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EL GOLPISMO DEL SIGLO XXI

1) Carlos Taibo: “El TTIP es la mayor osadía del gran capital” –
2) Ese paraíso fiscal llamado Holanda –
3) Petróleo nefasto – Jorge Bañales –
4) El golpismo del siglo XXI – Stella Calloni –
5) Google lo sabe todo de ti – Ignacio Ramonet

COMCOSUR — POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 16 / Nº 760 / Lunes 8 de Febrero de 2016 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) Carlos Taibo: “El TTIP es la mayor osadía del gran capital”
(infoLibre)

Carlos Taibo (Madrid, 1956) no se anda por las ramas. Su percepción del mundo no es nada alentadora. La crisis financiera, los acuerdos comerciales soterrados, la política al servicio de intereses económicos privados o la nula incidencia popular en la toma de decisiones son suministros para un cóctel incendiario como la desigualdad. La mirada de este profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de Madrid se endurece al escuchar esa palabra. En su último libro, Para entender el TTIP. Una visión crítica del acuerdo transatlántico de comercio e inversiones (Transatlantic Trade and Investment Partnership), despedaza con la frialdad de un taxidermista lo que considera “la mayor osadía del gran capital para que su poder sea irreversible”. De ahí que su receta a los males que asuelan el planeta se mantenga intacta: “Sigo creyendo en la autogestión y en el apoyo mutuo”. Escritor con hondas raíces gallegas, Taibo también siente fascinación por el lenguaje y, en especial, por el idioma que hablan los árboles y los pájaros en la orilla sur del río Miño. Su diccionario y los más de 20 ensayos en galego-portugués sobre temas tan dispares como la antigua Yugoslavia o el desplome del comunismo soviético, son como un esperanto galaico con el alma viajera.

—¿Cómo va a afectar el TTIP a los ciudadanos europeos?
—Pese al secretismo de las negociaciones, conocemos algo de su contenido. Y es esa opacidad la que nos hace comprender que el acuerdo producirá un deterioro visible de nuestra situación en el terreno social, laboral y medioambiental.

—¿Aún peor de lo que ya está?
—Es difícil entender que después de la vuelta de tuerca que el gran capital ha imprimido en la UE aún pueda incrementarse. Pues sí, porque su osadía no tiene límites. Ahora pretenden hacer que su dominio sea irreversible. Por ejemplo, algo tan sencillo como que un ayuntamiento no pueda remunicipalizar el servicio de agua. Vivimos una fase de capitalismo enloquecido que creo que ha perdido los frenos que en el pasado le permitieron salvar la cara.

—La escritora india Arundhati Roy ha vaticinado que “el capitalismo fracasará como el comunismo”. ¿Qué opina?
—Es un debate complejo. Hay argumentos para apuntalar dos opciones distintas. Una es la de Roy. La otra es la que describe un capitalismo extremadamente duro, con aspiraciones de sacar adelante un proyecto de “darwinismo social” militarizado o de “ecofascismo” que implica la marginación visible que ya empezamos a sufrir, o en su caso el exterminio de buena parte de la población planetaria.

—Pero ese segundo proyecto es otra forma de colapso.
—Sin duda. Hablar de que deben sobrevivir 800 millones de seres humanos sobre un total de 7.000 millones indica las proporciones de locura y nos emplaza a un escenario similar al diagnóstico realizado por Arundhati Roy.

—¿Vivimos una guerra silenciosa por el comercio mundial?
—Algo de eso hay aunque aún no ha estallado en toda su magnitud. Pero no nos engañemos: China o India no ofrecen un modelo alternativo al capitalismo. Hay quien considera que ambos países han incorporado muchos de los elementos más negativos del capitalismo colonial como es la extracción de la plusvalía absoluta del siglo XIX en Europa. Quienes preconizan que las economías emergentes representan un modelo alternativo se están equivocando. Sólo son un obstáculo que el capitalismo tradicional quiere eliminar.
—¿Es el TTIP la gestación de una OTAN económica?
—Me parece una comparación adecuada. El TTIP no es un acuerdo neutro que simplemente aspira a suprimir duplicaciones o cancelar aranceles. Se trata de un proyecto muy asentado, que refleja la lucha eterna del capitalismo internacional entre unos modelos y otros distintos.

—¿Y qué papel reserva el TTIP a los Estados?
—Indudablemente pierden la soberanía pero con un matiz muy importante: no conviene idealizar a los Estados como agentes de oposición a la rapiña de las grandes capitales transnacionales. En mi opinión, la inmensa mayoría de los Estados forma parte de esa trama desde que decidieron, hace ya tiempo, dejar de proteger a los ciudadanos.

—¿Considera que es imposible cambiar el sistema desde dentro?
—No veo ni un solo indicador sólido. Pensar que las instituciones son neutrales es la ingenuidad del pensamiento de la izquierda actual. Creen que si hoy se aprueba el TTIP, mañana podrá derogarse en virtud de una nueva mayoría. No es así. En el caso de ese tratado, no tengo duda de que lograrán sacar adelante ese texto con unas u otras formulaciones. Me temo que la izquierda va a quedar entrampada si no decide romper drásticamente con la dinámica actual y apela a la desobediencia.

—Pero construir una nueva sociedad desde abajo, al margen de las instituciones, también carece de modelos consistentes donde mirarse.
—Sí, lo asumo. Sin embargo, creo que no es el momento ideal para volver a repetir la jugada de darse con la cabeza en las mismas instituciones.

—Grecia podría ser el ejemplo del fracaso de la izquierda transformadora.
—Sí. Hace un año, todos éramos griegos en solidaridad con un pueblo que estaba haciendo frente a la ignominia de la Troika. Incluso se ganó un referéndum que el propio Gobierno incumplió poco después. Hoy no queda nada de aquello. Ahí está Syriza pactando con Netanyahu. Grecia es el ejemplo de libro de hasta dónde se puede llegar jugando en las instituciones.

—¿Qué significa que un partido político como el PP, enfangado hasta las cejas en la corrupción, haya vuelto a ganar las elecciones y tenga posibilidades de gobernar?
—Es un indicador de que la corrupción es funcional al sistema y que buena parte de la ciudadanía entiende que la corrupción es un pecado disculpable. A todo esto habría que agregar que las fuerzas alternativas, especialmente el PSOE, no puede aportar un currículum mucho mejor.

—Usted no cree nada de la democracia liberal.
—No. Las formas están tan marcadas y los intereses ocultos son tan evidentes que creer en eso a estas alturas es absurdo.

—¿Qué opina de los partidos emergentes?
—Cualquier plan que aspire a modificar el régimen es un proyecto ciego. Estos partidos plantean una discusión interesante sobre la corrupción, el bipartidismo e incluso la república pero no hablan del sistema, es decir, del trabajo asalariado, de la crisis ecológica, de la sociedad patriarcal. Su silencio sobre estos temas es llamativo.

—Pero Podemos, por ejemplo, defiende encarar primero los problemas urgentes para luego, desde el poder, iniciar cambios más profundos.
—Personalmente me parece un discurso falsario porque no es posible. Por eso, intuyo que las fuerzas emergentes son un engranaje que el propio sistema ha decidido promover porque necesitaba un poco de oxígeno.

—¿Considera que la irrupción de Podemos ha desmovilizado la protesta ciudadana?
—No es la causa pero ha sido una respuesta muy útil. Los portavoces inteligentes del sistema agradecen a Podemos que haya frenado un gravísimo riesgo de que una parte de la población asumiese una estrategia de contestación frontal, casi revolucionaria.

—¿Es usted anarquista?
—Una vez escuché a un amigo decir que deben ser otros quienes digan que uno es anarquista para no caer en la petulancia. Me defino como un libertario. Creo en la autogestión, en la autoorganización, en la acción directa y en el apoyo mutuo, pero no me siento identificado con el anarquismo doctrinario como tal.

LUNES 8 DE FEBRERO DE 2016 – COMCOSUR
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2) Ese paraíso fiscal llamado Holanda
Lo que no se conoce sobre el dirigente que lidera la campaña de la austeridad contra Grecia y España
Vicenç Navarro (Publico)*

Cualquier lector que haya seguido de cerca las noticias sobre Grecia recordará que una figura clave de la imposición de las políticas de austeridad al pueblo griego, que han tenido un impacto devastador para aquel país, fue el Presidente del Eurogrupo, el Ministro de Finanzas de Holanda, el Sr. Jeroen Dijsselbloem, que lideró el ataque (y no hay otra manera de decirlo) a Grecia, forzándola a que aplicara las recetas neoliberales que han causado tanto daño, no solo a las clases populares griegas, sino a las de todos los países -incluyendo España- cuyos gobiernos han aplicado dichas recetas.

Tal personaje fue especialmente duro en las exigencias fiscales, acusando al gobierno Syriza de no hacer el trabajo que tenía que hacer, a saber, recoger fondos públicos para pagar las deudas que el gobierno griego había heredado del gobierno conservador liberal anterior. Y este mismo señor ha estado presionando con particular insistencia y mano dura al gobierno español para que haga más recortes y ajustes del gasto público, aplicando las mismas políticas públicas que causaron un enorme daño al pueblo griego, liderando el sector más duro del Eurogrupo, el cual forman los Ministros de Economía y Finanzas de los países de la Eurozona, que él preside. Después de Grecia, Dijsselbloem ha escogido España como su punto de mira, exigiéndole unos recortes de nada menos que de 9.000 millones de euros, que desmantelarían todavía más el ya muy subfinanciado Estado del Bienestar español.

España es uno de los países con un gasto público social por habitante en sanidad, en educación, en escuelas de infancia, en servicios domiciliarios, en vivienda social, en servicios sociales y un largo etcétera, más bajos de la UE-15. Pero tal personaje ha puesto como prioridad de su labor el que se gaste incluso menos, pues según él, el déficit público de España es hoy el problema mayor que tiene este país, punto de vista que, por cierto, es ampliamente sostenido por la mayoría de economistas neoliberales que tienen gran proyección mediática en los medios de información y persuasión españoles (incluyendo los catalanes).

¿Quién es este personaje, el Sr. Dijsselbloem?

Lo que no se conoce –porque no se ha publicado en ninguno de los mayores medios de información- es quién es este señor. Dicho personaje ha jugado un papel clave en convertir Holanda en un paraíso fiscal en el que las mayores empresas europeas (incluyendo españolas) y norteamericanas evitan pagar sus impuestos en los países donde se realiza la producción, la distribución o el consumo de sus productos. La política impositiva de tal país está diseñada para atraer a compañías multinacionales que establecen su sede en Holanda. Las ventajas fiscales y subsidios públicos, así como su tratamiento sumamente favorable a las rentas del capital, son bien conocidos en el mundo financiero y empresarial.

Ello explica que haya muchas compañías que establezcan su sede en Holanda (desde la compañía minera canadiense Gold Eldorado a la estadounidense Starbucks, la lista es enorme). En realidad, algunas de estas compañías solo tienen en Holanda una dirección postal, sin edificio siquiera, como es el caso de los grupos musicales Rolling Stones o U2, del Sr. Bono, que se ha hecho famoso y rico a base de supuestamente defender a los pobres del mundo (ver el artículo de David Hollanders What Europe Needs to Know About The Dutch Tax Haven, Social Europe Journal, 05.01.16). En realidad, muchos de los beneficios fiscales y subsidios, así como las transacciones financieras no son públicos, e incluso miembros del Parlamento holandés no tienen acceso a esa información.

Es sorprendente que Holanda, sin embargo, no aparezca en la lista de paraísos fiscales. Y ello se debe a la activa movilización de la coalición gobernante en Holanda, formada por el partido socialdemócrata, al cual pertenece el Ministro de Finanzas, el Sr. Dijsselbloem, dirigiendo la política económica y financiera del país, y el partido radical de derechas, que aprobaron una ley en el año 2013 en la que se indicaba que Holanda no era un paraíso fiscal, por mucho que se le pareciera.

El gobierno prácticamente prohibió el uso de tal término, lo cual no fue un obstáculo para que el gobierno holandés haya apoyado la realización de seminarios para empresarios extranjeros (realizados en el extranjero, el último en Ucrania) para enseñarles cómo evitar pagar impuestos en Holanda.

Como bien indica David Hollanders, Holanda es un ejemplo de libro de texto de lo que es un paraíso fiscal. Como muestra tal autor, hay 12.000 empresas (que manejan un total de 4 billones de euros) que tienen una sede postal en Holanda, que incluyen el 80% de las cien empresas más grandes del mundo y el 48% de las mayores compañías que aparecen en la revista Fortune.

Entre tales empresas con sede postal en Holanda hay empresas portuguesas, españolas (como la empresa que se benefició de la privatización de la empresa pública Aigües Ter Llobregat por la Generalitat de Catalunya —ver Tots els camins porten a Holanda, El Triangle, 23.12.15), griegas y otras, lo cual implica que Grecia, España, Portugal y otros países dejan de ingresar impuestos (millones y millones de euros) a las arcas del Estado debido a las políticas aprobadas por el gobierno holandés, del cual el Sr. Dijsselbloem es uno de los mayores responsables y arquitectos, el mismo personaje que acusa a Grecia y a España de tener excesivos déficits públicos, déficits públicos que no existirían si las grandes empresas pagaran los impuestos que tendrían que pagar si no tuvieran sus sedes fuera del país, incluyendo Holanda, situación favorecida y facilitada por tal señor.

Se sabe que el Sr. Jean-Claude Juncker, hoy Presidente de la Comisión Europea, es otro personaje que hacía lo mismo cuando era Presidente y Ministro de Finanzas de Luxemburgo, otro paraíso fiscal donde un gran número de empresas internacionales, incluyendo españolas, tienen su sede. El Sr. Jean-Claude Juncker es también de los que presiona por todos los medios para que se apliquen las políticas de austeridad en Grecia y en España. Pero no se sabía tanto de este otro personaje, el Sr. Dijsselbloem. El cinismo y la indecencia, por no decir falta de ética, de tales personajes alcanzan ya niveles sin precedentes. Y esta es la Europa a la que se nos pide que pertenezcamos.

* Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y ex Catedrático de Economía. Universidad de Barcelona

LUNES 8 DE FEBRERO DE 2016 – COMCOSUR
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3) Petróleo nefasto
Jorge Bañales (Brecha)

Aceptar una industria petrolera no es una decisión sin advertencias contrarias. Desde que en 1859 Edwin Drake perforó el primer pozo de petróleo en Pensilvania, la explotación de hidrocarburos ha acumulado una historia de atrofias económicas, corrupción, guerras y desastres ambientales. Nadie, hoy, toma la opción a ciegas a menos que elija olvidar esa historia.

En 1976 el ex ministro de Minas e Hidrocarburos de Venezuela Juan Pablo Pérez Alfonso, conocido como “el padre de la Organización de Países Exportadores de Petróleo” (Opep) y como “el profeta olvidado de Los Chorros”, por el barrio de Caracas donde desde su residencia Pérez Alfonso procuraba advertir al mundo sobre la realidad del petróleo publicó un libro titulado Hundiéndonos en el excremento del diablo. A esta altura la economía venezolana estaba ya tan cagada como lo está hoy: la exportación de petróleo redituaba el 70 por ciento de los ingresos nacionales, aplastando la producción agropecuaria, haciendo al país dependiente de los dineros del mercado petrolero y enanizando todo intento de diversificación económica.

Cinco años antes de la jeremiada de Pérez Alfonso, Eduardo Galeano había ilustrado en Las venas abiertas de América Latina el proceso repetido de descubrimiento de un recurso natural, el crecimiento explosivo de su explotación, la deformación de las economías, la concentración de riquezas y, en muchos casos, la devastación dejada atrás por las viarazas de la demanda mundial.

Décadas más tarde, con el precio internacional del petróleo alrededor de 100 dólares por barril, se tornó económicamente viable la explotación de yacimientos en Oklahoma empleando la técnica de fracking, que literalmente fragmenta el subsuelo con la inyección de millones de litros de agua y productos químicos. En un par de años la economía de Oklahoma floreció, cientos de miles de trabajadores se apiñaron en ciudades pequeñas o pueblos brotados al impulso del dinero petrolero. Y ahora que el precio internacional ha caído a menos de 30 dólares por barril, los pueblos están casi abandonados, y las ciudades que soñaron con proyectos faraónicos se debaten al borde de la quiebra.

El éxito mismo de la tecnología contribuyó a la debacle: Estados Unidos se ha convertido en el mayor extractor de petróleo en el mundo, contribuyendo al exceso de oferta. Y Arabia Saudita, su aliado y competidor petrolero, está resuelto a seguir bombeando sus pozos hasta que el precio baje lo suficiente como para fundir a los petroleros estadou-nidenses.

En su siglo y medio largo de explotación industrial el petróleo se convirtió en el combustible de un crecimiento económico sin par en la historia de la humanidad. Serían impensables las ciudades, las exploraciones, y los millares de productos derivados del petróleo presentes en casi cada actividad humana. La economía global es adicta al petróleo, y el petróleo pone y quita gobiernos, inicia y decide guerras y, con su mancha, amenaza al ambiente.

Basta una recorrida por los países cuya economía se ha tornado dependiente del petróleo para justificar una pausa en la consideración de sus beneficios. Los países pueden depender del petróleo tanto si son exportadores como si son mayor o totalmente importadores. Dado que, en términos generales, los grandes consumidores son a la vez las naciones con mayor poderío militar y económico, los países que exportan petróleo son vulnerables a presiones, injerencias y hasta invasiones que garanticen el acceso de los consumidores.

La industria petrolera emplea relativamente poca mano de obra, de modo que unos miles de trabajadores producen una tajada sustancial del ingreso nacional. Ya sea que la explotación esté a cargo de un monopolio estatal o la conduzcan empresas privadas que pagan concesiones al Estado, esa fuente de ingresos acostumbra a un país a vivir en la fantasía de que puede comprarlo todo sin trabajar demasiado. En la era pujante de los petrodólares, los venezolanos abarrotaban los aeropuertos el viernes para ir a Miami a comprar desde equipos estereofónicos a papel higiénico, desde muebles hasta zapatos.

Lindo lo de los petrodólares, mientras dura. Y ese “mientras” nunca está en manos del exportador de petróleo. Cuando, por las razones que sean, el precio cae, el país se encuentra con que no cultiva alimentos, no produce zapatos, no fabrica ni el papel con que se limpia.

La ilusión de que un país pequeño podrá ejercer, y mantener a largo plazo, su propia política petrolera es nada más que eso: una ilusión.

La tradición atribuye al presidente mexicano Álvaro Obregón la frase “no hay general que resista un cañonazo de 50 mil pesos”, pero el hecho persiste con los debidos ajustes inflacionarios. No es casualidad que el mayor escándalo presente en Brasil esté centrado en Petrobras, la mayor compañía del país, o que otro en Uruguay gire en torno a Ancap. Tampoco es casualidad que las tribulaciones financieras que hoy encara el presidente de Rusia, Vladimir Putin, estén vinculadas al precio internacional del petróleo; o que algunos mal pensados atribuyan al petróleo la invasión a Irak en 2003, los derrocamientos de gobiernos en varios puntos de América Latina y África, o la leyenda de las “siete hermanas” petroleras.

BISAGRA ENERGÉTICA

El uso del término “producción” en el caso del petróleo es equívoco: nadie “produce” petróleo. Es un recurso abundante pero limitado, cuya explotación requiere inversiones cada vez mayores para quitarle a la Tierra los hidrocarburos atrapados en procesos geológicos hace millones de años.

Es cierto que, en teoría, no existe razón alguna para que las ganancias de una industria petrolera no se distribuyan de acuerdo con principios de justicia social, para beneficio de todo un país, regando el crecimiento de una agricultura que garantice la seguridad alimentaria de la población, estimulando la consolidación de una diversidad de industrias y, aun, tomando precauciones para contener y reducir el impacto ambiental.

En la realidad, dondequiera haya brotado una industria petrolera los resultados han incluido una concentración de la riqueza, la casi total inseguridad alimentaria de una población que come lo que importa pagando con petrodólares, la anemia de industrias alternativas, y repetidos y extensos daños ambientales.

En el verano boreal de 2008 los precios internacionales del petróleo subieron abruptamente sin relación alguna con la situación de oferta y demanda, sin guerras que amenazaran el suministro ni bonanzas económicas que espolearan el consumo. Simplemente hubo una “burbuja” financiera que se asentó en el mercado petrolero. El impacto que ello tuvo en las economías débiles nunca se contabilizó, ni tampoco hubo pedidos de cuentas por las ganancias arreadas por los especuladores. Simplemente, jueguitos de los grandes.

Cuando ahora se habla de un derrumbe espectacular de los precios es porque éstos han bajado de una cima artificial.

Más allá de los altibajos de precios al vaivén de conflictos internacionales, aceleración económica o desaceleración económica, el hecho es que el costo de extracción del petróleo ha ido subiendo, sigue subiendo y seguirá subiendo por la razón simple de que es un recurso limitado. A medida que suba el precio se harán rentables las exploraciones en áreas ahora difíciles, y el uso de tecnologías ahora consideradas caras.

Inevitablemente, en las próximas décadas el costo de extracción y el precio del petróleo en los mercados globales harán atractivo el desarrollo de fuentes de energía renovables, variadas y, con excepción de la energía nuclear, menos contaminantes. Un ejemplo es el desarrollo de paneles solares en China, que ha alcanzado una relación costo/beneficio tal que los hace competitivos aun en mercados como el de Estados Unidos.

Cuando el mundo entero empieza a enfocarse en un esquema energético diverso, que ofrece amplio espacio para el ingenio, las inversiones, el ambiente y la sociedad, ¿por qué y para qué atar el país a una tecnología del pasado?

LUNES 8 DE FEBRERO DE 2016 – COMCOSUR
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4) El golpismo del siglo XXI
Stella Calloni (Resumen Latinoamericano)

¿Qué sucedería si una mayoría republicana de Estados Unidos dijera que sería “irresponsable” dejar terminar su período de gobierno al presidente del Partido Demócrata Barack Obama?. ¿Qué sucedería si la mayoría parlamentaria argentina dijera que sería “irresponsable” dejar continuar a un gobierno como el de Mauricio Macri, que funciona por Decretos de Necesidad y Urgencia, arrasando la ley y las instituciones, reprimiendo a un pueblo al que le mintió impunemente en la campaña electoral?

El pasado 29 de enero el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Henry Ramos Allup afirmó que sería “irresponsable” permitir que el presidente Nicolás Maduro, finalice su mandato y no sólo esto, advirtió que si el presidente continúa en el gobierno su sucesor heredará un “cementerio”, ante lo cual sostuvo- sin ningún límite -que en el mes de junio la oposición elegirá una figura legal para cambiar el Gobierno.

Envalentonado por el amparo imperial con que cuenta dijo que “la verdad es que yo no quiero que esto dure tres años más, así de peor en pésimo, porque, qué va a pasar al final. Si tú puedes ponerle remedio a una enfermedad antes de que te produzca la muerte, pues le pones el remedio, parece obvio”. ¿Qué dirán los civilizados europeos que tanto apoyan a sus “democráticos” amigos venezolanos, golpistas?

La preguntas iniciales son más que válidas ante las novedades de los últimos tiempos cuando asistimos a nuevos esquemas de golpes de Estado más que blandos y encubiertos, a cara descubierta, como se está viendo en Argentina con la constitución de un verdadero gobierno de facto surgido de elecciones y Venezuela, donde la oposición mayoritaria en la Asamblea Nacional tiene un presidente que “canta el golpe” con la brutalidad que caracteriza a las “nuevas derechas”.

Sostiene Ramos Allup que se proponen terminar con el gobierno de Maduro antes de seis meses sin que nada diga el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro de este golpismo abierto y descarnado. Días antes el mismo Ramos Allup, aseguró que ante la gravedad de la crisis económica no vislumbra a Maduro concluyendo su mandato. “Yo lo veo muy mal, no sé si a final del año, porque tampoco es posible poner un día preciso, pero yo al final del período constitucional, a este ritmo, no lo veo llegar”, manifestó.

Es la confesión pública de que llegaron a la Asamblea Nacional exclusivamente a impedir gobernar a Maduro, pidiendo el respaldo a las nuevas leyes que presentará la mayoría opositora para intentar dar un golpe final, sobre lo actuado desde el golpe de 2002.

Curiosa situación de golpismo permanente en Venezuela, que pasó de las calles enlutadas con muerte y destrucción, después de aquella declaración pública de Leopoldo López – que no es un preso político- al inicio de un nuevo intento de golpe de Estado llamado “la Salida” con manifestaciones violentas supuestamente estudiantiles(encubriendo a los paramilitares colombianos que participaron activamente ) a comienzos de 2014 cuando dijo que no se iban a ir de las calles hasta “no sacar a Maduro”, declaración golpista si las hay.

43 muertos, casi un millar de heridos, millones de pesos en destrucción de edificios, universidades y demás, fue el saldo criminal de “La salida” . Los golpistas eternos que desabastecieron el país, se robaron millones de dólares en gasolina, en alimentos, medicamentos y demás en complicidad con los paramilitares colombianos, que además de matar en su país, asesinan sin piedad en Venezuela, como sucedió en estos días con el asesinato del periodista Ricardo Durán.

El periodista Durán trabajaba para el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV) ,era jefe de prensa del gobierno del Distrito Capital. Trabajó como director de Comunicación e Información de la Asamblea Nacional y ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2009.

El periódico opositor El Universal sostuvo que fue uno de los periodistas clave en comunicar “lo que ocurrió durante los días de abril de 2002, desde las propias instalaciones del canal, en tiempos en los que reinó la confusión cuando el entonces presidente, Hugo Chávez, fue retirado del cargo”. Qué delicadeza del Universal usando la palabra “retirado del cargo” cuando Chávez fue secuestrado en medio de un brutal golpe de Estado cívico militar.

Vale recordar lo sucedido(octubre 2014) con el asesinato, torturas previas, del joven diputado del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV) Robert Serra y María Herrera su compañera, además de otros crímenes brutales de la “oposición democrática” y de los sabotajes contra el país que más había avanzado en recuperación social de su población, como lo admitían los organismos internacionales.

Estos crímenes son parte del golpismo y de la injerencia de Estados Unidos, que hace tiempo amenaza con invadir ese país, financia, asesora y dirige a una oposición mercenaria y al paramilitarismo mediático que le sirve. Millones de dólares fueron repartidos en Venezuela y en Argentina para “orientar” las campañas electorales . Esto es injerencia y corrupción y es el mayor fraude contra nuestros gobiernos y pueblos. La ofensiva avanza sobre Brasil, Bolivia, Ecuador.

MACRI LA INVENCION DE UN PRESIDENTE

En Argentina el “modelo democrático” de Mauricio Macri, emprendió una demolición brutal de todo lo que había recuperado el país, esencialmente el Estado, que en 2001 se derrumbó en la crisis económica y política más dura en la historia nacional.

Gobernando desde el pasado 10 de diciembre por Decretos de Necesidad y Urgencia,(DNU) violando las leyes y la constitución, llevando al país hacia un camino que significa no sólo la destrucción de lo que costó años construir, con muertes y sacrificios, Macri, comienza su gobierno entregando Argentina al poder hegemónico mundial, a los organismos siniestros, como el Fondo Monetario Internacional, de lo que se ufana el ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay, un agradecido empleado de bancos e instituciones extranjeras.

Macri no sólo apoya el golpismo contra Venezuela, sino que se ha convertido hipócritamente en un “defensor de los derechos humanos en ese país”-. Es el mismo presidente que está arrasando con todos los derechos del pueblo argentino, violando los derechos humanos, sociales y políticos, intentando volver atrás todo lo actuado contra los responsables de crímenes de lesa humanidad durante la dictadura pasada, algo tan valorado en el mundo.

“Rápido y furioso” arremete contra todo vestigio de defensa y derecho logrado por el pueblo, , después de la campaña mediática terrorista encabezada por el grupo monopólico Clarín, dueño de todos los espacios más importantes de comunicación a nivel nacional y el más favorecido por el gobierno de Macri. La persecución del monopolio de Clarín contra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner no tiene parangón en la historia.

El golpismo actual en Argentina comenzó el mismo día de la asunción de Macri, un empresario ultraderechista, que desde 2007 (de acuerdo a Wikileak) ofreció sus servicios a la embajada de Estados Unidos aquí. La ofensiva golpista comenzó con decretos que determinaron la intervención de instituciones, medidas absolutamente ilegales, como el nombramiento por decreto de dos de “ sus” jueces por decreto en la Corte Suprema. Todas las medidas económicas favorecen a los poderosos y marcan un camino de exclusión para el pueblo.

Los despidos masivos con métodos brutales,- que es una forma de “desaparecer” a un ser humano- desconociendo al Congreso, la persecución político-ideológico , abiertamente, con la impunidad que le da el poder mediático, desde que era un intendente de la Ciudad de Buenos Aires. Asumió la presidencia con dos procesos abiertos, por reprimir a los pobres y espiar a trabajadores, políticos y hasta sus propios familiares.

Mientras Estados Unidos y su red de asociados “y empleados locales” apoyan los decretazos anticonstitucionales de Macri, aplaudidos por el poder hegemónico, en Venezuela el decreto de “emergencia económica” firmado por el presidente Nicolás Maduro fue rechazado por la oposición legislativa con la complacencia de ese mismo poder.

Maduro tiene una razón patriótica, de defensa nacional para pedir la aprobación de este decreto de emergencia en un país petrolero , en el marco de la mayor caída de los precios de ese producto a cifras jamás imaginadas.

Ramos Allup y los suyos que apoyan al gobierno de facto de Macri, golpean al corazón de Venezuela, obstaculizando cualquier medida del gobierno de Maduro, que tiene la obligación de accionar con urgencia ante un problema nacional y económico. La negativa opositora en el Congreso es parte del golpismo continuo que Estados Unidos y sus títeres locales ejecutan contra Venezuela.

OFENSIVA IMPERIAL

Estamos asistiendo a una embestida, una ofensiva de verdadera “demolición” de los gobiernos populares de América Latina, para lo cual se han destinado millones de dólares interfiriendo procesos electorales, desacreditando para terminar de golpear la unidad regional, que es la única posibilidad de resistir al proyecto de expansión global, y de recolonización continental del imperio.

Es también la única posibilidad de enfrentar las estrategias contrainsurgentes que supone esta Guerra de Baja Intensidad (GBI) que se aplica en toda la región contra los gobiernos que lograron cambiar el paradigma de la sumisión colonial.

De hecho estamos invadidos por las Fundaciones como la National Endowment Foundation(supuesta Fundación para el Desarrollo de la Democracia) que conocemos como NED. También la vieja Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID) los Institutos Internacionales tanto Republicano como Demócrata y su enorme red de Organizaciones No Gubernamentales lo que permite la ocupación anticipada de territorio y facilita el terrorismo mediático que se nos aplica. Y no olvidemos la red de bases militares, las tropas de despliegue rápido, la IV Flota y demás.

En el plano de guerra psicológica asistimos a la absoluta desculturización de nuestras sociedades, mediante entretenimientos y ofertas, que han desconcientizado a millones de aquellos que el poder hegemónico considera “esclavos medáiticos”.

Es imprescindible comparar la doble moral de los supuestos demócratas de la oposición venezolana y argentina, y las derechas –en todos los casos la más mediocres en la historia de América Latina- que son el ariete con que el gobierno de Estados Unidos intenta retornar a su “patio trasero “ para su proyecto de recolonización.

Para esto está planeado- y hay que seguir los acontecimientos en Argentina y Venezuela- demoler todo lo que haya de posible resistencia futura y avanzar con en el control absoluto de la población como lo está haciendo el actual “modelo argentino” y el golpista bloque opositor venezolano.

En Argentina el gobierno ha sido ocupado por figuras impuestas por Washington, ya que este país por una parte e Israel su socio, han colocado “sus” alfiles en los ministerios estratégicos, sin disimulo.

Estos ministros y secretarios de área pertenecen desde hace tiempo a las Fundaciones de Estados Unidos, como Pensar, Crecer, Libertad , UnoAmérica, y una lista de otras que se han instalado en lo más alto del poder en sólo 40 días. Se tomaron los medios-muy pocos por cierto- que no controlaban, ya que el monopolio del Grupo Clarín impuso la anulación de la Ley de Comunicación Audiovisual , votada en 2009, reconocida en el mundo como un enorme esfuerzo de democratización informativa y reuperación cultural. Como se sabe no puede existir un monopolio mediático, que como Clarín, controle todo el país, el papel prensa y ahora, gracias a decretos de Macri, la posición monopólica se expandió en horas hasta el control de las telecomunicaciones y más.

Para hacerlo en sólo 40 días despidieron a miles de trabajadores, a centenares de periodistas y ampliaron su poderosos manejos de la justicia, que le `permitió a este Grupo monopólico burlar –mediante jueces amigos- la Ley de Medios durante seis años. Ahora esos jueces “son el poder judicial”, una verdadera corporación del poder económico, golpista. Esto viola todas las leyes y los derechos de los pueblos y los derechos humanos.

Se tomaron uno de los países más importantes para la unidad regional, como un severo golpe a la integración. Es un golpe de Estado “rápido y furioso” un shock cuyas consecuencias son inevitablemente graves para la región.

Y para asegurarlo, ante la evidente resistencia en Argentina que, a medida, que se sigan tomando acciones cada vez más antipopulares y regresivas seguirá creciendo, introducen dos temas que son el caballo de batalla de los argumentos del imperio. Advierten sobre el terrorismo y el narcotráfico, instalando el miedo en la población y sin duda-como lo estamos viendo aquí- pedirán “ayuda” militar a Estados Unidos para combatir estos “males”.

Nadie deberá asombrarse de atentados de falsa bandera, como lo hacen en todo el mundo, instalando el miedo irracional, que significa el dominio emocional de una población aterrorizada, que lo acepta todo. Para eso tienen los medios, el paraperiodismo, muy bien pagado -como se paga a los mercenarios- y el trabajo de sapa de la desconcientización social “`para dominarnos mejor”. Sólo la resistencia lnteligente, la unidad y solidaridad instaladas por el empoderamiento de los pueblos de sus derechos, nos hará enfrentar el retorno colonial, y recuperar la libertad y a la independencia definitiva. Tenemos la fuerza de fuerza de la razón, la dignidad y el futuro.

LUNES 8 DE FEBRERO DE 2016 – COMCOSUR
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5) Google lo sabe todo de ti
Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique)

En nuestra vida cotidiana dejamos constantemente rastros que entregan nuestra identidad, dejan ver nuestras relaciones, reconstruyen nuestros desplazamientos, identifican nuestras ideas, desvelan nuestros gustos, nuestras elecciones y nuestras pasiones; incluso las más secretas. A lo largo del planeta, múltiples redes de control masivo no paran de vigilarnos. En todas partes, alguien nos observa a través de nuevas cerraduras digitales. El desarrollo del Internet de las cosas (Internet of Things) y la proliferación de objetos conectados (1) multiplican la cantidad de chivatos de todo tipo que nos cercan. En Estados Unidos, por ejemplo, la empresa de electrónica Vizio, instalada en Irvine (California), principal fabricante de televisores inteligentes conectados a Internet, ha revelado recientemente que sus televisores espiaban a los usuarios por medio de tecnologías incorporadas en el aparato.

Los televisores graban todo lo que los espectadores consumen en materia de programas audiovisuales, tanto programas de cadenas por cable como contenidos en DVD, paquetes de acceso a Internet o consolas de videojuegos… Por lo tanto, Vizio puede saberlo todo sobre las selecciones que sus clientes prefieren en materia de ocio audiovisual. Y, consecuentemente, puede vender esta información a empresas publicitarias que, gracias al análisis de los datos acopiados, conocerán con precisión los gustos de los usuarios y estarán en mejor situación para tenerlos en el punto de mira (2).

Esta no es, en sí misma, una estrategia diferente de la que, por ejemplo, Facebook y Google utilizan habitualmente para conocer a los internautas y ofrecerles publicidad adaptada a sus supuestos gustos. Recordemos que, en la novela de Orwell 1984, los televisores –obligatorios en cada domicilio–, “ven” a través de la pantalla lo que hace la gente (“¡Ahora podemos veros!”). Y la pregunta que plantea hoy la existencia de aparatos tipo Vizio es saber si estamos dispuestos a aceptar que nuestro televisor nos espíe.

A juzgar por la denuncia interpuesta, en agosto de 2015, por el diputado californiano Mike Gatto contra la empresa surcoreana Samsung, parece que no. La empresa fue acusada de equipar sus nuevos televisores también con un micrófono oculto capaz de grabar las conversaciones de los telespectadores, sin que éstos lo supieran, y de transmitirlas a terceros (3)… Mike Gatto, que preside la Comisión de protección del consumidor y de la vida privada en el Congreso de California, presentó incluso una propuesta de ley para prohibir que los televisores pudieran espiar a la gente.

Por el contrario, Jim Dempsey, director del centro Derecho y Tecnologías, de la Universidad de California, en Berkeley, piensa que los televisores-chivatos van a proliferar: “La tecnología permitirá analizar los comportamientos de la gente. Y esto no sólo interesará a los anunciantes. También podría permitir la realización de evaluaciones psicológicas o culturales, que, por ejemplo, interesarán también a las compañías de seguros”. Sobre todo teniendo en cuenta que las empresas de recursos humanos y de trabajo temporal ya utilizan sistemas de análisis de voz para establecer un diagnóstico psicológico inmediato de las personas que les llaman por teléfono en busca de empleo…

Repartidos un poco por todas partes, los detectores de nuestros actos y gestos abundan a nuestro alrededor, incluso, como acabamos de ver, en nuestro televisor: sensores que registran la velocidad de nuestros desplazamientos o de nuestros itinerarios; tecnologías de reconocimiento facial que memorizan la impronta de nuestro rostro y crean, sin que lo sepamos, bases de datos biométricos de cada uno de nosotros… Por no hablar de los nuevos chips de identificación por radiofrecuencia (RFID) (4), que descubren automáticamente nuestro perfil de consumidor, como hacen ya las “tarjetas de fidelidad” que generosamente ofrece la mayoría de los grandes supermercados (Carrefour, Alcampo, Eroski) y las grandes marcas (FNAC, el Corte Inglés).

Ya no estamos solos frente a la pantalla de nuestro ordenador. ¿Quién ignora a estas alturas que son examinados y filtrados los mensajes electrónicos, las consultas en la Red, los intercambios en las redes sociales? Cada clic, cada uso del teléfono, cada utilización de la tarjeta de crédito y cada navegación en Internet suministra excelentes informaciones sobre cada uno de nosotros, que se apresura a analizar un imperio en la sombra al servicio de corporaciones comerciales, de empresas publicitarias, de entidades financieras, de partidos políticos o de autoridades gubernamentales.

El necesario equilibrio entre libertad y seguridad corre, por tanto, el peligro de romperse. En la película de Michael Radford, 1984, basada en la novela de George Orwell, el presidente supremo, llamado Big Brother, define así su doctrina: “La guerra no tiene por objetivo ser ganada, su objetivo es continuar”; y: “La guerra la hacen los dirigentes contra sus propios ciudadanos, y tiene por objeto mantener intacta la estructura misma de la sociedad” (5). Dos principios que, extrañamente, están hoy a la orden del día en nuestras sociedades contemporáneas. Con el pretexto de tratar de proteger al conjunto de la sociedad, las autoridades ven en cada ciudadano a un potencial delincuente. La guerra permanente (y necesaria) contra el terrorismo les proporciona una coartada moral impecable y favorece la acumulación de un impresionante arsenal de leyes para proceder al control social integral.

Y más teniendo en cuenta que la crisis económica aviva el descontento social que, aquí o allí, podría adoptar la forma de motines ciudadanos, levantamientos campesinos o revueltas en los suburbios. Más sofisticadas que las porras y las mangueras de las fuerzas del orden, las nuevas armas de vigilancia permiten identificar mejor a los líderes y ponerlos fuera de juego anticipadamente.

“Habrá menos intimidad, menos respeto a la vida privada, pero más seguridad”, nos dicen las autoridades. En nombre de ese imperativo se instala así, a hurtadillas, un régimen de seguridad al que podemos calificar de “sociedad de control”. En la actualidad, el principio del “panóptico” se aplica a toda la sociedad. En su libro Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión , el filósofo Michel Foucault explica cómo el “Panóptico” (“el ojo que todo lo ve”) (6) es un dispositivo arquitectónico que crea una “sensación de omnisciencia invisible” y que permite a los guardianes ver sin ser vistos dentro del recinto de una prisión. Los detenidos, expuestos permanentemente a la mirada oculta de los “vigilantes”, viven con el temor de ser pillados en falta. Lo cual les lleva a autodisciplinarse… De esto podemos deducir que el principio organizador de una sociedad disciplinaria es el siguiente: bajo la presión de una vigilancia ininterrumpida, la gente acaba por modificar su comportamiento. Como afirma Glenn Greenwald: “Las experiencias históricas demuestran que la simple existencia de un sistema de vigilancia a gran escala, sea cual sea la manera en que se utilice, es suficiente por sí misma para reprimir a los disidentes. Una sociedad consciente de estar permanentemente vigilada se vuelve enseguida dócil y timorata” (7).

Hoy en día, el sistema panóptico se ha reforzado con una particularidad nueva con relación a las anteriores sociedades de control que confinaban a las personas consideradas antisociales, marginales, rebeldes o enemigas en lugares de privación de libertad cerrados: prisiones, penales, reformatorios, manicomios, asilos, campos de concentración… Sin embargo, nuestras sociedades de control contemporáneas dejan en aparente libertad a los sospechosos (o sea, a todos los ciudadanos), aunque los mantienen bajo vigilancia electrónica permanente. La contención digital ha sucedido a la contención física.

A veces, esta vigilancia constante también se lleva a cabo con ayuda de chivatos tecnológicos que la gente adquiere libremente : ordenadores, teléfonos móviles, tabletas, abonos de transporte, tarjetas bancarias inteligentes, tarjetas comerciales de fidelidad, localizadores GPS, etc. Por ejemplo, el portal Yahoo!, que consultan regular y voluntariamente unos 800 millones de personas, captura una media de 2.500 rutinas al mes de cada uno de sus usuarios. En cuanto a Google, cuyo número de usuarios sobrepasa los mil millones, dispone de un impresionante número de sensores para espiar el comportamiento de cada usuario (8): el motor Google Search, por ejemplo, le permite saber dónde se encuentra el internauta, lo que busca y en qué momento. El navegador Google Chrome , un megachivato, envía directamente a Alphabet (la empresa matriz de Google) todo lo que hace el usuario en materia de navegación. Google Analytics elabora estadísticas muy precisas de las consultas de los internautas en la Red. Google Plus recoge información complementaria y la mezcla. Gmail analiza la correspondencia intercambiada, lo cual revela mucho sobre el emisor y sus contactos.

El servicio DNS (Domain Name System , o Sistema de nombres de dominio) de Google analiza los sitios visitados. YouTube, el servicio de vídeos más visitado del mundo, que pertenece también a Google –y, por tanto, a Alphabet–, registra todo lo que hacemos en él. Google Maps identifica el lugar en el que nos encontramos, adónde vamos, cuándo y por qué itinerario… AdWords sabe lo que queremos vender o promocionar. Y desde el momento en que encendemos un smartphone con Android, Google sabe inmediatamente dónde estamos y qué estamos haciendo. Nadie nos obliga a recurrir a Google, pero cuando lo hacemos, Google lo sabe todo de nosotros. Y, según Julian Assange, inmediatamente informa de ello a las autoridades estadounidenses…

En otras ocasiones, los que espían y rastrean nuestros movimientos son sistemas disimulados o camuflados, semejantes a los radares de carretera, los drones o las cámaras de vigilancia (llamadas también de “videoprotección”). Este tipo de cámaras ha proliferado tanto que, por ejemplo, en el Reino Unido, donde hay más de cuatro millones de ellas (una por cada quince habitantes), un peatón puede ser filmado en Londres hasta 300 veces cada día. Y las cámaras de última generación, como la Gigapan, de altísima definición –más de mil millones de píxeles–, permiten obtener, con una sola fotografía y mediante un vertiginoso zoom dentro de la propia imagen, la ficha biométrica del rostro de cada una de las miles de personas presentes en un estadio, en una manifestación o en un mitin político (9).

A pesar de que hay estudios serios que han demostrado la débil eficacia de la videovigilancia (10) en materia de seguridad, esta técnica sigue siendo refrendada por los grandes medios de comunicación. Incluso una parte de la opinión pública ha terminado por aceptar la restricción de sus propias libertades: el 63% de los franceses se declara dispuesto a una “limitación de las libertades individuales en Internet en razón de la lucha contra el terrorismo” (11). Lo cual demuestra que el margen de progreso en materia de sumisión es todavía considerable…

Notas:
(1) Se habla de “objetos conectados” para referirse a aquellos cuya misión primordial no es, simplemente, la de ser periféricos informáticos o interfaces de acceso a la Web, sino la de aportar, provistos de una conexión a Internet, un valor adicional en términos de funcionalidad, de información, de interacción con el entorno o de uso (Fuente: Dictionnaire du Web ).
(2) El País , 2015.
(3) A partir de entonces, Samsung anunció que cambiaría de política, y aseguró que, en adelante, el sistema de grabación instalado en sus televisores sólo se activaría cuando el usuario apretara el botón de grabación.
(4) Que ya forman parte de muchos de los productos habituales de consumo, así como de los documentos de identidad.
(5) Michael Radford, 1984, 1984.
(6) Inventado en 1791 por el filósofo utilitarista inglés Jeremy Bentham.
(7) Glenn Greenwald, Sin un lugar donde esconderse , Ediciones B, Madrid, 2014.
(8) Véase “Google et le comportement de l’utilisateur”, AxeNet (http://blog-axe-net-fr/google-analyse-comportement-internaute).
(9) Véase, por ejemplo, la fotografía de la ceremonia de la primera investidura del presidente Obama, el 20 de enero de 2009, en Washington (http://gigapan.org/viewGigapanFullscreen.php?auth=033ef14483ee899496648c2b4b06233c).
(10) “‘Assessing the impact of CCTV’, el más exhaustivo de los informes dedicados al tema, publicado en febrero de 2005 por el Ministerio del Interior británico (Home Office), asesta un golpe a la videovigilancia. Según este estudio, la debilidad del dispositivo se debe a tres elementos: la ejecución técnica, la desmesura de los objetivos asignados a esta tecnología y el factor humano”. Véase Noé Le Blanc, “Sous l’oeil myope des caméras”, Le Monde diplomatique, París, septiembre de 2008.
(11) Le Canard enchaîné , París, 15 de abril de 2015.

LUNES 8 DE FEBRERO DE 2016 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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