«

»

INVESTIGAN LAVADO DE ACTIVOS EN LA ARMADA

NOTICIAS Y PENSAMIENTOS
COMCOSUR AL DÍA – AÑO 15 – Nº 1977
Viernes 20 de Junio de 2014
Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2014 
 

HOY:

1) Investigan lavado de activos en la Armada

2) Senadores del FA rechazan aplazar votación de ley de SCA

3) López Mena habló sobre Pluna

4) López Mena: no tener terminal en Montevideo "no afectará el negocio"

5) La fábrica
_________________________________________________________

"Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. 
Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades 
para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas 
contribuir para hacer un mundo mejor. Esa es tu alternativa".
                                                                                         Noam Chomsky
_________________________________________________________

1) Investigan lavado de activos en la Armada
Mauricio Pérez (Caras y Caretas)

Varios oficiales de la Armada Nacional, entre ellos un ex comandante en jefe, son investigados por eventuales delitos de “lavado de activos”. El “alto nivel de vida” de varios de los oficiales sugiere un incremento injustificado en su patrimonio.

La Justicia Especializada en Crimen Organizado inició una investigación por lavado de activos contra todos los oficiales de la Armada Nacional procesados por actos de corrupción en el manejo de fondos públicos, desde 2010 en adelante, para saber si sus patrimonios personales crecieron en forma injustificada.

El juez Néstor Valetti había dispuesto, el pasado 16 de mayo, el procesamiento de cuatro oficiales de la Armada por el manejo irregular de fondos en el Servicio de Hacienda y Contabilidad (Secon). La investigación determinó que Luis Alberto Moreira, ex jefe del Secon, y otros tres oficiales retiraban en forma irregular dinero de la cuenta “Fondos rotatorios”.

Se estableció que los oficiales efectuaban una trasposición de fondos desde distintas cuentas de la Armada a “Fondos rotatorios”, una cuenta de libre disponibilidad (Nº 57019), y desde allí extraían “mediante la modalidad de libramiento de cheques al portador, importantes sumas de dinero”. La maniobra superó los seis millones de pesos; el dinero extraído era utilizado por los oficiales en beneficio propio.

El juez Valetti se dispone ahora a iniciar una investigación por lavado de activos contra los cuatro oficiales, según informaron fuentes judiciales a Caras y Caretas. Sin embargo, esta no es la única causa que involucra a oficiales de la Armada: a principios de 2014, la Justicia comenzó a investigar por el mismo delito a los cinco procesados en 2010 en el marco de la indagatoria por las compras “fantasmas”, entre ellos, el ex comandante en jefe de la Armada, contralmirante (r) Juan Fernández Maggio.

Si se comprueba el blanqueo de dinero, los oficiales investigados pueden ser remitidos nuevamente a prisión, ya que se trata de un delito distinto al que se les imputó hace casi cuatro años.

Fondos irregulares

En setiembre de 2010, la entonces jueza Graciela Gatti dispuso el procesamiento con prisión del contralmirante (r) Juan Fernández Maggio, ex comandante en jefe de la Armada, y de otros tres oficiales, por la compra “fantasma” de materiales por parte del Comando General de la Armada. Esa investigación, que se inició tras una denuncia anónima, reveló que una grúa hidráulica y un banco de prueba para motores presuntamente adquiridos en 2008 no se encontraban en su lugar de destino, el Dique Nacional.

Durante el gobierno de Tabaré Vázquez, y ante una recomendación de la Auditoría Interna de la Nación, se resolvió impulsar diversos mecanismos de control sobre los ingresos por Misiones de Paz de la ONU, que hasta entonces eran administrados en forma independiente por las Fuerzas Armadas. Es decir, se reguló el gasto sobre fondos de libre disponibilidad, por lo cuales, hasta entonces, no se rendían cuentas.

Los oficiales idearon entonces la simulación de las dos compras, para poder utilizar el dinero “en forma directa y sin contralor”, según valoró la jueza Gatti. “Se simuló la necesidad de comprar un banco de pruebas SWWK y una grúa, se simuló la oferta por parte de los supuestos representantes exclusivos y se simuló el cobro de los precios respectivos por personas que no han podido ser identificadas”, señaló Gatti.

Por medio de estas maniobras, la Armada obtuvo unos trece millones de pesos. Ese dinero era utilizado en forma discrecional por los oficiales, sin ningún tipo de control. Únicamente era registrado de manera interna, mediante anotaciones en una planilla que el ex comandante en jefe, Fernández Maggio, ordenó destruir cuando el encargado de administrar el dinero fue enviado a Brasil. La medida no se hizo efectiva.

Los oficiales afirmaron en sede judicial que el dinero no fue utilizado en provecho propio, sino que, por el contrario, se usó para cubrir distintas necesidades de la Armada, ya que estaba en juego su subsistencia. La explicación, sin embargo, no dejó conforme a la Sede, que resolvió el procesamiento de los responsables y el inicio de nuevas investigaciones para dilucidar si hay otras compras fraguadas y otros oficiales involucrados.

A principio de este año, la Justicia dispuso, por estos hechos, el inicio de una investigación por lavado de activos contra los oficiales. Se designó un equipo multidisciplinario integrado por funcionarios de la DGI, el BPS, la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) del Banco Central, el ITF y la Secretaria Nacional Antilavado de Activos. El objetivo es esclarecer “el destino del dinero obtenido en forma fraudulenta”, dijeron fuentes judiciales a Caras y Caretas.

Según varias fuentes consultadas, desde el comienzo de la investigación se presume que al menos una parte del dinero obtenido por las “compras fraudulentas” (o “compras fantasmas”) terminó en las cuentas particulares de los oficiales o de testaferros. Esta percepción se sustenta en que algunos de estos oficiales mantenían un alto nivel de vida (apartamentos frente a la rambla, propiedades en Punta del Este y amplias extensiones de campo) que no se correspondían con lo que percibían por su trabajo. “Uno de los aspectos a investigar es si el patrimonio de los oficiales se ajusta con su nivel de ingresos”, dijeron las fuentes.

Esta indagatoria recién comienza e involucra a los oficiales procesados en 2010 por la jueza Gatti, pero no se descarta que se extienda a otros oficiales de la Armada, en virtud de que varios de ellos aún son investigados por presuntos actos de corrupción. Incluso, el juez Valetti se apresta a dictar resolución en un expediente en el que se solicitó el procesamiento con prisión del contralmirante (r) Hugo Viglietti, ex comandante en jefe de la Armada,.

A estos se suma el caso de los cuatro oficiales procesados por ilícitos en el Secon. Tres de ellos reconocieron que el dinero sustraído en las maniobras (unos seis millones de pesos) fue utilizado en beneficio propio para remodelación de casas, gastos de tratamientos médicos o la compra de bebidas alcohólicas para fiestas familiares. Parte del dinero sustraído fue devuelto, pero otra parte permanece oculta, por lo que la Justicia ordenó el embargo de cuentas bancarias y dispondrá iniciar una indagatoria por lavado de activos.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014
_________________________________________________________

2) Senadores del FA rechazan propuesta de FLS para aplazar votación de ley de SCA; Agazzi dijo que sería un “gran retroceso”
Santiago Sánchez (La Diaria)

La postura oficial del Frente Liber Seregni (FLS) de votar el proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) en octubre no parece tener demasiado eco en el resto de la bancada oficialista. Senadores de otros sectores del Frente Amplio (FA) rechazaron la propuesta y sostuvieron la necesidad de aprobar el proyecto cuanto antes.

El senador Ernesto Agazzi (Movimiento de Participación Popular) recordó que la aprobación de la norma ya fue resuelta tanto en la agrupación nacional de gobierno como en la bancada frenteamplista (que tomó esa decisión de forma unánime, pero con la ausencia del nuevoespacista Rafael Michelini, uno de los legisladores que han cuestionado que se apruebe durante el período electoral). “No tengo ningún motivo para cambiar las decisiones que el FA ya tomó”, afirmó Agazzi a título personal. Además, aseguró que la idea de votar el proyecto en octubre o noviembre, una vez terminado el proceso electoral, es “un poco tonta”. “¿Qué le vas a decir a Andebu?, ¿que no lo vas a votar ahora pero sí después de las elecciones? ¿Te creés que vas a quedar bien con ellos?”, ironizó. Luego sostuvo que aplazar la votación sería un “gran retroceso”. “Hay que acordarse de la gente que está interesada en que los medios de comunicación audiovisual sean empresas serias”.

En tanto, su par Eduardo Lorier (Partido Comunista) sostuvo que la posición de su sector es votar la norma “sin mayores dilaciones, tal como estaba programado”. “No le vemos sentido votarla después de octubre”, señaló.

También el senador Daniel Martínez (Partido Socialista) aseguró que su sector reafirmó “lo que se discutió en el FA en su momento”: “Estamos para votarlo ahora”, resumió. En la misma línea, Alberto Couriel señaló la necesidad de aprobar la norma a la brevedad. “Mi expectativa es que [el proyecto de ley] llegue a la primera sesión [del plenario de la Cámara de Senadores] de julio”, sostuvo. Al igual que Agazzi, recordó que el tema fue resuelto en una sesión de la agrupación de gobierno del FA, y que la bancada oficialista también se había expresado a favor de la aprobación de la norma.

El tema volverá a estar en el orden del día de la reunión de bancada frenteamplista de la próxima semana. Si bien fue discutido el lunes, los legisladores frenteamplistas no tomaron ninguna postura al respecto. Además de considerar que la norma se convertiría en blanco de críticas por parte de la oposición, otro de los argumentos que esgrimió el FLS para posponer la aprobación del proyecto hasta el fin del período electoral es que, luego de este proceso, se podrían crear los cargos de los integrantes del Consejo de Comunicación Audiovisual, que será el organismo que tendrá las competencias regulatorias. Si la norma es votada antes de las elecciones, los cargos no podrán crearse debido a que la Constitución lo inhabilita durante el período electoral. La solución de la bancada del FA pasaba por desglosar la creación efectiva de estos cargos de dirección para el próximo período legislativo.

Además del FLS, el candidato presidencial del FA, Tabaré Vázquez, también considera que la norma no debe ser aprobada durante el período electoral. No obstante, ayer continuó la votación del proyecto en la Comisión de Industria, Energía, Comercio, Turismo y Servicios de la cámara alta, que lleva aprobados cerca de 50 artículos de los más de 180 que tiene la norma.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014
_________________________________________________________

3) López Mena habló sobre Pluna
(Montevideo Portal)

"Fui arrastrado a este asunto por pedido del gobierno y quedé en medio de una maraña actuando de buena fe", dijo Juan Carlos López Mena sobre el caso Pluna. El empresario habló sobre su vinculación con el caso Pluna en una extensa entrevista que le concedió al semanario Búsqueda.

En el artículo, López Mena se declara "harto" de aparecer como "el malo de la película" y aclara que él nunca quiso comprar los aviones. En todo momento asegura que actuó frente a la insistencia del gobierno. "Fui arrastrado a este asunto por pedido del gobierno y quedé en medio de una maraña actuando de buena fe (…) en una situación en la que no tenía nada para ganar", señaló.

"Pensábamos que seríamos parte de la solución pero quedamos envueltos en el problema y a partir de ahí una cosa nos fue llevando a la otra con un vértigo tal que nos indujo a tomar malas decisiones", contó a Búsqueda.

"No quería ni más aviones ni hacerme cargo de Pluna", dijo, aunque explicó que sí le interesaba el arrendamiento por los aviones (una oferta de 500.000 dólares por mes)

Sobre las declaraciones de Antonio Álvarez, dueño de Cosmo, que acusa a López Mena de haberlo usado como testaferro para comprar los aviones más baratos, el empresario cree que la idea es "ridícula". "Si Cosmo hubiera seguido adelante con su oferta de compra los aviones seguirían prendados hasta que no terminara de pagarlos. Entonces, ¿cómo podría comprarlos si estaban prendados? (…) Hubiera sido más sencillo participar en la subasta a la baja", reflexionó.

"En un momento, el gobierno nos planteó que nosotros adquiriéramos el boleto de compra de los aviones a Cosmo para terminar con la situación que se había generado. Fue así que le planteé a Hernán Calvo la compra de ese boleto", contó, explicando que luego desistió por las manifestaciones públicas en contra de que BQB se hiciera cargo de los aviones. "Empezamos a ser presionados por Cosmo a raíz de sus penurias financieras y para evitar posibles responsabilidades judiciales decidimos hacerle un préstamo a Cosmo", aclaró sobre el préstamo de medio millón de dólares a Álvarez.

También negó que quisiera quedarse con las frecuencias de Pluna. "BQB ya estaba volando y tenía su plan de negocios en marcha. Y las rutas eran de BQB en pleno derecho", señaló.

Dijo tener buena relación con todos los gobiernos uruguayos desde que comenzó a operar Buquebus, pero aclaró que jamás recibió favores de ninguno. Y que puso plata en campañas electorales "como muchísimos empresarios" pero "sin preferencias por ninguno de los candidatos".

"Yo acepté hacerme cargo de pagar el aval, a pesar de que siempre entendí que no me correspondía, y este tema se dirimirá en la Justicia. Ahora nos notificaron que en 2015 no nos renovarán la concesión y estamos recurriendo esa resolución", aclaró.

"¿Por qué pagó el aval?", preguntó el periodista. "Cuando presenté a Hernán Calvo, lo hice porque lo conocía bien y pensaba que sería una alternativa viable. Tal vez ese fue otro error. Pero luego, con todo lo que sucedió después, yo no podía dejar de hacerme cargo de las consecuencias. Ya había recomendado a Calvo (…) en definitiva tenía que salvar mi reputación y la de mi empresa.

En cuanto a los mails revelados por El País, en los que Calvo Sánchez asegura que no quiere que se den cuenta que está vinculado a Buquebus, López Mena responde: "No entiendo por qué a Hernán Calvo le preocupaba que lo vincularan a Buquebus. Tampoco entiendo el asunto de la recompensa del Estado, el resto son malas interpretaciones". "Tampoco podemos olvidarnos de que la subasta, si bien fue el último hito de un proceso que venía muy mal desde su origen, fue objeto de un escrutinio tan hostil por parte de la prensa y el sistema político como no recuerdo ningún otro", concluyó.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014
_________________________________________________________

4) López Mena: no tener terminal en Montevideo "no afectará el negocio"
(El País)

El presidente de Buquebus Juan Carlos López Mena dijo que recurrirá la resolución del gobierno de no prorrogar la concesión de la terminal del puerto de Montevideo.

"Estamos recurriendo esa resolución aunque eso no afecta nuestro negocio ya que sin importar de quién sea la terminal, el servicio de embarque y desembarque de pasajeros se seguirá prestando, como pasa en Colonia donde la terminal es del Estado", dijo López Mena a Búsqueda.

El gobierno resolvió que el 16 de noviembre de 2015 finalizará la concesión de la terminal de pasajeros a Buquebus en el Puerto de Montevideo, y anunció que ya se comenzó a trabajar en la redacción de los pliegos para llamar a una nueva licitación que exigirá inversiones y un nuevo plazo.

El 16 de noviembre de 1994, Los Cipreses SA (Buquebus) firmó un contrato con la Administración Nacional de Puertos por la concesión de la Terminal Fluvio Marítimo de Pasajeros del Puerto de Montevideo por un plazo de diez años prorrogables por períodos adicionales y sucesivos por un máximo de 30 años, es decir, hasta la misma fecha de 2024. Sin embargo, esto no se concretaría.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014
_________________________________________________________

5) La fábrica
Daniel Gatti (Revista Ajena)

La única fábrica de cerámicas del país está de vuelta gracias a sus trabajadores, que hicieron de la ruina empresarial el emprendimiento autogestionario más grande de Uruguay. Entre incertidumbres y esperanzas retorna también la vida al pueblo, que durante cinco años padeció el cierre de la única fuente laboral propia, de la que depende buena parte de sus habitantes.

Si Empalme Olmos hubiera estado más lejos de Montevideo, el cierre de Metzen y Sena en 2009 lo hubiera convertido casi con seguridad en un pueblo fantasma. Pero si la emblemática fábrica de porcelanas hubiera estado ubicada en la capital, su recuperación habría sido casi imposible: todos sus trabajadores se habrían dispersado, y el efecto sobre el pueblo, a la larga, hubiera sido el mismo. “Hay una identificación casi total entre pueblo y fábrica. Empalme sin la fábrica era una lágrima. Ahora le está cambiando la cara”, dice a Ajena Luis González, uno de los directivos de la Cooperativa de Trabajadores Cerámicos (CTC), que se hizo cargo del predio y las instalaciones de Metzen y Sena y las puso a funcionar “bajo control obrero”, luego de que su último propietario capitalista, Alejandro Barreto, las dejara hechas una ruina.

Pasó con Montes –a unos pocos quilómetros de Empalme– a fines de los ochenta. “Cerró Rausa, el ingenio azucarero que le dio identidad al pueblo, y Montes casi que desapareció como pueblo activo: sufrió una emigración brutal hacia Montevideo, el desempleo y el subempleo campearon, la población cayó, y Montes, que era uno de los lugares más pujantes del Interior canario cercano a Montevideo, hoy es de una tristeza…”, cuenta otro González, Julio.

Julio es hijo y hermano de trabajadores de Metzen y Sena. Vive en Empalme Olmos desde que nació, hace 40 años, y es de los que piensan que “sin la fábrica no da lo mismo: en eso Empalme es bien un pueblo ‘de afuera’, de esos que dependen prácticamente de una sola fuente laboral propia, que cuando falta la notás como si te quedaras huérfano, y si por milagro reaparece hasta el aire cambia”.

A fines de los ochenta, y aun antes, Metzen y Sena absorbió a buena parte de los trabajadores de Rausa, y Empalme Olmos captó “emigrantes” llegados desde Montes y aledaños. Muchas décadas atrás, el pueblo –por entonces una comunidad campesina, de productores ganaderos, agrícolas, lecheros– había visto el desembarco de minioleadas de extranjeros (italianos, españoles, ingleses, húngaros, rusos, alemanes). Un folleto editado por la Asociación de Fomento local dice que en la época Empalme Olmos era “una pequeña y cosmopolita sociedad” que crecía al impulso del ferrocarril. AFE supo ser el principal empleador local; en Empalme tenía un taller industrial, y la estación del pueblo, Víctor Sudriers, “era una romería”, cuenta Julio que le contaba su abuela. Poco queda de ese esplendor ferroviario. Apenas la estación –de las pocas de la zona que no fueron desmanteladas, por las formaciones de carga que todavía paran allí–, pero ya no los trenes de pasajeros que hasta hace un año, a razón de cuatro por día, llevaban a los empalmistas hacia Montevideo más rápido y mucho más barato que los ómnibus.

Aunque Empalme siempre tuvo “una identidad medio volátil, por momentos de pueblo dormitorio”, define Julio, el ferrocarril primero, y “la fábrica” luego, se la fueron consolidando. Hubo un Empalme esencialmente ferroviario, como hubo luego, cuando el tren empezó a decaer, un Empalme esencialmente porcelanero. “Lo curioso es que cuando Metzen cerró, la gente estaba en su momento de menor desapego por el devenir del pueblo: aquellos que habían venido de otros lugares y que lo tomaban sólo como dormitorio –trabajaban en Olmos y volvían los fines de semana– ya se habían asentado.”

Creada a fines de los treinta, Metzen y Sena operó en Empalme como “el gran padre que aseguraba el bienestar de cada familia y de la localidad toda. La prosperidad de la zona se asociaba a sus características endogámicas (lo bueno está acá adentro)”, se decía en una investigación sociológica realizada en febrero de 2010 para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. “La meta de cada joven era ingresar a Metzen y Sena”, y en ella transcurrir su vida. “Máxime cuando se pagaban salarios relativamente altos y que entre la gente la sensación dominante era que la fábrica era un vector de ascenso social poco menos que eterno. Así fue que llegaron a haber varias generaciones de trabajadores de Metzen en una misma familia, de abuelo a nieto”, dice Julio. “En los buenos tiempos de la fábrica se llevaba a los muchachos a perfeccionarse a Brasil. El que no quería estudiar más no se preocupaba, porque allí estaba Olmos.”

A la fábrica se entraba con 16 o 17 años. Fue esa la edad iniciática de Luis González, que va ahora por los 41, y 24 los pasó en Olmos. “Uno aprendía un oficio que tiene mucho de artesanal. Se formaba en un trabajo que ni la UTU enseña. Pocos conocen que el asa de un pocillo marca Olmos va colada a mano. Igual que los inodoros: un buen porcentaje de su fabricación es artesanal. Y en la fábrica también hay maquetistas, diseñadores. Se requiere todo un saber en este laburo, que en Uruguay sólo acá se adquiría.”

Julio González asegura que Metzen llegó a promover en Empalme una “economía de burbuja”, de prosperidad rara para la zona. Néstor –un almacenero con local sobre Luis Alberto de Herrera, la calle principal del pueblo, relata que cuando sus padres abrieron el negocio, 29 años atrás, “una familia de cuatro personas que viviera de Olmos se sobraba, tenían casa y auto a las risas. El cierre fue un golpazo, pero se veía venir”.

Metzen ya había tenido dos cimbronazos grandes en los años anteriores. El padre de Julio González quedó por el camino en uno de ellos, a mediados de los noventa. “Desde que se retiraron los patriarcas, los viejos Metzen y Sena, hubo sucesivas y desastrosas administraciones. Se fueron poniendo parches, se dejó de invertir, no se reparaban las máquinas, y en los últimos tiempos hubo un proceso de vaciamiento. Los gerentes vendían mercadería por fuera” y el dueño triangulaba plata entre sus diversas empresas, unas ocho, cinco de ellas basadas en Panamá, “bicicleteando la guita que el Estado, a través de la Corporación Nacional para el Desarrollo, le daba para que no se perdieran las fuentes de trabajo y el pueblo no se desmoronara. El cierre fue en etapas. De haber sido más abrupto hubiera sido mucho peor, pero de todas maneras impactó enormemente”.

El 3 de diciembre de 2009, el día que los portones de la fábrica se cerraron por primera vez en 77 años y se inició el proceso de apagado de los hornos, Metzen y Sena empleaba a 753 trabajadores, 90 por ciento de ellos residentes en Empalme Olmos (en una tercera parte mujeres, algo no muy común en una planta industrial). “Es cierto que llegamos a ser mil más, pero la gran mayoría de los habitantes, de manera directa o indirecta, dependían de la fábrica”, dice Patricia, administrativa, empalmista de relativa nueva cepa (“vine de uno de esos pueblitos de 40 o 50 quilómetros a la redonda que fueron entrando en decadencia”). El cierre significó que durante cuatro años, hasta la reapertura, en hogares que tenían hasta cuatro de sus integrantes trabajando en la fábrica pasara a ingresar la mitad de lo que ingresaba, que se quedaran sin actividad camioneros y fleteros, jardineros que cortaban el pasto de las casas de los trabajadores y muchachas que les cuidaban a los hijos, que los comercios vendieran mucho menos o lisa y llanamente se fueran a pique, que en el pueblo “la angustia, la incertidumbre” se convirtieran en las sensaciones más extendidas.

“Se temió una desbandada”, aseguró a Ajena Luis González. Sobre todo una desbandada social, precisó Andrés Soca, secretario de la CTC. “Algunos tuvimos miedo de que Empalme cayera en una depresión colectiva. De eso no se habla habitualmente, pero aquí el índice de suicidios es alto, tradicionalmente alto. Nos temimos que el cierre de la fábrica los disparara. Entre las doscientas y pico de trabajadoras había una buena cantidad de madres solteras. Quedaron bastante desamparadas. Cuando conseguían alguna changa era muy común que fuera lejos, a veces en Montevideo, y además de gastar en transporte plata que antes no gastaban porque la fábrica la tenían a unas cuadras, debían, a veces, dejar a los chicos solos. Temimos también por los chiquilines, que esto se convirtiera en un nido de bocas de pasta base.” O que, como en la Montes post Rausa, aumentaran los casos de violencia doméstica. “Por suerte no pasó nada”, dice Andrés, que no sabe explicar mucho el porqué. “Capaz que porque se generó un sentimiento de solidaridad”, dice, contrastando con la opinión del almacenero Néstor, para quien “ya nunca más hubo lazos aquí como los había antes”, o porque “en el fondo siempre existió la esperanza de que la fábrica reabriera”. Daniel Pereira, maquetista con casi cuarto de siglo “de fábrica al hombro, toda una vida en Empalme, casa a diez minutos de la fábrica y amigos y contactos siempre acá”, asegura que ese fue el motivo, sin duda: la fe. “Todos los que trabajábamos en la fábrica sabíamos lo que daba, que era viable, y nos agarramos a eso.”

Las ollas populares pautaron el primer año largo de espera. “La primera Navidad fue terrible, y la segunda”, dice Daniel Pereira. “Fue fundamental la gente.” En Empalme se realizaron festivales, rifas, colectas para ayudar a mantener a los “olmistas”, sobre todo a las mujeres jefas de hogar. “Había una convicción general de que la reapertura no podía demorar mucho, pero las cosas se eternizaron”, apunta Luis. “Hasta que conseguimos la entrega precaria de las instalaciones pasaron más de tres años, y durante ese período nos hicimos cargo nosotros de mantener la planta industrial, limpiarla, vender la mucha mercadería que había en estoc, hacer el raleo de las 2.500 hectáreas forestadas propiedad de la empresa, cumplir con tareas administrativas para la sindicatura que asumió el control de la fábrica cuando la dirección anterior fue remplazada.” Y reunir al personal.

La idea de “refundar” la empresa de manera cooperativa rondó la cabeza de una parte de la dirigencia del sindicato casi que desde el pique. Al cabo terminaron ganando la apuesta. En determinado momento, recuerda Luis, invitaron a todo el personal a adherir al sindicato para poder ser parte de la cooperativa, o retirarse. Más de 500 trabajadores, de los 750 y pico, se interesaron. En agosto de 2010 nació formalmente la CTC.

Pero el antiguo propietario, Alejandro Barreto, que había dejado una deuda de más de 100 millones de dólares –27 millones de ellos con el Estado–, resistió todo lo que pudo. Parte de su personal de confianza –unas sesenta o setenta personas– lo secundó en una “ofensiva”, dice Andrés Soca, que llamó “Plan B” y que consistió básicamente en intentar convencer a los trabajadores, y también a los habitantes del pueblo, de que nunca una fábrica como esa podría funcionar “bajo control obrero”. Intervinieron en la radio comunitaria de la zona, montaron un blog en Internet, pusieron avisos en diarios locales, y llegado el caso, cuando las cosas se les iban definitivamente de las manos, le pidieron al sindicato –a cambio de unas cuantas concesiones– que intercediera ante el gobierno para que la fábrica fuera restituida a sus “auténticos dueños”. Una asamblea sindical respondió que no. “El tipo no cejó –cuenta Luis González– y empezó a meter chicanas ante la justicia, incitando también a los acreedores a que nos hicieran la vida imposible. El uso precario, que podríamos haberlo obtenido casi que enseguida, con todas esas joditas recién nos lo dieron en noviembre de 2012.”

Periódicamente el conjunto de los trabajadores, incluso gente del pueblo, pedían a los cooperativistas virtuales que realizaran una asamblea para informar sobre novedades en la marcha del proceso de recuperación de la fábrica. “Hasta que no tuvimos novedades ciertas no quisimos convocar asambleas de ese tipo, para no cortar changas o generar falsas expectativas. La hicimos cuando estuvimos seguros.”

Hay en Empalme quienes descreen de la posibilidad de que “la fábrica” logre despegar sin un patrón tradicional a su frente. Lo dice el almacenero Néstor; lo piensa también José, el dueño de la carnicería del pueblo, y algunos parroquianos del boliche contiguo al club social. Uno de éstos sugiere: “¿Por qué esta gente, a la que conozco de chico y que como yo no tiene idea de cómo se administra una empresa, podría hacerlo mejor que su propietario, que en definitiva ‘nació’ para eso?”.

Julio González entiende que en Empalme Olmos haya mucha gente que piensa así. “Es un pueblo muy conservador”, dice. “El propio gremio de Metzen y Sena era más o menos así. No por nada se llamaba Asociación Laboral Independiente –y no sindicato– de Obreros de la Fábrica Olmos.” La independencia que quería marcar ALIOFO, afirma Julio, era con respecto “a la central”, al PIT-CNT, y su líder por muchos años fue un caudillo blanco, hoy director técnico del club de fútbol local, “con mucha llegada en la gente pero que despuntó el vicio de la política a través de un sindicalismo muy ligado a la dirección de la empresa”.

Luis González admite que “la lucha para probar que los trabajadores podemos hacernos cargo de la empresa la tenemos que dar dentro mismo de los cooperativistas. No todos entienden que tienen que cambiar de registro, que ahora la empresa les pertenece y que de cómo ellos trabajen, de cómo trabajemos todos, dependerá su propio futuro y el de todo el pueblo. Es un combate de todos los días, que por suerte vamos ganando”.

Desde que la CTC puso a rodar nuevamente a la ex Metzen, en julio, con 362 cooperativistas y diez empleados, entre ellos el gerente, ha ido recuperando espacios en un mercado que había sido copado por los importadores, apunta Andrés Soca. “Tuvimos que demostrarles también a los clientes que éramos capaces de, y sostenernos”, agrega Luis González. Tienda Inglesa esperó meses para hacerle a la recuperada CTC su primer pedido de vajilla –“esa clásica vajilla Olmos, de buena calidad, sin cadmio ni plomo, que nosotros, los obreros, fabricábamos, no algún patrón o capataz”–. La agotó a los pocos días, volvió a pedir y reincidió una vez más; Acher y Castro lo mismo, en revestimientos y sanitarios. También están exportando. “Facturamos unos 800 mil dólares mensuales, pero necesitamos llegar al millón para estabilizarnos. Este mes nos demoraremos unos días en pagar los sueldos, porque son lo último que pagamos. El resto está al día”, decía en abril pasado un tercer González, Jorge, el presidente de la cooperativa, al diario El País (11-IV-14). El equilibrio piensan alcanzarlo en julio.

En Empalme, los casi 150 ex trabajadores de Metzen que manifestaron su voluntad de sumarse a la CTC y quedaron fuera esperan que el equilibrio se alcance pronto. Hay planes para ir incorporándolos progresivamente, con base en el mismo criterio que se adoptó en julio, cuando se debió definir quiénes empezaban a trabajar: “por capacidad, apuntando al recambio (tenemos una mano de obra envejecida, de una media cercana a los 50 años) y priorizando a la gente del pueblo”, dice Luis González. Los sueldos son muy inferiores a los que pagaba la vieja empresa capitalista (van hasta un máximo de 37 mil nominales, para la categoría 6; hacia 2009 los directores ganaban 150 mil cada uno, y los capataces llegaban a 70 mil).

“Quizás eso incida para que en el pueblo algunos sigan dudando: el consumo todavía no se ha relanzado”, observa Julio González. Jaime Pereira, uno de los parroquianos del boliche, empalmista desde los 5 años (tiene 47), matiza: “Trabajo en el súper (antes estuve en la fábrica), y ahí las ventas se fueron para arriba. Es notorio que las cosas aquí han cambiado”.

“Y está lo más importante –completa Luis González–: se quebró parcialmente la incertidumbre. Queda terminar de quebrarla, porque no contamos con la propiedad definitiva del predio. Todavía tienen que rematarlo. Recién entonces, cuando ganemos el remate –ni queremos imaginar que le entreguen la única fábrica de cerámicas de Uruguay a algún especulador o alguien por el estilo–, podremos decir que cumplimos con uno de los grandes objetivos que nos habíamos fijado: que Empalme no se convirtiera en un nuevo Montes.”

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 20 DE JUNIO DE 2014
_________________________________________________________
_________________________________________________________

COMCOSUR AL DÍA ES UNA PRODUCCIÓN DE
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación : Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: 
Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY
E mail: comcosur@comcosur.com.uy – WEB: www.comcosur.com.uy 
_________________________________________________________

Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes 
y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional ni personal.
_________________________________________________________

Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
_________________________________________________________

Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín,
no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre
los temas en cuestión.
_________________________________________________________