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VALORES DE OCCIDENTE ARMA DE DOBLE FILO

1) París: Terrorismo y Mesura –
2) Francia y Siria: la urgencia de entender la geopolítica –
3) Una mayoría del Parlamento Europeo se rebela contra el TISA –
4) Gana Monsanto: Europa renueva su visto bueno al glifosato –
5) Venezuela en la encrucijada –
6) El mito de la observación electoral: la OEA en Haití

COMCOSUR — POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 15 / Nº 745 / Lunes 16 de Noviembre de 2015 / REVISTA SEMANAL DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) París: Terrorismo y Mesura
Fernando Montiel T. (Gatopardo)

Los hechos —particularmente los violentos— nunca son aislados: tienen causas y tienen consecuencias y para comprenderlos y atenderlos de manera sensata, es importante contextualizarlos.

La violencia en Paris que mató a más de un centenar en noviembre del 2015 no es diferente a la que horrorizó a millones algunos meses antes, tras el ataque contra el semanario Charlie Hebdo. Se trata de eventos diferentes, sí, particulares, sí, pero vinculados. Por ello, vale la pena recuperar el análisis realizado en aquella ocasión para dar continuidad a la reflexión sobre el drama francés.

1. Antecedentes: Charlie Hebdo

Antoine Basbous, director del Observatorio de los Países Árabes con sede en París, calificó el atentado contra el semanario Charlie Hebdo como “una carnicería”, señaló que se trataba de “un ataque contra los valores de Occidente” y reflexionó que asistíamos a “una guerra en varios territorios, incluido el francés.” (El País, enero 8, 2015)

Como veremos a continuación, en todas y cada una de sus tres afirmaciones, estaba en lo correcto.

“Una carnicería”

La agresión contra el semanario satírico —con un saldo de al menos 12 personas que perdieron la vida y varios más heridos de gravedad— fue, efectivamente, una carnicería, una barbaridad reprobable desde cualquier ángulo ético, político y humano. En breve: sin importar los temas abordados por la publicación y sin importar sus enfoques —gráficos, analíticos y estilos críticos— nada justificaba el atentado del que fue objeto.

“Un ataque así no podía ni debía repetirse — ni en Francia ni en ningún otro lado”, decíamos en enero, y sin embargo algunos meses más tarde se repitió, en el mismo lugar, tal vez orquestado por los mismos perpetradores pero con una brutalidad mayor al cobrar la vida de más de un centenar de personas. ¿Por qué ocurrió? Tal vez porque en ésta como en aquella ocasión, tampoco se entendió el origen de la violencia.

2. Hollande en 2015 como Bush en 2001

La misma nota de El País que recogió las declaraciones de Basbous en enero, difundió también lo dicho por el presidente François Hollande en aquella ocasión:

“Sabíamos que estábamos amenazados, y lo estamos porque somos un país de libertad”, señaló Hollande, quien convocó a mediodía [a] una reunión extraordinaria de su Gobierno. “Ninguna barbarie terrorista podrá con la libertad”, señaló. Por la noche, y en un solemne mensaje al país, anunció para hoy una jornada de duelo nacional y calificó a los fallecidos de “héroes muertos por la libertad.”

De no ser porque era 2015 y no 2001 y porque estaba hablando de Francia y no de Estados Unidos, el discurso de François Hollande y su énfasis en la libertad recordaba ya en enero —como lo hace ahora en noviembre— al que pronunciara George W. Bush el 21 de septiembre de 2001, cuando, tras el ataque en Washington y Nueva York, declaró que la causa del horror era clara (“They hate our freedoms”) y la respuesta —contradictoria de suyo— también: “Either you are with us, or you are with the terrorists.”

Como Bush en 2001, catorce años más tarde el presidente francés anuncia más sangre y más horror: “Hollande promete atacar sin piedad al EI” (La Jornada. Nov. 14, 2015), como Estados Unidos ayer, hoy Francia ha decretado también —no sin justificación— el estado de emergencia. ¿Hasta cuándo? Nadie lo sabe, empezando por la Ciudad de las Luces el país de la Ilustración parece estarse dirigiendo por vía del miedo al oscurantismo que transforma a las víctimas en victimarios y que confunde —como lo hizo en su momento la unión americana— términos que en nada se parecen: venganza y justicia.

(Escribió Stefan Sweig que la época de El Terroren la revolución francesa no fue producto de hechos sangrientos sino de palabras sangrientas: tarde o temprano los salvadores de la patria tuvieron que respaldar sus retóricas inflamadas con los hechos. Estados Unidos lo hizo, y ahora todos conocemos el resultado.)

“¿Qué pasará en Francia?” nos preguntábamos en enero tras el ataque contra Charlie Hebdo, tal vez ahora tenemos la respuesta.

“Valores de Occidente” y la solidaridad racista

El futuro se anuncia sombrío: no sólo para aquellos a quienes se defina como culpables —el Estado Islámico (y con él, por culpa de la ignorancia y la xenofobia, al mundo islámico en general)— sino también para las víctimas inmediatas (Francia y los franceses) y para los muchos observadores circunstanciales (entre otros, los millones de migrantes en los diferentes países europeos que ya sufrían de por sí una alta cuota de horror, miedo y miseria. Inmediatamente después de los ataques la prensa comenzó a ofrecer información adicional que a nadie parece importar: “Incendian un campamento de refugiados en posible venganza por ataques en París” Excélsior. Nov. 13, 2015)

El ataque en París puede incitar el reflejo mecánico de empatizar con las víctimas —lo que es correcto siempre— para de ahí desarrollar maniqueísmos ignorantes pensando en blancos y negros y de forma simplista, en buenos y malos.

El mundo no es así, y es que hay que recordar que los “Valores de Occidente” a los que se refería Basbous son armas de doble filo, y que su interpretación, en Francia en el 2015 como en Estados Unidos en 2001 —y en prácticamente toda la historia y geografía occidental los últimos dos mil años— suele ser convenenciera, racista, clasista y sectaria.

Francia y Estados Unidos comparten, además de un dolor similar por eventos parecidos, también historia de más largo aliento. La revolución estadounidense de 1776 fue precursora de la de 1789; ambos países enarbolan muchos de los mismos valores (¿cuáles? sin duda la libertad —ya lo dijeron Hollande y Bush— y tal vez también la igualdad y la fraternidad) y lo hacen, frecuentemente y con pena, del mismo modo. Veamos el caso francés.

Hablemos sobre libertad. En 2004 Francia aprobó la Ley no. 2004-228 sobre laicidad que prohibía el uso “ostensible” de símbolos religiosos (cruces, velos, estrellas de David, etc.) y luego en 2011 la censura específica del velo en mujeres musulmanas (en un país con más de 6 millones de personas profesando esa religión). Desde el inicio Amnistía Internacional fue enfática por voz de su entonces Secretaria General, Irene Khan: “La ley del velo en Francia viola los derechos humanos.” (El País. Marzo 14, 2004)

Hablemos sobre igualdad. En el 200 aniversario de su declaración de independencia, Haití —país ejemplar en la región al ser el primero en liberarse del yugo de la explotación— sufrió un golpe de Estado co auspiciado, junto con Estados Unidos, por la ex potencia colonial: Francia. La “fuerza de interposición” de estos dos países —enviada sin el aval del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas— facilitó la caída del presidente democráticamente electo. Esta no es una opinión: es un hecho. Al menos así lo juzgó y acusó la Comunidad del Caribe (CARICOM) en voz de su entonces líder, el presidente de Jamaica Jacques Percival, apoyando las declaraciones que el propio mandatario denostado hiciera a la prensa internacional: “Aristide acusa a Francia: El presidente de Haití, Jean Bertrande Aristide, acusó al gobierno francés de conspirar con Estados Unidos para derrocarlo” (BBC Mundo. Marzo 5, 2004).

Pero ¿cuál es el problema? después de todo el Haití de Aristide es una pequeña isla como lo es también Jamaica, y el CARICOM en su conjunto no es mucho mayor (15 miembros, principalmente islas del Caribe). Además Haití adolece del triple estigma de ser una ex colonia, pobre y con población “de color.” ¿Igualdad? No: Doctrina Monroe, Corolario Roosevelt y missione civilisatrice.

Hablemos de fraternidad. En 2005 las tensiones sociales por racismo, discriminación, exclusión y prejuicios estallaron en los barrios marginales franceses a finales de año. La BBC reportó como causas de la protesta la segregación y la pobreza de sus habitantes —en su mayoría, inmigrantes del norte de África— en una nota de título transparente: “Ghettos schakle french muslims.” (BBC. Oct. 31, 2005). Decía la nota “Some groups do advocate cultural separation for Muslims —but they do not speak for many. Far more common is the attitude of Nour-eddine Skiker, a youth worker near Paris: “I feel completely French. I will do everything for this country, which is mine.”Tomando en consideración que un día antes (octubre 30) Nicolás Sarkozy, entonces ministro del interior, había definido a los manifestantes como Racaille —es decir, escoria— no es de extrañar que al final de los disturbios el saldo fuera de más de 8 mil automóviles quemados.

(“How am I supposed to feel French when people always describe me as a Frenchman of Algerian origin? I was born here. I am French. How many generations does it take to stop mentioning my origin?” Para el concepto francés de fraternidad, la pregunta del entrevistado por la BBC sigue sin respuesta.)

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Comentarios informales sobre la tragedia que aqueja hoy a Francia dicen en las redes sociales: “Está triste la situación mundial” y los avatares se llenan con los colores de la bandera francesa, pésames y muestras de una sensibilidad selectiva. ¿Sensibilidad selectiva? Sí: ¿dónde estaban esos indignados y solidarios cuando Israel despedazaba palestinos hace apenas unos meses durante la Operación Margen Protectorque según Amnistía Internacional—citando a Naciones Unidas— tras 50 días (jul. 8-ago 25, 2014) arrojó un saldo de “2,192 palestinos muertos,1,523 civiles y de ellos, 519 niños.”? Sencillo: no estaban.

¿Y qué tiene todo esto que ver con el atentado en Francia? Básicamente, todo. Todo cuando la libertad no está orientada por valores universales; todo cuando la igualdad no consigue trascender visiones racistas e intereses colonialistas y todo cuando la fraternidad se práctica de manera excluyente. Es decir, todo cuando estos valores —a los que habría que sumar los de la solidaridad y la indignación— se interpretan y defienden de modos torcidos por la ignorancia, el racismo, el oportunismo, la moda, la banalidad o la hipocresía.

3. Las respuestas: “Una guerra en varios territorios”

François Hollande ha dicho que el ataque contra el pueblo francés —infame y cobarde sin duda— “Es un acto de guerra cometido por un ejército terrorista” (CNN Español.Nov. 14, 2015) y tiene razón: tiene toda la razón.

Lo que olvidó decir es que es una guerra en la que él metió de lleno a su país y a su pueblo hace menos de dos meses:

“Tras veinte días de reconocimiento aéreo del terreno, el ejército francés se sumó a los bombardeos sobre posiciones del Estado Islámico (EI) en Siria, bajo el argumento de que este grupo yihadista supone una amenaza directa para su seguridad nacional” (Agencia EFE. Sept. 27, 2015)

Pareciera que se trata de una profecía auto-cumplida: bombardean Siria para conjurar lo que “suponía una amenaza directa a la seguridad nacional” francesa, y al hacerlo, se convierten a su vez en blanco militar. Y es que las guerras son así: unos atacan —por ejemplo bombardeando “posiciones del Estado Islámico”— y otros responden —por ejemplo, con atentado suicidas y homicidas en teatros, cafés y estadios—.

De eso se trata la guerra: de matar, herir y morir.

¿No lo sabían? Si Hollande no quería participar en ese juego macabro podría haberse mantenido al margen de las operaciones militares. ¿Habría eso evitado los ataques? No hay garantía, pero las probabilidades de sufrirlos habrían sido mucho menores sin duda. Después de todo ¿qué no hay antecedentes respecto de estas dinámicas? ¿qué no están relacionados el 11-S, y las guerras en Afganistán e Irak, el 11-M en Madrid y el atentado del 7 de julio de 2005 en Londres? ¿Qué no Charlie Hebdo había recibido ya amenazas por reproducir las mismas caricaturas que el Jyllands-Postendanés publicó en 2005 representando de manera ofensiva al Profeta? ¿qué no por publicar precisamente esas caricaturas se incendiaron embajadas danesas en todo el mundo? ¿qué de verdad es tan difícil de entender que la violencia produce violencia y que por ende toda acción violenta con frecuencia encuentra como respuesta otra igual pero en sentido contrario? ¿qué no hay evidencia de esto en la historia, la política, la sociología, las relaciones internacionales, la economía, la antropología y en tantas otras materias y disciplinas?

¿Se quiere disminuir las posibilidades de que militantes sirios ataquen franceses en Francia? Sencillo: evítese que militares franceses ataquen sirios en siria.

El gobierno francés cometió el error fatal de confundir medios y fines. Nadie lo ha expresado mejor que Johan Galtung: “la paz no se alcanza a través de la seguridad, sino que la seguridad se alcanza a través de la paz.”

Y la paz no se consigue haciendo la guerra.La alternativa es la negociación, el diálogo, la diplomacia, el uso de los muchos mecanismos internacionales, la implementación de CBM (Confidence Building Measures), los procesos de mediación internacional y la distensión entre otros. Es decir: no es que el mundo nunca haya experimentado la violencia y que entonces tengamos que empezar de cero —a menos por supuesto que nada se haya aprendido en cinco mil años de historia—.

Cuando ocurrió la crisis en 2005 por la publicación de las caricaturas del Profeta —crisis de la que evidentemente Charlie Hebdo aprendió muy poco— 11 embajadores de países árabes trataron de reunirse con el Primer Ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, para decirle:

We deplore these statements and publications and urge Your Excellency’s government to take all those responsible to task under law and the land in the interest of inter-faith harmony, better integration and Denmark´s overall relations with the Muslim world.

El propio Rasmussen se rehusó a dialogar, y al hacerlo, provocó —según sus propias palabras— “el peor incidente de relaciones internacionales desde la Segunda Guerra Mundial” Fue este desdén arrogante al diálogo lo que contribuyó a que ardieran sus embajadas (Al menos así lo explican quienes consiguieron detener los incendios, los mediadores de la crisis, Johan Galtung y Tarik Ramadan).

Si a la negativa al diálogo de los gobiernos se suma el desdén de los medios por el sufrimiento de los invisibles (por ejemplo: a la prensa nunca le importó que los bombardeos franceses en Siria —de eso que llamaron “posiciones del Estado Islámico”— con frecuencia hacían pedazos casas con hombres, mujeres y niños asustados que nada tenían que ver con el conflicto) el resultado no puede ser sino la polarización y la violencia, pues la indignidad y criminalidad de los unos, tarde o temprano, se encontrará con la indignidad y criminalidad de los otros.

Es así como las palabras que expresara Basbous en enero de 2015 se llenaron de verdad en noviembre del mismo año: se trata —como bien lo dijo— de una “guerra en varios territorios”, incluido el francés. Nada de esto justifica la violencia, pero la explica.

4. Miedos y salidas

Se dice que “el hubiera no existe”, lo cual es una estupidez: explorar los hubiera—lo que en la academia se conoce como “análisis contrafactual”— permite imaginar lo que podría haber sido el presente si el pasado hubiese sido diferente, y con ello, prevenir en el presente peligros que podrían asomar en el futuro.

Tal vez si Samuel Huntington no hubiera dado el andamiaje discursivo del “Choque de civilizaciones” (“Las fronteras del islam están cubiertas de sangre” escribió) al final del siglo XX, George W. Bush no habría iniciado el siglo XXI en declarando la “guerra contra el terrorismo.” Tal vez si Rasmussen hubiese dialogado con los diplomáticos árabes y si Charlie Hebdo hubiese aprendido en cabeza ajena, la historia del presente en Francia, Afganistán, Irak, Pakistán, Libia, Siria, Palestina y el mundo en general sería muy diferente. Pero no fue así.

¿Y mañana? ¿qué guerras y matanzas, atentados y bombardeos, ejecuciones, torturas y sufrimientos sembraremos con lo que hagamos o dejemos de hacer hoy?

Los franceses todavía están a tiempo de no cometer los mismos errores que los estadounidenses. Están a tiempo de no sumar a su dolor todavía más sufrimiento y desgracias. ¿De qué dependerá? De la inteligencia con la que atiendan la crisis que sufren por el agravio sangriento y abusivo del que fueron objeto.

Francia puede superar los episodios vergonzantes de su propio pasado rescatando y construyendo sobre la cara digna de su historia, esa que va de la Declaración de los Derechos del Hombre y el Ciudadano hasta Jean-Paul Sartre en su crítica contra la brutalidad colonial en Argelia; los franceses pueden enmendar un camino sacándolo de la oscuridad —aún antes de emprenderlo— superando la ceguera que produce el dolor y la indignación: tal y como lo hicieron los españoles en 2004, después del atentado en Atocha, retirando tropas del Medio Oriente y Asia Central e impulsando el diálogo de civilizaciones.

A diferencia de pequeñas naciones cuyo sufrimiento está olvidado en el desamparo y la indiferencia (como Palestina o Líbano, atacado también por los mismos infames y al mismo tiempo), más allá de la ira y la amargura, Francia tiene la fuerza y los recursos para buscar y conseguir justicia como es debido: con inteligencia y mesura, con legalidad severa y humanidad.

En tanto víctimas, los franceses no pueden ni deben colocarse al mismo nivel de sus verdugos.

(*) Profesor, analista y consultor en temas de prevención de la violencia, manejo de conflictos y construcción de paz. Es representante de Transcend (www.transcend.org) para América Latina y autor de los libros Días Violentos: 77 imágenes del conflicto en el siglo XXI…

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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2) Francia y Siria: la urgencia de entender la geopolítica
Juan Manuel Karg (Alai)

El tremendo atentado que sacudió París el viernes por la noche, causando más de 120 muertos y unos 350 heridos, se enmarca en un complejo momento geopolítico. ¿Cuál será la posición de los grandes “jugadores globales” del mundo luego de los lamentables sucesos parisinos, que tienen relación directa con la realidad política y social que se vive en Siria? ¿Por qué entramos en una “Tercera Guerra Mundial en trozos”, tal como afirmó el Papa Francisco al condenar los hechos? ¿Cuáles son los cuatro puntos para resolver de manera urgente en términos geopolíticos?

Partimos de una precisión absoluta, que no se puede soslayar en ningún análisis: el autoproclamado Estado Islámico, antes denominado ISIS, se ha reivindicado como autor de los atentados en Francia. Buscaron su 11 de septiembre europeo y, lamentablemente, lo consiguieron, bajo un paradigma terrorista casi infalible: misma hora y fecha; diversos lugares simultáneos, en su mayoría de alto impacto mediático -Stade De France, Le Bataclan, y otros-; y ningún rastro de los Servicios de Inteligencia franceses, algo que deberá ser estudiado en los próximos días. Los sucesos se combinan con tres hechos recientes: a) los dos meses de los nuevos ataques aéreos franceses en Siria; b) la muerte, también días atrás, del “Yihadista John”, uno de los verdugos más afamados de ISIS; c) el anuncio de que el 18 de noviembre partiría el portaaviones francés “Charles De Gaulle” rumbo al Golfo Pérsico, bajo la finalidad de combatir al Estado Islámico.

El Papa Francisco, conocedor cabal del momento geopolítico y “global player” desde Roma, fue claro en su primera intervención tras conocer la noticia: se trata de la “Tercera Guerra Mundial en trozos” de la que viene advirtiendo desde inicios de su papado. Otra argentina influyente, nada menos que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, también había metido el dedo en la llaga, un año atrás en la Organización de Naciones Unidas, consultando sobre el patrocinio ´non sacto´ de ISIS: “Mi país no produce armas, ¿de dónde sacan los recursos? ¿quiénes son los que les venden armas?”.

Acá entra uno de los puntos principales para entender lo que sucede en Siria: en vías a desplazar a Bashar Al Assad, potencias occidentales -como EEUU y determinados países de la Unión Europea- impulsaron diversos grupos radicales y moderados, según las crónicas periodísticas, a fin de disputar el poderío interno. Pero, mal que le pese a la mass media, en los hechos hubo más radicales que moderados, y el multimillonario ISIS avanzó hasta Palmira, difundiendo videos de ejecuciones que parecieran del siglo pasado de no ser por el HD que verifica, nuevamente, que no hablamos de improvisados en ningún aspecto (ni siquiera en el comunicacional).

«EEUU dijo antes: ´Si sale Gaddafi, Libia va a crecer´. Lo mismo con Hussein en Irak». La sugestiva frase corresponde al canciller ruso Serguei Lavrov, en confrontación clara con su par estadounidense John Kerry, quien luego de los atentados parísinos seguía más preocupado en como deshacerse de Al Assad que en confrontar con el pujante Estado Islámico. ¿Qué quiere decir Lavrov, en términos concretos? Que la discusión ya no es “Assad sí, Assad no”, sino como frenar lo antes posible la brutalidad del EI. Por ello EEUU y Rusia acordaron la confrontación conjunta con estos grupos irregulares -algo que Moscú viene llevando adelante desde hace meses- sumado a un diálogo que deberá promover Al Assad con la oposición realmente existente (y no las organizaciones terroristas, claro está) durante los próximos meses.

Todo esto nos lleva a una conclusión rápida: el no acuerdo entre Moscú y Washington en torno al papel de Al Assad debe también tomar en consideración lo acontecido en Libia e Irak, tal como proponía Lavrov en la conferencia de prensa conjunta. La segunda conclusión tiene que ver con la multipolaridad vigente: la multiplicidad de “jugadores globales” que, de una u otra manera están involucrados en esta situación, hace que -por suerte- sea más compleja la toma de decisiones (algo que no sucedió con la unilateralidad norteamericana en, por ejemplo, Irak). EEUU debe comprender que su papel en el concierto de naciones ya no es el que era, incluso desde mensajes simbólicos: llamó mucho la atención que Obama hablase antes que el propio Hollande tras los atentados.

En definitiva, se trata de la urgencia de entender la convulsionada geopolítica de la “Tercera Guerra Mundial en trozos” para avanzar en cuatro ejes: a) impedir la consumación de nuevos atentados como el que el viernes pasado sufriera París; b) avanzar en desarticular a ISIS, promoviendo asimismo un diálogo político verdadero en Siria -es decir, con Al Assad sentado en la mesa de negociación- y cortando cualquier línea de financiamiento occidental a grupos irregulares; c) rechazar cualquier intento de “islamofobia” que se pretenda descargar sobre los pueblos árabes a raíz de atentados provocados por un sector de dudosa procedencia; d) promover la multipolaridad desde acuerdos tácticos concretos, como el que a esta hora ensayan Moscú y Washington, a fin de pacificar a un mundo cada vez más convulsionado.

Juan Manuel Karg es Politólogo UBA / Analista internacional. @jmkarg

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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3) Una mayoría del Parlamento Europeo se rebela contra el TISA
Pablo García (El Diario)

Los socialistas votan contra su propio informe con la izquierda y los verdes por las enmiendas de conservadores y liberales para restringir la transparencia sobre el acuerdo, que negocia la UE con 22 países, entre ellos EEUU, Australia, Corea del Sur y Pakistán. La eurodiputada francesa ponente del texto denuncia la “agenda ultraliberal” del Acuerdo sobre Servicios, mucho más ambicioso que el TTIP, y los beneficios para las multinacionales en detrimento de las pymes

El TiSA (Trade in Services Agreement), el Acuerdo de libre comercio sobre servicios que la UE negocia casi en secreto con otros 22 estados desde 2012 y que tiende a promover la liberalización masiva de servicios como la banca o el transporte, empieza a toparse con resistencias internas insalvables. Filtrado por Wikileaks en 2014 y reconocido casi un año después por la Comisión Europea, el TiSA es mucho más ambicioso que el polémico TTIP y ahora mismo en el Parlamento Europeo hay una mayoría de socialistas, izquierdistas y ecologistas que amenazan con bloquear cualquier resolución.

Este bloqueo ya se ha dado en la crucial comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) de la Eurocámara, donde la ponente del informe de opinión sobre el TiSA, la socialista francesa Virginie Rozière, ha votado contra su propio informe arrastrando a la izquierda del GUE y a los verdes. La negativa de la eurodiputada se produce por la introducción de enmiendas por parte de la derecha y de los liberales para restringir la transparencia y volver al antiguo sistema de arbitraje inversor-estado (ISDS) que ha sido incluso descartado del TTIP, según explica la propia Rozière a este medio.

Según portavoces del Parlamento Europeo, ver a un eurodiputado votar contra su propio informe no es algo habitual. “Viendo los problemas de transparencia que afectan al TTIP y viendo que el TiSA se ha presentado ante la sociedad de manera aún mucho más opaca, quisimos resolver el problema del acceso a documentos que encuentra la ciudadanía”, señala la socialista francesa. “Pero la negociación con la derecha europea fue ruda”.

En la enmienda del informe de opinión, Rozière incorporó la frase “aumento del acceso a la información a lo largo del proceso” a los ciudadanos y a las empresas; pero los populares, liberales y conservadores europeos antepusieron su propia enmienda, pidiendo que los documentos abiertos sean los “relevantes” y que éstos sean enviados “a los comités competentes del Parlamento Europeo” exclusivamente.

Si el TTIP ha sido acusado de opacidad por restringir sus documentos y la Comisión Europea, que negocia en exclusiva con Estados Unidos este acuerdo en nombre de la UE, ha tenido que cambiar sobre la marcha las normas de acceso a los textos confidenciales, el TiSA, que discute la Comisión igualmente, se presenta como algo mucho más oscuro. Salió a la luz por una filtración de Wikileaks en junio de 2014, como recogió Público, aunque el número de países implicados ha pasado de medio centenar a 23. Además de los 28 estados miembros de la UE y EEUU, aparecen Australia, Islandia, Japón, Corea del Sur, Colombia o México e incluso Pakistán.

Todos estos países pertenecen a la OMC. El objetivo reconocido es el intercambio comercial de los «servicios financieros, las telecomunicaciones, el comercio electrónico, el transporte marítimo y de los trabajadores que se desplazan temporalmente al extranjero para proporcionar servicios», según la web de la Comisión Europea. Con el TiSA, lamenta Rozière, «se permitirá a las grandes multinacionales entrar en el mercado europeo sin que las pymes tengan las mismas oportunidades con los demás países socios. Es una agenda ultraliberal».

«Inadmisible»

«Hasta ahora existe muy poca información sobre las negociaciones», critica Lola Sánchez, de Podemos. Esta eurodiputada también dirige otro informe de opinión en otra comisión. «Debemos exigir más información porque es inadmisible que hasta ahora haya sido WikiLeaks quien haya informado y no la propia Comisión Europea».

«Es la prueba de que estamos a favor de un acuerdo, pero no de cualquier acuerdo», dice Sergio Gutiérrez, eurodiputado del PSOE y miembro de la Comisión IMCO. «Como en el TTIP, pedimos transparencia, arbitraje público, garantías sociales y protección al consumidor». En el PPE nadie ha querido hacer comentarios sobre este asunto.

Otro de los choques entre socialistas y populares en torno al TiSA se debe a los mecanismos de intermediación de conflictos entre una multinacional y un estado. Los segundos apostaron por acoplar en el informe “un sólido mecanismo para arbitrar las diferencias, el cual debe garantizar que las partes implicadas respeten sus compromisos y respeten también las reglas”. Se trata de una referencia directa al polémico ISDS, formado generalmente por árbitros procedentes del sector privado y que la Comisión Europea ha tenido que cambiar en del TTIP siguiendo la orden del Parlamento Europeo. El nuevo modelo que Bruselas presentará se denomina Investment Court System (ICS), y aún no ha sido negociado con EEUU pero tendrá, en principio, un barniz público.

La tramitación parlamentaria del informe de opinión del TTIP, aprobada en julio en medio de la crisis griega, tuvo momentos de tensión y debió ser postergada un mes por las disidencias de algunos socialistas. Al final el TTIP recibió los votos en contra de los socialistas franceses o belgas, pero fue respaldado por la mayoría del S&D, entre ellos el PSOE. La Eurocámara no puede negociar, pero sí tumbar el resultado de la negociación, cuando esta concluya. Con el TiSA sucede lo mismo, aunque este acuerdo aún está en la fase preliminar.

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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4) Gana Monsanto: Europa renueva su visto bueno al glifosato
Gladys Martínez López (Diagonal)

La Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria ha publicado hoy su informe de reevaluación del glifosato, en el que concluye que «es improbable que suponga una amenaza carcinógena para los seres humanos» a pesar del último informe de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer.

Como estaba previsto, la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) ha publicado hoy su informe sobre el glifosato, el herbicida más comercializado del mundo. En este informe de reevaluación, que será la base para que la Comisión Europea renueve el permiso de comercialización de esta sustancia a partir del 1 de enero, la EFSA ha considerado que “es improbable que sea genotóxico o que suponga una amenaza carcinógena para los seres humanos”.

La agencia europea ha llegado a esta conclusión a pesar del último informe de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), que en marzo de este año clasificó esta sustancia como un “probable carcinógeno para el ser humano”, en base a un metaestudio que mostró “fuertes evidencias” de que provoca cáncer en animales de laboratorio.

Las organizaciones ecologistas, que llevan años denunciando su peligrosidad tanto para la salud como para el medio ambiente, tenían pocas esperanzas de que la EFSA tuviera en cuenta las nuevas evidencias, debido, según denuncian, a los enormes intereses económicos que giran en torno a esta sustancia del gigante de los agronegocios Monsanto, que se usa como herbicida en millones de hectáreas de tierras agrícolas y también en ciudades, en parques y jardines, en miles de kilómetros de carreteras y vías férreas, y también en productos de jardinería para particulares, entre otros usos.

La EFSA considera que las diferencias entre sus conclusiones y las de la IARC se deben a que la agencia internacional sobre el cáncer estudió el glifosato según sus distintas fórmulas comerciales, en las que está mezclado con otros químicos, mientras que la agencia europea lo ha estudiado sólo en su estado puro, aislado de los elementos que lo acompañan en los productos pesticidas en los que se comercializa. De hecho, la EFSA reconoce la posible toxicidad del glifosato en su formulación comercial, y propone que «la toxicidad de cada formulación de pesticida y en particular su potencial genotóxico deberían ser considerados posteriormente por las autoridades de los Estados miembros cuando reevalúen los usos de las formulaciones basadas en el glifosato en sus propios territorios».

En base a sus conclusiones, la EFSA añade en su informe que “no se propone la clasificación de carcinógeno para el glifosato bajo la regulación de clasificación, etiquetado y empaquetado de sustancias químicas de la Unión Europea”, y por lo tanto, previsiblemente continuará siendo legal en los Estados miembros, a pesar de que algunos de ellos, como Francia, ya han decidido limitar su venta al público debido a su posible peligrosidad, y su uso ha sido eliminado por numerosas localidades también en España, y sustituido por alternativas verdes.

En cualquier caso, la EFSA ha concluido que es necesario “redefinir” la toxicidad del glifosato, pero ha propuesto que la cantidad máxima que podría ingerir una persona a través del consumo de productos agrícolas pase de 0,3 a 0,5 miligramos por cada kilo de peso corporal. Esta redefinición se realizará en 2016 en colaboración con los Estados miembros.

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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5) Venezuela en la encrucijada
¿Abandonar progresivamente Mercosur y afianzarse en el Caribe y en ALBA?
Claudio Della Croce (questiondigital.com)

Se ha hecho difícil comprender la estrategia exterior-regional del gobierno venezolano en momentos de acoso y crisis económica. Hoy (noviembre de 2015) se observa un realineamiento en cuanto a la estrategia de “integración”: Caracas se acerca a los más cercanos y a los que representan una mayor eficiencia política (en términos de apoyo). En este sentido Mercosur es abandonado y el Caribe es reafirmado, proponiendo una Zona de Complementación Económica de Oriente (en mención al oriente venezolano).

Tomar en cuenta El Caribe, marginado tradicionalmente por todo el Sur, es una de los ejes estratégicos que ha venido cultivando Venezuela desde que el chavismo es gobierno, especialmente por la acertada visión geopolítica de Chávez. Esta estrategia ha demostrado ser eficiente en términos de apoyo político. El Caribe ha sido un apoyo fundamental. En la medida que se tenía una renta petrolera que “financiara” la relación con el Caribe, se podía establecer una relación ganar-ganar donde Venezuela ganaba políticamente y los estados del Caribe ganaban económicamente.

Ahora, Maduro trata de reafirmar esta estrategia caribeña cuyo modelo es PetroCaribe. La pregunta es ¿cuál es la importancia que puede tener esta estrategia, no sólo en términos políticos sino en términos económicos, en una coyuntura donde la economía venezolana sufre de iliquidez externa y atraviesa por un momento dramáticamente crítico de “guerra económica”, inflación y escasez? El Caribe mostró apoyo político en el pasado reciente, pero ya el gobierno venezolano no cuenta con la renta petrolera que le alimentaba los fondos externos en una magnitud que permitía financiar a sus aliados con bajísimos intereses, sacrificando de forma altamente riesgosa el flujo de caja tanto de la petrolera estatal PDVSA como del Banco Central.

Esta estrategia regional hoy se enfrenta a una situación de vulnerabilidad geopolítica que es altamente desventajosa: le han venido rodeando (Colombia y Guyana están contribuyendo a formar un “ojo” en términos del Juego de Go) a través de ataques económicos y diferendos territoriales. Acoso que se suma al bloqueo económico que se ha orquestado desde Washington y Europa. Aún cuando el mayor bloqueo es el virtual o mediático.

Las corporaciones mediáticas trabajan en red (Diarios/radio/Tv de Uruguay-Argentina-Chile- Colombia-España), cartelizadamente, para crear una matriz negativa contra Venezuela, calificando a su actual sistema político de antidemocrático, dictatorial, totalitario, vulgar, caribeño, antioccidental, atrasado, fallido, narcotraficante, bárbaro… A su vez, algunos gobiernos de Mercosur incrementan su ataque (Paraguay) y otros empiezan a condicionar su apoyo político a través de claros chantajes, como algunos factores de poder dentro del Frente Amplio de Uruguay y de la compleja institucionalidad del Brasil.

Es importante ver las consecuencias económicas de esta racionalidad política, y las consecuencias políticas de esta racionalidad política.

Acercarse a los que están cerca: El Caribe

En primer lugar, no tenemos cifras de lo significativo que es el intercambio económico (inversiones, complementariedad, turismo y comercio) con el Caribe, más allá que la realidad de los estados venezolanos y dependencias con acceso directo a El Caribe (no registrada por las estadísticas oficiales) revela un intenso intercambio de contrabando que va desde la venta de casi toda la producción de camarón (caso del Zulia) a precios internacionales, la venta de gasolina hecha por las embarcaciones pesqueras privadas desde la oriental península de Paria, y la venta de producción nacional y mercancía que se está desviando del mercado interno hacia las fronteras marítimas dado la alta rentabilidad que impuso el dólar ilegal/paralelo. El gobierno, en términos políticos, toma una decisión que tiene una gran racionalidad en términos de la economía real. Y cuando decimos “real” es la actividad económica que realizan las regiones, habitantes y poblaciones en las fronteras marítimas con la región de El Caribe. Sin embargo, en comparación con Mercosur, no tenemos una cuantificación que permita ponderar cuánto El Caribe aporta y puede aportar, y si esta magnitud de recursos es mayor a lo que aportan y pueden aportar los países del Mercosur: Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay.

Abandono del Mercosur

En realidad evaluar el “abandono” del Mercosur, por parte de Venezuela, es casi una tautología. Lo que ha demostrado el gobierno venezolano -más allá de los discursos en las Cumbres Presidenciales- es que no ha tomado en serio esta incorporación al bloque regional. Pareciera que la dimensión económica en cuanto a una estrategia a largo plazo, además de las razones políticas, eran una de las claridades que poseía el comandante Chávez y que no han sido heredadas por este gobierno.

Es tal el abandono y la falta de atención que se le presta al Mercosur, que el Coordinador Nacional de Venezuela que aparece en las notas internas del Mercosur, no ejerce esta función desde hace más de dos años, y es algo que preocupa a los otros socios. Desde que el funcionario que detentaba este cargo se desentendió unilateralmente del mismo (nunca renunció y se dedicó a otros de los cargos que ejercía simultáneamente), el gobierno no ha designado a un nuevo Coordinador Nacional, a pesar de la importancia de esta figura. Como consecuencia, el retraso en la incorporación normativa de Venezuela es enorme: en los tres años desde su incorporación . no ha avanzado significativamente ni ha aprovechado estratégicamente este esquema de integración.

Por lo contrario, algunos de los técnicos han llegado a afirmar que la incorporación de Venezuela ha sido tan incoherente, que el tratado de libre comercio de Mercosur con la Unión Europea, tuvo un gran avance cuando Venezuela ejerció la Presidencia Pro-témpore del grupo (2013). Para muchos, la seriedad con que el gobierno del Presidente Maduro asume la incorporación de Venezuela al Mercosur, está erosionada por una alta improvisación con una gran dosis de displicencia.

Esta actitud de superficialidad con Mercosur, va de contramano con los discursos del presidente Maduro: En 2013 éste convirtió al Mercosur en una de las “misiones” de su autoría, al lanzar la Misión Mercosur en pleno Teatro Municipal. Recientemente, en la Cumbre de Brasilia de Julio de 2015, su presencia fue fundamental para contrarrestar no sólo los ataques contra Venezuela sino los intentos de los cancilleres de Uruguay y, especialmente, el presidente de Paraguay para “abrir “ el Mercosur a las corrientes de libre comercio. El discurso de Maduro en la última cumbre fue un acto de confirmación con los principios que esbozó Chávez, y que coincidieron en su momento con las visiones de Néstor Kirchner y la actitud de Lula, para configurar lo que se llamó el Nuevo Mercosur.

Pero en los últimos tres años Caracas no ha logrado trascender esta retórica progresista, para poner en marcha medidas y proyectos concretos en el bloque, y se ha limitado a “adaptarse” (adecuarse es el término formal) y no ha podido: a) aprovechar las oportunidades que las enorme economía de Mercosur de ofrece para fortalecer su economía, especialmente en este momento de crisis económica; y, b) no ha desarrollado propuestas progresistas en el bloque como la integración productiva, la reducción de las asimetrías, la participación social, la agricultura familiar, la dimensión social, temas de los que hablaba siempre Hugo Chávez.

Las delegaciones de Venezuela se han limitado a asistir a las reuniones, recibir el regaño de Brasil por su retraso en la “adecuación normativa”, y por tanto dar explicaciones (justificadas muchas veces) de su actitud morosa. Evidentemente, que hay razones que justifican las dificultades de Venezuela para asistir a las reuniones de Mercosur, señalan los negociadores venezolanos, especialmente porque las líneas aéreas mantienen un fuerte bloqueo a Venezuela al limitar al mínimo la venta de pasajes, además de la restricción de divisas que impone la profunda caída de los precios del petróleo.

Sirven como excusas, pero el problema parte de la falta de un trabajo consistente, coherente, colectivo, entre la madeja de instituciones que se ven involucradas en Mercosur. Unos de los ministerios que más ausencia ha tenido, a las reuniones ordinarias de Mercosur, en el último año, reseña el organismo, es el Ministerio de Comercio, lo cual es un indicador de la actitud de abandono al Mercosur, especialmente porque lo comercial es una de las partes más significativas del bloque y por otro lado la Ministra de Comercio que acaba de ser sustituida, fue la primera Representante Multilateral de Venezuela ante el Mercosur. Esto revela la parte más insólita de la incoherencia entre discurso y acción con respecto al Mercosur.

A esta abulia de Venezuela con su participación en el Mercosur, se le agrega la campaña restauradora del “viejo Mercosur”, neoliberal, que desde dentro del bloque se viene armando, trabajando para “flexibilizar el Mercosur”. Esos mismos sectores también participan en la agresiva campaña de descrédito de Venezuela. Desde algunos de los sectores reaccionarios pertenecientes a los gobiernos de Uruguay y de Paraguay, y desde la derecha fortalecida en Argentina y Brasil, las solicitudes de retornar al Mercosur a la senda neoliberal, marcha de la mano con declaraciones donde se propone solapadamente (caso Uruguay) o abiertamente (caso del gobierno paraguayo y de la derecha argentina y brasileña) la salida de Venezuela del Mercosur por “el carácter autoritario y antidemocrático de su actual gobierno”. El candidato derechista argentino, Mauricio Macri, que tiene altas posibilidades de destronar la hegemonía peronista-kirchnerista, entre sus promesas políticas tiene sacar a Venezuela del Mercosur.

En Uruguay los sectores económicos y la derecha reaccionaria dentro y fuera del Frente Amplio ejercen una acción de chantaje contra Venezuela, al presionar a Caracas a pagarle las exportaciones y garantizar un mercado mientras mantiene al mismo tiempo una campaña agresiva contra Venezuela (que raya en la mentira criminal) a través de sus trincheras políticas –entre ellas la secretaría general de la OEA- y mediáticas.

El problema no es que los gobiernos o los grupos empresarios y terratenientes que ejercen el poder en esos gobiernos, se comporten de esta forma, sino que en Venezuela no toman conciencia del gran poder político-económico que tiene ser un gran comprador. Y, al mismo tiempo, su estrategia de integración empieza a ser escamoteada por los grupos económicos que se han instalado en la “nomenklatura” bolivariana . Desde ese punto de vista pareciera (pero no es) contradictorio que su ministerio de Alimentación, termine importando lácteos de Nueva Zelandia en peores condiciones de comercialización y contradiciendo la estrategia de integración regional.

Venezuela llegó a ser el primer mercado de destino de los productos lácteos de Uruguay, uno de los destinos más importantes de la inversión del subimperialismo brasileño (Odebrecht, por ejemplo), le ofreció pingües negocios a empresarios argentinos (quienes terminaron vendiendo ganado a sobreprecio, por ejemplo). La revolución de Chávez, en los tiempos de abundancia, fue solidaria (no en la retórica sino en los hechos), con Uruguay y Argentina, a través de esquemas de financiamiento. Sabemos que Chávez no lo hizo porque esperaba una retribución, sino por su profunda convicción doctrinaria y política. Hoy aquellos que fueron apoyados por el proceso venezolano, en momentos cuando sus economías estaban condenadas a profundas crisis, en momentos claves para la consolidación política de las alternativas progresistas, no sólo empiezan a mostrar su parte posterior sino que tratan de ofrecerse de mediadores para que el imperialismo someta, reduzca y pulverice el ejemplo bolivariano.

Son momentos duros, pero no para amedrentarse, sino para practicar un pragmatismo revolucionario. Hay oportunidades económicas gigantescas para el proyecto socialista venezolano, no sólo en el Caribe sino en esas inmensas economías que forman el Mercosur. La crisis capitalista y la caída de los precios de las materias primas que está afectando a todos los países de Mercosur y Unasur, además de una amenaza, también involucra muchas oportunidades. Solo basta con dejar de improvisar y demostrar que los revolucionarios pueden ser eficientes sin inclinar la espalda, manteniendo los principios en alto.

* Claudio Della Croce es economista argentino, especialista en temas de integración

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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6) El mito de la observación electoral: la OEA en Haití
(Mision Verdad)

No sólo es que la figura de observación electoral no está contemplada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) sino que los organismos, como la Organización de Estados Americanos (OEA), tienen un largo historial en manipular, amañar y cambiar los resultados electorales cuando les son adversos.

La interesada tecnocracia diplomática de la OEA, encantada de hacer turismo electoral mientras «contemplan el desastre» desde hoteles cinco estrellas, ni siquiera puede sostener la credibilidad de su secretario general, Luis Almagro, cuando envía una carta sobre las elecciones en Venezuela, en la que habla hasta de proscripción electoral, al mismo tiempo que en Haití avala lo que es considerado por casi todos los partidos políticos como un fraude electoral. De la inoperancia a la injerencia disfuncional.

Es que sólo con repasar el historial de la observación electoral de la OEA en el país encontramos proscripción del principal político Jean Bertrand Aristide, también de su partido Fanmi Lavalas, con el correspondiente fraude masivo en reiteradas oportunidades y de la misma forma, y relativización, por supuesto, de toda protesta que contradiga esa extraña forma que Almagro y los suyos tienen de llamar democracia a lo que, en realidad, es señalar con el dedo al que tiene que ganar.

Historia de la primera observación electoral: declarar ilegitimas las elecciones

Luego de la dictadura del clan Duvalier y un nuevo golpe militar, en 1990 fue elegido como presidente el teólogo de la liberación Jean Bertrand Aristide con un discurso antiimperialista y anticapitalista por lo que sólo le tomó ocho meses a la administración de George Bush padre organizar un golpe militar y otra ronda de persecuciones, asesinatos y desapariciones. La OEA, obviamente, no dijo nada.

En 1994, Aristide vuelve por un acuerdo con Estados Unidos, pero como la constitución haitiana no permite dos mandatos consecutivos –así como lo lee contaron como mandato esos ocho meses pre golpe– quien se postula es su primer ministro, René Preval, y gobierna hasta el año 2000 cuando Aristide se postula y retoma su discurso antiimperialista; por lo que otra vez rápidamente se organiza una oposición democrática, financiada por la NED, y una contrainsurgencia para que asediaran al gobierno y asestaran un golpe militar.

Este golpe armado por Francia, Estados Unidos y Canadá tuvo su puntapié inicial con la declaración de ilegítimas las elecciones que eligieron a Aristide por parte de la misión electoral de la OEA, enviada para monitorear el proceso electoral, y siguieron con el posterior reclamo de que se repitieran las elecciones legislativas y municipales de 2001.

Lo cierto es que el descaro fue tan grande que, durante las elecciones presidenciales, la OEA –junto con otros observadores– describió el proceso electoral como «un gran éxito para el pueblo haitiano, el cual acudió ordenadamente en grandes números para elegir a sus gobiernos nacionales y locales». Después de esto fue que llegó el cambio de discurso cuando Estados Unidos comenzó a operar el golpe, y la declaración, no sustentada en defectos del proceso electoral, sirvió como argumento jurídico para ahogar económicamente y cercar al gobierno de Haití hasta que finalmente lograron subir a un avión a Aristide y proscribrir hasta nuevo aviso a su fuerza política bajo la amenaza de una guerra civil por parte de los mercenarios haitianos respaldados por Estados Unidos.

Proscripción electoral y persecusión

Con este golpe, la OEA dejó que un asunto regional, como la artificial crisis haitiana, fuera resuelta con el refuerzo de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah), ordenada por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, y puso en el gobierno de transición a los operadores locales que realizaron el golpe. La OEA, nuevamente, no dijo nada.

En 2006 se realizaron nuevas elecciones presidenciales y el Consejo Electoral Provisional (CEP) excluyó al partido de Aristide, Fanmi Lavalas, al mismo tiempo que el gobierno de transición desplegaba una feroz persecusión contra sus partidiarios en las zonas pobres de Haití y judicializaba a gran parte de su dirigencia. Sin embargo, una parte del partido se alió al expresidente René Preval y lo llevó a la presidencia. La OEA y la Minustah aprobaron por omisión la pronscripción deliberada de Fanmi Lavalas.

Preval gobernó un país ocupado, tutelado, con su máximo referente político proscrito y en el exilio obligado, hasta que en 2010 ocurrió el terremoto y Estados Unidos amplió la ocupación militar previa a las nuevas elecciones presidenciales. Y éstas se realizaron, nuevamente, con una misión electoral de la OEA que las avaló e hizo algo peor: cambió los resultados porque no les favorecían.

Un voto de la OEA vale por el de todo el país

Concretamente, el primer resultado dio como primera a Mirlande Manigat y segundo a Jude Célestin, el delfín político de René Preval, quien accedió a la segunda vuelta por un margen del 0,7% frente al candidato financiado posteriormente por la Usaid, Michel Martelly. Entonces, la misión electoral de la OEA ordenó una revisión electoral de más de 900 actas y sacó la conclusión de que en realidad el segundo había sido Martelly y no Celestine, por lo que recomendó la modificación del resultado. Esto finalmente fue aceptado por Preval ante la amenaza de ser perseguido y se le cortara la «ayuda humanitaria» a su país, como sucedió con Aristide.

En la Misión de Expertos designada ad hoc, seis de los siete especialistas eran de Estados Unidos, Francia (que sólo es observador de la OEA) y Canadá, los tres operadores del golpe a Aristide. Incluso, según un informe del Center for Economic and Policy Research, las conclusiones de la Misión «no usaron ninguna inferencia estadística» para tomar en cuenta el total de actas de votación, y tampoco hicieron una estimación de las actas perdidas, que eran de áreas favorables a Celestine.

Pero el descaro fue de tantas proporciones que hasta el estadístico principal de la OEA, Fritz Sheuren, reconoció la arbitrariedad y hasta afirmó que en su extensa experiencia en elecciones nunca había visto un caso donde los resultados fueran cambiados sin un recuento completo de las actas. Sin más, y sin menos, la OEA se autoeligió como el gran elector y se impuso.

Todos cantan fraude menos el ganador (y la OEA)

En esta oportunidad, con Aristide de vuelta en el país, el Fanmi Lavalas se pudo presentar a elecciones presidenciales, y Celestine también hizo lo mismo con su Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh). La OEA, por supuesto, también hizo lo mismo con su Misión Electoral y antes de esta elección aprobó las legistativas, donde, por ejemplo, no se contabilizó un cuarto de las actas electorales y al menos 12 muertos por protestas en contra del proceso electoral.

Según el recuento del Consejo Electoral Provisional, los dos candidatos que pasaron a segunda vuelta fueron el oficialista Jean Charles Moise de la Plataforma de los Hijos de Dessalines y Célestine. Sin embargo, la candidata de Fanmi Lavalas, Maryce Narccise, denunció un fraude masivo y afirmó que le robaron votos a su candidatura, considerada por ella como la más votada. Mientras que Celestine convocó protestas callejeras para exigir una revisión de los hechos denunciados y un recuento de votos. Lo mismo hicieron todas las organizaciones del país, excepto el partido de Martelly y el gobierno de Haití que reprimió las protestas.

Pero el oficialismo no fue el único que alabó los resultados, sino que la Misión Electoral de la OEA legitimó los resultados y afirmó que concuerdan con lo observado. Sobre las alegaciones de fraude masivo y repetición de la votación sólo pidió que los partidos políticos y las miles de personas que salieron a protestar presentaran sus preocupaciones «por las vías legales correspondientes».

Por lo que de forma descarada, y nuevamente, Haití realiza unas nuevas elecciones con ventajismo electoral, denuncias de fraude, represión a las protestas, y eso mismo que Almagro «denuncia» en Venezuela sólo merece de la OEA una recomendación al país caribeño para que mejore su sistema electoral.

Paradójicamente, este mismo Ministerio de Colonias es el que se queja de que no le permiten declarar ilegítimas las elecciones en Venezuela, proscribir partidos políticos, ni cambiar resultados. Desde hace rato que dejamos de ser colonias y la OEA un operador eficaz y eficiente para voltear gobiernos.
Vaya lugar común.

LUNES 16 DE NOVIEMBRE DE 2015 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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