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URUGUAY: CARTA ABIERTA A LOS CANDIDATOS

1) Carta abierta a los candidatos Luis Lacalle Pou y Tabaré Vázquez
2) In memoriam Tulio Halperin Donghi
3) Dirigentes del PT llaman a unir fuerzas de izquierda
4) Bélgica: Lucha popular y los dockers en accion
– POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 14 / Nº 697 / Lunes 17 de Noviembre de 2014 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / 1994 – 19 de junio – 2014 / http://nuevo.comcosur.org / Y ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) Carta abierta a los candidatos Luis Lacalle Pou y Tabaré Vázquez

Como académicos extranjeros y uruguayos radicados en el exterior, interesados en el tema de la justicia transicional y los derechos humanos en América Latina, y con especial preocupación por el Uruguay, nos dirigimos a Ustedes en cuanto candidatos a la presidencia del Uruguay en el próximo balotaje a celebrarse el domingo 30 de noviembre de 2014. En esa fecha se cumplirán 30 años desde las históricas elecciones de 1984 que, a pesar de sus limitaciones, fueran las primeras en 13 años e inauguraran el retorno a la democracia luego de más de una década de dictadura cívico-militar.

A 40 años de la dictadura y a 30 años de la transición, es imperativo hacer un balance de las cuentas pendientes de la dictadura en el Uruguay. En los últimos diez años, en gran medida gracias a la presión y la movilización de las víctimas, sus familiares, y sectores de la sociedad civil como las agrupaciones de derechos humanos, estudiantiles, y gremiales, y de la academia, se han logrado importantes avances en las áreas de justicia, verdad y reparación.

Entre ellos caben mencionar los juicios y condenas contra los ex dictadores Juan María Bordaberry y Gregorio Álvarez y el ex canciller Juan Carlos Blanco, los hallazgos de los restos de algunos detenidos desaparecidos en territorio uruguayo, las investigaciones a pedido del Poder Ejecutivo en los archivos por el equipo de historiadores de la Universidad de la República, y la sanción de algunas medidas de reparación para las víctimas.

A pesar de estos logros significativos, mucho queda aún por hacer. Consideramos que la mayoría de los delitos de la dictadura aún siguen impunes y sin investigación. Como lo subrayara Pablo de Greiff, Relator Especial de Naciones Unidas para la Promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, al final de su visita oficial al Uruguay en octubre de 2013, el país «…se encuentra comprometido con los derechos humanos y el derecho internacional y está haciendo noticia en el mundo por sus avances en materia de reconocimiento de derechos a diversos colectivos.

Sin embargo tiene aún un capítulo importante de su pasado reciente sin resolver adecuadamente.» En particular, de Greiff recalcó que «avanzar realmente hacia el futuro y continuar en el camino del desarrollo supone necesariamente que la verdad, la justicia, la reparación y las garantías de no repetición sean cumplidas. No se trata de revanchismo, ni de mirar sólo el pasado sino que se trata de crear bases sólidas para una sociedad justa, equitativa y que permita a las nuevas generaciones abordar los retos del futuro.»

Como se afirmó en la Declaración y Programa de Acción de Viena de junio de 1993, «Todos los derechos humanos son universales, indivisibles e interdependientes y están relacionados entre sí». Por lo tanto, los avances en los derechos humanos en el presente no excluyen que
se investiguen las violaciones de derechos humanos en el pasado. Por el contrario, el próximo gobierno tendrá que trabajar para garantizar y proteger los derechos humanos y confrontar los desafíos del presente y al mismo tiempo debe trabajar para saldar la deuda irresuelta con las víctimas y la sociedad que sufriera la dictadura.

El informe sobre Uruguay presentado en septiembre de 2014 al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas por el Relator de Greiff recalca que «la falta de avances…y el transcurso del tiempo —ya casi 30 años desde el final de la dictadura— han generado un enorme desgaste en las víctimas y sus familiares. Considerando la avanzada edad de muchas de ellas, es urgente que sus reclamos sean atendidos.»

El tiempo se ha convertido en un factor clave en esta coyuntura. Los 40 años que han pasado desde los crímenes de la dictadura implican que sea absolutamente necesario que el Estado uruguayo actúe sin más demoras para dar respuestas ya largamente esperadas a los familiares de las víctimas, los sobrevivientes y la sociedad en general sobre esos atroces delitos. Al mismo tiempo, el país necesita cumplir con sus obligaciones ante la comunidad internacional asumidas soberana y voluntariamente al ratificar los convenios de derecho internacional de los derechos humanos.

Solicitamos que el nuevo gobierno adopte estas prioridades como urgentes en su mandato:

1) Remover todos los obstáculos que bloquean la denuncia de violaciones de derechos humanos y el avance de los procesos judiciales en los tribunales sin más demoras injustificadas e indebidas;

2) Establecer un mecanismo oficial para investigar todos los crímenes de la dictadura –desde las desapariciones forzadas y la tortura, incluidas la violencia de género y violaciones contra mujeres y niños y los crímenes sexuales, y las ejecuciones sumarias, a la violación de los derechos laborales y de la libertad de expresión y los delitos económicos- y que abarque un universo amplio de todas sus víctimas;

3) Continuar progresando con el diseño y la implementación de políticas públicas de reparación integral para las víctimas, con reparaciones simbólicas y materiales, dirigidas a todas las diferentes categorías de víctimas. La reparación, que comprende el derecho a la verdad, como dijera la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, abarca no solo a las víctimas directas y sus familiares sino a la sociedad toda, que «tiene el irrenunciable derecho de conocer la verdad sobre lo que ha ocurrido…con el propósito de evitar una repetición de hechos similares en el futuro.»

El próximo gobierno en Uruguay tiene una nueva oportunidad histórica para cumplir con las tareas pendientes de verdad, justicia y reparación y garantías de nunca más para las víctimas de las atrocidades de derechos humanos de la dictadura, así como con sus familias y el resto de la sociedad.

Atentamente,

Dra. Francesca Lessa, Investigadora, University of Oxford, Reino Unido
Juan E Méndez, UN Special Rapporteur on Torture, Professor of Human Rights Law in Residence, Washington College of Law, EEUU
Lucia Berro Pizzarossa, MJur (Oxon) Candidata a Doctorado, Universidad de Groningen, Holanda
Dr. Rafael Mandressi, Investigador, CNRS, París, Francia
Dra. Paloma Aguilar Fernández, Profesora de Ciencias Políticas, UNED, Madrid, España
Marita Ferraro, Profesora-investigadora, Université de Grenoble, Francia
Dra. Dorothee Chouitem, docente e investigadora, Université Lille3 Charles de Gaulle, Francia
Debbie Sharnak, PhD Candidate, University of Wisconsin-Madison, EEUU
Dr. Renan Quinalha, investigador (Universidade de São Paulo) y abogado de la Comisión de la Verdad SP, Brasil.
Lauriane Bouvet, doctorante, Université de Grenoble-Universidad de la República, Francia-Uruguay
Abril Trigo, Distinguished Humanities Professor, Director of the Center for Latin American Studies, The Ohio State University, EEUU
Dra. Gabriela Fried Amilivia, Associate Professor, Department of Sociology, California State University Los Angeles (CSULA), EEUU
Ana Buriano, Investigadora, Instituto Mora, México
Cara Levey, Profesora en Estudios Latinoamericanos, University College Cork, Irlanda
Dra. Susana Kaiser, Profesora e Investigadora, Universidad de San Francisco, EEUU
Christian Estrade, Universidad de Toulouse, Francia
Luciana Scaraffuni, candidata a doctora en Antropología, Universidad de los Andes, Colombia
Dra Janice Argaillot, profesora-investigadora, Université Stendhal Grenoble III, Francia
Martha Liliana Gutiérrez Salazar, Candidata a Doctor, Universidad de Salamanca, España
Marcelo Torelly, investigador, Universidade de Brasília, Brasil
Dra. Roberta Villalon, Profesora, St. John’s University, EEUU
Luis Raúl Salvadó C., Coordinador Programa de Estudios sobre Derechos Humanos, FLACSO, Guatemala
Dra Elin Skaar, Investigadora, Chr. Michelsen Institute, Noruega
Dr. Carlos Moreira, Profesor Investigador en la Universidad Autónoma de Baja California, Campus Tijuana, México
Dra. Silvia Dutrénit Bielous, Profesora-investigadora titular, Instituto Mora, México
Dr. Enrique Coraza de los Santos, Investigador Titular, El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR-CONACYT), México
Norah Giraldi Dei Cas, Profesora Emérita – Université de Lille, Francia
Dra. María A. Semilla Durán, HDR (Habilitation à diriger des recherches) Literatura Latinoamericana, Profesora emérita de la Universidad Lyon 2, Francia
Dra. Lucía Melgar, profesora, ITAM, México
Dra Gabriela Dutrenit, Universidad Autónoma Metropolitana, México
Carolina Aguilera, candidata a doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos, Universidad Católica de Chile, Chile
Prof. Dra. Ana Diamant, Universidad de Buenos Aires, Argentina
Mariana Achugar, Associate Professor of Hispanic Studies and SLA Department of Modern Languages Carnegie Mellon University Pittsburgh, EEUU
Susana Lerner, El Colegio de México, México
Néstor Ponce, escritor, catedrático Université Rennes 2, Francia
Dra. Rebecca Atencio, Associate Professor, Tulane University, EEUU
Dra. María Soledad Montañez, Division of Literature and Languages, University of Stirling, Reino Unido
Dra. Victoria Ruétalo, Associate Professor of Spanish and Latin American Studies, Department of Modern Languages and Cultural Studies, University of Alberta, Canada
Dr. Luis Roniger, Catedrático Reynolds de Estudios Latinoamericanos, Wake Forest University, EEUU
Peter Winn, Professor, Tufts University, EEUU
Naomi Roht-Arriaza, Catedrática Titular de Derecho, Universidad de California, Hastings College of Law, EEUU
Teresa Orecchia Havas, Professeur des Universités Emérite, Universidad de Caen-Basse Normandie, Francia
Ezequiel Luis Bistoletti, MA. Freie Universität Berlin, Lic. Universidad de Buenos Aires, Investigador en la Universidad de Kassel, Alemania
Ricardo Ernesto Velázquez Gutiérrez, Lic. Psicología, MA. Intercultural Conflict Management en Alice Salomon Hochschule, University of Applied Sciences, Alemania
Aline Oliveira, Lic. en Relaciones Internacionales, MA. Intercultural Conflict Management en Alice Salomon Hochschule, University of Applied Sciences, Alemania
Maria Fernanda Pan Bentancur, BA Estudios Latinoamericanos, MA. Intercultural Conflict Management en Alice Salomon Hochschule, University of Applied Sciences, Alemania
Lorena Balardini, CONICET/Universidad de Buenos Aires, Argentina
Jo-Marie Burt, Director, Latin American Studies & Associate Professor of Politics, George Mason University, Senior Fellow, Washington Office on Latin America (WOLA), EEUU
Dra. Cath Collins, Profesora Titular en Justicia de Transición, Ulster University, Reino Unido y Directora del Observatorio de Justicia de Transición de la Universidad Diego Portales, Santiago, Chile
Katherine Hite, Frederick Ferris Thompson Chair of Political Science, Vassar College, EEUU
Louise Mallinder, Reader in Human Rights and International Law, Transitional Justice Institute, Ulster University, Reino Unido
Edmond Raillard, Professeur, Université Stendhal Grenoble 3, Francia
Leigh Payne, Professor, Latin American Centre, University of Oxford, Reino Unido
Simón Escoffier, sociólogo, Universidad de Oxford, Reino Unido
Álvaro Amaya, Miembro del Centro de Estudios de Derecho Internacional, Francisco Suarez SJ, Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia
Darío Anibal Maldonando, BA Sociología en Universidad de Montreal, MA Intercultar Conflict Management en Alice Salomon Hochschule, Alemania
Norberto Elí Sánchez Mendoza, BA Ciencias del Deporte en Universidad de Costa Rica, MA Intercultural Conflict Management en Alice Salomon Hochschule, Alemania
Mirian Nascimento, Profesora y Maestra en Historia, Brasil
Dra Ruth Fuchs, asesora en el área de la cooperación para el desarrollo en el Servicio Alemán de Intercambio Académico, Alemania
Gabriel Pereira, Post-Doctoral Fellow, Department of Sociology, University of Oxford, Reino Unido

16 de noviembre de 2014

LUNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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2) In memoriam Tulio Halperin Donghi
Se fue una parte de la Historia
Silvina Friera (Página/12)

Fue uno de los historiadores argentinos más destacados de las últimas cuatro décadas. Renunció a su cátedra por su oposición a la dictadura de Juan Carlos Onganía y se exilió en Estados Unidos. “Fui antiperonista casi como un destino; no es que lo eligiera”, se definió él mismo.

El caballero de la historia argentina, menudo como un soplo, supo que la faena del historiador es inexorablemente política. Que nadie puede estudiar la Revolución Francesa o la Revolución Rusa como si estuviera investigando la vida de las hormigas o de las abejas. “Toda mi vida fue afectada por la política. Fui antiperonista casi como un destino; no es que lo eligiera, ahí caí y afronté las consecuencias. Nunca se me ocurrió hacer otra cosa. Pero en algún momento eso empezó a aburrirme, y afuera se hacía incomprensible que todos, peronistas y antiperonistas, se calentaran tanto por cosas que desde el exterior no se veía por qué eran tan importantes.” Tulio Halperin Donghi, uno de los historiadores argentinos más destacados de las últimas cuatro décadas, murió ayer a los 88 años, informaron desde la editorial Siglo XXI. “No sólo perdemos al autor de una obra excepcional, dueño de un pensamiento sagaz, irónico e imposible de reducir a cualquier tipo de esquematismo, inspirador de tantos autores más jóvenes, sino también a una persona que acompañó desde sus inicios nuestro proyecto editorial, tanto en México como en la Argentina –afirmó el editor Carlos Díaz a través de un comunicado–. En 1957, Arnaldo Orfila Reynal, fundador de Siglo XXI y gran amigo de Tulio, le encargó un libro, que terminó siendo nada menos que Revolución y guerra, una de sus obras fundamentales, publicada por primera vez en 1972.”

En la antología Discutir Halperin (El cielo por asalto, 1997), en la que un grupo de historiadores e intelectuales reflexionan acerca de las contribuciones del autor de Una nación para el desierto argentino (1982) a la historia argentina, Ignacio Lewckowicz intentaba definir su complejo objeto de estudio. “¿Quién es Halperin? El agudo historiador que supo penetrar en habitaciones secretas del archivo. El emigrado que en la distancia alcanza una lucidez triste y serena. El elegante animador de veladas selectas. El tenaz antihéroe moderno, convertido por ello en héroe posmoderno. El oráculo que –en irónico enigma– enuncia la verdad para quien sepa la cifra […] El delicado equilibrio entre dandismo y nihilismo. El viejo gorila.” Halperin Donghi nació en Buenos Aires el 27 de octubre de 1926. Aunque empezó estudiando química, pronto abandonó sus estudios por la historia. Cursó en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales en Buenos Aires (1950) y en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), entre 1952 y 1954. Se graduó de abogado (en 1952), profesor en Historia (1954) y doctor en Filosofía y Letras (1955).

En 1960 Halperin fue becado por la Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y viajó a Londres para estudiar las relaciones económicas entre Argentina e Inglaterra en el siglo XIX. También estudió en la Universidad de Turín y en la Ecole Pratique des Hautes Etudes de París. José Luis Romero y el francés Fernand Braudel fueron figuras decisivas en su formación. “En cuanto a historia argentina, mi primer maestro es uno considerado muy malo: Vicente Fidel López, cuya historia leí, como si fuera una novela, en las vacaciones antes de entrar en el colegio secundario”, recordaba el historiador. Ya su primer libro publicado, El pensamiento de Echeverría (1951), abrió una línea novedosa de reflexión sobre la figura del intelectual y el trabajo historiográfico en América latina. Ejerció la docencia en la Universidad de La Plata y en la de Buenos Aires hasta 1966. Ese año renunció a su cátedra por su oposición a la dictadura de Juan Carlos Onganía (1966-1970) y se exilió en los Estados Unidos, donde desde 1971 fue profesor en la Universidad de California, Berkeley.

La vuelta de la democracia implicó el regreso de Halperin Donghi a la docencia en las universidades argentinas. Recibió el Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Luján (1992) y de la Universidad Nacional de Córdoba (1993) y dos Premio Konex de Platino a las Letras en la disciplina Historia en 1994 y 2004, por mencionar un par de reconocimientos. Entre sus principales libros se destacan El revisionismo histórico argentino (1970), El ocaso del orden colonial en Hispanoamérica (1978), Guerra y finanzas en los orígenes del Estado argentino (1791-1850) (1982), José Hernández y sus mundos (1985), De la revolución de la independencia a la confederación rosista (1987), La democracia de masas (1991), La larga agonía de la Argentina peronista (1994), La república imposible (2004), El revisionismo histórico argentino como visión decadentista de la historia nacional (2005) y Son memorias (2008) y el último libro que publicó este año, El enigma Belgrano. Un héroe para nuestro tiempo, un trabajo en el que postula una serie de claroscuros que retratan al prócer más venerado por la historiografía como un hombre escindido entre las expectativas depositadas en él y su capacidad para estar a la altura de las circunstancias. Una semblanza no exenta de polémica, que se lee a contrapelo de la versión que presenta a Belgrano como un emblema de virtudes cívicas. “En la memoria argentina Belgrano es el único entre los personajes venerados como Padres de la Patria cuyo derecho a ser tenido por tal no ha sido impugnado por una comunidad historiadora que, lejos de pasar por alto los reveses, que en su breve carrera abundaron más que los éxitos, ha venido explicándolos a partir de limitaciones de las que ha levantado un cada vez más minucioso inventario”, planteaba el historiador.

La unanimidad es el sueño de los autoritarios camuflados de demócratas. Halperin Donghi ponía el cuerpo en la polémica y podía ser –y muchas veces lo fue– políticamente incorrecto. Norberto Galasso lo criticó porque en La democracia de masas relativizó los bombardeos a la Plaza de Mayo en junio de 1955. Su profusa obra seguirá siendo leída en el sentido de que toda lectura es un acto de interpretación intensa, no exenta de entreveros y equívocos. Una anécdota que contaba tal vez pueda sintetizar los problemas que enfrentan aquellos que andan con las manos en la masa de la historia: “Una vez le oí decir a Juan Carlos Garavaglia que escribir historia es como andar en bicicleta, en cuanto a que apenas uno se pregunta cómo puede avanzar en un mundo de tres dimensiones sostenido en ese ridículo aparato bidimensional lo primero que descubre es que ya no puede”.

LUNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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3) Dirigentes del PT llaman a unir fuerzas de izquierda para respaldar a Rousseff.
Andrea Martínez (La Diaria)

Líderes históricos del Partido de los Trabajadores (PT), sindicalistas y activistas sociales han reclamado públicamente a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, que en su segundo mandato opte por un camino más a la izquierda. También pidieron que las alianzas políticas de su administración se acuerden con partidos más afines ideológicamente al PT.

Uno de los primeros en pronunciarse públicamente fue Tarso Genro, ex ministro del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en distintas carteras, ex presidente interino del PT y gobernador saliente de Rio Grande do Sul. Para el año que viene, Genro tiene previsto militar “junto con la sociedad civil” para hacer un trabajo “de afuera hacia adentro en el partido” para “reformarlo y reestructurarlo”.

En una entrevista con el diario Folha de São Paulo, Genro ya había planteado la necesidad de reformar el PT para evitar que se convierta en “un PMDB posmoderno”, en referencia al Partido del Movimiento Democrático Brasileño, el más grande de Brasil, que ha perdido identidad debido a sus sucesivas alianzas con formaciones de las más diversas ideologías. El dirigente dijo que el PT “no se renovó con la profundidad mínima que debería”, y lamentó que se hayan hecho “concesiones” a las corrientes internas para mantener la estabilidad del partido y a los aliados políticos para favorecer la estabilidad del gobierno. El ex presidente del PT llamó a hacer “un profundo proceso de reflexión, de reorganización estatutaria, principalmente en las cuestiones éticas”.

En una columna publicada esta semana en el portal Carta Maior, Genro plantea que Brasil está en un escenario de polarización ideológica y que en esa situación es necesaria la unidad de la izquierda que apoyó a Rousseff en la segunda vuelta ante el “peligro” de una victoria de la derecha. Estos sectores unidos deben defender al gobierno de Rousseff no sólo de la derecha opositora sino también “de la derecha que integra la base parlamentaria de su propio gobierno”, apunta Genro.

Con este objetivo propone la formación de un frente de izquierda integrado por “personalidades políticas de varios partidos y sectores partidarios, académicos, líderes de la sociedad civil y de los movimientos sociales e intelectuales de todo el país”. Entiende que debe ser una plataforma para lanzar en las elecciones presidenciales de 2018 “un candidato vinculado con esos compromisos” renovados de la izquierda brasileña, entre los que se destacan una reforma para la participación directa de la sociedad en la política pública, un nuevo modelo político y la reforma tributaria.

La de Genro no es la única iniciativa en este sentido. Otras surgieron de Cid y Ciro Gomes. Uno es gobernador saliente de Ceará y el otro fue gobernador de este estado. Además, los dos hermanos son fundadores del Partido Republicano de la Orden Social, que disputó este año sus primeras elecciones. Los Gomes eran integrantes del Partido Socialista Brasileño pero se fueron de esa organización política cuando se decidió que llevaría como candidato a la presidencia a Eduardo Campos y que no respaldaría a Rousseff.

Después de la reelección, Cid le presentó a Rousseff su propuesta para formar un frente de izquierda que reúna a parlamentarios de ese signo político insatisfechos con sus partidos y que deseen respaldar a la presidenta. Otros políticos del PT se han mostrado de acuerdo con esta propuesta, que se ha planteado también como una forma de hacer frente al PMDB dentro de la alianza de gobierno, o al menos al sector que ya declaró que hará oposición a Rousseff y que pone en riesgo la mayoría oficialista en ambas cámaras.

El otro hermano, Ciro, publicó una columna en el portal de la revista Carta Capital titulada “Dilma precisa mejores compañías”, en la que dice que la mandataria tiene la “manía de andar mal acompañada” y que “es increíble que haya escapado de la derrota con el equipo […] con el que gobernó”. A partir de esas críticas llama a decidir entre seguir “la moral” de Fernando Henrique Cardoso y de Lula, de hacer alianzas amplias aunque no haya gran coincidencia ideológica, o seguir el ejemplo de Itamar Franco, que gobernó “sin conciliar con los ladrones”.

No sólo estos dirigentes piden públicamente un cambio: distintos movimientos sociales están poniendo todo para impulsarlo. Jacy Afonso, uno de los fundadores del PT e integrante de la dirección de la Central Única de Trabajadores, publicó una columna en el portal Brasil247 en la que convocó a los distintos sindicatos que respaldaron la reelección de Rousseff a unirse en un frente común. Propone, desde ese frente, “deconstruir los argumentos de la oposición”, enfrentar a un Congreso con una bancada conservadora fortalecida, reclamar la reforma política, promover el debate sobre la comunicación y fortalecer los medios de izquierda. “Precisamos explotar una primavera de luchas con el objetivo de defender nuestras propuestas, impedir el retroceso social (como impedimos el electoral) y avanzar en nuestras conquistas”, concluye.

Afonso es uno de los dirigentes sociales más visibles que se ha pronunciado, pero hubo otros. El periodista Breno Altman, militante del PT y director editorial del portal Opera Mundi, publicó la semana pasada una columna bajo el título “¿No es hora de que el PT reaccione?”, en la que plantea que este partido puede distanciarse de sus aliados conservadores para hacer política por sí mismo con el respaldo de los movimientos sociales.

Decenas de activistas y líderes de distintos movimientos reclaman, por diferentes medios, mantener el tono de la movilización que hubo antes de la segunda vuelta para obligar al gobierno a avanzar hacia la izquierda. Con este objetivo, varios movimientos convocaron para hoy una movilización en San Pablo en reclamo de reformas y “contra la derecha”.

LUNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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4) Bélgica: Lucha popular y los dockers en accion
Luis Arce Borja (Rebelión)

Bruselas, 6 de noviembre, 120 mil trabajadores salieron a manifestar contra el gobierno. La nota de descaro y oportunismo de esta manifestación corrió a cuenta de los líderes del Partido Socialista, participantes de la protesta que ahora se presentan hipócritamente como defensores de los trabajadores. La parte sobresaliente fue la participación aguerrida de los trabajadores portuarios (dockers), quienes dieron a este acto de protesta un verdadero carácter de lucha contra los grupos de poder y el capitalismo.

Esta manifestación fue contra las medidas antipopulares que viene ejecutando el gobierno ultra reaccionario de Bélgica recién instalado el 11 de octubre pasado. Este gobierno, una mezcla de ultra derecha fascista con derecha liberal y católica, ha acelerado las medidas antipopulares iniciadas desde el 2011 por el Partido Socialista de Elio Di Rupo. La gigantesca manifestación fue en Bruselas, y su convocatoria estuvo a cargo del Frente Común Sindical belga (FGTB-CSC-CGSLB), que reúne en su seno todo el movimiento sindical de este país. Es excepcional esta masiva participación de trabajadores, si se toma en cuenta que los partidos políticos ligados a las transnacionales y grupos de poder (partido socialista, Movimiento Reformador, cristianos, Ecologistas y otros) controlan burocráticamente las organizaciones sindicales.

Lo espectacular de esta manifestación fue la acción de los trabajadores portuarios (Dockers) de Anvers, quienes cambiaron el contenido festivo y pacífico de la marcha de protesta. La conducta de los trabajadores del puerto fue mucho más lejos de del carácter legal de la manifestación. Así, bajo la influencia y acción de los dockers la acción de protesta concluyó con vehículos incendiados, ventanas de edificios destruidos, y un enfrentamiento violento entre policías y trabajadores que dejo varias decenas de heridos y manifestantes detenidos por la policía.

Los dockers habían llegado desde el puerto de Anvers a 40 kilómetros de Bruselas. Inmediatamente se sumaron a la manifestación decididos mostrar al gobierno ultra reaccionario que esta lucha no se podía limitar a una marcha pacífica que bien convenía a las clases políticas y a las burocracias sindicales. El resultado del enfrentamiento entre policías y manifestantes fue 112 policías heridos y 62 vehículos dejados en mal estado, algunos incendiados. Por la parte de los manifestantes fueron arrestados cerca de 30 trabajadores, quienes ahora son diabolizados por el gobierno y son presentados como “terroristas”, “anarquistas”, “delincuentes y otros epítetos.

Qué exigen los trabajadores

Los trabajadores reclaman se respete sus derechos laborales, entre ellos la jubilación a los 65 años y no a 67 como pretende imponer el gobierno. Exigen también la continuación del derecho a la indexación de los salarios de acuerdo al alza del costo de vida. Exigen poner alto a la represión económica social contra miles de trabajadores desocupados (chomeurs) que desde el año 2011 son víctimas de una persecución casi policial y un recorte de la subvención mínima vital que les permita afrontar los gastos elementales de sobrevivencia. Los manifestantes exigen también que sean los ricos los que paguen la crisis económica, y no como ahora que solamente es el pueblo el que paga las consecuencias de un capitalismo voraz e inhumano.

El problema social en Bélgica es similar al cuadro general a todos los países de la Unión Europea. Ya sea en Francia, Alemania, Reino Unido, España, Portugal, y otros, donde los capitalistas, aparte de controlar completamente el sistema económico (la industria, las finanzas, el mercado, etc.) manejan el sistema político y militar. Sus organizaciones políticas oficiales, tales como los partidos socialistas, demócratas cristianos, liberales, ecologistas, partidos comunistas, libertarios, y los partidos de extrema derecha, comparten el poder periódicamente y cumplen estrictamente las ordenes de los grupos de poder.

De esta manera gobiernos “socialistas” como en Francia, o anteriormente en España y hasta algunas semanas aquí en Bélgica, solo ha servido para agravar la crisis social, recortar violentamente los derechos de los trabajadores, y propiciar que la crisis del sistema lo pague el pueblo, permitiendo al mismo tiempo el enriquecimiento escandaloso de los grupos de poder y las transnacionales. Paralelo a esta grave situación para el pueblo, los grupos de poder evaden impuestos, y depositan enormes cantidades de dinero en los paraísos fiscales como Luxemburgo, Suiza y en otras partes del mundo.

En Bélgica, el sistema político permite que todas las organizaciones políticas oficiales, compartan el poder en forma de repartición de una torta de cumpleaños. Algo así como cuando los bandidos se reparten el botín. Cada partido político tendrá una proposición de ministerios, alcaldes, puestos en las empresas públicas, etc., de acuerdo a la cantidad de votos obtenidos en el acto electoral. En Bélgica, a diferencia de otros países, los votantes no eligen un primer ministro, ni vice ministros. Se vota por un partido y un personaje, pero los electores no tienen ninguna participación en la conformación del gobierno. Esta modalidad política a la belga, permite que en realidad en el sistema electoral, no haya perdedores. Todos ganan algo, un ministerio, la dirección de una empresa del Estado, y así de esta forma se diluye la oposición parlamentaria o en otras instancias del sistema administrativo del Estado.

¿El Partido Socialista (PS) contra la derecha y la ultraderecha en el gobierno?

El 2011 Elio Di Rupo, líder del Partido Socialista, fue nombrado primer ministro. Su mandato, desastroso y antipopular, concluyó en octubre del 2014. Desde el inicio, los “socialistas” se aplicaron un plan para “salir de la crisis”. Sus principales puntos: liquidaron los ingresos de los trabajadores y la población de menos recursos económicos. Redujeron los gastos del Estado, sobre todo en lo que respecta la salud y la seguridad social. Se congeló durante dos años los sueldos y salarios de los trabajadores de la administración pública. En el 2013, durante la administración socialista, se formó una “comisión de reforma de pensiones”. Esta comisión decidió que la edad de los trabajadores para jubilarse debía pasar de 65 a 67 años en el 2015.

Durante la gestión gubernamental “socialista” se dictaron medidas sociales y económicas contra los trabajadores, que el actual gobierno ultra reaccionario las extiende mucho más. El gobierno socialista fue el que comenzó a reprimir y echar a la calle a miles de asalariados sin empleo que recibían una asignación mínima vital. Los 50 mil trabajadores sin trabajo que serán privados de una asignación mínima vital para el 2015, es una acción, no del gobierno actual, sino más bien un paquete que dejo como regalo Elio Di Rupo. La caza a los desocupados, con controles y campañas de tipo policial, es una herencia de los socialistas en el gobierno.

Pero los “socialistas”, no solamente vulneraron los intereses de los trabajadores. Dieron leyes y disposiciones para legalizar el aumento del enriquecimiento ilegal de los grupos de poder y las transnacionales en este país. Desde el 2011 hasta el 2014 el impuesto a los grupos de poder en las finanzas, la producción y el comercio han disminuido a la mitad. Desde hace una década, dicen los expertos, 19 mil millones de euros, salen de la caja del Estado como fuga de capitales y el no pago de impuestos. Es por esta razón que en el 2013, a un año del término del gobierno del Partido Socialista, los trabajadores que habían creído en la campaña electoral de Elio Di Rupo, se preguntaban, ¿Elio Di Rupo es todavía socialista?

Los trabajadores de Bélgica se equivocan si creen que, en alianza con el Partido Socialista de Elio Di Ripo y la señora Onkeling, van a lograr éxito en su lucha contra el actual gobierno. El Partido Socialista (PS) es responsable de las medidas antipopulares que ahora este gobierno ultra reaccionario ha comenzado a aplicar en mejor forma. Los “Socialistas”, solos o en alianza con otros grupos políticos, se mantienen en la cúpula del Estado desde hace 25 años. Durante este largo periodo han sido socios de los partidos más reaccionarios de este país.

Es claro y objetivo que la “oposición” “socialista” al gobierno actual hace parte de su demagogia para ocultar su complicidad con este mismo gobierno. Este partido es cómplice del avance de la desigualdad y la pobreza en este país. Para octubre del 2013, el Instituto Wallon de Evaluación contabilizaba más de 430 mil niños de Bélgica en la pobreza. Por su parte la universidad de Mons y de Gand, en un estudio del 2013 anotaban que el 15,3% de la población belga vivía bajo la línea de la pobreza, y que el 18.5 % de los niños de este país estaban amenazados por la pobreza que crecía. Como da cuenta un diario belga, un trabajador afiliado al Partido Socialista, señalaba en el 2013, “de que sirve tener un primer ministro de “izquierda” si la política que él viene aplicando es la copia exacta de las reivindicaciones de los patrones” (Libre Bélgique, 21 de febrero 2013)

¿Los “socialistas” contra la extrema derecha y fascista?

Si la extrema derecha ha ganado terreno en este país, incluso ahora maneja el gobierno actual, es gracias a la complicidad de los partidos “democráticos”, entre ellos, el Partido Socialista (PS), los ecologistas y otros. Elio Di Rupo (líder del PS) desde el 2010, no vio con malos ojos otorgar la amnistía a los belgas que durante la segunda guerra mundial colaboraron con las tropas nazis y sobre todo que se alistaron en las tropas hitlerianas. La RTL.be (julio del 2010) publicó una información sobre el jefe del Partido Socialista en compañía de Laurette Onkelinx, reunió con Bart De Wever, el líder del ultra reaccionario N-VA (Nieuw-Vlaamse Alliantie) (en español: Alianza neo-flamande) y Jan Jambon actual vice primer ministro y ministro de la seguridad y del Interior que reciénteme escsandalizó por sostener a los antiguos belgas nazis.

La cita se efectuó en una granja y entre copas de champagne se tomaron acuerdos en torno a la amnistía a los belgas nazis. La RTL cita también las declaraciones de Philippe Van Meerbeeck (un profesor de la Universidad Católica de Lovaina-la Nueva quien en el 2010 se convirtió en la parte francófona de Bélgica en un campaña propagandista a favor de la amnistía para los belgas nazis. Según la RTL, este profesor declaró que Elio Du Rupo le había otorgado una carta sobre esta amnistía, en cuya misiva le pedía al profesor si se podría inventar otra palabra que no sea “amnistía”, pero que serviría para lo mismo: amnistiar a los nazis belgas.

En resumen, los trabajadores belgas para avanzar en sus luchas reivindicativas tienen antes que nada que sacudirse de la infiltración “socialista” en su seno. La infiltración reaccionaria en el movimiento sindical y popular es una vieja estrategia para desviar y desactivar las luchas populares. Y sin ninguna duda, los tiempos que se aproximan rápidamente, requiere un movimiento popular independiente y sólido, que enfrente en todos los terrenos, sindical y político, el avance de regímenes reaccionarios y antipopulares.

LUNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2014 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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