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URUGUAY: ALERTA FEMINISTA EN CUARENTENA, DENUNCIAN CUATRO FEMICIDIOS COMETIDOS EN LOS ÚLTIMOS DÍAS – comcosur mujer 633 -23.03.2020

COMCOSUR MUJER / AÑO 17 /No. 633 /lunes 23.03.2020 – Hoy:

1) Argentina: Verónica Gago: “hay una lectura feminista sobre cuáles son los cuerpos que van a sostener la cuarentena”
2) México: Guerrero, sin otorgar acceso pleno a la salud de las mujeres
3) Nueva Zelanda: Legisladores aprueban ley de aborto
4) Uruguay: Coronavirus y cuidados: el país se paraliza, pero las mujeres sostienen y aumentan el trabajo no pago en casa
5) Uruguay: Alerta feminista en cuarentena: llaman a “caceroleo” para denunciar los cuatro femicidios cometidos en los últimos días
6) Recomendaciones de ONU Mujeres a los gobiernos para incorporar la perspectiva de género en la respuesta al coronavirus
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 17 /No. 633 – Lunes 23 de marzo de 2020 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) ARGENTINA: VERÓNICA GAGO: “HAY UNA LECTURA FEMINISTA SOBRE CUÁLES SON LOS CUERPOS QUE VAN A SOSTENER LA CUARENTENA”

El escenario de la pandemia pone en crisis desde las economías mundiales hasta las prácticas más pequeñas de la vida cotidiana. En este contexto, colectivas feministas en diferentes países comenzaron a intervenir y poner en práctica la politización feminista del coronavirus.

Verónica Gago, docente e integrante de Ni Una Menos, se refirió a cómo en España “las compañeras que están discutiendo qué es la sanidad en Madrid y la exigencia de colectivizar los recursos de la salud privada, como las compañeras de Chile que están diciendo qué significa una huelga por la vida” y añade,

“creo que hay una perspectiva y una lectura feminista sobre cuáles son los cuerpos que sostienen la cuarentena, o cuáles son los cuerpos que más van a pagar la crisis de la epidemia. Por un lado da cuenta de procesos de neoliberalización sobre todo de los sistemas de salud que hoy estallan, como imposibilidad de atención, como imposibilidad de cuidado.”

Una de las medidas de prevención más importante y difundida es la de permanecer en los domicilios. Según organismos como la Defensoría del Pueblo de la Nación reportaron que más del 80 por ciento de los femicidios ocurre en la vivienda de la víctima. En este sentido, Verónica Gago advierte que “este llamado al confinamiento obligatorio dentro de esos hogares que se vienen denunciando como los lugares más violentos, no puede pasarse por alto. Ese confinamiento no puede ser un confinamiento en las violencias que venimos denunciando”.

En este sentido, la Línea 144, amplió su atención. También se reciben denuncias o consultas a linea144@mingeneros.gob.ar

Escuchar la entrevista completa: fmlatribu.com/noticias/2020/03/18/veronica-gago-hay-una-lectura-feminista-sobre-cuales-son-los-cuerpos-que-van-a-sostener-la-cuarentena/

FM La Tribu / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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2) MÉXICO: GUERRERO, SIN OTORGAR ACCESO PLENO A LA SALUD DE LAS MUJERES AFIRMAN FEMINISTAS

Organizaciones feministas en Guerrero, exigieron en un pronunciamiento a las y los diputados de la LXII Legislatura del Congreso local que reformen el Artículo 159 del Código Penal, para que en caso de que una víctima de violación sexual presente un embarazo, se elimine, como lo mandata la Norma Oficial Mexicana 046 sobre violencia familiar y sexual, la autorización de los Ministerios Públicos para que puedan acceder de manera libre, segura e informada a la interrupción del embarazo.

Las integrantes de la organización “Obvio Guerrero” y “Justicia y Derechos Humanos” impulsaron dicha iniciativa de reforma, que implicaría no sólo la interrupción legal del embarazo, también el acceso a medicamentos, medidas profilácticas, ayuda psicológica, y que no se criminalice a la guerrerenses.

La diputada por Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Blanca Celene Armenta Piza, presentó en tribuna el pasado 10 de marzo en Chilpancingo, una iniciativa de decreto para modificar el Código Penal en la materia. Ese día, se turnó para su discusión la propuesta a la Comisión de Justicia que preside el legislador priista, Omar Jalil Flores Majul, pero no se tomaron en cuenta las Comisiones de Salud ni de Igualdad de Género, además que se desconocen las decisiones tomadas durante la sesión privada que realizó la Comisión, lo que vulnera el derecho a la información, denunciaron las defensoras. Tan sólo tres días después se decidió que el Congreso sesionará a puerta cerrada como medida de prevención y contención ante la llegada del virus coronavirus Covid-19.

Mientras tanto, las feministas realizan una campaña de impacto mediático que implica el envío de un oficio a los correos de las y los integrantes de la Comisión de Justicia, en el que se les exhorta a cumplir su obligación de legislar con apego a derecho y la defensa de la laicidad, firmado por más de 150 mujeres y 200 organizaciones a nivel estatal y nacional.

Lucha histórica por el aborto

Desde el 2012, grupos feministas en Guerrero han promovido la reforma del Código Penal estatal para homologarlo con la Norma Oficial Mexicana 046 (Nom 046) que establece la obligación de los servicios médicos de garantizar la interrupción del embarazo a las víctimas de violación.

El 8 de marzo de 2019, las organizaciones de la sociedad civil, Observatorio de Violencias hacia las Mujeres en Guerrero (Obvio Guerrero, A.C.) y Justicia, Derechos Humanos y Género A.C., presentaron ante la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) una solicitud para una declaratoria de Alerta de Violencia de Género por Agravio Comparado (AVG), promoviendo formalmente esa reforma legislativa que tiene la finalidad no sólo de garantizar los servicios de aborto en casos de violación, también que sean atendidas con carácter de urgente en los servicios de salud sin la necesidad de autorización del MP.

De acuerdo con estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en Guerrero de enero de 2018 a diciembre de 2019 se registraron 438 casos de violación y 451 casos de abuso sexual.
En ese mismo periodo, el Secretariado reporta 14 carpetas de investigación por el delito de aborto, y 287 mujeres guerrerenses acudieron a la Ciudad de México –donde el aborto es legal hasta las 12 semanas de gestación- por una interrupción legal del embarazo de 2007 a septiembre de 2019, según la Secretaría de Salud de la capital del país.

Sin embargo, no fue sino hasta el 12 de marzo de este año cuando las exigencias de las feministas se vieron reflejadas en la propuesta de la diputada de Morena, Armenta Piza, quien a nombre de las diputadas Norma Otilia Hernández, Mariana García Guillén y Celeste Eguiluz; así como de los diputados Marco Antonio Cabada, Luis Enrique Ríos, Aristóteles Tito, Moisés Reyes, Ossiel Pacheco y Arturo Martínez Nuñez, presentó en tribuna en Chilpancingo, la iniciativa de decreto para modificar el Artículo 159 del Código

Penal de Guerrero.

Actualmente las organizaciones feministas desconocen las decisiones tomadas durante la sesión de la Comisión de Justicia respecto a la propuesta de reforma, pues no se coloca el Diario de Debates en la página web del Congreso local, lo que vulnera el derecho de acceso a la información. Y temen que se discuta mientras el Congreso sesiona a puerta cerrada como medida de prevención y contención para el Covid-19.

Así lo expresó la representante de la asociación civil Mujeres Guerrerenses por la Democracia, Olimpia James López, quien defendió que es un derecho de las mujeres la libertad de decidir sobre nuestros cuerpos, y entre esas decisiones se encuentra la de acceder al aborto legal en caso de una violación, malformación del feto y/o el peligro de la vida de la mujer, según las excluyentes ya consideradas en el Código Penal vigente.

“Las mujeres aspiran a vivir en una entidad en la que los derechos a decidir sean efectivos, tal como se establece en la Constitución de la Ciudad de México o en el estado de Oaxaca, pero eso no ocurre en ninguna otra parte del país, por eso hemos insistido en el Congreso local para que se legisle en estricto apego al derecho laico”, dijo en entrevista telefónica.

Acceder a un aborto, -explicó- conllevaría no sólo la interrupción legal del embarazo, sino también el acceso a medicamentos, medidas profilácticas, apoyo psicológico, y que no se les criminalice a las mujeres.

Los Servicios Estatales de Salud en Guerrero tendrían que creer a las mujeres que acuden en busca de interrumpir un embarazo por violación, sólo con una carta sustentada en el principio jurídico de Buena Fe, pero actualmente el Código Penal del Estado de Guerrero obliga a las mujeres a solicitar a los Ministerios Públicos una autorización que la defensora Jaimes López, consideró como un obstáculo y traba para el acceso expedito al derecho de las mujeres a la salud.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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3) NUEVA ZELANDA: LEGISLADORES APRUEBAN LEY DE ABORTO

Los legisladores de Nueva Zelanda aprobaron una ley histórica que considera al aborto como un problema de salud en lugar de un crimen, como hasta ahora.

Hasta la votación de hoy, el procedimiento estaba regulado bajo la Ley de Delitos, que exigía que las mujeres demostraran a un médico que su embarazo presentaba un peligro para su salud física o mental antes de poder abortar.

El ministro de Justicia, Andrew Little, dijo que el requisito obligaba a la mayoría de las mujeres a mentir sobre su salud mental y causaba demoras innecesarias que aumentaban los riesgos a la salud.

La nueva ley elimina estos obstáculos y permite que mujeres con hasta 20 semanas de embarazo puedan abortar y, quienes superan ese periodo, también puedan hacerlo, pero con la aprobación de un profesional de la salud.

La ley fue aprobada con 68 votos a favor y 51 en contra.

El legislador conservador Simeon Brown, quien se opuso a la ley, dijo que un nonato tiene latidos y sienten dolor, por lo que debería considerarse como una persona con derecho a recibir un trato digno y respetuoso.

Jackie Edmond, presidenta de Family Planning, el principal canalizador de mujeres a servicios de aborto de Nueva Zelanda, dijo que estaba satisfecha con la votación y que finalmente se estaba confiando en las mujeres para que tomen sus propias decisiones de salud.

“Es fantástico que el Parlamento haya atendido algo que debió atenderse hace 40 años”, dijo Edmond.
Sparrow dijo que la ley se demoró tanto porque la gente lograba se sacaba la vuelta y porque a los legisladores les preocupaban las consecuencias políticas de abrir el debate.

Eso cambió cuando Jacinda Ardern fue elegida primera ministra en 2017 y cumplió con su promesa de campaña de poner el tema a votación.

El vocero.com / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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4) URUGUAY: CORONAVIRUS Y CUIDADOS: EL PAÍS SE PARALIZA, PERO LAS MUJERES SOSTIENEN Y AUMENTAN EL TRABAJO NO PAGO EN CASA

La suspensión de las clases y el llamado al distanciamiento social afectan más a las mujeres, que son las principales cuidadoras.

Una de las primeras medidas sanitarias que dispuso el gobierno para evitar la propagación del coronavirus en Uruguay fue la suspensión de las clases en el sistema educativo por 14 días. El jueves, ante el aumento acelerado del número de casos, el presidente Luis Lacalle Pou comunicó que la medida se extendía una semana más, por lo que las clases –en principio – se reanudarán recién después de la Semana de Turismo. A esto se suma la suspensión de los servicios socioeducativos y de cuidados de los centros del Instituto de la Infancia y Adolescencia del Uruguay, que atiende a miles de niñas, niños y adolescentes, en su gran mayoría provenientes de contextos críticos o en situaciones de vulnerabilidad.

Desde que se hicieron los primeros anuncios, los grupos de Whatsapp de madres y padres explotan de mensajes en torno a una pregunta principal: ¿cómo compatibilizar el trabajo con el cuidado de las niñas y los niños durante tantos días? Así, la pandemia planteó un problema paralelo al sanitario, uno que afecta sobre todo a las mujeres, que son las principales encargadas de las tareas de cuidados.

El desafío para las madres es definir con quién dejar a sus hijas e hijos en el caso de que inevitablemente tengan que salir a trabajar fuera del hogar. Las abuelas y los abuelos, hasta ahora grandes aliados de las mujeres a la hora de delegar esta tarea, quedan descartados, porque como personas mayores constituyen una población de riesgo. Pero el problema no termina ahí, porque incluso si la madre puede trabajar desde su casa, se enfrenta a la doble tarea de ocuparse en simultáneo del trabajo y del cuidado de las niñas y los niños.

“Esta cuarentena puede agravar las desigualdades de género en términos de exigencias y de preocupación por parte de las mujeres, a quienes la sociedad les ha asignado el papel de cuidadoras”, aseguró la economista feminista Alma Espino en diálogo con la diaria. Los estudios muestran que las mujeres se dedican más tiempo que los varones a las tareas domésticas y de cuidados, por lo que tienen en total una carga de trabajo semanal significativamente mayor.

Según los datos más recientes que hay en Uruguay sobre este tema, y que datan de 2013, dos tercios del tiempo de trabajo de las mujeres son dedicados al trabajo no remunerado (64,6%), y el tercio restante al remunerado (35,4%). En el caso de los varones estas proporciones se invierten, ya que dedican sólo un tercio de su tiempo al trabajo no remunerado (31,9%). Las cifras fueron relevadas del módulo “Uso de tiempo y trabajo no remunerado” de la última Encuesta Continua de Hogares.

Otros estudios más recientes confirman que esta tendencia continúa. La cuarta Encuesta Nacional de Adolescencia y Juventud, presentada en febrero de este año, mostró que 47,7% de las mujeres de entre 12 y 35 años realizan tareas de cuidados, frente a 30% de los varones de la misma edad. A su vez, ratificó la brecha de género con respecto al tiempo dedicado: mientras las mujeres de estas edades dedican en promedio 33 horas semanales a los cuidados, los varones dedican casi 20.

Este fenómeno no es nuevo, pero el contexto del confinamiento agrava la situación para las mujeres, “debido a la saturación de sistemas sanitarios y el cierre de las escuelas”, tal como advirtió la semana pasada ONU Mujeres en el informe “Cómo incorporar a las mujeres y a la igualdad de género en la gestión de la respuesta a la crisis”.

Sin embargo, para Espino, esta situación de emergencia –inédita en el mundo– podría ser también una oportunidad para que se valore de una vez por todas un trabajo de las mujeres que ha sido históricamente invisibilizado, se fomenten relaciones más igualitarias en los hogares y haya mayor corresponsabilidad.

¿Cuál es el llamado que se les puede hacer a los varones? “Casi el mismo llamado que hoy se le está haciendo a la sociedad en términos generales: que de esto salimos todos juntos”, respondió la economista y también docente. “Un llamado a tener un papel más relevante y sentirse parte del cuidado de lo más importante que tenemos los seres humanos, que son las personas a las que queremos, que pueden ser los esposos, los padres, las madres, los hijos”, explicó. Espino aclaró que no es “hacer un sacrificio”, sino “tener la oportunidad de ganar en el terreno de los afectos”.

¿Quién cuida a las que cuidan?

Para revertir la división desigual de las tareas de cuidados no alcanza sólo con que los varones se involucren más. “Para pensar en corresponsabilidad verdadera también hay que pensar en el papel del Estado”, advirtió Espino. Pero en el contexto de emergencia sanitaria y económica el panorama parece complicado. “Va a ser muy difícil si no hay plata. Imagínate que es una actividad que normalmente no se ha valorizado del todo, que no se valoriza en términos económicos y que siempre se ha pensado como una actividad naturalizada y gratuita de las mujeres”, explicó Espino. “Es muy posible entonces que esto no sólo no se vea como prioridad, sino que directamente no se vea, porque cuando tenés a 100.000 personas que pasan a seguro de paro nadie está pensando que además hay que pagar esto”, agregó. El tema es que, como decía Silvia Federici, eso que muchos piensan que las mujeres hacen por amor es trabajo no pago.

En la misma conferencia de prensa en la que Lacalle Pou anunció que se extendería la suspensión de las clases, un periodista le preguntó cómo se manejaría la situación de los cuidados. “Esa fue una de las preocupaciones mayores cuando analizamos la suspensión de las clases”, contestó el mandatario. En esa línea, aludió a dos medidas que tomó su gobierno: la elaboración de un sistema para que las escuelas sigan con el suministro de alimentos pese a que no haya clases y la flexibilización del seguro de paro para los sectores más afectados por la situación sanitaria. Esta última medida puede ayudar a las mujeres que trabajan de manera remunerada en el cuidado de otras personas –ya que incluye a “trabajadores de la actividad privada que presten servicios a terceros”, según comunicó el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en su sitio web–, pero no aliviana la carga de los cuidados para las mujeres que trabajan en otras áreas y hacen malabares para atender a sus hijas e hijos.

El gobierno no adelantó qué iniciativas hay planeadas para reforzar los servicios del Sistema Nacional de Cuidados. En todo caso, el organismo informó que el servicio de Asistentes Personales –que atiende el cuidado y la asistencia personal de las personas en situación de dependencia severa – se seguirá realizando “en el marco de lo acordado entre la cuidadora o el cuidador y la persona asistida o su familia”. En tanto, el de Teleasistencia en Casa –que a través de una pulsera o un collar permite que las personas mayores de 70 años den aviso a su familia o al servicio médico ante cualquier incidente – continúa con su funcionamiento de manera regular.

El Estado tiene que encarar este tema “igual que hace cuando piensa en cómo va a ayudar a que las empresas puedan contribuir al seguro de paro”, consideró Espino. “¿Quién se va a hacer cargo de todo esto? ¿Sobre la espalda de quiénes van a recaer los grandes costos en términos de trabajo y de pérdida de oportunidades?”, planteó. En ese sentido, la experta dijo que la idea de que “los que puedan disminuyan el horario de trabajo” y “los que puedan se queden en sus casas” también tiene un sesgo de género: “Este ‘el que pueda’, en una sociedad en la que existen brechas de ingresos importantes, con mujeres que ganan menos que los varones, profundiza las desigualdades ya existentes”.

Vinculado con esto, opinó sobre las campañas que hablan del encierro y el distanciamiento social como una oportunidad para la reflexión, la introspección y el disfrute de la convivencia: “Esta visión romántica de la cuarentena es un privilegio de clase y de género”.

El cuidado remunerado

Las medidas para evitar la propagación del coronavirus también afectan de manera específica a las mujeres que se dedican de forma remunerada a los cuidados o al servicio doméstico. En primer lugar, porque corren el riesgo de perder el ingreso cuando, por razones sanitarias, se les solicita dejar de trabajar por considerarlas un riesgo de contagio para las familias con las que trabajan. Por otra parte, en el caso de que vayan a trabajar, se verán afectadas –ellas también – por una sobrecarga de las tareas, debido a la suspensión de clases. Además, en muchos casos su salud puede quedar expuesta, por condiciones de trabajo poco higiénico o insalubre o por no tener acceso a material sanitario como tapabocas o alcohol en gel.

“Las empleadas domésticas tienen un trabajo que, pese a todos los esfuerzos que se han hecho en Uruguay, todavía sigue siendo una de las ocupaciones con menos derechos de protección social”, afirmó Espino. La economista dijo que, en una crisis como la actual, “la protección y la seguridad social se vuelven algo imprescindible” para las trabajadoras de este sector, “porque probablemente van a estar en contacto con la enfermedad dentro de las casas, y ahí también hay un foco de preocupación”.

El informe de ONU Mujeres asegura que “la experiencia ha demostrado que las cuarentenas reducen considerablemente las actividades económicas y de subsistencia y afectan sectores altamente generadores de empleo femenino”. Ante este panorama, “el empleo y los servicios de cuidados se ven afectados para las trabajadoras en general y en particular para las trabajadoras informales y las trabajadoras domésticas”.

Una apuesta a la comunidad

Desde que estalló la pandemia, muchas personas que no constituyen población de riesgo se ofrecieron a comprar alimentos o medicamentos para quienes por algún motivo tienen que extremar los cuidados y cumplir cuarentena en casa. Las vimos en estos días publicando mensajes en las redes sociales o pegando carteles en los edificios y barrios.

En otros países, surgieron iniciativas para directamente tejer redes informales de cuidados. En Madrid, por ejemplo, la Asociación de Madres y Padres de un colegio capitalino, estudiantes universitarias y trabajadoras desempleadas se ofrecieron a cuidar gratis a niñas y niños en horario laboral para ayudar a madres y padres que inevitablemente tienen que ir a trabajar. La idea se replicó después en otros puntos de la ciudad y del país. ¿Estas redes comunitarias pueden ser otra solución al problema de los cuidados?

“Creo que los lazos de la comunidad siempre han tendido a sustituir la falta de presencia del Estado, por ejemplo, con las dificultades y los problemas que eso implica, sobre todo en casos como este, en el que hay una serie de factores de carácter sanitario”, reflexionó Espino. La economista consideró que este tipo de iniciativas “va a cobrar cada vez más importancia”, y recordó por ejemplo las propuestas autogestionadas de economía social que surgieron durante la crisis de 2001 en Argentina.

A su entender, estas iniciativas son importantes porque, en primer lugar, pueden contribuir con el combate a la soledad que generan el distanciamiento social y el aislamiento. Pero, sobre todo, los lazos comunitarios pueden contribuir a resolver los temas de cuidado de manera más corresponsable, tanto en la comunidad como dentro de los hogares. “Tal vez”, vaticinó Espino, “incluso cuando todo esto se empiece a superar, la autogestión y la comunidad van a tener un rol muy importante”.

Cuando el infierno es quedarse en casa

La casa es el lugar menos seguro para las mujeres que atraviesan situaciones de violencia de género por parte de sus parejas o de familiares varones con los que conviven. Por eso, para ellas, la cuarentena incrementa los riesgos.

Para Alma Espino, el aporte de las iniciativas comunitarias con relación al cuidado también puede ser fundamental en estos casos, en particular para que las mujeres no se sientan solas y tengan con quien contar. “Creo que viene a cuento con el tema de los cuidados, porque en estas circunstancias también puede haber violencia económica, relacionada con quedarse en casa, no ir a trabajar, trabajar menos horas o, en definitiva, traer menos plata a la casa”, explicó la economista.

En el marco de la emergencia sanitaria, el Instituto Nacional de las Mujeres reforzó el sistema de respuesta telefónica para asesorar a mujeres en situación de violencia. El número para acceder al servicio es 0800 4141 o *4141 desde el celular. Las líneas están abiertas de lunes a viernes de 8.00 a 00.00, y los sábados y domingos de 8.00 a 20.00. En caso de riesgo de vida, se aconseja llamar al 911.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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5) URUGUAY: ALERTA FEMINISTA EN CUARENTENA: LLAMAN A “CACEROLEO” PARA DENUNCIAR LOS CUATRO FEMICIDIOS COMETIDOS EN LOS ÚLTIMOS DÍAS

La Diaria /19 de marzo de 2020

La Coordinadora de Feminismos convoca a manifestarse desde las casas este viernes a partir de las 21.00.

“Fueron cuatro femicidios en esta semana; si te hacen ruido, hacé ruido”, propone la Coordinadora de Feminismos en la invitación al “caceroleo feminista” que convoca para este viernes a partir de las 21.00. Se trata de una alerta feminista pero adaptada al contexto de la emergencia sanitaria, para “levantar la voz a pesar del aislamiento”, dicen las militantes en el evento de Facebook.

Hubo cuatro femicidios en Uruguay entre el 4 y el 14 de marzo. El primero fue el de Ariana Méndez, de 20 años, asesinada por su pareja a principios de mes en el barrio Aguada. Su pareja, un hombre que estaba requerido por una denuncia de violencia doméstica hecha por otra mujer, se encuentra en prisión preventiva.

El segundo caso es el de Gloria Mabel Castellanos, de 65 años, cuyo cuerpo fue encontrado a orillas del arroyo José Ignacio, en Maldonado. El principal sospechoso era su pareja, que se suicidó después de cometer el femicidio.

El viernes 13 murió una mujer de 24 años, cuyo nombre no fue divulgado, nueve días después de que un militar retirado le golpeó la cabeza y la cara con una piedra en la rambla Francia. El femicida, que también tenía una denuncia por violencia de género de su ex pareja, fue detenido de manera preventiva.

El cuarto femicidio fue el de Zulema Carmela Silva, de 74 años, asesinada por su esposo en la casa que compartían en Jacinto Vera. El hombre después se suicidó.

La Coordinadora de Feminismos convocó a “estar alerta y continuar desplegando nuestra solidaridad feminista ante los efectos y consecuencias de la crisis sanitaria, que profundiza nuestra precarización laboral, y complejiza las tareas de cuidados”. “Reforcemos nuestro tiempo de lucha poniendo en común todas aquellas situaciones que deben ser denunciadas”, proponen las militantes en Facebook, “así como también las estrategias que creamos para enfrentarlas y sostener la vida que deseamos”.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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6) RECOMENDACIONES DE ONU MUJERES A LOS GOBIERNOS PARA INCORPORAR LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA RESPUESTA AL CORONAVIRUS

En un informe, el organismo llama a tener en cuenta el impacto diferenciado de la crisis en las niñas y las mujeres.

Los efectos de las crisis o de las situaciones de emergencia no son iguales para mujeres y hombres. Por eso, las estrategias para gestionarlas y dar respuesta tienen que tener en cuenta las dimensiones de género. Esta afirmación es la base del informe “Covid-19 en América Latina y el Caribe: cómo incorporar a las mujeres y la igualdad de género en la gestión de la respuesta a la crisis”, publicado esta semana por ONU Mujeres.

El documento analiza el impacto diferenciado de la emergencia sanitaria por el coronavirus en la vida de las niñas y las mujeres. En ese sentido, asegura que las mujeres son “imprescindibles en la lucha contra el brote” al ser las “primeras respondientes, trabajadoras y profesionales sanitarias, voluntarias comunitarias y cuidadoras”. Sin embargo, son también las más afectadas por la crisis, y de manera “desproporcionada”, ya que al estar en la primera línea de la respuesta asumen “mayores costos físicos y emocionales, así como un mayor riesgo de infección”.

Además, las mujeres siguen siendo las principales encargadas del trabajo de cuidados no remunerado, un fenómeno que se profundiza en tiempos de crisis. “Debido a la saturación de sistemas sanitarios y al cierre de las escuelas, las tareas de cuidados recaen mayoritariamente en las mujeres, quienes, por lo general, tienen la responsabilidad de atender a familiares enfermos, personas mayores y a niños y niñas”, asegura ONU Mujeres. Esto deriva en que la capacidad para conseguir sus medios de subsistencia “se ve altamente afectada”.

Por otro lado, la organización alerta sobre el aumento de los riesgos de violencia doméstica contra las mujeres y las niñas “debido al aumento de las tensiones en el hogar” durante el encierro en las casas –obligatorio o voluntario- para evitar la propagación del virus. “Las personas sobrevivientes de violencia pueden enfrentar obstáculos adicionales para huir de situaciones violentas o para acceder a órdenes de protección y/o servicios esenciales que pueden salvar vidas, debido a factores como las restricciones de la circulación o la cuarentena. El impacto económico de la pandemia puede generar barreras adicionales para dejar una pareja violenta, así como mayor riesgo de explotación sexual”, señala el informe.

La posibilidad de que estas situaciones se multipliquen es todavía mayor en las mujeres y niñas migrantes, que además corren el riesgo de ser capturadas por redes de trata, especialmente en un contexto de restricciones de viaje internas y externas, dificultades de acceso a servicios de salud y medicamentos, y falta de documentación.

Una respuesta efectiva a todas estas problemáticas “requiere reflejar las dinámicas de género”. Pero ¿cómo hacerlo? ONU Mujeres enumera algunas recomendaciones para los gobiernos:

Asegurar la disponibilidad de datos desagregados por sexo y el análisis de género, incluyendo las tasas diferenciadas de infección, impactos económicos y en la carga de cuidado, barreras de acceso de mujeres, e incidencia de violencias doméstica y sexual.

Destinar recursos suficientes para responder a las necesidades de las mujeres y niñas, que deben ser consideradas de manera diferenciada.

Implicar a las mujeres en todas las fases de la respuesta y en la toma de decisiones nacionales y locales, especialmente a grupos que están recibiendo mayormente el impacto de las crisis, como las trabajadoras del sector sanitario, trabajadoras domésticas y del sector informal, así como mujeres migrantes y refugiadas.

Asegurar la atención de las necesidades inmediatas de las mujeres que trabajan en el sector sanitario. Mejorar el acceso de las trabajadoras sanitarias a la información, a los equipos de protección personal y a los productos de higiene menstrual, y promover modalidades de trabajo flexibles.

Impulsar consultas directas con organizaciones de mujeres sobre la situación de las mujeres, en particular sus necesidades y las medidas adecuadas para enfrentar la pandemia, asegurando que sus opiniones, intereses, contribuciones y propuestas sean incorporadas en la respuesta.

Los mensajes de salud pública deben llegar a las mujeres en su diversidad y abordar las necesidades de las mujeres en sus diferentes roles, especialmente la información sobre promoción, prevención, mitigación e higiene. También es clave aumentar las capacidades de las organizaciones de mujeres para desarrollar estrategias, aprovechar canales alternativos de comunicación y mejorar la identificación y apoyo a nivel comunitario en casos de violencia contra las mujeres.

Adoptar medidas para aliviar la carga de las estructuras de atención sanitaria primaria y garantizar el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluida la atención sanitaria prenatal y posnatal.

Adoptar medidas directas de compensación a trabajadoras informales, incluyendo trabajadoras sanitarias, domésticas, migrantes y de los sectores más afectados por la pandemia, a fin de que sea posible mantener la generación de ingresos y los medios de subsistencia de las mujeres más afectadas.

Impulsar medidas de política que permitan reconocer, reducir y redistribuir la sobrecarga de trabajo no remunerado que se produce al interior de los hogares por cuidados de salud y cuidado de niñas, niños, personas mayores y personas con discapacidad, y que es absorbida mayoritariamente por las mujeres.

Promover estrategias específicas de empoderamiento y recuperación económica de las mujeres, considerando programas de transferencias monetarias, para mitigar el impacto del brote y sus medidas de contención, incluido el apoyo para que se recuperen y puedan desarrollar resiliencia para futuras crisis.

Adoptar medidas que permitan asegurar el acceso de mujeres migrantes y refugiadas a servicios de salud, empleo, alimentación e información, mitigar los riesgos de protección con especial atención a la violencia de género y la trata de mujeres y niñas, y fomentar la cohesión social.

Dar prioridad a los servicios básicos multisectoriales esenciales, incluidos los servicios sociales, de alimentación y de salud, así como medidas adecuadas para el manejo digno de la higiene menstrual.

Asegurar la continuidad de servicios esenciales para responder a la violencia contra las mujeres y niñas, desarrollar nuevas modalidades de brindar servicios en el contexto actual y aumentar el apoyo a organizaciones especializadas de mujeres para brindar servicios de apoyo a nivel local y territorial.

Tener en cuenta las necesidades diferentes de las mujeres y los hombres en los esfuerzos de recuperación a mediano y largo plazo. Desarrollar estrategias centradas en las mujeres, para fomentar resiliencia e impulsar mecanismos para la generación de ingresos y medios de vida sostenible, reconociendo el mayor impacto generado en los diferentes grupos de mujeres.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 633 – 23/03/2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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