Entradas de septiembre de 2020

TURQUÍA: EBRU TIMTIK, ABOGADA Y PRESA POLÍTICA KURDA MURIÓ EN HUELGA DE HAMBRE – comcosur mujer 657 – 07.09.202 0

COMCOSUR MUJER / AÑO 26 /No. 657 /lunes 07.09.2020 – Hoy:

1) América Latina: Aborto legal, derecho negado: un mapa de América Latina
2) América Latina: Mujeres y niñas comparten violencias y poca atención de los gobiernos
3) Argentina: Histórico: se estableció el cupo laboral trans en el sector público nacional
4) Guatemala: Mujeres periodistas denuncian ataques en su contra
5) Paraguay: Exigen se investigue la muerte de dos niñas en un ataque contra la guerrilla
6) Turquía: Ebru Timtik, abogada y presa política kurda murió en huelga de hambre
7) Entre la memoria y el olvido: mujeres no permitidas en la historia mapuche
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COMCOSUR MUJER /Fundado por Yessie Macchi / AÑO 26 / No. 657 – Lunes 7 de setiembre de 2020 / Producción: Beatriz Alonso, Belén Itza y Cecilia Duffau /Apoyo técnico: Carlos Dárdano
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“Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres” Rosa Luxemburgo
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1) AMÉRICA LATINA: ABORTO LEGAL, DERECHO NEGADO: UN MAPA DE AMÉRICA LATINA

Una resolución publicada el último viernes (28) en Brasil, en el Diario Oficial, afirma que el personal médico debe “informar (a las personas embarazadas que recurren al aborto legal) acerca de la posibilidad de visualización del feto o embrión por medio de la ultrasonografía”. La práctica de coerción social en las instituciones de salud es una de las formas de impedir la interrupción voluntaria del embarazo, aun en casos de violencia sexual o riesgo de vida de la mujer gestante, previstos por ley en Brasil.

El reciente caso de la niña de 10 años, en el estado de Espírito Santo (región Sureste de Brasil), ilustra una realidad en toda América: aunque el aborto sea legal en algunos países, su acceso es dificultado social e institucionalmente. En la región, la mayoría de los países comprende en su legislación el aborto en algún nivel. Sin embargo, es común que la atención en los servicios de salud sea escaso, ausente o de mala calidad.

La posibilidad de tener información y recursos para la interrupción voluntaria del embarazo está directamente ligada a mejores índices de salud, mientras el avance de gobiernos conservadores en la región y de la mayor influencia política de movimientos fundamentalistas, como en Brasil y Bolivia, generan mayor vulneración de derechos, mayor tasa de mortalidad por abortos inseguros y de partos forzados.

La desigualdad social también define las profundas diferencias de criminalización y del acceso al aborto seguro y a la información. Superada solamente por África subsahariana, América Latina y el Caribe son las regiones con las más altas tasas de embarazo entre jóvenes de 15 a 19 años.

En países donde la legislación comprende la interrupción voluntaria del embarazo, aunque estrictamente en casos específicos, el acceso al aborto es dificultado por las propias instituciones médicas, en donde pacientes muchas veces son denunciadas contra la propia ética médica, rompiendo el sigilo de información a la persona atendida, por uso inadecuado de la objeción de consciencia (cuando el profesional se niega a realizar el procedimiento por motivos morales o religiosos) o reciben informaciones falsas.

Brasil

La fuerza de sectores fundamentalistas y religiosos en el país amenazan el cumplimiento de la ley, que comprende el aborto en tres causales: riesgo de vida de la persona gestante, violencia sexual y fetos anencéfalos.

En esos casos, no es necesaria cualquier autorización para realizar el procedimiento, sin embargo, hay desconocimiento entre los propios profesionales de la salud, como puntualiza Carla Vitória Barbosa, abogada e investigadora en derechos sexuales y reproductivos. “Al ser considerado un tabú, muchos profesionales no tienen informaciones correctas, no conocen la ley y terminan exigiendo reporte policial, o incluso intentan convencer a la persona a no realizar el aborto.”

Un mapeo realizado por la ONG Artículo 19 revela que, de los 176 hospitales aptos para el procedimiento, solamente 76 confirmaron, efectivamente, realizar el aborto en los casos previstos por ley.

México

Desde 2007, la interrupción legal del embarazo es posible en la Ciudad de México, y, en 2019, en el estado de Oaxaca, lo que abre posibilidades también para personas gestantes que quieran interrumpir el embarazo que estén geográficamente cercanas. En México, cada estado cuenta con causales específicas que legalizan el aborto, siendo la causal por violencia sexual la única en consenso entre los 32 estados del país norteamericano.

Según documentos divulgados por el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), hay dificultad del acceso al aborto en casos de violación en todo el país. Mujeres y niñas tienen negado su derecho a la interrupción del embarazo “desconocimiento del marco jurídico por parte del personal médico”.

“De esta forma, es común que supongan que el acceso de una niña o mujer víctima de violación a servicios de aborto es un delito y actúan bajo esa creencia, negándolo o entorpeciéndolo”. El grupo también enfatiza que, de esa manera, además de revictimizarlas y violar sus derechos humanos, esa actuación en instituciones de salud contradicen a las leyes del país.

Argentina

En cinco meses de cuarentena, fueron registradas tres muertes por aborto clandestino en el país. La dificultad de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo, inclusive en casos contemplados por ley – riesgo de salud y de vida de la persona gestante y violación –, se refleja en el dato alarmante divulgado por el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef): a cada tres horas, una niña es forzada a parir en Argentina.

La fuerza conservadora en Argentina, con gran influencia política, impulsó el movimiento “Salvemos las dos vidas”, contra la aprobación del proyecto de ley por el aborto legal, en 2018. Los impedimientos se dan no solo en el ámbito de la política institucional, pero sobre todo en la práctica diaria en los servicios médicos, por parte de profesionales que mienten el número de semanas del embarazo para impedir abortos.

El año pasado, una niña de 12 años, que quedó embarazada producto de una violación, fue obligada a parir por cesárea. El bebé se murió cuatro días después. Esto sucedió en Jujuy, una de las once provincias que adhieren al Protocolo de Atención Integral de las Personas con Derecho a la Interrupción del Embarazo. Sin embargo, casos como esos son aún más comunes en las provincias que no poseen un protocolo que garantice la atención adecuada para el aborto legal.

“Las provincias tienen una gran desigualdad de acceso y dependen mucho del activismo”, afirma Yanina Waldhorn, de la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Argentina. “Es muy probable que, en donde haya un médico de la red de profesionales de salud por el derecho a decidir, no existan obstáculos para acceder a la interrupción del embarazo a partir de una perspectiva de la salud integral.”

Venezuela

El Código Penal restringe el aborto en casi todos los casos, con excepción de riesgo de vida de la persona gestante. Además, el acceso a métodos anticonceptivos es escaso, llegando al 100% de desabastecimiento en algunas ciudades.

La Constitución contiene artículos contradictorios, que dan margen tanto para invertidas conservadoras como para sostener el derecho a decidir: un artículo considera la vida desde la concepción, mientras otro garantiza el derecho a la decisión de cuántos hijos una familia desea tener.

“El fundamentalismo religioso, principalmente con las iglesias evangélicas, se instaló en el país”, afirma Daniella Inojosa, del colectivo feminista Tinta Violeta. “La Asociación de Médicos obstetras y ginecólogos incluso se declaró a favor del aborto y solicitó un cambio en las leyes, por el peligro a la vida de las mujeres, usando un argumento bastante avanzado. Ahora, muchos médicos y médicas no realizan el aborto aunque la vida de la madre esté en riesgo. Pero, por suerte, no son la mayoría. Son casos aislados.”

El movimiento feminista en Venezuela lucha por la despenalización total del aborto. “Pero entendemos que, en nuestro contexto y en la realidad que tenemos, incluir las causales clásicas ya seria un éxito”, afirma Daniella, refiriéndose a las causales por violación y riesgo a la salud.

Colombia

Desde 2006, personas gestantes en Colombia tienen derecho al aborto en tres causales: riesgo a la vida o salud de la persona gestante, violencia sexual o inviabilidad fetal. La dificultad del pleno ejercicio de esos derechos se da, principalmente, por las barreras en el acceso a la información y por entreves institucionales. Por ese motivo, la demora en lograr realizar el aborto legalmente lleva a personas gestantes a interrumpir los embarazos avanzados.

Un caso emblemático en el país fue el de una mujer que, tras acudir a una de las instituciones de referencia en atender casos de aborto, ProFamilia, tuvo su caso divulgado. “Esto generó miedo en muchas mujeres de ir al ProFamilia”, cuenta Laura Vásquez Roa, de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Colombia.

“En ese caso, la mujer tuvo que abortar con siete meses por una serie de barreras institucionales. Hubo una fuerte campaña de los grupos antiderechos, que difundieron su identidad, pusieron nombre al feto como si fuese un niño nacido. Muchas mujeres pasaron a tener miedo de tener también su privacidad en juego.”

En Colombia, el movimiento feminista tiene redes de acompañamiento para personas que desean abortar de forma segura o que buscan información sobre el tema.

Ecuador

Según el código penal ecuatoriano, el aborto está permitido solo en dos situaciones, cuando la vida de la mujer está en riesgo o el embarazo es resultado de una violación sexual cometida contra una mujer con discapacidad mental.

En 2012, una reforma del Código Penal podría haber cambiado los casos en los que se permite el aborto, pero el Parlamento no aprobó los cambios y se mantuvo la ley de 1938. Entre 2009 y 2016, esta restricción obligó a 17.448 niñas menores de 14 años a parir, en la mayoría de los casos, embarazadas por violación.

Como describe Alejandra Santillán Ortíz, integrante del Parlamento Plurinacional y Popular de Mujeres y Organizaciones Feministas, los imaginarios machistas promovieron la forma de hacer política en el país, así como la fuerza de representantes del movimiento religioso católico Opus Dei. “Esta situación es consecuencia de la ausencia de políticas públicas con perspectiva de género. Las concepciones de los antiderechos nada tienen que ver con la vida de las mujeres.”

El último 25 de agosto, la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó un nuevo Código de Salud, que presenta algunos avances, fruto del activismo feminista. El nuevo código reconoce el embarazo en la infancia y la adolescencia como un problema de salud pública, bien como casos de embarazo que generen riesgos a la vida de la persona gestante, a partir también de datos relacionados a la mortalidad materna y el suicidio.

El Salvador

Una de las legislaciones más duras del mundo con relación al aborto es la de El Salvador. En el país centroamericano, una reforma penalizó completamente el aborto cuando, a fines de los años 90, la Constitución pasó a considerar “el ser humano desde la concepción”. La restricción lleva a índices preocupantes de abortos inseguros y suicidio.

El caso de Evelyn Hernández ilustra la actuación del sistema judiciário en el país respecto al aborto. En 2016, la joven tuvo complicaciones en el parto y fue condenada a 30 años de prisión por homicidio. Estuvo presa 33 meses hasta ser absuelta, el año pasado.

“La mayoría de los casos relacionados a esta ley son emergencias obstétricas o partos hospitalares”, afirma la periodista y activista feminista Clanci Rosa. “Mujeres que viven en zonas rurales, más apartadas, son condenadas por homicidio si tienen una emergencia obstétrica y no llegan a tiempo en los hospitales.”

El movimiento feminista del país lucha, inicialmente, por una normativa que incluya cuatro causales permitidas por ley: violencia sexual, riesgo de salud y vida de la persona gestante e inviabilidad fetal.

Bolivia

Desde los años 70, el aborto es legal en casos de violación y riesgo de vida de la persona gestante. Sin embargo, el atraso en los procesos jurídicos dilataban los procesos en casos de embarazo por violación hasta después de los nueve meses de gestación.

En 2014, una sentencia constitucional viabilizó la interrupción del embarazo a partir de una denuncia. No obstante, esto no es cumplido fuera de las principales ciudades y capitales. “En las zonas rurales, es difícil llegar a los centros de salud que realicen el procedimiento”, afirma Adriana Guzmán Arroyo, miembro de las Socorristas Comunitarias de Bolivia, una red creada junto con las socorristas de Argentina.

“La mayor dificultad del cumplimiento es en el caso de violación de niñas. En julio de este año, en Chaco, territorio guaraní, hubo toda una movilización para impedir la interrupción legal del embarazo de una niña violada diversas veces por su padrastro. La única forma de viabilizar el aborto fue con la intervención de la Defensoría del Pueblo”, afirma, enfatizando que, después del golpe de Estado de Bolivia, la situación empeoró.

“El movimiento conservador del país dificulta el cumplimiento de la sentencia constitucional, que es lo único que tenemos como garantía para la interrupción del embarazo. Niñas son obligadas por las iglesias a parir, o dar en adopción.”

Chile

En este país sudamericano, un alto número de médicos declaran objeción de conciencia: cerca del 50% de profesionales de la salud de la red pública. El país llega a permitir la objeción de conciencia no solo por parte de profesionales de la salud, sino también de instituciones. Los casos de aborto considerados legales en Chile son por riesgo de vida de la persona gestante, violencia sexual e inviabilidad fetal.

Lieta Vivaldi, abogada de la ABOFEM y de la Mesa Acción por el Aborto en Chile, apunta que la facilidad para declarar la objeción es una manera efetiva encontrada de inviabilizar las interrupciones voluntarias del embarazo mismo en casos previstos en ley. “Basta llenar un formulario. Pueden declarar la objeción por motivos profesionales, o simplemente por volumen de trabajo o complicaciones burocráticas”, afirma Lieta.

“Otros problemas cruciales son la falta de capacitación del personal de salud, no solo para saber como atender a esos casos, pero para informar y desestigmatizar el aborto”, completa.

Fernanda Paixão/ Brasil de Fato / Nodal / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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2) AMÉRICA LATINA: MUJERES Y NIÑAS COMPARTEN VIOLENCIAS Y POCA ATENCIÓN DE LOS GOBIERNOS

Sin importar el país, mujeres y niñas de la región Latinoamericana comparten violencia, exclusión, pobreza, abusos, deserción escolar, embarazos forzosos, feminicidio, exclusión laboral y nulo acceso a la salud, así lo compartieron mujeres concejalas y la presidenta municipal de México, Colombia, Chile y El Salvador durante el Conversatorio regional “Experiencias de las mujeres en la política en apoyo a la población, acciones y retos”.

En el evento que se llevó a cabo el pasado 29 de agosto y fue convocado por la organización chilena “Desarrollo Sin Fronteras”, la presidenta municipal de Tlaxcala, México, Anabell Avalos Zempoalteca; la concejala del movimiento político “Estamos Listas en Medellín”, Colombia, Dora Cecilia Saldarriaga Grisales; la concejal de la municipalidad de Viña del Mar, Chile, Laura Gianicci Natoli; y Keyla Cáceres de León, especialista en incidencia parlamentaria y organización comunitaria de El Salvador, coincidieron en que la crisis sanitaria por COVID-19 ha evidenciado las múltiples situaciones de vulnerabilidad a las que se enfrentan las mujeres, no obstante las respuestas de los Estados que no han tomado en cuenta el impacto diferenciado entre mujeres y hombres, convirtiéndose en un reto mayúsculo los esfuerzos que realizan desde sus espacios políticos.

En Medellín, la pandemia exacerbó las violencias que viven las mujeres. Incrementaron los casos de feminicidio, la violencia familiar y sexual. De enero a la fecha han desaparecido 15 mujeres. Sin embargo, pese a que existen varias implementaciones gubernamentales en materia de género, no existe voluntad política para enfrentar estas violencias.

Al igual que en México, hubo un aumento en las llamadas a los números de emergencia por violencia, sin embargo, las denuncias no prosperan pues para el sistema judicial éste continúa siendo un tema accesorio. La violencia contra las mujeres es una pandemia poco visibilizada.

En México, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública los casos de feminicidio subieron 40 por ciento. De enero a junio, a nivel nacional, se iniciaron 18 mil 884 carpetas de investigación por violencia familiar, de las cuales 2 mil 824 se abrieron en junio, lo que representó un incremento del 18 por ciento comparado con las registradas en mayo.

“Encerramos de golpe a las mujeres con sus agresores, en medio de una cuarentena estricta, en un estado de excepción, con tanquetas en las calles combatiendo el virus, ¿por qué?, lo único que esta acción desencadenó fueron violaciones y desaparición de niñas”, puntualizo Keyla Cáceres, de El Salvador.

“La violencia contra las mujeres en el contexto de la COVID-19 es un panorama igual en toda la región. En Chile, las mujeres se enfrentan a una diversidad de violencias e incremento del trabajo del hogar”, dijo en su oportunidad, Laura Gianicci.

Trabajo de cuidados

Otro tema que cruza a los cuatro países fue el de cuidados. Ante el confinamiento, el trabajo no remunerado de las mujeres se exacerbó. Para Dora Saldarriaga “si no se reconocía el aporte de las mujeres en los cuidados y cómo ellas son quienes sostienen los sistemas productivos de los países, la crisis sanitaria lo puso en la lupa, sin embargo, se sigue mirando como un deber ser de las mujeres”.

El trabajo no remunerado se ha multiplicado en el confinamiento, a las labores de quehaceres del hogar se han sumado el cuidado de personas adultas mayores, de niñez y adolescencia y la instrucción escolar. A nivel mundial los datos demuestran que con cada 2 horas más de trabajo de cuidados diario que tiene una mujer pierde 10 por ciento de trabajo remunerado.

“Para los hombres el tema del cuidado lo tienen resuelto, siempre es una mujer la que lo resuelve”. Mientras que para las mujeres se multiplicó este trabajo, al trabajo remunerado desde casa, se sumó el trabajo del hogar, el cuidado de la familia, y la atención escolar de hijas e hijos. “En una breve encuesta encontramos que para las mujeres se habían incrementado entre 4 y 6 horas de cuidados a diferencia de los hombres”, puntualizó la Concejala de Medellín.

Empleo

En materia de empleo remunerado, en el caso de El Salvador, una parte importante de su economía sobrevive de la industria textil, las maquilas, donde trabaja un porcentaje alto de mujeres adultas con enfermedades crónicas. Con la pandemia, se incrementó la explotación laboral, a los sueldos bajos, se le sumó el despido masivo y el freno en el acceso a la salud. Muchos de los patrones dejaron de pagar las cuotas de salud, bajo la pasividad del gobierno, desde febrero de 2020. “Las mujeres no han podido acceder a la salud; las han despedido sin un pago correspondiente por su trabajo y antigüedad. El gobierno permanece callado”.

Para Viña del Mar este escenario es familiar. Lejos de los reflectores del Festival de Viña del Mar, esta ciudad es donde existe el mayor número de campamentos de extrema pobreza en el país, y el segundo lugar nacional con personas adultas mayores.

“La pandemia nos tomó en un momento brutal. Actualmente no hay ingresos, están cerradas las fuentes de empleo (casinos, hoteles, servicios) y las que más enfrentan estos despidos son las mujeres. Las trabajadoras del hogar son las más golpeadas, y recién en el Congreso se acordaron de ellas”. La pobreza tiene rostro de mujer, sin embargo, aún en la pandemia están invisibilizadas.

Mientras que las personas adultas mayores viven una violencia estructural implícita y empobrecida. Llegar a una edad adulta también implica el empobrecimiento y el olvido de los familiares, donde las mujeres adultas mayores son las que enfrentan las peores condiciones.

Incremento de embarazos en niñas y adolescentes
Otro de los retos que enfrenta la región son los embarazos de niñas y adolescentes. De acuerdo con el Fondo de Población de las Naciones Unidas es posible que 47 millones de mujeres de 114 países de bajos y medianos ingresos no puedan tener acceso a anticonceptivos modernos, por lo que se prevén hasta 7 millones de embarazos no deseados.

En El Salvador, se incrementaron los embarazos en niñas de 10 a 19 años de edad. “Tenemos registrados más de 6 mil embarazos en el contexto de la pandemia. En el segundo trimestre de 2020 hemos registrado un incremento de embarazos de niñas de 10 a 14 años de edad, una violación legitimada por el Estado. Un Estado que se olvidó de poner la mirada de género en cada una de las decisiones que tomó para mitigar esta pandemia”.

En medio del coronavirus, la violencia y la violencia sexual desembocaron en embarazos a una edad muy temprana que limita las posibilidades de las niñas, en medio de Estados que las obligan a tener esas hijas e hijos y que no les dan la libertad de interrumpir un embarazo no deseado que pone en riesgo su salud. Necesitamos garantizar a las niñas un futuro y no la maternidad forzada a la que ahora se están enfrentando. El Instituto Guttmacher calcula que este año se producirán al menos tres millones de abortos en condiciones de riesgo.

Actualmente 90 por ciento de los hospitales en el país son para COVID-19, por lo que no hay monitoreo, seguimiento y, en algunas instituciones, persiste el desabasto de medicamentos. A nivel mundial, se estima que 113 mil mujeres podrían morir por no tener acceso a salud reproductiva durante sus embarazos a raíz de la pandemia.

Acceso a la educación

En materia educativa, las cuatro mujeres coincidieron que en medio de un regreso escolar inminente, la deserción escolar al terminar este año será enorme. En el caso de El Salvador, sólo 17 por ciento de la población tienen acceso a internet, lo que impacta a las niñas y adolescentes de las zonas más marginadas.

“En El salvador a las niñas que no tienen WhatsApp para recibir y enviar tareas, les pidieron ir a la escuela a recoger las guías de trabajo, eso significaba ponerlas en riego porque las calles están llenas de policías y soldados, además que se tenía un control para la salida por lo que su madre, padre o tutor tampoco podían salir todos los días a traer las tareas”, señaló Keyla Cáceres.

Como un acto para romper el aislamiento físico a través de la comunicación virtual, las mujeres coincidieron en que uno de los principales retos que enfrentan en medio de la pandemia es colocar en la agenda pública los retos y necesidades que enfrentan las mujeres de sus países. No puede existir ningún intercambio de ideas, foros, discusiones sin que las mujeres estén presentes. “Ese es nuestro trabajo permanente en estos cargos, que se visibilice dónde están las mujeres, sus retos y necesidades, y con ello construir políticas públicas con perspectiva de género. No se trata sólo de llegar e implementar las agendas que están colocadas sino colocar la agenda de los Derechos Humanos de las mujeres”, coincidieron.

“Estar en el mundo de la política no es fácil, pero sí una oportunidad para hacer un cambio. Un frente común entre mujeres de Latinoamérica. Conocernos más allá de las fronteras. Hay mucho por hacer para cerrar las brechas de género”.

Los Estados necesitan resolver la desigualdad social que nos ha llevado a las mujeres a ser el eslabón más débil en medio de la pandemia. Si no existe una voluntad política para resolver las brechas de género se van a incrementar en los siguientes años, concluyeron.

Cimac Noticias / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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3) ARGENTINA: HISTÓRICO: SE ESTABLECIÓ EL CUPO LABORAL TRANS EN EL SECTOR PÚBLICO NACIONAL

A partir del decreto 721/2020, el presidente de la Nación Alberto Fernández estableció el cupo laboral para personas travestis, transgéneros y transexuales. De esta manera se garantiza que un mínimo del 1% de la totalidad de los cargos y contratos del sector público nacional, en cualquier modalidad, sea ocupado por estos grupos que han sido históricamente marginados de trabajos formales y estables.

Con esta medida se establecerán reservas de puestos de trabajo a ser ocupados exclusivamente por personas travestis, transexuales o trangéneros.

Asimismo, desde el momento en que se aplique la decisión del Gobierno Nacional se crea, en el ámbito del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad (MMGyD), tanto el Registro de Personas Travestis, Transexuales y/o Transgénero, aspirantes a ingresar a trabajar en el Sector Público Nacional; como la Unidad de Coordinación Interministerial.

Elizabeth Gómez Alcorta, ministra del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, celebró la medida y señaló que “desde el Estado tenemos la obligación de generar las condiciones para garantizar el ejercicio pleno de sus derechos y la igualdad de oportunidades. El Cupo Laboral Trans es un paso importante en ese camino”.

Radio Gráfica / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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4) GUATEMALA: MUJERES PERIODISTAS DENUNCIAN ATAQUES EN SU CONTRA

Las periodistas Pia Flores, Jody García, Kimberly López y Francelia Solano, denunciaron hoy que desde hace nueve meses se ha desatado una serie de ataques virtuales en su contra, en la mayoría de casos, por sus trabajos de investigación periodística sobre violencia contra las mujeres, publicado en el medio de comunicación Nómada. Además, que esto las vulnera en su derecho a la seguridad, al libre ejercicio periodístico y de libertad de expresión.

Los ataques provienen de diversos perfiles, pero en la mayoría son hombres, que utilizan palabras denigrantes, de burla y de amenaza. Con estas acciones buscan poner en duda la credibilidad y la ética de ellas y su trabajo periodístico que refiere a casos de violencia contra las mujeres, abuso sexual y hasta corrupción.

Según Pia, han logrado identificar una serie de patrones en esos ataques, uno de ellos las cuestiona sobre por qué no han realizado una investigación periodística de los señalamientos de acoso y abuso sexual contra el exdirector Martín Rodríguez, como lo han hecho en otros casos similares.

“Nos cuestionan que como periodistas no investiguemos el caso como lo hacemos en otras situaciones, pero eso no nos corresponde por la relación que existía al momento tanto con la persona señalada como posiblemente con las denunciantes”, indicó Pia.

A partir de ese cuestionamiento, también se busca censurarlas sobre temas relacionados con violencia contra la mujer. “Es como si ahora nosotras ya no pudiéramos hablar de esos temas. Incluso, durante la pandemia de coronavirus yo publiqué varias notas sobre salud y no recibí la cantidad de ataques como cuando escribí de violencia contra las mujeres”, puntualizó Pia.

Para Kimberly y para Francelia, ser blanco de estos ataques “es desgastante y agotador, porque llega un punto donde esas ofensas te tocan y te hacen sentir indefensa y sin energías para enfocarte en tu trabajo como periodista”.

No obstante, para las periodistas existe peligro al tolerar ese tipo de ataques, que buscan minar y silenciar temas y voces que recopilan denuncias o seguimiento a procesos judiciales contra perpetradores de delitos. “Ser periodista y hacer periodismo es un gran privilegio y una gran responsabilidad, porque se trata de escuchar y contar las historias que a veces no son conocidas”, indicó Kimberly.

Francelia asegura que los episodios de estrés a las que son sometidas por ese constante acoso, también tienen implicaciones físicas importantes para ellas, por eso decidieron presentar la denuncia pública en sus redes sociales, para evitar que ese tipo de violencia pueda escalar y para que la población no sea indiferente.

“Pedimos que se puedan bloquear esas cuentas que nos acosan porque es un primer paso, pero importante”, indicó Francelia, quien ayer anunció su retiro de Nómada junto a Pia y Kimberly.

Por su parte, Jody añadió que también existe una serie de ataques que se incrementan cuando escribe sobre temas de justicia, elección de cortes en el país o corrupción. “La estrategia es silenciar, si no decimos nada ahora, esto puede llegar a un punto en el que no vamos a poder decir nada, porque nos vinculan a hechos que no tienen nada qué ver con nosotras”.

De enero a junio de este año se han documentado 43 ataques contra periodistas en Guatemala, según cifras del Ministerio Público y de la Asociación de Periodistas de Guatemala, que también ha denunciado el incremento de agresiones en el contexto de la pandemia de coronavirus.

Lourdes Álvarez Nájera / Prensa Comunitaria /
COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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5) PARAGUAY: EXIGEN SE INVESTIGUE LA MUERTE DE DOS NIÑAS EN UN ATAQUE CONTRA LA GUERRILLA

Las autoridades de Paraguay presentaron como un éxito un operativo de la Fuerza de Tareas Conjunta contra un campamento de la guerrilla Ejército del Pueblo Paraguayo. La conferencia del presidente, Mario Abdo, fue el miércoles, y allí precisó que dos “guerrilleras” habían sido “abatidas” en el procedimiento, que continuaba con la búsqueda de quienes lograron escapar.

Sin embargo, las “guerrilleras” fueron identificadas –después de su exhumación– como dos niñas de 11 años que nacieron en Argentina, cuyo gobierno reclamó la aclaración de los hechos. Sus familiares las describieron como “nenas bien educadas, buenas estudiantes”, hijas de dos guerrilleros, pero que “jamás tuvieron nada que ver con la guerrilla”.

Abdo respondió asegurando que las niñas habían sido utilizadas “de manera cobarde e irresponsable” por integrantes de la guerrilla para protegerse ante el ataque de la Fuerza de Tareas Conjunta, integrada por policías y militares.

Reclamos en Paraguay y en el extranjero

La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay aseguró que se trató de un operativo “criminal” y consideró inexplicable que los cuerpos fueran enterrados antes de ser identificados y entregados a sus familiares. “Pareciera existir premura por intentar borrar evidencias del terrible suceso”, agregó en un comunicado.

A los reclamos se sumó el sábado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que planteó que, así las niñas integraran la guerrilla, debían ser protegidas por el Estado. Además, llamó al gobierno a “investigar las circunstancias de la muerte de las adolescentes” y a “redoblar los esfuerzos” para la “prevención del reclutamiento forzado de niñas, niños y adolescentes”.

También se sumó a estas exigencias el representante en América del Sur de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jan Jarab, quien calificó como “un hecho gravísimo” la muerte de dos niñas “a quienes el Estado debía proteger”. La cancillería paraguaya consideró “irresponsable” este pronunciamiento de Jarab y anunció que le retiró la confianza al funcionario. Además, planteó que no recibió ninguna solicitud de información por parte de la oficina de Jarab, y lo instó a que “se nutra de la información oficial para emitir pronunciamientos más equilibrados y objetivos”. Con respecto al reclamo de una investigación rápida e imparcial, planteado por varios organismos, el gobierno paraguayo afirmó que “en Paraguay rige el Estado de derecho; en consecuencia, las investigaciones llevadas a cabo por los órganos jurisdiccionales son imparciales e independientes”.

Protestas en Paraguay

Varios partidos de la oposición paraguaya repudiaron la “bochornosa actuación” de la Fuerza de Tareas Conjunta. En un comunicado conjunto, el Partido Liberal y el Frente Guasú, entre otros, acusaron al gobierno de utilizar “datos forenses aparentemente manipulados con tal de atenuar la gravedad de este caso y su responsabilidad”.

Por otra parte, los medios paraguayos mostraron este domingo grafitis contrarios al gobierno realizados en el Panteón de los Héroes, parte del patrimonio histórico del país. Varios ministerios repudiaron el “vandalismo y la profanación” del lugar, sin pronunciarse acerca de la protesta en la que fueron realizados los grafitis, durante la cual se repudió la muerte de las dos niñas por la actuación de la Fuerza de Tareas Conjunta.

La Fiscalía anunció el sábado que investigará los “actos vandálicos” y el domingo anunció que había imputado a tres mujeres como las autoras de las pintadas.

La Fiscalía empezó a investigar la muerte de las niñas cuando la cancillería argentina presentó su reclamo por las muertes. Hasta ahora esto no se tradujo en imputaciones, aunque sí ordenó su exhumación y confirmó que las víctimas tenían 11 años.

La Diaria / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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6) TURQUÍA: EBRU TIMTIK, ABOGADA Y PRESA POLÍTICA KURDA MURIÓ EN HUELGA DE HAMBRE

En septiembre de 2017, 18 abogadas y abogados turcos, miembros de la asociación izquierdista Çağdaş Hukukçular Derneği (ÇHD) o Halkın Hukuk Bürosu (HKK), que significa la Oficina Legal del Pueblo, fueron detenidas por el régimen de Erdogan. Eran profesionales destacadas por su defensa de diversos disidentes del Estado turco, tanto kurdos como turcos.

Se les acusó de delitos de terrorismo y fueron encarceladas. En marzo de 2019 fueron condenadas por una supuesta pertenencia al Partido/Frente Revolucionario de Liberación del Pueblo (DHKP-C) y se les impuso largas penas de prisión. Desde el principio se denunció que su juicio no fue justo y que la condena se basó en declaraciones opacas y contradictorias de un único testigo.

Ebru Timtik, una abogada turco-kurda fue condenada a 13 años y 6 meses de prisión. Su compañero Aytaç Ünsal fue condenado a 10 años y 6 meses. Amnistía Internacional consideró que sus sentencias fueron «una parodia de la Justicia y una demostración de que los tribunales turcos sucumben a la presión política y no pueden tener juicios justos«. Recordamos que en este medio hemos publicado artículos sobre la represión en Turquía y las condiciones de sus cárceles, como se puede leerpinchando aquí. La Corte de Apelación desestimó el recurso de apelación contra la Sentencia y, a día de hoy, el Tribunal Supremo de Turquía todavía no ha resuelto sus recursos.

El pasado día 5 de abril, Timtik y Ünsal se declararon en huelga de hambre indefinida, recrudeciendo el ayuno al que habían decidido someterse previamente el día 2 de enero de 2020. Lo único que reclamaban era un juicio justo. Durante todo el tiempo que ha durado la huelga, han contado con el apoyo de asociaciones como Abogados Europeos Democráticos (AED) y la Asociación Libre de Abogados (ALA), que exigían su liberación inmediata (podéis leer comunicados al respecto aquí). La AED presentó una solicitud de libertad de Timtik y Ünsal firmada por 365 abogadas extranjeras y 400 turcas, que fue ignorada por el régimen de Erdogan.

El 30 de julio, ambas fueron trasladadas desde la prisión de Silviri a distintos hospitales de Estambul. Unos días después, el Instituto de Medicina Forense los declaró no aptos para el encarcelamiento. Pese a ello, no fueron puestos en libertad. El pasado 14 de agosto, el Tribunal Constitucional de Turquía rechazó una solicitud de puesta en libertad que habían presentado.

El pasado 27 de agosto, la abogada Ebru Timtik perdió la vida. Pesaba tan solo 30 kg. La Oficina Legal del Pueblo anunció en Twitter que Timtik estaba recibiendo asistencia médica incluso después de que su corazón se detuviera.

Se trata de la cuarta persona que fallece en una prisión turca a consecuencia de una huelga de hambre en lo que va de año. Las tres anteriores fueron Helin Bölek, İbrahim Gökçek (ambas miembros del conjunto musical Grup Yorum) y Mustafa Koçak.

Antes del funeral de Timtik, su abogado Sinan Zincir dijo lo siguiente: «Perdimos a nuestra hermana Ebru, nuestra camarada, en el día 238 de su resistencia a la muerte«. Zincir añadió que Timtik fue una mártir. «Es nuestro juramento, hemos dicho en todas partes que seguiremos hablando, que protegeremos sus recuerdos. Construirnos ese hermoso país que Ebru ha anhelado en estas tierras«.

Durante el funeral, la policía turca atacó a las asistentes con gases lacrimógenos, camiones blindados y un helicóptero, según informó el Deustche Welle.

Por su parte, su compañero Aytaç Ünsal ha decidido seguir adelante con su huelga de hambre, dispuesto a llegar a las últimas consecuencias.

Todo por Hacer / Desinformemonos / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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7) ENTRE LA MEMORIA Y EL OLVIDO: MUJERES NO PERMITIDAS EN LA HISTORIA MAPUCHE

Por María José Lucero Díaz, Carola Pinchulef Calfucura y Marie Juliette Urrutia Leiva*

A pesar de haber sido actoras importantes en las luchas contra la usurpación territorial y el extractivismo, las mujeres Mapuche son permanentemente invisibilizadas tanto en la historia oficial como en los relatos sobre las resistencias. A la violencia estatal, judicial y latifundista se suma la del racismo y el patriarcado que las discrimina por ser mujeres, indígenas y pobres.

Durante la construcción de las repúblicas de Chile y Argentina, la reducción de las vidas Mapuche ha sido una constante. Ante esta situación, el pueblo Mapuche ha elaborado proyectos de resistencia para combatir las consecuencias de la colonización: la usurpación de tierras, el arrinconamiento, la radicación, y la reorganización sociopolítica, económica y espiritual del pueblo. Asimismo, esto ha devenido en la subvalorización de las experiencias Mapuche, a través de la construcción de imaginarios negativos en torno a su lucha histórica.

En este contexto, las mujeres Mapuche han planteado múltiples formas de subvertir esta deshumanización mediante acciones, disputas y discursos. Memorias y escritos históricos hacen referencia a la participación de las mujeres en la construcción de un horizonte Mapuche común. Más no sólo eso: hasta la actualidad diversos espacios han sido teñidos por la búsqueda de justicia y dignidad, como registran sus trayectorias. Entonces, ¿por qué no aparecen en la construcción de los relatos históricos? ¿Cuáles son los motivos de la invisibilización de sus nombres y escasa alusión a su participación en la lucha por la tierra, la justicia y la dignidad del pueblo mapuche?

Nuestra intención es dar una mirada de largo alcance a estas resistencias, poniendo especial atención a tres períodos de la historia reciente, en donde la participación de mujeres Mapuche ha sido relegada al anonimato y la pasividad, y sus memorias han sido reducidas en diversos contextos de violencia patronal, estatal y comunitaria. En este sentido, nos interesa subrayar la relevancia que han tenido estas trayectorias anónimas para situarlas en un lugar central, dando cuenta de la importancia que sus memorias tienen en la construcción de la historia mapuche pasada y presente.

Las mujeres mapuche en las recuperaciones de tierras durante la Unidad Popular (1970-1973)

Corría la fría mañana del 22 de noviembre de 1971 en la ciudad de Nueva Imperial, cuando 15 Mapuche pertenecientes a la reducción Queipue se alistaban a recuperar el potrero del Fundo Huilío de Gustavo Navarrete Suárez. Llevaron consigo herramientas de trabajo para la tierra, totora para la construcción de casas y alimentos. La demanda principal fue inscrita en el portón de entrada al fundo: ‘‘Queremos recuperar nuestra tierra’’. Estaba firmada como Netuaiñ Mapu, organización mapuche fundada en el contexto de profundización de la Reforma Agraria en Chile. Los hombres, mujeres y niños entraron al fundo convencidos de que aquella tierra debía recuperarse de forma directa, pues los canales institucionales, como las demandas presentadas por sus abuelos ante el Juzgado de Indios, no dieron los frutos que esperaban.

Levantaron los cimientos de lo que sería su futura casa con totora y armaron un fogón en el que prepararían el almuerzo. En paralelo, la patronada liderada por Navarrete y otros latifundistas de Imperial se acercaban en camionetas con escopetas para arremeter contra quienes llevaban a cabo una recuperación efectiva. Durante el almuerzo, irrumpieron por el potrero hombres y mujeres mapuche atravesando el pecho de Francisco Cheuquelen, quien murió de manera inmediata mientras su hermano, Ramón, falleció un día después a causa de los golpes recibidos.

A pesar de su evidente estado de gestación, Berta Pichilen, esposa de Francisco, también falleció en el fundo por los golpes y los impactos de balas, símbolos de una violencia permanente de parte de dueños de fundos sobre cuerpos mapuche. Las balas también impactaron sobre otras mujeres en resistencia, como Sara Pichilen y Elulalia Cuminao que, al igual que Berta, habían tomado la decisión de recuperar las tierras que consideraban propias.

La recuperación de tierras marcó sus cuerpos con huellas imborrables. Sin embargo, la construcción de la historia durante este periodo reciente las redujo al anonimato, sus huellas no han sido consideradas y el lugar principal en la construcción del relato se concedió a los hombres. ¿Será que quienes construyen metarrelatos, que se esfuerzan por elaborar conocimientos, se han convertido en otro patrón, no de fundo, pero sí de la historia? De igual manera, hay otras trayectorias de lucha de mujeres mapuche que se mantienen en los márgenes de la historia, a pesar de estar marcadas por la valentía, la fortaleza y la permanencia de sus resistencias hasta la actualidad.

Los pies en la calle, las manos vacías: la violencia dictatorial (1973-1990)

Durante la dictadura militar se violaron sistemáticamente los derechos humanos del pueblo Mapuche por parte del Estado chileno. En este clima de terror, el género fue una dimensión central que enmarcó la inusitada violencia de esta época: una gran mayoría de los asesinados y la totalidad de los desaparecidos son varones, mientras que las mujeres se hicieron cargo de las búsquedas de sus cuerpos y del acceso a la justicia. Las historias de estas mujeres, relacionadas especialmente con las desapariciones forzadas en territorio Mapuche, han sido negadas por la sociedad chilena y por las propias comunidades.

Este es el caso de la papay Mercedes Huiaiquilao, esposa de Gervasio Huaiquil, detenido desaparecido. Históricamente, por los roles de género, la propiedad de las tierras se han traspasado entre hombres, una práctica propia de las sociedades patrilineales. Es por ello que, tras casarse, Mercedes fue a vivir a la comunidad de su marido, en donde todos los vecinos eran familiares de él. Allí tuvieron una ruka, y formaron una familia junto a sus siete hijos. Para el golpe de Estado en septiembre de 1973, la menor de los hijos tenía cinco meses y la mayor 7 años. Una madrugada, llegaron los carabineros a su casa: a la papay la obligaron a acostarse y seguir durmiendo mientras se llevaban a su marido sin ninguna explicación. Luego amarraron la puerta por fuera y le prendieron fuego a la ruka. La papay pudo salvar su vida y la de sus pequeños hijos rompiendo con un hacha la puerta de totora para escapar de las llamas.

“Sus trayectorias de resistencia han sido silenciadas históricamente por considerarse sin importancia, anecdóticas y aisladas.”

En compañía de su hija mayor de 7 años, con su bebé en brazos y con los otros niños al cuidado de una hermana, la papay Mercedes buscó a su marido por todas las comisarías y retenes cercanos. Caminaba hasta 20 kilómetros bajo la lluvia y el frío que envuelven el sur. Pronto fue amenazada y detenida ilegalmente por carabineros de la zona para que abandonara su búsqueda. Con el tiempo, también comenzó a sufrir la humillación y la agresión de la comunidad, que la culpaba por la desaparición de su marido. Con los años, Mercedes fue llevada a aislarse junto a su familia. Allí vivió la pobreza, el hambre, el terror y las vejaciones por ser la esposa de un detenido desaparecido. Hasta la fecha, es señalada por haber recibido una compensación monetaria, como parte de las políticas de reparación de la justicia transicional chilena. A pesar de esta compensación, la papay todavía no encuentra el cuerpo de su esposo ni ha visto en la cárcel a todos los responsables de su desaparición, aun cuando reconoció a tres de ellos aquella madrugada. Sin embargo, a sus 80 años, sigue luchando por la verdad, la recuperación de la memoria y la dignidad de don Gervasio y su familia.

La de papay Mercedes no es una historia aislada. La violencia ejercida desde la comunidad de su esposo coincide con el padecimiento de otras mujeres Mapuche que no tuvieron la posibilidad de continuar en sus propias comunidades debido al despojo y a la falta de acceso a las tierras. Sus trayectorias de resistencia han sido silenciadas históricamente por considerarse sin importancia, anecdóticas y aisladas. Sin embargo, pese a este reduccionismo ellas siguen luchando por conseguir justicia y dignidad en sus vidas.

La desterritorialización de la mujer mapuche migrante (1990-2020)

Las tierras localizadas en lo que denominamos Wallmapu, el territorio Mapuche histórico, se convirtieron en el foco principal de las discordias. Primero, las disputas fueron entre el pueblo Mapuche y las tropas españolas y, posteriormente, con el Estado de Chile y los particulares chilenos y extranjeros. De ahí que en nuestros territorios se libraran numerosas resistencias en su defensa, ya que la mapu (tierra) es la base de nuestra existencia como pueblo. Cabe recordar que el Parlamento de Tapiwe en 1825 fue la última negociación política que pactaron las autoridades ancestrales Mapuche con los representantes de la nueva nación. Sin embargo, el Estado chileno decidió romper de manera unilateral el acuerdo. En consecuencia, las tierras Mapuche se vieron sometidas a un constante proceso de despojo a través de abusos, engaños y múltiples violencias, principalmente ejercidas desde el Estado.

No obstante, la codicia por las tierras también surgió al interior de las familias Mapuche. La escasez de terrenos fértiles ha generado rencillas entre padres e hijos y, entre hermanos y hermanas, debido al empobrecimiento material de las comunidades a raíz del despojo territorial. Este escenario visibiliza otras formas de violencia y resistencia a las que se enfrentan las mujeres. En particular, las que se vieron obligadas a migrar del campo a la ciudad en busca de una fuente laboral que les permitiera subsistir y ayudar económicamente a sus familias que quedaron en las comunidades.

“Las protagonistas de estas historias evidencian la resistencia que ejercen las mujeres en diferentes frentes de lucha a pesar de que el Estado, la sociedad Mapuche y sus familias insisten en confinar sus relatos en la historia.”

Hilda Calfucura tiene 74 años y fue una de las tantas mujeres Mapuche que arribó a la ciudad de Santiago siendo muy joven y consiguió un trabajo de empleada doméstica en una familia chilena de clase acomodada. Su hermano, Andrés Calfucura, usurpó la tierra que le correspondía por herencia. El hecho de ser soltera, no tener hijos y vivir en Santiago son motivos suficientes para que este dirigente comunitario del sector rural Coipuco, ubicado en la Araucanía, se niegue a devolver la tierra a su hermana. El ser hombre y único varón de la familia, como él ha señalado en reiteradas oportunidades a sus cuatro hermanas, lo llevan a afirmar su derecho sobre la tierra familiar.

Hilda no está dispuesta a perder su tierra, intentó en reiteradas oportunidades entrar en diálogo con su hermano, pero se niega a hablar y también ha ejercido violencia verbal y física contra ella. Asimismo, Hilda se acercó a la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) en busca de asesoramiento judicial en conflictos de tierra. La respuesta fue que debe contratar un abogado particular, a pesar de que ella no cuenta con el dinero para poder hacerlo. Han transcurrido más de 20 años y no ha logrado habitar su tierra, viendo cada día más lejana la posibilidad de hacerlo debido a su avanzada edad y a los delicados problemas de salud que enfrenta. En suma, la tierra también es motivo de disputas al interior de las familias Mapuche y las mujeres enfrentan esta violencia de manera especial.

Las protagonistas de estas historias evidencian la resistencia que ejercen las mujeres en diferentes frentes de lucha a pesar de que el Estado, la sociedad Mapuche y sus familias insisten en confinar sus relatos en la historia.

Entre la memoria y el olvido: resistencias por la recuperación de nuestras voces Mapuche

Las mujeres Mapuche han tenido un rol protagónico en distintos momentos de la historia, pese a que parte del movimiento Mapuche, liderado principalmente por hombres, no ha mostrado interés en evidenciar el papel desempeñado al momento de narrar la contrahistoria. De este modo, se han mantenido en las sombras sus luchas políticas, territoriales y culturales debido a la violencia de género que permea la vida comunitaria y organizacional Mapuche, y por las prácticas racistas y coloniales del Estado chileno.

La invisibilización de las mujeres en la historia pasada y presente de nuestro pueblo es consecuencia directa de la intersección de violencias que experimentan. Se ha invisibilizado el aporte de las mujeres privilegiando la presencia masculina y, particularmente, la de las autoridades Mapuche que han dejado en el olvido la presencia de mujeres, niñas y niños en los relatos, con el propósito de preservar una cultura que está más interesada en mantener “la tradición”.

“El género es solo una de las fuerzas sociales que conforma la violencia multifacética que viven las mujeres Mapuche por el simple hecho de ser mujeres, indígenas y pobres.”

Abordar esta problemática requiere pensar en una discriminación múltiple, pues el género es solo una de las fuerzas sociales que conforma la violencia multifacética que viven las mujeres Mapuche por el simple hecho de ser mujeres, indígenas y pobres. Estas violencias se manifiestan a través del Estado, el poder judicial y la fuerza latifundista. Pero también internamente, como los casos que hemos relatado.

Sin embargo, son mujeres que han desestabilizado los diversos sistemas de opresión que se han ejercido sobre ellas, cuestionando los roles de género que se les ha asignado y luchando por modificar las prácticas clasistas, racistas y patriarcales que las rodean. En este sentido, han sido mujeres que no solo han construido memorias de resistencia, sino que también han enfrentado espacios rígidos y establecidos que no les han querido permitir la centralidad de la historia que merecen.

Las mujeres no permitidas expresan una multiplicidad de territorios y proyectos políticos, en donde la presencia de mujeres Mapuche incomoda cuando esta ejerce una voluntad de transformación y resistencia. Mujeres no permitidas por el Estado, en tanto este ha generado una política de exclusión permanente sobre el pueblo Mapuche. No permitidas para la fuerza latifundista en la medida de que estos han construido un poder sobre el territorio Mapuche. Y, por último, mujeres que incomodan las tradiciones y costumbres al interior de las propias comunidades.

*María José Lucero Díaz es Magister y Doctoranda en Antropología Social en el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) de la Ciudad de México. Además es antropóloga por la Universidad Católica de Temuco en Chile. Correo electrónico: ma.joselucero@gmail.com

Carola Pinchulef Calfucura es Doctoranda en Ciencias Antropológicas por la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa en México. Integra el Grupo de Trabajo de CLACSO sobre Pueblos Indígenas y Proyectos Extractivos, y es Magister en Ciencias Sociales con mención en Género y Desarrollo por FLACSO Ecuador. Correo electrónico: carolapinchulef@gmail.com

Marie Juliette Urrutia Leiva es Licenciada en Historia por la Universidad de Santiago de Chile. Integrante del Trokiñ Peyepeyen. Correo electrónico: marie.urrutialeiva@gmail.com

Debates Indígenas / COMCOSUR MUJER Nº 657 – 07/09/2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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COMCOSUR MUJER ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR
1994 – 19 de junio – 2020 – 26 años
Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC)/
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URUGUAY: CONVOCATORIA DE MADRES Y FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS EL VIERNES 4 DE SETIEMBRE A LAS 18 HORAS EN PLAZA LIBERTAD – comcosur informa 1976 – 04.09.2020

COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020 – Hoy:

1) Uruguay: Convocatoria de Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos el viernes 4 de setiembre a las 18 horas en Plaza Libertad
2) Energúmenos /Jorge Zabalza
3) Covid 19, encrucijada histórica /Luis E. Sabini Fernández
4) Ni la pandemia le da respiro a América Latina /Sergio Ferrari
5) Miedo, asco, odio. La habitación aporofóbica de la ciudad /Néstor Casanova
6) Uruguay. Suprema Corte de Justicia confirma constitucionalidad de Ley de Medios: avala transmisión de partidos de las selecciones de fútbol y básquet en TV abierta /Observacom
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores – Hoy:

I. Ciclo “Alegría en las Ollas”
II. 6ª Marcha de La Diversidad en Santa Lucía
III. Buceo Invisible en Teatro Florencio Sánchez – Cerro
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COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020

1) URUGUAY: CONVOCATORIA DE MADRES Y FAMILIARES DE DETENIDOS DESAPARECIDOS EL VIERNES 4 DE SETIEMBRE A LAS 18 HORAS EN PLAZA LIBERTAD

Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos /03.09.2020

A todas las personas que nos acompañan en estos más de 45 años
A las compañeras y los compañeros que día a día mantienen viva nuestra lucha.

Somos conscientes que nuestro reclamo se ha enraizado en la sociedad uruguaya, aunándose en una sola voz. Juntos/as hemos llevado los carteles y la dignidad legada por nuestras madres iniciadoras. Caminamos convencidos de que Verdad, Justicia y ¿Dónde están nuestros desaparecidos?, son demandas, justas y aportan a la construcción de una mejor convivencia.

En estos días hicimos públicas, nuevas actas de los Tribunales de Honor. Allí, los mismos militares que enfrentados a la Justicia cobardemente no admiten ni recuerdan nada, reconocen ante sus superiores haber secuestrado, torturado, asesinado, desaparecido; su participación en los sucesivos vuelos; y que todo lo ejecutaron cumpliendo órdenes precisas de los altos mandos. No es información nueva pero vuelve a confirmar que la inmensa mayoría de los desaparecidos siguen secuestrados por quienes actuaron institucionalmente y que cerraron filas hasta hoy para ocultarlos.

Desde el 85 a la fecha, el sistema político lo toleró. ¿Hasta cuándo?

Los ciudadanos que no queremos nunca más Terrorismo de Estado, ni perpetradores de crímenes, ni instituciones que los cobijen, no soportamos más excusas.
Llegó el momento en que el sistema político en su conjunto abandone las rencillas mezquinas y enfrente cabalmente esta situación, de la cual todos, unos más, otros menos, tienen una parte de responsabilidad.’

Corresponde a los tres poderes democráticos, exigir junto con toda la documentación existente en sus archivos de inteligencia, los datos de dónde están los desaparecidos.

Que los entreguen ya

Esta investigación profunda, debe ser acompañada de una autocrítica real y pública de las tres fuerzas sobre su participación en el golpe de Estado y en los delitos cometidos en ese marco.

Sin esa autocrítica, será imposible su transformación, y el necesario cambio radical en la educación de las nuevas generaciones de militares. Estas deben formarse sabiendo que la actuación del pasado fue criminal, que se debe trabajar para esclarecerlo, que se debe asumir las responsabilidades y comenzar a reparar a la sociedad y por sobre todas las cosas que deben comprometerse con el “Nunca Más”.

Por ello, convocamos a la ciudadanía a acompañarnos mientras sostenemos las fotos de nuestros/as Detenidos/as Desaparecidos/as en la Plaza Libertad el viernes 4 de setiembre de 18 a 20 hs.

En este contexto de emergencia sanitaria, cuidarnos es responsabilidad de todos.
Pedimos cumplir con las recomendaciones sanitarias.

¿Dónde están nuestros desaparecidos?
Por Verdad, Justicia y Memoria.
¡Presente!

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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1) ENERGÚMENOS

Por Jorge Zabalza /Semanario Voces /03.09.2020

Al declarar ante sus cómplices, Gilberto Vázquez aprovechó la oportunidad y les recordó que estaba encarcelado por crímenes cometidos por todos. Mientras los generales disfrutaban su buen pasar, el asesino la pasaba mal en Domingo Arena: “deben protegerme o los mando en cana”. Quisieron que se callara la boca, pero el muy energúmeno continuó con la lista de las aberraciones, recordándoles a los del tribunal de honor que la política de exterminio y el plan cóndor no eran inspiración de unos pocos. “Todos somos asesinos”, parecía sentenciar, parafraseando el título de la inolvidable película de André Cayatte.

No le busquen más vueltas, a Gilberto no le interesaba que se supiera la Verdad, lanzaba sus dardos contra los mandos porque los quería chantajear. Alguna tajada habrá sacado, pero, para saber su monto, habrá que esperar que se descubran nuevas verdades ocultas. Parece mentira, pero la Verdad quedó comprobada gracias a una vulgar rencilla carcelaria entre delincuentes.

Escribir sobre este escándalo no es nada fácil. Revuelve las entrañas, pero, no de horror, sino de bronca e impotencia. El acta con las declaraciones del energúmeno reconfirma que los crímenes aberrantes obedecieron a una política sistemática de las fuerzas armadas, cuyos mandos ocultaron y ocultan toda la información al respecto. ¿Cómo hacer para que revelen la Verdad y se haga Justicia?

Nadie ignora la responsabilidad de la institución armada, pero, hay genios de las maniobras “políticamente correctas” que apostaron a que el pasaje del tiempo trajera el olvido de unos y el perdón de los otros. Querían convencer a sus fieles de que la cuestión se resolvería por sí sola al morir los verdugos y las víctimas. Sin embargo, aunque de coronel para arriba ya murieron casi todos los culpables, estas actas confirman que la paz solamente llegará cuando se sepa toda la Verdad. El asunto no se resuelve sólo entre verdugos y verdugueados, porque la barbarie intentó esclavizar el pueblo entero. Los efectos del terrorismo no están solo en los costurones que uno lleva en la piel y en el corazón.

Asumir el ministerio de defensa el 1° de marzo de 2005 no era sencillo, más aun, siendo civiles, frenteamplistas y comprometidos con la Verdad y la Justicia. Cayeron, como peludo de regalo, a una institución en manos del terrorismo de Estado, donde predominaba su modo de interpretar la realidad y la historia reciente. El universo dividido en amigos y enemigos, los militares eran más leales a la doctrina de seguridad nacional que a las autoridades civiles. Fue el legado que dejó el general Medina, desacatos y amenazas al por mayor.

Un imperativo ético obligaba a los intrusos civiles, debían horadar muralla de impunidad que protegía a los criminales. Afectase a quien afectare. Provocase la reacción que fuera. Con ese impulso moral, la compañera Azucena logró descubrir, en el año 2007 los más de 14.000 documentos del titulado “archivo Berruti”, que estaban escondidos en el ex CGIOR, ex Escuela de Inteligencia del Ejército.

Abrirlos al conocimiento público era el modo más directo de quebrar la cultura de la impunidad dentro y fuera del ministerio, de demostrar que la Verdad no era un mito sino realidad oculta. Sin embargo, después que Azucena renunció al ministerio debieron pasar más de 10 años para que el contenido de los archivos quedara librado al conocimiento del público. ¿Fue una especie de frenazo, un anticipo de la voltereta que dio Fernández Huidobro como ministro? Es inexplicable que un gobierno progresista haya mantenido en carácter de reservados documentos tan esclarecedores de la Verdad. Los periodistas debieron reemplazar a los gobernantes omisos en el deber de informar a la población.

Tampoco convencen esas explicaciones de “no tengo conocimiento, porque los militares debían informarme y no lo hicieron”. Denota mucha pasividad. El hecho evidente es que los militares, hipotéticamente subordinados del poder civil, les pasaron por el moño las actas con las confesiones de Gilberto. ¿Dónde está la responsabilidad individual del militante? ¿No se debería haber estado mucho más alerta cuando se trataba de tamaño energúmeno? ¿No debían haber leído y releído hasta descifrar el significado de cada punto y coma? ¿O, simplemente, se conformaron con homologar los expedientes que los coroneles pusieron para la firma?

En el segundo gobierno del Frente, Luis Rosadilla y Eleuterio Fernández rindieron sin condiciones el imperativo ético. Culminación bizarra de la derrota de la Verdad, se convirtieron en un engranaje más de la maquinaria burocrática de impunidad, abogados honorarios y voceros de los criminales con los que bebían whisky. Se pasaron los principios por allá abajo. Para que esta historia Nunca Más se repita debe ser la madre de todas autocríticas: ¿qué apoyos fueron necesarios para defraudar la confianza de los que marchan cada 20 de mayo?

Por cierto, si se elude la reflexión sobre las condiciones en que la impunidad se va imponiendo, se seguirán alimentando aves de rapiña y, el día menos pensado, los cuervos nos comerán los ojos. Las cosas deben quedar en blanco y negro, como la tropilla de la muerte.

Jorge Zabalza /Semanario Voces
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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2) COVID 19, ENCRUCIJADA HISTÓRICA

Luis E. Sabini Fernández
revistafuturos.noblogs.org

2020 se presenta como año bisagra, un mojón inolvidable, indeleble, en la sociedad humana, o en lo que quede de ella.

Hagamos un sencillo recorrido: un acontecimiento de escala planetaria, bautizado como pandemia covid 19, que desde fines de 2019 se estaba adueñando de cuerpos y almas, que en marzo definitivamente toma “carta de ciudadanía” con diagnósticos de la OMS y varias otras autoridades y referentes políticos y sanitarios.

Que a su vez ha provocado nuevos alineamientos de fuerzas políticas, mediáticas.

Como para insuflar tendencias conspiranoicas, la declarada pandemia estuvo precedida apenas unas semanas antes por un operativo de simulacro sobre qué hacer en caso de pandemia. El intervalo histórico ha resultado menos de un mes, con lo cual lo menos que se puede decir es que si hubiese sido programado habría sido torpemente diseñado, sin ningún esmero para “borrar huellas”. Por eso, me inclino a pensar que se trató de dos momentos distintos.

Pero la oficializada pandemia ha generado varias otras huellas, que hacen tristemente memorable al 2020.

LA OFENSIVA MEDIÁTICA PARA CONVENCERNOS QUE ESTÁBAMOS EN PELIGRO

Se valió de una simplificación característica de toda guerra, donde como sabemos, su primera víctima es la verdad: la OMS, otrora organismo público internacional, hoy una ONG financiada por caudalosos multimillonarios, ha dispuesto que se nos informe diariamente de los contagios y muertes de modo tal que toda otra muerte, incluso todo otro contagio han entrado en zona gris o sencillamente han sido borrados de la red informacional; con lo cual la impresión resultante es como si todos los muertos que tenemos en 2020 (sobre todo desde el entronizamiento del modo pandemia; en marzo) fueran a causa del covid 19.

Para reforzar esta impresión, la OMS ha dispuesto unas definiciones de enfermedad, covid 19 y muerte acordes. Muchos gobiernos han reforzado el sesgo informacional otorgando subsidios a los enfermos del covid 19 (algo que abultará inevitablemente tales registros).

Por otra parte, con la pandemia decretada, hemos entrado en una aplicación cuasiuniversal del tipo del experimento como el llevado a cabo por Stanley Milgram en los ’60, en el cual se invitaba a gente muestreada (a quienes se les aseguraba la paga del día aplicado a la convocatoria) para participar de un experimento de resistencia al dolor, donde el operador del generador era el invitado y quien iba a sufrir el dolor era un supuesto cobayo humano (sólo que era un actor a quien el operador no podía ver; solo oír).
El asunto era, entonces, provocar dolor. Cuando el operario sentía rechazo o repugnancia por provocar dolor, puesto que el «dolorígrafo” iba aumentando su intensidad y los gritos de dolor concomitantes también, el coordinador se limitaba a sonreír comprensivamente y recordarle al operario que lo que hacía era “por la ciencia”. Y la mayor parte de los invitados a manejar el dolorígrafo seguían provocando dolor”amparados” en ese fin, al parecer inobjetable. Solo una minoría se resistió a ejercer dolor (y otra minoría llevó el presunto experimento hasta la muerte del “cobayo humano”). (1)

Ante la presunta pandemia se nos ha dicho: no pueden trabajar, no pueden acercarse entre sí, no pueden salir ni siquiera a caminar, no pueden ir al sanatorio, no pueden ir al restaurante, no pueden siquiera despedir a seres queridos que estén cerca de morir… “por la ciencia”.

Y una enorme mayoría de la humanidad, no ya el puñado de habitantes de la ciudad donde Milgram hiciera su “experimento”, ha acatado las medidas sanitarias. Por la ciencia o por el miedo. Dos grandes razones, razonables o no.

Así que, sin entrar a considerar lo del carácter médico de la cuestión, ya sabemos que mediáticamente hemos estado sometidos a un plan de guerra (la verdad es la primera caída en combate…). A propósito: una de las fuentes principales de información sobre cantidad de muertos y contagiados en el mundo entero sin mayores especificaciones ha sido procesada por la Universidad Johns Hopkins, Baltimore, EE.UU. La institución, precisamente, también participante del simulacro de pandemia de octubre 2019.
También sabemos algo más: no han sido instancias públicas las que han encarado la situación: han sido instancias privadas o privatizadas, como la OMS −ya explicamos, oenegizada−, y grandes laboratorios, transnacionales a cargo de las investigaciones. Los gobiernos han acompañado haciendo imperativas (o no) las medidas (plegamiento voluntario, mediante multas, encarcelamientos y en los casos más extremos incluso con asesinatos de las fuerzas de seguridad, con el “ejemplo” del presidente filipino llevando él mismo a cabo asesinatos de incumplidores de cuarentena…)

Y como broche de oro de esta acción privatizadora, tendríamos el Foro de Davos de enero 2021, programado para actuar sobre “la pandemia” ya oficializada; acaba de postergarse unos seis meses. Por la “situación de público conocimiento”.

PRIVADO vs. PÚBLICO

Los protagonistas de estos discurrires privados destacan permanentemente el carácter pesado, problemático, lento, de las instancias públicas y que lo privado, se caracteriza precisamente por su elasticidad, rapidez, prontitud.

Claro que hay un rasgo que desaparece con lo privado: la democraticidad. Los que deciden no son precisamente los que acatan; más bien una minoría, exigua, decide para que acatemos el 99,9999% de los seres humanos…

Situación compleja

Si habláramos de plandemia seríamos tachados de inmediato de conspiranoicos, pero sobre todo entraríamos en la búsqueda de móviles ocultos. Lo cual suele ser un camino que sustituye la ciencia por la creencia; la deducción por la hipotesis, y en cambio, considero que lo más habitual en las grandes dificultades de la humanidad no proviene de planes deliberados sino de ignorancias y torpezas. A lo sumo, dejaríamos el término plandemia no para el núcleo médico sino para el uso político de esta situación.

Tampoco nos sirve un premio consuelo que se invoca: conformarnos o consolarnos basándonos en que nuestra civilización (¿cuál?; ¿la supremacista, la democratista, la bíblica, la científica, la humanista, la transhumanista?) no se va a dañar por una cuantas semanas de cuarentena, uso cuasiobligatorio de barbijos y medidas similares; baste recordarnos que luego de aquel espectáculo que vimos durante todo el día de 11 de setiembre de 2001, con aviones chocando e incendiándose contra dos torres neoyorquinas con el resultado de que se vinieran abajo tres edificios (el tercero, al parecer, sin colisión aérea), todas las medidas “de seguridad” que se implementaron en aeropuertos, aviones, viajes, etcétera, no se han abandonado jamás; el peligro es un viaje de ida…

Así que la manipulación de nuestras conciencias no es tema nuevo ni menor.

VUELTA DE TUERCA INFORMACIONAL: LA CENSURA COMO HONGOS DESPUÉS DE LA LLUVIA

La pandemia tiene algunos significativos puntos de inflexión, que no son originarios en ella, pero que han recrudecido con ella. Desde hace unos años han brotado, como hongos, instancias mediáticas que invocan la de comprobación de la veracidad comunicacional; chequeado.com, verificado.uy y toda una ristra de redes dedicadas a desautorizar escritos a los que se les descubren fallos. Fallos que pueden ser informacionales, pero también ideológicos y por lo tanto de más difícil elucidación.

De hecho, estas redes de “control de calidad” mediática funcionan como una vía de encauce de la corrección política.

Que podrá hacer mucho más daño desautorizando o inhibiendo rasgos o verdades incómodas que el beneficio que otorgue desautorizando textos falsos o maliciosos, aunque éstos han proliferado a través de internet y gracias a los desarrollos tecnológicos, como probablemente nunca antes.

Tenemos entonces, con estas instancias de control de calidad informacional, la vía expedita para alcanzar la corrección política; una forma mucho más matizada, elástica, plástica, de la policía del pensamiento que la de las “verdades objetivas” del dogmatismo soviético o la de la orden medieval inquisitorial; ambos ejemplos de la defensa y búsqueda de la verdad, y los monstruos engendrados como sus frutos.

LO MÉDICO

Pero hay otro aspecto que puede ser el principal, puesto que está en el núcleo de esta situación: las diferencias de diagnóstico y evaluación dentro del orden médico. Lo institucional, sí, parece estar todo de un solo lado: cuarentena, cuanto más obligatoria mejor, cierta indefensión ante el embate del covid 19 y la espera de una (o varias) vacunas como solución final a la pandemia declarada.

No es un cuadro uniforme en el mundo entero; hay una considerable variedad de situaciones propias de nuestras sociedades humanas; algunos países, pocos, han encarado un abordaje sin cuarentena (Bielorrusia, Nueva Zelandia, Uruguay, Suecia, entre los que conocemos); la inmensa mayoría ha establecido cuarentenas aunque en grados muy diferentes.

Pero, al margen de las diversas tonalidades e intensidades de la cuarentena, el diálogo público parece únicamente establecido entre los gobernantes y aquellas instancias privadas o privatizadas que ya señalamos; la OMS y los grandes laboratorios.

Pero en el mundo entero hay voces, muchas voces diferentes, discrepantes con las verdades oficiales. Entre los médicos en primer lugar. Epidemiólogos, infectólogos, médicos especializados en medicina y genética… han presentado enormes cargos contra el tratamiento instaurado con el covid 19.

Pienso en Michael Levitt, premio Nobel de Química en el 2013, Pablo Goldschmidt, Francis Boyle, Roxana Bruno, Andreas Kalcker, Medardo Ávila Vázquez, Mario Borini, Klaus Puschel, Alexander Kekulé, Luis Marcelo Martínez.

Este último, médico genetista, argentino, nos advierte sobre los graves trastornos sobrevenidos con la agroindustria y su cohorte de biocidas y fertilizantes químicos con los cuales hemos ido alterando nuestros alimentos y dando lugar a la creciente y abrumadora cantidad de enfermedades autoinmunes, cánceres y alergias. Verdades ajenas a la medicina oficial. Y descarta las tres actuales vías de conformación de vacunas, sin pertenecer al bando “antivacunas”; apenas porque los plazos necesarios para un margen de seguridad, sin ser absoluto, debe resultar al menos aceptable. Es decir, que una vacuna que demanda por lo menos 8 años, no se puede “poner a punto” en 8 meses. Y eso lo pone en guardia contra la calidad científica de los proyectos.

Están los médicos alemanes “Por la verdad”, por ejemplo. Y su equivalente uruguayo, recientemente constituido.

Todos ellos cuestionan el trámite dado a la pandemia, cuestionan incluso el concepto de pandemia (recientemente modificado por la OMS, para incluir, precisamente, este cuadro de situación de nuestro presente). Se cuestiona, por ejemplo, el uso del barbijo, por lo poco que sirve y lo mucho que daña. (2)

Pero no solo entre médicos e investigadores sanitarios se cuentan quienes tienen pesados reparos y están muy en guardia ante este aluvión de miedo y vacuna en que los medios de incomunicación de masas nos han introducido con tamaño sesgo informativo.

También hay otros, innumerables, que han pensado y observado críticamente toda la instauración del régimen pandémico: como el analista canadiense Michel Chossudovsky, Anthonry Mueller, Gilad Atzmon, Tomás Ibañez, Hoenir Sarthou, Giorgio Agamben, Andrei Skolnikov y muchísimos más.

Somos muchos los que estamos aguardando superar este diálogo de sordos. Porque consideramos que la sociedad apaña una actividad deletérea en el cuidado del ambiente, del planeta: y que lo que pasa con la pandemia, con el covid 19, no es algo ajeno a esa problemática. La producción, por ejemplo, de alimentos basada en venenos.

LA ESTRATEGIA DESCALIFICADORA

Habiendo tantos investigadores escépticos, renuentes, críticos, alarmados, por el diagnóstico y procedimientos asumidos tras la instauración oficial de la pandemia, llama la atención la estrategia del establishment médico y político.

Los medios de incomunicación de masas, que se consideran “la prensa seria”, han “descubierto” a la extrema derecha atrás de los ataques a la cuarentena. No hay médicos genetistas preocupados por el uso de criterios epistemológicos inaceptables sino el bando antivacuna; no hay epidemiólogos que advierten la inversión de la carga con el virus con el cual se sospecha de todo el mundo y no de los contagiados o contagiables (con el margen de incerteza inevitable); no hay investigadores y estadísticos que desconfían de las cifras oficiales sino terraplanistas… y hay nazis y antisemitas cuando se dice que Soros es un financista y lobbysta temible o que Gates ha convertido a la OMS en una oenegé a su servicio. Porque como son judíos… entonces toda crítica a su actuación debería… La lógica más elemental al tacho.

La extrema derecha le viene de perlas al establishment. Porque efectivamente existe, y llevados de su enfrentamiento con las instituciones de la globalización puramente técnica y objetiva, apolítica, que postulan las autoridades vigentes, están considerados como el origen de los cuestionamientos y en todo caso, en la noche de la pandemia, todos los gatos son fabricadamente pardos…

Llama la atención que las autoridades nacionales de diversos países se hayan negado sistemáticamente a dialogar con aquellos investigadores que, por ejemplo, en sus propios países, han objetado el curso y el discurso oficial.

Nos preguntamos por qué, por ejemplo, un hombre de diálogo como el presidente argentino Alberto Fernández, a quien sus sostenedores no ubicarían en el rincón de los fundamentalistas del orden establecido (lo cual es psicológicamente comprensible sucediendo a Mauricio Macri), no ha tenido siquiera una consulta con especialistas reconocidos en sus áreas, como los mencionados Mario Borini, Pablo Goldschmidt o Luis Marcelo Martínez.

En tanto, la “pandemia” goza de buena salud institucional; los que estamos en peligro somos nosotros, los humanos cualquiera. Y la sociedad que conocemos, o conocimos.
Porque todo indica que hay quienes nos están construyendo otra.

Notas:
1) El mismo Milgram escribió “Los peligros de la obediencia” en 1974, evaluando su experimento.
2) Leyendo tales apreciaciones sobre el barbijo, la “noticia” de que el uso del barbijo sirve incluso para atenuar la afección de covid 19 de un usuario… resulta increíblemente sesgada, porque el virus perdería potencia, alojado allí en los pliegues del barbijo… Créase o no, esta info proviene de la BBC, confundiendo la existencia de contagios asintomáticos con maravillas de barbijo: www.bbc.com/mundo/noticias-53784067.

Luis E. Sabini Fernández
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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3) NI LA PANDEMIA LE DA RESPIRO A AMÉRICA LATINA

– Presión de inversores extranjeros
– La voracidad transnacional

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza

Latinoamérica, epicentro actual de la crisis sanitaria mundial, sigue siendo una presa deseada para los inversores extranjeros. En los últimos meses, en plena época de estragos pandémicos, cinco países del continente sufrieron severas amenazas de las multinacionales. Estas se apoyan en el régimen mundial vigente que protege las inversiones extranjeras por sobre los intereses nacionales. Otras naciones arriesgan futuras presiones y demandas en tribunales de arbitraje.

El blanco: Perú, México, Argentina, Bolivia y Guatemala. Las armas: amenazas o demandas ante tribunales internacionales de arbitraje ante medidas tomadas durante la pandemia. O bien, simplemente, oídos sordos ante la solicitud de los Estados de posponer arbitrajes en curso. El objetivo: evitar a las transnacionales cualquier posible pérdida de ganancias a causa de la crisis actual. Síntesis del Estudio de 20 páginas “Haciendo malabares. América Latina entre la crisis de la pandemia y el arbitraje de inversiones” ( longreads.tni.org/es/isds-covid19-alc ) que acaba de publicar el TNI (Transnational Institute), centro de investigación e incidencia política con sede en Ámsterdam, Holanda.

América Latina y el Caribe pagan el precio de haber firmado, en las últimas décadas, 470 tratados de comercio y protección de inversiones. De los cuales se han originado 282 demandas -en todo caso conocidas públicamente- de inversores extranjeros contra Estados, resueltas en tribunales de arbitraje internacional. La gran mayoría de las sentencias favorecieron a las empresas trasnacionales con un costo de 31.000 millones de dólares estadounidenses, cifra astronómica que los Estados debieron desembolsar. Más inabordable aún, el monto que reclaman los inversores en las demandas pendientes cuyas cifras se conocen y que ascienden a 40.000 millones de dólares.

“Los tratados de protección de inversiones ya no se consideran remedios de último recurso, sino herramientas importantes en el arsenal de los inversores”, señala un documento de la Oficina inglesa de Abogados Simmons and Simmons citado por las investigadoras Cecilia Olivet y Bettina Müller, autoras del estudio del TNI.

La guerra de los peajes

Perú fue la primera nación en el mundo en recibir amenazas por medidas tomadas durante la pandemia. En abril del 2020, el Congreso aprobó una Ley que suspendía el cobro de peajes durante la emergencia para facilitar la circulación de personas y mercancías. Varias concesionarias que administran el pago del uso de rutas anticiparon la intención de llevar la medida a un arbitraje internacional. La presión surtió efecto. El ejecutivo trasandino abrió en junio un proceso de inconstitucionalidad de dicha ley ante el temor certero frente a las sanciones que podrían producir las denuncias si se presentaran ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), organismo del Banco Mundial.

Debilitar el control soberano de la energía

Las amenazas contra México se dieron a partir de decisiones que su gobierno tomó en el terreno energético como consecuencia de la pandemia. Suspendió, para asegurar ahorros y controlar el mercado energético nacional, la entrada en operación de plantas de energía renovables, ligadas a multinacionales energéticas europeas que cuentan contratos leoninos. Entre estas empresas, las españolas Iberdrola, Naturgy o Acciona, la italiana Enel y la francesa Engie.

Tal como lo confirma el Estudio del Transnational Institute, algunas de las empresas españolas *afectadas* ya comenzaron a preparar demandas de arbitraje contra México. Así mismo, empresas canadienses, insinuaron que las medidas del gobierno azteca podrían violar el TLCAN 2.0. Bufetes de abogados especializados -como DLA Piper o Crowell & Moring- ofrecieron sus servicios a las empresas “perjudicadas”.

La deuda eterna

A Argentina las últimas amenazas le cayeron por su deuda externa. El Centro de investigación holandés recuerda que el 22 de mayo, en medio de la pandemia, el país sudamericano no pudo pagar parte de su deuda pública con un grupo de bonistas internacionales, entre ellos BlackRock -la empresa estadounidense de gestión de inversiones más grande del mundo. Esto se produjo en medio de la negociación de toda su deuda externa heredada del Gobierno anterior y que asciende, según cifras del TNI, a 66 mil millones de dólares.

El Transnational Institute lanza la hipótesis que las presiones de diferente tipo, entre ellas de parte del Bufete de Abogados White & Case – que asesora a los tenedores de bonos argentinos liderados por BlackRock- pudo haber tenido un impacto en el precio final de negociación. El 17 de junio dicho Bufete había publicado un comunicado donde expresaba que “nuestro Grupo está considerando todos los derechos y recursos legales disponibles”. Entre las posibilidades de recursos legales está la de iniciar una demanda de arbitraje de inversiones.

Como recuerda el TNI, “White & Case no es un estudio jurídico más”. Forma parte de la élite de grupos especializados en arbitraje de inversiones, habiendo participado en por lo menos 73 casos inversor-Estado llevados adelante en el CIADI.

Pero aún más relevante, enfatiza el centro de estudios, es el hecho que White & Case fue el bufete que representó a 60.000 tenedores de bonos italianos que demandaron a la Argentina (el caso Abaclat) en 2007 al no aceptar la reestructuración de la deuda después de la crisis del 2001. Esta oficina legal aseguró en 2016 un pago de 1.350 millones de dólares para esos 60.000 bonistas.

Ninguna tregua

A pesar del pedido expreso de Bolivia para que se suspendan, dadas las consecuencias de la pandemia en su debilitada economía, las demandas de empresas privadas en tribunales arbitrales, la negativa fue la única respuesta.

Según José María Cabrera, actual Procurador General del país andino, los cuatro juicios de arbitraje internacional representan más de 3 mil millones de dólares. Se solicitó una suspensión en dos de ellos en el sector minero. Uno, con la multinacional suiza Glencore y el otro con el inversor estadounidense Julio Miguel Orlandini Agreda. Las dos solicitudes fueron denegadas por el ente arbitral.

Guatemala, que argumentó el estado de calamidad nacional producto del COVID-19, solicitó la suspensión de un laudo arbitral favorable a la empresa estadounidense TECO, representada por los abogados White & Case, de un valor de 21 millones de dólares. Integrando los intereses, la suma que debe pagar el país centroamericano es del orden de 36,5 millones de dólares. Para Guatemala, entre los países más empobrecidos del continente y con un sistema hospitalario ya colapsado, ese monto le representaría la posibilidad de instalar 108.000 camas extras para pacientes afectados por el coronavirus. O aumentar en un cuarto el presupuesto especial destinado para hacer frente a la pandemia. Un juez del Distrito de Columbia, Estados Unidos, rechazó tal solicitud.

Futuro aún más preocupante

Los cinco países mencionados en la investigación del TNI no son más que ejemplos. La tendencia se perfila más peligrosa y global. Muchos grupos de abogados al servicio de las transnacionales vienen especulando desde el inicio mismo de la pandemia, con nuevas demandas.

El bufete Ropes & Gray, por ejemplo, opina que «para las empresas con inversiones extranjeras, los acuerdos de inversión podrían ser un instrumento poderoso para recuperar o prevenir las pérdidas resultantes de las medidas gubernamentales relacionadas con el COVID-19».

En decenas de comunicaciones a sus clientes corporativos, los abogados de las empresas identifican medidas tomadas por los gobiernos que podrían originar demandas invocando las amplias protecciones que establecen los acuerdos de inversiones vigentes.

Por ejemplo, Colombia, Honduras, Paraguay y Argentina han tomado medidas durante la crisis que proveen apoyo directo a los usuarios de agua, tales como suspender la desconexión del servicio por falta de pago. El grupo notarial Hogan Lovells advirtió que esas medidas “podrían alentar a los inversores extranjeros a recurrir a las protecciones que figuran en los tratados de inversión”.

Por su parte, Chile y Ecuador han facilitado la emisión de licencias obligatorias que buscan evitar que las patentes sobre medicamentos y equipos puedan ser monopolizados por una empresa. Sin embargo, los abogados de arbitraje en materia de inversiones consideran que las medidas de los “gobiernos (…) de obligar a los fabricantes a que vendan medicamentos a precios muy reducidos o de quedarse con la propiedad intelectual o difundirla a terceros sin permiso” constituyen una expropiación y podrían dar lugar a demandas en virtud de tratados de inversión, explica el Informe del Transnational Institute.

El futuro está abierto y el punto de ruptura no lejos. Muchas empresas jurídicas ven en la situación de pandemia -como contraofensiva contra medidas sociales tomadas por los gobiernos- la posibilidad de salvar los platos rotos y recuperar inversiones para sus defendidos y ganancias para ellos mismos con el mecanismo de las demandas arbitrales.

También es cierto, que la “voracidad” de las transnacionales y sus asesores jurídicos en época de crisis sanitaria está llegando a un extremo tal que podría poner en cuestión, de cara al futuro, la aceptación de los Estados de esos mecanismos perversos en los acuerdos internacionales. Si gobiernos-Estados confrontaran esas presiones estarían escuchando a importantes actores de la sociedad civil internacional que impulsan el desconocimiento del arbitraje y la anulación de estos mecanismos coercitivos en el futuro.

Nota final:
“Para cambiar se necesita voluntad política”

Sergio Ferrari

La politicóloga alemana Bettina Müller que reside en Berlín desde 2019 -luego de trabajar cuatro años en Argentina-, es investigadora de comercio e inversiones en el Transnational Institute y co-autora del estudio de referencia. Entrevista.

P: ¿Podría ponderar el impacto negativo de los cinco casos presentados en el Estudio, en cuanto a consecuencias más graves para una mayor cantidad de personas, especialmente de bajos recursos?

Bettina Müller: Si juzgamos los efectos directos, el caso de Guatemala, que fue obligada a desembolsar más de 36 millones de USD en medio de la pandemia, es muy grave, porque es una suma concreta y muy alta de dinero que luego le falta al país para invertir, por ejemplo, en salud pública. De las amenazas de demanda, la de Perú, probablemente, es la más grave, porque de hecho surgió efecto. El gobierno tuvo que retroceder con la medida y algunas empresas ya están cobrando de nuevo, los peajes. Aquí la amenaza tuvo un efecto directo. En cuanto a Bolivia, el hecho que los árbitros no hayan aceptado postponer el caso, quizás no tenga efectos inmediatos. Pero, a mediano y largo plazo puede costarle millones al país.

P: Según vuestro Estudio parecería que los bufetes de abogados al servicio de las transnacionales tienen un ensañamiento particular contra América Latina y el Caribe…

BM: No es específicamente con un continente. Los inversores no quieren perder nunca, en ninguna parte del mundo. Otras regiones del sur global sufren demandas, en especial África que se confronta a un boom de demandas en los últimos años. Con respecto a América Latina y el Caribe, observo diversos elementos. La región ha firmado 470 tratados de protección de inversión y comercio y habilitan demandas de arbitraje. Un nivel relativamente alto de inversión extranjera directa. Una gran parte de la cual va al sector de explotación de recursos naturales, sobre todo minería e hidrocarburos. Quienes invierten en estos sectores son empresas estadunidenses, canadienses o europeas y están protegidas por tratados de inversión. Muchas de las demandas se centran en este ramo, en respuesta a la decisión de algunos países de reestructurar sus economías y retomar el control sobre sus recursos naturales. O proteger el medio ambiente cuando estos proyectos de explotación no respetan normal medioambientales.

P: ¿Ante este mecanismo casi diabólico no hay escapatoria por parte de los Estados?

BM: No. Solo en algunos pocos tratados existe una cláusula que define que el Estado tiene que dar su acuerdo a ser demandando cuando le llega la notificación, o sea ahí decide, caso por caso, si acepta la demanda o no. Pero es solo el 1% de los tratados que tiene una cláusula así y en el caso de los países latinoamericanos esa cláusula es inexistente. En la mayoría de los acuerdos, al firmarlos, el Estado acepta, sin más, la posibilidad de ser demandado.

P: Pero hay antecedentes de Estados que patearon el tablero…

BM: Efectivamente, lo que es importante es la voluntad política. Ecuador denunció la totalidad de sus acuerdos hasta 2017, luego que una Comisión para la Auditoría Integral Ciudadana de los Tratados de Protección Recíproca de Inversiones y del Sistema de Arbitraje Internacional en Materia de Inversiones (Caitisa),haya sacado a la luz los efectos negativos de esos tratados para el país. Otros ejemplos de países que han denunciado sus TBI son Bolivia, Sudáfrica, Indonesia, India, Tanzania, e incluso Italia. Recientemente todos los países de la Unión Europea decidieron denunciar de manera conjunta los Tratados de Protección intracomunitarios. Ahora bien, hay una cláusula en los tratados la denominada “sunset clause”, (o de supervivencia), que establece que, si un país decide unilateralmente terminar un acuerdo, el mismo sigue vigente entre 10 y 20 años más, dependiendo lo que definieron los países al firmar el tratado. Quiere decir, no es automático que cuando un país denuncie sus tratados, ya no hay más posibilidad de que inversores lo demanden.

Sergio Ferrari, desde Berna, Suiza
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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4) MIEDO, ASCO, ODIO. LA HABITACIÓN APOROFÓBICA DE LA CIUDAD

Territorios en disputa, posiciones confrontadas, situaciones en oposición mutua, tal los signos de la ciudad por la que deambulamos mirando hacia otro lado. Ciertos preocupantes sentimientos de miedo, asco y odio al pobre están dominando nuestros modos de habitar la ciudad. La propia convivencia democrática está en juego.

Por Néstor Casanova /Vadenuevo.com.uy /02.09.2020

Miedo

Vivimos en una sociedad y en una ciudad segmentadas por agudas desigualdades sociales, económicas y culturales. Mientras que constitucionalmente todos somos presuntamente iguales ante la ley, en el día a día nos asumimos profundamente desiguales ante nuestras respectivas conciencias sociales. Hay componentes diversos y concurrentes en tales asunciones, pero se sintetizan en una oposición, necesariamente binaria, entre nosotros, los Unos, en contradicción con los Otros.

En la frontera que separa a los Unos de los Otros, tiene su lugar el miedo. El recelo recíproco es lo que une y separa a la vez los territorios respectivos. El miedo tanto desiguala como se convierte en expresión palpitante de la desigualdad. Por ello, a la especificación declarativa del Contrato Social vigente le acompaña una sombra ominosa y contradictoria. Es que, ¡vamos!, somos todos iguales, pero no.

El miedo que articula a los Unos con los Otros no es más que el resultado de una construcción social. Aprendemos a tener miedo. Nos enseñan a tener miedo. No nos dejan de recordar, en todo momento y circunstancia, que es de prudentes tener miedo. ¿Miedo a qué? Miedo a lo Otro. Y lo Otro tiene muchos apelativos circunstanciales: la “raza”, la etnia, la condición de extranjero. Pero es necesario reparar que no nos enseñan a temer a todos los sujetos extraños, sino, específicamente, a los de otra “raza”, etnia o nacionalidad, siempre que estos sean pobres. Incluso el miedo se derrama también hacia los propios connacionales, siempre que ellos estén empobrecidos. No hay peor cuña que la del propio palo.

“El problema no es entonces de raza, de etnia ni tampoco de extranjería, el problema es de pobreza. Y lo más sensible en este caso es que hay muchos racistas y xenófobos, pero aporófobos [1], casi todos. (…) Es la fobia hacia el pobre la que lleva a rechazar a las personas, a las razas y a aquellas etnias que habitualmente no tienen recursos y, por lo tanto, no pueden ofrecer nada, o parece que no pueden hacerlo”. [2]

El miedo a los pobres se manifiesta, fantasmagóricamente, en expresiones tales como el miedo a los “amigos de lo ajeno”. Porque el tópico se aplica a los que poco o nada tienen propio, y a los que algo de lo nuestro codician de un modo peligroso, amenazante y culpable. En la ciudad de los incesantes e inclementes intercambios materiales y simbólicos ¿qué tienen que ofrecer estos desposeídos a cambio? Nada bueno que intercambiar. Entonces cultivemos el miedo, la unidad monetaria de los intercambios inoportunos.

“Y en contextos de crisis como el actual esto se refleja de forma más cruda: hay más frustración y más aparato mediático dirigiendo la bronca. ¿Por qué en los peores momentos los medios hablan de la inseguridad estigmatizando al pobre como delincuente y no nos hablan de la inseguridad que es no tener para comer?”[3]

Acaso pudiera pensarse que los desposeídos resultan víctimas de un hurto previo. Pero apenas lo hacemos, la voz del sentido común nos susurra que se trata de culpables de su condición. Acaso pudiera pensarse que las personas carecen de muchas cosas, menos de su irrenunciable condición humana. Pero la voz del sentido común nos indica que, si carecen de medios materiales y simbólicos, ¿es que se puede hablar aún de personas? Acaso pudiera pensarse que la situación de un desposeído es una tacha propia de la sociedad que la hace posible. Pero la voz del sentido común nos reprende: hay quienes fracasan en la empresa esforzada de la vida y estos son los que no se esfuerzan lo suficiente.

El miedo al Otro, como pobre que es, constituye la prosecución de su desposeimiento absoluto. El miedo al pobre es la marca infligida a la res destinada al sacrificio, en el altar supremo de la desigualdad.

Asco

Si el miedo constituye una emergencia de un precaverse, de un cuidar el bolsillo, de una astucia de la sinrazón, el asco a la pobreza corresponde a una vertiente estética del rechazo. La publicidad mediática y hegemónica nos enseña en todo momento y sin desmayo las virtudes supremas de la belleza, del cuidado, del aseo y de la compostura de personas, cosas y lugares. En las casas de las personas que viven “como se debe”, todo reluce, brilla, refulge. En todo hogar “bien constituido”, sólo es seguro habitar si allí reina el bienestar, la amplitud, el orden y el decoro. La “gente digna” vive dignamente, mientras que es indigno el habitar de los Otros, los casi innombrables.

Es que los Otros no son ya personas, o gente. Son pichis. No merecen la dignidad de motejarlos de tal manera que se nos equiparen, porque son desiguales, son Otros. El asco es el juicio sentimental, sintético, que se pronuncia sobre la distinción, siempre relativa, de los actores sociales. Porque nuestra sociedad ya no reconoce, en sus sujetos, la dignidad intrínseca de constituir condición humana. Los sujetos de carne y hueso, clasificados con plena distinción por su capacidad consumidora, material y simbólica, no perciben otra cosa que diferencias, matices o estigmas en la apariencia del Otro. Y el Otro es su apariencia.

Así las cosas, a la compartimentación del miedo la complementa la aversión, con el distanciamiento afectivo concurrente. Con los pobres es preciso guardar prudente y decorosa distancia. Que la miseria no nos toque. Que no podamos olerla. Que no nos ofenda su fealdad. Simplemente, no podemos soportar su vecindad ominosa con la suciedad, con la basura urbana, con la miseria de la intemperie social. Por ello es mejor irnos a vivir a un barrio privado… de pobres. Y si no podemos permitírnoslo, entonces pongamos rejas para que no se guarezcan bajo nuestras entradas. En todo caso, abandonemos raudos los vecindarios por los que deambulan.

Hay en la distinción estética de los urbanitas [4] y en su cultivo del sentido del gusto un contundente gesto sentimental y afectivo que sella de improntas de indignidad humana a las estropeadas apariencias del pobre. Se empobrece así al sujeto carente con la mácula distintiva de la falta de decoro. Solo así se distinguen, en definitiva, las “gentes de bien”. Por oposición estética.

Odio

Mientras que el miedo y el asco parecen peldaños sucesivos de una fatídica escalera, en el remate superior encontramos el rellano del odio. Y con el odio, lo que está en disputa es, nada menos, el principio de la libertad. Porque el odio es el sentimiento capaz de confinar por completo la situación del Otro. Encerrados para siempre en su otredad, nada es posible negociar con unos sujetos a los que solo es posible sujetar del modo más firme y contundente. Con el odio se podrá, por fin, enclaustrar a estas inquietantes criaturas de dudosa catadura y peligrosidad manifiesta.

Es que, vuelve a sugerirnos el sentido común, ahora plenamente exaltado en su corriente sensatez, los pobres son, según reza el tópico, unos buenos para nada. No es que sean víctimas de un orden social injusto y excluyente, ¡no señor! Es que se trata de victimarios que aguardan, indolentes, la pena que les cabe por sus delitos de su condición y aspecto. Porque arruinan el paisaje, porque inquietan nuestros ánimos, porque no tienen nada que ofrecer.

La primera operación del odio es discreta, es una avanzadilla sobre el territorio hostil. Es buena idea arrojar alguna dádiva, lo suficientemente escasa para que resulte humillante agacharse a recibirla. Y después pontificar sobre su empleo, porque en esta ciudad de mercaderes nada es gratis: ¡quisiera ver en qué te la gastas, miserable! Porque así me arrogo, en reciprocidad, con la atribución suprema de quejarme a viva voz, entre los míos, sobre el uso suntuario que dan a mis erogaciones filantrópicas. Mediante estas, el pobre se me subordina. Come de mi mano y no se atreve a morderla.

Una segunda operación es más aleve y aspira al pleno sojuzgamiento del Otro. Se trata ahora de arrojar una culpa, esto es, ofrecerla como limosna ya no material, sino ideal. Arrojar sobre el afectado de frío el manto del fracaso, el capote de la derrota. La culpa de tu condición es toda tuya y es absoluta, terminal, definitiva. La disfuncionalidad es tuya, así como tuyo es el merecimiento. A las personas de bien, nos resultas ajeno, extraño y otro. A la ciudad y a su sociedad, tú le sobras y ya se sabe qué debe hacer la ciudad y su sociedad con sus sobras.

La coronación de la producción social del odio al pobre solo se consuma con la funcional estigmatización de su carácter de enemigo. En efecto, a la compartimentación del miedo y al distanciamiento del asco le complementa y perfecciona el odio que opone, ahora de modo radical, a los Unos frente a los Otros. Así, la ciudad cede toda ilusión de concierto comunitario en favor de un escenario de confrontación aporofóbica.

“(…) muchos individuos de los sectores más pudientes han trabajado poco o nada en su vida, amparados en el bienestar familiar, también dentro de esos sectores están quienes han vivido del Estado y lo han estafado, y también en esos sectores tenemos serias conductas delictivas, como el lavado de activos, el fraude o el tráfico de drogas. Sin embargo, el grupo social a cuestionar son los pobres, y en estas creencias distorsionadas radica el envenenamiento de la democracia; son el inicio del odio, la discriminación y la violencia que comprometen la convivencia, la identificación colectiva y la estabilidad social. Y esto es así porque estas actitudes no solamente son identificables en quienes discriminan, sino que surten efecto en aquellos a quienes está destinada, y cuando ello sucede se da el envenenamiento de la sociedad mediante la estigmatización social”. [5]

Llegados a este punto solo cabe preguntarnos si no estamos en presencia de una suerte de guerra civil de baja intensidad, en la que en cada ciudad se libran sórdidos ajustes de cuentas sociales entre los urbanitas. ¿Llegaremos entonces a plantearnos si todavía habitamos una ciudad o más bien otro tipo de entidad social y territorial, en donde el conflicto entre integrados y pobres tiene su más ominoso desarrollo?

La habitación aporofóbica de la ciudad

“Que la gente mire hacia otro lado también es aporofobia, una mezcla de miedo, desprecio y odio” [6]

Según parece, a nuestras ciudades se las puede observar como si de un teatro de operaciones se tratase. Territorios en disputa, posiciones confrontadas, situaciones en oposición mutua, tal los signos de la ciudad por la que deambulamos mirando hacia otro lado, de momento. Según lo muestran ciertos preocupantes sentimientos, algo está por desmadrarse, quizá de modo irreversible. Puede que ya esta ciudad y la sociedad que la puebla no garanticen, de modo pacífico, el pleno y universal ejercicio de los principios de libertad, igualdad y fraternidad que un día ilustraron eso que solíamos tener como convivencia democrática.

Notas:
[1] De aporofobia, término acuñado por la filósofa española Adela Cortina, que designa el rechazo al pobre.
[2] Cortina, Adela (2017). Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia. Buenos Aires: Paidós.
[3] Pueyrredón, Yesica y Santomassimo, Agustina (21.03.2019). Aporofobia: ¿de dónde viene el odio a los pobres? La Izquierda Diario.
[4] “Persona que vive acomodada a los usos y costumbres de la ciudad”. Dle RAE.
[5] Pereira, Gustavo (11.03.2020). El veneno de la democracia: discriminación, aporofobia y estigmatización social. La diaria.

Néstor Casanova /Vadenuevo
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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5) URUGUAY. SUPREMA CORTE DE JUSTICIA CONFIRMA CONSTITUCIONALIDAD DE LEY DE MEDIOS: AVALA TRANSMISIÓN DE PARTIDOS DE LAS SELECCIONES DE FÚTBOL Y BÁSQUET EN TV ABIERTA

Observacom /Uruguay, 1 de septiembre de 2020

Una nueva sentencia de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) rechazó el recurso presentado por la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y confirmó la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual al avalar que se garantice la transmisión de partidos definitorios de fútbol y basquetbol de la selección nacional en la TV abierta (artículo 39).

Además avaló que Televisión Nacional de Uruguay (TNU) pueda realizar la retransmisión de dichos partidos en forma gratuita si ningún canal está interesado en adquirir los derechos (artículo 40 de la denominada Ley de Medios).

El Director Ejecutivo de Observacom, Gustavo Gómez, analizó el fallo de la Corte en Twitter y señaló que “la vigente Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual reconoce este derecho y limita el “ejercicio de derechos exclusivos” cuando se trata de eventos de interés general cuyo acceso no puede condicionarse a capacidad económica para contratar un servicio de TV paga. Este fin es legítimo, según la sentencia de la Corte, y ´admite una relevante y necesaria restricción en la modalidad de uso del derecho de televisación que justifica relegar la exclusividad en aras de robustecer la protección o tutela de otro derecho`”.

La sentencia establece que el “sacrificio particular (económico) que se atribuye al titular del derecho televisivo aparece como una medida imprescindible a efectos de que la población acceda a información sensible que sirve como aporte cultural relevante para la sociedad”.

Para la SCJ, el derecho exclusivo de televisación no “es un derecho absoluto que obligue al Estado a abstenerse por completo de regular cómo se ejerce tal derecho, si se intenta proteger y conciliar con otros valores protegidos constitucionalmente, lo que sucede en este caso”.

“La sentencia de la Suprema Corte confirma que la Ley es taxativa, proporcionada y compatible con nuestra Constitución”, explica Gómez y cita el fallo que indica que “no es cierto que se afecte la subsistencia de la entidad ni se licue en forma irrazonable el precio obtenido por la cesión de los derechos televisivos”.

El Director Ejecutivo de Observacom recuerda que el proyecto del oficialismo de una nueva Ley de Medios que actualmente se discute en el Congreso mantiene la obligación de transmisión de los partidos en TV abierta, en directo y en simultáneo. Sin embargo, aunque garantiza que la televisión pública lo retransmita si no hay televisoras comerciales que lo hagan, no establece que los titulares de esos derechos estén obligados a entregar la señal de manera gratuita.

La nueva decisión de la Corte sobre la constitucionalidad de la ley se suma a decisiones previas que avalaron las disposiciones de la normativa audiovisual sancionada en 2014 sobre la TV paga, la protección de la niñez, el derecho a la no discriminación en los contenidos de los medios audiovisuales y la exclusión de su alcance a los servicios de Internet.

Observacom
COMCOSUR INFORMA AÑO 26 No. 1976 – 04.09.2020
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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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VEO VEO – Propuestas y comentarios de Henry Flores
Como consecuencia de la emergencia sanitaria, o pandemia del Covid-19 que está recorriendo el mundo como “coronavirus”, se han suspendido gradualmente todo tipo de espectáculo artístico, deportivo y cultural, por lo que esta sección tomará un giro, para sugerir otros temas vinculados a la literatura, la historia del arte y de las y los artistas.
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I. CICLO “ALEGRÍA EN LAS OLLAS”
Sábado 05 de setiembre – 18 horas

“Salados” es una banda de la zona oeste de Montevideo, llevan la bandera del barrio, la calle, la esquina y el bar. De corte fiestero, con paisaje cotillón, con derroche de colores, energía y alegría. Con ritmos bailables, estribillos pegadizos y alma fresca. Un show intenso, interactivo e inolvidable.

Se llaman Salados, nacieron en el año 2005 como banda, sus fundadores son tres hermanos; los Cabrera. Han girado más de una vez por Bolivia, Perú, Argentina, Paraguay y el interior de nuestro país. Se han presentado en los escenarios y salas más representativas junto a bandas reconocidas de nuestro país. En 2015 editaron de forma independiente su primer disco: El mejor disco del año. Este disco cuenta con la participación especial de Pablo Silvera (cantante de Once Tiros) y Álvaro “Apagón” Piñeyro (cantante de Congo) entre otros. Cerraron el 2015 con 60 conciertos presentándose para 50 mil personas y compartieron escenarios entre otros con: León Gieco, Mala Tuya, Pecho E´ Fierro, Jorge Nasser y Trotsky. A fines de febrero de este año vuelven a presentarse en La Fiesta del Río compartiendo escenario con Rubén Rada, Mandrake Wolf, Riki Musso entre otros.

Durante el 2017 se presentaron en diversos festivales tales como la Fiesta del Rio por 3er año consecutivo y Polo Prado en la noche de la nostalgia entre otros. En la recta final del año los encontró siendo convocados por la UNASEV para realizar su campaña de fin de año denominada «Nos Une la Vida». Actualmente se encuentran produciendo su segundo disco con la participación de Alfredo «Chole» Giannotti (Abuela coca, Congo)

En el camino de la música hemos hecho varias bandas amigas y solidarias. Una de ellas es Walkmans Banda que juntos vamos a destapar la olla de @LiverpoolFC el próximo sábado a las 18 hs.
Corré la bola, levanten la voz.

web.facebook.com/saladosrock/photos/a.10153247544185620/10160591785175620/?type=3&theater
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II. 6ª MARCHA DE LA DIVERSIDAD EN SANTA LUCÍA
Sábado 05 de setiembre – 17 horas

Colectivo de Santa Lucía, Canelones, que busca visibilizar la diversidad sexual a través del arte con un enfoque feminista.
Este sábado 05 se realizará la 6ª Marcha de la Diversidad en Santa Lucía, Canelones. Porque lo urgente es amar.
Salimos de la plaza Tomás Berreta a las 17 horas hacia el Espacio Carlos Alfredo Rodríguez Mercader. Finaliza con espectáculo artístico y musical.
Continúa la Varieté del EMLTNbU.

web.facebook.com/events/530257091031647/
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III. BUCEO INVISIBLE EN TEATRO FLORENCIO SÁNCHEZ – CERRO
Sábado 12 de setiembre – 21 horas

Buceo Invisible es un colectivo artístico creado por Sebastián Vítola, Marcos Barcellos, Diego Presa, Álvaro Bassi y Santiago Barcellos una noche de domingo del año 1997 en el barrio Buceo (Montevideo).

Actualmente el grupo está conformado por: Diego Presa, Marcos Barcellos, Santiago Barcellos, Andrés Fernández, Jorge Rodríguez Rearden, Fabián Cota, Antonio De La Peña, Sebastián Vítola, Sebastián Santana, Jimena Romero y Guillermo Wood.

Sus espectáculos mezclan música y poesía con diversos materiales literarios, audiovisuales y sonoros. Han realizado muestras y actuaciones en diversos escenarios de su país, incluyendo la Sala Zitarrosa y el Teatro Solís, dos de las más importantes salas de Montevideo.

Eran un grupo prácticamente desconocido para la mayor parte de la gente hasta la publicación de su primer álbum Música para niños tristes en 2006, que resultó ser una gran sorpresa para el público. La banda fue nominada en los Premios Graffiti 2007 como «Revelación del año»; además la canción Domingo fue nominada a «Mejor tema del año».
El Florencio Sánchez es un centro cultural y social de la Intendencia de Montevideo, ubicado en el corazón de la histórica Villa del Cerro.
Teléfono de atención al público: 1950 8921

Consultas:
info.elflorencio@imm.gub.uy
florencio.montevideo.gub.uy
Horarios de Boletería de sala: miércoles, jueves, viernes y sábados de 17 a 21 horas. Domingos de 15 a 21 horas.
web.facebook.com/events/356438105729554/

Henry Flores – El Eternauta
VEO VEO / COMCOSUR INFORMA AÑO 26 – No. 1976 – 04.09.2020
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COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / COMCOSUR – 1994 – 19 de junio – 2020 – 26 años
Selección y producción: Henry Flores y Carlos Casares
Apoyo técnico: Carlos Dárdano
Colaboran:
ALEMANIA: Alix Arnold (Colonia), Ute Löhning, Antje Vieth y Carlos Ramos (Berlín)
ECUADOR: Kintto Lucas (Quito)
HOLANDA: Ramón Haniotis (Amsterdam)
SUIZA: Sergio Ferrari (Berna)
URUGUAY: Silvio Amodei, Jorge Marrero, Jorge Zabalza.

Carlos Iaquinandi Castro /Redacción de SERPAL
José Antonio Rocca /La economía de a pie (Uruguay)
Luis E. Sabini Fernández /Revista Futuros
Sudestada, periodismo y transparencia (Uruguay)

COMCOSUR INFORMA ES UNA PRODUCCIÓN DE COMCOSUR / COMUNICACIÓN PARTICIPATIVA DESDE EL CONO SUR / Coordinación: Carlos Casares – DIRECCIÓN POSTAL: Proyectada 17 metros 5192 E (Parque Rivera) 11400 MONTEVIDEO/URUGUAY / Comcosur se mantiene con el trabajo voluntario de sus integrantes y no cuenta con ningún tipo de apoyo económico externo, institucional o personal / Las opiniones vertidas en las distintas notas que integran este boletín no reflejan necesariamente la posición que podría tener Comcosur sobre los temas en cuestión / Comcosur integra la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) /
Blog: nuevo.comcosur.org/
comcosur@comcosur.com.uy /
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URUGUAY: JULIO SPÓSITO A 49 AÑOS DE SU MUERTE – comcosur al día 2265 – 02.09.2020

COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020 Hoy:

1) Uruguay: Julio Spósito a 49 años de su muerte /Cecilia Duffau
2) Uruguay: 30 de agosto. Día Internacional del Detenido Desaparecido
3) 30 de agosto: Día Internacional del Detenido Desaparecido /Mateo Magnone Hugo
4) Uruguay: El mundo del revés /Marcelo Estefanell
5) Uruguay: Interferencias y gritos impidieron el interrogatorio a un exmilitar indagado por violaciones a los Derechos Humanos /Victoria Fernández
6) Uruguay. La militancia política y social en el deporte: el fin del silencio /Álvaro Levin
7) Franja de Gaza: un diseño israelí de muerte /Luis E. Sabini Fernández

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“Siempre he partido de una idea elemental: la de que la verdad no necesita ser justificada por la adecuación a un objetivo superior. La verdad es la verdad y nada más. Debe ser servida, no servir.”
Eugenia Ginzburg / “El vértigo”.
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1) URUGUAY: JULIO SPÓSITO A 49 AÑOS DE SU MUERTE
1971 – 1 de setiembre – 2020

YO RECUERDO

¡Doy fe!
Yo estuve allí.
Yo estuve y padecí
y mantengo el testimonio
aunque no haya nadie que recuerde
yo soy el que recuerda
aunque no queden ojos en la Tierra
yo seguiré mirando
y aquí quedará ardiendo,
No hay olvido, señores y señoras,
y por mi boca herida
aquellas bocas seguirán cantando.
Pablo Neruda
…………….

POR LA ESPALDA

Fue por la espalda que le dieron muerte aquella tarde a Julio Spósito.

Mister Brown, el dueño CICSSA, se le había dado por vigilar la productividad de los obreros de la fábrica de envases de cartón armado con una escopeta. Los trabajadores, que estallaron en conflicto, consiguieron la inmediata solidaridad de los estudiantes. Los peajes, las pintadas y las movilizaciones contra el gringo bravucón se multiplicaron por toda la ciudad. El parlamento llamó entonces a Mister Brown para que diera explicaciones.

Aquel miércoles los militantes del FER nos convocamos a las 5 de la tarde para rodear el Palacio en repudio del patrón. Ahí me encontré con Julio que conversaba con otros compañeros, que militaban como nosotros en el FER del Suárez. Julio, aquel flaco, rubio de largos bigotes y barba crecida, con la misma campera de cuero negro de siempre. A Julio lo conocían todos, en el liceo y en el barrio, componía canciones y expresaba su compromiso en las cuerdas de la infaltable guitarra. Soñaba con la Iglesia de Camilo Torres y la construía con los jóvenes de la parroquia San Juan Bautista.

Los “guanacos”, las “chanchitas” y los “roperos” acechaban en las esquinas. De pronto se sintieron disparos y una nube de gases lacrimógenos inundó la concentración. Empezamos a correr hacia Medicina y a juntar piedras y a tirarles a los milicos. Julio y yo estábamos escondidos detrás de una palmera en la vereda de Química cuando una granada de gas estalló a mis pies. Quedé aturdida. “¡Vamos!” gritó Julio, arrastrándome de la mano y corriendo a refugiarnos en la Facultad. Entre el humo, los gritos y las sirenas subimos los escalones, entramos y ahí nomás apoyándose en mi hombro me dice “me parece que estoy herido”, no se sostuvo y cayó boca arriba.

Creíamos que se había desmayado por los gases, un compañero trajo alcohol para reanimarlo. Otro gritaba “¡un médico, que venga un médico!”. “Vamos a acostarlo en esa mesa” sugirió una compañera mientras se sacaba el Montgomery para abrigarlo. Entre varios compañeros lo vamos a levantar y el que pone la mano en la espalda la saca llena de sangre. Crucé Gral. Flores como pude, sintiendo los balazos, muerta de miedo.

El mismo decano –no lo olvidaré nunca, Pablo Carlevaro– indicó a otros estudiantes que lo llevaran a su camioneta que él lo llevaba directo al Clínicas. Lo pusimos sobre un pizarrón que ofició de camilla y lo sacamos por una puerta trasera. Dentro de la camioneta dos o tres estudiantes trataban de reanimarlo, no se sentían los latidos, casi ni respiraba… “Aunque esté muerto síganle dando” apremiaba Carlevaro. En pocos minutos llegamos pero ya sin tiempo…

19 años. Una bala 38 por la espalda. Nada más. Nunca un culpable.

Después de velarlo en San Juan Bautista y en el IAVA, una multitud inusitada lo acompañó a pie hasta el cementerio del Buceo exigiendo justicia.

El golpe de estado borró los reclamos.

La impunidad los sepultó.

Pero no hay olvido señores y señoras.

Cecilia Duffau
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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2) URUGUAY: 30 DE AGOSTO. DÍA INTERNACIONAL DEL DETENIDO DESAPARECIDO

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos /30.08.2020

Hoy, en el Día Internacional del Detenido Desaparecido, sigue resonando con fuerza la inmensa manifestación social del pasado 20 de mayo. El calor con que cientos de iniciativas alumbraron esta lucha por todo el país.

Con la convicción que ese sentimiento perdura, es que organizamos esta actividad, para reflexionar sobre el sentido presente de esta lucha contra la desaparición forzada, que tiene una historia de muchos años ya, en Uruguay y en el mundo. Tan íntima y tan social, tan humana y tan política.

Decíamos el año pasado a propósito del hallazgo del cuerpo de Eduardo Bleier.

“Todo nos habla de lo que continúa oculto, nos cuestiona sobre quiénes lo ocultan y porqué. Pero también nos dice que es posible sacarlo a la luz. Con todo lo que esa luz enriquece nuestro presente.”

Y es desde este presente que queremos hablar. Hoy, 30 de agosto de 2020, la desaparición forzada sigue presente en Uruguay, enquistada en el ocultamiento de sus cuerpos.
La desaparición forzada es un delito de lesa humanidad, imprescriptible y permanente. Su efecto sobrepasa a la víctima directa, (asesinada y ocultada) que fue su objetivo primario, para dirigirlo a toda la sociedad, provocando en ella desconcierto, silencio, miedo, dificultad para demostrar lo que sucedió mientras mantiene la amenaza implícita para todo tipo de lucha. Esa es su inmensa gravedad. Un delito que no cesa hasta que se encuentren los restos y se desenmascare todo lo que se conjuga en él.

Para que haya perdurado en el tiempo, fue necesaria la complicidad del Estado; la inicial al momento de la detención o el secuestro y las sucesivas que lo mantienen oculto e impune. Incluyendo a los gobiernos posteriores a las dictaduras, que no cortaron de raíz sus efectos.

Para hacerlo se debieron tomar acciones muy firmes, que claramente separaran la democracia del Estado autoritario que nos sometió 12 años.

Uruguay debió juzgar todos los atropellos y crímenes apenas se instalara el gobierno en 1985. Y comenzar con la desarticulación y transformación a fondo de la institucionalidad del Estado dictatorial que se organizó para sojuzgar al país. Muy especialmente las Fuerzas Armadas que fueron su brazo ejecutor y principal protagonista.

La tardanza en la justicia, bloqueada y condicionada por la ley de caducidad, condenó a la sociedad a convivir con los criminales de Estado; y las Fuerzas Armadas continuaron sin ser cuestionadas ni reformuladas.

Así, desde aquel primer desacato de un Comandante en Jefe, cuando el Gral. Medina archiva las citaciones al juzgado, con la anuencia de Sanguinetti, pasando por la vergonzosa Ley de Impunidad, por las cobardes mentiras de sucesivos Comandantes y hasta por un nuevo crimen del Cóndor: Berríos, no se hizo otra cosa que naturalizar desbordes y privilegios que opacan y amenazan la calidad de nuestra democracia.

Cuanto más sabemos de los horrores y arbitrariedades de esos años, más incomprensible se hace esta tolerancia y continuidad. Así creció un poder corporativo paralelo, que emerge cada vez que ve tocados sus intereses, especialmente cerrando filas para no enfrentar a la Justicia.

Hoy desde una nutrida presencia parlamentaria, el partido militar, que integra la coalición de gobierno, propagandea impúdicamente los valores de la dictadura; defiende los crímenes de ésta y a sus ejecutores e Intenta reflotar la Ley de Caducidad con argumentos descalificadores y agresivos hacia el Poder Judicial.

Hoy, la misma angustiosa pregunta que nos hicimos cuando se los llevaron: ¿Dónde están?, sigue pendiente.

Los mismos reclamos de Verdad y Justicia siguen interpelando a los sucesivos gobiernos y aguardan respuestas, acciones que están, hoy como ayer, en manos del Estado.

Los avances alrededor de este tema han sido muchos y fueron posibles gracias al movimiento popular, a los trabajos de memoria, a la activa participación de jóvenes generaciones que defienden la memoria ya que entienden que el pasado y su presente están estrechamente vinculados y no quieren impunidad; al crecimiento de conciencia sobre la variedad de derechos y sus propias luchas por leyes que han ampliado nuestra visión de la libertad y el deber ser en sociedad.

Gracias a ese constante e intenso trabajo desde muchos sectores de la sociedad, el tema no sólo no ha podido ocultarse, sino que el conocimiento de la dictadura, la empatía por encontrar a los desaparecidos, y la persistencia en los tribunales de Justicia ha forzado a los políticos de todos los partidos a reconocer estos reclamos.

La Justicia, lentamente, ha ido integrando la imprescriptibilidad de estos delitos. La perseverancia de las causas, la sentencia de la CIDH, el trabajo de la Fiscalía Especializada, logran avances con algunos procesamientos de una enorme lista de imputados.

¡No es un logro menor! Hasta los que reclaman impunidad y acusan a la Justicia de venganza, reconocen implicitamente los gravísimos delitos cometidos.

Pero la dimensión de esta escasa justicia obtenida no ha conseguido dejar claro a los ojos de nuestro pueblo el carácter institucional de la represión durante el Terrorismo de Estado.

Nada de lo realizado se hizo sin contar con la aprobación de los más altos mandos y las órdenes precisas de toda la cadena jerárquica de las tres armas. No fueron elementos aislados que perdieron los parámetros quienes cometieron las atrocidades, ninguna operación fue realizada sin una planificación previa, órdenes específicas y detallados informes posteriores.

Los aún pocos archivos a los que hemos llegado nos lo confirman una y otra vez y las propias confesiones que revelan los Tribunales de Honor lo corroboran.
El pasado viernes hicimos públicas, nuevas actas de estos Tribunales. Allí los mismos militares que enfrentados a la Justicia cobardemente no admiten ni recuerdan nada, reconocen ante sus superiores haber secuestrado, torturado, asesinado, desaparecido; su participación en los sucesivos vuelos; y que todo lo ejecutaron cumpliendo órdenes precisas de los altos mandos.

Estas brutales confesiones, para los Generales de los tribunales y el comandante de turno, no manchan el honor militar. Tampoco fueron trasladadas a la Justicia común, como debieron haberlo hecho inmediatamente.

Desecharon la información que podían aportar sobre nuestros familiares y mintieron al decir a los Presidentes que no encontraron ni tienen forma de aportar nada. Una actitud de una tremenda gravedad mantenida al igual que por Manini, por todos los Comandantes en Jefe.

El Parlamento tiene nuevamente una oportunidad de dar un mensaje que fortalezca el respeto a la institucionalidad democrática, cuando deba expedirse sobre el desafuero del ahora Senador. Sería gravísimo que el Senado aceptara su presión y escudara en sus fueros una nueva evasión a la Justicia luego de sus inadmisibles omisiones cómplices cuando era Comandante en Jefe.

Apelamos una vez más a la conciencia, la información y la defensa de una democracia más plena y libre. Informada, atenta, involucrada; que no tolere las debilidades, los ocultamientos y las demoras en este tema. No más.

Sabemos que son muchos los problemas que nos preocupan a los uruguayos. El desempleo, los recortes presupuestales, las carencias básicas que trae; nuestros niños. También si podremos sostener con fuerza el reclamo, la lucha para no retroceder en las conquistas laborales y de derechos.

El 20 de mayo hubo un inmenso salto participativo desde distintas formas, que nos unió en un ¡Presente!, para que nunca más vivamos una dictadura en Uruguay.
En el corazón de esta lucha está siempre el derecho a la vida y la libertad, que atraviesa todas las luchas.

Que no tengan cabida en esta sociedad ni los crímenes ni sus perpetradores. Ni los ideólogos de estas barbaries.

No queremos estas Fuerzas Armadas, a las que debemos cuestionar su sentido, su número y objetivos en este pequeño país. Y especialmente sus valores.

La inmensa mayoría de los desaparecidos siguen secuestrados en predios militares, los datos están en sus archivos, como estaba el plano de ubicación de los restos de Miranda, los tienen los procesados como lo demuestran las confesiones de Gavazzo que desapareció el cuerpo de Gomensoro por orden de su jefe Cristi, las de Gilberto Vázquez y las del Pajarito Silveira, las tienen sus mandos obstinados en su pacto de omertá. Ningún gobernante a exigido decididamente esos datos.

¿Dónde están nuestros desaparecidos?
Por Verdad, Justicia y Memoria.
¡Presente!

Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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3) 30 DE AGOSTO: DÍA INTERNACIONAL DEL DETENIDO DESAPARECIDO

Por Mateo Magnone Hugo

Hay un vínculo humano con Familiares desde hace un buen tiempo, principalmente con algunas personas que integran Familiares. Humano, periodístico, investigativo, de consulta constante, y también hay vínculo atravesado por una historia familiar, la de Luz Ibarburu, mi tía abuela, y la búsqueda de Juan Pablo Recagno, uno de sus hijos. Pero creo que, incluso el mayor peso de la invitación a estar en esta mesa, está puesto en el interés periodístico, narrativo, cotidiano, por estos temas, que generan -ante casi cualquier cosa que pase en la vida, pequeña o grande- una suerte de coloque o postura en clave de derechos humanos. Eso, por su puesto es algo creo que bueno (incluso socialmente está bastante bien visto), pero claro, nos genera incongruencias permanentemente, y eso ofusca, perturba, pero también nos ayuda de alguna manera a tratar de afinar la mirada y los análisis con más cuidado, para llevar de uno mismo, de un colectivo al que pertenezca, las contradicciones a una mínima expresión: tal vez allí esté una de las grandes batallas, repito, cotidianas. Con las contradicciones, si de derechos humanos hablamos, hay que convivir, no querer barrerlas debajo de la almohada. En definitiva, creo que por este intento de trabajar sobre estos temas, desde la comunicación principalmente, es que estoy acá.

También por joven, y aquí aparece otro asunto. Cuando me pregunto por el vínculo de la juventud, de las nuevas generaciones, de mí, con estas historias, las de las desaparecidas y los desaparecidos, la de la búsqueda por verdad y justicia, pienso en una idea del psicólogo Marcelo Viñar que me gusta mucho y me sienta cómoda. En la presentación del libro sobre María Emilia Islas y Jorge Zaffaroni: Los padres de Mariana, de Francois Graña, Viñar –tal vez quien ha trabajado la memoria, sus sentidos, de la forma más constante e interesante- dijo que “La preguntas quién soy, de dónde vengo, para qué estoy, son preguntas universales. Las respuestas, decía Viñar, no se limitan a la vida propia, desde nacer a morir, sino que abarca la ascendencia (padres y abuelos) y la sucesión (hijos y nietos), lo sepamos o no, cinco generaciones son necesarias para configurar la humanidad de un ser humano”. Si dejamos que la idea de Viñar nos convenza –una idea centrada en la subjetividad-, tal vez podamos comprender cómo estos temas se meten en el interés de mucha gente, de las nuevas generaciones, casi como si los hubiesen vivido en un presente. En un marco de hipótesis, agrego otros elementos, que sí ya nacen de conversaciones –periodísticas o no- con jóvenes como yo, a veces menos y a veces más: entre los desaparecidos había chiquilinas y chiquilines, algunos no habían cumplido 20 años. Es cierto, el ejercicio de compararlos con sus pares etarios del presente no tiene mucho sentido, pero tal vez en los grupos que trabajan la memoria haya tantos jóvenes por acercamiento generacional con quienes estamos buscando. Gabriel Gatti decía que “con los detenidos desaparecidos, nada de lo que habitualmente encaja lo hace. Nada: los cuerpos se separan de las identidades y hasta las palabras se disocian de las cosas”. No voy a contradecir a Gabriel, primero porque él estudió muchísimo sobre la figura del desaparecido y segundo -y más importante- porque su vida ha estado absolutamente marcada, atravesada, por la desaparición familiar, y eso, en un posible análisis, es insustituible. Pero, en el sentido de una vida trunca, frenada por el terror, la identidad juvenil de los desaparecidos sigue estando viva y atrae, sensiblemente, a jóvenes de hoy. Pensemos en cómo el estudio de la historia reciente se instaló en secundaria y educación terciaria en la última década y media. No es casual la generación de muchísimos trabajos, colectivos, repito, desde secundaria y educación terciaria, con una pata particularmente interesante en la extensión universitaria, sobre la historia reciente: fábricas que resistieron la huelga general del 73 –zona noreste Montevideo-, los cuerpos encontrados en las costas de Rocha, los testimonios de las presas políticas, entre otros temas abordados. Aunque a algunos no les guste, los estudiantes de ayer, ocupan un lugar en el sentir, el pensar y el hacer de las y los estudiantes de hoy. Agrego, a este intento de mapeo o justificación del por qué buena parte de la juventud mantiene viva estas historias, algo que comentaba con una militante del grupo por memoria de Tacuarembó: el tiempo, los cambios, han generado otras luchas, otras disputas de sentidos, otros terrenos donde la concepción del derecho humano ha ingresado, donde hace no tantos años no estaba o estaba difuso. Estas nuevas disputas, la juventud, las ha hermanado. Quiero destacar el trabajo del colectivo “Jóvenes por la memoria” (2 de setiembre, en la Institución Nacional de Derechos Humanos, coordinan una charla sobre aspectos jurídicos y políticos en relación a DDHH e impunidad).
Ojo, digo todo esto creyendo que, casi como advertencia, hay que dejar que la juventud procese estos temas y se manifieste como pueda, sin imposiciones y sin querer generar figuras heroicas para que las emulen (eso es otra cosa, pero ya haré alguna referencia sobre la memoria monumentalista). Cada tanto aparecen notas sobre cómo ven los jóvenes los temas vinculados al pasado reciente. En una de Cecilia Bello para el semanario Brecha, ella cuenta que para su tesis de investigación en el marco de una maestría en Psicología y Educación en la Facultad de Psicología tuvo la oportunidad de acercarse a varios adolescentes y escucharlos hablar sobre el sentido que le dan al estudio de la dictadura. En las entrevistas, incluso a quienes estaban menos politizados, el tema de la desaparición les preocupaba, la idea de que una familia no supiera dónde está su hijo o su hermana, no pudiesen despedirlo, les perturbaba muchísimo. Es posible que esa sensación exista, en parte, porque hoy –por otros motivos y con otros mecanismos- sigue desapareciendo gente, jóvenes. Ya haré también alguna otra referencia a esto.

Mencioné a un grupo específico: el Colectivo Memoria Verdad y Justicia de Tacuarembó. Porque estos temas no son montevideanos y es bueno reafirmarlo. La Marcha del Silencio no es montevideana, está instalada en todo el país. Hay una enorme cantidad de grupos y comisiones –muchos, nucleados en “Interiores en red”- que trabajan la memoria y la verdad en los demás departamentos, al servicio de la justicia, Soriano como uno de los más visibles y ricos en la generación de discusiones y actividades, Bella Unión que acaba de publicar su libro, los jóvenes de Treinta y Tres, Salto, Canelones, Carmelo, Fray Bentos, etc. Además de que hay muchísima juventud trabajando en esos grupos, hay que recordar que las características de la impunidad en el interior son distintas a la de Montevideo. Se trata, en cierta medida, de una impunidad más cruda. Eso de estar en la panadería y encontrarte con quien te torturó, violó o con quien mató a un compañero, fue real, hay testimonios que lo certifican. La impunidad cotidiana, en la cotidiana. Aún se ha investigado y escrito poco sobre la dictadura fuera de Montevideo. En tal sentido, recomiendo el libro “Lo hicimos ayer, hoy y lo seguiremos haciendo”, de Javier Correa, sobre el autoritarismo civil militar en Durazno.

Hice una mención sobre la memoria monumentalista y traigo nuevamente a Viñar para ahondar en el tema. Escribió: “la razón de trabajar estos temas no es la de una memoria monumentalista y sagrada solo comprometida con el pasado, aunque contenga la deuda simbólica y el homenaje a aquellos cuya vida o proyecto quedó trunco. Es un trabajo por el mañana, por la memoria del porvenir, porque la cocina totalitaria se cuece en silencio, siempre a la sombra: ‘No lo sabíamos’ decían defensivamente los alemanes al terminar la guerra, buscando justificar su complicidad silenciosa y pasiva. Por eso es que necesitamos hablar, pensar, ventilar estas cosas horribles, en la tenue esperanza de que sea posible un ‘nunca más’. El deber de memoria -para usar la expresión de Primo Levi- es un deber con la historia”. Generar una memoria transformadora. Por eso hay que contar las historias mínimas, las que forman la general, para entenderla. Si nos quedamos con la foto y el nombre que están en el cartel, y no sabemos más nada de esa persona, nos quedamos en lo simbólico. A la pregunta ¿Dónde están?, agreguémosle ¿Quiénes eran? Desde hace unos meses intento reconstruir algunos vínculos que tuvieron desaparecidas y desaparecidos con el arte, con la práctica cultural en sus vidas: Me enteré que Maria Emilia Islas y Jorge Zaffaroni escribían poesía, tocaban la guitarra, cantaban. Miguel Mato, lo mismo (a Verónica le cantaba “Palabras para Julia” para que se durmiera), que a Mercedes Camiou, Héctor Castagnetto, Humberto Bellizi y Ruben Prieto les gustaba las manualidades y el trabajo con la plástica, que Juan Pablo Recagno había tocado el bajo en una fugaz banda de rock y dibujaba muy bien, me enteré que Eduardo Bleier tocaba el violín, gracias a una referencia de su familia y al desarrollo por parte de Alicia Lusiardo coordinadora del Grupo de Investigación en Antropología Forense. Quiero nombrar a este grupo, el GIAF, un equipo joven, que tiene que trabajar con un constante manejo de las frustraciones, en absoluto silencio, sin parafernalia mediática, reconstruyendo la muerte y a su vez la vida de los desaparecidos encontrados.

El trabajo de Imágenes del Silencio ha sido muy importante para combatir esa característica monumentalista. Felicito al equipo de fotógrafas y fotógrafos, y se los agradezco. Conocer las historias particulares de los desaparecidos ayuda –lo he conversado con amigos bastante- a desbarrancar la teoría de los dos demonios a la que todavía algunos se abrazan (Sanguinetti, con su habilidad de caer siempre bien parado, tal vez el más), pero también las historias particulares combaten la hegemonía narrativa que algunos personajes y sectores de la izquierda han instalado, y a su retroalimentación. La cuestión heroica, de alfombra roja. Ojalá las juventudes de esos sectores quieran y logren ganar espacio, y disputar ese discurso.

Vinculado a esto último, hasta hace no mucho tiempo, la resistencia a la dictadura ha sido escrita por hombres, sobre hombres. El ‘ser heroico’ de la narrativa hegemónica referida, y de otras, tapó el lugar de la mujer en aquellos años. Gracias a esas propias mujeres, a los empujones, sus historias comenzaron a aparecer. Desde el Taller de Género y Memoria Ex-presas políticas uruguayas –que decantó en los libros “Memoria para Armar”-, pasando por la denuncia de 2011 sobre violencia sexual (dolorosa en su ejecución y dolorosa en las respuestas obtenidas desde la justicia), los textos sobre Punta de Rieles y Paso de los Toros, hasta los trabajos actuales desde el Feminismo. Al principio hablé de la educación, la extensión universitaria: Recomiendo, para quienes no lo conocen, el proyecto “Sujetas sujetadas”, entre expresas políticas y estudiantes de Historia, Comunicación y Ciencias Sociales, en base al testimonio. Es una propuesta de formación integral en el campo del pasado reciente y los estudios feministas.

Por último. Familiares es una organización con un corazón grande enorme, más grande que su propio cuerpo, pero tiene una estructura flaca, brazos cortos. Es un problema y es una preocupación real en la interna de Familiares, lo he conversado con sus integrantes. Mucha gente cree que porque los 20 de mayo se juntan 200.000 personas en una marcha organizada por Familiares, Familiares es una organización grande. No y el tiempo, el desgaste, la frustración, golpea. Pero creo que es importante decir, y me hago cargo, que Familiares debe trabajar más en profundidad con las organizaciones sociales que hoy abordan la problemática de la desaparición de personas, hoy, mayormente jóvenes, niñas, por varias circunstancias, la trata es una. Hoy hay madres y familiares que no saben dónde están sus hijos, desde hace poco. Nadie sabe más sobre el tema, sobre su manejo, sobre el dolor, sobre el vínculo con una ausencia, que las madres y familiares de los desaparecidos durante la dictadura. El deseo es que esas historias, búsquedas y resistencias, se unan.

Les comentaba, y con esto cierro, sobre los intereses artísticos de las desaparecidas y los desaparecidos. Ada Margaret Burgueño, minuana, desapareció en Buenos Aires en 1977, con 24 años. Tocaba la guitarra y era poeta, escribía bastante:

“…Sólo el lacre acre de cien días y cien noches
o de los mil y un días y una noche
o de las mil y una noches y ni un día
simétricos deformes iguales redonditos
y yo en medio de tanto punto y línea, nada soy
y voy desparramando señales que ni se ven,
poniendo avisos en letra negrita, que dicen
cosas, que ni yo entiendo, pero igual espero,
que por ahí alguien sepa deletrear misivas
o las claves de mis pocos vistosos letreros,
que ni yo entiendo,
y asimismo,
yo espero”.

Mateo Magnone Hugo
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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4) URUGUAY: EL MUNDO DEL REVÉS

Por Marcelo Estefanell

Quienes en el pasado propusieron y votaron la Ley de Caducidad, primero, y apoyaron el voto amarillo para mantenerla, después, ahora cuestionan sin sonrojarse a los únicos gobernantes que llevaron a la justicia a los violadores de los derechos humanos y a los dictadores por sus prácticas aberrantes.

Se aprovechan de un laberinto jurídico y burocrático para sembrar la duda y la sospecha nada menos que sobre la Doctora Azucena Berruti y sobre nuestro —dos veces— Presidente de la República, el doctorTabaré Vázquez.

En vez de sumar solidariamente a la causa de la verdad y de la justicia, sacan pecho por un expediente con el que hábilmente jugaron a la mosqueta algunos funcionarios cómplices de los miembros de Tribunales de Honor, que se preocuparon más por una fuga de un correligionario de peluca que de las atrocidades que confiesa hizo y que pretendió hacer, como salir a matar, en plena democracia, nada más y nada menos que al presidente Tabaré Vázquez.

¿Quién puede creer, en su sano juicio, que Azucena y Tabaré ocultaron estas aberraciones y no dieron lugar a la Justicia?

Señores, no dividan, sumen.

No siembren cizaña porque solo cosecharán odios.

Y si están dispuestos —al fin— a sumarse a la lucha por los detenidos desaparecidos, bienvenidos sean, no es necesario hacer alaracas y batirse el parche en conferencias de prensa y sembrar sospechas sobre los únicos gobernantes que hicieron algo desde siempre por la verdad y por la justicia.

El día que puedan mostrar estos actos de gobierno, o similares, podrán hablar con autoridad moral y republicana.

Marcelo Estefanell /Enviada por Crysol
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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5) URUGUAY: INTERFERENCIAS Y GRITOS IMPIDIERON EL INTERROGATORIO A UN EXMILITAR INDAGADO POR VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS

Con una actitud “notoriamente violenta” la defensora Rossana Gavazzo intentó eliminar del acta una respuesta reveladora y la audiencia debió ser interrumpida; la jueza informó lo sucedido a la Suprema Corte y a la Fiscalía General.

Victoria Fernández /Búsqueda – 27 de Agosto al 2 de Setiembre de 2020

En el marco de la investigación por el secuestro y torturas de Pedro Risso y su esposa, Lydia Fernández, por parte de agentes del Cuerpo de Fusileros Navales (Fusna) en 1975, se realizó a fines de julio una audiencia para interrogar a uno de los militares denunciados, el excapitán de la Armada Eduardo Laffitte. Sin embargo, la instancia debió ser suspendida debido a las “permanentes interrupciones” y a la actitud “notoriamente violenta” de la abogada de Laffitte,

Rosana Gavazzo, hija del teniente coronel retirado José Nino Gavazzo, condenado por varias violaciones a los derechos humanos durante la dictadura (1973-1985).

Así fue detallado en un acta que dejó constancia de lo sucedido y que la jueza del caso, Isaura Tórtora, elevó el lunes 10 a la Suprema Corte de Justicia y a la Fiscalía General.

Según recoge el acta —a la que accedió Búsqueda—, la “gran tensión” provocada por el comportamiento de la abogada, que intentó reformular una respuesta comprometedora de su defendido e impidió que continuara dando información ante las preguntas de la jueza y de la fiscal Mariela Suárez, hizo imposible “avanzar en el desarrollo de la audiencia”.

Además, mientras el clima se tensaba, irrumpió en la audiencia —que se realizó en una sala abierta y expuesta al público debido a la emergencia sanitaria— la abogada y coronel del Ejército Gianella Frachelle (hija de uno de los militares investigados por violaciones a los derechos humanos), que mientras grababa el intercambio con su celular, gritaba que todo era “un atropello”. El actuario del juzgado le pidió que apagara su celular y se retirara del lugar, pero los incidentes no terminaron allí. En el momento en que se retiró la abogada se acercaron a la audiencia dos hombres que, ante la consulta del actuario, se negaron a identificarse o a explicar por qué estaban allí, y finalmente se fueron.

De acuerdo al acta, se evidenciaba para entonces un “evidentemente nerviosismo” en todos los presentes, al punto que la jueza decidió suspender la instancia debido a los “niveles de violencia”.

Sin embargo, la Fiscalía y la parte denunciante insistieron en que reconsiderara la decisión y retomara el interrogatorio para impedir más demoras en el proceso.
La jueza accedió y, en el decreto que resolvió la suspensión temporal de la audiencia, señaló que “el derecho de defensa que le asiste al indagado por normas de rango legal y constitucional no implica de ninguna forma que la defensa conteste en lugar del indagado, interfiriendo en la propia voluntad del indagado de responder las preguntas”.

Tras un impasse de cinco minutos, se reinició la audiencia, pero, para entonces, Laffitte se limitó a responder “no me consta” o “no sé” ante cada pregunta.

“Fue una situación muy tensa y desagradable”, dijo a Búsqueda Mariana Risso, hija del matrimonio Risso-Fernández, que se encontraba presente en la audiencia. “Más allá de interrumpir el trabajo de la Justicia, fue una absoluta falta de respeto. Esto va en contra de las garantías judiciales de todas las personas que estamos en el proceso”, afirmó.

Risso contó que en una audiencia realizada dos días antes para interrogar al excapitán de navío Alex Lebel, Gavazzo estuvo presente pese a que no es su defensora, y tuvo un comportamiento similar, interrumpiendo de forma constante el interrogatorio y acusando a la jueza de ser demasiado “benevolente” con los denunciantes.

“En todos los años de ejercicio que tengo es la primera vez que veo algo así. Es absolutamente inusual y significó una violación al debido proceso. Fue extremadamente violento y una verdadera falta de respeto a la jueza y a todos los que estábamos ahí”, declaró por su parte la defensora de Risso, María del Carmen Salazar. “Temo que sea parte de una estrategia de empezar a atacar personalmente a los jueces que intervienen en las causas”, añadió. La abogada señaló que el episodio se dio en un contexto en que se han intensificado las críticas al Poder Judicial y a la Fiscalía por su actuación en estos casos.

Cabildo Abierto y su líder, Guido Manini Ríos —que integra la coalición de gobierno— han hecho varios cuestionamientos a la actuación de la Justicia en las investigaciones sobre violaciones a los derechos humanos, lo que provocó declaraciones de rechazo y alarma por parte de la Asociación de Magistrados.

También han criticado la actuación del fiscal especializado en Delitos de Lesa Humanidad, Ricardo Perciballe, y del fiscal de Corte Jorge Díaz.

“A cada instante levantaba más la voz”

Risso y Fernández fueron detenidos en su casa en Ciudad Vieja el 4 de junio de 1975. Risso, que era dirigente sindical y militante del Movimiento 26 de marzo, estuvo preso 33 meses en el Fusna, mientras que Fernández fue liberada dos semanas después.

La investigación sobre el secuestro, la privación de libertad y las torturas infligidas al matrimonio se inició en octubre de 2011, luego de que Fernández presentara una denuncia en la Justicia, que tras su fallecimiento continuó su hija Mariana.

En la audiencia del 31 de julio, la jueza y la fiscal interrogaron a Laffitte sobre las funciones que cumplía en la fecha del secuestro. “Era director de la escuela de especialidades de la Armada”, respondió el capitán retirado. Dijo también que durante el período investigado no tuvo ningún vínculo con el Fusna, “salvo el adiestrar en la parte militar a los fusileros”. Consultado sobre si tuvo vínculo con el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), Laffitte también lo negó, pero en ese momento su abogada manifestó que se oponía a la pregunta. El indagado de todos modos continuó su respuesta y dijo que había mantenido vínculo con el OCOA cuando fue comandante de fusileros entre 1978 y 1980.

El interrogatorio siguió sobre las actividades de Fusileros en 1975, y el indagado se refirió a los operativos, las investigaciones y las detenciones que realizaban. Consultado sobre si los detenidos (en el Fusna) eran interrogados, respondió que “para eso los tenían ahí”.

En ese momento la abogada interrumpió con “gran estado de molestia” y solicitó que se reformule la pregunta porque su defendido “no la había comprendido”. La jueza ordenó mantener la respuesta textual de Laffitte en el acta, pero “la Dra. Gavazzo insistió en la reformulación haciendo caso omiso a lo dispuesto por la magistrada”. A continuación, “anta cada pregunta que se formulaba” la abogada le decía a su defendido “no conteste”, o contestaba ella en su lugar.

La “interrupción continua de la audiencia” se vio “agravada por un tono exageradamente ofuscado” de Gavazzo, que “a cada instante levantaba más la voz”. El volumen era tal que los gritos fueron escuchados por los funcionarios que trabajaban en el piso inferior, describió el actuario que elaboró el acta.

Gavazzo también acusó a la jueza de dirigir la audiencia de forma parcializada y le dijo que la denunciaría ante la Suprema Corte. Tórtora ya fue denunciada en la Corte por la defensa de militares recientemente, luego de que ordenara el procesamiento con prisión del coronel Lawrie Rodríguez.

“Doctora, haga lo que tenga que hacer”, le respondió la magistrada ante la amenaza.

Victoria Fernández /Búsqueda
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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6) URUGUAY. LA MILITANCIA POLÍTICA Y SOCIAL EN EL DEPORTE: EL FIN DEL SILENCIO

Deportistas y clubes de distintas disciplinas comenzaron a manifestar su postura ante hechos políticos, sociales y económicos, en un tipo de militancia que les había sido ajena tradicionalmente.

Álvaro Levin /Sudestada /@alvarolevin, 22/08/2020

En contra de este silencio, en los últimos tiempos las reivindicaciones extra deportivas son tomadas en cuenta para el posicionamiento de algunas instituciones uruguayas en temas como la diversidad sexual, las violaciones a los derechos humanos en el pasado reciente y la reivindicación de los derechos laborales, entre otros asuntos de interés público.

“Nunca más dictadura” tuiteó el club Progreso el pasado 27 de junio; “humanamente diferentes y totalmente libres” posteó al otro día Villa Española con motivo del día del orgullo LGTB; “Ellos en nosotros. Contra la impunidad de ayer y de hoy. Verdad y Justicia”, escribió la organización Basquetbolistas Unidos Asociados (BUA) por el 20 de mayo, día en que se realiza desde 1996 la Marcha del Silencio. Clubes de fútbol como Wanderers, Plaza Colonia,, Fénix, Montevideo City Torque, River Plate o Cerro también forman parte de este grupo de instituciones que desde hace varios meses fijan sus posturas en temas políticos, sociales o económicos.

Uno de los primeros en expresar su postura ante diferentes reivindicaciones fue el actual director técnico de la selección uruguaya de fútbol, Oscar Washington Tabárez, quien durante su gestión al frente de las equipos nacionales defendió la necesidad de una la formación integral de los futbolistas, no sólo en aspectos deportivos sino también en referencia a valores y actitudes más allá del juego.

En parte, este fenómeno puede explicar el empoderamiento del grupo de jugadores de la selección uruguaya que a fines del año 2016 generó un fuerte conflicto por sus derechos de imagen con la empresa Tenfield. En ese momento, Tabárez salió a la arena pública para defender los reclamos de los futbolistas, en el entendido de que estaban reivindicando derechos laborales -en virtud de profesionalizar las condiciones de trabajo- y al mismo tiempo se planteó la participación y representación de los jugadores en los órganos de gobierno de fútbol, tal como establece el estatuto de la Asociación Uruguaya de Fútbol aprobado en Noviembre del 2018.

En esta misma línea pueden encontrarse casos de deportistas que a título individual participaron de campañas con contenido político o social. Ese fue el caso del futbolista Sebastián Fernández, de Nacional, quien formó parte de la serie de fotografías de la campaña “Imágenes del Silencio”, por el 20 de mayo.

También participaron de la campaña “Imágenes del Silencio” los entrenadores de basquetbol Javier Espíndola y Horacio “Tato” López y los deportistas Santiago “Bigote” López (Fútbol) Chris Namús (Boxeo), Sabina Bello (Basquetbol), Alejandro Nieto (Rugby), Ignacio Tempone (Judo), Richard Pellejero (Fútbol), Federico Bavosi (Basquetbol), Valeria Colman (Fútbol), así como la árbitra de primera división de fútbol Claudia Umpiérrez. Con la misma reivindicación hizo su aporte el futbolista de Wanderers Mathías Acuña.

Cambios sociales y comunicacionales

Consultado por Sudestada, el sociólogo Ignacio de Boni, docente del Instituto Superior de Educación Física de la Universidad de la República, estimó que “el mundo está más politizado, y en este sentido creo que esto ha pasado por arriba al deporte. Crisis global del capitalismo, reacción de la ultraderecha en diferentes rincones del planeta, una América Latina convulsionada, cambio de época en el Uruguay tras 15 años de gobierno progresista, cambiando por un gobierno (coalición) que pacta con la derecha militar… Llega un punto donde es muy difícil estar ajeno a lo que ocurre alrededor”.

En este contexto, las redes sociales reflejan la pluralidad de perspectivas y posturas políticas, donde ciertas instituciones deportivas optaron por pronunciarse ante situaciones políticas o sociales, al tiempo que las instituciones deportivas más populares del país, Nacional y Peñarol, se caracterizan por el silencio sostenido.

Sin embargo, los planteles de ambos clubes han participado de algunas iniciativas, adhiriendo a mensajes con contenido social. Por ejemplo, al igual que los planteles de los demás equipos de primera división del fútbol uruguayo, tras reiteradas agresiones físicas a maestras de escuelas públicas de Montevideo (escuela sanguinetti, escuela nº277 y nº225) durante los meses de setiembre y octubre del año 2019, coordinaron la acción de salir al campo de juego portando una pancarta cuyo texto decía «¡en la escuela se educa! ¡no se pega!».

Una interpretación respecto a las condiciones por las cuales se ha generado mayor visibilidad política de ciertas instituciones, dijo De Boni, “tiene que ver con residuos de la época progresista: desde el bloque social de los cambios se logró construir una sensibilidad social progresista y esto ha llegado y permeado al deporte… A modo de ejemplo, no me parece una casualidad la línea de sindicalización que se estableció en los jugadores de fútbol – con la movida de Más Unidos Que Nunca-, los trabajadores del carnaval –Guillermo Lamolle y Soledad Castro Lazaroff como figuras visibles- y la gremial de basquetbolistas (BUA). Refieren a colectivos que representan las mayores manifestaciones culturales del Uruguay, y al mismo tiempo defienden sus derechos de imagen frente a la misma empresa, Tenfield”.

A esto se le suma el cambio en la comunicación, el papel de las redes sociales y cómo los clubes intentan construir su “marca” a partir de los recursos y herramientas disponibles. Es habitual que haya mensajes en fechas comerciales, como el día del niño, madre, padre, abuelos. Y en la misma línea, también se solidarizan con causas como la concientización del autismo, contra el racismo, así como en el apoyo a familias y personas con discapacidad.

Ahora, el tema se torna más complejo cuando se abordan cuestiones polémicas desde el punto de vista político. Según De Boni, “hay ciertas luchas y posturas políticas que se van aceptando por el ‘establishment’. Y una de ellas tiene que ver con la diversidad sexual. En otras palabras, aceptar la tolerancia nos hace buenas personas”.

En un nivel más microsocial, el docente e investigador del Instituto Superior de Educación Física (Udelar), Bruno Mora, planteó una diferencia con la visibilidad mediática de las reivindicaciones y lo que ocurre en los territorios. “Hay que ver lo que está pasando a nivel de los clubes de barrio… Villa Española, Complejo Sacude en Casavalle, las redes en Malvín Norte, el Parque Público de Punta Yeguas… entiendo que la clase trabajadora, la universidad y los vecinos asociados generan resistencias más “capilarizadas” que la visibilidad de la política o de los medios de comunicación, y están generando una resistencia y participación a los modos hegemónicos de vivir… En Bella Italia hay todo un movimiento de organizaciones sociales y centros juveniles asociados a las ollas populares. Los jugadores y deportistas se están expresando hoy porque están pasando cosas que los impulsan a expresarse… además de que muchos de ellos pertenecen a estos barrios”.

La concientización política de los deportistas se cruza con las relaciones de poder, estimó Mora, ya que “los deportistas están en una etapa primitiva de considerarse trabajadores. Debe llegar a considerarse con el derecho de participar de su futuro y hasta ahora se les ha demostrado que existe un núcleo duro de poder que toma decisiones por encima de ellos, aunque, en algún punto se están abriendo otras posibilidades de pensar, ver y hacer al deporte”.

Por su parte, el periodista deportivo Rómulo Martínez Chenlo opinó que es muy claro “el cambio del paradigma de la comunicación pública, donde hay una necesidad de manifestarse más allá de la propia razón y situación. Y esto lleva también, a su opuesto, a la necesidad de no tomar posición sobre ciertas temáticas. La omisión por parte de los clubes de ciertos pronunciamientos, como expresión de entidades sociales que son, debería resultar de sorprendente para abajo, porque directamente no están haciendo lo que tendrían que hacer”.

El Villa y la «Cantina Sócrates»

«Nosotros creemos que un club social sí puede hablar de política –no partidaria- y también de darle una mano al barrio».

El club Villa Española compite en boxeo, atletismo y fútbol. Entre 2008 y 2013 el “Villa” estuvo al margen de los torneos de fútbol de la AUF, por lo que su regreso implicó un fuerte esfuerzo de hinchas y allegados al club. La llegada del jugador Santiago “Bigote” López primero y luego de Agustín Lucas –visibles figuras del movimiento de futbolista Más Unidos Que Nunca- permitió generar desde el plantel de fútbol una serie de acciones de fuerte compromiso político y social.

Talleres de economía familiar, sexualidad, acoso callejero y con familiares de detenidos desaparecidos, permitieron abordar cuestiones extra-futbolísticas en el vestuario del Estadio Obdulio Varela, gracias a los espacios que se generan desde la Comisión de Cultura de la institución. Entre otras cosas, esto ha permitido el reflote del atletismo y del boxeo.

También habilitó la actividad artística en la “Cantina Sócrates”, por la que ya han presentado espectáculos musicales Mandrake Wolf, Spuntone y Mendaro, Gerardo Nieto, Eduardo “Pitufo” Lombardo, entre otros.

Además, el arraigo de la institución en el barrio permitió presentarse al Presupuesto Participativo con la propuesta de arreglar la fachada de la sede, la cual quedó seleccionada y actualmente está por comenzar las obras. Todas las actividades se nuclean en el hashtag #culturadebarrio. En la web de la institución se especifica que la Comisión de Cultura “tiene por objetivo recomponer los lazos sociales en la comunidad, promover el sentido de pertenencia al barrio, revincular a los vecinos con el club y tejer redes entre las diferentes instituciones y grupos zonales, basados en la solidaridad, por intermedio de la educación popular, la cultura y el arte”.

Desde hace 3 años, cada 20 de mayo el equipo adhiere a la Marcha del Silencio. En 2018 jugaron un partido contra Deportivo Maldonado con una camiseta especial; en 2019 salieron a la cancha con una pancarta en apoyo a Familiares de Detenidos Desaparecidos, que sirvió como impulso para que otros equipos lo realizarán también (Cerro, Cerro Largo y Progreso); y en 2020 mandaron hacer una camiseta especial para jugar con la estampa al frente de Familiares.

En diálogo con Sudestada, el secretario de la institución, Omar Cazarré, contó que “hay gente que piensa que aquí es un equipo de fútbol y no tendría que meterse en cuestiones políticas… nosotros creemos que un club social sí puede hablar de política –no partidaria- y también de darle una mano al barrio. Por otro lado, si lo mirás desde el punto de vista más mezquino, lo social también ha repercutido en los deportivo… este año vendimos 150 camisetas, o sea juntamos 150 mil pesos en un momento muy complicado del país… para nosotros es cómo la llegada de Ronaldo a la Juventus”.

La atención por condiciones de trabajo de los funcionarios del club también forma parte del carácter militante del colectivo: tratar de estar al día de los sueldos –mínimos- que se le pagan a los futbolistas, cuidar los materiales y ropa de entrenamiento que llegaron este año, valorar el lavarropa nuevo que tiene la utilería. Pequeños detalles que hacen al día a día.

En cuanto a los posicionamientos públicos, Cazarré consideró que “los clubes chicos tienen más facilidades para expresarse, tal vez porque tienen menos para perder. De todas formas, aquí hay gente que dice que el club ‘es un comité de base’, o que la ‘cultura está matando al fútbol’. Lo que más le interesa es ir a la cancha y gritar los goles.

Nosotros agarramos esta directiva en 2018, y si no lo hacíamos esto desaparecía. Nuestra intención es reflotar lo social con otras organizaciones, construyendo colectivamente, aunque –vale aclarar- que son procesos que no están ajenos de contradicciones y fuertes discusiones”.

Las basquetbolistas con más incidencia

Desde fines del año 2019, la organización Basquetbolistas Unidos Asociados (BUA) tiene una rama femenina. Luego de muchos años sin representación y organización, las basquetbolistas están sindicalizadas al igual que los varones.

Un proceso de acumulación que incluye las finales de la liga femenina televisadas por primera vez en 2017, las jugadoras que se van a jugar al exterior (Florencia Niski y Camila Kirshenbaum actualmente en la Liga Femenina de España) así como el continuo trabajo en clubes como Bohemios, Malvín, Defensor en sus planteles femeninos.

La BUA se ha posicionado como un actor relevante en diálogo con la Federación Uruguaya de Basquetbol (FUBB). Por el lado de la rama masculina las principales reivindicaciones tienen que ver con la forma de disputa del torneo que permita promover el desarrollo de los jugadores más jóvenes, y tienen como principal referente a Leandro Taboada (presidente de la BUA) mientras que en el femenino el interés está en poder profesionalizar el deporte, ya que actualmente las jugadoras no tienen contratos ni reciben ingresos, por lo que su práctica es amateur.

Según Sabina Bello, jugadora de Malvín y vicepresidenta de la BUA, dijo que apuntan a que “las jugadoras puedan tener un poco más de peso en las decisiones de la FUBB. Este año se sabía cuándo arrancaba el Metro, la Liga, pero el femenino nada”.

Bello fue otra de las deportistas que participó del proyecto Imágenes del Silencio, porque desde la BUA hay un interés por interiorizarse en estas temáticas.

“Somos un poco nuevos en esto y de hecho se dio la discusión de cómo vamos a utilizar las redes institucionales ya que la línea entre lo gremial y lo político muchas veces es muy fina”, explicó. Este año, tanto por el día de los trabajadores como por la Marcha del Silencio la BUA realizó pronunciamientos en sus redes institucionales, y desde que se decretó la emergencia sanitaria por el coronavirus se han organizado en la recolección de alimentos y distribución de canastas.

Al mismo tiempo, las mujeres en el deporte forman parte de las reivindicaciones por igualdad, y en este sentido algunas señales y pronunciamientos sirven para posicionar los reclamos. “En el año 2018, con la selección uruguaya no pudimos participar del sudamericano, y yo en ese momento tuiteé “una vez más se evidencia que la FUBB sigue siendo una federación machista y desigual” y enseguida se armó una gran movida, me llamaron de programas, revistas, tremenda repercusión. Por lo tanto el tema está en la agenda y tiene que ver con el cambio que se está produciendo en la sociedad en cuánto a políticas de género… Cómo será que en 2016 me fui a jugar a México, y apenas hubo una mención en Facebook”, cuestionó Bello.

Los grandes silentes: Nacional y Peñarol

Sudestada realizó gestiones para conocer la voz institucional – tanto de Nacional como de Peñarol- respecto a cuáles fueron los motivos por los que los dos equipos más populares del Uruguay eluden el posicionamiento público tanto en aspectos como los derechos humanos, laborales o diversidad sexual. No se obtuvieron respuestas.

En la cuenta de twitter del equipo de fútbol femenino de Peñarol (actuales tricampeonas), por el día de la diversidad sexual, se modificó el logo del equipo con la leyenda “el amor es muy grande para estar dentro de un closet”, mientras que en la cuenta oficial (@oficialCAP) no hubo ningún pronunciamiento ni posteo alusivo.

Las relaciones entre política y fútbol no son nuevas, y que los dos partidos políticos tradicionales (Partido Colorado y Partido Nacional) estén vinculados a posiciones conservadores tampoco. El actual presidente de Peñarol, Jorge Barrera, no sólo es un reconocido abogado sino que fue diputado por el Partido Colorado en el período 2000-2005. Su antecesor, Juan Pedro Damiani, fue uno de los nombres que se manejó en filas coloradas como candidato en Montevideo para las elecciones departamentales de setiembre próximo.

De hecho, el presidente honorario del club es el actual senador Julio María Sanguinetti y dos veces Presidente del Uruguay (1985-1990 y 1995-2000). Y por último, el tesorero del club es el actual director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie.

El actual Presidente de Nacional, José Decurnex, fue gerente de IBM durante 29 años. Su antecesor, el contador José Luis Rodríguez también provenía del mundo empresarial (fue director financiero de la curtiembre Branáa, luego llamada Zenda).

Hasta 2015 el presidente de Nacional fue el economista Eduardo Ache (integrante del Partido Colorado), quien fue ministro de Industria, Energía y Minería (1992-1994) durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle, compañero de fórmula presidencial de Jorge Pacheco Areco en 1994, senador y presidente de Ancap. Hoy representa a Nacional en el Ejecutivo de la AUF.

Sobre la falta de pronunciamiento público de las instituciones más populares del Uruguay, como Nacional y Peñarol, Sudestada consultó a tres periodistas deportivos.

Santiago Díaz (Vera+ y M24) consideró que “Nacional y Peñarol apoyan ciertas cosas que serán poco controvertidas. Ya cuando exista algo que pueda dividir a sus socios optan por no hacerlo, como por ejemplo la Marcha del Silencio, porque hay gente en sus filas que piensan que es una causa sin importancia, de algo que pasó hace muchos años y que hay que dar vuelta la página. Se están jugando el rechazo de sus hinchas o socios”.

Por su parte, Patricia Pujol (ex Deportivo Uruguay) dijo que “no manifestarse también es un posicionamiento político. Yo creo que los clubes son un actor social con mucho peso y si bien representan los intereses de un colectivo muy diverso, lo que hagan o dejen de hacer tendrá siempre un impacto. Acá en Uruguay el posicionamiento de los clubes es un poco tímido o marginal, y en una sociedad democrática es deseable y para nada censurable que las instituciones tomen posiciones públicas”.

En tanto, Martín Rodríguez (M24, La Diaria, Tevé Ciudad), opinó que ambos clubes “por un lado tienen las hinchadas de, aproximadamente, un 90% de la gente. En estos clubes conviven sensibilidades políticas muy diversas. Un tema es que tenga la voluntad política de pagar el costo de que una gran parte de la hinchada se enoje, y en ese escenario siguen prefiriendo el enojo de la no mención y omisión. Se puede interpretar como una actitud cobarde o algo calculadora, del estilo ‘no levantes la perdiz que si decimos algo se nos arma lío’. Es bastante razonable pensar que en los clubes grandes sigue habiendo comisiones directivas más bien volcadas hacia el conservadurismo”.

Álvaro Levin /Sudestada, periodismo y transparencia
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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7) FRANJA DE GAZA: UN DISEÑO ISRAELÍ DE MUERTE

Gaza: «atrapados, desesperados y abocados a suicidio». El proyecto israelí está basado en hacer la vida imposible y quebrar para que no aguanten más…

Por Luis E. Sabini Fernández, 20.08.2020

revistafuturos.noblogs.org

Una joven escritora anglo-egipcia, Yousra Samir Imran, ha «descendido» de su actividad hipermoderna, electrónica, y recogido, con sensibilidad, el cuadro psiquiátrico que se registra en la Franja de Gaza.: «atrapados, desesperados y abocados al suicidio» como titula su nota pasando revista a esta situación.

Los datos duros y crudos son reveladores: las sociedades musulmanas son muy renuentes al suicidio, pesa un tabú sobre semejante práctica.

Lo cual nos da una señal aun mayor de la gravedad de la situación.

Imran nos da el cuadro de Suleiman Al Ajuri, que hace año y medio tuvo mucha relevancia en la Franja de Gaza (en adelante FdG) fundando un movimiento social; «Queremos vivir», desmarcándose de las directivas de Hamas sobre el diminuto territorio.

Reacción más que comprensible: la FdG está bloqueada por Israel desde 2006, y desde el cruento golpe de estado del Ejército en Egipto, que asesinó a miles de musulmanes, estos militares se han sumado al cerco israelí cortando por completo el contacto territorial de FdG con el resto del mundo; la costa de la FdG está controlada por la Marina israelí que ha intervenido a veces violentamente, asesinando tripulantes para impedir la llegada de embarcaciones «ajenas» a la costa gaziana. Como por otra parte el Estado de Israel bombardeó y aniquiló el único aeropuerto de la FdG, el aislamiento es realmente total. (1)

Un apunte histórico: en 2005 Ariel Sharon decide evacuar las cuatro o cinco colonizaciones que habían implantado en FdG, a partir de la «Guerra de los 6 días» y la invasión consiguiente; un mordisco más al territorio palestino, y de buen tamaño. La colonización instaló allí unos 8 000 colonos. En una población total (entre la originaria y los cientos de miles de expulsados y fugitivos de Palestina en 1948) de algo más de millón y medio de habitantes.

Sharon consideró que la relación costo/beneficios era muy pesada para sostener esos emplazamientos respecto a la colonización de Cisjordania, donde los colonos ya se contaban por centenares de miles en medio de una población palestina algo menos densa. Y que a la FdG se le podía dar otro «tratamiento»; ‘ahora que quedan sólo palestinos, les vamos a hacer la vida imposible, los vamos a quebrar para que no aguanten más.’

Pese a baladronadas iniciales de los sionistas que habían arrebatado territorios en la FdG, en setiembre de 2005 Sharon los evacuó sin disparar un solo tiro y los confortó dándole suculentas reparaciones.
Los colonos, primero destrozaron cuidadosamente todas las lujosas instalaciones que habían levantado en la Franja con los multimillonarios fondos que reciben de EE.UU.; desde las paredes de los edificios hasta las cañerías y los jardines provistos de abundante agua, y lo que del mobiliario y equipamiento entendieron mejor no llevar. Luego de proceder al destrozo de «comodidades» que habrían provisto a cientos de miles de palestinos, dejaron todos esos restos, hecho añicos o pudriéndose en el territorio de la Franja y se fueron a recibir en la nueva colonización todo flamante del Estado de Israel.

Y desde esa primera noche, sin judíos en la zona, la fuerza aérea israelí sobrevoló la FdG con vuelos rasantes con velocidad superior a la del sonido, creando confusión entre el sonido fortísimo de tales vuelos y los de un bombardeo. Resultado consiguiente: una oleada de enuresis y de tímpanos rotos, sobre todo en población infantil.

Pero eso fue apenas el «aperitivo» sionista: ya vendrían los bombardeos de veras.

En 2006 tiene lugar las primeras elecciones de autoridades palestinas en mucho tiempo, con resultados confiables, con controles internacionales, como el del equipo de Jimmy Carter, y esta vez, en lugar de los resultados «previstos» por el gobierno de turno (Fatah y OLP desde hacía mucho), las votaciones dieron un porcentaje mayor a Hamas, una red religiosa islámica enfrentada a la dirección palestina anterior, laica (ubicada en la órbita del llamado «campo socialista»).

Ese resultado, en elecciones limpias, no fue del agrado del gobierno israelí ni de la dirección política palestina oficial. Israel llevó a prisión a decenas de candidatos de Hamas legítimamente elegidos. El triunfo de Hamas había sido muy marcado en la FdG; en Cisjordania, los resultados habían sido más parejos (carezco de datos de los llamados «árabes israelíes», es decir palestinos que han vivido ininterrumpidamente en el Estado de Israel desde 1948).

Violando el resultado electoral con detenciones y nombramientos arbitrarios, hubo diversas escaramuzas que dejaron a Cisjordania en manos de la OLP y a la FdG en las de Hamas.

Desde ese mismo momento, el cerco a la FdG se hizo férreo: sabiendo de la imposible autarquía de territorio tan pequeño y poblacionalmente sobrecargado, las autoridades alimentarias israelíes diseñaron un ingreso de mercadería para alimentos que no excediera una dieta ajustada para sus habitantes. El resultado práctico de semejante torniquete fue la inmediata falta de comida, porque no todo lo que se despacha llega en condiciones, por ejemplo. Y porque se estrechó la diversidad alimentaria.

La FdG tiene una costa de unos 50 km. Tradicionalmente, la pesca era un importante ingrediente alimentario. Pero con el cerco, los pescadores tendrán que dejar pasar cardúmenes porque la marina israelí les marcó un límite muy exiguo para pescar; y cada vez que alguna chalana quería aumentar su recolección, eran baleados. Los resultados no se hicieron esperar: cosecha de pescadores lisiados o muertos. E incluso de niños palestinos muertos jugando en la playa.

La aviación israelí bombardeó repetidas veces las usinas de potabilización, las de depuración, el puerto y el aeropuerto y en general todos los establecimientos vinculados al quehacer material, como el tratamiento de desechos.

Tratándose de una franja costera, los israelíes mediterráneos que tenían residuos de producción industrial o de consumo, aprovechándose del declive natural del terreno volcaban sus efluentes hacia la FdG, arruinando, de paso, las escasas superficies cultivables que en la FdG existen.

Tras estos «pasos de ablande», sobrevino, a fines de 2008, «la lección mayor»: el Ejército, que se llama de Defensa israelí, invadió la FdG y a toda su población, civil, por aire, mar y tierra, en un operativo con el muy expresivo nombre de «Plomo fundido», que destrozó decenas de miles de las viviendas del enclave, arrasando instalaciones, escuelas y servicios, matando a cientos de palestinos e hiriendo a miles.

Casi sin comida, con progresivo deterioro sanitario, con menguadísimos medios de comunicación y transporte (carreteras y vehículos deliberadamente dañados en ese ataque y en los que se repetirán en 2012 y 2014), el estado de la FdG se hace indescriptible: «ataques terrestres, aéreos, y marítimos sobre civiles, hospitales, escuelas, refugios, santuarios» (2) deberían convertirse de inmediato en un expediente en la ONU sobre crímenes de guerra. Pero no en esta ONU y menos si se trata de responsabilidades y atrocidades cometidas por el Estado de Israel.

Por eso el etnocidio llevado adelante por el sionismo y el Estado de Israel (con sus protectores históricos; el British Empire y «la Gran Democracia del Norte») se sigue perpetrando hasta ahora sin consecuencias a la vista.

En un viernes conmemorativo, en marzo de 2018, los palestinos iniciaron una Marcha de Reclamo por la Tierra (perdida, usurpada). No violenta, sin las rudimentarias armas usadas por Hamas y otras milicias armadas palestinas, sin piedras siquiera. El ejército de «Defensa» ha matado a centenares a lo largo de varios viernes de demanda pacífica y ha herido a varios miles, usando ante la supuesta invasión a francotiradores que han elegido concienzudamente los órganos o partes del cuerpo para realizar el mayor daño…).

Sucintamente, entonces, Suleiman Al Ajuri remató todos sus esfuerzos por cambiar la situación general y la suya particular, poniendo fin a su vida. Imran nos informa que en el último tiempo estaba siendo muy hostigado por Hamas y a la vez, proseguía sus esfuerzos para conseguir un pasaje, un pasaporte, un medio para ir a sobrevivir a otra parte. Infructuosamente.

Imran aclara: «El día en que murió Suleiman, otros tres jóvenes de Gaza se suicidaron. Ayman Al Ghoul, de 24 años, se arrojó desde el quinto piso de un edificio en el campo de refugiados de al-Shati. Una mujer de 30 años se ahorcó en Rafah, e Ibrahim Yassin, de 21 años, un maestro empleado por la UNRWA, murió a causa de las heridas sufridas tras prenderse fuego la semana anterior.

«El día después de la muerte de Suleiman, Ahmed Al Malahi se tragó cincuenta pastillas, una joven adolescente intentó tirarse por el balcón de su casa y una joven de 18 años se tragó decenas de pastillas en un intento de suicidio.

«Tres días después de esas desgracias, un joven de Gaza intentó saltar desde un balcón en el Ministerio de Asuntos Sociales cuando le negaron una ayuda. Y luego, el 9 de julio, Eyas Shehada fue arrestado por Hamas por amenazar con suicidarse si se ignoraban sus problemas. Eyas fue de puerta en puerta pidiendo ayuda a los funcionarios de Hamas mientras grababa un Facebook Live, hablando sobre su falta de vivienda, indigencia e impotencia para mantener a su familia.

«El periodista Usama Al Kahlout fue arrestado por Hamas ese día por cubrir la historia de Eyas. El Centro de Derechos Humanos Al Mezan informó que el día del funeral de Suleiman, trece de sus amigos fueron arrestados, nueve en el cementerio y cuatro en su casa cuando habían acudido a dar el pésame a su familia. Ese mismo día fueron arrestados dos periodistas que informaron sobre su suicidio.»

Imran destaca, certeramente, el papel de cancerbero mental que ejerce Hamas en la FdG. Y destaca también, con acierto, el papel de torniquete complementario, cómplice, de la dictadura egipcia sobre el enclave palestino, terminando de asfixiar ese territorio que constituye la prueba palpable del asesinato colectivo ejercido por los ejércitos sionistas en Palestina en 1948.

Imran hace hincapié en el deterioro creciente de la salud mental en la Franja. No sólo el hambre, la falta de agua (dosificada, como la luz, a no más de 2 o 4 horas diarias: el «consejo» de Sharon viento en popa), la desocupación forzosa (se ha bombardeado preferentemente no solo escuelas, hospitales y viviendas sino todo local productivo o empresario, particularmente si llegaba a producir algo que compitiera con un correspondiente israelí, como ha pasado destruyendo una muy conocida cerveza palestina…).
Pero la visión de Imran es desdichadamente apolítica. No conoce ni parece interesarle la historia: su «informe» es bueno, veraz, pero un puro presente. Como si el mundo no fuera una sucesión temporal; pasado-presente-futuro. Alojada en su eterno presente aconseja: «que Israel asuma sus responsabilidades para con la población ocupada.»

Como si Israel, enviando algunos asistentes; psicólogos ante intentos de suicidio, dietistas para mejorar la alimentación, urbanistas para redefinir los espacios habitacionales sistemáticamente derruidos en todas las operaciones de destrucción de ese territorio y de esa sociedad, pudiera remediar algo.

Imran ha perdido la brújula de las causas. Israel y sus elites de poder son los causantes, los forjadores de este estado de situación: es la forma judeosionista de eliminar una sociedad, que ha resultado un obstáculo a sus planes supuestamente bíblicos: volver a vivir a un sitio que se supone fue habitado por algunos, muy pocos de sus antecesores, unos miles de años atrás.

El sionismo es una colonización racista, como en general han sido todas las colonizaciones de tierras ya habitadas por oriundos, por indígenas, por natives, como el anglocolonialismo ha designado con desdén a esos humanos.

A diferencia de otras usurpaciones de tierra, el proyecto sionista ha resultado mucho más cerebral, valiéndose de las más diversas disciplinas para redondear sus planes y de algún modo simularlos. Al no emplear métodos más rudimentarios y totales, este estilo de colonización lleva más tiempo. Prácticamente en el caso de Palestina ha insumido todo el siglo XX y algo más en el tiempo, antes y después, es decir ahora, en el s XXI.

Con el «Acuerdo del Siglo», Netanyahu y Trump habían «finalmente» proyectado acabar con «la cuestión palestina en 2020, en junio, sobornando con chirolas a «los últimos mohicanos», pero no les funcionó.

Los palestinos han probado ser un pueblo con enorme resistencia y aguante, propio de su historia milenaria en el país, del cual la entente globalifílica quiere arrancarlos, y aunque el plan de implantación judía ha avanzado considerablemente, la liquidación que las élites de poder estadounidense e israelí habían pergeñado para este año ha naufragado.

Por cierto que, como nos recuerda Imran, existe un lado nefasto de Hamas; podríamos agregar otros: de la dirigencia egipcia, de otras organizaciones políticas palestinas, pero todos estos «actores» son absolutamente secundarios ante los verdaderos autores de las matanzas, de los sufrimientos, del etnocidio.

Y lo que avanza sí, es el conocimiento de la historia verdadera, desnudando tramo a tramo la historia oficial israelí: ya se sabe que los palestinos no se fueron llamados por radios árabes sino «persuadidos» por un método sumario; los sionistas llegaban a una aldea, mataban a media docena de varones y «exhortaban» al resto a abandonar sus moradas; si resistían, se tomaba otro pequeño conjunto de aldeanos, varones, jóvenes, se los mataba y probablemente «la vacuna» era suficiente para que el resto abandonara, sí, la aldea.

Ya sabemos que no era el David judío contra el Goliat árabe; sino más bien al revés; un enorme y bien pertrechado ejército judío que le permitió golpear a «los palestinos»; una sociedad árabe no militarizada.

Es el Estado de Israel y sus mandamases los que tendrán que dar explicaciones de tanta manipulación, del uso artero de los más diversos recursos, de los abusos, las matanzas, las torturas, el arrasamiento de centenares de aldeas, para que caiga de una vez por todas, la construcción atrozmente falsa de la figura del ‘ejército más moral del mundo’.

La humanidad tendrá en algún momento que saldar esta cuenta pendiente con la historia. Porque los humanos, tenemos, junto con tantos defectos, una necesidad radical, profunda, inevitable, propia de nuestra conciencia: conocer la verdad. Asumirla. Y actuar en consecuencia.

El mismo día en que rematé el análisis de una nota a mi modo de ver conmocionante sobre la desesperada situación de los habitantes de la Franja de Gaza, llega un «refuerzo» de la situación.

Lo que yo describiera se ha agravado: ya no pueden los pescadores de Gaza siquiera pescar cerca de la orilla; se les prohíbe salir.

Y ya no pende amenaza de bombardeo: ya han recomenzado.

La razón que da Israel: esos tercos palestinos están lanzando globos y cohetes (es tan ridículo referirse a misiles, que ya no los invocan).

Pero veamos el revés de la trama que un medio de información no palestino, -swissinfo- nos aclara:
«Israel ha bombardeado la Franja de Gaza casi todas las noches desde el 6 de agosto [este mes] en respuesta al lanzamiento de globos incendiarios, o incluso disparos de cohetes […] Estos disparos se producen tras la visita a Gaza e Israel de una delegación de Egipto […] que firmó la paz con el Estado hebreo en 1979. Egipto actuó de intermediario el año pasado, junto a la ONU y a Qatar, para firmar una tregua entre los dos bandos. Pero, pese a esta tregua, que prevé una ayuda financiera mensual de unos 30 millones de dólares pagados por el emirato de Qatar a Gaza, se producen enfrentamientos esporádicos entre Hamas e Israel [… para que Israel] permita el tránsito de este dinero.»

Allí está el cangrejo debajo de la piedra. Strip-tease revelado por fuente insospechable de «fanatismo árabe» o similar, como swissinfo. Que nos muestra el revés de la trama.

Moraleja: mucho no es como parece. Como decía Jacques Prévert: «gran hombre de Estado al tropezar / con una hermosa frase vacía / cae dentro / y … / jadeando / enseña los dientes /y la caries dental de sus pacíficos razonamientos / deja al descubierto el nervio de la guerra: / el delicado asunto del dinero.»

En concreto: luego del naufragio del «Acuerdo del siglo», un plan para doblegar totalmente y dar por concluida «la cuestión palestina», tramitado entre «los señores de la guerra», EE.UU. e Israel -«acuerdo» al cual los palestinos ni siquiera fueron invitados-, Israel se desquita empeorando todavía más la situación de la población de la FdG; casi dos millones de seres humanos aprisionados en un campo de concentración a cielo abierto.
Ante la impavidez generalizada.

Por ahora.

Recordemos que en 2020 se repiten, en las manifestaciones afro de EE.UU. contra el gatillo fácil, las consignas de Martin Luther King, de comienzos de la década de los ’60.
Sesenta años después. ¿Está todo igual?, ¿nada se mueve? No. Ahora hay más gente repudiando y consciente, ahora estamos más cerca de una masa crítica…
La verdad es invasiva. Afecta al «blanquismo» de los privilegiados madeinUSA; también lo hará con los privilegiados del experimento israelí.

Notas:
(1) Los palestinos en su desesperación ensayaron túneles, con enorme sacrificio para llevarlos manualmente adelante hacia territorio hoy ocupado por Israel o hacia Egipto, y lograr por ese medio imprescindibles víveres y recursos (también militares, que fue la excusa perfecta para desmontarlos), pero poco a poco tales túneles fueron detectados y anulados por las fuerzas combinadas de los militares israelíes y egipcios.
(2) James Petras, «El genocidio israelí y sus cómplices», La Haine, 16 ago 2014.

Luis E. Sabini Fernández
COMCOSUR AL DÍA / AÑO 26 / Nº 2265 / miércoles 02.09.2020
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