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PARANDO EL MUNDO

1) Breve historia del nacimiento del 8 de marzo
2) Parando el mundo /Amanda Muñoz
3) Casi 7 de cada 10 indocumentados temen ser deportados
4) El muro y la palestinización mexicana /Maciek Wisniewski
5) Detuvieron en Maldonado al doleiro brasileño del Lava Jato

COMCOSUR INFORMA AÑO 17 – No. 1793 –jueves 09.03.2017

“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS
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1) BREVE HISTORIA DEL NACIMIENTO DEL 8 DE MARZO

En 1910, se celebró en Copenhague la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas con el objetivo de promover la igualdad de derechos de las mujeres, incluido el del sufragio universal. Fue en esa conferencia, a la que asistieron más de 100 mujeres de 17 países distintos, donde se propuso y aprobó por unanimidad que se celebrara el Día de la Mujer Trabajadora el 8 de marzo, a petición de Clara Zetkin, una destacada activista alemana. Así, se celebró por primera vez el 8 de marzo de 1911.

¿Por qué se eligió el 8 de marzo?

En 1857 y en 1908 se produjeron dos huelgas que pasaron a la historia de la lucha por la igualdad de derechos de las mujeres. La historiografía más extendida afirma que ambos sucesos ocurrieron el mismo día de años distintos, aunque no se sabe a ciencia cierta si ambos coincidieron en 8 de marzo.

1.- Huelga de trabajadoras textiles de la compañía Lower East Side. 8 de marzo de 1857. Por aquella época, la enorme mayoría de los trabajadores en la industria textil eran mujeres. En esos años, las jornadas laborales eran agotadoras, de más de 12 horas diarias y con un salario miserable. Eran salarios muy bajos para los hombres, pero mucho más para las mujeres, que percibían un 60 o 70% menos dinero que los hombres.

Por estas razones, y sumando las pésimas condiciones de trabajo, las mujeres de una fábrica textil de Nueva York decidieron ir a la huelga. Organizaron una marcha por la ciudad para denunciar los hechos, pero lo único que obtuvieron fue una fuerte represión por parte de la policía, que disolvió la marcha, dispersando a las mujeres.

2.- Huelga de 40.000 costureras industriales en 1908. Es uno de los hechos más recordados por su trágico final. 40.000 costureras de muchas grandes fábricas de Estados Unidos se declararon en huelga para reclamar igualdad de derechos, reducción de jornada, derecho para unirse a los sindicatos y el cese de la explotación infantil. En una de las fábricas donde se declaró la huelga, en la Cotton Textil Factory, en Washington Square, en Nueva York, la jornada acabó en tragedia.
Los dueños de la fábrica cerraron las puertas y ventanas de la misma con las mujeres en huelga dentro. Al parecer, era una práctica habitual para evitar el robo de la mercancía. El problema llegó cuando se declaró un incendio en el edificio, y al estar cerrado, las mujeres que allí estaban murieron sin remedio. 129 mujeres encontraron la muerte en este suceso.

El violeta que identifica a las mujeres que luchan por sus derechos surge del color que estaban tiñendo las telas las obreras asesinadas.

Desde 1911 se ha venido celebrando el Día de la Mujer Trabajadora, pero no fue hasta 1975 cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció como Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo.

COMCOSUR INFORMA Nº 1793 – 09/03/2017
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2) PARANDO EL MUNDO

Por Amanda Muñoz / La Diaria, 09 de marzo de 2017

Un mundo de gente había en la plaza Libertad a las 18.00, hora de la convocatoria. La marcha no arrancaba y, cada tanto, sonaban ansiosos aplausos. Pedían arrancar, salir de esta situación que movilizó a un Paro Internacional de Mujeres y que miles salieran a decirlo en las calles. Los aplausos eran grandes y sentidos, golpeados por manos de todas las edades y géneros. Había muchos varones, pero las mujeres eran mayoría. Buena parte de los marchantes vestía los colores propuestos por la Coordinadora de Feminismos del Uruguay, la organización que convocó a la movilización. Negro, por el dolor de las miles de mujeres asesinadas, y violeta, por la lucha feminista.

Antes de salir, Lucía, de 15 años, e Ignacio, de 16, esperaban con la tía de ella para comenzar la marcha. Era la primera marcha por un motivo de género a la que iba él: “Ella me dijo que iba a venir y pensé en acompañarla. Me parecía bien venir”, explicó. Para dar cuenta de sus motivos mostró el cartel que llevaba: “Si nos educan iguales, somos iguales”. Contaron que así los educaron sus respectivos padres; ninguno de los dos conocían casos de violencia en sus círculos de amigos. Él opinó que en lo que más se nota la desigualdad de género es en el deporte, porque hay gente a la que le asombra que las mujeres jueguen al fútbol, siendo que pueden jugar mucho mejor que él, que no lo hace. Pero principalmente mencionaron el acoso callejero, y dijeron no entenderlo: “Aparte que no te la ganás [a la chiquilina] ni ahí, porque le da asco que le griten todas esas cosas. Es como tratarla como un objeto”, concluyó Ignacio.

“Vine porque me siento identificado con la lucha de las mujeres”, contó Marco, de 62 años, aunque tenía un matiz con la convocatoria: “Creo que no es muy justo lo que se plantea en esta movilización, porque el feminismo, como el machismo, es una forma de discriminar. El problema de género es defender los derechos, buscar la igualdad, buscar la justicia en toda la raza humana”; a su entender, “ser feminista es una forma de discriminar”. Daba por sentado que el fin de aquella movilización no era la igualdad, pero, de todos modos, acompañaba.

Margarita, de 64 años, y Elena, de 71, habían llegado de sus barrios, Piedras Blancas y La Teja, para movilizarse por motivos que no eran nuevos y que no por primera vez las encontraban en la lucha. “Hay que sumar fuerzas. La mujer se está rebelando, y eso es muy bueno, pero hay que respaldarla”, arremetió Elena. Margarita fue directo al grano: “Creo que esto necesita políticas públicas y recursos. Sin recursos no hay ninguna política pública; con consignas no vamos a llegar”. ¿Qué se necesita? La enumeración la hicieron entre las dos: “Refugios, apoyo real a mujeres, sostener más y fiscalizar que los recursos vayan realmente a las mujeres. Que den sostén a las mujeres y se trabaje con los hombres violentos”, aconsejaron. Dijeron que el discurso político por la igualdad de género “recién se empieza a acomodar; hay una puesta pública en torno al tema de género, pero hay muchas contradicciones a nivel político”, y mencionaron a los parlamentarios para decir que “no se ponen de acuerdo para aprobar leyes que sirvan para eliminar o, por lo menos, acolchonar todo lo que están pasando esas mujeres”. Entre los marchantes también había parlamentarios.

Laura, trabajadora social de la Administración de los Servicios de Salud del Estado, estaba con sus colegas y alzaba un cartel del grupo de profesionales. ¿Cómo es la realidad con la que trabajan? “Herramienta no tenemos ninguna”, disparó. Y amplió: “Las mujeres hacen la denuncia, y es un bajón porque no hay respuestas. Acompañás a las mujeres, les aconsejás que hagan la denuncia, y cuando llegan a hacerla te encontrás que no tienen solución. Pasa una semana para que el juez las vea, tienen que volver a la casa, vivir de no sé quién, esconderse no sé dónde, y no hay solución. Por un lado, estamos promocionando que defiendan sus derechos, que protesten, que se quejen, mientras que, por otro lado, no tenemos respuestas para darles. Si vas a la comisaría, nosotras, como profesionales, les decimos que para que les den bolilla tienen que transmitir que tienen miedo a que las maten. Es una realidad que está muy lejos de lo que debería ser la respuesta. A veces te calentás con las políticas, porque se nota que los que las hacen están atrás de los escritorios y no en los territorios. Ejemplos y casos, miles”. Acusó a los jueces que no leen los informes “porque son muy largos” o que ordenan soluciones que no llegan a implementarse porque la Policía dice que no consigue dar con el paradero de las familias, que están en sus casas.

Beatriz, de 40 años, de Camino Maldonado, iba por primera vez a una marcha de género. Dijo no padecer la violencia machista, pero aclaró: “Me molesta la violencia de los hombres sobre las mujeres, que no acepten cuando se termina una relación y quieran poseer a esa persona y terminen matándola; no son objetos, son personas”. Dijo que no había ido a ninguna otra marcha porque trabajaba y no podía asistir, pero que esta vez fue diferente: “Hoy mi patrona me cambió el horario para que pudiera venir y apoyar a las mujeres que realmente sufren por esa causa”.
Un puesto de flores vendía rosas. “¿Se vende más o menos?”. “Más”, dijo el vendedor. “¿Es para regalar?”, le pregunté a la chica que compraba una rosa y pedía un envoltorio. “Es para regalar y se la voy a regalar a mi mujer”, aseguró.

“Mi cuerpo, mi decisión”, aclaraban otros carteles, que daban cuenta de otros ribetes de la amplia lucha de las mujeres. Combativas, otras chicas iban en tetas, con un pequeño trozo de cinta aisladora en cruz que les tapaba los pezones. “Autodefensa feminista”, gritaban. “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”, cantaban a veces, y un cartel complementaba sus ideas: “Los medios cosifican los cuerpos en productos sexuales”.

A la altura de la Intendencia de Montevideo la marcha tomó el ritmo de los tambores de las comparsas La Roma y La Melaza, esta última tocada sólo por manos femeninas. Al son del candombe, la marcha era una fiesta. No faltaron los cánticos, La Melaza entonó con voz y percusión un tema que rezaba: “No, no más, no matar, no matar más”. Los marchantes acompañaban bailando y cantando. Delante de la comparsa sonaban instrumentos de viento y delante, a propuesta de Afrogama y La Melaza, filas de mujeres hacían una coreografía. Una de ellas explicó que el movimiento representaba a la mujer sensual y la mujer guerrera, puesto que en una de las vueltas parecían empuñar una espada, un cuchillo. “Puedo atacar para defenderme o para defender a otra mujer, para sobrevivir”, agregó, dando cuenta de la importancia de hacerlo todas juntas.

Otros carteles enumeraban todos los femicidios ocurridos desde 2016 en adelante. Eran varias, dolorosas pancartas.

El grupo de manifestantes que iba con los tambores iba al paso de la comparsa. Una fracción ya había llegado antes. Se había leído la proclama en voz alta y entre todos. Un grupo de mujeres barría, con escobas de chircas, las cenizas del fuego que habían prendido minutos antes. Contaron que habían barrido “el patriarcado” antes de emprender la caminata; al llegar tenían varios símbolos que ardieron, a los que definieron como “símbolos que nos oprimen y nos someten”: la iglesia, las instituciones del Estado, la misoginia, el poder médico, la libreta de matrimonio, el gorro de los milicos (Policía), enumeraron.

A esa altura, ya había llegado la fracción arrastrada por los candombes. Cuadras y cuadras repletas de gente. Parte de la pancarta que se leyó, otra vez en forma colectiva, decía: “Paramos y no estamos solas. Están con nosotras las diversas mujeres que se hicieron oír a lo largo de la historia, que nos regalaron su lucha florecida y amorosa, que comparten su potencia revolucionaria. Queremos seguir construyendo un movimiento que haga sentir su voz y que sea visible. Un movimiento que cuestiona la sociedad, que sabe que el patriarcado, junto al capitalismo, el racismo y la guerra imperialista de los poderosos, nos mata y empobrece. Porque queremos un mundo donde nuestra existencia y la de las y los que amamos sea digna”. Recordaron la omisión del Estado -al que catalogaron de “patriarcal y capitalista”- a la hora de garantizar los derechos de las mujeres.

“Paramos porque los poderes médico, político, judicial y religioso continúan limitando y condenando nuestra autonomía”, agregaron, y “porque la pobreza, el desempleo y la precarización recaen y se profundizan sobre nosotras, más aun en tiempo de crisis”. Mencionaron también la doble jornada laboral y las inequidades salariales. “¡Feminismos en las plazas, las casas, las camas y en todas partes!” rezaba uno de los últimos gritos.

En varias localidades del interior del país, a otra escala, también se desarrollaron marchas, asambleas en plazas, talleres e intervenciones. Los motivos eran los mismos, tan viejos, tan nuevos, tan sabidos.

Amanda Muñoz / La Diaria

COMCOSUR INFORMA Nº 1793 – 09/03/2017
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3) CASI 7 DE CADA 10 INDOCUMENTADOS TEMEN SER DEPORTADOS

Notimex | jueves, 23 de febrero de 2017 – La Jornada

Washington. Casi siete de cada 10 inmigrantes latinos sin ciudadanía estadunidense temen ser deportados en cualquier momento, incluidos muchos que tienen la residencia legal permanente, reveló hoy una nueva encuesta nacional del Centro de Investigación Pew.

El sondeo, realizado después del triunfo de Donald Trump y antes de su toma de posesión el pasado 20 de enero, muestra asimismo un aumento de la proporción de latinos que coincide en que ha empeorado su situación personal dentro de Estados Unidos.

“El Departamento de Seguridad Interna (DHS) emitió nuevas políticas de cumplimiento migratorio que amplían el universo de indocumentados priorizados para deportación (pero) en semanas recientes, los inmigrantes están más preocupados de deportaciones del nuevo gobierno”, señaló el Pew.

El sondeo, realizado entre el 7 de diciembre y el 15 de enero, muestra que los latinos de Estados Unidos están divididos en relación con su preocupación de una posible deportación y asume que la mayor parte de aquellos sin ciudadanía o residencia permanente, son indocumentados.

A nivel de la población latina en general, un 47 por ciento de los latinos adultos está “muy preocupado” o “algo preocupado” de que ellos o algún miembro de su familia sea deportado, mientras que un 52 por ciento no está preocupado o no mucho.

Pero entre los latinos sin ciudadanía o residencia permanente, se incrementa a 67 por ciento el sector que se preocupa mucho o algo de que ellos sean deportados o una persona cercana a ellos. Para aquellos con residencia permanente, el temor es compartido por el 66 por ciento.
En contraste, el temor a la deportación sólo existe para el 33 por ciento de los latinos nacidos en Estados Unidos y un 55 por ciento sostiene no estar preocupado o no mucho, de acuerdo con el sondeo.

Por comparación histórica, los temores de deportación entre la comunidad latina son similares al nivel existente en 2013, cuando un 46 por ciento declaró estar preocupado de una deportación. De hecho la cifra actual es menor al 52 por ciento existente en 2010.

Hace siete años, un 84 por ciento de los latinos que no eran ni ciudadanos ni residentes permanentes temían ser deportados, un nivel 17 puntos porcentuales más alto que el existente en 2017. Para aquellos nacidos en Estados Unidos la proporción no ha variado.

La encuesta mostró por otra parte que un creciente número de latinos en Estados Unidos perciben que su situación ha empeorado en relación con el año pasado.

Un 42 por ciento de los hispanos sin ciudadanía o residencia permanente dice que la situación de los 57 millones de latinos en Estados Unidos ha empeorado en relación con el año pasado, un aumento en relación con el 24 por ciento que opinó lo mismo en 2014.

La perspectiva de un empeoramiento de su situación en Estados Unidos es compartida por un 38 por ciento de los latinos con ciudadanía estadunidense. A nivel general, tres de cada 10 latinos en el país cree que sus circunstancias son peores que en 2016.

Fuentes: Notimex | La Jornada / Publicado por Amarellle
COMCOSUR INFORMA Nº 1793 – 09/03/2017
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4) EL MURO Y LA PALESTINIZACIÓN MEXICANA

Por Maciek Wisniewski * – La Jornada

Mientras la mayoría de voces en torno al escandaloso tuit de Benjamín Netanyahu en el que aplaudía a Donald Trump por querer construir-expandir el muro en la frontera con México [El presidente Trump tiene razón. Construí un muro en la frontera sur de Israel. Detuvo la migración ilegal. Gran éxito. Gran idea (@netanyahu, 28/1/17)] se centraban en lo ofensivo que resultaba para los mexicanos o en las características de los muros en cuestión –más allá de la casuística, ninguno de los dos muros israelíes se salva: el de Cisjordania (ilegal a la luz del derecho internacional) no es por seguridad sino por colonialismo-despojo de tierras, y el de Egipto no es por migración sino por racismo (972 Magazine, 3/2/17)–, desapercibida quedaba la manera en que este gesto, lejos de ser un accidente, se inscribía en una oscura constelación de ideas compartida por ambos políticos, que revela y confirma a la vez:

• perturbadoras afinidades ideológicas entre ellos y sus campos (con viejos antecedentes);
• similares patrones de racismo y xenofobia (en las que México y Palestina se vuelven intercambiables);
• y preocupantes mutaciones ideológicas por las que pasa EU (emulando a Israel).

Primero: es un hecho que trumpismo y sionismo comparten hoy las mismas tendencias tribales, exclusivistas, racistas y supremacistas, estando en la vanguardia mundial de erigir los muros. Aunque la simultánea presencia en la administración de Trump de sectores antisemitas (Bannon) y pro sionistas (Kushner/Friedman) puede parecer sorprendente, no es ninguna contradicción (Forward, 19/2/17). Históricamente ambas ideologías compartían fines, enemigos, criterios políticos y odios comunes [concentración de judíos en un solo lugar (Israel); izquierda-comunismo; etnonacionalismo; diversidad]. Ambas tienen una larga –previa al Holocausto– historia de colaboración [el sionismo revisionista de Zeev Jabotinsky (1880-1940), tachado por comunistas judíos, bundistas y la izquierda sionista de fascista (¡sic!) y del cual Likud, el partido de Netanyahu –cuyo padre fue secretario de Jabotinsky– se dice heredero, flirteaba con fascistas polacos, italianos y con los propios nazis (Lenni Brenner, Zionism in the age of dictators, 1983, 334 pp.)]. Richard Spencer, líder de la alt-right y gran fan del muro, admira al sionismo por su afán de “mantener la ‘homogeneidad racial’ y la mayoría blanca” y apunta a las políticas racistas del Estado de Israel como el ejemplo de una necesaria limpieza racial en EU (CNN, 6/12/16) y la creación un etno-Estado (Forward, 7/12/16).

Segundo: el uso de la figura de un mexicano por Trump desde luego evoca el clásico truco fascista de culpar de las enfermedades en la sociedad a un agente externo y ofrecer una rápida solución sanativa: su expulsión-exterminación. Pero hoy ya no es el judío quien funge de sistémico chivo expiatorio, sino un musulmán. La judeofobia ya fue sustituida sistémicamente por la islamofobia y ésta es el verdadero antisemitismo de Trump, por lo que los mexicanos no son sus judíos, sino sus musulmanes. Así se percibe mejor la dimensión de la palestinización de México, reflejada en: a) reiteradas alabanzas de Trump al muro israelí, una solución que funciona [¡sic!] y es reproducible acá ( Página/ 12, 8/2/17; The Guardian, 26/9/16); b) la manera en que un “migrante/delincuente/ narco” resulta intercambiable con un terrorista y un indocumentado (mexicano) representa la misma amenaza que un refugiado (palestino); y c) la medida en que todos estos muros –más allá de sus fines prácticos– responden a las mismas ansiedades de las sociedades de sus países. Dichas analogías no son ajenas al propio Netanyahu, que desde un ángulo muy diferente y desde hace tiempo viene asegurando que los palestinos son para los israelíes lo que los mexicanos para los estadunidenses [una bomba demográfica a desmantelar], paralelo que (ab)usaba para torpedear la creación de un Estado palestino arguyendo que “si surgía uno en Cisjordania, los mexicanos iban a querer un ‘segundo México’ al sur de EU” [¡sic!] (véase su libro: Durable peace, 2000, p. 164-165), destapándose así ya no solo como islamófobo, sino también como mexicanófobo que odia a todos los morenos que quieren convertir a los blancos en una minoría, sea en Galilea o Texas ( 972 Magazine, 27/11/14).

Tercero: el reverso natural de la palestinización de México es la israelización de EU (reflejada en el muro mismo planeado con empresas israelíes), un buen término para hablar de los cambios bajo Trump, que alude al proceso de degeneración política por el que desde hace tiempo pasa Israel, que abarca fundamentalización (S. Sand), fascización (M. Warschawski) y Gleichschaltung (U. Avnery) [y eso sin hablar del colonialismo, racismo institucional, apartheid de facto y medidas antimigratorias mucho más severas que las de Trump –véase: The Independent, 30/1/17–, que curiosamente nunca han preocupado ni indignado tanto al mainstream liberal como el tuit sobre México].

El Muro de Hierro es una clásica figura del pensamiento sionista. Acuñada por Jabotinsky (1923), nació como una estrategia negociadora.

Según él, los árabes no iban a permitir así no más la erección de un Estado judío en Palestina, así que había que construir primero un considerable poderío militar (fase I) y solo después –desde la posición de fuerza– hablar con ellos (fase II).

Resulta paradójico que es la ultraderecha israelí la que bastardeó la fórmula de su principal ideólogo.

Ariel Sharon, edificando el muro en Cisjordania, convirtió la metáfora en una triste realidad (véase: Avi Shlaim, Israel and Palestine, 2009, p. 291), y Netanyahu –que de su homólogo estadunidense recibe lo que quiere: mano libre en expandir los asentamientos ilegales y marcha atrás a la solución de dos estados (Electronic Intifada, 15/2/17)– nunca tuvo la voluntad de moverse hacia la fase II.

Según algunos el muro de Trump –alias el Negociator (Slim dixit)– es pensado como un argumento de fuerza para las futuras negociaciones con México (TLCAN).

Lo más probable, sin embargo, es que el muro, o incluso –si nunca llega a concretarse– su solo espectro, le servirá (igual que el suyo le sirve a Netanyahu) para ir alargando ad infinitum la fase I, alimentando el conflicto permanente.

*Periodista polaco
Fuentes: Maciek Wisniewski – La Jornada / Publicado por Amarelle
COMCOSUR INFORMA Nº 1793 – 09/03/2017
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5) DETUVIERON EN MALDONADO AL DOLEIRO BRASILEÑO DEL LAVA JATO

Vinicius Claret y otro brasileño se encuentran privados de libertad luego de haber sido capturados por efectivos policiales uruguayos y brasileños, en una operación conjunta inédita

Sudestada, 03/03/2017

En un operativo de las policías de Uruguay y Brasil fue detenido en la tarde de este viernes 3 el brasileño Vinicius Claret Vieira Barreto, uno de los principales involucrados en el lavado de dinero de decenas de millones de dólares del exgobernador de Rio de Janeiro, Sergio Cabral.
Vinicius Claret, conocido también como “Juca Bala”, fue apresado en compañía del también brasileño Claudio Fernando Barbosa, y luego de haber sido detenido en el departamento de Maldonado fue conducido a la sede de Interpol en Montevideo. Ambos serán interrogados al mediodía de este sábado en el juzgado del Crimen Organizado a cargo de la jueza Beatriz Larrieu.
La vinculación del empresario con el escándalo de corrupción de Brasil fue revelado por Sudestada, que además informó de sus dos empresas panameñas radicadas en Montevideo: Sabra y Waterford.

Vinicius Claret es una pieza central en el esquema de lavado de dinero que se montó en Rio de Janeiro para lavar decenas de millones de dólares de coimas recibidas por el exgobernador Cabral, hoy preso en la capital fluminense. Con la detención del “doleiro” se podrá profundizar ahora la investigación en ambos países, que acaban de realizar un operativo conjunto con características inéditas.

La detención se produce una semana después que Sudestada publicara la existencia de una segunda empresa de Vinicius Claret con sede en Montevideo, la Waterford Assets Inc, que se suma a un extenso esquema de blanqueo de capitales producto de la corrupción.

Waterford Assets Inc. es una sociedad anónima creada en Panamá, con sede en Montevideo, que apareció como sospechosa para los investigadores de la operación Lava Jato, el escándalo de corrupción más grande de la historia de Brasil. Es que esta empresa creada el 16 de noviembre de 2006 genera interés debido a que también está presidida por el enigmático Vinicius Claret Vieira Barreto, principal indagado en el capítulo uruguayo del caso.

El brasileño puso como sede de la offshore al momento de su creación una oficina en la calle Eduardo Blanco Acevedo 1948, en el barrio de Carrasco. Curiosamente, Vinicius Claret desapareció de esa empresa menos de un año después, el 14 de noviembre de 2007, y traspasó la presidencia a Heriberto Ortega, un testaferro que figura en más de 1770 empresas y 120 fundaciones panameñas.

Pero cuatro años después, cuando ya estaba en pleno proceso la operación de blanqueo de activos del exgobernador carioca Sergio Cabral, la empresa Waterford volvió a manos de Vinicius Claret. El traspaso se produjo en Panamá, en ausencia del cambista brasileño, el 20 de julio de 2011, pero la sede de la empresa volvió a Montevideo, al exclusivo barrio de Carrasco. El domicilio de la offshore panameña se fijó en una casa en la calle Ernesto Leborgne, el mismo lugar donde el empresario constituyó otros negocios, como una empresa de venta de “hosting” para páginas de internet.

Sudestada intentó comunicarse al teléfono que figura en esta última empresa pero el número fue cambiado y ya no funciona más allí. Lo mismo ocurrió con la sede de la empresa Paddle Boards SRL, que tenía su sede en la torre 3 del World Trade Center junto con la financiera Sterci, que también es de Vinicius Claret. Ahora sólo este último negocio funciona en el complejo de oficinas lindero al Montevideo Shopping Center.

En tanto Sabra es una sociedad anónima que el brasileño tiene en conjunto con el abogado uruguayo Oscar Algorta Rachetti, quien también está indagado por la Justicia de ambos países por su participación en el esquema que montó Cabral para blanquear su dinero sucio.

Según la documentación a la que accedió Sudestada, Sabra Holdings Corp tiene su sede en Montevideo, en la calle Ituzaingó 1393 oficina 401, sede del estudio de Algorta, al igual que la ya célebre Jolmey vinculada al reo Néstor Cuñat Cerveró.

Propietario de un estudio jurídico y dueño de unas 180 empresas offshore en Uruguay y en Panamá, Algorta aparece en las investigaciones de la Operación Calicute, una de las derivaciones de la inicial operación Lava Jato (ya existen expedientes diversos en Rio de Janeiro, San Pablo y Brasilia, además del original surgido en Curitiba).

Ahora, los investigadores descubrieron que una secretaria del abogado, María Esther Campa Solaris, figuraba como titular de una cuenta en el banco Pictet & Cie, con sede en Ginebra, donde Cabral tenía escondido unos 100 millones de dólares. Algorta también es acusado de haber colaborado con el ex director del área Internacional de Petrobras Néstor Cerveró, a quien le facilitó la gestión de la empresa Jolmey SA.

Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR INFORMA Nº 1793 – 09/03/2017
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2017 – 23 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis, Maldonado)
Correspondencia: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO – URUGUAY
E mail: comcosur@comcosur.com.uy
Pagina Web: nuevo.comcosur.org/
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Coordinación: Carlos Casares
COMCOSUR es miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias – AMARC COMCOSUR se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional.

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