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FALLECIO ANDRES CARRASCO, EL CIENTIFICO QUE CONFIRMO LOS EFECTOS DEVASTADORES DEL GLIFOSATO – COMCOSUR INFORMA 1545

COMCOSUR INFORMA

AÑO 14 – No. 1545 / martes 13 de mayo de 2014

COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

Selección y producción:

Beatriz Alonso y Carlos Casares

Colaboran:

ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)

ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Luis Sabini, Claudia Korol y Mauricio
D’ambrouso (Buenos Aires)

BRASIL: Carlos O. Catalogne y Jorge Rossi Rebufello (Porto Alegre)

ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)

HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)

MÉXICO: Itzel Ibargoyen (México DF)

SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)

URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno),
Pablo Alfano (Montevideo)

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” La patria que construimos es una donde quepan todos los pueblos y
sus lenguas, que todos los pasos la caminen, que todos la rían, que
la amanezcan todos.” SUB COMANDANTE MARCOS

«Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo
se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto
hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.» RADIO VENCEREMOS

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NOTICIAS

ARGENTINA

1) FALLECIÓ EL CIENTÍFICO ARGENTINO ANDRÉS CARRASCO

Falleció Andrés Carrasco, el científico que confirmó los efectos
devastadores del glifosato, acompañó con su investigación a los
pueblos fumigados y cuestionó que la ciencia esté al servicio de las
corporaciones.

BRASIL

TERCER CAMPEONATO MUNDIAL (ALTERNATIVO) DE FÚTBOL DE LA CALLE

“La pasión por el fútbol no puede adormecer la conciencia
ciudadana” De la pelota de trapo, al poder del deporte mediatizado.
Los valores alternativos que cuestionan el deporte mercantilizado. /
Sergio Ferrari

CHILE

1) EDUCACIÓN: NO DESPERDICIEMOS UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA

Margaret Thatcher sintetizó la política neoliberal diciendo «no
existe eso que llaman sociedad, solo hay individuos y sus familias».
La máxima suprimía lo público, solo lo privado sería real. La
dictadura chilena aplicó este principio a sus reformas, incluida la
educacional. / Gabriel Boric y Francisco Figueroa

URUGUAY

1) PROCLAMA DE LA 6TA. MARCHA EN DEFENSA DE LA TIERRA, EL AGUA Y LOS
BIENES NATURALES

La Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra, el Agua y los
Bienes Naturales se ha autoconvocado nuevamente con la consigna: No a
Aratirí.

2) JUNTA DE SAN JOSÉ PROHIBE MINERÍA METALÍFERA A CIELO ABIERTO

San José 6 de mayo de 2014. En el día de ayer, la Junta
Departamental de San José aprobó, por mayoría de 17 votos en 24
ediles presentes, una medida cautelar propuesta por el Intendente
José Falero que suspende y prohíbe de ahí en más las
autorizaciones de utilización del suelo rural del departamento para
actividades extractivas o de otra naturaleza diferentes a la
agropecuaria.

TEMAS DE COMCOSUR

I. EL SALARIO DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS RURALES

AL DERECHO… Y AL REVÉS

Al Profesor y Compañero Helios Sarthou

“(…) la realidad de hoy fue utopía antes, la libertad sindical
fue utopía, el voto de la mujer fue utopía. Nosotros vamos a seguir
luchando para que las utopías se hagan realidad, que se termine la
explotación del hombre por el hombre, que tengamos justicia social e
igualdad (…)” Helios Sarthou, mayo de 2008.

El presente artículo tiene por finalidad señalar algunas
particularidades que hacen a la compleja realidad salarial de algunos
trabajadores y trabajadoras rurales de la zona de Bella Unión
(Artigas) ocupados en la horticultura y en la producción de caña de
azúcar. / Gimena Echeverriborda y María Ingold

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NOTICIAS

ARGENTINA

1) FALLECIÓ EL CIENTÍFICO ARGENTINO ANDRÉS CARRASCO

Confirmó y denunció los efectos devastadores del glifosato.

Falleció Andrés Carrasco, el científico que confirmó los efectos
devastadores del glifosato, acompañó con su investigación a los
pueblos fumigados y cuestionó que la ciencia esté al servicio de las
corporaciones.

SERPAL – Servicio de Prensa Alternativa

Con más de 30 años de carrera, fue presidente del Conicet y jefe del
Laboratorio de Embriología de la UBA. Tuvo descubrimientos muy
importantes en la década del 80 y trabajo constante en los 90, hasta
que inició su lucha contra el glifosato cuando estudió en
laboratorio el impacto de los químicos en embriones.

En agosto de 2010 estuvo en Chaco, en el conocido episodio de La
Leonesa. Estaba por dar su charla, pero empresarios arroceros y
punteros políticos intentaron “lincharlo”. “Había concurrido a
una escuela de un barrio fumigado, y no pudo hablar. Lo sorprendió la
violencia de los defensores del modelo”, señala en su recuerdo el
periodista de Página 12 Darío Aranda.

En el recuerdo de ese periodista queda la imagen de un luchador y lo
describe con estas palabras: “Andrés Carrasco optó por otro
camino: cuestionar un modelo de corporaciones y gobiernos y decidió
caminar junto a campesinos, madres fumigadas, pueblos en lucha. No
había asamblea en donde no se lo nombrara. No existe papers, revista
científica ni congreso académico que habilite a entrar donde él
ingresó, a fuerza de compromiso con el pueblo: Andrés Carrasco ya
tiene un lugar en la historia viva de los que luchan”, concluye
Aranda.

Su trayectoria

El doctor Andrés Carrasco realizó tareas de investigación en
diversas Universidades entre las cuales se destacan:

Universidad de Basilea. Suiza.

Instituto de Biología Celular y Molecular de de Universidad de
Indiana

Departamento de Genética Molecular. Universidad de Texas. Houston,
Texas.

1990-1992. Investigador Adjunto CONICET

1992-1995. Investigador Independiente CONICET

1995-a la fecha. Investigador Principal (Group Leader). CONICET.

1999. Profesor Visitante de Universidad de Göttingen. Germany.
(September-October, 1999).

2002-Universidad de California, Irvine (UCI) USA.

Fue Miembro Activo de las siguientes Sociedades Científicas:

– Sociedad Argentina de Neuroquímica (SAN).

– Sociedad Argentina de Investigación Bioquímica (SAIB).

– Asociación Argentina de Biología del Desarrollo (AADB).

– Society of Developmental Biology. (SDB-USA)

Además dictó y participó en numerosos cursos y simposios tanto de
nivel nacional como internacional y posee publicaciones en Libros
desde el año 1971 referidos a la temática “Biología Molecular y
la Embriología”.

SERPAL – Servicio de Prensa Alternativa

HACÉ ALGO

En una de sus visitas a nuestra Cátedra Autónoma de Comunicación
Social, el científico Andrés Carrasco contó cómo decidió divulgar
su investigación sobre los efectos letales del glifosato.: estaba en
el sur, pescando, solo, disfrutando la belleza de esa postal natural,
sabía que lo que había comprobado era esencial y sintió que el
perfecto silencio que lo rodeaba era un grito inmenso. “Hacé
algo”. Para hacerlo solo necesitaba encontrar “un periodista serio
y decente”. Y llamó, desde ahí mismo, a Darío Aranda. Él es
quien lo despide en estas líneas que eligió publicar en Lavaca.
Doble honor, que nos obliga y compromete aún más a seguir siendo
dignos de ello y de ellos.

Por Darío Aranda/ http://www.lavaca.org
/ SERPAL

“Soy investigador del Conicet y estudié el impacto del glifosato en
embriones. Quisiera que vea el trabajo”.

Fue lo primero que se escuchó del otro lado del teléfono.

Era 2009 y aún estaba latente el conflicto por la Resolución N°125.
Página12 había dado amplia cobertura a las consecuencias del modelo
agropecuario y este periodista había escrito sobre los efectos las
fumigaciones con agroquímicos.

El llamado generó desconfianza. No conocía al interlocutor. ¿Por
qué me llamaba?

El científico avanzó en la presentación. “Mi nombre es Andrés
Carrasco, fui presidente del Conicet y soy jefe del Laboratorio de
Embriología de la UBA. Le dejo mis datos”.

Nunca había escuchado su nombre. Nunca había escrito sobre
científicos y el Conicet me sonaba como un sello.

Llamados al diario y preguntas a colegas. Todos confirmaron que era un
científico reconocido, treinta años de carrera, con descubrimientos
muy importantes en la década del 80 y trabajo constante en los 90,
cuando se enfrentó al menemismo.

Hice la nota.

Su investigación fue la tapa del diario, (abril de 2009). La noticia:
el glifosato, el químico pilar del modelo sojero, era devastador en
embriones anfibios. Nada volvió a ser igual. Organizaciones sociales,
campesinos, familias fumigadas y activistas tomaron el trabajo e
Carrasco como una prueba de lo que vivían en el territorio.

“No descubrí nada nuevo. Digo lo mismo que las familias que son
fumigadas, sólo que lo confirmé en un laboratorio”, solía decir
él. Y comenzó a ser invitado a cuanto encuentro había. Desde
universidades y congresos científicos, hasta encuentros de asambleas
socioambientales y escuelas fumigadas. Intentaba ir a todos lados,
restando tiempo al laboratorio y a su familia.

También ganó muchos enemigos. Los primeros que le salieron al cruce:
las empresas de agroquímicos. Abogados de Casafe (reúne a las
grandes corporaciones del agro) llegaron hasta su laboratorio en la
Facultad de Medicina y lo patotearon. Comenzó a recibir llamadas
anónimas amenazantes. Y también lo desacreditó el ministro de
Ciencia, Lino Barañao. Lo hizo, nada menos, que en el programa de
Héctor Huergo, jefe de Clarín Rural y lobbysta de las empresas.

Barañao desacreditó el trabajo y defendió al glifosato (y al modelo
agropecuario). Y no dejó de hacerlo en cuanto micrófono se acercara.
Incluso cuestionó el trabajo de Carrasco en encuentros de Aapresid
(empresarios del agro) y, sobre todo, en el Conicet.

Carrasco no se callaba: “Creen que pueden ensuciar fácilmente
treinta años de carrera. Son hipócritas, cipayos de las
corporaciones, pero tienen miedo. Saben que no pueden tapar el sol con
la mano. Hay pruebas científicas y, sobre todo, hay centenares de
pueblos que son la prueba viva de la emergencia sanitaria”.

Los diarios Clarín y La Nación lanzaron una campaña en su contra.
No podían permitir que un reconocido científico cuestionara el
agronegocio. Llegaron a decir que la investigación no existía y que
era una operación del gobierno para prohibir el glifosato, una
represalia por la fallida 125. Carrasco se enojaba. “Si hay alguien
que no quiere tocar el modelo sojero es el gobierno”, resumió café
mediante en el microcentro porteño. Pero Carrasco era funcionario del
gobierno: Secretario de Ciencia en el Ministerio de Defensa. Le
pidieron que bajase el tono de las críticas al glifosato y al modelo
agropecuario. No lo hizo. Renunció.

El silencio no es salud

Empresas, funcionarios y científicos lo habían acusado de no
publicar su trabajo de glifosato en una revista científica, sino en
un diario. Se reía y retrucaba: “No existe razón de Estado ni
intereses económicos de las corporaciones que justifiquen el silencio
cuando se trata de la salud pública. Hay que dejarlo claro, cuando se
tiene un dato que sólo le interesa a un círculo pequeño, se lo
pueden guardar hasta tener ajustado hasta el más mínimo detalle y,
luego, se lo canaliza por medios que sólo llegan a ese pequeño
círculo. Pero cuando uno demuestra hechos que pueden tener impacto en
la salud pública, es obligación darle una difusión urgente y
masiva”.

Era calentón Carrasco. Se enojaba, discutía a muerte, pero luego
tiraba algún comentario para distender.

Nos solíamos ver en un café antiguo cerca de Constitución. Él era
habitué. Charlaba con las mozas y debatía de política con el
dueño.

Café mediante, le pregunté por qué se metió en semejante baile. Ya
era un científico reconocido en su ámbito y no necesitaba dar prueba
de nada. Tenía mucho por perder en el mundo científico actual. Me
explicó que lo había conmovido el sufrimiento de las Madres del
Barrio Ituzaingó de Córdoba. Y que no podía permanecer indiferente.
También lamentó que el Conicet estuviera al servicio de las
corporaciones. Denunció acuerdos (incluso premios) entre Monsanto y
Barrick Gold con el Conicet. Se indignaba. “La gente sufre y los
científicos se vuelven empresarios o socios de multinacionales”,
disparaba.

Ética

En 4 de mayo de 2009, el ministro Barañao envió un correo
electrónico a Otilia Vainstok, coordinadora del Comité Nacional de
Ética en la Ciencia y Tecnología (Cecte). En un hecho sin
precedentes, Barañao aportaba bibliografía de Monsanto y pedía que
evalúen a Carrasco. Nunca había pasado algo similar. La mayor
autoridad de ciencia de Argentina pedía una evaluación ética por un
investigar que había cuestionado al químico pilar del modelo
agropecuario.

Barañao quería la cabeza de Carrasco.

Vainstok envió un correo electrónico el mismo lunes 4 de mayo, con
copia a los nueve integrantes del Comité de Ética. Decía así:

“Estimados colegas, esta tarde he recibido un pedido de que el Cecte
considere las expresiones vertidas en artículos periodísticos por
Andrés Carrasco con motivo de su investigación de los efectos del
glifosato en embriones de anfibios. Adjunto también la bibliografía
aportada por Lino Barañao, la entrevista a Carrasco y la entrevista
al Ministro Barañao que sacó Clarín”.

El mail se filtró a la prensa. Y Carrasco se enteró de la operación
de Barañao y Vainstok. El escándalo hubiera sido enorme. El Comité
de Ética reculó y no juzgó a Carrasco, pero el camino estaba
marcado.

Los de abajo

En agosto de 2010, en Chaco, estaba por dar una charla, pero
empresarios arroceros y punteros políticos intentaron lincharlo.
Había concurrido a una escuela de un barrio fumigado, y no pudo
hablar. Lo sorprendió la violencia de los defensores del modelo.

Ese mismo agosto, la revista estadounidense Chemical Research in
Toxicology (Investigación Química en Toxicología) publicó la
investigación de Carrasco. Lo que había sido un pedido-chicana de
sus detractores, no sirvió para calmar las críticas. Continuó la
difamación de los defensores del agronegocios. Pero fue un triunfo
para los pueblos fumigados, las Madres de Ituzaingó y las asambleas
en lucha. Y Carrasco comenzó a tejer diálogos con otros
investigadores, de bajo perfil. Sentía particularmente respeto y
cariño por jóvenes investigadores de Universidad de Río Cuarto y de
la Facultad de Ciencias Médica de Rosario. Solía mencionarlos en las
charlas y los señalaba como el “futuro digno” de la ciencia
argentina.

Otro veneno

Solíamos cruzarnos en encuentros contra el extractivismo. Y
periódicamente nos enviábamos correos con información del modelo
agropecuario, alguna nueva investigación, viajes suyos a Europa para
contar sobre su investigación, el juicio de las Madres de Ituzaingó,
la nueva soja aprobada por el gobierno, los nuevos químicos. Un día
recibí uno de sus mensajesl. “Hay un nuevo veneno”, fue el asunto
de un mail. Alertaba sobre el glufosinato de amonio y lo mencionaba
como posible sucesor del glifosato: “El glufosinato en animales se
ha revelado con efectos devastadores. En ratones produce convulsiones
y muerte celular en el cerebro. Con claros efectos teratogénicos
(malformaciones en embriones). Todos indicios de un serio compromiso
del desarrollo normal”, precisaba. Y recordaba que la EFSA
(Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) detalló en 2005 los
peligros del químico para la salud y el ambiente. Destacó que desde
2011 el Ministerio de Agricultura había aprobado diez eventos
transgénicos de maíz y soja de las empresas Bayer, Monsanto y
Syngenta. Cinco de esas semillas fueron aprobados para utilizar
glifosato y glufosinato.

¿Para qué y para quién investigar?

Otra tarde le envíe un correo electrónico contando de investigadores
que confirmaron lo mismo que él, pero en sapos (muchas veces llaman
los “canarios de la mina” porque pueden anunciar lo que le
sucederá a humanos. Los investigadores tenían miedo a hablar, por
las posibles represalias. De inmediato me llamó por teléfono. Fue
tajante: “No quiero saber quiénes son. Sólo quiero que le
preguntes para qué mierda investigan, si para criar sapos o para
cuidar al pueblo que subsidia sus investigaciones. Preguntales eso por
favor”. Y cortó.

Los investigadores nunca quisieron hablar y difundir masivamente sus
trabajos.

Carrasco en Wikileaks

En marzo de 2011 se conoció que la embajada de Estados Unidos lo
había investigado y había hecho lobby en favor de Monsanto.
Documentos oficiales filtrados por Wikileaks confirmaban el hecho.
“No esperaba algo así, aunque sabemos que estas corporaciones
operan al más alto nivel, junto a ámbitos científicos que les
realizan estudios a pedido, medios de comunicación que les lavan la
imagen y sectores políticos que miran para otro lado. Estaban, y
están, preocupados. Saben que no pueden esconder la realidad, los
casos de cáncer y malformaciones se reiteran en todas las áreas con
uso masivo de agrotóxicos”.

El otro Carrasco

En noviembre de 2013 le relaté que en Estación Camps (Entre Ríos)
había entrevistado a una mujer que luchaba contra los agroquímicos.
Era una trabajadora rural y ama de casa, muy humilde, que había
enviudado. Su esposo era peón de campo, vivía rodeado de soja y fue
fumigado periódicamente. Comenzó a enfermar, la piel se le
desprendía y tuvo graves problemas respiratorios. Murió luego de una
larga agonía. La mujer no tenía dudas de que habían sido los
agroquímicos que llovían sobre la casa. Y los médicos tampoco
tenían dudas, aunque se negaban a ponerlo por escrito. El nombre del
trabajador rural víctima de los agroquímicos: Andrés Carrasco.

La viuda había escuchado en la radio sobre el científico homónimo
de su marido y el glifosato. Y, entre llantos, contó que le daba
fuerzas saber que alguien con el mismo nombre que su esposo estaba
luchando contra los químicos que le arrebataron al padre a sus hijos.

Le conté la historia por teléfono. El Carrasco científico se
conmovió, no podía seguir hablando. Y confesó que solía
arrepentirse de no haber investigado antes sobre el glifosato.

La última maniobra

A fin del año pasado me llamó para contarme la última maniobra del
Conicet. Había solicitado la promoción a investigador superior y le
fue negada. La cuestión iba mucho más allá de la promoción. Lo
enojaba el ninguneo de los científicos empresarios y obedientes del
poder. Lo habían evaluado dos personas que no conocían nada de su
especialidad y otro que es parte de las empresas del agronegocios. Me
envió su carta de reclamo al Conicet y relató en detalle la reunión
con el Presidente de la Institución. Estaba seguro que era un nuevo
pase de factura por lo que comenzó en 2009.

Y le dolía el silencio de académicos que respetaba, incluso de
amigos de antaño de las ciencias sociales que le daban la espalda.

Le propuse un artículo periodístico e intentar publicarlo en
Página12. Le tenía aprecio al diario, a pesar de que hacía tiempo
habían dejado de darle espacio. Le avisé que pondría su versión de
los hechos y la del Conicet y de Barañao. Me retruco rápido: “Te
van a sacar cagando”.

Lo propuse al diario. Lo rechazaron sin la más mínima explicación.
Cuando le avisé la negativa, ni se inmutó. Dijo que era previsible.
“En estos años tuve un curso acelerado de lo que son los medios de
comunicación”, resumió. Le respondí que estos años había
aprendido que el Conicet no era para nada impoluto y que había
demasiadas miserias en el mundo científico.

Reímos juntos.

Y me chicaneaba y recordaba que ahora éramos colegas. Tenía un
programa en FM La Tribu donde nadie lo censuraba y daba gran
protagonismo a las asambleas y organizaciones en lucha contra el
extractivismo. El nombre del programa era todo un mensaje a sus
enemigos: “Silencio cómplice”.

Quedamos en juntarnos a comer un asado y publicar la nota en medios
amigos (la publicó lavaca en su periódico MU en marzo pasado).

Intenté para esa nota hablar con “la otra parte”. Barañao dijo
que no tenía nada de qué hablar, desechó cualquier pregunta. El
presidente del Conicet, Roberto Salvarezza, adujo problemas de agenda.

La última entrevista

Viajó a México al Tribunal Permanente de los Pueblos (tribunal
ético internacional, de carácter no gubernamental que evalúa la
violación de derechos humanos). Volvió a México en enero. Se
descompuso y fue trasladado de urgencia. Lo operaron en Buenos Aires y
tuvo largas semanas internado, débil. Cuando le dieron el alta,
llamó a casa. “Zafé”, fue la primera palabra. Y de inmediato
preguntó: “¿Qué sabés del bloqueo en Malvinas Argentinas
(Córdoba, donde se frenó la instalación de una planta de Monsanto)?
¿La tiene difícil Monsanto?” Él había estado en setiembre de
2013 cuando comenzó el bloqueo. Me explicó que tenía para varias
semanas de recuperación, pero cuando estuviera mejor quería que
vayamos a Córdoba, a Malvinas Argentinas y también a visitar a las
Madres de Ituzaingó. Lo dejamos como plan a futuro.

Hablamos sobre su situación en el Conicet. Le dolía la indiferencia
de compañeros del mundo académico, sobre todo de las ciencias
sociales. Le pregunté por qué no recurrir a las organizaciones
sociales. Se opuso. Argumentó que ya demasiado tenían en sus luchas
territoriales como para preocuparse por él. Se ofreció para una
entrevista. La hicimos. Algunas citas:

“Los mejores científicos no siempre son los más honestos
ciudadanos, dejan de hacer ciencia, silencian la verdad para escalar
posiciones en un modelo con consecuencias serias para el pueblo”.

“El Conicet está absolutamente consustanciado en legitimar todas
las tecnologías propuestas por corporaciones”.

“(Sobre la ciencia oficial) Habría que preguntar ciencia para
quién y para qué. ¿Ciencia para Monsanto y para transgénicos y
agroquímicos en todo el país? ¿Ciencia para Barrick Gold y perforar
toda la Cordillera? ¿Ciencia para fracking y Chevron?”

“Mucha gente fue solidaria conmigo, piensa que lo que uno hizo tuvo
importancia para ellos, tienen derecho a saber que hay instituciones
del Estado que privilegian la arbitrariedad para sostener discursos,
para que el relato no se fisure.

Sabía que la entrevista sería para un medio amigo, “no masivo”.
Estaba contento, recuperando fuerzas, no iba a dar el brazo a torcer
ante Barañao, Salvarezza, el establishment científico y las
corporaciones del agro.

El 27 de marzo concurrió a Los Toldos, a una audiencia pública sobre
agroquímicos. Estaba débil, pero no quiso faltar. Sucedió lo mismo
en la Facultad de Medicina, en la Cátedra de Soberanía Alimentaria
(el 7 de abril), donde habló de los alimentos transgénicos y los
agroquímicos. No estaba bien, andaba dolorido, pero no quiso faltar.
Entendía esos espacios como lugares de lucha, donde debía explicar
los efectos de los agroquímicos. Solía decir que se lo debía a las
víctimas del modelo.

Al fines de abril avisó por correo electrónico que lo habían vuelto
a internar. Esperaba que sea algo rápido. Quería volver a su casa,
recuperarse y hacer el viaje pendiente a Córdoba, al acampe contra
Monsanto.

Su legado

Fui testigo de sus últimos seis años. Tiempo en el que decidió
alejarse del establishment científico que vive encerrado en
laboratorios y sólo preocupado por publicaciones que sólo leen
ellos. Se transformó en un referente hereje de la ciencia argentina.
No tendrá despedidas en grandes medios, no habrá palabras de
ocasión de funcionarios ni habrá actos de homenaje en instituciones
académicas.

Andrés Carrasco optó por otro camino: cuestionar un modelo de
corporaciones y gobiernos y decidió caminar junto a campesinos,
madres fumigadas, pueblos en lucha. No había asamblea en donde no se
lo nombrara.

No existe papers, revista científica ni congreso académico que
habilite a entrar donde él ingresó, a fuerza de compromiso con el
pueblo: Andrés Carrasco ya tiene un lugar en la historia viva de los
que luchan.

Nos queda, entonces, saldar con él una enorme deuda: la de decirle
gracias.

Nos vemos en la lucha.

Darío Aranda/ http://www.lavaca.org
/ SERPAL – Servicio de Prensa Alternativa

COMCOSUR INFORMA Nº 1545 – 13/05/2014

BRASIL

TERCER CAMPEONATO MUNDIAL (ALTERNATIVO) DE FÚTBOL DE LA CALLE

“La pasión por el fútbol no puede adormecer la conciencia
ciudadana” De la pelota de trapo, al poder del deporte mediatizado.
Los valores alternativos que cuestionan el deporte mercantilizado.

Por Sergio Ferrari

Con el pitazo inicial de Brasil-Croacia se abrirá el próximo 12 de
junio en San Pablo uno de los grandes eventos deportivos mundiales.
Desde junio del 2013, Brasil entero ha sido escenario de
movilizaciones sociales que en torno al Mundial expresan facetas de
descontento popular. “Las protestas no son contra el fútbol, sino
contra ciertas políticas de Estado y problemas que se derivan de la
realización de Mundial”, enfatiza Sergio Haddad, educador popular
brasilero y desde su juventud militante-dirigente de muy diversas
organizaciones sociales. Haddad fue en el 2001 uno de los
co-fundadores del Foro Social Mundial y es hoy, junto con la ONG
“Acción Educativa” (Ação Educativa) que dirige, uno de los
promotores más activos del 3er Campeonato Mundial de Fútbol de la
Calle que se realizará en San Pablo entre el 1ro y el 12 de julio
próximos. “Reunirá delegaciones de 30 de los 64 países que
practican esa modalidad deportiva”, subraya Haddad iniciando esta
entrevista exclusiva. Sergio Haddad junto con Celia Alldridge animan
la primera quincena de mayo en Suiza la Campaña “Goles contra la
injusticia” promovida por E-CHANGER, organización helvética de
cooperación solidaria presente en Brasil.

P: ¿Qué significa el fútbol en la realidad brasilera,
latinoamericana, de hoy?

Sergio Haddad (SH): El fútbol es una pasión. Es parte de la cultura
de nuestros pueblos. Una reacreación, en particular para los niños y
jóvenes de todas las clases sociales. Desde pequeños comienzan a
pegarle a la pelota, sea de trapo o de cuero, en potreros de la
perifieria de las ciudadas o en clubles para clases medias. El
fútbol, como todo en nuestra sociedad, vive un proceso muy fuerte de
mercantilización. Que incluye los partidos, los campeonatos y los
jugadores. Al mismo tiempo que los intereses económicos dominan este
deporte, se da también un proceso fuerte de elitismo y desigualdad en
la profesión de jugador. Con pocos que ganan fortunas y muchos que
apenas logran sobrevivir. Es, sin duda, un reflejo directo de lo que
vive la sociedad mundial en general, y nuestros países en América
Latina, en particular. Somos campeones de la concentración del
ingreso, producto de las políticas neoliberales de los últimos
años. Unos pocos jugadores son presentados como “héroes” del
mercado, de la juventud y de gran parte de la población. Y proyectan
la falsa ilusión del ascenso social por medio del fútbol, cuando
sabemos fehacientemente que son muy escasos los que participan de esta
promoción social si tenemos los millones que práctican este deporte
en el mundo entero.

Un útil para contrarrestar la violencia social

P: ¿A pesar de esos condicionantes económicos, sociales y hasta
culturales…es posible imaginar otra concepción del fútbol?

SH: La pregunta clave es si el fútbol, como cualquiera otra práctica
social, deportiva o cultural puede servir a otros valores en una
sociedad marcada por el mercado y el consumo… Este es, sin duda, el
gran desafío de aquéllos que pensamos que es posible contruir otro
mundo, basado en valores de justicia social, solidaridad, democracia
verdadera. El Fútbol de la Calle nació en los años noventa en el
barrio Chaco Chico , en la ciudad argentina de Moreno, en el gran
Buenos Aires. Venía de la mano de una propuesta de recuperar el
protagonismo y el diálogo entre jóvenes en un barrio – y una
realidad social- en el que la violencia atravesaba todas las
relaciones: familiares, escolares, comunitarias. Pensado como una
práctica socio-pedagógica, el Fútbol de la Calle tiene reglas que
varían de acuerdo con cada predio y lugar en el quese practica, pero
que tiene también algunos pricipios básicos.

P: ¿En que consiste concretamente el Fútbol Callejero?

SH: Un partido es organizado en tres tiempos y obligatoriamente
integra niños y niñas. En el primer período, se definen las reglas
de juego, basadas en ciertos valores como respeto, solidaridad,
cooperación, tolerancia. Y según las mismas se definen los puntos.

En el segundo momento, el partido se realiza según dichas reglas. Y
en el tercero los dos equipos evalúan si los acuerdos iniciales
fueron cumplidos y a partir de entonces se decide quien es el
vencedor. No hay un árbitro sino un mediador que tiene un papel
fundamental en derimir conflictos y en tanto que educador, promueve
los valores acordados por los dos equipos.

600 mil futbolistas de la calle

P: ¿Es posible que los jóvenes entiendan y se apropien realmente de
esta otra forma de percibir el fútbol, cuando los referentes
mediáticos reproducen la visión tradicional y comercializada de este
deporte?

SH: Sin duda, es difícil ir en contra del sistema, pero no imposible.
Desde su nacimiento hasta ahora cerca de 600 mil jóvenes en el mundo
entero practican el Fútbol Callejero, promoviendo ciudadanía,
participación, diálogo y respeto de las diferencias.

P: En esta doble perspectiva de deporte mercantilizado y, por otra
parte, instrumento creador de conciencia, ¿qué significado tiene
para ustedes en Brasil el Campeonato Mundial de julio próximo?

SH: Tiene varias implicaciones. El Mundial es un riesgo en tanto que
puede inducir a violaciones de derechos humanos esenciales y a
actitudes xenofóbicas y discriminatorias. También es una oportunidad
en la medida en que pueda mostrar que es posible, a partir del
fútbol, pensar el mundo de otra manera, valorizando al ser humano,
respetando las diferencias y promoviendo la paz. E implica también el
desafío de promover esa otra faceta, esa otra perspectiva, sobre la
base de la participación social y la creación de ciudadanía.

P: ¿Cómo se puede entender el fútbol como pasión popular y al
mismo tiempo las grandes movilizaciones sociales que desde junio del
año pasado han atravesado Brasil en torno a hechos ligados al
Mundial?

SH: Las movilizaciones no son contra el fútbol. Son contra los gastos
efectuados por los gobernantes para organizar el Mundial frente a los
precarios servicios públicos ofrecidos en educación, salud,
transporte etc. Esas protestas también van dirigidas contra la
violación de los derechos esenciales, como por ejemplo la expulsión
de familias de sus viviendas para liberar los terrenos donde se
construyeron los estudios. O contra el aumento de la prostitución que
viene de la mano del turismo futbolístico. No puedo negar que
también parte de las protestas son dirigidas contra la Federación
Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), no solo por las condiciones
que impone junto con sus grandes sponsors para realizar el Campeonato
y que son aceptadas por el Gobierno, sino también y sobre todo por lo
que representa en términos de mercantilización del deporte y la
corrupción que viene de la mano.

“Alternativa simbólica al Mundial”

P: ¿En ese contexto, el Mundial de la Calle que se realizará en
julio en San Pablo es concebido como una alternativa al Mundial
oficial?

S.H: Una alternativa simbólica a los valores actuales dominantes,
para los cuales el mercado es más importante que el ser humano. Es
una pequeña semilla que se junta con otras iniciativas que promueven
otros valores. No pienso que pueda ser un contrapunto al Mundial y
tampoco tiene esa intención. Lo que queremos es ir construyendo un
movimiento que pueda ser una alternativa a largo plazo. Que junto con
otros movimientos y acciones ayude a pensar en construir otro futuro
para la humanidad basado en valores diferente y el respeto de los
valores esenciales de la persona.

P: ¿Qué esperan desde Brasil de la sociedad civil suiza, europea,
internacional, en esta coyuntura del Mundial?

SH: Europa vive una crisis económica que integra además otras
facetas: ambiental, social, de valores. Los movimientos sociales
tradicionales parecen estar debilitados y los gobiernos pierden
legitimidad al aplicar recetas tradicionales y antisociales para hacer
frente a dicha crisis. Aumenta el desempleo, se debilita el Estado
social, crece la desigualdad social y explota la xenofobia y la
discriminación. Este Mundial, con una prensa enfocada en Brasil,
puede ser también una oportunidad para que la sociedad civil europea
adhiera, informe, sensibilice y busque caminos diferentes. Desde
Brasil, cuna del Foro Social Mundial y de fuertes movimientos sociales
rurales y urbanos, en plena América Latina, continente de esperanza,
trataremos de mostrar algo diferente a partir de nuestras experiencias
y de nuestra pasión por el fútbol. Queda abierto el desafío a la
sociedad civil del norte de intentar también mostrar facetas
alternativas….

Sergio Ferrari

COMCOSUR INFORMA Nº 1545 – 13/05/2014

CHILE

1) EDUCACIÓN: NO DESPERDICIEMOS UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA

Gabriel Boric – Francisco Figueroa / El Mercurio, 21.04.2014 /
Fundación NODO XXI

Margaret Thatcher sintetizó la política neoliberal diciendo «no
existe eso que llaman sociedad, solo hay individuos y sus familias».
La máxima suprimía lo público, solo lo privado sería real. La
dictadura chilena aplicó este principio a sus reformas, incluida la
educacional.

Privatizar lo estatal fue solo un aspecto. La esencia radicaba en
convertir la educación en un bien de responsabilidad individual. El
Estado sigue activo, pero financiando individuos para ayudarlos a
pagar su propia educación en el mercado, regulando su calidad y
estimulando su competencia. Así nace el subsidio a la demanda o
voucher.

Este principio rige hasta el día de hoy. Los reformadores de entonces
esperaban produjera una educación más moderna. Pero no fue así. Los
chilenos tuvieron que pagar altas sumas por una educación desigual y
de bajos logros académicos. Gracias a las movilizaciones de 2006 y
2011 la obra dictatorial pudo por fin ser discutida. Y se abrió una
oportunidad histórica para el actual gobierno, la de no solo
optimizar los estímulos al mercado (bajo el discurso de «aliviar el
bolsillo de las familias»), sino de transformar la educación misma.

El quid es reemplazar la competencia -como principal mecanismo
coordinador de la educación- por la colaboración. El mercado
dispersa energías y genera espacios segregados, no pocas veces
producto de acuerdos oligopólicos. La colaboración, en cambio, pone
la educación a disposición del consenso democrático de la sociedad,
siendo la base para un uso más racional y pertinente de los recursos,
condición necesaria para un genuino mejoramiento técnico. Esto es
imposible sin acabar con la centralidad del subsidio a la demanda en
el presupuesto público, tal como ocurre en la mayoría de los países
desarrollados.

Por desgracia, esto ha estado ausente en los anuncios del Gobierno. En
su lugar abundan anuncios disímiles. Que el voucher se acaba. Que el
voucher crecerá. Que las universidades del G9 recibirán igual trato
que las estatales, que estas tendrán un trato privilegiado. Que
habrá gratuidad vía financiamiento a las instituciones, pero a la
vez que se perfeccionará la fijación de aranceles. Es cierto que hay
aspectos puntuales positivos. Pero ello no hará de la educación algo
distinto. Si la voluntad de cambio es real y no existe una opción
política a favor del mercado, la única razón de este proceder es
evitar una confrontación abierta con los poderes fácticos.

Mala cosa. Los poderes fácticos -tal como en 2006 con la
movilización pingüina- negociarán el fin de sus amenazas por
mejores condiciones que antes. Las apelaciones que han hecho a la
libertad, a la calidad y a lo público son meros sofismas que encubren
la determinación de un sector minoritario de ponerse por encima de la
democracia para defender cuotas de poder de mercado. No hay ocurrencia
alguna de un equipo técnico que permita soslayar este hecho. Solo
fuerza real en el escenario político puede enfrentarlo.

El reciente pronunciamiento de la Confech deja claro que si La Moneda
pretende el apoyo de los estudiantes, no puede blindar el principio de
subsidiariedad. De hacerlo, quedará sola frente a los poderes
fácticos, que la llevarán a una negociación en desventaja. Serán
aquellos, y no un hipotético descontrol social, los que demostrarán
al Gobierno la debilidad de las instituciones en las que está
asentado y su propia diáspora partidaria.

Apoyarse en la sociedad no es sucumbir a «la calle». Es ampliar la
democracia. Solo en el ejercicio de la democracia por parte de la
ciudadanía reside la fuerza para el cambio. Romper la máxima
thatcheriana permitirá al Gobierno desplegar en un sentido edificante
las fuerzas que han bregado por cambios.

Con la ciudadanía como principal aliada, y en un plazo razonable de
cambios graduales, la reforma saldrá adelante. Pero si el Gobierno
elige la dilación, la superposición de medidas contradictorias y la
manipulación de banderas, no habrá reforma posible.

Gabriel Boric – Francisco Figueroa

El Mercurio / Fundación NODO XXI / Enviado por Marisol Berríos
(Chile)

COMCOSUR INFORMA Nº 1545 – 13/05/2014

URUGUAY

1) PROCLAMA DE LA 6TA. MARCHA EN DEFENSA DE LA TIERRA, EL AGUA Y LOS
BIENES NATURALES

La Asamblea Nacional Permanente en Defensa de la Tierra, el Agua y los
Bienes Naturales se ha autoconvocado nuevamente con la consigna: No a
Aratirí.

Colectivos sociales, organizaciones de trabajadores del campo y la
ciudad, familias de pequeños y medianos productores rurales,
estudiantes y docentes, desocupados, intelectuales, jubilados y
activistas salimos nuevamente a la calle en esta 6ta Marcha Nacional a
denunciar y exigir que se detenga la política de saqueo que desde
hace décadas se está impulsado en nuestro territorio.

El gobierno, desoyendo a quienes nos oponemos a la entrega de la
tierra y los bienes naturales a manos de las multinacionales
saqueadoras y depredadoras, sigue adelante con el proceso de
instalación de la mega-minería.

Como desde hace más de 500 años los rapaces monopolios y el capital
transnacional, vienen a apropiarse de todo: nuestra tierra, el
subsuelo, nuestra agua, nuestras semillas, nuestras vidas.

Con el apoyo y la complicidad de quienes desde el gobierno colaboran
con ellos, dictan leyes hechas a su medida, firman acuerdos secretos y
mienten.

Para justificar ante nosotros esta infamia inventan discursos que
hablan de ganancias, desarrollo y productividad.

La retórica de que América Latina debería especializarse nuevamente
en la exportación de bienes primarios, esconde sus verdaderas
intenciones.

En el caso de Aratirí vemos claramente ese discurso manipulador,
porque la renta de la extracción de los recursos naturales jamás ha
financiado ninguna estrategia de desarrollo y menos aún de
redistribución del ingreso. Y ahí consta la historia del continente
para demostrarlo.

Comenzaron los trabajos en el Oeste de Montevideo para la
construcción de la Regasificadora que proveerá de energía a la
megaminería y mediante la cual, nosotros uruguayos, subvencionaremos
el costo energético en beneficio de Aratirí.

El dragado de la Costa Oeste ya contaminó las playas y el agua,
acabando con el medio de trabajo y de vida de centenares de pescadores
artesanales.

El grave peligro de ubicar una planta regasificadora en la cercanía
de zonas pobladas tampoco le preocupa en lo más mínimo a los
gobernantes entreguistas.

En la región agropecuaria de Ruta 7, Cerro Chato y Valentínes, zona
de las minas a cielo abierto, se hará imposible la continuidad del
trabajo y la producción. Cientos de familias de propietarios,
arrendatarios y asalariados rurales serán expulsadas de las tierras
donde viven. Esto tampoco preocupa a los gobernantes entreguistas.

No les preocupa la destrucción del territorio de más de 200 Km de
longitud que atravesará el mineroducto, desde el Centro Este del
país hasta el Océano Atlántico, ni el destino de los habitantes de
esa zona inmensa.

Sí están preocupados y muy ocupados buscando socios extranjeros que
financien la construcción del Puerto de Agua Profundas en La
Angostura, para que Aratirí pueda embarcar el mineral extraído.

Pero no les preocupa que la población de las costas de Rocha,
fundamentalmente ligada a la actividad turística y a la pesca,
pierdan sus medios de vida culpa de la instalación del mega-puerto y
los graves daños que va a ocasionar en las aguas, las playas, el
paisaje.

La empresa que conocemos como Aratirí, es un conjunto de 12
Sociedades Anónimas, asociadas para el saqueo.

Sus representante legales son gente como el Estudio Posadas, Posadas y
Vecino, con Ignacio de Posadas al frente. Ese Estudio ha sido
ampliamente denunciado en Uruguay y en otros países, acusado de estar
involucrado en el lavado de dineros.

Ellos son los encargados de negociar el contrato que se firmaría con
Aratirí. Un contrato como el que se firmó con Montes del Plata, que
asegura a las empresas todos los beneficios, todos los privilegios y
que ante cualquier inconveniente que no permita que sigan sacando las
ganancias esperadas, garantice que sea el Estado o sea todos nosotros
quienes paguemos lo que ellos consideren como perdida.

La transnacional GDF Suez, socia de Gaz Sayago y responsable de
ejecutar el proyecto regasificadora es la empresa que habíamos
conseguido expulsar del país con el Plebiscito del Agua en el año
2004 y que ahora vuelve a aparecer en escena.

Ambas empresas, socias de hecho para el saqueo, son un claro ejemplo
de como la piratería transnacional cuenta con la complicidad del
gobierno y entes públicos uruguayos.

Asimismo queremos alertar la posible instalación de la extracción de
gas a través del “Fracking”, fractura hidráulica, que es una
nueva amenaza de la que empezamos a tener noticias.

Todos estos proyectos son violatorios del Artículo 47 de la
Constitución, que dice : “La protección del medio ambiente es de
interés general. Las personas deben abstenerse de cualquier acto que
cause depredación, destrucción o contaminación graves al medio
ambiente… El agua es un recurso natural esencial para la vida”.

Exigimos que no se firme el contrato con Aratirí, exigimos la
inmediata suspensión de la instalación de la Regasificadora.

Igualmente denunciamos las mega-fábricas de pasta de celulosa, con su
correlato de forestación intensiva, estas son el ejemplo concreto de
planes encadenados de largo aliento, que incluyen, además de los
problemas de desplazamiento de población rural, la administración de
inmensas extensiones de tierra por parte de sociedades anónimas
mayoritariamente extranjeras, el procesamiento de la madera para
únicamente fabricar pasta de celulosa, la alteración de zonas
costeras con puertos y acopio.

Así como la contaminación de grandes volúmenes de agua dulce que
utilizan irresponsable y gratuitamente, provocando la desaparición de
la pesca en nuestros ríos y arroyos.

La soja y el maíz transgénicos, en manos de empresas especuladoras
del agronegocio, hoy en constante expansión, están empobreciendo la
capacidad productiva de la tierra y envenenando las corrientes de agua
con la aplicación masiva de agrotóxicos. Esto está alterando el
equilibrio ecológico con la desaparición por muerte de distintas
especies y trae consecuencias en la salud de los seres humanos que se
nos quiere ocultar. Pero ya existen estudios que demuestran la
aparición de graves enfermedades en las poblaciones cercanas a esos
cultivos.

Denunciamos la iniciativa de instalar una fábrica de aceite de soja
en terrenos de gran valor histórico y cultural, nada menos que sobre
la Playa de la Agraciada, lo que evidencia el grado de sometimiento al
que han llegado los gobernantes.

Otros ejemplos de la enajenación de terrenos estatales y públicos
son la privatización del Parque Roosvelt y la venta en la Costa
Atlántica de terrenos de gran valor económico y gran importancia
ambiental.

Denunciamos la extranjerización de la tierra, que desplaza población
rural y concentra en manos de unas pocas empresas extranjeras casi la
mitad de las tierras productivas.

El surgimiento de todos estos mega-emprendimientos encareció el
precio de venta y alquiler de la tierra, perjudicando a las
comunidades locales y sus actividades productivas. Así ocurre con las
tradicionales actividades granjeras, hortícolas, lecheras, agrícolas
y ganaderas.

Denunciamos al gobierno y a todos aquellos que han posibilitado,
aprobado y reglamentado el andamiaje legal para garantizar impunemente
el saqueo por parte de las empresas multinacionales : ley de
inversiones que protege sus ganancias, ley de minería de gran porte
para que Aratirí pueda instalarse con comodidad, posibilidad de
ampararse en las cláusulas de confidencialidad de los contratos de
protección recíproca de inversión empresarial.

Hoy es nuestra Sexta Marcha Nacional. ¿Cuantas movilizaciones más
habrá? Las necesarias hasta que se vayan de nuestro territorio los
mercenarios, los saqueadores y sus cómplices. Escuchen bien
gobernantes, escuchen bien instituciones financieras que recetan
neoliberalismo, empresas y capitales especulativos que lucran con
nuestra riqueza: este pueblo es soberano y merece respeto. Tengan por
seguro que estamos plantados en la defensa de nuestro territorio.