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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL
REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS
AÑO 14 – Nº 666 / Lunes 7 de Abril de 2014
Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
http://nuevo.comcosur.org/
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HOY:
1) Todos bajo control
2) La tercera guerra fría en América Latina
3) Apuntes sobre el andamiaje detrás de las revueltas-golpes suaves
4) El riesgo de los marines humanitarios
5) Ucrania, el bastión de Eurasia ante la OTAN
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que
niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo
hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese
monopolio es central.” Emir Sader
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1) Todos bajo control
Ignacio Ramonet (Le Monde Diplomatique)
En la película Her (1), que acaba de ganar el Óscar al mejor guión
original y cuya acción transcurre en un futuro próximo, el personaje
principal, Theodore Twombly (Joaquin Phoenix), adquiere un sistema
operativo informático que funciona como un asistente total,
plegándose intuitivamente a cualquier requisito o demanda del
usuario. Theodore lo elige con voz de mujer y mediante su teléfono
inteligente se pasa horas conversando con ella hasta acabar
perdidamente enamorado.
La metáfora de Her es evidente. Subraya nuestra creciente adicción
respecto al mundo digital, y nuestra inmersión cada vez más profunda
en un universo desmaterializado. Pero si citamos aquí este film no es
sólo por su moraleja sino porque sus personajes viven, como lo
haremos nosotros mañana, en una atmósfera comunicacional aún más
hiperconectada. Con alta densidad de phablets, smartphones, tabletas,
videojuegos de última generación, pantallas domésticas gigantes y
ordenadores dialogantes activados por voz…
La demanda de datos y de vídeos alcanza efectivamente niveles
astronómicos. Porque los usuarios están cada vez más enganchados a
las redes sociales. Facebook, por ejemplo, ya tiene más de 1.300
millones de usuarios activos en el mundo; Youtube, unos 1.000
millones; Twitter, 750 millones; WhatsApp, 450 millones… (2). En
todo el planeta, los usuarios ya no se conforman con un solo modo de
comunicación sino que reclaman el “cuádruple play” o sea el
acceso a Internet, televisión digital, teléfono fijo y móvil. Y
para satisfacer esa insaciable demanda, se necesitan conexiones (de
banda ultraancha de muy alta velocidad) capaces de aportar los enormes
caudales de información, expresados en cientos de megabits por
segundo. Pero ahí surge el problema. Desde el punto de vista
técnico, las redes ADSL (3) actuales –que nos permiten recibir
Internet de banda ancha en nuestros smartphones, hogares u oficinas–
ya están casi saturadas…
¿Qué hacer? La única solución es pasar por las rutas del cable, ya
sea coaxial o de fibra óptica. Esta tecnología garantiza una óptima
calidad en la transmisión de datos y de vídeos de banda ultraancha,
y casi no tiene límites de caudal. Estuvo en boga en los años 1980.
Pero fue arrinconada porque requiere obras de envergadura de alto
coste (hay que cavar y enterrar los cables, y llevarlos hasta el pie
de los edificios). Sólo unos cuantos cableoperadores siguieron
apostando por su fiabilidad, y construyeron con paciencia una tupida
red cablera. La mayoría de los demás prefirieron la técnica ADSL
más barata (basta con instalar una red de antenas) pero, como hemos
dicho, ya casi saturada. Por eso, en este momento, el movimiento
general de las grandes firmas de telecomunicaciones (y también de los
especuladores de los fondos de capital riesgo) consiste en buscar a
toda costa la fusión con los cableoperadores cuyas “viejas” redes
de fibra representan, paradójicamente, el futuro de las autopistas de
la comunicación.
Este contexto tecnológico y comercial explica la reciente
adquisición, en España, de ONO, el mayor operador local de cable,
por la firma británica Vodafone (4) a cambio de 7.200 millones de
euros. Cuarto operador español, ONO dispone de 1,1 millones de
líneas móviles y 1,5 millones de líneas fijas, pero, sobre todo, lo
que le da valor es su extensa red de cable que alcanza los 7,2
millones de hogares. El 60% del capital de ONO ya estaba en manos de
fondos internacionales de capital riesgo sabedores, por las razones
que acabamos de explicar, que las firmas gigantes de
telecomunicaciones desean adquirir, a cualquier precio, a los
cableoperadores.
En todas partes, los fondos buitre están comprando los operadores de
cable independientes con el propósito de realizar importantes
plusvalías al revenderlos a algún comprador industrial. Por ejemplo,
en España, los tres operadores de cable regionales –Euskaltel,
Telecable y R– han sido objeto de adquisiciones especulativas. En
2011, el fondo de capital riesgo estadounidense The Carlyle Group
compró el 85% del operador de cable asturiano Telecable.
En 2012, el fondo italiano Investindustrial y el estadounidense
Trilantic Capital Parners se hicieron con el 48% del operador vasco
Euskatel. Y el mes pasado, el fondo británico CVC Capital Partners
(5) adquirió el 30% que le faltaba del operador gallego R (6), al que
ahora controla en su totalidad.
A veces las fusiones se hacen en sentido inverso: el cableoperador es
quien adquiere una compañía de telecomunicaciones. Acaba de suceder
en Francia, donde la principal firma de cable, Numericable (5 millones
de empresas u hogares conectados), está tratando de comprar, por casi
12.000 millones de euros, al tercer operador francés de telefonía,
SFR, propietario de una red de fibra óptica de 57.000 km…
Otras veces son dos cable-operadores los que deciden unirse. Está
sucediendo en Estados Unidos, donde los dos principales
cable-operadores, Comcast y Time Warner Cable (TWC), han decidido
unificarse (7). Juntos, estos dos titanes tienen más de 30 millones
de abonados a quienes procuran servicios de Internet de banda ancha y
de telefonía móvil y fija. Ambas firmas, asociadas, controlan
además un tercio de la televisión de pago. Su megafusión se haría
bajo la forma de una compra de TWC por Comcast por el colosal precio
de 45.000 millones de dólares (36.000 millones de euros). Y el
resultado será un mastodonte mediático con una cifra de negocios
estimada en cerca de 87.000 millones de dólares (67.000 millones de
euros).
Suma astronómica, como la de los demás gigantes de Internet, en
particular si la comparamos con la de algunos grupos mediáticos de
prensa escrita. Por ejemplo, la cifra de negocios del grupo PRISA,
primer grupo de comunicación español, editor del diario El País y
con fuerte presencia en Latinoamérica, es de menos de 3.000 millones
de euros (8). La del New York Times es inferior a 2.000 millones de
euros. La del grupo Le Monde no pasa de 380 millones de euros, y la de
The Guardian ni siquiera alcanza los 250 millones de euros.
En términos de potencia financiera, frente a los mastodontes de las
telecomunicaciones, la prensa escrita (aún con sus sitios web), pesa
poco. Cada vez menos (9). Pero sigue siendo un indispensable factor de
alerta y de denuncia. En particular de los abusos que cometen los
nuevos gigantes de las telecomunicaciones cuando espían nuestras
comunicaciones. Gracias a las revelaciones de Edward Snowden y de
Gleen Greenwald, difundidas por el diario británico The Guardian,
hemos conocido que la mayoría de los colosos de Internet fueron –y
siguen siendo– cómplices de la National Security Agency (NSA) para
la aplicación de su programa ilegal de espionaje masivo de
comunicaciones y uso de redes sociales.
No somos inocentes. Cual esclavos voluntarios, y aún sabiendo que nos
observan, seguimos dopándonos con droga digital. Sin importarnos que
cuanto más crece nuestra adicción más entregamos la vigilancia de
nuestras vidas a los nuevos amos de las comunicaciones. ¿Vamos a
seguir así? ¿Podemos consentir que estemos todos bajo control?
(1) Director: Spike Jonze, 2013.
(2) Es interesante anotar, en este contexto, la reciente compra, por
Facebook, de WhatsApp, «el servicio de mensajería más popular del
mundo» (450 millones de usuarios), por la monumental suma de 19.000
millones de dólares.
(3) ADSL: sigla del inglés Asymmetric Digital Subscriber Line (Línea
digital asimétrica de abonado). Es una tecnología de acceso a
Internet de banda ancha.
(4) En 2011, Vodafone compró el cableoperador británico
Cable&Wireless, y en 2012 adquirió el principal cableoperador alemán
Kabel Deutschland.
(5) CVC Capital Partners ya adquirió, en 2010, la empresa helvética
Sunrise, segundo operador de telefonía en Suiza, que posee más de
7.500 km de red de fibra óptica.
(6) R Cable y Telecomunicaciones Galicia S. A. ofrece servicios de
Internet de banda ancha, televisión, telefonía móvil y fija a cerca
de un millón de viviendas y empresas de unas 90 localidades gallegas.
(7) Este proyecto de megafusión aún no tiene el visto bueno de la
División antitrust del Departamento estadounidense de Justicia.
(8) Exactamente de 2.726 millones de euros. PRISA registró, en 2013,
una pérdida neta de 649 millones de euros, más del doble que en
2012.
(9) Léase Ignacio Ramonet, La explosión del periodismo, Clave
Intelectual, Madrid, 2012.
LUNES 7 DE ABRIL DE 2014 – COMCOSUR
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2) La tercera guerra fría en América Latina
Raúl Zibechi (La Jornada)
El renacimiento de la guerra fría entre Estados Unidos y Rusia a
raíz de la reincorporación de Crimea al país al que perteneció
durante dos siglos es una buena ocasión para despojar las relaciones
internacionales de ideologías y discursos que suelen encubrir las
verdaderas intenciones de los contendientes.
La defensa del «mundo libre» que propagó Washington y la simétrica
defensa del socialismo que utilizó Moscú suenan, ahora que ambas son
potencias capitalistas y el ropaje democrático les queda demasiado
ajustado y permite adivinar las intenciones detrás del discurso, como
una lucha de carácter geopolítico por la influencia en el mundo.
Es la virtud que tienen las grandes crisis y los procesos de
transición: muestran realidades que en los periodos de calma suelen
solaparse detrás de argumentos de carácter ideológico, revestidos
las más de las veces de apelaciones retóricas. La condena a muerte
de 529 personas en Egipto y la violencia contra manifestantes, con
saldo de cientos o miles de muertos, sin que ninguna potencia
occidental haya elevado el tono, enseñan que los derechos humanos son
desplazados por los intereses geopolíticos.
José Luis Fiori, profesor de economía política internacional de la
Universidad Federal de Río de Janeiro y coordinador del grupo de
investigación El poder global y la geopolítica del capitalismo,
recupera en una serie de artículos periodísticos el pensamiento de
Nicholas Spykman (1893-1943), el teórico geopolítico que tuvo mayor
influencia sobre la política exterior de Estados Unidos en el siglo
XX.
Spykman consideraba que los países caribeños, incluyendo Colombia y
Venezuela, formaban una zona de influencia donde «la supremacía de
Estados Unidos no puede ser cuestionada». Los consideraba «un mar
cerrado cuyas llaves pertenecen a Estados Unidos, lo que significa que
quedarán siempre en una posición de absoluta dependencia» ( Valor,
29/1/14).
En opinión de Fiori, esta percepción explica las 15 bases militares
en América Central y el Caribe, región que jugó un papel decisivo
durante la segunda guerra fría bajo la presidencia de Ronald Reagan.
Considera que esta posición de dominación será muy difícil que se
altere, “más allá de las ‘disidencias’ cubana y venezolana”.
Respecto a México, Fiori cree que «ocupa sólo la posición de
enclave militar de Estados Unidos» y que es el único de los grandes
países latinoamericanos donde creció la pobreza, que supera la mitad
de la población.
Spykman consideraba que en la región sudamericana, más allá de la
«zona inmediata» de hegemonía estadunidense, destacaban los países
del cono sur, la región ABC en su lenguaje (Argentina, Brasil y
Chile), quienes «pueden intentar contrabalancear nuestro poder a
través de una acción común». En este caso, serían una amenaza a la
hegemonía que «tendrá que ser respondida a través de la guerra» (
Valor, 29/1/14).
En suma, en el cono sur se trata de evitar el nacimiento de alianzas
que puedan poner en cuestión el dominio estadunidense. Según Fiori,
«el éxito de la nueva alianza entre Brasil y Argentina será siempre
considerado como una línea roja para los intereses de Estados Unidos»
(Outraspalavras.net, 27/3/14). Por eso, «en este momento todos los
gobiernos de América del Sur representarían una amenaza para los
intereses norteamericanos, que debe ser contenida y derrotada, con la
excepción de Colombia, Perú y Chile» (Valor, 26/2/14).
Eso no quiere decir que todos los casos tengan igual prioridad, ni
siquiera que deban tratarse del mismo modo. En el caso del terremoto
en Haití, en enero de 2010, la reacción fue inmediata, brutal y
militarizada, realizando un gran despliegue en el Caribe, ocupando
zonas clave del país devastado, para impedir cualquier movimiento
contrario en momentos de aguda confusión.
A diferencia de lo sucedido en otros periodos de la historia regional,
cuando los lapsos de crecimiento económico exitosos de Argentina y
Brasil fueron estimulados por potencias mundiales, Inglaterra en el
primer caso, Estados Unidos en el segundo, ahora estaríamos ante «una
revolución en la historia del cono sur». Fiori sostiene que el
proyecto de construcción de una «zona de coprosperidad» y de un
«bloque de poder sudamericano» (como la Unasur o el Mercosur ampliado)
apuntan en una dirección intolerable para Estados Unidos y de sus
aliados en cada país.
Por eso sostiene que «Estados Unidos será el principal contrapunto de
la política exterior brasileña dentro del hemisferio occidental
durante el siglo XXI». El problema es que la posición de Washington
es clara, pero no sucede lo mismo con la mayor parte de los gobiernos
«progresistas» de la región.
A mi modo de ver, el análisis de Fiori es impecable. Cabría agregar,
empero, dos elementos centrales: el factor BRICS y la emergencia de
una nueva burguesía ligada al modelo progresista.
La presencia de China es ya determinante en América del Sur, en
particular en el área comercial, mientras las inversiones
asiáticas crecen progresivamente. También viene aumentando la
presencia de Rusia, en particular en el área militar. Ambas
influencias no pueden ser indiferentes y marcan prioridades. Venezuela
es el país de la región donde se concentran la presencia económica
china, la alianza militar con Rusia y lazos comerciales y políticos
con Irán. Es mucho más de lo que hubieran tolerado Spykman y Henry
Kissinger.
La segunda cuestión es mucho más compleja. La emergencia de nuevas
burguesías en los países con gobiernos de izquierda y progresistas
es un proceso dual, como lo muestran los casos brasileño y
venezolano. Pueden ser un factor de poder favorable a un mundo
multipolar y trabajar en contra del dominio estadunidense. Pero pueden
enfrentarse, a la vez, a los procesos de empoderamiento popular que
recortan su margen de acción. Llegado el caso, los nuevos burgueses
están dispuestos a aliarse con sus pares para enfrentar juntos a los
de abajo.
LUNES 7 DE ABRIL DE 2014 – COMCOSUR
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3) Apuntes sobre el andamiaje detrás de las revueltas-golpes suaves
Alberto Rojas Andrade (Rebelión)
“… hemos de aprender a subvertir, sabotear y destruir a nuestros
enemigos con métodos más inteligentes, sofisticados y eficaces que
los empleados contra nosotros. Puede ser necesario que el pueblo
estadounidense deba conocer, entender y respaldar esta filosofía
esencialmente repugnante.” Prefacio del Informe Doolittle sobre la
CIA de 1954[1].
Levantamientos repentinos y violentos destinados al derrocamiento de
gobiernos como lo acontecido en Libia con el derrocamiento de Gadhafi
mediante la directa intervención de fuerzas de la OTAN, o en Siria en
el levante desde 2011 aún en ejecución, también con la
intervención de mercenarios extranjeros, poseen características
particulares; en el mismo sentido las especialísimas revueltas
callejeras con particular violencia creadas en naciones como Venezuela
en Nuestramérica, Ucrania en el vientre de Rusia, o las pasadas en
Egipto, han dejado en el ambiente con base en los hechos, la creíble
sensación de la existencia de una más o menos cuidadosa
planificación, si se tiene en cuenta las muy específicas
circunstancias de tiempo modo y lugar en la producción de las mismas.
Explorando con cuidado estos acontecimientos es detectable la carencia
de espontaneidad en insurgencias y movilizaciones invariablemente
resultantes en la muerte selectiva de personas, destrucción
concienzuda de bienes públicos y un creciente ambiente de terror,
presentándose una visible conexión de estos hechos con grupúsculos
fascistas, xenófobos, fanáticos religiosos y hasta meras bandas
criminales; han aparecido armas inusuales a expresiones de
inconformidad ciudadana a disposición de los insurrectos, son
apreciables meticulosas acciones de desestabilización contrarias a
las naturales posiciones de movimientos sociales contestatarios, con
ausencia de masas esgrimiendo claros argumentos de justicia social,
solidaridad y tolerancia, y muy importante: se ha hecho notable la
adopción táctica y estratégica de violencia masiva y mortífera en
los casos libio y sirio, y otra dosificada y limitada a ciertos
espacios en Ucrania y Venezuela, una y otra ocultada, mimetizada y/o
atribuida persistentemente por medios occidentales (CNN, BBC, DW y
demás) a los gobiernos respectivos, los cuales en todos los hechos
planteados y como factor definitivo en la analogía, fueron o son
decididamente contrarios a los intereses del gobierno de Washington.
Todo lo cual fomenta una muy sustentada sospecha.
A lo anterior si le son agregados los famosos paradigmas romanos del
Quid Prodest y Quid Bonus (quien posee la capacidad de producir el
hecho y quien resulta beneficiado con el mismo), nos ofrece el
resultado de que detrás de aquellos inconformismos atípicos y a
pesar de los ocultamientos e intrigas, constitutivas en realidad de
zafias asonadas, no pueden estar otros elementos que los relacionados
directa o indirectamente con nefandos y ya apenas semisecretos
organismos omnipresentes del gobierno de la primera potencia militar
del planeta.
Y es que dada la organización de los Estados Unidos de América en
este punto, no puede ser de otra manera e intensidad la producción
repetida de insucesos como los enunciados. Con una burocracia
apalancada mediante un presupuesto inigualable en el resto del mundo
en conjunto, asistimos en la práctica a una confrontación del
gobierno mencionado versus el resto de naciones y pueblos que de
alguna forma no se avienen con los dictados de la todopoderosa banca
internacional y asociados, o simplemente, toman decisiones
independientes de la llamada “Comunidad Internacional”, eufemismo
con el cual se autodescriben los miembros de la OTAN y adláteres.
La existencia de una bien estructurada burocracia denominada
eufemísticamente ‘Comunidad de Inteligencia’ imperial, esto es,
unidad de espionaje en occidente, es pilar de todo el andamiaje de
enconadas agresiones encubiertas. Y como toda burocracia, dicha
artificial comunidad es rabiosa en emplear todos los medios a su
disposición para asegurar prevalencia, ventajas y prolongación de su
existencia. El número de individuos calculado actuando para este
poder dentro del poder, ya que no existe plena certeza de su cantidad,
entre estatales y privados, puede ser de no menos de unas 650 mil
personas en Estados Unidos luego de los insucesos de septiembre de
2001. A pesar de que el presupuesto de por ejemplo la CIA es secreto,
ha sido posible establecer que unas dos terceras partes del mismo se
dirigen al planeamiento y respaldo de operaciones clandestinas como
las enunciadas[2]. Esta burocracia creada en 1947 destinada
esencialmente a la conspiración posee unas facultades exorbitantes
sobre las restantes en su país. Para sólo mencionar una, a sus
agentes secretos, al menos, les es conferida una especie de derecho
ilimitado a la falsedad, a mentir, a engañar, bajo la premisa de
defensa de la Seguridad Nacional de EE.UU.[3]
En el proceso de puesta en práctica de las citadas acciones
insurgentes en el exterior como parte de la etiquetada defensa del
propio territorio de EE.UU. en el extranjero (Defensa Interna en el
Exterior en inglés Foreign Denfense Internal FDI, todo un auténtico
orwelianismo) la coordinación entre diplomáticos del Departamento de
Estado, y restantes agencias de espionaje, conocidas, fundamentalmente
la impenitente CIA, la muy citada por estos tiempos NSA, y el
Pentágono, constituyen la base de aquellas prácticas. La agencia de
Langley se erige como coordinador de todo el proceso por su carácter
secreto, especializado y omnipresente en el mundo.
El conjunto de la acciones secretas practicadas por la CIA en el papel
de organismo eje de acciones encubiertas en las naciones estimadas de
‘enemigas’, se circunscribe a grandes rasgos a los siguientes
aspectos:
1. Consejo o asesoramiento político.
2. “Subsidio” a individuos.
3. Apoyo económico y ‘asistencia técnica’ a partidos políticos.
4. Apoyo a organizaciones privadas, incluyendo sindicatos, empresas de
negocios, cooperativas, etc.
5. Propaganda secreta.
6. Entrenamiento ‘privado’ de individuos e intercambio de
personas.
7. Operaciones económicas.
8. Operaciones de acción paramilitar o políticas diseñadas para
apoyar o derrocar un régimen[4].
El ítem uno equivale a la base del impulso para la toma de decisión
de acometer en plan previamente establecido a cargo de la burocracia
de la CIA. Sin embargo, en las últimas décadas es muy frecuente,
dada la política de tercerización del gobierno de Washington en
aplicación estricta de su credo privatizador, la presencia de
empresas privadas gringas de ‘consultores’ del tipo Rendon Group,
FTI Consulting y demás, también ejecutando el diseño de planes de
asonadas en diversos lugares estimados como inamistosos por la Casa
Blanca.
El denominado Consejo de Inteligencia Nacional (NIC por su sigla en
inglés) toma decisiones finales de acuerdo a la información
recopilada y sus esquemas estratégicos, más las opiniones de los
Oficiales de Inteligencia Nacional (NIO en inglés)[5]. Naturalmente
dentro de estos entes se presentan bandos, tendencias, posiciones, que
pueden fluctuar entre lo que ha sido nombrado con simplismo
‘palomas’ y ‘halcones’. No obstante, el panorama general en el
tema es una inevitable militarización de la política exterior
estadounidense.
En cuanto a ‘subsidios’ a personas, esto es simplemente el pago de
un salario a cargo de una nómina secreta, empero pueden ser también
prebendas en forma de atenciones, invitaciones, viajes, becas, etc.;
como es obvio suponer, se llega en este punto a cooptar importantes
políticos ubicándolos a sueldo de la CIA, ello evidente en ejemplos
históricos de literalmente lacayos de pago de EE.UU. como en Vietnam
en los años sesenta e inicios de los setenta con Nguyên VanThieu, en
Grecia durante la dictadura de los coroneles de los setenta con
Georgios Papadopulos y Dimitrios Ionannides como infaustos
protagonistas, o en el Congo por décadas en la era Mobutu Sese
Seko[6]; en Latinoamérica han sido notables al respecto Carlos
Andrés Pérez en Venezuela, quien llega a ser presidente, hasta jefes
de estado en ejercicio como Manuel Noriega (el sargento cantarín)
dictador en Panamá. Antonio Arguedas ministro de interior boliviano
en 1967, declaró que había sido agente de la CIA, en la época de la
persecución y asesinato del Che en Bolivia y dado a la publicidad el
diario de este[7]. En las revueltas triunfantes de hechura CIA, al
gobernante puesto en el poder además le es otorgada una especie de
premio por su colaboración a manera de bono: Fazlollah Zahedi primer
ministro del Sha de Irán en 1953 luego del golpe de estado, recibió
un millón de dólares en efectivo e inició una brutal represión en
la población[8]. Del mismo estilo resultan los ‘apoyos’ y
asistencia técnica a específicamente movimientos políticos; al
presente este ítem 3 es de febril actividad de la CIA, pues es allí
donde se puede mimetizar mejor su intervención en otros países,
haciéndola pasar como iniciativas de ‘sociedad civil’ donde opera
la inefable USAID, la pérfida NED y demás siglas sucedáneas,
generando un torrente de sobornos.
La propaganda negra es coordinada tanto al más alto nivel
periodístico en el director del medio como en el reportero callejero,
pues no han de haber ruedas sueltas y contradicciones; el
acondicionamiento de la población local e internacional a la
aceptación de este tipo de violentas acciones encubiertas
distorsionadas como rebeliones pacíficas y espontáneas, es
fundamental para el éxito de la intervención velada. Los medios en
manos de capitalistas son una eficaz arma esgrimida cada vez que se
acometen planes de esta clase mediante manipulación concertada. La
coordinación de periodistas por parte de la agencia de Langley es
indispensable, con lo cual se recuerda la llamada ‘Operación
Sinsonte’ de los años 50, consistente en el embuste periodístico a
escala mundial concertado por la agencia; así la información falsa o
amañada que nos es arrojada continuamente posee un origen concreto,
el cual es uniforme y proclive al respaldo de la visión imperial y la
de sus vasallos. Empero la penetración de la comunicación manipulada
no sólo se produce respecto a los comunicadores, sino que abarca
movimientos sociales variopintos (claro, sino son marxistas),
sindicatos, con los mismos parámetros, iglesias y en fin, toda
organización que pueda aglutinar significativamente personas con
algún propósito político.
El entrenamiento en la creación de pseudo opositores
‘inteligentes’ al gobierno tenido como blanco de Washington,
implica la instrucción de actitudes histriónicas, discurso y unos
lemas predeterminados, por entero ajustables a las situaciones de
hecho creadas; esto implica a groso modo el ocultamiento del papel
imperial, la adopción de aparentes roles de favorecimiento a los
pobres, la tramoya de la espontaneidad de las acciones, a la vez que
en el plano discusivo el ir expresando lemas enmascarando los
verdaderos propósitos del levantamiento paulatino, en cámara lenta
(de ahí lo de golpes suaves), hasta el momento oportuno de la
exigencia expresa del derrocamiento del gobierno respectivo.
De su parte, las ‘operaciones económicas’ son bien conocidas como
acciones de sabotaje a los sistemas se suministro de agua potable,
alimentos, energía, petróleo, transporte, etc., incluyendo
acaparamiento de bienes de primera necesidad o destrucción de los
mismos, interrupción de servicios públicos mediante atentados
terroristas. En general se pretende una parálisis violenta del ciclo
de vida cotidiano de la población, generante de un descontento social
profundo, especialmente en las clases medias acostumbradas a cierta
vida holgada y enceguecidas por el arribismo. El caso del ataque
económico a Chile en los tiempos del gobierno de la Unidad Popular
del Presidente Salvador Allende (1970-1973) previos al cruento golpe
del 11 de septiembre de 1973, es muy diciente; refiriéndose al país
trasandino el Presidente Nixon le dijo a Richard Helms, director por
entonces de la CIA: “haz chillar a la economía”[9]. La Venezuela
de las más recientes semanas asienta sin duda una agresión de este
tipo.
Indispensablemente deben cometerse actos de fuerza, constitutivos de
la esencia misma de la revuelta, pues la violencia intimidatoria es la
base de proyecto, con sus muertos de todos los bandos, con el
propósito de dejar la sensación de la ocurrencia de una represión
gubernamental, exacerbando los ánimos y desorientando a la opinión
pública, buscando la sensación de que el gobierno a derrocar es
impotente para garantizar la vida de sus ciudadanos. Esto entraña la
constitución de verdaderos grupos paramilitares reclutados en los
sectores más reaccionarios, fascistas, pero si estos faltan o son muy
débiles, pues a asesinos nativos se apela, claro, estos últimos con
menos entrenamiento pues aportan su aciaga ‘experiencia’. En el
caso ucraniano fascistas seguidores del colaboracionista nazi en la
Segunda Guerra Mundial Stephan Bandera, participando como fuerzas de
choque, muestran hasta cual grado de infamia se puede apelar en caso
de urgencia por parte de las agencias gringas.
Estas acciones son precedidas por una extensa y pormenorizada
recopilación de información referida a personas, movimientos
sociales organizaciones de todo tipo, en el marco de estudios
históricos, antropológicos, sociológicos, económicos, etc. del
país o región implicado, efectuados por estas mismas entidades o
contratistas privados de estas, los cuales por consiguiente ya
predefinen los resultados inflexiblemente destinados a la
intervención por todos los medios a disposición en cualquier lugar
del planeta. La minuciosidad de la información recabada por la CIA y
la NSA es tal, que de las personas de interés en las estrategias de
dominación de un país cualquiera se atiborran gruesos expedientes
donde se incluyen características físicas, temperamentales e
íntimas, con el propósito de tener capacidad para efectuar
múltiples presiones. Un caso histórico en Latinoamérica
ejemplarizante del tema lo constituyó el presidente Jacobo Arbenz de
Guatemala derrocado en 1954, con la directa injerencia de la agencia
en cuestión; esta desde antes de su ascenso a la jefatura de estado,
tenía perfecto conocimiento de sus problemas de salud e historia
clínica[10]. En el siglo XXI esta clase de recopilación de informes
ha adquirido dimensiones galácticas en el ciberespacio.
Dichos informes de toda naturaleza, son confrontados a su vez con
planes de diversas categorías de injerencia en el respectivo
escenario de una nación, naciones o región hemisférica (aunque es
creíble la elaboración de uno o varios escenarios globales de
intervención, algo digno de una aparatosa película hollyvudense),
programas que son cotidianamente reformados, actualizados
confrontados, matizados, de acuerdo con las permanentemente cambiantes
circunstancias mundiales.
Ya sobre el terreno los agentes, en muchos casos con la máscara de
cargo diplomático como el experto en golpes de estado Charles
Shapiro, se hacen pasar incluso como ‘amigos’ de funcionarios o
personajes nativos influyentes por cooptar, llegando a generarles la
creencia de tener intimidad, elaborando para estos un cerrado universo
en el cual es ineludible y lógica la intromisión, la cual se ejecuta
en ‘beneficio’ de la población[11]. Empero el factor económico
en las indispensables traiciones, cohechos y prevaricatos de los
contactos locales, obra como factor definitivo en momentos álgidos
cuando no se confía en nadie[12]. Lo que se pretende es la
manipulación de los acontecimientos, ser la causa de que sucedan, los
agentes clandestinos de la CIA, no sólo informan sino influyen en
estos[13], invirtiendo el signo renovador, contestatario, fraternal,
igualitarista de las protestas de raíz popular, por uno de odio,
exclusión, el racismo, junto con el entronizamiento en el poder de
crueles plutocracias locales.
La selección de los personajes destinados de servir de mampara local
de operaciones desestabilizadoras, es relativamente sencilla con la
existencia de hombres y mujeres arribistas y banales y/o susceptibles
a las amenazas; los reclutados espontáneamente las más de las veces
en estas circunstancias, logran erigirse en muchos casos de nuestro
tiempo en verdaderos fanáticos del ‘libre mercado’, como otrora
lo fueron del anticomunismo. Un ejemplo de cooptación voluntaria o
no, es la del general Humberto de Alencar Castello Branco, jefe de
estado mayor brasileño, quien previo al golpe de estado al presidente
constitucional Joao Goulart de 1964, ‘previene’ por memorando
secreto a la Embajada de Estados Unidos ante su gobierno, de la
supuesta intención de este de cerrar el congreso y declararse
dictador[14]; una completa fábula, la cual en realidad supone un
gesto de sumisión y una solicitud de visto bueno hacia esa legación
diplomática.
La ayuda a regímenes extremadamente brutales tiene un capítulo
especial en los tristemente recordados hecho concomitantes al
derrocamiento en Indonesia en 1965 del Presidente Sukarno, durante los
cuales fuerzas represivas fueron ampliamente auxiliadas en sus
propósitos de exterminio y castigo de los miembros del Partido
Comunista Indonesio (PKI); para cumplir dicho cometido previamente
agentes a órdenes de la CIA extienden una red en el gobierno de
Yakarta. El resultado fue de no menos de quinientos mil muertos en la
ejecución de un progromo de pleno conocimiento del gobierno de
EE.UU.[15] Un episodio tan despiadado como este debe ser tenido en
cuenta por parte de la población en países bajo las circunstancias
someramente analizadas.
El objetivo de toda esta parafernalia conspirativa de hechura de la
CIA son abstractos ‘enemigos’ con carácter nebulosamente
‘peligroso’. Ayer comunistas, recientemente, terroristas,
traficantes, fundamentalistas, populistas, bolivarianos, mañana tal
vez despiadados ecologistas, obcecados defensores de DD.HH.,
recalcitrantes indignados, etc. En cuanto al fundamento teórico para
acometer tales actos, es bastante débil pues son planteados a los
agentes ejecutores de estas prácticas apenas lemas vacuos de combate
a figurados enemigos de la ‘libertad’, la ‘democracia’, la
forma de vida estadounidense, etc., etc. A la sazón, durante la era
de la Guerra Fría, los agentes de la CIA no sabían nada de la
filosofía constitutiva del Materialismo Dialectico[16], el eje del
pensamiento de sus pretendidas mujeres y hombres hostiles en la Unión
Soviética o China.
Por lo anterior no es en absoluto paradójico que el origen de la CIA,
la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) durante la Segunda Guerra
Mundial, justamente se haya dedicado a operaciones paramilitares de
subversión detrás de las líneas alemanas y japonesas[17]. Tampoco
es incoherente el hecho de la no existencia de mención expresa dentro
de las funciones de la CIA relacionadas en el Acta de Seguridad
Nacional de 1947 de una facultad de actos criminales y diversas
agresiones como las citadas; la sección 102 (d) numeral 5 de dicho
documento dice “ejecutar otras funciones y deberes relacionados con
la inteligencia que afecten la seguridad nacional que el Consejo de
Seguridad Nacional pueda dirigir de cuando en cuando”[18].
Justamente es mediante las palabras ‘otras funciones’ como la
legalidad estadounidense le permite hacer todo lo despiadado que hace
a la agencia, incluyendo estas ‘revueltas’, en realidad su
dedicación inicial en su remoto pasado.
Cualquier medio es utilizado para obtener sus fines subversivos
propuestos en naciones rivales o independientes. Así otra legendaria
de estas revueltas fabricadas por el espionaje de la CIA ilustra de
cuerpo entero el pasado de lo presenciado en estos días de episodios
violentos y fingimientos; estamos en Irán en 1953, durante la
Operación Ajax con fin de derrocar al primer ministro nacionalista
Mohamed Mossadeg:
“Los hombres de la agencia y sus agentes iraníes compraron la
lealtad de halcones políticos, líderes religiosos y matones.
Contrataron los servicios de bandas callejeras que reventaban a
puñetazos los mítines del Tudeh, y de mulás que denunciaban a
Mossadeg desde las mezquitas.[19]” La CIA redactó panfletos y
carteles como parte de una campaña propagandística de 175 mil
dólares[20]. “Matones callejeros de la CIA haciéndose pasar por
miembros del Partido Tudeh (comunista) atacaron a varios mulás
(clérigos chiitas) y profanaron una mezquita.”[21]. Turbas
contratadas por la agencia aparecen en Teherán, hubo un centenar de
muertos[22]. Esto nos suena muy conocido por estos días con sus
correspondientes matices en Venezuela, Ucrania o Siria.
Hemos de pensar que la ejecución planificada de actos de terrorismo
en determinados lugares donde habitan personas que no se avienen con
los intereses defendidos por los EE.UU., como lo manifiesta
expresamente el informe Doolitle hablando de la CIA respecto de sus
actuaciones encubiertas, debe constituir una ‘filosofía’, con lo
cual debemos plantearnos el alcance de este vocablo para quienes en el
gobierno de Washington lo formulan. Seguramente para este aún la
filosofía se relaciona con la dominación violenta de unos seres
humanos por otros, y este avieso error lo pagamos con desgracias en el
resto del mundo.
Notas
[1] Tim Weiner. Legado de Cenizas. La Historia de la CIA. Random House
Mondadori. Bogotá 2008. Pag.127, 128.
[2] Víctor Marchetti en Robert L. Borosage, John Marks. Los Archivos
de la CIA. Editorial Diana. México 1980. 15
[3] Borosage, Marks. Pag.18
[4] De acuerdo al Director de Planes de la CIA de 1958 a 1962 Richard
M. Bisell. David Wise en Borosage, Marks. Pag.31, 32. A la fecha
dichas prevalencias dados los hechos presenciados, no deben haber
cambiado significativamente.
[5] Eric. Frattini. CIA. La Histotria de la Compañía. Editorial
EDAF. Madrid 2005. Pag. 41
[6] Borosage, Marks. Pag.16
[7] Wise. En Borosage, Marks. Pag.44.
[8] Weiner. Pag. 106, 107
[9] Bob Woodward. Las Guerras Secretas de la CIA. Editorial Grijalbo.
México 1988. Pág. 48
[10] Arbenz visitó un especialista para tratar un problema con el
alcohol en 1947. Clinical report on Arbenz’mental attitude 915065.
25 de enero de 1952. Roberto García Ferreira. El Caso Arbenz y las
operaciones encubiertas de la CIA: ¿modelo de operación
propagandística? Revista de Historia de América. Instituto
Panamericano de Geografía e Historia. Número 137. Enero-Diciembre
2006. México.
[11] Ver al respecto el testimonio de Philip Agee en Diario de la CIA.
Editorial Fénix. Quito 1977. A pesar del tiempo transcurrido en este
aspecto de las relaciones públicas mantiene plena vigencia.
[12] “… mil dólares semanales compran a mucha gente”. Claro,
dinero de los años sesenta. Agee. Pag.181
[13] Wise. En Borosage, Marks. Pag. 23
[14] William Blum. The CIA: A Forgotten History. Zed Books. New
Jersey. 1986. Pag.181
[15] El Secretario de Defensa Robert McNamara, lo reconocería ante
una comisión de su propio congreso. Blum. Pag.220
[16] Agee. Pag.47
[17] Wise. En Borosage, Marks. Pag.25, 26.
[18] Wise. En Borosage, Marks. Pag.25.
[19] Weiner. Pag.98
[20] Weiner. Pag. 101
[21] Weiner. Pag. 103
[22] Weiner. Pag. 103
LUNES 7 DE ABRIL DE 2014 – COMCOSUR
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4) El riesgo de los marines humanitarios
Emiliano Guido (Miradas al Sur)
El Comando Sur inauguró en Paraguay un Centro de Operaciones en
Emergencia. Ante el rechazo que suscita en la población el
emplazamiento de bases militares tradicionales, el Pentágono
redirecciona su estrategia de vinculación con Latinoamérica
jerarquizando la intervención militar ante crisis humanitarias
generadas por urgencias climáticas.
No hay hangares, pistas para aviones militares de gran porte, radares
de última generación ni marines norteamericanos entonando fuertes
estrofas de guerra para insuflar sus ánimos. Sin embargo, el director
de Planificación del Comando Sur norteamericano, el contraalmirante
George Balance, y el embajador estadounidense en Paraguay, James
Thessin, viajaron hasta la pequeña localidad de Santa Rosa del
Araguay, en el nororiente paraguayo, para inaugurar junto a la cúpula
policial y militar local un modesto edificio denominado Centro de
Operaciones en Emergencia (COE) y un Depósito de Suministro de
Emergencias que permitirá, según los comunicados oficiales del
evento, socorrer “a la población civil afectada por desastres
naturales”.
Sin embargo, el Servicio de Paz y Justicia del Paraguay (Serpaj- Py)
advierte que el Pentágono norteamericano “impone presencia en el
departamento de San Pedro para militarizar un enclave del país”
donde convergen tres ejes problemáticos para el gobierno de Horacio
Cartes: la resistencia campesina contra la expansión de las fronteras
sojeras, el narcotráfico y la existencia de una sospechosa guerrilla
conocida como Ejercito del Guerrillero Paraguayo.
Pero, previamente a esta polémica, el corte de cintas financiado por
el Comando Sur en el norte paraguayo para, supuestamente, poder dar
desde el Estado respuestas rápidas en una emergencia climática es
totalmente lógico con el nuevo enfoque doctrinario del Pentágono en
su búsqueda de seguir aceitando vínculos con las Fuerzas Armadas de
la región. El propio contraalmirante Balance, por ejemplo, fue
partícipe de un documento estratégico del año 2008 titulado U.S.
Southern Command Strategy 2018: Partnership for the Americas
(Asociación para las Américas), donde Washington coloca, por primera
vez, a las emergencias climáticas y sus consecuentes crisis
humanitarias como uno de los escenarios estratégicos territoriales
donde intervenir.
Durante la Guerra Fría, el comunismo fue el eje del mal a combatir
para la Casa Blanca; a principios de los ochenta, la guerra contra las
drogas desplazó a la hoz y el martillo como enemigo a vencer; ahora,
los terremotos y los sacudones que da el Planeta Tierra con el cambio
climático parecen ser la excusa perfecta. Las amenazas cambian, los
marines quedan.
Durante el acto de apertura del COE, las autoridades norteamericanas
también inauguraron el “primer curso de capacitación de
personal” para el manejo de dicha unidad operacional. Evidentemente,
los recursos edilicios y técnicos estadounidenses vienen acompañados
con la venta del know how en la administración cívico-militar de una
situación excepcional que desborde los recursos y la infraestructura
del poder estatal.
Eso sí, el contraalmirante Balance y el embajador Thessin pueden
asegurar a las autoridades del gobierno de Cartes que sus subordinados
no improvisarán a la hora de adoctrinar a sus pares paraguayos. En
realidad, cuando el Comando Sur reactivó en el año 2008 el uso de la
IV Flota –comandada por el gigantesco portaaviones George
Washington– para patrullar el litoral atlántico con supuestos
“fines humanitarios”, luego de 58 años de inactividad en el uso
de esta fuerza naval continental, los Centros de Operaciones en
Emergencia comenzaron a cobrar vida en toda la región como unidades
complementarias de la IV Flota en sus distintos desembarcos.
La IV Flota fue repudiada por todos los gobiernos sudamericanos. Sobre
todo por Brasil, que entendía el despliegue de los buques del
Pentágono como una intromisión de Washington en su “Amazonía
Azul”, por las enormes reservas de crudo que el vecino país posee
en la Cuenca de Santos. Sin embargo, Joseph Kernan, número uno de la
IV Flota y ex miembro del grupo SEAL, el comando de elite que, por
ejemplo, asesinó a Osama Bin Laden, aducía que su fuerza a cargo
estaba compuesta por soldados del presidente Barack Obama “para
repartir vacunas y medicamentos en los países amigos”.
Luego, tras el feroz terremoto de Haití del 2010 y la prolongada
intervención militar de la IV Flota en Puerto Príncipe, quedó
demostrado que las crisis humanitarias son para el Comando Sur la
puerta de entrada perfecta para desembarcar al sur del Río Bravo.
Además, en los últimos años, Estados Unidos tuvo que retroceder en
su política de instalar bases militares tradicionales en el Cono Sur.
El gobierno ecuatoriano de Rafael Correa desactivó la base militar
norteamericana de Manta y en Colombia los enclaves cedidos por el
gobierno de Álvaro Uribe al Pentágono fueron declarados
inconstitucionales por la Corte Suprema.
Esta nueva reconfiguración de la defensa y seguridad hemisférica por
parte de los Estados Unidos quedó plasmada en las palabras del
embajador Thessin cuando, durante la inauguración del COE, declaró
al matutino asunceño ABC Color que: “Hace casi cuatro años nació
el concepto del Centro de Operaciones de Emergencias y de un Depósito
de Suministros para Emergencias. Paraguay y Estados Unidos tienen
muchos valores en común, incluyendo la reducción de pobreza. La
donación de estos equipos y las capacitaciones aumentarán la
capacidad de respuestas ante desastres naturales, y con eso se
logrará mejorar la vida de la gente”.
Tras la puesta en marcha de un nuevo enclave apadrinado por el
Pentágono en el Paraguay, el Serpaj entrevistó a Richard Doughman,
máster en estudios latinoamericanos e investigador de la política de
defensa norteamericana, para tratar de pensar las implicancias de esta
nueva estrategia de defensa estadounidense. Según Doughman: “El uso
de este tipo de Centro de Operaciones representa una adaptación de la
estrategia norteamericana a nuevas condiciones: en primer lugar, a la
creciente resistencia política y social a la instalación de bases
militares en América del Sur, y en segundo lugar, a la grave crisis
fiscal del Estado norteamericano.
Además, meses atrás, el Secretario de Defensa norteamericano
anunció recortes significativos en el presupuesto militar, provocados
por el déficit fiscal que acarrean los Estados Unidos. Mientras se
cierran bases militares en Europa y se descontinúan algunos programas
armamentistas particulares, se refuerzan los programas de las Fuerzas
Especiales (encargados de operaciones encubiertas) y de los aviones no
tripuladas (los drones). Todo indica que Estados Unidos está en
transición hacia una fuerza militar más magra pero igualmente letal
que realiza operaciones de alta precisión a blancos identificados por
la inteligencia militar y que ponen vidas norteamericanas en el
mínimo riesgo posible.
En este escenario, un pequeño centro de operaciones les sirve
perfectamente”. El análisis de Doughman hace entendible, entonces,
que el Comando Sur este invitando a todas las Fuerzas Armadas
latinoamericanas a participar de un ejercicio conjunto caratulado
Fuerzas Aliadas Humanitarias, que se desarrollará del 5 al 16 de mayo
en El Salvador.
Pero, ¿Por qué Paraguay, un país con una economía pequeña, es
estratégico para los Estados Unidos? Según Richard Doughman:
“Paraguay es un territorio clave por un gran número de razones
geoestratégicas: su posición central permite monitorear el espacio
aéreo del continente entero y facilita una llegada rápida a
cualquier parte del Cono Sur; su posición de cuna entre los dos
países más potentes del Cono Sur, Argentina y particularmente
Brasil, su posición de puente terrestre entre la cuenca de las
Amazonas y la cuenca del Río de La Plata; la abundancia de recursos
naturales, especialmente recursos hídricos, también no deben
obviarse. En este sentido, un Centro de Operaciones de Emergencia
posibilita la presencia de soldados y equipo norteamericanos
permanente y el despliegue periódico del mismo a través de
operaciones militares (humanitarias) en conjunto con las Fuerzas
Armadas paraguayas en San Pedro, que viene a ser el frente más
conflictivo de la frontera agroexportadora en expansión”.
Consultado telefónicamente por Miradas al Sur, Abel Irala,
coordinador del Serpaj Paraguay, coincide en señalar que la
instalación del COE norteamericano se emplaza en una zona rica para
el extractivismo sojero: “Santa Rosa del Aguaray es una de las
ciudades más importantes de San Pedro. En todo este tiempo de
transición democrática ha sido escenario de importantes
movilizaciones campesinas y de luchas históricas para el movimiento
popular. Se han concentrado varias medidas de fuerzas para resistir
represiones y persecuciones contra el campesinado. La zona también es
epicentro de fuertes fricciones e importantes victorias de los
asentamientos campesinos que rodean la ciudad; asentamientos que se
constituyeron a pura lucha y movilización por medio de las
ocupaciones de tierras improductivas hasta la llegada de los
campesinos y campesinas”.
Por otro lado, la llegada de los uniformados norteamericanos al vecino
país no generó un gran debate nacional entre los distintos partidos
políticos con representación parlamentaria ni precipitó un gran
centimetraje informativo en los grandes medios de comunicación. Para
Julio Benegas, columnista del periódico cooperativista paraguayo E’
A, el nuevo acuerdo en el ministerio de Defensa local y el Comando Sur
implica una cesión de soberanía porque: “Esta es una decisión no
consultada, no puesta en discusión en el Parlamento ni en la sociedad
ni en los grandes medios, nos plantean como una naturalidad el hecho
de la presencia de los oficiales norteamericanos.
Y esto es absolutamente abrumador, controlan todo, a nuestros
oficiales, a los grupos operativos, en las capacitaciones sobre las
nuevas amenazas, y en esa caracterización de las amenazas están los
otros, los que ponen en peligro el orden, la paz y la estabilidad,
desde el punto de vistas de ellos, y esos otros pueden ser los que
ocupan plazas, territorios, los indígenas que resisten. Ese es el
marco ideológico bajo el cual se implementa el Centro de Operación
de San Pedro y, lamentablemente, no lo tenemos discutido”.
“El peligro es que el personal militar va asumiendo, cada vez más,
funciones que fácilmente podrían ser desempeñadas por civiles y que
estas nuevas funciones sirven, de una manera, para legitimar la
presencia militar norteamericana. En este caso, la respuesta a
emergencias, sean desastres naturales o humanitarias, de por sí, no
presenta características que exigen capacidades militares. Una fuerza
civil bien equipada, capacitada y respaldada por el Estado paraguayo,
tranquilamente, podría responder a una situación de emergencia en el
país. Sin embargo, como se vio claramente con el terremoto en Haití
en 2010, un desastre natural puede servir de pretexto para una
ocupación militar permanente”, alerta Richard Doughman.
Paralelamente, la situación política de Paraguay atraviesa una
coyuntura social especial. Esta semana se desarrolló una contundente
huelga general donde unificaron su reclamo las principales centrales
sindicales y campesinas del país. La medida de protesta fue
consecuencia de la fuerte política de privatización del sector
público que viene desarrollando el gobierno del magnate Horacio
Cartes. Hasta tal punto llega la sintonía del dueño del club de
fútbol Libertad con las políticas de libre mercado que en una
reciente reunión con inversionistas extranjeros, el primer mandatario
invitó a los empresarios a que “usen y abusen del Paraguay”.
Una suerte de versión hardcore de la teoría de las relaciones
carnales defendida por el menemismo como vértice de la política
exterior argentina. Por ese motivo, la inauguración de una unidad
operacional patrocinada por el Comando Sur prende alertas en las
organizaciones sociales paraguayas. Es más, durante la movilización
obrera de esta semana en Asunción, varias paredes de la capital
amanecieron pintadas con la siguiente leyenda: “Marines go home”.
Parece una consigna desactualizada en el tiempo. Pero, no tanto, en el
Paraguay de Horacio Cartes.
LUNES 7 DE ABRIL DE 2014 – COMCOSUR
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5) Ucrania, el bastión de Eurasia ante la OTAN
Umberto Mazzei * (Alai)
Desde la Guerra de los Siete Años (1756 – 1763) el Imperio
Británico expandió sin rivales su control político y su comercio
por todos los rincones del mundo. Por esa época sucedió en Europa la
revolución técnica que creó la base para la revolución industrial.
Comenzó también la prédica de la economía liberal, de la apertura
de mercados, del intercambio imperial de productos elaborados contra
materias primas. Es cuando comienza el Gran Juego, el asedio
británico a la masa Euro-Asiática donde avanzaba Rusia hacia la
India, China y Japón. Cien años después, el control financiero
británico de las antiguas colonia españolas y la repartición de
África, esbozan el prototipo anglo-sajón de globalización. Su freno
era la alianza entre el Imperio Ruso y el recién reconstruido Imperio
Alemán.
La primera fase técnica de la globalización neoliberal fue el
comienzo de la Primera Guerra Mundial. Poco antes (1913) las elites
financieras anglo-americanas habían creado la Reserva Federal, que
sería la fuente de recursos financieros que hizo de Estados Unidos el
acreedor de todos los beligerantes al final de esa terrible e
innecesaria guerra. La primera post-guerra desplazó el centro de
gravedad financiero de la City de Londres a Wall Street de New York.
Fue un cambio geográfico, porque los grupos financieros anglo-sajones
ya estaban ligados.
La crisis que comenzó en 1929 y que duró hasta la Segunda Guerra
Mundial fue la primera prueba de los efectos de unas finanzas
globalizadas con mercados abiertos. Como ahora, unos pocos se hicieron
más ricos y muchos se arruinaron. En 1941, la política de mercados
abiertos se fijó en la Carta Atlántica de 1941, la declaración
conjunta anglo-americana sobre las políticas económicas
internacionales para después de la guerra; debemos señalar que fue
hecha antes de que EE UU fuese beligerante.
La victoria aliada trajo el pago eterno de las deudas de guerra, el
plan Marshall, el Banco Mundial, el FMI y el dólar como moneda de
referencia; todo eso entregó a los bancos de Wall Street la mitad de
la economía mundial. Con la industria euro-asiática destruida, EE UU
quedó como la única potencia industrial y también exportadora de
materias primas. EE UU ayudó la recuperación, pero a cambio de
apertura a sus empresas, que cubrieron con sucursales el mundo ajeno a
la esfera soviética. La segunda fase hacia un mundo anglo-americano
replicaba en Eurasia el anterior Gran Juego británico; pero en 1948
perdieron China, el premio ganado con la guerras del opio (1839
-1860).
En Eurasia hay dos grandes potencias: Rusia y China. La India pudiera
serlo, pero es una obra británica, hecha con partes dispares que
dificultan la toma de decisiones. Eurasia tiene los recursos humanos y
físicos para ser el eje de la economía y la política internacional;
el papel que, separados, ejercieron por milenios su extremo europeo y
su extremo chino. Eso es justo lo que la política exterior
angloamericana trata de impedir. Es la razón para la ocupación
financiera y militar de Europa y erosionar su cultura; la razón para
promover gobiernos corruptos y fomentar guerras y revueltas civiles
que impidan la proyección euroasiática.
El Gran Juego sigue. Una parte esencial es impedir la proyección
marítima de China en el Mar de China y de Rusia hacia el Mar
Mediterráneo. Otro factor en esa estrategia es el control de la
energía y el modo más económico es controlar su transporte. Estos
elementos muestran la importancia de Ucrania como corredor del gas
ruso hacia Europa y hacia la Crimea, la base de la flota rusa del Mar
Negro. De allí el golpe de Estado euro americano en Kiev.
Ucrania y su papel energético
Europa depende de Rusia en cerca del 40% del gas que importa y la
mayoría es transportado a través de Ucrania. Ese gas es transportado
por gasoductos que pertenecen a Gazprom pero eso pudiera cambiar.
Chevron firmó, en noviembre 2013, un contrato, con el gobierno
ucraniano de Yanukovich, para explorar 650 mil hectáreas en busca de
gas. Unos meses antes el mismo gobierno había firmado otro menos
importante con Royal Dutch Shell.
El acuerdo de Chevron fue apoyado por Washington para reducir el
comercio energético y la complementación económica de Europa con
Rusia. El área asignada a Chevron incluye el Oleska Block, donde hay
roca de pizarra con potencial en gas de esquisto. El problema es que
el método para su obtención, llamado fracking hidráulico, es
altamente contaminante y ha sido prohibido ya por algunos países
europeos donde se usó, como en Rumania y Lituania.
Es probable que haya alguna coordinación entre el Departamento de
Estado y Chevron para el golpe de Estado en Kiev, porque fue en un
encuentro patrocinado por Chevron donde Victoria Nuland, Subsecretaria
de Estado norteamericana para Europa del este anunció que el gobierno
norteamericano había invertido 5 mil millones en prepararlo (promover
la democracia en Ucrania, dijo ella). Se puede especular sobre si una
razón del golpe de Estado sea la de nacionalizar los oleoductos de
Gazprom, para darlos luego en administración a Chevron. De ese modo
la venta de gas ruso y el aprovisionamiento europeo quedarían en
manos de una empresa norteamericana muy vinculada con la política
exterior de Washington.
El golpe de Estado mira evidentemente a penetrar Ucrania con intereses
angloamericanos más que con intereses de la UE, porque Europa no es
soberana; es regida por gobiernos títeres que obedecen órdenes de
New York y Londres; está bajo ocupación militar y financiera. Lo
demuestra que Bruselas hable de aplicar sanciones a Rusia, cuando a la
industria y la población europea eso no conviene. El pretexto es
castigar a Rusia por aceptar la solicitud de Crimea de integrarse a la
Federación Rusa. Esa solicitud refleja el deseo de la población de
Crimea y ya fue hecha en 1994, cuando la independencia ucraniana, pero
que no fue acogida, sin duda por la influencia angloamericana en el
triste gobierno de Boris Yeltsin.
Las sanciones por Crimea
Rusia no bombardeó 78 días para que la Crimea se separara de
Ucrania, como la OTAN hizo en Serbia, para arrancar a Kosovo. La
Crimea, de población rusa mayoritaria, se desprendió de Ucrania
sola, impulsada por los atropellos contra la población de lengua y la
cultura rusa cometidos enseguida por el gobierno ilegítimo puesto por
los angloamericanos en Kiev. La Crimea usó el derecho a la
autodeterminación, un derecho inapelable reconocido por las leyes
internacionales. Ese resultado imprevisto del golpe de estado en Kiev
inspira chistes sobre los US$5 millardos invertidos por Washington en
el golpe…para que la Crimea regrese a Rusia.
La frustración por el fracaso en sacar a Rusia del Mar Negro y el
temor de que el “gobierno provisional” en Kiev resulte muy
provisional, ha causado un berrinche más en la Casa Blanca, que
quiere castigar a la madre Rusia porque Crimea volvió a su regazo.
Washington dice que se trata de proteger intereses vitales suyos, que,
como siempre, están ubicados en otro país.
Las sanciones no temen el ridículo y, hasta ahora, son como sigue:
Primero, se interrumpe la colaboración militar con Rusia, aún cuando
es la OTAN quien necesita a Rusia para llevar sin riesgo pertrechos
militares a Afganistán;
Segundo, se excluye a Rusia del G-8; eso si tiene lógica porque la
próspera Rusia no debe estar en un club de países arruinados; como
la próxima reunión hubiera sido en Sochi y esa exclusión le ahorra
a Rusia los esfuerzos y gastos de ser el anfitrión;
Tercero, se prohibió a un grupo de funcionarios rusos viajar a EE UU,
sin saber si querrían ir; también se congelaron sus cuentas en EE
UU, sin saber si las tienen. La UE hizo también su lista. Las
sanciones estimulan el ahorro dentro de Rusia y el regreso de
capitales. De paso, dio pretexto a Rusia para prohibir el ingreso a
los agentes subversivos de la National Endowment for Democracy (NED),
como el Senador John Mc Cain.
Se habla oscuramente de imponer sanciones económicas y eso es
imposible para la UE. Las de EE UU serían irrelevantes por el monto y
la composición. El gráfico es elocuente.
El comercio entre Rusia y la UE en 2012 fue de 276,5 millardos. Las
exportaciones rusas fueron principalmente de gas y petróleo, por 76
billones. Sin ellas la UE se paraliza; las otras exportaciones
importantes son cereales. Las importaciones rusas son maquinaria y
transporte, por 50 millardos, químicos y farmacéuticos, todos
productos de alto valor agregado.
EE UU también sufriría con las sanciones, porque Rusia es de los
pocos países con quien EE UU tiene un superávit comercial. En 2013
las exportaciones rusas fueron por 112 millardos, principalmente gas y
aluminio y las importaciones fueron 167 millardos, todas de alto valor
agregado, como calderas y material nuclear o equipos ópticos.
La perspectiva futura ucraniana
Desde el derrocamiento del último gobierno elegido democráticamente
por las turbas financiadas por la NED en Maidan. Ucrania no conoce
paz. En parte porque entre los cuatro partidos asociados para el
golpe, sólo Batkivshina – el de Yulia Timoshenko y “Yats”
Yatseniouk, como lo llama Ms. Nuland – tiene alguna base electoral.
Los otros tres son pequeños o recientes: Svovoda sacó 10 % en las
últimas elecciones; UDAR que en ucraniano significa golpe, lo fundó
en 2010 un boxeador; Pravy Sector es una milicia de choque, creada ad
hoc en noviembre 2013. La visita de pleitesía que “Yats”
Yatseniouk rindió a Obama no lo hará popular entre sus socios
nacionalistas, los de tradición rusa o el ejército. Se sabe por
encuestas que la mayoría ucraniana esta contra ser miembros de la
OTAN.
“Yats” también ordenó la entrega a la Reserva Federal, el 7 de
marzo, de las 36 toneladas de oro de reservas ucranianas, como
reconoció la Reserva federal de New York. Cuento se sepa, es probable
que cause violencia política y reacciones en las fuerzas armadas
ucranianas. Es un caso claro de traición, porque cualquiera que sabe
de finanzas – Yats es banquero – conoce que la FED no devuelve el
oro que se le confía; como con las 1500 TM de oro alemán allí, que
cuando Alemania pidió la entrega de 674 TM, solo se le devolvieron
5TM.
La perspectiva futura rusa
El golpe de estado euro-americano en Kiev ha llevado a una previsible
crisis con Rusia. La hipocresía de EE UU y de la UE no encubre que el
objetivo final del golpe era sacar la flota rusa del Mar Negro e
instalar bases de la OTAN en Ucrania. Rusia no puede permitir eso
porque son intereses vitales y tiene los medios para impedirlo. En
Washington, ni el más loco de los halcones habla de acción militar o
dice que “todas las opciones están sobre la mesa”.
Cuando se analiza las inversiones de Rusia en infraestructura puede
verse que su proyección es más hacia el espacio euro-asiático que
hacia Europa. Tiene una lógica absoluta, porque allí es donde están
los recursos a los cuales aplicar su ciencia y tecnología. Europa es
solo un mercado que se encoge a causa de políticas de austeridad
impuestas por el rescate con dinero público de bancos privados
insolventes.
El principal instrumento de esa proyección hacia el este es la Unión
Económica Euroasiática, que nace de la Unión Aduanera entre
Belarus, Kazakhstan y Rusia. La idea viene germinando desde 1994,
cuando la lanzó el Presidente de Kazakhstan, Nursultan Nazarbayev. El
acuerdo se firmó en noviembre 2011, se creo una Comisión Económica
Euroasiática que lo administra y entrará a funcionar en 2015. Sus
miembros fundadores son los mismos, pero se prevé la adhesión de
miembros del espacio histórico zarista, como Armenia, Kirgiztan y
Tajikistan, y aún de otros, como Siria, que ya manifestaron interés.
EE UU, en cambio, ya manifestó su hostilidad: la entonces Secretaria
de Estado, Hillary Clinton, dijo “estamos buscando medios efectivos
para demorarlo o impedirlo” (Associated Press 06/12/2012).
Sobre Ucrania, hubo hace pocos días una propuesta conciliadora rusa
que condujo a una reunión entre el Ministro de Relaciones Exteriores
ruso Sergey Lavrov y el Secretario de Estado norteamericano John
Kerry, en Paris, el 31 de marzo. En esencia se pedía dar amplia
autonomía a las regiones rusas en Ucrania, al estilo suizo o tal vez
español. Terry exigió concesiones inaceptables para discutirla, como
el alejamiento de las tropas rusas de sus bases fijas en la frontera
ucraniana y la inclusión en las conversaciones del ilegítimo
gobierno transitorio ucraniano impuesto por Washington en Kiev.
Conclusiones
La principal es que por primera vez, desde 1990, los EE UU renuncian
al uso o la amenaza de violencia para resolver una diferencia
internacional. Un indicio de que el excepcionalismo americano basado
en el “full espectrum dominance” encontró un límite político,
económico y militar. La opinión pública americana y mundial está
harta de guerras, otra más colapsaría la economía y con Rusia
sería un mutuo suicidio militar.
La torpe retórica hipócrita ante el ejercicio en Crimea del derecho
a la autodeterminación están camino a deshacer el principal triunfo
diplomático obtenido por Henry Kissinger: el alejamiento entre la
China y la URSS. Las sanciones que se quiera aplicar serán siempre
inocuas para Rusia y perjudiciales para la UE, pero lo peor es que
alejaran a Rusia, próspera y llena de recursos, hacia Asia; hacia el
fortalecimiento de sus lazos con China.
El mayor beneficio que pueden sacar Rusia y China – la potencia
energética y la potencia manufacturera – de su asociación es acabar
de modo incruento, pero eficaz, con la agresividad de la OTAN; basta
ayudar al colapso el dólar. No olvidemos que China es la patria de
Sun Tzu, el estratega de las victorias sin batalla.
El imprudente golpe de estado en Kiev y la torpe secuela para
legitimarlo va a provocar que el cacareado pivote hacia Asia no sea
tanto de EE UU como de Rusia. Eso fortalecerá a China y será pésimo
para la economía de la UE, pero tendrá el beneficio de colapsar
económicamente a la OTAN, que no es otra cosa que la
institucionalización, en 1949, de la ocupación militar anglosajona
de Europa, desde 1945.
Ginebra 01/04/2014
– Umberto Mazzei es doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de
Florencia. Es Director del Instituto de Relaciones Económicas
Internacionales en Ginebra.
http://www.ventanaglobal.info
LUNES 7 DE ABRIL DE 2014 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las
ideas
dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante
en
la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual
dominante, la
clase que controla los medios de producción intelectual, de tal
manera que
en general las ideas de los que no disponen de medios de producción
intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. Carlos
Marx
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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE
COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
Coordinación : Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL:
Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO – URUGUAY
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Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes
y no cuenta con ningún tipo de apoyo institucional ni personal.
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Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)
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Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este
boletín,
no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur
sobre
los temas en cuestión.
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