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URUGUAY: CONVOCATORIA DE MADRES Y FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS EL VIERNES 4 DE SETIEMBRE A LAS 18 HORAS EN PLAZA LIBERTAD – comcosur informa 1976 – 04.09.2020

COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020 – Hoy:

1) Uruguay: Convocatoria de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos el viernes 4 de setiembre a las 18 horas en Plaza Libertad
2) Energúmenos /Jorge Zabalza
3) Covid 19, encrucijada histórica /Luis E. Sabini Fernández
4) Ni la pandemia le da respiro a América Latina /Sergio Ferrari
5) Miedo, asco, odio. La habitación aporofóbica de la ciudad /Néstor Casanova
6) Uruguay. Suprema Corte de Justicia confirma constitucionalidad de Ley de Medios: avala transmisión de partidos de las selecciones de fútbol y básquet en TV abierta /Observacom
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores – Hoy:

I. Ciclo “Alegría en las Ollas”
II. 6ª Marcha de La Diversidad en Santa Lucía
III. Buceo Invisible en Teatro Florencio Sánchez – Cerro
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COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020

1) URUGUAY: CONVOCATORIA DE MADRES Y FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS EL VIERNES 4 DE SETIEMBRE A LAS 18 HORAS EN PLAZA LIBERTAD

Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos /03.09.2020

A todas las personas que nos acompañan en estos más de 45 años
A las compañeras y los compañeros que día a día mantienen viva nuestra lucha.

Somos conscientes que nuestro reclamo se ha enraizado en la sociedad uruguaya, aunándose en una sola voz. Juntos/as hemos llevado los carteles y la dignidad legada por nuestras madres iniciadoras. Caminamos convencidos de que Verdad, Justicia y ¿Dónde están nuestros desaparecidos?, son demandas, justas y aportan a la construcción de una mejor convivencia.

En estos días hicimos públicas, nuevas actas de los Tribunales de Honor. Allí, los mismos militares que enfrentados a la Justicia cobardemente no admiten ni recuerdan nada, reconocen ante sus superiores haber secuestrado, torturado, asesinado, desaparecido; su participación en los sucesivos vuelos; y que todo lo ejecutaron cumpliendo órdenes precisas de los altos mandos. No es información nueva pero vuelve a confirmar que la inmensa mayoría de los desaparecidos siguen secuestrados por quienes actuaron institucionalmente y que cerraron filas hasta hoy para ocultarlos.

Desde el 85 a la fecha, el sistema político lo toleró. ¿Hasta cuándo?

Los ciudadanos que no queremos nunca más Terrorismo de Estado, ni perpetradores de crímenes, ni instituciones que los cobijen, no soportamos más excusas.
Llegó el momento en que el sistema político en su conjunto abandone las rencillas mezquinas y enfrente cabalmente esta situación, de la cual todos, unos más, otros menos, tienen una parte de responsabilidad.’

Corresponde a los tres poderes democráticos, exigir junto con toda la documentación existente en sus archivos de inteligencia, los datos de dónde están los desaparecidos.

Que los entreguen ya

Esta investigación profunda, debe ser acompañada de una autocrítica real y pública de las tres fuerzas sobre su participación en el golpe de Estado y en los delitos cometidos en ese marco.

Sin esa autocrítica, será imposible su transformación, y el necesario cambio radical en la educación de las nuevas generaciones de militares. Estas deben formarse sabiendo que la actuación del pasado fue criminal, que se debe trabajar para esclarecerlo, que se debe asumir las responsabilidades y comenzar a reparar a la sociedad y por sobre todas las cosas que deben comprometerse con el “Nunca Más”.

Por ello, convocamos a la ciudadanía a acompañarnos mientras sostenemos las fotos de nuestros/as Detenidos/as Desaparecidos/as en la Plaza Libertad el viernes 4 de setiembre de 18 a 20 hs.

En este contexto de emergencia sanitaria, cuidarnos es responsabilidad de todos.
Pedimos cumplir con las recomendaciones sanitarias.

¿Dónde están nuestros desaparecidos?
Por Verdad, Justicia y Memoria.
¡Presente!

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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1) ENERGÚMENOS

Por Jorge Zabalza /Semanario Voces /03.09.2020

Al declarar ante sus cómplices, Gilberto Vázquez aprovechó la oportunidad y les recordó que estaba encarcelado por crímenes cometidos por todos. Mientras los generales disfrutaban su buen pasar, el asesino la pasaba mal en Domingo Arena: “deben protegerme o los mando en cana”. Quisieron que se callara la boca, pero el muy energúmeno continuó con la lista de las aberraciones, recordándoles a los del tribunal de honor que la política de exterminio y el plan cóndor no eran inspiración de unos pocos. “Todos somos asesinos”, parecía sentenciar, parafraseando el título de la inolvidable película de André Cayatte.

No le busquen más vueltas, a Gilberto no le interesaba que se supiera la Verdad, lanzaba sus dardos contra los mandos porque los quería chantajear. Alguna tajada habrá sacado, pero, para saber su monto, habrá que esperar que se descubran nuevas verdades ocultas. Parece mentira, pero la Verdad quedó comprobada gracias a una vulgar rencilla carcelaria entre delincuentes.

Escribir sobre este escándalo no es nada fácil. Revuelve las entrañas, pero, no de horror, sino de bronca e impotencia. El acta con las declaraciones del energúmeno reconfirma que los crímenes aberrantes obedecieron a una política sistemática de las fuerzas armadas, cuyos mandos ocultaron y ocultan toda la información al respecto. ¿Cómo hacer para que revelen la Verdad y se haga Justicia?

Nadie ignora la responsabilidad de la institución armada, pero, hay genios de las maniobras “políticamente correctas” que apostaron a que el pasaje del tiempo trajera el olvido de unos y el perdón de los otros. Querían convencer a sus fieles de que la cuestión se resolvería por sí sola al morir los verdugos y las víctimas. Sin embargo, aunque de coronel para arriba ya murieron casi todos los culpables, estas actas confirman que la paz solamente llegará cuando se sepa toda la Verdad. El asunto no se resuelve sólo entre verdugos y verdugueados, porque la barbarie intentó esclavizar el pueblo entero. Los efectos del terrorismo no están solo en los costurones que uno lleva en la piel y en el corazón.

Asumir el ministerio de defensa el 1° de marzo de 2005 no era sencillo, más aun, siendo civiles, frenteamplistas y comprometidos con la Verdad y la Justicia. Cayeron, como peludo de regalo, a una institución en manos del terrorismo de Estado, donde predominaba su modo de interpretar la realidad y la historia reciente. El universo dividido en amigos y enemigos, los militares eran más leales a la doctrina de seguridad nacional que a las autoridades civiles. Fue el legado que dejó el general Medina, desacatos y amenazas al por mayor.

Un imperativo ético obligaba a los intrusos civiles, debían horadar muralla de impunidad que protegía a los criminales. Afectase a quien afectare. Provocase la reacción que fuera. Con ese impulso moral, la compañera Azucena logró descubrir, en el año 2007 los más de 14.000 documentos del titulado “archivo Berruti”, que estaban escondidos en el ex CGIOR, ex Escuela de Inteligencia del Ejército.

Abrirlos al conocimiento público era el modo más directo de quebrar la cultura de la impunidad dentro y fuera del ministerio, de demostrar que la Verdad no era un mito sino realidad oculta. Sin embargo, después que Azucena renunció al ministerio debieron pasar más de 10 años para que el contenido de los archivos quedara librado al conocimiento del público. ¿Fue una especie de frenazo, un anticipo de la voltereta que dio Fernández Huidobro como ministro? Es inexplicable que un gobierno progresista haya mantenido en carácter de reservados documentos tan esclarecedores de la Verdad. Los periodistas debieron reemplazar a los gobernantes omisos en el deber de informar a la población.

Tampoco convencen esas explicaciones de “no tengo conocimiento, porque los militares debían informarme y no lo hicieron”. Denota mucha pasividad. El hecho evidente es que los militares, hipotéticamente subordinados del poder civil, les pasaron por el moño las actas con las confesiones de Gilberto. ¿Dónde está la responsabilidad individual del militante? ¿No se debería haber estado mucho más alerta cuando se trataba de tamaño energúmeno? ¿No debían haber leído y releído hasta descifrar el significado de cada punto y coma? ¿O, simplemente, se conformaron con homologar los expedientes que los coroneles pusieron para la firma?

En el segundo gobierno del Frente, Luis Rosadilla y Eleuterio Fernández rindieron sin condiciones el imperativo ético. Culminación bizarra de la derrota de la Verdad, se convirtieron en un engranaje más de la maquinaria burocrática de impunidad, abogados honorarios y voceros de los criminales con los que bebían whisky. Se pasaron los principios por allá abajo. Para que esta historia Nunca Más se repita debe ser la madre de todas autocríticas: ¿qué apoyos fueron necesarios para defraudar la confianza de los que marchan cada 20 de mayo?

Por cierto, si se elude la reflexión sobre las condiciones en que la impunidad se va imponiendo, se seguirán alimentando aves de rapiña y, el día menos pensado, los cuervos nos comerán los ojos. Las cosas deben quedar en blanco y negro, como la tropilla de la muerte.

Jorge Zabalza /Semanario Voces
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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2) COVID 19, ENCRUCIJADA HISTÓRICA

Luis E. Sabini Fernández
revistafuturos.noblogs.org

2020 se presenta como año bisagra, un mojón inolvidable, indeleble, en la sociedad humana, o en lo que quede de ella.

Hagamos un sencillo recorrido: un acontecimiento de escala planetaria, bautizado como pandemia covid 19, que desde fines de 2019 se estaba adueñando de cuerpos y almas, que en marzo definitivamente toma “carta de ciudadanía” con diagnósticos de la OMS y varias otras autoridades y referentes políticos y sanitarios.

Que a su vez ha provocado nuevos alineamientos de fuerzas políticas, mediáticas.

Como para insuflar tendencias conspiranoicas, la declarada pandemia estuvo precedida apenas unas semanas antes por un operativo de simulacro sobre qué hacer en caso de pandemia. El intervalo histórico ha resultado menos de un mes, con lo cual lo menos que se puede decir es que si hubiese sido programado habría sido torpemente diseñado, sin ningún esmero para “borrar huellas”. Por eso, me inclino a pensar que se trató de dos momentos distintos.

Pero la oficializada pandemia ha generado varias otras huellas, que hacen tristemente memorable al 2020.

LA OFENSIVA MEDIÁTICA PARA CONVENCERNOS QUE ESTÁBAMOS EN PELIGRO

Se valió de una simplificación característica de toda guerra, donde como sabemos, su primera víctima es la verdad: la OMS, otrora organismo público internacional, hoy una ONG financiada por caudalosos multimillonarios, ha dispuesto que se nos informe diariamente de los contagios y muertes de modo tal que toda otra muerte, incluso todo otro contagio han entrado en zona gris o sencillamente han sido borrados de la red informacional; con lo cual la impresión resultante es como si todos los muertos que tenemos en 2020 (sobre todo desde el entronizamiento del modo pandemia; en marzo) fueran a causa del covid 19.

Para reforzar esta impresión, la OMS ha dispuesto unas definiciones de enfermedad, covid 19 y muerte acordes. Muchos gobiernos han reforzado el sesgo informacional otorgando subsidios a los enfermos del covid 19 (algo que abultará inevitablemente tales registros).

Por otra parte, con la pandemia decretada, hemos entrado en una aplicación cuasiuniversal del tipo del experimento como el llevado a cabo por Stanley Milgram en los ’60, en el cual se invitaba a gente muestreada (a quienes se les aseguraba la paga del día aplicado a la convocatoria) para participar de un experimento de resistencia al dolor, donde el operador del generador era el invitado y quien iba a sufrir el dolor era un supuesto cobayo humano (sólo que era un actor a quien el operador no podía ver; solo oír).
El asunto era, entonces, provocar dolor. Cuando el operario sentía rechazo o repugnancia por provocar dolor, puesto que el «dolorígrafo” iba aumentando su intensidad y los gritos de dolor concomitantes también, el coordinador se limitaba a sonreír comprensivamente y recordarle al operario que lo que hacía era “por la ciencia”. Y la mayor parte de los invitados a manejar el dolorígrafo seguían provocando dolor”amparados” en ese fin, al parecer inobjetable. Solo una minoría se resistió a ejercer dolor (y otra minoría llevó el presunto experimento hasta la muerte del “cobayo humano”). (1)

Ante la presunta pandemia se nos ha dicho: no pueden trabajar, no pueden acercarse entre sí, no pueden salir ni siquiera a caminar, no pueden ir al sanatorio, no pueden ir al restaurante, no pueden siquiera despedir a seres queridos que estén cerca de morir… “por la ciencia”.

Y una enorme mayoría de la humanidad, no ya el puñado de habitantes de la ciudad donde Milgram hiciera su “experimento”, ha acatado las medidas sanitarias. Por la ciencia o por el miedo. Dos grandes razones, razonables o no.

Así que, sin entrar a considerar lo del carácter médico de la cuestión, ya sabemos que mediáticamente hemos estado sometidos a un plan de guerra (la verdad es la primera caída en combate…). A propósito: una de las fuentes principales de información sobre cantidad de muertos y contagiados en el mundo entero sin mayores especificaciones ha sido procesada por la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, EE.UU. La institución, precisamente, también participante del simulacro de pandemia de octubre 2019.
También sabemos algo más: no han sido instancias públicas las que han encarado la situación: han sido instancias privadas o privatizadas, como la OMS −ya explicamos, oenegizada−, y grandes laboratorios, transnacionales a cargo de las investigaciones. Los gobiernos han acompañado haciendo imperativas (o no) las medidas (plegamiento voluntario, mediante multas, encarcelamientos y en los casos más extremos incluso con asesinatos de las fuerzas de seguridad, con el “ejemplo” del presidente filipino llevando él mismo a cabo asesinatos de incumplidores de cuarentena…)

Y como broche de oro de esta acción privatizadora, tendríamos el Foro de Davos de enero 2021, programado para actuar sobre “la pandemia” ya oficializada; acaba de postergarse unos seis meses. Por la “situación de público conocimiento”.

PRIVADO vs. PÚBLICO

Los protagonistas de estos discurrires privados destacan permanentemente el carácter pesado, problemático, lento, de las instancias públicas y que lo privado, se caracteriza precisamente por su elasticidad, rapidez, prontitud.

Claro que hay un rasgo que desaparece con lo privado: la democraticidad. Los que deciden no son precisamente los que acatan; más bien una minoría, exigua, decide para que acatemos el 99,9999% de los seres humanos…

Situación compleja

Si habláramos de plandemia seríamos tachados de inmediato de conspiranoicos, pero sobre todo entraríamos en la búsqueda de móviles ocultos. Lo cual suele ser un camino que sustituye la ciencia por la creencia; la deducción por la hipotesis, y en cambio, considero que lo más habitual en las grandes dificultades de la humanidad no proviene de planes deliberados sino de ignorancias y torpezas. A lo sumo, dejaríamos el término plandemia no para el núcleo médico sino para el uso político de esta situación.

Tampoco nos sirve un premio consuelo que se invoca: conformarnos o consolarnos basándonos en que nuestra civilización (¿cuál?; ¿la supremacista, la democratista, la bíblica, la científica, la humanista, la transhumanista?) no se va a dañar por una cuantas semanas de cuarentena, uso cuasiobligatorio de barbijos y medidas similares; baste recordarnos que luego de aquel espectáculo que vimos durante todo el día de 11 de setiembre de 2001, con aviones chocando e incendiándose contra dos torres neoyorquinas con el resultado de que se vinieran abajo tres edificios (el tercero, al parecer, sin colisión aérea), todas las medidas “de seguridad” que se implementaron en aeropuertos, aviones, viajes, etcétera, no se han abandonado jamás; el peligro es un viaje de ida…

Así que la manipulación de nuestras conciencias no es tema nuevo ni menor.

VUELTA DE TUERCA INFORMACIONAL: LA CENSURA COMO HONGOS DESPUÉS DE LA LLUVIA

La pandemia tiene algunos significativos puntos de inflexión, que no son originarios en ella, pero que han recrudecido con ella. Desde hace unos años han brotado, como hongos, instancias mediáticas que invocan la de comprobación de la veracidad comunicacional; chequeado.com, verificado.uy y toda una ristra de redes dedicadas a desautorizar escritos a los que se les descubren fallos. Fallos que pueden ser informacionales, pero también ideológicos y por lo tanto de más difícil elucidación.

De hecho, estas redes de “control de calidad” mediática funcionan como una vía de encauce de la corrección política.

Que podrá hacer mucho más daño desautorizando o inhibiendo rasgos o verdades incómodas que el beneficio que otorgue desautorizando textos falsos o maliciosos, aunque éstos han proliferado a través de internet y gracias a los desarrollos tecnológicos, como probablemente nunca antes.

Tenemos entonces, con estas instancias de control de calidad informacional, la vía expedita para alcanzar la corrección política; una forma mucho más matizada, elástica, plástica, de la policía del pensamiento que la de las “verdades objetivas” del dogmatismo soviético o la de la orden medieval inquisitorial; ambos ejemplos de la defensa y búsqueda de la verdad, y los monstruos engendrados como sus frutos.

LO MÉDICO

Pero hay otro aspecto que puede ser el principal, puesto que está en el núcleo de esta situación: las diferencias de diagnóstico y evaluación dentro del orden médico. Lo institucional, sí, parece estar todo de un solo lado: cuarentena, cuanto más obligatoria mejor, cierta indefensión ante el embate del covid 19 y la espera de una (o varias) vacunas como solución final a la pandemia declarada.

No es un cuadro uniforme en el mundo entero; hay una considerable variedad de situaciones propias de nuestras sociedades humanas; algunos países, pocos, han encarado un abordaje sin cuarentena (Bielorrusia, Nueva Zelandia, Uruguay, Suecia, entre los que conocemos); la inmensa mayoría ha establecido cuarentenas aunque en grados muy diferentes.

Pero, al margen de las diversas tonalidades e intensidades de la cuarentena, el diálogo público parece únicamente establecido entre los gobernantes y aquellas instancias privadas o privatizadas que ya señalamos; la OMS y los grandes laboratorios.

Pero en el mundo entero hay voces, muchas voces diferentes, discrepantes con las verdades oficiales. Entre los médicos en primer lugar. Epidemiólogos, infectólogos, médicos especializados en medicina y genética… han presentado enormes cargos contra el tratamiento instaurado con el covid 19.

Pienso en Michael Levitt, premio Nobel de Química en el 2013, Pablo Goldschmidt, Francis Boyle, Roxana Bruno, Andreas Kalcker, Medardo Ávila Vázquez, Mario Borini, Klaus Puschel, Alexander Kekulé, Luis Marcelo Martínez.

Este último, médico genetista, argentino, nos advierte sobre los graves trastornos sobrevenidos con la agroindustria y su cohorte de biocidas y fertilizantes químicos con los cuales hemos ido alterando nuestros alimentos y dando lugar a la creciente y abrumadora cantidad de enfermedades autoinmunes, cánceres y alergias. Verdades ajenas a la medicina oficial. Y descarta las tres actuales vías de conformación de vacunas, sin pertenecer al bando “antivacunas”; apenas porque los plazos necesarios para un margen de seguridad, sin ser absoluto, debe resultar al menos aceptable. Es decir, que una vacuna que demanda por lo menos 8 años, no se puede “poner a punto” en 8 meses. Y eso lo pone en guardia contra la calidad científica de los proyectos.

Están los médicos alemanes “Por la verdad”, por ejemplo. Y su equivalente uruguayo, recientemente constituido.

Todos ellos cuestionan el trámite dado a la pandemia, cuestionan incluso el concepto de pandemia (recientemente modificado por la OMS, para incluir, precisamente, este cuadro de situación de nuestro presente). Se cuestiona, por ejemplo, el uso del barbijo, por lo poco que sirve y lo mucho que daña. (2)

Pero no solo entre médicos e investigadores sanitarios se cuentan quienes tienen pesados reparos y están muy en guardia ante este aluvión de miedo y vacuna en que los medios de incomunicación de masas nos han introducido con tamaño sesgo informativo.

También hay otros, innumerables, que han pensado y observado críticamente toda la instauración del régimen pandémico: como el analista canadiense Michel Chossudovsky, Anthonry Mueller, Gilad Atzmon, Tomás Ibañez, Hoenir Sarthou, Giorgio Agamben, Andrei Skolnikov y muchísimos más.

Somos muchos los que estamos aguardando superar este diálogo de sordos. Porque consideramos que la sociedad apaña una actividad deletérea en el cuidado del ambiente, del planeta: y que lo que pasa con la pandemia, con el covid 19, no es algo ajeno a esa problemática. La producción, por ejemplo, de alimentos basada en venenos.

LA ESTRATEGIA DESCALIFICADORA

Habiendo tantos investigadores escépticos, renuentes, críticos, alarmados, por el diagnóstico y procedimientos asumidos tras la instauración oficial de la pandemia, llama la atención la estrategia del establishment médico y político.

Los medios de incomunicación de masas, que se consideran “la prensa seria”, han “descubierto” a la extrema derecha atrás de los ataques a la cuarentena. No hay médicos genetistas preocupados por el uso de criterios epistemológicos inaceptables sino el bando antivacuna; no hay epidemiólogos que advierten la inversión de la carga con el virus con el cual se sospecha de todo el mundo y no de los contagiados o contagiables (con el margen de incerteza inevitable); no hay investigadores y estadísticos que desconfían de las cifras oficiales sino terraplanistas… y hay nazis y antisemitas cuando se dice que Soros es un financista y lobbysta temible o que Gates ha convertido a la OMS en una oenegé a su servicio. Porque como son judíos… entonces toda crítica a su actuación debería… La lógica más elemental al tacho.

La extrema derecha le viene de perlas al establishment. Porque efectivamente existe, y llevados de su enfrentamiento con las instituciones de la globalización puramente técnica y objetiva, apolítica, que postulan las autoridades vigentes, están considerados como el origen de los cuestionamientos y en todo caso, en la noche de la pandemia, todos los gatos son fabricadamente pardos…

Llama la atención que las autoridades nacionales de diversos países se hayan negado sistemáticamente a dialogar con aquellos investigadores que, por ejemplo, en sus propios países, han objetado el curso y el discurso oficial.

Nos preguntamos por qué, por ejemplo, un hombre de diálogo como el presidente argentino Alberto Fernández, a quien sus sostenedores no ubicarían en el rincón de los fundamentalistas del orden establecido (lo cual es psicológicamente comprensible sucediendo a Mauricio Macri), no ha tenido siquiera una consulta con especialistas reconocidos en sus áreas, como los mencionados Mario Borini, Pablo Goldschmidt o Luis Marcelo Martínez.

En tanto, la “pandemia” goza de buena salud institucional; los que estamos en peligro somos nosotros, los humanos cualquiera. Y la sociedad que conocemos, o conocimos.
Porque todo indica que hay quienes nos están construyendo otra.

Notas:
1) El mismo Milgram escribió “Los peligros de la obediencia” en 1974, evaluando su experimento.
2) Leyendo tales apreciaciones sobre el barbijo, la “noticia” de que el uso del barbijo sirve incluso para atenuar la afección de covid 19 de un usuario… resulta increíblemente sesgada, porque el virus perdería potencia, alojado allí en los pliegues del barbijo… Créase o no, esta info proviene de la BBC, confundiendo la existencia de contagios asintomáticos con maravillas de barbijo: www.bbc.com/mundo/noticias-53784067.

Luis E. Sabini Fernández
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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3) NI LA PANDEMIA LE DA RESPIRO A AMÉRICA LATINA

– Presión de inversores extranjeros
– La voracidad transnacional

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza

Latinoamérica, epicentro actual de la crisis sanitaria mundial, sigue siendo una presa deseada para los inversores extranjeros. En los últimos meses, en plena época de estragos pandémicos, cinco países del continente sufrieron severas amenazas de las multinacionales. Estas se apoyan en el régimen mundial vigente que protege las inversiones extranjeras por sobre los intereses nacionales. Otras naciones arriesgan futuras presiones y demandas en tribunales de arbitraje.

El blanco: Perú, México, Argentina, Bolivia y Guatemala. Las armas: amenazas o demandas ante tribunales internacionales de arbitraje ante medidas tomadas durante la pandemia. O bien, simplemente, oídos sordos ante la solicitud de los Estados de posponer arbitrajes en curso. El objetivo: evitar a las transnacionales cualquier posible pérdida de ganancias a causa de la crisis actual. Síntesis del Estudio de 20 páginas “Haciendo malabares. América Latina entre la crisis de la pandemia y el arbitraje de inversiones” ( longreads.tni.org/es/isds-covid19-alc ) que acaba de publicar el TNI (Transnational Institute), centro de investigación e incidencia política con sede en Ámsterdam, Holanda.

América Latina y el Caribe pagan el precio de haber firmado, en las últimas décadas, 470 tratados de comercio y protección de inversiones. De los cuales se han originado 282 demandas -en todo caso conocidas públicamente- de inversores extranjeros contra Estados, resueltas en tribunales de arbitraje internacional. La gran mayoría de las sentencias favorecieron a las empresas trasnacionales con un costo de 31.000 millones de dólares estadounidenses, cifra astronómica que los Estados debieron desembolsar. Más inabordable aún, el monto que reclaman los inversores en las demandas pendientes cuyas cifras se conocen y que ascienden a 40.000 millones de dólares.

“Los tratados de protección de inversiones ya no se consideran remedios de último recurso, sino herramientas importantes en el arsenal de los inversores”, señala un documento de la Oficina inglesa de Abogados Simmons and Simmons citado por las investigadoras Cecilia Olivet y Bettina Müller, autoras del estudio del TNI.

La guerra de los peajes

Perú fue la primera nación en el mundo en recibir amenazas por medidas tomadas durante la pandemia. En abril del 2020, el Congreso aprobó una Ley que suspendía el cobro de peajes durante la emergencia para facilitar la circulación de personas y mercancías. Varias concesionarias que administran el pago del uso de rutas anticiparon la intención de llevar la medida a un arbitraje internacional. La presión surtió efecto. El ejecutivo trasandino abrió en junio un proceso de inconstitucionalidad de dicha ley ante el temor certero frente a las sanciones que podrían producir las denuncias si se presentaran ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), organismo del Banco Mundial.

Debilitar el control soberano de la energía

Las amenazas contra México se dieron a partir de decisiones que su gobierno tomó en el terreno energético como consecuencia de la pandemia. Suspendió, para asegurar ahorros y controlar el mercado energético nacional, la entrada en operación de plantas de energía renovables, ligadas a multinacionales energéticas europeas que cuentan contratos leoninos. Entre estas empresas, las españolas Iberdrola, Naturgy o Acciona, la italiana Enel y la francesa Engie.

Tal como lo confirma el Estudio del Transnational Institute, algunas de las empresas españolas *afectadas* ya comenzaron a preparar demandas de arbitraje contra México. Así mismo, empresas canadienses, insinuaron que las medidas del gobierno azteca podrían violar el TLCAN 2.0. Bufetes de abogados especializados -como DLA Piper o Crowell & Moring- ofrecieron sus servicios a las empresas “perjudicadas”.

La deuda eterna

A Argentina las últimas amenazas le cayeron por su deuda externa. El Centro de investigación holandés recuerda que el 22 de mayo, en medio de la pandemia, el país sudamericano no pudo pagar parte de su deuda pública con un grupo de bonistas internacionales, entre ellos BlackRock -la empresa estadounidense de gestión de inversiones más grande del mundo. Esto se produjo en medio de la negociación de toda su deuda externa heredada del Gobierno anterior y que asciende, según cifras del TNI, a 66 mil millones de dólares.

El Transnational Institute lanza la hipótesis que las presiones de diferente tipo, entre ellas de parte del Bufete de Abogados White & Case – que asesora a los tenedores de bonos argentinos liderados por BlackRock- pudo haber tenido un impacto en el precio final de negociación. El 17 de junio dicho Bufete había publicado un comunicado donde expresaba que “nuestro Grupo está considerando todos los derechos y recursos legales disponibles”. Entre las posibilidades de recursos legales está la de iniciar una demanda de arbitraje de inversiones.

Como recuerda el TNI, “White & Case no es un estudio jurídico más”. Forma parte de la élite de grupos especializados en arbitraje de inversiones, habiendo participado en por lo menos 73 casos inversor-Estado llevados adelante en el CIADI.

Pero aún más relevante, enfatiza el centro de estudios, es el hecho que White & Case fue el bufete que representó a 60.000 tenedores de bonos italianos que demandaron a la Argentina (el caso Abaclat) en 2007 al no aceptar la reestructuración de la deuda después de la crisis del 2001. Esta oficina legal aseguró en 2016 un pago de 1.350 millones de dólares para esos 60.000 bonistas.

Ninguna tregua

A pesar del pedido expreso de Bolivia para que se suspendan, dadas las consecuencias de la pandemia en su debilitada economía, las demandas de empresas privadas en tribunales arbitrales, la negativa fue la única respuesta.

Según José María Cabrera, actual Procurador General del país andino, los cuatro juicios de arbitraje internacional representan más de 3 mil millones de dólares. Se solicitó una suspensión en dos de ellos en el sector minero. Uno, con la multinacional suiza Glencore y el otro con el inversor estadounidense Julio Miguel Orlandini Agreda. Las dos solicitudes fueron denegadas por el ente arbitral.

Guatemala, que argumentó el estado de calamidad nacional producto del COVID-19, solicitó la suspensión de un laudo arbitral favorable a la empresa estadounidense TECO, representada por los abogados White & Case, de un valor de 21 millones de dólares. Integrando los intereses, la suma que debe pagar el país centroamericano es del orden de 36,5 millones de dólares. Para Guatemala, entre los países más empobrecidos del continente y con un sistema hospitalario ya colapsado, ese monto le representaría la posibilidad de instalar 108.000 camas extras para pacientes afectados por el coronavirus. O aumentar en un cuarto el presupuesto especial destinado para hacer frente a la pandemia. Un juez del Distrito de Columbia, Estados Unidos, rechazó tal solicitud.

Futuro aún más preocupante

Los cinco países mencionados en la investigación del TNI no son más que ejemplos. La tendencia se perfila más peligrosa y global. Muchos grupos de abogados al servicio de las transnacionales vienen especulando desde el inicio mismo de la pandemia, con nuevas demandas.

El bufete Ropes & Gray, por ejemplo, opina que «para las empresas con inversiones extranjeras, los acuerdos de inversión podrían ser un instrumento poderoso para recuperar o prevenir las pérdidas resultantes de las medidas gubernamentales relacionadas con el COVID-19».

En decenas de comunicaciones a sus clientes corporativos, los abogados de las empresas identifican medidas tomadas por los gobiernos que podrían originar demandas invocando las amplias protecciones que establecen los acuerdos de inversiones vigentes.

Por ejemplo, Colombia, Honduras, Paraguay y Argentina han tomado medidas durante la crisis que proveen apoyo directo a los usuarios de agua, tales como suspender la desconexión del servicio por falta de pago. El grupo notarial Hogan Lovells advirtió que esas medidas “podrían alentar a los inversores extranjeros a recurrir a las protecciones que figuran en los tratados de inversión”.

Por su parte, Chile y Ecuador han facilitado la emisión de licencias obligatorias que buscan evitar que las patentes sobre medicamentos y equipos puedan ser monopolizados por una empresa. Sin embargo, los abogados de arbitraje en materia de inversiones consideran que las medidas de los “gobiernos (…) de obligar a los fabricantes a que vendan medicamentos a precios muy reducidos o de quedarse con la propiedad intelectual o difundirla a terceros sin permiso” constituyen una expropiación y podrían dar lugar a demandas en virtud de tratados de inversión, explica el Informe del Transnational Institute.

El futuro está abierto y el punto de ruptura no lejos. Muchas empresas jurídicas ven en la situación de pandemia -como contraofensiva contra medidas sociales tomadas por los gobiernos- la posibilidad de salvar los platos rotos y recuperar inversiones para sus defendidos y ganancias para ellos mismos con el mecanismo de las demandas arbitrales.

También es cierto, que la “voracidad” de las transnacionales y sus asesores jurídicos en época de crisis sanitaria está llegando a un extremo tal que podría poner en cuestión, de cara al futuro, la aceptación de los Estados de esos mecanismos perversos en los acuerdos internacionales. Si gobiernos-Estados confrontaran esas presiones estarían escuchando a importantes actores de la sociedad civil internacional que impulsan el desconocimiento del arbitraje y la anulación de estos mecanismos coercitivos en el futuro.

Nota final:
“Para cambiar se necesita voluntad política”

Sergio Ferrari

La politicóloga alemana Bettina Müller que reside en Berlín desde 2019 -luego de trabajar cuatro años en Argentina-, es investigadora de comercio e inversiones en el Transnational Institute y co-autora del estudio de referencia. Entrevista.

P: ¿Podría ponderar el impacto negativo de los cinco casos presentados en el Estudio, en cuanto a consecuencias más graves para una mayor cantidad de personas, especialmente de bajos recursos?

Bettina Müller: Si juzgamos los efectos directos, el caso de Guatemala, que fue obligada a desembolsar más de 36 millones de USD en medio de la pandemia, es muy grave, porque es una suma concreta y muy alta de dinero que luego le falta al país para invertir, por ejemplo, en salud pública. De las amenazas de demanda, la de Perú, probablemente, es la más grave, porque de hecho surgió efecto. El gobierno tuvo que retroceder con la medida y algunas empresas ya están cobrando de nuevo, los peajes. Aquí la amenaza tuvo un efecto directo. En cuanto a Bolivia, el hecho que los árbitros no hayan aceptado postponer el caso, quizás no tenga efectos inmediatos. Pero, a mediano y largo plazo puede costarle millones al país.

P: Según vuestro Estudio parecería que los bufetes de abogados al servicio de las transnacionales tienen un ensañamiento particular contra América Latina y el Caribe…

BM: No es específicamente con un continente. Los inversores no quieren perder nunca, en ninguna parte del mundo. Otras regiones del sur global sufren demandas, en especial África que se confronta a un boom de demandas en los últimos años. Con respecto a América Latina y el Caribe, observo diversos elementos. La región ha firmado 470 tratados de protección de inversión y comercio y habilitan demandas de arbitraje. Un nivel relativamente alto de inversión extranjera directa. Una gran parte de la cual va al sector de explotación de recursos naturales, sobre todo minería e hidrocarburos. Quienes invierten en estos sectores son empresas estadunidenses, canadienses o europeas y están protegidas por tratados de inversión. Muchas de las demandas se centran en este ramo, en respuesta a la decisión de algunos países de reestructurar sus economías y retomar el control sobre sus recursos naturales. O proteger el medio ambiente cuando estos proyectos de explotación no respetan normal medioambientales.

P: ¿Ante este mecanismo casi diabólico no hay escapatoria por parte de los Estados?

BM: No. Solo en algunos pocos tratados existe una cláusula que define que el Estado tiene que dar su acuerdo a ser demandando cuando le llega la notificación, o sea ahí decide, caso por caso, si acepta la demanda o no. Pero es solo el 1% de los tratados que tiene una cláusula así y en el caso de los países latinoamericanos esa cláusula es inexistente. En la mayoría de los acuerdos, al firmarlos, el Estado acepta, sin más, la posibilidad de ser demandado.

P: Pero hay antecedentes de Estados que patearon el tablero…

BM: Efectivamente, lo que es importante es la voluntad política. Ecuador denunció la totalidad de sus acuerdos hasta 2017, luego que una Comisión para la Auditoría Integral Ciudadana de los Tratados de Protección Recíproca de Inversiones y del Sistema de Arbitraje Internacional en Materia de Inversiones (Caitisa),haya sacado a la luz los efectos negativos de esos tratados para el país. Otros ejemplos de países que han denunciado sus TBI son Bolivia, Sudáfrica, Indonesia, India, Tanzania, e incluso Italia. Recientemente todos los países de la Unión Europea decidieron denunciar de manera conjunta los Tratados de Protección intracomunitarios. Ahora bien, hay una cláusula en los tratados la denominada “sunset clause”, (o de supervivencia), que establece que, si un país decide unilateralmente terminar un acuerdo, el mismo sigue vigente entre 10 y 20 años más, dependiendo lo que definieron los países al firmar el tratado. Quiere decir, no es automático que cuando un país denuncie sus tratados, ya no hay más posibilidad de que inversores lo demanden.

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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4) MIEDO, ASCO, ODIO. LA HABITACIÓN APOROFÓBICA DE LA CIUDAD

Territorios en disputa, posiciones confrontadas, situaciones en oposición mutua, tal los signos de la ciudad por la que deambulamos mirando hacia otro lado. Ciertos preocupantes sentimientos de miedo, asco y odio al pobre están dominando nuestros modos de habitar la ciudad. La propia convivencia democrática está en juego.

Por Néstor Casanova /Vadenuevo.com.uy /02.09.2020

Miedo

Vivimos en una sociedad y en una ciudad segmentadas por agudas desigualdades sociales, económicas y culturales. Mientras que constitucionalmente todos somos presuntamente iguales ante la ley, en el día a día nos asumimos profundamente desiguales ante nuestras respectivas conciencias sociales. Hay componentes diversos y concurrentes en tales asunciones, pero se sintetizan en una oposición, necesariamente binaria, entre nosotros, los Unos, en contradicción con los Otros.

En la frontera que separa a los Unos de los Otros, tiene su lugar el miedo. El recelo recíproco es lo que une y separa a la vez los territorios respectivos. El miedo tanto desiguala como se convierte en expresión palpitante de la desigualdad. Por ello, a la especificación declarativa del Contrato Social vigente le acompaña una sombra ominosa y contradictoria. Es que, ¡vamos!, somos todos iguales, pero no.

El miedo que articula a los Unos con los Otros no es más que el resultado de una construcción social. Aprendemos a tener miedo. Nos enseñan a tener miedo. No nos dejan de recordar, en todo momento y circunstancia, que es de prudentes tener miedo. ¿Miedo a qué? Miedo a lo Otro. Y lo Otro tiene muchos apelativos circunstanciales: la “raza”, la etnia, la condición de extranjero. Pero es necesario reparar que no nos enseñan a temer a todos los sujetos extraños, sino, específicamente, a los de otra “raza”, etnia o nacionalidad, siempre que estos sean pobres. Incluso el miedo se derrama también hacia los propios connacionales, siempre que ellos estén empobrecidos. No hay peor cuña que la del propio palo.

“El problema no es entonces de raza, de etnia ni tampoco de extranjería, el problema es de pobreza. Y lo más sensible en este caso es que hay muchos racistas y xenófobos, pero aporófobos [1], casi todos. (…) Es la fobia hacia el pobre la que lleva a rechazar a las personas, a las razas y a aquellas etnias que habitualmente no tienen recursos y, por lo tanto, no pueden ofrecer nada, o parece que no pueden hacerlo”. [2]

El miedo a los pobres se manifiesta, fantasmagóricamente, en expresiones tales como el miedo a los “amigos de lo ajeno”. Porque el tópico se aplica a los que poco o nada tienen propio, y a los que algo de lo nuestro codician de un modo peligroso, amenazante y culpable. En la ciudad de los incesantes e inclementes intercambios materiales y simbólicos ¿qué tienen que ofrecer estos desposeídos a cambio? Nada bueno que intercambiar. Entonces cultivemos el miedo, la unidad monetaria de los intercambios inoportunos.

“Y en contextos de crisis como el actual esto se refleja de forma más cruda: hay más frustración y más aparato mediático dirigiendo la bronca. ¿Por qué en los peores momentos los medios hablan de la inseguridad estigmatizando al pobre como delincuente y no nos hablan de la inseguridad que es no tener para comer?”[3]

Acaso pudiera pensarse que los desposeídos resultan víctimas de un hurto previo. Pero apenas lo hacemos, la voz del sentido común nos susurra que se trata de culpables de su condición. Acaso pudiera pensarse que las personas carecen de muchas cosas, menos de su irrenunciable condición humana. Pero la voz del sentido común nos indica que, si carecen de medios materiales y simbólicos, ¿es que se puede hablar aún de personas? Acaso pudiera pensarse que la situación de un desposeído es una tacha propia de la sociedad que la hace posible. Pero la voz del sentido común nos reprende: hay quienes fracasan en la empresa esforzada de la vida y estos son los que no se esfuerzan lo suficiente.

El miedo al Otro, como pobre que es, constituye la prosecución de su desposeimiento absoluto. El miedo al pobre es la marca infligida a la res destinada al sacrificio, en el altar supremo de la desigualdad.

Asco

Si el miedo constituye una emergencia de un precaverse, de un cuidar el bolsillo, de una astucia de la sinrazón, el asco a la pobreza corresponde a una vertiente estética del rechazo. La publicidad mediática y hegemónica nos enseña en todo momento y sin desmayo las virtudes supremas de la belleza, del cuidado, del aseo y de la compostura de personas, cosas y lugares. En las casas de las personas que viven “como se debe”, todo reluce, brilla, refulge. En todo hogar “bien constituido”, sólo es seguro habitar si allí reina el bienestar, la amplitud, el orden y el decoro. La “gente digna” vive dignamente, mientras que es indigno el habitar de los Otros, los casi innombrables.

Es que los Otros no son ya personas, o gente. Son pichis. No merecen la dignidad de motejarlos de tal manera que se nos equiparen, porque son desiguales, son Otros. El asco es el juicio sentimental, sintético, que se pronuncia sobre la distinción, siempre relativa, de los actores sociales. Porque nuestra sociedad ya no reconoce, en sus sujetos, la dignidad intrínseca de constituir condición humana. Los sujetos de carne y hueso, clasificados con plena distinción por su capacidad consumidora, material y simbólica, no perciben otra cosa que diferencias, matices o estigmas en la apariencia del Otro. Y el Otro es su apariencia.

Así las cosas, a la compartimentación del miedo la complementa la aversión, con el distanciamiento afectivo concurrente. Con los pobres es preciso guardar prudente y decorosa distancia. Que la miseria no nos toque. Que no podamos olerla. Que no nos ofenda su fealdad. Simplemente, no podemos soportar su vecindad ominosa con la suciedad, con la basura urbana, con la miseria de la intemperie social. Por ello es mejor irnos a vivir a un barrio privado… de pobres. Y si no podemos permitírnoslo, entonces pongamos rejas para que no se guarezcan bajo nuestras entradas. En todo caso, abandonemos raudos los vecindarios por los que deambulan.

Hay en la distinción estética de los urbanitas [4] y en su cultivo del sentido del gusto un contundente gesto sentimental y afectivo que sella de improntas de indignidad humana a las estropeadas apariencias del pobre. Se empobrece así al sujeto carente con la mácula distintiva de la falta de decoro. Solo así se distinguen, en definitiva, las “gentes de bien”. Por oposición estética.

Odio

Mientras que el miedo y el asco parecen peldaños sucesivos de una fatídica escalera, en el remate superior encontramos el rellano del odio. Y con el odio, lo que está en disputa es, nada menos, el principio de la libertad. Porque el odio es el sentimiento capaz de confinar por completo la situación del Otro. Encerrados para siempre en su otredad, nada es posible negociar con unos sujetos a los que solo es posible sujetar del modo más firme y contundente. Con el odio se podrá, por fin, enclaustrar a estas inquietantes criaturas de dudosa catadura y peligrosidad manifiesta.

Es que, vuelve a sugerirnos el sentido común, ahora plenamente exaltado en su corriente sensatez, los pobres son, según reza el tópico, unos buenos para nada. No es que sean víctimas de un orden social injusto y excluyente, ¡no señor! Es que se trata de victimarios que aguardan, indolentes, la pena que les cabe por sus delitos de su condición y aspecto. Porque arruinan el paisaje, porque inquietan nuestros ánimos, porque no tienen nada que ofrecer.

La primera operación del odio es discreta, es una avanzadilla sobre el territorio hostil. Es buena idea arrojar alguna dádiva, lo suficientemente escasa para que resulte humillante agacharse a recibirla. Y después pontificar sobre su empleo, porque en esta ciudad de mercaderes nada es gratis: ¡quisiera ver en qué te la gastas, miserable! Porque así me arrogo, en reciprocidad, con la atribución suprema de quejarme a viva voz, entre los míos, sobre el uso suntuario que dan a mis erogaciones filantrópicas. Mediante estas, el pobre se me subordina. Come de mi mano y no se atreve a morderla.

Una segunda operación es más aleve y aspira al pleno sojuzgamiento del Otro. Se trata ahora de arrojar una culpa, esto es, ofrecerla como limosna ya no material, sino ideal. Arrojar sobre el afectado de frío el manto del fracaso, el capote de la derrota. La culpa de tu condición es toda tuya y es absoluta, terminal, definitiva. La disfuncionalidad es tuya, así como tuyo es el merecimiento. A las personas de bien, nos resultas ajeno, extraño y otro. A la ciudad y a su sociedad, tú le sobras y ya se sabe qué debe hacer la ciudad y su sociedad con sus sobras.

La coronación de la producción social del odio al pobre solo se consuma con la funcional estigmatización de su carácter de enemigo. En efecto, a la compartimentación del miedo y al distanciamiento del asco le complementa y perfecciona el odio que opone, ahora de modo radical, a los Unos frente a los Otros. Así, la ciudad cede toda ilusión de concierto comunitario en favor de un escenario de confrontación aporofóbica.

“(…) muchos individuos de los sectores más pudientes han trabajado poco o nada en su vida, amparados en el bienestar familiar, también dentro de esos sectores están quienes han vivido del Estado y lo han estafado, y también en esos sectores tenemos serias conductas delictivas, como el lavado de activos, el fraude o el tráfico de drogas. Sin embargo, el grupo social a cuestionar son los pobres, y en estas creencias distorsionadas radica el envenenamiento de la democracia; son el inicio del odio, la discriminación y la violencia que comprometen la convivencia, la identificación colectiva y la estabilidad social. Y esto es así porque estas actitudes no solamente son identificables en quienes discriminan, sino que surten efecto en aquellos a quienes está destinada, y cuando ello sucede se da el envenenamiento de la sociedad mediante la estigmatización social”. [5]

Llegados a este punto solo cabe preguntarnos si no estamos en presencia de una suerte de guerra civil de baja intensidad, en la que en cada ciudad se libran sórdidos ajustes de cuentas sociales entre los urbanitas. ¿Llegaremos entonces a plantearnos si todavía habitamos una ciudad o más bien otro tipo de entidad social y territorial, en donde el conflicto entre integrados y pobres tiene su más ominoso desarrollo?

La habitación aporofóbica de la ciudad

“Que la gente mire hacia otro lado también es aporofobia, una mezcla de miedo, desprecio y odio” [6]

Según parece, a nuestras ciudades se las puede observar como si de un teatro de operaciones se tratase. Territorios en disputa, posiciones confrontadas, situaciones en oposición mutua, tal los signos de la ciudad por la que deambulamos mirando hacia otro lado, de momento. Según lo muestran ciertos preocupantes sentimientos, algo está por desmadrarse, quizá de modo irreversible. Puede que ya esta ciudad y la sociedad que la puebla no garanticen, de modo pacífico, el pleno y universal ejercicio de los principios de libertad, igualdad y fraternidad que un día ilustraron eso que solíamos tener como convivencia democrática.

Notas:
[1] De aporofobia, término acuñado por la filósofa española Adela Cortina, que designa el rechazo al pobre.
[2] Cortina, Adela (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia. Buenos Aires: Paidós.
[3] Pueyrredón, Yesica y Santomassimo, Agustina (21.03.2019). Aporofobia: ¿de dónde viene el odio a los pobres? La Izquierda Diario.
[4] “Persona que vive acomodada a los usos y costumbres de la ciudad”. Dle RAE.
[5] Pereira, Gustavo (11.03.2020). El veneno de la democracia: discriminación, aporofobia y estigmatización social. La diaria.

Néstor Casanova /Vadenuevo
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5) URUGUAY. SUPREMA CORTE DE JUSTICIA CONFIRMA CONSTITUCIONALIDAD DE LEY DE MEDIOS: AVALA TRANSMISIÓN DE PARTIDOS DE LAS SELECCIONES DE FÚTBOL Y BÁSQUET EN TV ABIERTA

Observacom /Uruguay, 1 de septiembre de 2020

Una nueva sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) rechazó el recurso presentado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y confirmó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al avalar que se garantice la transmisión de partidos definitorios de fútbol y basquetbol de la selección nacional en la TV abierta (artículo 39).

Además avaló que Televisión Nacional de Uruguay (TNU) pueda realizar la retransmisión de dichos partidos en forma gratuita si ningún canal está interesado en adquirir los derechos (artículo 40 de la denominada Ley de Medios).

El Director Ejecutivo de Observacom, Gustavo Gómez, analizó el fallo de la Corte en Twitter y señaló que “la vigente Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual reconoce este derecho y limita el “ejercicio de derechos exclusivos” cuando se trata de eventos de interés general cuyo acceso no puede condicionarse a capacidad económica para contratar un servicio de TV paga. Este fin es legítimo, según la sentencia de la Corte, y ´admite una relevante y necesaria restricción en la modalidad de uso del derecho de televisación que justifica relegar la exclusividad en aras de robustecer la protección o tutela de otro derecho`”.

La sentencia establece que el “sacrificio particular (económico) que se atribuye al titular del derecho televisivo aparece como una medida imprescindible a efectos de que la población acceda a información sensible que sirve como aporte cultural relevante para la sociedad”.

Para la SCJ, el derecho exclusivo de televisación no “es un derecho absoluto que obligue al Estado a abstenerse por completo de regular cómo se ejerce tal derecho, si se intenta proteger y conciliar con otros valores protegidos constitucionalmente, lo que sucede en este caso”.

“La sentencia de la Suprema Corte confirma que la Ley es taxativa, proporcionada y compatible con nuestra Constitución”, explica Gómez y cita el fallo que indica que “no es cierto que se afecte la subsistencia de la entidad ni se licue en forma irrazonable el precio obtenido por la cesión de los derechos televisivos”.

El Director Ejecutivo de Observacom recuerda que el proyecto del oficialismo de una nueva Ley de Medios que actualmente se discute en el Congreso mantiene la obligación de transmisión de los partidos en TV abierta, en directo y en simultáneo. Sin embargo, aunque garantiza que la televisión pública lo retransmita si no hay televisoras comerciales que lo hagan, no establece que los titulares de esos derechos estén obligados a entregar la señal de manera gratuita.

La nueva decisión de la Corte sobre la constitucionalidad de la ley se suma a decisiones previas que avalaron las disposiciones de la normativa audiovisual sancionada en 2014 sobre la TV paga, la protección de la niñez, el derecho a la no discriminación en los contenidos de los medios audiovisuales y la exclusión de su alcance a los servicios de Internet.

Observacom
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
Como consecuencia de la emergencia sanitaria, o pandemia del Covid-19 que está recorriendo el mundo como “coronavirus”, se han suspendido gradualmente todo tipo de espectáculo artístico, deportivo y cultural, por lo que esta sección tomará un giro, para sugerir otros temas vinculados a la literatura, la historia del arte y de las y los artistas.
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I. CICLO “ALEGRÍA EN LAS OLLAS”
Sábado 05 de setiembre – 18 horas

“Salados” es una banda de la zona oeste de Montevideo, llevan la bandera del barrio, la calle, la esquina y el bar. De corte fiestero, con paisaje cotillón, con derroche de colores, energía y alegría. Con ritmos bailables, estribillos pegadizos y alma fresca. Un show intenso, interactivo e inolvidable.

Se llaman Salados, nacieron en el año 2005 como banda, sus fundadores son tres hermanos; los Cabrera. Han girado más de una vez por Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y el interior de nuestro país. Se han presentado en los escenarios y salas más representativas junto a bandas reconocidas de nuestro país. En 2015 editaron de forma independiente su primer disco: El mejor disco del año. Este disco cuenta con la participación especial de Pablo Silvera (cantante de Once Tiros) y Álvaro “Apagón” Piñeyro (cantante de Congo) entre otros. Cerraron el 2015 con 60 conciertos presentándose para 50 mil personas y compartieron escenarios entre otros con: León Gieco, Mala Tuya, Pecho E´ Fierro, Jorge Nasser y Trotsky. A fines de febrero de este año vuelven a presentarse en La Fiesta del Río compartiendo escenario con Rubén Rada, Mandrake Wolf, Riki Musso entre otros.

Durante el 2017 se presentaron en diversos festivales tales como la Fiesta del Rio por 3er año consecutivo y Polo Prado en la noche de la nostalgia entre otros. En la recta final del año los encontró siendo convocados por la UNASEV para realizar su campaña de fin de año denominada «Nos Une la Vida». Actualmente se encuentran produciendo su segundo disco con la participación de Alfredo «Chole» Giannotti (Abuela coca, Congo)

En el camino de la música hemos hecho varias bandas amigas y solidarias. Una de ellas es Walkmans Banda que juntos vamos a destapar la olla de @LiverpoolFC el próximo sábado a las 18 hs.
Corré la bola, levanten la voz.

web.facebook.com/saladosrock/photos/a.10153247544185620/10160591785175620/?type=3&theater
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II. 6ª MARCHA DE LA DIVERSIDAD EN SANTA LUCÍA
Sábado 05 de setiembre – 17 horas

Colectivo de Santa Lucía, Canelones, que busca visibilizar la diversidad sexual a través del arte con un enfoque feminista.
Este sábado 05 se realizará la 6ª Marcha de la Diversidad en Santa Lucía, Canelones. Porque lo urgente es amar.
Salimos de la plaza Tomás Berreta a las 17 horas hacia el Espacio Carlos Alfredo Rodríguez Mercader. Finaliza con espectáculo artístico y musical.
Continúa la Varieté del EMLTNbU.

web.facebook.com/events/530257091031647/
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III. BUCEO INVISIBLE EN TEATRO FLORENCIO SÁNCHEZ – CERRO
Sábado 12 de setiembre – 21 horas

Buceo Invisible es un colectivo artístico creado por Sebastián Vítola, Marcos Barcellos, Diego Presa, Álvaro Bassi y Santiago Barcellos una noche de domingo del año 1997 en el barrio Buceo (Montevideo).

Actualmente el grupo está conformado por: Diego Presa, Marcos Barcellos, Santiago Barcellos, Andrés Fernández, Jorge Rodríguez Rearden, Fabián Cota, Antonio De La Peña, Sebastián Vítola, Sebastián Santana, Jimena Romero y Guillermo Wood.

Sus espectáculos mezclan música y poesía con diversos materiales literarios, audiovisuales y sonoros. Han realizado muestras y actuaciones en diversos escenarios de su país, incluyendo la Sala Zitarrosa y el Teatro Solís, dos de las más importantes salas de Montevideo.

Eran un grupo prácticamente desconocido para la mayor parte de la gente hasta la publicación de su primer álbum Música para niños tristes en 2006, que resultó ser una gran sorpresa para el público. La banda fue nominada en los Premios Graffiti 2007 como «Revelación del año»; además la canción Domingo fue nominada a «Mejor tema del año».
El Florencio Sánchez es un centro cultural y social de la Intendencia de Montevideo, ubicado en el corazón de la histórica Villa del Cerro.
Teléfono de atención al público: 1950 8921

Consultas:
info.elflorencio@imm.gub.uy
florencio.montevideo.gub.uy
Horarios de Boletería de sala: miércoles, jueves, viernes y sábados de 17 a 21 horas. Domingos de 15 a 21 horas.
web.facebook.com/events/356438105729554/

Henry Flores – El Eternauta
VEO VEO / COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2020 – 26 años
Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Alix Arnold (Colonia), Ute Löhning, Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Silvio Amodei, Jorge Marrero, Jorge Zabalza.

Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL
José Antonio Rocca /La economía de a pie (Uruguay)
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)

COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) /
Blog: nuevo.comcosur.org/
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