5) Derrotada Le Pen, desenmascarar a Macron / Juan Carlos Monedero
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COMCOSUR INFORMA AÑO 17 – No. 1809 – Jueves 11 de mayo.2017
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“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” –Radio Venceremos
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1) Se necesitan horizontes
Boaventura de Sousa Santos (Alai)
Las ocho personas más ricas del mundo poseen tanta riqueza como la mitad más pobre de la población mundial (3,5 mil millones de personas). Se destruyen países (de Irak a Afganistán, de Libia a Siria, y las próximas víctimas pueden ser tanto Irán como Corea del Norte) en nombre de los valores que debían preservarlos y hacerlos prosperar, ya sean los derechos humanos, la democracia o el primado del derecho internacional. Nunca se habló tanto de la posibilidad de una guerra nuclear.
Los contribuyentes estadounidenses pagaron millones de dólares por la bomba no nuclear más potente jamás lanzada contra túneles en Afganistán, construidos en la década de 1980 con su propio dinero, gestionado por la CIA, para promover a los islamistas radicales en su lucha contra los ocupantes soviéticos del país, los mismos radicales que hoy se combaten como terroristas. Mientras, los estadounidenses pierden el acceso a la atención médica y son llevados a pensar que sus males son causados por inmigrantes latinos más pobres que ellos. Tal y como los europeos son llevados a pensar que su bienestar está amenazado por los refugiados y no por los intereses imperialistas que están forzando al exilio a tanta gente. Del mismo modo que los sudafricanos negros, empobrecidos por un mal negociado fin del apartheid, asumen actitudes xenófobas y racistas contra inmigrantes negros de Zimbabue, Nigeria y Mozambique, tan pobres como ellos, por considerarlos la causa de sus males.
Entretanto, circulan por el mundo las tiernas imágenes de Silvio Berlusconi dando el biberón a cabritillos para defenderlos del sacrificio de Pascua, sin que nadie denuncie que durante esos minutos televisivos miles de niños murieron por falta de leche. Como tampoco son noticia las fosas clandestinas de cuerpos desmembrados que constantemente se están descubriendo en México, mientras que las fronteras entre el Estado y el narcotráfico se desvanecen.
Como tenemos miedo de pensar que la democracia brasileña morirá el día en que un Congreso de políticos enloquecidos, corruptos en su mayoría, consiga destruir los derechos de los trabajadores conquistados a lo largo de cincuenta años, un propósito que, por ahora, los políticos brasileños parecen lograr con inaudita facilidad. Tiene que haber un momento en que las sociedades (y no solo unos pocos “iluminados”) lleguen a la conclusión de que esto no puede seguir así. Para ello, la negatividad del presente nunca será suficiente.
La negatividad solo existe en la medida que aquello que niega es visible o imaginable. Un callejón sin salida se convierte fácilmente en una salida si la pared en que termina tiene la falsa transparencia de lo infinito o de lo ineluctable. Esta transparencia, que es falsa, es tan compacta como la opacidad de la selva oscura con la que antes la naturaleza y los dioses vedaban los caminos de la humanidad. ¿De dónde viene esta opacidad si la naturaleza es hoy un libro abierto y los dioses un libro de aeropuerto? ¿De dónde viene la transparencia si la naturaleza, cuanto más se revela, más se expone a la destrucción, si los dioses sirven tanto para trivializar la creencia inconsecuente como para banalizar el horror, la guerra y el odio?
Hay algo de terminal en la condición de nuestro tiempo que se revela como una terminalidad sin fin. Es como si la anormalidad tuviese una energía inusitada para convertirse en una nueva normalidad y nos sintiésemos terminalmente sanos en lugar de terminalmente enfermos. Esta condición deriva del paroxismo al que llegó el instrumentalismo radical de la modernidad occidental, tanto en términos sociales como culturales y 3 políticos.
El instrumentalismo moderno consiste en el predominio total de los fines sobre los medios y en la ocultación de los intereses que subyacen a la selección de los fines en forma de imperativos falsamente universales o de inevitabilidades falsamente naturales. En el plano ético, este instrumentalismo permite a quien tiene poder económico, político o cultural presentarse socialmente como defensor de causas cuando, de hecho, es defensor de cosas.
Este instrumentalismo asumió dos formas distintas, aunque gemelas, de extremismo: el extremismo racionalista y el extremismo dogmatista. Son dos formas de pensar que no permiten contraargumentación, dos formas de actuar que no admiten resistencia. Ambas son extremadamente selectivas y compartimentadas de tal modo que las contradicciones ni siquiera aparecen como ambigüedades. Las caricaturas revelan bien lo que está más allá de ellas.
Heinrich Himmler, uno de los máximos jefes nazis, que transformó la tortura y el exterminio de judíos, gitanos y homosexuales en una ciencia, cuando regresaba de noche a casa entraba por la puerta trasera para no despertar a su canario favorito. ¿Es posible culpar al canario por el hecho de que el cariño que le tenía Himmler no era compartido por los judíos? A su vez, es conocida la anécdota de aquel comunista argentino tan ortodoxo que incluso en los días de sol en Buenos Aires usaba sombrero de lluvia solo porque estaba lloviendo en Moscú. ¿Es posible negar que detrás de tan acéfalo comportamiento no estuviera un sentimiento noble de lealtad y de solidaridad?
Las perversidades del extremismo racionalista y dogmatista están siendo combatidas por modos de pensar y de actuar que se presentan como alternativas pero que, en el fondo, son callejones sin salida porque los caminos que señalan son ilusorios, sea por exceso de pesimismo, sea por exceso de optimismo. La versión pesimista es el proyecto reaccionario que 4 tiene hoy una renovada vitalidad. Se trata de detestar en bloque el presente como expresión de una traición o degradación de un tiempo pasado, dorado, un tiempo en el que la humanidad era menos amplia y más consistente.
El proyecto reaccionario comparte con el extremismo racionalista y dogmatista la idea de que la modernidad occidental creó demasiados seres humanos y que es necesario distinguir entre humanos y subhumanos, pero no piensa que ello debe derivar de ingenierías de intervención técnica, sean ellas de muerte o de mejora de raza. Basta que los inferiores sean tratados como inferiores, sean mujeres, negros, indígenas, musulmanes.
El proyecto reaccionario nunca pone en cuestión quién tiene el privilegio y el deber de decidir quién es superior y quién es inferior. Los humanos tienen derecho a tener derechos; los subhumanos deben ser objeto de filantropía que les impida ser peligrosos y los defienda de sí mismos. Si tuviesen algunos derechos, siempre deben tener más deberes que derechos. La versión optimista de lucha contra el extremismo racionalista y dogmatista consiste en pensar que las luchas del pasado lograron vencer de modo irreversible los excesos y perversidades del extremismo, y que somos hoy demasiado humanos para admitir la existencia de subhumanos. Se trata de un pensamiento anacrónico inverso, que consiste en imaginar el presente como habiendo superado definitivamente el pasado.
Mientras el pensamiento reaccionario pretende hacer que el presente regrese al pasado, el pensamiento anacrónico inverso opera como si el pasado no fuese todavía presente. Debido al pensamiento anacrónico inverso, vivimos un tiempo colonial con imaginarios poscoloniales; vivimos un tiempo de dictadura informal con imaginarios de democracia formal; vivimos un tiempo de cuerpos racializados, sexualizados, asesinados, descuartizados con imaginarios de derechos humanos; vivimos un tiempo de muros, fronteras como trincheras, exilios forzados, desplazamientos internos con 5 imaginarios de globalización; vivimos un tiempo de silenciamientos y de sociología de las ausencias con imaginarios de orgía comunicacional digital; vivimos un tiempo de grandes mayorías que solo tienen libertad para ser miserables con imaginarios de autonomías y emprendimiento; vivimos un tiempo de víctimas que se vuelcan contra víctimas y de oprimidos que eligen a sus opresores con imaginarios de liberación y de justicia social.
El totalitarismo de nuestro tiempo se presenta como el fin del totalitarismo y, por eso, es más insidioso que los totalitarismos anteriores. Somos demasiados y demasiado humanos para caber en un solo camino; pero, por otro lado, si los caminos fuesen muchos y en todas las direcciones, fácilmente se transformarían en un laberinto o en un enredo, en cualquier caso, en un campo dinámico de parálisis. Es esta la condición de nuestro tiempo. Para salir de ella es preciso combinar la pluralidad de caminos con la coherencia de un horizonte que ordene las circunstancias y les otorgue sentido. Para pensar tal combinación y, más aún, para pensar siquiera que ella es necesaria, son necesarias otras maneras de pensar, sentir y conocer. O sea, es necesaria una ruptura epistemológica que vengo llamando epistemologías del sur.
(Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez)
COMCOSUR INFORMA Nº 1809– 11-05.17
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2) Acuerdo por adjudicación de tierras entre integrantes de UTAA y el INC
Luciano Costabel (SdR)
Se llegó a un acuerdo entre los “peludos” de UTAA, que acampan frente al Palacio Legislativo desde principios de marzo, y el Instituto Nacional de Colonización (INC), por la ocupación de la unidad 49B, predio de 248 hectáreas situado a unos 30 quilómetros de la ciudad de Bella Unión. El acuerdo determina la desocupación del terreno, el abandono de la huelga de hambre y la búsqueda por parte del INC, de un módulo para la generación de sustento de las siete familias comprometidas. Pero el conflicto continúa.
A través de una reunión mediada por la Comisión de Trabajo del Parlamento, en la que participaron representantes de UTAA, el directorio de Colonización, algunos parlamentarios y Fernando Aguirre del PIT-CNT, se acordó la búsqueda de otra área con condiciones similares a la ocupada. La nueva fracción deberá tener cercanía con la ruta y contar con acceso a luz y agua para la generación de sustento por medio de la horticultura y la cría de animales. Pese al compromiso alcanzado, el predio sigue ocupado.
Rodrigo Herrero, integrante del directorio de Colonización, aseguró que se está esperando que los ocupantes entreguen la fracción y que se cumpla lo acordado. Por su parte, Ricardo Ferreira, dirigente de UTAA, afirmó que se comprometieron a levantar la medida de huelga de hambre y a hacer abandono simbólico del predio, pero que todavía no se desocupó por la aparición de nuevas condiciones en la entrega. “Querían que firmáramos un papel, allá en el instituto, con la entrega del campo, una cosa que inventaron ellos“, sostuvo. Aseguró que no había compromiso de firma alguna. Por otra parte, sostuvo que un legislador oficialista, perteneciente a la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca del parlamento, les planteó la posibilidad de acceder a una fracción de 460 hectáreas ubicada a más de 150km de la Colonia Eduardo Acevedo. Frente a esta posibilidad, Ferreira aseveró que es una trampa. “La renta por hectárea son 900 pesos, 460 hectáreas en un año te da 480.000 pesos que tenemos que pagar. La trampa es que te dan cosas, pero ¿cómo vos después agarrás esa brasa caliente?“.
Sobre el proceso en el que se encuentra el campo. Herrero comentó que está en una causa judicial, con el juez citando a declarar a algunos de los ocupantes. Pero que se acordó que si se entregaba el campo, “nosotros comunicamos al juzgado que ya no estaba ocupado, para así cerrar la causa“, sostuvo. La unidad ocupada fue adjudicada en 2015 a un productor de esa zona, que tiene animales en la calle y posee una inseguridad de tenencia importante. En octubre de ese año, el adjudicatario no pudo acceder a las tierras debido a que un pastoreante que tenía un contrato de un mes y medio (le permitía utilizar la tierra mientras no era adjudicada), no entregó la fracción. Frente a dicho incumplimiento, el INC inició un proceso judicial. Antes de la definitiva entrega del predio, el grupo de UTAA “Seu Pedro Bandera Lima”, ocupó.
La política del prócer
Dentro del despacho de la presidenta del INC, Jacqueline Gómez, se lee al pie de un mapa que muestra las Colonias e inmuebles del INC en Uruguay, la frase: “Que los más infelices sean los más privilegiados”, consigna artiguista en la que basan sus objetivos. El instituto se creó en 1948, posteriormente al asentamiento de sus bases en el Congreso Nacional de la Colonización, organizado por la Comisión Nacional de Fomento Rural, en 1945.
Colonización tiene como fin un reparto más equitativo de la tierra. Su objetivo se realiza mediante la compra de hectáreas a particulares; tras un proceso de selección, se adjudica. Según explicó Gómez , el proceso de adjudicación para los colonos es totalmente técnico. Los interesados deben presentar una propuesta de trabajo para una unidad específica, los recursos con los que cuentan, las características que tiene la familia y cuáles son sus ingresos. “Eso se compara entre todos los que se presentan a esa fracción, se hace un proceso de selección, y llega al directorio, previo a una entrevista en profundidad en su lugar de trabajo, o en su lugar de vivienda“, sostuvo. Entre 2015 y 2016 se hicieron 120 llamados públicos por parte del INC y solo en 2016 se adjudicaron más de 13 mil hectáreas, permitiendo a 250 familias acceder a tierras.
Consultada Gómez sobre la situación de las familias ocupantes se preguntó: “tenemos a 1500 familias que se presentaron en 2 años a los procedimientos normales del instituto, entonces: ¿por qué estas familias que nunca se presentaron pueden tener más derecho que las otras 1500?“. El departamento de Artigas representa el 13% del total de tierras que posee Colonización, con 66.584 hectáreas. Desde 2005 se compraron 4 mil 500, de las cuales más de 2 mil fueron acordadas directamente con las organizaciones de trabajadores de la zona.
En base al libro “El acceso a la tierra en cuestión: Dependencia y autonomía en la Colonia Raúl Sendic Antonaccio en Bella Unión“, se desprende que el INC posee más de 600 mil hectáreas en todo el país. Desde su creación hasta 2012, adquirió más de 400 mil, aunque solamente entre 1948-1984 compró más de 306 mil. En el período 1985-1989, sumó unas 5 mil ochocientas más. Entre 1990-1999, se adquirió una cantidad mayor a las 22 mil hectáreas y entre 2000-2004, época marcada por una fuerte crisis económica, sólo 45. Con la llegada del Frente Amplio al gobierno, el Instituto Nacional de Colonización retomó la activa política de compra de territorios, y en siete años, entre 2005-2012, sumó más de 80 mil hectáreas.
Bajo la presidencia de Jorge Batlle (2000-2004), hubo una intención, por parte del gobierno, de cerrar el INC. En ese período sólo 45 hectáreas fueron adquiridas por parte del instituto. La iniciativa contó con la resistencia de UTAA y de otras organizaciones de trabajadores de Bella Unión, ya que los cañeros, a pesar de mantener diferencias ideológicas en cuanto a la forma de distribución de tierras, entendieron el valor de la entidad estatal. Al final, la idea no prosperó.
Reforma o revolución
Rosa Luxemburgo, dirigente del Partido Socialista Alemán, a fines del siglo XIX, expresaba: “La reforma legal y la revolución no son distintos métodos de progreso histórico que puedan elegirse libremente en el mostrador de la historia (…), sino que son momentos distintos en el desarrollo de la sociedad de clases, que se condicionan y complementan entre sí“. De esta forma, no se niega el aporte del Instituto de Colonización en cuanto a reformas puntuales con el objetivo de mayor acceso. Pero en este marco, la lucha de UTAA busca la superación de un modo de producción capitalista, y no simplemente su estabilización.
No era de extrañar que para la sociedad capitalina uruguaya, dividida entre la proeza de la revolución cubana y el espanto del avance del comunismo, la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas naciera quizás el 3 de septiembre de 1961, cuando se realizaba la primera asamblea de los peludos, cerca de CALPICA, una planta industrializadora de caña de azucar. En 1962, en Itacumbú, cerca del puente sobre la Ruta 3, se armó un campamento; para sorpresa del mayor de los desprevenidos sobre las circunstancias del país, en la tarde-noche del 3 de abril, cuando luego de ocupar CAINSA -otra planta azucarera- los “peludos” y Raúl “El Bebe” Sendic obligaban a “míster Henry” a pagar las deudas con los trabajadores. Sin importar el grado de ignorancia geopolítica, o la verdadera fecha exacta del nacimiento, queda claro que a principios de los 60′ se formó un grupo de trabajadores que, acostumbrados al sufrimiento y la pobreza, se lanzaron a la conquista de sus derechos.
Un mes más tarde, agobiados de rutina y explotación, los peludos decidieron marchar. El primero de mayo de 1962, 216 peludos junto a sus compañeras e hijos caminaron hasta Montevideo. llevaban un anteproyecto de ley que esbozaba las condiciones de trabajo esperadas para los peones cañeros. No prosperó en el Parlamento. Los cañeros regresaron a Bella Unión con el calor de lo ocurrido en el local de la Confederación Sindical del Uruguay (CSU). El “Bebe” propuso la ocupación de los latifundios Silva y Rosas, de más de 30 mil hectáreas, y se resolvió, por asamblea, que UTAA reclamaría al INC la expropiación de dichos latifundios. En el libro “Sendic, acción y legado”, Samuel Blixen explica que: “cuando (Raúl Sendic) propone la ocupación de Silva y Rosas, está proyectando maneras de instalar el debate sobre reforma agraria (…)” y agrega que quería generar “el impulso de un movimiento de solidaridad que pudiera revertir la división en la izquierda”.
El 11 de marzo de 1964 llegó a Montevideo la segunda marcha realizada por los cañeros, bajo la consigna “Por la tierra y con Sendic”, y quedó marcada por la confrontación con el Partido Comunista y por los choques con la policía. El 7 de mayo se generaron incidentes en las inmediaciones al Palacio Legislativo entre peludos y la policía. Resultó herida de bala una de las cañeras.
En febrero de 1965 salió la tercera marcha de unos 250 peludos. El 8 de abril el gobierno instaló las Medidas Prontas de Seguridad y limitó a 24 horas el derecho de reunión. Esta marcha y la siguiente, en 1968, evocaron a los mártires de la lucha por la tierra y la identificación del sindicato con la acción directa. La quinta y última se realizó en 1971 y es recordada como la anterior a la guerra, en referencia a la militarización de Bella Unión en 1972 y al golpe de Estado de 1973.
Casi medio siglo después de la marcha del 71′, la lucha por la tierra continúa. Ya no está el “Bebe” ni la mayoría de los peludos que, cansados de tanta injusticia, decidieron sublevarse. Tampoco hay palos en las inmediaciones del Palacio Legislativo, ni locales prendidos fuego y el fervor naciente en los 60′ ya no se siente en las calles. Sin embargo, aunque los tiempos cambian, las reivindicaciones no caducan ni se pierden con las nuevas generacionales.
Ney Thedy tiene 77 años. Forma parte del grupo que desde marzo acampa frente al Palacio Legislativo y es unos de los peludos de las emblemáticas marchas del pasado. Cuando habla, todo el que está en la vuelta presta atención. Con una voz que raspa la garganta, expresa, “Tengo entendido que la lucha por la tierra nunca termina, no se abandona ni se puede abandonar. Si se bajan los brazos nunca va a haber tierra para los pobres”. Con un ideal inamovible, Thedy se une a la lucha de sus compañeros y es uno de los integrantes que estaba en huelga de hambre, pese a que es adjudicatario de una fracción del INC. Sobre la relación con el actual gobierno, comenta que esperaban otra cosa, porque los que integran el gobierno saben cómo es la situación en Artigas. “Nosotros les dimos el voto y resulta que ahora están haciendo todo al revés”; y agrega, con cierto dejo de rencor, que “a los compañeros les metieron un cuchillo en la espalda los frenteamplistas que ahora están gobernando”.
COMCOSUR INFORMA Nº 1809– 11-05.17
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3) AEBU homenajeó a bancarios desaparecidos
(La Diaria)
La Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU) su 75 aniversario con una jornada de celebración y memoria. Al mediodía, presentaron un sello postal de El Correo Uruguayo conmemorativo de AEBU y anoche, en una celebración con los afiliados, proclamaron a los ganadores de las elecciones de la semana pasada. Al evento del mediodía asistieron los senadores Rafael Michelini y Mónica Xavier, así como el presidente del Banco Central del Uruguay, Mario Bergara.
Durante la presentación del sello, el presidente de AEBU, Pedro Stéffano —que fue reelecto—, repasó la historia del sindicato y consideró que el aniversario “es una gran alegría”. Además, destacó que AEBU siempre apostó al diálogo e intentó aportar para que “la lucha de los sindicatos fuera de la mejor manera”. “Siempre estamos buscando la verdad y la Justicia”, dijo Stéffano al referirse a la época de la dictadura, y recordó a los cuatro compañeros desaparecidos: Julio Escudero, Ary Cabrera, Alfredo Bosco y José Michelena.
AEBU presentó anoche, además, una placa conmemorativa que será colocada en su sede de Montevideo y en las del interior del país. Además, cada una de las familias recibirá una copia. “Son camino que empieza… son vida abierta. Homenaje a los trabajadores de AEBU desaparecidos en la lucha contra la dictadura”, dicen las placas en la parte superior. Debajo, aparecen las caras de los cuatro desaparecidos, cada uno dentro de una forma similar a la de una gota.
“Son 75 años de unidad, participación y lucha”, dijo Stéffano a la diaria en una entrevista en la que destacó los servicios sociales que brinda el sindicato y se refirió al futuro de la organización. “Tenemos el desafío de seguir creciendo, sobre todo en el sistema financiero privado”, indicó Stéffano, “y no sólo crecer, sino también construir sindicato en todas las áreas”, agregó.
Por su parte, el ex senador Milton Antognazza recordó en conversación con la diaria la época de la dictadura, durante la cual fue secretario general de AEBU mientras Juan Pedro Ciganda ocupaba la presidencia. “Lo único que hicimos durante la dictadura fue hacer que la sede del sindicato estuviera siempre abierta y con gente, para que acá viniera todo el que quisiera venir”, dijo. También recordó los eventos deportivos y los Juegos de Primavera, que se celebraban como excusa para mantener una actividad continua en la sede y poder reunirse, y las celebraciones clandestinas por el 1º de mayo. Además, dijo que el momento más emocionante fue el regreso de los hijos de exiliados uruguayos que habían nacido en el extranjero y vinieron a Uruguay en diciembre de 1983.
Consultado sobre la importancia de los 75 años de AEBU, Antognazza respondió: “Es mi vida”, y señaló que “ser dirigente sindical es un sacrificio”, porque deben dejarse muchas cosas de lado, entre ellas la familia, en pos de participar en la actividad sindical. “Es una elección de vida”, concluyó.
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4) Tribunal Federal de Tucumán declaró inconstitucional el 2×1 para los genocidas
(Página 12)
En contra de lo resuelto por la Corte Suprema, el Tribunal Oral Federal de Tucumán consideró que otorgar ese beneficio a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad viola la Constitución. Es el segundo pronunciamiento en ese sentido.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán declaró que la aplicación del 2×1 a quienes cometieron crímenes de lesa humanidad «es inconstitucional». En contra de lo que dijo la Corte Suprema en su fallo PRO genocidas, los jueces tucumanos negaron con ese argumento el pedido del represor Carlos Eduardo Trucco para acogerse a ese beneficio y dejó sin validez también la petición en ese sentido de los otros 42 condenados por violaciones a los derechos humanos en esa provincia. La misma posición había fijado el viernes pasado el Tribunal Oral Federal de San Juan ante el reclamo de otro represor de que modificaran el cómputo de su pena.
«La aplicación de la ley 24.390 en el caso significaría aplicar una amnistía y una prescripción camufladas con argumentos falaces de garantismo. Este Tribunal no lo puede hacer, porque es inconstitucional e inconvencional, esto es, atenta contra la totalidad de nuestro ordenamiento jurídico», señala el fallo firmado por Juan Carlos Reynaga, Carlos Jiménes Montilla y Gabriel Casas.
El Tribunal tucumano tomó la decisión a partir del escrito presentado el martes por el fiscal federal Nº2, Pablo Camuña, que solicitó que el 2×1 fuese declarado inconstitucional. Camuña formuló la solicitud a partir de la catarata de pedidos de represores para que les concedieran el mismo beneficio que la Corte Suprema, con la firma de Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco, le otorgó a Luis Muiña. Entre los represores que hicieron el pedido se destacan el ex jefe del Tercer Cuerpo del Ejército Luciano Benjamín Menéndez y el responsable policial del centro clandestino de detención que funcionaba en la Jefatura de Policía, Roberto “El Tuerto” Albornoz. Camuña celebró la decisión del tribunal.
El primero de los 43 represores en reclamar había sido Trucco, condenado a 18 años en 2013 – y beneficiado con prisión domiciliaria- por asociación ilícita como autor mediato de los delitos de violación de domicilio en cinco oportunidades, privación ilegítima de libertad e imposición de tormentos agravada en siete oportunidades, y por ser partícipe secundario del delito de privación de la libertad, imposición de tormentos agravada y homicidio triplemente agravado en dos oportunidades, en la denominada megacausa, “Arsenales II-Jefatura de Policía II”. Tras su presentación, otros 42 represores acudieron a la Justicia con el mismo proposito
Los jueces rechazaron el pedido formulado por su abogado, Facundo Maggio, y resaltaron que está acreditado que durante el terrorismo de Estado tuvo un puesto de jerarquía intermedia desde el que impartió órdenes en centros clandestinos del sur de la provincia. Por la comisión de crímenes de lesa humanidad no le corresponde, por lo tanto, el beneficio del 2×1.
El Tribunal Oral Federal de Tucumán siguió el mismo camino que trazó su par sanjuanino al rechazar también por “inconstitucional” el pedido del represor Alejandro Víctor Manuel Lazo de que se le aplicara el 2×1 en el cómputo de la pena por delitos de lesa humanidad al que lo había condenado el mismo tribunal en 2013.
Los jueces de San Juan se compartieron el criterio del fiscal de la causa Francisco Maldonado. En su rechazo al pedido de Lazo, el representante del Ministerio Público apuntó que “no puede obviarse la evidente injusticia que implica utilizar este mecanismo legislativo para beneficiar a quienes en la época de la vigencia de esta ley no se encontraban ni siquiera imputados por cuanto se encontraban gozando de una impunidad otorgada precisamente por los instrumentos normativos como las leyes de Obediencia Debida y Punto Final”. Indicó, además, que “la CIDH es enfática en al necesidad de investigar y enjuiciar esta clase de delitos y que son improcedentes los actos que impliquen renuncia a tales fines”.
Tras el fallo de la Corte Suprema que favoreció a Muiña, una orda de represores acudió en busca de obtener el mismo beneficio. También muchos fiscales hicieron presentaciones sobre la inconstitucionalidad del 2×1 para los genocidas. La palabra la tienen ahora los jueces. Hasta el momento los que se pronunciaron lo hicieron en contra del criterio de Rosenkrantz, Rosatti y Highton de Nolasco.
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5) Derrotada Le Pen, desenmascarar a Macron
Juan Carlos Monedero (Público)
Cada vez que hay crisis económica -y en el capitalismo siempre hay crisis cíclicas cada vez más agudas- el statu quo aprieta las clavijas para mantener sus beneficios. Cuando ya no puedes apretar a los países del sur -incluso con guerras, como la que están preparando en Venezuela-, a la naturaleza y a las generaciones futuras -vía deuda-, la explotación regresa a la vieja Europa que apenas aguantó medio siglo precisamente exportando los problemas afuera, al futuro o a la naturaleza. Y en especial, como las grandes pagadoras siempre, las mujeres, que sostienen la vida y sus cuidados a un precio incalculable por las grandes compañías, cuando no sirven como mano de obra barata, flexible y silenciada.
La democracia liberal, asentada sobre una economía guiada por el beneficio y articulada por el mercado, siempre pone en marcha cuatro tipos de estrategias en las crisis, jerarquizándolas en virtud del peligro que represente la alternativa. Cada una tiene su momento, pero suelen aparecer rasgos de todas en cada situación histórica concreta. La primera es convencer de que no hay ninguna otra salida. Los premios Nobel y los académicos son muy útiles en esa fase. En segundo lugar, articular una gran coalición entre los dos grandes partidos y sus satélites -que es otra manera de decir que no hay alternativa-, de manera que se junten las lógicas de “centro-izquierda” y “centro-derecha” en un remix cargado grasas saturadas.
Es el momento de los periodistas del establishment y de los beneficiados por el sistema, también, claro está, de la universidad. La tercera, buscar a un populista de derechas -Trump, Rivera, Le Pen-, que agitará los excesos del sistema pero nunca cambiará el sistema (ahí están los vacíos cien días de Trump), y que ofrecerá identidad y más identidad para que la gente sacie el hambre real que tiene y va a seguir teniendo. Es el momento del periodismo pantuflo y de la telebasura. El cuarto, cuando fallan los demás, es el autoritarismo, la represión policial o militar, el estado de excepción o las bandas fascistas, neonazis o paramilitares toleradas por el poder. En todas ellas, las mayorías van a pagar los platos rotos por las minorías.
Le Pen es la fase del populismo de derechas. Muy evidente. Macron es la fase de la gran coalición, que siempre es una mentira encubierta. El neoliberalismo aún no ha sido desenmascarado. Y por eso llegamos a callejones sin salida como el de este domingo en Francia. Cuando un fascista da una paliza, niega el Holocausto o desprecia a los inmigrantes es muy fácil identificar el acto de fuerza. Cuando Macron afirma, como recuerda Olga Rodríguez, que “hay que dejar de proteger a los que no pueden y no van a tener éxito”, genera y justifica mucho más dolor que las bandas fascistas, pero es más difícil identificarlo.
Había que pararle los pies a Le Pen, porque su entrada en el gobierno es la naturalización del fascismo. Era echar por la borda medio siglo de lucha contra la inhumanidad de los campos de concentración, del colaboracionismo, del exterminio y el genocidio. Pero ese gesto de tantas francesas y franceses que han ido a votar a Macron con el alma rota, tiene que servir para lograr desenmascarar a ese nuevo enemigo de la gente.
Porque Macron son las privatizaciones, los recortes, la pobreza y la angustia de los ancianos, la venta de armas a países en conflicto, el apoyo a las guerras en Siria o Irak, el sostén de dictaduras en África, el aliento a la guerra civil en Venezuela, la banlieu de las grandes ciudades francesas donde el Estado ya no existe, el fin de las universidades públicas, el reinado incuestionado del capital financiero y el mantenimiento de una Europa al servicio de los mercaderes. La patronal francesa tiene a Macron para seguir apuntalando el nuevo contrato social sin derechos, y sigue teniendo el plan B de Le Pen.
Por eso, desde este mismo lunes, toca desenmascarar a Macron. Porque, de lo contrario, el Plan B se activará más temprano que tarde y cogerá desprevenida a la Francia demócrata. Ponerlos en el mismo saco es inadmisible para mucha gente. Y la apuesta meridiana de Le Pen por el odio de raza la convierte, incuestionablemente, en enemiga de cualquier demócrata. Ya hemos arreglado cuentas con Le Pen. Ahora, para que no siga recibiendo apoyos, vamos a arreglar cuentas Macron y su defensa del neoliberalismo. Vamos a arreglar cuentas con ese, en palabras de Boaventura de Sousa Santos, “fascismo social” que envuelto en ropajes democráticos prepara el camino para la violencia, la exclusion y la guerra.
La derecha corrupta ha votado a Macron y a Le Pen. Algunos amigos de la izquierda, llenos sin duda de dignidad, se han abstenido o votado en blanco. Es comprensible. La izquierda del Partido Socialista y la mitad de la Francia Insumisa ha decidido pararle los pies al fascismo votando a Macron. Sin duda les habrá costado en enorme esfuero. Pero ahí están las fuerzas para empezar de nuevo.
COMCOSUR INFORMA Nº 1809– 11-05.17
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2017 – 23 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis, Maldonado)
Correspondencia: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO – URUGUAY
E mail: comcosur@comcosur.com.uy
Web: nuevo.comcosur.org/
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Coordinación: Carlos Casares
COMCOSUR es miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias – AMARC COMCOSUR se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional.
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