COMCOSUR MUJER
Fundado por Yessie Macchi
AÑO 11 -No. 445/ Miércoles 11 de marzo de 2015
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación y búsqueda: Beatriz Alonso, Cecilia Duffau y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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«Hay que dar vuelta el mundo. Cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada, es una acusación…” Rosa Luxemburgo
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NOTICIAS
ASIA
1) EL HOGAR ES UN CAMPO DE BATALLA PARA LAS MUJERES
BRASIL
1) AUMENTA LAS PENAS PARA LOS DELITOS CONTRA LAS MUJERES
2) CAMPESINAS OCUPAN FÁBRICA DE AGROTÓXICOS
URUGUAY
1) VIOLENCIA DE GÉNERO UNA “EMERGENCIA SOCIAL”
MARIELLA MAZZOTTI DIRECTORA DEL INMUJERES
2) FEMINISTAS RECHAZAN DICHOS DE TABARÉ VÁZQUEZ
3) FURIOSAS CON VÁZQUEZ
TEMAS DE COMCOSUR MUJER
MUJERES EN LUCHA
I – UNA PEQUEÑA GRAN MUJER
II – LA TIERNA VALENTÍA DE UNA MUJER NOTABLE
III – LAS MUJERES EN LAS REVOLUCIONES LATINOAMERICANAS
IV – GUILLERMINA CABAÑAS, GUERRILLERA
“EMPEORAN CONDICIONES QUE ORIGINARON LA GUERRILLA”
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ASIA
1) EL HOGAR ES UN CAMPO DE BATALLA PARA LAS MUJERES
Las mujeres son cerca de la mitad de las 4.000 millones de personas que viven en Asia Pacífico, pero constituyen dos tercios de la población más pobre. Millones de ellas viven recluidas en sus hogares o trabajan en empleos precarios, sin seguridad social ni beneficios, por magros jornales. Millones más son víctimas de trata y las obligan a prostituirse o a ser esclavas sexuales.
Pero hay otras más que deben afrontar un enemigo interno. De hecho, para muchas mujeres, la mayor amenaza está dentro de sus hogares, donde la violencia que sufren a diario la ejercen sus parejas o familiares varones.
ONU Mujeres remarca que en Asia Pacífico, la población femenina está sujeta a los mayores grados de violencia de género, la mayoría a manos de sus cónyuges o parejas.
«La mitad de los países de Asia meridional y 60 por ciento de los de Asia Pacífico no tienen leyes sobre violencia de género»: Foro de Asia Pacífico.
En Papúa Nueva Guinea, por ejemplo, 58 por ciento de las mujeres consultadas dijeron haber sufrido violencia física, sexual o emocional en sus relaciones de pareja, mientras 55 por ciento reconocieron que las obligaron a mantener relaciones sexuales contra su voluntad.
En la pequeña nación insular de Fiyi, 66 por ciento de las mujeres entrevistadas dijeron haber sufrido violencia de sus parejas y 44 por ciento, incluso mientras estaban embarazadas.
En Timor Oriental, una de cada cuatro mujeres sufre cada año violencia física por parte de sus parejas y 16 por ciento de las casadas dijeron que sus esposos las coaccionaban para mantener relaciones sexuales.
Son varias las causas de esta desalentadora realidad.
Según el Foro de Asia Pacífico, “las mujeres de esta región tienen una de las más bajas tasas de representación política, de empleo y de propiedad del mundo”.
Aun las que tienen trabajo ganan menos que sus pares varones. La desigualdad salarial en la región oscila entre 54 y 90 por ciento para una misma tarea, pese a la existencia de leyes que garantizan “a igual trabajo, igual remuneración”.
La ausencia total de normativa sobre el acoso sexual en el ámbito laboral hace que entre 30 y 40 por ciento de las trabajadoras en Asia Pacífico sufran abuso verbal, físico y sexual, señala el Foro Asia Pacífico.
La organización señaló que la mitad de los países de Asia meridional y 60 por ciento de los de Asia Pacífico no tienen leyes sobre violencia de género.
Ante el vacío legal, los hombres no sufren casi ninguna consecuencia por sus acciones, y las mujeres no tienen muchos lugares a los cuales recurrir, lo que alimenta el círculo vicioso.
También quiere decir que los datos oficiales son, en el mejor de los casos, extremadamente conservadores, pues la mayoría de las mujeres no denuncian los episodios de violencia, ya sea por temor a las represalias o porque no confían en que el sistema legal les dé una solución.
En India, por ejemplo, la última encuesta de hogares encontró que 40 por ciento de las mujeres había sufrido abusos en el hogar. Sin embargo, un estudio independiente con apoyo de la Comisión de Planificación eleva la proporción a 84 por ciento.
En Indonesia, donde la policía registró 150.000 casos de violencia doméstica en 2009, de los cuales 96 por ciento fueron entre parejas casadas, los activistas estiman que solo se denuncia uno de cada 10 episodios. Es decir que el número de sobrevivientes es por lo menos nueve veces mayor a las cifras oficiales.
La Comisión para la Mujer de Filipinas informó que 2013 fue uno de los peores para la población femenina, con el mayor número de denuncias por violencia contra la mujer.
Refiriéndose a estadísticas de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, de 2008, la Comisión señaló que 14,4 por ciento de las mujeres casadas y 37 por ciento de las separadas o viudas sufrieron abusos a manos de sus cónyuges.
Cuatro por ciento de las mujeres que estuvieron embarazadas padecieron episodios violentos a manos de sus parejas, mientras tres de cada cinco de las víctimas dijeron sufrir consecuencias físicas y psicológicas debido a la violencia y las agresiones.
Las autoridades sostienen que la mejor implementación de las leyes es en parte responsable del aumento de denuncias, pues se registró un incremento de 49,5 por ciento desde 2012.
Es posible que lo mismo ocurra en breve en China, donde la divulgación del borrador del primer proyecto de ley contra la violencia doméstica fue elogiado por la sociedad civil como una medida para frenar el abuso generalizado, físico, sexual y psicológico, que se vive en millones de hogares.
Datos de la estatal Federación de Mujeres Toda China muestran que 40 por ciento de la población femenina sufre violencia física o sexual en sus relaciones, mientras solo siete por ciento denuncia el maltrato ante las autoridades.
Agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) coinciden en que la falta de leyes que castiguen la violación marital en la región avivó la sensación de impunidad de los hombres.
En 2012, ONU Mujeres reveló que solo ocho países de Asia Pacífico tenían leyes que penalizaban la violación marital, lo que hizo pensar a muchas personas, incluso a mujeres, que los abusos de los maridos hacia sus esposas eran justificados.
La justicia es casi inaccesible para las mujeres de contextos rurales. Además, los aranceles legales y el costo de los análisis forenses son prohibitivos para ellas, que no tienen control del dinero. Y la tendencia machista de la policía hace que la mayoría de los oficiales sean indiferentes frente a las pocas que se atreven a denunciar el abuso.
Además, es lamentable la representación femenina en el sistema legal. ONU Mujeres señala que “una de cada cuatro jueces y una de cada cinco funcionarios de la fiscalía en Asia sudoriental y Asia Pacífico son mujeres”, pero Asia meridional está aún lejos de esa proporción. Las juezas solo constituyen nueve por ciento de los magistrados y cuatro por ciento del personal de la fiscalía.
Esos números son todavía peores en la policía, que solo tiene tres por ciento de mujeres en Asia meridional, cifra que se eleva a nueve por ciento en Asia sudoriental y Asia Pacífico.
Asia reúne a cuatro de las cinco economías de mayor crecimiento del mundo, pero su luz se desvanece con el sufrimiento que padecen las mujeres en sus hogares.
Dada la falta de implementación de leyes y sin un esfuerzo sostenido para mejorar la representación femenina en todos los ámbitos de gobierno ni medidas reales que les den la posibilidad de alcanzar una posición económica estable en todos los países de la región, los especialistas dicen que es poco probable que disminuya la violencia contra la mujer.
IPS / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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BRASIL
1) AUMENTA LAS PENAS PARA LOS DELITOS CONTRA LAS MUJERES
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, firmó ayer una ley que crea el crimen de feminicidio y establece que si un asesinato está motivado por discriminación de género o es un caso de violencia doméstica, éste será tipificado como crimen “atroz”. El anuncio fue hecho mientras las bancadas feministas de diputadas y senadoras enfrentan dificultades en su relación con los presidentes de las cámaras.
Según cifras de la institución de Naciones Unidas para las mujeres, ONU Mujeres, en Brasil son asesinadas cada año 5.000 mujeres por razones de género, un promedio de más de 13 por día. La tipificación del delito de feminicidio implica en Brasil que quien sea declarado culpable no podrá ser liberado por el pago de una fianza, y que la pena por el homicidio, que va de seis a 20 años de prisión, puede ser aumentada a un rango de 12 a 30 años.
Nalu Faria, referente de los movimientos feministas brasileños y una de las coordinadoras de la Marcha Mundial de las Mujeres, dijo que se trata de una conquista, pero advirtió que “todavía están pendientes temas como la descriminalización del aborto y la violencia de género, no sólo la doméstica sino también las prácticas patriarcales que afectan la vida cotidiana de las mujeres”. Por su parte, otra activista por los derechos de la mujer, la directora ejecutiva del Instituto Patrícia Galvão, Jacira Melo, dijo que se trata de una victoria “del movimiento feminista en alianza con la bancada feminista”.
En Brasil existe una bancada feminista que no ha dejado de crecer, y hoy está integrada por 51 diputadas y 13 senadoras de distintos partidos. En esta legislatura, por primera vez, las diputadas de esa bancada formaron un frente parlamentario en la cámara, lo que les permite votar de forma conjunta y contar con legitimidad para obviar los dictámenes de sus partidos.
Cada una de las bancadas ha tenido enfrentamientos con los presidentes de las cámaras, Eduardo Cunha en Diputados y Renan Calheiros en el Senado. Las senadoras se molestaron con que Calheiros haya intentado incidir en el armado de su agenda parlamentaria, y las diputadas criticaron a Cunha por modificar la forma en que se decide quién lidera la bancada feminista de la cámara baja. Como presidente de Diputados, Cunha puede determinar cómo se definen los liderazgos, pero es una atribución que sus antecesores no utilizaron.
Usualmente, las mujeres llegaban a un consenso tomando en cuenta cuál era el partido con más representación dentro de la bancada, pero Cunha ordenó que se defina en base a los grupos parlamentarios que se formaron cuando se votó la presidencia de la cámara.
La ex ministra de Derechos Humanos de Rousseff, la diputada Maria do Rosário Nunes, dijo a Radio Francia Internacional que la actuación de Cunha es una intervención en la bancada feminista para dañar su “autonomía” y “representatividad”. Agregó que no le sorprende este intervencionismo de Cunha, que es evangélico, que propuso la creación del “día del orgullo heterosexual” y que es el autor de una ya reconocida frase: “El aborto y la regulación de los medios sólo serán votados si pasan sobre mi cadáver”. Como presidente de la cámara baja, él puede decidir qué proyectos son tratados en el pleno y cuáles no.
Varias organizaciones sociales que se manifestaron el domingo por el Día Internacional de la Mujer advirtieron que con un Congreso dominado por los conservadores, y además presidido por Cunha, será necesario redoblar los esfuerzos para lograr mejoras en la situación de la mujer en Brasil.
La Diaria / Andrea Martínez/
COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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2) CAMPESINAS OCUPAN FÁBRICA DE AGROTÓXICOS EN RÍO GRANDE DO SUL
En la mañana de este martes 10 de marzo, cerca de 800 mujeres campesinas del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y del Movimiento de Damnificados por Represas (MAB) ocuparon la sede de la multinacional israelí Adama, en Taquari, Estado de Río Grande do Sul.
La movilización es parte de la Jornada Nacional de Luchas de las Mujeres Campesinas de Vía Campesina en defensa de la soberanía alimentaria, contra la violencia y el modelo del agronegocio en la agricultura, considerado por los movimientos como perjudicial para la vida de las mujeres campesinas. A lo largo de este lunes 9, más de 15 mil mujeres participaron en las acciones en 15 estados brasileros, con marchas, ocupaciones y cierre de rutas.
«En contrapunto con el agronegocio, que no produce alimentos, y que destruye la biodiversidad y contamina los alimentos, con el uso intensivo de agrotóxicos, defendemos la agricultura campesina para la producción de alimentos saludables, sin venenos, y la preservación de la vida de las campesinas y campesinos”, denuncia la dirigente estadual del sector de Género del MST, Arlete Bulcão.
La multinacional Adama es una de las mayores empresas de agroquímicos del sur del país, en la producción de principios activos de agrotóxicos para semillas, incluyendo el veneno 2,4-D, que estaba prohibido en Brasil por ser cancerígeno. El 2,4D es uno de los principales componentes del agente naranja, usado como arma química en Vietnam.
Las campesinas denuncian el uso intensivo de agrotóxicos por el agronegocio, que transformó a Brasil, hoy, en el mayor consumidor de venenos del mundo, con más de mil millones de litros tirados en las tierras y aguas brasileras. Denuncian además el envenenamiento de los alimentos consumidos por la población, que conforme investigaciones de Fiocruz, causa enfermedades como depresión, mala formación en fetos, cáncer e infertilidad.
Las acciones de las mujeres del campo y de la ciudad también reivindican la Reforma Agraria Popular, con el asentamiento de todas las 120 mil familias acampadas en el país, el fin de la violencia contra la mujer y la creación de políticas públicas para las mujeres de Río Grande do Sul.
«Según los datos de la Central de Atención a la Mujer – Disque 180, creada por la Secretaría Especial de Políticas para las Mujeres de la Presidencia de la República, entre las mujeres del campo y de la floresta, el 93,7% afirmó haber sufrido violencia doméstica y familiar. Lo que muestra como la vida cotidiana de las mujeres está marcada por la violencia”, explica la dirigente estadual del Movimiento de Mujeres Campesinas (MMC), Adriana Mezadre.
Las investigaciones también señalan que las mujeres campesinas tienen más dificultad de acceso para hacer las denuncias. En ese sentido, Vía Campesina viene desarrollando una campaña de combate a la Violencia contra las Mujeres Campesinas para romper con la opresión.
Paralelamente a la acción en la multinacional, a partir de las 11h, 300 mujeres de movimientos del campo y de la ciudad realizaron un acto público en la Plaza Matriz de Porto Alegre [Río Grande do Sul], en denuncia a la violencia contra las mujeres y reclamo de la implementación de la Ley de Femenicidio, sancionada este lunes 9, por la presidenta Dilma Rousseff. En seguida, alrededor de las 13h30, las mujeres también participaron en una audiencia pública para denunciar el uso de agrotóxicos y la violencia contra la mujer, en la Asamblea Legislativa del Estado.
La Ley de Femenicidio prevé penas que pueden variar de 12 a 30 años de prisión y hace más dura la pena de homicidios cometidos contra mujeres por motivo de discriminación de género o violencia doméstica.
A partir de las 9h, decenas de trabajadoras desempleadas del MTD de Eldorado do Sul también realizaron una caminata en el Centro de la ciudad para denunciar la falta de guarderías infantiles y de educación infantil para los hijos e hijas de trabajadores, y reivindicar la implementación de políticas públicas para las mujeres del municipio.
Adital / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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URUGUAY
1) MARIELLA MAZZOTTI: OTRAS INSEGURIDADES
Directora de Inmujeres propone abordar como una “emergencia social” la violencia de género.
Mariella Mazzotti es asistente social. De larga trayectoria militante en el feminismo, la nueva directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) estuvo al frente de la Dirección de Desarrollo Ciudadano durante la anterior gestión de Marina Arismendi (2005-2010) en el Ministerio de Desarrollo Social y luego dirigió Desarrollo Municipal y Participación en la Intendencia de Montevideo. Desde mediados de enero lleva adelante una “muy buena transición” con el equipo de Inmujeres, antes dirigido por Beatriz Ramírez. En diálogo con la diaria, subrayó que su trabajo tendrá continuidad con lo hecho, pero dará “más impulso” a la defensa de los derechos de las mujeres para “generar cambios culturales y de relaciones sociales, indispensables para lograr la igualdad de género”.
“La cuestión de género es un eje estructurante de la desigualdad, junto a las condiciones económicas y el origen étnico-racial. Para que se produzcan cambios, éstos deben estar acompañados por las organizaciones sociales, recuperar el vínculo Estado-sociedad, que es el enfoque del Frente Amplio”, dijo.
De cara a estos cinco años, Mazzotti identifica tres ejes a profundizar en Inmujeres: colaborar en la conformación del Sistema Nacional de Cuidados (SNC); poner énfasis en la descentralización y participación ciudadana, “que ha sido bandera del movimiento de mujeres y del feminismo”; y focalizar las políticas públicas referidas a la violencia de género y generaciones.
El Sistema Nacional de Cuidados “será un mecanismo de fortalecimiento de la protección social y una estrategia de aporte al cambio sociocultural, que debe tener enfoque de género para colaborar en la transformación de la realidad dentro de los hogares”, sostuvo. “Va a permitir que las mujeres tengan otro dominio de su tiempo y, por lo tanto, facilitará su inserción laboral, política y económica; va a visibilizar un trabajo de cuidados que tradicionalmente estaba asignado a ellas, que ahora será considerado un puesto de trabajo digno, calificado y bien remunerado, para lo que necesitaremos tanto la acción del Estado como la de las empresas”, añadió.
Asimismo, Mazzotti se definió como “una convencida de que los cambios se hacen con participación ciudadana, porque son fruto de la acción de la sociedad hacia el Estado y de cómo éste devuelve las demandas en acciones concretas”. En línea con la intención presidencial de profundizar la descentralización, la directora de Inmujeres remarcó que esto implica “la territorialización de la política pública y la capacidad de que esa mirada nacional se altere y se arraigue de acuerdo a las características del municipio o zona específica hacia donde está dirigida. Nosotros tenemos distribuidos referentes de género en todo el territorio, que tendrán que fortalecer su rol”.
En las dos últimas semanas de abril, Inmujeres convocará a grupos, instituciones y organizaciones sociales que estén motivados en lograr la igualdad de género a una serie de encuentros regionales para construir un Plan Quinquenal que recoja inquietudes y prioridades que allí se planteen. Además, reinstalará el Consejo Nacional de Género, en el que también se discuten líneas estratégicas.
Otro punto fuerte se enfocará en la violencia de género y generaciones: “Las cifras de estos últimos meses [12 mujeres asesinadas por su pareja o ex pareja entre enero y la primera semana de marzo] indican que, si bien se ha avanzado mucho en políticas públicas, todavía queda muchísimo por hacer. Esto implica cambios sociales y culturales muy fuertes. No hay derecho al uso de la violencia en ningún caso. La violencia de género, ya sea violencia doméstica, institucional, acoso callejero u otra, se cruza con la violencia vinculada a generaciones [niños, niñas, adolescentes y tercera edad]”, explicó.
Mazzotti entiende que “la dimensión de este problema es muy grande en Uruguay: genera una enorme preocupación, y casi que tenemos que actuar como si estuviéramos ante una emergencia social. La política pública tiene que seguir profundizándose en acción y prevención, esto es, en el cambio cultural. El tema de la convivencia no puede verse sólo referido a la seguridad ciudadana o a la violencia en el deporte, también se debe abordar la violencia en relaciones interpersonales”.
En este sentido, sostuvo que “es difícil dar una única explicación” a la violencia hacia las mujeres. “Falta bastante en la comprensión del problema. Habría que pensar cómo esa cultura nuestra de mediatizar los conflictos, de invisibilizarlos, ha hecho que no seamos muy conscientes de lo que pasa. Uruguay es un país que ha generado políticas públicas y espacios de inserción de las mujeres en ámbitos educativos y laborales, además de avances legislativos que impactan en su desarrollo personal. Pero, por esa negación del conflicto, no ha sido capaz de mirarse y ver cómo reproducimos modelos estereotipados de conducta en relaciones interpersonales, afectivas e institucionales, lo que dificulta la transformación de valores y formas de distribución de roles”.
“Hay que indagar qué les pasa a los varones”, continuó Mazzotti. “Muchos ejercen violencia y muchos homicidas terminan suicidándose. Hay cuestiones específicas que involucran la salud mental, la construcción de su identidad, su masculinidad, su autoestima, la demostración de afecto, el manejo de la agresividad y sus formas de resolución de conflicto. En la violencia se articula un concepto de que yo puedo controlar a las mujeres, finalmente, con cualquier método. No todos los hombres lo ejercen de esa manera, porque hay una combinación entre los valores sociales y esa persona. Uruguay no tiene experiencia en el abordaje de este problema, y recién con la aparición de las tobilleras comenzó a pensarse qué hacer con estos varones violentos e instrumentar acciones concretas e interinstitucionales para los hombres que maltratan mujeres”.
En los últimos tres años, Inmujeres y el Sistema Integral de Protección a Niños, Niñas y Adolescentes contra la Violencia (Sipiav) implementaron estrategias de campaña con “enfoque de género preventivo”: “Nos interesa que la política pública entre en diálogo y ‘cogestión’ con la perspectiva que tienen las ONG respecto del abordaje en casos de violencia hacia las mujeres”, indicó Mazzotti, y garantizó la continuidad del sistema de respuestas y servicios de atención especializada. “Hay que seguir capacitando operadores del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, la Policía, el Poder Judicial y educadores, y permear el sistema educativo con un enfoque de género, porque es allí donde hay socialización de género, donde aprendemos a ser varones y mujeres, los roles tradicionales o nuevos modelos”. También se prevé una “fuerte articulación” con el Instituto Nacional de la Juventud (Inju) para abordar la violencia en el noviazgo, sexualidad e inserción laboral.
Por último, Mazzotti consideró que se debe “pensar una nueva propuesta de proyecto de ley contra la violencia basada en género” y cambiar la actual ley de violencia doméstica. “Se está colocando como un tema de agenda y de urgencia. Hay que reflexionar sobre qué nos pasa con la violencia para lograr un salto cualitativo”, concluyó.
La Diaria / Azul Cordo / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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2) FEMINISTAS RECHAZAN DICHOS DE TABARÉ VÁZQUEZ DE QUE EL TABACO ES EL PRINCIPAL ENEMIGO DE LAS MUJERES
Diferentes organizaciones feministas rechazaron las declaraciones del presidente de la República, Tabaré Vázquez, quien aseguró que el consumo de tabaco es el principal enemigo que tienen las mujeres. “Tales expresiones son una brutalidad muy grande”, se expresó desde Feministas en Alerta y en las Calles.
“Ni el SIDA, ni la tuberculosis, ni la violencia doméstica, el alcohol, las drogas ni los accidentes de tránsito; ni todo eso sumado las mata como las mata el consumo de tabaco”, sentenció Vázquez.
Este lunes 9 Vázquez junto al vicepresidente Raúl Sendic; la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi; y la directora del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Mariella Mazzotti, participaron de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer que se celebra cada 8 de marzo.
En ese marco, el mandatario dijo que reasume su compromiso de “trabajar en forma incansable en la defensa de los derechos de las mujeres”.
También expresó que como médico debía indicar que “el principal enemigo que tienen las mujeres es el consumo de tabaco.
“Ni el SIDA, ni la tuberculosis, ni la violencia doméstica, el alcohol, las drogas ni los accidentes de tránsito; ni todo eso sumado las mata como las mata el consumo de tabaco”, sentenció Vázquez.
Rechazo
Tales afirmaciones del mandatario generaron el inmediato rechazo de parte de las organizaciones feministas.
En tal sentido, la organización Cotidiano Mujer, expresó a través de su cuenta de Twitter: “¡Basta de cortinas de humo! El tabaco mata y el machismo también”.
En el mismo sentido, la integrante del colectivo Feministas en Alerta y en las Calles, Soledad González, expresó a Montevideo Portal que el problema de las mujeres “es el machismo algo que no tiene nada que ver con las muertes por el consumo de tabaco”.
“Comparar una cosa con otra es no distinguir entre la libertad y la no libertad”, dijo González. A la vez, calificó las expresiones de Vázquez como de “una brutalidad muy grande”.
Añadió que Vázquez “va a destinar muchos más recursos a que las mujeres dejen de fumar, que a políticas para que les dejen de pegar”.
“No es fácil ver la relación que hay entre la publicidad sexista y que maten a una mujer. Entre que las mujeres seamos tetas y culos y que haya hombres que crean que son nuestros dueños”, sentenció.
La Red 21 / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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3) FURIOSAS CON VÁZQUEZ
En el marco de un acto por el Día Internacional de la Mujer (que en realidad fue el domingo), el presidente Tabaré Vázquez hizo una serie de declaraciones que, a entender de las organizaciones que luchan contra la violencia doméstica, fueron «infelices» e «insensibles».
El mandatario advirtió que en Uruguay «debe de estar muriendo más de una mujer por día por fumar. No las mata ni el sida, ni la violencia doméstica, ni los accidentes como las mata el tabaco». Vázquez advirtió que «como gobernante, pero también como médico» se veía en la obligación de «alertar esta situación». E insistió: «el principal enemigo que tienen las mujeres es el consumo de tabaco. No es una obsesión, es una realidad».
Una vez se hicieron públicas las declaraciones del presidente las críticas en su contra estallaron en las redes sociales. Y en la previa de una marcha de las Mujeres de Negro, estas y otras organizaciones salieron al cruce de Vázquez.
Precisamente, desde Mujeres de Negro, Jenny Escobar advirtió a El País que el problema de la violencia doméstica no es solo «el horror de la muerte de las víctimas», sino también «el arco de sufrimiento que se genera alrededor de ellas, en toda la familia, en los niños» y que «a veces no se necesita estar en un cementerio para estar muerto en vida».
Desde Mujer y Salud Uruguay (MySU), en tanto, Lilián Abracinskas, señaló a El País que las declaraciones de Vázquez generan «desilusión». Y añadió: «Él dice que el enemigo de las mujeres es el tabaco, yo le diría que enemigos tenemos muchos y que es probable que el tabaco sea uno de los peores, pero a esta altura yo creo que el principal enemigo son aquellos hombres que no tienen consciencia de lo que estamos hablando y además tienen poder de decisión». E insistió que los dichos de Vázquez «generan dolor» al provenir de «quien va a terminar resolviendo cuáles son las prioridades».
«En estos dos primeros meses del año van 13 mujeres muertas y hemos visto, día tras día, el drama por situaciones de violencia de género. En este contexto, la intervención del presidente de la República genera desilusión», añadió Abracinskas.
Por su parte, desde Cotidiano Mujer, Lilián Celiberti dijo a El País comprender que «al ser oncólogo, Vázquez tenga su obsesión», pero advirtió que no le parecía correcto «contraponer una cosa con la otra», y que «si bien es cierto que fumar tiene muchas contraindicaciones, ya hay una serie de políticas que han tenido sus efectos». La vocera manifestó que sentía que las declaraciones del presidente eran «bastante infelices».
Registro
La senadora y presidenta del Frente Amplio, Mónica Xavier, está preparando un proyecto de ley para la creación de un registro de violentos. Aún no se saben los pormenores del sistema, pero este ya tiene defensores y detractores en las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres.
«Estamos de acuerdo con un registro. Muy de acuerdo. Si las mujeres pudieran saber de antemano que su pareja es violenta, muchas veces se podría salvar», advirtió Escobar, desde Mujeres de Negro.
Celiberti, de Cotidiano Mujer, se expresó de manera similar al advertir que «las personas que tienen una práctica de abuso de poder deberían ser identificadas», al menos dentro del ámbito familiar, ya que «la mayoría se comporta así solo en el marco de las relaciones íntimas y personales, son violentas con sus parejas pero no necesariamente lo son en la calle; lo que hacen es someter a una persona concreta».
Para Abracinskas, de MySU, en tanto, «hay que tener mucho cuidado porque a veces el dramatismo hace que se busquen reacciones tales como aumentar penas o escrachar a responsables», cuando en realidad, «lo que se necesita es cambiar una cultura de sentimiento de propiedad que tienen los hombres hacia las mujeres».
«Establecer esto como una batalla campal que no tiene solución creo que es, entre otras cosas, bastante precipitado. Yo creo que si vamos a poner listas también tendríamos que tener las listas con los nombres de los médicos objetores de consciencia que a muchas mujeres les están obstaculizando los servicios legales de aborto», añadió Abracinskas.
Celiberti expresó también la existencia de un problema social y que hay una «cultura de la sumisión», que quedaba comprobada, por ejemplo, con el éxito de la película 50 sombras de Grey.
«Me llama muchísimo la atención que en este país muchísimas personas vayan a ver 50 sombras de Grey. Me parece el colmo de la expresión de sumisión que se espera de una relación de poder. Allí está todo: el poder económico, el poder masculino, sobre la sexualidad y sobre el erotismo… Porque esto también está hablando de cuáles son nuestras profundas convicciones, seguimos admirando esas imágenes de poder de los hombres que someten a las mujeres, sea como Príncipe Azul o como Sr. Grey», manifestó Celiberti.
Los datos
Las organizaciones que luchan contra la violencia doméstica ya habían quedado disconformes el domingo 1° de marzo con el mensaje de Vázquez, dado que este no tocó el tema, para ayer, en tanto, esperaban que el presidente pudiera remediar esa situación.
«Lo que estábamos esperando era una decisión, que es lo que hasta ahora no ha hecho el presidente, de poner el énfasis de las políticas públicas, con recursos presupuestales y humanos, en trabajar realmente e intensamente para reducir hasta erradicar las brechas que existen entre hombres y mujeres. Y esta suerte de recomendación, como si el cáncer de pulmón solo se debiera a fumar, nos desilusiona, porque también tiene que ver con la contaminación, con la salida de las mujeres masivamente al mercado de trabajo, con que muchas tengan que trabajar en fábricas que no tienen estándares básicos de espacio de trabajo saludables», remarcó Abracinskas.
Ellas ganan el 72% de lo que perciben los hombres.
La remuneración que perciben las mujeres empleadas en la rama de Industria y Comercio es inferior a la de los hombres, y esto se mantiene, prácticamente sin diferencias, desde 2004 en adelante. En ese año representó el 71% de la remuneración masculina y el 72% en el año 2014. «A pesar que el salario de mujeres ha tenido algunos puntos más de incremento que el de los hombres, no ha sido suficiente para equipararlo», advierte el trabajo Acciones con Perspectiva de Género en la Seguridad Social, que fue publicado ayer en la página del Ministerio de Trabajo. En el año 2014 la remuneración promedio de hombres fue $ 24.913, mientras que la de la mujer fue $ 17.903.
El Pais / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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TEMAS DE COMCOSUR MUJER
MUJERES EN LUCHA
I – UNA PEQUEÑA GRAN MUJER
El Correo uruguayo, en el marco del Día Internacional de la Mujer, lanzará el sello “Homenaje a Belela Herrera” que formará parte de la serie Mujeres Notables.
La Rel se suma a este merecido homenaje recogiendo el testimonio de otro gran activista y luchador por los derechos humanos, Jair Krischke, presidente del Movimiento de Justicia y Derechos Humanos de Porto Alegre (MJDH) amigo y compañero de lucha de Belela, quien la retrata como una de las mujeres más admirables que ha conocido.
“Belela es una de las mujeres que más admiro, entre otras cosas, porque es una de las personas más solidarias que conozco.
Su solidaridad trasciende el concepto mismo de la solidaridad”, comienza diciendo Krischke, quien para ilustrarnos esto, continúa contando una de las tantas historias humanitarias que involucran a esta mujer notable.
“Cuando derrocan a Salvador Allende y la dictadura chilena se torna virulenta, Belela, que en ese entonces residía en Santiago porque su marido era embajador uruguayo en ese país, por iniciativa propia comenzó a recoger en su pequeño automóvil a exiliados políticos de diversas nacionalidades y a distribuirlos en las diferentes embajadas para garantizar y salvar la vida de esas personas”, recuerda Jair.
Otro de los episodios importantes de la actividad de Belela Herrera en defensa de los derechos humanos es su participación, junto al diplomático sueco Harald Edelstam, en el salvataje de otros exiliados que estaban hacinados en el Estadio Nacional de Chile, que por tiempos de la dictadura de Pinochet funcionaba como una cárcel a cielo abierto de la cual muy pocos salían con vida.
“Belela va al Estadio Nacional con Edelstam para negociar la salida de un grupo de detenidos, entre ellos, uruguayos, brasileños y argentinos, en un verdadero acto de bravura.
Mucho se habla de la actuación del embajador sueco, que sin dudas fue extraordinaria, pero creo que se debe hacer justicia con la actuación de Belela en ese mismo episodio de nuestra historia reciente”, declara Jair.
Según el activista, este hecho llamó la atención de las Naciones Unidas (ONU), que no tenía representación local del Alto Comisionado para Refugiados (ACNUR) en Chile, y rápidamente le ofreció a Belela Herrera incorporarse inmediatamente al trabajo con la ONU para continuar salvando vidas.
“Ahí comienza su trayectoria en el campo de los derechos humanos, que fue importantísima y es en esos tiempos que la conozco.
Claro que yo sabía de la existencia de ‘la uruguaya’ pero aún no la había conocido personalmente. Ya ni recuerdo el año en que la conocí, pero sí la alianza que mantuvimos en el trabajo de defensa de la vida en esos tiempos de dictaduras en el Cono Sur”, evoca.
Krischke recuerda también que se reunió varias veces con Belela en la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de América Meridional en Buenos Aires.
“Allí coordinábamos acciones y trabajos sobre los refugiados, y lo que te puedo decir es que existen personas que realizan bien su tarea, que logran una proyección y alcance internacional, y existe Belela Herrera”.
Jair dice que Herrera es una mujer de complexión pequeña y aparentemente frágil por fuera pero valiente y de tal grandeza interior que no se puede dejar de admirarla.
“Creo muy oportuna la actitud del gobierno uruguayo de homenajear a Belela con un sello, pero me parece que debe ser apenas el inicio de un homenaje mayor.
Tengo la impresión de que hay una gran mayoría de uruguayos que desconocen la labor de esta mujer notable.
Aplaudo este puntapié inicial porque el sello despertará al menos la curiosidad de conocerla pero apoyo e incentivo a alguna iniciativa de homenaje más global”, finalizó.
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María Bernabela Herrera, más conocida como Belela, nació en Montevideo.
Es Licenciada en Sociología por la Universidad de Chile desde 1973, año en que el general Augusto Pinochet dio el golpe militar, trabajó en el Alto Comisionado deNaciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argentina, México, Perú, Brasily Chile así como en países del Caribe.
Fue subdirectora de la División de Derechos Humanos en una misión de Naciones Unidas en El Salvador y trabajó como observadora de derechos humanos en Haití, Más tarde ejerció de observadora internacional en las primeras elecciones sudafricanas.
En el 2005 llegó a ser vicecanciller de Uruguay acompañando al canciller Reinaldo Gargano.
Rel-UITA / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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II – LA TIERNA VALENTÍA DE UNA MUJER NOTABLE
Este viernes 6, en el marco de las celebraciones del Mes de la Mujer, en la sede central del Correo Uruguayo se llevó a cabo el lanzamiento del sello “Homenaje a Belela Herrera”, que forma parte de la serie “Mujeres Notables” ideada por el organismo.
El evento contó con la presencia de varias autoridades de gobierno, activistas por los derechos humanos, personalidades del medio artístico y diplomático y público en general.
La presidenta del Correo, Solange Moreira, abrió las alocuciones agradeciendo en particular la presencia de varias ministras, que formaban parte de la mesa junto a la homenajeada Belela Herrera para luego referirse brevemente a la historia entre la filatelia y las mujeres.
“Desde hace siete años el Correo viene realizando la serie Mujeres Notables uruguayas, la filatelia tiene más 157 años de existencia y según los registros anteriores al 2007, este organismo homenajeó apenas a 26 mujeres.
Eso es en gran medida el reflejo de que todavía nos queda mucho por trabajar en cuestiones de equidad de género en este país”, señaló Moreira.
“En este sentido –continuó la presidenta del Correo– el 8 de marzo es un día para celebrar y nosotros lo quisimos hacer este año homenajeando a Belela Herrera, pero sobre todo es un día para reflexionar sobre lo que nos está pasando como sociedad en esta persistencia de la inequidad de género”.
Uruguay, manifestó, “está dando muestras de que esto puede ir cambiando y esta mesa conformada por tantas ministras es una prueba clara de ello”.
Moreira destacó además los índices que denotan la inequidad de género en el mundo, como el menor acceso de las mujeres al empleo, la brecha salarial con los hombres, la vulnerabilidad social, entre otros.
Al referirse a la homenajeada del día, Solange Moreira expresó su profunda admiración por Herrera, a quien definió como una mujer tímida pero de una grandeza imponderable en todos los aspectos de la vida, como docente, como política, como diplomática, como madre, abuela, trabajadora y militante social.
“La pasada administración en el Correo no fue sencilla, pero nada fue más difícil en estos cinco años que convencer a Belela Herrera de hacer un sello sobre ella”, dijo Moreira haciendo alusión a la modestia de la agasajada.
Carolina Cosse, ministra de Industria, señaló que “este homenaje a Belela es el mejor regalo adelantado que nos hacen en nuestro día internacional, que se celebrará el próximo domingo”.
“Esta sala está llena de grandes luchadoras y luchadores por los derechos humanos y por la igualdad de oportunidades para las mujeres.
Estamos rodeados de mujeres notables y Belela Herrera, con su tierna valentía, es una digna representante de todas nosotras. Agradezco estar aquí a su lado compartiendo su luz”, finalizó.
Mujeres corrientes y luchadoras
“Nunca fueron premiadas”
Belela Herrera cerró el evento con un emotivo discurso en el que comenzó haciendo una breve reseña del Día Internacional de la Mujer.
“En 1910 la Internacional Socialista de Copenhague comenzó el movimiento, al igual que las mujeres rusas en el marco del movimiento pro paz y las obreras de la fábrica en Nueva York, todas ellas mujeres corrientes artífices de la historia, mujeres corrientes que nosotros reverenciamos ahora, que no son las que están hoy acá porque estas son mujeres muy destacadas”, comenzó Belela.
Recordó que en este 2015 se cumple el vigésimo aniversario de la cuarta Conferencia Mundial sobre situación de la Mujer de Beijing.
Esa cumbre, destacó, “generó una agenda integral sobre los derechos humanos de las mujeres”, que “a pesar de todos los compromisos siguen siendo violados, porque de otra forma no se explican las 15 muertes de mujeres en los dos primeros meses del año en Uruguay.
Esto es una afrenta a todos nosotros y algo vamos a tener que hacer”, dijo Belela dirigiéndose a las ministras sentadas a su lado.
Herrera hizo especial hincapié en que se deben respetar los derechos de las mujeres afrodescendientes por entender que son una minoría que se mantiene muy vulnerable y se refirió al cariño y admiración que la unen a la presidenta del Correo Solange Moreira.
“Solange hace cuatro años que me insiste en lo del sello y yo fui postergando porque siempre creí que había otras mujeres más importantes que merecían este homenaje”, dijo, citando el caso de Luisa Cuesta, una veterana luchadora que hoy supera los 90 años y que desde hace casi 40 lucha por saber el paradero de su hijo Nebio Melo Cuestas, desaparecido en Argentina en 1975.
“Esas mujeres heroicas son las primeras que deberían tener un sello en este país”, señaló Belela.
“Tenemos también una diputada nueva que es hija de una desaparecida y que tiene derecho a saber dónde está su madre así que tenemos que seguir luchando por esto”, enfatizó aludiendo a Macarena Gelman, hija de María Claudia García, una joven argentina secuestrada en Buenos Aires en 1976 y trasladada a Montevideo, donde antes de ser ejecutada dio a luz a una niña –Macarena– que fue entregada a una familia adoptiva.
Rel-UITA / COMCOSUR MUJER – No. 445 – 11/03/2015
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III – LAS MUJERES EN LAS REVOLUCIONES LATINOAMERICANAS
Los movimientos sociales de mujeres han influenciado en los gobiernos progresistas de America Latina.
Los movimientos sociales de mujeres han influenciado en los gobiernos progresistas de America Latina.
Las mujeres han batallado en la primera fila de las luchas revolucionarias de América Latina. Prueba de ello, son los movimientos sociales de madres que surgieron durante épocas de guerra y dictadura, cuya acción sentó las bases para los gobiernos progresistas de la actualidad y la llegada de la mujer a la presidencia.
No ha habido revoluciones en la historia de América Latina sin la presencia e influencia de mujeres luchadoras y progresistas que se rebelaron contra autoridades y gobiernos dictatoriales.
Desde la época de la colonización, las mujeres han sido protagonistas de movimientos de luchas, en este caso para liberarse del yugo español. Ana María Campos en Venezuela luchó contra el último gobernador realista; Juana Azurduy en Bolivia combatió junto a las guerrillas; y Policarpa Salavarrieta en Colombia fue espía y enlace de los revolucionarios. Todas sufrieron el flagelo de la guerra y murieron a causa de sus ideales progresistas.
Sin duda, se puede decir que la participación de la mujer en los procesos de independencia de América Latina data de hace muchos años y ésto dio paso a una nueva generación de mujeres incorporadas en movimientos sociales progresistas de la actualidad.
Cambios generados por movimientos sociales de mujeres
A lo largo de la historia latinoamericana, los movimientos sociales de mujeres organizadas en el mundo y en América Latina han logrado avances significativos en derechos políticos y civiles: lograron votar, tener propiedades, educación y empleo.
Fueron las mujeres las primeras en marchar para exigir servicios públicos, seguridad social, salud, vivienda, derecho a estudiar y trabajar. Organizadas en movimientos cuyos nombres quizás se han perdido en la historia, fueron las mujeres las primeras en alzar la voz para exigir un mundo más igualitario, no solo para ellas, sino para toda la colectividad.
Y es que muchos de los movimientos de mujeres que surgieron en décadas pasadas, además del sentimiento revolucionario que los movía, tenían integrado un factor especial: muchas de estas luchadoras eran madres, condición que por naturaleza las hacía defensoras de toda la sociedad.
Éstos movimientos de madres sirvieron de ejemplo para gobiernos progresistas que adoptaron como norma la inclusión de la mujer en la política.
Mujeres por la supervivencia
Los Clubes de Madres, como se les denominó en Perú, Bolivia y Brasil, los Centros de Madres en Chile, y las Madres Comunitarias en Colombia, son solo algunos ejemplos.
Se estructuraron en torno a la responsabilidad femenina de la economía familiar, especialmente la alimentación y el cuidado de los hijos. También tuvieron una gran participación en las luchas de los sectores más humildes por la vivienda, la salud y la alimentación.
Éstos movimientos estaban estrechamente relacionados con el Estado, pues lo sustituían en tareas y obligaciones que éste no cumplía con los sectores populares de la sociedad.
Mujeres contra las dictaduras
Pero también fueron las mujeres las protagonistas de movimientos sociales que se enfrentaron a los regímenes dictatoriales y las guerras que azotaban a América Latina en las tres últimas décadas del siglo XX. Muchos de éstos fueron fundamentales para fundar las bases de los gobiernos progresistas que luego reivindicaron el papel de la mujer en la liberación de la región.
El caso emblemático es el de Argentina, donde en 1977 un grupo de 14 mujeres tomaron la Plaza de Mayo en busca de sus hijos desaparecidos y desafiando el poder de la dictadura militar de Rafael Videla (1976-1981). La plaza se convirtió en su territorio, los jueves en sus días de lucha y los pañuelos blancos en sus cabezas serían la insignia que identificaría su causa.
Después de 38 años, las Madres de Plaza de Mayo, aún con sus hijos e hijas desaparecidas –y algunos encontrados-– siguen teniendo un papel importante en el sector de los movimientos sociales en Argentina.
Conocidas como pioneras de la democracia, las Madres han ampliado su lucha contra la impunidad para incluir llamados por la paz y los derechos humanos alrededor del mundo, confrontar el neoliberalismo y la reciente crisis económica que enfrentó el Gobierno de Cristina Fernández en Argentina debido a los fondos buitres.
En El Salvador surgió un caso similar. Durante las dictaduras en la década de los setentas del coronel Arturo Armando Molina y el general Carlos Humberto Romero, centenares de personas fueron desaparecidas o asesinadas, por lo que muchas madres también vivieron la pesadilla de tener algún hijo o un familiar desaparecido.
Por ello, en 1977 surgió el grupo COMADRES «Comité de Madres Arnulfo Romero», formado por obreras, vendedoras y amas de casa. Para estas madres, los mercados se convirtieron en los lugares de comunicación y enlace, pues en las cajas de huevos escondían volantes que repartían sorpresivamente. También cuidaban a los niños huérfanos, conseguían medicinas y hacían huelgas de hambre.
Aunque el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) era quien estaba al frente de la guerra civil en los 80 y 90 contra el gobierno militar, fueron las COMADRES quienes en las próximas décadas se constituyeron como actoras en la acción de reclamar justicias frente a los horrores de la guerra civil.
Además, este movimiento social de mujeres fue quien instó al diálogo a los miembros del gobierno y a las fuerzas del FMLN. Gracias a su ayuda, los Acuerdos de Paz fueron firmados el 16 de Enero de 1992.
Actualmente, el presidente de esta nación es Salvador Sánchez Cerén, miembro de FMLN. No cabe duda que este triunfo de las fuerzas revolucionarias no habría sido posible sin este grupo de mujeres.
Un tercer caso es de las Madres de Héroes y Mártires de Nicaragua, un grupo de mujeres cuyos hijos e hijas fueron asesinados durante las décadas de 1970 y 1980, cuando el país era gobernado por la familia Somoza.
Estas madres se identificaban con la lucha antiimperialista que inició el General Augusto C. Sandino frente a la invasión de los Marines de los Estados Unidos. Se definían a sí mismas como parte de la revolución y actoras de la misma.
Fueron madres que vistieron, hospedaron y alimentaron a los jóvenes soldados que lucharon contra la dictadura de los Somoza en los 70 y la guerra frente a la Contra (de Contrarrevolcuonarios) en los 80, una milicia financiada por el gobierno norteamericano para acabar con el sandinismo. También ocultaron información y pasaron armas de contrabando, acciones que les acarreó secuestros y torturas.
Aunque poco se habla de ellas en la historia revolucionaria de Nicaragua, su papel fue fundamental para superar la amenaza imperialista del norte y lograr que los principios sandinistas de libertad e igualdad llegaran nuevamente al poder de la mano del actual presidente Daniel Ortega, militante del FSLN.
Telesur / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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IV – GUILLERMINA CABAÑAS, GUERRILLERA
EMPEORAN CONDICIONES QUE ORIGINARON LA GUERRILLA
A mediados de los años 60, las condiciones históricas de exclusión, pobreza, analfabetismo y desnutrición en la costa del estado de Guerrero se agravaron con la entrada de las empresas madereras, que despojaban a las familias de sus tierras, se apropiaban de los recursos naturales, y generaban conflictos internos en las comunidades.
Ese contexto y el espíritu de lucha que caracteriza al pueblo guerrerense llevaron a Lucio Cabañas Barrientos, maestro egresado de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos”, de Ayotzinapa, a fundar las guerrillas Partido de los Pobres (PDLP) y la Brigada Campesina de Ajusticiamiento, en el segundo estado más pobre del país.
Ante ese reclamo de justicia y de un gobierno para el pueblo, la respuesta del Estado mexicano fue la militarización de la zona, la tortura, el fusilamiento y la desaparición forzada de quienes integraban el movimiento, una respuesta que jamás reparó en resolver los problemas sociales en Guerrero.
Poco se sabe de la participación de las mujeres en ese movimiento armado (y en otros que surgieron esa misma década en varios estados del país).
Guillermina Cabañas, prima hermana de Lucio, fue de las pocas mujeres que se unió a la guerrilla. Aprendió a disparar un arma, atravesar montañas en la oscuridad y a cargar 25 kilos de alimentos en la espalda, al igual que sus compañeros.
Entre lágrimas y sonrisas provocadas por el recuerdo de esta historia de valentía, Guillermina –quien a sus 66 años de edad considera que la crisis de Derechos Humanos (DH) que vive el país se relaciona directamente con la impunidad en la que se encuentran los crímenes del pasado– compartió su historia con Cimacnoticias con la esperanza de que la sociedad mexicana recuerde que existe una tradición histórica que lleva al pueblo a defenderse de las “injusticias del sistema”.
RESPUESTA A LA REPRESIÓN
“Mi miedo a los militares y a los caciques del pueblo me hizo perderle el miedo a los gusanos de la tierra. Cuando Lucio huyó rumbo a la Sierra y mi papá y mi hermano huyeron rumbo a Acapulco, mi mamá y yo nos quedamos solas; (entonces) decidí que no nos íbamos a morir de hambre y tuve que aprender a levantar la cosecha”, cuenta la mujer originaria del pueblo de San Juan de las Flores, municipio guerrerense de Atoyac de Álvarez.
Guillermina tenía 16 años de edad cuando Lucio comenzó a denunciar los abusos del Estado y de las empresas en contra del pueblo; ella lo escuchaba con atención tratando de aprender todo lo que pudiera.
El 18 de mayo de 1967 Lucio Cabañas encabezó un mitin en contra de la directora de la primaria “Juan N. Álvarez”, quien pedía a los alumnos ir con el uniforme nuevo “cuando las mamás no tenían ni para comer”.
Policías judiciales dispararon contra las y los manifestantes para disolver la manifestación. Ese mismo día, el maestro Cabañas tuvo que huir a la sierra y “fue cuando empezaron a perseguir a mi familia (…); los militares llegaban a las 5 de la mañana (al pueblo), abrían las puertas a patadas y sacaban a todos; la gente era concentrada en la cancha.
“(Colocaban a) hombres de un lado y mujeres del otro; hacían censos, si eras Cabañas te mandaban a otro lado, con las manos atrás. Un día se llevaron a un primo, lo soltaron como a los dos meses con las costillas rotas. Las mujeres nos colgábamos de las camisas de los militares, pero nos empujaban con las armas y se los llevaban de todas formas”.
Ante el riesgo de ser “levantados”, todos los hombres de la familia salieron de Atoyac. A los 17 años de edad, Guillermina tuvo que aprender a trabajar la tierra y hacerse cargo de la manutención de la familia.
“Teníamos puercos y los vendía a cambio de trabajo, así fue que me llevé a la gente a trabajar al campo; como era más exigente que los hombres, saqué muy buena cosecha”, rememora.
A la joven la perseguían hombres armados que por orden de un cacique tenían la intención de matarla. “Fue cuando me fui un mes a la Sierra con Lucio; me enseñaron a disparar un arma; yo pensaba que cuando lo hiciera me iba a explotar, pero ejercité la puntería en el campo disparándole a calabazas”.
RAZONES DEL MOVIMIENTO
Para 1971 y con 19 años de edad, Guillermina decidió “ponérsela difícil al cacique” y unirse a la guerrilla. “Yo quería estudiar la secundaria, pero ya no me dio tiempo; cuando me uní al Partido de los Pobres leí muchos libros sobre la guerrilla cubana y sobre los movimientos armados”.
Durante los cuatro años que formó parte del movimiento armado, Guillermina cargó en el hombro su hamaca y su plástico “por si les agarraban las lluvias”.
Al igual que sus compañeros, cargó los 25 kilos de “lo que le tocara” (maíz, frijol, cal); caminó entre el monte por las noches y en muchas ocasiones se alimentó sólo de raíces; no tenía miedo a la muerte porque “iba a morir con dignidad y luchando porque el pueblo tuviera una vida mejor”.
Ella y sus pocas compañeras tenían como tarea principal formar parte de las comisiones que eran enviadas a los pueblos a explicar las razones del movimiento, y pedir apoyo a la comunidad.
En su juventud, Guillermina sólo flaqueaba por momentos cuando se enteraba de la “tortura tremenda” que ejercían los militares: “Llegaban a los pueblos y para sacarle la verdad a los pobladores sobre el paradero de Lucio, se llevaban a los hombres y los amarraban, violaban a sus esposas y sus hijas delante de ellos; son 40 años de impunidad de esos crímenes”.
La joven dejó la guerrilla en septiembre de 1974 (cuatro meses antes de que fuera asesinado Lucio Cabañas), pero “únicamente porque se complicó su embarazo”.
Una noche Guillermina, con cinco meses de embarazo, cayó de su hamaca y “se puso mal”. Todos los compañeros se preocuparon por ella y le pidieron salir del monte para ir al médico.
“Yo casi no podía caminar, pero tampoco iba a arriesgar el movimiento, así que me hice una faja con los costales en los que llevábamos el frijol y el azúcar, y salí del campamento con mi esposo y unos compañeros.
“Caminé un día hasta el pueblo más cercano; ahí dormimos y me prestaron un rebozo y una bolsa con elotes para decir que yo venía del campo, por si nos detenían en los retenes”, relata.
Tras librar varios obstáculos y temer que la detuvieran en múltiples ocasiones, Guillermina logró refugiarse en la Ciudad de México, donde “se las vio negras” para que su hija pudiera nacer con bien.
ORGULLO Y CORAJE
Por años, Guillermina no pudo utilizar su nombre y quedarse en un lugar más de dos meses. Fue hasta 1978, cuando el entonces presidente José López Portillo promulgó una Ley de Amnistía, que la mujer recuperó su identidad y dejó de ser una perseguida política.
A 40 años de distancia, Guillermina recuerda su participación en la guerrilla con orgullo y coraje, pero no ha cesado en su exigencia de justicia para todos los Cabañas que fueron acribillados, así como para quienes continúan desaparecidos.
Tampoco se ha detenido en denunciar que las causas que originaron la guerrilla no han hecho otra cosa más que agravarse.
La historia de esta luchadora social está plasmada en el libro “Guerrilleras. Antología de testimonios y textos sobre la participación de las mujeres en los movimientos armados socialistas en México”, presentado recientemente y que será abordado por Cimacnoticias en entregas semanales.
Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER No. 445 – 11/03/2015
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” – Luis Pérez Aguirre
(Tomado del libro A campo traviesa. Los caminos de Mario Costa)
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