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EL CATALIZADOR GRIEGO

1) El catalizador griego
2) Libia: contra Gadafi estábamos mejor
3) Realidades y desafíos en la lucha kurda
4) El peor año para los trabajadores de los medios en Pakistán
5) El misterio del “Estado Islámico»

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 15 / Nº 708 / Lunes 23 de Febrero de 2015 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares / COMCOSUR — COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) El catalizador griego
Alberto Rabilotta (Alai)

Las decadencias imperiales crean graves crisis financieras y económicas, provocan tensiones insoportables en las relaciones internacionales, desatan conmociones políticas y sociales en los países y regiones claves, incitan a guerras y rebatiñas entre las potencias aspirantes a reemplazar al hegemón que se desmorona, o al menos así fue hasta que las armas nucleares pusieron en el centro del problema la destrucción planetaria, me digo cada vez que trato de desenmarañar lo que está sucediendo actualmente con la demencial política de Estados Unidos hacia Rusia, pero no solo contra ese país sino contra todos los gobiernos que pueden amenazar de cerca o de lejos una hegemonía neoliberal que ya fracasó, pero a la que siguen aferradas los intereses económicos y financieros que controlan las fuerzas políticas en Washington.

Y cuando me asaltan estos pensamientos, lo que es muy frecuente con las noticias que indican que se está “a tres minutos” (1) de una guerra nuclear, pienso en los escritos sobre la decadencia del imperio estadounidense del extrañado historiador Eric Hobsbawm, y en una recopilación de textos de 2008 que analizan la supremacía absoluta que alcanzó Estados Unidos (EE.UU.) con el desmoronamiento de la Unión Soviética, que define como una acumulación súbita de fuerza, extraordinaria, brutal y hostil, que “es tanto más difícil entender en tanto no cuadra ni con la política imperial rodada desde largo plazo y aplicada durante la Guerra Fría, como tampoco con los intereses económicos estadounidenses”.

Y difícil no estar de acuerdo con Hobsbawm cuando agrega que “la política que domina desde hace poco en Washington parece tan insensata a los observadores extranjeros que es difícil comprender su finalidad real. Para las gentes que dominan completamente o al menos a mitad el proceso de toma de decisiones en EE.UU., se trata evidentemente de afirmar una supremacía global por la fuerza militar, pero el objetivo de esta estrategia sigue siendo oscuro. ¿Tiene posibilidades de llegar a un resultado? El mundo es demasiado complicado para ser dominado por un solo Estado” (2).

Por su vinculación orgánica con el proyecto neoliberal y su participación activa en la alianza bélica que es la OTAN, la Unión Europea (UE) forma parte de esta insensata política del imperio estadounidense, y en particular de la política de agresión contra Rusia. O al menos esto ha sido así hasta hace pocos días, cuando aparecen los primeros signos de que la Canciller alemana Angela Merkel decidió frenar un poco la insensatez política al declarar que no puede haber una solución militar a la crisis interna en Ucrania, y acompañada del presidente francés François Hollande viajó a Moscú para buscar una “entente” con el presidente ruso Vladimir Putin.

No es ajeno a este surgimiento de realismo en Berlín y otras capitales europeas el hecho de que el proyecto neoliberal de la UE esté sumido en una profunda crisis económica, fiscal, monetaria, política y social, con el desempleo en niveles nunca vistos desde la Gran Depresión y la deflación convertida en una realidad. Las sanciones contra Rusia han costado muy caro y costarán aún más por cuanto han servido para que Rusia profundice un modelo económico alternativo y la integración con China y el resto de los países del BRICS, así como con países emergentes en América latina, Asia y el Oriente Medio.

Y todo esto se desenvuelve cuando ya están en su lugar los componentes de la próxima crisis financiera y económica, tanto en EE.UU. como en la UE.

¡Y en eso llegó Siryza!

Es en este contexto que la Coalición de la Izquierda Radical, Siryza, ganó las recientes elecciones en Grecia, y el mismo puede ser una explicación del impacto significativo que está teniendo este triunfo electoral en el desenvolvimiento de las diversas crisis que afectan el rígido modelo del imperialismo neoliberal aplicado en la UE, particularmente a través del sistema monetario en la zona del euro (ZE). La economista Yves Smith opina que Siryza ya logró una “victoria táctica” frente a la UE (3). Si Siryza aplica su programa, es evidente que entonces contribuirá a acelerar los procesos de una previsible descomposición del orden neoliberal europeo.

El disgusto y el desprecio de la cúpula de la UE hacia la decisión del pueblo griego se manifestó desde los primeros instantes del arribo de Siryza al gobierno de Atenas, cuando se incluyó a Grecia en el voto de nuevas sanciones contra Rusia, sin siquiera consultar con el nuevo gobierno griego para saber si daría su aprobación.

La UE funciona como una empresa transnacional, con una dirección que dicta las ordenes a seguir, y no como un sistema federativo o centralizado pero democrático. Para la burocracia de Bruselas el primer ministro Alexis Tsipras debe ser el “nuevo” gerente encargado de aplicar en Grecia las orientaciones de la casa matriz, o sea de Bruselas, y no un gobierno nacional democráticamente electo para defender los intereses del pueblo griego.

El ministro y economista griego Yanis Varoufakis puso bien en claro el nivel de la confrontación cuando después de reunirse con su colega alemán, Wolfgang Schaeuble, informó que «ni siquiera nos pusimos de acuerdo sobre el hecho de no estar de acuerdo». Por su parte Tsipras se refirió a la actitud de la UE en la primera reunión con dirigentes de su partido, y dejó en claro que Grecia «es un país soberano, tenemos una democracia, tenemos un contrato con nuestro pueblo y lo vamos a respetar» (4)

Pero antes de proseguir hay que señalar que es evidente que la UE ha fracasado en cuanto a mantener o mejorar las condiciones sociales y económicas de sus países miembros: el desempleo y la precariedad laboral son masivos, el empobrecimiento de las clases trabajadoras y las capas bajas de las clases medias es indiscutible, el desmantelamiento del Estado del bienestar ha sido completado en países como Grecia y España, y va en la misma dirección en el resto de la UE.

En cuando al estratégico objetivo político de poner fin a los nacionalismos y disputas entre las naciones europeas, que hasta el pasado reciente condujeron a tantas guerras y crímenes masivos, el fracaso es total si observamos el ascenso de los ultranacionalismos, revanchismos y formas extremistas de tipo fascista que ahora tienen, en muchos países de la UE, una dimensión comparable al comienzo del ascenso del fascismo en los años 20 del siglo 20.

En el origen de estos fracasos está la falta de democracia en el sistema de gobierno y ese funcionamiento de tipo empresarial que quedó bien en claro en 2011, cuando la CE cambió de un plumazo a los primeros ministros de dos gobiernos nacionales porque no obedecían al pie de la letra las ordenes de la CE, del BCE y del FMI, de la Troika: Yorgos Papandreu, primer ministro de Grecia, reemplazado por Lukas Papademos (2011-2012) y Silvio Berlusconi, primer ministro de Italia, por Mario Monti (2011-2013). O sea que la Troika desalojó a gobernantes electos para poner a sus procónsules, que habían hecho carrera en el sistema financiero de Wall Street y la UE.

Al oponerse a este sistema, Siryza no solamente sienta un excepcional ejemplo sino que pone en tela de juicio el rígido sistema de gobernanza, que de paso hay que aclarar que es un término muy usado para definir en la UE el sistema de gobierno, pero en realidad apropiado para la verticalidad del sistema de toma de decisiones de las empresas transnacionales o de las antiguas monarquías absolutas, y no para las sociedades democráticas o que se dicen tal (5).

En cierta medida el ejemplo de Siryza expone el sistema y la claudicación de los gobernantes pasados y presentes de los países miembros. Recordemos que si nos guiamos por las raras y tibias críticas de algunos políticos y gobernantes a la política de Bruselas contra Rusia desde 2013 y hasta hace pocos días, era claro que no había fisuras peligrosas en el consenso que la UE, EE.UU y la OTAN crearon para apoyar el golpe de Estado en Ucrania y lanzar las agresivas políticas contra Moscú.

La crítica de Siryza, que ni siquiera tuvo oportunidad de votar en contra para impedir la habitual unanimidad del “cementerio político” que es la UE, como dice un amigo historiador, convirtió esas minúsculas fisuras en grietas potencialmente peligrosas, lo que puede explicar la sorpresiva iniciativa de Angela Merkel y François Hollande de visitar a Vladimir Putin para formular un plan de solución negociada y no militar a la grave crisis ucraniana, y que ya suscitó un rechazo de parte del presidente Barack Obama ( http://spanish.xinhuanet.com/photo/2015-02/10/c_133981815_2.htm ).

Esto es más conclusivo si en el análisis incorporamos que hasta ahora la UE ignoraba las muchas críticas a esa política anti-rusa que provenían de sectores empresariales, de los agricultores y de fuerzas políticas progresistas. De pronto, y tanto por el triunfo de Siryza como por el surgimiento político de Podemos en España, donde hay elecciones en los próximos meses, el consenso anti-ruso reinante en el mundo político europeo empieza a desmoronarse.

Esto es bien visible en Francia, donde en un vuelco imprevisto todo el espectro político, desde el Frente de Izquierda, pasando por el gobierno socialista de François Hollande, siguiendo por la derecha representada por Nicolás Sarkozy y llegando hasta a la ultraderecha dirigida por Marine Le Pen, se manifiesta un claro rechazo a la política guerrerista de Washington contra Rusia.

Pero lo que es más importante y decisivo es que este vuelco se verifica en las opiniones de la gente común, de viejos y jóvenes, señalando que la voz pública rechaza la perspectiva de dejar que con la OTAN, Washington cree las condiciones para otra guerra en Europa. Y este rechazo popular no es ajeno sino complementario al existente hacia las políticas de austeridad de la UE que empobrecen a las mayorías, a los cortes en los servicios públicos, como en salud, educación, pensiones, etcétera. Y por sobre todo los ciudadanos europeos empiezan a darse cuenta que la democracia y el bienestar a que estaban acostumbrados es cada vez más una cosa del pasado.

El panorama puede ser mucho más interesante si Podemos llega al gobierno en España, país de mayor peso que Grecia, lo que además de reforzar la posición de Siryza será probablemente un fuerte aliciente para la recomposición de las fuerzas populares bajo una orientación de izquierda en otros países, incluyendo algunos de Europa Central y del Este, donde el desempleo y la pobreza están haciendo estragos demográficos y sociales.

En cuanto a la política exterior de la UE, el panorama dependerá de si el grupo de países del ex “campo socialista” (Polonia, los países Bálticos, Bulgaria, entre otros) que forman parte de la UE y de la ZE, y son instrumentos de las políticas belicistas de Washington y de la OTAN hacia Rusia, siguen jugando ese papel o se adaptan a una política de convivencia pacífica.

Muchas son las lecturas que se han hecho y se seguirán haciendo del triunfo de Siryza y de la movilización popular que está concitando en Grecia. Pero hay que tener cuidado de no cargar demasiado las espaldas del pueblo griego, que sufre las catastróficas consecuencias de las políticas neoliberales de la UE y debe realizar, a corto y mediano plazo, las tareas de supervivencia social enunciadas en el Programa de Tesalónica (6), por el cual los ciudadanos griegos votaron en primer lugar.

O sea, debemos tener cuidado de no convertir este triunfo electoral en la clave del éxito o el fracaso de lo que está teniendo (o tendrá) lugar en otros países de la UE, porque el proceso que se acaba de abrir en Grecia es y será por algún tiempo una difícil lucha asimétrica, tanto en el plano interno como en el de la UE.

Si Siryza cumple con su programa, o hace todo por aplicarlo a pesar de la oposición y de las medidas que tomarán la Troika y sus ricos y poderosos aliados locales, sumará muchos más apoyos internos por la simple razón de que beneficiará a las mayorías, y políticamente ganará apoyos porque será visto como el único partido político que cumple sus promesas. Por eso Tsipras destaca que Grecia «es un país soberano, tenemos una democracia, tenemos un contrato con nuestro pueblo y lo vamos a respetar».

En todo caso es importante destacar que por fin los europeos empiezan a darse cuenta de los riesgos que implican el acompañar la política del imperialismo neoliberal estadounidense que busca la destrucción de Rusia como etapa crucial para imponer la hegemonía mundial, y que para eso recurrirá a todos los medios a su alcance, incluyendo la guerra total.

No es consuelo saber que EE.UU. ha perdido todas las guerras que emprendió desde finales de la Segunda Guerra Mundial (7), ya que aun perdiendo dejó tanta destrucción social, cultural, económica y política que cuatro décadas más tarde uno de los pueblos victoriosos, el de Vietnam, no ha podido reparar todos los daños que el Pentágono provocó. Una guerra contra Rusia puede llegar a ser nuclear y provocar la destrucción de la humanidad, así que hay que evitarla a toda costa.

– Alberto Rabilotta es periodista argentino – canadiense.
Notas

1.- http://www.washingtonpost.com/news/speaking-of-science/wp/2015/01/22/the-doomsday-clock-is-ticking-again-it-is-now-three-minutes-to-midnight-a-k-a-the-end-of-humanity/
2.- Eric Hobsbawm, L’Empire, la démocratie, le terrorisme (2008, edición de André Versaille y Le Monde Diplomatique, París, capítulo « Ou va l’Empire American? », página 167.
3.-Is Siryza about to Score a Tactical Win Against the Troika, por Yves Smith http://www.nakedcapitalism.com/2015/02/syrizas-bold-stance-bernies-swipe-at-the-fed-on-greece-and-the-negotiating-fog-of-war.html
4.- http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-265592-2015-02-06.html
5.- Gobernanza: http://es.wikipedia.org/wiki/Gobernanza
6.- Programa de Tesalónica: http://www.syriza.gr/article/id/59907/SYRIZA—THE-THESSALONIKI-PROGRAMME.html#.VNT8ICyM7b4
7.- http://www.nakedcapitalism.com/2015/02/since-u-s-military-lost-last-two-wars-fought-reason-think-boots-ground-anywhere-good-idea.html

LUNES 23 DE FEBRERO DE 2015 – COMCOSUR
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2) Libia: contra Gadafi estábamos mejor
Guadi Calvo (Rebelión)

Libia se niega a abandonar el centro de la escena internacional, una vez más sorprende con más violencia, a la guerra entre las mil setecientas bandas armadas, por la OTAN en su momento, que pululan por un territorio devastado en procura de negocios, como el tráfico de personal, droga, armas y contrabando en general, la más importante es la poderosa milicia Fajr Libya que ha lanzado una ofensiva contra las terminales petroleras en el este del país.

A esto hay que sumarle los dos Parlamentos que funcionan en paralelo en las ciudades de Trípoli y Tobruk, que en realidad nadie conoce para que sirven, ni cuáles son sus funciones; por otra parte el general Khalifa Hafter, que con su ejército de liberación (¿de quién?) recorre el país buscando una guerra que no pasan de trifulcas callejeras, pero que si dejan muchos muertos, Hafter intenta llamar la atención de Occidente, como para que alguien lo nombre de una vez por todas el hombre fuerte del país pero, según los resultados hasta hoy no alcanza su aptitud para semejante cargo.

Si todos estos ingredientes, que se aúnan para convertir a Libia en un estado fallido, hay que sumar dos nuevos ingredientes el naufragio del precio del petróleo, una estrategia con la que Washington, forzando a la híper producción a sus aliados del golfo Pérsico, intentar pulverizar la economía rusa. Sumada a la baja, la escasa producción pone a Libia al borde del colapso financiero. Antes de golpe contra Gadafi en 2011, la producción rondaba un millón y medio de barriles diarios, que representaba el 95% de las exportaciones y el 75% de los ingresos. En diciembre último la producción cayó a 350.000 barriles al día.

El otro nuevo factor del desquicio libio es la irrupción en su territorio del Estado Islámico (EI), bandas de milicianos salafista decidieron jurar fidelidad al autoproclamado califa, Abu Bakr al-Bagdadí, quién no tardó en darles la bienvenida a su organización.

Ya habíamos informado la irrupción en agosto último y la total conquista en noviembre, de la ciudad de Derna, una localidad de unos cien mil habitantes, a menos de trecientos kilómetros de la frontera con Egipto y más o menos a la misma distancia de las costas griegas. Tras imponer la sharia se han lanzado a las atrocidades a que ya han acostumbrado al mundo.

Como era de sospechar los enviados y juramentados del Califa Ibrahim, no iban solo a establecerse en Derna, los califados del Estado Islámico, como suelen hacerlo va por todo y eso significa la dominación absoluta del país, que ven como una oportunidad real y concreta de afincarse.

El Estado Islámico hasta ahora ha demostrado tener alcance hasta Trípoli, a más de mil doscientos kilómetros al oeste de Derna, el veintisiete de enero en un atentado suicida contra el Hotel Corinthia no solo logró asesinar a doce personas, dos de ellos occidentales, sino impedir una reunión acordada entre los dos Parlamentos con el fin de conseguir la unificación o algo parecido.

Ahora el Estado Islámico reaparece en la mítica ciudad de Sirte, cuna y lugar del martirio del Coronel Gadafi, a medio camino entre Trípoli y Derna, donde secuestró y decapitó a veintidós trabajadores egipcios, cristiano coptos, según ellos: “seguidores de la Iglesia hostil de Egipto”.

Un video subido a las redes sociales, cuya autenticidad, como siempre es difícil de demostrar, muestra al grupo de trabajadores coptos vestidos de naranja, arrodillados y alineados con sus verdugos, encapuchados y vestidos totalmente de negro, en una playa. Este video es la continuación de otro que muestra a los trabajadores caminando por esa playa junto a sus secuestradores.

El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, como es su estilo, no se ha quedado en amenazas e inmediatamente ordenó una serie de bombardeos contra posiciones del Estado Islámico en Libia, de la que todavía no han trascendido sus logros. Además, solicitó una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para analizar la situación.

Egipto, no puede permitirse tener una banda salafista actuando en el oeste, ya que tiene un movimiento similar que actúa en el este, sobre la península del Sinaí, que ha producido importantes ataques y atentados contra fuerza gubernamentales.

El gobierno egipcio había advertido a sus ciudadanos que no viajaran a Libia, pero muchos deben hacerlo en busca de empleo. Mientras tanto el E.I. se justificó su nueva masacre diciendo que era en venganza de las mujeres musulmanas torturadas y asesinadas por la Iglesia copta de Egipto.

Esta iglesia se calcula que tiene cerca de quince millones de fieles en Egipto se mostró confiada en que el presidente castigaría el crimen, a la vez la universidad al-Azhar, quizás la institución más prestigiosas del islam sunita, calificó de “barbarie” la decapitación de los coptos.

¿Porque Libia?

Según algunas fuentes miembros de la brigada al-Batar, una unidad de Estado Islámico que operaba en Siria, habría establecido campos de entrenamientos, en Libia, para intensificar allí sus operaciones. Son varias las ventajas que le proporcionaba el país, desde la caída de Gadafi en octubre de 2011, muchos salafistas tanto libios, como los importados por el príncipe saudita Bandar al Sultán, pululaban buscado conchabo en alguna milicia, Estado Islámico, que tiende a convertirse en una multinacional del terror, da a estos mercenarios, posibilidades de trabajo no solo en Libia, sino de ser remitidos al otros país donde EI, pueda seguir abriendo sucursales, Yemen, Somalia y Nigeria, Afganistán, Egipto, Pakistán, incluso India y muchos países africanos del Sahel.

Además Libia es mayoritariamente sunita, una buena opción para explotar el odio al chiismo, como en Irak y Siria. E.I necesita establecerse en otros territorios para legitimar la idea del Califato y no sólo una organización que circunscripta apenas en Siria/Irak.

La proximidad de Libia con el sur de Europa, es otro de los atractivos que seducen de la patria de Gadafi, a los islamistas. El mensaje, dado en inglés, antes de la matanza de los coptos es seriamente intimidante, si se tiene en cuenta la cercanía de Libia con el sur de Italia: “Hoy, estamos al sur de Roma, en la tierra musulmana de Libia. Este mar en el que habéis escondido el cuerpo del jeque Osama Bin Laden, juramos ante Alá, que lo mezclaremos con su sangre”.

Según algunas fotografías que circulan desde el domingo catorce Estado Islámico, dice haber conquistado la ciudad de Nawfaliyah, las fotos muestran un gran convoy entrando en la ciudad, de ser cierta esta nueva conquista consolidaría su presencia en la costa libia.

Algunos analistas ven la presencia de Estado Islámico en Libia, como la pretensión de aunar esfuerzo con otras fuerza salafista de la región, hacía el oeste Túnez, que sería en país con menos posibilidades de volcarse a ese tipo de luchas, por su conformación tribal, que siguen teniendo gran influencia en todas las decisiones políticas de la sociedad. En el caso de Argelia, sería diferente, ya que hay fuertes antecedentes de salafismo en la sociedad argelina la desbastadora guerra civil en 1992 muestra esa tendencia, y los países del sur de Libia, como Mali, Níger o Chad, donde hay mucha convulsión político-religiosa y gran actividad del al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). A esto habría que agregarle el poderoso grupo nigeriano Boko Haram, que desde principio de año se ha lanzado fuera de sus fronteras atacando Camerún, Níger, Chad y Ghana, como si una fuerza desconocida los atrajera hacia el norte del continente.

Las autoridades de Italia, fueron las primeras en tocar el botón de alarma, ya que se ha registrado el aumento de la llegada de inmigrantes africanos que ya no solo escapan de la miseria, sino también del miedo al salafismo.

Muchos se deben estar preguntado por qué razón derrocaron al coronel Muamar Gadafi, si contra él se estaba mucho mejor.

LUNES 23 DE FEBRERO DE 2015 – COMCOSUR
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3) Realidades y desafíos en la lucha kurda
Leandro Albani (Barómetro Internacional)

En el Kurdistán sirio nace una nueva forma de hacer política y de organización. En una zona devastada por el Estado Islámico, pero que se mantiene liberada gracias a la lucha de la guerrilla del PKK junto al pueblo, ¿cuáles son los desafíos económicos?

Desde hace más de cien días, la guerrilla kurda en el norte de Siria, junto a pueblos de diversas nacionalidades, defienden un proceso revolucionario basado en la igualdad, la vida en comunidad, la lucha contra el machismo y la aplicación de políticas que se diferencian del nacionalismo árabe y el islamismo político, las dos grandes corrientes que marcan a Medio Oriente.

Las YPG y las YPJ, conformadas por milicianos y milicianas, combaten en Rojava, región siria fronteriza con Turquía que tiene una extensión de 18 mil 300 kilómetros cuadrados y está dividida en tres cantones (regiones): Kobane, Cezire y Efrin. En ese territorio, la agricultura (el trigo es el principal producto) y el petróleo son las fuentes de de mayores recursos.

Aunque la guerrilla kurda expulsó al Estado Islámico de Rojava, esa zona todavía se encuentra asediada por el grupo terrorista y las fuerzas militares turcas, ya que el gobierno de Ankara rechaza la autonomía que se impulsa en Kobane. Pese a todo esto, hace más de dos años los pobladores de Rojava proclamaron una revolución y una «tercera vía» comenzó a crecer. Kurdos, árabes, asirios, turcomanos y otros pueblos impulsan un nuevo sistema basado en la ideología del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PYD, en el norte de Siria). El «Confederalismo Democrático» (CD) se abre como posibilidad real, pese al estado de guerra y de un bloqueo económico y comercial sobre Rojava, aplicado principalmente por el Estado turco.

Meses atrás, las poblaciones de Rojava dictaron su Contrato Social (Constitución), en la cual estipularon que los «recursos naturales, situados por encima y por debajo de la tierra, son la riqueza pública de la sociedad. Los procesos de extracción, gestión, licencias y otros acuerdos contractuales relacionados con dichos recursos serán reguladas por la ley». En esa línea, decretaron que «los edificios y terrenos» son propiedad del nuevo autogobierno.

En el Contrato Social se indicó que todos los pobladores tienen «derecho al uso y goce de sus bienes privados. Nadie podrá ser privado de sus bienes, excepto mediante el pago de indemnización justa, por razones de utilidad pública o de interés social y en los casos y según las formas establecidas por la ley». Con respecto al sistema económico, se remarcó que «debe orientarse a proporcionar bienestar general y, en particular, la financiación se concede a la ciencia y la tecnología. Tendrá por objeto garantizar las necesidades diarias de las personas y para garantizar una vida digna. (El) monopolio está prohibido por ley. Los derechos laborales y el desarrollo sostenible están garantizados».

En una entrevista realizada a Amaad Yousef, ministro de Economía del cantón de Efrin, y publicada en Özgür Günden, se pueden descubrir algunas líneas sobre la economía en Rojava. El funcionario explicó que la región siempre estuvo caracterizada por la pobreza, porque desde el gobierno central «no permitieron abrir fábricas, o el desarrollo o cualquier forma de enriquecimiento de la región». Yousef recordó que «en Efrin fueron cerradas 200 plantas de procesado de olivas. Fuera de esto no había ni el más pequeño taller».

Ante una situación crítica, la administración de Rojava impulsa centros de desarrollo de la economía social en varias ciudades.

El antropólogo inglés y activista anarquista David Graeber –quien a finales del año pasado estuvo diez días en Cezire- detalló que ahora existe un sistema académico considerado «clave de la estrategia económica», que ofrece seis semanas de cursos intensivos en diversas especialidades, que anteriormente eran dictadas por el gobierno sirio. «Las (nuevas) academias económicas no sólo entrenan en conocimiento técnico sino que enfatizan la gestión cooperativa y tienen como objetivo difundir estos conocimientos a la mayor cantidad de población posible», expresó el antropólogo.

Por su parte, Hassan Rammo, en el artículo «La autogestión hacia un cambio democrático: La revolución del 19 de julio», destacó que en septiembre de 2013 el gobierno de la región «emitió una decisión de reducir los precios de los combustibles», como también entregó semillas de trigo y combustible a los agricultores mediante préstamos a pagar «después del final del ciclo de cultivo».

En «Rojava: una revolución en la vida diaria», la periodista Rebecca Coles apuntó que la «nueva Administración tomó la tierra y distribuyó partes de ella a cooperativas autoorganizadas que están trabajando para expandir la ganadería y para aumentar y diversificar lo que se planta». Coles explica que se continúa «extrayendo algo de petróleo y lo refinan en diésel de baja calidad para venderlo en el cantón y distribuirlo a las cooperativas y otras instituciones. Lo que producen las cooperativas se vende o a la Administración o a precios controlados por la Administración. La Administración proporciona a cada hogar una ración de pan. El contrabando es alto».

Yousef aseguró que en Efrin ahora el empleo es pleno, por lo cual la población aumentó de 450 mil personas a un millón, entre ellos 200 mil árabes.

Pese a la inestabilidad de la zona, el funcionario enumeró que en el cantón ya funcionan «50 fábricas de jabón, 20 fábricas de olivas, 250 plantas de procesado de olivas, 70 fábricas de fabricación de material de construcción, 400 talleres textiles, 8 fábricas de calzado, 5 fábricas de producción de nylon, 15 fábricas de procesado de mármol», a lo que se suman dos molinos (para procesar trigo) y dos hoteles. «Estamos haciendo todo esto en los pueblos para que la gente pueda volver (…) se construyó una presa para proporcionar agua para beber –destacó-. Creamos la marca ‘hecho en Efrin’. Prohibimos la fundación de otras fábricas de olivas desde una perspectiva ambiental. También prohibimos los talleres de fusión de plomo para proteger la salud humana».

Entre otros aspectos económicos, el ministro de Efrin detalló que todavía utilizan la moneda siria (libra) y el interés fue prohibido. «Aquellos que lo hacen son enviados a juicio y se enfrentan a las consecuencias», remarcó. Además los bancos estatales no operan, pero fueron fundadas entidades bancarias en los cantones, aunque Yousef reconoció que «la gente ahorra guardando su dinero bajo la almohada». Como sistema de impuestos, relató el funcionario, se está analizando el aplicado en la Región Autónoma Vasca. En la actualidad, explicó, «se recaudan impuestos y éstos son distribuidos a los ministerios dependiendo de sus necesidades. Hay transparencia en cuando a estas cuestiones. Los ciudadanos saben donde se van a utilizar los impuestos que pagan. Sin embargo aún no podemos decir que este sistema está totalmente establecido».

En declaraciones a medios alternativos, Graeber describió que además del sector de colectividades y cooperativas «hay un sector de ‘economía abierta’ que incluye la economía de bazar existente, la cual, sin embargo, ahora está bajo la autoridad de las comunas locales, las cuales intervienen imponiendo precios máximos a cualquier cosa considerada bien esencial».

Sobre otros aspectos, el antropólogo inglés manifestó que «algunos capitalistas autóctonos sí existen y no han sido expropiados; algunos incluso son parte del gobierno ‘auto-organizado'». Según Graeber, la explicación de esta situación es que «la revolución tenía como objetivo ‘cambiar el suelo bajo el que operaban’ cambiando la forma en que la economía funcionaba como un todo, y cambiar la estructura del poder político para así hacerles imposible el traducir la ventaja económica a influencia política, y por lo tanto en última instancia, continuar operando como capitalistas a largo plazo».

Por último, al referirse al capital privado Yousef aseveró que «no está prohibido pero está de acuerdo con nuestras ideas y sistema. Estamos desarrollando un sistema en torno a las cooperativas y las comunas. Sin embargo, esto no prueba que estemos en contra del capital privado. Se complementarán entre sí. Creemos que cuando el sistema de cooperativas esté desarrollado, se puede añadir capital privado moral a ciertas partes de la economía. La sociedad de Rojava funcionará mejor de esta manera y alejándose del sistema liberal. En el sistema liberal el pez gordo se come a los peces pequeños y no hay moralidad. En nuestro cantón se fundó una Organización del Comercio y la Industria y tiene 7.000 miembros. Aquí sólo hay una cosa prohibida y es el capital financiero».

LUNES 23 DE FEBRERO DE 2015 – COMCOSUR
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4) El peor año para los trabajadores de los medios en Pakistán
Ashfaq Yusufzai (IPS)

No es de extrañar que la mayoría de las y los periodistas de Pakistán trabajen con un tremendo estrés. Rodeados por las mafias de las ciudades, las milicias armadas del cinturón tribal y los partidos políticos rivales, la censura, la intimidación y la muerte parecen ser sus gajes del oficio.

Muchos se acostumbraron a trabajar con temor e incertidumbre, pero ninguno podría haberse preparado para las tragedias que les aguardaban en 2014, el peor año de la historia para los medios de comunicación en Pakistán. «La comunidad de los medios en Pakistán está, en los hechos, en estado de sitio. Los periodistas, en particular, aquellos que cubren temas de seguridad nacional o derechos humanos, son blanco de todas las partes en un patrón preocupante de abusos cometidos para silenciar la labor informativa”: David Griffiths.

En total, fueron asesinados 14 periodistas, blogueros y asistentes de los medios de comunicación en 2014, mientras que decenas más resultaron heridos, secuestrados o intimidados. Los informes de las organizaciones de derechos humanos paquistaníes apuntan a una cultura de la impunidad que hace imposible la posibilidad de una prensa libre, algo que, según activistas y expertos, es crucial para el desarrollo y la paz en un país sumido en la pobreza y los conflictos.

Asesinatos, atentados, violencia

Un informe publicado el 25 de enero por la Red Libertad documenta numerosos asesinatos y ataques, entre ellos la muerte a balazos de Shan Dahar, reportero del canal de televisión Abb Takk, el 1 de enero en Larkana, una ciudad en la austral provincia de Sindh. La prensa informó inicialmente que balas perdidas disparadas durante los festejos de Año Nuevo habían alcanzado a Dahar por casualidad, pero la investigación posterior sugiere que fue un asesinato.

En el momento de su muerte, el periodista trabajaba en una historia sobre el mercado negro de medicamentos no regulados. Se cree que personas con intereses en ese negocio tuvieron que ver con su muerte. También están documentados los asesinatos de Waqas Aziz Jan, Ashraf Arain y Mohamed Jalid, el 17 de enero en un suburbio de Karachi, cuando hombres armados abrieron fuego contra una camioneta utilizada para las transmisiones en vivo del canal TV Express.

Los asesinados fueron un guardia de seguridad, un chofer y un técnico de TV Express. Para los activistas, sus muertes representan el clima letal que vive cualquier persona relacionada, aunque sea de manera indirecta, con los medios de comunicación. El informe de Red Libertad analiza las tendencias y los problemas del sector en Pakistán, como la invocación de leyes sobre blasfemia y traición para intimidar a los medios, y el uso de fuertes multas y prohibiciones generales de cobertura que obligaron a muchas empresas a la autocensura con el fin de mantenerse a flote.

En lo que la Fundación de la Prensa de Pakistán llama un ejemplo “escalofriante” de estas leyes, en noviembre uno de los tribunales antiterroristas del país condenó a cuatro ciudadanos a 26 años de prisión y a una multa de 12.800 dólares cada uno, por transmitir un programa “contencioso” de televisión, presuntamente en violación de las leyes contra la blasfemia.

Clima de impunidad

Otro de los incidentes que inquietan a los medios de comunicación fue el atentado en abril contra Hamid Mir, un periodista de Geo TV, cuando hombres armados en motocicletas lo balearon al volver del aeropuerto a su oficina en Karachi. Aunque sobrevivió al ataque, sus agresores siguen en libertad y la amenaza contra su vida sigue estando vigente.

Mazhar Abbas, expresidente de la Unión Federal de Periodistas de Pakistán, dijo a IPS que la incapacidad del gobierno para garantizar la libertad de expresión pone a los trabajadores de los medios en una situación sumamente difícil. “El problema es que nadie sabe quién está matando a los periodistas”, explicó. La escasa información oficial sobre los responsables, junto a la falta de investigaciones adecuadas, significan que demasiados periodistas siguen trabajando en un clima de incertidumbre e impunidad, según los expertos.

En las Áreas Tribales bajo Administración Federal (FATA, en inglés) del norte del país, los periodistas sufren las constantes amenazas y ataques del movimiento islamista Talibán y otros grupos armados que operan en la frontera con Afganistán desde que huyeron de la invasión estadounidense a ese país en 2001. Desde que comenzó la guerra contra el terrorismo, 12 periodistas perdieron la vida en las FATA y decenas más huyeron a Peshawar, capital de la vecina provincia de Jyber Pajtunjwa.

Para otros, escapar al alcance de los grupos terroristas no necesariamente garantiza la seguridad. Según Amnistía Internacional, cientos de periodistas experimentan amenazas, acoso y violencia en todo el país, a veces incluso de los propios servicios de inteligencia. El informe de la organización de derechos humanos Una bala fue elegida para usted presenta 34 casos de asesinatos de periodistas en represalia por su labor desde 2008. Solo uno de los responsables fue procesado por el crimen.

La investigación acusa a las autoridades de no detener la violencia contra los trabajadores de los medios. El Comité para la Protección de los Periodistas calcula que 56 periodistas fueron asesinados en Pakistán desde 1992. Esta cifra, sin embargo, incluye solo aquellos casos en los que hubo un motivo evidente. Los activistas paquistaníes creen que el número real de crímenes sería mucho mayor.

Incluso aquellos que no son asesinados viven en un limbo de temor constante ante las represalias por las investigaciones o denuncias que implican a actores políticos.

“Los periodistas, en particular, aquellos que cubren temas de seguridad nacional o derechos humanos, son blanco de todas las partes en un patrón preocupante de abusos cometidos para silenciar la labor informativa”, añadió. “La amenaza constante pone a los periodistas en una posición imposible, donde prácticamente cualquier noticia delicada los deja en riesgo de recibir violencia de un lado u otro”, expresó.

Editado por Kanya D’Almeida / Traducido por Álvaro Queiruga

LUNES 9 DE FEBRERO DE 2015 – COMCOSUR
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5) El misterio del “Estado Islámico»
La antihistoria de un fenómeno histórico
Ramzy Baroud (Middle East Eye)
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández.

Desde la perspectiva de la historia de los pueblos (“la historia desde abajo” o “la historia social desde abajo”) y en el mejor de los casos, el fenómeno del denominado Estado Islámico (EI) es difícil de explicar; en el peor, está más allá de cualquier comprensión.

En efecto, en estos momentos, la región del Oriente Medio es la incubadora ideal de la militancia violenta y la radicalización política. No obstante, aún en este contexto resulta difícil situar al EI sin plantear toda una serie de preguntas que han quedado sin respuesta. Empezando por la primera guerra de Occidente contra Iraq capitaneada por EEUU (1990-91), la década de bloqueo que la siguió, la invasión de Iraq (2003) a continuación y la anterior invasión de Afganistán (2001), Oriente Medio ha ido experimentando una situación de rápida radicalización más o menos coherente con la violencia que EEUU y sus aliados han infligido a la región.

Además de lo anterior, si tenemos en cuenta la actuación de Occidente apuntalando a Israel a lo largo de décadas además del constante apoyo prestado a los diversos dictadores árabes corruptos y violentos, el resultado más lógico y previsible era la cosecha de generaciones consecutivas de jóvenes indignados, radicalizados, desempleados y humillados. Antes y durante la última guerra de Iraq, algunos de nosotros advertimos incansablemente de la gran radicalización que se avecinaba en Oriente Medio. Hablamos de la desestabilización de toda la región y de que el conflicto podría finalmente extenderse a otros países, que no iba a quedarse confinado a Iraq o Afganistán.

Progreso interrumpido

La Primavera Árabe podía haber sido la plataforma política para una salida positiva hacia el cambio que absorbiera la rabia existente, canalizándola hasta transformarla con el tiempo en una energía constructiva que revertiera la marea de creciente radicalización, desesperanza y militarismo. Pero acabó también ahogada por las mismas fuerzas tradicionales que habían engendrado corrupción y violencia desde el principio.

La realidad posterior a la Primavera Árabe ha forjado el peor de los escenarios posibles que podían imaginar incluso los más pesimistas de entre nosotros. Las “contrarrevoluciones” apoyadas por las intervenciones militares de Occidente remodelaron la vieja realidad pero de una forma mucho más violenta y represiva que antes. Además, se creó un vacío que fue naturalmente llenado por actores no estatales, en ocasiones por tribus –como en el caso de Yemen y, parcialmente, de Libia- y en otras por grupos de combatientes, como en el caso de Siria. El más tristemente célebre entre ellos es el denominado Estado Islámico (EI). Pero ahí es donde la lógica de la historia empieza a disiparse.

Los confines del análisis histórico

Con independencia de cómo pueda explicarse el ascenso del EI desde un punto de vista histórico, uno tropieza con demasiadas limitaciones a la hora de enfrentar cualquier argumento existente. En realidad, hay más preguntas que respuestas. La historia de los pueblos intenta estudiar determinados fenómenos políticos y de otro tipo examinando las circunstancias subyacentes en la historia que van más allá de las intrigas, intereses y conspiraciones de las elites rivales. Tiene en cuenta las vidas de la gente de a pie, unidas por los más comunes denominadores históricos, a fin de explicar los sucesos colectivos del pasado o del presente, tratando de explorar posibilidades futuras.

Esas variables pueden ser tan generales como las dificultades económicas prolongadas y tan específicas como un suceso singular: la guerra. Es posible que los historiadores no califiquen el proceso específico del pensamiento del ejército egipcio como tema importante de estudio, pero el papel del ejército en la revolución del 25 de enero de 2011 y el golpe del 3 de julio de 2013 contra un presidente, Mohammed Morsi, democráticamente elegido, es realmente una variable muy importante en todos los fenómenos colectivos desencadenados.

¿Puede considerarse el EI como un fenómeno colectivo?

A juzgar por el número de individuos que creemos pueden haber estado involucrados en la formación del grupo y en su supuesto alcance más allá de ciertas geografías, el EI podría reconocerse en efecto como un fenómeno colectivo. Los miembros y partidarios del EI cuentan con una fuerte presencia en Iraq y Siria, aunque afirman tener influencia en otras zonas del Oriente Medio, incluido el Sinaí, Egipto, Libia y otros lugares.

De hecho, entraron en el escenario libio de forma dramática, de por sí ya atestado de milicias y otras manifestaciones violentas, decapitando a 21 egipcios que trabajaban en ese país asolado por la guerra del Norte de África. La justificación ofrecida por esos asesinatos no está muy clara, pero de forma tácita se entiende que se debió a que eran cristianos y que eso era suficiente para justificar la matanza.

El dilema del Estado Islámico

Pero hay una cuestión desconcertante. Mientras que al-Qaida durante sus fases más violentas se ganó el apoyo de mucha gente de la región, el EI apenas goza de popularidad. Incluso el apoyo de los yihadistas salafíes está disminuyendo aquí y allá. En realidad, aunque hay muchos que les desprecian, los teóricos de la conspiración están muy ocupados vinculándoles con Israel, EEUU y otros regímenes árabes, lo que podría considerarse como la máxima negación del grupo.

Quienes les apoyaron a medias durante la primera fase de la guerra civil siria se volvieron rápidamente en su contra. Después se acusó al EI de ser una sucursal de la inteligencia siria, o al menos de trabajar estrechamente con el régimen con el objetivo de romper las filas de la oposición. Esa teoría quedó inmediatamente descartada en cuanto el EI empezó a masacrar soldados sirios, aunque los medios apenas dieron cobertura a este aspecto.

Aún así, el EI está creciendo y sus tentáculos se extienden cada vez más, a pesar de la guerra declarada bajo mando estadounidense para destruirlo con ayuda de muchos aliados poderosos. Podría decirse que el EI ha sido un resultado de varias alianzas que se produjeron en Iraq hace diez años entre al-Qaida y otros grupos regionales; pero no aparecieron como fuerza seria hasta hace poco. Sin embargo, en cosa de dos años o menos, obtuvieron lo que al Qaida –que fue mucho más popular al oponerse a EEUU y sus aliados- no pudo conseguir en casi quince años.

En cuestión de meses, el EI logró reclamar y mantener el control sobre inmensos avances territoriales en Siria pero mucho más rápidamente en Iraq, hasta poner en funcionamiento una cierta forma de economía y desarrollar un más que notable aparato mediático. Incluso ha desarrollado su propio plan de estudios para las escuelas. Teniendo en cuenta la infamia de sus métodos, parece que el EI está poco preocupado por su popularidad entre la gente común, que es su víctima final. Esto ha quedado muy claro una y otra vez, sobre todo en el asesinato del piloto jordano, Muaz Kasasbeh, y los trabajadores egipcios en Libia y en cientos de casos que han resultado de menor interés para los medios.

Más allá del argumento de los “salvajes”

Aunque la violencia y la guerra radicalizan a la gente, el tamaño y naturaleza del fenómeno del EI no parece consistente con su contexto histórico racional. Incluso el argumento del sectarismo no aborda casi nunca el tema. Las víctimas del EI pertenecen a todas las clases, religiones, etnias, género y grupos políticos. La mayoría de sus víctimas son de hecho musulmanes sunníes. Si uno sigue el rastro sangriento de sus acciones, rara vez pueden detectarse similitudes definibles o una lógica unificada, además del hecho de que todo su “bárbaro” comportamiento busca infundir miedo.

Las fácilmente defendibles teorías sobre los “bárbaros”, “salvajes” y “psicópatas” son el último recurso de quienes no pueden encontrar una explicación plausible para ese tipo de comportamiento. Algunos encuentran en la conducta del EI una útil oportunidad para cargar contra el Islam, para perplejidad de la mayoría de los musulmanes, que saben muy bien que quemar a una persona va en contra de todos los valores que el Islam defiende. Incluso al-Qaida rechaza al EI a causa de su brutal conducta, lo que en sí mismo resulta muy revelador.

Sin embargo, nada de esto explica la habilidad política del EI y menos aún su impactante estilo mediático. En efecto, las acciones del EI parecen estar políticamente calculadas de tal modo que parecen coincidir con los intereses de las potencias occidentales y regionales. Por ejemplo, el grupo anunció su existencia en el Sinaí en el momento en que el hombre fuerte de Egipto, Abdul Fatah al-Sisi, estaba desesperado intentado encontrar algo que distrajera de los problemas políticos y económicos en el país.

Masacraron a los trabajadores egipcios justo cuando Sisi se moría de ganas de meterse en Libia para apoyar a las fuerzas aliadas con el general entrenado por la CIA Jalifa Haftar, y cuando Sisi estaba firmando un lucrativo acuerdo con Francia para comprar aviones de combate franceses Rafale que nadie parece interesado en comprar. Las autoridades egipcias tenían un plazo de 50 días para negociar la liberación de los trabajadores. A pesar de las súplicas de las familias, no hicieron prácticamente nada. Una vez asesinados, Egipto se fue a la guerra y en 24 horas firmaba un contrato con Francia para comprar los aviones de combate.

Es importante indicar que Francia había asumido una posición de liderazgo en la guerra de la OTAN contra Libia y que es en gran medida responsable del caos creado desde el derrocamiento del asesinado dirigente libio Muamar Gadafi. Francia necesita del apoyo regional para su política libia y el gran ejército de Sisi parece ser la mejor opción posible. Resulta cuando menos asombroso que los videos más perturbadores del EI encajen casi perfectamente con las existentes agendas políticas.

Creciendo, pero no en popularidad

A diferencia de al-Qaida, la agenda religiosa del EI es más bien escasa. Llevan a cabo todo tipo de extrañas acciones en nombre del Islam, pero parecen carecer de una profunda teología islámica o visión de futuro. Son intensamente militaristas y su cuerpo de literatura islámica es selectivo y deficiente. Esa es la conclusión a la que han llegado quienes pasaron un tiempo con el EI, esperando que el componente religioso fuera el elemento primordial de su guerra. ¡Qué va!

Sin embargo, sin un respaldo popular destacable y distantes de gran parte del contexto histórico de Oriente Medio, continúan creciendo y aparecen en los lugares más convenientes políticamente. Gracias al despreciable acto del EI quemando al piloto, Jordania ya no se polariza en la guerra de su país en Siria. Egipto está siguiendo la misma pauta de intervención gracias a la matanza de los trabajadores egipcios.

Con esto no estoy tratando de plantear la existencia de una conspiración específica ni pretendo entender las dinámicas exactas que impulsan al EI, sino plantear preguntas: la más destacable entre ellas es que las misteriosas raíces del EI, su repentina aparición, su crecimiento masivo y la inexplicable expansión geopolítica es incompatible con la falta de entusiasmo hacia ellos y hacia su causa entre la gente común y corriente.

En realidad, si tuviéramos sólo en cuenta el prisma de la historia de los pueblos, el EI es un fenómeno ahistórico. Al explorar ese supuesto, quizá entendamos y podamos enfrentar mejor al EI. La respuesta no está en comprender al Islam o a los musulmanes, sino en seguir el rastro del dinero, las intrigas regionales y las obvias, y no tan obvias, agendas políticas en competición. En pocas palabras, la gente común no es la fuerza detrás del EI.

No sólo el EI parece no tener una estrategia propia, sino que su “estrategia” es inexplicable y enigmáticamente consistente con la de quienes están buscando mantener la intervención militar regional e internacional como la única vía de abordar las crisis del Oriente Medio. Si aceptamos esa hipótesis, es probable que cambiemos la forma de explicar y pensar respecto al Estado Islámico en su conjunto.

Ramzy Baroud –ramzybaroud.net- es doctor en Historia de los Pueblos por la Universidad de Exeter. Es editor-jefe de Middle East Eye, columnista de análisis internacional, consultor de los medios, autor y fundador de PalestineChronicle.com. Su último libro es “My Father Was a Freedom Fighter: Gaza’s Untold Story” (Pluto Press, Londres).

LUNES 23 DE FEBRERO DE 2015 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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