Entradas de noviembre de 2018

ESPECIAL – comcosur informa 1903 – 22.11.2018

NdeR: Por motivos técnicos que no pudimos revertir, este boletín correspondiente al viernes 16 de noviembre de 2018, llegó a ustedes sin diagramar y sin espacios, por lo que no era posible su lectura. Teniendo en cuenta el valor de las notas, decidimos enviarlo nuevamente hoy jueves 22 de noviembre de 2018. Les pedimos disculpas a todos y todas,. Abrazos, Carlos Casares /Comcosur ______________________________ COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) La extrema derecha en Brasil: aprendiendo y desaprendiendo desde la izquierda /Alberto Acosta y Eduardo Gudynas 2) Uruguay carece de protección adecuada ante el mercurio /Víctor L. Bacchetta 3) Cosecha de muerte en Franja de Gaza /Luis E. Sabini Fernández ________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “Pensando la privación de libertad en adolescentes” II. 5ta. Edición del Phono – Cinema UY III. Día de la Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado ________ “La palabra es una herramienta de lucha” Juan Gelman (1930 – 2014) ________ COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) LA EXTREMA DERECHA EN BRASIL: APRENDIENDO Y DESAPRENDIENDO DESDE LA IZQUIERDA Por Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras Cual círculos concéntricos se difunden en América Latina los impactos de la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil. Colombia no es la excepción. Más allá de que en este país han prevalecido los gobiernos conservadores, el triunfo de una derecha extrema en Brasil debe ser analizado. Las izquierdas del continente están conminadas a aprender de lo que allí sucedió. Los agrupamientos políticos que apuestan por cambios, y que lograron sustantivos crecimientos electorales en Colombia, enfrentan el desafío de no repetir las contradicciones observadas en Brasil. Esto también es indispensable para los movimientos ciudadanos que siguen enfrentando estrategias como las extractivistas, ya que un estilo político como el propuesto por Bolsonaro solo augura una acentuación de la violencia. No puede obviarse que Brasil, por ejemplo, lidera los indicadores mundiales en asesinatos de defensores de la tierra, pero Colombia le sigue en tercer lugar (57 en el primer caso y 24 en el segundo, según Global Witness) (1). En este texto presentamos algunas reflexiones preliminares a partir de lo sucedido en Brasil. No pretendemos ofrecer un análisis detallado de su política interna, sino que nuestro propósito es otro: rescatar algunos aprendizajes de lo que allí sucedió, útiles para una izquierda que está ubicada en los demás países (y por ello aquí intercalamos algunas apreciaciones enfocadas en Colombia). No repetiremos la nutrida información circulante en estos días ni apelaremos a análisis simplistas, tales como achacar toda la culpa sea a la derecha o al progresismo. Compartimos este ejercicio desde una perspectiva de izquierda, con el propósito de alentar su renovación y de evitar que otros Bolsonaro se instalen en los países vecinos. Progresismos e izquierdas: son diferentes En todo el continente, los agrupamientos políticos conservadores realizan un activo entrevero de hechos para desacreditar las opciones de cambio hacia la izquierda. Se mezclan las severas crisis de Venezuela y Nicaragua con la caída del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, para insistir en que las opciones de cambio hacia la izquierda son imposibles, fatalmente están teñidas por la corrupción, y así sucesivamente. Pero justamente la crisis brasileña muestra la necesidad de insistir en las diferencias entre progresismos e izquierdas. Es que muchos de los problemas observados en Brasil resultan, como se verá más adelante, de programas y una gestión de gobierno del PT y sus aliados donde poco a poco olvidaron sus metas iniciales de izquierda para transformarse paulatinamente en progresismos. Esto nunca lo ocultaron, sino que hicieron de ello uno de sus atributos.Por lo tanto, una primera lección a tener en cuenta es que la distinción entre izquierdas y progresismos sigue siendo clave (2). Humildad para entender los humores del pueblo El Partido de los Trabajadores y el liderazgo de Lula da Silva fue repetidamente presentado como ejemplo de viraje exitoso hacia las llamadas “nuevas izquierdas” en toda América Latina y a nivel mundial, lo que es comprensible al haber ganado cuatro elecciones consecutivas. No fueron pocos los grupos políticos que en distintas naciones lo tomaron como inspiración. Es más, se insistía en que el “pueblo” en su mayoría había adherido a la izquierda y eso explicaba victorias electorales como las de DilmaRousseff. Sin embargo, en un proceso relativamente veloz, incluyendo los abusos de la oposición de las disposiciones jurídicas, el PT perdió el control del gobierno, Rousseff fue removida de su cargo, y se terminó eligiendo presidente a un político poco conocido y de derecha: Temer, quien había sido vicepresidente de la misma Rousseff. Los escándalos de corrupción no cedieron, y Lula da Silva terminó encarcelado. Esas y otras circunstancias desembocaron en un cambio político extremo. No sólo triunfó Bolsanaro, sino que se hizo evidente que la sociedad brasileña es mucho más conservadora de lo pensado. Aquel mismo “pueblo” que años atrás apoyaba al PT, en unos casos lo rechazaba intensamente, y en otros, festejó a un candidato prolífico en discursos de tono fascista. Estamos aquí ante una otra lección que impone precaución en usar categorías como “pueblo”, y que nos demanda humildad en aseverar cuáles son los pensamientos o sensibilidades prevalecientes. Quedan en evidencia las limitaciones de un “triunfalismo facilista” ante una sociedad que no era tan izquierdista como parecía y un conservadurismo que estaba mucho más extendido de lo que se suponía. Esta es una cuestión de mucho cuidado viendo cómo avanzan las creencias en una prosperidad que supuestamente descansa en el individualismo, el consumismo, y que entienden como normal y hasta necesaria la existencia de profundas diferencias sociales, y aceptan la violencia. Derechas sin disimulos y progresismos disimulando ser izquierda Seguidamente queda en evidencia otro aprendizaje: los riesgos de un programa que se recuesta sobre sectores y prácticas conservadoras para poder ganar la próxima elección. Una postura que asume que primero se debe “ganar” la elección presidencial, y que una vez en el palacio de gobierno se podrá “cambiar” al Estado y la sociedad. Esto se ejemplifica en Brasil con acciones que van desde la adhesión a un orden financiero (en la muy conocida “Carta al Pueblo Brasileño” firmada por Lula en plena campaña electoral) hasta su articulación política con el PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño) de centro-derecha para lograr gobernabilidad. Le siguieron otras concesiones clave en las estrategias de desarrollo, cerrando la puerta a transformaciones estructurales del aparato productivo y así repitiendo el estilo primario exportadora (3). Este es justamente uno de los aspectos que sirven para caracterizarlos como progresistas y diferenciarlos con las izquierdas. Se cae en una situación donde el progresismo una y otra vez intenta disimular que es una izquierda, mientras que la nueva derecha nada disimula ni oculta. Bolsonaro critica abiertamente a negros o indígenas, es homofóbico y misógino, ironiza con fusilar a militantes de izquierda, defiende la tortura y la dictadura, y apuesta a reformas económicas regresivas. Es ese tipo de discurso el que es apoyado por una proporción significativa de la sociedad brasileña. Desarrollo nada nuevo sino senil La necesidad de distinguir entre progresismos e izquierda también queda en evidencia al analizar las estrategias sobre desarrollo seguidas por el PT. El camino de esos gobiernos, el “nuevo desarrollismo”, descansó otra vez en las exportaciones de materias primas. Para lograrlo se ampliaron las fronteras extractivistas y la captación de inversión extranjera, alejándose así de muchos reclamos de la izquierda. De ese modo Brasil devino en el mayor extractivista del continente, tanto minero como agropecuario (por ejemplo, el volumen de comercialización sumados hasta triplicó al de todos los demás países sudamericanos mineros). Esto sólo es posible aceptando una inserción subordinada en el comercio global y una acción limitada del Estado en algunos sectores como el industrial, justamente al contrario de las aspiraciones de la izquierda de sacar a nuestros países de esa dependencia. La esencia de esa estrategia de desarrollo no es diferente a la que siguió, por ejemplo, la administración Santos en Colombia. Sin duda hay diferencias, en especial por una mayor presencia estatal en Brasil, evidente en enormes empresas como Petrobras (hidrocarburos) o Vale (minería) que son en parte estatales o estaban controladas y financiadas por el gobierno. Pero persistió el componente extractivista y primario exportador, que vienen de la mano de procesos desindsutrializantes y que obliga a prácticas de imposición territorial y control de movimientos sociales. Las limitaciones de esas estrategias se disimularon en Brasil con los jugosos excedentes de la fase de altos precios de las materias primas. Aunque se publicitó la asistencia social, el grueso de la bonanza se centró en otras áreas, tales como el consumismo popular, subsidios y asistencias a sectores extractivos o el apoyo a algunas grandes corporaciones (las llamadas campeões nacionales) . Esto explica que el “nuevo desarrollismo” fuese apoyado tanto por trabajadores, que disfrutaban de créditos accesibles, como por la elite empresarial que conseguía dinero estatal para internacionalizarse. Lula da Silva era aplaudido, por razones distintas, tanto en barrios pobres como en el Foro Económico de Davos. El PT contribuyó sustantivamente a la defensa cultural de esas estrategias, y por ello en Brasil no ocurrieron debates como los que se escucharon en Colombia con“petróleo versus aguacates” (o sea, comenzar a pensar alternativas para el futuro inminente del agotamiento de los hidrocarburos). Por lo tanto, aquí se encuentra un flanco que una renovación de izquierda en Colombia debería considerar, promoviendo desde ya las reflexiones sobre cómo salir de los extractivismos. La caída de los precios internacionales de las materias primas dejó en claro que las ayudas mensuales otorgadas en Brasil a los sectores marginados sin duda eran importantes, pero no sacaban realmente a la gente de la pobreza, ni resolvía la excesiva concentración de la riqueza, ni impedía que mucho dinero se perdiera en redes de corrupción. La izquierda debe aprender de esa incapacidad de los progresismos para transformar la esencia de sus estrategias de desarrollo. Se profundizó la dependencia de las materias primas, con China como nuevo referente, con graves efectos en la desindustrialización y fragilidad económica y financiera. El “nuevo desarrollismo” que quiso construir el progresismo no es “nuevo”, y en verdad es tan viejo como las colonias, pues en aquel entonces arrancó el extractivismo. La lección para las izquierdas en el resto del continente es que la reflexión sobre las alternativas al desarrollo sigue siendo clave. Se podrá tener un discurso radical, pero si las prácticas de desarrollo repiten los conocidos estilos, se quiera o no, eso desemboca en políticas públicas convencionales, y es esa convencionalidad otro componente que apartó a los progresismos de las izquierdas. Clientelismo versus justicia social El PT aprovechó distintas circunstancias logrando reducir la pobreza, junto a otras mejoras (como incrementos en el salario mínimo, formalización del empleo, salud, etc.), todo lo cual debe ser aplaudido (4). Por medio de políticas sociales se puede paliar la pobreza, pero cuando prevalece el clientelismo eso se vuelve acotado. No se consigue construir ciudadanías sólidas que reclamen desde los derechos, lo que va mucho más allá de un bono mensual en dinero. El consumismo se acentúo, confundiéndolo con mejoras en la calidad de vida. La bancarización y el crédito explotaron (el crédito privado trepó del 22% del PBI en 2001 al 60% en 2017). De este modo prevaleció el asistencialismo y se reforzó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. No se quiso entender que esas estrategias obligaban a usar ciertos instrumentos económicos, sociales y políticos nada neutros, y más bien contrarios de buena parte de la esencia de izquierda. Como resultado, se generaron condiciones para el retorno de la derecha dejándo servido un Estado y normas que lo harán todavía más fácil. Además, la fragilidad del “nuevo desarrollo” lleva a que los progresismos no puedan resolver sus crisis desde una perspectiva de izquierda y deriven hacia políticas públicas más conservadoras. El PT erosionó la calidad política y aplicó, por ejemplo, flexibilizaciones ambientales y laborales para atraer a inversores. Paradojalmente, esos cambios en Brasil antecedieron, por ejemplo, a las “licencias ambientales express” de Colombia. En el campo de la justicia social se priorizaron instrumentos de redistribución económica, mientras que los derechos ciudadanos y de las diversas comunidades, sobre todo indígenas, seguían siendo frágiles. No se puede marginar en este breve análisis la brutal militarización de la política gubernamental para intentar frenar la delincuencia común, sobre todo en las grandes urbes de ese país: acción que provocó una creciente ola de violencia e inseguridad. Bajo estas y otras dinámicas, el énfasis en ayudas y compensaciones económicas acentuó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. Con ello, el progresismo olvidó aquel principio de la izquierda de desmercantilizar la vida, justamente una de sus reacciones contra el neoliberalismo prevaleciente desde el siglo pasado. Esa meta sigue totalmente vigente en Colombia, donde el actual gobierno Duque expresa una perspectiva neoliberal. La insistencia del progresismo brasileño en el crecimiento económico como fundamento del desarrollo reforzó un mito que ahora aprovechó Bolsonaro, presentándose como el mejor mediador para alcanzar esa meta. Lo mismo ocurre en Colombia y otros países, donde los gobiernos insisten en el crecimiento económico como la gran meta a perseguir. En cambio, la crítica de izquierda debe, en el siglo XXI, poner ese reduccionismo en discusión. Las izquierdas no deberían entramparse en esos reduccionismos. Es hora de aceptar que la justicia social es mucho más que la redistribución, así como que la calidad de vida es también más que el crecimiento económico. La criminalización de los movimientos ciudadanos y sociales no puede ser tolerada por una renovación de la izquierda. Estos y otros aspectos apuntan a entender que una verdadera izquierda debe promover y fortalecer el marco de los derechos humanos en todo momento y en todo lugar, más aún desde el gobierno, aún si ello le significa perder una elección, ya que es su única garantía no sólo de su esencia democrática sino de retornar al gobierno. Ruralidades conservadoras Las cuestiones alrededor de las ruralidades y el desarrollo agrícola, ganadero y forestal, también están repletas de lecciones a considerar. Bolsonaro llega a la presidencia apoyado entre otros por un ruralismo ultraconservador que festeja sus discursos contra los indígenas, los campesinos y los sin tierra, y que reclama el uso de las armas y la violencia. Podría argumentarse que apunta a ideas y prácticas como las que ya ocurren en muchas zonas de Colombia, donde está muy instalada esa problemática. Bolsonaro se apoya en la llamada “bancada ruralista”, un sector que ya había llegado al parlamento con el progresismo, en tanto Dilma Rousseff colocó a una de sus líderes en su gabinete (Kátia Abreu). Este ejemplo debe alertar a la izquierda, pues distintos actores conservadores y ultraconservadores se aprovechan de los progresismos para enquistarse en esos gobiernos. Paralelamente, el progresismo fue incapaz de promover una real reforma agraria o en transformar la esencia del desarrollo agropecuario brasileño. Recordemos que bajo el primer gobierno de Lula da Silva se difundió la soja transgénica y se multiplicaron los monocultivos y la agroindustria de exportación, y no se apoyó de la misma manera a los pequeños y medianos agricultores. Otras administraciones progresistas, en especial las de Argentina, Ecuador y Uruguay, apostaron al mismo tipo de política agropecuaria. Todos estos son temas sensibles en Colombia, y si bien esquivarlos podría mejorar algunas chances electorales, una real izquierda no tendrá más remedio que abordarlos. El caso brasileño muestra las consecuencias en no explorar alternativas para el mundo rural, insistiendo en el simplismo de apoyar los monocultivos de exportación, sostener al empresariado del campo, y si hay dinero, distribuir asistencias financieras al campesinado. Las izquierdas, en cambio, deben innovar en propuestas por una nueva ruralidad, abordando en serio no solo la tenencia de la tierra, sino los usos que de ella se hacen, el papel de proveedores de alimentos no sólo para el comercio global sino sobre todo para el propio país. Las izquierdas deben, inclusive, dar un salto fundamental como es entender el territorio como espacio de vida y no simplemente como un factor de producción. Radicalizar la democracia La debacle política brasileña también confirma la enorme importancia de una radicalización de la democracia, una de las metas del empuje de izquierda de años atrás y que precisamente el progresismo abandonó. Aquella incluía, por ejemplo, hacer efectiva la participación ciudadana en la política y mejorar la institucionalidad partidaria. Sin embargo, el PT de Brasil concentró cada vez más el poder en el gobierno federal, tuvo un desempeño confuso y hasta perverso: en unos casos volvieron a usar los sobornos a los legisladores (recordemos el primer gobierno de Lula da Silva con el mensalão); persistió el verticalismo partidario (por ejemplo, con Lula eligiendo a su “sucesora”); poco a poco se desmontaron experimentos vigorosos (como los presupuestos participativos); y se usaron las obras públicas en una enorme red de corrupción al servicio de los partidos políticos. El caudillismo partidario se repitió en otros progresismos (como en Ecuador, donde Rafael Correa eligió a su sucesor, o en Argentina donde lo mismo hizo Cristina F. de Kirchner). Es evidente que una renovación de las izquierdas necesita aprender de esa dinámica, y no puede renunciar a democratizar tanto la sociedad como sus propias estructuras y prácticas partidarias. Si no lo hace, solo facilita el surgimiento de oportunistas. Las estructuras políticas de izquierda deben, de una vez por todas, ser dignas representantes de sus bases y no meros trampolines desde los que ascienden figuras individuales, con claros rasgos caudillescos. Otra lección surge de comprender que la obsesión electoralista lleva a prácticas que impiden esa democratización. En efecto, el “miedo a perder la próxima elección” hace que el núcleo gobernante (tanto sus políticos como tecnócratas) se abroquelen, rechacen los reclamos de cambio y apertura, y se inmovilicen. Un temor de ese tipo se evidencia en el progresismo boliviano con su intento de imponer una nueva reelección de dudosa legalidad. Un extremo que en parte se debe a la incapacidad de fortalecer al propio partido político cobijando sucesores y renovaciones, lo cual es otra muestra de debilidad democrática. Un reto aún mayor para las izquierdas, sobre todo luego de las experiencias progresistas, es reconocer el papel político de los pueblos indígenas en una democratización real. Renovación de las izquierdas El triunfo de la extrema derecha en Brasil debe ser denunciado y enfrentado en ese país, como también deben fortalecerse las barreras que impidan otro tanto en los países vecinos. El caso brasileño además muestra que debe analizarse lo realizado por los gobiernos del PT, por sus aspectos positivos, por su duración (recordemos otra vez que ganaron cuatro elecciones), pero también por sus contradicciones. Las alertas sobre la deriva de ese partido y algunos aliados hacia un progresismo que se alejaba de la izquierda fueron desoídas. Cuestionamientos sobre temas fundamentales como los impactos del “nuevo desarrollismo” primarizado fueron no sólo desatendidos, sino que además activamente se combatieron los debates y se marginaron los ensayos que buscaban las alternativas al desarrollo. Persistían problemas como el debilitamiento en la cobertura de derechos, la violencia en el campo y la ciudades, el maltrato de los pueblos indígenas, y todo tipo de impactos ambientales. Pero distintos actores, tanto dentro de esos países como desde el exterior, aplaudían complacientes incapaces de escuchar las voces de alarma con el pretexto perverso de no hacerle el juego a la derecha. A pesar de todo, en Brasil como en el resto del continente, se encuentran múltiples resistencias y alternativas que se construyen cotidianamente, especialmente desde espacios comunitarios. Ellas ofrecen inspiraciones para una recuperación de la izquierda, desde la crítica al desarrollismo, los empeños para abandonar la dependencia extractivista o los esfuerzos para salvaguardar los derechos ciudadanos. Allí están los insumos para una nueva izquierda comprometida con horizontes emancipatorios. Es una izquierda que tiene que ser renovada, para no caer en sus viejas contradicciones, como negar la problemática ambiental, asumir que todo se solucionará con estatizar los recursos naturales o los medios de producción, esconder sus vicios patriarcales o ser indiferente a la multiplicidad cultural expresada por los pueblos indígenas y afro. La renovación de las izquierdas debe asumir la crítica y la autocrítica, cueste lo que cueste, para aprender, desaprender y reaprender de las experiencias recientes. Se mantienen conocidos desafíos y se suman nuevas urgencias. La izquierda latinoamericana debe avanzar en alternativas al desarrollo, debe ser ambientalista en tanto busca una convivencia armónica con la Naturaleza, y feminista para enfrentar el patriarcado, persistir en el compromiso socialista con remontar la inequidad social, y decolonial para superar el racismo, la exclusión y la marginación. Todo esto demanda siempre más democracia. Notas 1. Los reportes están disponibles en www.globalwitness.org 2. Sobre la distinción entre izquierdas y progresismos, ver por ejemplo, La identidad del progresismo, su agotamiento y los relanzamientos de las izquierdas, E. Gudynas, ALAI, 7 octubre 2015, www.alainet.org/es/articulo/172855 3. Sobre algunos balances realizados dentro de Brasil sobre el desempeño del PT, véase entre otros a A. Singer e I. Loureiro (orgs), As contradições do Lulismo. A que ponto chegamos?, Boi Tempo, São Paulo, 2016; también a Francisco de Oliveira, Brasil: umabiografianão autorizada, Boi Tempo, São Paulo, 2018. 4. Véanse por ejemplo los detallados análisis de Lena Lavinas, tales como Thetakeover of social policybyfinancialization. TheBrazilianparadox, PalgraveMcMillan, 2017; y en colaboración con D.L. Gentil, Brasil anos 2000. A política social sob regencia da financierização, Novos Estudos Cebrap, 2018. Autores: Alberto Acosta fue presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador y candidato a la presidencia por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas. Eduardo Gudynas es investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social en Uruguay. *El texto es parte de una serie de análisis sobre las implicancias de los cambios políticos en Brasil en distintos países, iniciada con publicaciones en el semanario Voces (Uruguay) y el suplemento Ideas de Página Siete (Bolivia). Fuente: www.desdeabajo.info/politica/item/35477-la-extrema-derecha-en-brasil-aprendiendo-y-desaprendiendo-desde-la-izquierda.html Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 2) URUGUAY CARECE DE PROTECCIÓN ADECUADA ANTE EL MERCURIO Un informe de IPEN y RAP-AL sobre riesgos de la exposición al mercurio analiza situación actual del país y las áreas donde se debe avanzar para lograr una mejor protección Víctor L. Bacchetta / Sudestada, 11.11.2018 IPEN es una red global de personas y organizaciones no gubernamentales dedicadas a promover políticas y controles públicos de la producción, uso y eliminación de sustancias tóxicas con el fin de proteger la salud humana y el ambiente. IPEN se coordina a través de centros regionales en África, Europa, el Cáucaso, América Latina, Oriente Medio, Asia del Sur y Sudeste y Asia Central. A su vez, la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) reúne a organizaciones e individuos que se oponen al uso indiscriminado de plaguicidas y a los cultivos transgénicos. Fomenta alternativas para el desarrollo de una agricultura, socialmente justa, ecológicamente sustentable y económicamente viable, que permita alcanzar la soberanía alimentaria de los pueblos. Dese el año 2009 RAPAL Uruguay comenzó a analizar la situación del mercurio en el país. El mercurio es un elemento contaminante de alta movilidad que, liberado al ambiente, se transforma en compuestos orgánicos más tóxicos, como el metilmercurio, que se acumula en animales –peces en particular– y el sistema nervioso, hígado y riñones de los seres humanos, dañando incluso el cerebro de los fetos. La industria que utiliza mercurio puede afectar a sus obreros y a poblaciones vecinas. Así se verificó desde la década de 1950 en Estados Unidos y Europa, pero el caso más grave ocurrió en Japón, en la bahía de Minamata, donde miles de pobladores se intoxicaron por ingerir peces y mariscos contaminados con el metal. Una industria local descargó en la bahía entre 1932 y 1968 unas 81 toneladas de mercurio. Culminando un proceso de discusión internacional, en 2013, representantes de 128 países firmaron en Kumamoto, Japón, la Convención de Minamata dirigida a eliminar o reducir los efectos del mercurio y fijaron el año 2025 como fecha tope para cerrar todas las plantas productoras de cloro con mercurio. Uruguay fue impulsor del acuerdo y el segundo en ratificarlo en 2014, con el apoyo de todos los partidos políticos. Uno de los primeros problemas tratados por RAPAL Uruguay fueron las “lámparas de bajo consumo”. Paralelamente, comenzó a analizar las emisiones de mercurio de las plantas de celulosa y, más tarde, incluyó a la principal fuente de contaminación con mercurio existente en el país, la planta de producción de cloro y soda cáustica de Efice, situada en el kilómetro 25 de la ruta 1 (Montevideo-Colonia). El nuevo informe dado a conocer este año por IPEN y RAP-AL es un relevamiento actualizado de la situación del mercurio en Uruguay y de aquellas áreas en las cuales el país deberá esforzarse para, en concordancia con el Convenio de Minamata, eliminar las emisiones de mercurio al ambiente y su contaminación. Víctor L. Bacchetta /Sudestada, periodismo y transparencia COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 3) COSECHA DE MUERTE EN FRANJA DE GAZA Una incursión donde los atacantes son los defensores y los agredidos los victimarios Luis E. Sabini Fernánde z El papel de los medios de incomunicación de masas 12 nov. 2018 – Información muy entrecortada y fragmentaria lleva a pensar que un equipo de asesinos profesionales de la seguridad israelí ingresó con un vehículo civil a territorio de la Franja de Gaza y que habrían alcanzado su objetivo, por cuanto declaran haber terminado con la vida de un jefe de Hamas. El episodio parece haber cosechado la muerte de ese treintañero y de una media docena más de palestinos, veinteañeros, que suponemos formarían parte de la organización atacada. Y la de un comando israelí. El vehículo israelí fue perseguido por vehículos palestinos, pero lograron concretar su huida cubiertos por drones y material de aviación israelí, que indudablemente apoyaban el operativo en tierra. Ante semejante acontecimiento, redes de defensa palestina descargaron cientos de cohetes sobre el territorio que ocupa Israel, los medios de incomunicación de masas repiten 200. A menudo informan de “misiles”, aunque la imprecisión de los disparos permite inferir que la mayoría siguen siendo cohetes tipo Kassam o similares, de muy menor impacto. El (contra) ataque gazatí abruma a Israel. En Israel se refieren a un muerto en el operativo israelí y otro (no sabemos si el mismo) en territorio israelí. Y leemos en las “noticias del día” (EFE, 12/11 2018): Los palestinos atacan tanto que hasta “ataques de ansiedad” producen. Los israelíes se defienden tanto y tan bien que en cada escaramuza quedan decenas de palestinos muertos y a menudo miles de heridos, en tanto las fuerzas israelíes no reciben ni un rasguño y ocasionalmente, un herido o un muerto. Pero la población israelí no tolera ni siquiera eso, por haberse adueñado de la tierra de otros. Quieren la verdadera paz (de los cementerios) para los que molesten y recuerden. Léase esta info de El confidencial, cotidiano español, (12/11/2018): Una acción puntual, ¿entendió lector? El 12 de noviembre habían hecho una incursión comandos israelíes en la Franja de Gaza. Varios matados, incluido un comando israelí. El 13 de noviembre, nos enteramos por la prensa que el gobierno de Israel acusa a Hamas: “del sufrimiento de civiles inocentes”, refiriéndose, suponemos, a la población israelí que ha recibido la cohetería. Dudamos que el gobierno israelí trate de “inocentes” a civiles palestinos. Porque son palestinos. Luis E. Sabini Fernández COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ “Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS __________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “PENSANDO LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD EN ADOLESCENTES” Sábado 17 de noviembre – Ultimo Taller – Casa Bertolt Brecht Luego de 3 años de recorrida por todo el país, llega a la casa Bertolt Brecht el ultimo taller de “Pensando la privación de libertad en adolescentes” El próximo sábado 17 de noviembre nuestro proyecto de Educación Popular «Pensando la privación de libertad en adolescentes” con el objetivo de contribuir en la defensa de los Derechos Humanos, especialmente de los y las adolescentes, a través de la construcción de un discurso contra hegemónico respecto a la privación de libertad. Nos despedimos de este ciclo en nuestra casa la Casa Bertolt Brecht (Andes 1274 esq. San José) De 13 a 18hs. www.facebook.com/events/336590573561386/ __________ II. 5TA. EDICIÓN DEL PHONO – CINEMA UY Del 22 al 25 de Noviembre Phono-Cinema es una muestra internacional de cine y música que desde 2014 expone cine documental musical contemporáneo. La muestra se origina en México y llega a Uruguay desde su primera edición a través de Sadhu Producciones, celebrando este año su quinta edición con 3 títulos increíbles y una hermosa fiesta de cierre. – Jueves 22/11- 21:00 hrs.- Sala Zitarrosa ABALOS Una historia de cinco hermanos Viernes 23/11- 21:00 hrs Sala Zitarrosa Cairo Jazzman / The groove of a Mega City – Sábado 24/11- 21:00 hrs- Sala Zitarrosa El sonido que vemos: Montevideo, Sinfonía de una ciudad. – Domingo 25/11- 20:00 Ánima Espacio Cultural Fiesta de cierre en Ánima Espacio Cultural. Costo entrada: $150 A la venta en boletería de la Sala Zitarrosa y TickAntel. La fiesta de cierre será de entrada libre. www.facebook.com/events/2199061730124174/?event_time_id=2199061750124172 ____________ III. DÍA DE LA MEMORIA DE LA COMUNIDAD AFROURUGUAYA EN TIEMPOS DE TERRORISMO DE ESTADO Lunes 03 diciembre – 9.30 horas En el marco del Día Nacional del Candombe, la cultura AfroUruguaya y la equidad racial, el Instituto de Derechos Humanos organiza este Encuentro denominado “Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado”. Con la participación de ACSUN y Casa de la Cultura Afrouruguaya y Mundo Afro 9.30 horas – APERTURA Ma. Josefina Pla – Presidente de la INDDHH Elizabeth Suárez – Responsable de la Secretaría de Equidad Étnico-racial y poblaciones migrantes Beatriz Ramirez – Responsable de la División Derechos Humanos de la Dirección Nacional de Promoción Sociocultural – MIDES Representante de la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discriminación (a confirmar) 10.00 a 11.00 MEMORIA EN CLAVE AFROURUGUAYA Nestor Silva, Mundo Afro Chavela Ramirez, Casa de la Cultura Afrouruguaya Amanda Díaz, ACSUN Prof. Natalia Stalla, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – UDELAR. Prof. Dr. Eduardo Álvarez Pedrosian – Laboratorio transdisciplinario de Etnografía Experimental. Facultad de Información y Comunicación, Universidad de la República, Uruguay Coordina: Edgardo Ortuño, Casa de la Cultura Afrouruguaya 11.00 a 12.00 MEMORIAS EN CONSTRUCCIÓN Protagonistas del desalojo del Mediomundo y Ansina Juan José González, fotógrafo que realizó cobertura Testimonio desalojo Ansina Testimonio desalojo Mediomundo Romero Rodriguez, Embajador Itinerante para el continente africano – Ministerio de Relaciones Exteriores Coordina: Mirtha Villa Cierre musical con el Grupo Afrogama. www.facebook.com/events/2011763439115709/ Henry Flores – El Eternauta VEO VEO / COMCOSUR INFORMA Nº 1903 – 16/11/2018 _______________________________________ COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2018 – 24 años Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano Colaboran: ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín) ECUADOR: Kintto Lucas (Quito) HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam) SUIZA: Sergio Ferrari (Berna) URUGUAY: Pablo Alfano, Jorge Marrero, José Rocca, Luis Sabini, Jorge Zabalza. COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / Blog: nuevo.comcosur.org/ comcosur@comcosur.com.uy / Comcosur también en Facebook
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PERÚ y URUGUAY: ALAN GARCÍA Y EL PEDIDO DE ASILO – comcosur al día 2194 – 21.11.2018

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 19 / Nº 2194 / Miércoles 21.11.2018

Hoy:

1) Perú y Uruguay: Alan García y el pedido de asilo, “Es gracia que espero alcanzar”
2) Vicepresidenta de Perú: “hacemos un pedido de reflexión” a Uruguay /Fabián Werner
3) Estados Unidos: Un país sin cobertura /Luciano Andrés Valencia
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COMCOSUR AL DÍA / AÑO 19 / Nº 2194 / Miércoles 21.11.2018

1) PERÚ y URUGUAY: ALAN GARCÍA Y EL PEDIDO DE ASILO, “ES GRACIA QUE ESPERO ALCANZAR”

Sudestada, 18/11/2018

En la noche del sábado, el expresidente peruano Alan García, líder del Partido Aprista, se presentó en la casa del embajador uruguayo Carlos Barros, como un perseguido político. Dijo que sufre una persecución por parte de los “agentes” del gobierno del presidente Martín Vizcarra y solicitó asilo político en Uruguay.

Las razones de García, quien gobernó Perú en dos períodos (de 1985 a 1990 y de 2006 a 2011), están expuestas en una carta de tres páginas que envió al presidente Tabaré Vázquez desde la residencia diplomática uruguaya, ubicada en el aristocrático barrio de San Isidro, en la ciudad de Lima.

“Recurro a usted para solicitar asilo político en Uruguay”, escribió García, según la nota difundida por su partido. “Hoy, una vez más, en mi patria las leyes y los procedimientos se desnaturalizan y manipulan por intereses políticos como instrumentos de persecución”, aseguró el exmandatario en referencia a las acusaciones que lo involucran con el caso Odebrecht.

Según una investigación periodística del sitio peruano IDL-Reporteros, que dirige el periodista Gustavo Gorriti, García cobró 100 mil dólares de Odebrecht por una charla en la Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (FIESP) mediante la conocida como “Caja 2”, es decir el dinero que la constructora brasileña utilizaba para el pago de favores.

IDL-Reporteros también reveló el testimonio de Marcelo Odebrecht, quien admitió que la empresa aportó dinero a todos los candidatos presidenciales peruanos de todos los partidos. En el caso específico de García negó estar al tanto de los detalles pero dijo que quien manejaba ese vínculo era Jorge Barata, un exejecutivo de Odebrecht que vivió 12 años en Perú.

Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 19 / Nº 2194 / Miércoles 21.11.2018
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2) VICEPRESIDENTA DE PERÚ: “HACEMOS UN PEDIDO DE REFLEXIÓN” A URUGUAY

En entrevista con Sudestada, la vicepresidenta Mercedes Aráoz negó que haya persecución política a Alan García y defendió la vigencia de su sistema democrático.

Fabián Werner /Sudestada /20.11.2018

La vicepresidente de Perú negó que exista una persecución política contra Alan García y dijo que hay garantías en la Justicia de su país para un juicio justo. Recordó que todos los ex presidentes recientes del país están bajo investigación y que ella misma enfrenta acusaciones, lo que prueba la independencia de poderes.

Aráoz dijo en entrevista con Sudestada que le sorprendió la decisión del expresidente Alan García de pedir asilo diplomático a Uruguay y de acusar al gobierno de perseguirlo políticamente, como escribió en la carta dirigida al presidente Tabaré Vázquez.

A continuación un resumen de la entrevista que la vicepresidente Mercedes Aráoz mantuvo con Sudestada.

-El expresidente Alan García asegura que el Poder Judicial en Perú está asediado por el Ejecutivo, que no hay independencia de poderes y que el gobierno busca destituir al Fiscal General. ¿Qué responde el gobierno ante esa acusación?

-A mediados de junio se generó un destape sobre un tema escandaloso de la participación de jueces de la Corte Suprema, el Consejo Nacional de la Magistratura, hasta fiscales también involucrados. Todo fue por una investigación relacionada con un tema de narcotráfico que ocurre en el puerto del Callao.

Esto ha generado una crisis que ha llevado a que en el Congreso aprobemos normas como la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura, que era un proyecto que venía durmiendo y no avanzaba en el Congreso. Fue una reforma bastante mayoritaria y es una de las que va al referéndum convocado en diciembre. Eso generó una crisis terrible.

Hay personajes que han sido vinculados a esta asociación de jueces que actuaban ilícitamente, incluso había un juez que se ha fugado del país. Y entre esas personas que hablaban con estos jueces está el Fiscal de la nación. Lamentablemente es un tema escandaloso que le quita legitimidad a su presencia el hecho de que él esté tan relacionado a este grupo vinculado a un hecho criminal.

Eso es lo que hemos dicho. No lo hemos acusado ni queremos destruirlo, creemos que el señor tiene que dar un paso al costado para que las investigaciones se den. Es al revés, con sus tweets el señor Fiscal ha estado amenazando a los críticos de su accionar y entre ellos me menciona a mí.

El gobierno no está persiguiendo a funcionarios de ningún otro poder del Estado. Sí hubo propuestas de reforma, por supuesto que queremos reformar el Poder Judicial. Se mandaron al congreso unas propuestas hechas por un grupo de notables del país o sea que no hemos salido del marco constitucional.

-El expresidente García también cuestiona el referéndum que se convocó para diciembre. ¿Cuál es el objetivo de esa reforma?

-Son cuatro reformas. Tres de ellas están más ligadas al tema político, la reelección de los congresistas, el financiamiento de los partidos para evitar la corrupción y la bicameralidad. Además está la reforma del Consejo Nacional de la Magistratura.

Lamentablemente en el tema de la bicameralidad se introdujeron cambios que le quitan el balance de poderes al Estado, dándole más poder a decisiones del Legislativo sobre el Ejecutivo y eso no puede ser. Por eso no hay apoyo de la población al tema de la bicameralidad. En la calle gritan “cierren el Congreso”, y eso es lo que se quiere evitar, se lo quiere preservar hasta el 2021 y allí ir a un proceso de elección pero mucho más limpio y empezar de nuevo ese año.

-Es histórica la buena relación de Perú y Uruguay. ¿Cree usted que si Uruguay decide conceder el asilo a Alan García esas relaciones se verán afectadas?

-Esperemos que podamos sostener una buena relación bilateral porque siempre ha sido espectacular realmente. Hubo momentos muy difíciles cuando hubo posiciones muy fáciles de distinguir, por ejemplo en el Mercosur, y con Uruguay nunca ha habido un conflicto. Entonces hacemos un pedido de reflexión porque realmente aquí hay una democracia, aquí estamos actuando de acuerdo a la Constitución y no hay una persecución política. Eso lo queremos manifestar claramente.

-Pero hay grandes cuestionamientos a todos los poderes del Estado.

-Este escándalo horrible de Lava Jato, y el caso de los jueces comprometidos en actos ilegales, nos ha llevado a un destape que implica que todos nos tengamos que someter a la investigación. Eso no significa que seamos culpables, existe el derecho a la presunción de inocencia. Tampoco significa que tengamos que probar que somos inocentes, todo lo contrario, los fiscales tendrán que hacer su esfuerzo para demostrar que hay culpabilidad. Pero lo que no podemos decir es que están persiguiendo a los políticos. Estamos los políticos implicados porque hemos tenido actos en nuestras instituciones y tenemos que ser evaluados por eso.

-¿Cómo evalúa usted el hecho de que tantos ex presidentes peruanos estén involucrados en este tipo de actos y que existan tantos cuestionamientos sobre la ética pública de los gobernantes en Perú?

– Ha habido casos donde hemos visto la presencia sistémica de un ambiente corruptor como han sido las constructoras brasileñas, que han dañado nuestra moral. De repente no han estado los presidentes involucrados, habrá que hacer una evaluación correcta de eso. Pero lo más importante es entender que ha habido funcionarios que han sido corrompidos por ese actuar sistémico dentro del Lava jato y tenemos que tener un Poder Judicial limpio para que pueda evaluar eso.

-¿Cómo ve la situación del Partido Aprista teniendo en cuenta que usted lo integró hace años y formó parte de un gobierno de Alan García?

-Con el aprecio que le tengo a mis colegas parlamentarios y a los amigos del Partido Aprista creo que tenemos que ser prudentes. Igual creo que la gente de oposición que busca el linchamiento también debe ser prudente. Han golpeado a un excongresista en las puertas de la embajada, son agresiones inadmisibles. Tenemos que actuar con la ley. Todo lo demás es linchamiento y está prohibido. Eso no debe suceder.

No están investigando sólo al Partido Aprista. Están investigando a otros actores también y en todos los temas. Para poder tener certezas hay que dejar que eso pase limpio por el Poder Judicial, con la independencia que deben tener las instituciones.

Fabián Werner /Sudestada, periodismo y transparencia
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3) ESTADOS UNIDOS: UN PAÍS SIN COBERTURA

Una introducción al sistema de salud de los Estados Unidos

Por Luciano Andrés Valencia /Diariodeurgencia, 03.11.2018

En los últimos años se han propuesto en varios países latinoamericanos reformas regresivas de los sistemas de salud, inspirados en el modelo estadounidense. Esto llevaría a que la salud dejara de ser vista como un derecho humano fundamental para pasar a ser considerada una simple mercancía, que no estaría al alcance de muchos sectores de la población. Por ello es necesario conocer el funcionamiento del sistema de salud de los Estados Unidos y los peligros que traería su implementación en nuestros países.

El sistema de salud estadounidense es uno de los más avanzados del mundo en lo que respecta a dispersión, tecnología y formación profesional. Podemos encontrar clínicas y hospitales en todas partes, incluso en las zonas rurales y áreas más remotas del país. La mayoría de estos hospitales son privados, aunque cuenta con subsidios de los gobiernos locales y estatales. En otros casos figuran como “asociaciones sin fines de lucro”, a pesar de estar afiliadas a grandes corporaciones médicas. Los centros de salud disponen de equipos de alta tecnología, medicamentos y personal profesional con altos niveles de formación. En 2000 la Organización Mundial de la Salud (OMS) colocó al sistema estadounidense como el 1º en capacidad de respuesta, pero 37º en respuesta global. En 2004 se invirtió en investigación biomédica tres veces más dinero que cualquier país de Europa. El Instituto Nacional de Salud (National Health Institute, NHI) también ofrece subsidios para la investigación en el área.

Pero al mismo tiempo es uno de los sistemas más caros del mundo. Se calcula que en el 2013 se gastó un promedio de 8000 dólares anuales por habitante en atención de la salud. Por entonces Luxemburgo gastaba 4000 dólares anuales por habitantes y Gran Bretaña -que la OMS considera el mejor sistema del mundo- solo destinaba 3600 por habitante. Además es casi el doble de lo que se gastaba en 1998, que estaba calculado en 4178 dólares por habitante, cuando el promedio de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) era de 1783 dólares . Es decir que los costos de la salud en los Estados Unidos no solo superan a los de otros países, sino que se van incrementando.

Al igual que la mayoría de los países, el sistema de salud de los Estados Unidos es mixto, existiendo seguros de salud públicos y privados. Lo que lo diferencia es el predominio del sector privado sobre el público y la inexistencia de una cobertura universal de salud. En 2011 el 49% de la población estadounidense recibía un seguro médico privado por medio de su empleador, el 5% tenía un seguro médico contratado de manera independiente, el 13% estaba cubierto bajo el programa Medicare, el 18% bajo Medicaid, y 16% no gozaba de ningún seguro de salud, dejando a 50 millones de personas sin cobertura. Dado los altos costos de la salud en Estados Unidos, la mayoría de las personas sin cobertura no pueden pagar los tratamientos más costosos, por lo que deben prescindir de ellos poniendo en riesgo su vida y su bienestar, o debiendo acceder a otras formas de atención (automedicación, curanderismo, profesionales sin licencia).

En marzo de 2010 se aprobó la Ley de Protección del Paciente y Cuidado Asequible de la Salud, popularmente conocida como Obamacare. Duramente resistida en el Congreso por legisladores del Partido Republicano que la acusaban de ser una “medida socialista”, esta ley no afecta la estructura del sistema de salud estadounidense. La ley obliga a la inmensa mayoría de los ciudadanos estadounidenses a contratar un seguro médico bajo pena de multa fiscal, aporta subsidios a quienes lo necesiten para pagarlo, prohíbe negar la cobertura a personas con una “condición médica preexistente”, amplia los mínimos que debe cubrir el seguro médico ofrecido por las empresas y limita el encarecimiento exigiendo a las aseguradoras que justifiquen públicamente el aumento de precios . En 2012 la Corte Suprema de Justicia ratificó la constitucionalidad de la ley y comenzó a ser aplicada en la mayoría de los Estados. Esto permitió reducir a 27 millones el número de personas sin cobertura, lo que representa un avance pero aún es insuficiente.

Actualmente el gobierno de Donald Trump propone una contrareforma que podría volver a elevar a 50 millones el número de personas sin cobertura para el año 2026.

Dentro de los seguros públicos tenemos el Medicare, el Medicaid y otros programas patrocinados por el Estado Federal. Estos fueron creados durante la presidencia del demócrata Lyndon Jhonson a partir de la Ley de Seguridad Social de 1965, y se financia mediante impuestos establecidos por la Ley de Contribuciones de Seguro y la Ley de Contribuciones de Empleo por Cuenta Propia de 1954. Los Centros para Servicios de Medicare y Medicaid (Centers for Medicare and Medicaid Services, CMS) dependen del Departamento de Salud y Servicios Humanos (Health and Human Services, HHS), y su función es administrar los programas Medicare, Medicaid, el Programa de Seguro de Salud Estatal para Niños, y los Mandatos para el Mejoramiento de Laboratorios Clínicos. Junto con los Departamentos de Trabajo y Hacienda, el CMS también aplica las disposiciones de la reforma del seguro de acuerdo a la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro de Salud de 1996. La Administración del Seguro Social es responsable de determinar la elegibilidad de Medicare y el procesamiento de pagos de primas para el programa Medicare.
Medicare cubre a personas mayores de 65 años y a personas jóvenes con discapacidades que necesiten tratamiento debido a patologías graves como el cáncer o la insuficiencia renal. La mayoría de la población adulta mayor de los Estados Unidos goza de este servicio. Medicare cuenta con cuatro partes: A) Seguro hospitalario: que cubre la internación por una noche con servicio de habitación semi-privada, comida, pruebas y honorarios médicas, y ocasionalmente puede cubrir estancias breves por convalecencia; B) Seguro Médico: que cubre los servicios ambulatorios no incluidos en la parte A; C) Medicare Advange: que permite recibir los servicios de Medicare mediante aseguradoras privadas; y D) Planes de Medicamentos recetados: incluido en 2006 que permite el acceso de medicamentos a las personas cubiertas por las partes A y B.
Medicaid cubre a las familias de bajos recursos económicos. Están protegidos bajo ley federal las mujeres embarazadas, niños/as, adultos/as mayores, personas con discapacidad y padres/madres de familia que califican bajo los estándares de pobreza del país. Las condiciones impuestas para para poder presentar este “certificado de pobreza” son tales que miles de personas que cuentan con sus necesidades básicas insatisfechas no clasifican para este seguro.

Existe también el programa S-CHIP que ofrece ayuda financiera para aquellas familias que ganan más del límite para calificar a la ayuda de Medicaid pero no lo suficiente para obtener un seguro médico privado. La Veteran´s Administration (VA) también cuenta con un plan de salud para veteranos de guerra.

Sin embargo, estos programas no son suficientes para asegurar el acceso universal a la salud y la cobertura de todos los servicios. Medicare no cubre medicina preventiva, odontología y oftalmología. Medicaid y S-CHIP son constantemente rechazados por los proveedores privados de salud porque su tasa de reembolso o recupero financiero es muy baja.

El sector privado tampoco está exento de inconvenientes. Hay dos formas de obtener un seguro médico privado: por medio del empleador o contratarlo de manera individual. La primera es la más común. La segunda presenta grandes dificultades ya que las empresas pueden negar la cobertura basándose en el estado de salud de la persona o en condiciones preexistentes. En la película Sicko (2007) de Michael Moore, un ex empleado de una empresa de seguro de salud le cuenta al director que podría empapelar completamente una oficina con la cantidad de hojas necesarias para enumerar el listado de enfermedades preexistentes que esa empresa no cubría. En esa misma película se relata el caso de un joven padre que necesitaba una operación de páncreas para salvar su vida y la aseguradora Humana se negaba a costearla por estar en el listado de los servicios que no estaban incluidos. Solo tras una acción de protesta televisada en la puerta de una de sus filiales lograron que pagara los costos de la intervención y que se salvara la vida de este hombre. La reforma de Obama puso algunos límites a esta situación, pero no ha desaparecido completamente.

Como podemos ver, tener un servicio de salud privado no te asegura el acceso total a la salud, además de los peligros que supone dejar un derecho humano como es la salud en manos de un sector que no busca el bienestar general sino la ganancia económica, aun a costa de la vida y bienestar de sus afiliados. Si a esto sumamos los requisitos impuestos para clasificar a un plan estatal, explica por qué existen millones de personas sin cobertura de salud en la principal potencia mundial.

Otra cuestión preocupante es la gran cantidad de personas que quedan en bancarrota luego de sufrir un accidente o de necesitar un tratamiento médico prolongado, debido a los costos de salud. En el 2012 el 46% de las personas que quedaron en situación de pobreza se habían endeudado para pagar gastos médicos. Los hospitales y clínicas médicas suelen quedarse con las viviendas, vehículos o negocios de las personas que no pueden pagar los tratamientos.

Además es el único de los países desarrollados en los que el sector privado supera al público en la atención de la salud, y que no cuenta con atención gratuita ni siquiera en los hospitales públicos o de gestión gubernamental.

Estas situaciones que acabamos de describir parecen más propias de un país pobre o en vías de desarrollo y no de una superpotencia que tiene uno de los mayores ingresos por habitante del mundo. De los países de la OCDE, Estados Unidos es el mayor porcentaje de su PBI destina a salud (16% en 2017), pero al mismo tiempo ocupa el puesto número 30 en mortalidad materna, solo superado por México. Entre 1999 y 2015 se produjo un incremento de la tasa en un 56% pasando de 16,9 a 24,7 muertes cada 100 mil embarazadas. También son preocupantes los aumentos en las altas tasas de mortalidad y de mortalidad infantil en los últimos años.

Actualmente algunos gobiernos latinoamericanos han propuesto reformas a los sistemas de salud que suponen la pérdida de derechos que el pueblo ha conquistado con sus luchas. El proyecto (mal llamado) de Cobertura Universal de Salud (CUS) y la degradación del Ministerio de Salud a la condición de Subsecretaría por parte del gobierno de Mauricio Macri en Argentina es un ejemplo en este sentido. De triunfar estas medidas nuestros sistemas de salud se parecerían cada vez al de los Estados Unidos, con las terribles consecuencias que ello traería. Por ello es que debemos estar alertas para defender la salud pública como un derecho humano fundamental.

Referencias:

Datos extraídos de Wikipedia, es.wikipedia.org/wiki/Estados_Unidos#Salud.
Del Salto Calderón, Katherine; “Cómo funciona el sistema de salud de los Estados Unidos”, La Voz, lavoz.bard.edu/archivo/article.php?id=11328&pid=, marzo de 2013; y González Rodríguez, Tomás; “Gastos en el sector de salud”, El Espectador, www.elespectador.com/opinion/opinion/gastos-en-el-sector-de-la-salud-columna-627149, 14 de abril de 2016.
University of Maine; The U.S. Healthcare System: The Best in the World or Just the Most Expensive?, Orono, Bureau of Labour Educations, University of Maine, 2001.
“Salud en Estados Unidos”, Telesur, www.telesurtv.net/telesuragenda/Salud-en-Estados-Unidos-20170328-0036.html.
cnnespanol.cnn.com/2017/03/13/informe-24-millones-de-estadounidenses-quedarian-sin-cobertura-medica-para-2026-con-el-plan-republicano/
www.ssa.gov/history/index.html.
Más información sobre estos programas se puede encontrar en el sitio web de la Administración de la Seguridad Social de los Estados Unidos: www.ssa.gov/history/lbjsm.html.
Del Salto Calderón, Katherine; “Cómo funciona el sistema de salud de los Estados Unidos”…
Mateus, Benjamin; “La verdadera tasa de mortalidad materna en Estados Unidos”, Resumen Latinoamericano, 27 de noviembre de 2017.

Luciano Andrés Valencia /Diariodeurgencia /Resumen Latinoamericano
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 19 / Nº 2194 / Miércoles 21.11.2018
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«No acepten lo habitual como cosa natural / pues en tiempos de desorden sangriento / de confusión organizada / de humanidad deshumanizada / nada debe parecer natural / nada debe parecer imposible de cambiar.»
Bertolt Brecht, 1930.
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HONDURAS: NUEVA AMENAZA CONTRA DEFENSORAS DEL AGUA – comcosur mujer 582 – 19.11.2018

COMCOSUR MUJER / AÑO 14 /No. 582 / Lunes 19.11.2018

Hoy:

1) Argentina: Más de 200 radialistas feministas en Encuentro Nacional
2) Guatemala: Tenemos que luchar juntas para que las mujeres sean libres en todos los territorios
3) Honduras: Nueva amenaza contra defensoras del agua
4) México: Informe documenta 422 casos de violencia contra mujeres periodistas y libertad de expresión
5) Uruguay: Primer Encuentro de la Diversidad Región Este
6) Virginia Vargas, feminista peruana: “La lucha de las mujeres es parte fundamental de la lucha democrática”
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COMCOSUR MUJER / Fundado por Yessie Macchi / AÑO 14 /No. 582– Lunes 19 de noviembre de 2018 / Producción: Beatriz Alonso y Belén Itza / Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) ARGENTINA: MÁS DE 200 RADIALISTAS FEMINISTAS EN ENCUENTRO NACIONAL

Este fin de semana en Mar del Plata se realizará el Primer Encuentro Nacional de Radialistas Feministas.

El 17, 18 y 19 de noviembre se realizó en la ciudad bonaerense de Mar del Plata, el Primer Encuentro de Radialistas Feministas, un espacio de articulación entre mujeres, lesbianas travestis y trans vinculadas a este medio de comunicación.

En marzo de este año se realizó en la misma ciudad un pre – encuentro nacional de radialistas para organizar colectivamente este espacio de reunión.

Jesica Farías, quién forma parte de la comisión organizadora del encuentro de radialistas feministas y del programa “Nos quemaron por brujas” que se emite por Radio Presente, dijo que “el encuentro arrancó hace muchos meses a pensarse” y que ya cuenta con más de 200 radialistas inscriptas.

En diálogo con Radio Futura, explicó que “veníamos pensando este encuentro quiénes nos habíamos encontrado en redes de radios comunitarias, pero también en radios abiertas de los encuentros nacionales de mujeres hace muchos años“.

“Este encuentro surge para que las mujeres, lesbianas, travestis y trans que se sientan cercanas a las radios empecemos a aliarnos, a articular, a seguir tramando para potenciarnos y dar vuelta al machismo, al patriarcado que encontramos en los medios de comunicación, en particular en la radio”, completó Farías.

Durante sábado y domingo se realizaron talleres y conversatorios sobre violencia machista en la radio, construcción de programas feministas, aportes feministas para una nueva Ley de Comunicaciones, autogestión y sustentabilidad de proyectos, entre otros temas. El encuentro finalizará el lunes con un plenario de conclusiones.

“La cuestión de pensar estrategias colectivamente están atravesando cada una de las actividades que realizaremos”, concluyó la comunicadora.

El Foro Argentino de Radios Comunitarias, que este año también tuvo su primer encuentro de mujeres y géneros, participa en este encuentro, al igual que lo hizo en que se realizó en marzo pasado.

Agencia FARCO / COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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2) GUATEMALA: LOLITA CHÁVEZ, ACTIVISTA GUATEMALTECA: “TENEMOS QUE LUCHAR JUNTAS PARA QUE LAS MUJERES SEAN LIBRES EN TODOS LOS TERRITORIOS”

La activista guatemalteca Aura Lolita Chávez interpeló al feminismo europeo en las I Jornadas Feministas de Zaragoza. Por la inclusión de todas las corrientes para construir una nueva realidad respetuosa con todos los orígenes y realidades.

La activista guatemalteca Lolita Chávez llama al feminismo europeo a escuchar las demandas y necesidades de las mujeres del resto del mundo. Lo ha hecho esta mañana en su ponencia en las I Jornadas Feministas de Zaragoza, organizadas por el Ayuntamiento de la capital aragonesa en colaboración con la revista CTXT.

En su charla, titulada ‘La lucha de las comunidades indígenas’, Chávez, que reside en España por haber estado amenazada en Guatemala, ha abogado por una inclusión y trabajo conjunto de las corrientes feministas para “declarar territorios libres para todas las mujeres”.

Lolita Chávez ha hecho de la lucha por los derechos de las mujeres e indígenas guatemaltecas y de la defensa del respeto a la naturaleza sus principales caballos de batalla. Así lo ha hecho constar en su charla en la capital aragonesa. “No somos criminales ni terroristas. Defender el agua no es delito”, ha apuntado. “Y cuando hablamos de defender la tierra hablamos también de defender nuestros cuerpos”, ha añadido.

Desde su posición de activista guatemalteca ha tendido la mano al trabajo conjunto entre ambos lados del Atlántico. “Nosotras, las feministas comunitarias o territoriales queremos deciros que también estamos aquí. Vivimos en territorios en disputa; territorios donde ser mujer trans, negra o lesbiana significa enfrentar día a día las exclusiones, marginaciones, estigmatización y la muerte. Por eso interpelamos a las llamadas feministas blancas y les pedimos su descolonización. Les pedimos que escuchen nuestras historias y denuncias”, ha apuntado Lolita Chávez.

Además, la activista ha mostrado su deseo de que la capital aragonesa permanezca como espacio de debate feminista: “No es fácil dar a conocer las múltiples opresiones. Necesitamos apoyo y ojalá Zaragoza sea cumbre de los feminismos mundiales”.

Chávez ha aprovechado la ocasión para analizar la situación del movimiento feminista en América Latina. “Es una expresión que ha dado un salto en los últimos tiempos. Ha trascendido de la ciudad a otros territorios y ha hecho que entendamos las luchas y los desafíos de los feminismos. Las agendas se han ampliado y han retomado temas que habían sido eliminados. Pero no está igual en toda Latinoamérica, las diferencias son grandes según el país: no es lo mismo hablar del aborto libre, legal y gratuito en Honduras o en Argentina”.

La activista de Guatemala y residente en España ha concluido su ponencia con un mensaje de unidad: “Luchemos juntas y sigamos tejiendo en la red de la vida”. Su charla ha estado enmarcada en el bloque titulado ‘Memoria. Violencia, justicia y reparación’, segundo eje de las I Jornadas Internacionales Feministas de Zaragoza, organizadas por el Ayuntamiento de la ciudad y la revista CTXT y que se celebran los días 8 y 9 de noviembre.

Nodal / COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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3) HONDURAS: NUEVA AMENAZA CONTRA DEFENSORAS DEL AGUA

Por tercera vez, en menos de 2 semanas, integrantes de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras (IM-Defensoras) denunciaron la violencia estatal y paramilitar contra defensoras ambientales, en particular de Miriam Janeth Mejía Cruz y Lourdes Gómez Rodas, quienes llevan más 82 días junto a la sociedad civil hondureña en un campamento para defender el derecho al agua.

Desde el mes de agosto el campamento se instaló en la comunidad de Guapinol, en Tocoa, Colón con el fin de frenar las acciones de la empresa minera Inversiones “Los Pinares”, la cual busca explotar el agua de los ríos San Pedro y Guapinol para extraer los minerales en las 200 hectáreas del Parque Nacional “Carlos Escaleras Mejía”, lo que pone en riesgo la vida de más de 900 habitantes y los ecosistemas de esta región.

Por estas acciones la población hondureña y en específico las defensoras han sido víctimas de estigmatización, persecuciones, criminalización y agresiones por personal de la empresa minera “Los Pinares” en presencia de contingentes policíacos y militares hondureños, sin que éstos intervengan, lo que ha dado como resultado la muerte de una defensora la semana pasada, aseguraron organizaciones de este país.

Integrantes de IM-Defensoras declararon que temen por la seguridad e integridad de las defensoras Mejía Cruz y Gómez Rodas, quienes han sido agredidas desde antes de su participación en el Campamento Guapinol, ejemplo de ello, dijeron es la orden de detención, sin fundamentos, contra ellas y otras 16 personas defensoras a quienes el gobierno hondureño amenazó con detener y encarcelar de no desalojar el campamento.

En un comunicado, las integrantes exigieron al gobierno de este país el cese inmediato de cualquier acción orientada a difamar o violentar a las personas integrantes de la Fundación San Alfonso Rodríguez, organización que participa en el campamento, de la directora de éste, Juana Esquivel y de las defensoras Miriam Janeth Mejía Cruz y Lourdes Gómez Rodas.

Resaltaron que harán responsable al gobierno, a cargo de Juan Orlando Hernández y al personal de la empresa “Los Pinares” de cualquier acto violento que les suceda a las defensoras y a las personas que integran el campamento, además, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga al pendiente del caso y brinde apoyo a la Fundación San Alonso Rodríguez y a la resistencia del campamento.

Datos del Informe “Defender para vivir” de la IM-Defensoras, indican que entre los años 2016 y 2017 se registraron mil 132 agresiones contra defensoras, entre ellas uso excesivo de la fuerza, amenazas, intimidación, detenciones arbitrarias y desprestigio a su labor, las cuales fueron cometidas principalmente por desconocidos, policías y militares.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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4) MÉXICO: INFORME DOCUMENTA 422 CASOS DE VIOLENCIA CONTRA MUJERES PERIODISTAS Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Desplazamiento de periodistas marca sexenio de EPN

Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto la violencia contra las periodistas en México aumentó 222 por ciento en comparación con la administración de Felipe Calderón Hinojosa pero además el país atravesó un clima de violencia que se caracterizó por la impunidad e inoperancia de las instituciones encargadas de garantizar la libertad de expresión.

Esto es uno de los diagnósticos del informe “Herencia de un sexenio: Simulación y desplazamiento. Violencia contra mujeres periodistas 2012-2018”, elaborado por Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), el cual se presentó este 14 de noviembre en el Museo de Memoria y Tolerancia, en la Ciudad de México.

Desde la toma de posesión de Peña Nieto, el 1 de diciembre del 2012, hasta el 1 de septiembre del 2018, CIMAC documentó 422 casos de agresiones contra mujeres periodistas. Once periodistas fueron asesinadas durante el sexenio pero sólo en 6 casos se comprobó que el crimen estuvo ligado a la libertad de expresión entre ellos el de Miroslava Breach Valducea, de Chihuahua, en 2017 y Anabel Flores Salazar, de Veracruz, en 2016.

En ese recuento se sabe que en 2014 la periodista María del Rosario Fuentes Rubio de Tamaulipas, fue desaparecida pero no se ha confirmado si fue asesinada.

Durante la presentación las periodistas Cynthia Valdez García, de Sinaloa, Rosa María Rodríguez Quintanilla, de Tamaulipas, y Adela Navarro Bello, de Baja California, exigieron garantías para ejercer el periodismo y narraron cómo enfrenta las constantes amenazas que viven por ejercer su trabajo. En el caso de las dos primeras, además contaron qué significa el desplazamiento forzado.

La co-directora general del semanario Zeta, Adela Navarro Bello contó las razones qué le hace seguir haciendo periodismo pese a las amenazas del crimen organizado y de las autoridades y qué estrategias toman ante este panorama: “Hemos construido una red de protección. Cuando somos amenazados, sacamos un comunicado a nuestros lectores y lectoras, para que haya ojos, personas que nos están viendo. En segundo lugar, hacemos una carta a organizaciones como CIMAC, Reporteros Sin Fronteras, y ellos hacen un llamado al gobierno”.

Entre las estrategias de autoprotección, expuso, las notas de investigación no se publican con el nombre de la autora o del autor. Las y los integrantes del equipo han aprendido a vivir con medidas de protección, incluso con escoltas. “He perdido mucha vida pública”, dijo Navarro, “pero por esto vale la pena. Yo si tengo esperanza, si no: me cambio de trabajo. Tenemos que hacer periodismo apegado a la sociedad”, agregó.

La también ganadora del Premio al Valor Periodístico por la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios, continuó a decir que el periodismo tiene que recuperar la confianza que ha perdido entre lectoras y lectores porque si ellos valoran la información que reciben también saldrán a defender a periodistas amenazadas.

Por su parte las comunicadoras en situación de desplazamiento indicaron que es necesario fortalecer instituciones como el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y periodistas, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE), que depende de la Procuraduría General de la República.

La periodista Rosa María Rodríguez Quintanilla, quien en 2016 tuvo que abandonar Tamaulipas para proteger su vida y la de su familia narró que las mujeres viven las amenazas y el desplazamiento de forma diferente que sus colegas hombres. “Nos atacan por todos lados: económicamente, psicológicamente. Si atacan a nuestros hijos es peor a que nos ataquen a nosotras mismas”, dijo.

La también coordinadora de la Red Nacional de Periodistas de México consideró que en caso contó con medidas efectivas de emergencia. Sin embargo, señaló que lo que vino después fue una constante lucha por ser reconocida y por conseguir justicia. “La Fiscalía lejos de investigar te re victimiza. Tienes que vivir el daño una y otra vez. La falta de sensibilización es total”, opinó.

Ante la ineficacia de la institución, agregó: “Es absolutamente inaceptable una Fiscalía que tiene una eficacia de 0.8 por ciento. Lo mismo da que exista o no”, expresó sobre el desempeño de la FEADLE.

A su vez la fundadora de La Pared noticias, Cynthia Valdez narró como el periodismo investigativo en Sinaloa cambió desde el asesinato de Javier Valdez, el 15 de mayo de 2017: “Ya no hay trabajos de investigación. Javier fue una persona muy reconocida. Desde entonces nos atrincheramos. No se escribe nada sobre narcotráfico y corrupción. Ahora los compañeros salen en grupo a reportear y aun así hay amenazas. Todo cambió a partir de Javier y no va ser igual”.

En el informe la directora de CIMAC, Lucía Lagunes Huerta, escribió: “Ese es el legado de un presidente de la República que no quiso actuar, que optó por la simulación y por volverse actor de la censura”.

En la presentación editorial continúo: “Enrique Peña Nieto pasará a la historia como el presidente que no quiso frenar la violencia contra las y los periodistas, que por el contrario dejó pasar y que actuó con todo su poder para silenciar a quien, con la fuerza de su palabra y la evidencia del trabajo periodístico, mostró a la población el tamaño de su avaricia”.

Entre los hallazgos del informe se destaca que 2018, año electoral, sea el año de mayor violencia contra la prensa porque sólo de enero a septiembre se registraron 101 agresiones. Las entidades con mayor número de casos registrados en lo que va del sexenio fueron Ciudad de México, con 76 casos, Veracruz, con 58, y Puebla, con 37 casos.

La violencia más común que sufrieron las periodistas fueron hostigamientos e intimidación, seguidos por las amenazas y la violencia sexual. “Un componente de género en el que se puede observar claramente las condiciones de desigualdad y discriminación de las reporteras en comparación con los hombres periodistas, es el espacio social donde son agredidas por su labor periodística: en la familia, en su comunidad y en las instituciones donde actúan”, destaca el informe.

Las autoras hicieron mención especial del aumento de casos de violencia contra mujeres periodistas en el contexto electoral, no solamente en 2018, también durante y después de jornadas electorales de 2017 y 2016. “Los principales agresores fueron funcionarios de instancias electorales, policías, personal de partidos políticos, y elementos de seguridad privada de los candidatos”, escribieron.

El informe dedicó un capítulo a la situación de desplazamiento que viven las mujeres periodistas ya que es un tema poco explorado en el terreno de la libertad de expresión. “Las periodistas son cautelosas para no seguir siendo perseguidas”, señalaron las autoras, por lo tanto, los datos son escasos y las cifras de las diferentes organizaciones defensoras de la libertad de expresión varían entre 9 y 70 personas desplazadas en 2017.

En el informe de CIMAC se recomienda que se reconozca públicamente la importancia de la labor de las periodistas, que se capaciten a empresas mediáticas e instituciones con perspectiva de género y que se generen mecanismos de transparencia y rendición de cuentas para monitorear políticas públicas de género en la atención y prevención de la violencia contra la prensa.

Cimacnoticias / COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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5) URUGUAY: PRIMER ENCUENTRO DE LA DIVERSIDAD REGIÓN ESTE

El sábado y domingo se llevó a cabo el primer Encuentro de la Diversidad de la región Este del país en el departamento de Treinta y tres.

Participaron representantes de colectivos de Rio Branco, Melo, Maldonado, Rocha y se sumaron desde el colectivo Diverso de las Piedras, Canelones.

La propuesta, organizada por el Nodo Diverso de Treinta y Tres, cumplió con el objetivo de analizar diferentes aspectos que preocupan a los colectivos, en particular la defensa de los derechos y la aplicación de la Ley Integral para las personas Trans.

A manera de conclusiones se rescató la importancia de la articulación entre los colectivos y entre la sociedad civil y el Estado de manera de aportar a la defensa de los derechos de las personas de la diversidad. Se reconocieron los logros y avances y lo fundamental de continuar la lucha haciendo énfasis en la unión de los colectivos para lograr mejores y más profundos avances.

COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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6) VIRGINIA VARGAS, FEMINISTA PERUANA: “LA LUCHA DE LAS MUJERES ES PARTE FUNDAMENTAL DE LA LUCHA DEMOCRÁTICA”

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL

En 1978, Virginia “Gina” Vargas cofundó el histórico Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, una organización sin fines de lucro que tiene como propósito incidir social y políticamente para garantizar la equidad de género. Vargas es socióloga y militante, docente y autora de diversas obras en las que escribió sobre ciudadanía, democracia y Estado, desde una perspectiva feminista peruana y latinoamericana. La próxima semana participará de paneles y actividades que se llevarán a cabo en el marco de la 8ª Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales en lo que será el I Foro Mundial del Pensamiento Crítico (*). En esta entrevista con NODAL, un recorrido sobre las izquierdas, la coyuntura y el lugar de las luchas de los movimientos de feministas y de mujeres en su país y en la región.

¿Cuál es su lectura del derrotero del movimiento feminista y de mujeres desde que usted empezó hasta la actualidad en su país? ¿Puede hacer alguna caracterización?

El feminismo en el Perú se ha desarrollado con características similares a los feminismos de América Latina: nacieron defendiendo la democracia. Ahora tenemos la diferencia de que el Perú está en una tremenda crisis y estamos tratando de ver cómo aportamos. Muchas de nosotras, de la vieja guardia, venimos de los partidos de izquierda con los cuales tuvimos que hacer una clara diferenciación para recuperar nuestra autonomía como movimiento. Pero nuestras ideas de cambio, libertarias, siempre han estado articuladas con la realidad de nuestro país. Creo que logramos mucho en reconocimientos, en leyes. Y creo que la característica fundamental del movimiento en la actualidad es su enorme pluralidad y la diversidad de rostros y de posturas que encarna, se da así en América Latina y en Perú. En la región andina hay un muy interesante movimiento afroperuano, afrolatinoamericano, hay un movimiento de feministas indígenas, de todas las diversidades sexuales, incluyendo a las y los trans. Esto ha significado también nuevos retos para los feminismos. Estar en un contexto de enorme diversidad en una sociedad tan poco democrática, tan pluricultural y multiétnica, significa también una disputa por revisar las condiciones de poder que cada uno de los grupos en general tiene. La agenda feminista se ha teñido por todas estas dinámicas que traen las nuevas voces. Y, así, como estamos luchando por los derechos sexuales y reproductivos por el aborto, en contra de la violencia, también la lucha se da por el territorio, fundamental para nosotras, como la lucha por la justicia…y por todas las demandas que trae una propuesta democrática libertaria que se aleja de las miradas esquemáticas sobre la democracia que vienen tanto de las derechas y, por desgracia, de sectores importantes de las izquierdas.

En este año en su país se ha difundido un audio de un juez negociando la pena de un violador de una niña y las mujeres salieron a la calle para repudiarlo y recientemente se conoció la denuncia penal contra Alberto Fujimori por las esterilizaciones forzadas, ¿cuánto tiene que ver el movimiento feminista con esto? ¿Qué lugar ha tenido el fujimorismo en la consolidación de tramas discriminatorias y violentas hacia las mujeres y las colectivas LGBTI+ en su país?

Hay una cosa bien interesante: los feminismos estamos ganando las calles nuevamente. Estamos en diferentes momentos, luchando contra la corrupción y por una democracia más amplia, así como por la campaña sobre las esterilizaciones. Esto pasó hace 20/25 años y, sin embargo, en las movilizaciones siempre hay un contingente de mujeres jóvenes que no tiene más de 18 años que canta “somos las nietas de las campesinas que ustedes no pudieron esterilizar”. Trasciende generaciones. Ahora, en relación a lo que está pasando en el país, creo que la única, enorme e importante diferencia es que primero se ubicó la podredumbre corrupta en el Poder Judicial, se la ligó a los partidos políticos, especialmente al fujimorismo, y entonces tenemos a Fujimori padre y a su hija presos. El fujimorismo ha tenido un lugar nefasto por su falta total de democracia y porque creo que el patriarcado está ligado al capitalismo y a la colonialidad, que son las tres dimensiones que ha juntado este partido. Es más, en este momento hay una propuesta de ley en donde asume la ideología de género y pide que se retire de las currículas escolares todo lo que tiene que ver con la mirada de género. Por suerte está teniendo bastante resistencia nuestra y en el Congreso. El gobierno de Vizcarra ha tomado un giro muy interesante…vamos a ver cómo sigue, pero en toda esta debacle antidemocrática tenemos espacios impulsando medidas mucho más democrática y con jueces bastante probos.

En relación a las prácticas democráticas o no, usted, justamente en Clacso participará de dos mesas en las que se propone hablar de patriarcado, fascismo y alternativas democráticas, entre otras cuestiones, ¿qué lugar tienen los feminismos en ese debate?

Es muy dramático. En este momento en América Latina hay una especie de regresión conservadora y Bolsonaro es muy claro. Él no es simplemente un ultraderechista, tiene rasgos profundamente machistas y para nosotras es fundamental develarlo y tratar de analizarlo lo mejor posible, porque incluso también entran a usar lenguaje de derechos. El nivel de polarización es muy dramático y tenemos que ver cómo hacemos una alianza mucho más amplia entre las fuerzas democráticas. Creo, sin embargo, que muchas de esas fuerzas que no se dan cuenta de cómo en toda esta ola conservadora de fascismo y de fascismo social, por decirlo de alguna forma, la mujer, el cuerpo de las mujeres es central. Al no asumirlo dejan simplemente que la lucha de las mujeres vaya por su cuenta cuando es una parte fundamental de la lucha democrática. La cuestión del cuerpo de las mujeres se ve en las grandes propuestas que tienen de eliminar ministerios, la perspectiva de género. El racismo, el sexismo y la homofobia comienzan a tener la posibilidad de ser asumidos por sectores importantes de la población, como los que están más ligados a este avance desde las iglesias evangélicas reaccionarias en alianza con los sectores católicos reaccionarios. Quizá debamos analizar las limitaciones que han tenido nuestros gobiernos “progresistas” a lo largo de este tiempo, pero también hay una mirada conservadora y fundamentalista no solamente religiosa sino que está profundamente ligado al fundamentalismo político, porque sino no te explicarías este tipo de olas tan conservadoras. En ese sentido, creo que lo que está haciendo Clacso es muy interesante porque lo existe en este momento más que teorías es un pensamiento crítico tratando de encontrar las claves para las nuevas situaciones.

Algo de lo que menciona se ha visto en Chile y en Brasil donde han intentado retroceder en leyes de aborto. ¿Cree que se podrá avanzar en Perú para su legalización? (N de R: allí es posible practicarse un aborto terapéutico: cuando la interrupción del embarazo se hace ante el riesgo para la vida o para evitar un daño grave y permanente en la salud de la mujer).

Esta es una lucha tan grande. No es aborto sí o aborto no, el aborto es una expresión de algo mucho más profundo. Es la libertad de la mujer de decidir sobre su propio cuerpo, ser autónoma en su decisión. Esa es la lucha fundamental y es lo que se resiste con todas fuerzas. Esta lucha tiene larguísima data en el país. Ahora hemos entrado a tener negociaciones con algunos de los sectores más avanzados, ya sea desde el gobierno o desde el parlamento, que está dominado por los fujimoristas, pero tenemos presencias muy interesantes de feministas jóvenes en los partidos políticos de izquierda que están tomando con fuerza toda la lucha por el aborto y las causas de las mujeres, el reconocimiento de la no discriminación de los cuerpos… recupera todo lo que es la lucha por las diversidades sexuales.

Retomando lo que decía anteriormente, ¿qué lugar piensa que deberían tomar las izquierdas, las distintas alternativas democráticas, en la región con respecto al movimiento feminista y de mujeres?

Creo que la izquierda tiene que cambiar su mirada, no es posible después de tantos años sigan pensando que las luchas de los feminismos, de las diversidades sexuales, son luchas anecdóticas. Hay cambios. Hay algunos partidos, por ejemplo, Nuevo Perú que se declara ecologista y feminista, son avances indudablemente en los sectores más jóvenes, pero la estructura partidaria tiene que cambiar. Tiene que haber una reforma partidaria para todos los partidos, incluso para los de derecha. Los partidos son importantes pero siempre y cuando no resistan su democratización y sepan cómo articularse con las fuerzas y los movimientos de las sociedades civiles. Ese es el gran reto que tienen por delante y que no están asumiendo como deberían.

Nodal / COMCOSUR MUJER Nº 582–19.11.2018
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“El perdón no se puede lanzar al aire, a ver si cae en la cabeza de quien corresponde”
Luis Pérez Aguirre
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COMCOSUR INFORMA 1903 – 16.11.2018

COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) La extrema derecha en Brasil: aprendiendo y desaprendiendo desde la izquierda /Alberto Acosta y Eduardo Gudynas 2) Uruguay carece de protección adecuada ante el mercurio /Víctor L. Bacchetta 3) Cosecha de muerte en Franja de Gaza /Luis E. Sabini Fernández ________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “Pensando la privación de libertad en adolescentes” II. 5ta. Edición del Phono – Cinema UY III. Día de la Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado ________ “La palabra es una herramienta de lucha” Juan Gelman (1930 – 2014) ________ COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) LA EXTREMA DERECHA EN BRASIL: APRENDIENDO Y DESAPRENDIENDO DESDE LA IZQUIERDA Por Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras Cual círculos concéntricos se difunden en América Latina los impactos de la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil. Colombia no es la excepción. Más allá de que en este país han prevalecido los gobiernos conservadores, el triunfo de una derecha extrema en Brasil debe ser analizado. Las izquierdas del continente están conminadas a aprender de lo que allí sucedió. Los agrupamientos políticos que apuestan por cambios, y que lograron sustantivos crecimientos electorales en Colombia, enfrentan el desafío de no repetir las contradicciones observadas en Brasil. Esto también es indispensable para los movimientos ciudadanos que siguen enfrentando estrategias como las extractivistas, ya que un estilo político como el propuesto por Bolsonaro solo augura una acentuación de la violencia. No puede obviarse que Brasil, por ejemplo, lidera los indicadores mundiales en asesinatos de defensores de la tierra, pero Colombia le sigue en tercer lugar (57 en el primer caso y 24 en el segundo, según Global Witness) (1). En este texto presentamos algunas reflexiones preliminares a partir de lo sucedido en Brasil. No pretendemos ofrecer un análisis detallado de su política interna, sino que nuestro propósito es otro: rescatar algunos aprendizajes de lo que allí sucedió, útiles para una izquierda que está ubicada en los demás países (y por ello aquí intercalamos algunas apreciaciones enfocadas en Colombia). No repetiremos la nutrida información circulante en estos días ni apelaremos a análisis simplistas, tales como achacar toda la culpa sea a la derecha o al progresismo. Compartimos este ejercicio desde una perspectiva de izquierda, con el propósito de alentar su renovación y de evitar que otros Bolsonaro se instalen en los países vecinos. Progresismos e izquierdas: son diferentes En todo el continente, los agrupamientos políticos conservadores realizan un activo entrevero de hechos para desacreditar las opciones de cambio hacia la izquierda. Se mezclan las severas crisis de Venezuela y Nicaragua con la caída del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, para insistir en que las opciones de cambio hacia la izquierda son imposibles, fatalmente están teñidas por la corrupción, y así sucesivamente. Pero justamente la crisis brasileña muestra la necesidad de insistir en las diferencias entre progresismos e izquierdas. Es que muchos de los problemas observados en Brasil resultan, como se verá más adelante, de programas y una gestión de gobierno del PT y sus aliados donde poco a poco olvidaron sus metas iniciales de izquierda para transformarse paulatinamente en progresismos. Esto nunca lo ocultaron, sino que hicieron de ello uno de sus atributos.Por lo tanto, una primera lección a tener en cuenta es que la distinción entre izquierdas y progresismos sigue siendo clave (2). Humildad para entender los humores del pueblo El Partido de los Trabajadores y el liderazgo de Lula da Silva fue repetidamente presentado como ejemplo de viraje exitoso hacia las llamadas “nuevas izquierdas” en toda América Latina y a nivel mundial, lo que es comprensible al haber ganado cuatro elecciones consecutivas. No fueron pocos los grupos políticos que en distintas naciones lo tomaron como inspiración. Es más, se insistía en que el “pueblo” en su mayoría había adherido a la izquierda y eso explicaba victorias electorales como las de Dilma Rousseff. Sin embargo, en un proceso relativamente veloz, incluyendo los abusos de la oposición de las disposiciones jurídicas, el PT perdió el control del gobierno, Rousseff fue removida de su cargo, y se terminó eligiendo presidente a un político poco conocido y de derecha: Temer, quien había sido vicepresidente de la misma Rousseff. Los escándalos de corrupción no cedieron, y Lula da Silva terminó encarcelado. Esas y otras circunstancias desembocaron en un cambio político extremo. No sólo triunfó Bolsanaro, sino que se hizo evidente que la sociedad brasileña es mucho más conservadora de lo pensado. Aquel mismo “pueblo” que años atrás apoyaba al PT, en unos casos lo rechazaba intensamente, y en otros, festejó a un candidato prolífico en discursos de tono fascista. Estamos aquí ante una otra lección que impone precaución en usar categorías como “pueblo”, y que nos demanda humildad en aseverar cuáles son los pensamientos o sensibilidades prevalecientes. Quedan en evidencia las limitaciones de un “triunfalismo facilista” ante una sociedad que no era tan izquierdista como parecía y un conservadurismo que estaba mucho más extendido de lo que se suponía. Esta es una cuestión de mucho cuidado viendo cómo avanzan las creencias en una prosperidad que supuestamente descansa en el individualismo, el consumismo, y que entienden como normal y hasta necesaria la existencia de profundas diferencias sociales, y aceptan la violencia. Derechas sin disimulos y progresismos disimulando ser izquierda Seguidamente queda en evidencia otro aprendizaje: los riesgos de un programa que se recuesta sobre sectores y prácticas conservadoras para poder ganar la próxima elección. Una postura que asume que primero se debe “ganar” la elección presidencial, y que una vez en el palacio de gobierno se podrá “cambiar” al Estado y la sociedad. Esto se ejemplifica en Brasil con acciones que van desde la adhesión a un orden financiero (en la muy conocida “Carta al Pueblo Brasileño” firmada por Lula en plena campaña electoral) hasta su articulación política con el PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño) de centro-derecha para lograr gobernabilidad. Le siguieron otras concesiones clave en las estrategias de desarrollo, cerrando la puerta a transformaciones estructurales del aparato productivo y así repitiendo el estilo primario exportadora (3). Este es justamente uno de los aspectos que sirven para caracterizarlos como progresistas y diferenciarlos con las izquierdas. Se cae en una situación donde el progresismo una y otra vez intenta disimular que es una izquierda, mientras que la nueva derecha nada disimula ni oculta. Bolsonaro critica abiertamente a negros o indígenas, es homofóbico y misógino, ironiza con fusilar a militantes de izquierda, defiende la tortura y la dictadura, y apuesta a reformas económicas regresivas. Es ese tipo de discurso el que es apoyado por una proporción significativa de la sociedad brasileña. Desarrollo nada nuevo sino senil La necesidad de distinguir entre progresismos e izquierda también queda en evidencia al analizar las estrategias sobre desarrollo seguidas por el PT. El camino de esos gobiernos, el “nuevo desarrollismo”, descansó otra vez en las exportaciones de materias primas. Para lograrlo se ampliaron las fronteras extractivistas y la captación de inversión extranjera, alejándose así de muchos reclamos de la izquierda. De ese modo Brasil devino en el mayor extractivista del continente, tanto minero como agropecuario (por ejemplo, el volumen de comercialización sumados hasta triplicó al de todos los demás países sudamericanos mineros). Esto sólo es posible aceptando una inserción subordinada en el comercio global y una acción limitada del Estado en algunos sectores como el industrial, justamente al contrario de las aspiraciones de la izquierda de sacar a nuestros países de esa dependencia. La esencia de esa estrategia de desarrollo no es diferente a la que siguió, por ejemplo, la administración Santos en Colombia. Sin duda hay diferencias, en especial por una mayor presencia estatal en Brasil, evidente en enormes empresas como Petrobras (hidrocarburos) o Vale (minería) que son en parte estatales o estaban controladas y financiadas por el gobierno. Pero persistió el componente extractivista y primario exportador, que vienen de la mano de procesos desindsutrializantes y que obliga a prácticas de imposición territorial y control de movimientos sociales. Las limitaciones de esas estrategias se disimularon en Brasil con los jugosos excedentes de la fase de altos precios de las materias primas. Aunque se publicitó la asistencia social, el grueso de la bonanza se centró en otras áreas, tales como el consumismo popular, subsidios y asistencias a sectores extractivos o el apoyo a algunas grandes corporaciones (las llamadas campeões nacionales). Esto explica que el “nuevo desarrollismo” fuese apoyado tanto por trabajadores, que disfrutaban de créditos accesibles, como por la elite empresarial que conseguía dinero estatal para internacionalizarse. Lula da Silva era aplaudido, por razones distintas, tanto en barrios pobres como en el Foro Económico de Davos. El PT contribuyó sustantivamente a la defensa cultural de esas estrategias, y por ello en Brasil no ocurrieron debates como los que se escucharon en Colombia con“petróleo versus aguacates” (o sea, comenzar a pensar alternativas para el futuro inminente del agotamiento de los hidrocarburos). Por lo tanto, aquí se encuentra un flanco que una renovación de izquierda en Colombia debería considerar, promoviendo desde ya las reflexiones sobre cómo salir de los extractivismos. La caída de los precios internacionales de las materias primas dejó en claro que las ayudas mensuales otorgadas en Brasil a los sectores marginados sin duda eran importantes, pero no sacaban realmente a la gente de la pobreza, ni resolvía la excesiva concentración de la riqueza, ni impedía que mucho dinero se perdiera en redes de corrupción. La izquierda debe aprender de esa incapacidad de los progresismos para transformar la esencia de sus estrategias de desarrollo. Se profundizó la dependencia de las materias primas, con China como nuevo referente, con graves efectos en la desindustrialización y fragilidad económica y financiera. El “nuevo desarrollismo” que quiso construir el progresismo no es “nuevo”, y en verdad es tan viejo como las colonias, pues en aquel entonces arrancó el extractivismo. La lección para las izquierdas en el resto del continente es que la reflexión sobre las alternativas al desarrollo sigue siendo clave. Se podrá tener un discurso radical, pero si las prácticas de desarrollo repiten los conocidos estilos, se quiera o no, eso desemboca en políticas públicas convencionales, y es esa convencionalidad otro componente que apartó a los progresismos de las izquierdas. Clientelismo versus justicia social El PT aprovechó distintas circunstancias logrando reducir la pobreza, junto a otras mejoras (como incrementos en el salario mínimo, formalización del empleo, salud, etc.), todo lo cual debe ser aplaudido (4). Por medio de políticas sociales se puede paliar la pobreza, pero cuando prevalece el clientelismo eso se vuelve acotado. No se consigue construir ciudadanías sólidas que reclamen desde los derechos, lo que va mucho más allá de un bono mensual en dinero. El consumismo se acentúo, confundiéndolo con mejoras en la calidad de vida. La bancarización y el crédito explotaron (el crédito privado trepó del 22% del PBI en 2001 al 60% en 2017). De este modo prevaleció el asistencialismo y se reforzó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. No se quiso entender que esas estrategias obligaban a usar ciertos instrumentos económicos, sociales y políticos nada neutros, y más bien contrarios de buena parte de la esencia de izquierda. Como resultado, se generaron condiciones para el retorno de la derecha dejándo servido un Estado y normas que lo harán todavía más fácil. Además, la fragilidad del “nuevo desarrollo” lleva a que los progresismos no puedan resolver sus crisis desde una perspectiva de izquierda y deriven hacia políticas públicas más conservadoras. El PT erosionó la calidad política y aplicó, por ejemplo, flexibilizaciones ambientales y laborales para atraer a inversores. Paradojalmente, esos cambios en Brasil antecedieron, por ejemplo, a las “licencias ambientales express” de Colombia. En el campo de la justicia social se priorizaron instrumentos de redistribución económica, mientras que los derechos ciudadanos y de las diversas comunidades, sobre todo indígenas, seguían siendo frágiles. No se puede marginar en este breve análisis la brutal militarización de la política gubernamental para intentar frenar la delincuencia común, sobre todo en las grandes urbes de ese país: acción que provocó una creciente ola de violencia e inseguridad. Bajo estas y otras dinámicas, el énfasis en ayudas y compensaciones económicas acentuó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. Con ello, el progresismo olvidó aquel principio de la izquierda de desmercantilizar la vida, justamente una de sus reacciones contra el neoliberalismo prevaleciente desde el siglo pasado. Esa meta sigue totalmente vigente en Colombia, donde el actual gobierno Duque expresa una perspectiva neoliberal. La insistencia del progresismo brasileño en el crecimiento económico como fundamento del desarrollo reforzó un mito que ahora aprovechó Bolsonaro, presentándose como el mejor mediador para alcanzar esa meta. Lo mismo ocurre en Colombia y otros países, donde los gobiernos insisten en el crecimiento económico como la gran meta a perseguir. En cambio, la crítica de izquierda debe, en el siglo XXI, poner ese reduccionismo en discusión. Las izquierdas no deberían entramparse en esos reduccionismos. Es hora de aceptar que la justicia social es mucho más que la redistribución, así como que la calidad de vida es también más que el crecimiento económico. La criminalización de los movimientos ciudadanos y sociales no puede ser tolerada por una renovación de la izquierda. Estos y otros aspectos apuntan a entender que una verdadera izquierda debe promover y fortalecer el marco de los derechos humanos en todo momento y en todo lugar, más aún desde el gobierno, aún si ello le significa perder una elección, ya que es su única garantía no sólo de su esencia democrática sino de retornar al gobierno. Ruralidades conservadoras Las cuestiones alrededor de las ruralidades y el desarrollo agrícola, ganadero y forestal, también están repletas de lecciones a considerar. Bolsonaro llega a la presidencia apoyado entre otros por un ruralismo ultraconservador que festeja sus discursos contra los indígenas, los campesinos y los sin tierra, y que reclama el uso de las armas y la violencia. Podría argumentarse que apunta a ideas y prácticas como las que ya ocurren en muchas zonas de Colombia, donde está muy instalada esa problemática. Bolsonaro se apoya en la llamada “bancada ruralista”, un sector que ya había llegado al parlamento con el progresismo, en tanto Dilma Rousseff colocó a una de sus líderes en su gabinete (Kátia Abreu). Este ejemplo debe alertar a la izquierda, pues distintos actores conservadores y ultraconservadores se aprovechan de los progresismos para enquistarse en esos gobiernos. Paralelamente, el progresismo fue incapaz de promover una real reforma agraria o en transformar la esencia del desarrollo agropecuario brasileño. Recordemos que bajo el primer gobierno de Lula da Silva se difundió la soja transgénica y se multiplicaron los monocultivos y la agroindustria de exportación, y no se apoyó de la misma manera a los pequeños y medianos agricultores. Otras administraciones progresistas, en especial las de Argentina, Ecuador y Uruguay, apostaron al mismo tipo de política agropecuaria. Todos estos son temas sensibles en Colombia, y si bien esquivarlos podría mejorar algunas chances electorales, una real izquierda no tendrá más remedio que abordarlos. El caso brasileño muestra las consecuencias en no explorar alternativas para el mundo rural, insistiendo en el simplismo de apoyar los monocultivos de exportación, sostener al empresariado del campo, y si hay dinero, distribuir asistencias financieras al campesinado. Las izquierdas, en cambio, deben innovar en propuestas por una nueva ruralidad, abordando en serio no solo la tenencia de la tierra, sino los usos que de ella se hacen, el papel de proveedores de alimentos no sólo para el comercio global sino sobre todo para el propio país. Las izquierdas deben, inclusive, dar un salto fundamental como es entender el territorio como espacio de vida y no simplemente como un factor de producción. Radicalizar la democracia La debacle política brasileña también confirma la enorme importancia de una radicalización de la democracia, una de las metas del empuje de izquierda de años atrás y que precisamente el progresismo abandonó. Aquella incluía, por ejemplo, hacer efectiva la participación ciudadana en la política y mejorar la institucionalidad partidaria. Sin embargo, el PT de Brasil concentró cada vez más el poder en el gobierno federal, tuvo un desempeño confuso y hasta perverso: en unos casos volvieron a usar los sobornos a los legisladores (recordemos el primer gobierno de Lula da Silva con el mensalão); persistió el verticalismo partidario (por ejemplo, con Lula eligiendo a su “sucesora”); poco a poco se desmontaron experimentos vigorosos (como los presupuestos participativos); y se usaron las obras públicas en una enorme red de corrupción al servicio de los partidos políticos. El caudillismo partidario se repitió en otros progresismos (como en Ecuador, donde Rafael Correa eligió a su sucesor, o en Argentina donde lo mismo hizo Cristina F. de Kirchner). Es evidente que una renovación de las izquierdas necesita aprender de esa dinámica, y no puede renunciar a democratizar tanto la sociedad como sus propias estructuras y prácticas partidarias. Si no lo hace, solo facilita el surgimiento de oportunistas. Las estructuras políticas de izquierda deben, de una vez por todas, ser dignas representantes de sus bases y no meros trampolines desde los que ascienden figuras individuales, con claros rasgos caudillescos. Otra lección surge de comprender que la obsesión electoralista lleva a prácticas que impiden esa democratización. En efecto, el “miedo a perder la próxima elección” hace que el núcleo gobernante (tanto sus políticos como tecnócratas) se abroquelen, rechacen los reclamos de cambio y apertura, y se inmovilicen. Un temor de ese tipo se evidencia en el progresismo boliviano con su intento de imponer una nueva reelección de dudosa legalidad. Un extremo que en parte se debe a la incapacidad de fortalecer al propio partido político cobijando sucesores y renovaciones, lo cual es otra muestra de debilidad democrática. Un reto aún mayor para las izquierdas, sobre todo luego de las experiencias progresistas, es reconocer el papel político de los pueblos indígenas en una democratización real. Renovación de las izquierdas El triunfo de la extrema derecha en Brasil debe ser denunciado y enfrentado en ese país, como también deben fortalecerse las barreras que impidan otro tanto en los países vecinos. El caso brasileño además muestra que debe analizarse lo realizado por los gobiernos del PT, por sus aspectos positivos, por su duración (recordemos otra vez que ganaron cuatro elecciones), pero también por sus contradicciones. Las alertas sobre la deriva de ese partido y algunos aliados hacia un progresismo que se alejaba de la izquierda fueron desoídas. Cuestionamientos sobre temas fundamentales como los impactos del “nuevo desarrollismo” primarizado fueron no sólo desatendidos, sino que además activamente se combatieron los debates y se marginaron los ensayos que buscaban las alternativas al desarrollo. Persistían problemas como el debilitamiento en la cobertura de derechos, la violencia en el campo y la ciudades, el maltrato de los pueblos indígenas, y todo tipo de impactos ambientales. Pero distintos actores, tanto dentro de esos países como desde el exterior, aplaudían complacientes incapaces de escuchar las voces de alarma con el pretexto perverso de no hacerle el juego a la derecha. A pesar de todo, en Brasil como en el resto del continente, se encuentran múltiples resistencias y alternativas que se construyen cotidianamente, especialmente desde espacios comunitarios. Ellas ofrecen inspiraciones para una recuperación de la izquierda, desde la crítica al desarrollismo, los empeños para abandonar la dependencia extractivista o los esfuerzos para salvaguardar los derechos ciudadanos. Allí están los insumos para una nueva izquierda comprometida con horizontes emancipatorios. Es una izquierda que tiene que ser renovada, para no caer en sus viejas contradicciones, como negar la problemática ambiental, asumir que todo se solucionará con estatizar los recursos naturales o los medios de producción, esconder sus vicios patriarcales o ser indiferente a la multiplicidad cultural expresada por los pueblos indígenas y afro. La renovación de las izquierdas debe asumir la crítica y la autocrítica, cueste lo que cueste, para aprender, desaprender y reaprender de las experiencias recientes. Se mantienen conocidos desafíos y se suman nuevas urgencias. La izquierda latinoamericana debe avanzar en alternativas al desarrollo, debe ser ambientalista en tanto busca una convivencia armónica con la Naturaleza, y feminista para enfrentar el patriarcado, persistir en el compromiso socialista con remontar la inequidad social, y decolonial para superar el racismo, la exclusión y la marginación. Todo esto demanda siempre más democracia. Notas 1. Los reportes están disponibles en www.globalwitness.org 2. Sobre la distinción entre izquierdas y progresismos, ver por ejemplo, La identidad del progresismo, su agotamiento y los relanzamientos de las izquierdas, E. Gudynas, ALAI, 7 octubre 2015, www.alainet.org/es/articulo/172855 3. Sobre algunos balances realizados dentro de Brasil sobre el desempeño del PT, véase entre otros a A. Singer e I. Loureiro (orgs), As contradições do Lulismo. A que ponto chegamos?, Boi Tempo, São Paulo, 2016; también a Francisco de Oliveira, Brasil: umabiografianão autorizada, Boi Tempo, São Paulo, 2018. 4. Véanse por ejemplo los detallados análisis de Lena Lavinas, tales como Thetakeover of social policybyfinancialization. TheBrazilianparadox, PalgraveMcMillan, 2017; y en colaboración con D.L. Gentil, Brasil anos 2000. A política social sob regencia da financierização, Novos Estudos Cebrap, 2018. Autores: Alberto Acosta fue presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador y candidato a la presidencia por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas. Eduardo Gudynas es investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social en Uruguay. *El texto es parte de una serie de análisis sobre las implicancias de los cambios políticos en Brasil en distintos países, iniciada con publicaciones en el semanario Voces (Uruguay) y el suplemento Ideas de Página Siete (Bolivia). Fuente: www.desdeabajo.info/politica/item/35477-la-extrema-derecha-en-brasil-aprendiendo-y-desaprendiendo-desde-la-izquierda.html Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 2) URUGUAY CARECE DE PROTECCIÓN ADECUADA ANTE EL MERCURIO Un informe de IPEN y RAP-AL sobre riesgos de la exposición al mercurio analiza situación actual del país y las áreas donde se debe avanzar para lograr una mejor protección Víctor L. Bacchetta / Sudestada, 11.11.2018 IPEN es una red global de personas y organizaciones no gubernamentales dedicadas a promover políticas y controles públicos de la producción, uso y eliminación de sustancias tóxicas con el fin de proteger la salud humana y el ambiente. IPEN se coordina a través de centros regionales en África, Europa, el Cáucaso, América Latina, Oriente Medio, Asia del Sur y Sudeste y Asia Central. A su vez, la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) reúne a organizaciones e individuos que se oponen al uso indiscriminado de plaguicidas y a los cultivos transgénicos. Fomenta alternativas para el desarrollo de una agricultura, socialmente justa, ecológicamente sustentable y económicamente viable, que permita alcanzar la soberanía alimentaria de los pueblos. Dese el año 2009 RAPAL Uruguay comenzó a analizar la situación del mercurio en el país. El mercurio es un elemento contaminante de alta movilidad que, liberado al ambiente, se transforma en compuestos orgánicos más tóxicos, como el metilmercurio, que se acumula en animales –peces en particular– y el sistema nervioso, hígado y riñones de los seres humanos, dañando incluso el cerebro de los fetos. La industria que utiliza mercurio puede afectar a sus obreros y a poblaciones vecinas. Así se verificó desde la década de 1950 en Estados Unidos y Europa, pero el caso más grave ocurrió en Japón, en la bahía de Minamata, donde miles de pobladores se intoxicaron por ingerir peces y mariscos contaminados con el metal. Una industria local descargó en la bahía entre 1932 y 1968 unas 81 toneladas de mercurio. Culminando un proceso de discusión internacional, en 2013, representantes de 128 países firmaron en Kumamoto, Japón, la Convención de Minamata dirigida a eliminar o reducir los efectos del mercurio y fijaron el año 2025 como fecha tope para cerrar todas las plantas productoras de cloro con mercurio. Uruguay fue impulsor del acuerdo y el segundo en ratificarlo en 2014, con el apoyo de todos los partidos políticos. Uno de los primeros problemas tratados por RAPAL Uruguay fueron las “lámparas de bajo consumo”. Paralelamente, comenzó a analizar las emisiones de mercurio de las plantas de celulosa y, más tarde, incluyó a la principal fuente de contaminación con mercurio existente en el país, la planta de producción de cloro y soda cáustica de Efice, situada en el kilómetro 25 de la ruta 1 (Montevideo-Colonia). El nuevo informe dado a conocer este año por IPEN y RAP-AL es un relevamiento actualizado de la situación del mercurio en Uruguay y de aquellas áreas en las cuales el país deberá esforzarse para, en concordancia con el Convenio de Minamata, eliminar las emisiones de mercurio al ambiente y su contaminación. Víctor L. Bacchetta /Sudestada, periodismo y transparencia COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 3) COSECHA DE MUERTE EN FRANJA DE GAZA Una incursión donde los atacantes son los defensores y los agredidos los victimarios Luis E. Sabini Fernández El papel de los medios de incomunicación de masas 12 nov. 2018 – Información muy entrecortada y fragmentaria lleva a pensar que un equipo de asesinos profesionales de la seguridad israelí ingresó con un vehículo civil a territorio de la Franja de Gaza y que habrían alcanzado su objetivo, por cuanto declaran haber terminado con la vida de un jefe de Hamas. El episodio parece haber cosechado la muerte de ese treintañero y de una media docena más de palestinos, veinteañeros, que suponemos formarían parte de la organización atacada. Y la de un comando israelí. El vehículo israelí fue perseguido por vehículos palestinos, pero lograron concretar su huida cubiertos por drones y material de aviación israelí, que indudablemente apoyaban el operativo en tierra. Ante semejante acontecimiento, redes de defensa palestina descargaron cientos de cohetes sobre el territorio que ocupa Israel, los medios de incomunicación de masas repiten 200. A menudo informan de “misiles”, aunque la imprecisión de los disparos permite inferir que la mayoría siguen siendo cohetes tipo Kassam o similares, de muy menor impacto. El (contra) ataque gazatí abruma a Israel. En Israel se refieren a un muerto en el operativo israelí y otro (no sabemos si el mismo) en territorio israelí. Y leemos en las “noticias del día” (EFE, 12/11 2018): Los palestinos atacan tanto que hasta “ataques de ansiedad” producen. Los israelíes se defienden tanto y tan bien que en cada escaramuza quedan decenas de palestinos muertos y a menudo miles de heridos, en tanto las fuerzas israelíes no reciben ni un rasguño y ocasionalmente, un herido o un muerto. Pero la población israelí no tolera ni siquiera eso, por haberse adueñado de la tierra de otros. Quieren la verdadera paz (de los cementerios) para los que molesten y recuerden. Léase esta info de El confidencial, cotidiano español, (12/11/2018): Una acción puntual, ¿entendió lector? El 12 de noviembre habían hecho una incursión comandos israelíes en la Franja de Gaza. Varios matados, incluido un comando israelí. El 13 de noviembre, nos enteramos por la prensa que el gobierno de Israel acusa a Hamas: “del sufrimiento de civiles inocentes”, refiriéndose, suponemos, a la población israelí que ha recibido la cohetería. Dudamos que el gobierno israelí trate de “inocentes” a civiles palestinos. Porque son palestinos. Luis E. Sabini Fernández COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ “Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS __________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “PENSANDO LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD EN ADOLESCENTES” Sábado 17 de noviembre – Ultimo Taller – Casa Bertolt Brecht Luego de 3 años de recorrida por todo el país, llega a la casa Bertolt Brecht el ultimo taller de “Pensando la privación de libertad en adolescentes” El próximo sábado 17 de noviembre nuestro proyecto de Educación Popular «Pensando la privación de libertad en adolescentes” con el objetivo de contribuir en la defensa de los Derechos Humanos, especialmente de los y las adolescentes, a través de la construcción de un discurso contra hegemónico respecto a la privación de libertad. Nos despedimos de este ciclo en nuestra casa la Casa Bertolt Brecht (Andes 1274 esq. San José) De 13 a 18hs. www.facebook.com/events/336590573561386/ __________ II. 5TA. EDICIÓN DEL PHONO – CINEMA UY Del 22 al 25 de Noviembre Phono-Cinema es una muestra internacional de cine y música que desde 2014 expone cine documental musical contemporáneo. La muestra se origina en México y llega a Uruguay desde su primera edición a través de Sadhu Producciones, celebrando este año su quinta edición con 3 títulos increíbles y una hermosa fiesta de cierre. – Jueves 22/11- 21:00 hrs.- Sala Zitarrosa ABALOS Una historia de cinco hermanos Viernes 23/11- 21:00 hrs Sala Zitarrosa Cairo Jazzman / The groove of a Mega City – Sábado 24/11- 21:00 hrs- Sala Zitarrosa El sonido que vemos: Montevideo, Sinfonía de una ciudad. – Domingo 25/11- 20:00 Ánima Espacio Cultural Fiesta de cierre en Ánima Espacio Cultural. Costo entrada: $150 A la venta en boletería de la Sala Zitarrosa y TickAntel. La fiesta de cierre será de entrada libre. www.facebook.com/events/2199061730124174/?event_time_id=2199061750124172 ____________ III. DÍA DE LA MEMORIA DE LA COMUNIDAD AFROURUGUAYA EN TIEMPOS DE TERRORISMO DE ESTADO Lunes 03 diciembre – 9.30 horas En el marco del Día Nacional del Candombe, la cultura AfroUruguaya y la equidad racial, el Instituto de Derechos Humanos organiza este Encuentro denominado “Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado”. Con la participación de ACSUN y Casa de la Cultura Afrouruguaya y Mundo Afro 9.30 horas – APERTURA Ma. Josefina Pla – Presidente de la INDDHH Elizabeth Suárez – Responsable de la Secretaría de Equidad Étnico-racial y poblaciones migrantes Beatriz Ramirez – Responsable de la División Derechos Humanos de la Dirección Nacional de Promoción Sociocultural – MIDES Representante de la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discriminación (a confirmar) 10.00 a 11.00 MEMORIA EN CLAVE AFROURUGUAYA Nestor Silva, Mundo Afro Chavela Ramirez, Casa de la Cultura Afrouruguaya Amanda Díaz, ACSUN Prof. Natalia Stalla, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – UDELAR. Prof. Dr. Eduardo Álvarez Pedrosian – Laboratorio transdisciplinario de Etnografía Experimental. Facultad de Información y Comunicación, Universidad de la República, Uruguay Coordina: Edgardo Ortuño, Casa de la Cultura Afrouruguaya 11.00 a 12.00 MEMORIAS EN CONSTRUCCIÓN Protagonistas del desalojo del Mediomundo y Ansina Juan José González, fotógrafo que realizó cobertura Testimonio desalojo Ansina Testimonio desalojo Mediomundo Romero Rodriguez, Embajador Itinerante para el continente africano – Ministerio de Relaciones Exteriores Coordina: Mirtha Villa Cierre musical con el Grupo Afrogama. www.facebook.com/events/2011763439115709/ Henry Flores – El Eternauta VEO VEO / COMCOSUR INFORMA Nº 1903 – 16/11/2018 _______________________________________ COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2018 – 24 años Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano Colaboran: ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín) ECUADOR: Kintto Lucas (Quito) HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam) SUIZA: Sergio Ferrari (Berna) URUGUAY: Pablo Alfano, Jorge Marrero, José Rocca, Luis Sabini, Jorge Zabalza. COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / Blog: nuevo.comcosur.org/ comcosur@comcosur.com.uy / Comcosur también en Facebook
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LA EXTREMA DERECHA EN BRASIL: APRENDIENDO Y DESAPRENDIENDO DESDE LA IZQUIERDA – comcosur informa 1903 – 16-11-2018

COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) La extrema derecha en Brasil: aprendiendo y desaprendiendo desde la izquierda /Alberto Acosta y Eduardo Gudynas 2) Uruguay carece de protección adecuada ante el mercurio /Víctor L. Bacchetta 3) Cosecha de muerte en Franja de Gaza /Luis E. Sabini Fernández ________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “Pensando la privación de libertad en adolescentes” II. 5ta. Edición del Phono – Cinema UY III. Día de la Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado ________ “La palabra es una herramienta de lucha” Juan Gelman (1930 – 2014) ________ COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 1) LA EXTREMA DERECHA EN BRASIL: APRENDIENDO Y DESAPRENDIENDO DESDE LA IZQUIERDA Por Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras Cual círculos concéntricos se difunden en América Latina los impactos de la victoria de Jair Bolsonaro en Brasil. Colombia no es la excepción. Más allá de que en este país han prevalecido los gobiernos conservadores, el triunfo de una derecha extrema en Brasil debe ser analizado. Las izquierdas del continente están conminadas a aprender de lo que allí sucedió. Los agrupamientos políticos que apuestan por cambios, y que lograron sustantivos crecimientos electorales en Colombia, enfrentan el desafío de no repetir las contradicciones observadas en Brasil. Esto también es indispensable para los movimientos ciudadanos que siguen enfrentando estrategias como las extractivistas, ya que un estilo político como el propuesto por Bolsonaro solo augura una acentuación de la violencia. No puede obviarse que Brasil, por ejemplo, lidera los indicadores mundiales en asesinatos de defensores de la tierra, pero Colombia le sigue en tercer lugar (57 en el primer caso y 24 en el segundo, según Global Witness) (1). En este texto presentamos algunas reflexiones preliminares a partir de lo sucedido en Brasil. No pretendemos ofrecer un análisis detallado de su política interna, sino que nuestro propósito es otro: rescatar algunos aprendizajes de lo que allí sucedió, útiles para una izquierda que está ubicada en los demás países (y por ello aquí intercalamos algunas apreciaciones enfocadas en Colombia). No repetiremos la nutrida información circulante en estos días ni apelaremos a análisis simplistas, tales como achacar toda la culpa sea a la derecha o al progresismo. Compartimos este ejercicio desde una perspectiva de izquierda, con el propósito de alentar su renovación y de evitar que otros Bolsonaro se instalen en los países vecinos. Progresismos e izquierdas: son diferentes En todo el continente, los agrupamientos políticos conservadores realizan un activo entrevero de hechos para desacreditar las opciones de cambio hacia la izquierda. Se mezclan las severas crisis de Venezuela y Nicaragua con la caída del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, para insistir en que las opciones de cambio hacia la izquierda son imposibles, fatalmente están teñidas por la corrupción, y así sucesivamente. Pero justamente la crisis brasileña muestra la necesidad de insistir en las diferencias entre progresismos e izquierdas. Es que muchos de los problemas observados en Brasil resultan, como se verá más adelante, de programas y una gestión de gobierno del PT y sus aliados donde poco a poco olvidaron sus metas iniciales de izquierda para transformarse paulatinamente en progresismos. Esto nunca lo ocultaron, sino que hicieron de ello uno de sus atributos.Por lo tanto, una primera lección a tener en cuenta es que la distinción entre izquierdas y progresismos sigue siendo clave (2). Humildad para entender los humores del pueblo El Partido de los Trabajadores y el liderazgo de Lula da Silva fue repetidamente presentado como ejemplo de viraje exitoso hacia las llamadas “nuevas izquierdas” en toda América Latina y a nivel mundial, lo que es comprensible al haber ganado cuatro elecciones consecutivas. No fueron pocos los grupos políticos que en distintas naciones lo tomaron como inspiración. Es más, se insistía en que el “pueblo” en su mayoría había adherido a la izquierda y eso explicaba victorias electorales como las de Dilma Rousseff. Sin embargo, en un proceso relativamente veloz, incluyendo los abusos de la oposición de las disposiciones jurídicas, el PT perdió el control del gobierno, Rousseff fue removida de su cargo, y se terminó eligiendo presidente a un político poco conocido y de derecha: Temer, quien había sido vicepresidente de la misma Rousseff. Los escándalos de corrupción no cedieron, y Lula da Silva terminó encarcelado. Esas y otras circunstancias desembocaron en un cambio político extremo. No sólo triunfó Bolsanaro, sino que se hizo evidente que la sociedad brasileña es mucho más conservadora de lo pensado. Aquel mismo “pueblo” que años atrás apoyaba al PT, en unos casos lo rechazaba intensamente, y en otros, festejó a un candidato prolífico en discursos de tono fascista. Estamos aquí ante una otra lección que impone precaución en usar categorías como “pueblo”, y que nos demanda humildad en aseverar cuáles son los pensamientos o sensibilidades prevalecientes. Quedan en evidencia las limitaciones de un “triunfalismo facilista” ante una sociedad que no era tan izquierdista como parecía y un conservadurismo que estaba mucho más extendido de lo que se suponía. Esta es una cuestión de mucho cuidado viendo cómo avanzan las creencias en una prosperidad que supuestamente descansa en el individualismo, el consumismo, y que entienden como normal y hasta necesaria la existencia de profundas diferencias sociales, y aceptan la violencia. Derechas sin disimulos y progresismos disimulando ser izquierda Seguidamente queda en evidencia otro aprendizaje: los riesgos de un programa que se recuesta sobre sectores y prácticas conservadoras para poder ganar la próxima elección. Una postura que asume que primero se debe “ganar” la elección presidencial, y que una vez en el palacio de gobierno se podrá “cambiar” al Estado y la sociedad. Esto se ejemplifica en Brasil con acciones que van desde la adhesión a un orden financiero (en la muy conocida “Carta al Pueblo Brasileño” firmada por Lula en plena campaña electoral) hasta su articulación política con el PMDB (Partido Movimiento Democrático Brasileño) de centro-derecha para lograr gobernabilidad. Le siguieron otras concesiones clave en las estrategias de desarrollo, cerrando la puerta a transformaciones estructurales del aparato productivo y así repitiendo el estilo primario exportadora (3). Este es justamente uno de los aspectos que sirven para caracterizarlos como progresistas y diferenciarlos con las izquierdas. Se cae en una situación donde el progresismo una y otra vez intenta disimular que es una izquierda, mientras que la nueva derecha nada disimula ni oculta. Bolsonaro critica abiertamente a negros o indígenas, es homofóbico y misógino, ironiza con fusilar a militantes de izquierda, defiende la tortura y la dictadura, y apuesta a reformas económicas regresivas. Es ese tipo de discurso el que es apoyado por una proporción significativa de la sociedad brasileña. Desarrollo nada nuevo sino senil La necesidad de distinguir entre progresismos e izquierda también queda en evidencia al analizar las estrategias sobre desarrollo seguidas por el PT. El camino de esos gobiernos, el “nuevo desarrollismo”, descansó otra vez en las exportaciones de materias primas. Para lograrlo se ampliaron las fronteras extractivistas y la captación de inversión extranjera, alejándose así de muchos reclamos de la izquierda. De ese modo Brasil devino en el mayor extractivista del continente, tanto minero como agropecuario (por ejemplo, el volumen de comercialización sumados hasta triplicó al de todos los demás países sudamericanos mineros). Esto sólo es posible aceptando una inserción subordinada en el comercio global y una acción limitada del Estado en algunos sectores como el industrial, justamente al contrario de las aspiraciones de la izquierda de sacar a nuestros países de esa dependencia. La esencia de esa estrategia de desarrollo no es diferente a la que siguió, por ejemplo, la administración Santos en Colombia. Sin duda hay diferencias, en especial por una mayor presencia estatal en Brasil, evidente en enormes empresas como Petrobras (hidrocarburos) o Vale (minería) que son en parte estatales o estaban controladas y financiadas por el gobierno. Pero persistió el componente extractivista y primario exportador, que vienen de la mano de procesos desindsutrializantes y que obliga a prácticas de imposición territorial y control de movimientos sociales. Las limitaciones de esas estrategias se disimularon en Brasil con los jugosos excedentes de la fase de altos precios de las materias primas. Aunque se publicitó la asistencia social, el grueso de la bonanza se centró en otras áreas, tales como el consumismo popular, subsidios y asistencias a sectores extractivos o el apoyo a algunas grandes corporaciones (las llamadas campeões nacionales). Esto explica que el “nuevo desarrollismo” fuese apoyado tanto por trabajadores, que disfrutaban de créditos accesibles, como por la elite empresarial que conseguía dinero estatal para internacionalizarse. Lula da Silva era aplaudido, por razones distintas, tanto en barrios pobres como en el Foro Económico de Davos. El PT contribuyó sustantivamente a la defensa cultural de esas estrategias, y por ello en Brasil no ocurrieron debates como los que se escucharon en Colombia con“petróleo versus aguacates” (o sea, comenzar a pensar alternativas para el futuro inminente del agotamiento de los hidrocarburos). Por lo tanto, aquí se encuentra un flanco que una renovación de izquierda en Colombia debería considerar, promoviendo desde ya las reflexiones sobre cómo salir de los extractivismos. La caída de los precios internacionales de las materias primas dejó en claro que las ayudas mensuales otorgadas en Brasil a los sectores marginados sin duda eran importantes, pero no sacaban realmente a la gente de la pobreza, ni resolvía la excesiva concentración de la riqueza, ni impedía que mucho dinero se perdiera en redes de corrupción. La izquierda debe aprender de esa incapacidad de los progresismos para transformar la esencia de sus estrategias de desarrollo. Se profundizó la dependencia de las materias primas, con China como nuevo referente, con graves efectos en la desindustrialización y fragilidad económica y financiera. El “nuevo desarrollismo” que quiso construir el progresismo no es “nuevo”, y en verdad es tan viejo como las colonias, pues en aquel entonces arrancó el extractivismo. La lección para las izquierdas en el resto del continente es que la reflexión sobre las alternativas al desarrollo sigue siendo clave. Se podrá tener un discurso radical, pero si las prácticas de desarrollo repiten los conocidos estilos, se quiera o no, eso desemboca en políticas públicas convencionales, y es esa convencionalidad otro componente que apartó a los progresismos de las izquierdas. Clientelismo versus justicia social El PT aprovechó distintas circunstancias logrando reducir la pobreza, junto a otras mejoras (como incrementos en el salario mínimo, formalización del empleo, salud, etc.), todo lo cual debe ser aplaudido (4). Por medio de políticas sociales se puede paliar la pobreza, pero cuando prevalece el clientelismo eso se vuelve acotado. No se consigue construir ciudadanías sólidas que reclamen desde los derechos, lo que va mucho más allá de un bono mensual en dinero. El consumismo se acentúo, confundiéndolo con mejoras en la calidad de vida. La bancarización y el crédito explotaron (el crédito privado trepó del 22% del PBI en 2001 al 60% en 2017). De este modo prevaleció el asistencialismo y se reforzó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. No se quiso entender que esas estrategias obligaban a usar ciertos instrumentos económicos, sociales y políticos nada neutros, y más bien contrarios de buena parte de la esencia de izquierda. Como resultado, se generaron condiciones para el retorno de la derecha dejándo servido un Estado y normas que lo harán todavía más fácil. Además, la fragilidad del “nuevo desarrollo” lleva a que los progresismos no puedan resolver sus crisis desde una perspectiva de izquierda y deriven hacia políticas públicas más conservadoras. El PT erosionó la calidad política y aplicó, por ejemplo, flexibilizaciones ambientales y laborales para atraer a inversores. Paradojalmente, esos cambios en Brasil antecedieron, por ejemplo, a las “licencias ambientales express” de Colombia. En el campo de la justicia social se priorizaron instrumentos de redistribución económica, mientras que los derechos ciudadanos y de las diversas comunidades, sobre todo indígenas, seguían siendo frágiles. No se puede marginar en este breve análisis la brutal militarización de la política gubernamental para intentar frenar la delincuencia común, sobre todo en las grandes urbes de ese país: acción que provocó una creciente ola de violencia e inseguridad. Bajo estas y otras dinámicas, el énfasis en ayudas y compensaciones económicas acentuó la mercantilización de la sociedad y la Naturaleza. Con ello, el progresismo olvidó aquel principio de la izquierda de desmercantilizar la vida, justamente una de sus reacciones contra el neoliberalismo prevaleciente desde el siglo pasado. Esa meta sigue totalmente vigente en Colombia, donde el actual gobierno Duque expresa una perspectiva neoliberal. La insistencia del progresismo brasileño en el crecimiento económico como fundamento del desarrollo reforzó un mito que ahora aprovechó Bolsonaro, presentándose como el mejor mediador para alcanzar esa meta. Lo mismo ocurre en Colombia y otros países, donde los gobiernos insisten en el crecimiento económico como la gran meta a perseguir. En cambio, la crítica de izquierda debe, en el siglo XXI, poner ese reduccionismo en discusión. Las izquierdas no deberían entramparse en esos reduccionismos. Es hora de aceptar que la justicia social es mucho más que la redistribución, así como que la calidad de vida es también más que el crecimiento económico. La criminalización de los movimientos ciudadanos y sociales no puede ser tolerada por una renovación de la izquierda. Estos y otros aspectos apuntan a entender que una verdadera izquierda debe promover y fortalecer el marco de los derechos humanos en todo momento y en todo lugar, más aún desde el gobierno, aún si ello le significa perder una elección, ya que es su única garantía no sólo de su esencia democrática sino de retornar al gobierno. Ruralidades conservadoras Las cuestiones alrededor de las ruralidades y el desarrollo agrícola, ganadero y forestal, también están repletas de lecciones a considerar. Bolsonaro llega a la presidencia apoyado entre otros por un ruralismo ultraconservador que festeja sus discursos contra los indígenas, los campesinos y los sin tierra, y que reclama el uso de las armas y la violencia. Podría argumentarse que apunta a ideas y prácticas como las que ya ocurren en muchas zonas de Colombia, donde está muy instalada esa problemática. Bolsonaro se apoya en la llamada “bancada ruralista”, un sector que ya había llegado al parlamento con el progresismo, en tanto Dilma Rousseff colocó a una de sus líderes en su gabinete (Kátia Abreu). Este ejemplo debe alertar a la izquierda, pues distintos actores conservadores y ultraconservadores se aprovechan de los progresismos para enquistarse en esos gobiernos. Paralelamente, el progresismo fue incapaz de promover una real reforma agraria o en transformar la esencia del desarrollo agropecuario brasileño. Recordemos que bajo el primer gobierno de Lula da Silva se difundió la soja transgénica y se multiplicaron los monocultivos y la agroindustria de exportación, y no se apoyó de la misma manera a los pequeños y medianos agricultores. Otras administraciones progresistas, en especial las de Argentina, Ecuador y Uruguay, apostaron al mismo tipo de política agropecuaria. Todos estos son temas sensibles en Colombia, y si bien esquivarlos podría mejorar algunas chances electorales, una real izquierda no tendrá más remedio que abordarlos. El caso brasileño muestra las consecuencias en no explorar alternativas para el mundo rural, insistiendo en el simplismo de apoyar los monocultivos de exportación, sostener al empresariado del campo, y si hay dinero, distribuir asistencias financieras al campesinado. Las izquierdas, en cambio, deben innovar en propuestas por una nueva ruralidad, abordando en serio no solo la tenencia de la tierra, sino los usos que de ella se hacen, el papel de proveedores de alimentos no sólo para el comercio global sino sobre todo para el propio país. Las izquierdas deben, inclusive, dar un salto fundamental como es entender el territorio como espacio de vida y no simplemente como un factor de producción. Radicalizar la democracia La debacle política brasileña también confirma la enorme importancia de una radicalización de la democracia, una de las metas del empuje de izquierda de años atrás y que precisamente el progresismo abandonó. Aquella incluía, por ejemplo, hacer efectiva la participación ciudadana en la política y mejorar la institucionalidad partidaria. Sin embargo, el PT de Brasil concentró cada vez más el poder en el gobierno federal, tuvo un desempeño confuso y hasta perverso: en unos casos volvieron a usar los sobornos a los legisladores (recordemos el primer gobierno de Lula da Silva con el mensalão); persistió el verticalismo partidario (por ejemplo, con Lula eligiendo a su “sucesora”); poco a poco se desmontaron experimentos vigorosos (como los presupuestos participativos); y se usaron las obras públicas en una enorme red de corrupción al servicio de los partidos políticos. El caudillismo partidario se repitió en otros progresismos (como en Ecuador, donde Rafael Correa eligió a su sucesor, o en Argentina donde lo mismo hizo Cristina F. de Kirchner). Es evidente que una renovación de las izquierdas necesita aprender de esa dinámica, y no puede renunciar a democratizar tanto la sociedad como sus propias estructuras y prácticas partidarias. Si no lo hace, solo facilita el surgimiento de oportunistas. Las estructuras políticas de izquierda deben, de una vez por todas, ser dignas representantes de sus bases y no meros trampolines desde los que ascienden figuras individuales, con claros rasgos caudillescos. Otra lección surge de comprender que la obsesión electoralista lleva a prácticas que impiden esa democratización. En efecto, el “miedo a perder la próxima elección” hace que el núcleo gobernante (tanto sus políticos como tecnócratas) se abroquelen, rechacen los reclamos de cambio y apertura, y se inmovilicen. Un temor de ese tipo se evidencia en el progresismo boliviano con su intento de imponer una nueva reelección de dudosa legalidad. Un extremo que en parte se debe a la incapacidad de fortalecer al propio partido político cobijando sucesores y renovaciones, lo cual es otra muestra de debilidad democrática. Un reto aún mayor para las izquierdas, sobre todo luego de las experiencias progresistas, es reconocer el papel político de los pueblos indígenas en una democratización real. Renovación de las izquierdas El triunfo de la extrema derecha en Brasil debe ser denunciado y enfrentado en ese país, como también deben fortalecerse las barreras que impidan otro tanto en los países vecinos. El caso brasileño además muestra que debe analizarse lo realizado por los gobiernos del PT, por sus aspectos positivos, por su duración (recordemos otra vez que ganaron cuatro elecciones), pero también por sus contradicciones. Las alertas sobre la deriva de ese partido y algunos aliados hacia un progresismo que se alejaba de la izquierda fueron desoídas. Cuestionamientos sobre temas fundamentales como los impactos del “nuevo desarrollismo” primarizado fueron no sólo desatendidos, sino que además activamente se combatieron los debates y se marginaron los ensayos que buscaban las alternativas al desarrollo. Persistían problemas como el debilitamiento en la cobertura de derechos, la violencia en el campo y la ciudades, el maltrato de los pueblos indígenas, y todo tipo de impactos ambientales. Pero distintos actores, tanto dentro de esos países como desde el exterior, aplaudían complacientes incapaces de escuchar las voces de alarma con el pretexto perverso de no hacerle el juego a la derecha. A pesar de todo, en Brasil como en el resto del continente, se encuentran múltiples resistencias y alternativas que se construyen cotidianamente, especialmente desde espacios comunitarios. Ellas ofrecen inspiraciones para una recuperación de la izquierda, desde la crítica al desarrollismo, los empeños para abandonar la dependencia extractivista o los esfuerzos para salvaguardar los derechos ciudadanos. Allí están los insumos para una nueva izquierda comprometida con horizontes emancipatorios. Es una izquierda que tiene que ser renovada, para no caer en sus viejas contradicciones, como negar la problemática ambiental, asumir que todo se solucionará con estatizar los recursos naturales o los medios de producción, esconder sus vicios patriarcales o ser indiferente a la multiplicidad cultural expresada por los pueblos indígenas y afro. La renovación de las izquierdas debe asumir la crítica y la autocrítica, cueste lo que cueste, para aprender, desaprender y reaprender de las experiencias recientes. Se mantienen conocidos desafíos y se suman nuevas urgencias. La izquierda latinoamericana debe avanzar en alternativas al desarrollo, debe ser ambientalista en tanto busca una convivencia armónica con la Naturaleza, y feminista para enfrentar el patriarcado, persistir en el compromiso socialista con remontar la inequidad social, y decolonial para superar el racismo, la exclusión y la marginación. Todo esto demanda siempre más democracia. Notas 1. Los reportes están disponibles en www.globalwitness.org 2. Sobre la distinción entre izquierdas y progresismos, ver por ejemplo, La identidad del progresismo, su agotamiento y los relanzamientos de las izquierdas, E. Gudynas, ALAI, 7 octubre 2015, www.alainet.org/es/articulo/172855 3. Sobre algunos balances realizados dentro de Brasil sobre el desempeño del PT, véase entre otros a A. Singer e I. Loureiro (orgs), As contradições do Lulismo. A que ponto chegamos?, Boi Tempo, São Paulo, 2016; también a Francisco de Oliveira, Brasil: umabiografianão autorizada, Boi Tempo, São Paulo, 2018. 4. Véanse por ejemplo los detallados análisis de Lena Lavinas, tales como Thetakeover of social policybyfinancialization. TheBrazilianparadox, PalgraveMcMillan, 2017; y en colaboración con D.L. Gentil, Brasil anos 2000. A política social sob regencia da financierização, Novos Estudos Cebrap, 2018. Autores: Alberto Acosta fue presidente de la Asamblea Constituyente de Ecuador y candidato a la presidencia por la Unidad Plurinacional de las Izquierdas. Eduardo Gudynas es investigador en el Centro Latino Americano de Ecología Social en Uruguay. *El texto es parte de una serie de análisis sobre las implicancias de los cambios políticos en Brasil en distintos países, iniciada con publicaciones en el semanario Voces (Uruguay) y el suplemento Ideas de Página Siete (Bolivia). Fuente: www.desdeabajo.info/politica/item/35477-la-extrema-derecha-en-brasil-aprendiendo-y-desaprendiendo-desde-la-izquierda.html Alberto Acosta y Eduardo Gudynas /Red Latina sin fronteras COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 2) URUGUAY CARECE DE PROTECCIÓN ADECUADA ANTE EL MERCURIO Un informe de IPEN y RAP-AL sobre riesgos de la exposición al mercurio analiza situación actual del país y las áreas donde se debe avanzar para lograr una mejor protección Víctor L. Bacchetta / Sudestada, 11.11.2018 IPEN es una red global de personas y organizaciones no gubernamentales dedicadas a promover políticas y controles públicos de la producción, uso y eliminación de sustancias tóxicas con el fin de proteger la salud humana y el ambiente. IPEN se coordina a través de centros regionales en África, Europa, el Cáucaso, América Latina, Oriente Medio, Asia del Sur y Sudeste y Asia Central. A su vez, la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP-AL) reúne a organizaciones e individuos que se oponen al uso indiscriminado de plaguicidas y a los cultivos transgénicos. Fomenta alternativas para el desarrollo de una agricultura, socialmente justa, ecológicamente sustentable y económicamente viable, que permita alcanzar la soberanía alimentaria de los pueblos. Dese el año 2009 RAPAL Uruguay comenzó a analizar la situación del mercurio en el país. El mercurio es un elemento contaminante de alta movilidad que, liberado al ambiente, se transforma en compuestos orgánicos más tóxicos, como el metilmercurio, que se acumula en animales –peces en particular– y el sistema nervioso, hígado y riñones de los seres humanos, dañando incluso el cerebro de los fetos. La industria que utiliza mercurio puede afectar a sus obreros y a poblaciones vecinas. Así se verificó desde la década de 1950 en Estados Unidos y Europa, pero el caso más grave ocurrió en Japón, en la bahía de Minamata, donde miles de pobladores se intoxicaron por ingerir peces y mariscos contaminados con el metal. Una industria local descargó en la bahía entre 1932 y 1968 unas 81 toneladas de mercurio. Culminando un proceso de discusión internacional, en 2013, representantes de 128 países firmaron en Kumamoto, Japón, la Convención de Minamata dirigida a eliminar o reducir los efectos del mercurio y fijaron el año 2025 como fecha tope para cerrar todas las plantas productoras de cloro con mercurio. Uruguay fue impulsor del acuerdo y el segundo en ratificarlo en 2014, con el apoyo de todos los partidos políticos. Uno de los primeros problemas tratados por RAPAL Uruguay fueron las “lámparas de bajo consumo”. Paralelamente, comenzó a analizar las emisiones de mercurio de las plantas de celulosa y, más tarde, incluyó a la principal fuente de contaminación con mercurio existente en el país, la planta de producción de cloro y soda cáustica de Efice, situada en el kilómetro 25 de la ruta 1 (Montevideo-Colonia). El nuevo informe dado a conocer este año por IPEN y RAP-AL es un relevamiento actualizado de la situación del mercurio en Uruguay y de aquellas áreas en las cuales el país deberá esforzarse para, en concordancia con el Convenio de Minamata, eliminar las emisiones de mercurio al ambiente y su contaminación. Víctor L. Bacchetta /Sudestada, periodismo y transparencia COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ 3) COSECHA DE MUERTE EN FRANJA DE GAZA Una incursión donde los atacantes son los defensores y los agredidos los victimarios Luis E. Sabini Fernández El papel de los medios de incomunicación de masas 12 nov. 2018 – Información muy entrecortada y fragmentaria lleva a pensar que un equipo de asesinos profesionales de la seguridad israelí ingresó con un vehículo civil a territorio de la Franja de Gaza y que habrían alcanzado su objetivo, por cuanto declaran haber terminado con la vida de un jefe de Hamas. El episodio parece haber cosechado la muerte de ese treintañero y de una media docena más de palestinos, veinteañeros, que suponemos formarían parte de la organización atacada. Y la de un comando israelí. El vehículo israelí fue perseguido por vehículos palestinos, pero lograron concretar su huida cubiertos por drones y material de aviación israelí, que indudablemente apoyaban el operativo en tierra. Ante semejante acontecimiento, redes de defensa palestina descargaron cientos de cohetes sobre el territorio que ocupa Israel, los medios de incomunicación de masas repiten 200. A menudo informan de “misiles”, aunque la imprecisión de los disparos permite inferir que la mayoría siguen siendo cohetes tipo Kassam o similares, de muy menor impacto. El (contra) ataque gazatí abruma a Israel. En Israel se refieren a un muerto en el operativo israelí y otro (no sabemos si el mismo) en territorio israelí. Y leemos en las “noticias del día” (EFE, 12/11 2018): Los palestinos atacan tanto que hasta “ataques de ansiedad” producen. Los israelíes se defienden tanto y tan bien que en cada escaramuza quedan decenas de palestinos muertos y a menudo miles de heridos, en tanto las fuerzas israelíes no reciben ni un rasguño y ocasionalmente, un herido o un muerto. Pero la población israelí no tolera ni siquiera eso, por haberse adueñado de la tierra de otros. Quieren la verdadera paz (de los cementerios) para los que molesten y recuerden. Léase esta info de El confidencial, cotidiano español, (12/11/2018): Una acción puntual, ¿entendió lector? El 12 de noviembre habían hecho una incursión comandos israelíes en la Franja de Gaza. Varios matados, incluido un comando israelí. El 13 de noviembre, nos enteramos por la prensa que el gobierno de Israel acusa a Hamas: “del sufrimiento de civiles inocentes”, refiriéndose, suponemos, a la población israelí que ha recibido la cohetería. Dudamos que el gobierno israelí trate de “inocentes” a civiles palestinos. Porque son palestinos. Luis E. Sabini Fernández COMCOSUR INFORMA AÑO 18 No. 1903 – 16.11.2018 _______ “Todas las estructuras del poder popular que estábamos construyendo se hicieron presentes, tomaron voz, en una radio que no quería tanto hablarle al pueblo. Quería que el pueblo hablara.” RADIO VENCEREMOS __________ VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores I. “PENSANDO LA PRIVACIÓN DE LIBERTAD EN ADOLESCENTES” Sábado 17 de noviembre – Ultimo Taller – Casa Bertolt Brecht Luego de 3 años de recorrida por todo el país, llega a la casa Bertolt Brecht el ultimo taller de “Pensando la privación de libertad en adolescentes” El próximo sábado 17 de noviembre nuestro proyecto de Educación Popular «Pensando la privación de libertad en adolescentes” con el objetivo de contribuir en la defensa de los Derechos Humanos, especialmente de los y las adolescentes, a través de la construcción de un discurso contra hegemónico respecto a la privación de libertad. Nos despedimos de este ciclo en nuestra casa la Casa Bertolt Brecht (Andes 1274 esq. San José) De 13 a 18hs. www.facebook.com/events/336590573561386/ __________ II. 5TA. EDICIÓN DEL PHONO – CINEMA UY Del 22 al 25 de Noviembre Phono-Cinema es una muestra internacional de cine y música que desde 2014 expone cine documental musical contemporáneo. La muestra se origina en México y llega a Uruguay desde su primera edición a través de Sadhu Producciones, celebrando este año su quinta edición con 3 títulos increíbles y una hermosa fiesta de cierre. – Jueves 22/11- 21:00 hrs.- Sala Zitarrosa ABALOS Una historia de cinco hermanos Viernes 23/11- 21:00 hrs Sala Zitarrosa Cairo Jazzman / The groove of a Mega City – Sábado 24/11- 21:00 hrs- Sala Zitarrosa El sonido que vemos: Montevideo, Sinfonía de una ciudad. – Domingo 25/11- 20:00 Ánima Espacio Cultural Fiesta de cierre en Ánima Espacio Cultural. Costo entrada: $150 A la venta en boletería de la Sala Zitarrosa y TickAntel. La fiesta de cierre será de entrada libre. www.facebook.com/events/2199061730124174/?event_time_id=2199061750124172 ____________ III. DÍA DE LA MEMORIA DE LA COMUNIDAD AFROURUGUAYA EN TIEMPOS DE TERRORISMO DE ESTADO Lunes 03 diciembre – 9.30 horas En el marco del Día Nacional del Candombe, la cultura AfroUruguaya y la equidad racial, el Instituto de Derechos Humanos organiza este Encuentro denominado “Memoria de la comunidad Afrouruguaya en tiempos de terrorismo de Estado”. Con la participación de ACSUN y Casa de la Cultura Afrouruguaya y Mundo Afro 9.30 horas – APERTURA Ma. Josefina Pla – Presidente de la INDDHH Elizabeth Suárez – Responsable de la Secretaría de Equidad Étnico-racial y poblaciones migrantes Beatriz Ramirez – Responsable de la División Derechos Humanos de la Dirección Nacional de Promoción Sociocultural – MIDES Representante de la Comisión Honoraria contra el Racismo, la Xenofobia y toda otra forma de Discriminación (a confirmar) 10.00 a 11.00 MEMORIA EN CLAVE AFROURUGUAYA Nestor Silva, Mundo Afro Chavela Ramirez, Casa de la Cultura Afrouruguaya Amanda Díaz, ACSUN Prof. Natalia Stalla, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación – UDELAR. Prof. Dr. Eduardo Álvarez Pedrosian – Laboratorio transdisciplinario de Etnografía Experimental. Facultad de Información y Comunicación, Universidad de la República, Uruguay Coordina: Edgardo Ortuño, Casa de la Cultura Afrouruguaya 11.00 a 12.00 MEMORIAS EN CONSTRUCCIÓN Protagonistas del desalojo del Mediomundo y Ansina Juan José González, fotógrafo que realizó cobertura Testimonio desalojo Ansina Testimonio desalojo Mediomundo Romero Rodriguez, Embajador Itinerante para el continente africano – Ministerio de Relaciones Exteriores Coordina: Mirtha Villa Cierre musical con el Grupo Afrogama. www.facebook.com/events/2011763439115709/ Henry Flores – El Eternauta VEO VEO / COMCOSUR INFORMA Nº 1903 – 16/11/2018 _______________________________________ COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2018 – 24 años Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares Apoyo técnico: Carlos Dárdano Colaboran: ALEMANIA: Antje Vieth, Carlos Ramos (Berlín) ECUADOR: Kintto Lucas (Quito) HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam) SUIZA: Sergio Ferrari (Berna) URUGUAY: Pablo Alfano, Jorge Marrero, José Rocca, Luis Sabini, Jorge Zabalza. COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Desde el 19 de Junio de 1994 / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Apoyo técnico: Carlos Dárdano / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) / Blog: nuevo.comcosur.org/ comcosur@comcosur.com.uy / Comcosur también en Facebook
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