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URUGUAY: ROMPER EL SILENCIO EN LAS REDES SOCIALES: UNA FORMA DE VISIBILIZAR Y DENUNCIAR LA VIOLENCIA MACHISTA – comcosur mujer 656 – 31.08.2020

COMCOSUR MUJER / AÑO 26 /No. 656 /lunes 31.08.2020 – Hoy:

1) Argentina: en 2020 ya hubo 168 femicidios, un 15% más que el año pasado
2) Chile: mujeres luchan con ollas comunes contra el hambre y la crisis económica
3) Honduras: Pobreza y violencia obligan a hondureñas a migrar
4) Uruguay: Momento positivo para desterrar prácticas de acoso y machismo
5) Uruguay: Romper el silencio en las redes sociales: una forma de visibilizar y denunciar la violencia machista
6) Uruguay: Diálogos de Frontera 2020
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COMCOSUR MUJER /Fundado por Yessie Macchi / AÑO 26 / No. 656 – Lunes 31 de agosto de 2020 / Producción: Beatriz Alonso, Belén Itza y Cecilia Duffau /Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) ARGENTINA: EN 2020 YA HUBO 168 FEMICIDIOS, UN 15% MÁS QUE EL AÑO PASADO

Un total de 168 casos de femicidios se registraron entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2020 en el país, lo que implica un 15% más de casos respecto al mismo período del año pasado, según un relevamiento realizado por el Observatorio de Femicidios de la Defensoría del Pueblo de la Nación, que atribuye el incremento a la dificultad de protección que atravesaron las víctimas durante la cuarentena por el coronavirus.

“El aislamiento social y preventivo contra el Covid-19 trajo aparejada la prohibición de la libertad o resguardo de la convivencia de la víctima con su agresor, y con ella, la dificultad de protegerse, independientemente de los diferentes dispositivos de comunicación que se implementaron”, indica el informe al que accedió Télam.

En ese sentido, el organismo remarcó que “el riesgo se mantuvo latente y se advirtió un aumento de casos de femicidios” en comparación al mismo período del 2019, cuando se relevaron 155 homicidios agravados por motivos de género.

El informe detalla que, del total de casos, 13 fueron femicidios vinculados -es decir, aquellos en los que el propósito del agresor es provocar sufrimiento a la víctima, un agravante incluido en el inciso 12 del artículo 80 del Código Penal-, en los que murieron seis mujeres y siete varones.

Además, precisa que durante la etapa estudiada fueron asesinadas dos mujeres trans y se produjeron dos “suicidios feminicidas”, categoría con la que se denominan los hechos en los que “las mujeres se quitan la vida como consecuencia de los abusos sistemáticos perpetrados por los hombres”, los cuales aún hoy “siguen impunes”.

Las estadísticas elaboradas destacan que 106 de los femicidios fueron cometidos por la pareja o la ex pareja de la víctima.

En el informe, se indica que se verificó “la existencia de una relación preexistente entre la víctima y el victimario” en la mayoría de los casos registrados, ya que 74 mujeres fueron asesinadas por su pareja, 32 por su expareja y otras 35 por conocidos o familiares, mientras que un porcentaje menor refiere a desconocidos.

Además, se establece que entre el 20 de marzo -cuando cuando entraron en vigencia las medidas de aislamiento frente a la pandemia de coronavirus- hasta el 31 de julio hubo 98 femicidios, trece más que en el mismo período del año pasado, cuando se produjeron 85.

No obstante, el mes con mayor cantidad de casos fue enero, cuando se registraron 30 femicidios; seguido por marzo y abril, con 27 cada uno; febrero, con 23; y mayo, con 22.

Del total de femicidios, 106 fueron cometidos en el domicilio de la víctima, 49 de las cuales convivían con su agresor; otros 13 en las viviendas de los femicidas y al menos 24 se produjeron en plena vía pública.

A partir de esos datos, el organismo estableció que el 73% de los casos ocurrieron en entornos familiares para las mujeres, lo que implica que “el hogar de la víctima es el lugar donde más se vulneran los derechos”, y que se trata de una tendencia que “se mantiene con respecto a períodos anteriores”.

En cuanto a los rangos etarios de las víctimas, el estudio señala que del total de casos, 17 mujeres eran menores de 18 años, de las cuales once tenían menos de 10; y que como consecuencia de los femicidios 136 niños, niñas y adolescentes perdieron a sus madres, y en sólo 35 hechos no se registraron víctimas colaterales.

El informe también informa que sólo el 17,3% de las mujeres había radicado denuncias por violencia de género de forma previa contra los agresores, una cifra que descendió en relación al mismo período del año pasado (22,6%) y del 2018 (21,6%).

El relevamiento incluye un apartado sobre los victimarios, y especifica que 23 de ellos se suicidaron tras cometer los crímenes y otros siete lo intentaron pero no lo consumaron, un indicador que se redujo al compararlo con lo registrado durante 2019, con 38 casos de suicidio, y 2018, con 35.

Por último, el trabajo de la Defensoría determina que las provincias en donde más femicidios se produjeron son Buenos Aires (67 casos), Santa Fe (22), Tucumán (11), Misiones (9) y Córdoba (8).

En los casos de Santa Fe y de Misiones, los femicidios se duplicaron respecto de igual período de 2019, mientras que en Córdoba disminuyeron un 50%, en Mendoza un 80 y en Corrientes y Entre Ríos un 35 en cada una.

Telam/ COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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2) CHILE: MUJERES LUCHAN CON OLLAS COMUNES CONTRA EL HAMBRE Y LA CRISIS ECONÓMICA

De forma autónoma un grupo de mujeres del sector Valle Nonguén en Concepción realizan una labor humanitaria hace meses en su territorio. Su accionar es un ejemplo más de resistencia ante un modelo que mantiene a amplias capas bajo condiciones de precariedad económica, condiciones que se han visto profundizadas durante la pandemia que vive el país.

«Me parece que con cada situación que va ocurriendo a nivel social somos las mujeres las que reaccionamos y sostenemos la resistencia desde los inicios. En la lucha de los territorios por la defensa de los recursos naturales, son siempre las mujeres las que sostienen los procesos desde la base alimentaria, como puede ser una olla común, la producción de alimentos, la curatoría de semillas, la reproducción de saberes o el cuidado de la vida, no solamente aplicado a nivel de lo doméstico sino que en todos los ámbitos», explica Paula Fuentealba, parte del grupo de mujeres que lleva adelante la Olla común.

El Bloque de Mujeres Nonguenche realiza una olla común todas las semanas desde el 31 de mayo de 2020, el mismo día de la cuenta pública del presidente de la República, como respuesta a sus anuncios vacíos. Paula explica que«producto de la parálisis estatal de la pandemia había muchas situaciones de abandono. Ya se estaba evidenciando la crisis económica y quisimos armar como un hito, tipo acto público, acá mismo en la feria. Armando una olla común para poder denunciar que las ayudas del Estado no están muy presentes en el territorio. Y qué es necesario la organización y la solidaridad de vecinos y vecinas para poder sostenernos en situaciones de crisis»

Todos los domingos, de 12 a 14 horas se instalan en la junta de vecinos del sector Villa Valle, beneficiando principalmente a adultos mayores y mujeres jefas de hogar entregando entre 60 a 100 raciones para la comunidad.

Paula nos cuenta que con la iniciativa buscan ayudar «en especial a mujeres solas con sus hijos, adultos y adultas mayores que se encuentran a su casa confinados, le vamos entregar directamente los alimentos al domicilio, y también viene gente acá a buscar. Además de la comida preparada hemos entregado alimentos no perecibles gracias a donaciones que han hecho organizaciones y personas desde Suiza, de Alemania, también organizaciones como Panadería La Maza, la que todos los domingos nos trae también algunas donaciones de pan para poder alimentar a las personas, hemos recibido bastante apoyo para poder sostener este proceso que queremos levantar por lo menos hasta septiembre»

En cuanto al surgimiento del grupo nuestra entrevistada nos comenta que «El bloque mujeres nonguenche surge después del estallido social. Nosotras nos conocimos en la asamblea territorial nongenche, y a partir de ahí empezamos a ver afinidades y con eso después en febrero nos organizamos. Primero, como grupo separatista para empezar a realizar actividades con una proyección hacia nuestras vecinas, y de pronto nos encontró la pandemia y vimos que en la situación en la que estábamos era necesario realizar acciones de solidaridad con miras también a seguir proyectando esto de alguna otra forma a través de acciones de difusión de propaganda y visibilizar la realidad que la que nosotras mismas vinimos acá».

Las mujeres realizan su olla común a un costado de la feria popular de Nonguén, donde también se alimentan feriantes y vendedores de la zona. Explican que esta iniciativa en particular no es separatista, pero de forma natural han sido solo mujeres las que han participado activamente. Paula comenta esta realidad explicando que «somos las mujeres las que organizamos y terminamos parando este tipo de iniciativas y sosteniéndolas en el tiempo, porque es como una una vocación de memoria, para nosotras es súper importante visibilizar de que esto no era una actividad necesariamente separatista, pero finalmente somos las mujeres las que terminamos haciendo todos los procesos organizativos y es necesario visibilizarlos, porque ahí es donde nosotras no podemos quedarnos atrás en la toma de decisiones en las organizaciones, nosotras siempre podemos levantar voz y construir un mundo distinto».

Nodal / COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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3) HONDURAS: POBREZA Y VIOLENCIA OBLIGAN A HONDUREÑAS A MIGRAR

Contrario a años anteriores, cada vez hay más mujeres, principalmente hondureñas, que huyen junto con sus familias de la violencia y falta de oportunidades en su país para solicitar asilo en Estados Unidos y México; no obstante, en nuestro país encuentran barreras para acceder a la condición de refugiadas y a su derecho a la salud, la educación y el empleo.

Así se reveló en el informe “Adolescentes y jóvenes hondureñas en México: una mirada exploratoria sobre sus necesidades y acceso a derechos”, que elaboró y presentó este 5 de agosto el Instituto para las Mujeres en la Migración (Imumi), Fondo Semillas y Psicólogos Sin Fronteras.

Este informe se elaboró con base en el testimonio de 30 jóvenes de 12 a 24 años que están alojadas en albergues de Tijuana y la Ciudad de México, a través de actividades psicolúdicas y entrevistas.

El interés de hacer este estudio surgió porque desde 2014, las organizaciones han identificado un incremento del número de niñas, niños y adolescentes migrantes y solicitantes de asilo, explicó durante la presentación la directora de Imumi, Gretchen Kuhner.

Por ejemplo, en 2019, las personas provenientes de Honduras conformaron el mayor número de detenciones por parte de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos y del Instituto Nacional de Migración (INM) en México. Entre los años fiscales 2014 y 2019, la aprehensión de familias hondureñas por la Patrulla Fronteriza estadounidense aumentó 446 por ciento: de 34 mil 495 miembros de familias detenidos en 2014 a 188 mil 416 en 2019.

De acuerdo con el informe, las niñas y adolescentes hondureñas suelen viajar de manera acompañada, en mayor medida que sus pares hombres. Esta tendencia se ha acrecentado en los últimos años. Por ejemplo, mientras que 66.8 por ciento de las niñas viajó acompañada en 2014, 85.19 por ciento lo hizo en 2019.

Actualmente, la principal acompañante de viaje de las adolescentes es la madre, y de las jóvenes son sus hijas e hijos. Por ello, “a diferencia de los flujos de migración femenina centroamericana de hace una década, los movimientos de hoy no generan las cadenas de cuidado transnacionales”, señaló el informe.

A esto se suma que hay más niñas que adolescentes detenidas por el INM. Si bien las de cero a 11 años de edad constituían 59.92 por ciento en 2014, para 2019 conformaban 70.41 por ciento del total de niñas menores de 18 años de edad detenidas. Más de la mitad de las adolescentes y jóvenes fue detenida en alguna estación migratoria del país, y la duración de su detención varió de 2 a 90 días.

Además, en los últimos años también ha crecido “exponencialmente” el número de solicitantes de asilo en México, de 2 mil en 2013 a 70 mil en 2019. La primera nacionalidad de quienes solicitan asilo y son reconocidas con 32 la condición de refugiado en México es la hondureña. Más de 30 mil personas de ese país solicitaron asilo en 2019 (43 por ciento del total). Sin embargo, entre 2013 y 2019, México únicamente ha ofrecido protección internacional a 8 mil 565 personas de Honduras (6 mil 108 como refugiadas y 2 mil 457 con protección complementaria).38

¿Por qué migran?

El contexto que obliga a las mujeres hondureñas a salir de su país, señaló Imumi, es que en Honduras 7 de cada 10 personas son pobres y 47 por ciento son menores de 20 años de edad. Además, es muy fuerte la criminalización de la población joven, por parte del gobierno hondureño.

Las jóvenes viven en sus países de origen violencias legales, paralegales, estatales, del mercado, familiares y de pares que atacan la vida de las jóvenes desde los barrios sin escuelas, la precarización del trabajo en las maquiladoras, las redadas policiales que cazan jóvenes de barrios marginados en limpiezas sociales, las cárceles, las maras, las redes transnacionales de narcotráfico, hasta la impunidad y desprotección por parte del Estado.

“Esto tiene un impacto muy fuerte en el imaginario y la realidad de las personas que salen de Honduras. Más de la tercera parte de las mujeres en Honduras se casan o forman uniones tempranas cuando aún son adolescentes, para escapar de la violencia y la pobreza, aunque éstas se continúan con sus parejas, según observó Imumi con base en la literatura que han generado organismos internacionales y otras autoras y autores.

La violencia que viven las jóvenes en su país de origen las orilla a migrar, pero –de acuerdo con el informe– los procesos de migración tienen un impacto profundo en el desarrollo de adolescentes y jóvenes, ya que constituyen ritos de pasaje, donde pueden reformular sus nociones de pertenencia y ciudadanía, y adquirir una nueva identidad, ya que cruzan fronteras físicas, culturales, étnicas y de clase, pero no dejan de ser realidades complejas y violentas que, además de constreñir su movilidad y potencial, pueden dejar un impacto psicosocial agudo y duradero, alertó Imumi.

Por ejemplo, Maryori, una hondureña de 22 años y dos hijos que habita desde hace dos años en nuestro país, dijo durante la presentación que ella salió de su país porque la iban a matar a ella y su familia. “Por eso tuve que migrar de mi país, sino no hubiera migrado”, dijo la joven. La joven dijo que, si pudiera, le pediría al gobierno federal que no deporte a las personas, sino que les pregunte antes por qué vino a nuestro país” “Cuando una llega aquí llega sin nada, a formar su destino”, expresó.

Como documentó el informe, una vez que las jóvenes llegan a México experimentan obstáculos y discriminación que les impiden acceder a su derecho a la educación, la salud, el trabajo y otros. Por todo ello, las organizaciones civiles que participaron en el informe recomendaron al Estado mexicano lo siguiente:

Romper las barreras en el acceso a la educación para la población solicitante de asilo y en el reconocimiento de la condición de refugiado en México, con capacitación e información a las autoridades y al personal de las escuelas sobre la normatividad vigente que impide excluir a niñas, niños y adolescentes a causa de su condición migratoria y falta de documentación, y sensibilización sobre la situación que enfrenta la niñez y la adolescencia migrante y solicitante de asilo en México.

Promover iniciativas de acceso al empleo con perspectiva de género, que incluyen desarrollar programas de cuidados para las y los hijos de las mujeres trabajadoras, a fin de permitir conciliar el empleo y la familia. Una buena práctica que puede ser replicada es la iniciativa de inclusión laboral que lidera el ACNUR en el norte de México.
Ampliar y especializar el acceso a la salud, específicamente servicios de salud tanto mental como sexual y reproductiva para adolescentes y jóvenes en contextos de movilidad. En estos dos ámbitos de la salud, el trabajo en red con actores multinivel puede potenciar los expertises, así como el alcance de la provisión de servicios y sus resultados.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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4) URUGUAY: ANDREA TUANA: ES UN MOMENTO MUY POSITIVO PARA DESTERRAR PRÁCTICAS DE ACOSO Y MACHISMO NATURALIZADAS

Se está “abriendo una puerta muy importante” con las denuncias en redes sociales, remarcó la activista

La integrante de la ONG El Paso Andrea Tuana aseguró que es un momento muy positivo para desterrar prácticas de acoso y de machismo que están naturalizadas en Uruguay.

A través de la difusión de denuncias en redes sociales, que involucran hechos de abuso, acoso y violencia en distintos ámbitos de la sociedad, Tuana sostuvo que se está “abriendo una puerta muy importante” y, agregó, que lo que hasta hace algunos años se consideraba parte del relacionamiento habitual entre las personas, hoy son rechazadas por ser violentas.

Tuana opinó que en este tipo de prácticas funcionan gracias a una especie de “cofradía” entre los varones que fomentan estos hechos.

La activista subrayó que la sociedad “no ha construido” las herramientas adecuadas para procesar este tipo de crímenes que tiene características particulares y es por ello que se recurre a las redes sociales.

Tuana consideró que los mecanismos y las garantías por parte de la justicia no están dadas, al tiempo que afirmó que las sanciones son irrisorias en la gran mayoría de los casos.

Entrevista completa en: radiouruguay.uy/
COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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5) URUGUAY: ROMPER EL SILENCIO EN LAS REDES SOCIALES: UNA FORMA DE VISIBILIZAR Y DENUNCIAR LA VIOLENCIA MACHISTA

Especialistas analizan el alcance de iniciativas espontáneas que surgieron para exponer casos de acoso y abuso sexual en distintos ámbitos.

“Nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio”, escriben adolescentes, jóvenes y mujeres estos días en las redes sociales. Lo repiten, lo likean, lo retuitean. Algunas escriben la frase en placas que se viralizan. Otras la muestran estampada en remeras. Pero no es un simple lema que se reproduce como mantra. Es un llamado a no callar más ante la violencia que sistemáticamente vivimos las mujeres desde que somos niñas y que muchas veces no verbalizamos o denunciamos.

Hay varias explicaciones en torno a ese silencio. Dentro del amplio espectro de violencias machistas, el acoso y el abuso sexual aparecen quizás como las situaciones de las que más cuesta hablar. Por un lado, porque en esta cultura siempre es más difícil para las mujeres exponer hechos que tienen que ver con la intimidad. Por el otro, porque en algunos casos se trata de prácticas que están tan naturalizadas que muchas veces ni siquiera las reconocemos como acoso, abuso o alguna otra forma de violencia de género.

En las últimas semanas surgieron distintas iniciativas espontáneas en las redes sociales para romper el silencio y visibilizar, desnaturalizar y denunciar situaciones de acoso y abuso sexual en distintos ámbitos. La primera campaña que generó repercusión fue la impulsada el 10 de agosto por el colectivo Mujeres Medicina, que invitó a estudiantes y egresadas de la Facultad de Medicina (Fmed) de la Universidad de la República a compartir experiencias de acoso sexual, misoginia y discriminación en el ámbito de la medicina con el hashtag #MeLoDijeronEnLaFmed. La respuesta fue masiva y logró, entre otras cosas, que las comisiones de género de la Fmed y del Sindicato Médico del Uruguay se pusieran a disposición para generar protocolos de actuación frente a estos casos.

La iniciativa de Mujeres Medicina impulsó a que adolescentes y mujeres denunciaran públicamente situaciones similares que vivieron en otros ámbitos educativos. Así nació unos días después #MeLoDijeronEnLaFder, el hashtag con el que estudiantes y egresadas de la Facultad de Derecho publicaron sus experiencias de discriminación, menosprecio y humillación en ese contexto. En los últimos días, el mismo mecanismo fue promovido por el colectivo feminista Hermanas Luisi, que primero en Instagram y después en Twitter abrió la posibilidad para que mujeres compartieran situaciones de acoso o violencia que vivieron en el liceo. Surgieron así decenas de testimonios de comentarios, actitudes y prácticas machistas en ese ámbito por parte de docentes y funcionarios, publicados con el hashtag #MeLoDijeronEnElLiceo.

En todos los casos, algo que quedó en evidencia es que las mujeres están habilitando espacios colectivos para poner sobre la mesa todas aquellas prácticas, actitudes y violencias que sufrieron históricamente por ser mujeres y que ya no están dispuestas a soportar. Y encontraron en las redes sociales un mecanismo masivo para hacer las denuncias públicas, mover las estructuras y buscar una condena social que pueda generar cambios.

“Lo importante de que esto sea en las redes es que desnaturaliza las conductas y llega a más gente, lo cual por un lado impacta y por el otro hace que aquella chica a la que le pasó y no se dio cuenta de que estaba siendo acosada o abusada pueda tomar conciencia de lo que vivió; decir ‘mirá, a mí me pasó lo mismo”, explicó Josefina Melgar, integrante de la Red de Psicólogas Feministas del Uruguay, a la diaria. “Creo que la movida se dio porque las gurisas se fueron sintiendo más protegidas entre ellas y contenidas. Se fueron encontrando, acompañando”, agregó. “Eso pasa cuando las mujeres empezamos a hablar entre nosotras”.

Cuando se apagan las bombitas amarillas

La ola de denuncias en el ámbito de la educación dio pie para que mujeres que habitan otros espacios también se organizaran en las redes sociales. La creación de una página de Instagram para denunciar y visibilizar casos de violencia de género en el ámbito del Carnaval es uno de los ejemplos y el que generó mayor impacto hasta el momento. “Todas conocemos a varones violentos del mundo del Carnaval. ¿Querés compartir tu experiencia? Total anonimato y cuidado”, decía una de las primeras publicaciones de la cuenta que hasta ayer, en apenas seis días, reunía 253 testimonios y era seguida por más de 58.000 personas.

La dimensión que tomó lo que se publicó en esa cuenta tiene que ver, en parte, con que varias de las experiencias que se describen constituyen delitos graves de violencia sexual, incluidas violaciones. En muchos casos, las víctimas aseguran en los relatos que eran menores de edad cuando ocurrieron los hechos. Otra explicación de la magnitud que tomó #VaronesCarnaval tiene que ver con que muchas de las mujeres señalaron con nombre y apellido a los supuestos responsables. Muchos de ellos son figuras públicas y reconocidas en el ambiente.

El fiscal de Corte, Jorge Díaz, decidió intervenir de oficio ante la gravedad de algunas denuncias y el lunes presentó las capturas de las publicaciones de la cuenta de Instagram a la Fiscalía Penal de Montevideo de Delitos Sexuales, Violencia Doméstica y Violencia Basada en Género de 4º Turno, a cargo de la fiscal Sylvia Lovesio. A las pocas horas, la Fiscalía habilitó una línea telefónica para realizar denuncias o aportar información en el marco de esta investigación. El servicio funciona las 24 horas del día y es atendido por el equipo técnico de la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía, según comunicó Lovesio.

El número está abierto para las personas que, además de haber hecho la denuncia pública en las redes, “quieran hacer denuncias que lleguen a la Justicia con las garantías que eso requiere”, dijo la directora de la Unidad de Víctimas y Testigos, Mariela Solari, a la diaria. Confirmó, además, que ya han llegado denuncias judiciales vinculadas al Carnaval que están siendo analizadas por la fiscal Lovesio.

“Siempre pasa con los delitos de género en general, pero, sobre todo, con los delitos de violencia sexual”, que las víctimas no se animan a denunciar porque creen que no pueden aportar pruebas. Sin embargo, y si bien “cada situación es bien diferente”, la Fiscalía cuenta con distintas herramientas. Ivana Manzolido (Red de Abogadas Feministas).

Algunas de las denuncias realizadas describen delitos cometidos hace varios años. ¿Cómo saber si aún tienen viabilidad penal? “Por eso es que está el número de teléfono, para que también se puedan asesorar con todas las reservas que tiene el caso”, respondió Solari. En esos casos, dijo, las víctimas pueden pedir una entrevista con el equipo fiscal.

La abogada Ivana Manzolido, integrante de la Red de Abogadas Feministas del Uruguay, dijo a la diaria que “siempre pasa con los delitos de género en general, pero, sobre todo, con los delitos de violencia sexual”, que las víctimas no se animan a denunciar porque creen que no pueden aportar pruebas. Sin embargo, y si bien “cada situación es bien diferente”, la Fiscalía cuenta con distintas herramientas. “En algunas situaciones [denunciadas por #VaronesCarnaval] vi que hay testigos, y en otras va a haber una prueba de contexto, que es esa que se hace cuando no se puede probar fehacientemente la situación pero por el contexto, las palabras, el lugar en que se dio, las personas que estaban y lo que declararon se puede dar cuenta de que ese delito sucedió”. A esto se suman “las pericias que se hagan desde Fiscalía, y quizás muchas víctimas tienen un acompañamiento psicológico de larga data que puede dar cuenta de estas situaciones, ya sea por algún tipo de conducta o alguna consecuencia que haya tenido en la salud mental de esa mujer”.

La abogada dijo que le parece “fenomenal” que las mujeres utilicen las redes sociales para “poner en conocimiento a la opinión pública de que existen determinadas manifestaciones de violencia hacia las mujeres”, pero que en los casos en que se configuró delito lo recomendable es presentar antes la denuncia judicial, como una manera de protegerse frente a posibles amenazas o demandas por difamación e injurias. “Hay situaciones que son muy complejas y está bueno denunciar a la autoridad competente para que investigue o que de alguna manera tome medidas de protección ante posibles factores de riesgo”, aseguró Manzolido.

De hecho, el Departamento de Delitos Informáticos de la Policía había recibido hasta ayer ocho denuncias por difamación de hombres involucrados en las publicaciones de #VaronesCarnaval, según informó el abogado de la Asociación de Directores del Carnaval de las Promesas, Eduardo Outerelo, a El Observador.

¿Qué pasa cuando se presentan denuncias por difamación? Manzolido explicó que depende de cada situación, pero que, en general, la denuncia por difamación se paraliza hasta que se resuelva el caso en el otro ámbito, en este caso en la Fiscalía de Delitos Sexuales. “En este caso va a ser así porque ya hay una investigación de oficio, entonces si alguien presenta una denuncia por difamación e injurias va a estar sujeta a lo que se resuelva en la otra, porque si se demuestra que lo que vos estás diciendo que es una difamación, en realidad, es verdad, entonces no estás siendo difamado”, señaló la abogada.

Manzolido recordó que los denunciados tienen derecho “a un debido proceso, a responder, a defenderse, a contratar al abogado o la defensa que consideren”; “los mismos derechos que cualquier otra persona que habita en nuestro país”. Detalló, de todas formas, que sus derechos “no pueden sobrepasar los de las víctimas”. Por ejemplo, si la mujer pidió reserva de la identidad como medida de protección, ellos no podrían exigir que se les informe quién los denunció.

La Red de Abogadas Feministas ha estado en contacto con distintos colectivos que han denunciado acoso y abuso en redes sociales. En el caso particular de #VaronesCarnaval, Manzolido dijo que aún no se han contactado directamente con las mujeres en situación de violencia, aunque han sido consultadas por organizaciones “intermediarias” como la Intersocial Feminista o Cotidiano Mujer. De todas formas, está previsto que en los próximos días las abogadas se reúnan “con las diferentes personas que quieran tener un asesoramiento para decidir si quieren judicializar su caso”.

En ese sentido, Manzolido puntualizó que la Fiscalía investigará de oficio porque en base al nuevo Código del Proceso Penal tiene la obligación de actuar cada vez que entra en conocimiento de un hecho “con apariencia delictiva”, pero que también debe respetar a las víctimas que decidan no declarar para no exponerse. De todas formas, dijo, la Fiscalía brinda “muchas garantías” para las mujeres que denuncian violencia de género. Nombró algunas como, por ejemplo, la protección de la confidencialidad, la posibilidad de ir acompañada por una persona de confianza y la grabación de la declaración como prueba anticipada “para no revictimizar a la víctima y que no tenga que ir varias veces a declarar”. Al mismo tiempo, dependiendo de la situación, se puede solicitar a la Fiscalía “que disponga medidas de protección como prohibir el acercamiento y la comunicación con el denunciado, la reserva del domicilio y la reserva de la identidad”. “Siempre es complejo, pero hay garantías para respetar los derechos de las mujeres”, aseguró.

“Los procesos de estas mujeres que denuncian son de mucho dolor porque vuelve a pasar por el cuerpo la vivencia, que deja muchas cicatrices: baja autoestima, miedo al vínculo, depresión, ansiedad, entre otras cosas”, explicó Melgar, por su parte. “Son procesos muy difíciles de sostener si no estás acompañada”, agregó la psicóloga, y aclaró que esa compañía no refiere sólo a su entorno cercano, sino a “todo el sistema judicial”.

“Socialmente”, articular estos mecanismos en redes sociales “es lo que está funcionando, porque estamos generando redes entre las mujeres que son las que nos están sosteniendo la vida”. Josefina Melgar (Red de Psicólogas Feministas)

Acerca de la estrategia de denunciar públicamente las distintas formas de violencia machista en las redes, Melgar opinó que “es un arma muy poderosa” porque permite “deconstruir tu historia y armar los pedazos”. La psicóloga explicó en ese sentido que un mecanismo que utiliza la mente para poder sobrevivir es la represión de las vivencias dolorosas, “entonces poder hacerles frente y expresarlas en un espacio en el que estás teniendo un sostén es apropiarte de tu propia historia. Decir ‘a mí me pasó esto’ es muy doloroso, pero es verdad que muchas veces libera”. “Socialmente”, dijo Melgar, articular estos mecanismos “es lo que está funcionando, porque estamos generando redes entre las mujeres que son las que nos están sosteniendo la vida”.

Toca hacerse cargo

En los últimos días, algunos de los denunciados en la cuenta de Instagram de #VaronesCarnaval publicaron comunicados para pedir disculpas y dar su versión de los hechos. En todos los casos, los varones reconocieron haber tenido actitudes machistas a lo largo de su vida, aunque no asumieron responsabilidad explícita de los hechos denunciados.

Uno de ellos pidió disculpas “si alguna mujer se sintió ofendida o violentada” por él. “Decir ‘si te sentiste ofendida’ es como decir ‘es tema tuyo’ y es seguir poniéndole la responsabilidad a la mujer. Es distinto decir, por ejemplo, ‘si yo con mi acción te hice algo’… Ahí hay un abismo entre una cosa y la otra, porque tiene que ver con hacerse cargo”, consideró Melgar.

Pero ¿qué implica hacerse cargo? “Es dar la cara e ir hasta las últimas consecuencias. Es decir ‘sí, yo te hice esto’”, respondió la psicóloga. “Reconocer la situación es lo mejor para no dejar a la otra persona en el lugar de que está loca, de que está inventando o de que fue su culpa. Sacar a la persona de ese lugar sería muy reparador”, dijo Melgar. A su entender, ni siquiera es necesario pedir disculpas, sino poder decir: “Yo hice esto, la situación fue así y yo ejercí cierto abuso de poder sobre vos”.

“El patriarcado, el machismo y la forma de organización que tenemos nos atraviesa a todas las personas, y los varones ocupan lugares de poder de los que tienen que empezar a correrse para que podamos avanzar”, reflexionó la profesional.

“Es imposible para los varones ponerse en la situación de una mujer, porque nunca han sentido la inseguridad y la vulnerabilidad física que nosotras sentimos constantemente […] Pero nos tienen que escuchar”. Josefina Melgar (Red de Psicólogas Feministas)

Melgar dijo que hoy en día muchos varones están en un proceso de revisión e identificación de conductas machistas que tuvieron en el pasado porque las tenían naturalizadas. “Eso puede pasar y me parece que es válido poder tener ese lugar hoy. Ahora, abusar en ningún momento es válido y no se arregla con una disculpa”, insistió.

“Es imposible para los varones ponerse en la situación de una mujer, porque nunca han sentido la inseguridad y la vulnerabilidad física que nosotras sentimos constantemente. Al caminar en la calle, al estar en un boliche, al ser tenida en cuenta solamente por tu sexualidad o por la ropa que te pusiste… No es algo que ellos han vivido, entonces les es muy difícil identificarse”, dijo Melgar. “Pero nos tienen que escuchar. Gritamos muchas veces para hacernos escuchar, pero quizás no era la forma. Esta, ahora, está siendo la forma de hacernos escuchar”.

Objetivo cumplido

Las responsables de gestionar #VaronesCarnaval en Instagram anunciaron a última hora de ayer que el objetivo por el cual fue creada la cuenta había sido “ampliamente cumplido” y que, de ahora en más, “toca a las instituciones a cargo del Carnaval y a la Justicia encausar las situaciones denunciadas para que a partir de 2021 podamos disfrutar de un Carnaval libre de violencia sexista”. Por eso, invitaron “a todas las que fueron víctimas de delitos sexuales” a comunicarse directamente con la Fiscalía encabezada por Sylvia Lovesio, a través de la línea telefónica habilitada en las últimas horas (091 507 531). Las mujeres agradecieron a quienes tuvieron la confianza para compartir los testimonios y aseguraron que también entienden a quienes prefieran no optar por la vía judicial. “Que este sea un puntapié para lo que sigue. Las abrazamos a la distancia”, concluyeron.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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6) URUGUAY: DIÁLOGOS DE FRONTERA 2020

¿Qué desafíos nos plantea la pandemia a las feministas en contexto de frontera? Te invitamos a encontrarnos y dialogar en torno a esta pregunta el miércoles 9 de setiembre, de 18 a 20hs, a través de la plataforma Zoom.

El primer encuentro de este tipo se realizó en 2015 con el objetivo de instalar un diálogo sobre temas específicos de frontera que involucran principalmente a las mujeres. Se trataron aspectos relacionados al trabajo, la seguridad social, los derechos laborales, la autonomía política y territorial, los derechos de la ciudadanía, la explotación sexual, la violencia contra las mujeres, la libre circulación de frontera y la salud sexual y reproductiva. Este año, debido a la situación de emergencia sanitaria, decidimos realizar el encuentro de forma virtual.

Convocan: Articulación Feminista Marcosur (AFM); Cotidiano Mujer; Grupo de trabajo en género del Centro Universitario de Rivera, UdelaR; Unbral Fronteiras UFRGS; Casa de la Universidad de Cerro Largo (CUCEL – Udelar); Proyecto Mujeres y Ciudad, Universidad Federal de Río Grande do Sul; Proyecto de extensión ciclo de cinema mulheres em tela UFPel.

¡Te esperamos para encontrarnos virtualmente!

cotidianomujer.org.uy / COMCOSUR MUJER Nº 656 – 31/08/2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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COMCOSUR MUJER ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2020 – 26 años
Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)/
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