1) Argentina: Las redes feministas y la redefinición de los trabajos comunitarios en pandemia
2) Argentina: Marcha Plurinacional por el agua: la nueva marea verde
3) Chile: Repudiable agresión a defensora de los derechos de las y los presos
4) México: La Farsa de la Igualdad (en un país misógino)
5) Paraguay: Mujeres indígenas defienden sus comunidades ante el avance del monocultivo
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COMCOSUR MUJER /Fundado por Yessie Macchi / AÑO 27 / No. 680 – Lunes 5 de abril de 2021 / Producción: Beatriz Alonso, Belén Itza y Cecilia Duffau /Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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1) ARGENTINA: LAS REDES FEMINISTAS Y LA REDEFINICIÓN DE LOS TRABAJOS COMUNITARIOS EN PANDEMIA
La irrupción de la pandemia mostró, como nunca, las desigualdades y la precariedad que es realidad para gran parte de la sociedad. En los barrios populares se declaró el aislamiento comunitario, porque el #QuedateEnCasa no se experimenta por fuera de la comunidad y de sus redes. En esa construcción colectiva de estrategias y redes, se busca saldar las desigualdades materiales y garantizar el acceso a derechos.
En la primera línea de la comunidad, las mujeres, lesbianas, travestis y trans llevan adelante comedores comunitarios y merenderos que no dan abasto porque deben atender a mucha más gente que antes de la pandemia. El hambre es una de las principales cuestiones que se profundiza en este contexto.
Según los testimonios de las mujeres que participan en estas redes, con la pandemia el número de la población trans con situaciones problemáticas se multiplicó. La falta de alimento porque no tenían ningún ingreso, porque dentro de los municipios no querían darles módulos alimentarios y muchas de estas situaciones y problemáticas que destaparon la cuarentena y pandemia.
Consiguen mercadería, preparan los alimentos, los distribuyen y se preocupan por la dificultad de cumplir con el aislamiento. Cuentan cómo se vieron obligadas a diversificar sus tareas y a construir sus propios protocolos, poniendo en acto aquello de “nos cuidamos entre nosotras”
Cientos de promotoras sanitarias a diario recorren las casas para detectar el virus, acompañan los aislamientos de personas mayores que viven solas, realizan campañas en los barrios sobre cómo cuidarse y articulan respuestas con hospitales y centros de salud.
También buscan información de dónde hay casos de covid, las zonas cercanas, n los cuidados que hay que tener para no contraer la enfermedad. Se activó mucho la parte de los dispensarios, qué días atienden al público, sobre distribución de la leche, días que vacunan a los niños, los lugares a donde ir si alguien tiene síntomas, puede llamar para que lo atienda o lo busquen, le den información.
Son ellas también quienes frenan los desalojos de vecinos y vecinas que, ante la falta de empleo y con nuevas dificultades para llevar adelante las economías de subsistencia previas, ya no pueden pagar el alquiler.
Cientos de promotoras de género y las redes feministas garantizan los acompañamientos a mujeres, lesbianas, travestis y trans violentadas en un contexto de aislamiento, y recrean de mil maneras los encuentros y espacios de confianza.
Todas estas redes, trabajos y procesos organizativos hoy se muestran más esenciales que nunca para enfrentar la crisis que la pandemia profundiza. En estas redes de ayuda comunitaria, apoyándose en prácticas y tramas que históricamente han sabido construir desde abajo para la gestión de lo común, las guardianas de las comunidades muestran que, ahora más que nunca, sostener la vida implica interdependencia y solidaridad. Pero también ponen sobre aviso el trabajo, no siempre visible y casi nunca remunerado, que implica el cuidado comunitario, y el papel protagónico que en él tienen mujeres, lesbianas, travestis y trans.
Con información de Nodal / COMCOSUR MUJER Nº 680 – 05/04/2021
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2) ARGENTINA: MARCHA PLURINACIONAL POR EL AGUA: LA NUEVA MAREA VERDE
En el Día Mundial del Agua (22 de marzo), organizaciones sociales, ambientalistas y pueblos originarios se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires para exigir medidas urgentes para mitigar la crisis climática y concientizar sobre la falta de acceso a este recurso esencial bajo la consigna “El agua vale más que todo. Basta de extractivismo”. Mientras el agua cotiza en Wall Street, en Argentina hay 5.3 millones de personas que no tienen acceso al agua potable.
En el Día Mundial del Agua, organizaciones sociales, ambientalistas y pueblos originarios se movilizaron del Congreso a Plaza de Mayo para reclamar políticas ambientales y exigir al Estado que se adopten medidas urgentes para mitigar la crisis climática. Entre las principales consignas se destacaron el rechazo a la megaminería en Chubut y al acuerdo porcino con China. Además, exigieron la sanción urgente de diversas legislaciones socioambientales como la ley de humedales, la ley de educación ambiental y la de acceso a la tierra, que actualmente están siendo tratadas en el Congreso; y la implementación efectiva de la ley de glaciares y la ley de bosques, que llevan más de una década luchando entre la falta de presupuesto y los embates judiciales.
“Hoy nos movilizamos por el Día Mundial del Agua pero ese no es el único eje de la jornada. Estamos en el marco de incendios en la Comarca Andina, que se suman al mas de 1 millón de hectáreas incendiadas durante el año pasado y en este sentido es fundamental replantearnos por qué siguen ocurriendo estos incendios y entenderlos como un fenómeno sistémico. En lo que respecta al agua, es el eje que estructura muchas de las problemáticas socioambientales que estamos atravesando en Argentina, desde la megaminería hasta el reclamo por una ley de humedales”, dijo a LatFem Mercedes Pombo, referente de Jóvenes por el Clima Argentina (JOCA). La militante ambientalista y feminista agregó que es necesario “pensar un proyecto de país que tenga un enfoque ambiental y que aborde este tipo de problemáticas que todas tienen un mismo trasfondo: el uso indiscriminado de los bienes naturales en favor de los intereses un sector minoritario por sobre los intereses y necesidades de las grandes mayorías”.
En esa misma línea, el abogado especializado en Derecho Ambiental, Enrique Viale, dijo a LatFem: “Hoy es el Día Mundial del Agua pero esta movilización es mucho más que eso. Es la excusa para salir a las calles -obviamente con distanciamiento y manteniendo todos los cuidados- a hacer un llamado de atención sobre lo que significa el extractivismo en la Argentina, que se va profundizando como muestra lo que está pasando en Chubut y otras partes del territorio”. Para el presidente de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, hoy “el gran problema socioambiental argentino son los agroquímicos” por “la extensión en el territorio, la cantidad de afectados y el impacto sobre los territorios”. “Es momento -y la pandemia debió ser un gran llamado de atención en ese sentido- de repensar los modelos de maldesarrollo de nuestro país y eso es lo que venimos a decir hoy”, agregó.
La movilización comenzó con un verdurazo de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT) frente al Congreso de la Nación. La organización se sumó a la convocatoria bajo la consigna “Sin agua no hay soberanía alimentaria” para visibilizar la importancia que tiene el acceso al agua entre las familias campesinas para producir alimentos. “La captación desmedida del agua para represas, megaminería y agronegocios profundiza el cambio climático que genera períodos de sequía, excesivas nevadas e inundaciones y todo esto tiene un impacto muy negativo sobre nuestras formas de vida y de producción como campesinxs”, denunció Maritsa Puma, vocera de Jóvenes de la UTT. “Nosotrxs producimos alimentos sanos y queremos que lleguen sanos a la mesa de lxs consumidorxs. Para eso, necesitamos que el agua que llega para producir sea libre de contaminación. Con este verdurazo queremos que nos escuchen y que sepan que no nos vamos a quedar quietos, que vamos a seguir luchando porque el agua es un derecho, no un privilegio”, agregó Celeste Gaspar, joven productora del cordón hortícola de La Plata, en la provincia de Buenos Aires.
Según datos del último Censo Nacional, de 2010, en Argentina hay 5.3 millones de personas que no tienen acceso al agua potable dentro de su vivienda y cerca de 1 millón no lo tiene en el perímetro de su terreno. Esto significa que más del 13% de lxs argentinxs no tiene acceso al agua en sus hogares y esa cifra se eleva al 41% en la región del Gran Chaco. En las comunidades rurales, esto implica grandes riesgos para la salud, la seguridad alimentaria y la autonomía económica, ya que las familias campesinas dependen en gran medida de la producción familiar para subsistir. Un informe presentado recientemente por ENI Argentina en conjunto con el Programa SEDCERO, la Plataforma Semiáridos, el Programa Defensoras Ambientales y la UTT al Relator Especial de Derechos Humanos y Ambiente de la ONU, David R. Boyd, señala que la falta de acceso “repercute directamente en el acceso a una vida digna e influye en la decisión de permanencia o no de las familias en sus territorios”. Para acceder al agua, las familias pagan hasta ocho veces más que en las zonas urbanas y, cuando no disponen de los recursos económicos, deben caminar hasta 6 horas diarias para conseguir el agua para consumo de fuentes no seguras. Las mujeres suelen ser las principales responsables de la administración y acarreo del agua en las zonas rurales, por lo que la falta de acceso al agua potable se traduce en una sobrecarga de las tareas de cuidado y del hogar.
Otro de las grandes demandas de la convocatoria fue la sanción de una ley de reciclado con inclusión social.”Como movimiento cartonero nos sumamos a esta jornada de lucha tan especial entendiendo que nosotras, las mujeres cartoneras, somos actores esenciales en el cuidado del medio ambiente. Todos los días salimos a las calles para recolectar y separar residuos y evitar que estos materiales sean enterrados en los basurales a cielo abierto o en los rellenos sanitarios”, dijo a LatFem Tatiana Pizzarelli, promotora ambiental del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). Tatiana tiene 31 años y hace 5 es promotora ambiental, pero lleva muchos años más como cartonera.
Fue parte del Tren Cartonero, un servicio ferroviario que funcionó entre 2001 y 2008 para llevar a lxs recolectorxs de residuos desde la Ciudad de Buenos Aires al conurbano bonaerense. Tras la reglamentación de la Ley de Basura Cero en la Ciudad, las mujeres cartoneras del MTE crearon el Programa de Promotoras Ambientales, la primera política pública con perspectiva de género para el sector que gestionan junto con el gobierno porteño. “Nosotras pudimos acceder a tener esta oportunidad de trabajo, pero también es una elección de vida. Hoy ser promotora ambiental es ser la cara visible de mi sector, tiene que ver con poner en valor el trabajo que nosotras venimos haciendo desde hace muchos años y desde ese lugar nos sumamos a esta lucha por el cuidado del ambiente”, aseguró Tatiana.
La nueva marea verde
Desde aquel llamado de Greta Thunberg a la movilización internacional contra el cambio climático, en 2018, a la irrupción de Jóvenes por el Clima en la escena local, en 2019, les jóvenes ambientalistas lograron instalar la agenda ambiental en el debate público y se convirtieron en un nuevo sujeto político que ya no puede ser silenciado. Si Ni Una Menos logró masificar y renovar al movimiento feminista, podría decirse que el gran triunfo del ambientalismo joven es haber logrado la articulación de la militancia urbana con las organizaciones sociales, campesinas e indígenas que tienen una larga tradición de lucha y resistencia contra el extractivismo en sus territorios. Estudiantes, campesinxs, indígenas, trabajadorxs de la economía popular, organizaciones de base y científicxs se unieron este 22 de marzo en una masiva movilización que llenó las calles del Congreso hacia Plaza de Mayo y que se replicó en más de 20 puntos en todo el país. La jornada podría marcar un antes y un después para el movimiento.
“Lo que estamos haciendo hoy es retomar la construcción de una marcha plurinacional que empezó a hacerse hace un año y medio y se suspendió por la pandemia, y que tiene como eje la defensa del agua en la Argentina. En el medio pasaron muchas cosas, entre ellas el incendio sistemático de casi un millón de hectáreas en nuestro país durante el tiempo de cuarentena y otras 40.000 hectáreas en Chubut durante los últimos días. Por eso, las organizaciones socioambientales que convocamos a la marcha de hoy decimos articular nuestros reclamos alrededor del eje extractivista”, dijo a LatFem la politóloga y fundadora de Extinction Rebellion (XR) Argentina, Flavia Broffoni. “Profundizar la megaminería, profundizar el agronegocio, profundizar la extracción de combustibles fósiles no va a hacer más que seguir profundizando la desigualdad y la pobreza en un contexto en el que la crisis ecológica y climática es la arena sobre la cual construir política pública. Entonces, coincidimos en estas reivindicaciones que se sostienen en el NO, pero desde un lugar propositivo. Proponemos repensar el perfil productivo de nuestro país con coherencia frente a la situación de emergencia en la que nos encontramos”, detalló.
La activista señaló el vínculo entre patriarcado, capitalismo y extractivismo. “El patriarcado consolidó un sistema de valores hace cientos de años del que el capitalismo supo aprovecharse muy bien. No es el único modelo de organización económica y política, claro, pero sí es el modelo que ha sabido aprovechar los valores del patriarcado y encarnar en el machismo opresor las herramientas necesarias para poder saquear la naturaleza con el mismo protocolo que se aplica en el saqueo y la explotación de nuestros cuerpos. Más allá de las sistematizaciones teóricas, hay una intuición y un conocimiento ancestral que hoy también se evidencia en lo empírico en donde patriarcado y capitalismo van por la misma vía y nunca vamos a poder deshacernos ni de uno ni del otro sin cuestionar profundamente las bases de extracción y saqueo de eso que llamamos la naturaleza”, aseguró.
Cantos, bailes, glitter, colores y un mismo deseo: construir un futuro con vidas dignas de ser vividas. La nuevas generaciones de ambientalistas se reconocen feministas y en sus movilizaciones toman muchos de los elementos de esa marea verde que logró conquistar el derecho al aborto en la Argentina y empujar el debate en toda la región. “Creo que hay un es vínculo muy profundo entre feminismo y ambientalismo que tiene que ver con la lógica de los movimiento y el protagonismo de la juventud como sujeto político, pero también desde un lugar teórico porque la subordinación del hombre sobre la naturaleza tiene su correlato con la subordinación del hombre hacia la mujer. Y, más aún, desde lo material porque las desigualdades ambientales profundizan las desigualdades sociales y de género, y la injusticia ambiental repercute con más fuerza sobre las mujeres, ya sea por el aumento de las tareas de cuidado que implican las catástrofes ambientales como por la feminización de la pobreza que hace que el impacto económico de las catástrofes ambientales repercuta con más fuerza en las feminidades”, reflexionó Mercedes Pombo, de JOCA.
Falsos debates y falsas soluciones
Mientras avanza una narrativa cancelatoria del ecologismo y en las redes sociales se habla de una tensión entre ambiente y desarrollo, activistas y especialistas aseguran que se trata de un falso debate. “En Argentina no hay ninguna tensión entre ambiente y desarrollo. No es que Argentina es un país subdesarrollado o que no tiene el desarrollo que se quisiera por tener limitaciones ambientales. Por el contrario, el fracking, la megaminería y el agronegocio se llevan adelante sin ningún tipo de limitación ambiental y aun así tenemos el 60% de lxs pibxs pobres”, aseguró Enrique Viale. “Es bastante complejo plantear eso y es peligroso también porque se empieza a estigmatizar a un sector y eso en las provincias, en los territorios, es sinónimo de criminalización, persecución o cosas aún peores. Eso es lo peligroso, no para nosotros que estamos hoy acá, en la Ciudad de Buenos Aires, sino para quienes están en Chubut peleando con su cuerpo”, advirtió.
“Me parece que esta lectura de ‘ambientalismo bobo’ tuvo mucho que ver con esta falsa dicotomía entre ambientalismo y economía, entre ambientalismo y desarrollo, y que hay muchos sentidos comunes por desandar que son sumamente erróneos y que justamente son los que nos llevaron a la situación en la que estamos hoy: en una pandemia que tiene mucho que ver con el avance indiscriminado por sobre la naturaleza, con incendios intencionales, con el intento de instalar la megaminería en Chubut. Creo que en este contexto hablar de ambientalismo bobo es algo que no se sostiene”, agregó por su parte la joven militante Mercedes Pombo, quien señala la importancia de que el ecologismo sea “popular y latinoamericanista” y recupere las experiencias de lucha históricas en la región.
“Lo que veo es que es falso debate o un debate de la posverdad donde el extractivismo está buscando disfrazarse de desarrollismo progresista y en donde a los ecologistas se les posiciona en un lugar intransigente. Pero es aparentemente intransigente porque cada vez que invitamos a debatir a les representantes del extractivismo, son elles quienes se bajan de la parada. En cada una de las invitaciones que hacemos a debatir el modelo productivo del país, quienes hoy defienden el extractivismo fósil, minero y agroindustrial desaparecen así como aparecen después militando un desarrollismo que busca un crecimiento económico infinito. Lo que nosotros disputamos es el mismo concepto de desarrollo. ¿Qué es desarrollo? ¿Más dólares o más igualdad, bienestar y distribución de la riqueza?”, concluyó Broffoni.
Latfem / COMCOSUR MUJER Nº 680 – 05/04/2021
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3) CHILE: REPUDIABLE AGRESIÓN SUFRIÓ GLORIA MONENY, DEFENSORA DE LOS DERECHOS DE LAS Y LOS PRESOS, EN VALDIVIA
Ayer en la tarde Gloria Moneny, la fundadora de la ONG Marco en Libertad y de la reconocida Caminata de Lxs Sin Voz, sufrió una brutal agresión por parte de 5 hombres armados y dos mujeres, en las cercanías de su casa en Valdivia.
Los 5 hombres armados con cuchillos y las mujeres con palos, atacaron cobardemente y sin ningún criterio a la defensora de los derechos de privadas y privados de libertad de 59 años de edad, quien se encontraba junto a su hija.
Gloria Moneny es una defensora de larga trayectoria en el trabajo anticarcelario, al que se entregó por entero luego de perder a su hijo Marco Galdames de cáncer, encarcelado en Valdivia. Desde entonces recorre las cárceles de todo el país recopilando información sobre vejámenes de Gendarmería hacia la población penal y visibilizándolos, para crear conciencia sobre la realidad paupérrima de las cárceles.
Gloria resultó con lesiones de diversa gravedad entre ellas un corte en la cabeza y hematomas, teniendo que ser atendida de urgencia en un centro de salud. Si bien se encuentra fuera de peligro, la situación es preocupante debido a los problemas de salud que le afectan, entre los cuales se encuentran diabetes y una descalcificación avanzada.
Enviamos nuestro apoyo a Gloria, una gran referente de la lucha carcelaria, deseándole pronta recuperación. Por otra parte manifestamos nuestro absoluto repudio a este cobarde ataque misógino.
La Zarzamora / COMCOSUR MUJER Nº 680 – 05/04/2021
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4) MÉXICO: LA FARSA DE LA IGUALDAD (EN UN PAÍS MISÓGINO)
Esta semana (1ero de abril) se realizó el Foro Generación Igualdad, para promover la igualdad de género “con el liderazgo y la participación de la sociedad civil”, según la descripción expuesta en el portal auspiciado por la SRE, Inmujeres y ONUMujeres. Como han señalado el grupo “Nosotras tenemos otros datos” y otras voces feministas, este Foro es un espectáculo grotesco, una farsa que las mexicanas no merecemos.
Ajeno a la agenda 2030, en efecto, el gobierno mexicano no ha hecho sino desmantelar los pocos avances logrados en sexenios anteriores desde la sociedad civil; ha atacado y marginado a las ONG aun cuando, según la normativa, deberían participar en instancias como Inmujeres; les ha recortado o negado apoyo financiero, incluso en este año de pandemia y recrudecimiento de la violencia machista.
La farsa en curso, con el telón de fondo de la política del “bienestar”, la “igualdad” y la “política exterior feminista”, quizá encandile a ingenuos asistentes y funcionarios internacionales. No borrará ni las protestas feministas que el domingo por la noche iluminaron de nuevo la fachada de Palacio Nacional, ni la indignación de mujeres y hombres ante la proliferación de actos de barbarie cometidos por policías y criminales, el uso de las fuerzas armadas para contener a las poblaciones migrantes, y la cotidiana violencia contra mujeres y niñas que de norte a sur corroe la vida de familias y comunidades.
Los hechos pesan más que las palabras falsas y las promesas huecas. Hechos pesado como crímenes: el asesinato de Nicole, niña de 7 años que jugaba fuera de su casa y fue arrebatada, asesinada y tirada cerca de una presa en Hidalgo; el feminicidio de Wendy Yoselin, adolescente desaparecida, asesinada tirada en un canal, en el malhadado Estado de México; el feminicidio de Karla M., cuyo cadáver con marcas de “extrema violencia” fue abandonado en una playa en el extinto paraíso de Holbox este fin de semana; la desaparición en Jalisco, de Wendy, una joven a quien su familia busca desde hace dos meses sin resultados. Imágenes que sintetizan el dolor de vivir sin justicia en los rostros de las niñas que cargan el féretro blanco de su compañera destrozada ¿De qué puede jactarse el gobierno de un país donde suceden estas atrocidades?
En tiempo de paz.
Y quedan impunes.
A la par de la crueldad machista, la basurización de la vida humana impuesta por la violencia extrema ha alcanzado en México grados inimaginables. No sólo matan y despedazan supuestos criminales. La policía masacra migrantes, el gobierno les niega la dignidad de la memoria con tal de “borrar” las pruebas de su ineptitud o negligencia criminal: “Aquí no hay masacres”. Ya no sólo sofocan y asesinan secuestradores y tratantes, también policías municipales asfixian a mujeres indefensas, como Victoria, migrante salvadoreña que tuvo la desgracia de ser “detenida” para siempre en Tulum por policías sin capacitación (o entrenados para matar) que, como muchos otros mexicanos, desprecian a la población migrante centroamericana, consideran seres inferiores a las mujeres, y confían en que la autoridad superior los protegerá y la opinión pública olvidará sus “excesos”.
Otros, matan a presuntos ladrones en el Valle de México, como si un delito legitimara el abuso de la fuerza; confían en que las autoridades y la opinión pública justificarán sus acciones, y hasta agradecerán su contribución a la “limpieza social” (que no puede presumirse en foros internacionales pero se tolera y promueve desde hace décadas. A quienes buscan a sus desaparecidos, las autoridades les “regalan” picos y cubetas, en vez de hacer su trabajo; si encuentran asesinado a un desaparecido, lo entregan en una bolsa de plástico, sin respetar la dignidad de la víctima ni el dolor de su familia, como recién sucedió en Veracruz.
Las palabras falsas se las lleva el viento. El horror y el dolor persisten. Las familias recuerdan. Las atrocidades serán castigadas.
Lucía Melgar Palacios / Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 680 – 05/04/2021
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5) PARAGUAY: MUJERES INDÍGENAS DEFIENDEN SUS COMUNIDADES ANTE EL AVANCE DEL MONOCULTIVO
Las defensoras ambientales y artesanas de Santa Rosa, mujeres indígenas del pueblo Qom ubicado en el distrito de Benjamín Aceval, Chaco paraguayo, llevan meses organizándose en defensa de su territorio junto a otras 4 comunidades del mismo pueblo. El objetivo es frenar el avance de un proyecto extractivista de monocultivo de Eucalipto impulsado por la ONG Fundación Paraguaya.
El pueblo Qom, organizado en 8 comunidades, vive desde hace 36 años en un territorio de 1.117 hectáreas con título colectivo. Es decir, cualquier acción debe ser acordada entre todas las comunidades, el uso de la tierra debe ser para el beneficio comunitario.
La ONG Fundación Paraguaya realiza proyectos sociales con comunidades en varias ciudades del país. Según cuentan en su página web, su visión es “un mundo sin pobreza donde todos queramos vivir”. La misma es dirigida por el empresario y político Martín Burt, ex Intendente de la ciudad de Asunción por el Partido Liberal (1996-2001) y ex Jefe de Gabinete del gobierno de facto de Federico Franco, instalado luego del golpe de Estado (algunos llaman golpe parlamentario) contra el expresidente Fernando Lugo.
Avance de un proyecto de monocultivo en pandemia
El Chaco se caracteriza por tener la tierra muy árida y la deforestación profundiza el problema de suelo y acceso a agua, el proyecto de monocultivo de eucaliptos es visto como una amenaza al medio ambiente. “Hace 3 años se instaló su proyecto, en agosto entraron con todo a la comunidad, hicieron cercados, deforestación de árboles nativos y medicinas naturales, han destruido totalmente”, explicó Bernarda, lideresa de la comunidad de Santa Rosa.
Además, los trabajos avanzaron cerca del cementerio, donde están los restos de los antepasados de quienes viven en la comunidad.
El 31 de julio se presentó una denuncia ante la Fiscalía del Medio Ambiente y el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), solicitaron acompañamiento para frenar el avance del desmonte de árboles nativos.
Otro punto central para entender la situación, es que el proyecto que busca sembrar en 20 hectareas de tierras, no han realizado la consulta a todas las comunidades. Han pasado por encima del “Protocolo para el proceso de Consulta y Consentimiento Libre, Previo e Informado con los pueblos indígenas del Paraguay”, mecanismo que rige por decreto 1039 desde el 28 de diciembre del 2018, para las comunidades indígenas y debe ser acompañada por el INDI.
Corte de ruta y movilizaciones
La lideresa Bernarda, junto a sus hermanas y hermanos de las comunidades, sabían que no podían quedarse a esperar de brazos cruzados una respuesta por parte del Estado. Por ello, realizaron el 4 y 5 de agosto, cortes de ruta y movilizaciones en el km. 49 en la ruta “Dr. Carlos A. López”, comúnmente conocido como TransChaco.
Durante dos días expresaron públicamente su descontento con el proyecto que avanzaba, sin haber hecho la Consulta Previa, Libre e Informada con todas las comunidades del Pueblo Qom. Tras dos días de movilización lograron la suspensión temporal y una mesa de diálogo.
De forma tajante la lideresa Qom y defensora de medio ambiente dijo: “El Covid no nos va a matar, las empresas transnacionales sí. El campo necesita agua, la gente necesita agua, no eucalipto”, cuenta Twitter de CONAMURI.
La lideresa destacó el apoyo solidario nacional e internacional recibido a través de las redes sociales, a su vez, solicitaban mediante las cuentas de Conamuri, seguir acompañando el proceso, hasta lograr la revocación del convenio firmado entre la Fundación Paraguaya, y dos de las comunidades del pueblo Qom. También a nivel nacional organizaciones de la sociedad civil llevan una campaña: “No en nuestra tierra, Pueblo Qom”.
Violencia en las comunidades
Pese a todas las acciones y acuerdos de frenar el avance del desmonte de los árboles, éste no fue respetado. Y la violencia escaló en las comunidades. El 27 de octubre, Bernarda Pesoa fue golpeada por indígenas de las comunidades que apoyan el proyecto. Fue a raíz de que las mujeres de Santa Rosa habían puesto el cuerpo para defender su territorio. No fue la única vez, en otras ocasiones las mujeres ya recibieron amenazas, las cuales fueron grabadas con un celular por una de las jóvenes indígenas. La Fundación Paraguaya, en un comunicado público, deslindó responsabilidad ante los hechos de violencia y señaló que se trataba de un problema interno entre las comunidades.
El 2 de noviembre se convocó a una reunión virtual, ante la gravedad de la situación y el pronunciamiento masivo de referentes sociales nacionales e internacionales y medios de comunicación. Se definió que no podía avanzar el proyecto sin la consulta y el consentimiento de las 8 comunidades. “Las autoridades y el INDI no hacen nada, solo promesas que no cumplen, el MADES tampoco. La Comisión de Pueblos Indígenas del Senado dijo que debía parar la actividad del cultivo después de la violencia que hubo, cuando me atacaron, ahí paró solo por 15 días, y luego volvieron a entrar. Se burlan de nuestra lucha y nos dicen que a nosotras nadie nos va a creer, porque no somos participes del proyecto y Fundación Paraguaya hace lo que quiere en la comunidad” expresaba Bernarda.
El 8 de diciembre se volvieron a realizar trabajos de rastroneo, preparación de suelo con abono químico y plantación de plantines de eucalipto. El temor de la lideresa y su comunidad es que se vuelva a dar un enfrentamiento entre indígenas de las comunidades, hoy divididas.
Impacto Ambiental
Rosa Toledo, Técnica en Agrología del IALA Guaraní, y lideresa campesina de Conamuri al ser consultada sobre las consecuencias ambientales del monocultivo de eucalipto, explicó que la problemática de agua se profundizará, debido a que el clima y el tipo de suelo del Chaco es un ecosistema muy frágil, una intervención como la planteada podría causar un desequilibrio. “El eucalipto es una planta alelopática, no deja crecer nada a su alrededor, se pierden microorganismos importantes para la biodiversidad, absorbe los recursos hídricos de la zona, deteriora lentamente el suelo, no permitiendo otros cultivos por mucho tiempo”, puntualizó.
¿Qué necesita el pueblo Qom?
Actualmente, cinco comunidades se oponen al avance del monocultivo, la resistencia por el respeto al medio ambiente, a la biodiversidad y al futuro de las familias que habitan la tierra colectiva, se hace pensando en el bien de todas y todos porque un monocultivo no es un bosque, buscan el beneficio comunitario a largo plazo. Bernarda decía que se debe pensar como abastecer con alimentos a los pueblos, pensar en la posibilidad de presentar proyectos productivos para huertas comunitarias y plantación de árboles nativos.
Tener materia prima dentro del territorio indígena y buscar mercado seguro. Actualmente las mujeres artesanas de Santa Rosa deben salir de su comunidad, viajar kilómetros para conseguir su materia prima, y otra vez dependen de la voluntad de los dueños de la tierra, a veces ni las dejan pasar, lo cual significa volver con las manos vacías. En la miniserie de podcast Kuña Remiandu, ellas cuentan su historia de trabajo en el idioma Qom, Guaraní y Castellano.
“Lo que falta es que se respete las decisiones del pueblo, no solo las decisiones de unos cuantos líderes”, afirmó Bernarda, con la tranquilidad y serenidad que la caracteriza como lideresa.
Agencia Presentes / COMCOSUR MUJER Nº 680 – 05/04/2021
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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