1) Nicaragua y la izquierda: Silencios que matan /Raúl Zibechi
2) Nicaragua: Ortega-Murillo, ¿los nuevos Somoza? / Luis Nieto Pereira y Mónica Baltodano
3) Uruguay: Propuesta del Ministerio de Vivienda es «insuficiente» para FUCVAM
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
I. 5ta. Feria Feminista
II. Ciclo de Cine Vasco en el Centro Cultural de España
III. 7ta. Marcha por desmanicomialización, salud mental y vida digna
IV. Unas preguntas, film de Kristina Konrad
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“La palabra es una herramienta de lucha”
Juan Gelman 1930 – 2014
COMCOSUR INFORMA AÑO 18 – No. 1897 – 05.10.2018
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1) NICARAGUA Y LA IZQUIERDA: SILENCIOS QUE MATAN
Por Raúl Zibechi / Red Latina sin fronteras /24.07.2018
Sin ética la izquierda no es nada. Ni el programa, ni los discursos, ni siquiera las intenciones tienen el menor valor si no se erigen sobre el compromiso con la verdad, con el respeto irrestricto a las decisiones explícitas o implícitas de los sectores populares a los que dice representar.
En este período en el que todos los dirigentes de la izquierda se llenan la boca mentando valores, resulta muy significativo que se queden apenas en el discurso. La ética se pone a prueba sólo cuando tenemos algo que perder. Lo demás es retórica. Hablar de ética o de valores cuando no hay riesgos, materiales o simbólicos, es un ejercicio hueco.
Todos recordamos la gesta del Che en Bolivia, cuando en vez de ponerse a salvo de las balas enemigas retornó al lugar del combate para ocuparse de un compañero herido, sabiendo que era más que probable que perdiera la vida en esa acción, sin ningún sentido militar pero rebosante de ética.
Ante nosotros tenemos la segunda oportunidad de que la izquierda latinoamericana se redima de todos sus “errores” (entre comillas porque se abusa del término para encubrir faltas más serias), condenando la masacre que están perpetrando Daniel Ortega y Rosario Murillo contra su propio pueblo. La segunda, porque la primera sucedió dos décadas atrás, cuando la denuncia de Zoilamérica Narváez, la hijastra de Ortega, al denunciar abusos sexuales de su padrastro.
El silencio actual de las principales figuras de la izquierda política de la región y de la izquierda intelectual lo dice todo. Un extravío ético que anuncia los peores resultados políticos.
Culpar al imperialismo de los crímenes propios es absurdo. Stalin justificó el asesinato de sus principales camaradas porque, dijo, le hacían el juego a la derecha y al imperialismo. Trotsky fue asesinado vilmente en 1940, cuando su prédica no podía en modo alguno poner en peligro el poder de Stalin, que en esos años contaba con el visto bueno de las elites mundiales para contener al nazismo. ¿Cómo puede ilusionar a los jóvenes una política que se para sobre una alfombra interminable de cadáveres y de mentiras?
¿Cómo pudo José Mujica guardar silencio durante tantos meses –mientras en Nicaragua morían cientos de jóvenes, y ante la carta abierta de Ernesto Cardenal– hasta pronunciar al fin algún tipo de crítica a Ortega? ¿Cómo pueden algunos connotados intelectuales latinoamericanos justificar la matanza con argumentos insostenibles o con un silencio que los convierte en culpables? ¿Qué los lleva a pedir la libertad de Lula sin revolverse contra el gobierno de Nicaragua?
En este período tan negro para la izquierda –como aquel de los juicios de Moscú, que liquidó todo vestigio de libertad en la Unión Soviética– es necesario rascar hasta el fondo para encontrar explicaciones. A mi modo de ver, la izquierda pasó de ser la fuerza social, y política que pugnaba por cambiar la sociedad a resecarse apenas como un proyecto de poder. No “el poder para”, sino el poder a secas, el tipo de relaciones que aseguran la buena vida para la camarilla que lo detenta.
Fue a través de la lucha por el poder y la defensa de éste que la izquierda se mimetizó con la derecha. Hoy se argumenta con la lucha contra el neoliberalismo como excusa para no abrir fisuras en el campo de la izquierda, con la misma liviandad que antes se argumentaba la defensa de la URSS o de cualquier proyecto revolucionario.
Pocos pueden creer que entre 1937 y 1938 hubiera un millón y medio de rusos aliados a las potencias occidentales (todos miembros del partido), que fue la cifra de condenados por la gran purga de Stalin, de los cuales casi 700 mil fueron ejecutados y el resto condenados a campos de trabajos forzados. Si ese es el precio a pagar por el socialismo, habrá que pensárselo dos veces.
Estamos ante un período similar. Los progresismos y las izquierdas miran para otro lado cuando Evo Morales decide no respetar el resultado de un referendo, convocado por él, porque la mayoría absoluta decidió que no puede postularse a una nueva reelección. No quieren aceptar que Rafael Correa es culpable de secuestro en el “caso Balda”, ejecutado por los servicios de seguridad creados por su gobierno y supervisados por el presidente. La lista es muy larga, incluye al gobierno de Nicolás Maduro y al de Ortega, entre otros.
Lo más triste es que la historia parece haber transcurrido en vano, ya que no se extraen lecciones de los horrores del pasado. Sin embargo, algún día esa historia caerá sobre nuestras cabezas, y los hijos de las víctimas, así como nuestros propios hijos, nos pedirán cuentas, del mismo modo que lo hacen los jóvenes alemanes increpando a sus abuelos sobre lo que hicieron o dejaron de hacer bajo el nazismo, escudados en un imposible desconocimiento de los hechos.
Será tarde. Son los momentos calientes de la vida los que moldean actitudes y definen quiénes somos. Este es uno de esos momentos, que marcará el porvenir, o la tumba, de una actitud de vida que desde hace dos siglos definimos como izquierda.
Fuentes: brecha.com.uy/ www.aporrea.org/internacionales/a266803.html
COMCOSUR INFORMA AÑO 18 – No. 1897 – 05.10.2018
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2) NICARAGUA: ORTEGA-MURILLO, ¿LOS NUEVOS SOMOZA?
El ocaso del «orteguismo»
«A los que les gusta mucho la plata, hay que correrlos de la política. Son un peligro» José Mujica, Uruguay
Nota de la redacción de SERPAL
La renuncia de la pareja Daniel Ortega y Rosario Murillo a los principios del Sandinismo, por los cuales hace 40 años miles de nicaragüenses lucharon y muchos dejaron la vida para derrocar la dictadura de Anastasio Somoza, no es reciente, comenzó hace muchos años. Los primeros signos, fueron los abandonos de militantes y cargos reconocidos por su trayectoria honesta y comprometida.
Después vinieron pactos y acuerdos con aquellos que habían sido los más enconados enemigos del sandinismo durante el proceso revolucionario de los años 70. Pero en el campo popular o en organizaciones que se definen como «progresistas», hubo resistencia en reconocer lo que sucedía. Tampoco es un fenómeno nuevo en la izquierda.
La capacidad autocrítica no es una de sus virtudes. Hoy día podemos decir que la verdad de lo que sucede en Nicaragua no la ven, sólo aquellos que no la quieren ver. Se utilizan los viejos clichés del tipo “detrás de todo esto está la CIA». Sí, los latinoamericanos ya sabemos que la CIA siempre está detrás o muchas veces delante de lo que nos pasa. Pero no es el caso. Desde sus comienzos, hace ya casi 20 años, en SERPAL hemos tratado de reflejar la realidad con objetividad. Partimos de viejos principios como aquel de que para modificar la realidad hay que conocerla y admitirla tal cual como es. No engañarnos a nosotros mismos. Esa línea periodística es la que nos lleva hoy a reproducir íntegra esta nota publicada en «Contexto» y que firman Luis Nieto Pereira, militante internacionalista y profesor de historia Moderna y Contemporánea y Mónica Baltodano, historiadora, excomandante guerrillera y ex miembro de la Dirección del FSLN.
Serpal, 03.10.2018
Nicaragua: Ortega-Murillo, ¿los nuevos Somoza?
Por Luis Nieto Pereira y Mónica Baltodano. (*)
Cuando se llevaron a cabo las elecciones de 2016, Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, accedió a la vicepresidencia del país. Ya desde el mandato 2007-2012 tenía en sus manos importantes herramientas que le permitían tomar las verdaderas decisiones de gobierno, y su cargo de vicepresidenta lo acrecentó. Rosario es quien se dirige diariamente a la nación a través de los medios públicos que controlan sus hijos e hijas, nombra y destituye ministros, dirige a los alcaldes sandinistas (a quienes destituye cuando no se le subordinan), controla a los escuadrones parapoliciales y a los cuadros jóvenes del FSLN y, sin su venia, no se mueve nada en el gobierno. Daniel Ortega es la imagen y la autoridad a la que aspira Rosario. Esta alianza política se inició cuando su hija Zoilamérica denunció en 1998 a su padrastro, Daniel Ortega, ante los tribunales nicaragüenses y la Corte Interamericana por haber sido abusada y violada durante 20 años, desde los 11 años. En ese momento, Rosario prestó todo su apoyo a su marido, repudió a su hija, y comenzó su carrera ascendente hasta llegar a la vicepresidencia de Nicaragua, constituyendo una alianza política Ortega-Murillo, basada en el silencio y el chantaje.
Daniel Ortega, como presidente del Gobierno, y secretario general del FSLN, tiene institucionalmente toda la responsabilidad en las decisiones, unas veces apoyando las propuestas de su esposa y, otras, ordenando medidas que han derivado en la situación de opresión y violencia que vive el país y para las que ha recuperado a cuadros del FSLN de la “vieja guardia” que habían sido desplazados y despreciados por la vicepresidenta. Una parte de ellos pasaron a engrosar los cuerpos paramilitares que atacaron con balas las barricadas y “tranques” donde murieron gran parte de las más de 300 personas asesinadas.
Daniel y Rosario califican su política de izquierda, pero su gobierno no tiene de izquierda más que el sello y el membrete, arrebatados con mañas a un partido que ellos mismos vaciaron de toda sustancia, convirtiéndolo en una maquinaria electoral y represiva al servicio de sus intereses políticos y económicos. Este proceso se inició con La Piñata (reparto de propiedades entre cuadros sandinistas tras la derrota electoral de 1990, bajo el pretexto de que el partido no podía dejar el poder sin fortalecerse con recursos para trabajar desde la oposición) y se profundizó mediante el pacto con el liberal Arnoldo Alemán por el que se reparten las cuotas de poder en todas las instituciones. Al final este pacto le sirvió a Alemán para conseguir su libertad, cuando había sido procesado por corrupción y a Ortega, su vuelta a la presidencia en 2006, con un 38% de votos.
Rosario Murillo acuñó a lo largo de su primer mandato el lema de “Nicaragua cristiana, socialista y solidaria”, con el que la pareja siguió en el poder después de unas elecciones fraudulentas en 2011 y luego en 2016. Su particular interpretación del mismo, sumada a la persecución del movimiento feminista, engloban su verdadero ideario de gobierno, por el que podremos juzgar si sus decisiones políticas corresponden a un gobierno de izquierdas o por el contrario, esconden un gobierno conservador, patriarcal, neoliberal, al que ahora ha añadido la represión, la tortura, el asesinato y la denegación de asistencia médica a las personas heridas.
En los años de la Revolución, la Iglesia nicaragüense estaba profundamente dividida. Una gran parte del pueblo cristiano seguía las dinámicas de la Revolución y se encuadraba en ellas. Ellos y ellas constituían la Iglesia popular y de ella surgieron muchos mártires como Gaspar García Laviana y dirigentes como los hermanos Fernando y Ernesto Cardenal. La consigna de la época “Entre Cristianismo y Revolución no hay contradicción” resumía esta postura. En el otro extremo, estaba la jerarquía de la Iglesia Católica, encabezada por monseñor Obando y Bravo (a quien Daniel Ortega llamaba capellán del somocismo), que junto a algunas Iglesias Evangélicas constituían una pieza fundamental de la Contrarrevolución, armada y financiada por los EE.UU. La foto que mejor puede ejemplarizar ese momento es la que recoge la visita a Managua, el 4 de marzo de 1983, del Papa Juan Pablo II, en la que atacó y humilló al sacerdote y ministro de Cultura Ernesto Cardenal, y elogió las posturas de Obando y Bravo.
A partir de la pérdida del gobierno por parte del FSLN, en 1990, se produce un declive de la Iglesia popular que coincide, al igual que en el resto de América Latina, con el ataque del Vaticano a la Teología de La Liberación. A ello se suma un caminar lento y firme de acercamiento de la cúpula del Frente Sandinista al cardenal Obando y Bravo y a los postulados conservadores de la Iglesias católica y de algunas ramas de las Iglesias evangélicas. Primero fue el silencio de Obando ante la denuncia de Zoilamérica (1998), luego el apoyo del FSLN a Obando cuando el presidente Bolaños inició un proceso de investigación por actos de corrupción a la ONG católica COPROSA, dirigida por Roberto Rivas, protegido del cardenal. En esa ocasión, Daniel Ortega mandó poner en las calles de Managua mantas del FSLN que decían “Cardenal Obando, príncipe de la paz, el FSLN te saluda”. En ese período el FSLN dio los votos en el Parlamento para que Rivas fuera reelecto en el Consejo Supremo Electoral. Luego vino el matrimonio eclesiástico de la pareja Ortega-Murillo en la capilla de la UNICA (Universidad Católica fundada por Obando y Bravo). Y así, mientras Daniel Ortega nombra al cardenal Obando y Bravo “prócer de la paz y la reconciliación”, se postra ante él en el 25 Aniversario de la Revolución y le pide perdón por los “errores del pasado”, le otorga la medalla a la orden de la Independencia Cultural Rubén Darío, le ayuda a consolidar su Universidad Católica y su emisora de radio y le nombra públicamente su gran aliado y consejero espiritual. Obando pasa a apoyar a la pareja Ortega-Murillo y Daniel deja de ser una “víbora moribunda” (como le llamó durante las elecciones de 1996) y tener un “oscuro pasado” (en las elecciones de 2001), a ser un gran estadista y a defender su acción de gobierno en varias visitas al Vaticano. El resultado de este pacto empieza a concretarse cuando, en octubre de 2006, los diputados sandinistas votaron a favor de la reforma del código penal que castiga con penas de entre cuatro y ocho años de prisión la realización de abortos terapéuticos.
Esta mutación del marxismo a un uso coercitivo de determinadas prácticas religiosas y el abandono del laicismo han llevado a fundamentar sus actuaciones gubernamentales en la voluntad de Dios y a acusar a la oposición de ser “agentes del diablo”.
El eslogan también habla de lucha por una Nicaragua socialista. En el programa del FSLN se decía que era necesario el socialismo para conseguir la felicidad del pueblo, la democracia económica y una sociedad sin distinción de clase o género. Sin embargo, cuando Daniel Ortega comenzó su primer mandato en 2007, construyó una alianza con el gran capital basado en un modelo de alianza público-privado que aplaudió el FMI –de quien es un buen alumno–, el Banco Mundial y las grandes corporaciones e inversionistas nacionales e internacionales.
Analizando las políticas de los tres gobiernos de Daniel Ortega, podemos afirmar que son neoliberales, sin separación de poderes, con elecciones fraudulentas, políticas impositivas que cargan sobre los sectores trabajadores, una reforma agraria desmantelada, con políticas de género inexistentes o retrógradas, medios de comunicación en manos de la derecha o de la camarilla del orteguismo, políticas de financiación de la salud, educación y vivienda insuficientes y una corrupción galopante.
Para fortalecer dicho modelo, la cúpula empresarial nicaragüense se amplió al sumarse al capital tradicional que se agrupa en el COSEP, una parte de la cúpula militar en activo o en la reserva y la nueva burguesía sandinista, conocida como “los empresarios sandinistas”, articulados en torno al excomandante Bayardo Arce, uno de los grandes beneficiados de la piñata de los años 90 y del tesorero del FSLN, Francisco López. Alrededor de ellos se fundaron empresas potenciadas con la venta de petróleo venezolano a través de la empresa privada mixta,
Albanisa. El monto total aportado por Venezuela en estas operaciones es desconocido, pues nunca pasaron por los presupuestos nacionales, aunque se estima que entre 2008 y 2015 entraron más de 4.000 millones de dólares en el país. Si bien algunos de estos capitales se destinaron a programas sociales asistenciales, su mayoría se destinó a negocios de energía, exportación de alimentos, almacenamiento, bancos, infraestructuras, telecomunicaciones, etc… cuyos beneficios enriquecieron a la cúpula del FSLN.
El Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha profundizado la subordinación del país a la lógica global del capital. Primero fueron los votos del FSLN para la aprobación del TLC con Estados Unidos y Taiwán, y posteriormente la entrega de Nicaragua a las grandes transnacionales y a los capitales extranjeros, que llegan a explotar riquezas naturales o a aprovecharse de la mano de obra barata, como sucede en las zonas francas. A ellos se les han facilitado los trámites y los requerimientos ambientales para poderse apropiar, bajo condiciones muy ventajosas, de explotaciones mineras, forestales y pesqueras y concesiones para agrocombustibles y empresas hidroeléctricas, todo en contra de los derechos ancestrales de los pueblos indígenas o de las comunidades campesinas. Entre las multinacionales beneficiarias están las españolas Pescanova y Gas Natural Unión Fenosa. Así mismo, en lo que alguna vez fueron tierras reformadas (distribuidas por la reforma agraria y posteriormente reprivatizadas), ahora se erigen lujosos hoteles. El caso más emblemático ha sido la concesión, por 100 años, a una empresa china para la construcción del Canal Interoceánico.
Por otra parte, el eslogan habla de un país “solidario”, con lo que se pretende hacernos creer que sus políticas son continuidad con la época de la revolución, pero la realidad lo desmiente, ya que no se están ejecutando políticas que transformen las estructuras económicas del país y hagan disminuir las desigualdades. Al contrario, se ha construido un sistema económico social sostenido con una baja recaudación fiscal a los grandes capitales, una potenciación de las maquilas y la economía informal y jubilaciones y salarios muy precarios. Su consecuencia es la construcción de un régimen de inequidad social con un creciente proceso de concentración de la riqueza en grupos minoritarios que expulsa a parte de la población nicaragüense a Costa Rica y Estados Unidos. Las políticas sociales son estrictamente de corte asistencial, y con claro interés clientelar y desmovilizador para comprar voluntades con programas humanitarios de ayuda alimentaria, lámina de cinc o lotes agrarios, sostenidas principalmente, hasta hace poco, con la ayuda venezolana. Estos programas, además de ser insuficientes, no mejoran a mediano plazo la situación de la población, ni acompañan a otros programas que cambien la estructura económica del país.
A los tres lemas de su eslogan de campaña de 2016 hay que sumar el odio que la vicepresidenta Rosario Murillo le profesa al movimiento feminista, al que ataca diariamente a través de los medios de comunicación y reprime sus movilizaciones. Los ataques de Rosario Murillo se fueron acentuando paulatinamente a partir de noviembre de 2007, cuando la bancada sandinista – mayoritaria en el Parlamento– ratificó la voluntad expresada en octubre del 2006 de penalizar el aborto terapéutico en el nuevo Código Penal.
Para Rosario, el movimiento feminista, así como el LGTBI, son movimientos burgueses ajenos al pueblo de Nicaragua y parte de la conspiración internacional contra los valores religiosos del pueblo nicaragüense. Así nos lo hacen ver sus palabras: “Nos unimos a la mayoría del pueblo de Nicaragua que ve estos movimientos como un atentado a la identidad y cultura nacional y un atentado contra la fe”, “Las mujeres feministas son parte de la causa del mal, son resentidas y frustradas por naturaleza pues odian al hombre y a quien decida ser madre, pues están en contra de la familia y de Dios. No entienden que la mujer no es completa si no es madre”, “Pediremos para que pasen de la frustración que las asfixia y desquicia, a la paz mental; y pediremos para que esa calma las lleve a reconocer el bien que está en Dios y a rechazar ese feminismo que es el mal, pues es pornografía y penetración imperialista”.
Dado que el aborto es clandestino, no se tienen datos fidedignos sobre el número de mujeres que se ven abocadas a llevarlo a cabo. La prohibición total del aborto está poniendo en riesgo la salud y la vida de las mujeres y las niñas en un país con gran tolerancia a los abusos sexuales y a la violencia intrafamiliar. Esta situación no ha detenido el aborto, lo ha hecho más inseguro para las mujeres de los sectores populares. Cerca de un 25% de mujeres y niñas entre 15 y 49 años han sufrido algún tipo de violencia y alrededor de 100 mujeres mueren anualmente por complicaciones de embarazo que podrían evitarse con el aborto terapéutico. El aborto es un tema de justicia social y salud pública y la lucha por su legalización se resume en un eslogan del movimiento feminista nicaragüense: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.
A partir del 18 de abril del presente año se produjo un estallido social sin precedentes en los últimos años. El volcán social que explotó ya tenía demasiada lava acumulada. Una “paz social” que la pareja Ortega-Murillo había impuesto en alianza con el sector privado y con las Iglesias hizo crisis. La respuesta del gobierno fue el asesinato de quien osara protestar y el desarrollo de sus acciones pareciera querer imponer una “normalización” del país teniendo como eje la “paz de los cementerios”. El gran capital y la Conferencia Episcopal rompieron con el gobierno y éste, viendo la dimensión de la sublevación, se vio obligado a aceptar el diálogo nacional. Pero desde el primer momento se puso de manifiesto que este diálogo, para él, era únicamente una táctica para ganar tiempo. Mientras el clamor popular demandaba la renuncia del matrimonio responsable de los crímenes, éste decidió responder con más represión. A mediados de junio se suspendieron las sesiones de diálogo y el país se vio sumido en una ola de terror provocada por la acción de grupos paramilitares, que en alianza con la policía, arremetieron contra la población sublevada. Se inició entonces una nueva etapa de represión con secuestros masivos y detenciones ilegales que provocaron la huida del país de casi 25.000 personas. A las capturas le siguieron procesos judiciales sin atenerse a ninguna de las garantías constitucionales. De facto, se instaló el Estado de sitio y una política de terror que abarcó a todos los sectores de la población, incluidos sacerdotes, religiosas y obispos católicos. Hasta hoy, el país se aboca a la confrontación en detrimento del diálogo nacional. Las políticas opresivas del Gobierno han pasado de ser represivas, con un uso excesivo de fuerza por parte de la policía sobre la gente manifestante a la llamada “operación limpieza” para levantar tranques y barricadas. Ahora continúa con la criminalización de la protesta y la aplicación de la Ley antiterrorista. La cúpula del FSLN cree que ha vencido al fortalecer la represión y considera que el diálogo nacional, con garantías para sacar al país de su crisis actual, ya no es necesario. No es consciente de que el pueblo ha perdido el miedo y que su gobierno ha perdido la legitimidad. Y en esta situación ¿Qué debemos hacer desde la izquierda transformadora?
Nosotros creemos que la izquierda debe acercarse al pueblo de Nicaragua y constatar que lo que ocurre en el país de Sandino no se puede imputar a las “maniobras ocultas de los gringos” (sin menospreciar sus actuaciones), sino a causas internas, pues han sido los últimos gobiernos del FSLN los que decidieron llevar a cabo políticas neoliberales, reformar arbitrariamente la Constitución, penalizar el aborto terapéutico, realizar fraudes electorales, enriquecerse ilícitamente, usar el poder judicial y la recientemente aprobada Ley Antiterrorista para reprimir cualquier tipo de oposición y facilitar la rapiña de las multinacionales.
Una parte del pueblo de Nicaragua se siente sandinista, antiimperialista y de izquierdas y desde estos postulados está luchando por derrocar a este gobierno corrupto y represor. Y no es una lucha reciente. Una parte importante del sandinismo histórico se vino distanciando de Daniel Ortega desde que mostró su obsesión por el poder absoluto, tanto en el partido como en las instituciones del país y emular así a los caudillos oligárquicos conservadores contra los que luchó Augusto César Sandino, Carlos Fonseca y cientos de mártires y héroes de la revolución. Pero desde el 18 de abril, miles de votantes del FSLN entendieron que el poder de la pareja Ortega-Murillo se basa en una dictadura, cuyas prácticas represivas son muy similares a las que ejerció Anastasio Somoza y su permanencia en el gobierno es el principal escollo para que Nicaragua logre una salida a la crisis actual. Para la mayoría de la población la lucha contra el régimen se ha convertido en un imperativo ético, pues no se puede respaldar a un gobierno que asesina y reprime a su pueblo. El sandinismo no orteguista está trabajando junto a las organizaciones sociales para buscar una salida progresista a la crisis actual, negando con firmeza que la única salida sea la que viene de la mano de la derecha con el apoyo de EE.UU.
Por otro lado, a pesar del control hegemónico que la pareja Ortega-Murillo ejerce sobre gran parte de las organizaciones populares que la revolución impulsó y que fueron convertidas en organizaciones corporativas y correas de transmisión de las decisiones gubernamentales, al estilo del PRI en México, el pueblo nicaragüense ha encontrado la forma de organizarse para defender los derechos de las mujeres, por la defensa de los recursos naturales y la soberanía o contra el impacto de las políticas de las transnacionales. Desde estas luchas se ha venido construyendo una izquierda social, la Articulación de Movimientos Sociales, que aspira a construir una Patria inclusiva, una “Nicaragua libre para vivir”. Y desde ahí debemos acompañarlos y no dejarnos embaucar por el chantaje “Gobierno de Ortega- Murillo o el caos” o “Gobierno de Ortega- Murillo o un gobierno títere manejado por EE.UU.”. A los EE.UU., igual que a la derecha, les asusta más un pueblo autoconvocado al que no controlan, que una tiranía con la que pueden negociar. Y así, mientras una parte de la izquierda calla o mira para otro lado, los gringos juegan el papel de buenos, apareciendo como los únicos protectores de la democracia y los derechos humanos.
No está escrito por dónde se desarrollarán los acontecimientos en Nicaragua y sabemos, como decía Carlos Fonseca, que “la lucha será difícil”, pero creemos que es el momento de demostrar valentía y solidaridad. En los primeros meses fuimos sorprendidos por la represión del gobierno, después ésta nos indignó y ahora debemos pasar a la acción y al compromiso. Desde la izquierda no podemos asumir, respecto al Gobierno de Ortega-Murillo, la misma expresión que EE.UU. acuñó hacia Somoza: “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”. La Historia es implacable y de nosotros y nosotras el pueblo nicaragüense espera más.
* Luis Nieto Pereira es militante internacionalista y profesor de Historia Moderna y Contemporánea.
* Mónica Baltodano es historiadora, excomandante guerrillera y exmiembro de la Dirección del FSLN.
Fuente: ctxt (Contexto, publicación on line) web www.serpal.info serpal.info/no…/Nicaragua-el-ocaso-del-orteguismo_526
Enviado por SERPAL / Servicio de Prensa Alternativa
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3) URUGUAY: PROPUESTA DEL MINISTERIO DE VIVIENDA ES «INSUFICIENTE» PARA FUCVAM
La Diaria /1 de octubre de 2018
En octubre continuarán las movilizaciones de la federación.
El sábado, la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) realizó una asamblea nacional extraordinaria en la que se rechazó la propuesta del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) por considerarla “insuficiente”. Jorge Díaz, secretario general de FUCVAM, dijo a que el planteo que el MVOTMA hizo el jueves pasado no refleja el reclamo de la federación e incluso “desplaza el eje de discusión”.
FUCVAM reclama que la tasa de interés de los créditos hipotecarios sea de 2% para todas las cooperativas. En la actualidad, las cooperativas que solicitaron un crédito después de 2008, cuando los préstamos pasaron a ser gestionados por la Agencia Nacional de Vivienda, pagan 5%. Jorge Díaz comentó que el MVOTMA propuso una quita de la mitad de la cuota de marzo a los buenos pagadores. El representante de FUCVAM aseguró que el primer descuento fue propuesto para 2019 y que incluso la propuesta del MVOTMA no contempla a las cooperativas que están pagando a partir de 2012. Para estas “no hubo respuesta”, expresó.
Desde principios de este año, FUCVAM se está movilizando por una serie de reclamos que incluye la rebaja de la tasa de interés, más presupuesto para la construcción de viviendas, la quita del IVA a los materiales de construcción, el fortalecimiento del Fondo Nacional de Vivienda y la extensión de la cartera de tierras, sobre todo en el interior. Después de varios meses de negociación entre la federación, el MVOTMA y el Ministerio de Economía y Finanzas, el 10 de setiembre el Poder Ejecutivo se comprometió a presupuestar 3.000 viviendas más para este período, y además el presidente Tabaré Vázquez le encomendó a la ministra de Vivienda, Eneida de León, negociar la tasa de interés.
Tras la respuesta de la cartera, FUCVAM tiene previsto seguir con las movilizaciones: el 4 de octubre, cuando se celebren los 50 años de la Ley Nacional de Vivienda, la organización entregará a Tabaré Vázquez una carta en la que comunicará el rechazo a la propuesta. Las movilizaciones seguirán el 31 de octubre con una manifestación frente a la Torre Ejecutiva. “Si no hay una respuesta favorable a partir de noviembre, haremos una vigilia en el MVOTMA”, comentó Jorge Díaz.
La Diaria COMCOSUR INFORMA AÑO 18 – No. 1897 – 05.10.2018
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“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
I. 5ta. FERIA FEMINISTA
Sábado 6 de octubre, 15 a 22 horas. Fucvam – Eduardo Víctor Haedo 2219
Organizamos esta Feria Feminista Itinerante con el fin de promocionar y promover las artes autogestivas de mujeres que se manejan de forma independiente y artesanal. Es el sábado 06 de octubre de 15 a 22 horas en el Local de FUCVAM.
Gran variedad en productos artesanales, talleres y actividades con colaboración consciente, Pájaros Pintados: Roller Derby en Uruguay
Mujeres cooperativistas de FUCVAM: Mujeres en Obra, Mujeres y murga: Historia y perspectivas, Soledad Castro y Encuentro de Murgas de Mujeres y Mujeres Murguistas
Exposiciones: «Mujeres en Obra», “Mujeres cooperativistas de FUCVAM”, «Mujeres en Rojo y Negro», “Noe Susa” y «Compromiso con el fuego»
Música en vivo: Murga «Nuez Changa», “Óleo Animales de Poder”, “Se armó cocoa”
Poesía, performances y más,
www.facebook.com/events/305669543554578/
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II. CICLO DE CINE VASCO EN EL CENTRO CULTURAL DE ESPAÑA
Lunes 8, 15, 22 y 29 de octubre – Entrada Libre
En el marco del Festival de CINE ESPAÑOL en el CCE y el Festival Cervantino de Montevideo.
Investigación, recuperación, archivo, conservación y difusión del patrimonio audiovisual vasco son los objetivos y funciones que la Euskadiko Filmategia-Filmoteca Vasca viene desarrollando en los últimos 40 años desde su fundación en 1978. En el marco de su aniversario se propone una selección de cuatro largometrajes de los más reconocidos directores vascos que transitan la producción cinematográfica de la región desde el período de transición hasta la actualidad.
www.filmotecavasca.com
Programación:
Lunes 8/ 19:00 hs. El Sur 1983 / 93 min./España Dirección: Víctor Erice
Lunes 15 /19:00 hs. El viaje de Carol 2002 /104 min. / España – Portugal Dirección: Inmanol Uribe
Lunes 22 / 18:30 hs. Obaba 2005 / 100 min./ España Dirección: Montxo Armendáriz
Lunes 29 / 19:00 hs. Loreau 2014 / 99 min./España Dirección: Jon Garaño
www.cce.org.uy/…/festival-de-cine-espanol-foco-pais-…
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III. 7ta. MARCHA POR DESMANICOMIALIZACIÓN, SALUD MENTAL Y VIDA DIGNA
Miércoles 10 octubre de 2018, 18:30 hrs en la explanada de la Universidad
Convocamos a la VII Marcha por Salud Mental, desmanicomialización y vida digna organizada por la Asamblea Instituyente por Salud Mental, desmanicomialización y vida digna.
A un año de aprobada la Ley 19259 marchamos para que la misma se reglamente y se abran más dispositivos alternativos en salud mental así como dispositivos sustitutivos al Manicomio. ¡Todos invitados! 10 de octubre, 18:30 hrs en la explanada de la Universidad
www.facebook.com/events/183571482543296/
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IV. UNAS PREGUNTAS, FILM DE KRISTINA KONRAD
10 de octubre, 18 horas en Sala B – Auditorio Nelly Goitiño,Av. 18 de Julio 930 casi Rio Branco
UNAS PREGUNTAS vuelve una vez más a Montevideo, después de muchos festivales como, Berlinale/Forum, Cinéma duRéel, Bafici, Festival de Cinemateca Uruguay, Curitiba, The Art of The Real Lincoln Center, Sheffield y antes de otros más como: DocLisboa, RIDM Montréal, Torino,
UNAS PREGUNTAS de Kristina Konrad, 237 min., Alemania/Uruguay 2018, OV castellano
10 de octubre, 18 horas en Sala B – Auditorio Nelly Goitiño, Av. 18 de Julio 930 casi Rio Branco.
Sinopsis:
Uruguay a fines de los años 80
En 1986, el parlamento aprobó una ley de amnistía por violaciones a los derechos humanos y crímenes cometidos por militares y policías durante la dictadura (1973-85).
En 1987, un referéndum de iniciativa popular exigió un plebiscito para decidir sobre la controvertida ley.
UNAS PREGUNTAS reúne material grabado entre 1987-89 en Uruguay. La directora y las dos entrevistadoras siguen este acontecimiento en las calles, hablando con la gente, tomándose el tiempo de escuchar sus opiniones.
Como en una cápsula del tiempo, se crea una imagen multifacética del país y de sus habitantes, en la que los valores de una sociedad democrática, conceptos como: La paz, la justicia y la igualdad son constantemente cuestionadas y evaluadas de nuevo.
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Enviado por Luis Drews (Berlín)
Henry Flores – El Eternauta VEO VEO / COMCOSUR INFORMA Nº 1897 – 05/10/2018 _______________________________________
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2018 – 24 años Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Pablo Alfano, Jorge Marrero, José Rocca, Luis Sabini, Jorge Zabalza.
COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) /
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