Entradas de julio de 2016

UN MUNDO CADA DÍA MÁS CONVULSIONADO

1) La era de la desintegración –
2) Premios Nobel al servicio de Monsanto y Syngenta –
3) Burundi: Injerencias, mentiras y oro –
4) Venezuela antes y después de Chávez –
5) Violencia sin justicia en México: la guerra y sus consecuencias

COMCOSUR — POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL / AÑO 16 / Nº 781 / Miércoles 6 de Julio de 2016 / REVISTA DE INFORMACIÓN Y ANÁLISIS / Producción: Andrés Capelán – Coordinación: Carlos Casares
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“Vivimos en la mentira del silencio. Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y el combatir ese monopolio es central.” — Emir Sader
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1) La era de la desintegración
Un mundo cada día más convulsionado
Patrick Cockburn (TomDispatch)
Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García

Un interminable ciclo de guerras que no resuelven nada
Introducción de Tom Engelhardt

He aquí un hecho inevitable: estamos ahora en un mundo brexit. Estamos viendo las primeras señales de una importante fragmentación del planeta que, hasta hace poco tiempo, los entendidos estaban convencidos de que estaba globalizándose rápidamente y dirigiéndose hacia todo tipo de unificaciones. Si queréis una sola imagen que capte el desalentador espíritu del momento, esta imagen es la cifra 65 millones. Este es el número de personas que la Oficina el alto comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR, por sus siglas en inglés) estima que fueron desplazadas en 2015 por “los conflictos y la persecución”, un refugiado por cada 113 habitantes del planeta Tierra. Esta situación es peor de la que se produjo al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando importantes partes del mundo habían sido devastadas. De los 21 millones de refugiados de entonces, el 51 por ciento eran niños (muchas veces separados de sus padres y sin posibilidad alguna de acceder a la educación). Muchos de los desplazados de 2015 eran, de hecho, refugiados internos, incluso en su propio despedazado país. Casi la mitad de aquellos que cruzaron alguna frontera provenían de tres países: Siria (4,9 millones), Afganistán (2,7 millones) y Somalia (1,1 millones).

A pesar de los titulares de la prensa que hablan de refugiados que se dirigen a Europa –aproximadamente un millón de ellos consiguieron llegar allí en el última año (dejando muchos muertos en el camino)–, muchos de los desarraigados que habían dejado su tierra acabaron en empobrecidas zonas de países vecinos; a la cabeza de ellos, Turquía, donde hoy hay 2,5 millones de refugiados. De este modo, la propagación de conflictos y caos, especialmente en el Gran Oriente Medio y África, no hace otra cosa que llevar más conflicto y caos allí donde esos refugiados son forzados a ir.

No olvidéis que, con todo lo extremo que ese guarismo –65 millones– pueda parecer, sin duda es el comienzo –no el final– de un proceso. Una razón: esa cifra no incluye a los 19 millones de personas desplazadas el año pasado por condiciones climáticas extremas y otros desastres naturales. Incluso, en las próximas décadas, el calentamiento global con la posibilidad de fenómenos climáticos extremados (como la actual ola de calor en el oeste de Estados Unidos) y la elevación del nivel del mar, indudablemente provocarán nuevas aleadas de refugiados, que no harán más que sumarse a los conflictos y la fragmentación.

Como Patrick Cockburn lo señala hoy, hemos entrado en “una era de la desintegración”. Y él debe saberlo. Quizá no haya un informador occidental que haya cubierto el sombrío amanecer de esta era en el Gran Oriente Medio y el norte de África –desde Afganistán hasta Irak, desde Siria hasta Libia– tan exhaustivamente como él lo ha hecho en los últimos 10 años y medio.

Su libro más reciente, Chaos & Caliphate: Jihadis and the West in the Struggle for the Middle East, es una vívida muestra de su forma de informar y de un mundo que se está resquebrajando como consecuencia de los conflictos que lo han tenido como testigo. E imaginad que esto empezó con una operación –los atentados del 11 de septiembre de 2001– que, según estimaciones, apenas costó entre 400.000 y medio millón de dólares y empleó a 19 fanáticos (sobre todo saudíes) y algunos aviones secuestrados. Osama bin Laden debe estar sonriendo en su acuática tumba.

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El neoliberalismo, el intervencionismo, la maldición de los recursos y un mundo en fragmentación

Vivimos una época de desintegración. En ningún sitio esto es más evidente que en el Gran Oriente Medio y África. En todo el territorio que va desde Pakistán a Nigeria hay por lo menos siete guerras en curso –en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Libia, Somalia y Sudán del Sur–. Estos conflictos son extraordinariamente destructivos; están desgarrando los países donde ellas tienen lugar; tanto que se duda que puedan recuperarse alguna vez. Ciudades como Alepo, en Siria; Ramadi, en Irak; Taiz, en Yemen; y Benghazi, en Libia, están parcial o totalmente en ruinas. Además, hay por lo menos otras tres serias insurgencias: en el sureste de Turquía, donde el ejército turco combate contra la guerrilla kurda; en la península de Sinaí, Egipto, donde un apenas comentado pero muy feroz conflicto de guerrillas está librándose; y en el noreste de Nigeria y los países vecinos, donde Boko Haram continúa lanzando mortíferos ataques.

Todos estos enfrentamientos tienen varios aspectos en común: son eternos y nunca parecen producir claros ganadores y perdedores (efectivamente, Afganistán está en guerra desde 1979 y Somalia desde 1991), y conllevan la destrucción o el desmembramiento de las naciones implicadas o su partición de facto en medio de movimientos populares y alzamientos; muy tratadas mediáticamente en el caso de Siria e Irak, aunque menos en lugares como Sudan del Sur, donde más de 2,4 millones de personas han sido desplazadas en los últimos años.

Hay una similitud más, no menos importante por ser obvia: la mayor parte de estos países –donde el Islam es la religión predominante–, los movimientos extremistas de orientación salafista-yihadista –entre ellos el Estado Islámico (Daesh, en adelante), al-Qaeda y el Talibán– son prácticamente la única forma de vehiculizar la protesta y la rebelión. A estas alturas, han reemplazado por completo a los movimientos socialistas y nacionalistas que predominaban en el siglo XX; en estos últimos años ha habido una total reversión hacia la identidad religiosa, étnica y tribal, hacia los movimientos que tratan de establecer un territorio propio y exclusivo mediante el acoso y la expulsión de las minorías.

En el proceso y debido a la presión de la ingerencia militar extranjera, una vasta porción del planeta parece estar abriéndose en canal. Aun así, la comprensión de lo que está sucediendo es muy limitada en Washington. Recientemente, esta situación se hizo patente cuando 51 diplomáticos del departamento de Estado de Estados Unidos protestaron contra la política siria del presidente Obama y sugirieron que debían lanzarse ataques aéreos selectivos contra las fuerzas del régimen sirio en la creencia de que el presidente Bashar el-Assad estaría dispuesto a un cese del fuego. El pensamiento de los diplomáticos continúa siendo ingenuo en el más complejo de los conflictos mencionados y supone que el bombardeo con barriles explosivos a los civiles realizado por el gobierno sirio es “la principal causa de la inestabilidad que continúa castigando a Siria y toda la región”.

Es como si la mente de esos diplomáticos estuviera todavía en los tiempos de la Guerra Fría, como si aún estuviesen luchando contra la Unión Soviética y sus aliados. Contra toda lo visto en los últimos cinco años, suponen que una apenas existente oposición moderada siria se beneficiaría con la caída de el-Assad y una falta de comprensión de que la oposición armada en Siria está completamente dominada por el Daesh y los clones de al-Qaeda.

A pesar de que en estos momentos se reconoce ampliamente que la invasión de Irak en 2003 ha sido una equivocación (incluso por quienes en su día la apoyaron), no se ha aprendido lección alguna sobre cómo las intervenciones militares –directas e indirectas– de Estados Unidos y sus aliados en los últimos 25 años solo han empeorado la violencia y acelerado el fracaso de algunos países.

Una extinción en masa de países independientes

El Daesh, que justamente celebra su segundo aniversario, es la derivación grotesca de esta época de caos y conflicto. La existencia misma de esta monstruosa secta no es más que un síntoma de la profunda dislocación sufrida por las sociedades de esa región, una región gobernada por elites corruptas y carentes de reputación. Su surgimiento –y el de sus variaciones estilo Talibán o al-Qaeda– muestra la dimensión de la debilidad de sus oponentes.

El ejército de Irak y sus fuerzas de seguridad, por ejemplo, tenían registrados 350.000 soldados y 660.000 policías en junio de 2014, cuando unos pocos miles de combatientes del Daesh capturaron Mosul, la segunda ciudad del país, que aún mantienen en su poder. En estos momentos, el ejército iraquí, los servicios de seguridad y unos 20.000 paramilitares chiíes respaldados por el enorme poder de fuego de Estados Unidos y la fuerza aérea de sus aliados se han abierto camino dentro de la ciudad de Fallujah, a 64 kilómetros al oeste de Bagdad, luchando contra la resistencia de los combatientes del Daesh, que quizás sean unos 900 hombres. En Afganistán, el resurgimiento del Talibán, supuestamente derrotado totalmente en 2001, tiene menos que ver con la popularidad de ese movimiento que con el desprecio con que los afganos miran a su corrupto gobierno con sede en Kabul.

En todas partes los estados nacionales están debilitados o derrumbándose, mientras unos jefes autoritarios luchan por su supervivencia frente a las presiones, tanto exteriores como interiores. Así es muy difícil esperar que la región pueda desarrollarse. Se suponía que unos países que en la segunda mitad del siglo XX habían conseguido quitarse de encima la dominación colonial se unirían más a medida que el tiempo pasara, no menos.

Entre 1950 y 1975, los líderes regionales accedieron al poder en buena parte del anterior mundo colonial. Prometieron que alcanzarían la autodeterminación nacional; para ello, crearon poderosos países independientes mediante la concentración de todos los recursos políticos, militares y económicos que estuviesen disponibles. En lugar de eso, después de algunas décadas, muchos de esos regímenes se convirtieron en Estados policiales controlados por un reducido número de familias extraordinariamente ricas y un círculo de hombres de negocios que dependían de sus conexiones con jefes como Hosni Mubarak, en Egipto, o Bashar el-Assad, en Siria.

En los últimos años, esos países se abrieron también al torbellino económico del neoliberalismo, que destruyó cualquier rudimentario contrato social que existiera entre gobernantes y gobernados. Tomemos a Siria, por ejemplo. En este país, las ciudades y poblaciones rurales que una vez habían apoyado al régimen baazista de la familia al-Assad porque les proporcionaba empleos y mantenía bajos los precios de los artículos de primera necesidad fueron, después de 2000, abandonados a las fuerzas del mercado que siempre favorecen a quienes detentan el poder. Estas poblaciones se convertirían en la columna vertebral del levantamiento posterior a 2011. Mientras tanto, instituciones como la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en los setenta habían hecho tanto por el aumento de la riqueza y el poder de los productores de crudo de la región, habían perdido su capacidad de actuar de común acuerdo.

La pregunta en este momento es: ¿Por qué se está produciendo una “extinción en masa” de países independientes de Oriente Medio, el norte de África y más allá? Es frecuente que los políticos y los medios occidentales se refieran a esos países como “estados fallidos”. La implicación subyacente en esa expresión es que el proceso que viven esos países es de tipo destructivo. Pero unos cuantos de esos estados ahora etiquetados como “fallidos”, como puede ser el caso de Libia, solo accedieron a esa categoría después de que un movimiento de oposición respaldado por Occidente se hiciera con el poder gracias al apoyo y la intervención militar de Washington y la OTAN y demostrara ser demasiado débil como para imponer su poder gubernamental centralizado y el correspondiente monopolio de la violencia dentro del territorio nacional.

De un modo u otro, en Irak 2003, este proceso se inició con la intervención de una coalición liderada por Estados Unidos que condujo al derrocamiento de Saddam Hussein, la proscripción del Partido Baazista y la disolución de sus fuerzas armadas. Fueran cuales fueran sus defectos, tanto Saddam como el autocrático mandamás de Libia, Muammar Gaddafi fueron satanizados y culpabilizados de todas las disputas étnicas, sectarias y regionales de los países que gobernaban, unas dsiputas que de hecho se dispararon del modo más nefasto después de la muerte de cada uno de ellos.

Sin embargo, aún hay una pregunta más: ¿Por qué la oposición a los autócratas y a la intervención occidental adquirió la forma islámica y cómo es qué los movimientos islámicos fueron los que consiguieron dominar la resistencia armada particularmente en Irak y en Siria; una resistencia tan violenta, regresiva y sectaria? Formulémosla de otra manera: ¿Cómo pudieron esos grupos encontrar tanta gente dispuesta a morir por una causa, mientras que sus oponentes apenas consiguen reclutar alguna? Cuando las unidades de combate del Daesh arrasaban el norte de Irak en el verano de 2014, los soldados [iraquíes] se quitaban el uniforme, dejaban sus armas y desertaban abandonando las ciudades del norte del país; y justificaban su fuga diciendo desdeñosamente: “¿Morir por [el primer ministro Nouri] al-Maliki? ¡Jamás!”.

Una explicación corriente de la ascensión de los movimientos islámicos de resistencia es que la oposición socialista, laica y nacionalista había sido aplastada por las fuerzas de seguridad del antiguo régimen, mientras que no había pasado lo mismo con los islamistas. Sin embargo, en países como Libia y Siria, los islamistas habían sido también salvajemente perseguidos, pero llegaron a dominar la oposición. Aun así, aunque esos movimientos confesionales fueron lo bastante fuertes como para oponerse a los gobiernos, en general demostraron no tener la fuerza suficiente como para reemplazarlos

Demasiado débiles para ganar, pero demasiado fuertes para perder

A pesar de que está claro que hay muchas razones para la actual desintegración de países y que esas razones difieren de un lugar a otro, hay algo que es incuestionable: el fenómeno en sí mismo se está convirtiendo en la norma válida a lo largo y ancho de una vasta porción del planeta.

Si buscamos las causas del fracaso de naciones en nuestro tiempo, el punto de partida es sin duda el final de la Guerra Fría, hace un cuarto de siglo. Una vez acabada, ni Estados Unidos ni la Rusia que surgió del descalabro de la Unión Soviética tenían un interés especial en continuar apuntalando “estados fallidos”, como lo habían hecho durante tanto tiempo ante el temor de que lo hiciera la superpotencia rival y sus ‘apoderados’ locales. Antes de eso, los líderes nacionales de regiones como el Gran Oriente Medio habían sido capaces de mantener a sus respectivos países en cierto grado de independencia conservando un equilibrio entre Moscú y Washington. Con el colapso de la Unión Soviética, eso ya no era factible.

Además, el triunfo de la economía neoliberal de libre mercado tras el colapso de la Unión Soviética agregó un ingrediente crítico a la mezcla; con el tiempo se vería que esto era mucho más desestabilizante.

Una vez más, tomemos en consideración a Siria. La expansión del libre mercado en un país en el que nunca había habido una responsabilidad democrática ni regido la ley por encima de todo significó una cosa: los plutócratas relacionados con la familia gobernante del país se apropiaron de todo lo que parecía ser potencialmente rentable. Gracias a esto, aumentaron pasmosamente su fortuna, mientras que los empobrecidos habitantes de las aldeas, los pueblos rurales y los barrios de chabolas de las ciudades de Siria, que una vez había dependido del Estado para conseguir trabajo y alimentos baratos, ahora sufrían. Nadie debería sorprenderse de que estos lugares se convirtieran en el centro de los levantamientos en la Siria posterior a 2011. En la capital, Damasco, mientras se extendía el reinado del neoliberalismo, incluso los miembros de rango bajo de la mukhabarat, o policía secreta, vivían con entre 200 y 300 dólares por mes; mientras tanto, el Estado se transformó en una maquinaria dedicada al robo.

En esos años, el robo y la subasta del patrimonio nacional se propagaron por toda la región. El nuevo gobernante de Egipto, el general Abdel Fattah al-Sisi, implacable con cualquier asomo de disenso interior, fue típico. En un país que alguna vez había sido el modelo a emular de los regímenes nacionalistas de todo el mundo, al-Sisi no titubeó el pasado abril en entregar dos islas en el mar Rojo a Arabia Saudí, de cuyos financiamientos y ayudas depende régimen egipcio (sorprendiendo a todo el mundo, recientemente un tribunal de El Cairo anuló la decisión de al-Sisi).

Este gesto, sumamente impopular entre los cada vez más empobrecidos egipcios, fue el símbolo de un cambio de mayor alcance en el equilibrio de poder en Oriente Medio: los otrora países más poderosos de la región –Egipto, Siria e Irak– habían sido nacionalistas laicos y un auténtico contrapeso respecto de Arabia Saudí y las monarquías del golfo Pérsico. Según se debilitaban las autocracias seculares, aumentaba el poder y la influencia de las monarquías sunníes fundamentalistas. Si 2011 fue testigo de la propagación de la rebelión y la revolución en todo el Gran Oriente Medio, mientras la Primavera Árabe florecía fugazmente, también vio la extensión de la contrarrevolución financiada por las monarquías absolutistas del Golfo ricas en petróleo, que nunca iban a tolerar cambios de régimen democráticos y no confesionales en Siria o Libia.

Hay algo más en juego que agrega todavía más fragilidad a esos países: la producción y comercialización de recursos naturales –crudo, gas y minerales– y la cleptomanía que acompaña a esas actividades. Esos países sufren a menudo los efectos de lo que se conoce como “la maldición de los recursos”: unos estados cada vez más dependientes de los ingresos por la venta de sus recursos naturales –teóricamente suficientes como para asegurar un nivel de vida razonablemente decente– que en cambio pasan a ser unas dictaduras grotescamente corruptas. En ellas, los yates de los multimillonarios locales con importantes conexiones con el régimen de turno se balancean en puertos rodeados de barrios de chabolas sin agua corriente ni saneamiento. En esas naciones, las políticas suelen centrarse en rencillas y maniobras de elites para robar los dineros que ingresa el Estado y trasladarlos fuera del país lo más rápidamente posible.

Esta ha sido la pauta de la vida económica y política de gran parte del África subsahariana desde Angola a Nigeria. En Oriente Medio y el norte de África, sin embargo, existe un sistema algo diferente, uno normalmente mal comprendido fuera de esas regiones. En Irak o Arabia Saudí hay una desigualdad parecida y unas elites igualmente cleptómanas. No obstante, han gobernado mediante Estados clientelares en los que a una parte importante de la población se le ofrece empleo en el sector público a cambio de la pasividad política o el apoyo a los cleptócratas.

Por ejemplo, en Irak, con una población de 33 millones de personas, no menos de siete millones están en la nómina del gobierno, gracias a salarios o pensiones que cuestan al Estado unos 4.000 millones de dólares por mes. Este burdo sistema de distribución popular de los ingresos derivados del petróleo ha sido denunciado frecuentemente por comentaristas y economistas occidentales con el nombre de corrupción. Estos, por su parte, recomiendan generalmente recortar el número de esos empleos, pero eso significaría que todos –no solo una parte– los ingresos estatales provenientes de los recursos naturales serían robados por la elite. De hecho, este es cada vez más el caso en esos territorios a medida que el precio del petróleo toca fondo; incluso los miembros de la realeza saudí han empezado a recortar la ayuda estatal a la población.

Una vez se pensó que el neoliberalismo era el camino hacia la democracia secular y la economía de libre mercado. En la práctica, ha sido cualquier cosa menos eso. En lugar de ello, junto con la maldición de los recursos y las repetidas intervenciones militares de Washington y sus aliados, la economía de libre mercado ha desestabilizado profundamente el Gran Oriente Medio. Alentado por Washington y Bruselas, el neoliberalismo del siglo XXI ha hecho que las sociedades desiguales sean todavía más desiguales y ha ayudado a transformar regímenes que ya eran corruptos en maquinarias de pillaje. Por supuesto, es también una fórmula para el éxito del Daesh o cualquier otra alternativa extremista al statu quo. Esos movimientos están limitados a encontrar apoyo en las zonas empobrecidas u olvidadas, como el este de Siria o el este de Libia.

Sin embargo, tengamos presente que este proceso de desestabilización de ninguna manera está limitado al Gran Oriente Medio y el norte de África. Ciertamente, estamos en la era de la desestabilización, un fenómeno en alza en el ámbito global, y ahora mismo propagándose en los Balcanes y el este de Europa (con una Unión Europea cada día más incapaz de influir en los acontecimientos en su ámbito). Ya no se habla de la integración europea, sino de cómo impedir un completo desmembramiento de la UE después de que los británicos votaran para marcharse de ella.

Las razones para que una exigua mayoría de ciudadanos británicos votara por el brexit tienen paralelos con Oriente Medio: las políticas económicas de libre mercado seguidas por los gobiernos desde que Margaret Thatcher fue primer ministro han ensanchado la distancia entre ricos y pobres y entre ciudades prósperas y buena parte del resto del país. Es posible que Gran Bretaña haya hecho bien las cosas, pero millones de ciudadanos del Reino Unido no han participado de esa prosperidad. El referéndum sobre si continuar o no siendo miembro de la UE, la opción defendida por casi la totalidad del establishment británico, se transformó en el catalizador de la protesta contra el statu quo. La rabia de los votantes por “salir” tiene mucho en común con la de los seguidores de Donald Trump en Estados Unidos.

Estados Unidos continúa siendo una superpotencia, pero ya no es tan poderosa como lo fue una vez. Este país también está sintiendo las tensiones de este momento mundial, en el que tanto EEUU como sus aliados son los suficientemente poderosos como para pensar que pueden acabar con regímenes que no son de su agrado; sin embargo, el éxito no les ha acompañado bastante, como en Siria, o si han tenido éxito, como en Libia, no han podido reemplazar aquello que destruyeron. Un político iraquí dijo una vez que el problema de su país era que los partidos eran “demasiado débiles para ganar, pero demasiado fuertes para perder”. Este patrón es el que predomina cada vez más en toda la región y se extiende por todas partes. Esto implica la posibilidad de un interminable ciclo de guerras que no resuelvan nada y una era de inestabilidad que ya ha comenzado.

Patrick Cockburn es corresponsal en Oriente Medio del periódico The Independent de Londres y autor de cinco libros sobre Oriente Medio; el más reciente es Chaos and Caliphate: Jihadis and the West in the Struggle for the Middle East (OR Books).

MIÉRCOLES 6 DE JULIO DE 2016 – COMCOSUR
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2) Premios Nobel al servicio de Monsanto y Syngenta
Silvia Ribeiro (Alai)

Son pocas las veces que tanta gente prominente del ámbito científico presume su ignorancia en tan corto espacio. Así es la carta pública que un centenar de ganadores del premio Nobel publicaron el 30 de junio defendiendo los transgénicos, particularmente el llamado arroz dorado y atacando a Greenpeace por su posición crítica a estos cultivos. La misiva abunda en adjetivos y apelativos altisonantes, hace afirmaciones falsas y no da argumentos, por lo que parece más una diatriba propagandística de empresas de transgénicos que científicos presentando una posición.

Para empezar, el llamado arroz dorado (arroz transgénico para expresar la provitamina A) que defienden con tanto énfasis, no existe. No por las críticas que le haya hecho Greenpeace y muchas otras organizaciones, sino porque sus promotores no han podido hacer una formulación viable, pese a casi 20 años de investigación y más de 100 millones de dólares invertidos. Tampoco han demostrado que tenga efecto en aportar vitamina A.

La primera versión de ese arroz transgénico con betacaroteno (GR1) fue un accidente de investigadores suizos que experimentaban otra cosa, por lo que nunca controlaron exactamente el proceso. Esa versión requería comer kilos de arroz diariamente para completar la dosis necesaria de vitamina A. Luego Syngenta compró la licencia y como propaganda donó la licencia de investigación a una fundación, en la que es miembro la Fundación Syngenta. Pero la empresa retuvo los derechos comerciales. En 2005, anunció la versión GR2, con más provitamina. Pero no ha podido demostrar que la provitamina sea estable, ya que se oxida fácilmente y en poscosecha disminuye a 10 por ciento del contenido. Como es una manipulación genética experimental de alteración de rutas metabólicas, podría tener cambios imprevistos con efectos graves para la salud. Varios científicos han señalado esos riesgos y los mitos del arroz dorado (entre otros, D. Schubert, 2008, y Michael Hansen, 2013; http://goo.gl/ChvI4Q).

Por otro lado, vegetales comunes como la zanahoria, col, espinaca y muchos tipos de quelites –hierbas comestibles comunes que acompañan la siembra campesina y las culturas culinarias tradicionales– aportan mucho más vitamina A que ese arroz, sin efectos secundarios y sin pagar a trasnacionales. Por el contrario, la agricultura industrial y de precisión que defienden en la carta de los Nobel, por ser plantadas en grandes monocultivos con agrotóxicos, eliminan esos quelites y también a los campesinos, desplazados y contaminados por las megaplantaciones.

La carta afirma que el hambre es por falta de alimentos, lo cual es falso: la producción mundial de alimentos sobra para todos los habitantes del planeta ahora y en 2050. Si existen hambrientos y desnutridos es porque no tienen tierra para producir ni pueden acceder a los alimentos. La cadena agroindustrial de alimentos –que detenta los transgénicos– desperdicia de 33 a 40 por ciento de la comida producida según datos de la FAO, lo cual alcanza para alimentar a todos los hambrientos del mundo. Además, como informa Greenpeace en su respuesta, 75 por ciento de la tierra agrícola se usa para producir forrajes para animales en cría industrial y agrocombustibles, no alimentos. (goo.gl/e5xEwc).

La afirmación de que los transgénicos son seguros para el ambiente y la salud ha sido rebatida, con argumentos y referencias científicas, por más de 300 científicos convocados por la Red Europea de Científicos por la Responsabilidad Social y Ambiental (goo.gl/VM8i3W).

Pero quizá lo más notable es que la carta no menciona que sólo seis trasnacionales (en vía de volverse tres) controlan todos los agrotransgénicos en el mundo, 61 por ciento de todas las semillas comerciales y 76 por ciento del mercado global de agrotóxicos. ¿Cuánta falta de ética y honestidad es necesaria para ocultar que su propuesta de agricultura de precisión es el negocio de un puñado de trasnacionales, todas con larga trayectoria de violación de derechos ambientales, humanos y a la salud?

La sombra de las trasnacionales cae pesadamente sobre esta carta supuestamente científica. Se dicen preocupados por el hambre y los niños desnutridos en el sur global, pero eligen presentar la carta en una conferencia de prensa en Washington, Estados Unidos, en un momento muy oportuno para favorecer a las empresas de transgénicos. En esta semana el Congreso debe votar una ley sobre etiquetado de transgénicos que quiere impedir que los estados tomen decisiones en este tema. Buscan anular la norma de etiquetado que comenzó a regir desde el 1º de julio en Vermont, luego de un referendo que votó en favor de ello.

A su conferencia de prensa se impidió asistir a Greenpeace, cuyo representante fue bloqueado por Jay Byrne, ex jefe de comunicaciones de Monsanto, que increíblemente ¡funcionaba de portero de la conferencia! (goo.gl/i8FXDg). Lejos del altruismo científico, los firmantes organizadores de la carta, Richard Roberts y Phillip Sharp, son también empresarios biotecnológicos. El sitio donde publican la carta es un espejo de otro que redirige al Genetic Literacy Project, frente de propaganda disfrazado de las trasnacionales de transgénicos y agrotóxicos. (GMWatch goo.gl/WekAin).

Pero lo más ofensivo es su pregunta final: ¿Cuánta gente pobre debe morir para considerar [la crítica a los transgénicos] un crimen contra la humanidad? Opino que los firmantes deben ir inmediatamente a las zonas de plantaciones de soya transgénica en Paraguay, Argentina, Brasil, donde las madres pierden los embarazos y niños y trabajadores mueren de cáncer por los agrotóxicos de los cultivos transgénicos. Esos son crímenes contra la humanidad.

MIÉRCOLES 6 DE JULIO DE 2016 – COMCOSUR
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3) Burundi: Injerencias, mentiras y oro
Rosa Moro (Africa en mente)

El presidente de Burundi Pierre Nkurunziza anunció en abril de 2015 que se presentaría a un tercer mandato presidencial. Inmediatamente estallaron manifestaciones de protesta, que fueron fuertemente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Nkurunziza quería cumplir lo que habían hecho antes, entre otros, el presidente de Uganda en 2005, el de Ruanda en 2010 y el de República Democrática del Congo en 2011, interpretar que el límite constitucional de dos mandatos presidenciales se refiere a los que se ha sido elegido por sufragio universal directo, no designado por algún otro proceso circunstancial, como haber sido designado tras acuerdos de paz o altos al fuego.

Todos sus vecinos (Paul Kagame, Yoweri Museveni, Denis Sasso Nguesso y Joseph Kabila) han pasado este mismo estadio con relativa calma y han superado después con éxito el siguiente, el de modificar la constitución (Kabila está en ese proceso ahora) para perpetuarse en el poder, sin tanta oposición internacional como está teniendo el actual presidente de Burundi, ni siquiera al modificar la carta magna.

En los medios internacionales se ha dicho hasta la saciedad que Nkurunziza intentó reformar la constitución “y no pudo”, algo totalmente infundado y falso. Sencillamente lo repiten todos citándose unos a otros. Lo que ocurrió en Burundi es que el gobierno y la oposición llevaron sus diferencias ante el Tribunal Constitucional y éste dictaminó que el tercer mandato era constitucional porque el artículo 8 limita los mandatos a dos, “habiendo sido elegido por sufragio universal directo”, es decir en las urnas. El primer mandato de Nkurunziza fue por designación, no por sufragio, solo se había presentado a unas elecciones. Los tan citados acuerdos de Arusha, sencillamente remiten a la constitución, para exigir el límite de «dos mandatos constitucionales», así que todo parece dentro de lo normal. El Tribunal Constitucional es un órgano compentente en los países europeos, (aunque sus decisiones sean desacertadas muchas veces), pero en los países africanos, o dicta lo que las potencias occidentales desean oir, o no lo dan por válido y exigen que no se acaten sus decisiones, violando la soberanía de los estados con total impunidad y descaro.

No es mi intención defender el gobierno de Nkurunziza. No creo que haya un gobierno perfecto o digno de más alabanzas que críticas, y el de Burundi no es excepción. Me sería mucho más fácil criticarlo, porque hay motivos, y unirme a la corriente, pero no puedo hacerlo, porque me parece mucho más criticable el “linchamiento” internacional que está sufriendo. Ha sido designado “villano” en una guerra sucia y es injusto.

Las injerencias en un país tan desconocido por la mayoría como Burundi son más fáciles de llevar a cabo, tanto por los podersos como por los medios, máxime si está en África, donde el lector enseguida pierde el interés “Ah, bueno, por ahí, donde todos son dictadores”, por estar sometidos como estamos de modo continuado e implacable a estereotipos negativos y manipulación mediática.

El primer mediador designado para la crisis de trasferencia de poder, Yoweri Museveni, de Uganda, lleva él mismo en el poder 30 años, desde 1986, agotó un largo mandato por designación hasta que se organizaron las elecciones en las que fue elegido, agotó su segundo mandato y cuando llegó la hora de dejar el poder, cambió la constitución para seguir, ha ganado las últimas elecciones en febrero de 2016. No parece la persona más apropiada para asesorar a Burundi. Tampoco parece un asesor ideal el otro vecino y participante en las “conversaciones de paz”, Paul Kagame de Ruanda, quien lleva en el poder desde 1994 y acaba de reformar la constitución para seguir en él hasta 2034, un total de 40 años, mínimo. Joseph Kabila de Congo, en 2016, intenta por todos los medios cambiar la constitución para “legalizar” su aferramiento al poder. Después de Museveni se nombró mediador al presidente de Angola, José Eduardo Dos Santos, en el poder desde 1979. Menudos asesores… del diablo. Ahora el mediador es el expresidente de Tanzania Benjamin Mkapa.

Hagamos una breve linea de tiempo de la crisis:

– Entre abril y mayo de 2015, debido a la represión de las manifestaciones de quienes se oponían a la candidatura de Nkurunziza, unas 20 personas perdieron la vida. – El 14 de mayo tuvo lugar un intento de golpe de estado, que incluso apareció en la wikipedia inmediatamente como exitoso, -aunque durase más en la wikipedia que en Bujumbura-, encabezado por el entonces recién destituido jefe de los servicios secretos, el general Godefroid Nyombare.
– Tras el frustrado golpe, la violencia se intensificó y el 21 de julio de 2015, día de las elecciones, los muertos ya ascendían a 77 y los desplazados a 127.000.
– Nkurunziza ganó las elecciones con más del 69% de los votos y a partir de entonces la violencia se disparó.
– A comienzos de 2016 los muertos ascendían a 400 y los desplazados a 220.000, en un pequeño país de apenas 10 millones de habitantes, cuya composición social se asemeja a la de su vecina Ruanda: mayoría Hutu, minoría Tutsi y Twa.
– Los llamados rebeldes, comandados por el ex general Godefroid Nyombare, que se han refugiado en la vecina Ruanda, cometen desde allí ataques a cuarteles militares, incluso uno al palacio presidencial, pero sobre todo atentados y asesinatos selectivos de líderes civiles, políticos y militares.

El periodista burundés Willy Nyamitwe, asesor de comunicación de la presidencia, señala en una entrevista concedida a la periodista estadounidense Ann Garrison que la mayoría de las más de 500 víctimas mortales son responsabilidad de los llamados rebeldes y remarca que hasta que ellos entraron en acción, los muertos por la represión del gobierno -la cual no niega- no llegaban a dos docenas.

Destacados analistas de la región no comprenden el empeño de los organismos y medios internacionales por ver factores étnicos, incluso alertar sobre el peligro de un nuevo genocidio. Esta crisis es política. El gobierno, el ejército, la administración y los partidos políticos en Burundi son diversos, de hecho la mayoría de la oposición está formada por Hutus como el propio presidente. El periodista ruandés Claude Gatebuke, afirma que estas insinuaciones son propaganda de quienes pretenden despertar los fantasmas del genocidio para obtener un beneficio político , la imposición de sanciones a Burundi desde la comunidad internacional. Alguno, como el padre Thomas Nahimana, de Burundi, va más allá y acusa al presidente de Ruanda, Paul Kagame, de querer provocar en Burundi un «genocidio” de cara al exterior , aunque no sea verdadero en la realidad, para tener el pretexto de invadir el país y acabar dominando la región entera.

Estas sospechas de los burundeses se vieron respaldadas por el último informe confidencial de expertos de la ONU, presentado el 15 de enero de 2016 . En este informe se afirma que entre mayo y junio de 2015, el ejército de Ruanda llevó a cabo una campaña de reclutamiento forzoso de refugiados burundeses en el campo de Mahama, durante la noche, algunos de ellos menores de edad, para convertirlos en rebeldes que operen en Burundi. Tras el reclutamiento -según declararon a los expertos de la ONU los propios rebeldes forzosos- tenían un entrenamiento militar de dos meses, bajo la batuta de los militares y oficiales ruandeses en los propios cuarteles del ejército de Ruanda. Según estos mismos testigos, habría unas cuatro compañías formadas, armadas y financiadas por los militares ruandeses, de unos 100 hombres cada una.

Aunque Samantha Power, la embajadora de Estados Unidos en la ONU, una figura muy implicada en la política de la región, ha dicho que conoce y cree ciertas las denuncias de dicho informe, su gobierno no se ha posicionado al respecto. Este informe no ha sido citado por apenas nadie, ONG, organismos preocupados por la paz y la estabilidad, gobiernos y parlamentos internacionales, medios y expertos, el informe ha caído en el olvido. No parece que a estas alturas, tras seis meses, vaya a haber reacciones que impliquen ni tan siquiera una reprimenda a Ruanda, por las probadas acusaciones de agresión internacional.

Se sigue insistiendo en enviar una fuerza policial a Burundi para “proteger a la población”, ciertamente algo necesario, pero sin hacer referencia al principal factor desestabilizador, el país vecino que recluta, entrena, arma, paga y comanda a los llamados rebeldes, que en nuestros propios países serían denominados terroristas y tratados como tales.

Solo con la ayuda de Rusia y China, que hicieron uso de su derecho a veto en el Consejo de Seguridad para evitar que se mandase una fuerza de intervención desde la ONU o la UA, Burundi pudo mantenerse alejada de lo que seguro aumentará la inseguridad de su pueblo, más militarización, sin reconocer el objetivo a combatir. Algo demasiado común en la región.

Europa, la ONU, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Reino Unido… todos están empeñados en que en Burundi hay una crisis que necesita invertir el dinero de nuestros impuestos en enviar una fuerza que obligue a un gobierno soberano a incluír en sus instituciones (ejército, gobierno, administración, etc) a grupos armados que están cometiendo ataques terroristas con total impunidad y amparo de la comunidad internacional.

Esto mismo ha sido lo que han obligado tantas otras veces a hacer a la República Democrática del Congo, ahora, hasta su presidente Kabila habla mejor kiñaruanda [idioma de Ruanda] que lingala [el idioma más hablado en Congo]…

El 10 de junio de 2016 comenzaron las conversaciones de paz en Bruselas. Es algo impuesto desde Europa, desde la Unión Africana solo asienten a lo que mande Europa, pero no tienen visos de llegar a ninguna solución que beneficie al pueblo burundés. ¿Cómo podrían beneficiar a los burundeses? Estas conversaciones giran en torno a una historia falsa impuesta desde fuera y apoyada por una oposición que solamente piensa “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Pero no piensa en el bien del país, solo en llegar al poder y -hagan sus apuestas- rescindir el contrato de venta de oro que Nkurunziza firmó con China el año pasado, y los burundeses lo saben.

MIÉRCOLES 6 DE JULIO DE 2016 – COMCOSUR
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4) Venezuela antes y después de Chávez
Pablo Stancanelli (Le Monde Diplomatique)

La irrupción de Chávez en la política venezolana marcó un quiebre en la historia del país. Pero la crisis que azota a la nación caribeña muestra continuidades con el régimen anterior y amenaza su legado.

“Yo fui pobre desde siempre. Y cuando te digo siempre, es siempre; un siempre donde están mis papás, y los papás de mis papás y los papás de los papás de mis papás y así hasta el infinito, todos pobres, jodidísimos. Creíamos que la pobreza era para siempre, que era algo que estaba en nuestra naturaleza, pues. […] Nosotros sentíamos que no éramos nadie, que no teníamos valor, que no importábamos. Y eso fue lo que cambió Chávez. Eso fue lo que nos dio. […] Chávez me enseñó a ser yo y a no tener vergüenza.”

Estas palabras, pronunciadas por un personaje de la novela Patria o muerte (1), del escritor Alberto Barrera Tyszka (pág. 77), pertenecen al mundo de la ficción, pero podrían haber brotado de la boca de cualquiera de los millones de venezolanos que a lo largo de las últimas dos décadas abrazaron la Revolución Bolivariana liderada por el “comandante presidente” Hugo Rafael Chávez Frías. Su sentido, probablemente el mayor logro de ese proceso, eleva a Chávez al panteón de héroes populares latinoamericanos.

Pues si de algo no existen dudas es que, con sus aciertos, errores y contradicciones, Chávez fue y será una figura ineludible de la historia regional de fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Fuerza motriz del giro político suramericano a fines de los noventa, embistió contra el dogma neoliberal imperante y sacó de su letargo vergonzante a las izquierdas afectadas por el derrumbe soviético, devolviendo a muchos, incluidos aquellos que recelaban de su pasado militar y golpista, el entusiasmo y la esperanza.

Chávez se lanzó a la carrera presidencial al salir de prisión en 1994, sobreseído por el presidente Rafael Caldera, dos años después de saltar a la vida pública nacional, el 4 de febrero de 1992, cuando tras liderar un golpe fallido contra el entonces presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez, pidió por televisión a sus compañeros rendirse, al tiempo que afirmaba que sus objetivos no habían sido alcanzados… “por ahora”.

Éstos consistían básicamente en poner fin a la IV República, emanada del Pacto de Punto Fijo, celebrado tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez en 1958 por los grandes animadores de la vida política venezolana de la segunda mitad del siglo XX: Acción Democrática (AD) y COPEI. Dos partidos que mantuvieron a la nación caribeña en una situación de excepcionalidad democrática para la región, alternándose en el poder, repartiendo cargos y prebendas, sacando provecho del fabuloso maná petrolero nacionalizado en 1975. Miembro fundador de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Venezuela creó gracias al oro negro un espejismo de progreso que mantuvo en su cauce al flujo de ciudadanos pobres que se agolpaban en miserables ranchos alrededor de las grandes urbes con la esperanza de disfrutar algo de ese presente griego de la naturaleza que ató al país a su papel de exportador primario e importador suntuoso.

La “siembra del petróleo” pregonada por el intelectual Arturo Uslar Pietri en 1936 se reveló infructuosa. Sus beneficios, dilapidados, no sirvieron a construir una industria competitiva. Y cuando, a partir de la década de 1980, la economía ingresó en una espiral de endeudamiento, fuga de divisas, inflación y aumento de la pobreza, Venezuela emprendió la vía neoliberal que llevó a la violenta revuelta popular del 27 de febrero de 1989. Conocida como “El Caracazo”, sorprendió al país a menos de un mes de que Carlos Andrés Pérez iniciara su segundo mandato anunciando un fenomenal plan de ajuste. Ante el aumento de la nafta –servicio básico nacional– y el transporte, estalló la furia. La brutal represión dejó miles de muertos, y marcó el principio del fin del bipartidismo pactado. La corrupción, la desigualdad y la creciente inseguridad se hicieron insostenibles frente a la crisis económica.

Polarización

En ese marco, Chávez se convirtió en el outsider que fustigaba al sistema con sus críticas a la corrupción, la globalización y la influencia de Washington. Su origen humilde, su piel mestiza, su rigor militar, su energía y labia inagotables acrecentaron su popularidad. Ganó las elecciones en 1998 con más del 56% de los votos y terminó de enterrar al bipartidismo al jurar sobre la “Constitución moribunda” y convocar a reconstruir la República bajo el signo de Simón Bolívar.

Forjó una nueva Carta Magna, que amplió los derechos ciudadanos, con mecanismos de democracia directa y participativa. Fue elegido nuevamente, y a partir de entonces, amado y odiado por igual –sin matices–, se convirtió en el sol alrededor del cual giró la vida política, económica y social venezolana. Su luz irradió a los humildes, que fueron incluidos en el debate político y se beneficiaron del auge de los precios del petróleo y la recuperación de PDVSA, un “Estado dentro del Estado”, que volcó inmensas sumas de dinero a “misiones” populares, mejorando notablemente los índices sociales. Su sombra se abatió sobre la antigua burguesía tradicional venezolana, los medios de comunicación concentrados y sobre todos aquellos que se le opusieron, convertidos en “escuálidos”. Éstos vieron enseguida en él a un enemigo e intentaron derrocarlo por todos los medios: golpe de Estado, sabotaje petrolero y un referéndum revocatorio –uno de los instrumentos novedosos de la Constitución–, del que salieron derrotados y desconcertados.

La sociedad se polarizó y Chávez se movió a sus anchas en ese juego. Ganó elección tras elección y, radicalizado, gobernó a voluntad, sin contrapesos, con completo control de la Asamblea Nacional y la Justicia. Llevó a Venezuela por el camino de un inasible “socialismo del siglo XXI”, mezcla de nacionalismo antiimperialista, cristianismo y capitalismo de Estado. Profundizó la participación a través de nuevos poderes comunales, pero su gobierno devino cada vez más verticalista. Creó milicias populares en defensa de la Revolución, militarizando a la sociedad y volcando más armas en un país con niveles alarmantes de violencia. Lanzó innumerables proyectos faraónicos que nunca se concretaron. Y a medida que incrementó los controles del Estado sobre la economía, crecieron también la especulación, la ineficiencia, el contrabando, la criminalidad, la corrupción y una nueva élite satélite, que aprovechó para sacar su tajada de la renta petrolera.

Por sobre todas las cosas, incrementó la dependencia del petróleo. Así, cuando los precios del crudo bajaron bruscamente, en coincidencia con una larga enfermedad que llevó a Chávez a la muerte, la magia se desvaneció. Y los graves problemas que aquejaban a Venezuela antes de su Revolución volvieron a la superficie.

Su sucesor, Nicolás Maduro, heredó un país en recesión, con una inflación desbocada y una grave penuria de alimentos y productos básicos, que amenazan con revertir por completo los logros sociales del proceso. Sufrió a su vez una dura derrota electoral en las legislativas del 6 de diciembre de 2015, cuando la heterogénea coalición opositora reunida en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) alcanzó una amplia mayoría en la Asamblea Nacional, provocando un conflicto de poderes con el Ejecutivo y el Poder Judicial.

Envalentonada por el nuevo giro a la derecha regional, la MUD busca ahora aislar al régimen y sacar a Maduro del poder a través de otro referéndum revocatorio. Pero a pesar de sus divisiones internas, el chavismo mantiene su capacidad de movilización a través de una base social y electoral importante, reflejada en el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El futuro se anuncia cargado de tensiones.

MIÉRCOLES 6 DE JULIO DE 2016 – COMCOSUR
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5) Violencia sin justicia en México: la guerra y sus consecuencias
Gema Santamaría (DemocraciaAbierta)
Independientemente de su relación con el narcotráfico, la guerra desencadenada en México es una guerra civil contra y entre ciudadanos, de consecuencias demoledoras para la población y el Estado. English

Un soldado sostiene su arma mientras patrulla una calle de Morelia, en el estado de Michoacán, México. Foto AP /Carlos Jasso. Todos los derechos reservados.

La llamada guerra contra las drogas en México no ha terminado. Aunque ya no forma parte del discurso oficial del gobierno, la lógica bélica sigue impregnando las estrategias militarizadas del Estado contra las organizaciones criminales. Y lo que es más importante: la guerra sigue incidiendo en las personas, las familias y comunidades que padecen sus consecuencias bajo la forma de extorsiones, secuestros, desapariciones, tortura y desplazamientos forzosos. Son más que “efectos colaterales”: esta variedad de formas de violencia y sus víctimas centran la actual Guerra de México.

En la medida en que impacta de manera fundamental en la vida y el bienestar de miles de ciudadanos, esta guerra no puede ya entenderse- si es que alguna vez pudo entenderse así – como una guerra que libra el Estado contra organizaciones criminales. El número de masacres cometidas por dichas organizaciones criminales, con la complicidad o negligencia de los agentes estatales, contra civiles desarmados – incluyendo inmigrantes – desvela una realidad cuyas raíces y ramificaciones estamos tan sólo empezando a entender. El alcance geográfico de la violencia y sus niveles de brutalidad confirman que México está efectivamente padeciendo una guerra, aunque de un tipo diferente. Eruditos como Andreas Schedler han sugerido el término «guerra civil económica»; otros han propuesto «narcoviolencia» o «guerra no convencional». Una guerra civil, diría yo, contra y entre ciudadanos, independientemente de su relación con el «negocio de la droga.»

Al principio de su mandato, el presidente Enrique Peña Nieto se comprometió a distanciarse de la estrategia de seguridad del gobierno anterior. Basada en operaciones militares, encarcelamientos masivos y la neutralización de los principales líderes de las organizaciones de narcotráfico, esta estrategia se ya se percibía entonces como limitada en su alcance y perjudicial en sus consecuencias. No sólo no logró disminuir los niveles de violencia, sino que produjo unas organizaciones criminales más fragmentadas, dispersas y depredadoras. A pesar de ello, Peña Nieto abandonó rápidamente su primer impulso de revisar y transformar las políticas de seguridad del país. La posibilidad de adoptar un enfoque más integral y centrado en las personas fue sustituido por una serie de iniciativas dispares encaminadas a dar respuestas inmediatas ante lo que son claramente desafíos institucionales y estructurales profundamente arraigados.

La dislocada estrategia de seguridad de México ha reproducido, por tanto, los errores del pasado, pero ha dado lugar también a nuevos y más profundos signos de erosión democrática. Concretamente, la sociedad civil y organizaciones internacionales han documentado violaciones de derechos humanos y crímenes de lesa humanidad que se han producido ante la negligencia y con la colusión criminal de agentes estatales en los distintos niveles de gobierno. El Grupo de Expertas y Expertos Independientes (GIEI), la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Amnistía Internacional, Human Rights Watch y, más recientemente, la Open Society Justice Initiative, han documentado sistemáticamente casos de tortura, de abuso y violencia cuya presencia es sistémica y generalizada, y no aislada.

Estas y muchas otras organizaciones que trabajan en estrecha colaboración con las víctimas y sus familias se han dirigido al gobierno en busca de respuestas. La réplica de las autoridades mexicanas ha sido entre cautelosa y defensiva, inclinándose más hacia esta última opción en los últimos meses. Este cambio de posición queda reflejado en la respuesta inicial del gobierno, abierta e incluso de bienvenida, hacia el GIEI y su posterior actitud defensiva y desdeñosa. Huelga decir que este tipo de respuesta incoherente es contradictoria con el nivel de madurez democrática alcanzado por la sociedad mexicana. Daña además la posición de México como actor global que en los últimos veinte años ha hecho suya y promovido a nivel internacional una agenda de derechos humanos. Más aún, las reacciones del ejecutivo han laminado el proceso para esclarecer la verdad y establecer justicia, en perjuicio de miles de ciudadanos y de la propia legitimidad del gobierno.

Sin lugar a dudas, el gobierno mexicano se enfrenta a una tarea difícil. Aceptar las conclusiones de los actores de la sociedad civil y las organizaciones internacionales equivaldría a reconocer que los actuales niveles de violencia y abuso en el país reflejan algo más que unos pocos casos aislados. En otras palabras, llevaría al gobierno a abandonar su narrativa de «algunas manzanas podridas» y reconocer el abandono sistemático, por parte del Estado, que se da tanto a nivel local, como también estatal y federal. Sería asimismo forzarle a reconocer que hay espacios que han caído bajo el control de las organizaciones criminales, con el conocimiento y la complicidad de los actores estatales – alcaldes, gobernadores, policía y personal militar.

El temor a que México sea tachado de «estado fallido» es muy fuerte entre las élites políticas del país, al igual que a perder soberanía ante actores y organizaciones internacionales que podrían decidir intervenir en asuntos considerados de «interés nacional». Sin duda, la etiqueta de «estado fallido» ha demostrado ser una herramienta inadecuada y a menudo utilizada con motivaciones políticas que contribuye muy poco a reconstruir las capacidades institucionales y estructurales de los países. Pero la demanda de transparencia, rendición de cuentas y respuestas adecuadas por parte de la comunidad internacional no puede ignorarse.

La noción de soberanía como protección de los intereses nacionales y estatales, paradigmática del Estado posrevolucionario de México, ya no se sostiene. Un país es soberano en la medida en que puede cumplir con su mandato de proteger a los ciudadanos de cualquier daño y proporcionarles medios eficaces para que se haga justicia. No sirve el orgullo nacionalista; la responsabilidad de México de proteger a los mexicanos es indiscutible e inquebrantable.

Las autoridades mexicanas harían bien en hacer frente a los retos y recomendaciones que les han hecho organizaciones internacionales, la sociedad civil y periodistas de investigación, así como las víctimas y sus familias. Sería un signo de fortaleza y madurez democrática que podría abrir un proceso de reconstrucción de los sistemas de seguridad y justicia en México. En lugar de rechazar o hacer caso omiso a las peticiones de justicia de diferentes actores nacionales e internacionales, el gobierno mexicano debería aprovechar estos diagnósticos y pedirle a la comunidad internacional recomendaciones específicas y viables que se puedan poner en práctica en cuestión de meses. Ya se han hecho algunas recomendaciones prometedoras, entre ellas la creación de un órgano de investigación independiente similar a la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala. Tomar estas recomendaciones en serio implica, una vez más, superar actitudes defensivas y nacionalistas. Implica mirar a Guatemala y a los países del triángulo norte como estados que ofrecen evidencias importantes de éxitos y fracasos.

Las raíces de los niveles actuales de violencia en México se hallan tanto en el pasado como en el presente. Tienen que ver con una aplicación parcial y politizada de la ley, que permitía a las élites políticas ejercer control sobre las comunidades y territorios utilizando medios extra-legales. Tienen que ver también con la reciente escalada de la violencia relacionada con las drogas y con una estrategia de seguridad fracasada que ha corroído las instituciones del Estado y las comunidades locales. La guerra no desaparecerá por sí sola. A menos que se tomen medidas serias y sistemáticas para revertir el daño causado por unas estrategias reactivas y militarizadas, las consecuencias de esta guerra se seguirán sintiendo de manera profunda y extensa.

MIÉRCOLES 6 DE JULIO DE 2016 – COMCOSUR
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“Las ideas dominantes de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes, es decir, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad resulta ser al mismo tiempo la fuerza espiritual dominante, la clase que controla los medios de producción intelectual, de tal manera que en general las ideas de los que no disponen de medios de producción intelectual son sometidos a las ideas de la clase dominante”. — Carlos Marx
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POR LA VOZ DE MUMIA ABU JAMAL ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / blog: nuevo.comcosur.org / contacto: comcosur@comcosur.com.uy / Y ahora puedes seguir a Comcosur también en Facebook
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PRODUCCIÓN, INDICADORES Y REALIDAD

1) Haití: Un Secretariado Nacional a la cabeza del MPDP
2) ¿Por qué DirecTV cedió gratuitamente la señal? /Gustavo Gómez
3) Producción, indicadores y realidad /José Antonio Rocca
4) Lo justo, lo oportuno y lo pertinente /Soledad Platero
5) Argumentos sobre los ajustes a la Caja militar /Gustavo González
COMCOSUR INFORMA AÑO 16 – No. 1738 – martes 05.07.2016
COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2016 – 22 años
Selección y producción: Beatriz Alonso, Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ARGENTINA: Eduardo Abeleira, Claudia Korol y Mauricio D’ambrouso (Buenos Aires)
BRASIL: Carlos O. Catalogne (Florianópolis)
CENTROAMÉRICA: Gustavo González
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Jorge Marrero (Santa Rosa), Margarita Merklen (Durazno), Pablo Alfano (Montevideo), Luis Sabini (Piriápolis)
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“Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) HAITÍ: UN SECRETARIADO NACIONAL A LA CABEZA DEL MPDP
“Para construir un movimiento social nacional, unido, fuerte y solidario por la liberación nacional del país”: tal fue el tema central del primer Congreso Nacional del MPDP, que reunió del 28 al 30 junio de 2016, a más de un centenar de delegados de las coordinaciones departamentales del país.
2) ¿POR QUÉ DIRECTV CEDIÓ GRATUITAMENTE LA SEÑAL DE LOS PARTIDOS DE SEMIFINALES Y TERCER PUESTO DEL SUDAMERICANO DE BÁSQUETBOL? /Gustavo Gómez
3) PRODUCCIÓN, INDICADORES Y REALIDAD
Cifras oficiales comienzan a registrar parte de una realidad de crisis económica que creo es cada vez más evidente. /José Antonio Rocca
4) LO JUSTO, LO OPORTUNO Y LO PERTINENTE
La reforma de la Constitución podría ser hasta necesaria, pero tengo mis dudas de que, en estas condiciones, sea pertinente. Que es algo muy distinto de ser oportuno. /Soledad Platero
5) ARGUMENTOS SOBRE LOS AJUSTES A LA CAJA MILITAR Uno de los argumentos vertidos a favor de que no se toque el monto de US$ 400 millones que anualmente el Estado otorga a la Caja Militar, dados por el coronel retirado Carlos Silva, es que “la única ventaja que tiene el soldado es retirarse antes, para jubilarse, porque el físico no le da”. /Gustavo González
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NOTICIAS Y TEMAS DE COMCOSUR
1) HAITÍ: UN SECRETARIADO NACIONAL A LA CABEZA DEL MPDP
“Para construir un movimiento social nacional, unido, fuerte y solidario por la liberación nacional del país”: tal fue el tema central del primer Congreso Nacional del MPDP, que reunió del 28 al 30 junio de 2016, a más de un centenar de delegados de las coordinaciones departamentales del país.
Gressier (Leogane), 1 de Julio de 2016 [AlterPresse]
Al finalizar el congreso nacional de tres días en Gressier (Departamento del Oeste), un secretariado nacional quedó instalado a la cabeza del Movimiento Patriótico Democrático Popular (MPDP), observa AlterPresse.
El secretariado nacional está compuesto por el coordinador nacional del movimiento, Ernst Mathurin, la coordinadora adjunta, Marie Eveline Larrieux, el Secretario Nacional, Fritson Lalanne, el responsable de movilización, Guy Numa, el responsable de relaciones internacionales, Marc Arthur Fils-Aimé y el responsable de Finanzas, Rosnel Jean Baptiste.
Emmanuel Joseph y Reynald Trouillot comparten el papel de responsable de organización. Un documento de orientación y funcionamiento también fue votado.
Se ha definido una estrategia y un plan de acción que tenga en cuenta múltiples ejes del MPDP, incluida la lucha contra la corrupción, la explotación minera y la ocupación extranjera.
El coordinador del movimiento, Ernst Mathurin, se muestra satisfecho por la creación de MPDP que tiene, según señala, una gran misión que cumplir.
El movimiento debe continuar su expansión en las secciones comunales, los municipios y departamentos para permitir que más organizaciones se integren.
Considera necesario sensibilizara la población sobre la realidad de dependencia y ocupación del país.
Mathurin anima al pueblo a luchar para cambiar la mala calidad de vida actual.
La participación de las mujeres en el seno del movimiento será fundamental, enfatiza la coordinadora adjunta, Marie Eveline Larrieux.
Ellas traerán muchas reflexiones y experiencias a nivel organizativo, asegura.
Un tribunal popular será realizado para llevar a cabo un juicio simbólico de la ocupación y la dominación de los Estados Unidos y sus aliados internacionales ejercida sobre Haití, anuncia, por su parte, Marc-Arthur Fils-Aimé.
Traducción del francés Diálogo 2000-JS Argentina. /Enviado por Mónica Riet
COMCOSUR INFORMA Nº 1738 – 05/07/2016
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2) ¿POR QUÉ DIRECTV CEDIÓ GRATUITAMENTE LA SEÑAL DE LOS PARTIDOS DE SEMIFINALES Y TERCER PUESTO DEL SUDAMERICANO DE BÁSQUETBOL?
Por Gustavo Gómez
En mi opinión, porque no tuvo más remedio: su recurso de inconstitucionalidad contra el art. 40 de la LSCA (quien tenga los derechos exclusivos de partidos de la selección debe darle gratis la señal a TNU) fue rechazado expresamente por la Suprema Corte de Justicia.
Para DirecTV, según se cita en el fallo, el art. 40 era inconstitucional porque “supone una expropiación sin previa y justa compensación”, y “no le garantiza a Directv una remuneración acorde, pues si ninguna empresa quisiera adquirir los derechos por los eventos en cuestión, será el Estado el que se hará cargo de transmitirlos, sin que deba abonarle monto alguno por tal concepto” (*). Estas normas vulnerarían “los arts. 7, 32 y 36 de la Constitución”.
La sentencia no le da la razón: “La mayoría de la Corte, conformada por los Sres. Ministros, Dres. Ricardo Pérez Manrique, Jorge Larrieux y Elena Martínez, así como también por el redactor (NOTA: Felipe Hounie), considera que esta norma no es inconstitucional. Se trata de una disposición cuya finalidad fue la de crear un mecanismo para garantizar el derecho del público de acceder a la recepción a través de los servicios de radiodifusión de televisión abierta de aquellos eventos de interés general que la ley califique como tales (como, por ejemplo, los enumerados en el art. 39 inc. 1 de la ley), por lo que nada cabe reprocharle en cuanto a su apego a la Constitución. Es, simplemente, un mecanismo de aplicación del art. 38 de la ley (NOTA: derecho a recibir eventos de interés general), cuya constitucionalidad no fue cuestionada”.
Ergo: al rechazar los argumentos de DirecTV, la ley en su art. 40 no viola el derecho de propiedad reconocido por la Constitución, en tanto no se trata de una expropiación y por tanto no obliga a una compensación por parte del Estado.
Sobre las condiciones de la emisión (sólo emisión, sin modificación de su contenido, etc.) puede verse copia de la carta que la empresa estadounidense envió a TNU en Sudestada, en general de acuerdo con lo dispuesto por la propia Ley: la retransmisión “deberá realizarse en forma ininterrumpida, incluyendo los mensajes publicitarios incorporados en la señal entregada por el titular de los derechos”.
Nota:
(*) Vale decir que para la URSEC este artículo también era inconstitucional, concluyendo que no hubo violación a la LSCA en el caso de las Eliminatorias, en gran parte por esta interpretación.
Gustavo Gómez
COMCOSUR INFORMA Nº 1738 – 05/07/2016
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3) PRODUCCIÓN, INDICADORES Y REALIDAD
Cifras oficiales comienzan a registrar parte de una realidad de crisis económica que creo es cada vez más evidente.
Por José Antonio Rocca /La economía de a pie /Primera quincena julio.
El Banco Central difundió recientemente los datos primarios sobre la evolución del PBI, para el primer trimestre de 2016. Estos registran un descenso de 0.5% en relación al mismo período del año previo.
El análisis sectorial arroja algo más de luz. Los escasos espacios de crecimiento se ubican en zonas francas, que prácticamente no aportan nada a la riqueza real del país y o se vinculan con servicios de dudosa contabilización como energía ( i) y comunicaciones de datos. Como contrapartida caen el núcleo industrial (ii), el sector primario, la construcción y el comercio todos ellos en un entorno superior a 4% anual (iii).
Los denominados datos desestacionalizados ( iv) indican un pequeño incremento de 0.1% en relación al trimestre octubre-diciembre de 2015. Algunas definiciones tecnocráticas, que no comparto, hablan de recesión cuando las cifras del PBI, descienden durante dos trimestres consecutivos sin considerar la transferencia de riquezas al exterior, la estructura ni la composición, ni la distribución de la producción.
Es decir para este tipo de análisis si el indicador crece 0.1% no hay recesión y si baja 0.1% si la hay. A mi gusto, tan absurdo y arbitrario como los criterios del INE que considera pobre al que gana $ 11472 al mes en Montevideo (v) y evalúan que dejo de serlo si gana dos pesos más.
En particular considero que son definiciones excesivamente superficiales. Se tiende a confundir calidad de vida con crecimiento de la producción y esto con el incremento de un indicador que merece serias reservas ya que mide con criterios de mercado ajenos frecuentemente al aporte de los bienes y servicios al buen vivir de la gente (vi).
Por ejemplo las formas concretas de medir el PBI no consideran el “costo” ambiental que se expresa en el deterioro de ríos, aire, territorio. El concepto se hace más limitado aún en países como Uruguay donde proliferan las zonas francas generalmente disociadas de la dinámica local y cuya información real es de difícil acceso y dudosa calidad, teñida con intereses relativos a la evasión fiscal desde otras zonas del país o de países vecinos.
Además y en particular la presentación de los valores primarios del BCU, sobre el PBI, frecuentemente es corregida con retraso y generalmente “al descenso” en rangos relativamente importantes.
Paralelamente los síntomas de la crisis se multiplican. Aumenta el número de trabajadores en seguro de paro, desempleo, capacidad ociosa de diversas industrias, la cantidad e importancia de empresas quebradas o en concurso. Además se incrementan los precios de productos básicos para la población, cae el poder de compra de los salarios y se reduce la recaudación fiscal como consecuencia de la menor actividad económica.
Negar la crisis porque no llegó al sistema financiero protegido por un conjunto de mecanismos que le permiten descontar créditos de los salarios y pasividades puede ser un consuelo para los Banqueros o sus escribas pero me parece ofensivo para el pueblo que está sufriendo las consecuencias.
Gotitas de economía
En el correr de los primeros cinco meses de 2016, según datos del INAC la faena de bovinos disminuyó un 6% respecto a 2015. Además cae el porcentaje de procreo.
Las reservas monetarias efectivas del BCU, continúan su tendencia de fuerte descenso. En pocos meses, las reservas sin contrapartida, cayeron desde un entorno de 8000 millones de dólares a 3480 (vii).
El monetarismo ortodoxo, campea en las conducciones económicas de los países del sur de América latina que restringen fuertemente la emisión de dinero. Además aumentan la emisión de deuda en pesos nominales o indexados pagando tasas de interés muy elevadas medidas en dólares. La menor cantidad de dinero local evita presiones inmediatas de demanda sobre la moneda extranjera pero se provoca inflación en dólares, más deuda, más intereses y restricciones sobre otros gastos del Estado.
El INDEC de Argentina vuelve a registrar la evolución de los precios al consumo. El índice de mayo se estableció en 4.2%. En los 5 primeros meses la información oficial registra 25%
La decisión del pueblo británico de separarse de la Unión europea provocó fuertes descensos de las bolsas de valores especialmente en Europa. Los casinos económicos generados por el funcionamiento capitalista mueven los precios mucho más allá de los efectos de cada suceso sobre la economía real provocando verdaderos sismos financieros.
Se suceden alertas ambientales en Santiago de Chile, por la contaminación del aire. Los efectos de la impunidad económica hacen estragos sobre la calidad de vida de la población
Crece la resistencia a los Tratados de “liberalización económica” entre la Unión europea y Estados Unidos. Los intereses de las grandes empresas de servicios y las controladoras de marcas y patentes no coinciden con los intereses de los pueblos.
Notas:
I Gracias a la lluvia pues se calcula como diferencia entre precio y costo. El costo cae con el mayor uso la energía hidráulica.
II Los datos de la Cámara de industrias, relativo al primer trimestre de 2016 indican un descenso del 5%.
III Caen 4.1% las actividades primarias, la construcción 4.7% y los servicios comerciales, restaurantes y hotelería 4.5%
IV Desde el punto de vista contable se quitan los efectos de las actividades zafrales, vinculadas a diferentes períodos del año. De todas maneras la técnica y su aplicación son muy discutibles y se prestan a numerosos errores.
V En el interior urbano la línea de pobreza se establece en $ 7560. O sea que el que gana $7569 es pobre y el que gana $ 7571 deja de serlo. Me parecen definiciones que chocan contra el ´sentido común más elemental. Pero hay economistas que los siguen y periodistas que los repiten.
VI Pensemos en la producción de armas o de rejas. Necesidades que surgen de la mala organización de la sociedad.
VII Últimos datos publicados correspondientes al 14 de junio.
José Antonio Rocca / La economía de a pie
COMCOSUR INFORMA Nº 1738 – 05/07/2016
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4) LO JUSTO, LO OPORTUNO Y LO PERTINENTE
La reforma de la Constitución podría ser hasta necesaria, pero tengo mis dudas de que, en estas condiciones, sea pertinente. Que es algo muy distinto de ser oportuno.
Soledad Platero /La Diaria
Parece una obviedad, pero la Constitución, como el resto de las leyes que constituyen el marco normativo de una sociedad, es una construcción colectiva sujeta a las circunstancias históricas en las que nace, a las necesidades de los sectores más influyentes en ese momento y a las ideas políticas, filosóficas, morales y hasta religiosas entre las que hay cierto consenso en los ámbitos letrados y con capacidad de incidencia en la cosa pública. Y como observa acertadamente Hoenir Sarthou en su columna de esta semana en Voces, los cambios constitucionales suelen impulsarse cuando una revolución modificó las relaciones de poder o cuando un gobierno necesita introducir cambios, por ejemplo, en los mecanismos electorales o en los procedimientos legislativos. No son malas ni buenas, de por sí, las reformas constitucionales, y no deberían desconsiderarse sólo por razones de oportunidad política (de oportunismo, es tentador decir). Sin embargo, como casi todas las cosas, también estas reformas deberían pasar el filtro de la pertinencia.
Los gobiernos del Frente Amplio (FA) no han sido muy distintos de otros gobiernos en eso de tratar de limitar la participación ciudadana a los ámbitos institucionales. Es más: el FA ha sido especialmente innovador y creativo en la institucionalización de la participación política: mecanismos de selección de representantes estudiantiles (no gremiales) en los liceos en los primeros días de clase; registro de voluntarios para esto y aquello; inserción de militantes en la burocracia de gobierno, y tantas otras formas tendientes a evitar la militancia revoltosa y a aprovechar la natural inclinación de algunos ciudadanos a hacer el bien. El resultado de esa práctica rompe los ojos: la cosa pública termina siendo dirimida entre escritorios ocupados por ex militantes profesionalizados que dan sus propias batallas en el marco de la gestión de gobierno y obtienen más o menos victorias, sin que las estructuras que en principio los habían obligado a salir a la calle se modifiquen demasiado y sin que los beneficios, siempre parciales, conseguidos tras largas negociaciones, alcancen a democratizar efectivamente un mundo cada día más injusto, más violento y, sobre todo, más negador de las tensiones sociales.
Hace unos días se dieron a conocer los números de lo que se conoce como “turismo social”, una iniciativa del Ministerio de Turismo que busca poner al alcance de personas de sectores históricamente postergados el derecho a viajar y a ser tratadas como cualquier cliente en restaurantes, hoteles y otros establecimientos de atención al turista. Casi 100.000 uruguayos viajaron en estos diez años gracias a los distintos mecanismos que se disponen para que quinceañeras, jubilados y trabajadores, entre otros beneficiarios, ejerzan su derecho al turismo recreativo. Especialmente conmovedor fue el testimonio, en un informativo en horario central de la televisión abierta, de una trabajadora rural que admitía haber sido tratada como nunca antes en su vida, gracias a esta política pública. En la misma línea de promover el acceso de todo el mundo a bienes y placeres usualmente reservados para los más pudientes deben inscribirse iniciativas como Un pueblo al Solís (que trae al principal escenario de la capital a habitantes de remotas localidades del interior) o las tarjetas de débito que permiten que los beneficiarios de planes sociales hagan sus propias compras en donde ellos mismos lo decidan, en lugar de limitarse a recibir una canasta de alimentos uniformizada y resuelta por las burocracias de turno. En estos días, también el director del Instituto Nacional de Alimentación, Gerardo Lorbeer, anunció que la institución se propone entregar tarjetas de débito a los estudiantes del interior en situación de “vulnerabilidad alimenticia” para que ellos mismos compren sus alimentos, en lugar de seguir entregando canastas en los hogares dependientes de las intendencias.
Me apresuro a celebrar que el gobierno y las políticas públicas se propongan asegurar a los más desfavorecidos en la lotería de la vida aunque sea una parte de las cosas buenas que les tocaron a los nacidos en la vereda soleada. Fue para eso, para ocuparse de reparar todo lo posible de la injusticia estructural, que el FA llegó al gobierno (si bien había nacido para objetivos un tanto más ambiciosos, pero ese es otro cantar). Sin embargo, una vez más, tengo que insistir en que la práctica de poner cajoncitos debajo de lo petisos para que logren mirar por arriba del muro de la exclusión está lejos de ser suficiente como aspiración política para una fuerza de izquierda. Y si del gobierno no vamos a pedir más que una gestión honesta y piadosa de lo que hay, de las fuerzas de izquierda en general debemos esperar algo más que la obediencia a los formatos institucionales de tramitación de demandas. Lo decía Apegé en su columna de la semana pasada, y me gustaría insistir en lo mismo: no es demasiado entendible que vivamos en un país con tanta gente (casi 70%) con salarios por debajo de la franja de tributación del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (23.380 pesos nominales al mes) y con alquileres que no bajan nunca de los 12.000 o 15.000, y no pase nada.
Tal vez lo que pasa es que tantos años de insistencia en la canción del esfuerzo propio, de la propia capacidad innovadora y emprendedora, tantos recursos que el mercado (y ahora, también, el Estado, en nombre de la justicia pero sin dejar de invocar la razón económica y de desarrollo) ha puesto a nuestro alcance para que cada tanto podamos jugar a la inclusión han terminado por hacernos olvidar aquello de la pertenencia de clase. Aquello de que tenemos derecho a aspirar a algo más que la enajenación de trabajar por un salario siempre insuficiente que nos permite, con suerte, tener acceso a un consumo cuya finalidad última es mantener en funcionamiento la misma máquina que nos exprime. O mejor: no que tenemos derecho a algo más, sino que tenemos derecho a otra cosa. A que no sean papá y mamá Estado (papá que nos dice qué comer y dónde fumar; mamá que nos saca a pasear y nos emprolija para la foto; papá que cada tanto nos da un par de sopapos; mamá que nos pone una curita y nos dice que no busquemos problemas) los que nos habiliten los bienes materiales e inmateriales cada tanto y con cuentagotas. Porque este mundo es violento e injusto, porque hay cientos de miles en la más absoluta exclusión (y hablo de exclusión en serio, de esa que no se arregla con un plato de guiso y un par de frazadas; hablo de expulsados del lenguaje y de lo social), mientras se nos llenan las tertulias de “caboclos queriendo ser ingleses”, como cantaba Cazuza.
La reforma de la Constitución podría ser hasta necesaria, pero tengo mis dudas de que, en estas condiciones, sea pertinente. Que es algo muy distinto de ser oportuno.
Soledad Platero / La Diaria
COMCOSUR INFORMA Nº 1738 – 05/07/2016
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5) ARGUMENTOS SOBRE LOS AJUSTES A LA CAJA MILITAR
Uno de los argumentos vertidos a favor de que no se toque el monto de US$ 400 millones que anualmente el Estado otorga a la Caja Militar, dados por el coronel retirado Carlos Silva, es que “la única ventaja que tiene el soldado es retirarse antes, para jubilarse, porque el físico no le da”.
Gustavo González /La República, Uruguay, 04.07.2016
Al leer esto me pregunté, que pensaría el trabajador de la construcción, el cañero, el que trabaja en los arrozales, en fin la lista sería larga, al escuchar este tipo de argumentos.
Realmente insólito que se pueda soportar un argumento de tal magnitud.
Y esto no va en detrimento de discutir si el soldado gana poco o mucho, si debería ganar más o menos. Sí tengo claro que de ese monto muchos que deberían estar presos y me refiero a las altas jerarquías del Ejército que en el pasado cometieron todo tipo de vejámenes, hoy los estamos subsidiando para sus jubilaciones, tema no menor.
Tema ligado a la total impunidad con la que cuentan en este país, lamentablemente.
Y si se trata de elegir en los recortes, entre la educación y el ejército, no tengo dudas cual sería mi elección.
Otro de los argumentos vertidos es que el funcionario del Ejército trabaja mucho más de ocho horas. Me pregunto ¿y el maestro? Que para sobrevivir tiene que trabajar en dos escuelas, luego llegar a su casa y encargarse de todas las preparaciones de sus clases para el otro día?
Y seguramente el gobierno recibirá presiones de todo tipo, porque ya lo adelanta el militar retirado cuando dice “estamos estudiando lo que vamos a hacer”.
En realidad lo que se debería pensar en el país, es si es o no necesario un ejército, si no es el momento de pensar que todos nuestros esfuerzos deben de ser vertidos en la educación, única forma que un país efectivamente se desarrolle.
Gustavo González / La República
COMCOSUR INFORMA Nº 1738 – 05/07/2016
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR
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Coordinación: Carlos Casares
COMCOSUR es miembro de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias – AMARC
COMCOSUR se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo Institucional ni personal.

MASCULINIDADES HEGENÓNICAS

1) No en nuestro nombre –
2) Mayoría de mujeres, relegadas de prevención del VIH –
3) Masculinidades hegemónicas –
4) Antimotines reprimen a obreras nicaragüenses –
5) Uruguay: Jornadas de Debate Feminista –
6) Artesanías Afrouruguayas: Riqueza e identidad –
7) La violencia sexual no termina con el fin de la guerra

COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 12 /No. 481/ Lunes 4 de Julio de 2016 / Producción: Beatriz Alonso
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y
totalmente libres” ― Rosa Luxemburgo
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1) Argentina: No en nuestro nombre
Pagina12

La Comisión de la Mujer no la encabezaba una mujer, sino un varón. No en nuestro nombre. Mucho menos cuando existe el cupo femenino y no faltan mujeres en el Congreso de la Nación para plantear con su voz los problemas de las mujeres. Mucho menos cuando el varón designado para presidir la Comisión de la Mujer era Julián Dindart, diputado radical por Cambiemos, que se proclama conocedor de las mujeres por ser pediatra. Aunque no todas las mujeres tienen ni quieren tener hijxs, ni todas las que tienen hijxs sienten o quieren que el médico con el que hablan de cólicos, dar la teta o el calendario de vacunación tenga derecho a ser su voz en el Congreso.

Dindart es tildado de misógino por parte del movimiento de mujeres por obstaculizar, en 2012, durante su gestión como ministro de Salud de Corrientes, el aborto no punible de una niña de 11 años. Y de tildar de especuladoras a las mujeres -y a las nenas de primaria- por invertir su cuerpo, su tiempo, su sueño, sus manos y sus platos en la maternidad para sacar el rédito de una Asignación Universal por Hijo (AUH) de 966 pesos. “Algunas se embarazan porque tienen un recurso económico como premio”, declaró hace cuatro años. Y no se arrepintió. En realidad, una familia tipo -de mamá, papá y dos hijos- necesita 520 pesos por día. Así que en dos días el plazo fijo materno se termina, según los cálculos de la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires, que estima que se necesitan veinte mil pesos para no caer debajo de la línea de pobreza. No es un buen negocio.

La economista Mercedes D’Alessandro e impulsora del sitio Economía Feminista refuta al diputado radical: “En Argentina cada cinco minutos nace un bebé de una madre adolescente y cada tres horas de una menor de catorce años. Esas jóvenes necesitan contención, posibilidades de seguir estudiando, educación sexual, servicios de salud, no que un Dindart las juzgue. Alguien que piensa que las mujeres se embarazan para cobrar un plan nunca podrá dar soluciones. También hay muchas mujeres que desean tener un hijo y contar con la AUH es algo que facilita esa decisión y aporta en desarrollo de la familia. Los dichos de Dindart solo estigmatizan a mujeres pobres, las convierte en frías especuladoras que tienen bebés para cobrar. Cuidar un hijo no solo cuesta dinero sino que también consume tiempo e impacta en posibilidades de estudiar y trabajar. Una AUH no alcanza”.

El peligro de la argumentación de Dindart es que usó la demonización de la maternidad para ensañarse con las mujeres de sectores populares o, en todo caso, justificar la falta de protección a la maternidad y atacar la mínima asignación económica (pensada, en realidad, para la niñez) y que debería contemplar (con su respectiva jubilación, aguinaldo y licencia) el trabajo no remunerado que realizan las mujeres en cuidados. Pero, además, que obstaculizó la realización de un aborto legal contemplado en el Protocolo de Interrupciones Voluntarias del Embarazo (IVE) del Ministerio de Salud por parte de una niña de once años y avalada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo F.A.L, de 2012. Dindart se había pronunciado en contra de la sentencia del máximo tribunal que no exige que las mujeres violadas tengan que hacer la denuncia para acceder a un aborto no punible, según él “porque le abre una puerta a la mentira”. ¿Dindart puede representar a mujeres que considera especuladoras y mentirosas?

La Comisión se juntó una sola vez, desde comienzo de año hasta el 3 de junio, a pesar de la masiva marcha de Ni Una Menos, el 29 de marzo. El martes 28 de junio la Comisión se reunió, excepcionalmente, y terminó en escándalo. Dindart echó a asesores y periodistas de prepo, a pesar de que se trataba de una reunión pública. Tanto la diputada Victoria Donda (Libres del Sur) como Soledad Sosa (Frente de Izquierda) se opusieron a la patoteada. Además, la mayoría de las diputadas se negaron a firmar el dictamen sobre la sanción de un proyecto sobre emergencia en violencia de género proveniente del Senado para no respaldar la gestión de Dindart en la Comisión y que las maniobras partidarias no puedan priorizarse por sobre los derechos de las mujeres.

Pero Dindart redobló la apuesta, se victimizó como un político estigmatizado y perseguido. Mientras que reafirmó: “Todas aquellas que reciben alguna asignación por hijo buscan tener otro para tener un poco más de dinero. Eso es una realidad técnica. Acá no podemos ser hipócritas. La asignación es una causa del embarazo adolescente, porque 400 pesos para una persona de extrema pobreza es mucho”, evaluó.

El miércoles 29 de junio, el diputado Eduardo Amadeo (Ex secretario de Desarrollo Social de Carlos Menem e integrante de Cambiemos) anunció en una entrevista radial con Diego Iglesias, en FM Blue, que Dindart dejaba la presidencia de la Comisión. Pero aclaró que “su salida no está relacionada al escándalo. Dindart tiene algunos problemas personales y no está pudiendo dedicarle el tiempo que esta comisión requiere. El reemplazo estará dentro de Cambiemos

“Saludamos que Dindart no sea ya presidente de esa Comisión”, se alegró Ada Rico, presidenta de La Casa del Encuentro y remarcó: “Creemos que lxs legisladores deberían capacitarse, una vez que son electos, para no legislar ni ejercer como autoridades de la Comisión de Mujer y Familia desde una mirada sexista y misógina. Sería muy importante que antes de proponer autoridades para estas comisiones los partidos tomen en cuenta lo importante y trascendente que es una persona preparada y capacitada en la temática. La sociedad ya dijo que este tema es prioridad y los partidos deberían adaptarse”.

En realidad, la Comisión de la Mujer no es solo de Mujer; sino de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. Existen seis proyectos para que las comisiones se dividan y no todos los temas de chicos y chicas tengan que ver con derechos de género. La diputada Cristina Alvarez Rodríguez (FPV, PJ) enfatiza: “Es importante que se cree una comisión sobre mujeres y género, así tratamos cuestiones específicas y en Familia se abocan a niñez y adolescencia. Y lo que es insostenible es que la comisión no se reúna y no prosperen las múltiples iniciativas que las diputadas presentamos que es lo que estuvo pasando estos meses”.

Sabrina Cartabia, abogada de la Red de Mujeres subraya: “En este lapso la Comisión tuvo un desempeño deficiente, donde no se llamó a reuniones dejando cajoneadas propuestas legislativas centrales para nuestra vida y libertad. No tenemos nada que festejar con su remoción, sólo señalar que merecemos representantes que estén a la altura de sus obligaciones pues fallas como estas implican retrocesos fuertes para nuestros derechos”.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16
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2) México: Mayoría de mujeres, relegadas de prevención del VIH
Cimacnoticias

A 33 años de la epidemia de VIH/Sida en México, las políticas públicas de prevención en la materia siguen invisibilizando a la mayoría de las mujeres, al carecer de una perspectiva de género en sus programas y campañas.

Y es que, por ejemplo, el diagnóstico y prevención de esta pandemia entre las mexicanas se limita al acceso de pruebas de detección gratuita cuando están embarazadas o si diagnostican a sus parejas con el virus. El resto de la población femenina tiene que solicitar las pruebas por iniciativa propia.

En México, hay 181 mil 744 casos notificados de Sida, de 1983 a 2016. De ese total, 32 mil 725 son de mujeres, es decir 18 por ciento. De los casos diagnosticados con VIH, desde 1984 al presente año, las mujeres representan 25 por ciento (15 mil 15), de un total de 59 mil 629 casos.

Según estadísticas del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del VIH/Sida, de la Secretaría de Salud, el número de casos diagnosticados del virus en mujeres de 15 a 24 años de edad va en aumento, sobre todo desde 2001 a 2012. En los años consecutivos la cifra se mantuvo arriba de 300 casos registrados por año.

Y es que ahora los test rápidos de detección del virus se aplican también a las mujeres embarazadas, a fin de evitar la transmisión perinatal (es decir, de mujer a producto durante el embarazo y el parto).

Para tales pruebas las autoridades sanitarias han priorizado a las denominadas “poblaciones clave”: hombres que tienen sexo con hombres (HSH), hombres transgénero y usuarios de drogas inyectables (UDI), por ser quienes representan el mayor porcentaje de casos notificados, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida (Censida).

Sin embargo, el resto de las mujeres tienen que solicitar las pruebas de detección gratuitas por su cuenta, es decir, tienen que acudir a cualquier institución de salud, Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS), o a los Centros de Salud, donde el servicio de detección del virus es gratuito.

FEMINIZACIÓN DE LA EPIDEMIA

De acuerdo con cifras oficiales, las mujeres más afectadas por la epidemia en México son adultas jóvenes de 20 a 39 años de edad, que están en edad productiva y reproductiva.

El estudio realizado en 2012 por el Programa de VIH/Sida de la Ciudad de México señala que 69.6 por ciento de las mujeres que tienen un diagnóstico del virus, lo adquirieron por la vía sexual y con sus parejas “estables”.

El director de la Clínica Iztapalapa y coordinador del programa de Control de VIH, Florentino Badial, dijo que en las clínicas especializadas en control y atención de personas con VIH/Sida, ubicadas en la colonia Condesa y en Iztapalapa, han detectado que 40 por ciento de las usuarias llega en etapa tardía, es decir con el síndrome desarrollado.

El perfil de las que tienen un diagnóstico del virus, según el mismo estudio, es de un nivel de escolaridad de nueve años o menos, y de más bajo nivel socioeconómico que el de los hombres que también tienen un diagnóstico positivo de VIH.

Destaca un dato: 47 por ciento de ellas ha vivido una situación de violencia familiar, lo que disminuye sus recursos para poder elegir y negociar con sus parejas el uso del condón.

Y es que las políticas de prevención del VIH/Sida han omitido la violencia sexual en el hogar como un factor para la propagación de la enfermedad entre las mexicanas, según han señalado organizaciones por la salud de las mujeres.

AUMENTAN CASOS

De acuerdo con la directora del Censida, Patricia Uribe, cada año se destinan 40 millones de pesos (mdp), en la compra de pruebas de detección rápida.

Las pruebas de detección se distribuyen a las 32 entidades federativas y prioritariamente se les administra a las llamadas “poblaciones clave”.

En tanto, las mujeres que tienen acceso a esas pruebas de detección principalmente son aquellas cuya pareja fue diagnosticada con el virus y las mujeres embarazadas, ya que forma parte del control médico prenatal.

A partir de que se intensificó la medida de detección en embarazadas, con la reforma a la Norma Oficial Mexicana (NOM) 007 SSA2-1993 (“Atención de la mujer durante el embarazo, parto y puerperio y del recién nacido. Criterios y procedimientos para la prestación del servicio”) en 2010, la vía de transmisión perinatal se ha reducido en 39.3 por ciento a nivel nacional desde 2013 a 2016.

Pero desde 1995 a 2016, los nuevos casos de Sida notificados en mujeres de 15 a 24 años de edad aumentaron, con 100 casos registrados cada año, hasta llegar a 200 en 1999. En los 12 años siguientes se notificaron cifras similares.

En los diagnósticos de VIH en mujeres del mismo rango de edad, el incremento se registra de 2001 (con 124 casos detectados) hasta 2012, con 392 nuevos casos.

RECURSOS MAL ENFOCADOS

Este año el presupuesto aprobado para el Ramo 12 Salud fue por un total de 132 mil 216 mdp, de los cuales se asignaron 57.3 mdp al programa presupuestario “P016 para la Prevención y Atención de VIH, SIDA y otras ITS”, según el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.

De acuerdo con la Dirección General de Estadística de la Hacienda Pública, en este año Censida obtuvo 364 mdp que se destinan a gastos de operación. De ese monto, el apoyo a proyectos de organizaciones civiles que realizan prevención es de 101 mdp.

Censida reportó que se asignaron 3 mil mdp a la compra de medicamentos, y 10 mdp a la compra de condones que se distribuirán en las entidades federativas.

Un 30 por ciento del presupuesto de Censida se asigna cada año a proyectos dirigidos a la población femenina, en coordinación con el Instituto Nacional de las Mujeres y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.

Para este año se aprobaron 142 proyectos de las organizaciones civiles que trabajan temas relacionados con la epidemia, a los cuales se les destinaron 97 millones 641 mil 199 pesos, y de este monto se darán sólo 5 millones 343 mil 551 pesos a nueve proyectos relacionados con las embarazadas, informó la dependencia en su lista oficial de proyectos.

El resto del dinero se asignó a proyectos comunitarios y la mayoría dirigidos específicamente a las “poblaciones clave”, es decir, relegando a las mujeres que no están embarazadas.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16

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3) México: Masculinidades hegemónicas

Cimacnoticias

El mayor obstáculo que afronta el discurso de las “nuevas masculinidades” impulsada desde algunas instituciones, es que se promueven sin partir del reconocimiento de que toda masculinidad por sí misma sólo conoce de hegemonía por ser una noción resultado de una imposición arbitraria, y como tal, busca su aceptación incorporando los “intereses” de la subalterna feminidad (excluida y subordinada).

Así, venimos escuchando informes en los que se aprovecha la moda por la violencia basada en género para enunciar que ésta también incluye a los hombres, pero sin aclarar por supuesto que es el mismo sistema que oprime a las mujeres, que las violenta, sin reconocer y sin incorporar que, en medio del incremento de la violencia, la que se ejerce contra las mujeres se adaptó y evolucionó.

Son incansables las explicaciones de por qué no se puede incluir a los hombres en las leyes de protección a la violencia basada en género, al menos no en tanto la realidad siga como hasta ahora en un contexto de control y sometimiento basado en el poder económico, en sólidas estructuras de género que se aplican sobre las figuras femeninas o las “identidades femeninas”, incluso sobre masculinidades feminizadas por la opresión misma o autoidentificadas con roles feminizados.

La promoción de las “nuevas masculinidades” supone que los hombres pueden continuar con sus relaciones con múltiples parejas que dan sustento y fundamento al mito-discurso hegemónico de la hombría a partir de las parejas y el sexo, añadiendo el enfoque de una nueva forma que únicamente muta y evoluciona hacia un “usar condón” y “proteger a su pareja”, así desde una posición superior de “cuidado” a un débil incapaz de decidir por sí mismo.

El discurso entraña por supuesto una forma de “alianza” o apoyo con la oprimida, con la subordinada que es la subalterna y sin la cual es imposible comprender la hegemonía de la masculinidad.

Pero, ¿realmente puede hablarse de una masculinidad que no va al fondo de la esencia misma, que ni siquiera supone un trastocar que lo femenino como lo masculino son una imposición arbitraria basada en una noción dicotómica del deber ser en relación con una genitalidad específica?

No, por supuesto.

Lo más fácil es pretender que la nueva masculinidad supone un enfoque en el que como cuando se construyen nuevas hegemonías incorporan las voces de las oprimidas, se concede, se actúa con anuencia y “cuidado” de ellas, porque una nueva hegemonía no basa el control en la violencia, sino en la mirada condescendiente.

No cuestiona la sexualidad ni la forma como la “masculinidad” percibe su propio goce y su propia aproximación a la sexualidad, la entiende y la promueve desde una masculinidad hegemónica dominante.

No hay mayor hipocresía que suponer una nueva masculinidad sin abordar, como sí se hace desde el feminismo, la deconstrucción de las nociones del poder, el control, desde un nuevo horizonte de poder de múltiples participaciones, y que la “masculinidad hegemónica” está imbricada en distintas esferas como lo es la política, cultural, económica, social y con ello, lo laboral, lo sexual y lo más íntimo.

De lo contrario seguimos bajo el supuesto de que el dominio y la libertad sexual de la masculinidad y su posición “protectora” sobre una débil feminidad, realmente constituye una pieza clave de la creencia que alimenta la “perversa división del trabajo” en el espacio privado.

Aún más, supone que la masculinidad hegemónica sigue basada en la fuerza y el ímpetu de la penetración subyugante frente a una persona penetrada subyugada, y es como lo personal, lo íntimo de la sexualidad se revela en un masculino dominante sobre un femenino subyugado latente en el discurso de que quien se abre, se vulnera. De ahí el símil expresivo entre un equipo ganador y uno perdedor como el que “coge y el que es cogido”.

Así y sólo así podemos entender la lucha y el afán por ganar, por imponer, por el liderazgo vertical y por supuesto por la incapacidad masculina de permitir que haya un participación femenina mayoritaria y liderando los cambios, y en cambio le apuestan a un liderazgo masculino de los feminismos. La hegemonía otra vez, la única y la que se resisten a cuestionar.

La fórmula, el camino no se los vamos a indicar, pero sí les decimos que no somos las subalternas que agradecen la concesión porque “incorporen las visiones de las mujeres”, lo que buscamos no es la permanencia ni la continuidad de intereses masculinos y femeninos basados en discursos hegemónicos, sino atrevernos a transitar hacia una sociedad sin violencia y opresión contra las mujeres, y en consecuencia contra el otro feminizado desde el suponerlo débil.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16
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4) Nicaragua: Antimotines reprimen a obreras nicaragüenses
Cimacnoticias

Luego de que la policía antidisturbios de Nicaragua arremetiera el pasado 27 de junio en una empresa textilera del principal complejo industrial del país, y detuviera a dos mujeres y 8 hombres, éstas fueron puestas en libertad luego de permanecer 5 días en prisión, debido a las presiones ejercidas por el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, y sus familiares.

Las dos obreras apoyaban de forma pacífica las protestas del personal de una empresa de capital coreano el pasado lunes 27 de junio, cuando fueron reprimidas y apresadas por las fuerzas antidisturbios de la policía nacional.

La policía antimotines ingresó a la empresa donde más de 3 mil obreros, más de la mitad mujeres, protestaban por mejoras laborales, por lo que ambas mujeres junto con 8 varones, fueron llevados a la estación de policía de la ciudad de Tipitapa a 20 minutos al norte de Managua.

La obrera Luz Urbina, dijo que ella como sindicalista estaba afuera de la empresa apoyando pacíficamente a sus compañeras, cuando fue arrestada por la fuerza, considera que su detención fue injusta porque no le hizo ningún daño a nadie.

Al salir de la prisión en Tipitapa, Urbina narró su estadía durante 5 días “fueron de tortura, te da ansiedad, desesperación, no se lo deseo a nadie, solo pensaba en mis dos hijos de 4 y 6 años que tengo”, dijo la obrera.

Para la dirigente del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra, Sandra Ramos, la represión a que fueron sometidas las obreras y obreros, es un hecho insólito en Nicaragua, “en mis años de ser sindicalista nunca había visto que se le permitiera la entrada a los antimotines a reprimir a los trabajadores dentro de su trabajo, en la calle si ya se había visto”, dijo.

Pero el caso aún no se cierra, el próximo viernes 8 de julio está programada la audiencia especial donde los defensores de los obreros acusados por diferentes delitos pedirán que el caso se archive.

La abogada del Centro de Mujeres, Johana Arce, dijo que pedirán al Ministerio Público que retire la acusación que interpuso el Estado en contra de los obreros y obreras, debido a que la empresa ya retiró las acusaciones.

Para la integrante del Movimiento Autónomo de Mujeres (MAM), Juanita Jiménez, el hecho registrado en esa empresa demuestra la alianza que existe entre el Estado y el gran capital dejando en la indefensión a los trabajadores y trabajadoras.

“Hay una desprotección total hacia las trabajadoras a pesar de que las leyes nacionales hablan de que el Estado debe protegerlas”, dijo Jiménez, quien pidió a las autoridades a escuchar las demandas de las obreras y evitar estas confrontaciones.

Al respecto, la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), Vilma Núñez, condenó el acto represivo y agregó que las y los obreros tienen derecho a exigir sus derechos laborales, hay un marco legal que los protege y el rol del Estado es escuchar esas demandas, darles respuestas y no reprimirlos, concluyó.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16
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5) Uruguay: Jornadas de Debate Feminista

El 4, 5 y 6 de julio tendrán lugar las III Jornadas de Debate Feminista en la Facultad de Ciencias Sociales organizadas por Cotidiano Mujer y el Programa Género y Cultura de FLACSO Uruguay.

Esta tercera edición cuenta con más de 50 ponencias, talleres, instalaciones y performances y con la presencia especial de Teresa Meana, filóloga y feminista española, y Betania Ávila, investigadora feminista y fundadora de SOS Corpo en Brasil.

¿Existen los antifeminismos? ¿Se complementan las teorías de heteronormatividad y la de división sexual del trabajo? ¿Cómo se puede superar la brecha entre las feministas históricas y las jóvenes? ¿Perdemos el sujeto mujer al abrazar las posiciones desde la diversidad sexual?

Este año, el debate principal de las Jornadas es Feminismos y Diversidades, con los ejes temáticos Cuerpos políticos – políticas del cuerpo, Cuidados y sostenibilidad de la vida y Perspectivas feministas de la justicia.

Por consultas, comunicarse a debates@cotidianomujer.org.uy.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16
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6) Artesanías Afrouruguayas: Riqueza e identidad

Colectivo Artesanas Afro Uruguayas / CCE

Lanzamiento del I encuentro de Artesanías Afrouruguayas: Riqueza e identidad
Encuentro con mujeres artesanas + muestra de piezas inéditas

El colectivo de Artesanas Afro buscan visibilizar y promover el trabajo que realiza el colectivo formado en este año apostando por el fortalecimiento del emprendimiento y el trabajo por la identidad, la cultura y el empoderamiento de las afrouruguayas en su conjunto. El Centro Cultural de España es parte de este proyecto con sus actividades el 6 y 20 de julio en relación al trabajo de las mujeres artesanas afro.

En esta actividad se promueve y difunde la feria artesanal que se desarrollará el 8 y 9 de julio en Mirando Mundos.

Se trata del lanzamiento de una exposición donde encontraremos piezas inéditas que reflejan el trabajo que el colectivo viene realizando desde marzo, con capacitaciones y encuentros de intercambio, técnicas, texturas, experiencias de vida. En esta oportunidad la idea es conocer las piezas y los procesos creativos en cada una de las diferentes técnicas trabajadas, pero con un hilo conductor común: simbología africana.

El compositor, poeta, cantante y multi-instrumentista Eduardo Yaguno dará el gran cierre de la jornada con el más puro estilo del Camdombe Rap.

En el marco de julio mes de la afrodescendencia y el 25 de julio día de la mujer afrodescendiente.

Organiza: Colectivo Artesanas Afro Uruguayas / CCE Apoya: Mirando Mundos

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16
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7) La violencia sexual no termina con el fin de la guerra
IPS

La violencia sexual es un arma de guerra desde tiempos inmemoriales. Hay referencias bíblicas, que continúan en la Guerra Civil de Estados Unidos, siguen en las dos guerras mundiales del siglo XX hasta otras regionales, como la de independencia de Bangladesh, en 1971, y los conflictos étnicos en Bosnia y Ruanda; ninguno de ellos excluyó a la violación y a la violencia sexual.

Cuando termina la guerra y comienzan las iniciativas de recuperación, los esfuerzos, como el Plan Marshall, se concentran en reconstruir la infraestructura y la economía.

Pero es mucho menos lo que se hace para fortalecer a los sistemas de apoyo a las mujeres, traumatizadas por la guerra, lo que quiere decir que sufren dos veces: primero, la violencia directa y, segundo, el sistema de justicia que trivializa su trauma y silencia sus historias, explicó Bangura.

“Después de la lucha por sobrevivir a las balas, las armas y los machetes viene la lucha por la atención médica, el cuidado infantil y la reparación, así como el derecho a participar en los procesos políticos del país que trata de emerger de las cenizas de la guerra”, añadió.

Las consecuencias de la violencia sexual se sienten en varias generaciones, se amplifican con el tiempo y generan una reacción en cadena. El daño queda en los hijos nacidos de la violación, quienes a menudo se sienten obligados a permanecer en las sombras, indocumentados y enmudecidos.

“Es como si hubieran nacido culpables, manchados por el crimen de su padre”, observó Bangura.

Las personas conocidas y los lugares familiares se vuelven entornos antagónicos, pues vecinos y amigos se ponen en contra de las mujeres violadas y de sus hijos, culpando a las propias víctimas de la violencia sexual.

Bangura dio una conferencia en la segunda semana de este mes en el taller “Mujeres y niñas en conflictos: Aprendiendo de la experiencia vivida para comunicar respuestas políticas”, organizado por ONU Mujeres, el Centro Internacional para la Justicia Transicional (CIJT), el Instituto Liu de Asuntos Globales, la Universidad de Columbia Birtánica y la misión permanente de Canadá en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“El rechazo parece propagarse como una enfermedad, pues cualquiera que se preocupe por las personas marginadas, será también marginado”, explicó Virginie Ladisch, directora del programa Infancia y Juventud del CIJT.

Es importante considerar a esos niños y niñas no como la consecuencia de una violación de derechos humanos, sino como sujetos de derechos humanos, precisó Bangura.

“No solo tenemos que traer de vuelta a nuestras niñas, tenemos que traerlas a un ambiente de apoyo y de oportunidades”, apuntó, en alusión a la etiqueta en inglés utilizada en las redes sociales, #bringbackourgirls, por el caso de las adolescentes secuestradas el 14 de abril de 2014 por Boko Haram en Nigeria.

Para ello, hay que hacer frente al flagelo de la violencia sexual y el matrimonio forzado, así como combatir el estigma y la culpabilización de las víctimas procesando a los responsables, haciendo justicia y asegurándose de que las mujeres puedan cuidar de sus hijos.

“Solo entonces podremos decir que la guerra se terminó”, subrayó Bangura.

En el año 2000, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 1325, que concentra la atención sobre las diferentes consecuencias que los conflictos armados tienen en las mujeres, su exclusión de la prevención de los mismos, el mantenimiento y la construcción de la paz y los vínculos inextricables entre desigualdad de género y la paz internacional.

Sin embargo, Nahla Valji, especialista de paz y seguridad de ONU Mujeres, dijo que tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, las nuevas resoluciones del máximo órgano de seguridad del foro mundial dedicadas a la lucha contra el terrorismo fueron a menudo criticadas por no dar voz a las mujeres.

“Si dejamos que ese espacio lo ocupen otros, queda vacío y lo definen por nosotras de una forma que no necesariamente contempla las necesidades y las voces de las mujeres”, Arguyó Valji.

Con el fin de llenar el vacío, el taller de la tercera semana de junio reunió a mujeres que sobrevivieron a un conflicto y sufrieron violencia sexual para que contaran la difícil realidad no atendida en que se convirtió su vida cotidiana.

Tras sobrevivir a la violencia postelectoral, que se desató en Kenia en 2007, Jacqueline Mutere dijo que la ONU tenía muchas respuestas para el enorme número de mujeres que sufrieron violencia sexual, pero solo contaron historias cruentas de violaciones para justificar la necesidad de fondos, sin mencionar a las que tuvieron hijos o las consecuencias a largo plazo que dejó esa horrible experiencia en sus vidas.

Mutere y muchas otras mujeres se dieron cuenta de que las organizaciones hablaban por ellas y no las representaban de forma adecuada. Por eso, fundó Grace Agenda, que ayuda a las sobrevivientes de la violencia sexual en Kenia.

“Cuando me miran a mí, ven a las miles de mujeres fuertes violadas en Kenia, quienes quedaron discapacitadas producto de esa violación, cuyos hijos tienen discapacidades o quienes contrajeron VIH” (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia humana).

“Alguien tendrá que pagar por este dolor. ¿Por qué el conflicto de un país tiene que desarrollarse en mi cuerpo?”, cuestionó Mutere.

María Alejandra Martínez, quien trabaja en la reintegración de mujeres, niños y niñas en Colombia, dijo que las mujeres afectadas por la guerra no quieren ser conocidas como “víctimas de violación” o “esposas forzadas” o hablar de “niños soldados”, quieren que las reconozcan como personas que hablan y poner fin al silencio.

“Necesitan poder contar su historia en sus propios términos”, explicó. “Los niños son más que su experiencia durante la guerra. Todos los niños desmovilizados tienen el poder de cambiar el mundo”, remarcó Martínez.

COMCOSUR MUJER Nº 481 – 04.07.16

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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de
quien corresponde” – Luis Pérez Aguirre

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A POR EL TLC MERCOSUR-ALIANZA DEL PACÍFICO

1) Amodio involucrado en asesinato de Ariosa –
2) Guianze dijo que hubo jueces y fiscales que “reafirmaron la impunidad” y jueza Mota criticó lentitud en el trámite de las causas” –
3) Oscar Bottinelli: «El FA no tiene línea con los descreídos y desilusionados» –
4) ADUR Medicina propone “viabilizar” reforma del Hospital de Clínicas mediante un contrato de PPP. –
5) Uruguay respalda propuesta de Macri para TLC con el Pacífico

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 17 / Nº 2079 / NOTICIAS Y PENSAMIENTOS / Viernes 1º de Julio de 2016 / Producción: Andrés Capelán
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«Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidades para cambiar las cosas, entonces hay una posibilidad de que puedas contribuir para hacer un mundo mejor. Esa es tu alternativa». — Noam Chomsky
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1) Amodio involucrado en asesinato de Ariosa
(Sudestada)

Expediente judicial confirma que el ahora procesado se hacía llamar “Sargento G” y participaba de detenciones e interrogatorios bajo tortura. Marcó al “pajarito” y lo mataron.

La jueza Julia Staricco sostiene en su fallo que “se ha reunido la semiplena prueba para entender que el indagado Héctor Amodio Pérez participó en diversas detenciones de civiles, los cuales eran llevados al Batallón Florida, siendo sometidos a interrogatorios con la finalidad de obtener información, lo que implicaba apremios físicos, como submarino seco o el tacho, la picana, plantones. Incluso hasta llegar a la muerte como fue el caso de Eduardo Ariosa, alias “el pajarito”, a quien presuntamente los militares le dieron muerte cuando lo iban a detener”.

La magistrada aclaró que “a esta conclusión no se llegó solo con la declaración de aquellos compañeros del MLN que tuvieran cierto ánimo de venganza, como argumenta la defensa, sino también por los militares que declararon”, así como “otros que no eran” tupamaros.

Las detenciones efectuadas en ese periodo en el que Amodio actuó como delator e interrogador oculto, “no fueron amparadas bajo ninguna norma. Porque dichas privaciones de libertad implicaban el ser detenido sin ninguna causa, sin pasar en muchos casos por algún juzgado, y todavía ser víctimas de distintos apremios físicos. Y cuando se lograba ir a un juzgado era para cumplir un simple formulismo”, remarca la resolución.

Staricco entiende que estas detenciones en las que participó Amodio “fueron totalmente arbitrarias e ilegales” por cuanto se configuró el delito de privación de libertad, especialmente agravado, que se pena con hasta nueve años de penitenciaría de acuerdo al artículo 281 del Código Penal.

Sin embargo, rechaza la postura de la Fiscalía al considerar que no se trata de un crimen de lesa humanidad, como sostuvo el Ministerio Público. Pero la jueza no brinda argumentos al respecto.

El Sargento G

Para la magistrada Amodio “tuvo un trato especial en el Batallón Florida y luego en el Noveno de Caballería. Y ese trato especial consistió en que no fue víctima de torturas, estando en un lugar separado al resto de los detenidos; se le permitió llevar a su pareja (Alicia Rey Morales) con él y además se le dio la libertad para él y su pareja permitiéndoles salir del país con una documentación que no era la de ellos». A cambio, «trabajó para los militares individualizando compañeros cuando salía en las patrullas o trabajando para la OCOA (Organismo Coordinador de Operaciones Antisubversivas)”, precisó.

La jueza señala que Amodio no se encontraba en un “estado de necesidad” que justificara su conducta: “No surge probado” en el expediente que el indagado “si no salía a identificar compañeros del MLN se les quitaran los privilegios que tenía”.

El indagado no se encontraba “en una situación o estado de peligro inminente o inevitable que lo obligara a violar el bien jurídico de otras personas, como lo fueron las personas que resultaron detenidas como consecuencia del accionar de Amodio”, indica la resolución.

“Durante su detención, Amodio colaboró con los militares, logrando que su pareja Alicia Rey, fuera llevada donde él estaba alojado, dado que ella estaba detenida en el barracón del Batallón Florida junto a las demás mujeres”, explicó.
“En efecto –sostiene la magistrada–, según manifestó el trato que él hizo fue que ordenaría los papeles de la OCOA, teniendo que descifrar los seudónimos o apodos. Pero como eso no podía hacerlo solo, pidió que trajeran a su pareja”. De esta manera, Amodio compromete judicialmente la situación de Alicia Rey Morales, cuyo paradero es hoy desconocido.

Staricco añadió que la tarea de Amodio “no solo fue esa, sino que también en reiteradas oportunidades vestido de militar, salió a patrullar junto a militares, entre ellos con Orosmán Pereyra, y ‘marcar gente’, incluso lo llamaban “Sargento G.”, lo que surge probado mas allá de la negativa del indagado”.

“El propio Pereyra expresó que en los patrullajes se salía de la unidad, saliendo oficiales, personal subalterno y Amodio Pérez; que las personas que eran detenidas se las interrogaba. Y quien interrogaba era Amodio Pérez en el propio Batallón”, subraya el fallo.

Pereyra dice desconocer cómo Amodio hacia los interrogatorios, pero declaró que “la información se la daba al capitán Camacho”, y agregó que también escuchaba los interrogatorios y “reformulaba las preguntas”.

El militar admitió que “incluso llevó al “Sargento G.” vestido de militar a patrullar y marcar gente”, la que luego era detenida y torturada. Uno de esos casos fue el de Eduardo Ariosa Amilivia, detenido el 27 de julio de 1972, y asesinado en ese momento por los militares.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 1º DE JULIO DE 2016
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2) Guianze dijo que hubo jueces y fiscales que “reafirmaron la impunidad” y jueza Mota criticó lentitud en el trámite de las causas”
(La Diaria)

Luego del reciente fallo de condena en Argentina por la coordinación represiva regional del Plan Cóndor, el Observatorio Luz Ibarburu del PIT-CNT y la Universidad de Oxford organizaron en la Facultad de Derecho las jornadas “La Operación Cóndor 40 años después: Las experiencias regionales en el Cono Sur y Brasil”. Ayer hubo un panel centrado en la situación en Argentina, otro que abordó la situación de Brasil y un tercero que se centró en los casos de Uruguay.

Los expositores coincidieron en la falta de una acción unificada y coherente del Estado para el juzgamiento de las violaciones a los derechos humanos cometidas en la última dictadura.

El fiscal Gilberto Rodríguez ocupa la Fiscalía Penal de 2° Turno, que tiene a su cargo cerca de 30 causas vinculadas a la dictadura, y forma parte de la unidad especializada en Derechos Humanos del Ministerio Público. Consideró que hace falta “unidad de acción” en las fiscalías, que se definan “protocolos de actuación” y “tratar de unificar la información disgregada”, para de esa forma trazar “una línea de persecución unificada del Estado”.

Tanto Rodríguez como la jueza Mariana Mota, otra de los exponentes, coincidieron en que es necesario evitar la revictimización que a veces se da en este tipo de causas. “Tratar las causas disgregadamente revictimiza”, consideró Rodríguez. Mota señaló que es necesario permitir el acceso libre a los archivos en los diversos países y definir un protocolo de búsqueda y método común de archivo.

El fiscal se refirió a la visión “conservadora y clásica” de algunos jueces que entienden que la Constitución está por encima de los tratados internacionales, y sostuvo que estos acuerdos son parte del orden constitucional o incluso supraconstitucional. “Lo ideal sería poder entender que cuando el país ratifica un tratado internacional y reconoce la eficacia de sus resoluciones en el orden interno, hay que tratar de respetarlo” y que eso “sea una política general de Uruguay”, afirmó.

A su turno, la ex fiscal y actual integrante de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) Mirtha Guianze cuestionó el “secretismo” del proceso judicial en Uruguay, y también la cobertura de los medios de comunicación sobre estos casos, que “en general se queda en la superficie, en la imagen de gente que entra y sale del juzgado”. “No se conoce el contenido de los hechos por los cuales fueron condenadas esas personas”, señaló.

Guianze consideró que no se ha sabido transmitir lo sucedido y que no se ha encontrado “la manera de llegar a la gente y de que los hechos que dieron mérito a las condenas sean conocidos, porque si no, las condenas no cumplen una función reparatoria”. La ex fiscal también cuestionó la actitud de algunos jueces y fiscales, que “respaldaron y reafirmaron esa impunidad”. Se lamentó de que a pesar de haberse logrado el procesamiento de mandos “no llegamos a los autores materiales”.

Mariana Mota coincidió en que el trabajo en esta materia “no ha sido fácil”, porque debieron actuar “en una sociedad que todavía no tiene conciencia del gravísimo daño que la dictadura hizo en el tejido social”. Cuestionó que se ponga la carga probatoria en la víctima, además de la “improcedente revictimización continua” y la “lentitud inconcebible en la tramitación de causas”. Dijo que no le parece válido esgrimir como excusa para la lentitud de los procesos el hecho de que los militares presentaron muchos recursos, y remarcó que cuando se presentan “recursos improcedentes”, deben “desestimarse sin más trámite”. “Y yo no asisto a esas actitudes en mis colegas”, agregó.

La última en exponer fue Lilián Celiberti, ex militante del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), a quien se presentó como “una sobreviviente del Plan Cóndor”. Afirmó que muchas veces “la impunidad se te enrostra”, y mencionó una recorrida de reconocimiento visual que realizó al ex centro de reclusión 300 Carlos. “Aquellas víctimas que fuimos delincuentes seguíamos siéndolo, sostuvo.

“No se resuelve con grupos ad hoc”

El abogado Pablo Chargoñia, coordinador del equipo jurídico del Observatorio Luz Ibarburu, afirmó que es necesario que el Estado “se haga cargo de la persecución de los crímenes” y opinó que “está faltando la voluntad política”. “Esto no se resuelve con grupos ad hoc, con el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, cuyo aporte a las causas tampoco lo estamos viendo”, cuestionó. Chargoñia dio algunos datos sobre las causas judiciales vinculadas al Plan Cóndor en Uruguay. La mayor cantidad de víctimas en causas penales en las que se dictó auto de procesamiento o sentencia lo son de crímenes cometidos en el contexto del Plan Cóndor, y sobre todo en Argentina: 72 víctimas de un universo de 100. Entre ellos, Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, María Claudia García de Gelman, 28 desaparecidos que estuvieron en Orletti, y 37 integrantes de los Grupos de Acción Unificadora y otros sectores secuestrados en 1977 y 1978. Chargoñia hizo notar que “todas las causas fueron iniciadas por familiares u organizaciones sociales, ninguna de ellas se originó en la decisión de oficio de ningún juez”. Se condenó a 14 represores, algunos de ellos en “condiciones de reclusión peculiares”, en referencia a la cárcel especial de Domingo Arena y a beneficios otorgados por los jueces, como la prisión domiciliaria.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 1º DE JULIO DE 2016
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3) Oscar Bottinelli: «El FA no tiene línea con los descreídos y desilusionados»
(El País)

El director de la consultora Factum, Óscar Bottinelli, dijo a El País que en «el gobierno y en el Frente Amplio hay falta de conducción»

—La última encuesta de Factum de marzo indica un nivel de insatisfacción del 70% con la gestión del gobierno. ¿Les resultó sorprendente un nivel tan alto de desaprobación?
—La Encuesta Nacional Factum lo que revela es que el 70% de los uruguayos está insatisfecho con la gestión del gobierno según las expectativas que tenían. Es decir, es un indicador de que las expectativas son colmadas o no. Y el 70% considera que están por debajo o muy por debajo de lo que esperaba. No es sorprendente a la luz de otros indicadores de opinión pública, como la baja aprobación del desempeño del presidente Vázquez, el descenso en el promedio de evaluación de los gobernantes o la fuerte caída en la intención de voto al Frente Amplio. En su primer año Vázquez confrontó mucho con Mujica e intentó, sin éxito, frenar y revertir iniciativas del gobierno anterior; inclusive incursionó por la esencialidad en la enseñanza y tuvo que dar marcha atrás. Luego todo lo relacionado con Ancap golpeó al gobierno. Y se suma —algo nuevo bajo gobierno frenteamplista— el fin del crecimiento económico, el comienzo de la recesión, el aumento de la desocupación y el alto nivel de inflación.

—¿Le parece que el nivel de insatisfacción de personas que se dicen frenteamplistas debería ser un factor de inquietud para el gobierno?
—El nivel de insatisfacción debe ser un llamado de atención, pero a esta altura, en que apenas se alcanza la cuarta parte del mandato, no debe ser alarmante. Debería servir para ver con más cuidado por dónde hay que ir para revertir la situación y quizás ir por una comunicación que asuma que la situación es difícil y que el gobierno está enfrentado a tomar medidas difíciles e impopulares. La no satisfacción de los votantes del Frente Amplio es con el presidente (39% no aprueba su gestión), con el gobierno en su conjunto (60% considera que su gestión está por debajo o muy por debajo de las expectativas) y con el Frente Amplio como tal. Este conjunto de manifestaciones de disconformidad debería ser tenido en cuenta por el presidente, por el gobierno y por los líderes frenteamplistas. Da la impresión de que la dirigencia del Frente Amplio continúa hablando a los más firmemente convencidos y no tiende líneas con los descreídos y desilusionados.

—Cabe esperar que el ajuste fiscal impacte fuerte en la aprobación de la gestión?
—El ajuste se suma a otro conjunto de insatisfacciones. Hay que esperar pero puede no aumentar la desaprobación, sino tener un efecto cualitativo de reforzar las razones por las cuales la gente desapruebe, sin mover la aguja.

—¿Cree que hay un riesgo cierto de que el Frente Amplio pueda perder las elecciones?
—El problema más importante hacia las elecciones es qué pasa con ese segmento tan importante de gente desilusionada con todos los partidos. Y para el Frente Amplio lo importante es qué hacen sus propios desilusionados, que por ahora no atraviesan ese «muro invisible» que los separa de los partidos tradicionales. El Frente Amplio cae pero esa caída no es recogida ni por el Partido Nacional, ni por el Partido Colorado ni por el proyecto Novick.

—¿La gente percibe falta de liderazgo del presidente o problemas de gestión ministerial o ambas cosas?
—Son muchas las causas de la insatisfacción. Sin duda hay una percepción dominante de una falta de conducción en el gobierno y también en el Frente Amplio.

—¿La insatisfacción tiene que ver básicamente con la situación económica o hay otros factores que están incidiendo mucho, como, por ejemplo, la inseguridad?
—La inseguridad parece hoy no tener efectos. Hay una disconformidad generalizada y una cierta resignación. El crecimiento de la inseguridad es un fenómeno de tres décadas. La gente no culpabiliza a ningún sector político en particular. La situación económica afecta mucho, pero también la no resolución de otros problemas estratégicos, como la educación.

—Usted mencionó que los desilusionados frenteamplistas no pasan el «muro invisible» que los separa de los partidos tradicionales. ¿Puede el Partido Independiente beneficiarse de esa situación? ¿Por qué los partidos tradicionales no capitalizan la situación? ¿No «ilusionan»?
—El Partido Independiente en principio se está beneficiando de su situación de «por encima del muro». En la medición del primer trimestre del año crece del 3% al 5%, al captar 1% del Frente Amplio y 1% del Partido Nacional. También se beneficia Unidad Popular que capa otro 1% del Frente Amplio. El tema es que la gran mayoría de los desilusionados ya se han acostumbrado a votar «partidos de gobierno» y en ese sentido les parece el voto al Partido Independiente como un «voto testimonial». El PI necesita cambiar esa percepción. El problema de los partidos tradicionales no es que «no ilusionen», sino que su proyecto, o su dimensión ideológica es diferente y eventualmente opuesta a la visión de izquierda.

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4) ADUR Medicina propone “viabilizar” reforma del Hospital de Clínicas mediante un contrato de PPP.
Cecilia Álvarez (La Diaria)

Esta mañana se presentará el proyecto de reconversión y la propuesta de financiamiento del Hospital de Clínicas elaborada por la Universidad de la República (Udelar) en el propio hospital, en el piso 19. De tarde habrá un nuevo debate sobre el hospital universitario, esta vez en la Facultad de Odontología. La Udelar presentó públicamente su propuesta para remodelar el edificio del Parque Batlle y apunta a que la obra, que costaría cerca de 120 millones de dólares, sea financiada mediante la exoneración de 50% de los aportes patronales que actualmente paga la universidad, por un período de entre diez y 15 años. Pero el Poder Ejecutivo, en una reunión con el rector de la Udelar, Roberto Markarian, y el Comité por el Hospital de Clínicas, ya adelantó que, a su entender, la propuesta no contempla uno de los requisitos que se habían planteado: que no aumente el déficit fiscal (ver la diaria del 22/06/2016). Según afirmó el asesor del Ministerio de Economía y Finanzas Martín Vallcorba, el camino posible para avanzar en la reforma del hospital es concretar un proyecto de participación público-privada (PPP).

En ese contexto de debate, el lunes una asamblea de la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) de la Facultad de Medicina, realizada en el Hospital de Clínicas, resolvió encomendar a los consejeros docentes, delegados de ADUR y autoridades de la Facultad de Medicina ante el Consejo Directivo Central (CDC) “viabilizar el proyecto mediante PPP”. Es el primer pronunciamiento gremial de este tipo, después de que el tema fuera muy discutido en el Consejo de la Facultad de Medicina y en el CDC de la Udelar. La resolución de ADUR Medicina toma en cuenta dos aspectos: “La situación actual en el escenario planteado por el Poder Ejecutivo ante el trabajo realizado por la Udelar y la Facultad de Medicina para concretar una propuesta alternativa de financiación” y “la crítica situación del Hospital de Clínicas”.

La decisión de los docentes de Medicina va contra la resolución del Consejo de esa facultad, que en diciembre expresó su rechazo a la utilización de la PPP “en las áreas de la salud y educación públicas, y por lo tanto como forma de financiación de la refuncionalización del Hospital de Clínicas”. Aquella resolución de la facultad se debatió también en el CDC, y generó una discusión entre organizaciones como la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay y la Unión de Trabajadores del Hospital de Clínicas, que están en contra de la PPP para el hospital, y Markarian, que se negó a aprobar una resolución en contra de ese mecanismo sin un estudio de la ley que lo regula. Finalmente, en aquella sesión de diciembre se llegó a un acuerdo en torno a una resolución que afirma que la modalidad de PPP “no genera en este momento el consenso suficiente para llevar adelante un emprendimiento de semejante porte”.

El asistente académico del rector, Álvaro Danza, dijo a la diaria que el CDC analizará la respuesta del Poder Ejecutivo en la sesión del 19 de julio. El decano de Medicina, Fernando Tomasina, había dicho a este medio que si bien sigue siendo crítico de la aplicación del modelo PPP en la salud y enseñanza, “desde una postura práctica y si es la última alternativa” la consideraría, ya que la “peor situación para el hospital es la de estancamiento y no poder invertir”. La directora del Hospital de Clínicas, Raquel Ballesté, dijo a la diaria que resta recibir la respuesta oficial, por escrito, del Poder Ejecutivo, que todavía no había llegado. Si se concreta la respuesta negativa sobre la propuesta universitaria, y de no existir otra alternativa que la PPP, consideró que “hay que evaluar y estudiar el camino. Las características y condiciones las pondremos nosotros en la PPP; pero hay que evaluarlo. Si planteamos aspectos que no se pueden llevar adelante en una PPP, no sería viable, pero el intento lo tenemos que hacer”. “Plantearse invertir o realizar un mantenimiento con 40 millones de pesos en el año, que es lo que tenemos para inversión, es inviable”, aseguró, si bien reconoció que “para un hospital universitario, cogobernado y autónomo, la propuesta de PPP tiene muchas debilidades”.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 1º DE JULIO DE 2016
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5) Uruguay respalda propuesta de Macri para TLC con el Pacífico
(El País)
El canciller Nin Novoa dijo que las negociaciones deben comenzar inmediatamente.

El canciller Rodolfo Nin Novoa ratificó ayer en Chile el propósito de Uruguay de llegar rápidamente a un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico, coincidiendo con la posición que tiene el presidente argentino Mauricio Macri. Este es un tema que no gusta en buena parte de los sectores del Frente Amplio, que han cuestionado la política exterior del presidente Tabaré Vázquez.

La sintonía entre los nuevos gobiernos de los vecinos del Plata quedó de manifiesto esta semana, cuando la canciller argentina, Susana Malcorra, y Nin Novoa expusieron en la Unión de Exportadores. Allí coincidieron en flexibilizar la rígida estructura del Mercosur para habilitar acuerdos comerciales con otros bloques o países.

Y ayer este punto fue el centro del discurso de Macri en un evento empresarial en el marco de la cumbre de la Alianza del Pacífico, el bloque regional que integran Colombia, Chile, México y Perú, y que desde su fundación hace cinco años ha demostrado mejor armonía que el Mercosur. Macri aseguró en Chile que el Mercosur debe «finalizarse y salir del congelamiento» para converger en un acuerdo de libre comercio con la Alianza del Pacífico.

Según el diario argentino La Nación, el que se mostró más entusiasmado con avanzar cuanto antes en un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico fue Nin Novoa, presente en la cumbre. «Queremos que se avance en negociaciones comerciales del Mercosur con la Alianza del Pacífico inmediatamente para romper de una vez por todas con ese imaginario segundo Tratado de Tordesillas que nos separaba hasta ahora», dijo Nin Novoa, en referencia al acuerdo de 1494 entre los reinos de Castilla y Aragón y de Portugal sobre esta parte América.

Nin Novoa adelantó que el presidente Vázquez ya le pidió a Paraguay que se constituya en el país «coordinador» de las eventuales negociaciones con la Alianza del Pacífico. No obstante, fuentes de la cancillería argentina relativizaron el ánimo optimista de Uruguay y aclararon que «nada se podrá hacer desde el Mercosur sin un acuerdo previo con Brasil», dijo La Nación.

Pero Brasil no está en condiciones de acelerar el proceso, al menos mientras se mantenga el gobierno interino de Michel Temer y no se defina qué pasará con la suspendida presidenta Dilma Rousseff. Su situación se definirá luego de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se realizarán en agosto. «Sería de mal gusto avanzar con la Alianza del Pacífico ante un Brasil en crisis», dijo un funcionario argentino.

Uruguay ingresó como observador a la Alianza del Pacífico en 2013. Este bloque nunca fue bien visto por los sectores del Frente Amplio afines al régimen chavista en Venezuela, en particular porque sus cuatro fundadores tienen acuerdos de libre comercio con Estados Unidos. En el primer gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), la presión de esos sectores del Frente Amplio frenó un TLC con Estados Unidos. Entonces, el Partido Comunista, el MPP y el Partido Socialista encabezaron la ofensiva en contra del acuerdo con Estados Unidos.

El «relanzado» Mercosur del siglo XXI debe potenciar su acercamiento a la Alianza del Pacífico, enfatizó ayer Macri, en su primer encuentro oficial con los socios de este bloque comercial, al que Argentina se ha incorporado recientemente como observador. «Hay que dinamizar el Mercosur, que viene congelado desde hace mucho tiempo. Tenemos una visión de convergencia con la Alianza del Pacífico, es el mejor camino para todos», señaló Macri al intervenir en la III Cumbre Empresarial de la Alianza del Pacífico, que se celebra en la ciudad de Frutillar, sur de Chile.

Macri recalcó que una de las prioridades de su gobierno es trabajar para una integración «ordenada», que abarque tanto a los países del Mercosur como a los de la Alianza del Pacífico. «Debemos integrar nuestras infraestructuras, mejorar la logística de la región y pensar en una matriz energética única», propuso Macri. De hecho, en un reciente encuentro con la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, coincidieron en la necesidad de integrar una red regional de energías renovables no convencionales junto con Bolivia, Brasil, Paraguay y Uruguay.

La intervención de Macri ante los ministros de Finanzas, Relaciones Exteriores y Comercio de la Alianza del Pacífico, y representantes del sector privado había generado una gran expectación en los días previos a este encuentro. El principal motivo es que el presidente argentino, a diferencia de sus antecesores Néstor Kirchner y Cristina Fernández, es partidario de acelerar el acercamiento entre el Mercosur y la Alianza del Pacífico. Macri subrayó que desde que asumió la Presidencia, seis meses atrás, ha trabajado para lograr un «cambio político total» y levantar una economía que, según dijo, llevaba cinco años estancada.

«En Argentina había mucha inflación y severos problemas de infraestructura, y (por eso) tuvimos que arrancar el gobierno con un enorme aumento de tarifas, para sincerar la economía», justificó. Macri abogó por una unión entre los sectores público y privado, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la región y fortalecer la institucionalidad de las naciones. «Creemos en el emprendimiento, en la estructura privada respetuosa de las leyes y en las reglas claras», subrayó.

La Alianza del Pacífico, que en apenas cinco años logró liberalizar el 92% del comercio entre sus miembros, atrae la atención en este momento de una cincuentena de países, por su pragmatismo y flexibilidad para alcanzar acuerdos comerciales. En cambio, el Mercosur ha intentado por años sin éxito concretar alianzas comerciales con otros bloques, como la Unión Europea, debido principalmente a sus restrictivas políticas arancelarias.

El invitado.

Con el telón de fondo del lago Llanquihue y del majestuoso volcán Osorno, Mauricio Macri se convirtió en el invitado estelar de la tercera cumbre de empresarios de la Alianza del Pacífico, que reunió a unos 700 hombres de negocios de la región, a los que el mandatario argentino les dijo: «son muy, pero muy bienvenidos en la Argentina».

Mercosur, vecindario a conservar.

Los países que están más avanzados para incorporarse a la Alianza del Pacífico son Panamá y Costa Rica, mientras que Argentina mira con mucho interés un mayor acercamiento al bloque, pero sin abandonar el Mercosur. «Me parece que los pasos los vamos a ir dando en la medida y velocidad que nos parezca. Nosotros tenemos un vecindario al que pertenecemos y que queremos seguir perteneciendo que es el Mercosur. Así que cualquier movimiento es con el Mercosur», dijo el ministro de Hacienda argentino Alfonso Prat-Gay.

El Camino opuesto al Reino Unido.

La Alianza del Pacífico debe reforzar su integración para superar los vaivenes mundiales, con una agenda que apunte en el camino opuesto a la del Reino Unido de salir de la Unión Europea, dijo el canciller chileno Heraldo Muñoz. El Reino Unido es miembro observador de la Alianza del Pacífico, lo que ha generado expectativas de que se interese por negociar algún pacto comercial con el grupo. No obstante, la Alianza del Pacífico puso paños fríos a esa posibilidad. «Poco a poco», dijo la canciller peruana Ana María Sánchez.

Paraguay no quiere a Venezuela.

Paraguay confía en que tanto Uruguay como Argentina reconsideren su posición respecto a la transferencia de la presidencia temporal del Mercosur a Venezuela, y reiteró que el país que presida el bloque regional tiene que respetar los derechos humanos, dijo ayer jueves el canciller, Eladio Loizaga. El lunes el canciller Rodolfo Nin Novoa confirmó, junto a su colega argentina Susana Malcorra, que Uruguay le pasará a mediados de julio la presidencia pro tempore del Mercosur a Venezuela, pese a la situación en ese país.

COMCOSUR AL DÍA / VIERNES 1º DE JULIO DE 2016
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