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LO ÚNICO ESTABLE ES LA INESTABILIDAD

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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL

REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS

AÑO 14 – Nº 659 / Lunes 17 de Febrero de 2014

Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares

COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

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HOY:

1) ¿Para cuándo una subsecretaría de Disculpas en el Departamento
de Estado?

2) Movimientos sociales brasileños bajo espionaje

3) China y Taiwán comienzan un histórico diálogo oficial

4) Las dos Coreas mantendrán negociaciones de alto nivel

5) Separatismos, disgregaciones, inestabilidad transnacional…

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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que

niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo

hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese

monopolio es central.” Emir Sader

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1) ¿Para cuándo una subsecretaría de Disculpas en el Departamento
de Estado?

Alberto Rabilotta (Alai)

La conversación entre Victoria Nuland, subsecretaria de Departamento
de Estado de Estados Unidos (EE.UU.) y el Embajador de EE.UU. en
Ucrania, Geoffrey R. Pyatt, ya dio la vuelta al mundo y puso al
desnudo lo que se sabía, que Washington está orquestando un
“cambio de régimen” en Kiev, y que como lo quiere hacer por su
cuenta debe “chingar” (fuck), para decirlo en mexicano, a sus
aliados en tal siniestra tarea: a la cúpula de la Unión Europea (UE)
y a varios de los gobiernos de la UE.

El texto completo de esta conversación telefónica entre Nuland y
Pyatt, que define quien debe ser la cabeza del nuevo gobierno en
Ucrania, y quienes no, puede ser consultado en el portal
Voltairenet.org (1), y sin la menor duda pasará a la historia como
uno de los documentos que sintetiza el modus operandi de Washington en
materia de desestabilizar la vida política y social en un país para
provocar cambios fundamentales en los gobiernos, o derrocarlos y poder
instalar en él a un político de su conveniencia.

¿Quién es Victoria Nuland? Un puro producto del bipartidismo que
gobierna Washington: esposa (y compañera de ideas y ambiciones) de
Robert Kagan, un destacado neoconservador de la era Dick Cheney-George
W. Bush y más tarde asesor de política exterior de John McCain,
candidato Republicano a la presidencia, lo que no quita que fuera
públicamente elogiado por el Presidente Demócrata Barack Obama y que
haya sido asesor en política exterior de la ex Secretaria de Estado
Hillary Clinton.

Lo anterior ayuda a entender el poder de est@s agentes que no sólo
dirigen sino que participan en los procesos de desestabilización de
gobiernos supuestamente soberanos.

Un poder que les permite utilizar, como nos muestra esa grabación, al
Secretario general de Ban ki-Moon, quien accedió -según Nuland- a
nombrar a Robert Serry como su enviado en Ucrania para que “ayude a
pegar esta cosa” (que le dé el sello de legitimidad a esta acción
subversiva) y de paso se pueda “chingar a la UE”.

Y para garantizar que Yanukóvich cederá a las presiones de
Washington, la subsecretaria Nuland pidió y tendrá a su disposición
la presencia en Kiev del Vicepresidente de EE.UU., Joe Biden.

En definitiva, con esta grabación ya sabemos los cambios que deben
venir en el gobierno del Presidente Víctor Yanukóvich, quién
estará y quienes no, y también ayuda a pensar en todas las
intentonas pasadas, y las que están en ejecución para desestabilizar
la situación política y lograr un “cambio de régimen” en
Venezuela, en Ecuador o en El Salvador, entre muchos ejemplos
disponibles.

También sabemos cuál es el objetivo geopolítico de toda esta
subversión que comenzó con “manifestaciones pacíficas” de
partidos de derecha, ultranacionalistas y fascistas, y siguió con una
larga y aterrorizante demostración de los grupos de choque fascistas:
convertir a Ucrania en terreno de confrontación con Rusia.

Hace tiempo que el Emperador camina desnudo, como es usual cuando el
imperio está en decadencia, pero ahora los pueblos lo ven por todas
partes más desnudo y feo que nunca antes, al punto que este humilde
periodista le sugiere al Presidente Obama que cree la subsecretaria de
Disculpas del Departamento de Estado, para no distraer a los
funcionarios ocupados en seguir derrocando gobiernos democráticamente
electos, como los de Ucrania o Venezuela, desestabilizando a otras
democracias en Sudamérica, o como me dice el olfato, impedir que el
FMLN gane la segunda vuelta electoral, en marzo próximo.

Montreal, Canadá.

– Alberto Rabilotta es periodista argentino – canadiense.

1.- What about apologizing to Ukraine, Mrs. Nuland?
http://www.voltairenet.org/article182064.html

LUNES 17 DE FEBRERO DE 2014 – COMCOSUR

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2) Movimientos sociales brasileños bajo espionaje

Fabíola Ortiz (IPS)

Empresas privadas de Brasil, de sectores estratégicos como la
minería o la infraestructura, espían e infiltran a los movimientos
sociales y sus actividades, determinó una misión de la Federación
Internacional de Derechos Humanos (FIDH), que concluyó este viernes
14.

Hace casi un año, el 24 de febrero de 2013, durante una reunión de
planificación de los líderes del Movimiento Xingú Vivo para Siempre
en Altamira, una localidad del norteño estado de Pará, se sospechó
que una persona estaba registrando las conversaciones y decisiones del
encuentro.

Ese colectivo, que reúne a organizaciones sociales y ambientales de
zonas cercanas al proyecto de la megacentral hidroeléctrica de Belo
Monte, que sería la tercera del mundo cuando entre en operaciones, se
opone a la instalación de la represa sobre el río Xingú, en la
Amazonia brasileña.

Las sospechas se confirmaron cuando se verificó que uno de los
participantes, recién sumado al movimiento, tenía en sus manos un
bolígrafo espía.

“Todas las veces que alguien intervenía, el dirigía el bolígrafo
a donde se encontraba. Fue algo completamente inesperado”, dijo a
IPS la abogada Roberta Amanajás, de la Sociedad Paraense de Derechos
Humanos, que integra el Movimiento.

“Esa reunión fue un momento muy estratégico, en que intercambiamos
informaciones privilegiadas, que solo tienen las organizaciones del
colectivo. Él era un espía contratado por el consorcio que construye
la obra”, explicó la activista, que participó en el encuentro.

Al ponerlo al descubierto, el espía se identificó como Antônio y
confesó que se había infiltrado en el Movimiento para así vigilar
las actividades de su coordinadora, Antônia Melo.

Según Amanajás, el espía contó que iba a enviar el material a la
división de inteligencia del Consorcio Constructor Belo Monte y a la
Agencia Brasileña de Inteligencia (ABIN), que mantiene un agente en
Altamira. “Contó que tenía que seguir todos los pasos de la
coordinadora para el consorcio y que también había sido responsable
del despido de 80 trabajadores de la obra”, detalló la abogada.

Otra función del infiltrado era detectar líderes sindicales que
pudiesen organizar huelgas en la obra, añadió.

“No tenemos dudas sobre el proceso de espionaje, solo no sabemos
cómo se realiza. El Movimiento Xingú Vivo es el que más representa
la resistencia al modelo de construcción de las hidroeléctricas, y
más aún, al desarrollo que se ha impuesto en la Amazonia”,
argumentó.El Movimiento crítica la expropiación de los recursos
naturales, que no garantiza los derechos de los pobladores naturales
de la región.

El espionaje a las organizaciones sociales de la Amazonia no es un
caso aislado en Brasil, denunciaron los activistas a la misión de la
FIDH, que desde el lunes 9 y hasta este viernes 14 dialogó con
miembros de organizaciones humanitarias, el Ministerio Público y
directivos de empresas acusadas de espiar. La misión internacional se
integra en las actividades del Observatorio para la Protección de los
Defensores de los Derechos Humanos, un programa conjunto con la
Organización Mundial Contra la Tortura, y ha recorrido Brasilia,
Belém, capital de Pará, y Río de Janeiro.

“Lo que nos preocupa es la relación entre los organismos públicos
y las empresas. Hay pruebas de una articulación con agentes del
Estado”, afirmó Jimena Reyes, jefa de la FIDH para América, al
presentar las primeras conclusiones de la visita. “Es una situación
muy preocupante, se utilizan esquemas públicos para actuaciones
ilegales e ilegítimas, para espiar a movimientos sociales”,
subrayó.

La connivencia de los funcionarios públicos con las empresas fue
comprobada por la misión, al constatar que hay compañías que tienen
acceso a datos secretos del gobierno, a través de Infoseg, una red
que aglutina la información de seguridad pública recabada por más
de 400 agencias brasileñas de investigación. Alexandre Faro,
integrante del Observatorio, opinó que debido a que se destinaron
grandes recursos, las empresas tienen mucho interés en saber que
harán las organizaciones sociales sobre sus proyectos.

“Pienso que es una cultura que las empresas tienen hace mucho
tiempo. Lo descubrimos el año pasado, no tenemos pruebas, pero
supongo que son prácticas generalizadas en sectores sensibles como
minería y energía”, dijo Faro a IPS, sobre la actividad de
espionaje de los grupos empresariales contra activistas en América
Latina. Las acusaciones de espionaje recaen también en el gigante
minero Vale. Miembros de Justiça Nos Trilhos, una organización que
defiende a las comunidades perjudicadas por proyectos mineros,
relataron que son espiados desde 2008, poco después de iniciar su
labor.

Los delegados de la FIDH hablaron con un exempleado de Vale,
identificado como André Almeida, que aportó datos sobre las
relaciones de la empresa y el gobierno, durante una audiencia pública
de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, que se realizó el 24
de octubre de 2013. Entre las acusaciones, destacaron el espionaje a
periodistas, funcionarios públicos y líderes sociales, además de la
infiltración de espías en las organizaciones sociales y los
sindicatos, para obtener información privilegiada.

Estás actividades ilegales contaron con la participación o el apoyo
de agentes de la ABIN para actividades de entrenamiento, incluyendo
pagos a agentes del Estado. Según estas revelaciones, se estima que
Vale destinó cerca de 200.000 dólares mensuales a espionaje,
informó Faro.

“Lo que está en juego en Brasil es el valor de la democracia, se
trata de privatizar la inteligencia”, planteó el integrante de la
misión internacional. “Lo que no es usual es que informaciones así
lleguen a conocimiento del público. Revela que están completamente
desinhibidos respecto a todo lo ilegal que hacen”, añadió.

A su juicio, “las empresas privadas creen que tienen suficiente
legitimidad para adentrarse en la vida de las personas e investigar a
sus hijos, sus esposas y sus antecedentes”.

Danilo Chammas, abogado de Justiça nos Trilhos, dijo a IPS que el
primer indicio de que eran espiados lo tuvieron ya en 2008, en enero
de 2012 su oficina fue destrozada y en octubre de ese año y enero de
2013 su página digital fue hackeada.

“Esperamos que la misión de la FIDH impulse cambios profundos y que
las investigaciones tomen mayor ritmo y las propias empresas
modifiquen sus prácticas”, afirmó. “El objetivo de todo esto es
que desistan de actuar así”, sentenció. Los delegados de la FIDH
presentarán el informe con sus conclusiones, informaciones y
recomendaciones en dos meses.

La abogada Amanajás recordó que la visita de la misión que protege
a los defensores de derechos humanos se produce tras la polémica
generada al conocerse que el gobierno brasileño fue espiado por la
estadounidense Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en
inglés).

“Igual que al gobierno no le gusta que le espíen, a los movimientos
sociales tampoco nos gusta”, criticó. A preguntas de IPS, Vale
indicó que no se pronunciaría sobre un caso que se encuentra en la
justicia y bajo secreto procesal, mientras que el consorcio de Belo
Monte no brindó respuestas.

LUNES 17 DE FEBRERO DE 2014 – COMCOSUR

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3) China y Taiwán comienzan un histórico diálogo oficial

(Rebelión)

China y Taiwán iniciaron este martes un histórico diálogo entre sus
gobiernos, por primera vez desde el fin de la guerra civil, en 1949,
en un contexto de deshielo de las tensiones y esperanzas de
intercambios a través del Estrecho de Formosa.

Esas conversaciones, a un nivel sin precedentes, tienen lugar
simbólicamente en Nankín, la ciudad del este que el sector
nacionalista de Chiang Kai-shek había elegido como capital.

Wang Yu-chi, un responsable taiwanés encargado de las relaciones con
China continental, se reunió este martes por la tarde con su
homólogo Zhang Zhijun, rsponsable de la Oficina China de Asuntos
Taiwaneses.

La habitación en la cual tuvo lugar su entrevista había sido
decorada de manera neutral, sin banderas visibles ni títulos
oficiales sobre la mesa de discusiones, para evitar herir las
sensibilidades.

Esta visita de Wang representa un «progreso importante», opinó este
martes Xinhua, la agencia de noticias oficial del régimen comunista.
Sin embargo, es un avance que debe ser minimizado, pues los expertos
no creen que los dirigentes de los dos territorios se reúnan en un
futuro próximo.

Sin embargo, esta primera entrevista entre dos jerarcas
gubernamentales pone en evidencia los esfuerzos realizados, desde hace
algunos años, en ambas partes del Estrecho de Formosa para curar las
heridas de la guerra civil, que desembocó en 1949 en una partición
entre la República de China nacionalista y la República Popular de
China comunista.

Ese año, dos millones de chinos fieles al jefe nacionalista Chiang
Kai-shek, derrotado por las fuerzas de Mao Zedong, se refugiaron en la
isla de Taiwán. Desde entonces, Pekín y Taipei se atribuyen
separadamente su total autoridad sobre China.

Pekín considera que Taiwán le pertenece y no ha renunciado a la
reunificación, por la fuerza si fuese necesario. Pero las relaciones
entre las dos entidades se han calmado desde la elección en 2008 del
presidente, Ma Ying-jeou. Este artífice del renacimiento del partido
Kuomintang (KMT) -el exenemigo nacionalista- fue reelegido en 2012 y
es favorable a tener relaciones con China continental.

Después de tímidos contactos en los años 1990, Taiwán y China
comunista franquearon en 2010 una decisiva etapa en el camino hacia el
deshielo al firmar un acuerdo marco de cooperación económica bajo el
patrocinio de Ma Ying-jeou.

Sin embargo, dicho acuerdo y otros gestos de apertura, como la
reanudación de los vuelos directos, fueron negociados por organismos
semioficiales, pues Pekín y Taipei todavía no tienen relaciones
diplomáticas.

«Este viaje tiene implicaciones cruciales para continuar la
institucionalización de las relaciones entre las dos orillas del
estrecho» de Formosa, declaró Wang a la prensa durante el anuncio de
su viaje, a finales de enero. «Como primer presidente del Consejo de
Asuntos Continentales, soy consciente de que tengo una gran
responsabilidad y de que el camino será largo», agregó.

El diplomático deberá tratar fundamentalmente la creación de
oficinas de enlace, la integración económica regional y el acceso a
la atención médica para los estudiantes taiwaneses en China.
También se hablará de la cuestión de la libertad de prensa.

En función de los resultados de este encuentro, la visita de Wang en
China podría permitir una reunión entre Ma Ying-jeou y el presidente
chino, Xi Jinping, señaló George Tsai, un politólogo de Taipei.

La cumbre de los dirigentes del foro de Cooperación Económica de
Asia y el Pacífico (APEC) de Pekín, en octubre, sería una ocasión
ideal, señaló por su parte Wang Yu-chi.

LUNES 17 DE FEBRERO DE 2014 – COMCOSUR

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4) Las dos Coreas mantendrán negociaciones de alto nivel

(Rebelión)

Corea del Norte y Corea del Sur mantendrán negociaciones de alto
nivel a partir del miércoles, anunció este martes el ministerio de
Unificación surcoreano, antes de la reanudación de las reuniones de
las familias separadas por la guerra de Corea, hace 60 años.

El encuentro tendrá lugar en la localidad fronteriza de Panmunjom,
donde se suelen reunir las delegaciones de los dos vecinos, precisó
el portavoz del ministerio, Kim Eui-do. En él, participarán
importantes responsables del ministerio surcoreano de Defensa, de la
Unificación y de la oficina presidencial.

Recientemente, Seúl afirmó que estaba de acuerdo en entablar
negociaciones de alto nivel si Pyongyang decidía abandonar su
programa de armamento nuclear. Las negociaciones del miércoles
abordarán «temas importantes», como la reanudación del programa de
la reunión de las familias separadas por la guerra de Corea
(1950-1953), añadió el portavoz surcoreano.

Estos encuentros, que reúnen a hermanos, hijos y padres separados
desde hace más de 60 años, se suspendieron hace tres años, debido a
un aumento de la tensión en la península coreana. Pyongyang anuló
en el último momento las reuniones previstas el pasado septiembre.
Las próximas están programadas para el 20 y el 25 de febrero, pero
muchos expertos surcoreanos estiman que también se cancelarán.

Los expertos se basan en que, a partir de finales de febrero, tendrán
lugar las maniobras coreano-estadounidenses que Pyongyang critica
anualmente, al considerarlas un ensayo para una invasión de su país.
El ministerio surcoreano de Unificación asegura que la reunión del
miércoles se celebrará por iniciativa del Norte.

El reverendo que intenta liberar a Bae

El reverendo estadounidense Jesse Jackson dijo el lunes que estaba
dispuesto a viajar a Corea del Norte para intentar liberar a un
estadounidense de origen coreano detenido por Pyongyang desde
noviembre de 2012. El célebre militante por los derechos cívicos
confirmó en la CNN el anuncio realizado el domingo por el
departamento de Estado de que estaba dispuesto a interceder ante el
régimen norcoreano a solicitud de la familia del estadounidense
Kenneth Bae.

El domingo por la noche, el departamento de Estado de Washington
anunció que se cancelaba la visita a Pyongyang que proyectaba
realizar Robert King, encargado de seguir el tema de los derechos
humanos en Corea del Norte en el departamento de Estado, para obtener
la liberación de Bae, por decisión del gobierno comunista.

Jackson explicó que había depositado «grandes esperanzas» en el
viaje de King, pero que tras la anulación de su visita, se convenció
de la necesidad de escribir al líder norcoreano, Kim Jong-Un, para
manifestarle su deseo de reunirse personalmente con él. El
departamento de Estado reiteró el lunes que «respalda los esfuerzos
de la familia Bae y del reverendo Jackson para que Bae retorne a
casa».

Bae, un ciudadano coreano estadounidense descrito por Corea del Norte
como un militante cristiano evangelista, fue arrestado en noviembre de
2012 y condenado a 15 años de trabajos forzados, bajo las acusaciones
de tratar de derrocar el Gobierno e incitar a los norcoreanos a
«perpetrar actos hostiles para acabar con el Gobierno llevando a cabo
una campaña de difamación».

Los responsables estadounidenses afirmaron que las autoridades
norcoreanas lo han vuelto a llevar desde el hospital al campo de
trabajo y afirmaron estar «profundamente preocupados» por la salud del
misionero, de 45 años, que ha permanecido detenido durante más de 15
meses.

LUNES 17 DE FEBRERO DE 2014 – COMCOSUR

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5) Separatismos, disgregaciones, inestabilidad transnacional…

Anne-Cécile Robert* (Le Monde Diplomatique)

La partición de hecho del territorio de Malí puso de manifiesto la
extrema fragilidad de las fronteras africanas, acentuada tras la
finalización de la Guerra Fría. En África Occidental tanto como en
África Central y Oriental se multiplican las “zonas grises” que
escapan a la autoridad de los Estados y donde reina la criminalidad.

La misteriosa explosión del 23 de octubre de 2012 en la fábrica de
armas de Yarmuk, cerca de Jartum, sigue sembrando discordia entre
Sudán, sus vecinos y las organizaciones internacionales. Según el
centro de investigación suizo Small Arms Survey Center (1), los
edificios destruidos, donde se producían armas ligeras, servían
también como depósitos para armas importadas de China. Jartum acusa
a Israel ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) –sin
presentar pruebas– de sabotear, e incluso de bombardear el sitio,
considerado por Tel Aviv como el eslabón de un tráfico con destino a
la Franja de Gaza e Irán.

Vasto país de casi 2 millones de kilómetros cuadrados, Sudán
enfrenta la rebelión de Darfur en su flanco occidental (2). Además,
desde julio de 2011, perdió una parte de sus territorios en el sur,
que se independizaron con el nombre de Sudán del Sur luego de
décadas de guerra civil. A pesar de varios acuerdos sobre el trazado
de las fronteras y la distribución de los recursos, ambos Estados
están lejos de haber encontrado la paz (3).

Atravesado por conflictos y amenazado por movimientos centrífugos, el
de Sudán no es un caso aislado en el continente negro. En efecto, si
bien las tensiones en el Sahel acaparan la atención diplomática y
mediática, los acontecimientos que allí se desarrollan encuentran
equivalencias con los de otras regiones de África: aspiraciones
autonomistas, insurrecciones armadas, incapacidad de las autoridades
para mantener el orden, tráficos transnacionales de armas y
municiones, injerencias extranjeras, carrera por los recursos
naturales, etc. Los Estados, en decadencia, han perdido el control
sobre “zonas grises”, situadas a cierta distancia de las capitales
y autoadministradas de manera muchas veces criminal. Así, entre
Níger y Nigeria se extiende una franja de treinta a cuarenta
kilómetros que escapa a la supervisión de Niamey y Abuja. Algunas
fronteras, trazadas durante la colonización, dejan de tener entidad,
debido al importantísimo flujo de inmigrantes, turistas y
comerciantes que las ignoran.

Con sus procesiones de muertos, refugiados y atrocidades sin fin, la
República Democrática del Congo (RDC) resulta emblemática de estos
fenómenos destructivos. Del mismo modo, Somalia se descompone: una
parte de su territorio, Somaliland, ha encontrado una forma de
estabilidad bajo la autoridad de una elite local formada en el Reino
Unido, mientras que al norte de Mogadiscio Puntland es un Estado de
facto, administrado por clanes que en parte viven de la piratería.

En África Occidental, si bien la mayoría de los países viven en
paz, los focos de crisis latente son muchos y rebosantes de
potenciales desestabilizaciones: la región senegalesa de Casamance,
limítrofe con Gambia y Guinea Bissau, sufre regularmente explosiones
de violencia separatista (secuestros, atentados); en el delta del
Níger, bandas armadas extorsionan a empresas y sabotean las
instalaciones petroleras de Nigeria, con repercusiones en Camerún,
Togo y Benín; en los países de la Unión del Río Mano (Costa de
Marfil, Liberia y Sierra Leona), los conflictos recientes han dejado
sus huellas (4).

La región saharo-saheliana, por su parte, es el campo de acción de
movimientos criminales, de grupos islamistas radicales y de
reivindicaciones tuaregs que crean una división de hecho de Malí
(5). Sólo la parte austral del continente, dominada por Sudáfrica
(véase “Sudáfrica se expande”, pág. 68), parece escapar a esta
tendencia delicuescente.

“Sistemas de conflictos”

El principio de la intangibilidad de las fronteras, consagrado en la
Carta de la Organización para la Unidad Africana (OUA) en 1963, se
encuentra bastante maltrecho. Ya en mayo de 1993, se había visto
erosionado por la independencia de Eritrea, separada de Etiopía. Al
menos el nuevo Estado todavía se inscribía en los límites trazados
en la época colonial, y por ende en un marco internacionalmente
reconocido en el pasado.

Pero, ¿qué decir de la secesión de Sudán del Sur, reconocida
inmediatamente por la “comunidad internacional”, que había
preparado su advenimiento? Es cierto que la autonomía de esta zona
había sido prometida durante la independencia, en 1956, en el marco
de un Estado federal. Pero Jartum nunca respetó su compromiso,
desatando una rebelión armada que alimentaría dos largas guerras
civiles (6).

Mientras aumenta la presión en las fronteras, ¿qué responder a los
separatistas de Sahel o Casamance? En un comunicado del 17 de febrero
de 2012, los jefes de Estado de la Comunidad Económica de los Estados
de África Occidental (CEDEAO) manifestaron su serio compromiso con la
soberanía de Malí, que perdió el control del norte de su
territorio. Pero la mayoría de estos países –Nigeria, Costa de
Marfil (7), etc.– se enfrentan con crisis latentes o abiertas que
superan su territorio y desafían su autoridad.

Se han instalado verdaderos “sistemas de conflictos”,
caracterizados por la difusión transnacional de la inestabilidad en
África Occidental, Oriental y Central. Estos focos de tensión suelen
estar “situados a lo largo de los espacios fronterizos, cuyas
dinámicas intrínsecas a menudo son factores de difusión o
amplificación de las crisis”, explica el politólogo Michel
Luntumbue (8).

Si bien fenómenos similares afectaron a Europa Central y Oriental
(partición de Checoslovaquia, desintegración de Yugoslavia), en el
caso de África se desarrollan en el contexto específico de Estados
debilitados, e incluso en vías de colapsar, sobre todo en virtud de
su incapacidad para garantizar el desarrollo. Los proyectos nacionales
progresistas de las elites independientes se quebraron bajo los golpes
del autoritarismo y la corrupción. La tutela de los organismos
financieros internacionales fomenta a su vez la infantilización de
las autoridades.

En el continente negro, la violencia de las desigualdades sociales
exacerba los discursos identitarios, percibidos como las únicas
herramientas de ascenso social: los adultos jóvenes que se reconocen
como miembros de una “comunidad” religiosa, cultural o étnica con
reivindicaciones específicas encuentran un sentimiento de pertenencia
y recurren a veces a medios armados para hacer valer sus derechos a
través de los de su grupo, en detrimento de los del país en su
conjunto.

Por otra parte, cada vez son más los jóvenes que denuncian la
incuria de sus mayores, que se aferran al poder olvidando muchas veces
el interés general. Según Luntumbue, la ruptura del contrato social
entre las generaciones, al volverse patente, alimenta una “cultura
de la intolerancia” en sociedades donde los mecanismos de la
democracia aún están mal implantados. Las bandas armadas en el delta
del Níger, por ejemplo, son típicas de una juventud desempleada y
ávida de conseguir su parte del abundante maná petrolero. El
autonomismo de la vecina península de Bakassi, en Camerún, se
inscribe en el cuestionamiento a la legitimidad de un Estado incapaz
de hacer un amago de redistribución de los recursos.

Estos conflictos, que tienen causas locales, a menudo son alimentados
o desencadenados por un acontecimiento externo. Así, la intervención
occidental en Libia, en la primavera boreal de 2011, contribuyó a la
propagación de armas de guerra provenientes del arsenal del coronel
Muamar Gadafi, pero también de los aprovisionamientos
franco-británicos de armamento con paracaídas. Estas armas se
vertieron en una zona donde ya se extendía el yihadismo islámico,
mientras que las brasas de las tensiones entre capitales (Bamako y
Niamey) y la rebelión tuareg se atizaban ante el soplido de la
corrupción y la arbitrariedad. Por lo demás, es sabido que las
grandes multinacionales instrumentan, e incluso orquestan, los
conflictos locales para apoderarse de las riquezas mineras (9).

El continente se encierra entonces en un círculo vicioso, dado que
los Estados suelen verse obligados a solicitar ayuda externa para
resolver las crisis que los amenazan, validando así la acusación
inicial de incompetencia e ilegitimidad. Algunos observadores también
están preocupados por los perversos efectos de la intervención de
las organizaciones humanitarias: el politólogo camerunés Achille
Mbembe considera que contribuyen a difuminar los límites de la
soberanía estatal, convirtiendo a las zonas protegidas en
“extraterritoriales de hecho” (10).

Más allá de las disputas territoriales entre Estados, desde la
década de 1990 se multiplican los conflictos internos de carácter
político-étnico, cuyas implicancias pueden superar el marco de un
país (Liberia, Sierra Leona, Costa de Marfil, Malí, etc.). El fin de
la confrontación entre los dos bloques de la Guerra Fría liberó de
antiguas preocupaciones, mientras la globalización económica y
financiera redistribuía una parte de los mapas geopolíticos. La
desestabilización de los Estados es alimentada por una criminalidad
transfronteriza, como el tráfico de armas, de drogas o de seres
humanos. Guinea Bissau, acostumbrada a los golpes de Estado, se
convirtió en el punto de entrada de la cocaína de América del Sur y
de la heroína afgana, que desde allí se reenvían a Europa y Estados
Unidos.

Pero la región también sufre la trata de migrantes para la
agricultura y la pesca (Burkina Faso, Ghana, Benín, Guinea-Conakry,
etc.). Se calcula que doscientos mil niños serían víctimas de la
trata de personas en África Occidental y en la RDC, según el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) (11).

“Crisis de identidad”

Los múltiples grupos que le disputan al Estado el monopolio de la
violencia legítima forjan alianzas circunstanciales y burlan
fronteras que se han vuelto fluidas. Así, en el norte de Malí, Al
Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), Ançar Dine, el Movimiento para
la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO) y los grupos
nómades tuaregs –cuyas reivindicaciones son antiguas– se
asociaron para luchar contra la autoridad de Bamako. Pero también
están vinculados con traficantes con los que intercambian dinero y
servicios. Estas alianzas pueden disolverse tan rápido como fueron
tejidas.

Los límites territoriales se diluyen en favor de zonas fronterizas,
de “países fronteras” donde las regulaciones se efectúan por lo
bajo, es decir, por el propio juego de los actores. Los Estados
intentaron responder en varias oportunidades a los riesgos de
descomposición mediante reformas institucionales, como la
descentralización en Malí o el establecimiento de una federación en
Nigeria.

Pero las tendencias dominantes siguen obrando. El ex presidente de
Malí, Alpha Oumar Konaré, considera por lo tanto que estos
fenómenos son la clave del período actual: es a través de ellos
como “se lee la paz, es decir, la democracia, es decir, el
desarrollo”, porque “no puede haber paz con fronteras discutidas,
no asumidas, donde lo único ampliamente compartido es el miedo al
vecino” (12).

El historiador marfileño Pierre Kipré considera que África está
atravesando una “crisis de identidad”, que hunde sus raíces en la
historia larga. Si bien es cierto que las fronteras fueron trazadas
artificialmente por las potencias coloniales durante la Conferencia de
Berlín de 1884-1885, haciendo caso omiso de las realidades sociales y
humanas, Kipré destaca una carencia de las propias sociedades. Según
él, las tensiones surgieron “por no haber visto cómo las
comunidades políticas africanas fundaban tanto el espacio como las
redes de relaciones sociales como componentes íntimos de poder”
(13).

La lucha contra la colonización se efectuó en el marco de los
Estados trazados por los europeos, validando las divisiones
establecidas a fines del siglo XIX. Asimismo, los Estados
independientes, ocupados en asentar su autoridad naciente, no dudaron
en hacerse la guerra. Además, los regímenes de partido único –en
ocasiones surgidos de luchas armadas–, recurriendo a medios
autoritarios, pretendían sublimar las aspiraciones divergentes de las
poblaciones para garantizar el desarrollo de la “nación”.

El trazado de fronteras rígidas no es una tradición africana, que
valoriza más el encuentro, el compartir, el intercambio. Konaré
habla de “confines móviles”, que actúan como “puntos de
sutura” o “de soldadura”. De hecho, la “parentela” y las
bromas que la acompañan son una tradición que, a pesar de todo, aún
perdura. Las independencias se obtuvieron en la década de 1960,
cuando las poblaciones aún no habían integrado los espacios
políticos creados por Berlín apenas ochenta años atrás.

¿Podemos imaginar entonces un “Contra-Congreso de Berlín”? En
1994, el escritor nigeriano Wole Soyinka exclamaba: “Deberíamos
sentarnos y, armados con una escuadra y un compás, volver a dibujar
las fronteras de las naciones africanas” (14). Más recientemente,
en 2009, Nicolas Sarkozy, a pocas semanas de un viaje a la región y
hablando de la RDC, sugería: “En algún momento habrá que sentarse
a dialogar, pero no debe ser un diálogo meramente coyuntural, sino un
diálogo estructural: ¿cómo se divide el espacio en esta región del
mundo, cómo se dividen las riquezas y cómo se acepta comprender que
la geografía tiene sus leyes, que muy pocas veces los países cambian
de dirección y que habrá que aprender a vivir unos al lado de los
otros?” (15).

Estas declaraciones generaron preocupación en la región de los
Grandes Lagos, donde se temió que se intentara un reordenamiento “a
la antigua”. Pero, más allá del estilo eruptivo del ex presidente
francés, la idea atormenta a muchos intelectuales y líderes
africanos. “Durante el próximo siglo –escribía en 1993 el
politólogo keniata Ali Mazrui–, cambiará la configuración de la
mayoría de los Estados africanos actuales. Y una de dos: o bien la
autodeterminación étnica conducirá a la creación de Estados más
pequeños, como en el caso de la separación de Eritrea y Etiopía, o
bien la integración regional dará lugar a uniones políticas y
económicas más amplias” (16).

En lo que se presenta como una carrera contra-reloj, los dirigentes
africanos parecen haber tomado partido por la segunda hipótesis. Las
fronteras serán defendidas, pero las instituciones regionales
establecerán un marco pacífico. De este modo, en 2002 la OUA se
transformó en la Unión Africana. Más estructurada, cuenta con un
órgano ejecutivo permanente y un Consejo de Paz y Seguridad. Previó
una serie de sanciones, cuyos latigazos ya fustigaron a Níger, Costa
de Marfil y Malí: suspensión de la participación en la
organización, embargos, congelamiento de activos financieros, etc.
Además, adoptó varias iniciativas, como el plan de acción sobre la
lucha contra las drogas y la prevención de la criminalidad. La
CEDEAO, por su parte, reforzó la cooperación de sus quince Estados
miembros en sectores clave: estupefacientes, armas, trata de migrantes
(17).

Según el economista Mamadou Lamine Diallo, resulta imperativo salir
de las “estrategias reactivas” (18); también habría que
abandonar las visiones meramente securitarias, que corren el riesgo de
cumplir sólo con una parte del objetivo. Lo importante es volver a
encontrar formas de legitimidad del poder que se correspondan con la
realidad de las sociedades africanas, dado que los Estados también
están colapsando por falta de anclaje en la población.

“Querer actuar en lugar de los africanos, cuando se trata de
acompañarlos –insiste Konaré–, es correr el riesgo de salir de
una lógica de coto privado de caza, digamos de caza que uno ya no
puede mantener solo, para avanzar hacia una lógica no menos
condenable y condenada: la de la caza compartida en provecho de
monopolios extranjeros para los cuales algunos países africanos son
buenos para desarrollar, para ser industrializados, y otros están
condenados al papel de meros mercados, de proveedores de materias
primas” (19). El fortalecimiento de las instancias de regulación
regional probablemente sea la mejor manera de alcanzar una afirmación
continental. Debería apoyarse en las “comunidades de base” que,
al movilizar los recursos culturales y la riqueza de las prácticas
sociales, demuestran a diario su capacidad para resolver las tensiones
en muchas “zonas tapón” de África. 

1. Small Arms Survey Center, comunicado, Ginebra, 25-10-12.

2. La ferocidad de la represión que allí ejerce su presidente, Omar
Al-Bashir, le valió una orden de detención de la Corte Penal
Internacional (CPI).

3. Véase Jean-Baptiste Gallopin, “Amargo divorcio en Sudán”,

www.eldiplo.org, junio de 2012.

4. Creada en 1973, la Unión del Río Mano tiene como objetivo
favorecer los intercambios comerciales.

5. Véase Jacques Delcroze, “Malí: se desploma un sueño
democrático”, Le Monde diplomatique, edición Cono Sur, Buenos
Aires, septiembre de 2012.

6. Entre 1955 y 1972 y, luego, entre 1983 y 2005.

7. Véase Fanny Pigeaud, “Guerre pour le cacao dans l’Ouest
ivoirien”, Le Monde diplomatique, París, septiembre de 2012.

8. Michel Luntumbue, “Groupes armés, conflits et gouvernance en
Afrique de l’Ouest: une grille de lecture”, nota de análisis del
Groupe de Recherche et d’Information sur la Paix et la Sécurité
(GRIP), Bruselas, 27-1-12.

9. Véase Colette Braeckman, Les Nouveaux Prédateurs. Politique des
puissances en Afrique centrale, Fayard, París, 2003.

10. Achille Mbembe, “Vers une nouvelle géopolitique africaine”,
Manière de voir, N°51, “Afriques en
renaissance”,París,mayo-junio de 2000.

11. Véase “La traite d’enfants en Afrique de l’Ouest”, Centro
de Investigaciones Innocenti de UNICEF, Oficina Regional de UNICEF
para África Occidental y Central, Florencia (Italia), abril de 2002.

12. Alpha Oumar Konaré, discurso de apertura, “Des frontières en
Afrique du XIIe siècle au XXe siècle”, Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
París, 2005.

13. Pierre Kipré, “Frontières africaines et intégration
régionale : au sujet de la crise d’identité nationale en Afrique
de l’Ouest à la fin du XXe siècle”, en “Des frontières en
Afrique…”, op.cit.

14. Wole Soyinka, “Blood soaked quilt of Africa”, The Guardian,
Londres, 17-5-1994.

15. Nicolas Sarkozy, recepción de embajadores, 16-1-09.

16. Ali Mazrui, “The bondage of boundaries”, en “The future
surveyed: 150 economist years”, número especial de The Economist,
Londres, 11-9-1993.

17. Véase “Modernisation of administration department and updating
of administrative procedures manual for Ecowas”, en www.ecowas.int

18. Mamadou Lamine Diallo, “L’Afrique dans la nouvelle
géopolitique mondiale : atouts et faiblesses”, Pantin, Fondation
Gabriel-Péri, 24-1-08.

19. “Des frontiéres en Afrique…”, op. cit.

LUNES 17 DE FEBRERO DE 2014 – COMCOSUR

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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las
ideas

dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante
en

la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual
dominante, la

clase que controla los medios de producción intelectual, de tal
manera que

en general las ideas de los que no disponen de medios de producción

intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. Carlos
Marx

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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE

COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR

Coordinación : Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL:

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