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URUGUAY: EL REGRESO DE LAS OLLAS POPULARES – comcosur al día 2244 – 08.04.2020

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020 – Hoy:

1) El Imperio Digital Global /Silvio Amodei
2) Soberanía alimentaria y coronavirus /José Antonio Rocca
3) El fracaso de la visión neoliberal de la salud /Sergio Ferrari
4) Uruguay: El regreso de las ollas populares /Sudestada
5) Uruguay: Orígenes y proyección de Cabildo Abierto /La Diaria
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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1) EL IMPERIO DIGITAL GLOBAL

Por Silvio Amodei, 5 de abril 2020

Algunas empresas que 15 o 20 años atrás no existían hoy son aquellas que están dominando el nuevo orden mundial bajo los lineamientos del imperio global. Podríamos así referirnos entre otros a Google, Facebook, Amazon, Microsofft, Booking, Uber, etc., actividades bancarias y financieras, telefonía, laboratorios, empresas farmacéuticas, de servicios y tantas otras corporaciones multinacionales, que instaladas fiscalmente en paraísos fiscales, muchas veces europeos, hoy, digitan nuestra vidas.

El capitalismo planetario, a través de la famosa peste moderna – el COVID 19- ha implantado el miedo. Estamos siendo todos agredidos a nivel mundial por una campaña publicitaria planetaria sin precedentes que podría definirse el “marketing del terror”.

Los hombres y mujeres en el mundo aceptan el aislamiento social para “protegerse” del “otro”, creyendo así salvar sus vidas ante la peste. El terror ha sido impuesto y aceptado, nuestro enemigo actual es el “otro,” nuestros familiares, o simplemente amigos o compañeros de trabajo.

Si, de el ”otro”, nuestro actual potencial enemigo y portador de la pandemia universal, el COVID 19. Todos hemos aceptado “distancia social”, eso sí, solo interconectados desde nuestro ordenador o teléfono móvil. Encerrados, presos y detenidos en nuestras casas bajo “medidas de seguridad” y sin otra comunicación que aquella que es digitada por las APP, e Internet.

Nuestras casas, son hoy lugares de teletrabajo, escuelas, universidades, gimnasios, cines, museos, conciertos, centros de esparcimiento cultural digital integral. La tendencia al aislamiento social que impone una revisión del cambio cultural trae aparejada en sí misma una ideología diferente que posibilita y sustenta en el imaginario colectivo una nueva forma de explotación planetaria imperial.

La seguridad para salvarnos de la pandemia, nos lleva al control social planetario, amparado y difundido por cada uno de los gobiernos en el mundo. Nadie está a salvo del control social actual. Este nuevo capitalismo global y sin fronteras dirigido fundamentalmente por las grandes corporaciones de las comunicaciones, de las finanzas y de la seguridad, ha decidido cambiar su forma de actuar bajo la imposición del terrorismo global sobre cada uno de los habitantes/consumidores del planeta.

Esta falsamente llamada “revolución digital”, es solamente un reacomodo del capitalismo global que echa por tierra entre otras cosas el concepto de nación. Sepultada la nación como concepto de identidad nacional. Es así que el imperio de las multinacionales, bancas, App, internet, etc. es quien obliga al fin de la democracia que hoy conocemos.

La democracia representativa pasa a ser digitada por una nueva forma de dictadura global, bajo el mando de Organismos mundiales dependientes de las reglas de un mercado moderno y transnacional.

En esta situación de ensayo general mundial llamado “COVID 19” los diferentes gobiernos, independientemente de su colocación a derecha o izquierda en el espectro político nacional o internacional han aplicado más o menos las mismas políticas económicas, sanitarias y de control social en los diferentes países del globo. Como ya veremos, todos los gestores de las políticas” nacionales” aplicaran en el próximo futuro las mismas recetas económicas para la salida de esta crisis. Si observamos con una cierta atención hasta antes de la crisis “Coronavirus” el descreimiento a la clase política a nivel mundial era casi unánime por parte de los “ciudadanos”.

Hoy en plena crisis, la ciudadanía cree en ellos y hemos puesto en sus manos nuestra salvación, dejamos en sus decisiones la esperanza de que ellos encuentren la salida a la “crisis”.

Es decir, una vez más delegando en las clases políticas y en los administradores de las política nuestro destino, nuestra seguridad, la sanidad, el trabajo o desempleo, la enseñanza, nuestros cuerpos y nuestras mentes.

En estas pocas líneas, deseo solo señalar algunos aspectos que a mi entender son necesarios para comprender al menos en parte lo que está sucediendo. Creo que llegó la hora que empecemos el análisis de la situación. Las izquierdas, salvo pocos de sus pensadores actuales han estudiado o analizado los temas que conciernen la realidad de esta nueva fase histórica del capitalismo mundial. Es hora, que los antagonistas globales, independientemente de cuál es su ubicación geográfica (el imperio digital no conoce la frontera) pongan el pensamiento colectivo a elaborar y estudiar desde el movimiento social y la academia, en forma colectiva el análisis del estado de situación tanto en lo económico, social, político y cultural. Ser antagonista nos requiere pensar sin esquematismo y desde una nueva óptica tanto sobre lo digital como sobre la hegemonía del capitalismo global en el siglo XXI.

La lucha de clases existe. La están haciendo ricos contra pobres. Las oligarquías de la era digital, modifican el sistema del trabajo, donde el tiempo del trabajo del trabajador será continuo y sin pausas. Las APP, el teléfono móvil, el teletrabajo. Ya implementado a través del trabajo “a distancia social” lo cual trata de impedir el aglomerado social. Es decir la posibilidad de reunión y participación colectiva. Para ello era necesario el experimento actual, es decir dejar una cantidad de personas “excluidas tanto sea del trabajo como del acceso a los medios digitales. Por lo tanto nos encontraremos en los próximos años con mayor precarización del trabajo y, exclusión social. Estas son dos de las herramientas que esta oligarquía está hoy ensayando con el aval de las mayorías.

Esto configura en los hechos, baja de salarios y redito de ciudadanía o asistencia social para aquellos –no todos serán incluidos -que quedaran fuera del mercado del trabajo, lo cual lleva en sí mismo y en los hechos a que la transferencia de los costos sociales la paguen los presupuestos de los estados endeudándose con los organismos multilaterales de crédito. Mayores tasas para la ciudadanía y financiamiento para las multinacionales dislocadas en zonas francas y paraísos fiscales. Nada de esto es nuevo, la novedad es que no fue decidido por un estado, sino que fue diseñado y planificado en esta oportunidad por el capitalismo o imperio global a través de la OMS, y los organismos de crédito internacional, BID, FMI, BCE, etc.

Si tomamos como ejemplo la sanidad podremos ver como con las APP en los teléfonos móviles cada uno de nosotros será digitalizado por los servicios públicos tanto por su médico de familia como por el tipo de sistema sanitario de salud privado que el usuario elija. Miles de datos de cada uno de nosotros irán a parar a manos de la industria farmacéutica la cual ya dispone, pero dispondrá en mayor medida en el próximo futuro y a través de algoritmos digitalizar y poseer las historias clínicas de millones y millones de enfermos /consumidores.

Algo similar sucederá a través de la digitalización en la enseñanza, tanto con estudiantes como profesores, hoy han hecho la primera fase del experimento de masas. El control social se comenzara a partir de la escuela, y con algoritmos podrán saber las inquietudes y deseos de las próximas generaciones de estudiantes. Amén de que esa masa estudiantil es un consumidor, es probable que se traslade la formación de la escuela a los hogares bajo la tutela de los mayores. Por lo tanto el sector de los estudiantes será llamado a estudiar a través del “telestudio” en su propia casa – celda.

Mientras tanto, los padres, además de trabajar desde sus casas para el mantenimiento familiar seremos custodios de nuestros hijos. Todos consumidores, y todos represores, enemigos de quien no acepta hoy la nueva regla que indica “mantener distancia social” con todo lo que ese concepto contiene, y todos a su vez seremos informantes pasivos de nuestros sueños, inquietudes y deseos al gran mercado global.

Sin el apoyo pasivo de las multitudes nada de esto será posible. El consenso de las mayorías no corresponde a la unanimidad.

Por lo tanto, para que todo esto sea sustentable son necesarios los aparatos represivos multilaterales y locales. Nuestro account (cuenta de mail, etc.), es nuestra cedula de identidad universal. Cámaras de seguridad que invaden los espacios públicos y privados, dispositivos de identidad a través de las fotos, han sido implementados y puesto en práctica tanto en China como en Rusia sin solicitar ningún tipo de permiso y utilizando como pretexto consensuado la emergencia Coronavirus.

Dice Byung-Chul Han en el artículo publicado recientemente por el Diario El País de España: “Entre tanto China ha introducido un sistema de crédito social inimaginable para los europeos que permite una valoración una evaluación exhaustiva de los ciudadanos. Cada ciudadano debe ser evaluado en su conducta social” y más adelante agrega:” En China hay 200 millones de cámaras de vigilancia, muchas de ellas provistas de una técnica muy eficiente de reconocimiento facial. Captan incluso los lunares del rostro. No es posible escapar a la camera de vigilancia estas cámaras dotadas de inteligencia artificial pueden observar y evaluar a todo ciudadano en los espacios públicos, en las tiendas, en las calles, en las estaciones y en los aeropuertos.” (1)

A su vez Renato Curcio en su libro L`Imperio Virtuale: “Con el Novecientos a las espaldas y terminada la fase propulsora de sus vehementes utopías vemos afirmarse en perfecta continuidad en sus peores aspectos una nueva oligarquía económica experta en el ejercicio del poder digital; un poder que actúa sobre nuestra identidad digital mundializado y totalizante que intuye formas súbditas inéditas, radicales. Un poder que toma y utiliza ganancias y el control de una enormidad de informaciones sobre cada una de las personas, grupos sociales y sobre las instituciones desparramadas en el planeta. Al mismo momento, casi en silencio, sin suscitar escándalo, otro proceso se desarrolla a su lado; el adaptarse activo y con entusiasmo de millones de personas, divididas entre ellas al nuevo contexto digital”. (2)

En fin y para concluir, ¡mucho tenemos para hacer!… Quizás hoy, frente a estos nuevos hechos que nos han golpeado a llegado la hora para que los sectores que se consideren antagónicos a las oligarquías imperiales comiencen un camino de análisis serio, preciso y profundo para intentar conocer el dónde, cómo y porque se está transformando el capitalismo imperial. La lucha de clases no desapareció, y menos que menos está en “cuarentena”. En nosotros esta intentar comprender que caminos tomar, cuales son los instrumentos de la resistencia y como utilizar las tecnologías al servicio de la humanidad.

Notas:
(1) Extraído del sito www.lavaca.org
(2) Renato Curcio L`Imperio Virtuale – Editorial Sensibile alle foglie, 2015

Silvio Amodei
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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2) SOBERANÍA ALIMENTARIA Y CORONAVIRUS

José Antonio Rocca /Abril 2020 primera quincena

La crisis mundial y el coronavirus exponen la irracionalidad del capitalismo. Países dominantes en los que abundan armas de destrucción masiva, carecen de insumos sanitarios.
El contexto también revaloriza la diferencia entre los que deberían ser derechos básicos al trabajo, vivienda digna, alimentación, servicios de educación, abrigo, transporte popular y aquellas otras mercancías que podrán ser más o menos importantes pero prescindibles.

La expansión de la epidemia acentúa cierres de fronteras que limitan circulación de alimentos y personas, desnudando los riesgos que para los países dependientes significa la apertura comercial y financiera prácticamente sin restricciones a la impunidad de grandes capitales.

Estados Unidos y Europa occidental fueron recrudeciendo medidas de protección a la producción y el trabajo locales, especialmente en alimentos y productos estratégicos las últimas décadas casi con la misma velocidad que han difundido por el mundo discursos sobre las bondades del “libre comercio”.

También son conocidos los riesgos de los pobladores africanos que quieren acceder a los mercados laborales europeos o de los habitantes del sur del río Bravo para ingresar a Estados Unidos. La denominada “globalización” ha implicado esencialmente que capitales financieros y mercancías sofisticadas incrementaron sus desplazamientos desde norte a sur, a la par que dividendos y ganancias de grandes corporaciones fluyen de sur a norte.

Monocultivos, especialización, dependencia excesiva del mercado mundial para productos básicos, reiteran su vulnerabilidad, no solamente económica, ambiental, sino además sanitaria. Los países más jugados a la rentabilidad como guía de sus estrategias quedan más expuestos a las vicisitudes de mercados mundiales cada vez más impredecibles.

La necesidad de estrategias y políticas económicas que otorguen prioridad a la producción de los productos esenciales para el consumo de la población se evidencia en toda su magnitud. Uruguay posee condiciones excepcionales para la producción de carnes vacunas, ovinas, porcinas, aves, pesca, trigo, maíz, verduras, frutas, materiales de construcción, defensa del agua, del aire, del territorio limpio, esencial para la vida.

En particular la epidemia pone también en el tapete, la importancia de concebir los servicios de salud como derecho humano y no como espacio de valorización de capital subordinado a la rentabilidad particular.

Una organización económica bien constituida debe garantizar fuentes de trabajo y el acceso directo de todos los sectores de la población a productos básicos. El territorio debe ser sustento de vida y no de ganancia para capitalistas.

Mientras tanto el gobierno oriental privilegia grandes banqueros, extensiones de eucaliptus y soja al servicio de grandes empresas del exterior, sin utilizar siquiera parte de los excedentes generados en estas actividades para financiar el combate al coronavirus.

Parece claro que los intereses de estos grandes capitales son contradictorios con los de los sectores populares a incluso con la construcción de un país productivo, una de cuyas condiciones necesarias parece ser el control de las divisas que ingresan al país, para un uso racional en defensa de la obtención de insumos para la producción y el consumo local.
En la reconstrucción de las bases económicas deben redireccionarse las fuentes de ingreso del Estado y sus gastos. Las inversiones no pueden estar al servicio de UPM 2 sino que deberían encauzarse hacia jugar un rol esencial en la construcción de vivienda popular e infraestructura que acerque producción y consumo populares dentro de lo que el transporte ferroviario tiene que jugar un papel decisivo.

Pensar la economía desde las necesidades básicas se hace cada vez más urgente. El día después no puede esperar.
Gotitas de economía.

El Banco Central del Uruguay con la nueva dirección de Diego Labat continúa emitiendo deuda semana tras semana. Incrementando además las tasas de interés que paga a los acreedores. Especulación y la patria financiera de parabienes.

Entre otras tarifas el agua potable incrementará su precio algo más de 10% en abril. Mientras tanto el gobierno difunde la importancia de lavarse las manos para detener el coronavirus.

Frente a las propuestas recortar el trabajo público es bueno recordar su composición en Uruguay. Aproximadamente 300.000 cargos. En términos aproximados corresponden 40.000 a las intendencias y 30.000 a los entes del Estado (UTE, Antel, Ancap, Correo, Bancos, etc.). De los restantes 230.000 la mitad se vincula a la enseñanza en sus diferentes ramas. Algo más del 25% a interior y Defensa, 12% a servicios de salud, y el resto se distribuye en proporciones relativamente menores entre poder judicial, agricultura y pesca, turismo, industria, entre otros. Sería bueno saber dónde piensa pasar la moto sierra el gobierno.

Según datos de agencias de las Naciones Unidas mueren de hambre 8500 niños por día. Rara vez son noticia para algunos medios de prensa.

El dólar en Brasil, incrementó su precio desde 4.01, a comienzos del año a un entorno de 5 hacia finales de marzo. Los índices de la bolsa de valores cayeron en rangos cercanos al 30%. El sube y baja hace difícil cualquier previsión en los casinos financieros.

José Antonio Rocca / La economía de a pie
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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3) EL FRACASO DE LA VISIÓN NEOLIBERAL DE LA SALUD

Cuando la crisis toca, agónicamente, las puertas del Estado

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza

Hace algunas semanas, cuando todavía el impacto de la pandemia no se había percibido en su verdadera magnitud, voceros empresariales suizos habían avanzado que no querían “ninguna intervención del Estado”. Fueron necesarios muy pocos días, ante el agravamiento de la situación, para que cambiaran drásticamente de posición.

A fines de marzo, esos mismos sectores, evalúan que el paquete de urgencia de 42 mil millones de francos – valor similar en dólares estadounidenses- que la Confederación desbloqueó el viernes 20 de marzo para asistir a los actores productivos del país es insuficiente.

Ahora apuntan a una inversión necesaria de la reserva nacional, es decir de fondos públicos, que oscilaría en los 200 mil millones de francos, es decir 5 veces mayor que la actual.

Para evitar así, según sus argumentos, que la economía se paralice estructuralmente y exija, luego, reconstruirla desde muy abajo con el corolario de innumerables empresas quebradas. Las autoridades helvéticas contabilizan ya una retracción del 20 % de la actividad económica debida al COVID-19 y prevén un crecimiento negativo para 2020, a pesar que antes de esta coyuntura la economía se encontraba en un momento floreciente en cuanto a crecimiento con tendencia positiva.

La primera parte del paquete de salvación de la economía helvética representa el 5% del Producto Interno Bruto del país. Casi en paralelo, el Gobierno norteamericano aprobó en la noche del martes 24 de marzo, con el mismo objetivo, un paquete de 2 billones de dólares, que representa un 9% de su PIB. Y Alemania, el miércoles 25, abrió la bolsa de sus reservas por algo más de 1 billón de euros, monto que significa el 27 % de su PIB. El paquete español representará, según anuncios oficiales, un 20% del PIB. Francia destinará 45 mil millones de euros para comenzar a hacer frente a la situación, de un total que podría ser, al menos, diez veces mayor.

En general, todas las medidas de emergencia anunciadas en Europa tienen dos objetivos principales: apoyo a las empresas y contención social del impacto de la crisis entre los trabajadores y desempleados. Los porcentajes destinados a uno y otros hacen parte del debate político ya permanente sobre la redistribución del ingreso nacional. Por el momento, en Suiza, solo un 30 % del total estará dirigido a trabajadores-desempleados, al tiempo que una gran movilización social virtual convoca a incluir en el paquete al amplio sector de los “independientes”, olvidados en la repartija de las primeras tajadas de apoyo de emergencia.

El SOS económico-financiero requerido -exigido- por los sectores productivos de las potencias occidentales ante la crisis, recuerda comportamientos ya conocidos. Defienden la no intervención del Estado, en tiempos normales, cuando incluso forcejean continuamente por prebendas fiscales. Y se ponen de rodillas frente al Estado cuando sus negocios se ven amenazados.

Situación emblemática la del 2008, cuando el Gobierno suizo rescató de la que se perfilaba como quiebra inevitable, a la Unión de Bancos Suizos (UBS), invirtiendo entonces 60 mil millones de francos de un día a otro, sin ninguna consulta parlamentaria.

Salud: de repente no es más una “mercancía”

En el plano social, el debate de las últimas décadas, sobre el significado de la salud pública – y en cierta forma la educación- ocupa un lugar privilegiado en la Europa neoliberal, adquiriendo una particular vigencia en la hora actual.

Potencias mundiales, como Italia, Francia, España etc. cuentan hoy con estructuras hospitalarias muchas veces destartaladas y que ya estaban al borde del colapso antes mismo de la pandemia. Hoy se expresa en carencias de máscaras para el personal médico o paramédico; insuficientes reactivos para chequear a la gente; falta de las anestesias esenciales para tratar a los enfermos graves entubados; incluso déficit de desinfectante para las manos, esencial para confrontar el avance de la enfermedad. Ni que hablar de las deficiencias relevantes en cuanto a personal humano.

Radiografía que, con matices, se extiende a otros de los países del continente. Aspecto dramático: la insuficiente cantidad de respiradores mecánicos, esenciales en las estaciones de cuidados intensivos -de casi toda Europa-, para los pacientes que como producto de las neumonías graves se debaten entre la vida y la muerte. Y tras esas falencias, la concepción sistémica preponderante, que considera a la salud pública como un “gasto”, y que viene promoviendo desde años la privatización del sector.

Pesadilla particular, por ejemplo, en Francia, que desde 2010 con Nicolás Sarkozy empezó a protagonizar una privatización acelerada de la salud, con consecuencias inimaginables para el sistema sanitario nacional.

2019 había sido ya un año de intensas movilizaciones de los trabajadores del sector. Iniciadas en marzo, fueron aumentando en potencia hasta que el 15 de noviembre, cuando miles de profesionales del sector salieron a la calle en todo el país convocados por el Colectivo Inter-Hospitales. Personal de 268 establecimientos de salud apoyaron la protesta, fundamentalmente centrada en las deficientes condiciones de trabajo en el área, los bajos salarios, y la saturación de las salas de emergencia, insuficientes para la demanda ya en ese momento, cuando todavía no se hablaba de pandemia.

Oportunismo neoliberal

El 14 de marzo pasado el presidente Emanuel Macron, en un discurso público, rindió homenaje a “los héroes de delantal blanco”, refiriéndose al personal médico y paramédico francés. Subrayando la necesidad que un sistema de salud “fuera de las leyes de mercado”.

Alocución netamente contradictoria con lo que fue la tendencia gubernamental en los últimos años. Un estudio de la misma Dirección de Estudios Estadísticos del Ministerio de Salud (DRES) indicaba que, en base a una investigación realizada con datos a partir de 2013, en 3.036 establecimientos médicos, se habían cerrado 17.500 camas que permitían a los pacientes dormir en los hospitales. En 2017 y 2018 esa tendencia se mantuvo con 4.172 camas desaparecidas. Según distintas fuentes, en 2019, año de gran protesta social en el sector, 40 % de los puestos de médicos estaban vacantes y el 30 % del sector enfermería.

No hay presente sin historia. Interesante recordar que el 15 de mayo del 2017 el periódico francés Le Fígaro analizaba un Informe mundial sobre la situación de la salud entre 1990-2015. El mismo (que ubicaba a Estados Unidos en el puesto 35 lo que explica, parcialmente, sus limitaciones actuales para confrontar el COVID-19), le asignaba a Francia el 15to lugar. Comentando entonces esa realidad, el Profesor de Salud Pública de la Universidad de Lorraine, François Alla, coautor del estudio, no ahorraba sus preocupaciones. Criticaba, particularmente, las deficiencias del sistema en cuanto a atención. Y decía “se podrían evitar miles de muertes cada año si mejorara la organización de la atención, la formación del personal, el cumplimiento/seguimiento de los pacientes y las recetas médicas”. Este es un verdadero desafío que debería convertirse en una “prioridad para el Ministerio de Salud».

Radiografía premonitoria de los que sucedería casi 3 años más tarde. Vida o muerte. Salud pública entendida como “gasto” o comercializada como una mercancía más. Debate de sociedad que la pandemia del coronavirus hace explotar con crueldad, a la luz de un sistema sanitario colapsado y los decesos -que en parte podrían ser evitados- multiplicados cada hora.

Sergio Ferrari (Suiza)
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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4) URUGUAY: EL REGRESO DE LAS OLLAS POPULARES

Desde el inicio de este gobierno se pidieron más de 52 mil envíos al seguro de paro en BPS. La llegada del coronavirus aceleró una crisis que desempolvó viejas formas de asegurar el sustento

Sudestada, 25/03/2020

Desde el 1° de marzo y hasta el lunes 23 el Banco de Previsión Social (BPS) recibió 52.060 solicitudes para el subsidio por desempleo, según las últimas cifras oficiales. De estas solicitudes, hay 42.087 que se deben a la suspensión de actividades, 4.834 corresponden a despidos y las restantes 5.139 a reducción de personal.

La mayoría de estas solicitudes, unas 14.750, corresponden al comercio por mayor y los pequeños comercios, 8.375 solicitudes a la industria manufacturera, al tiempo que 7.471 corresponden a los emprendimientos que brindan servicios de alojamiento y de alimentación.

Esta situación, sumada a miles de uruguayos que se ganan la vida en trabajos informales como changas o vendedores ambulantes en ferias, ómnibus y calles, llevó a reactivar el recurso de las ollas populares, muy utilizado en la década de 1990 y, en especial, durante la crisis de 2002, en el gobierno de Jorge Batlle.

Varios vendedores ambulantes y trabajadores informales se movilizaron en la explanada de la Intendencia de Montevideo y frente a la sede del Ministerio de Desarrollo Social para solicitar una alternativa ante la disminución de ingresos por el descenso de pasajeros en el transporte.

Estos trabajadores también enviaron una carta a Presidencia de la República en procura de soluciones y bajo la premisa de que no quieren dinero, sino una canasta básica con alimentos para poder sobrellevar esta situación de emergencia.

En forma paralela, vecinos de diferentes barrios de Montevideo y de otros departamentos comenzaron a organizarse para realizar ollas de comida, como forma de colaborar con otros que enfrentan diversos problemas ante el estado de emergencia sanitario del país.

En la zona Piedras Blancas, en el cruce de Rafael y Dunant, una familia se organizó para llevar adelante un merendero y olla popular para los vecinos del barrio. Allí muchos van a buscar su vianda y, otros, llevan donaciones de alimentos.

El miércoles 25, a la hora 13 el Club Atlético Villa Teresa organizó una olla solidaria para los vecinos de la zona. Muy cerca de allí, en Nuevo París, en la esquina de las calles Carlos de la Vega y Turubí, se realizó ayer al mediodía una olla popular con la consigna “Arrimate con tu tupper o recipiente”.

En la zona del Cerro, en Grecia y Barcelona, los vecinos también cocinan para que todo aquel que se acerque pueda llevarse una porción de comida recién hecha. También en el Cerro, en Gibraltar 4246 bis, esquina Japón, se ofrecerá una cena, a partir del sábado 28 desde las 20 horas. Lo único que se solicita es que los vecinos se acerquen con sus viandas y cubiertos.

En Casabó, en Senegal 3785 esquina Charcas, varios vecinos se pusieron de acuerdo para brindar una cena, a partir de la hora 20. En Villa Muñoz, una rotisería ubicada en Domingo Aramburú 1840, ofrece hasta las 10 de la mañana café con leche y tostadas con manteca.

Por otra parte, el PIT-CNT comenzó ayer, martes, a distribuir más de 600 bandejas con una comida balanceada, en los barrios Nuevo Ellauri, Maracaná, Paso Carrasco y Ciudad del Plata. Estos alimentos son elaborados siguiendo estrictas normas de higiene y su distribución se realizó de manera de evitar aglomeraciones de personas,

El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, insistió en el reclamo de crear una renta básica transitoria de emergencia que pueda paliar la situación de los trabajadores que, debido a las características de su labor, no reciben ningún ingreso y tampoco acceden al seguro de desempleo.

Este tema, entre otros de una plataforma de 11 puntos, motivó que la central obrera, la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu), la Federación de Estudiantes Universitarios Del Uruguay (FEUU), la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (Fucvam), el colectivo Ovejas Negras, la Intersocial Femenista, y Redes de Amigos de la Tierra, entre otras organizaciones, convoquen a un cacerolazo acompañado de apagón social que se realizó el miércoles 25 de marzo de 21 a 21.10 horas.

Las bandejas escolares en aumento

Hace una semana, el miércoles 18, las autoridades de Primaria comenzaron la distribución de más de 37 mil bandejas alimenticias para escolares, que la recibirán mientras dure la emergencia sanitaria por el coronavirus. De los 37.200 inscriptos para recibir el alimento, 13 mil son de Montevideo y unos 24.200 del interior, según explicó la directora general del Consejo de Educación Primaria, Irupé Buzzetti, quien destacó el trabajo de docentes y funcionarios, que permitió cambiar, en pocos días, la modalidad utilizada para brindar los alimentos a los niños.

Pero las previsiones de las autoridades de Primaria se vieron desbordadas, ya que actualmente se entregan 43.035 bandejas de almuerzos en 727 escuelas urbanas. Uno de los integrantes del Consejo de Primaria, Héctor Florit, señaló que no hay mucho margen para aumentar esa cantidad, a pesar de que crecen los pedidos de las familias.

El Consejo de Primaria le solicitó a los docentes que agreguen a las familias a una lista de espera, lo que para la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) no es viable.

“Alertamos al gobierno nacional que esta situación está sucediendo, y que tome las responsabilidades sobre una respuesta que tiene que ser inmediata, porque los trabajadores que están al frente también se están exponiendo, no solamente en lo sanitario, sino también frente al hecho de tener que dar la cara para negarle a una familia la bandeja”, dijo la secretaria general del sindicato, Elbia Pereira.

El Secretariado Ejecutivo de la Federación FUM redactó un comunicado donde “exige al gobierno nacional que brinde protección social a través del incremento del monto de asignaciones familiares, ampliación de tarjeta del Mides a familias que han pasado a una situación crítica y otras situaciones de vulnerabilidad, y se solicita a las autoridades sustituir el sistema de viandas por un sistema de canastas que permita profundizar el necesario aislamiento social”.

El gremio de maestros considera “fundamental que las inscripciones para la alimentación en las escuelas sean abiertas y que se den garantías de su implementación inmediata por parte de las autoridades”.

Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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5) URUGUAY: ORÍGENES Y PROYECCIÓN DE CABILDO ABIERTO

Receta para un partido político

La Diaria, 4 de abril de 2020

La coalición gobernante tendrá en estos cinco años un socio particular. Cabildo Abierto ha dejado en claro desde la asunción de Luis Lacalle Pou que pretende tener un perfil propio. A los diez días de la llegada del covid-19 a Uruguay, anunció que presentaría un proyecto para fijar un tope salarial a los funcionarios públicos con el objetivo de recaudar fondos para combatir la pandemia, lo que despertó críticas en sus aliados del Partido Nacional. Su líder, Guido Manini Ríos, se presenta como uno de los posibles candidatos de cara a las próximas elecciones nacionales. ¿Cómo surgió este sector, que alteró la distribución de fuerzas de la política nacional y reúne a católicos, productores rurales y militares retirados?

“A partir del ideario artiguista se define una concepción del hombre, una concepción de la economía social y una concepción de la vida en comunidad”, rezan los principios fundacionales de Cabildo Abierto (CA), el partido que irrumpió en el escenario político en las últimas elecciones nacionales y se posicionó como un actor de peso tras obtener 11% de los votos en octubre, lo que se tradujo en tres bancas en la Cámara de Senadores y 11 en la de Representantes.

Asimismo, aportó este caudal electoral para la coalición multicolor que llevó a Luis Lacalle Pou a la presidencia de la República y, negociaciones mediante, ocupó dos ministerios: Vivienda y Salud Pública.

Los logros políticos son grandes para un partido con poco más de un año –su fecha oficial de fundación es el 10 de marzo de 2019– y cuyo “encanto” para los votantes está, podría decirse, en las mezclas ideológicas. Según una encuesta realizada por Cifra antes de las elecciones de octubre, 24% de los votantes de CA había votado al Frente Amplio (FA) en 2014, así como 38% lo había hecho por el Partido Nacional (PN) y 21% por el Partido Colorado (PC). El impacto que tuvo la aparición de CA se hizo evidente cuando los tres grandes partidos del sistema político uruguayo votaron por debajo de sus resultados de 2014.

Además de la confluencia de personas desencantadas tanto con el FA como con los partidos tradicionales, hay una llegada de personas “que no tenían militancia partidaria, pero que sí tenían participación gremial”, dijo a la diaria Marcos Methol, uno de los fundadores del partido y actual encargado de Comunicación. La fuerte influencia católica también atrajo a militantes “con cercanía a movimientos cristianos y de fe”, sobre todo a aquellos que se movían en barrios periféricos de Montevideo, así como también a una base importante “de policías y militares retirados, gente joven que se empezó a involucrar con todo este tema de la reforma a la Caja Militar. Había un componente, en el origen, de gente militar”.

Según el politólogo Adolfo Garcé CA “es un partido policlasista”, como la mayoría de las colectividades políticas en Uruguay; sin embargo, su atracción principal es que tiene “un discurso nacionalista”, con componentes “antiglobalización” y una fuerte reivindicación del artiguismo. Garcé sostuvo que el discurso cabildante tiene esos puntos en común con el del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, y posteriormente con el del Movimiento de Participación Popular, lo que explicaría la llegada de CA a los sectores más populares. De todas formas, el estatismo de CA responde a una concepción militar “de la Patria y el rol del Estado”, según Garcé.

El proteccionismo del que hace gala CA, en comparación con otras posiciones dentro de la coalición, responde en parte a los reclamos realizados por los productores rurales en el marco del movimiento Un Solo Uruguay, con el que el partido se mostró afín, que se vincula tanto con Marcos Methol –hijo del pensador y filósofo Alberto Methol Ferré– como con Hugo Manini Ríos, ex presidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz. Methol y Manini estrecharon lazos al pertenecer ambos a la Sociedad Rodoniana, al igual que el actual senador y presidente de CA, Guillermo Domenech. Esta organización fue fundada en 2009 para promover las ideas de José Enrique Rodó y profundizar en el estudio de su obra. Rodó, cuya filosofía, influenciada por el positivismo, dio a luz una obra ecléctica, también tuvo una pata política: fue diputado del PC durante tres períodos y supo ser cercano a José Batlle y Ordóñez, pero las discrepancias con la idea del ex presidente de instalar un colegiado terminaron por alejarlos.

El origen

Methol es el que tiene el derrotero más particular; se autodefine como “herrerista”, pero reconoce que también está “influenciado por otras corrientes de pensamiento, por ejemplo el riverismo”. En las elecciones de 2009 acompañó a su padre en su apoyo a la candidatura de José Mujica, y cinco años después, en 2014, militó en el sector del ex vicepresidente Raúl Sendic, “cuando intentó ser una convergencia entre trabajadores y empresarios, generar una propuesta más desarrollista”. Aun así, sostiene que “de 2012 para acá el FA entró en una caída libre que no se pudo frenar en cuanto a su base de pensamiento, en cuanto a una no relación entre lo que eran sus valores y lo que se estaba haciendo”.

Según Methol, algo que lo alejó de esa fuerza política fue el enfoque en la agenda de derechos, “que no es la que estaba necesitando el país para generar un cambio estructural” y que chocaba con su formación católica. “Cuando no se pudo hacer la reforma de la educación, cuando no se pudo avanzar en las obras de infraestructura se apeló a esta agenda como una forma de llenar el ojo; eso se lo he escuchado a [Eduardo] Bonomi y a otra gente del mismo FA”
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Fue en setiembre de 2018 que Methol, Domenech y Hugo Manini Ríos comenzaron a concebir la idea del Movimiento Social Artiguista (MSA), que en sus inicios “no se concibió como una estructura partidaria, sino que era algo que nacía como un movimiento, eran espacios dispersos que se empezaron a juntar”. Más tarde, dadas las adhesiones que tuvo el MSA, se trazó su primer objetivo: “empezar a juntar firmas para formalizarse como partido”. En esa instancia “se fue generando un diálogo entre vecinos y una comunicación sobre cuáles eran las bases que terminaron siendo los principios del partido”. Al momento de registrarlo la Corte Electoral les solicitó cambiar el nombre, por lo que eligieron CA, “una institución que viene de la época de España, del virreinato, y que Artigas tomó”.

Si bien carecían de una cara visible, la recorrida por los barrios en la recolección de firmas y la campaña por redes sociales atrajo a militantes al movimiento, sobre todo en el interior del país. Fueron meses vertiginosos, según Methol: “Todo se fue precipitando, por la reacción que tuvo la gran mayoría de la población. Se fue generando un clamor que a nosotros nos pareció importante acompañar, y se abrió un nuevo espacio político”.

El otro protagonista de esta historia, Domenech, conoció a Hugo Manini Ríos por “un amigo en común”, que los conectó porque Manini necesitaba un escribano. “Entonces le hice unos certificados notariales y comenzó una relación que era enteramente profesional”, contó a la diaria. “Esa relación se transformó en una amistad. Hugo es un individuo de una cultura impresionante, y me resultaba muy enriquecedor hablar con una persona así. Además, si bien no somos católicos prácticos tenemos una formación católica, una concepción cristiana de la vida”. Así fue que Domenech conoció al hermano menor de Hugo, Guido.

El senador defiende a capa y espada los valores cristianos, porque “hasta los que no son cristianos forman parte de esta sociedad, que se formó con base en la filosofía griega, el aporte del derecho romano y los principios morales del cristianismo; aun la gente que tiene aversión a la iglesia católica forma parte de una sociedad que está conformada por los valores cristianos”. Estos valores están presentes en la plataforma de CA, por ejemplo en la concepción de la familia como “la base de la sociedad”, por lo que “resulta imperioso revertir la tendencia a la baja de los nacimientos”, advirtió Domenech.

“A través de los años se generó una vinculación”, continuó, una relación que llegó hasta 2018: “Veíamos algunos temas, como la droga, muy vinculado al tema de la indigencia, y la gente que vive en la calle; también las enfermedades mentales, de las que nadie habla, pero la sola mención de la elevadísima tasa de suicidios que hay en Uruguay muestra que la depresión en nuestro país hace estragos”.

Fue a raíz de esto, según el presidente del partido, que se habló “de generar un movimiento con gente que conocemos de la iglesia y la actividad política”, pero no como un espacio electoral, debido a las diferencias partidarias que había entre ellos –los Manini son colorados, Methol había sido parte del FA y Domenech era votante nacionalista–. Igualmente, todos coincidían en esa concepción cristiana. “Artigas era un individuo que tenía la misma formación y la misma cosmovisión que nosotros. No era un católico práctico, pero era un individuo creyente formado con los franciscanos, tenía la preocupación tradicional que ha tenido la iglesia por los desvalidos”.

La historia después de los primeros meses es conocida: CA finalmente se inscribió en la Corte y, coincidentemente, Guido Manini Ríos comenzó a tener más relevancia pública a raíz de su remoción como comandante en jefe del Ejército por parte del presidente Tabaré Vázquez. “Es en marzo, cuando relevan a Manini, que nos convencimos de que era momento de proponerle que fuera nuestro candidato”, indicó Methol.

Una familia política

Tras su salto a la arena política, el general Manini Ríos fue catalogado de outsider. Sin embargo, tiene un linaje puramente político. Su abuelo, Pedro Manini Ríos, fue una de las figuras políticas más destacadas de principios del siglo XX. Inicialmente partidario de Batlle y Ordóñez, ocupó lugares importantes en su gabinete y fue director del diario El Día, pero cuando el líder colorado puso sobre la mesa la propuesta de sustituir la figura del presidente por un colegiado, al igual que sucedió con Rodó, la alianza se rompió.

Pedro Manini, entonces, fundó junto con otros una nueva corriente dentro del PC a la que bautizó Riverismo, en una evocación de los valores más tradicionales y conservadores del partido. En 1917 fundó el diario La Mañana, y en 1933 y 1934 fue ministro de Hacienda de la dictadura de Gabriel Terra.

Pedro tuvo dos hijos: Carlos y Alberto. El primero heredó el medio fundado por su padre, y además integró los gabinetes de Óscar Gestido y –luego de la muerte de este– de Jorge Pacheco Areco. En 1971 fue designado embajador en Brasil, cargo que ocupó hasta 1977. Tras la apertura democrática, en 1985, Julio María Sanguinetti lo designó ministro del Interior. Siendo el titular de la cartera, ordenó reprimir una manifestación de estudiantes del IPA, lo que terminó con el arresto de un diputado frenteamplista. A raíz de esto fue interpelado en el Parlamento, pero mantuvo su cargo con la bendición del entonces presidente, Sanguinetti.

De los hijos de Alberto, Hugo y Guido se dedicaron a la actividad pública. El primero es el fundador de la Juventud Uruguaya de Pie (JUP), una agrupación de extrema derecha de fines de los 60. El segundo, muy pequeño en ese momento, optó por la carrera militar en 1975, y se graduó con el grado de alférez en 1978. Así, comenzó una carrera militar que lo llevó a ocupar cargos de gestión: fue director del Hospital Militar y, años más tarde, comandante en jefe del Ejército.

Entre 2018 y 2019 se sucedieron los hechos que terminarían con la destitución del último eslabón del linaje Manini Ríos y su posterior pase a la política. Su aparentemente deliberado ocultamiento de las confesiones de José Nino Gavazzo en los tribunales de honor militares en las que este admitió haber tirado al río Negro el cuerpo del tupamaro Roberto Gomensoro en 1973 provocó una crisis institucional en Presidencia cuando el periodista Leonardo Haberkorn sacó esa información a la luz. A raíz de esto, tanto Manini como el entonces ministro de Defensa, Jorge Menéndez, el subsecretario de la cartera, Daniel Montiel, y los generales que participaron en el tribunal fueron removidos de sus cargos.

El candidato

La propuesta fue hecha de manera pública, mediante una conferencia en el hotel Ibis. Tras unos días, Manini aceptó la candidatura. “Cuando se dio el relevo de Manini el tema estaba muy vinculado al caso Gavazzo. No era un tema para nosotros central ni mucho menos, nosotros estábamos pensando en la plataforma”, contó Methol, aunque reconoció: “A través de ese asunto también se le fue dando difusión a lo nuestro”.

“En ese momento consideramos que Manini era la persona indicada. No sé cuál hubiera sido el destino de nuestro movimiento si hubiera tomado otra decisión”, añadió. Para Methol, el hecho de provenir de una familia política le dio a Manini “un componente de arraigo muy fuerte que lo hace a él un político. Incluso cuando no estaba en la política partidaria él era un político”. La figura del ex comandante en jefe del Ejército “fue fundamental, porque un gran porcentaje de los votos del movimiento responden a Manini”, aunque igualmente “el contorno que le dio CA fue fundamental, un poco por las bases, un poco por el gran trabajo que hubo y porque muchos voluntarios fueron abriendo sus cabildos”.

Para Methol Manini adquirió un perfil “como gestor, como estratega y conductor del movimiento muy importante. Esto generó una sinergia en la cual la gente del partido comenzó a brillar con luz propia”.

“Yo vi que era un individuo que podía generar un movimiento importante en el país”, señaló Domenech, que dice creer que no sólo él vio eso, “lo vio gente con otras miradas, y fue la gente que lo empujó a Guido a interesarse por la actividad política”. Manini Ríos, según Domenech, “reúne carisma, inteligencia, perseverancia, templanza, lo que lo hace un individuo excepcional”. El programa de CA “era un programa pensado por personas que ideológicamente tenemos la misma sintonía que Guido, y a él le cayó como anillo al dedo porque no decíamos nada que a él le pudiera significar una discrepancia”, afirmó.

Así fue que Manini Ríos arremetió en la política de la mano de CA, que hasta entonces había pasado por debajo del radar de los medios de comunicación, y comenzó a adquirir cada vez mayor relevancia. Las polémicas declaraciones de algunos dirigentes, así como la aparición de personas vinculadas a grupos neonazis o con simbología del estilo provocaron que CA fuera catalogado como un partido de extrema derecha.

Para Domenech CA “es tan atípico en la política uruguaya que la gente tiene la necesidad imperiosa de ubicarlo en un casillero. Hay que poner algún mote y parece que no hubiera otras opciones válidas superadoras de esas dicotomías”. Esto genera “la necesidad de caricaturizarlo”, pero “creo que con el tiempo la gente se ha dado cuenta de que no somos de extrema derecha”, agrega. Sin embargo, la reaparición de La Mañana como un medio vinculado a CA trajo otras dudas.

El renacer de La Mañana

Pedro Manini Ríos fundó La Mañana en 1917, poco después de romper con Batlle y Ordóñez. “En esa época cada fracción política-partidaria tenía su periódico de referencia”, explicó el historiador Gabriel Bucheli a la diaria. Años más tarde Carlos y Alberto, sus hijos, se hicieron cargo del diario.

Carlos tomó las riendas del medio de prensa, mientras que Alberto se volvió director de un suplemento llamado Verde, que era especialmente para el interior del país y tenía “un discurso de proximidad al campo, y en los 60 empezó con la prédica contra el comunismo”, explicó Bucheli. “Todo el diario La Mañana lo hacía, pero especialmente el suplemento para el interior”.

Fue entonces cuando La Mañana comenzó a tirar su discurso cada vez más hacia la derecha, hasta que en diciembre de 1970 Hugo Manini Ríos comenzó a usar la página central del suplemento que dirigía su padre para la prédica de los “valores” de la JUP. “La Mañana de diciembre de 1970 hasta mayo de 1972 es el vocero oficial de la JUP, concretamente esa página del suplemento”, dijo Bucheli. En 1972 hubo una ruptura de la familia Manini con La Mañana, y la JUP fundó un semanario llamado Nuevo Amanecer.

La Mañana se mantuvo a lo largo de los años, con altibajos en la década de 1990, hasta cerrar en el año 2000.

“Por el año 2009 o 2010 fue a remate lo poco que tenía La Mañana, y Hugo Manini lo compró”, contó Methol, quien también se dedica a escribir y editar el medio, hoy reconvertido en semanario. “Él ya no tenía que ver con el viejo diario desde la década del 70, y ahí me dijo para relanzar La Mañana, pero por distintos motivos eso se fue retrasando”. A fines de 2018, cuando Methol terminó un trabajo para la Universidad de Montevideo, fue que el mayor de los Manini Ríos le dijo que era un buen momento para relanzar el medio.

“Retomamos La Mañana con el espíritu fundacional de Pedro Manini Ríos, que durante su trayectoria siempre puso el énfasis en el tema del trabajo vinculado al campo, a la producción, y eso es un énfasis que mantiene La Mañana”, señaló Methol, que explicó que formalmente no es un medio partidario, pero que “sí tiene la misma filosofía que CA”, puesto que allí “de alguna manera confluyen la visión de Pedro Manini, de Methol Ferré y del artiguismo social”.

Con relación a la postura que adoptó La Mañana en la década de 1970, Methol considera que “parte de la historia fue toda esa bipolaridad y tensión que fue la Guerra Fría, que de alguna manera terminó reflejándose en los medios de prensa y en los partidos políticos, y era muy difícil salirse de eso”. “Creo que cuando uno ve hacia atrás no hay que hacerlo desde la óptica de la actualidad. Hoy La Mañana está en el 2020, lo vemos desde la óptica actual, con los principios fundacionales de La Mañana, pero desde una época distinta”, añadió.

Si bien se ha adaptado a los nuevos tiempos, La Mañana tuvo prácticas que se creían olvidadas en los medios uruguayos.
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En enero de este año el semanario se vio envuelto en un intercambio con el diario El Observador, por considerar que el matutino tenía un ensañamiento especial con el medio. Según Methol, El Observador “desde hace bastante tiempo parece tener una atención especial sobre lo que hace o deja de hacer Manini, y desde el surgimiento de CA ha mostrado una cara no muy agradable”. Agregó: “Vimos una serie de notas que insistían una y otra vez en vincular a CA y a La Mañana en cosas que no tienen nada que ver”.

El 23 de enero de 2020 La Mañana publicó una columna editorial titulada “Un periódico con dos caras”, en la que acusaba a El Observador de adolecer de “un prejuiciado enfoque sesentista, en clave de ‘prensa amarilla’, donde las reiteradas fake news se tutean con la maledicencia y los prejuicios obsesivos” y se enumeraban las “contradicciones” en las que incurrió el periódico, como el “divorcio entre su dirección y su redacción”.

“La victimización y el poner a la prensa como enemiga no es una estrategia nueva”, escribieron los periodistas de El Observador en su respuesta al editorial del semanario, publicada el mismo día. Y es que ninguno de los ingredientes en la receta de CA –o de La Mañana– es especialmente nuevo

Juego a dos puntas

El aporte que realizó CA a la “coalición multicolor” fue necesario para el triunfo en la segunda vuelta electoral de las últimas elecciones nacionales. Sin embargo, como parte del gobierno, Manini Ríos ha optado por un doble juego que, según el politólogo Daniel Chasquetti, “debe ser bastante incómodo para Lacalle Pou”, puesto que “lo necesita, pero por otro lado no es un socio muy leal”. Es que si bien CA mantiene sus ministerios y la influencia en el Poder Ejecutivo, desde el Parlamento Manini “tiene su propia estrategia a largo plazo”.

“También esto obedece a las características de la coalición, que no es horizontal, es radial, y no tiene ningún ámbito horizontal donde todos se sienten a la mesa”, cuyos integrantes “intentan cooperar, pero no hay ningún ámbito donde puedan avanzar para dirimir diferencias”, indicó el politólogo. El hecho de que cada miembro de la coalición negocie con el presidente de la República “facilita este tipo de estrategias, que son unilaterales: si va bien, él va a intentar reclamar el crédito por los logros del gobierno; si le va mal, va a tomar distancia”.

Esta estrategia electoralista se puede ver en los videos que difunde el propio Manini por redes sociales, como el que publicó en su momento para manifestarse en contra del aumento de tarifas públicas previsto por el gobierno nacional; para Chasquetti “es como que emite su opinión sin importar lo que piensen los demás miembros de la coalición, tiene su propia línea”, lo que lo convierte en “un problema a futuro, porque si no le va bien al gobierno puede ser un problema bastante severo”.

La última jugada de Manini fue la del lunes, cuando presentó un proyecto de ley para “crear un Fondo Nacional de Emergencia Sanitaria Covid-19” paralelo al que envió el gobierno el miércoles a la Cámara de Senadores con la firma de todos los ministros, incluidos los de CA. Para Chasquetti “Manini presentó su propio proyecto con el fin de marcar posición”; “por más que ahora luce fuerte, [el gobierno] estructuralmente es débil, porque son cinco partidos y el partido del presidente es pequeño”, por lo que el daño que puede hacer esta estrategia del líder cabildante es incierto, lo que continúa dándole a CA –a más de un año de su fundación– un halo enigmático.

La Diaria
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 21 / Nº 2244 / miércoles 08.04.2020
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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