1) Uruguay: Fantasía y acuerdos comerciales /José Antonio Rocca
2) Uruguay: Adiós al compañero
3) Uruguay: Charleta Guldenzoph y comisario Lemos procesados por torturas /Sudestada
4) Uruguay: Fueron procesados con prisión por delitos cometidos durante la dictadura Jorge Guldenzoph y José Lemos /La Diaria
5) Uruguay: ¿El litigio con Aratirí puede afectar las relaciones internacionales del país? /Víctor L. Bacchetta / Sudestada
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores – Hoy:
I. Charla abierta: “Niña mamá” – Maternidades forzadas
II. Recital de Patricia Robaina – Cancionero de juguete
III. Semana del Documental – DOC “Silencio radio”
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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1) URUGUAY: FANTASÍA Y ACUERDOS COMERCIALES
Por José Antonio Rocca /Primera quincena julio 2020
Los ejes ideológicos del gobierno multicolor, incluyen la rebaja de los salarios reales, reducción del gasto público – excepto pagos de intereses de deuda- la firma de acuerdos internacionales de “libre comercio”, como factores de atracción de grandes capitales del exterior.
En síntesis, viejas recetas de los centros imperiales para los países del sur, a espaldas de las enseñanzas de la historia.
Encaminada la reducción del poder de compra de los trabajadores, en preparación un presupuesto leonino contra los sectores populares, las expectativas y promesas del gobierno se orientan a la firma de acuerdos comerciales con los centros de poder mundiales.
La historia demuestra que los países más desarrollados en cada momento han sido los mayores impulsores del “libre comercio”. La razón es evidente, la apertura de mercados favoreció su expansión.
Capacidad industrial instalada, poder, coacción fueron definiendo pautas de división mundial del trabajo que amplificaron desigualdades. Los rubros más dinámicos, con mayor capacidad de difusión, quedaron concentrados en zonas previamente más desarrolladas, mientras países colonizados o dependientes se especializaron en monocultivos o extracciones de bienes primarios, escasos o inexistentes en países dominantes.
Desde mediados del siglo 20, la difusión de la ideología del libre comercio fue asumida desde especialmente, por el FMI, y el Banco Mundial como un instrumento más de expansión económica de empresas de Estados Unidos y Europa en América latina. Sin embargo los países centrales continuaron reservando generalmente la potestad de proteger a sus sectores menos competitivos.
Trasformaciones económicas a escala mundial en los últimos tramos del siglo 20 y comienzos del 21 fomentaron la transferencia de actividades de menores requerimientos tecnológicos, más contaminantes o ávidas de fuerza de trabajo más barata hacia el sur, en el marco de saltos tecnológicos en transporte y comunicaciones, formas de organización de grandes grupos y redes transnacionales y normas ambientales más restrictivas en el norte.
Los nuevos contextos transformaron las prioridades de los acuerdos promovidos por los centros imperiales. Los ejes se trasladaron a la búsqueda de impunidad para sus inversores, desregulaciones, privatizaciones en el sur, liberalización de licitaciones públicas, servicios de salud, educación, telecomunicaciones, seguridad, pagos por usos de patentes.
Paralelamente los grandes bloques económicos tendieron a proteger aún más su seguridad alimentaria en un mundo cada vez más complejo y multipolar. Abundan ejemplos.
Datos del Global Trade Alert (1) indican que posteriormente a la crisis de 2008 se generaron más de 10000 barreras al comercio e inversiones, mientras se levantaron 3500. Estados Unidos lideró las normas proteccionistas con 1435 y Alemania se ubicó en segundo lugar con 854.
En estos contextos la pandemia del corona virus y las dificultades generadas al transporte, sacudieron aún más los tableros del comercio mundial (2), aunque los escenarios futuros más probables proyectan mayor proteccionismo de sus sectores más sensibles por parte de grandes potencias.
A finales de junio, de 2020 la Unión europea definió la continuidad de sus políticas de financiación de programas de desarrollo rural, apoyo a sus agricultores mediante pagos directos y otros beneficios, por lo menos hasta finales de 2022.
Pese a todo, continúan expectativas y cantos de sirena de los gobiernos neoliberales respecto a futuros acuerdos internacionales de los países de América del sur con grandes bloques de poder. Los augurios oficiales de consecuencias favorables a los intereses populares, me traen recuerdos de cuentitos infantiles.
Gotitas de economía
Los datos publicados por la Cámara de industrias del Uruguay indican que en 2019, la capacidad ociosa de la industria fue del 36%. Las encuestas empresariales revelan que las razones principales son la ausencia de demanda externa e interna. Las causas laborales se ubican en un lejano sexto puesto.
El índice de volumen físico de la industria en Uruguay publicado por el INE registra en mayo un descenso de 19.6% en comparación con el mismo mes de 2019. Las horas trabajadas se redujeron 23.8%. En lo que corre del año el IVF se redujo 9.4% y las horas trabajadas 14.5%.
Datos de Cepal indican que de 292 millones de trabajadores en América latina y el Caribe, 158 millones operan en la informalidad.
El Reino Unido determinó prohibir a las compañías británicas de comunicación la compra de componentes de la empresa china Huawey, para las redes 5G, a partir de finales del 2020. Estados Unidos ha presionado a diversos países de Europa para tomar medidas restrictivas contra dicha empresa. ¿Libre comercio que le dicen?
Según datos de Eurostat el PBI de la zona euro cayó 3.6% en el primer trimestre de 2020.
Notas:
(1) Organización impulsada por el Centro para la investigación de la política económica. Tomado del periódico Página 12. 14 de julio 2019. Quimeras y falsedades sobre el libre comercio. Nestor Restivo.
(2) Un reciente artículo de Eduardo Camin titulado La crisis de la teología del libre comercio publicado en Rebelión, sintetiza diversos aspectos referidos al tema con información actualizada, sobre incrementos de aranceles, prohibiciones, limitaciones, barreras a exportaciones e importaciones.
José Antonio Rocca / Le economía de a pie
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1969 – 17.07.2020
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2) URUGUAY: ADIÓS AL COMPAÑERO
Hoy se esparcieron las cenizas de Daniel Astapenco «Pedrito» en Santa Lucia del Este.
Lunes 13 de julio de 2020 /Un grupo de compañeros escribió:
Daniel Astapenco “Pedrito”. Internacionalista.
Pudo haber sido uno de los tantos desaparecidos por la dictadura, pudo haber sido uno de los fusilados de Soca, uno de los asesinados por la dictadura chilena o uno de los combatientes caídos en la lucha por derrocar la tiranía somocista en 1979.
Pero sobrevivió y murió ahora, el pasado 5 de julio
Fue de los que nunca se habla. Pero hizo. Por eso es necesario escribir estas líneas. Quizás algún joven que ande buscando rumbos para cambiar el mundo, encuentre algunos rasgos inspiradores en su singular e intransferible aventura vital.
En mayo de 1973, cuando tenía 18 años es requerida su captura por el ejército como integrante del MLN y pasa a continuar la lucha en la clandestinidad, pero poco después la dirección del Movimiento le ordena salir del país. La organización estaba muy golpeada y no tenía infraestructura para soportar muchos militantes clandestinos. Contra su voluntad, viaja a Argentina y luego a Chile, junto a su compañera Elena, también requerida.
Llegaron a Chile a finales de junio de 1973 cuando ya se avizoraba el golpe de estado contra el gobierno de la Unidad Popular. (Ya había ocurrido el golpe en Uruguay) La salida del país que le habían prometido sería transitoria para prepararse y volver a la lucha contra la dictadura se alargaba angustiosamente.
Esperando órdenes trabajó como obrero en Santiago. El ambiente político era tenso y se suponía que en caso de golpe de estado se incorporaría a luchar con las organizaciones populares para defender la democracia. Llegó el 11 de setiembre y no llegaron las prometidas armas, solo una visita de algunos dirigentes quienes los exhortaron a morir con dignidad.
Nunca pensó en la posibilidad de asilarse, aunque su compañera estaba ya embarazada. Se incorporaron a las redes de la resistencia en la población de Barrancas en la periferia de Santiago. Allí sobrevivió de milagro a las razias durante el toque de queda, a la frenética búsqueda de extranjeros por parte de los militares golpistas, que si podían, fusilaban en el acto. A solicitud de las propias organizaciones populares chilenas, muy golpeadas, aceptó pedir refugio a Naciones Unidas para no comprometer la vida de quienes les daban cobijo.
Así esta pareja de jóvenes estudiantes llega a la Cuba solidaria. «Pedrito» abraza a ese pueblo y forja una lealtad con sus trabajadores que marcaría el resto de su vida. Allí crían a sus hijos, trabaja en la construcción, es obrero artesano de una fábrica de instrumentos musicales, estudiante brillante de Medicina y de Ciencias Políticas.
En Nicaragua el FSLN luchaba contra la tiranía de Somoza. Junto a otros uruguayos residentes en Cuba envía una carta a los revolucionarios nicaragüenses ofreciéndose para luchar voluntariamente junto a su pueblo. Pudo cumplir con ese anhelo, y llegó para ofrecer su vida en los combates en el Frente Sur. Fué un destacado combatiente, querido por sus compañeros por su valor y por su solidaridad. Se destacó como artillero con su cañon de 75 mm y en innumerables ocasiones estuvo bajo la mira de los aviones y los francotiradores somocistas.
Pudo festejar la victoria popular del 19 de julio de 1979, cuando aquella gesta alentaba también la lucha en Uruguay y en toda América Latina.
En otras etapas de su vida, ya en Uruguay, fue obrero gráfico, poeta, artesano, pintor, chofer.
Sus convicciones lo llevaron en cierta etapa a no integrar formalmente ninguna organización revolucionaria. Nunca abandonó su vocación internacionalista. Donde había una causa justa de un pueblo hermano, donde había un revolucionario enfrentando situaciones difíciles, allí sentía que debía estar. Procuró ayudar a todo el que pudo y en forma destacada a la resistencia chilena.
Cuando en 1999 el pueblo uruguayo luchaba por una sociedad más justa, junto a su pareja y a otro compañero, Hernán Castro, fundaron un semanario para colaborar con la lucha popular.
Nunca firmó un artículo, nunca publicó su foto, nunca entendió la militancia como un mérito. Era su oxígeno, la necesitaba para sentirse humano. Acciones que otros calificarían de audaces para él eran solamente lo que exigía la propia dignidad.
Intransigente con la cobardía, con la delación a los compañeros de lucha, con el acomodamiento y con la flaqueza ante ofensivas de las oligarquías y el imperialismo.
Lector insaciable, pensador profundo y poseedor de una habilidad manual destacada.
Un día escribió:
Amamos tanto la vida!!!
pero no estamos dispuestos
a vivirla a cualquier precio
Odiamos tanto la muerte!!!
pero no estamos dispuestos
a evitarla
a cualquier precio
Porque existen cosas
que amamos más que la vida
porque existen cosas
que odiamos más que la muerte.
Era un radical. Nada que no fuera de raíz lo colmaba. Su horizonte de un mundo solidario no necesitaba expresarlo en sus diálogos, se manifestaba en cada pequeño detalle de su cotidianeidad, en su persistente rechazo a toda trampa adormecedora del entorno.
Todos los que lo conocimos bien, extrañaremos por siempre sus acciones y sus (pocas) palabras.
Enviado por Red Latina sin fronteras
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1969 – 17.07.2020
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3) URUGUAY: CHARLETA GULDENZOPH Y COMISARIO LEMOS PROCESADOS POR TORTURAS
Los represores fueron enjuiciados con prisión por delitos de lesa humanidad, por el juez Nelson dos Santos, a pedido del fiscal especializado Ricardo Perciballe.
Sudestada, 15/07/2020
Según la Fiscalía, José Felisberto Lemos Pintos “se encuentra incurso en tres delitos de abuso de autoridad contra los detenidos” y en “tres delitos de privación de libertad habida cuenta que es sindicado por Rafael Sanseviero, por José Luis Romero y por Mariana Hernández como responsable de sus padecimientos”.
“A ello se suma el hecho (de) que él reconoce que cumplía funciones en dicho lugar” y “que los detenidos eran por lo menos vendados como forma de su compartimentación”, pero “fundamentalmente” –subraya el documento– que admite haber actuado en los hechos: “Yo participaba en los interrogatorios oficiando como escribiente”, declaró Lemos ante la justicia, según consta a fojas 759 del expediente penal.
Jorge Carlos Guldenzoph Núñez, fue “reconocido por distintas víctimas como partícipe de sus tormentos” –señaló la Fiscalía– y por la prueba reunida en la investigación debe “responder por un delito continuado de abuso de autoridad contra los detenidos” y “un delito continuado de privación de libertad”.
La denuncia fue presentada en el año 2011 con el patrocinio del equipo jurídico del Observatorio Luz Ibarburu, que coordina el abogado Pablo Chargoñia. Se denunciaron varios delitos de lesa humanidad en el marco del terrorismo de Estado, entre ellos privación de libertad, abuso de autoridad contra los detenidos, violencia privada, lesiones personales y atentado violento al pudor. «Con independencia del tipo legal, lo que se verificó en forma sistemática fue una práctica de tortura», señala la denuncia.
El proceso fue obstaculizado por varias chicanas jurídicas interpuestas por la defensa de los acusados, que plantearon recursos de inconstitucionalidad, una estrategia mantenida por la mayoría de los represores enjuiciados en otras causas penales.
Según los denunciantes, que suman medio centenar de personas, en su mayoría ex militantes de la Unión de Juventudes Comunistas (UJC), los hechos ocurridos en dependencias de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) durante la dictadura «constituyen prueba de una práctica sistemática y planificada de persecución y tormento a opositores políticos ejercida por agentes estatales en ejercicio de funciones abusivas e ilegítimas que caracterizó el período del terrorismo de estado».
«Quienes participaron de esas prácticas lo hacían como parte de un aparato organizado en la que las tareas se distribuían para que el conjunto operara conforme al designio de atormentar al detenido», agregó la denuncia.
«Algunos de los tormentos son conocidos con los siguientes nombres: plantones, encapuchamiento, picana eléctrica, submarino o tacho, colgamiento, caballete, estaqueamiento. La tortura se practicaba además mediante lesiones, violaciones, simulacros de fusilamiento, uso de drogas», describieron los denunciantes.
Lemos fue un funcionario policial de carrera que llegó a ocupar, en los años noventa, el cargo de Jefe del Departamento de Hurtos y Rapiñas de la Policía de Montevideo.
Charleta, el torturador
Por su parte, Guldenzoph fue un militante de la UJC que luego pasó a ser colaborador de la Policía en la represión contra sus ex compañeros, y fue denunciado por haber participado de torturas a detenidos, así como de facilitar información que permitió detener a perseguidos políticos durante la dictadura.
Su procesamiento ya había sido solicitado por la fiscal Ana María Telechea, y su nombre aparece en varias denuncias por torturas realizadas por perseguidos políticos. Entre ellas, fue señalado en 1985 en el parlamento por el entonces senador del Frente Amplio José Germán Araújo, pero hasta ahora había permanecido impune.
El siguiente es el tramo de la exposición de Araújo el 2 de julio de 1985, en la que detalla las torturas a las que fue sometido el militante comunista Gonzalo Carámbula, quien por ese entonces era diputado suplente del FA. Carámbula falleció en mayo de 2015.
Pido disculpas al Cuerpo por ello, pero se trata de un testimonio sumamente valioso porque proviene de un hombre conocido por muchos, un inocente que debió enfrentar a la justicia militar. Además, durante todo este tiempo representó al Frente Amplio en la CONAPRO.
“Me refiero al señor Gonzalo Carámbula, periodista, candidato a diputado y hoy suplente de uno de los miembros titulares. Dice así:
Cuando fui detenido, estaba almorzando en una parrillada céntrica, en el mostrador, en marzo de 1976. Dos agentes vestidos de particular, se apersonaron, preguntaron mi nombre y me obligaron a dejar lo poco que quedaba de un churrasco con papas fritas. Minutos después, en las dependencias de inteligencia y Enlace, Departamento 5 al mando del Comisario Benítez, pretendieron sin éxito que comiera lo que acababa de vomitar, aquel almuerzo interrumpido.
El operativo comenzó con golpes desde que me subieron a la camioneta y me taparon -encapucharon- con un campera. Eran unos cinco agentes conducidos por un tal Pressa que a la vez de llevarme se cercioraron de que era el denunciado por alguien que estaba en la acera. Al llegar al edificio de las calles Maldonado y Paraguay, la brutalidad arreció al tiempo que cambiaban la campera por una capucha de verdad (bota de tela azul, de las que se usan para ingresar al quirófano).
Es prácticamente imposible relatar etapas o detalles de la tortura en orden cronológico. Todo se sucede, se mezcla vertiginosamente: los golpes, las esposas, el traslado incesante, el interrogatorio, los gritos de los torturadores y de los torturados. Queda el martilleo de la pregunta que no se responde, para vencer. En mi caso: ¿Dónde vivís? ¿Domicilio? Quedan fragmentos de las sesiones de torturas. Estuve colgado, desnudo, tomado con cuerdas desde las muñecas envueltas en trapos para evitar huellas futuras. (De todas formas, luego de nueve años, algo se nota en mi mano derecha).
Cada tanto venían como a jugar con mi cuerpo, columpio de carne que mecían pesadamente con piñazos, insultos, patadas y preguntas. Para mí había pasado mucho cuando alguien comenzó a acercar pedregullo, o piedritas muy pequeñas, a las puntas de mis pies colgantes. Desesperadamente, creyendo que era una gentileza de los que hacen el papel de ‘buenos’, intenté armar a punta de pie un montoncito para apoyarme en algo y reducir el estiramiento, dolor de hombros. Con risa delincuente de serial televisiva, quien acercaba las piedras me advirtió: ‘Ahora cuando te moje’ -empezó a echar agua- ‘la piel se te ablandará y las que ahora juntas se te meterán hasta el c… También en este triste campo, la imaginación no tiene límite.
En algún momento me llevaron al submarino del subsuelo o de la planta baja. Consistía en lo que ya todos sabemos. Me ataron boca abajo sobre una tabla que permitía dejar la cabeza colgada. Al levantar el extremo posterior, en el que tenía atados los tobillos, la cabeza se sumergía en un tacho con agua».
Después de esto, agrega un signo de interrogación y continúa: «Participaban de la sesión unas cuatro o cinco personal a juzgar por las voces y el manipuleo de la tabla.
Quizás sorprenda que comente que no me resultaba tan dramático tragar agua hasta pensar en morir, como cuando me sacaban la cabeza pero no me dejaban respirar inmediatamente, presionando la capucha. Recuerdo especialmente que me amenazaban continuamente con ‘lo de Balbi’, joven militante comunista muerto en torturas en aquellos días. La insistencia con ‘lo de Balbi’ era mayor cuando estaba en el submarino. La furia aumentaba en los interrogadores en la misma proporción en que uno ganaba la paz de sentirse, vaya paradoja, más fuerte y más digno.
La cabeza se permite volar, despegar de la situación concreta del dolor. Hablaba de la furia. ‘Me encontré en el medio de lo que después supe era la cocina del tercer piso. Por supuesto, seguía encapuchado y desnudo. De pronto entraron riéndose y comentando cuestiones de fútbol. Comenzó la paliza, luego la picana. Ya casi no me preguntaban nada. Reían. La electricidad me hacía contornear, girar, mover como una ‘gallina loca’ al decir de un torturador. También allí tiraron agua. Descalzo y desnudo tocaban con la picana el charco y mi cuerpo y todo era igual. Me caía, daba vueltas, me paraba, volvía a caer en medio de sus risas. Se terminó. Quedé allí parado. (Hubo también en esa pieza un submarino sui generis, en el fogón de la cocina). ¿Cuánto había transcurrido? ¿Qué vendría ahora? Creo que todos nos hicimos estas preguntas en esas pausas.
Entró entonces un personaje que me pareció más bajo y que tenía la voz de aquel Pressa. Tocándome el hombro, dijo: ‘Conmigo cantaron varios pesados con cruces encima. Vos que están pa’ la ideológica no me vas a joder’. No sentí en las otras formas del castigo, la seña de aquel instante, quizás fuera la inhumanidad directa. Que una persona sola, sin estímulos de público, sin el resguardo y el incentivo bestial del grupo de torturadores, sin estar drogado o borracho, pegara patadas y puñetazos en otra persona apenas vestida con la capucha y las esposas que aferraban las manos a la espalda. Fue sin duda de mis peores experiencias, es mi peor recuerdo.
Todavía tengo presente el final de este capítulo; estaba en el suelo cuando me taconeó en la espalda diciendo, con tono de reproche, ‘¡me hiciste sudar!». De todo esto está informando a la Justicia uruguaya el señor Gonzalo Carámbula. «Pocas cosas más memorizo. Me llevaron a un baño y me ataron al caño de la ducha. Siempre tomándome las muñecas pero esta vez puestas a la espalda y estando yo en pie. Nunca olvidaré la desesperación que tenía por tomar algo. Hubo quienes se bañaron cerca mío. Cuando se fueron, lamí las paredes humedecidas por el vapor. Tenía, en ese momento, pantalones. Reclamé en vano permiso para orinar pero tuve que hacerlo encima.
Pretender denigrar a veces así, sencillamente, o a veces más groseramente, como cuando me pegaron con un tablón en el pecho y en la boca haciéndome saltar los dientes.
No viene al caso explicar el por qué de un intento de autoevasión que ensayé. Las razones quizás estén en la situación que he venido contando, pero mucho tiene que ver esa voluntad ilimitada por alcanzar la libertad, allí individual; por vencer la cárcel injusta, como lo hizo el pueblo, usando todas las armas que la iniciativa crea. Lo mío fue algo parecido a lo que intentaría Elena Quinteros unos meses después.
He dicho que el interrogatorio concentraba baterías en el ‘¿Dónde vivís? ¿Qué domicilio tenés? ¿Con quién vivís? digo ahora que compartía entonces un apartamento con un compañero requerido por el delito de pensar distinto. La policía, que no concebía mi intransigencia como un valor ético primero y menos como una forma más de lucha, se exacerbaba y descerrajaba más ferocidad. Para aliviar un poco la carga dije que había pasado las noches sin domicilio fijo, con la esposa de un poderoso industrial vinculado al gobierno y que no podía dar el nombre sin provocar un verdadero escándalo. Evidentemente, o no soy un buen artista o no les importaba si se involucraba a un personero de la dictadura. Lo cierto es que la bestialidad seguía en ascenso…
Sin embargo, esa excusa me sirvió para hilvanar una ‘leyenda’. Dije que estaba dispuesto a denunciar el domicilio de la supuesta mujer, en tanto me llevaran a la terminal en Carrasco del ‘104’. Ocurrencia que me vino a la cabeza porque unos días antes de ser detenido me habían comentado que de allí para adentro estaba la casa del Embajador de México. La satisfacción de los torturadores no demoró en notarse, luego de estar dos días colgado, de los golpes, de los submarinos y la picana, vino una silla. Obviamente, se mantuvo la capucha, las esposas y los pantalones orinados. En aquella madrugada para mí sin clima, cuando se dispusieron a salir de ‘caza de bolches’ como ellos decían, me condujeron hasta la terminal. Me liberaron de la capucha y las esposas como lo requerí.
Descendimos y comenzamos a caminar para ‘marcar’ la casa de quien -imaginariamente- me había ‘enterrado’. Cuando caminaba flanqueado delante por dos agentes y detrás por tres, temblaba en mí la idea de la libertad. Buscaba ansiosamente la casa que tuviera las características que me habían reseñado (jardín al frente, dos pisos, verja) y buscaba el escudo de la República de México. Cuando estuve frente a una residencia que se me antojó con tales señales, me zambullí por sobre un portón al grito desesperado de ‘¡Embajador, embajador’ «.
Todo este relato de Carámbula, señor Presidente -tanto a él, como a mí, como seguramente al resto de los señores senadores- nos hace imaginar con más claridad todo lo que pudo haber pasado por la cabeza de Elena Quinteros aquel día de junio de 1976. Continúa diciendo Gonzalo Carámbula: «Los agentes quedaron paralizados durante unos segundos, pero ya cuando alcancé la escalera exterior de una casa que nada tenía que ver con México, sentí a mi costado, en la pared, el impacto de un balazo. Inmediatamente, como si hubieran llegado con esa bala, todas las manos y puños que antes sentí en la tortura otra vez sobre mí, en frenesí más intenso y cuando mi esperanza quedaba aferrada a un pestillo arrancado de una puerta que no se abrió.
Es poco lo que recuerdo de los días inmediatos posteriores. Algunas escenas como cuando estaba en un piso, boca abajo, y me dieron un inyectable. Recuerdo que grité, o me pareció gritar, que no cantaría y que tampoco lo haría con pentotal y me contestaron que se trataba de un calmante. Recuerdo otro episodio, uno que para mí es algo especial. Estaba de plantón cuando se puso delante de mí un funcionario y me dijo: «Así que no se te puede pegar, eh’.
A Gonzalo Carámbula le habían puesto un cartelito en la espalda que decía: «Prohibido tocar; está roto». Pensó unos minutos y comenzó a tocarme simplemente con la punta de sus dedos. Me parecía aquello una nueva golpiza porque mi cuerpo estaba hinchado y amoratado. La «pera podrida» me llamaban los propios torturadores. Pero no satisfecho, volvió a las preguntas del principio: «¿dónde vivís?, y con comentarios de mi intento de fuga. Esta vez me pateaba, despaciosamente pero me pateaba; me pateaba los pies hasta que me hizo salta las uñas de los dedos grandes. Sobre estos extremos pueden atestiguar familiares y amigos que me vieron a los cincuenta días, cuando el Juez militar de 3er. Turno no halló causa para abrir un expediente y el de 5º Turno tomó mi testimonio para incorporarlo a un expediente sobre la Universidad».
Hasta la Justicia Militar, tuvo que reconocer la inocencia de Gonzalo Carámbula; y a inocente, a todos los inocentes de todos estos años, les han hecho este tipo de cosas. También pude constatar la presencia en todo ese período de Jorge Gundelzoph» el de la secta Moon «a quien también conocía de antes. Recuerdo particularmente que discutía con otros oficiales y les insistía sobre la necesidad de dotar a los jóvenes de Secundaria de una ideología, que no bastaba con perseguir a los comunistas. Según información posterior que pude obtener, esta persona que creo fue la que corroboró mi identidad desde la acera, según conté al principio, participó en el Congreso que realiza la Secta Moon en el pasado mes de marzo de 1984.
Por último, quiero señalar por la importancia que pueda tener para el esclarecimiento del caso Quinteros, que cuando estuve detenido en las circunstancias relatadas, conversé en más de una oportunidad con el agente apodado el «Cacho», a quién podría reconocer y estoy dispuesto a reconocerlo ante la Justicia. Esta persona, que trabajaba entonces según sus dichos como mozo del «Bar Hispano», denotaba su deformación cuando comentaba con naturalidad, sin tener noción de que hablaba de una vida, que si él hubiera estado el día de mi tentativa de autoevasión, hubiera acertado en el tiro. «El que te tiró era un aprendiz, yo te hubiera dado en el medio del lomo».
Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1969 – 17.07.2020
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4) URUGUAY: FUERON PROCESADOS CON PRISIÓN POR DELITOS COMETIDOS DURANTE LA DICTADURA JORGE GULDENZOPH Y JOSÉ LEMOS
La Diaria /15 de julio de 2020
El juez Dos Santos hizo lugar a un pedido del fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe.
En la noche de este miércoles, el juez penal Nelson dos Santos procesó con prisión a Jorge Guldenzoph (conocido como El Charleta) y a José Felisberto Lemos por los delitos de abuso de autoridad contra detenidos y privación de libertad en la causa colectiva de denuncias por tortura entre los años 1974 y 1983 en la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII, ubicada por entonces en las calles Maldonado y Paraguay), según confirmó a la diaria el abogado Pablo Chargoña.
“Hoy [por este miércoles] fue la audiencia, pero ambos tenían pedido de procesamiento hace mucho tiempo por parte del fiscal [especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo] Perciballe, que ratificó un pedido de procesamiento anterior de la fiscalía penal común. El juez hizo lugar al pedido de la Fiscalía y les imputó los delitos”, dijo el abogado.
Chargoña fue denunciante en la causa, representando a 40 víctimas que denunciaron los hechos. La causa se sumó a otra anterior, abierta a mediados de los años 80, y se consiguió el testimonio de 51 personas en total. En 2015, la fiscal Ana María Tellechea había pedido el procesamiento con prisión de Guldenzoph por torturas, y Perciballe lo ratificó en 2018.
Guldenzoph perteneció al Partido Comunista y terminó colaborando con la Fuerzas Armadas durante la dictadura, delatando, señalando, deteniendo y participando de interrogatorios bajo tortura a sus propios ex compañeros.
Más adelante, recuperada ya la democracia, se desempeñó como representante y vocero de la Secta Moon en Uruguay.
En enero, el actor Iván Solarich, envió una carta al entonces presidente electo Luis Lacalle Pou, en la que muestra a Gundelzoph en una playa de Punta del Este, veraneando, y en la que pedía: “Que sus hijos y el mío, nuestros hijos, no tengan que transitar la misma vereda que los responsables de tamañas monstruosidades”.
La Diaria
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5) URUGUAY: ¿EL LITIGIO CON ARATIRÍ PUEDE AFECTAR LAS RELACIONES INTERNACIONALES DEL PAÍS?
La Presidencia justificó el secreto sobre los gastos que ocasiona la demanda de la minera Aratirí por la necesidad de preservar la identidad del equipo a cargo de la defensa de Uruguay
Víctor L. Bacchetta / Sudestada, 11/07/2020
Pasaron más de tres meses para que la Presidencia de la República entregara una resolución, fechada el 24 de marzo de este año, que declara como reservada la información sobre los “actos administrativos y gastos en viajes, viáticos, contrataciones y consultorías” relacionados con el Caso CPA N° 2018-04, que es como se denomina el arbitraje internacional entre el Estado uruguayo y los dueños de Aratirí.
La minera Aratirí presentó en 2018 ante la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya una demanda por 3.536 millones de dólares contra el Estado uruguayo por no haberse concretado su proyecto de extracción de hierro en la localidad de Valentines, ubicada en el límite entre los departamentos de Treinta y Tres y Florida. Aunque una cláusula del Código de Minería lo eximía de comparecer, el gobierno encabezado por Tabaré Vázquez aceptó dirimir esa demanda ante un tribunal internacional.
Tras la primera ida de una delegación uruguaya a Nueva York, trascendió que se le pidió al tribunal que se pronunciara antes de la asunción del gobierno que surgiría de las elecciones nacionales de 2019, pero esto no ocurrió. Durante la transición con el gobierno de Luis Lacalle Pou, se informó que se estaban desarrollando las últimas audiencias, pero el proceso continúa hasta el presente y el final es incierto.
El gobierno anterior había declarado confidencial “toda la información intercambiada o presentada en el procedimiento arbitral” con Aratirí. Con el cambio de administración, Sudestada solicitó el acceso a la información de esas actuaciones, pero el gobierno de Lacalle Pou mantuvo la decisión de Vázquez y la amplió a los gastos. Extrañamente, esta resolución de Presidencia no estaba publicada ni nos fue entregada.
Hubo que realizar una nueva solicitud por la Ley de Acceso a la Información Pública para que, en la fecha límite, se entregara la resolución. Resultan sorprendentes los fundamentos para no brindar la información. No sería un problema de volumen y justificación del gasto, sino de preservar la identidad de los defensores de Uruguay para no afectar las negociaciones o “las relaciones internacionales” (sic).
La resolución P/89 del 24 de marzo del año expresa:
“VISTO: la necesidad de proceder a la clasificación de la información relativa a los registros de los actos administrativos y gastos en viajes, viáticos, contrataciones y consultorías relacionados con el procedimiento arbitral “Caso CPA N° 2018-04” promovido por los señores Ritika Mehta, Vinita Agarwal y Prenay Agarwal contra la República Oriental del Uruguay;
CONSIDERANDO: I) que la referida información se relaciona directamente con las personas que integran la defensa de nuestro país en dicho proceso;
II) que la exposición pública de los integrantes del equipo puede afectar la conducción de las negociaciones o bien de las relaciones internacionales;
III) que el mencionado arbitraje se encuentra en fase definitoria, por lo que resulta indispensable preservar las condiciones de trabajo del equipo y de su entorno para un adecuado despliegue de la estrategia en la etapa final del diferendo;
IV) que asimismo, puede verse afectada la provisión libre y franca de asesoramientos, opiniones o recomendaciones que formen parte del proceso deliberativo hasta que, sea adoptada la decisión definitiva”.
Llama la atención esta decisión porque contrasta con la del gobierno anterior, ya que al menos una parte de los gastos, los viajes y viáticos de los funcionarios uruguayos, estaban publicados en el sitio oficial de Presidencia de la República. Pero el celo por ocultar la identidad del equipo a cargo de la defensa del país haría pensar que el desenlace de este litigio puede depender de misteriosos arreglos y acciones secretas.
O, mucho menos aún, creer que en este proceso arbitral entre el estado uruguayo y una firma con sede en un paraíso fiscal y un escritorio en Londres pueden estar en juego las relaciones internacionales del país. ¿Serán las relaciones con la República de Aratirí? o, tal vez, si mudó su sede, ¿con la ínsula Barataria, gobernada por el inefable Sancho Panza, fiel escudero de don Quijote de la Mancha?
Víctor L. Bacchetta / Sudestada, periodismo y transparfencia
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1969 – 17.07.2020
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
Como consecuencia de la emergencia sanitaria, o pandemia del Covid-19 que está recorriendo el mundo como “coronavirus”, se han suspendido gradualmente todo tipo de espectáculo artístico, deportivo y cultural, por lo que esta sección tomará un giro, para sugerir otros temas vinculados a la literatura, la historia del arte y de las y los artistas.
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I. CHARLA ABIERTA “NIÑA MAMÁ” – MATERNIDADES FORZADAS
Viernes 17 de julio – 19.30 horas.
Con motivo de la exhibición virtual de la película argentina “Niña mamá / Mother child” en La semana del Documental “DocMontevideo” el próximo 22 de julio, este viernes 17 proponemos una charla abierta sobre las maternidades forzadas en Uruguay y Argentina.
Información del Documental:
“Niña mamá” revela las voces de adolescentes que transitan embarazos o han decidido interrumpirlos, en la intimidad de la salud pública argentina.
El hospital público como campo de batalla y espacio de resistencia entre la vida y la muerte. Allí, interpeladas por trabajadoras sociales, las voces de jóvenes mujeres que transitan o transitaron maternidades en su adolescencia, atravesadas por la violencia y una extrema vulnerabilidad, exponen el drama de una decisión: continuar o no con un embarazo.
“Niña mamá” refleja el encuentro de deseos y tensiones durante maternidades forzadas y el miedo que provocan los abortos clandestinos.
Participan: Andrea Testa, directora de “Niña mamá / Mother-child” (Argentina); Luciana Piantanida, productora de “Niña mamá / Mother-child” (Argentina); Andrea Tuana, Asociación Civil El Paso (Uruguay); Ana Lima, Cladem Uruguay (Uruguay)
Modera: Fabiana Condon, Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual
Viernes 17 de julio, 19.30hs. En vivo por Facebook Live Asociación Civil El Paso
La película se podrá ver online en La Semana del Documental “DocMontevideo” entre las 20 horas del 22 de julio y las 20 horas del 23 de julio de 2020.
Más información: La Semana del Documental “DocMontevideo” 2020
Organiza: Asociación Civil El Paso y “DocMontevideo”
Apoyan: Red Uruguaya Contra la Violencia Doméstica y Sexual, Cladem Uruguay, Comité de los Derechos del Niño
www.facebook.com/events/3175759845836887/
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II. RECITAL DE PATRICIA ROBAINA – CANCIONERO DE JUGUETE
Domingo 19 de julio a las 20 horas, en vivo por Facebook
Teresita Cazarré fue una poeta, docente y titiritera melense; que además de pensar en las infancias en tiempos de dictadura, inauguró el primer merendero/comedor municipal de Melo, junto a otras maestras. Ese merendero fue desarmado durante el gobierno de Villanueva Saravia, en donde además de dejar a niñas y niños sin merienda, las maestras se enteraban por la radio que se quedaban sin trabajo.
El merendero estaba lleno de libros, canciones, sueños y trabajos.
Hoy traigo este «Cancionero de juguete» en mi guitarra, que es la obra de esa maestra del interior del país, que militó toda su vida por vivir en un mundo más justo y solidario. Cancionero que presentaré el próximo domingo, con letras a las que puse música.
Tienen su poesía un misterio profundo, que vuelven a hacer las mismas preguntas, después de muchos años. Y encuentran a Teresita continuando una lucha que tengo el honor y el privilegio de poder continuar cantando.
Domingo 19 de julio a las 20 horas en vivo a través de Facebook Presentara Cancionero de juguete de poesías con la musicalización de Patricia.
www.facebook.com/photo.php?fbid=10222958929952046&set=a.10203731246911987&type=3&theater
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III. SEMANA DEL DOCUMENTAL – DOC “SILENCIO RADIO”
Martes 21 de julio, 20 horas
México, marzo de 2015. Carmen Aristegui, periodista incorruptible, ha sido despedida de la estación de radio donde ha trabajado durante años. Apoyada por más de 18 millones de oyentes, Carmen continúa su lucha. Su objetivo: crear conciencia y luchar contra la desinformación. La película cuenta la historia de esta búsqueda, difícil y peligrosa, pero esencial para la salud de la democracia. Una historia en la que la resistencia se convierte en una forma de supervivencia.
Dirección: Juliana Fanjul / Producción: Philipe Coeytaux, Nicolás Wadimoff / Empresa productora: Akka Films, Cactus Docs / Dirección de fotografía: Jérôme Colin / Edición: Yaël Bitton / Sonido: Carlos Ibáñez-Díaz / Música: Marc Parazon / Ventas internacionales: Nevena Milašinović – Sweet Spot Docs: +387 65 373 261 / nevena@sweetspotdocs.com
México – Suiza /Año: 2019 / Duración: 79′
Premios y festivales:
SIMA Awards 2020 Mejor Edición de Largometraje Documental – Premios Gilda Vieira de Mello de la Barbara Hendricks Foundation para la Paz y la Reconciliación FIFDHIDFA, FICUNAM, FICG, This Human World Film Festival, Human Rights Watch Film Festival, Ambulante, Solothurn Film Festival, FIPADOC, FIFDH Geneva, Tempo FF, DOK.fest Munich.
Henry Flores – El Eternauta
VEO VEO / COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1969 – 17.07.2020
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2020 – 26 años
Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Silvio Amodei, Gustavo González, Jorge Marrero, José Antonio Rocca, Luis E. Sabini, Jorge Zabalza.
Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL.
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)
COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) /
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