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EL 60% DE LAS MUJERES LATINOAMERICANAS Y CARIBEÑAS REALIZAN TRABAJOS DE ALTO RIESGO – comcos ur mujer 703 – 11.10.2021

COMCOSUR MUJER / AÑO 27 /No. 703 /lunes 11.10.2021 – Hoy:

1) Argentina: La ley de Educación Sexual Integral cumplió 15 años y sigue sin aplicarse en muchas provincias
2) El 60% de las mujeres latinoamericanas y caribeñas realizan trabajos de alto riesgo
3) Colombia: Cumbre de Mujeres Originarias de la Amazonía: afrontar problemáticas
4) El Salvador: Una condena inamovible para las niñas y mujeres pobres
5) México: Violencia obstétrica; una constante en los hospitales.
6) Uruguay: Iafigliola (Partido Nacional) presenta propuesta para “desestimular los abortos”
7) Uruguay: Consejo de la Facultad de Ciencias resolvió pedir expulsión de docente grado 5 denunciado por acoso sexual
8) «El goce femenino está poco explorado en el cine»
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COMCOSUR MUJER /Fundado por Yessie Macchi / AÑO 27 / No. 703 – Lunes 11 de octubre de 2021 / Producción: Beatriz Alonso, Belén Itza y Cecilia Duffau /Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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1) ARGENTINA: LA LEY DE EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL CUMPLIÓ 15 AÑOS Y SIGUE SIN APLICARSE EN MUCHAS PROVINCIAS

Esta semana se cumplieron 15 años de la sanción de la ley 26.150 que crea el Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI) mediante el cual se establece que los y las estudiantes tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos, de gestión estatal y privadas a nivel nacional, provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires .

A más de una década de aquel 4 de octubre de 2006, en San Juan docentes, estudiantes y organizaciones feministas realizaron el Festi ESI, una propuesta artística juegos, música y marcha con el fin de visibilizar la necesidad de que la normativa se implemente de forma urgente.

“Son 15 años de derechos vulnerados por el gobierno provincial a niños, niñas, niñes, adolescentes de la provincia”, denunció Dolores Córdoba, integrante de Ni una menos, en Radio La Lechuza, presente en el lugar.

También remarcó que “toda la sociedad sufre las consecuencias de la no implementación de la ESI, que lo vemos en la violencia machista, en la discriminación a personas travestis y transexuales, que son expulsadas sistemáticamente de los establecimientos educativos, y en los embarazos no intencionales”, entre otras. Las mismas -continuó Córdoba- “se producen por una decisión política de no implementar esta ley”.

Y agregó a modo de ejemplo: “La Universidad Nacional de San Juan viene dictando una diplomatura en ESI con perspectiva en género y derechos humanos de acuerdo a la ley. Sin embargo, el gobierno decide amplificar las voces de los sectores antiderechos en vez de respetar el marco legal”.

A inicios de 2019, el Ministerio de Educación de la Provincia emitió una serie de resoluciones para establecer que la implementación de la ley sería “gradual, progresiva y sistemática”.

Sin embargo, desde los colectivos apuntan que ya pasó demasiado tiempo y no queda margen para que la aplicación sea paulatina.

“Así como han habido muchos anti derechos movilizados, hay muchos sectores que vienen demandando ESI. Hay profesionales, trabajadores y trabajadoras de la educación que vienen demandando e intentando suplir esta falta de decisión política del Gobierno de alguna forma porque la ESI es necesaria”, finalizó Córdoba.

Farco / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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2) EL 60% DE LAS MUJERES LATINOAMERICANAS Y CARIBEÑAS REALIZAN TRABAJOS DE ALTO RIESGO

Según la Cepal, la mayor parte de este sector se desempeña en empleos más vulnerables a los efectos de la pandemia. Advirtieron que es necesario transitar el cambio hacia “una sociedad del cuidado”.

En la 61° Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y ONU Mujeres, señalaron que las mujeres fueron las más afectadas por la crisis generada durante la pandemia del coronavirus.

En ese sentido, la Comisión reveló que seis de cada diez mujeres de América Latina y el Caribe trabaja en sectores que son de alto riesgo en este contexto, como la manufactura, el comercio, el trabajo en casas particulares remunerado y el turismo.

Raúl García Buchaca, secretario ejecutivo adjunto de la Comisión Económica, detalló que “se estima que solo los hombres volverán a los niveles previos a la crisis, mientras las mujeres apenas alcanzarían la participación laboral del 2008 (49,1%)”, aún cuando “se observa un incremento de 2.2 puntos porcentuales en la tasa de participación laboral de las mujeres”. “Estaríamos aún en los niveles de hace 13 años”, apuntó.

Por eso, el representante de la Cepal advirtió que “la sociedad del cuidado debe ser el horizonte para una recuperación transformadora, sostenible y con igualdad de género”, ya que “necesitamos un viraje urgente en el estilo de desarrollo para avanzar hacia una sociedad del cuidado en la que se reconozca la interdependencia entre las personas; entre los procesos productivos y la reproducción social; y que ponga la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro”.

A su turno, María-Noel Vaeza, Directora Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres, sostuvo que “el impacto de la crisis sigue siendo patente y también las consecuencias desproporcionadas hacia las mujeres y las niñas”.

“Tenemos la urgencia de incorporar la igualdad de género, la participación de las mujeres, en todos los planes de recuperación, en todo el proceso decisorio hacia soluciones integrales de recuperación de la pandemia, y también garantizar que se pongan en marcha políticas públicas que faciliten el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres”, dijo Vaeza.

Por otra parte, la ministra de ONU Mujeres Mónica Zalaquett manifestó que “hemos sido testigos de la fragilidad de los logros que tanto nos había costado alcanzar en materia de igualdad de género”, y que “si algo positivo ha dejado la pandemia, es que sacó a luz la relevancia de las labores de cuidado, históricamente invisibilizadas, como piedra angular de nuestras sociedades”, dijo.

Por eso, Zalaquett celebró el Mapa Federal de Cuidados implementado en Argentina, un portal web impulsado por el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad que permite a las personas georeferenciarse y localizar la oferta de espacios y servicios de cuidado para las niñeces, personas mayores y personas con discapacidad, al igual que la Alianza Global por los Cuidados, promovida por el Gobierno de México a través de Inmujeres y ONU Mujeres.

“Solo mediante una inyección de recursos en la economía del cuidado, que la dinamice y asegure su sostenibilidad, podemos superar los nudos estructurales de la desigualdad de género y transitar hacia una sociedad del cuidado”, resaltó Zalaquett.

Notas del periodismo popular / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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3) COLOMBIA: CUMBRE DE MUJERES ORIGINARIAS DE LA AMAZONÍA PARA AFRONTAR PROBLEMÁTICAS

Del 8 al 12 de octubre, la Casa del pensamiento de la OPIAC, en la región Tena de Colombia, será sede de la Cumbre de Mujeres Originarias de la Cuenca Amazónica.

El encuentro reunirá presencialmente a más de 140 mujeres originarias de los 9 países de la cuenca amazónica, quienes expondrán las problemáticas que enfrentan para evaluar estrategias de solución.

Este espacio de encuentro es liderado por la COICA y OPIAC como una oportunidad para generar una agenda propia para la participación e incidencia de las mujeres indígenas.

La COICA es la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica y la OPIAC la Organización Nacional de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.

Durante el encuentro, se abordarán cinco temáticas en relación a las mujeres indígenas amazónicas: el contexto político actual, la defensa del territorio, economías propias, derechos e impacto del COVID-19.

Entre las lideresas que participarán figuran Claudette Labonte, de la COICA; Fany Kuiru, de la OPIAC; y Teresa Antazu, de la Asociación Interétnica de Desarrollo de Selva Peruana-Aidesep, de Perú.

Así como Bernice Serataya, de Bolivia; Telma Taurepag, de Brasil; Nemo Andi, de Ecuador; María Pérez de Bolivar, de Venezuela; y Josien Tokoe, de Surinam.

Las organizaciones esperan que de este encuentro surja el gran Movimiento de las Mujeres Indígenas de la Amazonía Colombiana por la Protección del Territorio Amazónico.

Por ello, invitan a todos los que están comprometidos con la protección de la Amazonía, a participar del encuentro y establecer caminos de apoyo para mantener viva la “casa grande”.

Para más información sobre el evento, puede ingresar al siguiente enlace: mujeres.coicamazonia.org/

Servindi / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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4) EL SALVADOR: UNA CONDENA INAMOVIBLE PARA LAS NIÑAS Y MUJERES POBRES

En El Salvador, por varios periodos gubernamentales, hemos visto que los presidentes todavía no han decidido cuidar la salud y salvar la vida de la mayoría de sus ciudadanas, porque cuando se habla de la mayoría, se trata de mujeres, adolescentes y niñas que viven en situación de pobreza. El tratamiento que El Salvador da a las necesidades de interrupción del embarazo solo las termina condenando, a la cárcel en algunos casos, a la muerte y graves secuelas en otros, y en la mayoría a enfrentar embarazos forzados y maternidades impuestas.

Recientemente hemos leído las declaraciones del presidente Nayib Bukele asegurando que no incluirá reformas constitucionales que abran la posibilidad de despenalizar el aborto, la muerte digna y los matrimonios entre personas del mismo sexo. Esta posición reafirma la misma posición penalizadora que desde 1998 predomina en los discursos gubernamentales en nuestro país.

El Salvador sólo trata el aborto desde una perspectiva penalizadora, y con ello crea un delito bastante inútil para enfrentar problemas de salud pública que sólo profundiza las injusticias sociales y económicas con graves consecuencias para la vida de niñas y mujeres. Como el mismo presidente Bukele ha dicho en otras ocasiones, este es un problema que afecta a mujeres pobres, pues las que tienen recursos buscan ayuda en clínicas privadas o en otros países.

Pero la realidad es terca y salta a la vista a pesar de las declaraciones presidenciales que, aunque se transmitan en las modernas redes sociales, en el fondo se parecen mucho, porque obedecen a dictados de una moral religiosa y a la imposición de poderes fácticos que les inhibe a asumir su responsabilidad de analizar los problemas, buscar las mejores soluciones y de actuar en cumplimiento de sus compromisos de garantizar los derechos a la salud y la vida de sus ciudadanas.

Las médicas y médicos del sistema de salud pública pueden dar fe de que en nuestro país siguen ocurriendo muertes maternas evitables, algunas de ellas se habrían salvado si la ley les permitiera interrumpir a tiempo el embarazo. Sus familias, y en algunos casos hijas e hijos que quedaron en la orfandad, sólo sienten el vacío, no tienen adónde acudir, a quien responsabilizar por aquel fallecimiento que pudo evitarse. Pero ocurren en silencio, sin que como sociedad sintamos responsabilidad y empatía ante las consecuencias de la aplicación de una legislación que amarra las manos al personal médico para salvar la vida de sus pacientes.

Basta recordar que hace poco más de ocho años El Salvador y el mundo conocimos a Beatriz, aquella joven que a sus 22 años nos conmovió con su firme petición: “quiero vivir”. Su historia nos permitió ponerle nombre a realidades concretas, cotidianas y silenciadas en la sociedad salvadoreña.

Beatriz vivía con un padecimiento de colagenopatía mixta, en traslape con lupus eritematoso sistémico y nefropatía lúpica. Era su segundo embarazo y el feto fue diagnosticado como anencefálico sin posibilidades de sobrevivencia fuera de su útero. Ella quería vivir y cuidar a su primer hijo, tenía sueños y una fuerte convicción de que su petición sería escuchada por las autoridades del país.

Al menos 15 médicos especialistas del Hospital de Maternidad recomendaron la interrupción de su embrazo por los riesgos a su salud y su vida. Solicitaron autorización para el procedimiento, pero la legislación que penaliza de forma absoluta el aborto en nuestro país se los impidió.

Beatriz no es la única que ha visto deteriorada su salud por una ley intolerante, algunas incluso han perdido la vida. Solo en los primeros siete meses de este año el Ministerio de Salud registra al menos 22 muertes maternas. ¿Cuántas de estas muertes fueron evitables con una interrupción del embarazo a tiempo? Negarse rotundamente a despenalizar el aborto, al menos por causales, es decir a estas mujeres lo poco que importan sus vidas a las instancias públicas, porque aún no han decidido salvarlas.

Apoyar la petición de Beatriz significó una enorme movilización social salvadoreña, la articulación de acciones feministas en diferentes ámbitos y una amplísima cadena de solidaridad internacional. Beatriz interpeló a los tres poderes del Estado, pero no la escucharon. En aquel tiempo, un grupo de mujeres acudió a un acto de inauguración de un puente entre los municipios de Cinquera y Suchitoto, sabían que llegaría el presidente y le dijeron: “presidente Funes, ¿si Beatriz fuera su hija la dejaría morir?” Su respuesta fue evasiva, diciendo que indicaría a la Ministra de Salud que cuidara la salud de Beatriz. La Sala de lo Constitucional de aquella época tampoco se atrevió a responder positivamente el amparo que Beatriz solicitó para que se autorizara a los médicos a realizarle el procedimiento.

Por ello, en aquel momento, fue esperanzador leer el tuit de quien era alcalde Nuevo Cuscatlán.

“¿Por qué los «defensores de la vida» no defienden el derecho de Beatriz a vivir? Talvez son defensores del «fanatismo», que es diferente”

La realidad de las mujeres no ha cambiado, más bien ha empeorado en estos últimos años. Por ello, nos preguntamos por qué ahora el mismo personaje, siendo presidente del país, responde de una manera contraria, pretendiendo cerrar todas las posibilidades para un cambio de legislación.

Desde 1997 la salud y la vida de las niñas y las mujeres fueron colocadas en segundo o tercer plano al eliminar todas las formas de interrupción del embarazo que no eran punibles desde 1974. Las consecuencias las podemos ver en el aumento de embarazos de niñas y adolescentes. Solo en el primer semestre de 2021 se estima que 6938 niñas y adolescentes resultaron embarazadas, muchas de ellas como resultado de hechos criminales de violencia sexual (38 en promedio cada día), superando así la cifra registrada en el mismo periodo de 2020. Para ellas no hay otra opción que continuar el embarazo y acostumbrarse a vivir una maternidad impuesta.

Las propuestas de reformas constitucionales presentadas por el vicepresidente de la República, si bien no surgieron de un proceso amplio de consulta y construcción de consensos con la ciudadanía, incluían algunos elementos que podrían abrir posibilidades para un debate posterior a nivel penal en torno al aborto y otros derechos que ameritan discusión y soluciones en el país. Sin embargo, el presidente rápidamente adelantó posición cerrando esas posibilidades.

A nivel legislativo, durante el mes de mayo el grupo parlamentario mayoritario decidió, sin ningún debate, consulta o análisis previo, enviar a archivo las iniciativas de reforma de ley presentadas en legislaturas anteriores. No obstante, desde el 28 de septiembre pasado tienen en sus manos la Iniciativa de Ley “Reforma Beatriz”, que sólo es una adición al artículo 133 del Código Penal. No necesita ninguna reforma constitucional para ser aprobada. Esta es una oportunidad para que salden la deuda histórica con las ciudadanas salvadoreñas. Si es cierto que hay independencia de poderes en El Salvador, las y los diputados pueden iniciar un debate serio y científico, basado en análisis de la realidad del país, poniendo los derechos de las niñas, de adolescentes y mujeres en el centro. Hoy pueden hacerlo sin necesidad de consenso con los demás partidos. Queda por verse si, en honor a mantener su supuesta popularidad, deciden ignorar los derechos urgentes de las mujeres.

El faro / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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5) MÉXICO: VIOLENCIA OBSTÉTRICA; UNA CONSTANTE EN LOS HOSPITALES MEXICANOS.

La violencia obstétrica es una forma específica de agresión contra las mujeres que consiste en cualquier acción u omisión por parte del personal médico durante el embarazo, parto y puerperio que cause daño físico o psicológico y que puede resultar en muerte materna o esterilizaciones forzadas, por ello es importante que en los hospitales públicos y privados se promueva el respeto a las decisiones y voz de las pacientes.

Así lo dijo durante el conversatorio “Acompañamiento a caso de Violencia Obstétrica: La Experiencia de GIRE”, la abogada del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Alehí Balderas Sandoval, quien explicó que la violencia obstétrica es una constante en los hospitales debido a que el personal médico no está capacitado y sensibilizado en dar un trato humano a la pacientes y hay insuficiencia de medicamentos o aparatos, por lo que tres de cada 10 mujeres viven violencia obstétrica en México.

Este panorama, dijo, conlleva a que las mujeres puedan ser víctimas de una esterilización no consentida o forzada, suministro injustificado de medicamentos, retraso de atención médica de urgencia, falta de respeto a los tiempos de un parto, actos discriminatorio, uso de lenguaje ofensivo, humillaciones o falta de información oportuna sobre el proceso reproductivo. Todo ello ha tenido como resultado muertes maternas o fetales, en particular de indígenas.

Con la llegada de la pandemia, señaló, GIRE tuvo conocimiento de casos de mujeres a las que se les negó la atención prenatal o de parto en los hospitales, otros más de embarazadas que llevaron a cabo su parto afuera de las instituciones médicas; y otros más en que fueron atendidas cuando ya había riesgo de muerte materna o fetal. Estas situaciones ocurrieron a pesar de que los servicios de atención obstétrica fueron declarados como esenciales durante la pandemia.

Derivado de lo anterior, de acuerdo con datos del Sistema de Salud, la razón de mortalidad materna aumentó a 58.2 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados hasta la semana 30 epidemiológica de 2021, lo que representa un crecimiento del 34.9 por ciento respecto a la misma semana epidemiológica del año anterior. La principal causa de fallecimiento es COVID-19, con 372 muertes maternas, le siguen 23 por un virus no confirmado y 10.5 por ciento por complicaciones en el embarazo, parto o puerperio.

Por tales razones la partería tradicional ha sido una opción para muchas mujeres en lo que va de la pandemia. Las parteras desempeñan un método muy diferente en el que las embarazadas son el centro de la atención y se les informa sobre qué sucede en todo el proceso. En cambio, enfatizó, en muchos hospitales el personal médico no se comunica con las pacientes, no les explican lo que pasa en sus partos y esto las deja con daños a su salud emocional y psicológica.

“Me han tocado casos donde rasuran a las mujeres o les realizan tactos vaginales sin su consentimiento. Hay medicación excesiva, a muchas mujeres les aplican oxitocina sin tener una razón médica, lo que puede tener daños, como que reviente la vejiga o el útero. Cuando ingresan al hospital, ellas perciben como si ya no existieran porque todo se enfoca a que nazca el recién nacido”, detalló Balderas Sandoval, quien acompaña casos de violencia obstétrica.

A estas omisiones y acciones se le suma la práctica de cesáreas innecesarias a quienes no lo desean o que el personal médico obligue a las mujeres a tener partos naturales, en vez de la cesárea que ellas desean. En 2020, según información del Subsistema de Información sobre Nacimientos (SINAC), el número de cesáreas aumentó hasta un 50 por ciento en comparación con el número de partos.

La abogada resaltó que las mujeres pueden interponer una queja o iniciar un procedimiento según la legislación de su estado (no todas las entidades regulan la violencia obstétrica) y si el hospital fue privado o público. Algunas de sus opciones son poner una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) o en la Comisión de Arbitraje Médico (CONAMED), sin embargo es importante que revisen la normativa de su entidad, ya que en algunas hay un límite de 15 días después del hecho aproximadamente para comenzar un proceso legal.

En los casos que ha acompañado GIRE además de la ayuda legal también se brinda asistencia psicológica a las mujeres y a sus parejas para que no padezcan tanto desgaste emocional, pues un proceso legal de violencia obstétrica puede durar más de un año en ser resuelto, y en el desarrollo, las víctimas son cuestionadas, victimizadas, y violentadas aún más. Un ejemplo claro de ello es el caso de Sandra, una mujer de 31 años, originaria de Jalisco, quien sufrió violencia obstétrica en 2017.

Balderas Sandoval contó que Sandra llegó a GIRE con el objetivo de que su caso sirviera para que otras mujeres no sufrieran lo que ella padeció, cuando en un hospital público fue sometida a un parto natural por más de 60 horas sin ningún resultado, luego agredida por el personal médico por no haber elegido un método anticonceptivo, a pesar de que ella quería tener más hijos e hijas; y fue condicionada a firmar un consentimiento de querer una esterilización para obtener su cesárea. Durante todo este tiempo, la vida de ella y de su hijo estuvo en alto riesgo de muerte.

En un análisis más profundo del caso se dieron cuenta que Sandra además fue medicada con oxitocina cuando ella no lo pidió, el personal no le explicó qué sucedió en todo el proceso y su esposo y un familiar de ella fueron engañados para que firmaran como testigos para que ligaran las trompas de falopio de Sandra. La víctima interpuso una queja y comenzó a trabajar su caso con apoyo del GIRE mientras tanto el hospital donde se atendió se defendía bajo el pretexto de que ella había firmado un papel para la ligadura de trompas .

El 26 de mayo de 2021 la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) trató el caso de Sandra y declaró que en efecto ella había sido víctima de violencia obstétrica y que el papel firmado por ella carecía de los elementos para ser considerado como un consentimiento informado. La SCJN dijo, establece que el consentimiento informado debe realizarse antes del parto, las mujeres tienen que ser informadas de todos los métodos anticonceptivos, ya sean definitivos o temporales, y asesoradas por una consejería.
La CNDH también trató el caso de Sandra y desarrolló un estudio en el que reiteró que el consentimiento informado debe ser libre y pleno. Actualmente el hospital que atendió a Sandra debe declarar si acepta o no las recomendaciones de la CNDH, entre ellas capacitar al personal médico, realizar campañas sobre violencia obstétrica, garantías de no repetición, ayuda psicológica, entre otras.

En su opinión, para atender esta problemática es necesario que se hable de ella, sea un tema prioritario en la agenda del gobierno y se sensibilice a la población y al personal médico sobre lo qué es la violencia obstétrica y las repercusiones que ésta tiene en la vida de las embarazadas.

CIMAC Noticias / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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6) URUGUAY: IAFIGLIOLA PRESENTÓ A CIPRIANI PROPUESTA PARA “DESESTIMULAR LOS ABORTOS” EN ASSE Y DICE QUE HAY “VOLUNTAD POLÍTICA”

El dirigente blanco se reunió con el presidente de ASSE y dijo es “un muy buen socio” para su búsqueda; Lilián Abracinskas, de MYSU, criticó que este tipo de iniciativas buscan “sostener el estigma” sobre el aborto.

El dirigente del Partido Nacional Carlos Iafigliola, que durante la legislatura pasada fue diputado suplente y lideró la campaña para llevar a referéndum la Ley Integral para Personas Trans, tuvo una reunión con el presidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani, en la que presentó una iniciativa que busca “desestimular los abortos” entre personas de alta “vulnerabilidad social y/o económica”.

En diálogo con la diaria, Iafigliola dijo que la idea es que el equipo interdisciplinario que toma contacto con la mujer que desea abortar le ofrezca “alternativas”, como vincularse con la ONG Ceprodih. En su página web, la ONG se presenta como una asociación cuya misión es “atender y promover a las familias más vulnerables, especialmente mujeres con niños en situación de alto riesgo social: desempleo, violencia doméstica, desamparo durante el embarazo”.

“No estaríamos violentando para nada la ley [de interrupción voluntaria del embarazo, de 2012], simplemente quienes tienen que dar las explicaciones en el equipo multidisciplinario van a tener que incorporar esta información hacia esas madres. Hoy estamos pensando en Ceprodih, pero seguramente hay otras organizaciones sociales que trabajan también en la misma temática”, dijo. Agregó que el plan piloto que espera que se ponga en marcha en ASSE especifica la vinculación con esta ONG.

Iafigliola –que fue uno de los portavoces de la campaña para derogar la ley que despenalizó el aborto, que fracasó en las urnas– manifestó que la idea es comenzar con el plan en las policlínicas de ASSE en Montevideo e involucrar al Ministerio de Desarrollo Social, el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial y el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional.

Señaló que el objetivo central de su propuesta es “desestimular los abortos” entre las mujeres que “se encuentran en situaciones complicadas a nivel social o económico”, es decir, “darles una puerta de salida que hoy no tienen y que justamente no aborten, sino que lleven adelante su embarazo y puedan tener a su bebé”.

Según describió el dirigente nacionalista –que actualmente se desempeña como asesor del presidente de Antel, Gabriel Gurméndez–, a mediados de setiembre envió una nota a Presidencia para dar a conocer su propuesta y le respondieron que la derivarían al Ministerio de Salud Pública (MSP) y a ASSE, pero que él tratara de “empujarla” en estos organismos por su propia cuenta. Fue así que pidió la entrevista con Cipriani, que se desarrolló el martes pasado.

Iafigliola afirmó que el presidente de ASSE “vio con muy buenos ojos la propuesta”, y entonces lo consideró “un muy buen socio” para “poder llevar adelante esta iniciativa”. Explicó que “el próximo paso” es buscar una reunión con el MSP y luego “seguir golpeando puertas”. Además, por esta “propuesta alternativa al aborto” Iafigliola iniciará una gira por el interior del país para dar “charlas abiertas”. En primera instancia viajará a Paysandú, San José y Colonia.

Para Iafigliola actualmente hay “voluntad política” para llevar adelante una propuesta de este tipo. Es que sostuvo que su iniciativa “está enmarcada”, en primer lugar, “en la definición que dio en mayo del año pasado el presidente” Luis Lacalle Pou, cuando en una conferencia de prensa dijo que el gobierno tiene una agenda “provida” y que “hay que tener una política de desestímulo de los abortos”. “Parado sobre esa definición y sobre lo que dice la propia ley es que armamos esta propuesta”, aseguró Iafigliola.

El dirigente blanco manifestó que 97% de las mujeres que inician el proceso para realizarse un aborto ratifican su intención luego del período mínimo de cinco días “de reflexión” a partir de la consulta con el equipo interdisciplinario. En este sentido, dijo tener “dudas respecto a que ese asesoramiento se esté haciendo como corresponde”.

En 2012, en su condición de director técnico del Círculo Católico, Cipriani pidió a la comisión de la Cámara de Diputados que estudiaba el proyecto de ley para despenalizar el aborto que se permitiera la “libertad de conciencia institucional”, es decir, que la mutualista no hiciera abortos. En aquella instancia, el ahora jerarca de ASSE dijo a Montevideo Portal que la institución estaba “totalmente en contra” de la interrupción voluntaria del embarazo. La ley habilitó la objeción de conciencia tanto de médicos como de instituciones, que igual deben garantizar la atención de sus pacientes en otros prestadores.

“Sostener el estigma” sobre el aborto

Lilián Abracinskas, directora de la ONG Mujer y Salud en Uruguay (MYSU), dijo a la diaria que el alto porcentaje de mujeres que ratifican su intención de interrumpir su embarazo –luego del diálogo con el equipo interdisciplinario y el período de reflexión– “corrobora” que “cuando una mujer decide abortar, lo va a hacer; no importan las condiciones legales u obstáculos que le pongan, porque tiene muy claro que un embarazo impuesto o una maternidad forzada es un sufrimiento para ella y para el ser que va a traer al mundo”.

Abracinskas dijo que “Lacalle Pou se tiene que hacer cargo” de que surjan propuestas como la de Iafigliola, porque cuando declaró que el gobierno tenía una agenda “provida”, en 2020, “habilitó a este tipo de actores” que “lo único que quieren es sostener un sistema de privilegios en el que ellos siguen diciendo qué, cómo, cuándo y con quiénes las mujeres tenemos que opinar, decidir, hacer”.

“Lo único que tratan de hacer es imponer sus creencias desde todo lugar de influencia en el que tratan de meterse, aprovechando las estructuras democráticas, pero no porque respeten la democracia”, añadió en referencia a que el derecho al aborto fue consagrado en una ley y ratificado cuando fracasó el prerreferéndum de 2013.

Abracinskas manifestó que por normativa el equipo interdisciplinario “no puede influenciar ni en un sentido ni en otro” a la mujer que inició el proceso de aborto. Por este motivo, consideró que la intención de influir en las decisiones “tiene detrás el cometido de mandar el mensaje de que abortar está mal”, lo que significa “sostener el estigma” sobre esta práctica médica.

Desde el Frente Amplio (FA) indicaron a la diaria que no estaban al tanto de la propuesta de Iafigliola, pero que intentarán conocerla. Entre otras medidas, no se descarta realizar un pedido de informes o solicitar la concurrencia del directorio de ASSE a la Comisión de Salud Pública de la Cámara de Diputados, dijeron fuentes del FA. Una de ellas manifestó que al MSP ya se le han solicitado otros informes respecto de cómo están funcionando los servicios de interrupción voluntaria del embarazo.

Días atrás, el Observatorio Nacional en Género y Salud Sexual y Reproductiva de MYSU publicó el informe “Aborto en Cifras. Datos del Uruguay al 2021”, que, con base en información del MSP, reveló que en 2020 las interrupciones voluntarias de embarazos fueron 9.915, 295 menos que en 2019 y 458 menos que en 2018, que fue el año que registró la mayor cifra desde que se aprobó la ley. El informe señala, además, que en total se hicieron 75.117 abortos legales desde que se instalaron los servicios: 36.998 en el sector público y 38.119 en el privado.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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7) URUGUAY: CONSEJO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS RESOLVIÓ PEDIR EXPULSIÓN DE DOCENTE GRADO 5 DENUNCIADO POR ACOSO SEXUAL

El Consejo de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (Udelar) resolvió este jueves (7 de octubre) por unanimidad pedir la expulsión de Martín Sambarino, docente grado 5 del Centro de Matemática de la Facultad de Ciencias, denunciado por acoso sexual por parte de una estudiante. La resolución final será del Consejo Directivo Central de la Udelar.

Sambarino fue denunciado en agosto de 2019 por la entonces estudiante Adriana da Luz, que actualmente es doctora en Matemática, según había informado Búsqueda. A fines del mes pasado, más de dos años después, la Dirección General de Jurídica de la Udelar concluyó, en un sumario administrativo, que hay “credibilidad objetiva y verosimilitud” en la denuncia.

En agosto de 2019, el semanario Búsqueda publicó un informe en el que varias académicas describieron situaciones de abuso de poder y acoso sexual en la comunidad matemática de la universidad. Dos denuncias se presentaron en ese entonces contra Sambarino por estas actitudes hacia estudiantes. Además, Da Luz había denunciado que los docentes del Centro de Matemática organizaban fiestas en sus domicilios y en otros espacios con la participación de estudiantes en las que era habitual el consumo de drogas y alcohol.

Actuar de manera coherente

En una declaración difundida en la noche del miércoles, la Red Temática de Género de la Udelar se manifestó en contra de aplicar una suspensión de seis meses al docente, una de las medidas que se habían considerado. “La Universidad de la República [Udelar] tiene la responsabilidad de actuar de manera coherente, acorde a las normas vigentes y los tiempos actuales, en los que la violencia de género, el acoso y la discriminación no son tolerables en ningún caso”, indicó.

La red considera que “la sanción que ha trascendido” de separar al docente de su cargo durante seis meses “no es suficiente”, “no está a la altura del compromiso actual de la universidad en relación a estos temas” y “permite seguir tejiendo una red de impunidad”.

“De no aprobarse una sanción acorde con el hecho, se estaría dando una respuesta injusta ante un caso concreto de abuso de poder, estableciendo un precedente que desalienta eventuales futuras denuncias, a la vez que envía el mensaje de que el acoso es, en definitiva, algo tolerable en el ámbito de la Udelar”, sostiene el texto publicado por la red.

En diciembre de 2020, el Consejo Directivo Central de la Udelar aprobó una ordenanza de actuación ante casos de violencia, acoso y discriminación en la comunidad universitaria, que entró en vigencia en abril de este año. Para la red, este marco normativo “dista de varias prácticas cotidianas que continúan reproduciendo violencia de género, racismo y otros formatos de discriminación que afectan particularmente a las mujeres, poniendo en jaque el desarrollo de sus estudios y trayectorias profesionales”.

La declaración está acompañada por una petición de change.org, lanzada el martes, que hasta el mediodía de este jueves alcanzaba poco más de 900 firmas contra la “violencia, acoso y discriminación basada en género en la Udelar”.

“Realidad hostil”

El Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias manifestó el martes, en un comunicado, su apoyo a la destitución de Sambarino por “razón de ineptitud, como única medida sancionatoria de acuerdo a la gravedad de los actos constatados” en el sumario administrativo y “en coherencia con los reglamentos vigentes” en la Udelar vinculados a situaciones de violencia de género.

No obstante, el texto señala que “sería ingenuo pensar que la resolución a tomar por el consejo” pondrá punto final al proceso iniciado en agosto de 2019 con la presentación formal de las denuncias y la publicación de los relatos de varias académicas. “Si bien no hay más denuncias formales, nos consta la existencia de otras faltas y vulneraciones de derechos entre los integrantes de nuestra comunidad académica gracias al trabajo de la Comisión de Género y Diversidad, la cual recabó diversos testimonios que describen una realidad hostil para mujeres y disidencias”, asegura el Centro de Estudiantes.

Las y los estudiantes reclaman “más recursos y profesionales para que se pueda dar un abordaje a la temática” en la universidad y que la institución enfrente “enfáticamente las dinámicas que se siguen reproduciendo, propiciando las desigualdades que vulneran a gran parte” de la comunidad académica.

Asimismo, sostienen que es necesario “profundizar los procesos de sensibilización y prevención que construyan espacios sanos, libres de acoso, violencia y discriminación”. “Las políticas en este sentido deben ser prioridad de este consejo”, concluye el comunicado.

En espera

En tanto, la Asociación de Egresados y Egresadas de Ciencias se reunió el sábado para considerar las repercusiones del sumario sobre las denuncias contra Sambarino. En un comunicado publicado dos días después en sus redes sociales, la asociación informó que tiene una posición definida en relación al caso, que “surge del análisis de toda la información disponible”, pero que la hará pública luego de que se expida el Consejo de la Facultad.

En el texto, las egresadas y egresados repudiaron el uso de las redes sociales para “escrachar” al denunciado, la denunciante o a las consejeras y consejeros de la facultad que “se encuentran procesando la discusión y deben tomar una decisión muy difícil”, y reivindicaron los espacios de cogobierno en los que participan para “intercambiar, discutir y resolver sobre este tema”.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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8) ÉRICA RIVAS: «EL GOCE FEMENINO ESTÁ POCO EXPLORADO EN EL CINE»

El film de Natalia Meta está inspirado libremente en la novela El mal menor, de C.E. Feiling. La historia se centra en Inés, una cantante lírica y dobladora de películas que comienza a tener pesadillas que se confunden con la realidad.

Una película en la que no se sabe qué es realidad y qué sueño: así puede definirse a El prófugo, opus dos de Natalia Meta, inspirado libremente en la novela El mal menor, del autor argentino C.E. Feiling, fallecido en 1997. El film es protagonizado por Érica Rivas, quien encarna a Inés, una cantante lírica y dobladora de películas que comienza a tener pesadillas que se confunden con la realidad. A su personaje lo azotan esas terribles pesadillas y sonidos recurrentes que invaden la vida cotidiana que lleva junto a su madre (Cecilia Roth), hasta que ensayando para un concierto conoce a Alberto (Nauhel Pérez Biscayart), un joven que se acomoda a su mundo sin cuestionamientos. Pero Inés no puede evitar una sensación peligrosa: hay seres que provienen de sus sueños y que quieren quedarse para siempre. Tras su paso por importantes festivales del año pasado como la Berlinale y San Sebastián, El prófugo se estrenará el jueves 30 de septiembre en la Argentina.

A la hora de mencionar qué le interesó de la historia para aceptar el protagónico, la actriz que hizo de la novia despechada en Relatos salvajes comenta: «Es una historia que juega todo el tiempo con los límites: el límite del ensueño, de lo diurno, de lo nocturno, del dormirse, del despertarse, del enamoramiento, del estar solo. Juega todo el tiempo con el tema del deseo femenino. Y eso era algo que me interesaba mucho del guión». A Rivas también le atrajo el tono, «esto de thriller psicológico, o algo así, que me interesaba mucho para indagar en el tono de actuación que también me parecía interesante de explorar. Además, empezar a trabajar con Natalia. Ya cuando le dije que quería participar de la película, fue una delicia. Siempre fue alguien a quien me gustó mucho acompañar, como directora y como guionista».

-La película está inspirada libremente en la novela El mal menor, última obra publicada del C.E. Feiling. ¿Leíste previamente la novela?

-Sí. No la había leído antes, pero la leí cuando supe que la película estaba inspirada en esa novela. Me pareció muy interesante cómo Natalia extrajo una parte y la amplió. La novela es distinta; hay personajes que son similares, pero Natalia los extrajo y los amplificó. Es alucinante pensar en una película que se trate también del sonido, de algo que tiene que ver con el deseo y las fantasías de las mujeres, con el tema del goce de las mujeres que está tan poco indagado en el cine. Era un territorio a explorar que me fascinaba. Después, me traía nuevas cosas para aprender, como canto lírico y doblaje; estudiar neutro, que también me interesó muchísimo para contribuir al papel.

-Si bien la película es diferente a la novela, ¿te pareció cinematográfica de por sí?

-Sí, la novela me pareció muy cinematográfica. Me parece que es un poco rara de hacer porque tendría que ser casi como una película de zombies o una cosa así. Es una novela con mucha fantasía. Podía tener una forma cinematográfica pero no desde el ángulo que Natalia me dijo que la quería abordar. Y eso también me pareció interesante.

-El prófugo es una especie de thriller psicológico, pero también atraviesa distintos géneros, incluso tiene humor, drama y algún elemento romántico. Natalia Meta la definió como “una película inquietante”. ¿Cómo la definirías vos?

-Lo mismo que dice Nati. Es también una comedia negra. Es una película ensoñada, que se te mete en el territorio de los sueños, que es también un territorio poco frecuentado. Por lo menos, a mí no me pasa que muchas películas me queden en los sueños. Y cuando me pasa, lo celebro. Así que espero que esto también atraviese los sueños de las personas que vengan a ver la película.

-¿Lo más complejo de la historia es ese cruce entre lo cotidiano y lo sobrenatural?

-Para mí es ese borde entre lo sobrenatural y lo real, entre lo soñado y lo verdadero, entre la fantasía y lo real, entre el deseo y lo que se puede hacer o no. Las percepciones también. Cuestiona mucho el mundo de las percepciones, la autopercepción, la percepción de los demás hacia nosotres. Está todo el tiempo entre lo real, lo imaginario, la subjetividad, la mirada de los otros, lo familiar, lo desconocido. Y de qué forma esto también nos constituye. Para mí esto es interesante porque también aparece el sentido de las convenciones o de las clasificaciones que hacen que nos normalicen, que nos domestiquen. Y en ese límite está Inés todo el tiempo. Además, con una historia de amor que también es interesante para nombrar, porque también es una historia de amor.

-Es una película en la que el miedo es también protagonista, ¿no?

-También, claro, porque aparece esa cosa de thriller psicológico y la salud mental como paradigma. Es interesante para pensar cómo es esa salud mental, qué significa eso, cuándo una persona está en la realidad y cuándo no lo está, y está sufriendo o padeciendo un dolor psíquico. Además, atravesarlo todo, hilarlo todo con el sonido es de un acierto enorme. Y eso también fue algo que me llamó mucho para hacer la película: que el sonido atraviese todo.

-Para el psicoanálisis, los sueños son motivo de interpretación del inconsciente. Para tu personaje, en cambio, son relatos monstruosos, ¿no?

-Sí, pero por otro lado son puertas de percepciones nuevas. Nosotras estamos mirando a Inés con lupa, en una subjetividad muy cercana, muy sobre ella. Entonces, nosotros vemos este camino tortuoso que le sucede con el tema de los sueños, pero tiene que ver con un camino necesario para encontrarse como artista, para encontrar el amor, para encontrarse como persona en este mundo que no sólo tiene la realidad sino que tiene un montón de cosas más que parecería que no forman parte de la vida pero que son muchas veces más parte de la vida que todo lo demás.

-¿Cómo fue la construcción de un personaje complejo?

-Con Natalia nos juntamos mucho y trabajamos con Diana Szeinblum el tema de cosas físicas del personaje de Inés. Ensayamos muchísimo con los actores, con Daniel Hendler, Nahuel Pérez Biscayart, Cecilia Roth, con todos los personajes. Hasta con los chiquititos ensayamos. Lo que también tiene Natalia de interesante como directora es que ella está abierta a que una pueda preguntarle, pueda indagar, pueda aportar con preguntas sobre las cosas. Y no es que ella da respuestas, pero sí acompaña esas preguntas. Me pareció interesante su forma. Además, tuve que estudiar canto lírico. Y trabajé con Lourdes Cetrángolo, que es amiga y actriz de doblaje, y ella me ayudó a entender cómo es esto del neutro y todo eso, porque Inés también es una actriz de doblaje. Esos fueron mis pilares para atravesar este camino. Además, una de las zonas que más me interesa es la zona de los sueños, la zona de la fantasía, la zona de todas las formaciones del inconsciente, porque son puertas de percepción interesantísimas.

-¿Te sirvió haber estudiado algunos años de Psicología para entender más el mundo interior del personaje?

-Sí, claro. Igual, en un momento suelto la teoría hasta donde yo llegué a estudiarla. La suelto y ya me meto en caminos que no tienen teoría sino que son percepciones puras, son cosas que tienen que ver con sensaciones, con paisajes, con mi propia historia personal también puesta a favor para la película. Pero sí, me parece que el mundo de los sueños era muy interesante de pensar en este caso porque una mujer soñadora me remitía siempre a las primeras histéricas de Freud, esta cosa rayana a la locura, esa sensación de estar siempre en el borde entre la salud y la enfermedad mental, esta cosa también de la injusticia que vivimos las mujeres permanentemente y cómo tenemos que estar adaptándonos. Y si no nos adaptamos, estamos locas. Entonces, realmente me parece que había mucho que meter ahí de lo que estudié y también de lo que pienso sobre lo que estudié. También me interesaba Jung. Estuvimos atravesando este guión con personas que se dedican a otros tipos de arte o de conocimiento que nos podían contar los fenómenos de este estilo vistos desde ese lugar, cómo son estos fenómenos de los ensueños diurnos, de cómo una persona no puede dejar de sentirse en un sueño. Y esta sensación, además, de despertarse una y otra vez.

-¿Y cómo se trabaja el misterio de un personaje? ¿Cuánto ayuda la intuición?

-Para mí es lo mismo que todo: está adentro y hay que trabajarlo. No sé cómo trabajan otros actores, pero yo necesito trabajo en el que se me pueda ver en los ojos qué es lo que estoy pensando… En mi cuerpo, en qué lugar está mi cuerpo, que no es ese lugar solamente, en qué está mi cabeza. Necesito estar muy presente y para eso necesito llenarlo de muchas capas. Necesito que no haya mucha palabra porque la palabra, a veces, en el cine corta el misterio.

-El cine tiene menos tiempo y menos espacio para crear climas que la literatura, pero también tiene otros recursos. ¿Cómo viste, en ese sentido, el trabajo con Meta para darle personalidad propia a la película?

-Natalia es doctora en Filosofía, o sea que sus charlas eran súper profundas. Las charlas sobre cualquier cosita del personaje eran larguísimas, hermosas, súper suculentas, generosas. Y, además, para mí contó con una parte que, en ese sentido, ella, desde el guión, fue muy inteligente en aportar: el universo del sonido. Eso es algo muy misterioso en el cine. El universo del sonido es algo que está explorado pero hasta ahí, porque la imagen es muy fuerte. Estamos rodeados de imágenes. La imagen es muy fuerte en nuestra sociedad. Entonces, es en el sonido donde está el misterio.

-¿Crees que faltan más películas de género en el cine argentino?

-A mí me gustaría que haya más películas, en general, de todos los géneros. Me gustaría que haya muchas pelis y podamos seguir profundizando nuestro cine, que es buenísimo. Ahora, estoy en Europa y siempre que vengo me sorprendo sobre cómo nos ven; y no solamente los europeos, porque también estoy juntándome con gente de otros países. Se nos ve desde todas partes del mundo con mucha avidez, también porque nuestro cine es muy bueno. Estaría bueno que existieran películas de todos los géneros que se nos ocurran, que se nos ocurrieron y que se nos vayan a ocurrir. Y para esto es interesante también incorporar la mirada femenina, que ahí también tiene una apertura dentro de los géneros. Las mujeres necesitamos también más lugar para poder indagar en los géneros, que aparezcan nuevos géneros, también, y que puedan entretejerse, como hacemos nosotras y como está haciendo Natalia también en esta película.

-En ese sentido, cada vez hay más directoras en el cine argentino. ¿Notás un crecimiento que llegó para quedarse?

-Sí, por supuesto, y creo que es algo que lo hizo expandirse muchísimo, y espero que siga expandiéndose más y más. Que haya cada vez más mujeres le da también mucho nivel al cine argentino. No solamente mujeres directoras sino también mujeres en todas las áreas. Eso me parece muy interesante.

-El prófugo tiene un gran componente femenino no sólo porque la directora y vos, la protagonista, son mujeres, sino también porque juega con el deseo femenino, como mencionabas antes. ¿Fue un aspecto importante para aceptar trabajar, teniendo en cuenta tu reivindicación y pelea por los derechos de las mujeres?

-Sí, claro que sí. Ya una película que tenga como protagonista a una mujer me parece un montón y me encanta, porque no hay muchas películas que tengan protagonistas mujeres. Además, la mirada desde la dirección de una mujer hace que esa película se amplíe, se expanda. Y también hablar del deseo femenino es un temón que hay que seguir indagando desde todos los estilos, desde otros cuentos, desde distintas formas de encararlo. Y todo lo que podamos aportar nosotras como también nuestra búsqueda. Siempre que viene una película de una directora o de una guionista me interesa muchísimo porque sé lo difícil que es llegar hasta ahí. Y me parece un valor agregado.

Alzar la voz
Para que caiga el patriarcado

Erica Rivas fue una de las primeras actrices argentinas en participar de las marchas del Ni Una Menos, y tiene un compromiso fuerte para hacer visible y denunciar públicamente la violencia de género. «Siento que las actrices somos una parte de eso, una parte que, por ahí, está en un lugar que tiene los privilegios de los medios, que nos preguntan», comenta. «Yo soy una más de todas las personas que están trabajando para que el patriarcado se caiga. Soy una trabajadora más de eso. No soy ni una súper heroína ni una súper mujer porque lo digo ni nada, sino que soy una persona más de las tantas que estamos y que estuvimos. Han puesto el cuerpo y todo para que estemos acá donde estamos. O sea que no siento que yo tenga un lugar especial ni nada eso, sino que mi lugar es especial porque tengo la posibilidad de que lo que digo atraviese otras capas, pero no dejo de estar agradecida y estar en correspondencia y en relación con todas las mujeres que no tienen esta misma posibilidad que yo. Y tengo la necesidad de llevar esa lucha a todos los espacios donde pueda llevarla. Me parece que es importantísimo», describe Rivas.

Proyectos

Entre el teatro y el cine

Erica Rivas está ahora en Alemania, pero tiene proyectos para su regreso a la Argentina. “Con Martín Rechimuzzi hicimos una obra de teatro que se llama ¿Qué pasa hoy acá?, un happening teatral que lo hicimos en el Centro Cultural Konex y en un par de teatros también afuera. Mi encuentro con él como artista es algo que quiero que se expanda y se multiplique y que tenga más lugares a donde expresarse», cuenta Rivas. «Tenemos unas fechas en el Konex para el verano así que mi idea es seguir con esa obra a la que, además, estamos todo el tiempo interpelándola y cambiándole cosas. Seguimos trabajando los dos para que cada vez sea un objeto más perfecto en lo que queremos decir, en lo que queremos dejar y en lo que tenemos ganas de comunicar», afirma la actriz. También tiene dos proyectos de películas que no puede adelantar por ahora. Y, además, quiere continuar con otra obra de teatro, Matate amor, junto a Marilú Marini. «Tengo posibilidades de hacerla también en Europa y creo que vamos a traerla. Me encantaría también en algún momento poder dirigir y una de las cosas que estoy haciendo es escribir. Así que esos son mis sueños de mi propia felicidad», concluye Rivas.

Pagina12 / Enviado por Henry Flores / COMCOSUR MUJER Nº 703- 11/10/2021
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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