«

»

ISRAEL – PALESTINA: CÓMO EMPEZÓ TODO

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL
REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS
AÑO 14 – Nº 682 / Lunes 4 de Agosto de 2014
Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2014
Ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
_________________________________________________________

HOY:

1) Israel, Palestina: Cómo empezó todo

2) La guerra de engaños de Israel de 2014

3) La alianza forjada en sangre entre Arabia Saudí e Israel

4) Ucrania ¿Quién paga la guerra?

5) La Policía calcula que la familia Pujol controla sólo en Andorra ‘al
menos 500 millones de euros’
_________________________________________________________

“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que
niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo
hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese
monopolio es central.”
Emir Sader
_________________________________________________________

1) Israel, Palestina: Cómo empezó todo
Olga Rodríguez (El Diario)

“Si eres neutral ante situaciones de injusticia, has elegido el lado del
opresor” (Desmond Tutu)

Cómo empezó todo, preguntan algunos estos días. Esto, lo que está
ocurriendo en Gaza, se inició hace mucho tiempo. Comenzó con los
pogromos, las persecuciones racistas de judíos primero en Rusia, después
en Europa. Comenzó con el antisemitismo europeo, con el nazismo, con el
genocidio contra los judíos y con la posterior decisión de Europa,
motivada por la culpa de lo ocurrido, de apoyar y fomentar el sionismo
-surgido en el siglo XIX- y la masiva emigración judía a Palestina.
Comenzó cuando el protectorado británico de Palestina miraba hacia otro
lado mientras los judíos se organizaban en bandas armadas que cometieron
atentados terroristas, matando a gente, contra objetivos británicos y
árabes.

En 1947 la ONU, motivada por la responsabilidad y culpa europea del horror
contra los judíos, aprobó un plan de partición que asignó el 54% de la
Palestina del mandato británico a la comunidad judía (llegada la mayoría
tras el Holocausto) y el resto, a los palestinos. Jerusalén quedaba como
enclave internacional.

En los primeros meses de 1948 las fuerzas armadas judías clandestinas
-escribo judías porque así se autodenominaban, y aún no se había
declarado la independencia de Israel- elaboraron el Plan Dalet, cuyo fin
era, entre otras cosas, hacerse con el control de la vía que unía
Jerusalén con Tel Aviv, una zona que no figuraba como futuro territorio
israelí en el plan de partición de la ONU. De ese modo expulsaron a miles
de personas y asesinaron a cientos. Es decir, ya hubo entonces un plan de
limpieza étnica.

Después, cuando los países árabes vecinos declararon la guerra a Israel
tras su nacimiento en mayo de 1948, las fuerzas armadas israelíes
aprovecharon para ocupar más tierras y expulsar a cientos de miles de
palestinos. De ese modo Israel pasó a tener un 78% del territorio
(posteriormente, en 1967 Israel ocuparía el 22% restante: Gaza,
Cisjordania y Jerusalén Este).

Tras la guerra del 48, muchos palestinos intentaron regresar a sus casas,
pero las tropas israelíes se lo impidieron, a pesar de que en diciembre de
1948 Naciones Unidas aprobó la resolución 194, incumplida hasta hoy,
confirmada en repetidas ocasiones y ratificada en la resolución 3236 de
1974, que establecía el derecho de los refugiados a regresar a sus hogares
o a recibir indemnizaciones.

Solo pudieron permanecer dentro de Israel, en muchos casos como
desplazados, unos 150.000 palestinos, el 15% de la población, que en 1952
accedieron a la ciudadanía. Son los llamados árabes israelíes.

Gaza

Gran parte de los palestinos de Gaza son refugiados, expulsados o
descendientes de los expulsados en 1948 a través de lo que constituyó,
según historiadores israelíes como Ilan Pappé, una limpieza étnica, con
el objetivo de levantar un Estado de mayoría judía. Incluso el
historiador israelí sionista Benny Morris, ha escrito que “con la
suficiente perspectiva resulta evidente que lo que se produjo en Palestina
en 1948 fue una suerte de limpieza étnica perpetrada por los judíos en
las zonas árabes”.

Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel
controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la
entrada de materiales fundamentales. Practica un castigo colectivo.

Esto, lo que está pasando en Gaza, se inició hace 66 años, cuando se
optó por una concepción de Israel como un Estado judío con mayoría
judía. Para mantener esa mayoría Israel practica la ocupación, aparta y
discrimina a los palestinos y, de vez en cuando, lleva a cabo operaciones
militares que matan a cientos o miles y provocan el desplazamiento de miles
más.

Para mantener la mayoría judía…

El Estado israelí, para ser fiel a su autodefinición -Estado judío-
excluye el concepto de ciudadanía universal. Si aceptara como ciudadanos a
los palestinos de Gaza y Cisjordania -territorios que controla u ocupa- su
concepción como Estado judío estaría en peligro, ya que la población
judía dejaría de ser la mayoritaria.

La elevada natalidad entre los palestinos es una de las preocupaciones
principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica. Ya hoy los
judíos dentro de la llamada Línea Verde -las fronteras de antes del 67-
conforman el 70% de la población, y se calcula que dentro de veinte años
podrían ser el 50%.

Israel se opone a la creación de un Estado palestino pero también se
niega a conceder derechos plenos y ciudadanía a los palestinos de Gaza y
Cisjordania, porque si lo hiciera, estaría renunciando a su carácter
judío como Estado. Es decir, a lo que algunos historiadores y politólogos
llaman etnocracia. Como subrayaba el israelí Sergio Yahni, integrante del
Alternative Information Center, en una conversación que mantuvimos en
Jerusalén:

“Israel solo puede ser un Estado judío si mantiene la supremacía
demográfica o legal de la población judía, pero para ello tiene o que
llevar a cabo una nueva limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la
segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no
asuma una verdadera transformación democrática, no viviremos en paz y
seguirá la represión”. («El hombre mojado no teme la lluvia»,
Ed.Debate, 2009).

La Ley de Bienes Ausentes

Para que Israel pudiera ser un Estado judío, el gobierno del primer
ministro David Ben Gurion organizó la recolonización de las tierras y
distribuyó los bienes inmuebles que llamaron “abandonados”. Para ello
se aprobó en 1950 la Ley de los Bienes Ausentes, que gestionó el traspaso
a manos judías de las casas de los palestinos, no solo de los que se
habían ido fuera de las fronteras israelies, sino también de aquellos que
habían sido reubicados dentro del Estado israelí.

También se aprobaron otras leyes que prohibieron la venta o transferencia
de tierras para garantizar que no cayeran en manos palestinas, y que
permitían decretar la expropiación de bienes por interés público o
declarar una superficie como “zona militar cerrada”, lo que impedía a
los propietarios de la misma reclamarla como suya. De ese modo, 64.000
viviendas de palestinos ya habían pasado a manos judías en 1958.

La Ley del Retorno

Otra de las leyes fundamentales y una de las más controvertidas es la Ley
del Retorno, que confirma esa insistencia en el carácter judío del Estado
a través de la concesión de privilegios a los judíos. Esta ley concede
el derecho a la ciudadanía de todos los judíos del mundo, de los hijos,
nietos y cónyuges de los judíos, así como de quienes se conviertan al
judaísmo. Sin embargo, no incluye a los judíos de nacimiento convertidos
a otra religión y de hecho se ha denegado la ciudadanía a varios judíos
convertidos al cristianismo.

La polémica en torno a esta ley reside en que Israel no permite regresar a
su hogar a los palestinos expulsados ni a sus descendientes. Pero, por
poner un ejemplo, un sueco que se convierta al judaismo sí tiene derecho a
residir en Israel y a obtener la ciudadanía. Además, es probable que
pudiera acceder a ayudas económicas del Estado para financiar estudios o
adaptación a su nuevo hogar.

En 2003 se construyó un escalón más en esta política exclusivista con
la aprobación de la Ley de Ciudadanía y Entrada en Israel, que indica que
los palestinos de Cisjordania o Gaza menores de 35 años y las palestinas
de Cisjordania o Gaza menores de 25 años no podrán residir en territorio
israelí aunque se casen con un/a israelí. Sin embargo, si cualquier
europeo contrae matrimonio con un ciudadano israelí tendrá derecho tanto
a la residencia como a la ciudadanía.

La ocupación

La ocupación es la esencia del Estado israelí tal y como se concibe a sí
mismo a día de hoy. Los colonos conforman una especie de ejército
israelí paralelo al oficial, ya que ejercen una función paramilitar, la
de invadir y ocupar, motivados por razones políticas, religiosas y
también económicas, ya que el Estado concede préstamos y subvenciones a
aquellos judíos que se instalan en la tierra de los palestinos.

En el territorio palestino de Cisjordania viven 450.000 colonos judíos,
con una población total de más de dos millones de habitantes. Las
colonias judías consumen un promedio de 620 metros cúbicos de agua por
persona al año frente a los menos de 100 metros cúbicos de los
palestinos. Esto sucede porque los asentamientos se apropian de parte de
los acuíferos y de las áreas con más reservas.

Los colonos pueden llevar armas. Además, sus asentamientos están
protegidos por el Ejército israelí, que de este modo legitima la
ocupación. Es el propio Estado el que administra los terrenos de
Cisjordania.

A través de las colonias, Cisjordania se ha convertido en una zona
acantonada, sin continuidad territorial, donde los pueblos y ciudades
están desconectados entre sí, convertidos en islotes rodeados por
controles militares israelíes y por asentamientos judíos. Un Estado
palestino con esta Cisjordania actual no contaría con conexión
territorial y tendría tantas fronteras como colonias hay.

Exclusión y discriminación

Para controlar a la población palestina, Israel limita sus movimientos,
lleva a cabo arrestos arbitrarios, aplica la llamada ley de detención
administrativa, que permite mantener encarcelado a un palestino sin cargos
ni juicio hasta al menos dos años, impide a los palestinos salir de su
localidad o les obliga a esperar horas para hacerlo, les niega servicios
públicos fundamentales, les prohibe construir viviendas y de hecho
destruye algunas de sus casas, con la excusa de que no cuentan con permisos
de construcción que se les deniegan de forma sistemática.

En la práctica aplica un apartheid y se guía por la ley del talión. Si
alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la
venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable,
torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva
militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de
lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta
por la venganza en vez de por la vía judicial.

El precio de la paz

Ante ello, Estados Unidos o la Unión Europea se limitan a murmurar con
tibias condenas que son simple tinta sobre papel, porque mientras las
emiten, mantienen a Israel como socio comercial preferente, le venden
armas, le brindan apoyo diplomático y estratégico. Nuestros gobiernos son
corresponsables -desde hace décadas- del destino de palestinos e
israelíes.
Como me dijo Rami Elhanan, israelí que perdió a su hija en un atentado de
Hamás, los judíos que apuestan por excluir a los palestinos se excluyen a
sí mismos, “están volviendo al gueto. La solución está encima de la
mesa, pero solo llegará cuando Israel se dé cuenta de que el precio de no
tener paz es más elevado que el de tenerla”.

Este año Hamás y Al Fatah anunciaron su reconciliación y un acuerdo
incipiente para un gobierno de unidad nacional. Las autoridades palestinas
han hablado incluso de estar dispuestas a recurrir a la vía judicial para
denunciar a Israel en tribunales internacionales. Ante ello, la respuesta
de Tel Aviv ha sido más mano dura. No quiere al pueblo palestino unido,
porque eso también amenaza el carácter judío de su Estado.

La radicalización está llegando a tal punto que han brotado nuevos grupos
extremistas israelíes que atacan a los manifestantes israelíes que salen
a la calle para pedir paz y libertad para Palestina.

En su ansia por querer más, Israel sigue renunciando a un acuerdo más que
beneficioso para él, por el cual los palestinos tendrían un Estado con
tan solo el 22% de la Palestina inicial, lo que supondría ordenar la
salida de Cisjordania de los 450.000 colonos judíos, algo a lo que Tel
Aviv no está dispuesto, al menos hasta ahora. De todo esto va lo que
ocurre estos días en Palestina, en Gaza, en Cisjordania.

Otro Israel es posible

Cada día que pasa los palestinos son reducidos a números o al olvido,
recubiertos por esa perversa sospecha que persigue a tantas víctimas, y
que susurra “algo habrán hecho”, “algo habrán hecho”, porque
resulta increíble que los crímenes se cometan con tanta impunidad. La
entidad que se erige a sí misma como árbitro moral para decidir qué
debería ocurrir y qué no en Palestina es la misma que robó y sigue
robando la tierra de otros.

No hay solución militar posible porque a pesar de todo, a pesar de lo que
dijera Golda Meir en 1969, Palestina y los palestinos existen. La única
solución pasa por poner fin a la ocupación, a los asentamientos, a la
exclusión. El racismo, según el semiólogo Walter Mignolo, es la
decisión de aquellos que están en el poder de clasificar y evaluar el
grado de humanidad de los otros con el objetivo de controlar y dominar.

Dicho en palabras de la académica israelí Nurit Peled, “el Estado de
Israel, que se declaró oficialmente un Estado de apartheid, se distingue
por lo que ha sido siempre el método del racismo más típico y exitoso:
la clasificación de los seres humanos”. Otro Israel es posible, al igual
que otra Sudáfrica fue posible.

LUNES 4 DE AGOSTO DE 2014 – COMCOSUR
_________________________________________________________

2) La guerra de engaños de Israel de 2014
Gideon Levy (Haaretz)
Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

¿Cómo se puede justificar una guerra evitable? Y ¿cómo se puede
encerrar en sí mismo acerca de su rectitud antes las imágenes de terror
que ocurren en Gaza?

Comenzó como una guerra por elección: Una política israelí diferente en
los últimos meses podía haberla evitado. Se convirtió en una guerra sin
sentido. Ya es bastante obvio que no dará lugar a ningún logro a largo
plazo. Aún podría degenerar en un desastre, y al final resultará que ha
sido una guerra de engaño, Israel se mintió a sí mismo hasta la ruina.

La primera mentira fue que no había otra alternativa. Es cierto que cuando
los ataques con cohetes aterrizaron en Israel, ese era el caso. Pero ¿qué
fue de las etapas que condujeron a ellos? Eran etapas en las cuales había
otras opciones. No es difícil imaginar lo que habría sucedido si Israel
no hubiera detenido las negociaciones de paz; si no hubiera lanzado una
guerra total contra Hamas en Cisjordania, a raíz del asesinato de los tres
adolescentes israelíes; si no se hubiera retenido la transferencia de
fondos destinados al pago de los salarios del gobierno en la Franja de
Gaza; sin no se hubiera opuesto al gobierno de unidad palestino; y hubiera
aliviado su bloqueo a la Franja de Gaza.

Los cohetes Qassam fueron una respuesta a las decisiones de Israel.
Después las metas crecieron como una bola de nieve, como siempre ocurre en
las guerras – desde detener los cohetes hasta encontrar y destruir los
túneles, y en la desmilitarización de Gaza. Bien podría la una bola de
nieve crecer, hasta quién sabe dónde. «El tranquilo encontrará al
tranquilo». ¿Lo recuerdas? El viernes, Israel rechazó la propuesta de
alto el fuego del Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

La segunda falacia es que la ocupación de la Franja de Gaza ha terminado.
Imagine un enclave sitiado, cuyos habitantes son encarcelados, muchas de
sus áreas están controladas por otro estado – desde el mantenimiento de
un registro de la población a la ejecución de la economía, incluyendo la
prohibición de las exportaciones y la restricción de la pesca, y que
vuela en sus cielos y en ocasiones invade su territorio-. ¿No es eso
ocupación?

La tercera mentira es la afirmación de que las Fuerzas de Defensa de
Israel «hacen todo lo posible» para evitar la muerte de civiles. Ya hemos
pasado los primeros mil muertos, un número alarmante de ellos, niños, y
la mayoría de ellos, civiles; muchos de los barrios han sido destruidos y
150.000 personas desplazadas que no tienen donde circular con seguridad.
Todo eso hace que esa afirmación suene a algo así como una broma de mal
gusto.

La afirmación de que el mundo apoya la guerra y reconoce su justicia es
también un engaño israelí. Si bien es cierto que los políticos
occidentales reiteran que Israel tiene el derecho a defenderse, los cuerpos
que se acumulan y los refugiados desesperados están trastornando el mundo
y generando odio hacia Israel. Al final, incluso los hombres de Estado que
apoyan a Israel se volverán contra él.

El próximo engaño es que esta guerra ha mostrado que «el Pueblo de Israel
es «una nación maravillosa». Ha pasado mucho tiempo desde que se produjo
una campaña tan mendaz, embriagadora, endulzada y autocomplaciente. La
nación se ha lanzado a apoyar las tropas, y está en movimiento. Pero
además de las camionetas llenas de dulces y los camiones cargados de
paquetes de ropa interior y los funerales para los soldados cuyas familias
viven en el extranjero y que miles de israelíes han acudido para las
pantallas y la preocupación por los heridos, esta guerra también ha
expuesto otros comportamientos, en toda su fealdad.

El «comité de bienestar de los soldados», donde el pueblo de Israel ha
expuesto su indiferencia ante el sufrimiento del otro lado. Ni una pizca de
compasión, ni una pizca de humanidad, tampoco de conmoción, ninguna
empatía por su dolor. Las horribles imágenes de Gaza – que no son nada
menos que horribles – son vistas aquí entre un bostezo y alegría. Un
pueblo que se comporta de esta manera no se merece los elogios que acumula
sobre sí mismo. Cuando la gente está muriendo en Gaza y la gente en Tel
Aviv están desinteresados, no hay motivo para el entusiasmo.

Tampoco hay motivo de entusiasmo en la campaña de incitación contra el
puñado de personas que se oponen a la guerra. Desde los ministros del
gabinete y los miembros del Parlamento a la calle y los matones de Internet
matones, un mal viento está soplando. Ciudadanos obedientes solamente.
¿»Unidad de Israel»? ¿»La nación es una gran familia»? Es una broma. Al
igual que es broma los medios de prensa israelíes en tiempos de guerra,
una red de propaganda cuyos miembros han emitido avisos de llamada a filas
de emergencia para ellos mismos, con el fin de alabar y ensalzar, incitar e
instigar – y cerrar los ojos.

Y la broma más grande de todas, la madre de todos los engaños: la
creencia en la rectitud de sus formas. El lema de la «guerra justa» se
repite con tanta frecuencia, hasta la saciedad, que uno empieza a sospechar
que incluso los que gritan más fuerte tienen sus dudas, de lo contrario no
gritarían tan fuerte y no lucharían tan fácilmente con los pocos que
tratan de expresar una opinión diferente. Después de todo, ¿cómo se
puede justificar una guerra evitable? Y ¿cómo se puede cerrarse sobre sí
mismo en su rectitud ante la vista de las imágenes con la demostración de
terror en Gaza?

Tal vez la tierra está ardiendo bajo los pies de los miembros de este coro
de justificadores de la guerra, también. Tal vez también se dan cuenta de
que cuando las batallas terminan, sobrevendrá la imagen real. Eso es lo
que siempre ocurre con las guerras mentirosas, y así lo demostrará la
guerra de 2014, también.

LUNES 4 DE AGOSTO DE 2014 – COMCOSUR
_________________________________________________________

3) La alianza forjada en sangre entre Arabia Saudí e Israel
David Hearst (Middle East Eye)
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.

Detrás del ataque del ejército israelí a Gaza hay muchas manos. A
Estados Unidos no le desagrada que Hamás esté recibiendo semejante
paliza. Cuando el domingo llegaban las imágenes de la matanza en las
calles de Shejaiya, John Kerry afirmaba en el programa Meet the Press del
canal NBC que Israel tenía todo el derecho a defenderse y el embajador
estadounidense Dan Shapiro afirmó en Channel 2 news de Israel que Estados
Unidos trataría de contribuir a fortalecer a las fuerzas moderadas en
Gaza, en alusión a la Autoridad Palestina.

Egipto tampoco está abrumado por el dolor. Después de que Hamás
rechazara el alto el fuego el ministro de exteriores egipcio Sameh Shoukry
le hizo responsable de la muerte de los civiles.

A Netanyahu ninguno de los dos le importa tanto como el tercer socio no
declarado de esta nefasta alianza, ya que por sí mismo ninguno de ellos
podría darle la cobertura que necesita para una operación militar de
semejante ferocidad. Y eso no puede venir de un padre angustiado aunque
impotente, como Estados Unidos. Este permiso solo puede venir de un hermano
árabe.

El ataque a Gaza ocurre por designación de Arabia Saudí. Esta orden real
es nada menos que un secreto a voces en Israel, y tanto ex altos cargos de
defensa como los que están en activo hablan relajadamente de ello. El ex
ministro de defensa israelí Shaul Mofaz sorprendió al presentador de
Channel 10 al afirmar que Israel tenía un papel específico para Arabia
Saudí y los Emiratos Árabes Unidos en la desmilitarización de Hamás.
Cuando se le preguntó qué quería decir con ello, añadió que los fondos
saudíes y de los Emiratos se utilizarían para reconstruir Gaza una vez
que se hubiera neutralizado a Hamas.

Amos Gilad, el hombre clave del sistema de defensa de Israel con el Egipto
de Mubarak y ahora director de la política del ministerio de Defensa
israelí y del departamento de relaciones político-militares, señaló
recientemente al académico James Dorsey. “Todo está oculto, no hay nada
público. Pero nuestra cooperación de seguridad con Egipto y los Estados
del Golfo es única. Este es el mejor periodo de las relaciones de
seguridad y diplomáticas con los árabes”.

La alegría es mutua. El rey Abdullah permitió que se supiera que había
llamado al presidente [egipcio] Abdel-Fattah el-Sisi para aprobar una
iniciativa de alto el fuego egipcia que no se le había planteado a Hamás
y el Jerusalem Post citaba a analistas que se preguntaban si este alto el
fuego había sido alguna vez serio.

El Mossad y la inteligencia saudí se reúnen regularmente. Ambas partes se
consultaron cuando se estaba a punto de deponer en Egipto al ex presidente
egipcio Mohamed Morsi y son uña y carne acerca de Irán, tanto a la hora
de prepararse para un ataque israelí al espacio aéreo saudí como a la de
sabotear el programa nuclear existente. Fuentes bien informadas incluso han
afirmado que los saudíes están financiando la mayor parte de la muy cara
campaña de Israel contra Irán.

¿Por qué han establecido Arabia Saudí e Israel esta cómoda alianza?
Durante décadas ambos países han tenido una sensación similar en la
barriga al mirar a su alrededor: miedo. Su reacción era similar. Ambos
pensaban que solo podían sentirse seguros frente a sus vecinos
invadiéndolos (Líbano, Yemen) o financiando guerras y golpes por
intermediación (Siria, Egipto, Libia). Tienen enemigos o rivales comunes
(Irán, Turquía, Qatar, Hamás en Gaza y los Hermanos Musulmanes en todas
partes). Y también tienen aliados comunes (la clase militar industrial y
militar británica y estadounidense, el hombre fuerte de Fatah y la baza
estadounidense, Mohammed Dahlan, que una vez trató de hacerse con el poder
en Gaza y probablemente esté dispuesto a hacerlo de nuevo).
La diferencia hoy es que por primera vez en la historia de ambos países
hay una cooperación abierta entre dos potencias militares. El sobrino de
Abdullah, el príncipe Turki, ha sido la cara pública de este
acercamiento, que se apreció por primera vez cuando los saudíes
publicaron un libro de un académico israelí. En mayo el príncipe fue a
Bruselas para reunirse con el general Amos Yadlin, el ex jefe de la
inteligencia acusado por un tribunal turco a causa del papel que
desempeñó en el ataque al Mavi Marmara.

Se podría argumentar que no hay nada malo en el hecho de que el príncipe
Turki se implique en el debate israelí y que sus pasos son tan pacíficos
como loables. El príncipe es un defensor a ultranza de la loable
iniciativa de paz propuesta por el rey saudí Abdullah. De hecho, la
Iniciativa de Paz Árabe apoyada por 22 Estados árabes y 56 países
musulmanes podría haber sido un base para la paz si Israel no la hubiera
ignorado hace unos 12 años.

El príncipe Turki se deshizo en elogios al hablar de la perspectiva de paz
en un artículo publicado en Haaretz, en el que escribía: “Y qué placer
sería poder invitar no solo a los palestinos, sino también a los
israelíes, los cuales me gustaría que vinieran a visitarme a Riyad, donde
pueden visitar mi casa ancestral en Dir’iyyah, que sufrió a manos de
Ibrahim Pasha la misma suerte que Jerusalén a manos de Nabucodonosor y los
romanos”.

Lo que pone en evidencia el verdadero coste humano de estas alianzas es los
medios y no el fin. El príncipe Turki promueve la Iniciativa Árabe de Paz
a costa de que el reino abandone su apoyo histórico a la resistencia
palestina.

El analista saudí con muy buenos contactos Jamal Khashogji observó lo
mismo cuando habló en lenguaje cifrado acerca de la cantidad de
intelectuales que atacan la idea de resistencia: “Por desgracia, la
cantidad de este tipo de intelectuales que hay aquí en Arabia Saudí
supera la media. Si esta tendencia continúa destruirá el honorable
derecho del reino a apoyar y defender la causa palestina desde los tiempos
de su fundador, el rey Abd Al-Aziz Al-Saud”.

Todo el mundo recibiría verdaderamente bien la paz, sobre todo Gaza en
este momento. La manera como los aliados de Israel en Arabia Saudí y
Egipto hacen para lograrlo, animando a Israel a infligir a Hamás un golpe
demoledor, hace dudar de lo que realmente está pasando aquí. El padre del
príncipe Turki, el rey Faisal bin Abdulaziz, se revolvería en la tumba al
saber a qué pone su nombre su hijo.

Esta alianza saudí-israelí está forjada en sangre, sangre palestina, la
sangre de más de mil almas el domingo en Shejaiya.

LUNES 4 DE AGOSTO DE 2014 – COMCOSUR
_________________________________________________________

4) Ucrania ¿Quién paga la guerra?
Sergey Kirichuk (Liva)
Traducido del ruso por Carlos Valmaseda

El espíritu nacionalista militante de los partidarios de la ATO
[Operación Antiterrorista] siempre se combina con éxito con la esperanza
de que todo el trabajo pesado lo hará Occidente para le gobierno de Kiev.
Al principio pensaron que la UE y el FMI pagarían por nuestra
eurointegración, compensando las pérdidas económicas por la
introducción de nuevos estándares.

Despues se les dijo a los ucranianos que el FMI asignaría dinero para la
«estabilización» económica. Sin embargo, recordamos que a este plan
caníbal de reformas ultraliberales impuesto por la organización
financiera internacional con el objetivo de la reducción de la esfera
social, el aumento de las tarifas de los servicios comunales, la
congelación de salarios y pensiones y una privatización a gran escala se
le añadió en su momento la exigencia de «establecer el control sobre todo
el territorio del país». Y, de esta forma, el FMI ha interpretado un papel
importante en empujar al gobierno de Kiev a la cruenta guerra en el Este.

Después, tras las trágicas muertes del avión malasio, se extendió
ampliamente la opinión de una inminente incursión de las tropas de la
OTAN, que debería llevar rápidamente a la contundente derrota de los
«separatistas». Es representativo que en las primeras horas después de la
tragedia, en el sector ucraniano de las redes sociales se extendiese la
opinión de que a bordo del MH-17 al parecer había muchos ciudadanos
norteamericanos y que la intervención activa de los EEUU era ineludible.

Sin embargo, la gran mayoría de los ucranianos simplemente no entiende la
estructura de la opinión pública en la Unión Europea y los EEUU. La
mayor parte de los votantes -tanto en la UE como en los EEUU- tiene un
espíritu extremadamente antimilitarista. Baste recordar que para la
invasión de Afganistán hubo que utilizar como motivo el mayor acto
terrorista de la historia, con la destrucción del World Trade Center.
Absteniéndonos en este texto de cualquier valoración de aquellos
acontecimientos, es necesario subrayar que para una intervención militar
abierta a las sociedades occidentales les hace falta un motivo muy serio y
una victoria evidente, especialmente tras desenmascararse las mentiras de
las armas de destrucción masiva en Irak.

Incluso la extensión de las sanciones económicas contra Rusia ha
provocado una reacción muy ambigua en Europa, por cuanto el paso de las
sanciones individuales a las sectoriales golpea muy duramente a las
empresas europeas, fuertemente ligadas a los programas de inversión rusos.

De esta forma, hasta ahora, al gobierno de Kiev se le ha propuesto
encargarse a solas de sus problemas, tanto políticomilitares como
financieros. Mientras tanto, la guerra ya ha asolado prácticamente la
Tesorería ucraniana. La ATO, en la que se gastan cerca de 1,5 millardos de
grivnas al mes, ha puesto en la agenda la cuestión de la búsqueda de
fuentes para la financiación de la guerra. El establecimiento de un
control ilimitado de los oligarcas ucranianos sobre el gobierno elimina la
cuestión de los medios de la gente más rica del país.

Ellos no solo no piensan perder dinero en este conflicto sino que también
intentan aumentar su riqueza tanto gracias a la mayor privatización de los
últimos veinte años, anunciada por Yanukovich, como gracias a la venta de
armas, equipamiento, combustible y suministros al ejército ucraniano, a
precios francamente hinchados. El pago de los costes le toca a las capas
más pobres de la población. Es más, tanto indirectamente (mediante la
congelación de salarios y pensiones y la reducción del gasto social),
como directamente (mediante la subida de tarifas en vivienda y servicios
públicos).

El Kiev oficial ya ha anunciado una nueva subida de precios en este sector
de la economía ucraniana, el más corrompido, a partir del 1 de agosto. La
conocida abogada ucraniana Tatiana Montian ha señalado repetidamente la
completa opacidad de la conformación de tarifas y la falta de control
ciudadano en este campo. Mientras tanto, esta será ya la segunda gran
subida desde el inicio del conflicto, lo que provoca perplejidad en la
gente: ¿acaso las tarifas de los servicios públicos van a subir ahora
cada mes? Además, en la mayor parte de los barrios de Kiev ya se ha
cerrado por un periodo indeterminado el agua caliente, exigiendo a los
ciudadanos que solucionen a su costa el problema de la calefacción en
invierno.

El empobrecimiento masivo, la «derivación» de las propiedades estatales,
el robo a la población mediante exorbitantes tarifas de los servicios
públicos, estos son los verdaderos resultados de la actual ATO. Cada vez
más gente comprende este hecho. Sin embargo, el gobierno ya está
preparado para declarar a cualquier descontento «agente del FSB» [servicios
secretos rusos, nota del tr.], como ya hizo el primer ministro Yatseniuk.
Las acciones de protesta serán sofocadas por paramilitares derechistas y
la guardia nacional y sus participantes serán perseguidos por su postura
«no patriótica».

Esto pone en la agenda el tema de la táctica de las fuerzas de izquierda y
democráticas, que ya se enfrentan a una nueva ola de represión. Es
evidente que el tiempo de hacer piquetes ante los órganos de poder ya ha
pasado. Muy probablemente en un próximo futuro veremos nuevas formas de
lucha bajo la forma de desobediencia civil espontánea. Al final, la
evasión masiva del servicio militar fue una acción de protesta mucho más
importante que todas las acciones contra la guerra previas.

El organizador de esta desobediencia es el pueblo. Y no se le puede meter
en la cárcel.

LUNES 4 DE AGOSTO DE 2014 – COMCOSUR
_________________________________________________________

5) La Policía calcula que la familia Pujol controla sólo en Andorra ‘al
menos 500 millones de euros’
(El Mundo)

En los últimos meses habrían acelerado el trasvase de dinero del
Principado a Luxemburgo
Habrían actuado así al considerar ‘quemado’ el primer paraíso fiscal
Según el informe policial, la tenencia de fondos en Andorra ‘viene de
muy atrás’
El dinero procede de ‘todo tipo de acciones presuntamente delictivas’
Cita el cobro de comisiones a cambio de la adjudicación de obras
públicas

La Policía estima que la familia Pujol controla en estos momentos sólo en
Andorra al menos «500 millones de euros» y que utiliza este paraíso fiscal
como plataforma «para desviar sus fondos a Luxemburgo». Es más, en los
últimos meses, y a raíz de la publicación del borrador de la Udef y de
la denuncia de la ex novia de Jordi hijo en noviembre de 2012, habrían
acelerado el trasvase de dinero del Principado andorrano al Gran Ducado
centroeuropeo al considerar «quemado» el primer paraíso fiscal.

Así consta en un completo informe de la Policía al que ha tenido acceso
EL MUNDO y en el que se apunta que la tenencia de fondos en este territorio
por parte del clan catalán «viene de muy atrás» y que el dinero procede
de «todo tipo de acciones presuntamente delictivas» derivadas «de la
condición de privilegio con que cuentan en Cataluña». Concretamente, del
cobro de comisiones a cambio de la adjudicación de obras públicas por
parte de la Generalitat que presidió el patriarca de la saga.

La Policía subraya que ha llegado a esta primera estimación de la fortuna
exterior de la familia del ex presidente autonómico catalán a través de
fuentes procedentes de las entidades bancarias andorranas y, concretamente,
de la Banca Privada de Andorra (BPA), algunos de cuyos empleados «han
optado por aceptar prestar colaboración con las autoridades judiciales y/o
fiscales españolas».

En el marco de estas pesquisas, los agentes hacen constar que han recibido
de manos de estas fuentes internas, «pantallazos» de la base de datos del
banco con baterías de movimientos concretos y que obran en su poder
testimonios verbales de que «estos movimientos tendrían como destino
Luxemburgo», donde se incorporarían a «un producto bancario denominado
internamente SIL (Sociedad de Inversión Libre)». Un producto que, añaden
los agentes, dispone de una tributación similar a las de las Sicav y está
controlado personalmente por Jordi Pujol Ferrusola, al que la Policía
considera el «representante de la familia».

Dificultades en la identificación

La Policía abunda que los Pujol han manejado fondos, además de en la
Banca Privada de Andorra, en otras entidades como «la Banca Mora o el
Andbank» y resalta «las graves dificultades» que se está encontrando en el
«proceso de identificación» de las cuentas de la familia catalana.

EL MUNDO destapó en noviembre de 2012 la existencia de una fortuna oculta
por parte de los Pujol en paraísos fiscales, entre los que se encuentra
Suiza y Andorra, y desveló el testimonio de la ex novia de Jordi Pujol
Ferrusola, que fue clave para el inicio de la investigación judicial que
en estos momentos dirige el Juzgado de Instrucción número 5 de la
Audiencia Nacional.

Bolsas repletas de billetes de 500 euros

Entonces, este periódico ya publicó que la Unidad de Delincuencia
Económica y Fiscal (Udef) de la Policía Nacional tenía constancia
documental de que los Pujol efectuaban importantes movimientos de dinero en
efectivo en Andorra. Una conducta que fue corroborada con la declaración
de Victoria Álvarez Martín, que explicó con todo lujo de detalles cómo
ella misma acompañaba a Pujol Jr. en estos viajes y sorprendió a su ex
pareja en una ocasión con bolsas escondidas en el maletero del coche
repletas de billetes de 500 y 200 euros.

Asimismo, EL MUNDO publicó en septiembre de 2013 el testimonio del socio
de Pujol Ferrusola en el puerto argentino de Rosario, que relató con todo
lujo de detalles cómo Pujol Jr. adquirió este negocio, uno de los
pulmones económicos del país, inyectando nueve millones de euros
procedentes, en gran parte, de sus cuentas en Andorra. Gustavo Shanahan
precisó que el grueso de los fondos que invirtió Pujol en Rosario fueron
transferidos desde cuentas del Andbank y que el resto del dinero procedía
de Panamá y Suiza.

Sirva de botón de muestra que en sólo en un mes, entre el 9 de diciembre
de 2010 y el 4 de enero de 2011, la mujer del histórico líder de CiU y
sus hijos Marta, Mireia, Pere y Oleguer, realizaron 11 ingresos en sus
cuentas andorranas por valor de 3,4 millones de euros. Un hallazgo que
forma parte de las pesquisas que lleva a cabo la Policía Nacional en
colaboración con las referidas fuentes internas de la Banca Privada de
Andorra.

«Sin poder determinar aún dicho volumen», apostilla la Policía Nacional
en referencia al montante total de dinero oculto por el clan catalán en
paraísos fiscales, «uno de los responsables de la entidad financiera
(Banca Privada de Andorra) mencionó que ni siquiera ellos podrían
determinar con total exactitud cuánto dinero es de titularidad propia». Y
es que los investigadores han detectado que una parte importante de los
fondos de los Pujol se encuentra «a nombre de fiduciarios». Entre los
testaferros más importantes de cuantos han sido descubiertos se encuentra
Herbert Rainford, con oficina en Londres, y que gestiona la sociedad
Brantridge, una de las plataformas desde la que el clan Pujol invierte su
fortuna.

Vínculos indirectos ‘con unos 1.800 millones’

La Policía recalca que en Andorra «el volumen propio» de la familia Pujol
«en ningún caso sería inferior a 500 millones» y establece que aparecen
vínculos «indirectos» del clan con «unos 1.500-1.800 millones de euros, de
los que se desconoce» todavía «el nivel porcentual que tendrían».

Por último, la Policía Nacional ha acreditado el nexo de unión entre los
movimientos efectuados en paraísos fiscales por el holding controlado por
Jordi Pujol Ferrusola con el que administra su hermano Oleguer. Este
último está siendo investigado por blanqueo de capitales al tramitar
grandes operaciones como la compraventa de las oficinas del Banco Santander
o de los edificios históricos de Prisa desde el Grupo Drago, radicado en
los paraísos fiscales del Guernsey y Jersey. El montante total de estas
operaciones ronda los 3.000 millones de euros y el Ministerio Público
sospecha que Oleguer Pujol Ferrusola procedió a la devolución de los
créditos solicitados mediante fondos de origen desconocido ocultos en las
Islas del Canal de la Mancha.

LUNES 4 DE AGOSTO DE 2014 – COMCOSUR
_________________________________________________________

“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas
dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en
la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la
clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que
en general las ideas de los que no disponen de medios de producción
intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. Carlos Marx
_________________________________________________________

POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación : Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL:
Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO – URUGUAY E
mail: comcosur@comcosur.com.uy
_________________________________________________________

Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes
y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional ni personal.
_________________________________________________________

Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
_________________________________________________________

Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín,
no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre
los temas en cuestión.
_________________________________________________________

Este mensaje lo envió comcosur@comcosur.org porque tu dirección de
correo
electrónico está suscripta para recibir los boletines de Comcosur

Si este mensaje te fue reenviado y quieres recibir los boletines de
Comcosur en tu mail puedes suscribirte aquí

— powered by phpList, www.phplist.com —