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ATISBOS DE UN FUTURO CADA VEZ MÁS CERCANO Y MENOS DESEABLE – comcosur al día 2282 – 24.02.2021

COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021

Nota: por razones técnicas, tuvimos atrasos para los envíos de COMCOSUR MUJER el lunes y de COMCOSUR AL DÍA hoy, que esperamos sepan disculpar.
Carlos Casares /COMCOSUR
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Hoy:

1) Balance 2020: Atisbos de un futuro cada vez más cercano y menos deseable /Luis E. Sabini Fernández
2) Las nuevas formas de la colonización /Silvio Amodei
3) Biden y el fantasma de Guantánamo /Sergio Ferrari
4) Vamos mal… y podemos ir peor /Carlos Iaquinandi Castro
5) Uruguay: Cuentas y cuentos nacionales /José Rocca
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021

1) BALANCE 2020: ATISBOS DE UN FUTURO CADA VEZ MÁS CERCANO Y MENOS DESEABLE

Luis E. Sabini Fernández
revistafuturos.noblogs.org/

“dios nos salve de los salvadores que aquí los salvados son los únicos crucificados y los salvadores, los únicos que se salvan”

Tengo varios artículos ya redactados o casi; uno acerca del estado de situación de la oficializada pandemia que viene con tanto sesgo mediático que −sin interés alguno en sumarme a cualquier coro conspiranoico− estoy cada vez más convencido de calificarla como plandemia; otro con el escándalo del “Acuerdo del Siglo” por el cual redes dirigenciales estadounidenses (instrumentalizadas desde Israel) han procurado liquidar la cuestión palestina (y de paso la saharaui; se ve que hay campaña de liquidación al barrer; agregando hutíes y norcoreanos “la haríamos completa”); otra nota, ya prácticamente terminada, gira alrededor del 5G y los desarrollos tecnológicos y mediáticos sobre nuestras singularidades cada vez más heterónomas.

Y, para colmo, me encuentro en la no muy dulce espera de poder concretar un par de ediciones; dos minilibros de unas cien páginas cada uno; el más “anciano”, un “ensayo” por mí presentado al último concurso de tales del semanario Marcha, pocos meses antes de su clausura, en 1973 (la del periódico, que significó el arrasamiento de la editorial con sus originales requisados), y un estudio que hice recientemente, mediante consulta a libros más diarios y sesiones legislativas de la época, sobre el papel del Uruguay en la fundación del Estado de Israel y cuestiones aledañas.

Y esto es apenas lo más a punto de edición. Pero el cierre de tan peculiar año y lo que veo como presente, me lleva a hacer lo que hace tanta gente, escribidora o no, en este momento: un balance, un estado de situación, un resumen, una perspectiva.

Dos datos preliminares y básicos: el abordaje será necesariamente incompleto y, en mi caso, incluirá elementos que he ido desgranando a lo largo de los años (o las décadas) y que veo cada vez más pesantes, abordando así cuestiones con las que lidio desde hace tiempo aunque existan también, claramente, situaciones novedosas.

EL MAR OCÉANO PLANETARIO CONTAMINADO. Plásticos por doquier. Y en consecuencia: toda la pesca contaminada.

¿Y otras aguas? ¿Las dulces por ejemplo? También contaminadas. También por plásticos, pero sobre todo por la modernísima agroindustria; la que iba a ser parte de la solución, que se ha convertido en parte (¡y qué parte!) del problema.

LA REVOLUCIÓN VERDE, que nos iba a liberar del yugo al surco ha creado una nueva dependencia, ahora a la góndola, y encima, aquella promesa de “salvar el planeta con plásticos y plaguicidas” (1) se ha convertido –era esperable− en una temible contaminación planetaria. No sólo el agua, entonces, sino la tierra, el aire.

Y la crisis sobrecogedora, irreversible, de fauna y flora, incluida, sobre todo, minifauna y miniflora.

Y el 2020 ha agregado un par de remaches al campesinicidio: Uruguay y Argentina han aprobado, con un mes de diferencia, trigo transgénico, resistente a las sequías (sequías que ha estimulado la agroindustria, precisamente). Hay que recordar que desde hacía 20 años los emporios farmacológicos habían aceptado una suerte de tregua o “guerra de no agresión” y no implantar trigo transgénico en el planeta; el 2000 fue el epicentro de una tormenta de resistencia de varias organizaciones y redes campesinas del mundo entero (el MST brasileño, la Union Paysanne de Francia, la Vía Campesina, el movimiento Chipko de la India entre otros), que logró entonces dos compromisos de las empresas de ingeniería genética: 1) no avanzar con semillas suicidas (sic): Monsanto, Bayer, Novartis tenían proyectos de semillas que germinaran una única vez, para asegurarse la dependencia campesina y la recompra, y 2) y no avanzar con la transgénesis en trigo y arroz, considerados los dos cultivos más grandes del mundo.

Triste “avanzada” entonces la de los países platenses que se revelan estrictos seguidores de la idea de mundo que tienen y usufructúan quienes están llevando el planeta a una crisis que muchos entendemos crucial.

En Uruguay y Argentina, por lo visto, se toman en serio la consigna patentada por Monsanto que lo que ellos practican son “ciencias de la vida”. La torsión semántica es otra especialidad de los imperios farmacológicos.

CLIMA EN COMA. ¿El planeta nos está diciendo algo? Reparemos siquiera en el récor de tornados estivales, en los incendios forestales (claro que aquí juegan también los intencionales, como en Argentina o Brasil para expandir la agroindustria, que es otra historia…), en el deshielo del permafrost y el consiguiente desmoronamiento de suelos, en el achique notorio del hielo ártico… pensemos por un instante el estado desesperante de sociedades isleñas o ístmicas; Bangladesh, Filipinas, la zona del Golfo de México; Puerto Rico, Dominica, Honduras, Guatemala, Nicaragua y áreas de EE.UU.).

Junto con tornados también maremotos, tsunamis como el de 2011 que deshizo Fukushima en Japón, que expandió radioactividad fuera de control por todo el océano Pacífico…

Se estima que este tipo de “violencia natural” se ha multiplicado (¿x4, x 5, x 6?) en las últimas décadas.

SAQUEO DEL CENTRO PLANETARIO A LA PERIFERIA. Un viejo cuento. Y muy relacionado con los puntos que acabo de repasar; del agua, la tierra.

Que se remozó con el proceso de “descolonización”, que siguió al saqueo tradicional, en que las metrópolis extraían de colonias −esas tierras “ajenas”− insumos y volcaban en ellas su producción metropolitana, adueñándose de la política para hacer tales intercambios, todo bajo una sola bandera; con el neocolonialismo, siguió la misma relación, pero ahora entre banderas diferenciadas; el país metropolitano portaba la suya y el periférico presentaba la suya, jugando la ficción de independencia. Una ficción, empero, compleja, porque las “nuevas” naciones del Tercer Mundo tienen sí, algún atributo real de independencia en una maraña de ficciones…

Pero el desmantelamiento y el arrasamiento de los países excoloniales ha adquirido tal envergadura que cada vez más gente de allí, desesperada, vende sus pocas pertenencias y paga un extorsivo viaje por tierra o en una embarcación insegura, a manos de traficantes que buscan los billetes y nada les importa su “mercancía”, con lo cual el saldo de muertos en los naufragios de las pateras o en los camiones camuflados es monstruoso, y se repite año a año, en medio de la mayor impunidad de estos traficantes y sobre todo, de la mayor indiferencia de los titulares de la economía que se aprovechan del desmantelamiento y el saqueo en África, Asia, el sur americano. En las Américas, se estima en pleno siglo XXI en unas 600 muertes por año, con tendencia a aumentar ese terrible guarismo (en 2018, sobrepasaron los 800).

Si vemos otras zonas de devastación transnacional, como África, los muertos en travesías por tierra superan trágicamente los cien por año, y por agua, los mil. Y no estamos hablando de represión ni de catástrofes; apenas en las rutinas de los desplazamientos de migrantes o refugiados ambientales pobres.

Si atendemos al estado a que están sometidas las sociedades periféricas, la ONU registra que Siria “tuvo el número más alto de personas desplazadas (6,1 millones), seguida de Colombia (5,8 millones) y la República Democrática del Congo (3,1 millones). (2)

Estos tres casos ejemplifican, con sus diferencias, el alcance y la complejidad de las migraciones forzosas: Siria, sometida a un castigo brutal por ser una sociedad árabe pero laica; los freedom fighters procuraron enderezar esa “anomalía”; Colombia, asiento de un campesinado hostigado y desplazado por fuerzas interesadas en los cultivos que sirvan el narcotráfico y a la vez asiento de una guerrilla de décadas y ante esos dos “actores”, un gobierno absolutamente militarizado y celosamente “guiado” por las técnicas israelíes de supresión de disidencia, y finalmente la República Democrática del Congo, uno de los territorios mayores y más ricos del planeta, sometido a un despojo, una arrebatiña multi- y transnacional que expulsa o aniquila los “eslabones” más débiles.

DEMOCRACIA EN CALZONCILLOS. Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2020 han procesado un strip-tease que aunque sabido, hacía mucho no se ventilaba.
Tal vez pudimos asomarnos a percibir grietas insondables de la democracia con el 11 de setiembre neoyorquino o con la muerte de Kennedy, duplicada. Pero con esos antecedentes o sin ellos, la disputa desatada entre el globalifóbico Donald Trump y el globalifílico Joe Biden mostró falencias severas de lo que siempre fue vendido y exportado como la Gran Democracia. El “ingreso” al Capitolio (6 ene 2021) ilustra el nivel de manipulación en que se encuentra esta nueva república bananera…
De todos modos, más grave que las trapisondas democráticas como las que estamos registrando, es el tratamiento dado a la verdad, al periodismo, al derecho a la información, con la persecución a Julian Assange.

EE.UU. encontró en Wikileaks los límites a la libertad informativa a la que nunca había apostado para modelar la realidad −porque confiaba en Hollywood y en sus cadenas de formación de opinión− aunque siempre la invocaba. La aparición, con internet, de un conocimiento de la realidad que va más allá que a la exigua minoría a la que, según Herbert Marcuse, el sistema establecido siempre le permitía conocer (y discutir), desnudó su verdadero rostro: control total.
Pero se trata de un final abierto…

PANDEMIA DECRETADA, MONITOREADA EN EL MUNDO ENTERO POR UNA ORGANIZACIÓN PRIVATIZADA (LA OMS). El año termina con unos 8 millones de humanos muertos (tasa de mortalidad, grosso modo: 1 o/oo) de una población de alrededor 8 mil millones de seres humanos; al Covid 19 se le asigna un millón y medio de tales muertes. Algo así como 20% del total. Pero en el año 2019 también hubo en el mundo unos 8 millones de humanos muertos. Sin Covid 19 a la vista. Otros diagnósticos, entonces. Pero cantidad de muertos más o menos igual…

Una pandemia, para merecer el nombre de tal, requiere al menos, un aumento claro de la mortalidad humana… si no, ¿de qué estamos hablando? ¿Con qué es que nos están y nos estamos aturullando el día entero?

Esta íntima convicción desde fuera de los centros de investigación puede sonar, a oídos de conciencias bienpensantes, de pensamiento políticamente correcto, racionalista, errada, falaz, terraplanista… Remitimos al abordaje de la investigadora estadística Genevieve Briand, de la Johns Hopkins University, que fue, como era de esperar, desautorizada por una institución tan ligada a la peripecia del Covid 19. Porque la realidad, sin embargo existe ¡y de qué modo! (3)

Un aspecto más que ominoso en esta cuestión de la pandemia, más allá del sesgo informativo a que hemos sido arrastrados como sociedades, está en la masificación mediante vacunas de “aportes” transgénicos a nuestros cuerpos, con su rasgo más ominoso: se tratará, se trata, de modificaciones irreversibles. Ser “otro”: ésa es la política de gobernantes que están cansados de trajinar con súbditos tan problemáticos…

GEOPOLÍTICA EN NUESTRO PRESENTE. Hay que enmarcar toda esta recorrida por los poderes desplegados en el planeta. Y en primer lugar, el de la Gran Democracia del Norte. Que, como todos sabemos, está movida por las mejores intenciones y cabalga desde su fundación, tras el expeditivo genocidio a fuego lento o su reducción a mínima expresión, de semínolas, siux, apaches, pies negros, mohicanos, dakotas y mil etnias más, en la mayor excelencia ética imaginable: puesto que sus intereses particulares coinciden de manera bíblica con los del mundo entero y sus afanes democráticos se despegaron de la vieja Europa aristocrática (4) gestando una nación igualitaria (por oposición a aristocrática), sus visiones e intereses coinciden exactamente con los de todos ¿o acaso no?, y en consonancia y consecuencia, no tendrían, los americans, más remedio que responsabilizarse del mundo entero.

¡Esto sí es dialéctica!: superando la Europa aristocrática, los americans, en plena democracia, son los mejores del mundo. Un aristós… de nuevo tipo.
Semejante contradicción los tiene sin cuidado.

La dirigencia estadounidense se ampara en su excepcionalidad.

Tedríamos que aprender a sospechar profundamente de toda excepcionalidad. Toda pretensión de ser únicos (y obviamente mejores).

Pienso tanto en la excepcionalidad del Uruguay democrático, como en la excepcionalidad argentina del peronismo, como en la del sueño socialista soviético que terminó en pesadilla, como en la del sionismo con su “única democracia en Oriente” y lo del “ejército más moral del mundo”.

Porque cada vez estamos más gobernados, controlados, regidos en la más neta heteronomía, sin darnos cuenta. Es decir, creyéndonos demócratas.

Notas:
(1) Consigna y título de una biblia de la americanization del mundo: Dennis Avery, del Hudson Institute, Indianápolis, 1995.
(2) ONU, MIGRACIÓN, publications.iom.int/system/files/pdf/wmr_2020_es.pdf
(3) extramurosrevista.org/estudio-de-experta-de-la-universidad-johns-hopkins-demuestra-que-no-existe-exceso-de-muertes-en-ese-pais-y-que-se-atribuyeron-a-covid-19-las-muertes-por-otras-causas-el-estudio-fue-censurado-y-retir/
(4) Aristós. Los mejores. Aristocracia: ejercicio del poder por los mejores.

Luis E. Sabini Fernández
COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021
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2) LAS NUEVAS FORMAS DE LA COLONIZACIÓN

Silvio Amodei /enero 2021

El diseño de las nuevas formas de la colonización que nos aprestamos tímidamente a describir la encontramos desde finales del siglo pasado. Con la llegada del Coronavirus y los cambios económicos que se están produciendo velozmente se puede afirmar que se acelera un proceso que desde los años 90 del siglo pasado se expandía en el mundo. Es necesario ser medianamente observador para entender como estos cambios que se imponían, barren de hecho conquistas sindicales o simplemente derechos humanos.

La revolución tecnológica renueva aspectos económicos, sociales, culturales y policiales/militares. Desde la llegada de internet no solo se han producido cambios de comunicación entre las personas, ha cambiado la forma de trabajar y se desarrollan relaciones y comportamientos diferentes a los antiguamente conocidos. Existe una aceleración a la precariedad del trabajo. Aumenta la dislocación del trabajador, crecen los trabajos a contratos, y aumentan los contratistas independientes, siendo imprescindible para muchas de estas actividades el uso del teléfono, la PC y diferentes APP. El capitalismo “Fordista” da paso al modelo de acumulación capitalista que encarnan los nuevos modelos económicos como Google, Facebook, Apple etc.

La producción material y su centralidad han perdido pie ante la centralidad de lo inmaterial.

Las clases sociales y sobretodo la clase trabajadora o aquella que vive solo de su trabajo poseen nuevas características y necesidades con respecto al siglo anterior. La nueva economía y la dialéctica nos lo ponen ante nuestros ojos.

La presencia del Covid19 ha permitido un avance en el desarrollo de nuevas formas del capitalismo, muy cercana a una lectura similar del colonialismo que teníamos desde antes de los años 60/70 del siglo pasado en el norte de África.

El nuevo colonialismo tiene como característica la expansión monopólica desde las empresas multinacionales que están determinando las nuevas leyes del mercado y sobretodo del comercio mundial. La novedad es que no sólo se producen mercaderías materiales, lo inmaterial es fuente de producción y por tanto es valor. De las colonias, los países colonizadores se llevaban generalmente sus materias primas y gobernaban a los pueblos indígenas a través de gobiernos impuestos por los propios colonizadores. Era, además necesaria la represión de la población que habitaba en la colonia.

Lo diferente de la actual situación colonial es que el colonizador lo hace a través de la imposición de políticas económicas colonizadoras, que ya no implican explotación económica sobre uno o varios países o regiones. El sistema de colonización es global y esto implica la intervención a nivel mundial. Quienes poseen las fuerzas económicas son en realidad las grandes multinacionales. Sus capitales y financiaciones no corresponden a un solo país o estado. Las financiaciones que reciben son propias y/o de créditos transnacionales. Estas multinacionales no actuarán sobre un único país o continente, todos los continentes son tocados por el mundo de las multinacionales.

Las grandes corporaciones de esta nueva era tecnológica poseen la capacidad de actuar globalmente; la percepción del tiempo y espacio es diferente al que conocíamos 100 años atrás. Ahora se actúa sobre todos o casi todos los países y habitantes del planeta. Las grandes compañías de internet y del comercio global pagan impuestos menores que cualquier empresa “nacional”. Los gobiernos de países-colonizados del primer mundo y por ende sus trabajadores, aceptan sin protestas las condiciones que las multinacionales imponen a los gobiernos europeos, que callan y otorgan (ver tasa Google) concesiones coloniales. Estos nuevos colonizadores tales como Apple, Amazon, Google, Mc Donald´s, Burgy, Starbucks, por solo nombrar algunos, aplican los modelos de comportamiento hegemónicos y homogeneizadores sobre la población local-colonizada, la cual acepta y se deslumbra ante la “nueva cultura” que nos brinda el colonizador.

Tenemos ante nuestros ojos centenares de estos ejemplos y es desde el nuevo paradigma económico que los pueblos se ven obligados a modificar sus comportamientos culturales. La telefonía y las diferentes formas de comunicación, las comidas, el transporte, ropa, hotelería y resorts, etc. son imprescindibles para estandarizar la cultura de los pueblos.

Mc Donald aplica la estandarización para desarrollar su negocio y amansar a los clientes y trabajadores propios. Toda su actividad es similar por no decir idéntica en todos los países en que actúa. Pocos son los lugares del planeta donde no se encuentra Mc Donald´s. Misma comida, idéntica forma del comportamiento con el personal, idéntica forma de pago etc. Millones de personas más allá de su color de piel, edad, país de origen se dan cita para digerir la misma homogénea cultura culinaria. Nada esta librado al azar, mismo patrón de comportamiento en todos y cada uno de sus locales alrededor del mundo.

Es por ello que el patrón colonizador nos envía un modelo de consumo y de trabajo, similar en todo el planeta. El auge y la firmeza con que se imponen las corporaciones multinacionales les permiten “desembarcar “en el imaginario colectivo del colonizado sin casi ninguna resistencia organizada. ¡Así las cosas!

Me puse buscar en internet -les aseguro que es sencillo- donde se informa que; la cadena Mc Donald tiene 38000 restoranes en 120 países y atiende a 70 millones de personas. Posee además 1.5 millones de empleados. Según nota de “Cincodías” (Suplemento economía El País de España) Mc Donald gano 5475 millones de euros en el 2019.

Es clarísimo, que las grandes corporaciones multinacionales logran determinar a nivel global tanto la economía, las relaciones laborales, los aspectos sociales, los militares y la cultura de la población.

El colonizado ya no es el lumpen, el pobre o el indigente que vive en los países periféricos, no; el hombre y la mujer colonizada están presente en todo el mundo globalizado. Esta es la novedad de este siglo.

El hombre colonizado de este siglo utiliza las App, el celular, Pc, posee tarjeta de crédito, tiene auto, come en Subway o Mc Donald´s, usa mascarilla contra el Covid19 y cree en el político de turno.

El colonizado es subyugado por el colonizador y por la fuerza de las ideas que impone el mundo colonial.

El colonizador, reside en los centros de poder, es decir en los lugares y países donde la calidad de vida es superior al conjunto del globo. EE.UU., Europa Dubái etc.

La pandemia o Covid19 ha permitido un gran avance en el convencimiento de que todos debemos acatar nuevas reglas. Por la salud de todos nos dicen y nos acostumbran a nuevas formas de comportamiento. Hoy se piden y se aceptan medidas aún más restrictivas. ¿Desde dónde se elevan esas voces? Médicos, virólogos, políticos, policías, militares, algunos intelectuales y los medios de prensa y sus infaltables periodistas. Nuevamente los mediadores entre el poder y los pueblos, entre el poder institucionalizado y las grandes las mayorías. Gran parte de la intelectualidad se ha encerrado en sus propias miserias ante el impulso del capitalismo voraz y no parece aun querer desprenderse de su propio bozal.

Veamos pues algunas reglas restrictivas que hoy han sido impuestas y legisladas tomando como centro la defensa de la salud pública: zonas rojas que impiden la libre circulación de las personas, toque de queda, acatamiento al uso de mascarilla, bloqueo de vuelos aéreos, cierre temporal de fronteras y de la libre circulación de las personas, cierre de negocios, escuelas y múltiples actividades deportivas y culturales, aislamiento y confinamiento total o parcial de las personas físicas, prohibición de aglomeraciones de todo tipo.

Todas y cada una de estas medidas son excepcionales e implementan en los hechos un “acostumbramiento “a la tiranía. Todas y cada una de estas acciones implican la violencia institucionalizada sobre la población, independientemente de la coyuntura actual. La careta del colonizador caerá y muchas de estas acciones que hoy se imponen perduran más allá del Covid19.

Podríamos decir, entonces, y más precisamente que “una atmosfera de violencia sobrevuela la sociedad colonial” como escribió Frantz Fanon en su libro (1) sobre el colonialismo. El acostumbramiento a estas medidas ya tiene sus defensores, desde las instituciones a los pensadores aparentemente más liberales. Muchos “socialdemócratas” claman por un aumento de las medidas represivas.

Nada es para siempre y así lo indica la historia. Seguramente esta nueva crisis capitalista trae en su seno nuevas y agudas formas de rebelión. La homogeneidad, el pensamiento único darán paso, a nuevas formas de luchas y de organización anticapitalista por parte de los explotados .

La normalización y estandarización de las ideas es harto difícil de imponer. Siempre la rebelión acuna el deseo de libertad e igualdad. Lo impuesto a través del miedo y la violencia no logra perdurar sino con más miedo y violencia y ahí está -como la historia indica- su propio talón de Aquiles.

Nota: (1) Frantz Fanon. Los condenados de la tierra.

Silvio Amodei
COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021
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3) BIDEN Y EL FANTASMA DE GUANTÁNAMO

Expertos de las Naciones Unidas favorables a su clausura

Sergio Ferrari, desde la ONU, Ginebra, Suiza

Aunque no pareciera integrar la agenda prioritaria de la nueva administración estadounidense, Guantánamo seguirá ocupando un lugar esencial en el debate global sobre la indignidad humana. El futuro de ese centro ilegal de detención será un termómetro más para tomarle la “fiebre” al nuevo-viejo equipo gobernante.

Las voces críticas vuelven a sintonizar la denuncia y acrecientan la exigencia de acabar con esa instalación donde todavía se alojan 40 prisioneros. Luego de cuatro años de ronquera sistemática y de más de una década de promesas incumplidas por parte de los sucesivos gobiernos de ese país, hay que terminar con esa cárcel “vergonzosa para los Estados Unidos y para la comunidad internacional en su conjunto”.

Quienes acaban de alzar la voz son un grupo de expertos de las Naciones Unidas. A través de un comunicado, emitido el segundo lunes de enero de 2021, reclaman el cierre del penal y la investigación de los abusos de las garantías fundamentales cometidos en el mismo.

“Guantánamo debería haberse cerrado hace mucho tiempo”, afirman conjuntamente Nils Melzer, relator especial sobre tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, Leigh Toomey, Elina Steinerte, Miriam Estrada-Castillo, Mumba Malila y Seong-Phil Hong, todos ellos integrantes del Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria. Suscriben también la posición crítica del organismo internacional Agnes Callarmard, relatora especial sobre ejecuciones sumarias o extrajudiciales, y la relatora especial Fionnuala Ní Aoláin, a cargo de protección de los derechos humanos en la lucha antiterrorista (news.un.org/es/story/2021/01/1486412).

Los relatores forman parte de los denominados Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de la ONU. Investigan y supervisan situaciones de derechos humanos en países problemáticos o dan seguimiento a temas específicos sobre ciertos derechos esenciales violados.
Los detenidos actuales en la cárcel de la Bahía de Guantánamo –todos entre 38 y 73 años de edad y con 13 a 19 años de encarcelamiento en sus espaldas– corren el riesgo de morir en prisión por el rápido deterioro de su salud debido al envejecimiento y los daños físicos y mentales causados por las condiciones crueles e inhumanas de su encarcelamiento, subrayaron estos expertos.

De los cuarenta, solo uno fue formalmente condenado, y cumple su pena. Varios permanecen encarcelados, sin cargos, y podrían ser liberados, pues no se los acusa de nada. Así lo señala Yves Prigent, encargado del seguimiento de la situación en Guantánamo para la sección francesa de Amnistía Internacional. Quien agrega que 24 de los detenidos están en un “limbo legal” pues, aunque se los remitió a un juez, aún no se los ha interrogado”

(www.amnesty.org/en/documents/amr51/3474/2021/en/ )

Diecinueve años de abusos

El centro de detención de máxima seguridad de Guantánamo está enclavado en la bahía del mismo nombre en el sudeste de Cuba, dentro del territorio de la base naval que los Estados Unidos establecieron allí tras la guerra hispano-estadounidense de 1898. Luego de la independencia de esa nación caribeña, los Estados Unidos se apropiaron indefinidamente de este territorio mediante la fórmula de “arriendo a perpetuidad”. Cuba rechaza la validez del acuerdo firmado bajo renovadas amenazas bélicas, concretamente, de una nueva invasión, de parte del gigante del norte.

Establecido por el gobierno del presidente George W. Bush a inicios de 2002 tras el atentado contra las Torres Gemelas del 11 de septiembre del 2001, este centro de detención extraterritorial tuvo como propósito mantener fuera del sistema judicial federal de los Estados Unidos a los detenidos acusados de terrorismo en aquellas naciones donde sus fuerzas armadas promovieron operaciones militares partir de 2002. De esta manera, los Estados Unidos han pretendido evadir su obligación de reconocer y respetar las garantías de las Convenciones de Ginebra, fundamentalmente el derecho a la defensa.

Guantánamo llegó a alojar más de 750 prisioneros de una veintena de países, muchos de los cuales han padecido –y continúan padeciendo– detenciones prolongadas e indefinidas aun cuando no han sido procesados ni condenados por ningún delito ni por autoridad judicial competente e independiente bajo el debido proceso legal. Sin duda alguna, algo que los relatores de las Naciones Unidas consideran “arbitrario y que constituye una forma de trato cruel, inhumano y degradante e, incluso, tortura”.

Desde sus comienzos, “la tortura y los malos tratos han sido rampantes y continúan institucionalizados… el estado de derecho está suspendido de facto y… se niega la justicia”.

Las tensiones entre las políticas del poder ejecutivo y el poder judicial estadounidenses en torno a Guantánamo no tardaron en aparecer. En 2006, la Corte Suprema de los Estados Unidos declaró ilegales los procedimientos excepcionales en esa prisión, aunque la controversia legal al respecto perdura en la actualidad.

Tras la decisión de la Corte Suprema, la administración Bush impulsó en el Congreso una ley que, en nombre de la lucha contra el terrorismo, permite detener sin la revisión judicial debida a cualquier individuo, como lo señala Amnistía Internacional en un informe que acaba de publicar. Este tipo de detención extrajudicial ha provocado olas de protestas y críticas de la opinión pública internacional. Durante estas casi dos décadas se denunciaron numerosos casos de tortura y condiciones de detención degradantes.
Según la prensa de los Estados Unidos, los costos de mantenimiento de Guantánamo son millonarios. Solo en el año 2018, alcanzaron aproximadamente 540 millones de dólares, lo cual representa un promedio de 13 millones de dólares por cada detenido.

Un boomerang que vuelve a los demócratas

Luego de cuatro años de trumpismo, la pelota regresa al terreno demócrata. En 2008, el presidente Obama había anticipado su intención, a la postre no cumplida, de cerrar este centro penitenciario.

El entonces vicepresidente Joe Biden se comprometió a tomar decisiones claras. En la Conferencia de Seguridad de Múnich de 2009 – tal como lo recuerda el documento de Amnistía Internacional-, Biden afirmó: “Respetaremos los derechos de aquellos que llevemos a la justicia. Y cerraremos el centro de detención de la Bahía de Guantánamo… Los tratados y las organizaciones internacionales que construyamos deben ser creíbles y eficaces”.

Amnistía Internacional interpela: “Cuando Joe Biden entre a la Casa Blanca, tendrá la oportunidad de cumplir con lo que dijo en ese momento”. Después del período de la administración Trump, durante el cual los Estados Unidos ha ignorado o postergado la consideración de muchas cuestiones sociales, ambientales y de justicia, las tareas de la administración Biden son muy grandes. Sin embargo, como insiste Amnistía International, esto no justifica que no se pueda darle prioridad al cierre de Guantánamo a fin de empezar a trabajar rápidamente para resolver legalmente la situación de cada caso de los detenidos y además comprometerse nuevamente a respetar las leyes internacionales de derechos humanos. Y enfatiza: “No se trata solamente de las 40 personas que aún están presas en Guantánamo, “sino también de los crímenes de derecho internacional de ayer” y la falta de rendición de cuentas por los mismos.

Voces coincidentes

“Llamamos a las autoridades estadounidenses a que procesen a las personas detenidas en Guantánamo, en pleno cumplimiento de las leyes de derechos humanos, o a que se las libere o repatríe inmediatamente respetándose el principio de no devolución”, reclaman los ocho expertos de las Naciones Unidas en el comunicado del 11 de enero.

Además, insisten en que Estados Unidos debe respetar sus obligaciones legales internacionales, llevar a cabo investigaciones inmediatas e imparciales de presuntas violaciones de derechos humanos y brindar reparación y rehabilitación a quienes han sufrido detenciones arbitrarias prolongadas o cualquier forma de tortura o malos tratos.

“Con la entrada de un nuevo gobierno en Estados Unidos y a medida que nos acercamos al vigésimo aniversario del 11 de septiembre de 2001, Guantánamo debe cerrarse para siempre”, enfatizan.

Limbo jurídico

Por otra parte, estos expertos insisten en la necesidad de la “destitución de las comisiones militares [Tribunales militares] por considerárselas incompatibles con las obligaciones de Estados Unidos en virtud del derecho internacional”.

Sostienen, además, que los detenidos en Guantánamo “han sido sometidos a torturas o son víctimas de traumas comparables mientras viven en un limbo legal, fuera del alcance del sistema judicial constitucional estadounidense”.

Y apuntan “que las comisiones militares todavía están en procesos previos al juicio sobre mociones para suprimir pruebas que han resultado de actos de tortura”. Esos procedimientos podrían tomar años, por lo que no se esperan juicios a corto plazo, lo que significaría la detención indefinida de los reclusos.

Esas metodologías procesuales militares “violan los requisitos de imparcialidad, independencia y no discriminación y nunca debieron haber sido utilizadas en la forma en que se usaron en Guantánamo. Estas personas deben recibir una audiencia justa y pública por parte de un tribunal civil competente, independiente e imparcial previamente establecido por ley”, concluyen los expertos de la ONU.

En una nación convulsionada que no termina de reacomodarse ante los hechos vividos en los últimos años y, muy particularmente, a partir del reciente 6 de enero, el respeto de los derechos humanos universales podría dividir las aguas políticas durante el Gobierno de Biden. La deuda de credibilidad hacia la comunidad internacional -que sigue mirando azorada a Washington y los sucesos del Capitolio- es enorme. Derrumbar los muros de la infamia de Guantánamo podría operar como una señal positiva desde la Administración Biden para que la comunidad internacional que defiende los derechos humanos recupere la confianza en su país.

Sergio Ferrari, desde la ONU, Ginebra, Suiza
COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021
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4) VAMOS MAL… Y PODEMOS IR PEOR

Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL, 15 de enero de 2021

“No. No aceptes lo habitual como cosa natural. Porque en tiempos de desorden, de confusión organizada, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer natural. Nada debe parecer imposible de cambiar”. Bertolt Bretch

A poco de cumplirse un año del inicio de la pandemia, las cifras confirman categóricamente que no estamos doblegando la famosa curva de contagios, ni sus derivadas: ingresos hospitalarios, saturación de UCIs y fallecimientos. Los datos marcan en España y en otros países europeos, un incremento significativo. Los gobiernos han dudado en aplicar medidas más severas en cuanto a la movilidad de los ciudadanos. No han reforzado las dotaciones de personal sanitario, no han invertido en recursos médicos imprescindibles. Llegados a estos extremos, ahora resultan más evidentes los perjuicios que provocan las demoras en aplicar confinamientos y restricciones más drásticas.

Hubo advertencias

Recordemos que antes de las fiestas, los epidemiólogos y los médicos, alertaron que no se tomaban las medidas necesarias para detener la pandemia. El rastreo de los infectados y sus contactos se hicieron con medios precarios y luego se abandonó. Se confinaron zonas de miles de personas, que cruzando una calle, ya ingresaban en otra que no tenía esas restricciones. Se permitieron excesos y desbordes inexplicables en ámbitos públicos, poniendo en riesgo a quienes sí cumplían las normas. Pero esto no ocurrió excepcionalmente un fin de semana. Viene ocurriendo desde hace meses de forma sistemática. Los técnicos y los profesionales alertaron que un aumento de la presión asistencial, coincidiría con el comienzo de las vacunaciones masivas, que recaería sobre un personal agotado por la presión laboral que soportan desde hace varios meses con la imparable secuencia de ingreso de enfermos.

El miedo a equivocarse

La clase política, salvo honrosas excepciones, no está a la altura de las circunstancias. No han entendido la dimensión del problema sanitario que afrontamos. Si lo hubieran comprendido, les daría vergüenza estar cruzándose críticas públicamente. Se reunirían el tiempo que fuera necesario para acordar las medidas que aconsejan los colegios médicos y los epidemiólogos. No advierten el efecto de desaliento y rechazo que provocan entre quienes esperamos unidad, sensatez y eficacia. Hasta los animales cuando se ven amenazados, instintivamente saben unirse para afrontar un riesgo de muerte como el que padece nuestra sociedad.

La busca irresponsable de réditos polìticos

En el caso de España, si se toman medidas a nivel nacional, surgen críticas desde algunas comunidades. Si no se adoptan, se reclama que tiene que haber una centralización para ser eficaces. Madrid – gobernada por la oposición conservadora, se queja de que no le llegan suficientes vacunas, pero a la semana, esa comunidad aparecía con la cifra más baja de vacunación con apenas un 25% del total que disponible. Abundan anécdotas similares. Hay algunas reacciones tardías entre algunos funcionarios de nivel en comunidades donde se registran los peores indicadores sobre la evolución de la pandemia. Algunos reconocen que la “movilidad social” durante las fiestas fue el detonante. Y ahora admiten la necesidad de unidad de acción en la sociedad y en la clase política. Lamentablemente son excepciones.

Estaban suficientemente avisados

En noviembre, Miguel Hernán, profesor del departamento de Epidemiología de la Universidad de Harvard alertaba –por ejemplo – de que Madrid tenía un nivel alto de ocupación de UCIs con casos de coronavirus. “Mantenerlo, es jugar con fuego”, afirmó. Alertó que si los casos seguían aumentando, no habría capacidad de respuesta. Sugería que se hicieran tests rápidos masivos y un aislamiento efectivo de la población. Y un trazado de contactos para limitar los contagios. No se hizo nada de eso.
Tampoco se hacen contrataciones de personal sanitario. Algún funcionario se excusó diciendo que “no hay disponibilidad, prefieren marcharse al extranjero”. Claro, si aquí les han llegado a ofrecer contratos por dia y mal pagados. En los próximos días, se agravará la falta de personal, de camas de UCIs en distintos hospitales que ya están al límite. ¿También argumentarán sorpresa?

Tiempo de oportunistas

No faltan los privatizadores que buscan soluciones externas, porque como ya ocurrió en Madrid y en Catalunya, han tenido altos cargos que provenían de la empresa privada, dirigiendo a la pública con el argumento de que “eran buenos gestores”. Y lo siguieron siendo, pero favoreciendo a la privada. Ahora hay quienes aprovechan pagar a empresas privadas para realizar tareas que pertenecen al área pública. Eso constituye una burla al esfuerzo que vienen haciendo desde hace meses los médicos, enfermeras y celadores de la sanidad pública que doblan turnos, algunos que incluso no ven a sus familias para evitar el riesgo de contagio, y se prodigan humanamente para estar cubriendo las necesidades de los enfermos.

Los médicos plantean más restricciones

Volvamos a los que saben: la Organización Médica Colegial en España alertó por la sobreocupación en las UCI, Reanimación, Atención Primaria, Urgencias y plantas de hospitalización y solicita a las autoridades endurecer las restricciones. Apunta que el crecimiento de los contagios de coronavirus es exponencial. Los médicos piden a las autoridades sanitarias “intensificar las medidas de restricción de la movilidad y aforos contra la covid-19”. Añaden que a la población le piden responsabilidad e incluso el autoconfinamiento en los lugares donde los indicadores de contagio son más alarmantes.

No es necesario ser profeta

Lo de “podemos ir peor” no es una frase retórica. ”. Los datos que se publican diariamente confirman la tendencia. La viróloga Margarita del Val puso en marcha el mismo día que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la pandemia de coronavirus, una estructura que agrupa a más de 300 grupos de investigación de toda la geografía española. Anticipó en diciembre lo que está ocurriendo en enero. Y ahora afirma que estamos en el peor momento en cuanto al número de contagios y que “el ritmo de vacunación en España es muy lento”.

Responsabilidades

Sobre el inicio de la pandemia, dice la investigadora que ha surgido en el mundo de la superpoblación, la emergencia climática y la globalización. La científica recurre a la etimología de la palabra epidemia para reforzar su idea: enfermedad de la sociedad. «Si a mí me duele la garganta yo no me olvido y paso de ella, la tengo que curar. Si a la sociedad le duelen las personas con menos recursos, tiene que cuidar de ellas». Esa es sin duda la responsabilidad de los que fueron elegidos por los ciudadanos para gobernar. Ya es tiempo de que asuman los riesgos que provoca este rumbo suicida que desprecia el equilibrio de la naturaleza, la acumulación de riquezas en pocas manos, y el desprecio por las vidas de millones de personas, condenadas de antemano por haber nacido “en el lugar equivocado”. Como por ejemplo, la “Cañada Real”, una zona de Madrid, en el centro de España, donde se alojan precariamente unas siete mil personas, cientos de familias con niños y que desde hace màs de tres meses carecen de energía eléctrica. En la oscuridad y con el riesgo permanente de incendios por los fuegos con los que procuran aliviar el frìo provocado por la intensa nevada y las temperaturas bajo cero.

¿Lo primero es la salud?

Este panorama español, con algunas variantes se repite en muchos países europeos y en el resto del mundo. El coronavirus sigue infectando a millones de personas, pero las consecuencias son desiguales según los territorios, las regiones, los barrios. Y es evidente que los países con mayor pobreza, tienen amplios sectores de población que no reciben la atención necesaria. La salud es para quienes pueden pagarla, o sea unas minorías.

Pero más allá de las cifras, queda la sensación de que una vez más, la flagrante desigualdad en la que vive la población mundial, castigará a los que menos tienen, a los desposeídos, a los que siempre esperan lo que nunca llega.

Esa es la verdadera pandemia permanente que los pueblos tendremos que derrotar: la desigualdad.

Carlos Iaquinandi Castro /SERPAL /Servicio de Prensa Alternativa
COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021
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5) URUGUAY: CUENTAS Y CUENTOS NACIONALES

José Rocca /Primera quincena enero 2021

El Banco Central del Uruguay dio a conocer las cifras de evolución del PBI, correspondientes al tercer trimestre de 2020. Incluyendo una nueva base de cálculo. Los precios de 2016, sustituyen a los de 2015 como valores constantes de referencia (1) y se cambian algunas definiciones y formas de registro.

Las cifras del país continúan oscurecidas por el rol de las zonas francas, jurídicamente internas, pero cuyos ingresos se derraman generalmente hacia el exterior, además de estar exoneradas de la casi totalidad de los tributos. Desde el sistema de registro, resulta difícil discriminar su magnitud.

Los datos globales, del lapso julio-setiembre, exhiben un descenso de 5.9% respecto al mismo período de 2019 y acumulan una caída similar para los primeros nueve meses del año en relación al precedente. El descenso esperado para todo el 2020 va a oscilar entre el 5 y 6%. (2)

Si bien una cuota del retroceso se puede atribuir al coronavirus y sus secuelas, parece innegable que no es el único factor determinante. El gobierno uruguayo priorizó actividades económicas, como las referidas a la producción primaria, o la construcción para UPM, que recomenzaron prácticamente de inmediato. Las limitaciones a la movilidad fueron relativamente breves.

La crisis precedió a la pandemia, aunque esta la haya profundizado. Desde 2016 los valores permanecieron prácticamente estancados. La anemia de los sectores productivos se arrastra desde hace varios años. Y el PBI se contrajo en el último trimestre de 2019 y el primero de 2020.

La apuesta al ingreso indiscriminado de grandes capitales del exterior, zonas francas, resignaciones fiscales, subsidios de diversa índole, ha ido agotando su eficacia en términos de crecimiento económico.

Monocultivos primarios, impunidad financiera, han conducido al país a una situación de fragilidad. Y la respuesta de la conducción multicolor es la insistencia e incluso profundización de los mismos caminos.

El turismo receptivo que ha sido otro de los motores del incremento del producto en los últimos treinta años, depende casi en su totalidad de visitantes regionales. Su evolución histórica ha sido muy sensible al entorno y a las paridades monetarias con nuestros vecinos.

La zafra, tiene sus momentos de “pico” en el primer trimestre del año cuando se registran los mayores ingresos. Desde allí derrama su influencia sobre servicios conexos y construcción.

En los finales de 2020 y comienzos del 2021, está siendo directamente afectado por la pandemia y sus efectos sobre la movilidad de las personas.

En síntesis, los motores del crecimiento de la economía uruguaya durante los primeros años del siglo 21, han ido perdiendo vigor.

El cuento neoliberal, emitido desde la conducción económica multicolor, ofrece promesas de crecimiento, mientras promueve transferencia de ingresos desde los trabajadores al capital. La peor de las recetas, contra el pueblo. Más desempleo, menos salario real, más deuda y difícilmente impulse crecimiento futuro sólido del PBI.

Gotitas de economía

Entre enero y noviembre del 2020 y noviembre, los salarios nominales ajustaron en promedio 7.56% según cifras del INE. El IPC hasta para la misma institución oficial creció en un entorno de 10%.

Aumentos de tarifas. Agua potable, energía eléctrica, combustibles, adicionan desde el primero de enero, aproximadamente un nuevo 6% sobre los aumentos del 2020. Los ajustes salariales se ubican en rangos cercanos al 3%. Queda muy claro que los trabajadores pagan los costos de la crisis.

UPM y Montes del Plata concentran el 80% de las exportaciones de productos derivados de la forestación en Uruguay (3). Además cada uno de estos grupos posee aproximadamente 250.000 hectáreas de las tierras con monocultivos de eucaliptus. Seis grandes grupos extranjeros ocupan entre el 70% y 80% de las tierras utilizadas en plantaciones del rubro, incluyendo fondos de pensiones, fondos de inversión con raíces en el sistema financiero (4)

Tasas crecientes de desocupación se reiteran en Brasil. Los datos oficiales de noviembre difundidos por el IBGE la ubican en 14.2%.

El gobierno de Estados Unidos en represalia por subsidios de la Unión europea a la constructora de aviones Airbus, cuestionados por Boeing, anunció aumentos de aranceles contra vinos alemanes y franceses. Los neoliberales del sur, reproducen manuales que trabajan con el supuesto de mercados en competencia perfecta y libre comercio.

¿Creerán los versos?

Notas:
(1) Se utilizan valores de un año base, para poder comparar años con precios cambiantes. De todas maneras la estructura de precios del año base incide sobre la contabilización de la producción, en los años subsiguientes. En este caso, ya sea con los valores del 2005 o los de 2016, el estancamiento de los sectores productivos es notorio.
(2) Confundir el rebote del PBI del tercer trimestre en relación al segundo con el final de la recesión es de una pobreza conceptual alarmante. La comparación de datos con el lapso de confinamiento debido a la pandemia, muestra la debilidad de algunas definiciones tecnocráticas, como la que pretende ver aumentos o disminuciones de manera independiente de los puntos de comparación, de la estructura, sin contexto, ni análisis cualitativos.
(3) Datos de Uruguay 21.
(4) Amestil Diana y Costabel Luciano. Uruguay: Extranjerización de las cadenas agrarias. Publicado en semanario Brecha diciembre 2020.

José Rocca /La economía de a pie
COMCOSUR AL DÍA /AÑO 27 /Nº 2282 /miércoles 24.02.2021
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“La izquierda no puede pensar sólo en ganar elecciones. Necesita tener como meta fundamental organizar al pueblo, y recuperar la hegemonía de las ideas de la clase obrera en la sociedad. Recuperar los valores humanistas y socialistas, y practicarlos, como la solidaridad, la defensa de la justicia social y la igualdad entre todos los seres humanos.”
Joao Pedro Stedile – MST (Brasil)
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Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL
José Antonio Rocca /La economía de a pie
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