1) Los orígenes del conflicto en República Democrática del Congo
2) Qué está pasando en Dakota del Norte y por qué
3) Mosul o la caja de Pandora de Obama
4) Agencia Internacional de la Energía: Del sueño a la pesadilla
5) Local o comunitario, el periodismo del futuro prospera
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COMCOSUR / POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 16 / Nº 800 / Miércoles 23 de Noviembre de 2016 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra y combatir ese monopolio es una tarea central.” — Emir Sader
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1) Los orígenes del conflicto en República Democrática del Congo
Veinte años de guerra y más de un siglo de expoliación y olvido
Josep Maria Royo (Africaye)
El pasado mes de octubre se cumplieron 20 años desde que se iniciara una sucesión de guerras en la República Democrática del Congo (RDC) que todavía no han llegado a su fin. Aunque la intensidad de la violencia y sus consecuencias se han reducido gradualmente en estas dos décadas, en el país existe una creciente inestabilidad política derivada de la voluntad del presidente Joseph Kabila de eternizarse en el poder que se manifiesta con continuos brotes de violencia política y represión gubernamental de la oposición, que intenta evitar esta política de hechos consumados. Amén de la persistencia de los residuos de las guerras que afectaron a todo el país y que siguen presentes especialmente en su región oriental.
La Guerra Mundial Africana
Ese otoño de 1996 una rebelión liderada por Laurent Desiré Kabila, padre del actual presidente del país, Joseph Kabila, consiguió derrocar meses más tarde al mariscal Mobutu, en el poder desde 1965. Una guerra para intentar traer la democracia al país, donde esta esperanza de cambio se truncó rápidamente y se convirtió en una mera sustitución de élites. Esta rebelión, tachada de guerra civil a pesar de la participación de los Ejércitos de Ruanda y Uganda con el apoyo de EEUU y Reino Unido, pretendía además desmantelar los campos de refugiados del genocidio ruandés de 1994, desde donde se estaban reorganizando miembros del antiguo gobierno y ejército ruandeses para recuperar el poder perdido.
El sentimiento de culpa por no haber evitado el genocidio pesaba en las cancillerías occidentales y dio alas a Kagame, el nuevo presidente ruandés y antiguo rebelde amigo de Uganda y de EEUU. Esta rebelión de Kabila fue el punto de partida de la llamada Guerra Mundial Africana, en la que participaron nueve países (Uganda, Burundi y Ruanda de un lado; y Angola, Chad, Namibia, Zimbabue y Libia del lado de la RDCongo) y cuyas víctimas mortales se estiman en millones: violencia sexual como arma de guerra, actos de genocidio e impunidad generalizada, una profunda crisis humanitaria y millones de personas desplazadas y refugiadas –que por cierto, fueron acogidos por sus vecinos sin trabas ni cuotas.
En este complejo contexto, olvidado a menudo por los medios de comunicación, la maldición de los recursos, es decir, la expoliación de los abundantes recursos naturales, entre ellos el coltán, ha contribuido a la perpetuación de la guerra en la RDC, que sitúa sus raíces en las tinieblas de Joseph Conrad, cuando empezó el saqueo belga de esta parte del continente africano en el siglo XIX. En este negocio han participado las Fuerzas Armadas congoleñas, grupos armados locales y extranjeros, empresas locales, varios países vecinos y multinacionales occidentales y asiáticas, según señaló Naciones Unidas por primera vez en abril de 2001.
Es la misma Naciones Unidas la que en ese momento afirmaba que la explotación era sistemática y sistémica y que los cárteles tenían ramificaciones por todo el mundo. Remarcaba que numerosas empresas habían participado en la guerra y la habían fomentado directamente, intercambiando armas por recursos naturales, y otras habían facilitado el acceso a los recursos financieros para comprar armas, y añadía que los donantes bilaterales y multilaterales habían adoptado actitudes muy diversas frente a los gobiernos implicados. Pocas cosas han cambiado desde 2001. Nadie está en prisión por estos hechos, 15 años después, y las recientes leyes o las diversas propuestas de iniciativas en EEUU y en la UE sobre diligencia debida, cadenas de suministro seguras y certificación de los minerales, etc., no atacan las causas de fondo y pueden ser dribladas por las grandes multinacionales del sector.
Más allá del discurso oficial, más allá del saqueo
Sin embargo, aunque algunos se empeñen en explicar las guerras que ha padecido y aún afectan a la RDC en términos tribales o reduciendo sus causas a una mera depredación de recursos, es imprescindible entender las raíces históricas y culturales de los pueblos de la región, el expolio continuado y la injusticia social vivida desde la opresión colonial y postcolonial, los agravios de la población local frente a las poblaciones sobrevenidas, la instrumentalización de las diferencias étnicas por parte de Mobutu, la presión y la competencia sobre la propiedad de la tierra, los legítimos retos de seguridad de los países vecinos frente al gigante congolés y la creciente presencia postcolonial anglófona frente a la progresiva marginalidad francófona.
Influyen también las dinámicas regionales e internacionales vinculadas no solo a la explotación de los recursos naturales sino también a dinámicas geopolíticas donde Ruanda y otros países de la región juegan un papel fundamental, en un mundo globalizado en el que las grandes potencias como EEUU y China compiten para ampliar sus áreas de influencia. Un mundo globalizado que ha ratificado la receta del modelo de Estado liberal para solucionar los problemas de la RDC pero que no los ha resuelto, por no afrontar las causas de fondo que dieron origen a la guerra y al creciente autoritarismo que en la actualidad están fraguando Kabila y sus acólitos para perpetuarse en el poder, y que puede tener desastrosas consecuencias.
– Josep Maria Royo es investigador de la Escola de Cultura de Pau de la UAB, miembro del GEA y de la Junta de Lafede.cat Organitzacions per a la Justícia Global
MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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2) Qué está pasando en Dakota del Norte y por qué
(Russia Today)
Un total de 167 manifestantes han resultado heridos a manos de las fuerzas policiales en una protesta contra la construcción del oleoducto Dakota Access en Standing Rock, Dakota del Norte (EE.UU.). La Policía de Dakota del Norte lanza gases lacrimógenos contra los manifestantes.Stephanie KeithReuters
Un total de 167 manifestantes han resultado heridos a manos de la Policía en una protesta contra la construcción del oleoducto Dakota Access en Standing Rock, Dakota del Norte (EE.UU.), según un médico citado por Indigenous Rising Media. De acuerdo con este informe, la Policía apuntaba a las cabezas y las piernas de los manifestantes. De los heridos, siete personas han sido hospitalizadas con lesiones graves en la cabeza. Tres heridos son presuntamente ancianos de la tribu de los sioux.
¿Qué está pasando?
La Policía de Dakota del Norte ha lanzado gases lacrimógenos, balas de goma y cañones de agua contra quienes protestan contra el oleoducto en el campamento de Oceti Sakowin. Un manifestante ha insistido a Indigenous Rising Media en que «no ha habido señales de violencia» por parte de los activistas. «Realmente parece una zona de guerra, no se siente que estamos en EE.UU. en 2016», ha agregado el manifestante calificando la situación de «muy aterradora».
Además, según reportes en medios sociales, activistas han asegurado estar «atrapados en un puente» mientras la Policía de Dakota del Norte lanzaba gas lacrimógeno y balas de goma contra ellos. Los reportes indican también que los oficiales habrían desplegado cañones de agua contra los manifestantes y habrían utilizado dispositivos acústicos de largo alcance. De acuerdo con la NBC, alrededor de 400 manifestantes han participado en la marcha de esta noche, la última de una serie de protestas en contra del oleoducto.
¿Qué es eloleoducto Dakota Access?
El oleoducto Dakota Access (DAPL, por sus siglas en inglés) es un proyecto de 3.700 millones de dólares de la compañía Energy Transfer Partners que prevé transportar casi 500.000 barriles de crudo al día del campo petrolero Bakken en Dakota del Norte a una refinería en Patoka (Illinois).
¿Quién y por qué se opone al proyecto? La construcción del oleoducto ha venido provocando protestas desde la primavera de 2016. La tribu de los sioux y ambientalistas sostienen que podría contaminar las fuentes de agua cercanas y destruir los sitios sagrados de la tribu. Asimismo, afirman que la decisión inicial del cuerpo de ingenieros del Ejército estadounidense de permitir la construcción del oleoducto fue tomada sin consultar a las autoridades tribales y sin un estudio exhaustivo de los impactos previo.
¿Cómo de avanzado está el proyecto?
En Dakota del Norte, la construcción del oleoducto ha avanzado rápidamente hacia los campamentos de protesta y el río Misuri. A principios de noviembre, los líderes tribales informaron de que el proyecto de construcción parecía estar a punto de terminar y se situaba a pocos kilómetros del agua. La tribu alertó de que la excavación ya había perturbado los cementerios sagrados y de que si el proyecto pasaba por debajo del río y se acercaba más a la reserva podría causar daños irreversibles a su tierra y su patrimonio cultural, recoge el británico ‘The Guardian’.
¿Quién ganaría y quién perdería con el proyecto?
El oleoducto Dakota Access «enriquecerá a unos cuantos multimillonarios», pero «empobrecerá al resto del país y herirá profundamente a la humanidad», afirmó la semana pasada el abogado Robert Kennedy Jr. en el programa ‘The Big Picture’ de RT. Kennedy explicó que el oleoducto «creará más contaminación por carbono que 29 centrales eléctricas que queman carbón»; atravesará e interrumpirá el curso de 209 arroyos y provocará «todo tipo de problemas» con áreas culturales y cementerios indios, entre otros daños.
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3) Mosul o la caja de Pandora de Obama
Guadi Calvo (Rebelión)
Paso, tras paso, metro tras metro que las tropas de Bagdad avanzan hacia Mosul, otra batalla que no se librara justamente en Mosul, parece estar armándose sobre el horizonte del mundo.
La sorpresiva embestida de los 35 mil hombres del ejército y la policía iraquí, juntos a unos 12 mil peshmergas kurdos y los comandos norteamericanos que en número “oficial” de 100 o 150 acompañan el avance han disparado las alarmas no solo de Estados Islámico (Daesh) que rápidamente activaron sus defensas, mientras las cúpula y muchos de los milicianos partieron raudos a la ciudad de al-Raqqa en Siria, sino de muchos analistas que coinciden que esta situación puede generar en otra mucho más grave todavía.
Con cierta ironía, el canciller ruso Sergei Lavrov, no dejó de “sorprenderse” en público, de que las fuerzas que han iniciado la operación sobre Mosul, no hayan tenido la previsión de cercar la ciudad, para evitar justamente el drenaje de terroristas a territorio sirio. Exactamente como ha pasado tanto en las ciudades de Ramadi, como de Faluya, que al momento de abandonarlos los hombres del Califa Ibrahim, lo hicieron por medio de un cordón “humanitario” tendido por las tropas de Bagdad.
Aunque para las tropas iraquíes y kurdas, que avanzan desde el sureste, no todo es cantar y bordar, varios generales se han quejado de haber sido sido olvidados, las fuerzas de la coalición encabezada por Estados Unidos, que no están dando la cobertura aérea prometida. La novena división acorazada del ejército de Irak, que acosan la ciudad de Gwer a unos 20 kilómetros al sudeste de Mosul, han sufrido constantes ataques justamente por falta del apoyo aéreo que es responsabilidad del Pentágono.
Mientras tanto Daesh, como para demostrar que la situación está lejos de desbordarlos, a más de 150 kilómetros de los frentes donde se combate, en la ciudad de Kirkuk, una ciudad petrolera cuyo control es vital, activó células dormidas que durante la madrugada del sábado tomaron por algunas horas un hotel, una mezquita y varios puestos policiales, asesinando cerca de 50 personas, acción en la que también murieron nueve terrorista.
Por otra parte Naciones Unidas denunció que 550 familias fueron secuestradas, a las afueras de Mosul, por combatientes del Daesh, para utilizaros como escudos humanos. Al tiempo que los salafistas siguen ejecutando a pobladores de las aldeas que tienen que abandonar. Más allá de las reclamos por la falta de coordinación en los bombardeos y los ataques suicidas que Daesh, que sin duda seguirá utilizando como parte de su estrategia, el mando norteamericano se felicitó por “el nivel de cooperación y coordinación” entre iraquíes y kurdos, que han avanzado y cumplido con los objetivos, de manera “más rápida de lo planeado”.
Éramos pocos y llegó el Sultán
Recep Tayyip Erdogán, el presidente de Turquía, quien ha tenido desde las sombras y no tanto, una actuación fundamental en el conflicto sirio, permitiéndoles a los terroristas utilizar su territorio prácticamente como una base militar, donde se podían entrenar, curar, al tiempo que ofició de gran centro de reclutamiento. Ankara ha permitido desde finales del 2010, que todos mercenarios que llegasen a su territorio para incorporarse a la guerra contra Bashar al-Assad, pudiera cruzar las fronteras sin inconvenientes. En estos años miles de fundamentalistas llegados del Magreb, Europa, las naciones de Cáucaso, del sudeste asiático y China, han utilizado a Turquía como puerta de entrada y también de salida de retorno a sus países. Al tiempo que millones de toneladas de armas e insumos, para los fundamentalistas, han cruzado su territorio libremente.
Mientras miles de camiones cisternas cargados de crudo que Daesh robaba en Siria e Irak, cruzaban la frontera rumbo a puertos donde eran cargados en barcos pertenecientes a las empresas de Bilal Erdogan, hijo del presidente, enviaba a mercados del lejano oriente, tal lo denunció el presidente ruso Vladimir Putin un año atrás con fotografías donde se observaba la operatoria. Turquía también sirvió de base para que el Daesh, comercializara las antigüedades y obras de arte robadas en las regiones que controlaban.
No conforme con los negocios de los que él, su familia y la camarilla gobernante han hecho de la guerra en Siria, Erdogan hoy pretende también, emerger como un “nuevo” y abierto contendor en el conflicto ya no solo sirio, sino también iraquí. El sultán ha anunciado que Turquía participará en la operación contra Daesh en Mosul, ya que ese grupo ahora supone una amenaza para su país. Irak y Turquía comparten una frontera de 350 kilómetros y temen que por allí podrían filtrase terroristas en desbandada.
Erdogan en un discurso trasmitido por la cadena NTV en Estambul declaró: “¿Cómo no vamos a entrar? Estamos bajo una amenaza” y agregó: “No nos haremos responsables de los resultados que puedan surgir si Turquía no está en esta en la operación. Participaremos en la operación y estaremos en la mesa (de negociación)”.
Bagdad, desde hace semanas viene negándose a la intervención en su territorio de fuerza turcas, y ha reclamado que Ankara que retire sus tropas de Bashika, un pueblo a poco más de 15 kilómetros de Mosul, donde instructores turcos, apoyados por tanques y blindados, entrenan a milicias locales suníes y a peshmerga kurdos, a lo que Erdogan, ha contestado con derroche de hipocresía: “Estamos en Bashika y que nadie espere que nos vayamos. Hasta ahora hemos participado en todas las actividades contra el terrorismo y lo seguiremos haciendo”.
En Siria, Turquía, está participando desde agosto en el conflicto a lo largo de frontera de sus más de 800 kilómetros, arguyendo que los disparos de morteros desde Siria suponían una amenaza a Turquía. La descarada presencia turca en Mosul enmascara la voluntad del Sultán, de que una vez desplazados los terroristas de su último gran enclave en territorio iraquí, y filtren hacia Siria, y con la excusa de la persecución Turquía pueda hacerse fuerte en territorio sirio.
Erdogan, que desde hace ya más de un año viene trazado un ideario ultranacionalista que invoca con nostalgia la reconstrucción del Imperio Otomano, ha declarado que tanto Mosul, como la ciudad de Alepo, donde se librando, quizás la más sangrienta batalla de toda la guerra, entre las tropas del Ejército Árabe Sirio, la aviación rusa, contra extremistas y “moderados”, pertenecen históricamente a Turquía, como para echar más fuego al fuego en Medio Oriente.
Para enfría los ánimos de tanto oportunista respecto a Siria, es que el presidente Putin ha dado la orden de que el portaviones Almirante Kuznetsov, uno de los más poderosos de la flota rusa, con capacidad para cincuenta aviones y helicópteros de ataque y bombarderos, parta de inmediato rumbo a aguas sirias, junto un crucero lanzamisiles de propulsión nuclear Pyotr Velikiy (Pedro el Grande), los buques antisubmarinos Severomorsk y Vicealmirante Kulakov y varias embarcaciones de apoyo logístico.
La maniobra de Obama, de lanzar la operación sobre Mosul, no persigue otra razón que la de generar la fuga de los terroristas hacia Siria, en el momento crucial de la batalla de Alepo, es una clara evidencia de la falta de voluntad de Washington, para resolver el conflicto, y su pretensión de seguir profundizarlo. Obama, juega con una caja mucho más letal que la de Pandora, y todos sabemos que saldrá de allí si finalmente consigue abrirla.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino . Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central.
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4) Agencia Internacional de la Energía: Del sueño a la pesadilla
Gerardo Honty (Alai)
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) presentó el pasado 16 de noviembre su Prospectiva Mundial Energética 2016 con una actualización de los escenarios esperados hacia el 2040. En un mes signado por la entrada en vigor del Acuerdo de París sobre cambio climático (el pasado 4 de noviembre), el citado reporte no trae buenas noticias. La proyección de la AIE incorpora las promesas que los países presentaron a la Convención a través de sus Contribuciones Nacionales Determinadas. El resultado ya es bastante conocido, las promesas no alcanzan para evitar que la temperatura aumente más de 2º C en el futuro.
Según este informe las emisiones de gases derivadas de la energía se estabilizaron en el año 2015 debido a una mejora de 1,8% en la intensidad energética de la economía mundial y el avance de las fuentes renovables. La inversión en estas fuentes energéticas se vio favorecida por el descenso en la exploración y producción de gas y petróleo así como de los recortes a los subsidios fósiles globales que cayeron de USD 500 mil millones en 2014 a USD 325 mil millones en 2015. Sin embargo hacia el futuro se espera un aumento en la producción de hidrocarburos no convencionales que mantendrá a los combustibles fósiles como la mayor fuente de energía a nivel global. Es más, la AIE alerta que esta inversión debe comenzar a hacerse ya, so pena de una crisis de abastecimiento hacia el 2020.
Arriba de los dos grados
Se estima que el consumo de energía crecerá en un 30% de aquí al 2040 y a pesar del esperado incremento en el uso de fuentes renovables, el petróleo, el gas natural y el carbón seguirán siendo las principales fuentes energéticas. Este aumento del consumo se verá principalmente en países de creciente industrialización y urbanización como la India, el Sudeste Asiático, China, América Latina y Oriente Medio, en tanto que los países de la OCDE el consumo va en descenso.
El incremento constante de las emisiones de CO2 relacionadas con la energía –hasta 36 gigatoneladas en 2040– significa que no se cumplirá con el objetivo del Acuerdo de París de alcanzar un punto máximo de emisiones ‘‘lo antes posible’’. Para alcanzarlo la demanda de petróleo debería reducirse hasta los niveles de la década de 1990 (por debajo de los 75 millones bdp) y el consumo de carbón debería retroceder a los niveles registrados en la década de 1980, por debajo de los 3 000 millones de toneladas anuales.
Para la Agencia Internacional de la Energía las oportunidades de reducir emisiones se encuentran en el sector eléctrico, a través del desarrollo de las energías renovables y de la eficiencia energética. Pero también por la vía de dos tecnologías bastante cuestionadas a nivel global: la energía nuclear y la captura y almacenamiento de CO2.
La electricidad registra una proporción cada vez mayor del crecimiento del consumo final en 2040 alcanzando el 40%. Aunque aún para esa fecha los vehículos eléctricos sean un factor pequeño en la demanda total de electricidad, el incremento previsto de su utilización en el transporte por carretera es importante. El número de coches eléctricos en el mundo alcanzó los 1,3 millones en 2015, casi el doble del nivel registrado en 2014. Esta cifra ascenderá a más de 30 millones en 2025 y sobrepasa los 150 millones en 2040. Sin embargo, para alcanzar los objetivos de París, el número de autos eléctricos en las calles debería aumentar hasta 715 millones, según el informe.
En el período que va desde ahora hasta 2040, el mundo invertirá 44 billones de dólares para el abastecimiento de energía, de los cuales el 60% se destinará a la extracción y suministro de combustibles fósiles. El principal estímulo para la inversión en exploración y producción de petróleo y gas es el descenso de producción de los yacimientos existentes y la necesidad de la explotación de los llamados hidrocarburos no convencionales como el gas y petróleo de esquisto (shale).
Agua y pobreza
Sin embargo, a pesar de todo este aumento de la oferta energética, más de 500 millones de personas aún carecerán de electricidad en 2040 y 1.800 millones dependerán aun de la leña y residuos de biomasa para cocinar. Y es probable que a la falta de energía se le sume la falta de agua.
La interdependencia entre la energía y el agua se intensificará en los próximos años, ya que las necesidades de agua del sector de la energía y las necesidades energéticas para la provisión de agua potable van en aumento. El agua es esencial para todas las fases de la producción energética: el sector de la energía es responsable del 10% de las extracciones mundiales de agua, esencialmente para operar centrales eléctricas y producir combustibles fósiles y biocombustibles. Pero estos requisitos aumentarán de aquí a 2040 elevando el consumo mundial de agua.
Por otra parte, este informe de la AIE proporciona por primera vez una estimación global de la cantidad de energía usada para abastecer de agua a los consumidores. En 2014, en torno al 4% del consumo eléctrico mundial se utilizó para extraer, distribuir y tratar el agua y las aguas residuales. Para 2040, se prevé que la cantidad de energía usada en el sector del agua sea más del doble que la actual, a la vez que se espera que el cambio climático exacerbe el estrés hídrico. Ciertas tecnologías de bajas emisiones de CO2, como la eólica y la solar fotovoltaica, requieren muy poca agua; pero, según adelanta la Agencia Internacional de la Energía, cuanto más se apoye la reducción de emisiones de CO2 en los biocombustibles, en la energía solar concentrada, en la captura de CO2 o en la energía nuclear, más agua se consumirá.
Flacas expectativas
Cinco años atrás, la AIE había adelantado que si quería evitarse el cambio climático, el mundo no podía consumir más de un tercio de las reservas conocidas de combustibles fósiles. La afirmación era consistente con los reportes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) y la mayoría de los informes al respecto. Sin embargo, y a pesar de la algarabía generalizada por la aprobación del Acuerdo de París, la realidad muestra la insuficiencia de los logros alcanzados por las negociaciones internacionales sobre el clima.
Pero como se ve, el cambio climático no es la única amenaza a que nos enfrenta el aumento del consumo energético. La escasez y deterioro de la calidad del agua, la inequidad en la distribución de los beneficios de la energía, los riesgos de la energía nuclear, los impactos de la minería para extraer los minerales necesarios para el uso de las fuentes renovables de energía y los impactos del “fracking” son algunos de los otros efectos indeseados que traerá aparejada esta creciente demanda energética.
La recientemente finalizada COP 22 de Marrakech (7 al 18 de noviembre) tampoco pudo dar señales de avance, ni siquiera ante las flacas expectativas del Acuerdo de París. Las decisiones sobre los puntos más relevantes que podrían haber dado impulso a la concreción de algunas de sus metas fueron pospuestas. De manera que no parece haber informe ni reporte, por más fundado que sea, capaz de despertar al mundo de la dormidera del crecimiento económico. La humanidad camina como zombie hacia su autodestrucción, obnubilada con la ilusión de que, algún día, todos seremos “desarrollados”. Un sueño imposible, que poco a poco irá transformándose en pesadilla.
– Gerardo Honty es analista de CLAES (Centro Latino Americano de Ecología Social)
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5) Local o comunitario, el periodismo del futuro prospera
Mario Osava (IPS)
“Siempre quise ser periodista, El Chulla es mi oportunidad, acá me siento bien y pongo todo mi esfuerzo”, confesó Elsa Mejía, la “abuela” del equipo que redacta el periódico comunitario de la Zona Centro de Quito.
La publicación trimestral es financiada por la Municipalidad, pero su contenido es producido con total independencia por 15 voluntarios, 13 mujeres, que cubren los varios barrios del Centro Histórico quiteño y sus alrededores. “Es la gente la que elabora la información directamente de su sector, sosteniendo la credibilidad ciudadana, porque son noticias contadas desde la vecindad”, aseguró Pilar Guacho, responsable de la edición como comunicadora social de la Administración Zona Centro de la alcaldía.
“La población local se siente identificada con este medio de comunicación redactado por los vecinos y sabe que es verdad lo que está escrito”, acotó a IPS en la sede de la publicación en la capital de Ecuador. El Chulla lleva el nombre de un personaje histórico de las calles de Quito, elegante en su único traje, aunque pobre. Se publica cada trimestre, a veces con atraso por retardo en los recursos municipales para la impresión de sus 10.000 ejemplares, distribuidos gratuitamente.
Su éxito se mide por su longevidad, en comparación con publicaciones similares que suelen desaparecer precozmente, y por la acogida popular. “En la Plaza Grande, 200 ejemplares se acaban en cinco minutos”, según Guacho. No se aumenta la tirada por falta de presupuesto. El periódico ya cumplió 12 años, sobreviviendo a cambios de alcaldes y de orientaciones políticas en la gestión municipal. “Somos propositivas, informamos sobre buenas actividades, fiestas”, explicó Mejia, de 68 años, una de las fundadoras del periódico, maestra en corte y confección y reportera del barrio Santa Lucia.
Un ejemplo fue la reforma de la Casa Parroquial del barrio San Marcos, impulsada por el Chulla. El deterioro de la casa de 1820 no permitía al padre vivir allí “sin el riesgo de le cayera el techo en la cabeza”, recordó Nancy Solís, reportera del área. La movilización logró que el Instituto del Patrimonio Cultural asumiera la obra y “la comunidad retiró los escombros en cinco camiones de desechos, ahora el padre vive feliz en su casa”, celebró.
“Mi barrio hizo guardería ciudadana, los vecinos hacían guardia voluntaria, observaban y avisaban sospechas por radios de comunicación. Los delincuentes se fueron y no hubo costos para el municipio”, contó Margarita Valladares, licenciada en finanzas y ahora periodista en Edén del Valle. Sirvió de ejemplo a otras comunidades. “Los barrios compiten, quieren hacerlo mejor que el pionero”, bromeó.
El grupo fundador del periódico, de 30 reporteros en 2004, se ha reducido a la mitad, pero la información la suministran los pobladores en general. “El Chulla consiguió la participación y apropiación ciudadanas”, destacó la editora. “Aprendimos mucho, fueron 12 años de capacitación constante”, resumió Susana Vargas, de la Colmena, trabajadora social. “Hemos estudiado, pero ahora vemos en la práctica”, añadió Nancy Solís.
“Sentirse útil”, tener una segunda familia en el equipo y “divertirse”, viajando incluso al exterior y festejando cada cumpleaños de El Chulla, son otras satisfacciones que ofrece la actividad periodística, según esas voluntarias. El periodismo comunitario o local es el futuro de la comunicación social, cree Carlos Castillo, veterano periodista que dirige hoy la redacción del Observatorio da Imprensa, un portal de análisis en Brasil.
Las nuevas tecnologías digitales y la diversificación del consumo, un vuelco en la uniformización promovida por la globalización económica, imponen cambios también al periodismo, que “deja de ser una actividad comercial-industrial para convertirse en componente de la producción cultural y de conocimientos”, planteó a IPS. La noticia se hizo tan abundante en Internet que perdió la fuerza para atraer el público y en consecuencia la publicidad. “Deja así de ser fundamental como fuente de ingresos y pasa a ser factor de reflexión sobre el futuro individual y colectivo”, evaluó.
“Cuanto más amplia la circulación de informaciones locales, mayor será la producción de conocimientos y del llamado capital social”, y en eso está el rol del periodismo local, dictó Castillo, investigador del tema desde su doctorado en gestión del conocimiento. La expansión del periodismo comunitario o local, sin embargo, enfrenta muchos desafíos, como definir una nueva relación entre periodistas y la población local, más interactiva, un modelo de sustentabilidad económica en un ambiente digital y la formación de “periodistas aficionados o ciudadanos”, advirtió.
La pujanza de periódicos locales es visible en la metrópoli brasileña de São Paulo, donde la Asociación de Diarios y Revistas de Barrio tiene 50 afiliados y estima haber cerca de 150 otras publicaciones similares. Como la ciudad tiene más de 2.000 barrios, la posibilidad de incremento es enorme. Se destaca el “Jornal dos Bairros”, con ediciones mensuales de 130.000 ejemplares que circulan en ocho barrios céntricos, “el ‘filet mignon’ (parte mejor) del mercado”, que concentra una población de altos ingresos, alabó a IPS su director de redacción, Haroldo Lago.
La prensa de barrios “sobrevive y crece porque tiene bajos costos, con pequeñas tirada y redacción y publicidad asegurada de empresas locales”, observó. “Cada ciudadano es un reportero potencial” que suministra informaciones inmediatas a los periódicos que se dedican a los hechos y problemas del barrio, como cuestiones de seguridad, salud y transporte, apuntó Lago. La planta gráfica del Jornal dos Bairros imprime también 55 periódicos de ciudades del interior.
Lago solo lamenta que grandes empresas, gobiernos e instituciones públicas aún no se hayan dado cuenta de la mayor eficacia de la publicidad en medios pequeños y locales, que alcanzan directamente el público deseado. En Blumenau, ciudad industrial de unos 340.000 habitantes del estado de Santa Catarina, en el sur de Brasil, pueden estar naciendo un modelo y herramientas digitales para el periodismo comunitario, o colaborativo como prefiere denominarla Evandro de Assis, uno de los socios del proyecto.
La idea surgió en febrero, cuando quebró la empresa de autobuses local, dejando la ciudad sin transporte colectivo durante ocho días, a pesar de la contratación de otra empresa por la alcaldía. Tres periodistas, entre ellos Assis que había sido editor-jefe del gran diario local, Jornal de Santa Catarina, crearon el Colectivo Blumenau, una red informativa por Facebook para buscar soluciones.
“Invitamos a los ciudadanos a informar sobre los servicios de la nueva empresa, cantidad y calidad de los autobuses, horarios. En algunos días se registraron 240 personas y subió a 2.000 en un mes. Fue demasiado para los tres periodistas y Facebook se reveló una herramienta inadecuada”, relató Assis a IPS. El grupo decidió formar una empresa, a través de una incubadora local, para desarrollar un programa de informática para facilitar la comunicación entre periodistas y comunidades y un modelo sustentable de periodismo participativo.
Las fuentes de financiamiento podrían ser el “crowdfunding” (micromezenazgo) y las grandes empresas, que no tienen interés en publicidad local porque su mercado es nacional, pero se comprometen a mejorar la calidad de vida local. El proyecto se contrapone a la decadencia de la prensa tradicional. “El Jornal de Santa Catarina empleaba 50 periodistas hace siete años, hoy solo 16”, señaló Assis.
Editado por Estrella Gutiérrez
MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DE 2016 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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