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LAS MUJERES NEGRAS MARCHAN EN BRASIL

COMCOSUR MUJER
Fundado por Yessie Macchi
AÑO 11 -No. 468/ Miércoles 18 de Noviembre de 2015
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación y búsqueda: Beatriz Alonso, Cecilia Duffau y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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«Hay que dar vuelta el mundo. Cada lágrima que corre allí donde podría haber sido evitada, es una acusación…” Rosa Luxemburgo
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NOTICIAS

ARGENTINA
CUESTIONAN PLAN NACIONAL CONTRA VIOLENCIA

BRASIL
MARCHA NACIONAL DAS MULHERES NEGRAS

ESPAÑA
UN INSTRUMENTO QUE FUNCIONA. TELEFONO DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA

GUATEMALA
DESARROLLO SIN DILAPIDAR LA MADRE TIERRA

INDIA
LA REBELIÓN DEL TÉ

VOCES DE MUJERES

I – JUDITH BUTLER: LOS ATENTADOS EN PARÍS

II – SILVIA FEDERICI: “EL PODER MÁGICO DEL CONSUMISMO SÓLO SE PUEDE DESARROLLAR SOBRE UN DESIERTO EMOTIVO, UN DESIERTO SOCIAL”

III – ANA TIJOUX: LO QUE ESCRIBO ES EL RESULTADO DE UNA REFLEXIÓN COLECTIVA

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ARGENTINA

CUESTIONAN PLAN NACIONAL CONTRA VIOLENCIA

El recién publicado en Argentina Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres 2014-2016, incumple con una serie de aspectos necesarios para erradicar de manera eficaz la violencia de género en el país sudamericano, criticaron activistas.

En un comunicado, el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) sostuvo que además de presentarse con años de demora según lo establecido en la Ley 26.483 de Protección Integral contra todas las Formas de Violencia contra las Mujeres, el Plan –publicado por el Consejo Nacional de las Mujeres (CNM)– carece del principio de integralidad, pues se limita a medidas contra la violencia intrafamiliar y la violencia mediática, sin tomar en cuenta las otras formas de violencia de género.

Asimismo, de acuerdo con ELA, el Plan no precisa los recursos financieros para concretar las acciones propuestas y no identifica quiénes aportarán y recibirán los fondos.

Tampoco cuenta con un diagnóstico inicial que permita medir los avances en base a datos recopilados en encuestas e investigaciones, y las acciones no están planificadas, dificultando el seguimiento y medición de los impactos.

Ante ello, las activistas demandaron un Plan Nacional de Acción integral, plural y participativo, que cuente con suficientes recursos financieros y con un diagnóstico inicial claro que permita a las organizaciones y a la sociedad civil monitorear y evaluar los avances.

Asimismo, remarcaron la necesidad de que el Estado argentino asuma el desafío de crear un mecanismo efectivo, para promover la igualdad de género y en el que las diferentes instituciones se puedan coordinar.

Al llamado de ELA se sumaron diversas organizaciones del país sudamericano e internacionales, como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), Amnistía Internacional-Argentina, y Mujeres en Igualdad (MEI), entre otras.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015

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BRASIL

MARCHA NACIONAL DAS MULHERES NEGRAS

Al menos 10 mil mujeres negras de todas las regiones de Brasil realizaron hoy una marcha en esta capital contra la violencia, el racismo, el retroceso de sus derechos y por la igualdad de género.

Vestidas con trajes tradicionales del estado de Bahía, manifestaron en contra del racismo, la violencia de género y la ola conservadora que busca en el Congreso reducir sus derechos.

La ministra de Mujeres, Igualdad Racial y Derechos Humano, Nilma Lino, calificó de importante esta protesta, pues fortalece el movimiento de damas de color, necesitado de un impulso para hacer valer sus derechos.

Se trata de una primera marcha de las mujeres negras que persigue llamar la atención de la sociedad y de los políticos sobre las pretensiones de sectores conservadores de aprobar leyes que lesionan sus derechos, subrayó.

Al igual que Lino, Vanda Menezes, una de las organizadoras de esta movilización, destacó que en los últimos años se registró un proceso de cambios y expansión de los derechos, de acceso a la política y los bienes y servicios.

Sin embargo, cuando se hace una revisión de estos logros observamos que «las mujeres negras coexisten en condiciones vulnerable, de fragilidad y sin garantías» señaló al citar datos del censo de 2010.

Hablamos de las féminas de color, que representan el 25,5 por ciento de la población (48,6 millones de personas), aseveró.

Varias agrupaciones sociales, populares, así como representantes de la Central Única de Trabajadores participaron en esta marcha, que según organizadores- que contó con la presencia de unos 10 mil personas.

La manifestación forma parte de las conmemoraciones por el Día de la Conciencia Negra, que se celebrará mañana.

Prensa latina / COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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ESPAÑA

UN INSTRUMENTO QUE FUNCIONA. TELEFONO DE ATENCIÓN A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA

El número de servicio telefónico de atención a víctimas de violencia de género, el 016, ha alcanzado récord de llamadas el pasado mes de octubre. Este servicio recibió un total de 8.458 llamadas (unas 273 mujeres al día), un dato que ha ofrecido Susana Camarero, secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en la entrega de los II premios de Periodismo joven sobre violencia de género, destacando la utilidad del servicio como «un instrumento que funciona».

Camarero confirma que «el 016 ha recibido los mejores resultados de la historia desde que en 2007 se pusiera marcha». Este servicio ha rozado las 66.000 llamadas en lo que va de año según «datos adelantados» que ha proporcionado el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, corroborando un «máximo histórico» durante el periodo de enero a octubre de 2015, cifra que no ha sido superada hasta 2008. Con ello, este servicio de atención contra la violencia machista supera las 550.000 llamadas desde su fundación.

Resultados Históricos
Este mes de octubre ha supuesto un incremento del 9,14% de llamadas respecto al mes de septiembre, y en comparación a este mismo mes en 2014, el porcentaje asciende al 32,9% según datos del Ministerio de Sanidad, Servios Sociales e Igualdad

Susana Camarero destaca la necesidad y la utilidad del servicio, el «primer paso» que supone para muchas mujeres para «salir del círculo de la violencia, y en eso hay que seguir insistiendo, en darles confianza para llamar» y poder enfrentar estas situaciones con mayor facilidad, puesto que «las víctimas saben dónde tienen que acudir».

Recordamos que este servicio gratuito no deja ningún tipo de rastro en la marcación del terminal ni tampoco en la factura.

La información.com / COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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GUATEMALA

DESARROLLO SIN DILAPIDAR LA MADRE TIERRA

Las mujeres indígenas si deseamos el desarrollo, pero desde una lógica acorde con la sostenibilidad y sin dilapidar a la Madre Tierra, aseguró hoy la representante de la Coordinadora Nacional de Viudas de Guatemala María Conil.

Durante una conversación con Prensa Latina, en el ámbito del VII Encuentro Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, la vicecoordinadora de esa organización civil aseguró que ellas saben apreciar los proyectos desarrollistas cuando estos no atentan contra el medio ambiente por el afán de riquezas.

«Es equivocado pensar que los pueblos indígenas se oponen al progreso, simplemente defendemos los bosques, los ríos, la biodiversidad, el medio ambiente, porque de ellos dependen nuestra subsistencia pero también la de todo el mundo en este planeta», afirmó.

Conil destacó la gran riqueza que en ese orden posee Guatemala y lamentó que por negligencia del Estado cada vez estén más contaminados los enormes ríos que atraviesan el territorio, de cuyas aguas se sirven incluso hermanas y hermanos centroamericanos.

Cuestionó la visión consumista y de acumulación de riquezas que prima detrás de muchos planes hidroeléctricos, agroexportadores, u otros, que atentan contra la calidad de vida de las comunidades indígenas.

«Cuando el conflicto armado nos mataban con balas, ahora lo hacen privándonos de nuestros bienes naturales, de nuestros recursos de vida», expresó la activista social, que padeció los efectos de la cruenta guerra que vivió Guatemala por más de tres décadas (1960-1996).

«En Guatemala la situación para los pueblos indígenas y luchadores sociales no es muy diferente de la que vivimos durante los años de la guerra, porque la persecución, la violencia y la falta de acceso a los medios de comunicación continúan como entonces», opinó.

Comentó como los indígenas no aparecen en los medios de comunicación en Guatemala, mucho menos en los canales de televisión, pese a que representan más del 41 por ciento de la población.

«A través de los medios nuestros pueblos no tienen la posibilidad de dar a conocer su visión sobre las cosas que ocurren, sus metas», consideró.

Pero a pesar de ese intento de silenciarnos, continuaremos trabajando e insistiendo por el respeto a nuestros derechos humanos universales y los reflejados en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, declaró.

Conil participa con cientos de lideresas de una treintena de organizaciones en el foro regional que concluye mañana, en cuyo contexto emitieron un pronunciamiento contra el cambio climático y por una mayor justicia con relación a esa problemática previo a la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas Sobre Cambio Climático (COP21).

Prensa Latina / COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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INDIA

LA REBELIÓN DEL TÉ

Mas de 6 mil mujeres realizaron manifestaciones contra las condiciones de trabajo en las plantaciones de te en Munnar, estado de Kerala en la India

La industria del té, que utiliza mucha mano de obra, es notoria por los salarios bajos y las condiciones de explotación. Las trabajadoras reciben menos de 3,50 dólares por jornada de trabajo, que se extiende desde las ocho de la mañana hasta el anochecer.
Lissie Sunny de 47 años quien trabaja desde hace más de 25 años arrancando hojas de té en las laderas montañosas del sur de la localidad de Munnar, lideró las semanas de protestas en las plantaciones Kanan Devan Hills, controladas por la empresa trasnacional india Tata, donde las jornaleras no solo enfrentaban la represión ante el creciente malestar por la explotación sufrida sino también la discriminación de género en el sector del té en general.

Este jornal de 3.50 dolares es la mitad de lo que recibe un obrero asalariado en Kerala. Las trabajadoras viven en condiciones infrahumanas, duermen en chozas de una sola cama, sin aseos ni otros servicios básicos “, explicó Lissie Sunny a IPS.

La manifestación de las trabajadoras cuestiona al mismo tiempo a los sindicatos actuales, conformados mayormente por varones, ya que entienden, no defienden sus derechos.

Siva Prasad, experto en leyes laborales, explico a IPS que los sindicatos establecidos en el país son dirigidos por hombres que no velan por las mujeres trabajadoras, estén en sectores sindicalizados o no.
“Los trabajadores no sindicalizados reciben bajos salarios y trabajan en condiciones deplorables. La lección que nos enseña la huelga (de Munnar) es que la lucha unida por los derechos beneficiará a las mujeres en general, y que no será fácil que las trabajadoras sean engañadas por los dirigentes sindicales con respaldo político”

Por otra parte, Sahadevan, un conocido activista de Kerala, dijo a IPS que se está formando una nueva tendencia entre las mujeres, que reclaman mejores salarios y buscan asegurar otros derechos de las trabajadoras.

“En los últimos tiempos hubo una serie de huelgas lideradas por mujeres. Los sindicatos establecidos no tuvieron que ver. La mayoría de estas luchas tuvieron éxito aplicando estrategias de movilización innovadoras y con apoyo externo de los círculos sindicales tradicionales. Las mujeres están perdiendo la fe en los dirigentes sindicales patrocinados por los partidos políticos”, aseguró.

Fuente: www.ipsnoticias.net/ COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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MÉXICO

PRIMERA CONCESIÓN PARA USO SOCIAL COMUNITARIA

Por primera vez, el Instituto Federal de Telecomunicaciones de México – IFT – , otorgó una concesión para uso social comunitaria, siendo beneficiada con este licencia Autogestión Comunicativa A.C., de Hermosillo, Sonora, integrante de AMARC México.

Mediante comunicado público, el IFT manifestó el carácter trascendental e histórico de la resolución, el cual permite que se reconozcan otras alternativas ciudadanas que realmente reflejen los intereses de la población en condiciones de equidad.

AMARC México celebró la noticia, señalando que la aprobación de la concesión social comunitaria es la suma de esfuerzos ciudadanos, personales y colectivos. Además, indicó que este es un paso más a favor de la democratización de los medios de comunicación, para que el espectro radioeléctrico sea realmente un bien público, y no un privilegio en manos de unos cuantos.

Es por ello, que AMARC México exige la pronta aprobación de las concesiones de uso social indígena, la cual representa una deuda histórica con los pueblos originarios, que vienen luchando desde hace años, consiguiendo resultados magros y retardados. Indicaron, a su vez, que los pueblos indígenas trasformarían la radiodifusión sonora, aportando la riqueza de sus contenidos.

Para el desarrollo de las emisoras comunitarias e indígenas y de la comunicación social, es necesario que el IFT facilite los trámites para la concesión de frecuencias, abriendo nuevos espacios en el espectro radioeléctrico.

El logro de Autogestión Comunicativa A.C. representa la continuación de un compromiso colectivo, de brindar a Hermosillo, Sonora, una alternativa radiofónica democrática, plural, crítica y auténticamente ciudadana.

AMARC México comparte esta victoria con quienes creen y luchan por la libertad de expresión y el derecho de los pueblos indígenas y de las comunidades rurales y urbanas, a disponer de sus propios medios para expresar su palabra.

(Sandra Herrera Antay / AMARC/
COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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VOCES DE MUJERES

I – JUDITH BUTLER SOBRE LOS ATENTADOS EN PARÍS

Estoy en París. Ayer por la noche pasé cerca del sitio de la matanza, en la calle de Beaumarchais. Cené en un lugar que está a diez minutos de otra de las dianas de los ataques. Todos los que conozco están bien, pero muchos que no conozco están muertos, traumatizados o de luto. Es indignante y terrible. Hoy las calles estaban concurridas por la tarde pero vacías por la noche. La mañana se despertó inerte. Los debates televisivos que tuvieron lugar inmediatamente después de los acontecimientos parecen dejar claro que el “estado de emergencia”, aunque temporal, en realidad crea el precedente para la intensificación del estado de seguridad. Los temas tratados en la televisión incluyen la militarización de la policía (de qué modo “completar” el proceso), el espacio de la libertad y la lucha contra el “Islam”, este último entendido como una entidad amorfa. Hollande al hablar de “guerra” trató de parecer masculino, pero lo que más llamó la atención fue el aspecto imitativo de su actuación -volviéndose difícil tomar en serio su discurso. Y, sin embargo, este bufón ahora asume el papel de jefe del ejército.

La distinción entre el Estado y el ejército se disuelve en un estado de emergencia. La gente quiere ver a la policía, quieren una policía militarizada para protegerlos. Un deseo peligroso, aunque comprensible. Muchos se sienten atraídos por los aspectos benéficos de los poderes especiales otorgados al soberano en un estado de emergencia, tales como las carreras de taxi gratis para cualquier persona que tuviera que volver a casa anoche y la apertura de los hospitales para todos los afectados. No se ha instaurado un toque de queda, pero los servicios públicos se redujeron y las manifestaciones se han prohibido – incluyendo las reuniones para lamentar los muertos fueron consideradas ilegales. Asistí a una de esas reuniones en la plaza de la República, donde la policía ordenó que todo el mundo debía dispersarse, y pocos obedecieron. Vi un breve momento de esperanza.

A los que comentan los eventos tratando de distinguir las diferentes comunidades musulmanas, con su diversidad de posiciones políticas, se les acusa de buscar “matices”: el enemigo debe ser completa y totalmente aniquilado, y las diferencias entre los musulmanes, yihadistas y el Estado Islámico son cada vez más difíciles de discernir en los discursos públicos. Incluso antes de que ISIS asumiera la responsabilidad de los ataques, muchos han señalado con el dedo, con total certeza, al Estado Islámico. Personalmente me pareció interesante que Hollande haya declarado tres días de luto oficial, mientras que se han intensificado los controles de seguridad, algo que trae un nuevo significado para interpretar el título del libro de Gillian Rose, “Mourning becomes the law” (El duelo se convierte en ley). ¿Estamos viviendo un momento de duelo o una sumisión a un poder del Estado cada vez más militarizado, de suspensión de la democracia? ¿De qué manera se instaura ese modelo de estado con mayor facilidad cuando se vende en nombre del luto? Habrá tres días de duelo público, pero el estado de emergencia puede ser prorrogado hasta por 12 días antes de que se necesite su aprobación en la Asamblea Nacional. Y, sin embargo, la explicación de la situación es que necesitamos restringir las libertades con el fin de defender la libertad – una paradoja que no perturba a los doctos comentaristas de la televisión. De hecho, los ataques fueron dirigidos con claridad a lugares emblemáticos de la circulación libre y cotidiana en Francia: un café, una sala de conciertos, un estadio de fútbol. En la sala de conciertos, al parecer, uno de los asesinos responsables de 89 muertes violentas acusó a Francia de no intervención en Siria (contra el régimen de Assad) y a Occidente de la intervención en Irak (contra el régimen baazista). No es, por tanto, un posicionamiento (si podemos llamarlo así) totalmente contrario a la intervención occidental en sí.

También hay una política de nombres: ISIS, ISIL, Daesh. Francia se niega a decir “Estado Islámico” para no reconocer su existencia como Estado. Quieren mantener el término “Daesh”, palabra árabe que no es aceptada por la lengua francesa. Mientras tanto, esta fue la organización que se atribuyó la responsabilidad por el ataque, diciendo que era en represalia por los bombardeos que matan a los musulmanes en el territorio del califato. La elección de un concierto de rock como el objetivo de uno de los ataques – como escenario de los asesinatos, en realidad – se justificó por ser un lugar para la “idolatría”, un “festival de la perversión”. Me pregunto donde encontraron el término “perversión” – parecería que han estado leyendo la bibliografía de otra área.

Los candidatos presidenciales han llegado con sus opiniones: Sarkozy propone ahora campos de detención, diciendo que son necesarios para detener a cualquier sospechoso de tener vínculos con los yihadistas. Y Le Pen aboga por la “expulsión”, ella llamó hace poco “bacterias” a los nuevos inmigrantes. Es muy posible que Francia consolide su guerra nacionalista contra los inmigrantes por el hecho de que uno de los asesinos entró claramente al país por Grecia. Mi apuesta es que será importante seguir el discurso sobre la libertad en los próximos días y semanas, tendrá implicaciones para el estado de la seguridad y el allanamiento de las versiones de la democracia que tenemos ante nosotros. Una libertad es atacada por el enemigo; otra es restringida por el Estado, que defiende el discurso del “ataque a la libertad” por el enemigo como un ataque a la esencia de lo que es Francia, pero suspende la libertad de reunirse (el “derecho a la manifestación”) en medio del luto, y prepara una mayor militarización de la policía.

La cuestión principal parece ser: ¿qué vertiente de la extrema derecha se impondrá en las próximas elecciones? ¿Y cuál será la “derecha tolerable” cuando Marine Le Pen sea considerada “centro”? Son tiempos de miedo, tristes y preocupantes, pero existe la esperanza de que todavía somos capaces de pensar, hablar y actuar en medio de todo esto. El proceso de duelo parece haber sido totalmente limitado en el territorio nacional. Apenas se habla de los casi 50 muertos en Beirut el día anterior, tampoco de los 111 muertos en Palestina sólo estas últimas semanas. La mayoría de personas que conozco dicen que están en un “punto muerto”, incapaces de pensar en profundidad acerca de la situación. Una forma de pensar en ello tal vez llegue con la invención de un concepto de duelo transversal – considerar cómo se produce la métrica del lamento, cómo y por qué los asesinatos en el café me conmueven con mayor intensidad que los ataques en otros lugares. Parece que el miedo y la rabia pueden convertirse en un feroz apoyo al estado policial. Tal vez por eso prefiero a los que dicen que están en un “punto muerto”: significa que tomará algún tiempo pensar en la situación. Es difícil pensar en el espanto. Se necesita tiempo, y tener compañía con la que pasar por ese momento – hay, tal vez, espacio para que esto suceda en una “reunión” no autorizada.

revistacult.uol.com.br / COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015

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II – SILVIA FEDERICI: “EL PODER MÁGICO DEL CONSUMISMO SÓLO SE PUEDE DESARROLLAR SOBRE UN DESIERTO EMOTIVO, UN DESIERTO SOCIAL”

Escritora, activista y profesora de la Universidad de Hofstra de Nueva York, Silvia Federici es una referente en la economía feminista. Hablamos con ella durante el V Congreso Estatal de Economía Feminista [1] sobre cuestiones como el sistema capitalista, las alternativas soñadas y en marcha, la lucha salarial, el trabajo doméstico, la quema de brujas y el imaginario popular.

– ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la economía feminista?

– La economía feminista es un proyecto con mucho coraje que se ha propuesto cambiar de manera significativa una disciplina que ha estado más comprometida con la economía capitalista que con ninguna otra. Creo que ha tenido muchos efectos importantes: el primero, someter la economía oficial a una crítica radical de su metodología, de su forma de medir, de su aplicación del método cuantitativo, del análisis de la realidad social que no se puede reducir a una fórmula matemática y de sus valores estructurales; el segundo, poner en el centro de esta deconstrucción de la economía la importancia de toda un área de actividades que definimos como reproductivas, muy importante para el movimiento feminista pero sistemáticamente desconocida y desvalorizada por la economía oficial. El cuidado, el trabajo del hogar, las relaciones familiares, sexuales o procreativas, el cuidado de los niños, el de las personas enfermas, el de los mayores… Para la economía feminista esto es fundamental, no solamente para la reproducción de nuestra vida, sino también para la producción del sistema capitalista, porque la sociedad ha sido sometida a esta producción.

Las economistas feministas hemos visto la importancia de todo este conocimiento e iniciado una investigación sobre las consecuencias y los efectos de la invisibilización. En concreto, hemos empezado un trabajo de democratización del lenguaje que ha permitido crear un espacio donde las mujeres que no son economistas expertas pueden empezar a comprender cuál es la lógica de este sistema en el que vivimos, una lógica realmente perversa.

Por ejemplo, estudios como el de Madeleine Fairbairn (sobre la medida de los estándares del PIB y sobre cómo las organizaciones internacionales y los gobiernos cuentan y excluyen el trabajo de reproducción de sus cuentas) nos han permitido comprender que el crecimiento de niños y niñas no es considerado productivo, pero fabricar las armas que los matan sí que lo es.

Gracias a estos estudios podemos entender la lógica que calificaba de perversa, porque la economía como disciplina ha creado un nudo que nos impide ver la verdad de las relaciones capitalistas. Es una red de categorías, conceptos, asuntos y asunciones que son como un muro que la gente común no puede comprender, que nos ofusca la visión. Por este motivo ha sido importante comenzar a explicar qué significan estas categorías y empezar a construir, a pensar y a imaginar la posibilidad de una alternativa.

– En este contexto, advierte sobre el peligro de que la economía feminista se convierta en una rama más de la economía. ¿Cómo cree que se podría evitar esto?

– Creo que se puede evitar si las economistas feministas trabajan en la economía como espías en un territorio hostil. No se trata de educar a las y los economistas, sino de comprender y transmitir la conciencia que pueden adquirir trabajando dentro la economía. Una vez adquirida, se podría empezar un trabajo de educación importante, porque, en mi opinión, el riesgo es dejar de pensar.

Por este motivo, creo que es importante que la economista feminista tenga su punto de referencia en los movimientos, sea como inspiración por la economía alternativa (lo que es necesario hacer a partir de la lucha o de la expresión, ya que la lucha exprime necesidades, dificultades y posibilidades), sea como guía para no olvidar por quien se escribe y por quien se hace este trabajo. El riesgo es pensar que nuestros referentes son los economistas de los institutos académicos.

Se habla de las mujeres y de la igualdad, pero después se aprueban leyes que destruyen la condición de igualdad. El reto por tanto es enseñar al sistema a ser contundente, porque muchas feministas han participado en conferencias de las instituciones y la gente identifica el feminismo como el que ha sido construido por Naciones Unidas. Es importante que las economistas feministas no repitan esto.

– ¿Qué opina sobre las potencialidades de la economía feminista?

– La economía feminista debería tener dos objetivos principales: por un lado, revalorizar el trabajo de reproducción y, por otro, demostrar la centralidad, no solamente del trabajo de cuidado. Tengo un poco de resistencia a este concepto porque durante muchos años en el movimiento feminista en el que milité nunca se habló de cuidado. El término “cuidado” es completamente nuevo, de los años 90. En los documentos feministas de los años 70 y 80 se habla de trabajo doméstico o trabajo de reproducción, pero nunca de trabajo de cuidados. ¿Por qué? ¿Cuál es para mí el problema? El problema es que se va a construir una nueva jerarquía entre las mujeres que hacen el trabajo material (limpiar la ropa o las calles) y el trabajo que se ve como más emotivo, intelectual, educativo, relacional… Por eso yo uso estos términos pero con mucha cautela, porque no me gusta separar el trabajo material del inmaterial. Para mí es muy importante demostrar la centralidad.

El trabajo de cuidados es un ejemplo paradigmático, no se puede olvidar que lo material e inmaterial es indisoluble en el trabajo que reproduce la vida de una persona. Piensa en la educación de las niñas o en la cura de los enfermos. Si sabes cómo se cura un enfermo, qué significa trabajar con una persona que no es autosuficiente, es que sabes que no se puede separar una cosa de la otra. La gran tragedia hoy es exactamente esto, la separación. Lavar, limpiar o amamantar a un niño o niña, ¿es material o inmaterial? Si piensas en el trabajo de reproducción te das cuenta de cuánta estupidez hay en esta tendencia a la separación. No me gustaría que las mujeres reprodujeran de manera indirecta esta dinámica que sitúa a los conceptos en niveles más altos o bajos según el tipo de trabajo. Conservar la naturaleza, cocinar, el trabajo sexual, hacer el amor… ¿qué es, material o inmaterial? ¿Cómo se puede separar? No, no vamos a reproducir esta visión que separa y que hemos criticado tanto en los hombres, en los intelectuales.

– Señala a los movimientos sociales como fuente de inspiración. ¿Qué fortalezas podrían aportar al sistema para hacerlo más sostenible, justo y equitativo?

– Cuando hablo de movimiento social lo hago entendiéndolo como un concepto amplio y diverso, porque hay muchos tipos de movimientos sociales y de algunos no soy muy entusiasta. Me gusta mucho lo que tantos compañeros y compañeras en América Latina dicen: “no es importante hablar de movimiento social sino de sociedades en movimiento”. Hablo de movimientos sociales muy arraigados en la sociedad, que cooperan y que miran lo que está cambiando a nivel de base. Movimientos sociales no como organizaciones separadas, sino como clave en la reflexión que está ocurriendo en varias partes del mundo y que nacen de la conciencia de que esta sociedad capitalista no nos puede garantizar nada, que no puede ofrecer prosperidad o seguridad de vida sino sólo a grupos limitados, en períodos concretos y en condiciones particulares, como ocurrió después de la II Guerra Mundial, de los años 40-50 hasta los 60-70.

Fue una época asombrosa en la que se consiguió desestabilizar el sistema gracias a los grandes movimientos sociales contra el capitalismo: la descolonización, la lucha anticolonial, las revueltas en las fábricas de los obreros industriales, el alzamiento contra la guerra del Vietnam, el movimiento feminista o el surgimiento del indigenista. Fue un período increíblemente importante que puso en crisis de manera estructural la capacidad de la sociedad capitalista de producir y reproducirse. El proceso de globalización, la intención de cambiar el mundo de las bases durante los años 80-90, fue la respuesta del sistema.

Hay una gran conciencia sobre el hecho de que el capitalismo puede conceder la prosperidad o el nivel adecuado de vida solamente en condiciones particulares. En este contexto, es importante comprender y analizar lo que es el consumismo, producto directo de un gran empobrecimiento social. Si tienes una vida rica desde el punto de vista emocional, con buenas relaciones sociales, no te pierdes por una camiseta. El poder mágico de las cosas, es un poder que se puede desarrollar sólo sobre un desierto emotivo, un desierto social.

Un gran número de poblaciones ya se sienten excluidas porque han sido expulsadas de sus tierras, de sus trabajos, de sus salarios…. Por eso están intentando crear formas diferentes de vida, organizándose de formas diversas. Los movimientos sociales que tienen sus raíces y sus cimientos en estas poblaciones son los más importantes.

Los movimientos feministas populares de América Latina son los movimientos que el capitalismo reprime. Me refiero a los que tienen como punto de referencia las grandes luchas de las mujeres campesinas por defender los campos, la agricultura de subsistencia y la soberanía alimentaria, o las luchas contra el extractivismo, contra la minería, contra las cárceles y contra todas las formas de represión militar. El zapatismo, en México, o el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra, en Brasil, son sólo dos de los muchos ejemplos que existen.

Muchos son movimientos creados sobre una base territorial que están empezando una forma de producción diferente teniendo presente el autogobierno. En mi opinión, esto es lo que se está ocurriendo por primera vez en el mundo: lo nuevo surge cuando hay una percepción de que el viejo sistema, el capitalismo, es muerte, y esta idea ya se está difundiendo, sobre todo en América Latina.

– Dice que allí donde se siente la necesidad del cambio se generan prácticas para la construcción de alternativas. Muchos movimientos populares han visto en el Estado un instrumento que les puede ayudar a promover cambios para salir de la explotación o de la amenaza que supone el capital. ¿Hasta qué punto la toma de las instituciones puede servir para el cambio?

– Sí, ahí hay un gran debate. El ejemplo más claro es el que viene de América Latina, cuando los zapatistas rechazaron participar en las campañas electorales. Muchas personas de los sectores de izquierda criticaron esta actitud intensamente, pero yo creo que ahí los zapatistas tenían razón, porque el Partido de la Revolución Democrática (PRD) no ha sido una alternativa. Hemos visto que en países donde los partidos progresistas asumieron el poder, como en Bolivia, con Evo Morales o en Ecuador, con Rafael Correa, ya hay un conflicto entre Estados y movimientos de base.

En el caso de Bolivia, el presidente ha seguido desde el inicio una política extractivista. Aunque ha intentado reducirlo con algunas medidas, como las bolsas solidarias, son acciones tan simbólicas que no cambian nada y no ponen en el centro el fundamento de las relaciones sociales ni un nuevo modo de producción. En Ecuador, Rafael Correa había prometido una postura determinada frente al petróleo, y ahora se choca con el Yasuní. En Brasil, muchas compañeras y compañeros están demostrando que, con el tiempo, Lula da Silva ha instaurado un imperialismo que sólo se diferencia de los otros en el esfuerzo por expulsar a las empresas americanas.

Es necesario reflexionar sobre esto. Si no nos enfrentamos, si pensamos que se puede mejorar el capitalismo y continuamos con la misma lógica, solamente podremos reducir los efectos negativos. Si creemos que el progresismo significa reducir y humanizar un poco la explotación, entonces el resultado será aún peor, porque esto crea mucha pasividad, nos hacen creer que van a mejorar nuestras condiciones, que no debemos activarnos porque ellos lo harán por nosotras.

– Una de las cuestiones clave que identifica como reforma estructural es la reivindicación que desde el movimiento feminista se ha realizado en torno a la lucha salarial, uno de los elementos que más desigualdad genera. ¿Podría profundizar un poco en cómo la brecha salarial reproduce la desigualdad?

– Desde el Colectivo Feminista Internacional lanzamos la campaña Salario para el Trabajo Doméstico porque entendíamos el sueldo como una máquina que provoca desigualdades. En primer lugar, la diferencia de salarios ha permitido invisibilizar el trabajo doméstico, lo que ha provocado una serie de explotación laboral. En segundo lugar, lo ha naturalizado porque lo ha mitificado y ha creado jerarquías entre lo “asalariado” y lo “no salariado”. A través de estas jerarquías se ha ocasionado un sistema de control indirecto de las personas “sin salario”. Aquí las y los asalariados se convierten en patrones, controladores y supervisores del trabajo no salariado. La jerarquía nunca es neutra, es el principio de la explotación. Debemos tener cuidado cuando hacemos cualquier lucha salarial y asegurarnos de que ésta no va a ser a costa del bienestar de otras personas, cerciorarnos de que aquello que ganamos en el terreno del salario no reproduzca de nuevo jerarquías que generen desigualdades.

– Habla de construir formas más cooperativas para la reproducción social…

– En realidad es un sueño, aunque también una práctica. Dolores Hayden, una feminista que ha hecho mucha labor urbanística en Estados Unidos, ha estudiado la historia centrándose en el esfuerzo de las mujeres para superar el aislamiento del trabajo doméstico.

En muchos países la forma más cooperativa ha surgido a partir de una necesidad provocada por la depresión y la austeridad, como en Chile, Perú y Argentina, donde las mujeres trajeron las olas de los piquetes, los comedores populares y los huertos urbanos. Es importante ver qué ha traído de nuevo a la lucha social. Elementos que no estaban en las luchas de los años 60-70 y que nacen de una necesidad de crear formas de control sobre nuestras vidas, de autoproducción yautoaprovisionamiento.

Me parece haber reconocido la línea que necesitamos seguir. Es claro que en algunos países el camino está más avanzado porque el desastre económico los ha obligado a hacerlo. Y también que en muchos lugares como en América Latina es un poco más fácil porque existe una tradición de relaciones comunitarias que el capitalismo no ha podido destruir y que hoy es una fuerza. El camino que nos muestra América Latina, el camino que se debe recorrer también en Europa y en los EEUU, ya se ha iniciado. En Grecia, por ejemplo, millones de personas se han encontrado con la realidad de un empobrecimiento brutal. Es evidente que van a tener que empezar a crear formas alternativas de vida, y las opciones son aceptar la derrota continua o juntarse, juntar sus recursos, juntar su energía y crear. Mi pareja ahora está en Heraclio, Creta, donde han organizado un gran festival para celebrar las nuevas clínicas sociales. Todas estas cosas se van a ampliar necesariamente.

– Vamos a cambiar de tema y abordar otra de las cuestiones fundamentales de tu obra. En su libro Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria[2], retomas la matanza de brujas como fundante de un sistema capitalista que expropia el cuerpo, los saberes y la reproducción de las mujeres sin remuneración alguna. ¿Qué opinas de la quema de brujas?

– La reflexión sobre las brujas es muy seria, y abro para mí lo que es como una herida abierta, porque en los últimos cuatro o cinco años me he dado cuenta de que el legado de los inquisidores permanece en el imaginario popular, de que han dejado una herencia de desvalorización de la bruja que se plasma en canciones o en prácticas como quemar a las brujas, y que esto pasa a nivel europeo.

Hay quema de brujas en Escandinavia, aunque han hecho un pequeño esfuerzo por reconocerlo construyendo un monumento en Noruega. También en San Juan se celebra la quema de las brujas, incluso hay canciones sobre ello. Cuando fui a Copenhague las mujeres me mostraron algunas representaciones horrendas de brujas. Me gustaría viajar y luchar contra esto junto a un grupo de mujeres.

El año pasado en el País Vasco vimos cosas que nos entristecieron mucho. La imagen de la bruja se ha convertido en una mercancía que se usa para atraer a turistas en lugares como Zugarramurdi, donde hay un Museo de las Brujas y puedes encontrar imágenes horribles. Les pregunté a las mujeres de las tiendas que por qué razón vendían esas cosas y me dijeron que, aunque no les gustaba, lo ordenaba el patrón. Debemos hacer algo para que no se vendan más.

Una puede pensar que tal y como está el mundo, lleno de problemas, nadie va a pensar en las brujas, pero creo que hay que hacer algo, que sería muy importante. En realidad, hoy también se queman brujas: en África se calcula que se han quemado, enterrado vivas o acuchillado más de 30.000 mujeres, sobre todo mayores; en 2013 se han enterrado vivas 700 mujeres en Tanzania; y en Papúa Nueva Guinea también han quemado a muchas. ¿Dónde están las feministas? ¿Dónde hay un surgimiento de feministas?

En India estoy en contacto con mujeres feministas que se están ocupando de esto, porque allí es una matanza. Todas me dicen que está conectado con el cercamiento y la propiedad de las tierras, con el nuevo papel de las mujeres y con la expulsión de las mayores, que son consideradas como no productivas pero que tienen acceso a la tierra. La manipulación de las compañías, que usan las acusaciones de brujería para conseguir sus objetivos es constante. Es importante organizar un grupo de mujeres en cada país para hacer algo. ¿Por qué no en España también?

*Beatriz Plaza y Erika González son investigadoras del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad.

NOTAS:

[1] Vic (Catalunya), julio de 2015.

[2] Federici, Silvia (2010): ‘Calibán y la Bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria’, Editorial Traficantes de Sueños, Madrid

www.revistapueblos.org/ COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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III – ANA TIJOUX: “TODO LO QUE ESCRIBO ES EL RESULTADO DE UNA REFLEXIÓN COLECTIVA”

“No deja de sorprenderme que aún me pregunten con quién dejo a mis hijos cuando salgo de gira”

Hija de exiliados chilenos durante la dictadura militar de Pinochet, Ana Tijoux (Lille, Francia, 1977) ha logrado posicionarse en los últimos años en la vanguardia del rap conciencia latinoamericano, situando su música en lugares codiciados por muchas ‘femcees’: en la serie ‘Breaking Bad’, donde sonó su canción ‘1977’; en los premios Grammy norteamericanos y latinos, a los que estuvo nominada durante cinco años seguidos; o en la colección de discos de fans ilustres como Thom Yorke, de la banda inglesa Radiohead.

En 2007, tras haber formado parte del grupo Makiza, Ana Tijoux publicó ‘Kaos’, su primer disco en solitario: un trabajo de suave cobertura pop, que no hacía presagiar el estallido de color que poco tiempo después la propulsaría hacia el éxito internacional. A día de hoy, la máxima expresión del “estilo Tijoux” es ‘Vengo’ (2014), una obra en la que los beats y las texturas electrónicas han cedido el protagonismo a un denso tejido instrumental de sabor latinoamericano. Convertida en un ejemplo para muchas chicas que comienzan a abrirse paso en el mundo del hip hop, Ana prefiere que esa responsabilidad no interfiera en su proceso creativo: una aventura cada vez más centrada en buscar nuevos envoltorios para sus textos, mientras continúa rimando sobre asuntos como la lucha feminista o la necesidad de un empoderamiento popular.

¿Las raperas estáis empezando conquistar un espacio legítimo en la cultura hip hop, en pie de igualdad con los hombres?

Creo que la presencia de la mujer en el hip hop, al igual que en otros muchos espacios, debería de dejar de ser algo anecdótico o fuera de lo común. Parece que aún no logramos interiorizar y asumir como sociedad el concepto de igualdad de género, y aún está pendiente el proceso de recuperación territorial de las mujeres en todas las áreas. Aun así, efectivamente, se visibiliza cada vez más a mujeres empoderadas en sus letras, en sus vivencias, que riman sobre realidades y a la vez las construyen. Ver a tantas chicas en pie y enfrentándose a su arte da un tremendo bombardeo de oxígeno a una escena musical que necesita reinventarse de forma permanente. Ahora es una tarea cotidiana el cuestionarse y abrir espacios para todas y todos.

En 1997 pusiste en marcha Makiza, tu primer proyecto musical. ¿Había una cultura hip hop muy combativa en Chile en ese momento, alimentada tal vez por las heridas que el país arrastraba tras años de dictadura militar? ¿Era extraño ver a una mujer acompañada de tres MCs, DJs y productores masculinos?

“No deja de sorprenderme que aún me pregunten con quién dejo a mis hijos cuando salgo de gira”
Cuando empecé a rimar éramos unas ocho chicas en Chile, muy pocas para una escena mayoritariamente masculina. Pero tampoco puedo olvidar el tremendo apoyo de muchos compañeros hombres, que me empujaron a romper con mi timidez y afirmarme en mis ideas.

Siempre ha sido más extraño para el resto que para mí el hecho de ser mujer en un género eminentemente masculino, y no deja de sorprenderme que aún me pregunten con quién dejo a mis hijos cuando salgo de gira. Esa es una pregunta que no les hacen a los hombres que son padres. Es violento que aún existan estas diferencias, y que aún sea un tema que no tengamos integrado ni resuelto.

Tu conciencia feminista se despertó muy tarde, y siempre has reconocido que tu opinión sobre el feminismo estuvo distorsionada durante años. ¿Uno de los principales obstáculos en la lucha por la igualdad real entre mujeres y hombres tiene que ver con esta falta de información? ¿Es una carencia que detectas habitualmente al relacionarte con otras mujeres?

El machismo lo llevamos dentro desde muy niños: en la diferencia de juguetes y colores, en los juegos y en las palabras. Y a día de hoy, me toca volver a cuestionarme esas diferencias en mi rol de mujer y en mi rol de mamá de un niño y una niña. El hecho de que mis hijos lleven el apellido de la madre en segundo lugar me hace pensar que jugamos un rol secundario hasta en la identidad que llevamos.

A mi madre no le gusta cocinar, nunca le ha gustado. Y en mi familia hemos pasado por distintas fases, desde la risa a la sorpresa, al escuchar comentarios machistas de otras mujeres por el hecho de que a mi madre le gustasen otras cosas: leer, estudiar, caminar. Cuando digo que esta conciencia de mi propia ignorancia me llegó tarde es porque el machismo es una norma preestablecida. Vivimos bajo un machismo que no se dice machista, pero que es tremendamente inquisidor a la hora de juzgar a una mujer libre.
Me cuesta escuchar comentarios machistas, y me parece que hay una violencia normalizada. Sólo me queda escribir canciones y repensarme, y repensar la educación de mis hijos, para tratar de darles herramientas feministas a ambos en la medida de lo “imposible”.
Compusiste la canción ‘Antipatriarca’ inspirada por un manifiesto del Movimiento Por La Dignidad [y elaborado por mujeres residentes en las villas miseria argentinas]. Es un himno muy poderoso sobre el potencial revolucionario de lo femenino. ¿Crees que las artistas como tú, que estáis en posición de ejercer una cierta influencia social, tenéis la responsabilidad de levantaros contra las estructuras y actitudes que perpetúan una sociedad machista?

No me gusta decir que llevamos una responsabilidad sobre los hombros a la hora de componer, yo prefiero sentirla a la hora de cantar. Suena extraño, pero el peso de la responsabilidad entorpece mi momento creativo e inexplicable a la hora de escribir. Me doy cuenta de forma tardía del peso de las palabras que una canta o compone, y no es que trate de evitar esa responsabilidad: es que la línea entre crear y jugar un rol publicitario es muy delgada.

Tu popularidad ha crecido mucho en los últimos años, y eso ha deslizado tu música hacia canales de difusión cada vez más grandes y poderosos. ¿En algún momento temiste que tu mensaje corriera el peligro de ser manipulado, minimizado o desactivado por los medios de comunicación, algo que parece una lógica habitual?

“Vivo entre paradojas, y soy consciente de que muchas veces temo convertirme en un logo de mí misma”
Los medios son capaces de darle la vuelta a todo, de “logotipear” todo, de transformar cada palabra en publicidad. Vivo entre paradojas, y soy consciente de que muchas veces temo convertirme en un logo de mí misma. No tengo muchas respuestas para esta pregunta, más bien más preguntas, que me parecen muy necesarias para no perdernos en la vorágine de las entrañas del monstruo.

En la última década, parece que en la música pop latinoamericana hay un interés cada vez mayor en reivindicar e integrar las propias raíces folklóricas. Pienso en artistas como Chancha Vía Circuito en Argentina, o Pascuala Ilabaca en Chile, pero la lista es enorme. Tú misma has enriquecido mucho tu música, incorporando instrumentos como el charango andino o el tiple colombiano. ¿Lo ves como una posición política, en el sentido de reaccionar contra una cierta homogeneización cultural?

Puedo hablar de lo que me sucedió en términos muy personales. Me vi enfrentada al porqué no había escarbado antes, y entonces saqué mi pala para recuperar el legado musical latinoamericano, tan rico, y adosarlo a las letras. Me cuestioné cómo y en qué momento perdimos esa riqueza en nuestra música, y cómo poder mezclar su contenido en una composición musical y oral.

Aunque tus canciones han transitado siempre entre lo personal y lo colectivo, desde ‘La Bala’ (2011) parece que tienes un interés cada vez mayor en la idea del “nosotros”, en rapear desde lo comunitario. ¿Qué artistas te influyeron más a la hora de fortalecer este discurso sobre la necesidad de organizarse, de crear vínculos que sean un motor de cambio?

Los artistas están en todas partes, mentiría si nombrara uno en particular. Para mí, un artista es alguien que tiene esa sublime capacidad de desbordarme, y eso lo han logrado tantas y tantos escritores, documentalistas, fotógrafos, oradores…fue una sucesión de tantas cosas: las conversaciones con mis viejos, las cofradías de sobremesa al son de un buen vino. Esos instantes perfectos y comunitarios en los que te das cuenta de que nada de lo que escribes es propio, sino el resultado de una reflexión colectiva.

¿Crees que parte de tu éxito reside precisamente en el hecho que discos como ‘Vengo’ (2014) apelan a la unidad, en un momento histórico en el que sentimos más que nunca la necesidad de organizar nuestra rabia de forma colectiva?

No sé cómo contestar a eso, soy muy lenta en mis procesos de digestión. Dame unos diez años y podré contestar con más claridad.

Vives el auge de los movimientos sociales con una mezcla de ilusión y escepticismo. En una entrevista reciente concedida a una radio universitaria chilena, dudabas del poder transformador real de la lucha pacífica. Esto me hizo pensar en la posición de la rapera palestina Shadia Mansour, que colabora contigo en la canción ‘Somos Sur’. Shadia reconoce abiertamente que ella tiene una canción contra la paz. ¿La paz es a menudo un instrumento de control, cargado de violencia latente?

La pregunta es de qué tipo de paz estamos hablando: la paz como iconografía publicitaria, la paz que crea guerra en nombre de ella…existe una paz tremendamente violenta, y en este caso me alineo totalmente con las palabras de Shadia.

Violenta es la paz disfrazada de mentira, la paz institucionalizada como terrorismo de Estado, la paz que mata y se calla con impunidad, la paz sumergida en montajes, y esa paz amable y silenciosa ante la injusticia mundial. Se nos ha hecho una caricatura de ella, se nos vendió una imagen mundial revestida de símbolos y bajo una máscara de paz tapada en sangre. La radicalidad no es más que la respuesta a un modelo violento, y se ha demostrado que las Artes no son la llave hacia las transformaciones sociales, sino un eslabón más a la hora de lograr una transformación global real.

www.pikaramagazine.com/ COMCOSUR MUJER No. 468 – 18/11/2015
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde” – Luis Pérez Aguirre
(Tomado del libro A campo traviesa. Los caminos de Mario Costa)
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