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MÉXICO: EN UN AÑO DE CONFINAMIENTO, 400 MUJERES DESAPARECIDAS Y 99 CASOS DE FEMINICIDIO EN OAXACA – comcosur mujer 679 -29.03.2021

COMCOSUR MUJER / AÑO 27 /No. 679/ lunes 29.03.2021 – Hoy:

1) México: Desventajas e inequidad de género en la política
2) México: “Aunque somos diferentes vivimos los mismos dolores”
3) México: En un año de confinamiento, 400 mujeres desaparecidas y 99 casos de feminicidio en Oaxaca
4) Turquía abre la puerta a la violencia contra las mujeres
5) Uruguay: CIDH hará seguimiento del juicio por violencia sexual a mujeres en dictadura
6) Uruguay: Con carteles antiaborto, Uruguay entra en una campaña religiosa internacional
7) Wendy Carlos, la compositora trans

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COMCOSUR MUJER /Fundado por Yessie Macchi / AÑO 27 / No. 679 – Lunes 29 de marzo de 2021 / Producción: Beatriz Alonso, Belén Itza y Cecilia Duffau /Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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1) MÉXICO: DESVENTAJAS E INEQUIDAD DE GÉNERO, COLOCAN A CANDIDATAS EN MAYOR VULNERABILIDAD A LA VIOLENCIA POLÍTICA

Desventajas e inequidades de género colocan a las aspirantes a cargos de elección popular en mayor vulnerabilidad a la violencia política, misma que llega a ejercerse contra ellas con mayor insistencia, recurrencia y hasta mayor crueldad, afirmó la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociológicas de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (IISUABJO), Charlynne Curiel.

“Están más desprotegidas, tienen menos capital político, están menos vinculadas a las redes de protección que probablemente tienen otros políticos que llevan muchos años en el ámbito de la política institucional. En muchos casos puede ser que sea la primera vez que irán como candidatas y eso las hace ser que, entre comillas, tengan menos colmillo para navegar en esas aguas que ya están muy turbias desde hace mucho tiempo”, señaló.

La también activista feminista manifestó que el hecho de que haya mayor cantidad de mujeres participando en política, aspirando a puesto de elección popular, las ponen en vulnerabilidad política, existente desde hace muchos años. “Ahora al haber paridad y con mujeres incorporadas a las planillas, ellas también están experimentando la violencia que deriva del control que el crimen organizado quiere seguir manteniendo en algunas regiones del país”, expuso.

Para Charlynne Curiel esto último, es decir, la presencia del crimen organizado, está complicando aún más el contexto electoral.

“Desde mi lectura, un poco viendo las elecciones del 2021 en un contexto más amplio, me parece que la violencia política la está ejerciendo el crimen organizado y eso es algo que no debemos obviar. Las elecciones del 2021 van a ser elecciones que en muchas partes del país las va a definir el crimen organizado, entonces es importante ver que las amenazas y ejercicios de violencias hacia las mujeres se enmarcan en este gran contexto que es el hecho que el crimen organizado tiene mucho tiempo definiendo las elecciones en este país”, destacó.

La doctora en sociología apuntó que la violencia política contra las mujeres es algo que aún no se tiene muy inteligible porque es de cierta forma la paridad en las elecciones es muy reciente y a pesar de estar en las leyes electorales aún no se logra garantizar la plena participación.

En tanto destacó que el reciente asesinato de la precandidata del PAN Ivonne Gallegos Carreño, así como las agresiones que han sufrido otras aspirantes en lo que va de esta contienda busca generar un mensaje de miedo para tratar de inhibir la su presencia. “Evidentemente buscan genera miedo, inseguridad e incertidumbre”.

El indicador Violencia Política en México 2021 de Etellekt Consultores que abarca desde el pasado 7 de septiembre de 2020, (inicio del proceso electoral) y hasta el 20 de marzo de 2021, detalla que, a seis meses y medio, se han registrado un total de 238 agresiones contra personas políticas, con un saldo de 218 víctimas; 166 eran hombres y 52 mujeres.

De las 218 víctimas, 61 personas fueron asesinadas (53 hombres y 8 mujeres), 18 aspiraban a puestos de elección. Y agrega que desde que el gobierno federal anunció su estrategia de seguridad para los candidatos, el pasado 4 de marzo, han sido asesinados 6 aspirantes a alcaldías en los municipios de La Perla (Veracruz), Nuevo Casas Grandes (Chihuahua), Isla Mujeres (Quintana Roo), Casimiro Castillo (Jalisco), Chilón (Chiapas) y Ocotlán de Morelos (Oaxaca). “El asesinato de la aspirante a la alcaldía de este último municipio, es el primer caso registrado en el estado de Oaxaca en el presente ciclo electoral”.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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2) MÉXICO: “AUNQUE SOMOS DIFERENTES VIVIMOS LOS MISMOS DOLORES”

Con el 8M en la memoria reciente, recogemos estas reflexiones de la activista Alejandra Jiménez, delegada por el pueblo Totonaco de Totonacapan, sobre el pasado Tercer Encuentro de Mujeres del Congreso Nacional Indígena (CNI) que tuvo lugar los días 6 y 7 de marzo. En éste se dieron cita 96 mujeres indígenas y mestizas integrantes del CNI provenientes de diversos pueblos originarios de México en el edificio que alojaba al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de Ciudad de México, ahora tomado por la comunidad indígena Otomí, para trabajar alrededor de tres ejes: mujeres y territorio, resistencias y autonomía, y lucha contra el patriarcado.

El CNI se constituyó en 1996 como espacio de encuentro, reflexión y solidaridad de los pueblos originarios con el objetivo de fortalecer las luchas de resistencia y rebeldía con sus propias formas de organización y toma de decisiones. Las mujeres del CNI se reunieron por primera vez tras el Primer Encuentro de Mujeres que Luchan convocado por las Zapatistas en marzo del 2018 para dar continuidad al acuerdo que establecieron entonces de “seguir vivas y luchado”, y una segunda vez el año siguiente, en el que también se celebró el Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan en el caracol zapatista de Morelia, con la participación de más de 4.000 mujeres de 49 países.

¿Por qué y cómo surge la idea de convocar encuentros entre las mujeres integradas en el CNI?

Son las hermanas Zapatistas quienes han mostrado el camino, ya con la Ley Revolucionaria de Mujeres (1993), de que tenemos las mismas posibilidades y derechos de luchar al igual que los hombres, de ocupar los mismos cargos, de tener las mismas funciones. Desde sus inicios el Zapatismo ha sido muy claro en que en esta lucha teníamos que ir a la par hombres y mujeres.

Por otra parte al CNI se nos dio la posibilidad de ir a nuestro propio ritmo y creo que es por ello que es apenas hace unos años que empezamos a trabajar de forma más fuerte el tema de las violencias que vivimos las mujeres indígenas. Era una reflexión pendiente y es a partir del nombramiento de Marichuy como vocera del Concejo Indígena de Gobierno (CIJ) que se realiza el primer encuentro para fortalecer nuestras voces y trabajar los patriarcados que también habitan dentro del CNI, para reconocerlos y poder actuar contra el patriarcado presente en nuestras comunidades. Luego las zapatistas nos han convocado en dos ediciones al Encuentro Internacional de Mujeres que Luchan, en un llamado para reunirnos y escucharlas a ellas, pero sobretodo ellas escucharnos y conocer la experiencia de la diversidad de luchas que hay en el interior del movimiento de mujeres.

¿Cuál ha sido el propósito de realizar el tercer encuentro del CNI los días 6 y 7 de marzo, previos al Día de la Mujer?

En este momento se ha convertido en un día de lucha para todas las mujeres, sin importar si son o no feministas, para visibilizar nuestras exigencias por nuestra libertad, nuestra seguridad, y por la vida. Son justo éstas las palabras que retomamos a las compañeras Zapatistas, las del compromiso por mantenernos vivas. La fecha cercana al 8 de marzo no fue fortuita sino que tenía la intención, dentro del contexto de la lucha de las mujeres, de decir que también las mujeres indígenas estamos luchando, también nos reconocemos como violentadas por este sistema patriarcal y muchas veces más violentadas que otras mujeres. Que también tenenos una voz y también nos estamos organizando.

“Las mujeres indígenas estamos luchando, también nos reconocemos como violentadas por este sistema patriarcal, también tenenos una voz y también nos estamos organizando”

¿Crees que el término de feministas os convoca, o se trata de un concepto más bien occidental y hay una forma distinta de definirse como mujeres que luchan?

Definitivamente que las mujeres del CNI en lo general no nos definimos como feministas. Tal vez en lo particular algunas de nosotras sí lo hagamos, pero como una postura muy personal. Nos asumimos como mujeres indígenas que hemos vivido la violencia patriarcal, colonial y capitalista, y desde ahí nos reconocemos. Aunque las Zapatistas hayan hecho esta reflexión de los derechos de las mujeres, en el interior del CNI estamos iniciando un proceso de reflexión de cómo hemos sido atravesadas por estas violencias. Pero definitivamente no nos asumimos como feministas, eso es muy cierto. En parte por lo que dices, porque el feminismo se entiende como una corriente que nace en occidente, en búsqueda de derechos más individuales a veces, y nosotras nos entendemos colectivamente sí o sí.

El CNI comprende una enorme diversidad de identidades entre naciones, pueblos y tribus originarias, afrodescendientes y mestizos. ¿Cómo trabajar y confluir desde las distintas realidades y diferencias que viven las mujeres?

En este momento la mayor parte de los territorios indígenas estamos enfrentando una lucha contra proyectos de exterminio que buscan extraer los recursos naturales que hemos conservado y que ahora son ambicionados por las transnacionales y las grandes corporaciones que desean explotar nuestros minerales, nuestra agua, nuestro bosque… y finalmente despojarnos de nuestros territorios, cosa que no se vive de igual forma en las ciudades. Aunque somos diversas en el interior del CNI (diferentes pueblos, diferentes lenguas, cosmovisiones, formas de comer…) nos reconocemos a partir de una serie de dolores y formas de responder a esos dolores y agresiones que hemos vivido como pueblos indígenas. Y eso nos hace muy diferentes de los pueblos mestizos y a las lógicas de ciudad.

En este encuentro donde participaron algunas invitadas y medios libres era muy clara la forma distinta de ver las cosas de las compañeras de ciudad a la de las compañeras de los pueblos originarios. Porque al final, como pueblos indígenas originarios, nos ha tocado vivir los despojos de nuestros territorios, mucha discriminación y mucho desprecio. De todos modos las mujeres del CNI más bien vemos que todas las mujeres hemos sido violentadas por el mismo sistema capitalista, pero también patriarcal, en donde ambos son cómplices y casi que son lo mismo.

¿Cómo se entiende el patriarcado según las mujeres del CNI y cuáles son las alternativas que se han trabajado desde el primer encuentro hasta éste último?

Al encontrarnos entre mujeres fuimos identificando que vivíamos una violencia muy específica como mujeres y que esta violencia específica viene del patriarcado, un tipo de relación en donde los hombres son considerados más valiosos que las mujeres y por lo tanto tienen derecho a violentarnos, a controlarnos y a despreciarnos. Y nos ha llevado a identificar que el patriarcado es un modelo de explotación y violencia que nos somete y que se ha fortalecido al construir y unirse a estructuras como el capitalismo, el Estado y la misma iglesia. Y así poder ejercerse para controlarnos y despreciarnos, y matarnos y explotarnos igual que a la Tierra.

Nuestra forma de responder ha sido siempre organizarnos como pueblos originarios. Empezamos a trabajar recientemente esos patrones machistas, como con un primer taller que se hizo en 2019 con compañeros de una compañía de payasos para reflexionar de forma lúdica y dinámica sobre el patriarcado, que es una palabra que no se ocupa en nuestras comunidades y no siempre es visible. Y a partir de ejemplos cotidianos vemos que las compañeras ya empiezan a identificar claramente cómo han vivido el patriarcado dentro de sus familias, no sólo por parte de sus parejas sino también por parte de sus padres y sus hermanos. Si cuando eran niñas su padre dijo que no debía de estudiar y no tuvieron esa posibilidad, o cómo su madre las obligó a cocinar o a echar tortilla para toda la familia porque era su obligación como mujer, o cómo las llegan a casar porque es su obligación como mujer casarse y tener familia. Empezamos a identificar en nuestra vida cotidiana las situaciones de violencia patriarcal que vivimos y se identifican muchísimas, sí que es algo que esta presente en nuestras vidas cotidianas.

Se entiende que vuestra lucha contra el patriarcado parte de un análisis que no enmarca sólo la opresión de las mujeres, sino de los hombres también como pueblos originarios.

Sin duda identificamos actitudes machistas que han permanecido, pero que muchas veces no son precisamente parte de nuestro ser indígena sino que con la colonia fueron impuestas y adoptadas por nuestras comunidades. En este tercer encuentro fue interesante reconocer que nosotras como mujeres también llegamos a ejercer violencia, y es importante reconocerlas y entender cual es la raíz para no ejercerlas nunca más. Desafortunadamente, encontramos que la raíz es una matriz patriarcal que nos ha enseñado a desquitar nuestro enojo y nuestra frustración en los más indefensos, ya sean en otras compañeras o en nuestros hijos incluso.

Se acordó entonces continuar trabajando en el interior de nuestras comunidades y del mismo CNI, pero no sólo nosotras; sino que es muy importante que los compañeros también entiendan el patriarcado y puedan identificar cómo ellos también han sido violentados y cómo ejercen violencia patriarcal. Nuestros compañeros que descargan la violencia que ellos viven hacia nosotras también son violentados y despojados por este sistema sin ser conscientes de que vivimos ambos en un sistema de mucha violencia que nos empuja y nos hace normalizar el ejercicio de la violencia.

Prevalece siempre la comunidad en el camino a luchar contra estas violencias.
Definitivamente, reconocemos que una forma de violentarnos y destruir nuestro ser indígena fue destruyendo nuestro sentido de colectividad y de comunidad de muchas formas, individualizando los problemas y las responsabilidades. Este problema patriarcal no lo podemos entender sólo en lo individual sino que tenemos que atenderlo de forma colectiva. Por eso nuestro trabajo en el CNI es no solo hacia las mujeres sino también se trabaja el patriarcado en los espacios amplios de asamblea con los compañeros.

“Reconocemos que una forma de violentarnos y destruir nuestro ser indígena fue destruyendo nuestro sentido de colectividad y de comunidad de muchas formas, individualizando los problemas y las responsabilidades”

Y por otra parte, continuar fortaleciendo nuestras redes, no sólo dentro del CNI sino también hacia afuera con otras mujeres tanto mestizas como campesinas y urbanas. Porque reconocemos que así como somos nosotras violentadas en nuestros territorios, también hay compañeras en otros lugares que también sufren esa misma violencia y es importante que tendamos estas redes de apoyo. Tanto por ellas como por nosotras, porque al final estamos en una misma lucha, el enemigo es el mismo. Una reflexión del encuentro fue precisamente que tenemos que reconocer que el enemigo no está entre nosotros, no es la otra compañera, no son nuestros compañeros: el enemigo es el sistema patriarcal y capitalista. Y a ese enemigo lo tenemos que enfrentar juntas y juntos, y no basta con que seamos los pueblos indígenas de México y Abya Yala sino que tenemos que hacer red más allá del continente.

En este sentido se enmarca la propuesta de los y las Zapatistas de recorrer los cinco continentes como anunciaba en enero la primera parte de Una declaración por la vida, en un recorrido que llegará a Madrid el 13 de agosto. ¿Serán mayoría las mujeres en esta delegación?

La propuesta es que sea una delegación compuesta mayoritariamente por mujeres del CN-CIJ y que seamos las que llevemos la palabra y quienes también estemos a la escucha de quienes visitaremos en los otros continentes, para fortalecer nuestra alianza en contra de este sistema patriarcal y capitalista.

En este momento es muy claro que nuestra apuesta como pueblos originarios y como parte del Zapatismo es que reconocemos que las mujeres somos una parte fundamental para enfrentar este sistema: somos las que hemos protegido que nuestras comunidades permanezcan, que nuestra cultura continúe, que nuestros recursos continúen, como principales cuidadoras de la tierra, de nuestras familiar, de la lengua, de la cosmovisión. Eso muestra que por excelencia tenemos otra forma distinta de mirar la vida y nuestra apuesta como mujeres claramente siempre ha sido por la vida. Y no sólo la de las mujeres, sino también la lucha de los pueblos originarios es por la vida, algo muy distinto a la visión occidental, a la visión urbana.

Precisamente me comentabas que en vuestro tercer encuentro se pudieron observar estas diferentes formas de ver las cosas y me gustaría que me lo ejemplificaras.

Sí hay una forma distinta de ver los problemas en la ciudad o nosotros como pueblos originarios. De entrada con el tipo de relación que establecemos los pueblos y los campesinos con la Tierra: para nosotros la Tierra es parte de nuestra vida cotidiana, es parte de nuestro ser, es la que nos da la vida. Digamos que es imposible imaginar vender la tierra o establecer una relación vertical con ella porque nos asumimos igual que ella, asumimos que sin ella nuestra vida no seria posible. Y creo que en la ciudad es distinto, se ve más que nada como la defensa de los bienes comunes y no del territorio, desde un punto de vista instrumental.

Entonces sí preocupan los proyectos extractivos porque deterioran estos bienes comunes y eso implica un deterioro también de la vida en las ciudades, pero no por esta relación más espiritual que tenemos en las cosmovisiones originarias. Me parece que para nosotros es una visión espiritual de comunión de nosotros con la Tierra y para la gente de ciudad no creo que la haya, sino que es más frecuente la visión instrumental y también individual. Entonces se inician estas luchas por una afectación a un derecho principalmente individual y muchas veces no se ve la afectación colectiva.

¿En relación a la visita a otros los continentes, cómo crees que se tejen alianzas partiendo de estas distintas visiones?

Híjole! Creo que sí que es un poco complicado el ir tejiendo esas redes, estas alianzas, pero creo que al final el punto de encuentro son los dolores que vivimos, como bien lo decían los compas Zapatistas en su comunicado. Vivimos los de abajo los mismos dolores en todo el mundo por este sistema capitalista patriarcal y creo que ése es el idioma en común, lo que nos va a permitir establecer estas alianzas y poder entender que vivimos estas mismas opresiones, estas mismas violencias, y que solamente unidos entre los que las vivimos, que somos miles, vamos a poder liberarnos de este sistema y poder acabarlo. Creo que es desde ahí, desde nuestros puntos de encuentro. Pero también reconociendo que somos diferentes: no tendría sentido pensar que somos iguales, y creo que reconocer estas diferencias nos da chance al diálogo y nos da chance a poder tejer alianzas porque aunque somos diferentes vivimos los mismos dolores. Y eso es lo que, siento yo, nos puede ir hermanando y puede ir tejiendo en común y en colectivo.

“Parecieran avances menores a la luz de las compañeras occidentales o de la gente de la ciudad, pero para nosotras son avances muy importantes: el poder reconocer estas violencias y a partir de su reconocimiento poder enfrentarlas nos ofrece una situación muy distinta”

En estos escasos cuatro años desde el primer encuentro de mujeres indígenas, ¿cuáles son algunos avances visibles que muestren ya una diferencia entre el presente y el pasado?

¿Avances? ¡Muchísimos! De entrada el que nos reunamos como mujeres creo que es un avance muy importante. Que sea una mujer la vocera del CNI-CIG, que hayamos logrado que el CIG esté formado por un concejal y una concejala, son también avances muy importantes. Que uno de los principales acuerdos sea que llevemos toda esa información y que la practiquemos en nuestras comunidades es un avance muy, muy trascendente. El hecho de que ahora tengamos estos espacios de encuentro de mujeres implica que compañeras indígenas salgan de su comunidad para encontrarse con otras mujeres, lo cual es un enorme avance. Que nos animemos a tomar la palabra es un avance inmenso, porque eso crea precedente para las más jóvenes y las pequeñas de que sí se puede, de que tenemos la misma posibilidad y las mismas capacidades que los hombres para hacerlo.

Parecieran avances menores a la luz de las compañeras occidentales o de la gente de la ciudad, pero para nosotras son avances muy importantes: el poder reconocer estas violencias y a partir de su reconocimiento poder enfrentarlas nos ofrece una situación muy distinta. Y, finalmente, las compañeras Otomíes de Ciudad de México nos han dado una enorme lección con la toma de la INPI, que nos habla de su valentía y de su fuerza. Son un ejemplo de resistencia y rebeldía no sólo para los pueblos originarios sino para todo el país. ¿Cuántos colectivos han tomado instalaciones del gobierno para exigir el cumplimiento de sus derechos y se han mantenido tantos meses?

El Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) fue tomado indefinidamente por la comunidad otomí el 12 de octubre del 2020 para exigir su derecho a una vivienda digna tras años de ser reprimidas y desoídas sus demandas. Vosotras lo elegisteis como lugar de encuentro, ¿es significativo en cuanto a visibilizar lo vacío del compromiso para con los pueblos originarios del actual gobierno?

Claro, porque uno de sus principales eslóganes era que era el gobierno para los pobres, y lo que vemos es que no, que a lo mejor para los pobres de Morena nada más. Se dice un gobierno de paridad pero no nos está mirando al movimiento de mujeres. El hecho de que las compañeras ya tengan cuatro meses con la toma de estas instalaciones es una muestra de la incapacidad del gobierno para dialogar, para tomar acuerdos y para realmente actuar en favor de los pobres, de los pueblos indígenas y de las mujeres.

El Salto / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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3) MÉXICO: EN UN AÑO DE CONFINAMIENTO, 400 MUJERES DESAPARECIDAS Y 99 CASOS DE FEMINICIDIO EN OAXACA

Un recuento realizado por la organización civil “Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad” detalló que del 21 de marzo de 2020 al 20 de marzo de 2021 fueron cometidas 659 agresiones en contra de niñas y mujeres, de las cuales 400 corresponden a mujeres desaparecidas y no localizadas, 99 casos de feminicidio, 90 casos de violencia familiar, 47 delitos sexuales, 17 suicidios y 6 casos de violencia política de género. Lo anterior refleja un incremento del 8 por ciento respecto al año anterior, es decir del 21 de marzo de 2019 al 20 de marzo de 2020, periodo en el que se registraron 609 casos, expuso.

Uno de los datos que más preocupa, es que la cifra de mujeres desaparecidas y no localizadas incrementó 64 por ciento en comparación con los 244 casos que se registraron en el mismo periodo del año anterior, es decir del 21 de marzo de 2019 al 20 de marzo de 2020.

Al ir más allá en el análisis encontraron que 56 por ciento (225 casos) de las desaparecidas en Oaxaca son niñas y adolescentes que tienen entre 1 y 17 años de edad; 21.5 por ciento (86 casos) son jóvenes que tienen entre 18 a 29 años de edad y 13.5 por ciento son adultas de entre 30 y más de 60 años de edad (54 casos). En 35 casos no se cuenta con este dato.

Por regiones, detectaron que 95 por ciento del total de mujeres desaparecidas en el estado (378 casos) se concentra en 5: Valles Centrales, 154 casos; Costa, 65 casos; Istmo, 57 casos; Papaloapam 52 y Mixteca 50 casos. 5 por ciento restante se registra en la Sierra Sur, con 12 casos; la región de la Cañada con 8 y la Sierra Norte, con 2 casos.

Respecto de los casos de feminicidio, durante el periodo analizado por Consorcio Oaxaca, se observó un decremento del 27 por ciento respecto al año anterior (135 casos). “Sin embargo, a un año de la pandemia en el estado, 63 mujeres fueron asesinadas o encontradas sin vida en espacios públicos y 18 se encontraban en su domicilio”.

La cifra de feminicidios en el espacio público destaca por el uso de armas, la crueldad con la que son asesinadas mujeres y niñas y la violación de su derecho al libre tránsito es espacios libres de violencia. Los datos hemerográficos recuperados muestran que 62 por ciento de las asesinadas fueron agredidas con arma de fuego, 12 por ciento con arma blanca y 11 por ciento fueron halladas sin vida en fosas, terracerías, ríos, y caminos despoblados.

CIMAC Noticias/ COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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4) TURQUÍA ABRE LA PUERTA A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES: SE RETIRA DEL CONVENIO DE ESTAMBUL

Un decreto presidencial publicado el viernes oficializó el retiro de Turquía del Convenio de Estambul de 2011 que obliga a los gobiernos a adoptar leyes que castiguen la violencia contra las mujeres.

Los conservadores turcos se anotaron un nuevo éxito. Un año después que uno de los dirigentes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder, hizo la propuesta, el presidente Erdogan ha satisfecho su demanda. Un decreto publicado la tarde del viernes 19, oficializó el retiro de Turquía del Convenio de Estambul.

El instrumento jurídico obliga a los gobiernos que lo suscriben a adoptar leyes que castiguen la violencia doméstica y otros abusos similares, incluida la violación conyugal o la mutilación genital femenina. Se trata del primer instrumento supranacional que establece normas obligatorias para evitar la violencia contra las mujeres en una treintena de países Es como si el poder quisiera hacer girar al revés la rueda de la historia.

Los grupos islamistas y conservadores, principal base de apoyo de Erdogan, aseguran que el contenido del Convenio representa un atentado contra los valores familiares ‘tradicionales’, al proclamar la igualdad entre los sexos. Juzgan que también favorece a la comunidad LGBT, al demandar que no se discrimine a las personas por su orientación sexual. Erdogan, presidente desde el 2014, busca ganarse el apoyo de los votantes más conservadores, en momentos en que su gobierno enfrenta una complicada situación económica, producto de la pandemia del coronavirus.

Las mujeres turcas manifestaron desde hace un año en contra de esa propuesta convertida en realidad. El principal partido de oposición, el Partido republicano del Pueblo (CHP) denunció la decisión. Su vicepresidenta Gokce Gokcen, escribió en su cuenta twitter que abandonar la convención significa “dejar que maten a las mujeres”. “A pesar de ustedes, de su maldad, vamos a seguir vivas y resucitaremos el convenio”, aseguró.

La oposición no es la única en criticar la retrograda decisión. La ministra de Familia, Trabajo y Servicios Sociales, Zehra Zumrut, dijo que la Constitución turca y las leyes internas del país son “la garantía de los derechos de las mujeres”. Uno de los principales rivales de Erdogan, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, denunció “anunciar en plena noche la retirada de Turquía del Convenio de Estambul, cuando cada día se cometen violencias contra las mujeres, nos llena de amargura

El Consejo de Europa, del que Turquía es miembro desde 1949 calificó la decisión turca de “noticia devastadora”.

El año pasado 300 mujeres fueron asesinadas en el país de acuerdo con datos de We Will Stop Femicide, una organización de defensa de los derechos de las mujeres. “Renuncien a esa decisión, apliquen el Convenio”, pidió Fidan Ataselim, secretaria general de esa asociación

radio.uchile.cl / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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5) URUGUAY: CIDH HARÁ SEGUIMIENTO DEL JUICIO POR VIOLENCIA SEXUAL A MUJERES EN DICTADURA

El Estado uruguayo volvió a reivindicar su actuación en la causa, a pesar de las evidencias de falta de acceso a la Justicia que lleva 10 años

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se comprometió a realizar una “visita virtual” a Uruguay para conocer los motivos de la falta de acceso a la Justicia para mujeres víctimas de violencia y tortura sexual durante la dictadura.

La solicitud fue planteada durante una audiencia pública sobre el tema que se realizó este jueves, 10 años después de la presentación de la denuncia judicial en los estrados judiciales uruguayos. Hasta el momento, el proceso continúa en una fase inicial, con un solo condenado, el coronel Asencio Lucero, ya fallecido.

Durante la audiencia la CIDH también se comprometió a dar apoyo técnico a las denunciantes a fin de acompañar el proceso judicial que se lleva a cabo en Uruguay.

“El tiempo transcurrido solo agrava los impactos de las violaciones que vivimos y de la impunidad. Cada día que pasa sin justicia nuestra dignidad se ve afectada”, dijo durante la audiencia Blanca Luz Menéndez, una de las denunciantes.

Las 14 mujeres que participaron de la instancia estuvieron acompañadas por representantes del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y de la Cátedra Unesco de Derechos Humanos de la Universidad de la República. De la audiencia también participaron representantes del Estado uruguayo y de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Al momento de la detención, las denunciantes eran militantes de distintos partidos políticos y gremios y estuvieron detenidas en diferentes puntos del país. “La consistencia entre las denuncias muestra que no fueron hechos aislados, sino que, así como en muchos otros contextos represivos y de conflicto, la violencia sexual fue usada como una estrategia del Estado para castigar, humillar y violentar a las mujeres presas políticas, en un doble castigo por su militancia y su condición de mujer”, expresó CEJIL en un comunicado.

El Estado uruguayo, a través de la directora de Derechos Humanos de la Cancillería, Marina Sande, manifestó que el país “reconoce, condena y repudia los abusos y aberrantes crímenes” de la dictadura y sostuvo que desde la recuperación democrática el país “ha realizado y continúa realizando todos los esfuerzos por lograr justicia y condenar a los perpetradores de tan terribles crímenes”.

Sande destacó la labor que realiza la fiscalía especializada en delitos de lesa humanidad respecto a la “búsqueda de los restos de los desaparecidos” y la persecución penal de los responsables de los crímenes de la dictadura, aunque en realidad omitió señalar que la Ley N° 19.822 le encomendó en 2019 las investigaciones sobre el paradero de los detenidos desaparecidos a la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH).

La funcionaria también sostuvo que en el caso de violencia y tortura sexual la Justicia ya había “finalizado las investigaciones que permitieron alcanzar un conocimiento fáctico de la situación así como identificar a los responsables”.

Sin embargo, la realidad es que más de 100 personas entre oficiales militares, médicos, psicólogos y personal de tropa fueron denunciadas, pero solo una de ellas – el capitán Asencio Lucero, ya fallecido- fue procesada, no por torturas ni violencia sexual, sino por reiterados delitos de privación de libertad.

El Estado también anunció que este viernes 19 de marzo se realizará una audiencia indagatoria para avanzar con la investigación de otros dos acusados. “Esta convocatoria, pendiente desde 2018 y realizada con inmediatez a la instancia internacional, es una evidencia más de que el impulso procesal es posible si el Estado quiere”, consideró CEJIL, organización de derechos humanos representada en la audiencia por Maria Noel Leoni y Flor de María Meza.

“Hemos sido sometidas a procesos de re-victimización. Nos han hecho declarar varias veces y revivir las situaciones de violencia y violaciones sexuales”, dijo Jaqueline Gurruchaga, otra de las denunciantes durante la audiencia.

Para CEJIL, contrariamente a lo expresado por los representantes del Estado uruguayo, su respuesta “fue deficiente. Sin perjuicio de reconocer y condenar la gravedad de los hechos, el Estado, a través de representantes del Poder Ejecutivo, Ministerio Público y Poder Judicial, omitió asumir responsabilidad por las causas en la dilación en la justicia o por la ausencia de políticas en materia de verdad, justicia y reparación y no avanzó compromisos y propuestas específicas que pudieran dar respuesta a los reclamos de las víctimas”.

Estas dilaciones procesales, “muchas veces consecuencia de los múltiples recursos presentados por las defensas, fueron justificadas por el Estado como el ejercicio de derechos y formalidades procesales que deben respetarse, aun cuando coincidieron que perseguían generalmente fines manifiestamente dilatorios”.
“Lo que el Estado le dice a las denunciantes es que lo que les queda es esperar y seguir teniendo paciencia”, mientras sus victimarios “abusan de figuras procesales que el propio Estado entiende tienen fines dilatorios”, expresó Leoni.

Por su parte, la presidenta de la CIDH y relatora para Memoria, Verdad y Justicia, Antonia Urrejola, dijo que asegurar el acceso a la Justicia en este caso “es un reto urgente. Ha pasado mucho tiempo y los avances en las investigaciones son muy lentos”.

Urrejola recordó que los crímenes de violencia sexual y conflictos armados fue “invisibilizado” durante muchos años en los países de América Latina. La comisionada dijo que la violencia sexual fue utilizada como “herramienta política para acallar a los opositores, a la disidencia” por las dictaduras del continente y expresó su deseo de que “este sea un espacio de escucha para esos silencios que ustedes llevan tanto tiempo queriendo que sean oídos”.

Sudestada / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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6) URUGUAY: CON CARTELES ANTIABORTO, URUGUAY ENTRA EN UNA CAMPAÑA RELIGIOSA INTERNACIONAL

En distintos puntos del país aparecieron afiches gigantes con imágenes de fetos y supuestos datos sobre el proceso gestacional. ¿De dónde salieron? ¿Quién los pagó?

El 25 de marzo es considerado por algunas personas como el Día del No Nacido. Por eso, el 24 aparecieron carteles en espacios publicitarios pagos con afirmaciones cuestionables sobre el desarrollo de los fetos. Hay registros fotográficos de algunos en Montevideo y al menos uno en Canelones.

En la página de Publicartel, empresa a la que pertenecen los espacios contratados, definen ese tipo de póster gigante como un «soporte de alto impacto ubicado estratégicamente en puntos de gran circulación dentro o fuera de las ciudades del interior del país con cobertura nacional».

Los carteles tienen la imagen de un feto y dicen: «7 semanas de vida, su corazón está latiendo»; «11 semanas de vida, ya tiene huellas digitales»; «8 semanas de vida, comienza a mover sus manos y pies».

Debajo, una página de Facebook e Instagram: Formemos ConCiencia. Una revisión rápida a estas plataformas arroja que fueron creadas el 16 de enero de 2021. Desde entonces se han compartido allí fotos y videos con supuestos relatos de mujeres que abortaron y tuvieron que enfrentar secuelas graves como alcoholismo, depresión, disolución de su pareja o una culpa tan profunda que les arruinó la vida. El discurso antiaborto que ganó fuerza en Argentina y se extendió por el continente.

En la página no hay información sobre ninguna organización, su descripción dice: «La verdad nos hará libres. Es fundamental saber el impacto que tienen nuestras decisiones. Formemos nuestras conciencias, descubramos la verdad». No tiene página web, ni teléfono, solo un correo electrónico.

El posteo fijado de Facebook le habla directamente a las mujeres que están transitando embarazos no deseados: «Ponete en contacto que nosotros podemos ayudarte».

Ese discurso de ayuda o apoyo a las mujeres que dudan sobre su embarazo, que en realidad esconde otros valores, se ha extendido en la región de la mano de organizaciones antiderecho fuertemente ligadas a la Iglesia Católica.

Campaña internacional

El objetivo de La Merced Vida es «defender la Vida desde la concepción hasta la muerte natural». En su página web aseguran que «siguiendo fielmente el Magisterio de la Iglesia Católica asistimos a las madres embarazadas que por diferentes circunstancias tomaron la decisión de abortar a sus hijos, acompañándolas y apoyándolas en distintas situaciones de vulnerabilidad durante el embarazo y el primer año de vida de sus niños».

Según explican en su propia página de Instagram «para ser verdaderamente libres, tenemos que saber la verdad», un mensaje similar al de la página Formemos ConCiencia, e invitan a la gente a sumarse a esa campaña con los hashtag #SaberParaSerLibres, #FormemosConCiencia y #DíaDelNiñoPorNacer.

En la página de Instagram también compartieron las imágenes de los afiches originales en distintos formatos para las redes e instaron a la gente a replicarlas.

Además, en Formemos ConCiencia publicaron videos con testimonios que originalmente fueron colgados en el canal de Youtube de La Merced Vida hace ya tres años, pero les agregaron una marca de agua con el nombre de la campaña.

Esta organización argentina no trabaja sola. Desde las redes de la campaña Formemos ConCiencia aseguraron que algunas de sus organizaciones amigas son: Madrinas por la Vida, el Centro de Promoción de la Dignidad Humana (CEPRODIH) y Embarazada, podemos ayudarte.

Esta última organización tiene base en Paysandú y de las tres es la que ha replicado todo el material de Formemos ConCiencia. Además organizó su propio «Taller de Sanación de Heridas Postaborto» para quienes hayan abortado, hayan participado de un aborto o se hayan enterado de que lo quisieron abortar.

Ese grupo, a su vez, cuenta con el soporte de CEPRODIH. Aunque en declaraciones a la prensa hace unos años dijeron «somos un grupo de Paysandú que no pertenecemos a ningún partido político ni religión», en sus redes comparten de forma constante material sobre el catolicismo.

¿Quién paga?

Como los carteles se gestionan en el ámbito privado la información de quién los encargó no es de acceso público. Sin embargo, hay información que arroja luz sobre el asunto.

La Merced Vida está declarada como organización sin fines de lucro, pero muchas de sus actividades requieren dinero. En sus páginas web piden donaciones, pero lo cierto es que esta ONG pertenece a la Red Latinoamericana de Centros de Ayuda para la Mujer (CAM), que financia a quienes forman parte de la red para que lleven a cabo sus actividades.

CAM es una red de organizaciones católicas financiadas internacionalmente que captan mujeres para convencerlas de no abortar. La investigación de Betania Núñez y Mariana Cianelli publicada en 2018 en Brecha, A la sombra de Dios, deja en evidencia la presencia de este tipo de organizaciones en Uruguay que se caracterizan por tener un modus operandi: «el tono ambiguo de los mensajes y la estética de los carteles, la apelación a una situación desesperada, los anuncios en diferentes sitios y páginas web, la aplicación de un formulario, el video antiaborto, la manipulación psicológica, la promesa de ayuda económica, el silencio después».
Las promesas de ayuda y acompañamiento se transforman en coerción y manipulación para evitar los abortos, todo sostenido en fuertes prejuicios religiosos y financiados por entidades internacionales.

En 2020, openDemocracy publicó las investigaciones de mujeres de 18 países que se hicieron pasar por embarazadas y se acercaron a los espacios de CAM. Agostina Mileo, de Argentina, relató que le dijeron que fundaron la organización «al ver los devastadores efectos que los abortos surtían sobre la salud mental de las mujeres», le hablaron de estrés traumático postaborto, «un término que ha sido descartado por las academias de psiquiatría luego de numerosos estudios que mostraron su inexistencia».

Conexiones internacionales

En la nota mencionada las periodistas cuentan que las mujeres que las recibieron para «ayudarlas» nombraron otras dos instituciones: Madrinas por la Vida y CEPRODIH. Las mismas que mencionan en Formemos ConCiencia, es decir, en La Merced Vida.

La Merced Vida lleva adelante el Proyecto Esperanza, una iniciativa de retiros postaborto que definen como «un programa de acompañamiento para la sanación espiritual y emocional de mujeres y varones que sufren las secuelas posaborto. Somos una red de acompañantes que se preocupa por las otras víctimas del aborto» en el que se propone a las mujeres «encontrarse espiritualmente con su hijo» para sanar.

Por la nota de Núñez y Cianelli sabemos que los representantes de CAM en Uruguay, Gabriela López Ferrari y su esposo Víctor Hugo Guerrero, también son parte del Proyecto Esperanza «encomendados por el Consejo Episcopal Latinoamericano y la Iglesia Católica uruguaya, desde sus cargos en la Pastoral Familiar y la Vida».

López es, además, parte de Madrinas por la Vida, otra de las organizaciones mencionadas anteriormente. Guerrero también tiene conexión con otros espacios; el teléfono de su empresa de seguros es el mismo que figura como contacto de Asociación Esperanza Uruguay, representante de otra gran organización antiaborto a nivel mundial, Vida Humana Internacional.

Las conexiones entre las organizaciones vinculadas con CAM son evidentes. La campaña de vía pública que apareció en distintos puntos de Uruguay fue llevada a cabo por La Merced Vida (Argentina) y replicada por Embarazada, podemos ayudarte (Uruguay).

El mensaje de «acompañamiento» y «ayuda» en las redes de la campaña, llamada Formemos ConCiencia, replica los mecanismos de CAM.
López y Guerrero, de CAM y de Asociación Esperanza Uruguay (integrante de Vida Humana Internacional), llevan adelante el Proyecto Esperanza de retiros posaborto junto con La Merced Vida.

Legalidad y violencia simbólica

El Estado uruguayo es laico y, en consecuencia, se debe solicitar autorización a la junta departamental para colocar «monumentos religiosos». Pero estos carteles no se catalogan como tales, sino que se tratan como publicidad.

En Montevideo su exhibición está amparada en el digesto, artículo D. 2398: «Se autoriza la propaganda política, sindical, cultural, religiosa y similares, por medio de anuncios en pantallas, parihuelas o angarillas, banderas y telas y la distribución de volantes y hojas sueltas en la vía pública, con el correspondiente “pie de imprenta” y leyenda que establezca que no se debe arrojar en la vía pública sino depositarlo en papeleras».

Mientras tanto, la ley N° 19.580 vigente desde 2018, define la violencia simbólica y mediática contra las mujeres, y en Uruguay la interrupción voluntaria del embarazo es un derecho consagrado.

La norma introdujo el concepto violencia mediática, que refiere a “toda publicación o difusión de mensajes e imágenes a través de cualquier medio masivo de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de las mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mujeres, legitime la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres”. Esta definición establece límites para los mensajes, incluso para los considerados publicitarios.

Sofía Pinto Román / Sudestada / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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7) WENDY CARLOS, LA COMPOSITORA TRANS QUE DEJÓ HUELLA EN EL CINE DE STANLEY KUBRICK

Revolucionaria en lo profesional y lo personal.

Tenga más o menos presencia, la música (o la ausencia de ella) juega un papel fundamental en una película. Es más: puede marcar la diferencia, especialmente cuando se trata de crear universos complejos donde la construcción del ambiente lo es todo. Donde la banda sonora no solo complementa a la acción, sino que es parte de ella. Es imposible pensar en ‘El resplandor’ sin esa música inicial que nos introduce como en una pesadilla, con voces de ultratumba y sonidos metálicos, o recordar ‘La naranja mecánica’ sin poner en valor esas piezas clásicas retocadas para un futuro distópico y ultraviolento. Y ambas, en gran parte, son responsabilidad de Wendy Carlos, la innovadora compositora que dejó su huella en el cine de Stanley Kubrick, y en el mundo de la música en general, mientras aceptaba su verdadera identidad como mujer trans en unos intolerantes años 70.

Nacida en 1939 en Pawtucket (Rhode Island), su pasión por el piano empezó a los 6 años y desembocó en una carrera musical a través de la Universidad de Brown y Columbia. Aprendió junto al pionero de la música electrónica Vladimir Ussachevsky en sus años universitarios y más adelante sugirió al ingeniero Robert Moog, creador del sintetizador, que añadiese el primer teclado sensible al tacto y otras modificaciones importantes a su invento, que acabaría revolucionando el mundo de la música. La misma Carlos llevó ese sonido electrónico a una nueva dimensión, y a la esfera ‘mainstream’, con su álbum ‘Switched-On Bach’, una reinterpretación de la obra de Johann Sebastian Bach que vendió más de un millón de copias y se convirtió en el álbum clásico más vendido de la década. Fue, además, la primera colaboración con la productora Rachel Elkind, que se convertiría a partir de ese momento en su gran compañera y amiga. Pero este fue solo el principio, y, al mismo tiempo, su vía de entrada al universo ‘kubrickiano’.

‘La naranja mecánica’: Convertir lo clásico en futurista

En 1971, Wendy Carlos estaba preparando su siguiente trabajo después del éxito de ‘Switched-On Bach’, con una clara ambición: crear la primera pieza electrónica «vocal». Y la pieza seleccionada para hacerlo fue la Novena Sinfonía de Beethoven, siguiendo en la línea de reinterpretar los clásicos con sonidos electrónicos e innovaciones sonoras a través del sintetizador. Cuando Carlos y Rachel Elkind llevaban un tiempo trabajando en la pieza, una amiga les regaló un ejemplar de ‘La naranja mecánica’ de Anthony Burgess, publicada en 1962. La compositora devoró las páginas del libro y le sorprendió comprobar cómo de bien encajaba la composición que tenía entre manos con el inicio de la historia de Álex y sus Drugos, por lo que la novela se convirtió en su principal influencia del tema, titulado ‘Timesteps’.

Pero la gran noticia estaba por llegar: Stanley Kubrick anunció que estaba en plena producción de una adaptación de la novela de Burgess. Carlos sabía que lo que había creado era perfecto para la película, así que, cuando la pieza estuvo terminada (y también el rodaje de la película), contactaron rápidamente al representante de Kubrick a través de su amiga y agente literaria, Lucy Kroll. En cuestión de días, el cineasta les pidió que viajaran a Londres para formar parte de la película y no se lo pensaron dos veces.

Sus composiciones formaron parte importante de ‘La naranja mecánica’, aunque no todo lo que creó en aquellos meses: al final, Kubrick decidió en el último momento cambiar algunas de sus aportaciones por las versiones clásicas de los temas. «Rachel Elkind y yo nunca estuvimos completamente satisfechos con el resultado», confesó Carlos en 1998, según recoge su web oficial, donde se lamenta de que sus composiciones fueran posteriormente cortadas y modificadas, aunque se alegra de que, al menos, fueron pioneras en el uso de Dolby por primera vez en la historia del cine.

«Algunas de nuestras pistas para la película se dejaron fuera en el último minuto, y, como se encontraban entre las mejores cosas que habíamos hecho para el proyecto, fue bastante frustrante», recordó. Afortunadamente, pudo lanzar su propio álbum con todas las composiciones que creó para la producción, independientemente de si se utilizaron o no. «Trabajamos en ensamblar nuestra música lo mejor que pudimos para dar una explicación justa de todo lo que habíamos hecho para Kubrick, incluidos ‘Timesteps’ completa y una versión enérgica sintetizada de ‘La Gazza Ladra’ de Rossini», contó. A pesar de esta amarga experiencia, ambos volverían a trabajar juntos en otra película. Aunque, para entonces, la vida de Wendy Carlos había dado un vuelco enorme.

La entrevista que la (re)introdujo al mundo

Después de años vistiendo ropas tradicionalmente femeninas, habiendo aceptado por completo su identidad, Wendy Carlos se sometió a una operación de cambio de sexo en 1972, justo después de su trabajo en ‘La naranja mecánica’. Lo que siguió fue una época de silencio. La compositora desaparició de la vida pública, hasta que, en mayo de 1979, se publicó una extensa entrevista en la revista Playboy donde anunciaba abiertamente su identidad como mujer trans. «Tengo miedo, tengo mucho miedo», confesó al inicio de la conversación. «No sé qué efecto tendrá esto, y temo por mis amigos: vamos a convertirnos en blanco de la ira de quienes juzgan lo que he hecho, en términos morales, porque es el Mal, y en términos médicos, porque es enfermizo; un asalto al cuerpo humano… También tengo miedo desde el punto de vista musical: puede evitar que me vuelvan a tomar en serio», continuó.

Carlos tenía razones para tener miedo. Los años 70 habían visto un crecimiento increíble del feminismo a través de los ideales de la Segunda Ola, con figuras notables como Gloria Steinem y Betty Friedan, que lucharon por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Sin embargo, una de las facciones más radicales del movimiento se dedicó a lanzar una campaña de odio hacia la comunidad trans. ¿Nos suena? ‘The Transsexual Empire’ de Janice Raymond, publicado en ese mismo 1979, comparaba la transexualidad con «violar» los cuerpos de las mujeres, y habían llevado a mujeres trans con exposición pública como la productora musical Sandy Stone a sufrir amenazas y acoso.

En la entrevista, Wendy Carlos superó sus miedos y contó su experiencia de una forma a la vez personal y educativa, presentando al mundo a través de una de las revistas más célebres de Estados Unidos cómo era la experiencia trans, sin pelos en la lengua, hablando de la confusión y hasta los pensamientos suicidas, hasta llegar finalmente a una aceptación, a un éxito personal y profesional, que fue sin duda sería inspiradora para los lectores de la época. «En cierto modo, todo es tan aburrido. Creo que estaría feliz si una reacción a esta entrevista fuera un bostezo. Quiero decir, ¿a quién le importa? Pasé por un procedimiento. Se acabó. Déjame vivir mi maldita vida y te dejaré vivir la tuya», sentenció.

Creando el inquietante inicio de ‘El resplandor’

En el contexto de la entrevista, la compositora también avanzó que estaba trabajando para la próxima producción de Stanley Kubrick, ‘El resplandor’, basada en la novela de Stephen King. Pero esta segunda experiencia con el cineasta volvería a ser frustrante para Carlos, que vio como parte de su trabajo era modificado o directamente descartado.

Eso sí, a ella le debemos por entero el aura fantasmagórica de los primeros minutos de la cinta, a través de dos temas que aún se recuerdan como parte de una de las mejores y más inquietantes bandas sonoras del cine: el tema principal, cuya base fue el himno latino ‘Dies Irae’ (Día de la Ira), que data del siglo XIII, y ‘Rocky Mountains’. Es difícil pensar en la película sin reproducir en nuestra mente estas composiciones, que volvieron a explorar todas las posibilidades sonoras de los sintetizadores, incluyendo la perturbadora deformación de la voz de Elkind (es la voz femenina que se escucha en el tema) y otros sonidos de ultratumba. Tras meses de trabajo, esas fueron las únicas composiciones que se utilizaron en el montaje final de la película por lo que Carlos juró no volver a trabajar para Kubrick.

A partir de ahí, la compositora trabajó en la banda sonora ‘TRON’, la película de ciencia ficción de 1982, mezclando el sintetizador analógico de Moog y uno digital, junto con piezas interpretadas por la Orquesta Filarmónica de Londres. Walt Disney Pictures insistió en la orquesta porque no tenía del todo clara la visión de Carlos, quien más tarde confesaría en una entrevista que no estaba contenta con esa intervención ni con los tiempos requeridos para llevar a cabo su trabajo. Al fin y al cabo, sus composiciones eran un trabajo de encaje de bolillos, y requerían más tiempo del que algunas productoras estaban dispuestas a proporcionar. Quizás ese fuese uno de los motivos por los que su carrera se estancó en aquellos años 80, con apenas cuatro o cinco proyectos registrados en la web IMDb desde entonces.

Sea como sea, Wendy Carlos siempre será recordada por su talento innovador, sus creaciones icónicas para el cine de Stanley Kubrick y su admirable valentía en lo personal.

«Cuando ‘Switched-On Bach’ se publicó, provocó fuertes reacciones. Aquellos que se sentían cómodos con todo tipo de música, aquellos que estaban abiertos a nuevas variaciones, les encantó. La transexualidad también es una situación emocional, propensa a la acción, en el sentido de que tiende a polarizar a las personas, dependiendo de las actitudes que tengan en relación a la sexualidad y los derechos humanos. En ambos casos, no hay término medio».

Fotogramas.es / COMCOSUR MUJER Nº 679 – 29/03/2021
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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